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Pensamiento crítico, sujetos

colectivos y Universidad

Núcleo-red Interdisciplinario Pensamiento crítico


en América Latina y sujetos colectivos
Interdisciplinarias

Espacio Interdisciplinario de la Universidad de la República


José Enrique Rodó 1843
11200 Montevideo Uruguay
www.ei.udelar.edu.uy
ei@ei.udelar.edu.uy

Edición: febrero 2015


Autor@s: Alfredo Falero, Anabel Rieiro, Anahit Aharonian, Andrés Ruggeri, Carlos Céspedes,
Carlos Javier Asselborn, Claudia Piccini, Dardo Arigón Bachini, Edgard Tubin, Eduardo Viera, Favio
Omar Oliva, Fernando García, Gerardo Sarachu, Gimena Echeverriborda, Gonzalo Bandera, Gustavo
Piñeiro, Héctor Altamirano, Héctor Seco Hernández, Javier Antivero, Lía Berisso, Lucía Correa,
Natalia Polti, Natania Tommasino, Odorico Velázquez, Oscar Mañan, Oscar Pablo Pacheco, Pablo
Trejo Freyre, Paloma Elena, Patricia Banchero Corbo, Sebastián Gómez, Susana Canfield, Valeria
Gradin, Verónica Pérez, Virginia Rossi.

Editor@s: Isabel Sans, Laura González Quinteros, Luis Giménez, Walter Morroni.

ISBN - 978-9974-0-1185-4
Las opiniones vertidas corren por cuenta de autores y autoras.

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Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Índice

Prefacio de los coordinadores del Núcleo Pensamiento Crítico


en América Latina y sujetos colectivos ................................................ 5
Introducción
Presentación del Encuentro 2011. Una invitación a la elaboración
colectiva ......................................................................................................... 11
Apertura: interpelaciones para la Universidad y los sujetos colectivos
en la construcción de pensamiento crítico ................................................. 15
Presentación del libro Pensamiento crítico y sujetos colectivos en
América Latina. Perspectivas interdisciplinarias …................................... 19
Pensamiento crítico y sujetos colectivos. Observaciones desde América
Latina. Curso a cargo del profesor Helio Gallardo ..................................... 22
Capítulo I
Pensamiento crítico y democracia en América Latina
Primera sesión ........................................................................................... 23

Cuál democracia, tal sociedad. Odorico Velázquez .................................... 23

Crítica como desvelamiento en la mundialización. Lía Berisso.................. 27


Utopías y construcción de alternativas posneoliberales y
poscapitalistas. El aporte de Franz Hinkelammert. Carlos Javier 33
Asselborn .......................................................................................................
Alienación y emancipación: nuevas concepciones sobre el poder.
Anabel Rieiro .................................................................................................. 43
La reforma del Estado en Uruguay: controversias de arduo consenso.
Oscar Mañán .................................................................................................. 51
Política, democracia y subjetividad en Norbert Lechner.
Oscar Pablo Pacheco ..................................................................................... 61

Segunda sesión .......................................................................................... 71

La sustancia colonial del ser y del saber. Anabel Rieiro ........................... 71


(De)Construcción del presente de cara a una alternativa integradora. 81
Anahit Aharonian, Carlos Céspedes, Claudia Piccini, Gustavo Piñeiro ..
La invasión silenciosa. Señoreaje y deuda pública. Dardo Arigón
Bachini ........................................................................................................... 91
Los Estados ‘pos-neoliberales’ en América Latina. Oscar Mañán ............ 97
Capítulo II
Universidad latinoamericana y movimientos sociales
Primera sesión .......................................................................................... 109

Pensamiento crítico y Universidad: elementos desde las Ciencias


Sociales para pensar una reconexión. Alfredo Falero ............................... 109

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Interdisciplinarias

La experiencia del Programa Facultad Abierta (FFyL-UBA): una


reflexión sobre la práctica de la extensión universitaria con los
trabajadores de la autogestión. Andrés Ruggeri, Javier Antivero,
Paloma Elena, Fernando García, Natalia Polti ........................................... 119
Segunda sesión .......................................................................................... 127
Derecho a la ciudad y psicología política latinoamericana. Un rollo
crítico a desenrollar. Grupo de Psicología Política Latinoamericana,
Instituto de Psicología Social, Facultad de Psicología, Udelar. Susana
Canfield, Lucía Correa, Verónica Pérez, Natania Tommasino, Edgard
Tubin, Eduardo Viera .................................................................................... 127
La co producción de conocimientos en Movimientos Sociales
(Argentina). Sebastián Gómez ..................................................................... 137
Capítulo III
Sujetos colectivos, mundo del trabajo y otras expresiones en el
Uruguay y América Latina ....................................................................... 143
Investigación acción participativa con trabajadores rurales de Bella
Unión (Artigas, Uruguay) Búsquedas, realizaciones y dificultades de un
proceso en marcha. Gerardo Sarachu, Virginia Rossi, Gonzalo Bandera,
Gimena Echeverriborda, y Anabel Rieiro ................................................... 143
El movimiento de derechos humanos en Uruguay. Héctor Seco
Hernández ...................................................................................................... 157
Capítulo IV
Metodología, participación y formación ............................................. 171
El riesgo de pensar en tiempos difíciles: la sociedad narcisista y la
“construcción de la dignidad y la esperanza” como desafío. Héctor 171
Altamirano ......................................................................................................
Reflexiones a partir del estudio de un sujeto colectivo. Investigación-
acción sobre territorialidad y participación en políticas sociales, en
Barros Blancos, Canelones. Valeria Gradin ................................................ 181
Un campo social para la pedagogía: aportes para una adjetivación
transformadora. Patricia Banchero Corbo .................................................. 195
Organización comunitaria y participación ciudadana en el municipio de 203
Mallama, departamento de Nariño, Colombia. Pablo Trejo Freyre
Parque Avellaneda, una red socio-gubernamental en la construcción de
consensos para el Desarrollo Urbano. Fabio Omar Oliva .......................... 211
Capítulo V
Mesa de debate: El poder hacer: horizontalidad, participación,
autogestión ................................................................................................ 221
Resumen ...................................................................................................... 243

Fotos .............................................................................................................. 244

Nota de prensa ............................................................................................ 245

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Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Prefacio de los coordinadores del Núcleo


Pensamiento crítico en América Latina
y sujetos colectivos
Alfredo Falero y Luis Giménez

Cuando se habla de pensamiento crítico, las sospechas y las desconfianzas sobre su


utilidad y alcances aparece de inmediato. En un mundo en rápidas transformaciones,
donde el conocimiento pesa cada vez más, hablar de pensamiento crítico puede sonar a
reflexiones desancladas de las urgencias más inmediatas, a detenimiento en cuestiones
abstractas innecesarias frente a problemáticas candentes y acuciantes. A lo sumo, puede
adjudicársele entonces, una especie de conciencia colectiva frente a procesos que, de
todos modos, están tejidos en un juego de intereses que no se verán afectados por más
reflexión que se desarrolle.
Es preciso pues rescatar al pensamiento crítico de tales resignaciones y liberarlo de
prejuicios interesados y reduccionismos involuntarios. Y, por supuesto, plantear el papel
que le cabe a la Universidad pública en esa tarea. La reivindicación proviene de varias
convicciones del Núcleo. Aquí van algunas de ellas.
En primer lugar, la pertinencia del pensar crítico como insumo para conocer la
realidad social actual. Frente a las pretensiones metodológicas reduccionistas que
asumen la condición de hacer “hablar a la realidad” a través de alguna o algunas técnicas
específicas, es preciso recordar que primariamente la realidad se interroga siempre desde
posturas teóricas diversas y que por tanto sugieren preguntas de investigación
igualmente diferentes. Toda pregunta u objetivo lleva implícita una perspectiva
conceptual por más invisibilizada que parezca.
Así como no conocer una ley no exime de la pena ante un delito cometido, no estar
consciente de ese punto de partida decisivo de la investigación no exime de los resultados
más o menos reduccionistas o reiterativos a los que se llegue, a las argumentaciones más
o menos débiles que se ensayen, por más pretensión que se tenga sobre sus resultados. Y
en ese sentido debemos evitar caer en el menosprecio del pensar crítico que se termina
justificando como natural frente a la importancia atribuida al dominio de una técnica
específica por ejemplo. En tal sentido, la apuesta es ofrecer un conjunto de insumos para
mostrar que existe toda un área de perspectivas de pensamiento y su incidencia en la
investigación que es necesario consolidar.
Una segunda convicción del Núcleo, es la de recordar una y otra vez que los
contextos de producción de conocimiento son sustantivos en muchos planos. En primer
lugar, se podría aceptar tácitamente la geopolítica del conocimiento por la cual nosotros
nos limitamos a hacer en Uruguay “investigación aplicada” y dejamos que los

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Interdisciplinarias

constructores de pensamiento crítico provengan de centros académicos ubicados en


regiones centrales de acumulación o en todo caso de universidades regionales de mayor
peso. Seríamos alegres receptores de lo que otros piensan, repetidores más o menos
acríticos de parámetros de pensamiento que nosotros no estamos en condiciones de
cuestionar sólidamente.
El problema es que si tal perspectiva se asume, se omite que temas, intereses,
enfoques, sensibilidades, problemáticas, etc. implícitos en la producción en otro contexto,
son inequívocamente pertinentes más allá de fronteras y regiones. Se asume igualmente
una tácita posición de meros receptores globales. En la misma perspectiva que las
inversiones extranjeras directas se pueden convertir en fetiche salvador y disciplinante
por el cual todo en la sociedad termine pasando por allí, también en el ámbito académico
lo metodológico en versión reduccionista de mero conjunto de técnicas, se puede
convertir en fetiche –igualmente salvador y disciplinante- de la producción de
conocimiento. Se asumiría, en consecuencia, ser mero importadores de pensamiento,
quizás también en el entendido que nada sustantivo puede hacerse o decirse desde este
modesto lugar.
También es problemático el hecho de que tal postura genera rutinas en la
investigación y docencia en el campo académico que luego son difíciles de revertir. Igual
que ocurre con el uso de las redes neuronales y el desarrollo cognitivo asociado, es
necesario promover la capacidad de pensar en las ciencias sociales y humanas en
general, pues existe el peligro de que algunos senderos en ese sentido se vuelvan
intransitables de no usarlos. En esa convicción, es que sostenemos este trabajo, es decir,
que deberían fortalecerse las contribuciones para desarrollar la capacidad de generar
aperturas conceptuales interdisciplinarias y del pensar crítico a nivel local.
Una tercera convicción es la importancia del pensamiento crítico para abrir planos
de análisis en cualquier ámbito, ensayar caminos de salida no previstos o atajos ante
determinados problemas o desafíos de la investigación, capacidad de escapar de moldes
preestablecidos, mayor posibilidad de captar y separar lo coyuntural de lo
transcoyuntural, en suma es necesario tomar conciencia de la relación entre creatividad y
pensamiento crítico.
Se asume desde el Núcleo la importancia de mostrar estos elementos. Para ello es
necesario contrastar perspectivas, comparar conceptos, visualizar aperturas teóricas,
identificar caminos de análisis, reflexionar sobre condiciones de producción de
conocimiento. Para ello sirve el pensamiento crítico. Y por supuesto con la exigencia –
propia del núcleo- del diálogo interdisciplinario. Porque, debe insistirse una vez más
también en este punto. La riqueza está en la imposibilidad que ofrece el Núcleo del
encasillamiento disciplinar, en tanto convergieron ya en la primera etapa del Núcleo así
como en la actualidad, dinámicas disciplinares diferentes. También a partir de esos
encuentros se fue generando la convicción de que hablar de pensamiento crítico significa
inequívocamente hablar de interdisciplinariedad.

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Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Es cierto que puede parecer inasible esa vastedad de discusiones, temas, intereses,
aproximaciones conceptuales. Es cierto, que ello puede llevar a algunos énfasis arbitrarios
en función de los participantes. Pero de hecho es necesario asumir ese desafío del doble
carácter de vastedad e interdisciplinariedad en tren de fortalecer el pensamiento crítico
en la Universidad. Y también de identificar hacia el futuro énfasis y ausencias.
Una cuarta convicción del núcleo es el carácter virtuoso de red abierta a
preocupaciones e inquietudes por parte de integrantes que preocupados por el tema no
necesariamente cuentan con un cargo académico. O el carácter igualmente virtuoso de la
apertura de espacios en que el Núcleo pueda nutrirse de inquietudes y problemas de
colectivos sociales, es decir, retomando la línea de trabajo que implica a la Extensión
Universitaria. Configurar un diálogo de saberes supone una universidad abierta a
demandas de las organizaciones sociales. El pensamiento crítico se genera y se sustenta
también en ese campo más vasto que trasciende el confinamiento de la reflexión a los
centros académicos.
Con este marco de convicciones, un conjunto de docentes pertenecientes a once
servicios universitarios, en diálogo permanente con actores sociales diversos, hemos
emprendido el desafío de caminar juntos, Durante los años 2009-2011 se desarrolló el
primer proyecto del Núcleo, financiado por el Espacio Interdisciplinario, y en la actualidad,
para el período 2013-2014, se está implementando la continuidad del mismo. Como parte
de las actividades programadas, los días 31 de agosto y 1º de setiembre de 2011 se
realizó el Encuentro “Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad”, en el que
asistieron de forma individual o institucional representantes de numerosas Facultades,
instituciones y organizaciones sociales, tanto de carácter nacional e internacional,
posibilitando el intercambio entre universitarios y no universitarios.
El evento convocó a 265 asistentes, entre docentes, estudiantes y otras personas
vinculadas al Núcleo, y se presentaron cerca de 70 trabajos académicos, incluyendo
ponencias, documentales y talleres. Tuvo el honor de recibir al profesor invitado Helio
Gallardo de la Universidad de Costa Rica, quien también impartió un curso durante su
estadía en el país. Si bien la mayoría de los asistentes pertenecían a la Universidad de la
República, se contó con el valioso aporte de participantes con distintas inserciones
sociales. Dentro de la Universidad, el 70% de los asistentes pertenecían al Área Social y el
25% al Área Salud, a los que se sumó una importante presencia de docentes vinculados a
servicios y programas de extensión.
Como muestra de la diversidad de la convocatoria, vale destacar que, en cuanto a
las instituciones de pertenencia a nivel de los servicios universitarios hubo participantes
de Facultad de Arquitectura, Medicina, Ciencias Económicas y Administración, Ciencias,
Veterinaria, Casa de la Udelar (Tacuarembó), EUBCA, IENBA, CES, Filosofía CETP (UTU),
ISEF, IPA, Flor de Ceibo (Udelar), PIM, SCEAM, Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales,
Facultad de Filosofía y Letras UBA, Argentina, Universidad Nacional de Colombia, Facultad
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Interdisciplinarias

de Comercio Exterior (Ecuador). También participantes que se desempeñan en


organismos públicos como el Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay, Ministerios
del Interior y Salud Pública, Departamento de Desarrollo Social (Intendencia de
Canelones), Administración Nacional de la Enseñanza. Y en cuanto a asociaciones y
organizaciones de la sociedad: Asociación Filosófica del Uruguay, Cámara de
Microempresarios (Manta, Ecuador), CLAES, ADASU, organizaciones afrodescendientes,
Movimiento de la Juventud Agraria, Mesa de Salud y Educación “Tres Ombúes y
aledaños”, Redes PPCA/MTC, SUTAA (Bella Unión), SCCM- UECL- SUTAB-Cerro Largo,
Grupo COSO y Asociación Barrial de Consumo, Mesa de Autogestión, FCPU, FUCVAM, Red
Intersocial Oeste (RIO), Comisión Nacional de Fomento Rural. Y desde Argentina: Parque
Avellaneda, Frente Popular Darío Santillán, Frente de Organizaciones en Lucha.
La selección de trabajos y debates del encuentro del año 2011 que aquí se ofrece
tiene el carácter de valorar la confluencia de voces y el diálogo de saberes. Y rescata las
convicciones antes planteadas. Por supuesto, no pretende ser más que un conjunto de
insumos que estimulen otras reflexiones, otros diálogos, otros encuentros
interdisciplinarios. Pero lo entendemos como un paso importante, también en el sentido
de intercambio con investigadores más allá de fronteras. Por lo expuesto, el rescate que
se presenta está lejos de asumirse como arqueología de restos de un trayecto. La revisión
de los materiales ha permitido constatar la actualidad de los mismos y la necesidad de
que se visibilicen más allá de Núcleo como tal.
En tal sentido, el Núcleo en el período 2009 – 2011 ya dio lugar a una publicación
extensa (Acosta y otros, 2011) que se planteó con objetivos diferentes a este trabajo
colectivo. Aquel producto constituyó un conjunto de contribuciones enfocadas como
intercambios latinoamericanos en temáticas como movimientos sociales y su conexión
con la democracia, el Estado, el desarrollo y otros grandes ejes de análisis. De hecho,
dicha producción colectiva, también fue presentada en el marco del Encuentro. Lo que
aquí se publica, no repite tal contenido y tales contribuciones. En tal sentido debe
ahuyentarse cualquier fantasma de pecar en la reiteración de líneas de reflexión.
Los aportes provenientes del Encuentro mencionado, colocaron el eje en el
pensamiento crítico, los sujetos colectivos (movimientos y organizaciones sociales) y la
Universidad. Encuentros y desencuentros, posibilidades y bloqueos fueron asomando en la
discusión. Es decir, que la apuesta de recuperar algunos trabajos y reflexiones de
entonces, es también la apuesta al fortalecimiento de vínculos como base de la reflexión y
la investigación y desarrollos locales del pensamiento crítico. Y el adelanto a futuras
publicaciones previstas en el proyecto, que está en curso al escribir estas líneas.

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Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Referencias bibliográficas

Acosta, Yamandú; Falero, Alfredo; Rodríguez, Alicia; Sans, Isabel y Sarachu, Gerardo
(coordinadores): “Pensamiento crítico en América Latina y sujetos colectivos”, Núcleo
Interdisciplinario – espacio interdisciplinario, Montevideo, Udelar. Montevideo: Editorial
Trilce, 2011.

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Interdisciplinarias

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Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Introducción

:: Una invitación a la elaboración colectiva ::

Organizado por el Núcleo Red Interdisciplinario Pensamiento Crítico en América


Latina y Sujetos Colectivos (Espacio Interdisciplinario) y el Ciclo de Pensamiento Crítico de
la Universidad de la República del Uruguay, el encuentro Pensamiento Crítico, Sujetos
Colectivos y Universidad fue una invitación a una instancia de intercambio, debate y
elaboración colectiva entre espacios universitarios, docentes, estudiantes, profesionales,
educadores, y diversos sujetos colectivos (organizaciones y movimientos sociales, redes
de diverso tipo, grupos y colectivos con preocupaciones diversas). El Encuentro tuvo lugar
en Montevideo entre el 31 de agosto y el 2 de setiembre de 2011. El foco estuvo en las
vinculaciones entre pensamiento crítico, sujetos colectivos y prácticas universitarias
integrales, tanto en el Uruguay como en el resto de América Latina. Se promovió esta
instancia con el fin de reflexionar sobre el trabajo conjunto desarrollado en diversas
experiencias entre equipos universitarios y organizaciones sociales, promover la reflexión
académica crítica desde la Universidad de la República y otras de la región, y propiciar la
identificación de nuevas demandas, así como la construcción de una agenda común.
Se planteó como objetivos promover el intercambio de experiencias, reflexiones y
diálogo crítico, debatir sobre los desafíos actuales de la vinculación entre la Universidad
de la República (Udelar), movimientos y organizaciones sociales y la producción de
pensamiento crítico, y compartir e intercambiar avances y perspectivas del Núcleo Red y
otros espacios académicos y sociales, con vistas a fortalecer una agenda conjunta de
trabajo.

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Interdisciplinarias

La opción por un encuentro respondió a que esta modalidad habilita el diálogo y el


vínculo interpersonal, retomando debates que surgen en los lugares de trabajo cotidianos
y que no siempre encuentran un espacio de reflexión para canalizarse, enriqueciéndose
en el intercambio y con los aportes de otras experiencias y actores. Frente a la
proliferación de instancias de carácter expositivo y estrictamente académicas, la
modalidad de encuentro buscó promover el intercambio. De esta forma, se apuntó
también a la construcción de una agenda de líneas de trabajo e investigación que se cree
pertinente abordar, debatir y profundizar desde la universidad y los sujetos colectivos,
hacia el desarrollo del pensamiento crítico en nuestro país y el resto de América Latina,
para la contribución con los procesos de fortalecimiento y emancipación.
Se previó la realización de diversas modalidades de trabajo: conferencias, paneles
de debate, talleres, grupos de trabajo, cursos y presentación de audiovisuales. Contamos
con la presencia de sujetos colectivos y de académicos del país y visitantes. Entre estos
últimos el profesor Helio Gallardo, de la Universidad de Costa Rica, tuvo a su cargo una de
las conferencias centrales del evento y dictó un curso específico sobre las temáticas del
Encuentro. Participaron activamente representantes de distintos sujetos colectivos, a
partir de la conformación de un grupo de trabajo a tales efectos. A su vez durante el
Encuentro hubo espacios y presentaciones específicas de los diversos sujetos colectivos
participantes.

:: Modalidades y ejes de trabajo ::

Desde el tema central del encuentro Pensamiento Crítico, Sujetos Colectivos y


Universidad, se organizaron cuatro ejes temáticos que estructuraron el debate en los
distintos espacios:

Eje 1: Pensamiento crítico, sujetos y democracia en América Latina


Referido al sujeto y democracia radical en América Latina: aportes histórico-conceptuales;
subjetividad y utopías; neoliberalismo, crisis global y crisis ecológica; luchas sociales y
gobiernos progresistas; construcción de alternativas posneoliberales y poscapitalistas;
política, ética de la liberación y socialismos del siglo XXI; el debate por el Bicentenario:
dependencia e independencia en la América Latina y el Caribe actuales.

Eje 2: Universidad latinoamericana y movimientos sociales

La Universidad latinoamericana en la coyuntura actual: experiencias desde la enseñanza,


la investigación y la extensión, en el diálogo y articulación con sujetos colectivos; el
desafío de la integralidad y la interdisciplinariedad; desafíos de la segunda Reforma
Universitaria; Universidad, demandas sociales y movimientos sociales; experiencias de
universidades promovidas por los movimientos sociales.

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Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Eje 3: Sujetos colectivos, mundo del trabajo y otras expresiones en


el Uruguay y América Latina
Los sujetos colectivos en el Uruguay actual, desafíos teórico-metodológicos para su
comprensión; movimientos sociales vinculados al trabajo; transformaciones en el mundo
del trabajo y sus impactos en colectivos de trabajadores; nuevas experiencias y desafíos
del sindicalismo; empresas recuperadas, cooperativismo, autogestión y experiencias de la
economía solidaria; aproximación a diversas experiencias, tradiciones e innovaciones:
asociativismo rural, movimientos y organizaciones vinculadas a la reivindicación de
derechos sociales y políticos, derechos humanos, ambientales, organizaciones barriales y
territoriales, vivienda y hábitat; Dinámicas por el reconocimiento social.

Eje 4: Metodologías, participación y formación


Movimientos sociales y praxis de formación; análisis e intercambio sobre prácticas
sociales y modalidades de acción colectiva; experiencias y estrategias para la
transformación social; desafíos y enseñanzas desde una pedagogía crítica; investigación
acción e investigación participativa en la actualidad; educación y formación popular,
planificación-gestión participativa, ludopedagogía, sistematización participativa de
experiencias.

:: Convocatoria a presentación de propuestas ::

Se planteó que se vincularan a alguno de los cuatro ejes temáticos definidos, desde
tres modalidades: artículos breves, talleres y audiovisuales. Se optó por artículos breves –
que no excedieran las siete páginas– para poder repartir el tiempo entre presentaciones e
intercambio con reflexiones, resultados de investigaciones, sistematización de
experiencias, o aportes teórico-metodológicos. Los artículos se presentaron en las
sesiones de los grupos de trabajo que se conformaron por los ejes, buscando ser
motivadores de la reflexión en estas instancias. Los grupos de trabajo, funcionaron en dos
sesiones de tres horas en el horario de las tardes del 1º y 2 de setiembre.
La convocatoria a propuesta de talleres buscó enriquecer el abordaje de las
temáticas que se trabajan desde el encuentro, desde metodologías participativas e
innovadoras, aportadas por los interesados. Se ofrecieron dos talleres, de Metodologías
participativas en la intervención territorial, por parte del Programa Integral Metropolitano,
Universidad de la República; y de Teatro para el cambio social, a cargo de tres integrantes
del núcleo (Isabel Sans, Maite Burgueño, Macarena Gómez) que finalmente no funcionaron
por falta de quórum.

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Interdisciplinarias

La presentación de audiovisuales buscó integrar el audiovisual como herramienta


de comunicación y reflexión, brindando un espacio de intercambio sobre las producciones
presentadas.
Las propuestas fueron seleccionadas por un Comité evaluador en cada una de las
modalidades, tomando como criterios la pertinencia temática al Encuentro y a alguno de
los ejes temáticos, el aporte como disparador y motivador de la reflexión colectiva, la
originalidad y calidad de las propuestas, teniendo en cuenta asimismo contemplar la
mayor diversidad de las mismas.

:: Los organizadores ::

El Núcleo Red Pensamiento Crítico en América Latina y Sujetos Colectivos surge en


el 2009 en el marco del Espacio Interdisciplinario de la Universidad de la República,
conformado por docentes, estudiantes, egresados y equipos académicos de diversas
facultades y servicios con interés en la temática, buscando fortalecer el debate, la
investigación, la extensión y la enseñanza en estas áreas.
El Ciclo de Pensamiento Crítico de la Udelar es un ámbito de confluencia entre
distintos espacios universitarios (el propio Núcleo, Extensión Universitaria, el Grupo de
Estudios del Trabajo y diversos actores sociales), que viene funcionando desde el año
2009 y que ha desarrollado distintas actividades académicas de formación, difusión e
investigación sobre la producción de conocimiento y pensamiento crítico en la Universidad
de la República.
Los dos espacios mantienen, a partir del trabajo universitario desarrollado, distintas
iniciativas de diálogo, cooperación e intercambio con diversos sujetos colectivos,
organizaciones y movimientos sociales, así como con núcleos académicos del país y de la
región, a quienes se invitó a ser partícipes de la construcción de este Encuentro.

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Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

:: Apertura: Interpelaciones para la Universidad y los sujetos


colectivos en la construcción de pensamiento crítico ::

El objetivo de la mesa de apertura del Encuentro fue discutir las dificultades que
afronta la Universidad en la construcción de conocimiento ante los desafíos del momento
histórico presente y en conjunto con sujetos colectivos quienes plantean a la academia
distintos cuestionamientos. Actuó como moderador Alejandro Casas, y participaron como
oradores Alfredo Falero, docente del Núcleo Red Interdisciplinario Pensamiento Crítico en
América Latina y Sujetos Colectivos y de la Facultad de Ciencias Sociales; Helio Gallardo,
profesor invitado de la Universidad de Costa Rica; Carlos Arean de la cooperativa
metalúrgica Profuncoop (empresa recuperada por los trabajadores) e integrante de la
UNTMRA (Unión Nacional de Trabajadores del Metal y Ramas Afines); Gustavo Fernández
del Centro Social Galpón Corrales (barrio Villa Española) y Rodrigo Arocena, rector
Universidad de la República.
Falero, respecto al momento actual, señaló que se están dando importantes
transformaciones globales: una crisis civilizacional junto a una transición sistémica, en el
marco de una gran desorientación social, en que la tónica es la anomia entendida como
pérdida de referencias sociales. Citando a Immanuel Wallerstein, recordó que diez años
atrás hablar de la decadencia de Estados Unidos en el sistema mundo provocaba risa, y
en la actualidad se están procesando importantes transformaciones no eurocéntricas.
En cuanto al conocimiento, dijo que estamos en una transición del capital cognitivo
industrial a otras formas cognitivas, en que el rol del conocimiento y la información son
cada vez más relevantes. Y al mismo tiempo, se naturalizan los intereses privados como
intereses de toda la sociedad, con una insistencia en la propiedad intelectual y en colocar
la Universidad al servicio de las empresas. En este contexto se plantean posiciones
diversas sobre el desarrollo y su relación con el crecimiento. En la construcción de
consensos sociales, se naturaliza como evidente lo que no lo es, afirmó Falero citando a
Bourdieu, por lo cual se hace cada vez más necesario que el pensamiento crítico genere
anticuerpos ante los nuevos y engañosos consensos. La discusión sobre el mito de lo
técnico vs. lo ideológico adquiere un rol central, ya que se pretende ignorar que en el
conjunto de la sociedad existen saberes de los que aprender, cuando los movimientos
sociales abren campos de posibilidades. La Universidad por lo tanto necesita conectar
todos esos elementos en confrontación con los universos académicos autorrefenciados,
opinó Falero.
El profesor Helio Gallardo destacó que ni Uruguay ni América Latina constituyen una
sola realidad, ya que cada sociedad tiene sus conflictos. Por lo tanto ante la alternativa de
la construcción del sujeto colectivo humano como organización autónoma, universal, sin
exclusiones, la Universidad parece el interlocutor ideal. Siendo América Latina todavía
señorial y oligárquica, la superación de esta realidad es a través del pensamiento crítico,
disciplinario e interdisciplinario.

