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Universidad Autónoma de Santo

Domingo (UASD)

Nombres Y Matriculas
Brandalys paredes 100305161
Carlenia prenza 100303032

Asignatura:
Auditoria III

Tema:
Tema IV

Facilitador/a
Janel Ramírez

Grupo
1
4.1 Posición del auditor interno y externo

Los intereses, las funciones, las responsabilidades y las actividades de


los auditores internos y externos son complementarias y, algunas
veces, similares; en algunos casos, se superponen en algún punto.

Por ejemplo, un punto en común entre un auditor interno y un auditor


externo puede ser el de llevar a cabo un análisis eficiente de
transacciones; familiarizarse profundamente con el gobierno, la gestión
de riesgos y el sistema de control interno de la organización; y
compartir y elaborar informes finales precisos.

Esto no constituye ninguna sorpresa, cada función se basa en una


disciplina profesional y se lleva a cabo de acuerdo con las normas de
dicha disciplina. De este modo, entre las preocupaciones profesionales
de un auditor externo están la falta de precisión y los informes erróneos
que afectan las cuentas finales de los negocios (información financiera).
Los auditores internos ponen su atención en la amplia gama que
constituye la administración, la gestión de riesgos y el control interno
(información no financiera).

Tengámoslo presente, la auditoría interna y la externa no compiten y no


entran en conflicto entre sí, sino que se complementan. Las dos son
fundamentales para un buen gobierno, y en algún punto deben coincidir
y trabajar en forma conjunta. Sin embargo, existen diferencias
definidas en las funciones y, ciertamente, en los límites del trabajo que
realizan.

"La posición de un auditor interno con suficientes recursos e


independiente se establecen, de manera exclusiva, dentro de una
organización para brindar un aseguramiento objetivo sobre los riesgos
más importantes".

Por la razón, podemos decir que la posición de ambos auditores, tanto


interno como externos es de colaboración mutua, como lo indica su
ética profesional. Todo con el fin de llevar a cabo el análisis de la
empresa y poder diagnosticar la misma, indicando áreas de mejoras
dentro de la organización.

4.2 Objetivo y alcance de la auditoría interna

El objetivo de la Auditoría interna es asistir a los miembros de la


organización, descargándoles de sus responsabilidades de forma
efectiva. Con este fin les proporciona análisis, valoraciones,
recomendaciones, consejos e información concerniente a las
actividades revisadas. Incluye la promoción del control efectivo a un
costo razonable.
El alcance comprende el examen y valoración de lo adecuado y efectivo
de los sistemas de control interno de una organización, y de la calidad
de la ejecución al llevar a cabo las responsabilidades asignadas.
Incluye:

● Revisión de la fiabilidad e integridad de la información financiera y


operativa y de los juicios utilizados para identificar, medir,
clasificar e informar sobre la misma.
● Revisar los sistemas establecidos para asegurar el cumplimiento
con aquellas políticas, planes, procedimientos, leyes y
regulaciones, que pueden tener un impacto significativo en las
operaciones e informes, y determinar si la organización los
cumple.
● Revisar las medidas de salvaguarda de activos y, cuando sea
apropiado, verificar la existencia de los mismos.
● Valorar la economía y eficacia con que se emplean los recursos.
● Revisar las operaciones o programas para asegurar que los
resultados son coherentes con los objetivos y las metas
establecidas, y que las operaciones y programas han sido
llevados acabo como estaba previsto.
Responsabilidad y Autoridad

El propósito, autoridad y responsabilidad del departamento de Auditoría


interna debe definirse en un documento formal por escrito, aprobado por
la dirección y aceptado por el consejo, especificando el alcance no
restringido de su trabajo y declarando que los auditores no tienen
autoridad o responsabilidad sobre las actividades que auditan.

Independencia

Para asegurar el grado efectivo de independencia necesario para el


auditor interno, estará subordinado e informará de su trabajo al ejecutivo
más alto del escalafón; solo por este camino puede asegurar un alcance
adecuado de responsabilidad y de efectividad en el seguimiento de las
recomendaciones.

