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SALA CIVIL
Magistrada Ponente:
Se ocupa la Sala de resolver los recursos de apelación interpuestos por las partes contra la
sentencia de 19 de junio de 2012, proferida por el Juzgado 17 Civil del Circuito de esta ciudad,
dentro del proceso de la referencia.
ANTECEDENTES
Tras una breve referencia a las acciones populares, su definición, objeto y presupuestos
sustanciales, el juez concluyó que el centro comercial demandado conculcó los derechos colectivos
contenidos en los numerales g), j), l), y m) del artículo 4° de la Ley 472 de 1998, puesto que la que
la edificación ubicada en la calle 8 A No. 19 A 39/43 de esta ciudad carece de los requisitos
mínimos de los sistemas de detección y extinción de incendios, medios de evacuación y sistemas
de ventilación previstos en el Código de Construcción de Bogotá, lo que dedujo del material
fotográfico aportado junto con la contestación de la demanda y del informe rendido por la Unidad
Administrativa Especial del Cuerpo Oficial de Bomberos.
A renglón seguido, el juez desestimó las excepciones propuestas toda vez que la jurisprudencia
proferida por el máximo tribunal constitucional declaro la inexequibilidad de la figura de la
caducidad (sentencia C-215-99 de 14 de abril de 1999), contemplada en el artículo 11 de la Ley 472
de 1988 y determinó que “la acción popular podrá promoverse durante el tiempo que subsista la
amenaza o peligro al derecho e interés colectivo”, sin restricción alguna, de igual forma la ausencia
de un precepto que consagre el fenómeno prescriptivo de la acción incoada fue razón suficiente
para desestimar la excepción formulada y, en consecuencia, le ordenó al ente accionado realizar
las adecuaciones pertinentes en el referido inmueble, de las medidas preventivas en cuanto a
detección y extinción de incendios, medios de evacuación y sistemas de ventilación, en el término
de un mes (fls. 147 y 148, cdno. 1). Además, denegó el incentivo económico a favor de la parte
demandante, y condenó en costas al centro comercial accionado.
EL RECURSO DE APELACIÓN
La parte demandada solicitó revocar el fallo porque para la época en que se construyó el inmueble
donde funciona el complejo comercial no se contravino ninguna norma urbanística, amén de que,
con posterioridad, al entrar en vigencia el acuerdo 20 de 1995, al tenor de lo consagrado en el
parágrafo del artículo A.3.3.2.1 la edificación donde funciona el centro comercial accionado, “al
estar incluida dentro de la clasificación C2 comercial de servicios y bienes” y “diseñada para ser
ocupada “por menos de 300 personas simultáneamente”, “queda excluida de la obligación de
adecuarse a las condiciones mínimas de seguridad en lo referente a detención y extinción de
incendios, medios de evacuación y sistemas de ventilación” (fl. 8, cdno. 2).
De otro lado, señaló que tanto el ente accionado “ha tomado todas las medidas necesarias
tendientes a la protección de los trabajadores y usuarios”, entre ellas “cuenta con 4 extintores de
agua a presión de 2.5 galones y 16 extintores de polvo químico seco multipropósito de 20 libras,
“detectores de humo inalámbricos en todos los pisos” y que “tanto la escaleras como las salidas de
emergencia han sido claramente identificadas y señaladas”, conforme los requerimientos técnicos,
según se constató en la inspección efectuada por el Cuerpo Oficial de Bomberos (fls. 10 y 11cdno.
1).
1. Es asunto averiguado que la acción popular es un instrumento eficaz para proteger los
derechos colectivos, entre los cuales se contemplan los invocados por la parte actora,
contenidos en los literales “g”, “j”, “l” y “m” del artículo 4º de la Ley 472 de 1998
referentes a la seguridad y salubridad pública; al acceso a los servicios públicos y a su
prestación eficiente y oportuna; a la seguridad y prevención de desastres previsibles
técnicamente; y a la realización de las construcciones, edificaciones y desarrollos urbanos
respetando las disposiciones jurídicas de manera ordenada, y dando prevalencia al
beneficio de la calidad de vida de los habitantes.
3. En este orden de ideas, es menester precisar que conforme al artículo 174 del Código de
Procedimiento Civil, toda decisión judicial debe fundarse en la prueba regular y
oportunamente allegada al proceso, teniendo el demandante en materia de acciones
populares la carga de probar la vulneración de los derechos colectivos (art. 30 de la Ley
472 de 1998).
Ahora bien, en el caso en cuestión el accionado afirma que no está en la obligación de cumplir tal
normatividad conforme al acuerdo 20 de 1995 artículo A.3.3.2, parágrafo B.3.3.2.1[1], por haber
sido diseñado para ser ocupado por menos de 300 personas simultáneamente, correspondiéndole
a dicho demandado acreditar tal hecho; empero el ente accionado no logró demostrar esa
circunstancia, toda vez que se limitó a aducir que resulta desproporcionado que ese sitio pueda
albergar más de 300 personas debido a que los pisos comerciales no tiene un área suficiente para
recibir dicha cantidad de visitantes, y además que cuenta con 5 pisos, concentrándose la actividad
comercial en los dos primeros y en los tres pisos superiores se concentra la actividad de bodegaje;
empero, su afirmación defensiva no se ve corroborada con planos o prueba alguna que determine
la capacidad del personal que esté en posibilidad de albergar y no la cantidad de personas que
pueden frecuentar el lugar, toda vez que la excepción es muy clara al expresar que no están
obligados a cumplir tal normatividad las edificaciones diseñadas para ser ocupadas por menos de
300 personas simultáneamente; además que contrario a lo expuesto por el Centro Comercial La 19
en la inspección efectuada por el Cuerpo de Bomberos se especificó que dicha construcción tiene
116 ocupantes fijos y 500 visitantes, para un total de 616 personas aproximadamente, lo que no
fue infirmado por el accionado.
Puesta de este modo las cosas se tiene que hizo bien el juzgador de primer grado al declarar que el
ente accionado no tiene adecuadas sus instalaciones conforme a la normatividad de prevención de
desastres y seguridad pública.
4. En lo relacionado con el incentivo económico, considera la Sala que obró mal el juez de
primer grado al expresar que no habrá lugar a éste, habida cuenta que, si bien es cierto,
los artículos 39 y 40 de la Ley 472 de 1998 fueron derogados por la Ley 1425 de 2010,
también lo es, que en el caso concreto la presente acción fue presentada el 27 de agosto
de 2009, antes de la entrada en vigencia de la Ley 1425 de 2010, por lo tanto, no tiene
aplicación en el caso concreto, habida cuenta que las normas que regulan el incentivo son
de carácter sustancial, tal como lo ha expresado recientemente el Consejo de Estado, al
tratar un tema parecido, puntualizando que,
En mérito de lo expuesto, el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá D.C., Sala Civil de
Decisión, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley,
RESUELVE
NOTIFIQUESE
Magistrada
Magistrada
Magistrado
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[1] Parágrafo A.3.3.2.1. “Se excluyen de estipulado en el presente Artículo aquellas edificaciones
incluidas dentro de las clasificaciones C1 y C2, Comercial se Servicios y Bienes, cuya área de
construcción sea inferior a 100 m2, o que estén diseñadas para ser ocupadas por menos de 300
personas simultáneamente.”