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Interdisciplinarias

Uno de sus planteos está en relación a las formas que adquiere la mundialización en
curso, en la transición entre los siglos XX y XXI, con la acentuación de poblaciones
‘sobrantes’ y territorios derrotados, el desafío sin respuesta del deterioro del ambiente, la
disputa armada por materias primas y mercados, la concentración obscena de
poder/prestigio/riqueza y las emigraciones/inmigraciones no deseadas. De ahí la
necesidad de pensar, con sus alcances de sentir, discernir, imaginar y
testimoniar/comunicar alternativas, de identificar actores sociales que deberán tomar la
forma de sujetos colectivos populares y expresarse como fuerzas sociales locales-
internacionales en campos de lucha determinados por su accionar.
Para Gallardo no se trata de un tema académico sino político-cultural. Ya no está, o
no debería estar, sobre el tapete una discusión sobre “estilos de desarrollo”. Lo que está
en cuestión son los caracteres del proceso civilizatorio occidental encarnados en la
modernización con ‘triunfo’ capitalista y la no factibilidad de construir política y
culturalmente la especie humana desde sus lógicas. Es la cuestión del sujeto civilizatorio.
Una batalla que los actores dominantes en el sistema consideran, con desdén, inútil y
perdida. Gallardo enfatizó la urgencia para América Latina de mostrar su autoproducción
de humanidad (autonomía y autoestima) con nuevos, pujantes y tenaces sujetos
colectivos populares en la actual crisis civilizatoria por la que atraviesa la Cultura
1
Occidental .
Gustavo Fernández, de la organización Centro Social Galpón Corrales, planteó el
problema del conocimiento que está generando la Universidad hoy y en función de qué
intereses o sectores está. Su reclamo fue de promover una Universidad Popular –con las
organizaciones populares, sin reproducir relaciones de opresión. Ahí está el gran valor y el
desafío de extensión, agrego.
El representante de Profuncoop y UNTMRA Carlos Arean expresó que existe un
mundo que decide, al cual a los trabajadores les cuesta acceder, ya que lo que se les
enseña es a producir y en poco tiempo, nada más. Criticó a la Universidad el modo en que
forma a los profesionales, ya que, a su entender, estos no se orientan más que hacia la
producción tradicional. Afirmó que las cooperativas no pueden funcionar como una
empresa capitalista, sino que la organización de trabajadores intenta reinventar otras
formas de trabajo, y que no pueden hacerlo solos, sino que necesitan técnicos que
entiendan las particularidades de esta modalidad. Reclamó que es necesario que el
pensamiento crítico interpele las estructuras de poder, y que exista en la Universidad y en
las organizaciones de trabajadores transformación con autogestión.
El rector Rodrigo Arocena dijo que el problema de la universidad es cambiarse a sí
misma. En lo cualitativo, el conocimiento es poder, afirmó, y la base de control del poder

1
El texto completo de la presentación de Helio Gallardo está disponible en línea
en: http://www.heliogallardo-
americalatina.info/index.php?option=com_content&view=article&id=277&catid=11&Itemi
d=106

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Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

es el control del conocimiento. La cuestión es si las sociedades evolucionan hacia


estructuras más injustas o si eso se puede erosionar. En opinión del rector se tiende a una
mayor desigualdad, y en este contexto quien tiene conocimiento aprende más, por lo
tanto el conocimiento es un factor que agiganta la desigualdad.
Para el rector, desde este punto de vista el análisis crítico de la realidad en la
Universidad es más importante y difícil ahora que en el tiempo en que creíamos la historia
a favor del bien. Que bastaba abrir camino para la evolución hacia la igualdad y justicia.
Pero historia del siglo XX demuestra que no es así. Según afirmó, nada garantiza un orden
mejor. Ahora emerge una sociedad de capital de conocimiento, donde el destino de la
Universidad es ser funcional, las universidades son grandes productoras de conocimiento
para las empresas, su rol está en colaborar a capitalizar el conocimiento.
Arocena se preguntó si ante esta realidad las generaciones que vienen tendrán la
capacidad de impulsar cambios. Opinó que hay que empezar “primero por casa”, y tener
imaginación para pensar alternativas distintas, con los valores del presente, no repetir lo
de ayer sino buscar las soluciones del siglo XXI. No obstante su escepticismo respecto a
las perspectivas, el rector se mostró confiado en el movimiento estudiantil, que por
ejemplo en Chile, 20 años después de Pinochet, cuestionó la realidad establecida desde el
corazón del neoliberalismo.

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Interdisciplinarias

Mesa de apertura. De izquierda a derecha, Gustavo Fernández del Centro Social Galpón
Corrales (barrio Villa Española), Carlos Arean de la cooperativa metalúrgica Profuncoop
(empresa recuperada por los trabajadores) e integrante de la UNTMRA (Unión Nacional de
Trabajadores del Metal y Ramas Afines); el rector de la Universidad de la República
Rodrigo Arocena; el Dr. Alfredo Falero, del Núcleo-red Pensamiento crítico en América
Latina y sujetos colectivos; y Helio Gallardo, profesor invitado de la Universidad de Costa
Rica.

18
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

:: El libro Pensamiento crítico y sujetos colectivos en


América Latina. Perspectivas interdisciplinarias ::

Como parte de la Mesa de apertura del Encuentro, se realizó la presentación del


libro Pensamiento crítico y sujetos colectivos en América Latina. Perspectivas
interdisciplinarias, que incluye temas como la racionalidad de la vida, las teorías del
desarrollo, la participación social en las decisiones públicas, las luchas sociales, la
autogestión, los sindicatos emergentes, la economía solidaria, las metodologías
participativas y la gestión colectiva de lo social.
Asistieron especialmente invitados el pro rector de Investigación de la Universidad
de la República Gregory Randall y la decana de la Facultad de Ciencias Sociales Susana
Mallo. Isabel Sans, integrante del equipo de edición del libro, dijo que la publicación es
producto del intenso trabajo del Núcleo-red con aportes de sus integrantes, de
estudiantes y de académicos invitados del ámbito latinoamericano, reuniendo un total de
34 autores y autoras, en busca de responder a los desafíos de la realidad actual desde la
Universidad y en el encuentro de gran diversidad de sujetos colectivos y disciplinas.
2
Randall vinculó el libro con la revista Pensamiento crítico de los 60s, una iniciativa
que alimentó teóricamente un esfuerzo genuino por transformar el mundo en torno a la
revolución cubana y numerosos movimientos en el mundo entero, afrontando temas como
la propiedad de la tierra o los problemas del socialismo real. Dijo que con los años se dio
un proceso de desnaturalización de la esencia de estos movimientos, al punto que hoy
domina una incapacidad para pensar una estrategia y ganar gente en torno a una idea de
construir una nueva sociedad centrada en el ser humano.
Ante la crisis del modelo dominante y del pensamiento único, Randall señaló que
estamos ante una oportunidad histórica, ya que en este momento superamos todos los
esquemas de un lado y del otro, y hay que inventar de nuevo sin el corsé del socialismo
real, ni el de que no hay más alternativas que la democracia asociada a la economía de
mercado.
Sostuvo que hay experiencia en el continente que demuestra que es posible
derribar las viejas estructuras y tomar el poder, y durante años construir un montón de
cosas. Lo que no hemos logrado es un sistema nuevo sostenible en el tiempo. Una vez
que llegan al gobierno los movimientos de izquierda surgen otros problemas en torno al
poder que han destruido muchas procesos en América Latina: el poder es uno de los
grandes temas que deberíamos estudiar

2
Revista mensual publicada en La Habana entre 1967 y 1971, de la que aparecieron 53
números en 49 volúmenes (fueron dobles el 2-3, 18-19, 34-35, 49-50). En todos sus números, desde
el nº 1 (febrero 1967) al nº 53 (junio 1971) figura el siguiente texto:
«Pensamiento crítico responde a la necesidad de información que sobre el desarrollo del
pensamiento político y social del tiempo presente tiene hoy la Cuba revolucionaria. De aquí que los
artículos publicados no correspondan necesariamente a la opinión de la revista, que se reserva el
derecho de expresarla por medio de notas aclaratorias o artículos cuando lo estime necesario.»
Fuente: http://www.filosofia.org/rev/pfer12a.htm. consulta 13.5.13

19
Interdisciplinarias

Uruguay tiene algunas experiencias de gestión autónoma, que permiten aprender,


experimentar algunas de las formas de organización social, quizás inspiradoras de otro
tipo de sociedad. Randall puso como ejemplo a la propia Universidad, un caso raro en el
mundo, con un nivel de autonomía y cogobernada, que el país pudo inventar hace más de
50 años y funciona. Que tiene problemas tiene, es normal, es un organismo vivo. Pero ahí
está uno de los posibles caminos de construcción de esta sociedad, donde muchas cosas
funcionen con autonomía, con participación activa de sus actores sociales en su gestión:
un tema tremendamente importante que tenemos la obligación de estudiar, en el entorno
de la discusión social.
El problema es que no hay suficiente reflexión en torno a una forma de organización
de la sociedad que funcione, que enamore, centrada en el ser humano, agregó Randall:
esa es quizás una de las tareas más importantes del pensamiento contemporáneo.
Estamos en un momento espectacular para volver a hablar de pensamiento crítico y
democracia, en que los sujetos colectivos asuman el protagonismo.
Susana Mallo destacó el valor del libro como producto de investigación a lo largo de
estos años. Comentó entre otros aspectos el rescate que hace del pensamiento de Marx y
el análisis crítico del discurso económico del escritor Mario Vargas Llosa. Dijo que de
manera interdisciplinaria el libro refiere a una lectura alternativa de América Latina, a
partir de una estructura compleja que incluye los capítulos de Intercambios
latinoamericanos; Pensamiento crítico, sujetos y democracia en América Latina; Sujetos
colectivos, el mundo del trabajo y otras expresiones en el Uruguay contemporáneo; y
Metodologías, participación y formación. Agregó que se trata de caminos que a veces son
difíciles de recorrer, pero que en su conjunto refleja un respeto por la integridad del otro,
por ejemplo en el caso de Bolivia, donde el multiculturalismo se contrapone con lo que es
el pensamiento único universal que intentó el proceso de occidentalización y
racionalización de los estados latinoamericanos. Así el libro pone de manifiesto que hay
otras formas de conocimiento, de comprensión de la historia, otras lenguas y otras
realidades, frente a lo que es una nueva versión del colonialismo clásico. Sostuvo Mallo
que América Latina ha sido históricamente construida de una manera que nos está
planteando un curso cuasi lineal de la historia, que ha sido de alguna manera
sobrediagnosticada o mal diagnosticada, donde sabemos dónde están los pobres, cómo
son y cuáles son las realidades, pero no hay respuestas valederas a qué hacer. Por lo
tanto rescató la recuperación que hace el libro de movimientos campesinos y en general
de los movimientos sociales, por ejemplo para el caso de Brasil del movimiento de los Sin
Tierra y sus procesos de lucha. Dijo que lo que subyace es el propósito de repensar desde
los movimientos sociales cómo realizar un proceso de descolonización.
La decana se refirió también al artículo sobre cómo Vargas Llosa, reproduce en su
discurso a aquellos hacedores de pensamiento neoliberal, donde se evidencia cómo los
lenguajes penetran en las formas de pensar y promueven la simplificación de la cual se
beneficia el discurso único. Comentó además los artículos que consideran los procesos de

20
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

decisión, en cuanto a cómo los problemas de gobierno se muestran como problemas de


gestión, debilitando la acción política de los sujetos colectivos; los trabajadores en la
autogestión, donde estos tienen la posibilidad como clase de asumir su potencia y hacer
su experiencia; el abordaje de la condición agraria en el territorio uruguayo; y la
formación político-técnica en el seno de los movimientos sociales en América Latina.

21
Interdisciplinarias

Pensamiento crítico y sujetos colectivos. Observaciones


desde América Latina

Curso a cargo del profesor Helio Gallardo


El curso 'Pensamiento crítico y sujetos colectivos. Observaciones desde América
Latina' presentó y discutió las nociones básicas en relación con el campo temático
propuesto, su vertiente popular en América Latina y las condiciones para su incidencia en
lo político y la política. El sentido de las discusiones lo dio la cuestión de la
posibilidad/imposibilidad de un cambio radical en el subcontinente.
Como objetivos Gallardo indicó avanzar en el debate sobre la construcción de un
discurso categorial respecto de los sujetos colectivos populares; y discutir la significación
y el carácter de la incidencia posible de los sujetos populares latinoamericanos en el
actual proceso de mundialización. Los contenidos básicos incluyeron: a) teoría crítica y
pensamiento crítico; b) carácter de los sujetos populares; c) clasismo o pueblo político:
una disyuntiva falsa; fragmentación y sociedad civil en América Latina; la cuestión
democrática y los sujetos populares.
La bibliografía básica indicada comprendió “Sociedad civil: ¿nuevas
configuraciones?” de Joao Ricardo Dornelles y “Los nuevos movimientos sociales en
América Latina” de Helio Gallardo (ambos en Novamerica, N° 130, abril-junio 2011); y
Pensamiento Crítico Latinoamericano. Conceptos fundamentales (3 vols.), de Ricardo
Salas Astrain, publicado por la Universidad Católica Silva Henríquez, Santiago de Chile,
2005. El sitio web de Helio Gallardo, Pensar América latina, es: http://www.heliogallardo-
americalatina.info/

22
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Capítulo I

Pensamiento crítico, sujetos colectivos y


democracia en América Latina

Primera sesión

Cuál democracia, tal sociedad


3
Odorico Velázquez

La democracia representativa que caracteriza al ámbito político institucional-


gubernamental se asume y conceptualiza, generalmente, como la única forma posible de
democracia. El carácter delegativo de esta forma democrática otorga un poder que se
legitima mediante el sufragio.
Como dispositivo, la obligatoriedad del voto viola el principio de libertad, y al ser
usada esta obligatoriedad para otorgar poder de representatividad y delegación, se
aproxima a una coerción fascistoide, ya que no es cierto que todos los electores cuenten
con la misma posibilidad de ser elegidos, ni pueden ejercer los derechos ciudadanos que
la constitución consagra.
El fascismo social no es un régimen político sino un régimen social y civilizatorio;
promueve la democracia representativa al mismo tiempo que destruye las condiciones de
ejercicio efectivo de los derechos democráticos de la gran mayoría (de Souza Santos
2000). Las clases dominantes lo son porque han logrado imponer sus ideas como ideas
dominantes y hegemónicas mediante un proceso que a lo largo de la historia ha
despreciado el consenso, la articulación de ideas y acciones, la solidaridad, y ha adoptado
la imposición, la coerción, el poder que se basa en la fuerza y las violencias.
Esto les ha permitido a las clases dominantes generar culturas de masas cuyos
integrantes consentimos en delegar capacidades inherentes a nuestra condición humana.
Delegaciones que hacen posible, entre otras cosas, que las clases dominantes nos
gobiernen en nombre de un “interés general” que resulta ser el interés de esa clase
dominante (¿cuál es el interés del soldado que abre la válvula de la cámara de gas en
Auschwitz. Cuál es el interés del soldado, que en pleno invierno, a la madrugada, abre la

3
Integrante del Movimiento de Usuarios de salud del zonal 17, del Grupo pro Parque de
Punta Yeguas- Espacio de gestión del Parque Público de Punta Yeguas y de la Red Intersocial Oeste.

23
Interdisciplinarias

canilla para mojar con agua helada a los presos en el cuartel de La Paloma -de
Montevideo, Uruguay- y luego los “calienta” haciendo pasar electricidad por sus cuerpos?
Cuál es el interés del funcionario que le manda corriente a la silla eléctrica para matar a
un semejante cumpliendo la decisión del gobernador Schwarzenegger, el de la persona
que está tirando bombas sobre Trípoli desde un avión inglés?)
Y es en nombre del interés general que se arman, se mantienen y se habilitan los
dispositivos, que hacen posible acciones como estas. En tanto desde la historización, el
análisis, la categorización, y de convivir con hechos de esta naturaleza y tolerarlos es que
somos parte del sistema que los legitima.
Otro dispositivo que contribuye a mantener este statu quo es inducirnos a perseguir
derechos, derechos económicos, políticos, sociales, humanos, democráticos. Esos
derechos son elementos constitutivos de esas capacidades inherentes a nuestra condición
humana. ¿Por qué tenemos que perseguirlos, conquistarlos, hacerlos valer? Porque
renunciamos a ellos cuando los delegamos para ser administrados por quienes nos
gobiernan en nombre del interés general. Desde los órganos de control y gobierno, se
pretende que esta forma de regulación social nominada como Democracia, se aplique en
todos los ámbitos y funcione como forma superior de relacionamiento político entre las
ciudadanas y ciudadanos.
Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) se ven obligadas a adoptar estos
mecanismos para poder existir en el marco institucional. Cuando se trata de un colectivo
de personas que pretenden tener una praxis de equidad y horizontalidad, de relaciones
simétricas, de una forma dinámica y perfectible de relaciones comunitarias (Bautista
2011) se le obliga a renunciar a esos principios. En reglamentos y estatutos se les
requieren estructuras jerárquicas, dispositivos de elecciones para la toma de decisiones y
designación de roles por mayoría de votos. Estos mecanismos que, obligadamente, deben
adoptar las OSC configuran también una forma de fascismo trasladado a los ámbitos de
las organizaciones sociales según interpretamos una definición de Franklin D. Roosevelt.
“Eso, en esencia, es el fascismo –la propiedad del Estado por parte de un individuo, de un
grupo, o de cualquier otro que controle el poder privado” (Roosvelt 1942).
También los modelos socio-culturales impuestos desde la lógica de los mercados,
con la aprobación del Estado, operan instalando en los sujetos-personas, prácticas que
promueven la realización simbólica y fáctica de vicios y valores del capitalismo, opuestos
a los valores comunitarios, constituyendo un importante núcleo de ciudadanos
autoalienados serviles a intereses ajenos a si mismos. Estas pueden ser algunas de las
cuestiones problemáticas que encorsetan las posibilidades y potencialidades de
transformación y superación que tenemos los sujetos colectivos como creadores de
mejores realidades.
Podemos asegurar que, como contribución a los procesos, los sujetos colectivos
encontraríamos aportes valiosos en instancias de reflexión desde la dimensión del
pensamiento crítico. Y así, remediando la falta de práctica social fundada en la teoría

24
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

crítica de que adolece el ámbito académico y la falta de pensamiento y teoría crítica sobre
su praxis que tienen los sujetos sociales, se podría superar esta etapa en que vemos
ralentizadas las dinámicas de transformación positiva de nuestros entornos. Para iniciar
un proceso sostenido de generación de formas alternativas de relacionamiento,
socialización y convivencia podríamos pensar en dar juntos tres pasos consecutivos,
pensamiento crítico, teoría crítica y práctica transformante.
Encontramos que acciones que son resultado de procesos y experiencias nacidas en
la cuna de las comunidades, en las que se conjuga la aplicación de saberes y teorías
críticas de actores académicos y comunitarios, como el Hogar la Huella, experiencias de
4
organización comunitaria, acervo conceptual de la Red Intersocial Oeste tales como
5
Comuna Tierra, Grupo Pro Parque Público de Punta Yeguas , Grupo Promotor por un
proyecto alternativo para los predios e instalaciones del Frigorífico Nacional, Movimiento
6
de Usuarios de Salud del Zonal 17 difícilmente se reflejen en las decisiones del actor
político institucional. No ha sido posible, hasta ahora, que acciones de este carácter sean
legitimadas por este esquivo actor, dándole carácter de política pública.
Del mismo modo existe una tradición de relativizar e ignorar la investigación
académica al momento de elaborar políticas públicas y/o tomar decisiones que las
afectan. Por lo que, la investigación social en el marco del neoliberalismo posmoderno
muestra una tendencia a convertirse en un bien de consumo de los intereses dominantes
o en un acto intrascendente de los cometidos universitarios.
…Sólo ocasionalmente ciertas investigaciones parecen tener incidencia directa
sobre decisiones pendientes; habitualmente, en el caso de decisiones de nivel menor
frente a problemas nítidamente delimitados. En efecto, para que ocurra esa aplicación
directa de conocimientos a decisiones pendientes se requiere un conjunto extraordinario

4
La Red Intersocial Oeste http://www.coodi.com.uy/redoeste es el resultado de una
organización fermental y espontánea que se llamó Intersocial por un Cerro Productivo. Esta surgió
en el año 2000 como respuesta a un megaproyecto del Reverendo Moon, capitalista de origen
coreano director de una secta económico- religiosa que lleva su nombre. Dicho proyecto implicaba
un puerto en Puntas de Sayago, emplazamiento del ex Frigorífico Nacional. Se preveía un impacto
ecológico y social altamente negativo, un muelle de dos kilómetros hacia adentro del Rio de la Plata,
que interfería con el ciclo de las corrientes y aportes de arenas a las playas del oeste. Y boca de
salida a ultramar del proyecto IIRSA (Integración de Infraestructura Regional de Sud América).
5
El Grupo Pro Parque de Punta Yeguas se formó en el año 2001 en Santa Catalina, balneario
al oeste del Cerro de Montevideo. Las vecinas y vecinos que lo integramos nos abocamos a la
defensa de un predio de 113 hectáreas usado tradicionalmente por miles de personas para
vacacionar y recrearse. A mediados de los 90 fue adquirido por una empresa de origen malayo que
luego lo dejado en situación de abandono. El Grupo Pro Parque, argumentando entre otras cosas la
necesidad social de preservar dichos predios para el uso público, consigue después de cinco años de
ardua militancia que la Intendencia de Montevideo lo adquiera en subasta pública y lo destine al uso
propuesto. Allí actualmente se desarrolla una innovadora forma de cogestión del espacio público
entre vecinas y vecinos y gobierno departamental.
6
El Movimiento de Usuarios de Salud del Zonal 17 es una organización vecinal que intenta
incidir en las políticas de salud, así como promover hábitos y conductas saludables. Sus integrantes
somos fundadores del Movimiento Nacional de Usuarios de Salud y del Espacio Participativo de
Usuarios de Salud.

25
Interdisciplinarias

y concatenado de circunstancias que difícilmente concurren a la práctica (Brunner,


1993).
Estamos en un momento histórico en que vemos imperativo ensayar e investigar
cómo… “producir en el presente y hacia el futuro, relaciones humanas de tipo
comunitario, que superen realmente las relaciones sociales que produjo económicamente
este capitalismo y culturalmente esta modernidad” (Bautista 2011).

Referencias bibliográficas
Bautista, Juan José (2011). De la racionalidad moderna a la racionalidad de la vida. En
Acosta, Y. et al (Ed.) Pensamiento crítico y sujetos colectivos: Perspectivas
interdisciplinarias. 21-37. Montevideo: Trilce.
Brunner, José J. (1993). “¿Contribuye la investigación social a la toma de decisiones?”.
Seminario: La investigación educacional latinoamericana de cara al año 2000.
CLACSO: junio 1993.
de Souza Santos, Boaventura (2000). Crítica de la razón indolente: contra el desperdicio
de la experiencia. Bilbao: Desclee de Brouwer.
Roosevelt, Franklin D. (1942) [1938]. "Appendix A: Message from the President of the
United States Transmitting Recommendations Relative to the Strengthening and
Enforcement of Anti-trust Laws", The American Economic Review, Vol. 32, No. 2,
Parte 2, Suplemento, Documentos relativos al Temporary National Economic
Committee (Jun., 1942), pp. 119-128.[1] (en inglés).

26
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Crítica como desvelamiento en la mundialización

7
Lía Berisso

En esta breve comunicación queremos partir de un intento de aclaración de los


modos de empleo de ciertos términos del lenguaje político, preguntándonos realmente
qué queremos decir nosotros cuando hablamos de pensamiento crítico. Consideramos que
hay una banalización del término ‘crítico’ que simplemente lo ha vaciado de sentido:
cuando todo es crítico, ya nada es crítico. Y no hay superación (Aufhebung, en el sentido
hegeliano, quiero decir).
A partir de este planteo inicial desenvolveremos algunos de los problemas
vinculados a la democracia y su profundización, radicalización o realización efectiva
especialmente en nuestra América Latina en el contexto de la mundialización.

Qué se entiende por pensamiento crítico


Para los usos filosóficos del adjetivo ‘crítico’ especialmente en contextos políticos
hay al menos tres referencias mayores, Aristóteles, Kant y el marxismo en general y en la
Escuela de Fráncfort en particular. Hoy se habla muy fácil de pensamiento ‘crítico’: hay
entre nosotros una banalización del calificativo similar a la banalización que se operó
sobre el adjetivo ‘dialéctico’ un poco antes. Así crítico puede decirse hoy de todo
pensamiento que se pretende reflexivo.
Entendemos que todo pensamiento que se pretenda crítico ha de ser capaz de
articular un momento material, de la voluntad, con el momento formal de la razón
discursiva: la crítica debe proyectarse hacia la acción, debe presentificar el proyecto de
acción y de una acción plausible. Qué queremos decir con ‘plausible’: queremos subrayar
que los planteos utópicos de no-lugar desalientan la acción y que toda utopía debe darse
como horizonte regulador, de modo que se planteen objetivos realizables, no meras
esperanzas, siempre en el entendido que la pretensión de toda irrealizabilidad ha de ser
sopesada desde la conciencia moral informada (científica y técnicamente informada).
En este sentido un pensamiento crítico hoy ha de ser una instancia de gozne entre
la estrategia y la táctica de la emancipación latinoamericana. La hora de los proyectos
teóricos es siempre la hora de la verdad y esa verdad debe expresarse en un territorio de
realizaciones práctico-políticas que no deben parecer irrelevantes, porque son las tácticas
donde se articulan las grandes estrategias de las luchas populares en el escenario del
poder.
Para aunar la pluralidad de las voluntades, y hay que admitir que en todo colectivo
hay una pluralidad de voluntades, hay que apelar al diálogo concreto, de la democracia,
no elusiva sino real. La realidad de la democracia implica la confrontación y el encuentro

7
Instituto de Filosofía – Departamento Filosofía de la Práctica. FHCE-Udelar.

27
Interdisciplinarias

de las diversidades, y el respeto fundamental y fundante de esas diversidades. Implica la


tolerancia, en el seno mismo del colectivo que se quiere (se afirma, esto es se pone) como
comunidad.
El ejercicio del poder requiere la legitimidad de ese poder. Y el poder en el colectivo
sólo será legítimo si emerge del intercambio concreto entre los miembros del grupo. En
Aristóteles, la dialéctica era crítica, por eso en los Tópicos afirmará que “a dialéctica es
útil porque en razón de su naturaleza crítico-interrogativa abre el camino a los principio de
todo método”. Es por la dialéctica –tal es su sentido- que el hombre alcanza a tener
capacidad de poner en acto un análisis crítico -desde su propia capacidad humana- de
todos los aspectos de lo real.
Critica es crisis, y en ese sentido justificación. En Kant la justificación es la tarea
principal de la filosofía, que debe desarticular la lógica inmediata de la apariencia. Pero,
mientras en Kant la fuente de constitución del mundo (social) son los rendimientos
sintéticos de la legislación del yo (Negt 2004) en Marx la constitución del ser social se
realiza en el trabajo.
El Capital se subtitula Crítica de la economía política y esa crítica se centra en el
concepto de trabajo como mediación de la vida del hombre con la naturaleza, y en ese
sentido como producción, lo cual nos lleva a la problemática de la acumulación, y la
dialéctica del trabajo vivo y el trabajo muerto. Así nos encontramos con que en Marx la
crítica es el centro mismo de la praxis.
Cuando el término ‘crítica’ llega a la Escuela de Francfort tiene una larga estela de
significaciones, denotaciones y compromisos. Cuando llega a nosotros, esta serie de
compromisos envuelven el concepto y lo opacan, a un nivel en el cual podemos recordar
la afirmación de Nietzsche: “los conceptos que tienen historia no pueden definirse”. El
significado y con él el compromiso de la ‘crítica’ se ha escurrido entre las manos.
Podemos afirmar con Jameson (2010 [1990]) que en Adorno todas las
consideraciones estéticas conducen a la historia: “su contribución a la filosofía reside en la
demostración de que todas las cuestiones filosóficas abstractas son fundamentalmente
históricas, cuestiones que participan en el sentido platónico de metexis) de lo económico
y de lo social.”. Ese –el vínculo con la historia- es el rastro que debemos seguir para
recuperar para nuestro lenguaje, hoy, el sentido transformador del término ‘crítica’.

Democracia, poder popular, mundialización


Indudablemente ‘pueblo’ es un término que refiere a un sujeto colectivo. Admitir la
existencia de sujetos colectivos implica un compromiso ontológico fuerte. En lo que sigue
daré el problema por resuelto positivamente, pero es evidente que implica una opción y
demanda una justificación filosófica mayor, que para mí no es obvia y deberé enfrentar en
algún momento, si bien éste no es el lugar.
Cuando hablamos de democracia y poder popular está también implicada una cierta
definición de democracia. Lo inmediato, ‘gobierno del pueblo, por el pueblo y para el

28
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

pueblo’, eso está claro que no se da en ninguna realidad del mundo actual. Y habría que
ver si se dio en alguna realidad del mundo del pasado histórico de la humanidad.
Entonces estamos hablando de un horizonte utópico o dicho en términos más clásicos y
kantianos, de una idea regulativa. Ese lugar del no lugar, como topos define la presencia
de una aspiración, bien concreta, que connota ante todo igualdad y participación en
términos de justicia y fraternidad.
El poder radica siempre en el pueblo, en ese ser colectivo, que no nos atrevemos a
definir, pero que recorre la historia política de los grupos humanos y como todos los
términos del lenguaje político es lugar de definiciones éticas y compromisos ineludibles.
En ese sentido no debemos hablar de una toma del poder por parte del pueblo, sino del
ejercicio del poder por el pueblo. La toma de la Bastilla o el asalto al Moncada son hechos
simbólicos. Pero en sentido fuerte, en el sentido de lo sacramental: muestran y realizan,
son símbolo eficaz.
El problema de por quién y para quién se ejerce el poder es más complejo que la
“toma” del poder mismo. Filosóficamente hoy se lo discute entre otros enfoques, como el
problema de las "élites" y las "masas" que tiene una larguísima y prestigiosa historia en
occidente. La emergencia de las "masas" en el escenario político occidental es uno de los
fenómenos característicos del Siglo XIX. Esto no se resume simplemente en la expansión
de la participación electoral que culmina con el establecimiento más o menos
generalizado del sufragio universal masculino y luego se extiende a la primera mayoría de
la sociedad, esto es a las mujeres.
Hay además una participación política que se refleja en la estructuración de
grandes partidos de masas que vertebran la participación de los ciudadanos. Y los
partidos, originariamente democráticos suelen caminar la senda del elitismo. Tal la
historia de las llamadas democracias populares y sus nomenclaturas.
La respuesta en el campo de la educación al advenimiento de las masas, a la vida
política, y el peligro que conlleva, es la educación para la democracia que se condensa en
la escolarización obligatoria. La función de la escuela como elemento de integración social
y de aprendizaje de la obediencia, por introyección de los valores consagrados.
El uso del término ‘masas’ no debe verse como un alejamiento del análisis crítico.
Es utilizado por autores de la más variada extracción. Cuando en Europa, hacia fines del
siglo XIX, sociólogos y filósofos –los politólogos emergerán más tarde- pero también
psicólogos sociales, se refieren a la emergencia de las masas en la vida política,
manifiestan un entusiasmo teñido de espanto. Autores como Mosca, Michels y Pareto
desde la derecha, pero también Berstein, Kautsky y Rosa Luxemburgo desde una
perspectiva de izquierda, coinciden con el exitoso y hoy olvidado Gustavo Le Bon, en
señalar la relevancia de este fenómeno social y la encrucijada en que la Europa occidental
se debate.