Auditoría interna

Según el IIA, la auditoriá interna se define como "una actividad de


aseguramiento y consultoria ́ objetiva e independiente diseñada para
agregar valor y mejorar las operaciones de una organización, ayudando
a la organización a alcanzar sus objetivos aportando un enfoque
sistemático y disciplinado con el fin de evaluar y mejorar la eficacia de
los procesos de gestión de riesgos, control y gobierno".
Los profesionales de auditoria ́ interna tienen conocimientos en distintas
disciplinas académicas, no se requiere una disciplina en particular.

De acuerdo con el IIA, un trabajo de auditoria ́ interna es "una


asignación, tarea o actividad de revisión de auditoria
́ interna especif́ ica,
por ejemplo, una auditoria ́ interna, una revisión de autoevaluación de
control, una verificación de fraude, o consultoria ́ . Un trabajo puede
incluir diversas tareas o actividades diseñadas para alcanzar un
conjunto especif́ ico de objetivos relacionados.

Los auditores internos son empleados de la organización, pero son


independientes de las actividades que auditan. Debido a que es
fundamental que exista independencia, es preferible que el auditor
interno reporte directamente al consejo de administración.

Los auditores internos deben cumplir con las Normas Internacionales


́ Interna del IIA.
para el Ejercicio Profesional de la Auditoria

Auditoría externa

Por otro lado, los auditores externos son contadores profesionales.

De acuerdo con la Federación Internacional de Contadores (IFAC), un


trabajo de auditoriá se define como "un trabajo de aseguramiento
razonable en el cual un contador profesional en práctica pública
expresa una opinión sobre si los estados contables se encuentran
preparados, en todos los aspectos materiales (o brinda una visión
verdadera y razonable sobre si se presentaron de manera razonable, en
todos los aspectos materiales), dentro de un marco de estados
financieros aplicable, tal como un trabajo que se lleva a cabo de
conformidad con las Normas Internacionales de Auditoria ́ .

Esto incluye la auditoria ́ reglamentaria, que es una auditoria


́ requerida
por la legislación u otra reglamentación".

A diferencia de los auditores internos, los auditores externos no son


empleados de la organización, sino que son terceros y, por lo tanto, no
tienen un interés personal en la organización.

En términos generales, los auditores externos se guia


́ n por las Normas
́ del Consejo de Normas Internacionales
Internacionales sobre Auditoria
́ y Aseguramiento (IAASB).
de Auditoria

4.3 Relación entre la auditoria interna y la auditoria externa


independiente

Los intereses, las funciones, las responsabilidades y las actividades de


los auditores internos y externos son complementarios y, algunas veces,
similares; en algunos casos, se superponen en algún punto. Por
ejemplo, un punto en común entre un auditor interno y un auditor
externo puede ser el de llevar a cabo un análisis eficiente de
transacciones; familiarizarse profundamente con el gobierno, la gestión
de riesgos y el sistema de control interno de la organización; y compartir
y elaborar informes finales precisos.

Esto no constituye ninguna sorpresa, cada función se basa en una


disciplina profesional y se lleva a cabo de acuerdo con las normas de
dicha disciplina. De este modo, entre las preocupaciones profesionales
de un auditor externo están la falta de precisión y los informes
erróneos que afectan las cuentas finales de los negocios (información
financiera). Los auditores internos ponen su atención en la amplia gama
que constituye la administración, la gestión de riesgos y el control
interno (información no financiera).

Tengámoslo presente, la auditoriá interna y la externa no compiten y no


entran en conflicto entre si,́ sino que se complementan. Las dos son
fundamentales para un buen gobierno, y en algún punto deben coincidir
y trabajar en forma conjunta.

Sin embargo, existen diferencias definidas en las funciones y,


́ ites del trabajo que realizan. Las diferencias, que
ciertamente, en los lim
se resumen a continuación, por lo general no se reconocen plenamente
e incluso hasta pueden malinterpretarse o confundirse.

