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Poder comunicarte con quienes te rodean –ya sean tus socios,

subordinados, jefes, amigos o enemigos– es mucho más que


una buena cualidad: es un requisito para establecer
conexiones significativas que son, en pocas palabras, la base
de cualquier negocio.

Tener habilidad para comunicarte te ayudará a inspirar más


respeto, lograr que la gente confíe en ti y resolver los
problemas con mayor eficacia, así como tomar decisiones con
rapidez y asertividad.

En resumen: los buenos comunicadores están un paso


adelante.

Éstas son algunas habilidades que es preciso desarrollar para


convertirte en un buen comunicador. Comienza a trabajar en
ellas en 3, 2, 1…

Manejo de emociones. Tener inteligencia emocional –es


decir, la capacidad de manejar las emociones en lugar de
permitir que éstas lo dominen a uno– es un punto clave para
ser un buen comunicador. Imagina a alguien hecho un manojo
de nervios o que se irrita a la menor provocación: ¿cómo se
podría entablar una conversación con esa persona?

Capacidad de enfoque. Visualiza la siguiente escena: tú


tratando de hablar con alguien, y ese alguien escuchándote
mientras responde mensajes en su celular, mira su reloj y
piensa en su siguiente junta. ¿Realmente te sentirías
escuchado si esto pasara? Si quieres ser un buen
comunicador, ya sea para hablar o para recibir información,
necesitas olvidarte de ser multitasking y poder concentrar
toda tu atención en el momento.

Aprender a escuchar. Esto está íntimamente relacionado


con el punto anterior. Con demasiada frecuencia, la gente se
enfoca en lo que va a decir y en hacerse escuchar, pero muy
pocas veces se enfoca en escuchar. Piensa en una junta
común y corriente: todos quieren exponer sus puntos e
incluso se arrebatan la palabra. Si quieres ser un buen
comunicador, no te conviertas en esa persona.

Evitar hacer juicios. Si realmente quieres entender a


alguien, debes dejar los juicios a un lado. Mantén la mente
abierta y evita juzgar a las personas, sobre todo si no tienes
los elementos necesarios para formarte una opinión. Sólo así
podrás forjar conexiones profundas.

Ofrecer retroalimentación. Ojo: emitir un juicio y ofrecer


retroalimentación son dos cosas distintas. La segunda implica
escuchar lo que alguien más te está diciendo, ponerte en sus
zapatos y hacerle saber de alguna forma que te interesa.
Puedes hacer preguntas para profundizar la conversación,
repetir algunos puntos importantes tocados por tu interlocutor
u ofrecer algún consejo, si la ocasión se presta.

Comunicación no verbal. El lenguaje corporal es tan


importante como el verbal. Tu postura y gestos pueden
expresar inconformidad o nerviosismo, o por el contrario,
seguridad y calma. Sé congruente con lo que dices y lo que
dice tu cuerpo: al escuchar a alguien evita cruzar los brazos, y
al hablar, mantén contacto visual con la otra persona.

Asertividad. Ser asertivo implica expresar lo que sientes y


piensas de manera sincera, aunque siempre respetando a los
demás. Para ser asertivo, es importante que valores la opinión
de los demás tanto como la tuya, y que aprendas a expresarla
de manera respetuosa. Asimismo, ser asertivo significa
aprender a decir “no” cuando sea necesario.