29
Interdisciplinarias

Entre nosotros, en América Latina el problema se detecta en dos conceptos de


democracia:
1) un modelo elitista, el bolivariano (y de muchos otros, piénsese en las élites
porteñas, en la obra de Sarmiento y un largo etc.) y
2) un modelo popular, el mexicano, con sus curas revolucionarios y la constitución
de Apatzingán (1814) o el del Pueblo Oriental y el Protector de los Pueblos Libres, José
Artigas.
La sociedad burguesa asimila, reconvierte y devuelve domesticados, los intentos
más sinceros de profundizar la democracia. La escuela y el partido, en diferentes etapas
de la vida de los hombres cumplen un mismo papel: alejar el peligro que representan las
masas y "su asalto" al poder.
La escuela hará del individuo un ciudadano. El partido le impondrá las formas de la
participación democrática. Son formas de ‘sujetación’: modos de devenir sujeto y de
quedar sujetado. Esto es atrapado en las formas de organización social que responden a
la acumulación capitalista y entre nosotros refieren al capitalismo alienado, como
capitalismo y como capitalismo dependiente.
La imposición de moldes, muchas veces cargada de buena voluntad y muchas otras
no, deviene fácilmente la imposición de máscaras: las máscaras del poder, que son
máscara de exclusión en un grado creciente especialmente en América Latina. En la 1ª
Independencia que es emancipación política pero no emancipación social, el conflicto se
resuelve en el imaginario colectivo a través de la oposición entre civilización y barbarie, y
se resuelve también directamente por las armas. Para los Orientales las cosas fueron muy
claras: Artigas marchará derrotado al Paraguay y la leyenda negra ocultará,
tergiversándolo, su pensamiento de independencia, república, federación y libertad en el
marco de una fuerte propuesta social redistributiva “que los más infelices sean los más
privilegiados”.
Finalmente la sacralización de un héroe de cartón piedra y de bronce, útil para
todos los usos y que se usa para legitimar propuestas políticas que tergiversaron sus
ideales manifiestos y manifestados en incontables ocasiones, se articula en forma
funcional al proceso de sujetación de las masas. Así cristalizan entre nosotros las formas
de la democracia elitista que prescinde de los sujetos populares y aún llega a dar el paso
más allá y se transforma en formas de opresión llamadas “democráticas”. El proceso
dictatorial relativamente reciente se realiza en nombre de la defensa de la democracia.
Pensar en cualquier caso en un poder popular efectivo, en tanto que efectivizado,
implica un juego de tácticas y estrategia, que deben ser consensuadas entre quienes se
planteen esa aspiración política que es eminentemente ética. Quienes han sustraído el
ejercicio del poder de sus legítimos sustentadores en un operativo de interjuego de fuerza
y domesticación ideológica, de engaño y autoengaño, no abandonarán de buen grado sus
privilegios, sean ellos los beneficiarios de la situación en un sentido mayor o los meros
“consignatarios”, los mayordomos del poder.

30
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Plantear el problema en términos de tácticas y estrategia implica suponer una


aspiración común, una demanda profunda a nivel de la conciencia de los sujetos que
puedan poner en acto el poder que posee, en la gradualidad sin pausas de un quehacer
cotidiano. No es un programa sólo del heroísmo de un momento crucial, es un proceso de
acumulación consciente, el trabajo lento y constante de la negación de una situación de
injusticia instalada desde los orígenes de la reorganización política de estos pueblos, que
repite esquemas de opresión de la conquista y la colonización, importando formas de
alienación que se reproducen entre nosotros con soberbia eficacia.
En el marco de la mundialización, cuando llega a su ocaso el Estado-nación, nuestra
paradoja es unirnos en una nación, la Nación Latinoamericana, bajo algunos de los
nombres que diversos luchadores de nuestra tierra le han dado. La mundialización está
aquí para quedarse, es uno de los emergentes de la revolución científico-tecnológica en
curso. La expansión de las comunicaciones, de forma explosiva encoge las distancias y
nos pone en un mundo internacionalizado.
El sistema de producción desemboca en la mundialización por su lógica
desenfrenada de acumulación. A esa lógica que unifica el mundo fragmentándolo y
haciéndolo cada vez más desigual, debemos oponer una lógica de preservación del
planeta y de la vida, que es también la lógica de la identidad democrática de nuestros
pueblos.
Nuestros particularismos deben sin embargo expresarse en este contexto al cual no
podemos escapar. Para no devenir un barrio marginal, un asentamiento, incrustado en el
esquema del tener, el realizar, el dominar el mundo, bajo formas nuevas de esclavitud, de
pueblos enteros convertidos en parias, necesitamos afirmar nuestra identidad, para que la
crisis orgánica del sistema capitalista no se desplace simplemente, generando más y más
excluidos, y somos nosotros esos excluidos, pueblos superfluos.
La democracia y las instituciones democráticas a ella circunscriptas, protegen a los
débiles. Necesitamos instituciones mundiales para una mundialización democrática: los
nuevos modos de gestión de las relaciones de producción nos sumen en abismos
impensados de dependencia. La democracia radical que queremos para nuestros pueblos
debemos defenderla para todos los pueblos de la Tierra. Afirmar la Nación
Latinoamericana en el contexto de la mundialización es afirmar nuestro derecho a
participar en la institucionalización democrática del Mundo como un todo de los hombres
que lo habitan, para que sea la casa del hombre, su hogar, no el lugar del disfrute de los
menos y el depósito de las multitudes de los que ya no importan en el proceso
desenfrenado de la acumulación capitalista.
Cuando hablamos de crítica hablamos de desvelamiento: desvelamiento de esa
realidad, del interjuego de los fuertes y los débiles, que sólo tiene un freno: el de la
democracia.

31
Interdisciplinarias

Referencias bibliográficas
Jameson, F. (2010 [1990]). Marxismo tardío, Adorno y la persistencia de la dialéctica.
México: FCE.
Negt, O. (2004). Kant y Marx, Un diálogo entre épocas. Madrid: Trotta.

32
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Utopías y construcción de alternativas posneoliberales y


poscapitalistas. El aporte de Franz Hinkelammert

8
Carlos Javier Asselborn

Las utopías: entre el eticismo impotente y la eficacia histórica

En América Latina, las prácticas y discursos “crítico-políticos” han acudido con


frecuencia al lenguaje de las utopías en tanto dadoras de sentido y legitimadoras de la
transformación social. Dentro de las mismas incluimos aquellas asentadas en cierta
tradición que va desde actitudes contestatarias frente al orden establecido, pasando por
la demanda y construcción histórico-política de una sociedad con más justicia e igualdad,
capaz de ampliar y reconocer derechos, hasta las manifestaciones más radicales cuyo
acervo crítico dispara contra el Estado, siempre “verdugo del pueblo”. El análisis de las
causas de la ineficacia histórica para construir alternativas factibles parece no figurar en
su horizonte pretendidamente “crítico”. Prácticas y discursos que se manifiestan de
múltiples modos en la pluralidad de movimientos sociales y armados político-partidarios.
La demanda de utopías permite señalar a éstas como aglutinadoras de la potencia y
la impotencia presente en estos discursos y prácticas. Las utopías pintan con tonos grises
la negación de lo establecido y la afirmación de lo “por venir”, posibilidad de concretar lo
imposible o, en el peor de los casos, quimera develadora de esa impotencia que llora sin
cesar desde la “patología del todo o nada” (Ricoeur). Si las utopías existen; ¿a qué otros
fines sirven? ¿No es el discurso utópico una buena razón – romántica por cierto- de eludir
el afanoso trabajo de construcción de alternativas políticas críticas, ya no sólo
testimoniales y denunciatorias, sino también eficaces? ¿Qué conciencia tranquila y
bienintencionada hizo de la pureza ética y la denuncia cuasi profética el refugio para
minorías – casi todas progresistas – muchas de ellas también ineficaces en relación a la
construcción de poder?
El acontecimiento que irrumpe en la actual coyuntura histórica latinoamericana
señala la necesidad del poder para transformar, tratado no sólo desde los sillones
“catedralicios”, sino exigido desde las posibilidades histórico-concretas de más igualdad,
democracia real, distribución de la riqueza. Requerimientos histórico-concretos traducidos
como menos pobreza, más trabajo digno, más salud, más educación, mayor acceso a los
bienes culturales, mayor libertad para la creatividad…mejores condiciones materiales
para la reproducción de la vida real-concreta. No se trata ya del poder que nos arrincona,
margina, aparta, oprime y disciplina en instituciones panópticas, que las hay; sino del

8 Licenciado en filosofía. Docente de la Universidad Católica de Córdoba. Actualmente


realizando su doctorado en Estudios Sociales de América Latina, CEA-UNC. Proyecto de tesis:
“Racionalidad reproductiva y crítica al capitalismo: Aportes de Franz Hinkelammert al pensamiento
crítico latinoamericano”.
33
Interdisciplinarias

poder para transformar las condiciones concretas y materiales de vida. Poder, eficacia
histórico-coyuntural, políticas para la liberación; ¿son todas categorías fenecidas y
trasnochadas que tienen la entrada prohibida al tan aplaudido regreso de la “filosofía
política”?
Se trata pues de comprender por qué la ética y el romanticismo utópico devienen
ahora argumentos fetichizados, racionalidad invertida. Inversión que opera dentro de los
mismos procesos históricos de emancipación de los pueblos. Fetiches, objetos-mercancía
que han adquirido vida propia y terminan dominando a los mismos sujetos humanos que
las han producido. Es decir, la proliferación del discurso ético y del discurso utópico, en
no pocos casos, ha profundizado una suerte de impotencia y entumecimiento político con
serias dificultades para construir, crear y articular poder en beneficio de las mayorías
empobrecidas y excluidas. En otros ensayos hemos puesto de manifiesto nuestra crítica a
la etización a la que ha estado sujeta la tradición liberacionista latinoamericana.
(Asselborn, Cruz, Pacheco, 2009). No obstante, somos conscientes de que la misma
necesita un mayor desarrollo que la profundice y vincule con ciertas dimensiones un tanto
olvidadas, o no sistematizadas por dicha tradición.

Crítica de la razón utópica


La tarea teórica que queremos a continuación emprender es señalar los límites de
ciertos utopismos ingenuos que dificultan la constitución de sujetos políticos críticos. Se
trata de dar cuenta del análisis filosófico y epistemológico que Franz Hinkelammert
desarrolla en algunas de sus obras, especialmente en Crítica de la razón utópica
(1984/2002). La obra se propone criticar la “razón utópica” que atraviesa los “tiempos
modernos”. Modernidad entendida como el conjunto de intentos secularizados por llevar a
cabo los sueños de la humanidad. Desde el siglo XIX se ha afianzado en el pensamiento
social una suerte de “ingenuidad utópica” que surca los proyectos e ideologías políticas
de diverso cuño y calibre. Esta denuncia de Hinkelammert se fundamenta en el hecho de
que ciertas teorías sociales se esfuerzan en encontrar los modos científico-empíricos para
realizar los más altos sueños humanos: la sobrevivencia humana y la reproducción de la
vida real. Esfuerzos que producirán una suerte de ilusiones trascendentales sustentadas
en un progreso infinito que abstrae a la misma condición humana. Se trata de un progreso
entendido como aproximación cuantitativa constante a la realización de lo “imposible”
(utopía). Ésta es la trampa insita en las ciencias empíricas que develará el autor. No es
una crítica antiutópica como la emprendida por Popper, Hayek y sus seguidores. Se trata
de una crítica trascendental inserta en la tradición kantiana. La crítica a Popper a partir de
Popper será el eje central de los desarrollos argumentativos ya que fue éste el pensador
militante de la anti-utopía o, he aquí su contradicción epistemológica, la utopía de la anti-
9
utopía . La crítica de la razón utópica “consiste en una transformación de los contenidos

9
Dussel afirma que la crítica de Hinkelammert podría titularse “Con Popper, más allá de
Popper” o “La miseria del antiutopismo”. Cfr. Dussel E. Ética de la liberación en la edad de la
34
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

utópicos de los pensamientos modernos en conceptos y reflexiones trascendentales”


(Hinkelammert, 2002).
10
La reflexión de Hinkelammert comienza desmontando la metodología de Popper .
Luego se ocupa de los marcos categoriales del pensamiento conservador, neoliberal,
anarquista y soviético. A partir de esta evaluación se detiene en el análisis de la utopía y
sus discursos en el contexto de la globalización contemporánea. Además de analizar la
relación entre leyes universales, su inexcusable institucionalidad y la libertad de los
sujetos humanos, Hinkelammert se propone el sopesamiento de estas relaciones a partir
del criterio de la reproducción de la vida real.
Nos interesa profundizar en el estatuto epistemológico de las utopías dado que las
mismas movilizan socialmente, y como tales corren el riesgo de perder su caudal crítico
del poder y del orden establecido (Ricoeur, 2001). Pero agregamos además, que el
carácter crítico y ruptural de la utopía es cooptado por la lógica neoliberal,
transfigurándola en fantasía seductora: su promesa debe ser merecida y para merecerla
el ser humano debe sacrificar su cuerpo. Se trata de la colonización del deseo en tanto
potencia que moviliza las energías humanas. De este modo: “La dominación se afinca en
el auto-control de la corporalidad constituyéndose en un poder reactivo. Esto produce
políticas de sacrificialidad de las mayorías y éticas del autosacrificio” (Asselborn, Cruz,
Pacheco, 2009). Las utopías movilizan por su vinculación con los deseos y con la
experiencia histórico-existencial de la angustia en tanto afección anticapitalista humana,
al decir de Marcelo Percia (2009). Bajo la lógica capitalista la angustia “pierde su potencial
emancipador”, angustia y utopía se entumecen a cambio de satisfacción y realismo:
…”se confunde angustia con ansiedad, tristeza, frustración, nostalgia, temor y se opta por
calificar como sociedad, mercado, sistema, realidad, mundo, a lo que debería llamarse
capitalismo”. La angustia, al inaugurar el vacío posibilita el deseo: “El deseo no busca la
posesión, sino el buscar” … “El deseo es inconformidad” (Percia, 2009).
La angustia trocada en insatisfacción será una nueva herramienta disciplinaria del
capitalismo: La insatisfacción es histérica, la inconformidad llama a lo político. La entrega
fascinada a las promesas del mercado, neurotiza el deseo: lo envuelve de nerviosismo
frustrador. La inconformidad es insumisión ante las formas que nos gobiernan. La
inconformidad pulsa lo todavía no anunciado” …“El capitalismo aprovecha la
insatisfacción humana para prometer objetos que la calman y la insatisfacción humana es
una creación capitalista para que su poder se reproduzca” (Percia, 2009).
Dadas estas trasmutaciones de la utopía y el deseo en el capitalismo, la crítica de
Hinkelammert de la razón utópica adquiere mayor relevancia y urgencia. Repetimos,

globalización y la exclusión. Trotta, Madrid, 4ª edición, 2002; p. 259. También tanto Estela
Fernández Nadal como Yamandú Acosta se han encargado, en sucesivos estudios, de rescatar los
aportes de Hinkelammert para una filosofía crítica latinoamericana.
10
Para un primer acercamiento a la epistemología popperiana, cfr. Gustavo Ortiz,
Racionalidad y filosofía de la ciencia. Una aproximación a la epistemología de Karl Popper.
Coedición Facultad de Ciencias Humanas – Universidad Nacional de Río Cuarto e Intercambio
Cultural Alemán-Latinoamericano. 1983, 200 páginas.

35
Interdisciplinarias

nuestra recepción dará cuenta del tratamiento epistemológico que el autor hace de la
utopía, su crítica y su aporte, el cual no deshecha lo utópico sino que lo re-dimensiona a
partir de un nuevo marco categorial.

Ciencias empíricas y utopía


En el capítulo I de su Crítica de la Razón Utópica Hinkelammert analiza la
metodología popperiana y señala sus límites a la hora de aplicarla a ciertos fenómenos
empíricos tales como la planificación económica, la competencia y la institucionalización.
El punto de partida para este análisis es la siguiente crítica: Popper “se guía en sus
análisis teóricos sobre la empiría, por principios metodológicos no explícitos que no son
compatibles con la metodología que él, explícitamente, defiende en sus análisis
metodológicos” (Hinkelammert, 2002). La metodología popperiana pone de manifiesto el
principio general empírico de imposibilidad: toda acción humana es limitada porque el
conocimiento humano es limitado. Afirmación que en Popper no es hipotética sino
categórica: se trata de una “imposibilidad lógica”. Pero esta claridad epistemológica se
vuelve problema cuando se aplican estas tesis al análisis real y empírico de praxis
sociales. En este sentido, Hayek, que comparte estas tesis, transforma el juicio apodíctico
popperiano que afirma que “todo conocimiento humano es limitado” en “un juicio
categorial relevante para la praxis social”. Juicio categorial que: “…en el siglo XX aparece
como categoría de discernimiento de la acción social humana, de la cual se deriva ahora
expresamente la imposibilidad de cualquier acción humana cuya realización exigiría tal
conocimiento ilimitado” (Hinkelammert, 2002). La metodología propuesta por Popper
admite para la ciencia sólo enunciados falsables, pero los principios de imposibilidad
rechazan esta falsabilidad, es decir, son “no-falsables”, es decir, “enunciados que se
pueden pronunciar en los términos de un ‘todavía no’. Ahora bien, este tipo de principios
se refieren, para Popper, a “imposibilidades lógicas”, que no es más que un recurso para
proteger su propuesta metodológica. El ejemplo de esta contradicción Hinkelammert lo
describe en su crítica a la teoría de la planificación económica. Para Popper no hay
posibilidad de una planificación total y todo intento de llevarla a cabo se convierte en una
planificación frustrada e irracional; irracionalidad propia de los “enemigos de la sociedad
abierta”. La solución será la “ingeniería social fragmentaria”.
Para Hinkelammert:, Popper identifica, sin más, una planificación de la sociedad
‘como un todo’ con la planificación ‘de todo’. La planificación ‘de todo’ es imposible, pero
la planificación de la sociedad ‘como un todo’ es sin duda posible, sólo que en términos
aproximativos e imperfectos. (Hinkelammert, 2002).
Por lo tanto, Popper pasa sin más “de la planificación perfecta” a la “planificación
real” y de este modo “transforma todo el complejo de la planificación en planificación
social utópica”: pretensión soberbia de querer realizar el cielo en la tierra (Hinkelammert,
2002). Aquí es donde opera, pues, la abstracción de la realidad y la idealización de los
análisis empíricos.

36
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Lo mismo ocurre con la teoría de la competencia. Nuestro autor vuelve a criticar el


recurso metodológico popperiano de señalar la imposibilidad de una planificación y
competencia perfectas desde modelos o teorías idealizadas. Se trata de la tensión entre el
poder analítico de la lógica y el poder de lo fáctico: “de estos modelos no se puede
deducir jamás la imposibilidad de procesos reales, sino únicamente que los procesos
reales nunca pueden ser una simple repetición de estos modelos” (Hinkelammert, 2002).
La relación entre utopías imposibles y metas posibles se explicita en el proceso de
institucionalización, “medio de transformación –y muchas veces de deformación– de las
metas utópicas imposibles en metas posibles” y como posibilidad de “reformulación de las
metas posibles a través de nuevas metas utópicas posibles”. La teoría del proceso de
institucionalización de Popper se olvida de esto y cae, por lo tanto, en una visión
dicotómica y maniquea que clausura el horizonte utópico: “destruye lo posible en nombre
de la prohibición de pensar lo imposible” (Hinkelammert, 2002). Esta crítica trascendental
a la metodología popperiana nos permite señalar las siguientes afirmaciones que pueden
sintetizar esta primera parte:
- Es cierto: nuestro conocimiento de la realidad es limitado. Y porque es limitado
construimos la realidad desde ciertas idealizaciones, sin las cuales no podríamos actuar
sobre ella. La construcción de categorías tiene por finalidad trascender la realidad.
- Experimentamos el límite y la negatividad de la realidad e imaginamos la
superación de estos obstáculos desde ideales de perfección: utopías. Los límites de
nuestra acción son el punto de partida para la producción de teorías. Es decir, para
Hinkelammert el sujeto actuante es el fundamento del sujeto cognitivo. La praxis y sus
límites preceden al conocimiento. La praxis es la fundadora de las ciencias empíricas.
- La idealización o imaginación de una realidad perfecta peca de ingenua a la hora
de pretender concretar en términos absolutos esa perfección. Y se vuelve peligrosa
cuando se olvida del límite de la misma realidad y de la inexcusable finitud y límite
también de la condición humana.
- El peligro reside en afirmar la realización de lo imposible como si se tratara de un
proceso progresivo e infinito, asintótico.
- Por lo tanto, lo que está en juego es la tensión entre lo posible y lo imposible,
entre praxis real e imaginación. La imaginación de una realidad perfecta es indispensable
para la puesta en movimiento de teorías y prácticas que se propongan la transformación
de la realidad. El punto nodal de la propuesta hinkelammertiana es que para realizar lo
posible hace falta pensar en lo imposible; pero lo posible debe ser factible. La
construcción de un mundo posible supone la imaginación de mundos imposibles… Utopía
en tanto “idea regulativa” que debe tener en cuenta el límite de la condición humana. Las

37
Interdisciplinarias

utopías se vuelven ingenuas y, por eso mismo, peligrosas cuando pretenden superar a la
11
misma finitud humana .
- Se trata pues de una epistemología para resituar los procesos de liberación dando
cuenta de los límites y posibilidades de la imaginación utópica y de la praxis humana.

La reproducción de la vida humana como criterio para la validación y


factibilidad de praxis liberadoras
La lucidez de Hinkelammert reside en su intento por validar y justificar la relevancia
de un concepto práctico de verdad, que permita abrir posibilidades reales y concretas
para la acción humana, siempre limitada: “Las categorías del pensamiento teórico se
derivan de los límites de la acción” y “estos límites de la acción determinan las formas del
pensamiento” (Hinkelammert, 2002). Las ciencias empíricas para dar cuenta de la
realidad deben implicar “a la acción humana sobre esta realidad como su referencia de
verdad; por esa razón son antropocéntricas y subjetivas” (Hinkelammert, 2002).
Las imposibilidades con las que se enfrenta la acción humana son puntos de partida
para las ciencias empíricas: debajo del sujeto cognoscente subyace el sujeto actuante. El
sujeto actuante trasciende la realidad mediante el pensamiento y conceptos universales,
pero su acción no puede trascender el marco de lo posible. La realidad trasciende a la
empiría-experiencia. El sujeto cognoscente nos es más que la capacidad reflexiva del
sujeto actuante (Hinkelammert, 2002). Ahora bien, este sujeto actuante está limitado por
la escasez de medios para llevar a cabo los fines de su acción y porque él mismo es un ser
limitado. No alcanza con la voluntad. La realidad trasciende a la empiría, a los fines y a los
sujetos actuantes.
Pero Hinkelammert profundiza esta constatación señalando que el sujeto actuante,
práctico, es un sujeto vivo. El sujeto práctico no puede actuar si no es un sujeto vivo: se
conciben fines (de la acción) en tanto se vive y vivir también es un proyecto que puede o
no fracasar (Hinkelammert, 2002). Por esta razón, por esta simple razón, el criterio para
evaluar lo posible y lo imposible será la reproducción de la vida humana y de la vida no
humana natural desde las cuales surge la exigencia de la satisfacción de las necesidades:
para vivir hay que poder vivir, y para ello hay que aplicar un criterio de satisfacción de las
necesidades a la elección de los fines. Y siendo el sujeto un sujeto natural, esta
satisfacción de necesidades tiene un raíz insustituible basada en la propia naturaleza
humana (Hinkelammert, 2002)
El sujeto vivo trasciende al sujeto práctico y las necesidades trascienden a los fines.
Irrumpe entonces la tensión entre necesidades y preferencias. Las necesidades están por
encima de las preferencias y gustos, de lo contrario se trataría de una reducción del ser

11
Cf. Laudatio de Antonio Elizalde Hevia en Otorgamiento del Doctorado Honoris Causa a
Franz Hinkelammert, en Revista Polis: revista académica de la Universidad Bolivariana, Nº. 17, 2007.
Ejemplar dedicado a: Arte y realidad- http://www.revistapolis.cl/polisfinal/17/eli.htm. consultada
el 20 de julio de 2009.

38
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

humano a sujeto práctico enfrentado a fines. Reducción que sigue operando en la


12
economía neoliberal y en el sentido común atravesado por su lógica . La confusión entre
necesidades y preferencias será un mecanismo más para legitimar desigualdades y
reprimir proyectos de vida. Sólo si esclarecemos esta confusión podremos des-naturalizar
la dominación y la desigualdad: sólo si hay necesidades, y no simples preferencias,
pueden darse la explotación y la dominación” (…) Frente a simples preferencias no
existen dominación ni explotación, ni puede haber plusvalía como resultado de la
explotación; todo es un simple más o menos. Por el contrario, donde hay necesidades está
en juego una relación de vida o muerte al decidir sobre la división social del trabajo y la
distribución de ingresos … el problema de la vida es eliminado por la manipulación del
concepto de preferencia. Frente a un simple juego de preferencias, la exigencia de
cambios aparece como resultado de la envidia. Frente a las necesidades, aparece como
una exigencia de la posibilidad de vivir y como raíz de la legitimidad de todas las
legitimidades (Hinkelammert, 2002).
La satisfacción de las necesidades será criterio material para sopesar lo posible y lo
imposible (satisfacción plena de las necesidades) y obliga, para ser posible, pensar en su
concreción mediante instituciones siempre limitadas (ya que éstas administran la muerte
y siempre poseen un elemento de dominación) y susceptibles de transformación.

Utopía y realismo político


¿Cómo pues articular realismo político con utopía? Y además, ¿cuál es el puesto del
sujeto en dicha articulación? La política en función de las posibilidades de una sociedad a
partir de modelos ideales señala la ya mencionada polarización entre lo posible y lo
imposible. Para Hinkelammert, tanto Marx como Weber ponen de manifiesto esta
polarización; uno afirmando la imposibilidad del capitalismo, el otro la imposibilidad del
socialismo; cayendo así en un dualismo maniqueo que hace de la utopía, en tanto única
alternativa posible, el punto de partida de sus análisis. La concreción de esta utopía –
capitalista o socialista– será interpretada como verdadero realismo político.
Al pensar la utopía como societas perfecta, a la cual nos aproximamos por medio de
progresos infinitos, se anula la historia y a los sujetos reales, humanos, limitados y finitos.
En este sentido, Hinkelammert se emparenta con su amigo y colega Norbert Lechner
quien critica la idea de política entendida como “determinación de la solución óptima”,
13
síntesis superadora de todo conflicto y confrontación (Lechner, 1986) . A su vez, la
categoría “sujeto”, de cuño kantiano, se resitúa desde la trascendentalidad inmanente del
sujeto vivo, corporal, empírico, histórico, cuya presencia se pone de manifiesto en la

12
Para profundizar la crítica de F. Hinkelammert a estas reducción y a la formalización de la
democracia, cf. Estela Fernández Nadal, “La búsqueda de alternativas a la democracia capitalista.
Franz Hinkelammert y la crítica a la racionalidad formal”, en Sánchez Hoyos, G. Filosofía y teorías
políticas entre la crítica y la utopía. CLACSO, Buenos Aires, 2007, pp 199-216. También Yamandú
Acosta, op. cit.
13
En varios escritos de Lechner se observa su recepción de Hinkelammert con respecto a la
función de la utopía.
39
Interdisciplinarias

negación por parte de lógicas de dominación. Se trata de un sujeto “alternativo al sujeto


trascendental kantiano” que opera como condición de posibilidad de toda crítica y de toda
praxis política crítica. En esta línea argumentativa, Yamandú Acosta señala que una de las
coincidencias en el pensamiento crítico latinoamericano ha sido la recategorización del
término “sujeto” elaboradas tanto por Hinkelammert como por Arturo Roig:
Ni en Roig ni en Hinkelammert se trata de un a priori sustantivamente o
formalmente dado. Se trata en cambio de un a priori que emerge a posteriori a una
experiencia de negación, no solamente como pathos, ethos o logos, sino también como
praxis en lo que ella implica de transformación del sujeto en términos de su afirmación o
emergencia y por lo tanto en la transformación de las relaciones que al negarlo lo
provocan en su emergencia y la sustitución de las mismas por relaciones alternativas en
el sentido de su afirmación. (Acosta, 2010)
Por lo tanto, el realismo político de toda praxis político-crítica considera a la utopía
como “fuente de ideas de la buena vida, un punto de referencia para el juicio, una
reflexión del sentido” y no un fin que debe realizarse de manera asintótica y bajo la tutela
del cálculo (ídem: 383). Que lo imposible sea posible supone la plena conciencia de que
eso imposible no se puede realizar. De lo contrario se caería en la ilusión de alcanzar
progresivamente y en sucesivas etapas a lo imposible, imposibilitando de este modo la
crítica y la autocrítica. Sólo habría lugar para meros reajustes. No obstante, lo imposible
es condición de posibilidad de la posibilidad. (Hinkelammert, 2010, 2002). Y su realización
será siempre limitada. Y es aquí en donde se pone en juego la necesidad de una teoría del
tiempo. Toda teoría o pensamiento que se pretenda “crítico” deberá revisar las categorías
desde las cuales piensa el tiempo. Pensar y construir políticas para las mayorías supone
pensar el tiempo que llevará a la sociedad incorporarlas como parte de su cotidianeidad
(Lechner). Porque es en la cotidianeidad donde puede observarse mayor o menor acceso
a ciertos derechos postergados. Si ciertas políticas críticas logran sedimentarse en la
realidad cotidiana de las mayorías, esto supondrá la posibilidad (repetimos, “posibilidad”)
de ser incorporadas en la memoria colectiva que, en situaciones adversas, puede activar
nuevas luchas transformadoras, críticas, creativas y más humanas. Una de las primeras
consignas de las políticas para minorías es limpiar la conciencia social de esa memoria de
un tiempo mejor: olvido de ciertos derechos conquistados, olvido de un pan puesto en el
centro de la mesa con dignidad y lucha y olvido también de aquel pasado, sino celestial,
al menos vivible con sentido. De este modo, la memoria crítica es convertida en nostalgia
impotente que muere poco a poco en la repetición anecdotaria o mas-mediática.
Suponemos entonces que todo pensamiento crítico y toda praxis crítica, están
asentados en una particular filosofía de la historia que valida a la misma teoría y praxis.
Pero la misma debe superar aquella concepción lineal del tiempo ajustada a la idea de un
progreso infinito proyectado hacia un tiempo infinito. Para Hinkelammert este modo de
entender el tiempo – presente en la Escuela de Frankfurt pero no así en Walter Benjamin–
lo llama “tiempo abstracto”. El “tiempo abstracto” es un tiempo infinito, imaginación del

40
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

tiempo que predomina en la modernidad y su idea de progreso técnico. En él, “no


aparecen límites de lo posible”, “nada es imposible ante un tiempo infinito”, ya que todo
lo imposible se transforma en un “todavía no”. Contrariamente a esto opone el “tiempo
concreto” que contiene en sí “imposibilidades” (Hinkelammert, 2010). Incluso Bloch
interpretó la utopía como un “todavía no” de la acción humana hacia el futuro. No
interpretó la utopía como presencia ausente en las propias estructuras de dominación. En
tanto “todavía no” lo posible “cierra el futuro”. Por el contrario, “lo imposible que se
traduce en posibilidad, lo abre”. Es imposible neutralizar el mercado y el Estado, pero
para ser realista, se debe partir de su intervención sistemática (Hinkelammert, 2010). De
este modo, el ser humano puede llegar a ser sujeto de la vida real y concreta y no sólo
estar subordinado a los corsés del individuo-propietario. Y es aquí donde el pensamiento
crítico se vuelve praxis crítica. Por lo tanto, la crítica no supone ninguna postmodernidad
sino la reconstitución de la misma modernidad. Convicción compartida con aquellos
teóricos que intentan sostener el legado de la teoría crítica.
Tarea impostergable será entonces reforzar políticas críticas; éstas no pueden
fracasar de modo absoluto ya que, si fracasan, el tiempo en manos del poder obstructor
de la vida de las mayorías hará todo lo imposible para que nunca más irrumpan en la
historia. Tarea que requiere lucidez y la mejor de las lecturas de la realidad para no
equivocar, otra vez, por el camino de la ingenuidad moralista y puritana que sueña con
millones de sujetos críticos que de manera espontánea, tomarán el Estado y harán con él
el mejor de los mundos posibles. En dicha tarea, ingenuidad política será también
desechar el aporte, siempre aproximativo, de la teoría; lo que supone otro esfuerzo
titánico más no imposible.
A nuestro entender el principal aporte de Hinkelammert al tema que nos convoca es
el haber clarificado la tensión entre lo imposible y lo posible cuando de proyectos de
liberación se trata. Epistemología, utopía y realismo político se confrontan, articulan y
mediatizan, teniendo como base real, concreta y material, la reproducción de la vida
humana de los sujetos, en la que se incluye a la misma naturaleza. Pero también
pensando las condiciones de posibilidad de dichos proyectos a partir de la misma conditio
humana ya que la pregunta por la factibilidad del proceso de liberación es condición
14
ineludible de su eficacia .
La construcción, gestión y revisión de políticas críticas para mayorías pauperizadas
y excluidas es una de las tantas expresiones de un tiempo en donde todos fuimos dioses.
Memoria crítica y utopía, presente cargado de expectativa –siempre precaria– en la cual
podemos otra vez ser humanos sin miedo a ser seres humanos.