4.4 COMPETENCIA DEL AUDITOR INTERNO

Competencia y evaluación de los auditores

Generalidades

La fiabilidad en el proceso de auditoría y la confianza en el mismo


dependen de la competencia de aquéllos que llevan a cabo la auditoría.
Esta competencia se basa en la demostración de:
⎯ Las cualidades personales descritas en el apartado, y
⎯ la aptitud para aplicar los conocimientos y habilidades descritos en el
apartado , adquiridos mediante la educación, la experiencia laboral, la
formación como auditor y la experiencia en auditorías descritas en el
apartado.

Atributos personales

Los auditores deberían poseer atributos personales que les permitan


actuar de acuerdo con los principios de la auditoría.

Un auditor debería ser:


a) ético, es decir, imparcial, sincero, honesto y discreto;
b) de mentalidad abierta, es decir, dispuesto a considerar ideas o puntos
de vista alternativos;
c) diplomático, es decir, con tacto en las relaciones con las personas;
d) observador, es decir, activamente consciente del entorno físico y las
actividades;
e) perceptivo, es decir, instintivamente consciente y capaz de entender
las situaciones;
f) versátil, es decir, se adapta fácilmente a diferentes situaciones;
g) tenaz, es decir, persistente, orientado hacia el logro de los objetivos;
h) decidido, es decir, alcanza conclusiones oportunas basadas en el
análisis y razonamiento lógicos; y
i) seguro de sí mismo, es decir, actúa y funciona de forma independiente
a la vez que se relaciona eficazmente con otros.

Conocimientos y habilidades

Conocimientos genéricos y habilidades de los auditores de sistemas de


gestión de la calidad y de sistemas de gestión ambiental
Los auditores deberían tener conocimientos y habilidades en las
siguientes áreas.

a) Principios, procedimientos y técnicas de auditoría: para permitir al


auditor aplicar aquéllos que sean apropiados a las diferentes auditorías
y para asegurarse de que las auditorías se llevan a cabo de manera
coherente y sistemática. Un auditor debería ser capaz de:
⎯ aplicar principios, procedimientos y técnicas de auditoría,
⎯ planificar y organizar el trabajo eficazmente,
⎯ llevar a cabo la auditoría dentro del horario acordado,
⎯ establecer prioridades y centrarse en los asuntos de importancia,
⎯ recopilar información a través de entrevistas eficaces, escuchando,
observando y revisando documentos, registros y datos,
⎯ entender lo apropiado del uso de técnicas de muestreo y sus
consecuencias para la auditoría,
⎯ verificar la exactitud de la información recopilada,
⎯ confirmar que la evidencia de la auditoría es suficiente y apropiada
para apoyar los hallazgos y conclusiones de la auditoría,
⎯ evaluar aquellos factores que puedan afectar a la fiabilidad de los
hallazgos y conclusiones de la auditoría,
⎯ utilizar los documentos de trabajo para registrar las actividades de la
auditoría,
⎯ preparar informes de auditoría,
⎯ mantener la confidencialidad y la seguridad de la información, y
⎯ comunicarse eficazmente, ya sea con las habilidades lingüísticas
personales o con el apoyo de un intérprete.

b) Documentos del sistema de gestión y de referencia: para permitir al


auditor comprender el alcance de la auditoría y aplicar los criterios de
auditoría. Los conocimientos y habilidades en esta área deberían
contemplar:
⎯ la aplicación de sistemas de gestión a diferentes organizaciones,
⎯ la interacción entre los componentes del sistema de gestión,
⎯ las normas de sistemas de gestión de la calidad o ambiental, los
procedimientos aplicables u otros documentos del sistema de gestión
utilizados como criterios de auditoría,
⎯ reconocer las diferencias y el orden de prioridad entre los documentos
de referencia,
⎯ la aplicación de los documentos de referencia a las diferentes
situaciones de auditoría, y
⎯ los sistemas de información y tecnología para la autorización,
seguridad, distribución y control de documentos, datos y registros.

c) Situaciones de la organización: para permitir al auditor entender el


contexto de las operaciones de la organización.
Los conocimientos y habilidades en esta área deberían contemplar:
⎯ el tamaño, estructura, funciones y relaciones de la organización,
⎯ los procesos generales de negocio y la terminología relacionada, y
⎯ las costumbres sociales y culturales del auditado.

d) Leyes, reglamentos y otros requisitos aplicables pertinentes a la


disciplina: para permitir al auditor trabajar con ellos y ser consciente de
los requisitos aplicables a la organización que se está auditando. Los
conocimientos y habilidades en esta área deberían contemplar:
⎯ los códigos, leyes y reglamentos locales, regionales y nacionales,
⎯ los contratos y acuerdos,
⎯ los tratados y convenciones internacionales, y
⎯ otros requisitos a los que se suscriba la organización.