Observar y escuchar
Qué nos está diciendo nuestra audiencia, tanto de forma
verbal como no verbal. Nos servirá para adaptar así nuestro
discurso.
– Empatía
Saber ponerse en el lugar del otro. En la comunicación
efectiva implica entender qué puede interesar más a nuestro
interlocutor, como puede tener la atención en un determinado
momento… Se hace necesario conocer previamente quiénes
son nuestros oyentes.
– Cordialidad
Mostrarnos cercanos a los oyentes. Ser amable, cordial. La
sonrisa nos acerca a nuestra audiencia.
– Naturalidad
Sé tú mismo.
– Argumentación
Poder construir un mensaje coherente. Para ello, creo que es
interesante seguir un orden en nuestro exposición, empezar
por lo general para ir concretando, hilar bien el discurso y las
diferentes diapositivas (en el caso de uso de presentación),
hacer referencia a conceptos ya vistos y ver cómo todo se va
uniendo.
– Seguridad
La seguridad se consigue preparando muy bien la charla a
impartir, conociendo bien el tema del cual vamos a hablar.
También con la práctica a la hora de hablar en público.
– Lenguaje claro y sencillo
Llegamos más fácilmente a nuestros interlocutores si
hablamos de forma clara, concisa y con lenguaje sencillo. El
uso de palabras más ‘rimbombantes’ no tiene por qué
hacernos parecer mas expertos.
– Manejar de manera coordinada la comunicación verbal y
no verbal
Un buen comunicador habla con sus palabras y con sus
gestos. En este punto menciono la expresividad del emisor.
Bajo mi punto de vista, las personas expresivas consiguen
captar mejor la atención del receptor.
– Creativo
¡Atrévete a hacer algo diferente! Captarás la atención de tus
oyentes
¿Se te ocurre alguna otra característica de los buenos
comunicadores? ¿Cuál consideráis más importante?

Tener habilidad para comunicarte te ayudará a inspirar más


respeto, lograr que la gente confíe en ti y resolver los
problemas con mayor eficacia, así como tomar decisiones con
rapidez y asertividad.
La comunicación efectiva es importante para los gerentes en
las organizaciones con el fin de realizar las funciones básicas
de gestión, es decir, la planificación, organización, dirección y
control.

La comunicación ayuda a los administradores a realizar sus


trabajos y responsabilidades. La comunicación sirve como
base para la planificación. Toda la información esencial debe
ser comunicada a los gerentes que en giro deberán comunicar
los planes a fin de ponerlas en práctica. Organizador también
requiere una comunicación efectiva con los demás acerca de
su tarea de trabajo. Del mismo modo los líderes como
administradores deben comunicarse eficazmente con sus
subordinados a fin de lograr los objetivos del equipo.

Los gerentes dedican gran parte de su tiempo en la


comunicación. Por lo general, pasan gran tiempo en el cara a
cara o comunicación telefónica con sus superiores,
subordinados, colegas, clientes o proveedores. Los gerentes
también utilizan la comunicación escrita en forma de cartas,
informes o notas donde la comunicación oral no es factible.

Por lo tanto, se dice que “la comunicación eficaz es un


componente básico de las organizaciones de éxito”. En otras
palabras, la comunicación actúa como la sangre de la
organización.

La importancia de la comunicación en una organización puede


resumirse en:

Comunicación promueve la motivación informando y


aclarando los empleados acerca de la tarea a realizar, la
forma en que se debe realizar la tarea, y cómo mejorar su
rendimiento.

La comunicación es una fuente de información para los


miembros de la organización para el proceso de toma de
decisiones ya que ayuda a identificar y evaluar curso
alternativo de las acciones.
La comunicación también juega un papel crucial en la
alteración de las actitudes de los individuos, es decir, una
persona bien informada tendrá una mejor actitud de un
individuo menos informado. Las revistas, diarios de
organización, reuniones y otras fuentes de información
ayudan a la comunicación oral y escrita para moldear las
actitudes de los empleados.

La comunicación también ayuda en la vida social. En la vida


de hoy la única presencia de otro individuo fomenta la
comunicación. También se dice que uno no puede sobrevivir
sin la comunicación.

Como se señaló anteriormente, la comunicación también


ayuda a controlar el proceso. Ayuda a controlar el
comportamiento del miembro de la organización de diversas
maneras. Hay varios niveles de jerarquía y ciertos principios y
directrices que deben seguir los empleados de una
organización. Deben cumplir con las políticas de la
organización, desempeñar su función trabajo de manera
eficiente y comunicar cualquier problema de trabajo y de
queja a sus superiores. Por lo tanto, la comunicación ayuda en
la función de gestión de control.