14
“Se concibe lo imposible para conocer, a través de la praxis y del análisis de la factibilidad,
lo posible”. Ídem, p.385.
41
Interdisciplinarias

Referencias bibliográficas
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42
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Alienación y emancipación: nuevas concepciones sobre el


poder
15
Anabel Rieiro

Mientras Hegel propone la alienación y objetivación como dimensión metafísica,


donde la actividad del sujeto aparece como una simple expresión, Castoriadis (2009)
comprende al sujeto como historia y creación. Es partiendo de esta concepción que el
proceso de alienación no se da en la estructura sino en los sujetos que la componen, lo
que conlleva a pensar desde la acción y la actividad concreta del mismo los contenidos y
16
la creación de nuevos imaginarios y futuros posibles .
“La libertad de creación no consiste en el pasaje de una situación de libertad
abstracta total en relación a los medios y las formas (…): ella consiste en dominar los
medios efectivamente disponibles para utilizarlos según su propia intención” (Castoriadis,
2009). De acuerdo a dicha concepción del poder que parte de la dupla
creación/reproducción, se propone comprender los conflictos sociales como la praxis
concreta desde donde abordar las fuerzas de dominación/resistencia. La historia aparece
entonces como resultado de fuerzas contradictorias, donde las alternativas y los futuros
‘otros’, no vendrán del exterior sino de las propias acciones de resistencia.
La resistencia sería entonces inmanente a las propias estructuras sociales, es decir,
la resistencia sería inherente e inseparable al propio sujeto, como potencia y afirmación a
resistir las fuerzas de descomposición y muerte. Posibilitar el pensamiento sobre la
resistencia del sujeto al poder, no significa negar la existencia de las fuerzas de
dominación y asujetamiento social que conforman al propio sujeto contemporáneo. Así, no
se niega la existencia de mecanismos de dominación (de origen histórico, sociales,
psicológicos) como constituyentes del propio sujeto; sino por lo contrario, supone
rediscutirlos rescatando también la capacidad de resistencia y autonomía que hace de
cada subjetividad un proceso impredecible, inconmesurable, incompleto, una síntesis
compleja que no puede ser abordada como un simple ‘efecto’.

Hacia algunas definiciones de sujeto


Al hablar de sujeto hacemos referencia a la construcción teórica-práctica en su
forma individual, colectiva, regional y global.

15
Se presentan algunas reflexiones presentadas en el artículo “El sujeto: entre relaciones de
dominación y resistencia¨ Departamento de Sociología, FCS, Udelar, resultado de una estadía de
investigación en el Departamento de Sociología de la UQAM -Université du Québec Au Montréal,
Canadá.
16
“El sujeto ‘posee’ las determinaciones del objeto histórico de las cuales no puede
evidentemente sustraerse el-mismo. Pero, al mismo tiempo posee otras que no valen para el objeto,
sino solamente para el sujeto mismo (…) El sujeto está ubicado de manera permanente en una
actividad creadora, transformadora de lo dado” (Castoriadis, 2009).

43
Interdisciplinarias

El sujeto individual: hace referencia a la vida particular humana no reducible en


17
ningún caso a algún esquema o estructura, de donde siempre encontramos el comienzo .
En este sentido, el sujeto individual resiste a las fuerzas tanto del mercado y la estructura
global, como las fuerzas comunitarias, conformando la unidad de resistencia básica e
irreductible.
Los sujetos colectivos: serían los grupos de personas que logran construir
relaciones sociales de pertenencia, configurando un nuevo espacio social con un sentido
capaz de trascender la suma de intereses y racionalidades de los individuos que lo
conforman.
El sujeto latinoamericano: Es una construcción que se justifica al pensar nuestra
propia historicidad y los procesos de colonización que hemos vivido en nuestros cuerpos y
nuestros territorios.
El sujeto humano: sería la construcción que nos garantiza proyectarnos como
especie y entre la dialéctica que suponen las relaciones de dominación/resistencia poder
construir y pensar procesos de humanización (otra globalización posible).
En este sentido, pensar el sujeto humano, latinoamericano, colectivo, individual no
supone pensarlo “a pesar” de la diversidad y complejidad existente, sino a partir de ella
como parte constitutiva, compleja e impredecible, desde su forma individual a su inmensa
forma humana.
Si existe una estructura global, esta sólo puede existir a través de varias micro-
estructuras capaces de reconfigurarse y cambiar a partir de las relaciones sociales que
conforman los sujetos. El pensamiento crítico se caracteriza por la posición ética, de no
‘destinar’ el futuro según las fuerzas de dominación y reproducción. La crítica y las
acciones de resistencia, posibilitan en su forma constructiva la creación de prácticas y
teorías “otras” a las relaciones de dominación existentes.
Se otorgará en este trabajo la principal importancia al estudio de los sujetos
colectivos dentro de la región a partir de la construcción de subjetividades y las acciones
colectivas. Es desde ellos donde el análisis de la relación entre lo colectivo y lo individual,
y lo colectivo como ‘conformación histórica’, expresa algunas de las contradicciones más
importantes planteadas en las distintas regiones.
Se opta por privilegiar el término de sujeto colectivo frente a otros (como agente,
18
actor, etc.) resaltando el espacio de constitución de subjetividad y fuerza grupal que se
encuentra entre el sujeto individual y el sujeto social.

17
Arendt ([1948] 1994), al referirse al renacer contra el pensamiento totalitario, define la
acción como facultad de comenzar al disponer de la libertad y pluralidad humana, una vez
terminado el mito de lo ‘único’, en el proceso-democrático de consejos, con la promoción de la
fuerza individual y colectiva de comprender, pensar, juzgar y deliberar.
18
1. El término "agente" en general hace énfasis al individuo o a los colectivos como
reproductores de prácticas estructuradas en un campo social (muy característico del
estructuralismo constructivista).
2. El concepto de "actor" pone énfasis en la decisión y acción propia, destacando los
márgenes creadores o innovadores. Este término fue defendido por Touraine en su obra clásica ‘El
44
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Procesos de autonomización
La construcción y análisis de los sujetos colectivos incluye la voluntad de acción de
los individuos, sus deseos de cambiar su ambiente y el vínculo que estos establecen
relacionalmente. Es por ello que lo colectivo emerge como espacio central, desde el punto
19
de vista relacional, en el análisis de las resistencias sociales .
La autonomía nunca es posible en términos absolutos e individuales sino en
términos relacionales y relativos. Entre el sujeto individual y el sujeto social ‘abstracto’
existen espacios de interacción y conformación de subjetividades colectivas capaces de
crear imaginarios y acciones propias.
El interés de esta temática reside en la opción por analizar a nivel social las
acciones de resistencia, suponiendo que la sociedad que se articule en base a la
conformación de sujetos colectivos capaces de promover luchas sociales y acciones
colectivas comunes, será una sociedad con niveles más altos de participación, y por ello
donde existen mayores condiciones para desarrollar procesos de creación y
democratización.
Para Althusser (1993), la ideología dominante logra el proceso de sujeción al
suprimir la pujanza del sujeto y su resistencia, condenándolo así a la reproducción de las
relaciones sociales conformadas en el momento actual que se presentan como
‘atemporales’ y por ello ‘eternas’ e ‘inamovibles’.
Sato (2007) nos habla de un proceso de reproducción ‘sincrónica’ que logra fijar las
relaciones sociales según la ideología dominante. Si observamos este proceso de
dominación a lo largo de la historia, no es porque estas leyes sean ‘verdaderas’, sino por
la propia constitución de estas ‘leyes’ como ideología dominante, es decir como “las
únicas posibles”.
El pensamiento particular (occidental) como única realidad y eternidad posible. ‘La
modernidad’ como imagen dominantemente occidental anticipa que la acción individual
se guiará por la razón, en un mundo de valores universales fundados en la ciencia y el
derecho. En este proyecto el sujeto es explicado por una razón (no en pocas instancias de
índole instrumental) y su comportamiento se reduce a su rol de consumidor y elector.
Frente a estas fuerzas colonizadoras y dominantes, la emancipación social no
parece tanto poder desarrollarse por procesos individuales de origen psicoanalítico (sin
duda también importantes en procesos de emancipación individual), sino a partir de

regreso del actor’ (1982), y sin embargo se observa en el mismo autor mayor uso del término sujeto
durante el último período. Aunque en la mayoría de los casos se refiere al sujeto individual. “Llamo
como sujeto, al deseo de ser un individuo, de crear una historia personal, de otorgar un sentido al
conjunto de experiencias de la vida individual. Vivir su vida, encontrar en ella una referencia que
aclare los comportamientos particulares más que la pertenencia a una categoría social o una
comunidad de creencias.” (Touraine, 1995)
19
La democracia no es ni la tolerancia pura, ni la afirmación de una ciudadanía separada de
las relaciones sociales desiguales de la sociedad civil. Es la política del sujeto, la búsqueda de la
participación y también nuevas formas de reconocimiento del otro. (Touraine, 1995)
45
Interdisciplinarias

procesos colectivos y luchas sociales capaces de revertir las actuales relaciones de


opresión social.
Es en este espacio donde se conforman las estructuras intermedias que conforman
el ensamblaje de la estructura social. Lo colectivo se conforma así como campo
privilegiado en el análisis de la resistencia frente a las relaciones de dominación. Lo
colectivo, supone individuos capaces de ‘asociarse’ y construir intereses colectivos que los
trasciendan en su racionalidad individual.
Dicha construcción, necesita de un reconocimiento del otro, que además de un
interés racional (corporativo-estratégico) pueda implicar una afectividad hacia “el otro”,
típico de una racionalidad comunicativa particular. Alice Pechriggl (2007) analiza la
capacidad (de)formatriz que la afectividad puede ejercer sobre las relaciones de poder.
Spinoza (1990) propone que además de la reproducción de hábitos y pasividad
frente a las relaciones de dominación que conforman al sujeto a través de fuerzas
heterónomas, existe también la aptitud del cuerpo a ligar sus afecciones y constituirse en
20
resistencia-activa y defender la propia potencia .
En este sentido, es innegable la no ‘casualidad’ en la importancia que ciertos
sujetos colectivos han dado a la palabra ‘resistencia’. “La resistencia” ha sido un emblema
aglutinador dentro de la historia de las acciones colectivas y aparece hoy con insistencia
sobre todo en las organizaciones altermundistas.
Caloz-Tschopp explora la hipótesis de que este resurgimiento se encuentre en
relación con la exigencia de redefinición de un proyecto revolucionario después del siglo
veinte y “los tiempos extremos” según los términos de Eric Hobsbawn (Tosel en Caloz-
Tschopp, 2008).
Retomando dicha temática Casanova (2003) nos plantea que para pensar el
contexto actual, es relevante reconocer como aprendizaje histórico que ahora sabemos
que el socialismo realmente existente no es el socialismo y la democracia realmente
existente no es la democracia. Según el análisis de los totalitarismos de Arendt, Caloz-
Tschopp propone que el totalitarismo contemporáneo, sería el total-liberalismo, que
acompaña el nuevo orden mundial capitalista y la tensión entre la hegemonía de Estados
Unidos y el mundo occidental contra el ‘terrorismo’.
La propuesta de comprenderlo como un tipo de totalitarismo retoma la definición
que defiende la disolución del hacer político entendido como manifestación de la
pluralidad humana al seno de un espacio público asegurando la deliberación activa de
ciudadanos sobre los fines de la vida colectiva. De esta manera, diferenciando su
interpretación de aquellos que retomaron a Arendt para diferenciar los totalitarismos de
las democracias capitalistas, la retoma para estudiar cómo la lógica totalitaria aún

20
Mientras que el habitus sería la memoria fundamental según la cual el tiempo se
constituye (como especialidad durable) y por la cual la vida misma se perpetua como necesidad
repetitiva; el conato es una memoria fundamental de acción por si, en sí y para sí. Sería el proceso
de subjetivación, en el cual y por el cual todo ser se afecta el-mismo en relación a la vez minimal,
esencial y singular resistiendo las fuerzas heterónomas (Bove, 1996).
46
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

persiste en nuestros tiempos bajo nuevas formas neototalitarias y nuevas formas de


superfluidad humana proveniente de un apartheid mundial.
Caloz-Tschopp nos invita a resistir a lo que permite al capitalismo total liberal
devenir hegemónico y hacerse opinión común asentida por sus víctimas. ‘La dominación
capitalista total liberal no es solamente económica y política. Es externa (sociedad) e
interna (sujeto) y se manifiesta al mismo tiempo en la falta de pensamiento crítico (Tosel
en Caloz-Tschopp, 2008).
En esta nueva tensión entre occidente-oriente observamos simplificadamente que:
por un lado, los racionalistas-occidentalistas han afirmado que es la sumisión a las
disciplinas de la razón que haría posible una individuación que repose sobre el control de
las pasiones (sin contemplar la ‘irracionalidad’ existente y resultante en términos
sociales); por otro lado, el pensamiento neocomunitario ha apelado al individuo a resistir
luchando contra todo lo que amenace la propia cultura y tradición.
Frente a esta tensión, reivindicar el lugar del sujeto irreductible a un principio
universalista, sea de la razón o de creación divina-tradicionalista, emerge como una
necesidad. “Necesitamos comprender juntos, trasmitir a muchos, trasmitir con muchos el
rico significado de los conceptos y las palabras de una alternativa actual hecha de muchas
alternativas” (Casanova, 2003).

La resistencia como potencia


La resistencia no se constituye como algo únicamente negativo o recesivo, sino que
otorga objetivos de creación. El pensamiento y las acciones de resistencia, son tomadas
como praxis de lo alternativo. En este sentido, Laurent Bove (1996) propone una relectura
de Spinoza en términos de afirmación y resistencia, con las nociones de: estrategia (vital),
resistencia (política) y auto-organización (simbólica).
La resistencia se posibilita gracias a acciones afirmativas y potencialmente
constitutivas, en la medida que éstas logren establecer nuevas relaciones sociales, en el
orden de la dominación y la explotación (orden capitalista). De allí proviene el carácter
colectivo de dichas acciones, por tratarse de acciones que además de sumar acciones
individuales simbolizan la capacidad de relacionamiento entre personas que pueden
entablar luchas en común (más allá de la existencia obvia de sus diferencias individuales).
Es lo que podríamos diferenciar en por un lado, la capacidad humana de actuar y que
permite la acción individual, y por otro lado, la capacidad de actuar concertadamente, lo
que daría cuenta de las acciones colectivas.
Desde esta mirada, el estudio de las acciones colectivas en una sociedad nos habla
directamente de los procesos de democratización y de las relaciones de
dominación/resistencia que la caracterizan. Desde un enfoque ético la democracia política

47
Interdisciplinarias

no puede reducirse al estudio mecanismos jurídicos, administrativos, delegativos del


21
sistema institucional .
Sintetizando, podríamos decir que las acciones colectivas, serían actividades
puntuales, que albergan las distintas sociedades y que son capaces de delinear un sentido
a la lucha social. Latidos de una sociedad que permiten analizarla en el eje de su plena y
propia conflictividad.
La conflictividad, propia de los procesos de deliberación y confrontación se aborda
como elemento constitutivo de los procesos de democratización, lo que supone que lejos
22
de ser disfuncional, ‘enfermedad’ o ‘residuo’ de la democracia (en el sentido de Hobbes
o el enfoque de comportamiento colectivo) constituye su esencia actualizante.
Dichas oposiciones que se condensan en las luchas sociales y las acciones
colectivas se caracterizan por ser plurales, dinámicas, heterogéneas y condensarse en
diversos ‘opuestos’ (totalitarismo/democracia, derecha/izquierda, intereses
foráneos/nacionales, liberalismo/socialismo, campo/ciudad, crecimiento
económico/desarrollo sustentable, entre otras tantas). Dichos ‘nudos del conflicto’ dan
cuenta de la dinámica social y su desbordamiento en las discusiones, decisiones y
acciones de la vida común de una sociedad y sus ciudadanos frente a los procesos
burocráticos.
En este sentido, la acción colectiva no puede únicamente ser entendida en una
lógica racionalista que las analiza como ‘costos-beneficios’ a nivel individual (frecuente
abordaje de algunos pensadores provenientes de la rational choice). La razón existe no
sólo a nivel individual sino a nivel colectivo a través de las relaciones sociales prácticas
desprendidas de la imaginación colectiva.
Las acciones colectivas, pueden entonces, ser abordadas como resultado y causa
de imaginarios sociales que se desprendan también de lógicas que escapan a
explicaciones basadas en el estudio de la movilización de recursos y la racionalidad. Sin
embargo, las acciones colectivas no por el simple hecho de ser colectivas pueden ser
interpretadas como acciones de carácter emancipatorio. Estas pueden ser de naturaleza

21
Un ejemplo de lo ‘contradictorio’ que este enfoque podría resultar, sería el caso de
Colombia, país que a pesar de haberse constituido formalmente como ‘democrático’, siendo
inclusive uno de los primeros en institucionalizar su asamblea constituyente, alberga hoy uno de los
autoritarismos más feroces de nuestro continente, al igualar y acusar a toda acción colectiva de
origen social o político, ser ‘aliada de la guerrilla’.
La sociedad civil y sus sujetos colectivos articulados en expresiones tan variadas como
comunidades negras, indígenas, desplazados, estudiantes, universitarios críticos, ONGs que trabajan
con la infancia y adolescencia, con mujeres, refugiados, familiares de desaparecidos, periodistas,
entre otros, manifiestan dinámicas propias que no pueden igualarse al conflicto armado. Hacerlo es
tomar parte en el conflicto a través del Estado. Ningún gobierno que muestre estos mecanismos de
criminalización a la lucha social puede definirse de ‘democrático’.
22
Hobbes ubica al sujeto individual racional y funcional a los ideales de ‘soberanía’ como una
estrategia de asujetamiento que garantiza la democracia, mientras que Spinoza combate la idea del
sujeto obediente por reducir la dinámica viva como pujanza del sujeto a un cierto estado de
automatismo ciudadano. En este sentido, sintetiza Bove (1996): “Las revueltas no significan la
disolución del sujeto democrático sino un dinamismo de la estrategia de resistencia-activa del
conato, que contra la dominación y lógica de heteronomía del cuerpo colectivo, se auto-organiza
autónomamente y se expresa el movimiento de resistencia”.

48
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

corporativa y también defensiva (es decir, oponerse a las transformaciones que vienen del
exterior). Inclusive las acciones colectivas afirmativas no garantizan procesos
emancipadores a largo plazo si no se renuevan y profundizan constantemente.
Así, las subjetividades crean la burocracia para ejecutar las decisiones colectivas
(como procesos políticos institucionales que se basan en un poder obedencial), pero
también la dinamizan y la transforman (a través de la protesta como poder instituyente).
De no ser así, luego de la creación de las instituciones los sujetos terminarían
sometiéndose a ellas. Es la constitución misma como sujeto (individual y colectivo), como
sujeto de pensamiento y acción (a su vez individual y colectiva) sobre la que se construye
la actividad ciudadana necesaria para llevar adelante procesos de emancipación social y
democratización profunda. Es la tensión de la que nos habla Castoriadis sobre la continua
recreación sobre los imaginarios instituyentes y los imaginarios instituidos.
La acción impulsada por sujetos colectivos habilita un movimiento social que
contribuye a la formulación de una nueva concepción de democracia práctica. Algunos
autores como Melucci (2000) y Fraser (1990) proponen abordar la tensión específica sobre
23
la esfera pública y la representación política, proponiendo las formas de acción colectiva
no como actos agregativos sino como acciones concretas que escapan a la representación
y dinamizan la democracia.
En ‘El tratado político’ de Spinoza (2002) se defiende la importancia de los procesos
autonómicos, desarrollando la argumentación sobre la base del terreno político y ético
24
que actualiza la singularidad del cuerpo colectivo o la multitudinis potentia .

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suspenso. Traducción, introducción y notas de Pablo Oyarzún. Santiago: Universidad
Arcis y Lom Ediciones.

23
La esfera pública constituye un espacio político alternativo para la directa presentación de
identidades plurales y demandas. El concepto implica la idea de un espacio de interacción cara-a-
cara entre ciudadanos diferenciado del Estado. (Melucci, 2000)
24
¿Es este proyecto político inspirado en la multitudinis potentia el que emerge de los
procesos políticos en Bolivia? Evo Morales se ha referido en numerosas ocasiones al Estado ya no
como estructura de dominación (imaginario impuesto y naturalizado) sino como afirmación de
libertad de los colectivos autónomos, es decir, de sujetos que logran accionar de acuerdo a las
causas propias a través de la Asamblea Constituyente.
Si bien las contradicciones en la realidad se hacen presentes, el imaginario de democracia
que intenta instituirse a través del discurso del MAS explicita en este caso a ‘los pueblos y
comunidades’ como sujetos que deciden sobre sus problemas y sus soluciones constituyendo un
sujeto político-activo, auto-organizado que disputa la voluntad colectiva sobre el propio devenir
social.

49
Interdisciplinarias

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Spinoza (2002). Traité politique. Paris: Librairie Générale Française.

50
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

La reforma del Estado en Uruguay: controversias de arduo


consenso
25
Oscar Mañán

El Estado se tipifica, en su forma más abstracta, como “relación de fuerzas que


produce el pacto de dominio” en una sociedad (Fleury, 2000). En el sentido weberiano, es
una expresión legítima de esa correlación de fuerzas y, por lo tanto, tiene la potestad de
imponérsele al resto de dicha sociedad. Las instituciones que se da una sociedad
concreta, las funciones de las mismas, las normas que ordenan la convivencia entre los
seres humanos (o ciudadanos en el sentido moderno) y el funcionariado (que vela por su
cumplimiento) son los medios en que se objetiviza ese poder de unos sobre otros.
De aquí que el Estado engloba tres dimensiones de la vida social y, cualquier
intento por operar cambios modifica las relaciones Estado-Sociedad. Estas dimensiones
son: la funcional (de la división social del trabajo); la material (que corresponde a la
distribución del excedente social); y, la que hace al poder (y a la dominación y sus formas
de legitimidad) (Oszlak 1997).
En las definiciones contemporáneas y que hacen al contexto teórico de las
Reformas del Estado, se han impuesto dos complementarias. En sentido dominante se
define a las instituciones en cuanto reglas del juego en una sociedad, definición que tiene
carácter formal y es preferida por el conjunto de reformas implementadas en el pasado
reciente. La otra, tiene que ver con la organización de la sociedad, el modo de desarrollo a
que se aspira y con el que se busca encauzar a los distintos actores. Baste un ejemplo, las
llamadas Instituciones de Bretton Woods (especialmente: Fondo Monetario Internacional,
Banco Mundial y Organización Mundial del Comercio) tienen como objetivo dar el marco
organizativo del nuevo orden internacional denominado ‘Globalización’ y que se tipifica
desde el poder como “proceso inevitable”. Esta última versión hace referencia no sólo a
las “reglas” de carácter formal sino a la sustancia material de organizar el sistema
económico, el sistema político y su elaboración filosófica e ideológica. Convergencia
destinada, naturalmente, a la reproducción del conjunto de las relaciones sociales
imperantes en la sociedad actual.
Como reza en la Carta Iberoamericana de la Función Pública (p. 1), aprobada en
Santo Domingo: "el Estado constituye la máxima instancia de articulación de relaciones
sociales". Por lo tanto: "Desde el punto de vista de la gobernabilidad, el progreso
económico y la reducción de la desigualdad social, el papel del Estado en las sociedades
contemporáneas, y en particular en el área iberoamericana, es fundamental para el logro
de niveles crecientes de bienestar colectivo".

25
Doctor en Estudios del Desarrollo. Profesor efectivo e Investigador Agregado de la Facultad
de Ciencias Económicas y Administración, UDELAR. Prof. Efectivo del CERP-Centro, ANEP-CODICEN.
Asesor de COFE. Miembro de la RED de Estudios Críticos del Desarrollo; de la Red de Economistas
de Izquierda del Uruguay (REDIU) y de la Red Internacional de Migración y Desarrollo.
51
Interdisciplinarias

La reforma del Estado fue una de los temas que ocupó buena parte de los
debates de la administración Vázquez y se reedita con Mujica. Sin embargo, no hubo ni
hay consensos para una verdadera Reforma del Estado, entendida en la dimensión del
pacto de dominación (equilibrios de clases dominantes en la sociedad, alianzas sociales
hegemónicas o dominantes); tampoco en la institucional (reformas de instituciones y
funciones de las mismas: administración, regulación, seguridad, distribución, equidad,
justicia, las fronteras entre los ámbitos, públicos, estatal, privado, social, etc.). La reforma
fue pragmática, en aspectos de gestión o de cuestiones normativas que, en el mejor de
los casos, buscaron promover la eficiencia de los espacios de decisión y algunos
elementos de gestión.
La razón de la falta de consensos es sencilla: no hay estrategia. Y, el consenso, es
siempre relativo a una estrategia de desarrollo, paradójicamente depende del pacto de
dominio que la sustenta; es decir, del Estado en su dimensión más profunda. Y, conformar
una estrategia de desarrollo implica, como decía Vuscović, “elegir los amigos” y aguantar
a los enemigos (o por lo menos tener voluntad para aguantarlos). Lo que no significa
“cambiar todo ya”, las reformas son procesos, pero para que empiecen a andar deben
plantearse en la intersección de dos conjuntos, el de los cambios profundos y el de los
viables (Blanco, 1995).
De aquí que el rumbo de cualquier reforma para que se convierta en posible debe
ser firme y depender del proyecto político, “de los amigos” y de la estrategia de desarrollo
que los incluye. Pero nunca, como es la sensación en el caso uruguayo: “de acuerdos que
se logran en el camino”, “de la popularidad de las ideas que se tiren al ruedo” y menos de
acuerdos transitorios y sustentados en “fines electoralistas”. Esto a lo sumo, pudiera
constituir reformas instrumentales de poco impacto y profundidad en las dimensiones
esenciales del Estado.