4.5 Evaluación de la objetividad de los auditores internos

La Norma para la práctica profesional No. 1130.A2, establece que: Los


trabajos de aseguramiento para funciones por las cuales el director
ejecutivo de auditoría tiene responsabilidades deben ser supervisados
por alguien fuera de la actividad de auditoría interna.

Cuando la actividad de auditoría interna, el director ejecutivo de


auditoría (DEA) o el auditor interno individual es responsable de una
operación que la actividad de auditoría interna podría auditar, o bien
cuando la dirección está considerando asignarle una responsabilidad de
esa naturaleza, la independencia y objetividad del auditor interno puede
verse afectada. Como mínimo, el DEA debe tener en cuenta los
siguientes factores al evaluar el impacto sobre la independencia y
objetividad:

1. Los requisitos establecidos por el Código de Ética y las Normas


Internacionales para el ejercicio Profesional de la Auditoría Interna (las
Normas).

2. Las expectativas de las partes interesadas, que podrían ser los


accionistas, consejo de administración, comité de auditoría, dirección,
cuerpos legislativos, entidades públicas, organismos de regulación y
grupos de interés público.

3. Las autorizaciones y restricciones contenidas en el estatuto de la


actividad de auditoría interna.

4. Las declaraciones requeridas por las Normas.

5. La cobertura de auditoría sobre las actividades o responsabilidades


llevadas a cabo por el auditor interno.

6. La significatividad que la función operativa tiene para la


organización (en términos de ingresos, gastos, reputación e influencia).
7. La extensión o duración de la asignación y el alcance de la
responsabilidad.

8. La adecuada separación de funciones.

9. Si existe algún antecedente u otra evidencia de que la objetividad


del auditor interno puede estar en riesgo.

Cuando la actividad de auditoría interna acepta responsabilidades


operativas y esa operación forma parte del plan de auditoría, el DEA
tiene que:

1. Minimizar el menoscabo a la objetividad utilizando una entidad


contratada (un tercero), o auditores externos contratados, para realizar
las auditorías de aquellas áreas que reportan al DEA.

2. Confirmar que las personas con responsabilidad operativa sobre


aquellas áreas que reportan al DEA no participen en auditorías de esa
operación.

3. Asegurar que los auditores que realizan el trabajo de


aseguramiento de aquellas áreas que reportan al DEA estén
supervisados por la alta dirección y el consejo de administración, y
reporten los resultados del trabajo a éstos.

4. Declarar la responsabilidad operativa del auditor para esa función,


la significatividad de la operación para la organización (en términos de
ingresos, gastos u otra información pertinente), y la relación de aquellos
que auditaron la función.

4.6 Coordinación de los trabajos entre el auditor interno y


externo

La coordinación entre la auditoría interna y externa es provechosa ya


que por este medio se obtiene una mayor eficacia tanto en el trabajo del
auditor interno como del externo, esta coordinación debe de ser
cuidadosa para obtener la máxima ventaja en ambos aspectos y sin que
los resultados afecten al carácter independiente que debe de marcar al
auditor externo, para ello es importante tener en cuenta los siguientes
aspectos:

El auditor externo debe de asegurarse por medio de las pruebas de


observación que considere necesarias, de la eficacia del trabajo del
auditor interno.

El auditor externo no debe comprometerse haciendo saber por


adelantado qué cuentas, actividades o informaciones va a revisar ni
hasta que punto lo va a hacer.

Tanto el auditor interno como el externo deben de conservar su propia


identidad, es decir no deben hacer el uno el trabajo que corresponda al
otro.

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