Un sistema de comunicación efectivo y eficiente requiere un


dominio de gestión en la entrega y recepción de mensajes. Un
gerente debe descubrir diversas barreras a la comunicación,
analizar las razones de su ocurrencia y tomar medidas
preventivas para evitar los obstáculos. Por lo tanto, la
responsabilidad principal de un gerente es desarrollar y
mantener un sistema de comunicación eficaz en la
organización.

BARRERAS EN LA COMUNICACIÓN ASERTIVA

Hay muchas razones por las cuales la comunicación


interpersonal puede fallar. El mensaje (lo que se dice) no se
puede recibir exactamente de la forma en que el remitente
pretende. Es por lo tanto, importante que el comunicador
busque la retroalimentación para comprobar que su mensaje
se entienda claramente.

Las habilidades de escucha activa, claridad y la reflexión


pueden ayudar pero el hábil comunicador también debe ser
consciente de las barreras a la comunicación efectiva y la
manera de evitarlas o superarlas.

Hay muchas barreras para la comunicación y éstas pueden


ocurrir en cualquier etapa del proceso de la comunicación. Las
barreras pueden dar lugar a que el mensaje se distorsione y
que, por tanto, el riesgo de perder el tiempo y / o dinero al
causar confusión y malos entendidos. La comunicación
efectiva implica la superación de estas barreras y transmitir
un mensaje claro y conciso.

Las barreras del idioma

Lenguaje y la capacidad lingüística puede actuar como una


barrera para la comunicación.

Sin embargo, incluso cuando se comunica en el mismo


idioma, la terminología utilizada en un mensaje puede actuar
como una barrera si no se entiende completamente por el
receptor. Por ejemplo, un mensaje que incluye una gran
cantidad de palabras especializadas y abreviaturas no serán
entendidas por un receptor que no está familiarizado con la
terminología utilizada.

Coloquialismos y expresiones regionales pueden ser mal


interpretados o incluso consideradas ofensivas.

Las barreras psicológicas

El estado psicológico de los comunicadores influirá en la forma


en que se envía el mensaje, recibido y percibido.
Por ejemplo, si alguien se hace hincapié en que puede estar
preocupada por los problemas personales y no como
receptivos al mensaje como si no se destacaran.

El manejo del estrés es una habilidad personal importante que


afecta a las relaciones interpersonales.

La ira es otro ejemplo de una barrera psicológica para la


comunicación, cuando se enoja es fácil decir cosas que
lamentar más adelante y también para malinterpretar lo que
otros dicen.

Las barreras fisiológicas

Barreras fisiológicas pueden resultar de estado físico del


receptor. Por ejemplo, un receptor con audición reducida no
puede escuchar en mayor totalidad de una conversación
hablada especialmente si hay ruido de fondo significativo.

Las barreras físicas. Un ejemplo de una barrera física para la


comunicación es la distancia geográfica entre el emisor y el
receptor (s).

La comunicación es generalmente más fácil a través de


distancias más cortas a medida que más canales de
comunicación están disponibles y se requiere menos
tecnología. Aunque la tecnología moderna a menudo sirve
para reducir el impacto de las barreras físicas, las ventajas y
desventajas de cada canal de comunicación se deben
entender de modo que un canal apropiado se puede utilizar
para superar las barreras físicas.

Las barreras sistemáticas

Los obstáculos sistemáticos a la comunicación pueden existir


en las estructuras y organizaciones donde existen sistemas de
información ineficiente o inadecuada y canales de
comunicación, o donde hay una falta de comprensión de los
roles y responsabilidades para la comunicación.

Las barreras de actitud

Las barreras de actitud son comportamientos o percepciones


que impiden a las personas comunicarse de manera efectiva.