¿Por qué reformar el Estado? ¿Cuáles son los malestares en o con


el Estado?
Varios son los malestares con y en el Estado desde que éste dejara su papel de
responsable del bienestar social. El pacto de bienestar se caracterizó por mantener
alianzas amplias entre sectores productivos nacionales, los obreros organizados, los
burócratas, clases medias como se les llamó y los sectores populares. Desde los 70
comienza a convertirse en un pacto cada vez más excluyente donde los sectores
exportadores e importadores, un reducido sistema financiero y del capital extranjero,
lideraban la inserción internacional y el control del excedente exportador.
En cuanto a los alcances de una reforma del Estado en un gobierno progresista, si
se atiende a las definiciones programáticas de la fuerza política (Frente Amplio) algunos
cambios se atarían a la dimensión del poder y su gestión concreta, pero sin duda no se
esperaban milagros en la reestructuración de las formas de producción y la apropiación
del excedente. Se sabía, que el aggiornamiento ideológico de la izquierda la alejó un tanto

52
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

de las utopías, el socialismo dejó de ser la estación preferida de llegada para convertirse,
a lo sumo, en una simple legitimación del camino.
El discurso de reforma del Estado, en un contexto de fuerte cuestionamiento al
desarrollo anterior —y cuyas aristas más dolorosas se manifestaron en el 2002—,
significaba una propuesta convocante. Con la crisis de 2002 tocaría fondo un largo
período de estancamiento-práctico en lo económico y el modelo que se tipificara como
neoliberal. Sus rasgos más salientes fueron la gran concentración de los ingresos y la
fuerte exclusión social como se lo caracterizaba habitualmente; en otros países se nombró
como “explotación y despilfarro” significando gran aumento de los gastos improductivos
en la acumulación de capital y niveles descomunales de explotación por los mecanismos
más retrógrados (caída de los salarios y no aumento de la productividad) (para el caso de
México el trabajo compilado por Valenzuela e Isacc, 2000). En el caso uruguayo, tenía la
impronta de “plaza financiera”, varias veces intentada, el primero de los intentos fallidos
fue a fines de los 70 (que encontró su fin hacia el 82 con la crisis de deuda) y una segunda
versión en los 90 tuvo gran esplendor. Ya en los últimos años de los 90, el masivo ingreso
de capitales y el atraso cambiario asociado llevó a la pérdida de competitividad externa;
mientras la falta de controles a los flujos de capital y a los negocios de la banca,
precipitaron al sistema financiero al abismo.
En los países de la región hay Estados literalmente “fallidos” donde ni siquiera se
cumplen funciones básicas como el monopolio legítimo de la violencia física (México,
Colombia, quizás Guatemala en Centro América). Otros que podrían llamarse
“instituyentes”, que buscan conformar un nuevo Estado, en el sentido de un pacto de
dominio diferente sobre nuevas bases y comenzaron desde una reforma constitucional
donde se define el carácter de tal Estado, las funciones básicas en que se empeñan (i.e.
Bolivia, Ecuador, Venezuela). Los progresismos, y alguno que difícilmente se pueda usar
tal palabra como Chile, pero que sólo quieren incluir a sectores sociales dentro del mismo
pacto dominante existente como quizás sea el caso uruguayo (Brasil, Paraguay,
Argentina, Chile con especificaciones, Nicaragua, la interrogante es Perú hoy día pero
todo indica que va hacia aquí) (Mañán, 2011).
El discurso de los gobiernos progresistas uruguayos comenzó con darle “el status
de madre de todas” a la reforma estatal, concentrándose en la reforma de la gestión de
algunas áreas (tributaria, salud, pero sin proponer pactos diferentes; fíjense que la tan
promocionada reforma tributaria no implica un nuevo pacto fiscal y la reforma sanitaria es
de mercado, buscando fortalecer el sistema mutual con el ahorro forzoso de los
trabajadores). Posteriormente se abocaría a la reforma de la administración central, en
este aspecto se criticaba lo anquilosado de las estructuras administrativas y lo pesado de
su funcionamiento; el Estado grande e ineficiente; “mucha grasa y poco músculo” eran las
formas corrientes de tipificarlo.
A diferencia de los discursos liberalizadores que buscaban el achicamiento explícito
del Estado, aquí se buscaría el “fortalecimiento”; no obstante, en la práctica las reformas

53
Interdisciplinarias

propuestas no tuvieron presupuestos y, de hecho, se acercarían a las filosofías anteriores


(a pesar de los discursos). Los gobiernos fueron dignos hijos del trauma cultural uruguayo,
buscaron siempre la refundación de todo lo existente, cambiar todo… para que todo siga
igual… por eso tipifico este proceso como “gatopardismo y desencanto” siguiendo a un
prof. de Cambridge que sostenía que de tanto en tanto las oligarquías latinoamericanas
tomaban nuevos discursos de cambios para en realidad perpetuarse en el poder (Palma,
2004).
Los trabajadores pensaban en una reforma del Estado programática, más profunda,
que cambiara las relaciones Estado-Sociedad, donde se esperaba que los sectores
populares se vieran fortalecidos en el pacto dominante.
 Una diferencia fuerte con los trabajadores es que el gobierno entendía, y
entiende, el problema del estado como un “problema de normas vetustas”, de “códigos
envejecidos”; mientras los trabajadores lo entienden como la falta de aplicación de las
normas existentes.
 No era la rigidez de la carrera administrativa sino que esta no funcionaba,
no hubo por mucho tiempo ingresos, movilidad, concursos, tampoco evaluaciones de
desempeño, ni formación permanente, pero sí manejo arbitrario de las normas, en
Uruguay se llama la cultura de la excepción, etc.
 Se enumeraban una serie de problemas en los que se coincidía incluso con
el gobierno (nada raro en un país de diagnósticos abundantes) pero no se coincidía en las
causas y, por lo tanto, tampoco en las soluciones.
 En el período de gobierno anterior (2005-2009) se logra un acuerdo marco
de negociación colectiva, ámbito que buscaba superar algunos problemas acuciantes, y
tuvo algunos logros: a) la regularización de miles de compañeros que obtuvieron una
estabilidad laboral que, aunque tardía, aseguraría también el cumplimiento de funciones
públicas que estaban en peligro; b) acuerdos básicos en cuanto a los mecanismos de
ingreso, aunque no respecto a los contratos; c) una simplificación salarial y
fortalecimiento del concepto de sueldo al grado sobre el total de los ingresos; y
fundamentalmente, d) la redacción de una ley de negociación colectiva.
 La Ley N° 18.808, aunque con problemas, cierto, que no prevé sanciones
sino se utiliza también, es un ámbito que ahora le posibilita a los trabajadores públicos
denunciar internacionalmente en la OIT su no cumplimiento.
 En la actual administración, las cosas empeoraron para los trabajadores.
1) si bien se criticó la tecnocracia Vazquista, y este fue uno de los puntos en que Mujica
buscaba diferenciarse en la campaña electoral, sin embargo, la toma de decisiones se
basó en informantes calificados de más dudoso compromiso con las causas populares; 2)
no se utilizó la negociación colectiva y se decretó en aspectos claves que son materia de
la ley; y 3) por último y más criticable, se orquestó una campaña de desprestigio en
contra de los trabajadores.

54
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Del debate latinoamericano al uruguayo


La discusión sobre las nuevas fronteras entre lo público y lo privado
¿Por qué nuevas fronteras? Porque el “discurso” neoliberal ya tenía muy mala
prensa… entonces se revisa el discurso claro:
 se asumen “verdades” no probadas, por ejemplo, que el mito de que la
eficiencia es mayor en el ámbito privado, por tanto, lo público como tendencia pierde
espacios;
 el debate está entrampado entre dos visiones negativas del pasado… los
peligros del populismo y/o los problemas del final del modelo ISI y lo que pasó en la etapa
declaradamente neoliberal;
 se rescatan logros de estabilidad, tanto democrática como
macroeconómica de los últimos años, entonces se potencia la forma de hacer política
liberal pero con gastos sociales más extendidos; se rechaza los gastos públicos en la
estructura productiva o en la misma producción y también la regulación económica (hay
excepciones en los diferentes países);
 por lo tanto, se piensa (y las excepciones aquí son menores), en disminuir
los gastos de funcionamiento del Estado para poder gastar en grupos sociales focalizados
que son las consecuencias visibles de la economía liberal de mercado. Es curioso, se
rescatan argumentos y diseños de política propuestos por el Banco Mundial (1991, 1997)
cuando esta institución ya cambió su parecer (De Ferrenti et al. 2003);
 el achicamiento del gasto en funcionamiento lleva a privatizaciones,
tercerizaciones, debates más comunes de lo deseable y, por supuesto, reestructuras,
rediseño del sector público; todo esto se sostiene a menudo en la razón de que bajarían
costos de transacción en las relaciones mercantiles (se debate entonces en la lógica de
los 90’s: instituciones para el mercado);
 el financiamiento del aparato estatal lo cargan sobre sus espaldas los
trabajadores y los consumidores con el argumento instrumental de que los sistemas
impositivos de tales características son más eficientes, sin embargo, los organismos
regionales hoy día critican tales visiones y proponen mayores impuestos directos, a las
rentas netas y al patrimonio (CEPAL, 2008, entre otros);
 la contratación con normas privadas y las condiciones laborales flexibles
generan eficiencia es otro de los mitos recurrentes que rescatan las administraciones
públicas para llevar adelante los recortes presupuestales y los planes de achique de la
economía. Este mito de que la estabilidad laboral genera ineficiencia, largamente criticado
en la bibliografía es hoy parte central de los discursos gobernantes en Uruguay (Uriarte,
2006).
 El debate de las fronteras entre lo público y lo privado, lleva también a dos
temas colaterales:
 el tamaño óptimo del Estado, y,
 las funciones que éste debe cumplir en la economía.

55
Interdisciplinarias

El marco jurídico que busca darle seguridad a los ciudadanos y disminuir la


incertidumbre para la toma de decisiones.
En el debate latinoamericano se cruzan dos miedos: uno a los políticos y muchas de las
normas jurídicas van a encorsetar y a bajar la discrecionalidad de los mismos; y otro, va a
limitar el poder de la burocracia (en esto se está pensando ahora en Uruguay).

El poder de la burocracia, se dice, no permite que las decisiones de


gobierno se ejecuten pronta y eficientemente.
Ramos en la administración pasada planteaba en un documento que después
consensuaron los ministros que se buscaría una “verdadera institución de gobierno” que
debía constituirse con un “grupo de servidores públicos que trasciendan las fronteras
partidarias sirviendo lealmente al gobierno de turno”. Curiosamente, se pone énfasis en la
obsecuencia con los jerarcas de turno y no en la profesionalización de la burocracia en el
sentido de la función pública que desempeñan, muchos ejemplos hay de momentos en
que a pesar de los gobiernos de turno el funcionariado público defiende las funciones.
 Los trabajadores sostienen que no existe mejor garantía que la aplicación
y plena vigencia de las leyes, reglamentos y normas que son los que efectivamente
limitan la discrecionalidad de cualquiera de los poderes;
 sí hay falta de transparencia, sí también discrecionalidad y en algunos
ámbitos hasta colindantes con la ilegalidad (en este aspecto creo que el país está, por
ahora, mejor que buena parte de la región aunque no sea más que “consuelo de tontos”);
 lo anterior colinda con la evaluación de desempeño, cuestión que lleva a
hablar demasiado pero que poco se aborda en los espacios de decisión política que son
los encargados de aplicar las normas administrativas.

Un tema recurrente del debate en la región, y también en Uruguay, es la


profesionalización de la gerencia pública
 Terminar con el clientelismo existente, con la superposición de estructuras
y funciones, mucho se habla sobre tipos de liderazgos que se aspira construir (y aquí
aparecen los valores de mercado como dominantes y la gerencia que se imputa como
eficiente es aquella que sigue las normas privadas…);
 se repiensan las tareas de reclutamiento, selección, formación, promoción
y evaluación del personal directivo;
 es una preocupación la mejorara de los niveles de decisión pública, y la
resolución está a debate.
Errores garrafales, y Uruguay está en esta confusión, de pensar para la gerencia
pública los mismos valores de la gerencia privada; incluso competir con el sector privado
para el reclutamiento de los gerentes exitosos. Esto plantea también al clientelismo, en

56
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Uruguay hay cursos de “posgrado” que son cursos ad hoc para que se pueda entrar a
diferentes oficinas de la administración central (OPP, MTSS, etc.).
Claro, el tema de la contradicción entre la actividad pública y privada a nivel de alta
gerencia es la paga. El sector privado y el público por las mismas supuestas experticias
remuneran diferente. Tanto esto preocupa que la próxima carrera administrativa se
piensa un tramo de la misma para permitir conseguir exponentes cotizados en el mercado
con dotes de gerencia.
Las diferencias en la “gerencia” pública y privada se fundamenta en:
…que el marco de restricciones y de posibilidades en el cual se mueve el sector
público, los condicionantes políticos, la turbulencia institucional, la multiplicidad de
referencias legales, los controles y mecanismos de fiscalización, las demandas
permanentes de sectores de la colectividad y la exposición permanente e insistente ante
la opinión pública, creen marcos de funcionamiento absolutamente diferentes al de la
gerencia privada (Blanco, 1995).

Otros aspectos del debate latinoamericano que no llegan con fuerza a


Uruguay, el tema de la descentralización (bueno llegó a la Universidad y a la
educación)… pero en otros aspectos aún no llega (a mí me da lástima y vergüenza cuando
escucho hablar a nivel municipal sobre el tema de la patente única, en especial al
gobierno de Montevideo).
 Por lo tanto, tampoco se debate aún sobre diferentes niveles de gobierno,
sus institucionalidades y coordinaciones para mejorar la cercanía con los ciudadanos y
permitir mejorar la democracia, y por qué no, la eficiencia.

La reforma negada
Los gobiernos que apuntan a cambiar el Estado, (ya sea en términos de reforma o
de transformación, que dadas las limitaciones señaladas la diferencia se vuelve una
cuestión de especialistas) deben cambiar esa relación de fuerzas en que se asienta el
pacto de dominio. Por lo tanto, modificar alguna de las dimensiones apuntadas: la
material, funcional o de poder.
El pacto de dominio puede modificarse en los sentidos más diversos, incluso sin
modificar necesariamente las estructuras existentes. Para citar rápidamente algunos de
tales sentidos: a) integrando a los ámbitos de decisión a actores antes relegados; b) o
bien desarrollar sectores estratégicos de la economía inexistentes y que refuercen
autonomías (i.e. energética, alimentaria, etc.); c) una redistribución de las cargas y
beneficios del funcionamiento económico (i.e. con una drástica modificación del sistema
tributario, o más radicalmente, una redistribución de los recursos económicos); d) con
políticas públicas, ya sean económicas, sociales, culturales, etc.; e) con la producción de
bienes públicos estratégicos que fortalezcan los poderes de decisión de las masas
desposeídas (salud, educación, alimentación, etc.); f) con una inserción internacional
57
Interdisciplinarias

diferente que fortalezca la soberanía o la integración con los pueblos latinoamericanos y


no que sirva a los efectos únicos de la expansión del capital; g) un conjunto de
instituciones y reglas que beneficien siempre a los más desvalidos; h) una producción de
significados que prioricen la solidaridad, entre muchos otros etcéteras imaginables.
La izquierda ganó las elecciones en 2004 bajo el slogan de promover un “país
productivo” y la atención de la “emergencia social”. Esto podría leerse como una apuesta
a la reestructuración económica donde la modalidad de desarrollo cambiara
sustancialmente, más comprometida con el desarrollo nacional y la inclusión social. Lo
primero, apuntaría a la dimensión material, básicamente podría esperarse un cambio en
la inserción internacional, del modo de intervención del Estado en la economía y el
rescate de soberanía respecto a las multilaterales de crédito y al gran capital
transnacional como financiadores del desarrollo. Lo segundo, iría en el sentido de la
distribución del poder social, comenzando con una mejora en las condiciones de vida de
los sectores populares para fortalecer su participación realmente democrática en las
decisiones nacionales.
Sin duda, para lograr tales objetivos se debería redefinir la intervención del Estado
en la economía y, por supuesto, alentar nuevos y originales instrumentos para tales
efectos. Ello no significa contraponer el Estado con el mercado como se hace
habitualmente, cuando el mercado se potencia no debilita al Estado, sencillamente porque
“el Estado no posee poder propio, sino además [por]que interviene de manera decisiva en
dicha concentración” (Poulantzas, 1998; citado por Emmerich, 2009). El mercado, a
diferencia de lo que los liberales sostienen, no es una “institución natural”, “pre-existente
a la humanidad”, sino que es creada y reglada por el mismo Estado (Chang, 2004, 2005).
Sería un falso dilema contraponer Estado y mercado, plantear el desarrollo de mayor
intervención del Estado como una opción estratégica contra el mercado, sería tan sólo un
sin sentido.
La reforma que intentó el progresismo no fue programática sino instrumental. El
enfrentamiento central con los trabajadores, a pesar de haber logrado instrumentos que
podrían ser útiles, es que estos no se usan como deberían. Lo más rescatable desde lo
formal es, sin duda, la ley de Negociación Colectiva (Nº 18.508), instancia que también es
producto de la lucha de los trabajadores y del impulso del gobierno de volver al viejo
instrumento de los Consejos de Salarios. No obstante, la virginidad que guarda dicha Ley
es asombrosa ya que en los principales temas que la misma define como materia de
negociación colectiva, no pasan por los ámbitos respectivos.
Es instrumental porque buscó mejorar elementos que hacen a la administración, en
el sentido de buen gobierno (gobernanza), pero no se debatió un cambio estructural en el
funcionamiento económico, no buscó integrar a los sectores históricamente excluidos a
las decisiones centrales de la vida democrática (una mejor y más incluyente
gobernabilidad). Esto hubiera significado ampliar el bloque en el poder, cuestión que no se

58
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

abordó ni remotamente, por lo tanto, fue una reforma en sintonía con las tantas de
mercado que desde los 90 se intentaron.
El discurso rimbombante de la Reforma apuntó solamente a una profesionalización
de la gestión de gobierno y a la eficiencia en abstracto sin debatir las metas y funciones
del Estado. Emprendió contra los trabajadores públicos como los responsables de los
problemas del Estado, siguió los caminos de reformas de mercado anteriores buscando
bajar los gastos de funcionamiento y tercerizando funciones.
La reforma del Estado que se necesita fue negada sistemáticamente, léase:
devolver el control nacional del proceso productivo y las decisiones económicas
estratégicas a la sociedad y sus instituciones públicas, regular ganancias extraordinarias
del gran capital, redistribuir los recursos esenciales y democratizar su acceso a los
sectores históricamente excluidos. De allí que tal reforma tuvo los mismos problemas y
oposiciones que las anteriores, por lo tanto, es dable esperar también la misma suerte
que aquellas.

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Interdisciplinarias

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60
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Política, democracia y subjetividad en Norbert Lechner

26
Oscar Pablo Pacheco
Introducción
Nuestro texto pretende sistematizar aportes teóricos y formular algunas
preguntas que nos permitan pensar con cierta rigurosidad los procesos políticos de
América Latina. Nos ubicamos desde la tradición del pensamiento crítico latinoamericano
y, en este sentido, dentro de un proyecto de mayor aliento, proponemos una recepción de
algunas reflexiones realizadas por Norbert Lechner. Nos interesa el vínculo que Lechner
establece entre proceso político y constitución del sujeto. Creemos que esta vinculación
es sumamente fecunda para pensar la construcción de órdenes democráticos posibilitados
por la constitución de sujetos políticos colectivos. Por este motivo trataremos de mostrar
dicha vinculación en el pensamiento de Lechner y de elaborar algunas preguntas con
cierto grado de pertinencia que nos posibiliten un intercambio y discusión sobre estos
temas.
Para Lechner la política es la construcción siempre conflictiva de un orden
deseado. La categoría orden nos permitirá, junto con la de subjetividad, elaborar nuestra
reflexión.

La política o esa conflictiva construcción de un orden deseado


La idea de orden es extraña a un pensar desde la tradición marxista. Más bien
proviene de un pensamiento conservador, y se esgrime como un valor absoluto frente a
la posibilidad del cambio o frente a la anarquía del caos. ¿Qué significados le adjudica
Lechner al orden como concepto clave en su concepción de la política? Para Lechner el
orden no es sinónimo de armonía, ni tampoco un fin programado; el orden se construye
desde el conflicto y la lucha. Desarrollemos esta afirmación.
La concepción de orden armónico y espontáneo proviene de una tradición del
pensamiento que considera que la sociedad está regida por leyes naturales. Estas leyes
son independientes de la voluntad humana. Son presociales. El ser humano debe
conocerlas, a través de un conocimiento objetivo y científico, y adecuarse a ellas. Si el
orden es natural y espontáneo, lo más adecuado es no alterarlo, no provocar distorsiones.
Este discurso es expresado por ejemplo en la economía, en donde se entiende que el
mercado se autorregula. Desde esta perspectiva la política se subordina a la economía y
pasa a ser un asunto de expertos y técnicos. No hay lugar para situar un sujeto político
como fundamento de la voluntad popular. Esta perspectiva articuló los gobiernos
autoritarios civil-militar de los 70’, pero también influyó en las diversas democracias que
se han ensayado desde los 80’.

26
Universidad Católica de Córdoba Argentina

61
Interdisciplinarias

Las dictaduras del Cono Sur se instalaron desde la oposición orden o caos e
instalaron un orden a través del terror y la violencia. Lechner, sin negar esta situación, se
pregunta sobre los sustentos del Estado autoritario más allá de la pura coacción. Nuestro
autor sostiene que existen otros “mecanismos por los cuales se acepta determinada
estructura de dominación”. Estos mecanismos tienen que ver con la transmutación del
poder en orden. O sea que una población mayoritaria puede legitimar una minoría
autoritaria en la medida en que esta última ejerza un poder que construye un orden. Sin
entrar a analizar el planteo de Lechner que toma elementos de la psicología social, nos
interesa señalar la referencia al orden como un valor en sí. Las personas valoran el orden
y lo buscan cuándo éste no está. No se puede vivir en la incertidumbre y en el incerteza
en forma permanente.
El orden tiene un poder de fascinación, tiene un atractivo propio. “Es bueno que
todo esté en orden. El orden es bueno porque es un hecho y como tal suceso es un éxito.
Tiene la virtud del éxito” (Lechner 2006). Lechner sitúa al orden como un valor a atraer a
la subjetividad. Los sujetos buscan el orden. Por tanto la cuestión no es la idea de orden,
sino la crítica a los significados posibles del orden. No se trata de negar la importancia del
orden, sino qué decimos cuando hablamos de orden.
¿Qué registros de la subjetividad se activan cuando hablamos de orden? Lechner
menciona desde cuestiones “metafísicas” hasta la pragmática del poder. El ser y la vida
se expresan desde el orden. El orden se afirma desde el caos y el desorden. El orden
brinda seguridad y la seguridad conjura los miedos. Los miedos generan desorden,
incertidumbre. El orden autoritario destruye el desorden. La seguridad se da en la rutina.
Lo rutinario es la repetición, no necesita de un gasto excesivo de energía. Es fácil de
comunicar. La seguridad se expresa desde la lógica del cálculo, es disciplinaria. Regula,
clasifica, da certezas. El orden es placentero. Ofrece placer desde lo que promete u ofrece
aunque sea a base de sacrificios. El orden se instala desde un ejercicio del poder. El poder
hace la realidad, la ordena. Es la facticidad construida, pero rige como realidad.
Recapitulando, si bien la idea de orden ha sido utilizada para frenar todo cambio o
transformación, a juicio de nuestro autor, no podemos desecharla sino discutir los
significados que porta. Por de pronto distinguir el orden como armonía natural. El orden
no preexiste a la construcción social. El orden se construye.
La tradición materialista presenta el orden como una construcción histórico-social.
“Sólo tal enfoque da cabida a una concepción de la política como práctica social”(Lechner
2006). Para fundamentar su posición Lechner vuelve a recurrir a un argumento del tipo
que podríamos calificarlo de “subjetivo-metafísico”. Toma como punto de arranque la
reflexión de Georges Bataille sobre la discontinuidad-continuidad. Frente a la experiencia
de la radical discontinuidad del sujeto, el saberse distinto del otro y el horizonte
irreversible de la muerte; emergen las pasiones e instintos que buscan la continuidad, el
deseo de fusión. La política está atravesada por el deseo de continuidad y expresa la

62
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

dialéctica de la unidad y de la división. La búsqueda del orden no debe disolver esta


dialéctica, debe mantenerla en tensión.
La discontinuidad tiene que ver con los límites. Ahora bien el concepto de límite
referido al orden político tiene varias aristas. El límite ordena la distribución. La política
tiene que ver con la distribución de la reproducción material de la vida. En este sentido
delimita los accesos a los bienes de consumo. Pero la distribución tiene que ver también
con bienes simbólicos, con las interacciones sociales que se expresan en instituciones,
que a su vez, regula las lógicas del reconocimiento. En este proceso que incluye lo
material, lo simbólico y el denso ámbito de las relaciones se constituyen los sujetos. “La
política es la lucha que busca ordenar los límites que estructuran la vida social” (Lechner
2006).

El orden se construye en el conflicto sin resolverlo


El conflicto es inherente a la construcción del orden político. En dicho proceso se
juega el proceso de constitución del sujeto. Saber quién soy, qué lugar ocupo en la
sociedad, cómo se dirime la reproducción material de mi vida en un contexto social en
donde los bienes y el sentido son siempre escasos; no puede resolverse sin lucha. Para
Lechner esta lucha no significa la guerra pero tampoco es la armonía.
La lucha tiene que ver con la determinación de los significados de la política. De
este modo emerge el vínculo entre la política como lucha por el ordenamiento de las
delimitaciones sociales, que producen las identidades de los sujetos. Nuestro autor
distingue tres parámetros de lucha: la lucha como guerra, el disciplinamiento organizativo
y el mercado. Estas distinciones nos aproximan al tipo de conflicto inherente al orden
democrático.
En toda sociedad de clase existen relaciones sociales conflictivas; éstas se
convierten en guerra cuando “el ser de un sujeto depende de que el otro sujeto no sea”
(Lechner 2006). El otro es definido como el enemigo y debe ser expulsarlo del orden. Lo
diferente atenta contra el orden. El orden se construye con la eliminación del otro. Sólo de
esta manera el orden es posible.
El significado de la política es la guerra. El sector que ejerce el poder, lo ejerce
porque define la situación. A su vez, la guerra como significado de lo político, define las
posiciones de los sujetos. Se define a la oposición. Es la resistencia a la dictadura y su
práctica es derrocarla. La oposición acepta el significado de política como guerra y actúa
en consecuencia.
Subjetivamente esta situación produce el miedo y el terror. Para Lechner el orden
autoritario producido por las dictaduras cívico-militares provocó cambios a la hora de
significar la política y por ende cambió las prácticas políticas. El miedo y el terror a morir,
pero también a la vida desprovista de lazos de continuidad, conformó subjetividades que
se han definido desde esta situación. Pensar las consecuencias del orden autoritario y el

63
Interdisciplinarias

fracaso que condujo a dicho orden, son tareas de un pensamiento social crítico en
América Latina, a lo que Lechner, creemos, ha aportado significativamente.
Ahora bien, el estado de guerra no puede perdurar en el tiempo. El orden
dominante intenta conservar su dominio desde instituciones. Las instituciones producen
un disciplinamiento que intentan disolver todo conflicto. Lechner no niega le necesidad de
mediatizar las interacciones sociales desde las instituciones, lo que afirma es que hay un
significado de la política que surge de acallar todo conflicto, desde el disciplinamiento
organizacional. Siempre han existido organizaciones, de lo que se trata es de la función
que cumplen desde un orden dominante que define el significado de la política.
Al analizar el caso chileno Lechner señala al disciplinamiento como la estrategia
política llevada adelante por la dictadura pinochetista en su período de legitimación
institucional, con fuerte vinculaciones con el orden del mercado, como institución que rige
las formas de reproducción económica.
El disciplinamiento genera una forma de hacer política y produce determinadas
subjetividades. Lechner ofrece algunas pistas para comprender ambas, que sabemos y
ésa es la tesis fundamental de nuestro autor, se dan en un mismo proceso.
El disciplinamiento, a nivel político, reduce la participación de lo sujetos a su
representación social delimitada por las funciones que deben cumplir. Pensando en las
instituciones que el régimen pinochetista había creado (o recreado), Lechner señala la
delimitación de la política a “la solución de problemas (de acuerdo a reglas técnicas)”
(Lechner 2006). Emerge el modelo tecnócrata, con el protagonismo creciente de los
economistas, que desde una racionalidad instrumental ofrece soluciones racionales a un
modelo ya predeterminado al que la sociedad se debe ajustar.
¿Qué sucede en el ámbito de las subjetividades? Lechner afirma “el
disciplinamiento crea una normatividad fáctica que es respetada sin compromiso
afectivo”. Los sujetos no se rebelan pero tampoco adhieren a estas normativas. Saben
que funcionan, consienten sin defenderlas. Los sujetos abandonan el espacio de lo público
y se refugian en el ámbito privado. Lo colectivo se ha vaciado de sentido, ya está
reglamentado los límites y las funciones que cada uno cumple. El disciplinamiento
“apunta a la obediencia y al rendimiento, sin preocuparse de los motivos” (Lechner 2006).
Las subjetividades que se constituyen no sólo cortan con lo público, sino que
conforman una temporalidad reducida al presente. Los lazos con el pasado se disuelven
pero, a su vez, se reduce el futuro. Los deseos y la imaginación se agotan en afirmar un
presente que funciona por sí mismo. El orden “dura día a día, pero no proyecta
continuidad a futuro”. El disciplinamiento produce un orden gris, que intensifica lo
individual, pero sin referencias a lo público. Este doble movimiento, si bien es funcional al
orden disciplinario organizacional, genera un efecto no intencional que socava ese mismo
orden. ¿Pueden vivir los sujetos en un orden que no trasciende la existencia individual?
Lechner sostiene que sin un nosotros colectivo, no hay posibilidad de sostener un orden.

64
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

El orden social involucra necesariamente a las condiciones de su reproducción


material. Lechner remite a la instauración del orden neoliberal, impuesto con mayor
virulencia y grado de penetración en Chile, pero que podemos extenderlo a los países de
la región hasta fines de los 90’ y comienzos del 2000. ¿Qué lugar le asigna a la política el
orden del mercado y qué sucede con las subjetividades políticas?
En lo que se refiere al significado de la política esta se diluye absolutamente en la
economía. Lechner comenta que, incluso semánticamente, el lenguaje político se expresa
desde conceptos económicos: tasa de inflación, tasa de interés, tasa de emisión
monetaria y tasa de desocupación. “Son las leyes del mercado –y no los hombres
asociados– quienes organizan la vida en sociedad. De este modo, la voluntad colectiva es
vaciada de contenido” (Lechner 2006). En la experiencia chilena convive el orden
disciplinario con el orden del mercado, potenciando la consecuente despolitización de la
vida sociedad.
Las subjetividades que se conforman en este orden, remiten a las relaciones con el
mercado. De esta manera emerge la figura del consumidor-propietario. Las relaciones de
reconocimiento, antes mediatizadas por la res pública, son expresadas a través del
mercado. Las aspiraciones de un ordenamiento que propiciaran un bienestar colectivo,
son sustituidas por el ascenso individual. “Las distancias sociales se profundizan, los
límites se rigidizan, sin que un proyecto los articule. El desarrollo de la sociedad
transcurre sin otro rumbo que el que pueda imprimir cada individuo a su existencia
privada. El mercado no puede dar al acontecer social una dirección por referencia a la
cual la vida individual adquiera una significación que trascienda su horizonte cotidiano”
(Lechner 2006).
¿Cómo entender el conflicto en un orden democrático? ¿Qué significados de la
política remite a la democracia? ¿Qué subjetividades emergen en un orden democrático?
¿Qué es un sujeto democrático? Para Lechner el orden democrático no diluye, ni resuelve
definitivamente la conflictividad. La lucha es inherente al orden democrático. Esto
obedece a la radical pluralidad de los sujetos. A su vez no está definido qué es la
democracia, hay una lucha por su definición. Lechner postula que la democracia no es un
sistema ya definido. En todo caso la democracia necesita ser adjetivada por ser un
significante en pugna.
Un rol importante cumple el Estado en el orden democrático. Le compete la
responsabilidad colectiva del desarrollo social. Nuestro autor se ha interesado en la
formulación de una teoría de Estado. En sus primeros textos, desde la teoría marxista de
Estado y del derecho, identificó como una de las posibles causas internas de la Unidad
Popular la carencia de una reflexión sobre el Estado en sus roles y funciones que superara
al Estado de la democracia liberal. En sus últimos textos propiciará la figura del Estado
coordinador, es decir; si bien se afirma la pluralidad de los sujetos, se hace necesario un
principio que oficie de aglutinador, que articule un nosotros. El Estado es la forma
abstracta pero real, que realiza el reconocimiento de los sujetos.

65
Interdisciplinarias

La democracia supone recuperar para la política un rol protagónico. En dicho


proceso político, que para nuestro autor es la construcción conflictiva de un orden, se
constituyen las identidades del sujeto político. “Más que una lucha entre sujetos ya
constituidos es una lucha por las identidades políticas: su delimitación, pero también su
reconocimiento recíproco… La identidad política ya no sería una esencia metafísica ni un
atributo natural, cristaliza la elaboración conflictiva de proyectos colectivos acerca de lo
que es y lo que podría ser el orden” (Lechner 2006).
Lechner afirma que en el joven Marx hay una postulación de la disolución de la
política similar a la disciplinaria organizacional y del mercado. La razón tiene que ver con
que ambas propuestas aspiran a una sociedad autorregulada. Marx piensa en individuos
que se pretenden asociados libres de productores libres sobre el proceso de producción,
en donde no se necesitan mediaciones institucionales, por decir el Estado. Esto tiene que
ver con la concepción de utopía que está a la base de la constitución del orden.

El orden deseado o la utopía


Lechner considera de vital importancia la función que cumple la utopía en la
construcción del orden. Ocurre una suerte de tensión de significantes entre los conceptos
de orden y deseo. Si bien necesitamos el orden, en tanto institucionalización de la vida; lo
posible y lo real no pueden ser comprendidos sin lo imposible y lo utópico. En lo que
respecta a la democracia, Lechner afirma que necesario imaginarse la democracia. Los
sueños y los deseos, junto con los miedos y las incertidumbres son parte constitutiva de
los procesos políticos.
En lo que respecta a cómo comprender la utopía Lechner es deudor de Franz
Hinkelammert (1984) que en la década del 80’ realiza una crítica a la utopía en tanto idea-
límite regulativa que posibilita elaborar criterios sobre la facticidad de los proyectos y
criterios sobre la normatividad de los ordenes sociales.
“Para determinar la realidad, o sea, para ponerle límites, hemos de nombrar lo
imposible. Es lo que hacemos por medio de las utopías. Construimos las utopías como un
referente trascendental, representando a la plenitud, a partir del cual aprehendemos y
otorgamos sentido a la realidad en tanto orden institucionalizado” (Lechner 2006). No
podemos pensar la realidad social sino es desde un afuera. La utopía es ese concepto-
límite, un más allá que como plenitud nos indica lo real, calculable y posible. La utopía es
lo imposible que limita lo posible.
La utopía no es lo factible. Los liberales aciertan en postular lo anterior pero se
equivocan en concluir que es necesario prescindir de toda utopía. Las utopías no son
verificables o falseables empíricamente. La utopía es más un complemento que una
compensación del orden existente. Para pensar lo real es necesario interpretar desde el
imaginario y los sentidos que posibilitan lo utópico.
Lechner identifica dos formas de realismo que, al prescindir de la utopía, terminan
constituyéndose en irreales. El primero tiene que ver con el reemplazo de la imagen de

66
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

plenitud por la plenitud misma. Se proyecta hacia el futuro la posibilidad de la realización


misma de la utopía. El presente sólo tiene valor en tanto me acerca a la meta utópica ya
preestablecida. De esta manera al eliminar lo imposible, todo es posible; lo cual es falaz,
hay que elegir entre alternativas posibles. La segunda Lechner la califica de realismo
conservador ya que identifican lo real con lo instituido. Esto produce una fetichización de
las instituciones. Son la plenitud misma. Luego no hay instancia crítica y legitima
conservar las instituciones.
De esta forma nuestro autor critica cierta versión del marxismo que entiende a la
utopía como un fin programado. De ser así, trae una serie de consecuencias a nivel de la
política (y la constitución de sujetos) y de las instituciones que mediatizan las
interacciones sociales. En lo que respecta a la política, Lechner reitera su disolución en
una racionalidad de cálculo en donde no hay lugar para las decisiones. Esta manera de
pensar la política y la utopía homogeniza a las identidades políticas de los sujetos, no
permitiendo el reconocimiento de la diversidad. En lo que respecta al realismo
conservador, en este caso identificado con el neoliberalismo, trajo consigo no sólo la
absolutización del mercado como institución total sino la imposibilidad de imaginar otro
orden que desplaza al orden de disciplinamiento organizacional.
Lechner, tomando las reflexiones de Hinkelammert sobre utopía algunos elementos
de la Teoría de la Comunicación habermasiana postula la utopía del consenso. El consenso
alude, en primer término a una idea regulativa límite no factible. Su función es crítica
trascendental a las prácticas y a las formas de vida. Esto supone que querer llegar al
consenso siempre supone imponer una razón, una violencia que escode los disensos
posibles.
El consenso no determina una meta a llegar a futuro. El futuro esta abierto y debe
ser decidido colectivamente. Este proceso de decisión supone una subjetivación de los
actores, que todos se constituyan en sujeto en relación recíproca. Lechner agrega que el
consenso, así entendido, representa la utopía de la comunidad. Por último nuestro autor
desvincula la democracia con el consenso, en el sentido que no necesariamente “la
construcción de un orden democrático es un proyecto histórico que puede ser deducido
de la utopía del consenso” (Lechner 2006). El criterio regulativo del consenso nos permite
descartar aquellas posibilidades de orden que no permiten un reconocimiento recíproco.
Fija los límites del disenso, pero no nos indica cuál es el mejor orden. Por ende no legitima
la democracia.

La subjetividad en los procesos de constitución del sujeto político


Hemos planteado una de las tesis fundamentales de Lechner: la constitución de los
sujetos políticos en la construcción conflictiva y deseada del orden. Hasta el momento nos
hemos enfocado en la construcción política. En lo que sigue indagaremos sobre los
meandros de la subjetividad, con sus ambigüedades y ambivalencias. Por razones de
límites formales sólo tomaremos la cuestión de la incertidumbre dejando de lado otras

67
Interdisciplinarias

categorías trabajadas por Lechner, a saber: vida cotidiana, los miedos, cultura política,
nosotros (sujeto colectivo) y memoria

Incertidumbre y orden
Si bien la búsqueda de certezas es parte de la condición humana, los procesos de
secularización, globalización, diferenciación e individualización aumentan nuestras
incertidumbres. Si le sumamos a esto, la pérdida de referencias colectivas, la falta de
certezas se acrecienta.
Lechner afirma que una sociedad es moderna cuando aprende a manejar las
incertidumbres. Para esto identifica dos acciones, por un lado acotar el reino de las
incertidumbres e incrementar nuestra tolerancia a la incertidumbre.
El Estado ha sido históricamente una institución eficaz para asegurar cierto marco
de previsibilidad. Por ende la recuperación del Estado Social podría ser una manera de
acotar la falta de certezas. Los marcos de incerteza se han acrecentado en la medida que
crece la flexibilidad de las convenciones sociales. Otra razón Lechner la ubica en la falta
de lenguaje que expresa las incertidumbres cotidianas. A falta de conceptos que
tematizan la realidad en la vida cotidiana, se termina adaptando al estado de cosas
existentes pues es la conducta masiva.
La tolerancia a la incertidumbre se acrecienta en la medida que se asume al otro
como un socio en la búsqueda de un futuro común. La vinculación intersubjetiva supone
fortalecer el espacio público y, por ende, los códigos comunicativos e interpretativos de la
realidad. Hay una tarea en la búsqueda de significantes comunes que posibiliten la
comunicación. Al constatar una carencia de códigos comunes, se hace dificultosa la
reflexión sobre lo que nos pasa. El espacio público está cooptado por los medios que
esquematizan las interacciones sociales desde sus lógicas.
En un trabajo específico Lechner vincula la demanda de la certidumbre con la
democracia. El orden democrático sólo es posible desde un marco de incertidumbre, pero
esto no invalida la búsqueda, desde la subjetividad, de certezas. En nuestra región (en
forma particular), en la conquista y la colonia, las certezas demandadas por el sujeto
estaban garantizadas por la religión. El proceso de secularización ha confiado esta tarea a
la política. La democracia es un ordenamiento social que no invoca ningún principio
sacralizado, pero tampoco permite descartar la demanda de certeza. Lechner expresa la
cuestión: “El problema del orden democrático pareciera pues consistir en elaborar un
horizonte de certidumbre de carácter laico”.
El problema no es menor pues el orden autoritario y el orden disciplinario
organizacional se legitima a menudo por la capacidad de responder a la demanda de
certezas. Los defensores de estos órdenes le achacan a la democracia su incapacidad
para dar cuenta de la incertidumbre al permitir el conflicto. Esta crítica a la democracia

68
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

27
supone una fundamentación que se asiente en el ámbito político . En la región la
articulación pasa por el Estado nacional. La conformación del Estado nacional tiene un
elemento prepolítico que es la nación. Esto genera una tensión entre elementos culturales
(étnicos, lingüísticos, religiosos) y procedimientos formales que tiene que ver con el
mercado y las instituciones burocráticas. Para Lechner esta tensión y la dificultad de
producir significantes colectivos explican, la emergencia del carisma que se expresa en
28
las democracias presidencialistas . En la región coexisten, como capas geológicas, la
racionalidad formal moderna con la necesidad de depositar la fe en líderes carismáticos
En resumen, la búsqueda de certezas es una demanda de la condición humana. La
secularización ha depositado en la política la realización de dicha demanda. El orden
democrático se afinca en la incertidumbre, pero si no se hace cargo de la demanda puede
legitimar el paso al autoritarismo. Esta situación requiere pensar una teoría de la
democracia en América Latina.

Referencias bibliográficas
Hinkelammert, Franz. 1984. Crítica de la razón utópica. DEI, Costa Rica.
Lechner, Norbert (2006) Obras escogidas. Tomo 1. Santiago de Chile: LOM

27
Lechner considera las fundamentaciones de Marx y de Tocquevile. Ambas son descartadas
por nuestro autor porque la demanda de incertidumbre se resuelve desde una lógica social; ya sea
económica (Marx) o cultural (Toqueville) sin llegar al ámbito político. Para Lechner en América
Latina la institución de lo social pasa por la política.
28
En este punto nuestro autor se apresura en afirmar que no se refiere al caudillismo
tradicional. Interesante punto para debatir.

69
Interdisciplinarias

70
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Pensamiento crítico, sujetos colectivos y


democracia en América Latina

Segunda sesión

La sustancia colonial del ser y del saber


29
Anabel Rieiro

Dominación colonial y procesos nacionales


Comprender la historicidad de nuestra estructura de dominación colonial nos
permitirá también indagar sobre los espacios de resistencia. ¿Cuáles fueron los espacios
de resistencia durante los procesos de colonización y cuáles son los actuales? Se parte de
una perspectiva dialéctica que analiza la lucha a través de la relación entre los modelos
dominantes y las alternativas, más allá de los distintos ejes que las acciones colectivas
decidan priorizar en cada territorio.
La crisis económico-social y la llegada de gobiernos ‘progresistas’ a la región,
parecerían marcar nuevos horizontes políticos en la región latinoamericana. Sin embargo,
¿cuáles son los procesos de resistencia y emancipación planteados a nivel social?
Abordar esta pregunta señala la necesidad de construir una posición crítica y de
autonomización en el trabajo político y filosófico que recupere la actividad de pensar
ligada al hacer individual y colectivo. Significa retomar la pregunta planteada por
Casanova (2003) acerca de ¿cómo vamos a hacer las ciencias sociales ahora que se ha
declarado la guerra por la “libertad duradera”?
Comprender esta apertura a un futuro que no tiene otro “destino” del que la
humanidad como tal sea capaz de construir, significa entablar un diálogo con las
corrientes estructuralistas que proyectan el futuro a través de las estructuras histórico-
sociales y actuales que nos gobiernan. El desafío entonces, es recorrer el pensamiento
crítico.
En los años sesentas, en América Latina los movimientos sociales y políticos que
construían imaginarios transformadores se constituían como sujetos colectivos en base a
un proyecto ‘latinoamericano y antiimperial’. Las acciones colectivas se caracterizan en

29
Se presentan algunas reflexiones presentadas en el artículo “El sujeto: entre relaciones de
dominación y resistencia“. Departamento de Sociología, FCS, Udelar, resultado de una estadía de
investigación en el Departamento de Sociología de la UQAM -Université du Québec Au Montrèal,
Canadá.
71
Interdisciplinarias

este período por desarrollar estrategias que utilizan la violencia física entre sus
repertorios de acción.
Al analizar esta característica es necesario contextualizar y recordar que en aquel
momento la acción colectiva en la esfera pública era censurada, aún se encontraban
fuerzas inspiradoras en un mundo bi-polar y la inspiración de una isla que se enfrentaba al
imperio apostando a un proyecto de liberación Latinoamericano, pero la defensa para el
uso de las armas era los ‘imaginarios colectivos’, no encontraban garantías
institucionales-políticas para ejercer su libertad de acción.
El triste episodio que ensangrentó al continente bajo la instauración de dictaduras
militares no permite, al menos, tratar de injustificados los miedos sobre el uso que el
Estado podía alcanzar a través de algunos grupos políticos.
La violencia no debería ser comprendida buscando ‘culpables’ o aquellos que
‘comenzaron’ el conflicto; sino asumiendo que el conflicto armado fue conformándose y
agravándose de manera relacional. Lo central es entender cómo el deber y la función del
Estado de mediar entre los conflictos políticos-ciudadanos garantizando libertades
mínimas fueron desarticulados bajo la acción violenta de un grupo político que a través de
las fuerzas armadas dieron fin a una lucha ideológica sobre proyectos políticos nacionales
y regionales diferentes.
Se instaura así el pensamiento unilateral desde sectores políticos que no en pocos
casos recibieron ‘colaboración internacional’ sobre todo de Estados Unidos. Es innegable
que en el último siglo de nuestra historia global las fuerzas coloniales e imperiales
respecto a América Latina han cambiado de matriz ante el desarrollo de fuerzas
hegemónicas e imperiales propiamente “Americanas” que reconfiguran el espacio político
a través de relaciones de opresión ‘Norte’-‘Sur’.
Estas luchas comienzan desde el mundo occidental Europeo, encontrando grandes
diferencias y discusiones entre el mundo anglófono y el mundo ‘latino’. Las disputas
también se encontraban entre Portugal, España, Francia, etc., que se disputaban las
fronteras del ‘nuevo mundo’. Innegable pretender que dichas fuerzas occidentales no
ejercieron –y aún ejercen– una colonización material, social y político-cultural.
En el propio territorio latinoamericano la colonización capitalista e imperialista
caracterizó relaciones sociales específicas que conformaron elites locales dominantes y
grupos que resistían a dichas organizaciones.
Estas ‘resistencias’, tomaron características particulares en cada historia territorial,
como nos dice Casanova (2003:43), no supieron del capitalismo por Marx, sino por el
propio capitalismo. Se enfrentaron a los integrantes organizados de las clases
dominantes, los vieron actuar en asociaciones económicas, en articulaciones políticas, en
alianzas terroristas. Los vieron frenar las demandas ciudadanas, laborales, de pobladores
urbanos y rurales, de etnias, de pueblos enteros. Los vieron desestructurar, perseguir,
cooptar, corromper, diezmar y hasta eliminar a organizaciones alternativas, a líderes y
bases de apoyo con vidas y pertenencias”.

72
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

La historia mundial llega a la segunda parte de la centena, habiendo tenido dos


guerras mundiales, la posterior caída del bloque socialista y la imposición de dictaduras
en la región Latinoamericana. La tensión con el mundo anglosajón norteamericano
encuentra una colonización interna y recomposición de las fuerzas a nivel mundial que
cambian las características de las fuerzas hegemónicas, configurando nuevas relaciones
de poder internacional.
América Latina sufre de nuevos procesos de colonización caracterizados por la
presencia de Estados Unidos y el derrame de un modelo liberal que en la transición
‘democrática’ aplica medidas de origen neo-liberal. El consenso de Washington es un hito
en esa etapa de consolidación colonial.
El uso de la violencia tomó en los años setentas dimensiones físicas con la
instauración de dictaduras nacionales, instaurando un nuevo orden de dominación
autoritaria, que aún durante la ‘democracia formal’ no se ha podido revertir.
Agamben (2004, 2006) aparece como un autor clave para comprender cómo la
inclusión de la vida biológica y la nuda vida dentro de los mecanismos del Estado, más
allá de los estados de excepción que han llevado a la muerte organizada bajo los
regímenes totalitarios, encuentra la esencia misma de las formas de dominación en las
democracias-parlamentarias.
30
La tesis sobre ‘la excepción hecha norma’ propuesta por Benjamin se constató en
nuestra región durante las ‘décadas perdidas’ que siguieron a las dictaduras, encontrando
la continuidad de proyectos impuestos desde algunas elites locales y foráneas,
consolidándose a través de la implantación de ‘recetas políticas’ de carácter neoliberal
con fuerte incidencia desde la banca internacional.
Dejando atrás las dictaduras y la descomposición que estos procesos significaron
dentro del tejido social y sus sujetos sociales, los imaginarios colectivos alternativos al
pensamiento dominante se hicieron añicos como un espejo quebrado en mil partes. La
salida a la ‘democracia’ se dio cuando los grupos dominantes encontraron un contexto
que les garantizara ostentar del poder a través de una democracia ‘delegativa’.
La acción de exterminio encuentra mediante la instauración del pensamiento
colonial e imperialista garantías para perpetuarse sin que la utilización de la violencia
física sea necesaria. Los teóricos críticos supieron advertir la gravedad y las
consecuencias a escala humana que suponía la dominación cultural y la instauración del
pensamiento único -basado en el consumo-. Quizás una de las mejores expresiones sean
las sintetizadas por los teóricos de la escuela de Frankfurt, críticos de razón instrumental
tan arraigada a la propia cultura occidental.
Mientras que se imponía como doctrina teórica-filosófica la ‘muerte del sujeto’ a
través de las prácticas del terrorismo silenciando y eliminando el horizonte emergente
revolucionario de los 60s, se desmantelan los espacios de producción de pensamiento

30
“La tradición de los oprimidos nos enseña que el ‘estado de excepción’ en que vivimos es
la regla” (Benjamin, [1940] 1999)
73
Interdisciplinarias

crítico en un momento donde la ‘ultracrítica posmoderna’ emerge [sobre todo en los


centros coloniales] (Acosta, 2009).
En este período la violencia toma una dimensión cultural novedosa en la historia de
nuestra región. Las tecnologías sociales de ostentosidad y consumo, acompañadas de una
cada vez mayor polarización, exclusión y fragmentación social, hacen que la demografía
socio-política haya cambiado radicalmente en América Latina durante los últimos años,
31
caracterizada por el damné .
Las tendencias al individualismo y actitudes de apatía a lo político se explican tanto
por el capitalismo, la exclusión y el consumo como por el mal uso que se le ha dado
históricamente a la política. El entramado donde las relaciones sociales y el poder se
estructuran hoy ante una sociedad extremadamente fragmentada. Esta fragmentación es
una de las claves de las que depende prioritariamente la creación de lo que entendemos
como “posible” en una situación determinada.
Sin embargo, el nuevo patrón de dominación no se da sin resistencias. Una nueva
configuración ‘altermundista’ se comienza a configurar en esta época, siendo los Foros
Sociales Mundiales un ejemplo de nuevas articulaciones entre heterogéneos sujetos
colectivos. La afirmación de que “otro mundo es posible” que ha albergado las distintas
expresiones sociales incita a una posibilidad de cambio, de resistencia y de alternativa.

Procesos de colonización/descolonización: nuevas paradojas del


‘desarrollo’
La colonialidad se refiere al proceso de emergencia en la conquista por parte de
Europa a las Américas. “Fue en el contexto de esta masiva empresa colonial, la más
ambiciosa en la historia de la humanidad, que el capitalismo, una relación económica y
social ya existente, se conjugó con formas de dominación y subordinación, que fueron
centrales para mantener y justificar el control sobre sujetos colonizados en las Américas
(Maldonado Torres, 2007). La colonialidad se refiere así, en primer lugar, a los dos ejes del
poder que comenzaron a operar y a definir la matriz espacio-temporal de lo que fue
llamado América y da cuenta de cierta territorialidad de la lucha social y la configuración
de relaciones de dominación/explotación a nivel mundial.

31
El damné es el sujeto que emerge en el mundo, marcado por la colonialidad del ser. El
damné, tal y como Fanon lo hizo claro, no tiene resistencia ontológica frente a los ojos del grupo
dominador. El damné es, paradójicamente, invisible y en exceso visible al mismo tiempo. Este existe
en la modalidad de no-estar-ahí; lo que apunta a la cercanía de la muerte o a su compañía. El
damné es un sujeto concreto, pero es también un concepto trascendental. Émile Benveniste ha
mostrado que el término damné está relacionado, etimológicamente, con el concepto donner, que
significa “dar”. El damné es, literalmente, el sujeto que no puede dar porque lo que ella o él tiene ha
sido tomado de ella o él. Es decir, damné se refiere a la subjetividad, en tanto fundamentalmente se
caracteriza por el dar, pero se encuentra en condiciones en las cuales no puede dar nada, pues lo
que tiene le ha sido tomado (Maldonado-Torres, 2007).

74
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

32
En este sentido, la decolonialidad sería el proceso contrario al de colonialidad y
parte de los distintos imaginarios conflictivos capaces que conformar fuerzas de
resistencia anti-hegemónicas y anti-eurocéntricas llevadas a cabo a través de las acciones
de los distintos sujetos. Para Grosfogel (2006) el concepto ‘decolonialidad’ resulta útil
para trascender la suposición de ciertos discursos académicos y políticos, según la cual,
con el fin de las administraciones coloniales y la formación de los Estados-nación en la
periferia, vivimos ahora en un mundo descolonizado y poscolonial.
Se parte del supuesto de que la división internacional del trabajo entre centros y
periferias, así como la jerarquización étnico-racial de las poblaciones, formada durante
varios siglos de expansión colonial europea, no se transformó significativamente con el fin
del colonialismo y la formación de los Estados-nación en la periferia. “Asistimos, más bien,
a una transición del colonialismo moderno a la colonialidad global, proceso que
ciertamente ha transformado las formas de dominación desplegadas por la modernidad,
33
pero no la estructura de las relaciones centro-periferia a escala mundial” (Grosfogel,
2007).
34
A nivel cultural, se trata de superar el eurocentrismo heredado que permita
reorientar nuestro pensamiento y accionar sobre otras bases sociales. Fals Borda y Mora-
Osejo partiendo de que los marcos de referencia científicos son obras humanas inspiradas
y fundamentadas en contextos geográficos, nos hablan de la necesidad de trabajar la
autoestima y creatividad de la ciencia propia (no-eurocéntrica), ante la desorientación que
experimentan las universidades y centros educativos y culturales, herederas de relaciones
35
culturales de opresión .
El problema para que estos centros logren estudiar y analizar las causas de lo que
viene ocurriendo en nuestras sociedades y territorios sería que estos transfieren

32
Para Quijano “La colonialidad es uno de los elementos constitutivos y específicos del
patrón mundial de poder capitalista. Se funda en la imposición de una clasificación racial/étnica de
la población del mundo como piedra angular de dicho patrón de poder, y opera en cada uno de los
planos, ámbitos y dimensiones, materiales y subjetivas, de la existencia cotidiana y a escala social”
(Quijano en Grosfogel, 2007).
33
Si bien se cree que la polarización ‘centro-periferia’ es útil para pensar las relaciones de
opresión a nivel global, se plantea la contradicción de “concederle” a occidente el espacio de
‘Centro’, imagen ombliguista derivada de un pensamiento occidental asimilado. Sin embargo, dichas
categorías también permiten plantear una ‘exterioridad’ posible que habilita el pensamiento sobre
una autonomización económico-cultural desde los bordes. Por otro lado, el termino ‘tercer-mundo’
también limita nuestro imaginario “otro”, ya que como nos dice Escobar (2004) la noción de tercer
mundo está asociada a formaciones sociales que han ocupado el primer lugar.
34
Quijano nos aclara que el eurocentrismo no es la perspectiva cognitiva de los europeos
exclusivamente, o sólo de los dominantes del capitalismo mundial, sino del conjunto de los
educados bajo su hegemonía. “Se trata de la perspectiva cognitiva producida en el largo tiempo
del conjunto del mundo eurocentrado del capitalismo colonial/moderno, y que naturaliza la
experiencia de las gentes en este patrón de poder. Esto es, la hace percibir como natural, en
consecuencia, como dada, no susceptible de ser cuestionada (Quijano en Grosfogel, 2007).
35
“Tan elevado aprecio por el conocimiento originado en Europa, de frente a las realidades
naturales, culturales y sociales, de ese continente, impide percibir las consecuencias negativas que
ello implica cuando se transfieren y se intenta utilizarlos para explicar realidades tan diferentes”
(Fals Borda, 2002)

75
Interdisciplinarias

conocimientos obtenidos de frente a realidades correspondientes a latitudes diferentes a


las nuestras (Fals Borda y Mora-Osejo, 2003). Los mismos autores explican cómo con el
transcurso del tiempo tales procesos de transferencia generaron patrones mundiales para
la comparación del nivel de desarrollo alcanzado por los países respecto a los países
“desarrollados”.
La linealidad implícita de los “modelos de desarrollo”, desconoce el marco histórico
relacional donde fueron consolidándose entre distintos territorios relaciones de
dominación, a través de procesos complejos, heterogéneos, irregulares, multilineales y
fractales de cada sociedad.
Al definir como ‘moderno’ una situación y proceso social específico, se construye
una temporalidad ‘liderada’ por ciertos países, como si su historia fuera la historia
universal y sus etapas procesuales las únicas posibles. En este sentido, es a través de la
implantación de una temporalidad definida como lineal y donde ciertos países se
encuentran en el status de “más avanzados” que otros que también se expande la
geocultura hegemónica.
Es la colonialidad del sujeto (individual y colectivo) la fuerza heterónoma que
encarna el sentido normalizado sobre la ‘modernidad’ y la ‘globalización’. “La
modernidad” se construye desde el occidente como si fuera un proceso global, sin tomar
en cuenta la colonialidad del poder (Quijano, 1998) y la diferencia cultural (Mignolo, 1999,
36
2000). De esta manera “sólo concibe el sistema-mundo desde su propio imaginario ,
pero no desde el imaginario conflictivo que surge con y desde la diferencia colonial”
(Mignolo, 2000).
Así, emerge el concepto de geocultura (Wallerstein 1991) con el que se hace
referencia a la estructura cultural del sistema-mundo, dando cuenta de la imagen
ideológica-hegemónica expandida por las clases dominantes a partir de la Revolución
Francesa. Imaginario del mundo moderno definido como universal a través de los
particulares países europeos en ascenso (Inglaterra, Alemania, Francia, etc.).
Para Grosfogel, la ‘geocultura’ tendría que ser entendida no como un ámbito
superestructural, sino como un ámbito constitutivo de la acumulación de capital a escala
mundial desde el siglo XVI y que forman una ‘heterarquía’, es decir, la articulación
enredada (en red) de múltiples regímenes de poder (Grosfogel, 2007).
¿Tiene sentido conceptualizar el contexto actual como ‘colonial’ ante una supuesta
globalización creciente?
En la perspectiva de Quijano (2003) lo que se globaliza es el patrón de poder
mundial que comenzó con la constitución de América y Europa desde 1492, proceso de
dominación colonial caracterizado por: 1. la clasificación social básica y universal de la
población mundial según la idea de ‘raza’, a través de las que se estructuran las
relaciones capital-trabajo 2. la formación de una estructura de control del trabajo,

36
Mignolo toma de Edouard Glissant (1996) el concepto de “imaginario” como construcción
simbólica mediante la cual una comunidad (racial, nacional, imperial, sexual, etc.) se define a sí
misma.
76
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

recursos y productos que conforma un nuevo patrón de explotación, 3. el eurocentrismo


como la perspectiva dominante de intersubjetividad y crecimiento que impone una única
economía, una única política, una única sociedad y una única cultura.
Es por ello que millones de hombres y mujeres de los que adhieren en el mundo a
los ideales democráticos tienen el sentimiento que Occidente instrumentaliza, por
momentos, los valores realmente universales para imponer su sistema y su esfera de
influencia (Pastor, 2003)
En este sentido, si tomamos el hecho de ‘la globalización’ como un proceso ya dado
y natural, se acepta el patrón colonizador de poder, impidiendo pensar una ‘globalización
otra’ que incluya temporalidades, economías, sociedades y culturas en su plena
heterogeneidad.
Reconocer esta diversidad implica reconstruir relaciones de reciprocidad
enfrentando las relaciones sociales mercantiles de las que se ha servido la dominación
colonial.
Pensar la ‘decolonialidad’ en este sentido, implica reconocer el patrón de
dominación que sin duda ‘opera’ en nuestra realidad, pero también reconocer las
resistencias, las fisuras, las distintas temporalidades que no tienen que desembocar
precisamente en “El destino” único y mítico propuesto por las sociedades ‘desarrolladas’,
sino que pueden encontrar un otro desarrollo, definido por procesos, objetivos,
imaginarios y temporalidades propias.
En este sentido la ideología occidentalista, presentada como realidad universal,
encuentra fisuras en realidades como la Latinoamericana donde los anuncios de ‘libertad’,
‘equidad’ y el resto de ‘beneficios’ que resultaría al aplicar políticas de carácter liberal-
37
racional , se oponen a una realidad y experiencia cotidiana donde se experimentan las
fuerzas de opresión y polarización.
38
Es desde este ‘síntoma social’ desde donde se subvierte la noción universal,
quedando en desnudo una matriz ideológica donde la libertad discursiva no logra
efectivizarse.
Dussel (2001) propone hablar de “trans-modernidad”, al mencionar la potencialidad
no-incluida en el proyecto de modernidad-occidental de donde surge la ‘exterioridad’
alternativa y anti-hegemónica que la trasciende. Para el autor la "centralidad" de Europa
se reduce a poco más de dos siglos y permite suponer la emergencia de lo no-subsumido
como fuerza pujante a ser redescubierta, no como un milagro anti-histórico, sino como el
resurgimiento de una potencialidad de muchas culturas silenciadas y ocultadas por el
“brillo” occidental.