Las barreras de actitud en la comunicación pueden ser el


resultado de conflictos de personalidad, mal manejo,
resistencia al cambio o una falta de motivación. Los
receptores de mensajes eficaces deben tratar de superar sus
propias barreras de actitud para facilitar la comunicación
efectiva.

Si la comunicación efectiva es una de tus áreas de oportunidad o crees que


puedes mejorar sigue estas recomendaciones:

1. Haz contacto visual. Mirar a los ojos a una persona es la manera más
segura y eficaz de transmitir confianza. Sin palabras, seremos capaces de
decirle a nuestro interlocutor que nos interesa lo que nos dice y que estamos
escuchando de manera atenta.

2. Gesticula. De acuerdo con especialistas el 90% de la comunicación que


transmitimos no es verbal, sino gestual. Nuestros movimientos corporales
comunican mucho más de lo que pensamos, incluso de manera inconsciente.
En ocasiones un gesto puede persuadir, convencer y crear confianza mucho
más que un discurso elaborado. Obsérvate y practica.

3. Ve al grano. Dominar la comunicación no significa hablar mucho, hacer


presentaciones interminables o mandar largos mensajes por correo. Enfócate
en ser claro en tus ideas y elimina el relleno para transmitir mensajes precisos.

4. Escucha antes de hablar. Un buen comunicador es siempre un buen


escucha. Quien sabe escuchar no pierde información, hace preguntas
oportunas y comprende a su interlocutor. Puedes crear empatía con frases
como “Cuéntame más sobre ese tema” o “Me interesa lo que me dices. Dame
más detalles para entender por qué piensas así”.
5. Haz más preguntas. No tienes que tener todas las respuestas. Ser capaz de
expresar abiertamente tus dudas y admitir cuando no comprendimos una idea
nos permite lograr un mejor entendimiento. Recuerda que el malentendido es
enemigo de la comunicación, resume lo que se ha dicho con tus propias
palabras para asegurarte de que estás en sintonía con tu interlocutor.

6. Lee. La lectura mejora nuestra comunicación oral y escrita. Ayuda a tener


una mejor ortografía y amplía nuestro vocabulario. Lee diariamente noticias e
información relevante en tu industria y además tendrás temas de
conversación para establecer contactos y conocer gente nueva.

7. Elige el medio correcto. ¿Tu medio de comunicación siempre es el correo


electrónico? Quizá obtendrías mucho más de algunas personas si te acercaras
a platicar de manera personal. Utiliza tu percepción para acercarte a la gente
de la manera correcta, en ocasiones una llamada puede ser más personal y
efectiva que un correo, en otras, tendrás mejores resultados si envías un
correo breve y claro.

8. No interrumpas. Evita completar el discurso de otros con tus propias ideas


o desviar el tema de una conversación. Permite que las otras personas
comuniquen sus puntos de vista sin interrumpir y después expresa tus dudas
o comentarios.

9. Practica frente al espejo. En una conversación frente a frente o ante un


grupo de personas no siempre es fácil hacernos conscientes de nuestro
lenguaje corporal. Por ello Vickie Austin, fundadora de la empresa de asesoría
profesional CHOICES Worldwide, recomienda utilizar una técnica de
comunicación denominada ‘mirrioring’. Consiste en observar el lenguaje
corporal de nuestro interlocutor e imitarlo de manera sutil. Por ejemplo, si la
otra persona afirma con la cabeza, hacer lo mismo segundos después. Con
esta práctica es posible hacer sentir más cómoda y abierta a la otra persona y
podemos obtener mayor empatía de su parte.

10. Vincúlate. La comunicación efectiva no solo tiene que ver con trabajo o
negocios. Es impresionante lo que se puede obtener de alguien si se inicia la
conversación preguntando algo personal. La próxima vez que hables con un
miembro de tu equipo o visites a ese cliente que no has podido convencer,
abórdalo desde la parte emocional antes de entrar de lleno al tema.

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