37
En la matriz liberal, “el sujeto se vuelca a la libertad interior abstracta y, por esa misma
razón, la externalidad afirma su derecho en la forma del poder estatal del imperio, experimentado
por el Sujeto como un poder externo en el cual él ya no reconoce su propia sustancia ética” (Zizek,
2001).
38
El síntoma social sería una fisura, asimetría que Marx inventó (según Lacan)
desmintiendo el universalismo de los 'derechos y deberes' burgueses (Zizek, 2003).

77
Interdisciplinarias

De esta manera la transmodernidad desplazaría el proyecto moderno a partir de la


multiplicidad de proyectos decolonizadores provenientes de los sujetos ‘otros’ (es decir
no-occidentales).
Dentro de la heterogeneidad existente se necesita pensar procesos de
democratización global, donde el interés social material de la sociedad acompañe las
aspiraciones éticas-estéticas. “La libertad de creación no consiste en ocupar una situación
de libertad abstracta total en relación a los medios y formas (libertad imaginaria y
fantasmagórica), sino que consiste en dominar los medios efectivamente disponibles por
hacerlos servir a su propia intención” (Castoriadis, 2009).
En este sentido, la acción y la imaginación lejos de ser opuestos encuentran un
vínculo indisoluble. Pensar la historia como creación significa para Castoriadis que ella se
constituye de hechos, apoyados sobre imaginarios.
De la capacidad de crear imaginarios radicales capaces de instaurar un nuevo
sistema de axiomas que rompan con la linealidad evolucionista, colonial, natural y única,
también depende la acción social.

Referencias bibliográficas
Acosta, Yamandú (2010). “Pensamiento crítico, sujeto y democracia en América Latina”.
Documento de trabajo. En prensa.
Agamben, Giorgio (2004). Homo Sacer II. Estado de excepción. Buenos Aires: Pre-textos.
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79
Interdisciplinarias

80
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

(De)Construcción del presente de cara a una alternativa


integradora

1 2 3 4 39
Anahit Aharonian , Carlos Céspedes , Claudia Piccini , Gustavo Piñeiro

Uno de los principales debates en la agenda mundial es el cambio climático. Sin


embargo, en países de economía periférica como los nuestros, las agendas deberían
centrarse en el cambio global. Este no es más -ni menos- que el cambio de uso de la
tierra: un cambio drástico en la relación de la sociedad humana y los recursos, como
resultado de la imposición de modelos productivos globalizados y expoliadores, que no
sólo agudizan la crisis climática, sino que profundizan la marginalidad de millones de
personas. Agudizan la crisis climática, porque han intensificado el cambio de uso de la
tierra y con ello han ocasionado la pérdida de materia orgánica del suelo, tornándose así
en activas fuentes -y no sumideros- de dióxido de carbono, entre otros efectos. Dichos
cambios profundizan además la marginalidad al desplazar a nuestras poblaciones rurales
hacia las periferias de las grandes ciudades, perdiéndose, así la identidad cultural.
En otros términos, el debate del “cambio climático” ha sido ingeniosamente
“democratizado” por los países ricos, y colocado como tema prioritario en nuestras
agendas políticas, cuando en realidad muy otro es el objetivo detrás. Esto ha quedado
muy claro en su posicionamiento con lo acordado en el Protocolo de Kioto como, por
ejemplo, reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Una vez más, sus
grandes crisis se convierten en un gran negocio y una vez más el Sur incrementa su
pasivo ambiental como consecuencia de las externalidades de sus nuevas “inversiones”:
agrocombustibles, forestación para “sumideros” de carbono y pulpa de celulosa,
transgénicos, minería a cielo abierto, entre otras tantas. De modo que cualquier discusión
en este marco, debería comenzar por analizar el alcance de las consecuencias e impactos
de estos cambios. Cambios ciertos y medibles; no inciertos y especulativos como el
climático. Un Cambio Global impuesto por modelos productivos de gran escala,
concentradores, de escaso o nulo valor agregado, que uniformizan nuestra enorme
diversidad biológica y cultural. Modelos (im)productivos, impuestos en nombre de un
desarrollo paradigmático, que desconoce los ciclos y finitud de la naturaleza y que
posiciona al ser humano como externo a la misma y no formando parte de ella. Esta
degradación irracional de nuestros ecosistemas, en aras de un desarrollo económico tan
incierto como asimétrico, es hipotecar el futuro de quienes hoy no pueden aún decidir.
Vanagloriarnos del crecimiento del PIB, sin medir sus costos ambientales, es nuestra
mayor y más terrible contradicción. Vanagloriarnos de contribuir al cambio climático,
abriéndonos ligeros a toda inversión de capital extranjero, es aplaudirnos por dar un giro

39 1 2 3 4
Ingeniera Agrónoma, Dr. (PhD) Ciencias Agrarias, Dra. (PhD) Biología, MSc Ciencias
Ambientales, todos miembros de la Comisión Multisectorial-Uruguay, covitradi@adinet.com.uy

81
Interdisciplinarias

de 360º. Pues no es otra cosa que hacer crecer nuestro PIB, a costa de una mayor emisión
de gases de efecto invernadero, mayores costos en la lucha contra una marginalidad
exponencialmente creciente.
Vivimos en una América geopolíticamente estratégica, la del Sur y la Caribeña, la
que abarca todos los climas y reúne la mayor expresión de riqueza y diversidad genética y
geológica: las cuencas del Orinoco, de la Amazonia, del Río de la Plata, los Andes y la
Antártida. Esto la erige como el principal objetivo de un Norte que ha derrochado y
esquilmado sus recursos naturales, construyendo una sociedad sustentada en el sobre-
consumo de bienes y servicios, tan fútiles como efímeros.
El corporativismo de las empresas transnacionales ha relegado a nuestros
gobiernos a un papel de mediador del gran mercado de la oferta-demanda. Esto
precisamente los ha llevado a desatender su control sobre el patrimonio natural y
desconocer el pasivo ambiental que traen aparejado consigo los nuevos emprendimientos.
Sus impactos no son incluidos en el balance costo-beneficio, dado que el mercado no les
tiene asignado un valor económico a estas externalidades.
De modo que si exigiéramos a esos inversores que incluyeran en su contabilidad el
pasivo ambiental generado por su actividad productiva –en términos de rentabilidad
económica– seguramente desistirían de reubicarse en nuestros países. Recordemos que la
Naturaleza no es un “recurso”, es la Economía la que le adjudica el estatus de “recurso”,
al transferir cualquiera de sus componentes (agua, suelo, genes, especies, y otros) al
mercado de la oferta-demanda.
La globalización de los mercados implica un intenso flujo de mercancías, para el que
se necesita de una red física de transporte con un sistema multimodal, lo que
necesariamente impone un cambio radical en la articulación de los transportes entre sí.
Para ello se han estandarizado los contenedores de manera de poder ser transportados
de un tren a un barco, a un camión o a un avión.
En tal sentido, cabe observar que la Iniciativa de la Infraestructura Regional Sud
Americana (IIRSA) emerge como una estrategia que busca asegurar la fluidez en las
interconexiones de distintas regiones con recursos naturales de alto valor de intercambio
(energía, minerales, productos agrícolas, etcétera). Con esta Iniciativa no sólo se agilizan
las salidas de materia prima sin valor agregado (commodities), sino que también se abre
una entrada de rápido acceso a nuevas transnacionales que se mantenían al margen de la
región. Tanto la IIRSA como otras iniciativas que apuntan a atraer inversores a la región,
son sustentadas con el argumento de derribar barreras socioeconómicas en pos de una
integración comercial de escala. Sin embargo, como mencionáramos, este razonamiento
no incluye el pasivo ambiental que han de generar, así como tampoco quién ha de pagar
finalmente los costos de las infraestructuras faraónicas que tales iniciativas exigen.
Además de estas consideraciones, entendemos que la IIRSA va mucho más allá,
1
Rodríguez y Alvarenque plantean: “Creemos que IIRSA es (…) una verdadera estrategia
política para controlar trayectos, delimitar recorridos y administrar la circulación de la

82
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

palabra. En tanto estrategia de control territorial, su finalidad última no es la invasión o el


control directo, sino más bien el establecimiento de modulaciones sobre las relaciones de
los hombres entre sí y de éstos con la naturaleza…..”
Urge, entonces, llamarnos a la reflexión, ya que observamos que cuando se habla
de cambiar el sistema capitalista por un sistema de justicia social (llámese socialismo o
como se quiera) alarma la constatación de que el modelo productivo no se pone en el
centro de la discusión, se produce una suerte de reproducción del pensamiento único
cuando de esto se trata. Cualquiera sea el camino hacia un mundo mejor, necesariamente
pasa por sacudirnos la inercia que nos hace creer que podremos repartir beneficios
produciendo lo mismo y de la misma forma, sólo con hacerlo más intensivo-extensivo.

Algunos ejemplos que ilustran lo expuesto


Es oportuno comenzar con lo expresado por Paula Virginia Porras (2007) que nos
ayuda a visualizar la problemática como un todo, “la reestructuración productiva mundial
iniciada en la década de los 70 y profundizada hacia los 80, hace necesaria una
reorganización de la apropiación de las materias primas que posibilite a los grandes
capitales internacionales, amparados por sus Estados protectores, mantenerse en la
nueva lucha por la supremacía económica, política, cultural, pero sobre todo tecnológica y
militar del mundo. Hasta finales de los años 80 en la mayoría de los países
latinoamericanos el territorio y los recursos naturales que se encontraban en él eran parte
de los bienes colectivos de la nación, digamos que pertenecían al ámbito de la soberanía
nacional (…). Como esto representa un límite al capital, observamos que la década de los
90 se caracteriza por una modificación generalizada de las leyes mineras de casi todos los
países de América Latina; (…) la posibilidad de vender trozos de los países a empresarios
privados, se realiza mediante los eufemismos “concesión minera” o “permisos” ya sea de
exploración como de explotación minera (…). Después de un par de décadas en las que se
ha observado el fenómeno de privatización de recursos e incentivación a la inversión
privada, observamos que dicha inversión no sólo no deja ninguna derrama monetaria sino
que en casos extremos, como el argentino, hay provincias en las que gracias a las
reformas en materia minera, las autoridades (con dinero del pueblo) tienen que pagar a
las empresas para que exploten los recursos y los saquen a vender al extranjero y otras
en las que la población subsidia a las empresas (...).”

Mercado, bonos de carbono, bolsas de valores… ¿barreras no arancelarias?


Los temas vinculados al cambio climático, el Protocolo de Kioto, los “sumideros de
carbono” y los “bonos verdes” o de “carbono” (C) parecerían ir ganando espacio entre
políticos y comunicadores. El repentino interés despertado por estos temas, es quizás lo
que justifique la parcialidad con que los mismos, por lo general, son tratados.
Con respecto a Uruguay, lo que seguramente desconocen quienes toman decisiones
y muchos tecnócratas es que la Dirección Nacional de Medio Ambiente (DINAMA), a través

83
Interdisciplinarias

de su Unidad de Cambio Climático (UCC) ha sido la intérprete local del Protocolo de Kioto
y por ende, responsable intelectual del “Uruguay, país sumidero”. Condescendiente con
los reclamos internacionales, la UCC elaboró el (denominado) “Balance Nacional de Gases
de Efecto Invernadero 2002” (Proyecto URU/05/G32), que comprende los años 1990,
1994, 1998 y 2002, pero recién fue publicado en noviembre 2006. A lo largo de su
Informe, la UCC provee algunos datos y cifras providenciales (seguramente, Century*
mediante), así como también, ciertas afirmaciones, política y económicamente riesgosas
para el futuro del país. Por ejemplo: “…las emisiones totales nacionales (de gases, entre
1990 y 2002) (…) sufrieron una disminución de casi el 79 por ciento, debido
principalmente a la gran absorción de CO2 por parte de la biomasa leñosa (léase, cultivos
de eucalyptus) y los suelos”. Según la UCC, a partir del segundo balance nacional (1994),
Uruguay deja de ser un país emisor de CO2, para convertirse en “país sumidero”. Este
verdadero “milagro” ocurrido entre los balances de 1990 y 1994, coincide precisamente
con el lanzamiento del Plan Nacional Forestal (1991).
Century y RothC son dos de los modelos más usados para simular la dinámica del
C. Para calibrar cualquiera de estos modelos, se requiere una base de datos, en cantidad
y calidad, poco usual en los países en desarrollo
A lo largo del Informe de la UCC, surgen varios cuestionamientos; pero dos en
particular resumen al resto. El primero es el referido a la “biomasa leñosa”. Como es de
conocimiento público, el Plan Forestal se tradujo finalmente en la promoción de cultivos
de eucaliptos para la producción de pulpa de celulosa. Esto determina que el manejo de la
plantación ronde en los 6-8 años, momento en que es cortada. Es decir, no son
plantaciones de robles o ébano que alcanzan las varias décadas, por lo que el tiempo que
reside el C en esta “biomasa leñosa” de eucalipto, es de muy escasa significación en el
balance global de CO2 atmosférico.
El segundo cuestionamiento es: ¿en qué fuente científica se basó el Balance para
sostener que un suelo de pradera templada captura CO 2 (o C), cuando éste es forestado y
además, con especies exóticas y de rápido crecimiento? Seguramente la respuesta será el
IPCC (por su sigla en inglés: Intergovernmental Panel on Climate Change), el Panel
Intergubernamental para el Cambio Climático. Esta institución, a pesar de que no realiza
investigaciones, es la que establece las pautas de juego, con base en una revisión y
selección parcial de literatura científica.
Para comprender el porqué de este segundo cuestionamiento, quizás ni sea
necesario contar con datos científicos, sino con simple sentido común. Un suelo natural de
pradera es el producto de miles de años de co-evolución entre el clima, la vegetación
herbácea y el material geológico. El equilibrio entre estos tres factores es lo que
finalmente determina la capacidad del suelo de contener C. De modo que es esperable
que al cambiar uno de estos factores, se tenderá un nuevo equilibrio bajo la nueva
cobertura vegetal. Así, cuando la vegetación natural de pradera es reemplazada por un
cultivo de árboles, este equilibrio se pierde y con él parte del C original; pero

84
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

fundamentalmente, se pierden las condiciones que favorecieron por entonces su ingreso y


acumulación en el suelo.
Para sólo tener una idea, la cantidad global de C orgánico del suelo ha sido
estimada en más del doble del C atmosférico y tres veces la cantidad de la reserva biótica
de la materia viviente. O sea que es lo suficientemente grande, como para que una
variación en su reserva -aún ligera- pueda alterar significativamente las concentraciones
de CO2 en la atmósfera. En cambio, los actuales intentos por hacer de los suelos un
“sumidero de C”, corren el riesgo de transformarlos en una “fuente de C”, contribuyendo
aún más al “efecto invernadero”.
3
Investigaciones realizadas en Uruguay , en cultivos de eucaliptos en la zona de
Piedras Coloradas-Algorta -en el límite entre Paysandú y Río Negro- indican que, a pesar
de la pérdida de C nativo acumulado por la pradera, el aporte efectivo de C por estos
cultivos no alcanza a superar la cantidad de C nativo que aún persiste de la antigua
pradera. Esto ha sido posible de determinar mediante la diferencia que existe en el
metabolismo fotosintético de los eucaliptos (especie C 3) y la vegetación de pradera
analizada (especies C4). Así, en el total de CO2 fijado durante la fotosíntesis, eucaliptos y
13
pradera discriminan al isótopo estable ( CO2) en proporciones diferentes. Esto es lo que
permite determinar a ciencia cierta, el verdadero origen del C en el contenido total de
materia orgánica encontrado en un suelo de pradera forestado con eucaliptos.
Detrás del MDL (o Cleaning House), en realidad lo que hay es un cambio en la
concepción del uso de la tierra. De ahora en más, tanto el suelo como la cobertura
vegetal, deben también ser concebidos como “sumideros” de C. Como consecuencia, los
sistemas de producción agrícola han de pasar ahora a integrar parte de un nuevo
mercado: el de ventas de “servicios ambientales”. Es decir que este tipo de producción no
formará parte del sector agrícola, sino del sector servicios, sujeto –entre otros– a las
barreras no arancelarias, uno de los temas centrales que abortó la Ronda de Doha.
¿Cómo es posible promover y sostener un cambio de esta naturaleza? La respuesta
es el mercado, el mercado rentable y creciente de “bonos de C”.
No obstante, algunas dificultades de índole política, jurídica, y aún de carácter
práctico, han demorado la rápida consolidación del mercado de C promovido por el MDL.
Esto constituyó el aliciente principal para que las bolsas de valores de varios países –
incluyendo las de la región (por ejemplo Bolivia y Argentina) – intervinieran activamente
para consolidar por la vía de los hechos este nuevo mercado de grandes inversiones.
Como contraofensiva, las sedes regionales de bancos internacionales establecieron líneas
de créditos especiales para el financiamiento de la compra-venta de bonos de carbono
(por ejemplo, el Banco Santander en Chile, Brasil y México) y también el Banco Mundial,
que ha destinado importantes esfuerzos para el desarrollo del mercado del carbono. Uno
de éstos ha sido la puesta en marcha del Fondo Prototipo del Carbono (PCF, por sus siglas
en inglés) con el fin de demostrar la manera de obtener reducciones eficaces de gases de
efecto invernadero. Otros son el Fondo del Carbono para el Desarrollo Comunitario (FCDC)

85
Interdisciplinarias

y el Fondo del Biocarbono (BioCF) que se promueven en las comunidades pobres de


países en desarrollo para beneficiarse del financiamiento a efectos del supuesto
desarrollo.

Los agro (¿bio?) combustibles avanzan a enorme velocidad…


Durante este último año, el bombardeo publicitario de ALUR (Alcoholes del
Uruguay) y su autocomplacencia por la producción de etanol a partir de la caña de azúcar
de Bella Unión, logró finalmente despertar la sospecha de muchos de nosotros y nos
preguntamos por qué ALUR gasta tanto dinero en vender un producto, que de por sí
garantiza (supuestamente) ser un buen negocio, por lo cual habría de venderse solo.
4
Coincidiendo con Silvia Ribeiro de ETC Group , entendemos que es una de las
muestras más claras de las lógicas perversas del capitalismo: el empuje que desde
gobiernos y trasnacionales se da a la producción industrial de agrocombustibles,
principalmente etanol y biodiesel. La mayoría de los enunciados de esta campaña –
mediática, política y subsidiada con recursos públicos– son falsos. Lo que sí es verdad es
que el capitalismo aprovecha los desastres que provoca para generar nuevos negocios. Y
como éstos generan nuevos desastres, entonces habrá nuevos negocios. Un conjunto de
razones explican este "negocio redondo". Los inversores principales son la gran industria
automovilística y petrolera –las mayores empresas del planeta–, junto a las trasnacionales
que controlan el monopolio de la distribución de cereales y las que dominan el sector de
semillas y agrotóxicos, que son las que a su vez producen transgénicos.
Por su parte, las grandes cerealeras avizoran excelentes negocios, debido al
aumento de la producción y los subsidios para producir agrocombustibles: ADM ya
controla 30 por ciento del mercado de etanol en Estados Unidos, mientras que Cargill y
Bunge buscan consolidarse en los mercados latinoamericanos. Las trasnacionales de
semillas y agrotóxicos, que son las mismas que nos han impuesto (con la connivencia de
los gobiernos) los transgénicos, ya están ganando con el nuevo impulso agrícola, pero,
además, ellas sí "reconocen" que actualmente los agrocombustibles no son eficientes.
Por ello están todas desarrollando cultivos transgénicos que prometen serán más
efectivos, aunque en el camino dejen de ser comestibles y provoquen desastres de
contaminación.
Pero aunque existe debate al respecto, las cifras de eficiencia de tales combustibles
no son halagüeñas. Según David Pimentel y Tad Patzek (2005) de la Universidad de
Cornell y de California en Berkeley, respectivamente, por cada unidad de energía fósil
usada en la producción de agrocombustibles, el retorno es de 0,778 en el caso de metanol
de maíz, 0,636 en el etanol de madera y 0,534 en biodiesel de soja. O sea, el balance es
negativo. En lugar de aliviar el problema ¡lo aumenta! Estos cálculos se basan en la
cantidad de insumos que son necesarios para la producción industrial de
agrocombustibles, incluyendo cultivo y procesamiento.

86
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Por supuesto, quienes promueven los agrocombustibles se han dedicado a denostar


estos estudios, pero aún en los cálculos alegres de otros investigadores, la ganancia neta
de energía no mejora considerablemente. Pero ni en los estudios de Pimentel y Patzek ni
de quienes los critican se incluyen los altos costos ambientales y sociales, producto de la
erosión y contaminación de suelos, el aumento de uso de agua –un recurso ya en crisis y
disputa–, la pérdida de biodiversidad por el avance de la frontera agrícola sobre áreas
naturales y ecosistemas únicos, y la disputa de tierras que en lugar de producir alimentos
se usan para alimentar autos.
Como explica el economista Andrés Barreda, de la Universidad Nacional Autónoma
de México, la industria automovilística tiene una sobreproducción anual. Existen cerca de
mil millones de vehículos en el planeta con una población de 6 mil 600 millones de
personas. Se producen alrededor de 80 millones de nuevos autos cada año, pero el
consumo de los últimos años es algo más de 60 millones. Esta poderosísima industria, que
está entre las más grandes del planeta y es la causante principal del calentamiento
global, ve ahora una oportunidad excelente de aumentar sus ventas, sin detener el
crecimiento de la industria y con un argumento "ambiental". Con la obligatoriedad de
incorporar una mezcla de agrocombustibles en la gasolina debido a las nuevas
regulaciones –más con el hecho consumado de la transformación progresiva de los
proveedores– los automóviles deberán ser necesariamente cambiados por otros que se
adapten a ello.
Los efectos del alcohol. La caña de azúcar con destino a la producción de
biocombustible es un tema altamente controvertido a nivel mundial. Por lo general la
discusión se ha centrado en el balance económico costo-beneficio, aunque recientemente
la misma ha venido siendo cuestionada por sus supuestos beneficios ambientales.
Datos a tener en cuenta: en los países industrializados, la agricultura emplea menos
del 2% de la fuerza de trabajo y su contribución a las economías nacionales está
declinando rápidamente. Sin embargo, recibe un nivel enorme de apoyo de los gobiernos,
lo que causa enormes inconvenientes a los países más empobrecidos.
Los grandes ganadores de la conversión a los biocombustibles son Syngenta,
Dupont y Monsanto, tres de las seis empresas mundiales que controlan agrotransgénicos.
Cada una está desarrollando maíz transgénico para producción de etanol en colaboración
con Diversa Corporation y con Archer Daniels Midland y Bunge, dos de las cinco que
dominan el comercio mundial de granos.

¿Qué hay detrás de la crisis alimentaria?


Los grandes ganadores de la crisis alimentaria son también actores centrales en la
promoción de los agrocombustibles: las trasnacionales que acaparan el comercio nacional
e internacional de cereales, las empresas semilleras, los fabricantes de agrotóxicos. En
estos dos últimos rubros son en muchos casos las mismas empresas, las mismas que así
ejercen el control a través del cobro de patentes.

87
Interdisciplinarias

Según Martin Khor (2007), existirían factores estructurales y de largo plazo que
sugieren que los altos precios de los alimentos se mantendrán o incluso continuarán
aumentando. El primero es el incremento de la demanda de alimentos en los países en
desarrollo, debido al aumento de la población, los mayores ingresos y un cambio en las
preferencias. China es un claro ejemplo, pero hay numerosos países donde la demanda
está dejando atrás la oferta local, produciendo a su vez un aumento de la presión en los
mercados internacionales. El segundo factor es el aumento de precio de los insumos para
la producción de alimentos. El petróleo constituye un claro ejemplo: su precio se ha
disparado. Esto impacta en el precio de los alimentos al menos en dos formas:
produciendo un aumento del precio de los insumos como el combustible para los tractores
y los fertilizantes, y también de los costos de transporte marítimo de los alimentos. El
tercero es el auge de los biocombustibles, que está provocando que tierras que podrían
utilizarse en la producción de alimentos sean usadas para cultivos destinados a la
producción de combustibles.
Ian Angus (2008), editor de Climate and Capitalism, nos recuerda: ”Desde los años
setenta, la producción de alimentos se ha globalizado y concentrado cada vez más. Un
puñado de países domina el comercio global en alimentos básicos. Un 80% de las
exportaciones de trigo provienen de seis exportadores, así como un 85% del arroz. Tres
países producen un 70% del maíz exportado”.
Quedan pendientes diversos asuntos concernientes a nuestro modelo
(im)productivo así como al modelo discursivo. Más aún cuando hay una apropiación de
términos para vaciarlos de contenido y aparentar un lenguaje común. El paradigma
desarrollista –apoyado en un discutible indicador como el PIB– avanza velozmente a pesar
de los cuestionamientos. Sin espacios de debate real los países dependientes han
asumido pasivamente los costos de la contaminación de aquellos países que no sólo no
8
frenarán, sino que seguramente aumentarán sus emisiones de CO2.
Apostamos a que entre todos podamos incidir para revertir esto.

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89
Interdisciplinarias

90
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

La invasión silenciosa
Señoreaje y deuda pública
40
Dardo Arigón Bachini

Mercado del señoreaje


Con la emisión de billetes y monedas los gobiernos ganan señoreaje. El señoreaje
es la ganancia que surge como diferencia entre el valor del billete o la moneda y su costo
de impresión o acuñación y los gobiernos la hacen efectiva cuando los utiliza adquiriendo
bienes, servicios o pagando deuda.
Cuando la Reserva Federal de los EEUU (FED) emite dólares el costo es solo el de su
impresión. Un billete de U$S 100 tiene aproximadamente un costo de U$S 5 por lo tanto
por cada billete de U$S 100 que emite gana U$S 95. Con esos dólares, de reducido costo,
emitidos por la FED, el gobierno de EEUU compra riqueza (bienes y servicios). Con U$S
100 recién emitidos compra un barril de petróleo que le cuesta sólo U$S 5.
Así EEUU obtiene ganancia al emitir y hace circular esos billetes, dentro y fuera del
país. Esos dólares pueden ser exportados a través del sistema financiero y circulando por
el mundo llegan también a Uruguay.
Esos dólares que emitió la FED y que son casi el 100% ganancia no circulan en su
mayoría dentro de EEUU, o sea que no generan inflación en EEUU, circulan y generan
inflación en los demás países del mundo. Sólo la tercera parte de los U$S 900.000
millones emitidos circulan dentro de los EEUU.
EEUU puede emitir más de lo que necesita para su mercado interno, a diferencia
por ejemplo de Uruguay, porque esos billetes se pueden utilizar como reserva
internacional y son aceptados como medio de pago en todo el mundo. Lo mismo ocurre
con el euro y el yen.

40
Contador Público (Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la Universidad
de la República Oriental del Uruguay). Autor del libro “Los senderos de la riqueza. El dinero, un
instrumento de extracción”.

91
Interdisciplinarias

Una parte de los dólares emitidos están depositados y circulando en Uruguay.

Depósitos en dólares
(millones de dólares)

Vista Plazo TOTAL


1.998 3.361 5.930 9.291
1.999 3.346 7.476 10.822
2.000 3.186 8.580 11.766
2.001 3.961 9.629 13.590
2.002 2.380 3.814 6.194
2.003 3.514 3.467 6.981
2.004 4.544 2.786 7.330
2.005 4.869 2.587 7.456
2.006 5.458 2.536 7.994
2.007 6.068 2.421 8.489
2.008 8.071 2.469 10.540
2.009 9.439 2.575 12.014
2.010 11.297 2.292 13.589
Ene-11 11.812 2.302 14.114
Fuente: Banco Central del Uruguay (BCU)

En los últimos 12 años hubo un promedio de 10.000 millones de dólares


depositados en el sistema bancario en Uruguay. A estas cifras hay que agregar los dólares
en circulación.
Con la moneda de Uruguay ocurre lo mismo, cuando Uruguay emite un billete de
$2.000 su costo es de $ 100 y al utilizarlo el gobierno obtiene ganancia de $ 1.900, es la
ganancia por señoreaje.
Cuanto más emita el gobierno más ganancia por señoreaje tiene. La emisión de
dinero tiene límites, si emite demasiado generará inflación.
Los gobiernos obtendrán mayor señoreaje si tienen mayor mercado para su
moneda, de allí la competencia entre estas dos monedas (pesos uruguayos y dólares) por
el mercado monetario del Uruguay.
El ingreso de dólares al mercado monetario uruguayo aumenta la liquidez y
restringe las posibilidades de emitir del gobierno nacional, y por consiguiente restringe su
ganancia por señoreaje. Como la moneda extranjera, incluido el dólar, tienen libre
circulación en Uruguay, la liquidez monetaria interna se reparte entre moneda extranjera,
fundamentalmente dólares y pesos uruguayos.
De acuerdo a esto, EEUU:
emite dólares y gana el correspondiente señoreaje
si los envía al exterior no genera inflación interna
si ingresan a Uruguay generan inflación en Uruguay
92
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

limita la emisión de pesos uruguayos impidiendo la ganancia por señoreaje


EEUU gana el 100% de señoreaje por la moneda que circula en Uruguay. Uruguay
pierde el 100% del señoreaje de lo que no emite como consecuencia de la circulación de
dólares.
Si en Uruguay no circularan dólares se podría emitir mayor cantidad de moneda y
Uruguay ganaría más señoreaje. Existe una competencia en el mercado de la liquidez
monetaria por la ganancia por señoreaje, pero Uruguay no ha puesto ningún límite al
ingreso de moneda extranjera, ni defiende su ganancia por señoreaje
Correspondería que EEUU cediera a Uruguay una parte o toda esa ganancia por
señoreaje porque desplaza por el uso del mercado monetario de Uruguay a la moneda
uruguaya en el mercado uruguayo.

Deuda por señoreaje-Depósitos a la vista


EEUU al disponer libremente del mercado de liquidez de Uruguay, emitió dólares
por U$S 11.812 millones que en enero del 2011están depositados a la vista en el sistema
bancario, en Uruguay, y por los cuales obtuvo una ganancia de U$S 11.221 millones por
señoreaje.
En el periodo 1998 - 2011 hay un promedio de depósitos a la vista en dólares de
U$S 5700 millones, su ganancia fue de U$S 5.415 millones. Por la apropiación del
mercado monetario interno de Uruguay y haber evitado el efecto inflacionario en su país
le debería a Uruguay por ese periodo U$S 1.624 millones.
Considero que no debe pagar el 100% del señoreaje porque esos dólares están
inmovilizados, si se utilizaran para otorgar créditos, circulando internamente, las
consecuencias y la deuda sería otra y se estudia en el siguiente párrafo.

Deuda por señoreaje – Créditos bancarios en dólares


Por los créditos bancarios en dólares en Uruguay, EEUU debería la totalidad del
señoreaje, porque esa liquidez puede ser sustituida en su totalidad por la emisión del
Banco Central del Uruguay. En el periodo 1998 – 2011 el promedio del crédito bancario en
dólares fue de U$S 4.886 millones. La deuda de EEUU por este concepto con Uruguay
ascendería a U$S 4.886 millones

Deuda por señoreaje – Reservas Internacionales en dólares


Uruguay tiene actualmente U$S 5.100 millones de dólares como reservas
internacionales. Por esos dólares EEUU ganó señoreaje, pero no circulan dentro del
Uruguay, su deuda sería de U$S 1.500 millones.

93
Interdisciplinarias

Deuda por señoreaje - Intereses


La deuda de EEUU con Uruguay es por su ganancia por señoreaje por la apropiación
del mercado monetario de Uruguay con los dólares que están depositados a la vista, o
utilizados en los créditos. Esa la ganancia le generó rentabilidad a EEUU.
Si Uruguay hubiera sustituido esos dólares por moneda nacional, emitiendo, podría
haber comprado dólares, y pagar Deuda Pública evitando el pago de intereses. Hubiera
obtenido mayor rentabilidad si hubiera generado desarrollo económico y social con esos
dólares.
Por todo esto EEUU debe intereses por el señoreaje de los dólares emitidos, y este
de acuerdo a las cifras expuestas y el periodo de 12 años considerado asciende a U$S
3.900 millones.

EEUU DEBERÍA, por utilizar el mercado monetario de Uruguay:


Señoreaje Depósitos a la Vista U$S 1.624 millones
Señoreaje Créditos bancarios en dólares U$S 4.886 millones
Señoreaje Reservas Internacionales en Dólares U$S 1.500 millones
Intereses por señoreaje U$S 3.900 millones
Total U$S 11.910 millones

Este cálculo debe ser ajustado en montos e intereses. También debe


ajustarse con los dólares en circulación dentro de Uruguay, las otras monedas
fundamentalmente euros y los medios de pago creados por el sistema bancario,
en el creciente proceso de bancarización, todos estos instrumentos son muy
eficaces en la usurpación del señoreaje a Uruguay y principalmente a los países
empobrecidos.
Esta deuda por generación de liquidez monetaria en Uruguay nos muestra
la forma más sencilla de apoderarse de la riqueza de Uruguay y de los países
empobrecidos.

Emisión - Banco Central de Uruguay


En las últimas décadas en Uruguay la moneda nacional ha sido desplazada por la
moneda extranjera (principalmente el dólar) y la creación de dinero bancario en moneda
extranjera, facilitada por la extranjerización de la banca. Cuando el gobierno cede a otros
países la emisión de moneda que generará liquidez en el mercado monetario interno, está
perdiendo recursos que le permitirían salir del empobrecimiento y generar desarrollo
social y económico. Los gobiernos de Uruguay no defendieron este recurso, por el
contrario permitieron y promovieron la inundación de capitales en moneda extranjera
permitiéndole el libre acceso y facilitando el crédito en moneda extranjera. La economía
se financiarizó, se hizo dependiente de las finanzas y por lo tanto muy dependientes de la
moneda extranjera y de las crisis bancarias.

94
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Base Monetaria
La base monetaria en Uruguay se ha ido reduciendo.

Relación BaseMonetaria PIB

16
14
12
10
8
6
4
2
0
1955
1959

1963
1967
1971
1975
1979
1983

1987
1991
1995

1999
2003
2007
Relación BaseMonetaria PIB

La Base Monetaria en relación la PIB se comienza a reducir a partir de 1989, se


mantiene por debajo del 8%, al igual que en el año 1981, único año en que estuvo debajo
del 8%, y llegó a 6,71%. Sin embargo a partir del mínimo del 2002 (3,66%), la Base
Monetaria con relación al PIB aumenta permanentemente con oscilaciones, llegando al
6%. No retoma los niveles anteriores a 1988 mostrando cómo la moneda
extranjera desplaza a la moneda nacional y limita la ganancia por señoreaje.
De acuerdo a lo anterior podemos enunciar los Principios generales:
Principio I- Liquidez. En la liquidez monetaria interna la moneda extranjera
desplaza igual cantidad de moneda nacional
Principio II- Señoreaje. El señoreaje ganado por la moneda extranjera que genera
liquidez monetaria interna, impide la ganancia de igual monto de señoreaje por emisión
de moneda nacional.
Principio III- Señoreaje. Las reservas internacionales en moneda extranjera del
Banco Central generan señoreaje para el país emisor.
Principio IV- Distribución del señoreaje. Los gobiernos deciden quien o quienes
serán beneficiarios del señoreaje que pierde por la circulación de moneda extranjera
dentro del país.

Soberanía monetaria
De manera sencilla, legal y silenciosa EEUU, principalmente, y también la Unión
Europea y Japón obtienen ganancias con solo emitir moneda, con el apoyo de los

95
Interdisciplinarias

gobiernos de los países empobrecidos. La globalización de la liberalización financiera le


abrió las puertas para incrementar su ganancia por señoreaje, haciendo llegar sus dólares,
euros y yenes a todos los rincones del mundo.
Los gobiernos deberían reclamar el señoreaje perdido, sus intereses, y recuperar su
soberanía monetaria: monopolio de emisión y uso de moneda nacional dentro de sus
fronteras.
Si la única moneda que circulara en los países fuera la moneda nacional, y la
emisión se invirtiera en beneficio de la población se reduciría la brecha entre países
dominantes y empobrecidos.
Las economías de los países empobrecidos no sólo obtendrían mayor señoreaje,
sino que frente a las crisis financieras, el Banco Central actuando como prestamista en
última instancia, asistiría al sistema bancario con moneda nacional, que es la moneda que
el propio Banco Central emite y no con dólares que obtiene a cambio de riqueza nacional
Si los pueblos empobrecidos acordaran eliminar la circulación de la moneda
extranjera en sus países, EEUU, Unión Europea y Japón se inundarían con sus billetes y no
podrían continuar emitiendo y ganando señoreaje. Este es un camino para reducir su
dominación.
Por el contrario los países empobrecidos podrían emitir, sustituyendo la moneda
extranjera que circula dentro de sus países, obteniendo ganancia por señoraje que les
permitiría desarrollar su economía y sociedad.

96
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Los Estados ‘pos-neoliberales’ en América Latina41

42
Oscar Mañán

Curiosamente, al igual que los gobiernos de los noventa que ganaron las elecciones
con un discurso anti-neoliberal y que luego fueran radicales y disciplinados en la
aplicación de las reformas económicas del establishment financiero, la historia se repite
en la década que terminó. Incluso la experiencia de los países donde la izquierda llega al
gobierno, o grupos nacionalistas progresistas obtienen mayorías que permitirían una
visión diferente de la política, aquí tampoco se realizaron cambios económicos drásticos.
No obstante, es posible distinguir experiencias instituyentes y otras progresistas.
Por ejemplo, Venezuela, Bolivia y Ecuador, se presentan como instituyentes porque parten
de una nueva Constitución que cambia la institucionalidad vigente. Los definidos
progresistas, sostenían discursos que prometían cambios importantes como Brasil,
Uruguay o el mismo Chile de la Concertación, donde las izquierdas tradicionales llegaron
al gobierno hace unos años. O más recientemente Paraguay, donde alianzas críticas a la
política llevada a cabo por los partidos tradicionales también lo hicieron y declaraban
mirarse en el espejo de sus vecinos. Argentina, por su parte, luego de un reordenamiento
institucional después de una crisis del sistema político derivada de su homóloga
económica en el 2001, asume el gobierno una alianza peronista apoyada con sectores
críticos. A pesar de que no se esperaban cambios fundamentales luego del fracaso de una
alianza de radicales con sectores sindicalistas y populares, el gobierno tuvo un sesgo
nacionalista enfrentándose a la política conservadora de los organismos internacionales.
Países como México y Colombia tienen graves problemas internos que cuestionan las
funciones básicas del Estado, que es posible tipificarlo como fallido o en desintegración.
La ponencia examina las características más sobresalientes de tales estados y
propone repensar la inserción internacional de los países para avanzar en una integración
de productores y alentar una nueva construcción solidaria entre los países.

Los progresismos...
A pesar, que el progresismo rescataba la idea de “solidaridad con la pobreza”, la
reducción de la desigualdad, la profundización de la democracia y grandes cambios
económicos que potenciaran la soberanía, todos tuvieron un “acople” irrestricto a la
institucionalidad económica internacional. Quizás de los países que venían precedidos de

41
Este trabajo es parte de uno más amplio y fundamentado que aparecerá próximamente en
el Primer Anuario de Estudios del Desarrollo; Humberto Márquez (Coord.) (2011). Repensar el
desarrollo bajo la crisis del capitalismo mundial. México: M.A. Porrúa/Universidad Autónoma de
Zacatecas.
42
Doctor en Estudios del Desarrollo. Profesor efectivo e Investigador Agregado de la Facultad
de Ciencias Económicas y Administración, Udelar. Prof. Efectivo del CERP-Centro, ANEP-CODICEN.
Asesor de COFE. Miembro de la RED de Estudios Críticos del Desarrollo; de la Red de Economistas
de Izquierda del Uruguay (REDIU) y de la Red Internacional de Migración y Desarrollo.
97
Interdisciplinarias

menos expectativas, como Argentina, se dieron resultados más alentadores. En principio,


obtuvo una quita histórica de su deuda pública con privados; pagó su deuda con el FMI
quitándose la condicionalidad estructural e implementó políticas de protección industrial,
43
intervino en las sobreganancias de las exportaciones con las detracciones, etc. (Mañán,
2009).
Brasil y Uruguay por su parte, donde la izquierda prometía cambios estructurales,
estos no aparecieron. Brasil se consolidó como potencia que ya era, pero como
representante fiel en la región de las políticas apoyadas por EEUU y convirtiéndose
también en un polo atractivo para la IED. Las políticas sociales se concentraron en dádivas
hacia los grupos más desprotegidos para mejorar su consumo, sin embargo, las políticas
de reestructuración productiva y de cambios del funcionamiento económico quedaron en
el debe. Así se construyó y avanzó en una legitimidad institucional que hasta entonces no
tenían los partidos de izquierda en estos países, fueron santificados por los principales
organismos internacionales y tuvieron la confianza y el apoyo de EEUU y el mundo
44
desarrollado .
Es así que la región se volvió una alternativa de desahogo para la valorización de
capital en los momentos de crisis. Beatriz Stolowicz (2010a) así lo señala:
…no es un fenómeno nuevo que, tras las crisis financieras, masas de capital
especulativo excedente en riesgo de desvalorización se reciclen en la acumulación
por desposesión con asiento territorial, tanto en el saqueo de recursos naturales
(que ahora aconsejan llamarlos bienes naturales comunes) como en la
sobreexplotación de la fuerza de trabajo; así como que busquen recuperar la
acumulación ampliada mediante la construcción de infraestructura –de más lenta
rotación pero asegurada por el Estado–, que a su vez potencia la acumulación por
desposesión con el abaratamiento de la extracción de esas riquezas naturales. No
olvidemos que el IIRSA y el Plan Puebla Panamá (ahora Proyecto Mesoamérica)
tienen ya una década. Y sólo así puede entenderse el fenómeno Carlos Slim, por

43
El caso argentino es paradigmático, fue presentado como la mejor experiencia de
aplicación de las reformas económicas durante el menemismo de los 90, incluso cuando de 19
acuerdos con el FMI solo cumplió cuatro de ellos. Como lo demostraron varios investigadores, todo
fue un gran fraude montado por Camdessus y sus aliados para encubrir lo que ya era un secreto a
voces, el desastroso desempeño de las reformas y de los gestores fondomonetaristas que las
monitorearon, cuestión que terminó cuestionando duramente la teoría que estaba por detrás y la
capacidad misma del FMI para entender la economía regional (Labaqui, 2004; Lavagna 2002; Mussa
2002; Allen, 2003). La renegociación con los bonistas privados llevó a que el país se ahorrara un
30% de la deuda (que era de 181 mmd incluyendo las obligaciones con las multilaterales) en la
presidencia de Kirchner y bajo la batuta del ministro Lavagna. Hoy todavía se negocia un conjunto
de bonos de tenedores europeos que no aceptaron entrar en la negociación, pero los que lo hicieron
(más del 76%) tomaron esa decisión contra lo que eran los consejos y amenazas del FMI (y su
entonces vice-presidenta Ann Kruegger que amenazara con el embargo de las exportaciones al país)
(Mañán, 2009).
44
Brasil y Uruguay también saldaron sus compromisos adelantadamente con el FMI,
aprovecharon la coyuntura de atraso cambiario y acumulación de reservas, prefiriendo los
mercados privados de capital. Sin condicionalidad estructural tales países siguieron con la misma
política, vigilados por el FMI y apostando a la santificación del grado de inversor del sistema
financiero internacional.

98
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

poner solo un ejemplo. Lo nuevo, insisto, es que también donde gobierna la


izquierda el capital transnacional haya encontrado condiciones óptimas de
estabilización en la crisis capitalista, pues además lo logra con legitimación política.
En la misma medida, investigadores brasileños rescatan la importancia de los
capitales de ese país en el desarrollo de infraestructura para el movimiento de las
commodities y la energía regionales, rescatando incluso el concepto de sub-imperialismo
de Marini (1977):
Já a visão benevolente da integração enfatiza nesse movimento a retomada de um
papel desenvolvimentista por parte do Estado nacional, depois da década de 1990
marcada por política neoliberais. O Estado é visto como indutor do
desenvolvimento, estimulando as potencialidades através da superação de
“gargalos de infra-estrutura” e festejando o crescimento da econômia através da
expansão das exportações. O financiamento do BNDES é visto como parte do papel
que cabe ao Brasil de coordenador e líder, e o fato das obras se voltarem
especialmente para o escoamento da produção para mercados externos à América
do Sul é visto como pragmatismo, sendo mais importante o fato de haverem obras
de infra-estrutura interligando os países que propriamente quais os propósitos
prioritários de tais obras (Rocha, 2010).
Los países de mayor porte de la región se montaron en la institucionalidad de
integración regional, el llamado regionalismo abierto, y sus clases dirigentes usufructúan
tales ventajas para insertarse como intermediarias del proyecto continental de la
burguesía. Así, empresas de infraestructura, de energía, de comunicaciones
latinoamericanas se expandieron en la región. El comercio intra-regional es de mayor
valor agregado que el que se realiza con otras latitudes, es decir, mientras China y Asia se
volvieron destinos centrales para las commodities latinoamericanas, Argentina, Brasil,
Bolivia, Venezuela, etc. son destinos preferidos para las manufacturas de mayor valor.
De allí que capitales brasileños (energía, infraestructura, industria cárnica, arroz,
soja), mexicanos (alimentos, cemento, telefonía móvil), chilenos (madera, comercio
minorista), argentinos (soja), se diseminaran por la región, la industria de la madera o
pasta de celulosa, los servicios de logística y telefonía móvil, las plantaciones de soja, son
ejemplos. Los proyectos insignias del Imperio (IIRSA; Plan Puebla-Panamá/Mesoamérica)
tienen en las burguesías nacionales con aspiraciones regionales el gran aliado, que de
suyo incluye la institucionalidad estatal, el financiamiento público, las asociaciones
público-privadas y la legitimidad de las migajas de empleo y consumo que
coyunturalmente generan (Stolowicz, 2010b).
Los gobiernos progresistas no se animaron entonces a desafiar el bloque en el
poder, ni tampoco intentaron constituir un nuevo pacto dominante que se esperaba más
incluyente. En contrapartida, se retomaron las visiones tecnocráticas donde las políticas
de Estado no deberían intervenir en los equilibrios de clase existentes, sino más bien se
abocarían a redistribuir ingresos desde las políticas estatales (i.e. asistenciales,

99
Interdisciplinarias

tributarias, etc.). Como es sabido, tales políticas fueron ineficientes para tales propósitos,
si bien en el mejor de los casos se contentaron con bajar indicadores de pobreza o
indigencia, para nada abordaron la redistribución del poder social de estos grupos de cara
a mejorar las oportunidades de desarrollo autónomo de sus decisiones (De Ferranti et al.
2003).
Tales gobiernos progresistas asumieron el miedo de sus contrarios, se disciplinaron
en cuanto a las medidas económicas e hicieron una política correcta respecto a lo
esperado por las instituciones de Bretton Woods, las rectoras del orden internacional
establecido. Desestimaron, una máxima aceptada por todos y devenida de la misma
legitimidad con que llegaron al gobierno, cercenando de este modo la posibilidad real de
constituir una modalidad de desarrollo diferente. La única alternativa clara es que: “Los
movimientos sociales, los partidos progresistas críticos, liberadores, deben saber aprender
a actuar con inferioridad de fuerzas (físicas, mecánicas, coercitivas), pero contando con el
poder que viene de abajo, del pueblo” (Dussel, 2006).
En dichas experiencias se tomaron como dogmas las mismas instituciones
existentes en el caótico orden neoconservador instituido por las reformas de los 90, lo que
terminó siendo un corsé insoslayable para los cambios promovidos desde el discurso. A su
vez, los ciclos políticos y económicos conspiraron para tales cambios. Las experiencias
progresistas del sur (Chile, Uruguay y el mismo Brasil) temieron una oposición política de
los grupos más conservadores que desestabilizaran la vida democrática, e incluso del
ejército, dado algunos temas que debieron laudar (i.e. la revisión de las violaciones a los
derechos humanos, la búsqueda de los desaparecidos, reformas institucionales respecto
al juzgamiento de militares, etc.). Los grupos económicos, que incluso apoyaron,
tímidamente al principio, estas experiencias, fueron grupos de presión importantes a la
hora de tomar decisiones que pudieran afectar el funcionamiento estructural de la
economía. La misma burguesía paulista que había apoyado a Lula pero que exigía
condiciones de competitividad y los ganaderos en Uruguay que expresaban sus temores
de forma más explícita, son ejemplo de tales grupos.
En buena medida los gobiernos desecharon el apoyo popular y prefirieron el apoyo
del bloque en el poder que, en la mayoría de los casos, presentó un alto índice de
aceptación de tales gobiernos. El primer gobierno progresista en Uruguay y su ministro de
economía, recibieron sendos reconocimientos internacionales por su gestión, aplaudido
45
por la misma oposición en el país y por las organizaciones financieras internacionales .
Era obvio para los investigadores en general que sin cambiar algunas instituciones
centrales, en lo que hace a la toma de decisiones no se lograrían cambios. En especial,
reforzar la soberanía de las decisiones, controlar los flujos de excedente e influir sobre su
utilización.

45
El mundo financiero, mediante la Separata The Banker del prestigioso The Economist,
premió en varias ocasiones al Ministro de Economía uruguayo y hoy vice-presidente Cr. Astori por su
gestión y respeto a las normas internacionales de libre flujo de capitales.
100
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Las transformaciones institucionales (flecha B del esquema 15.1) cambian la


estructura de la potestas 1 (el Estado vigente político, como Sociedad civil o política) y
crea o una nueva institución o un nuevo sistema (transformación esta última
revolucionaria): la potestas 2. La transformación es creación institucional y no simple
“toma de poder”; el poder no se toma sino que se ejerce delegadamente, y si se quiere
ejercer delegadamente de manera obediencial es necesario transformar muchos
momentos institucionales (transformaciones parciales, no reformas, o todo el sistema)
(Dussel, 2006).
La confusión que apunta la cita ha sido la más recurrida en las izquierdas
latinoamericanas para justificar las políticas condescendientes con el establishment, es
decir, atribuir la imposibilidad de los cambios estructurales (a esta altura revolucionarios)
a que se llegó al gobierno pero que no se cuentan con las herramientas que operen el
poder. Como muestra Dussel, los inexistentes cambios institucionales y su obediencia
temerosa a las instituciones que rigen la economía internacional fue la razón central para
entender tales conductas.

Estados instituyentes...
En lo que hace a las experiencias instituyentes, el país que por sus condiciones tuvo
una actitud más desafiante respecto a la institucionalidad internacional, al modelo
económico y político implementado desde los centros de poder, fue Venezuela. Este país
viene articulando un desarrollo nacional autónomo, basado en el rescate de los recursos
energéticos que estaban bajo la gestión del capital transnacional. El período de auge del
precio del petróleo le permitió a Venezuela condiciones excepcionales para alentar una
política de integración latinoamericana con criterios solidarios y fue un apoyo
indispensable para los países que comenzaban desafíos instituyentes como progresistas.
Fue muy importante en el apoyo a la institucionalidad de Bolivia y Ecuador, como para el
financiamiento de la deuda Argentina cuando los mercados internacionales de capital le
estaban vedados, para Uruguay cuando una de sus cooperativas de crédito más
importantes se encontraba en crisis y amenazaba la estabilidad financiera. La Venezuela
de Chávez fue también un socio solidario en la inversión energética de varios países y
alentó acuerdos ampliados para pensar la autosuficiencia regional energética en el
continente. Sin olvidar, el papel también de intercambios solidarios de Venezuela con
Cuba, Nicaragua y con la Comunidad del Caribe.
En ámbito interno, Venezuela descubrió su Príncipe, que atendió a mejorar la
situación de las grandes mayorías nacionales antes olvidados, pero no sólo con la
distribución de ingresos, sino con el rescate para el control estatal de los recursos
naturales y apuntó un proceso de educación y de participación en las decisiones
nacionales, en un viejo Estado Botín que le cuesta transformarse. Por un lado, Venezuela
enfrenta el conflicto de las clases desplazadas de las viejas dádivas estatales y el déficit
de nuevas clases con conciencia de y para sí que ocupen el lugar transformador que en el

101
Interdisciplinarias

proyecto de los gobernantes (el socialismo del siglo XXI) despunta. Por otro, se enfrenta a
la institucionalidad de Bretton Woods y a sus ideas con pretensión de magnificencia, pero
a la vez, al mismo imperio americano y sus aliados declarados en el continente (Colombia,
México o el mismo Perú). El discurso de su presidente, planteando descarnadamente la
contradicción entre unos y otros, entre amigos y enemigos, ha sido más de una vez
obstáculo para avanzar en un vínculo más fortalecido en el continente. También este
discurso, lo ha enfrentado con alguna de las indecisiones de los gobiernos progresistas
dando por tierra a más de un proyecto de integración sectorial, o bien lo presentó como
antinomia en una lucha por liderazgos inconducente.
Ecuador, por su parte, otro de los benjamines de AL enfrentó en principio también
un desafío al orden internacional para rescatar la soberanía nacional, buscando integrar a
trabajadores, campesinos e indígenas en tal proyecto, no sin frustraciones de importancia.
Enfrentó recientemente un conflicto institucional donde la policía aisló a su presidente por
un reclamo presupuestal, no obstante, se apeló a la defensa popular para sanear la
situación de vulnerabilidad institucional.
Su constitución establece en el preámbulo reconocer sus raíces milenarias, celebra
la naturaleza y la Pacha Mama, invoca a Dios y reconoce diversas formas de religiosidad y
espiritualidad, apela a la sabiduría de las culturas y se dice heredera de las luchas
sociales de liberación contra la dominación y el colonialismo. En su primer artículo,
subraya:
Art. 1.- El Ecuador es un Estado constitucional de derechos y justicia, social,
democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico.
Se organiza en forma de república y se gobierna de manera descentralizada.
La soberanía radica en el pueblo, cuya voluntad es el fundamento de la
autoridad, y se ejerce a través de los órganos del poder público y de las formas de
participación directa previstas en la Constitución.
Los recursos naturales no renovables del territorio del Estado pertenecen a su
patrimonio inalienable, irrenunciable e imprescriptible (Constitución de la República
de Ecuador, 2008).
Bolivia, es otra de los ejemplos instituyentes (la República Plurinacional) donde la
parte mayoritaria de la población, la indígena históricamente postergada, llega al
gobierno apoyado por sectores populares. De allí que se reconoce la cultura milenaria,
multinacional, multiétnica, y se rescatan los recursos naturales y se renegocian los
cánones que pagaban los empresas extranjeras que operaban tales recursos. Se apunta,
como reza en la página de la presidencia:
…la promoción de un nuevo Estado Plurinacional Democrático Participativo, el
fortalecimiento en la coordinación con los poderes del Estado, el establecimiento de
la gestión pública intercultural, descentralizada, eficiente, transparente y con la
participación activa de las organizaciones sociales y los pueblos indígenas
originarios campesinos…(Ministerio de la Presidencia de Bolivia s.f.) Los países

102
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

instituyentes a pesar de que son un ejemplo de ejercicio de soberanía en varios


aspectos, no lograron construir circuitos de comercio o procesos de integración más
sostenible, más allá de acuerdos ventajosos y apoyos solidarios recíprocos. De
todos modos, sobresalen respecto a las experiencias progresistas, en especial en: la
soberanía en la toma de decisiones, cierto control nacional del proceso productivo y
la propuesta de una nueva modalidad de desarrollo, aunque pudiera haber
frustraciones en el camino.

¿Estados fallidos o en desintegración?


Por último, caben algunas consideraciones hacia los Estados fallidos o en
desintegración de la región. México y Colombia se presentan como los dos reductos que
van quedando donde todavía resuenan las propuestas desmerecidas de la decadencia
hegemónica de EEUU (Perú es el otro afín a la política de EEUU, no obstante el carácter
de fallido no le ajusta). Se nominan estados fallidos porque perdieron algunas de las
principales características que hacen a un Estado. La de un Estado podría apuntarse por:
a) la soberanía política y su reconocimiento; b) el ejercicio del monopolio legítimo de la
violencia física dentro de un territorio; c) la descentralización del control social por parte
de “un aparato institucional competente y profesionalizado”, que permite el cobro de
impuestos y la ejecución de las políticas públicas; y, d) cuenta con una “producción
simbólica” que permite mantener valores de identidad nacional y solidaridad social
(Oszlak, s/f). Entonces, un Estado se tipifica de fallido cuando ha visto cuestionada su
46
soberanía, por ejemplo, ante invasiones militares de países con ímpetus imperialistas ; o
bien su capacidad de ejercer el monopolio legítimo de la violencia es cuestionado, ya sea
por la aparición de grupos con capacidad de ejercer violencia organizada (grupos
narcotraficantes, guerrillas, etc.), o porque logran el control de parte del territorio, o
simplemente porque los gobiernos pierden legitimidad y la población entera cuestiona su
poder (con un contra-poder organizado y con pretensión de legitimidad) (Emmerich,
2009). Este es claramente, la situación de Estados fallidos o en desintegración como
México y Colombia, donde hay varios grupos que pueden ejercer violencia organizada,
cuestionando el monopolio legítimo que yacía en los Estados, pero que a su vez, sus
políticas demuestran poca soberanía respecto a los países imperialistas y respecto a los
grupos de poder organizados (Mañán, 2010).

Las reglas del libre comercio son un corset para el desarrollo


nacional
El modelo de globalización capitalista iniciado en los 80 permitió la recuperación
económica de los EEUU y redimensionó su hegemonía en la nueva realidad geopolítica

46
Otro ejemplo típico de Centro-América es Haití quien está ocupado por fuerzas de Naciones
Unidas, por más que ellas sean legítimas para el orden internacional, las funciones del Estado están
interrumpidas.
103
Interdisciplinarias

multipolar. Se basó en la ruptura de las fronteras productivas nacionales y, para ello, los
instrumentos más recurrentes fueron los acuerdos bilaterales o multilaterales de
comercio, eufemísticamente conocidos como de “libre comercio”, en un contexto de
presión que combina elementos políticos, militares e ideológicos.
Bajo este formato, la integración se diferenció de aquella que soñaron los próceres
latinoamericanos. Se buscó generar una “competencia administrada”, inhibiendo la
planeación estratégica de intereses y sinergias nacionales. La integración económica, con
formatos diversos (TLC, TIFA, TPPI), alentó una “Iniciativa para las Américas” con idea de
preservar la región de la competencia de potencias europeas y asiáticas. Esta no sería
sinónimo de libre comercio, sino de protección de espacios cautivos para capitales (norte)
americanos y su plataforma de lanzamiento.
Un TLC (Tratado de Libre Comercio) profundiza el comercio y redefine sus reglas,
incluso haciéndolas más estrictas de las que operan en el mundo y que la OMC resguarda.
Éste trata del contenido del comercio, tanto de bienes como de servicios, es decir, cuáles
bienes y servicios gozan de privilegios en el intercambio comercial entre los países que
firman tal acuerdo. El TPPI (Tratados de Promoción y Protección de Inversiones) es un
acuerdo marco que garantiza la llegada de la inversión extranjera, en especial, a los
países pobres. Con tal tratado, se acuerda el marco jurídico formal, que regla y resguarda
la inversión extranjera y la pone en pie de igualdad con la nacional, alcanzando a todos
sectores productivos y a los servicios. El TIFA (Acuerdo Marco de Comercio e Inversiones)
permite el estudio de posibilidades de comercio e inversiones con comisiones ad hoc para
tales fines. En tal sentido, se allanan las dificultades, se acuerdan los tiempos, se
instrumentan las desregulaciones correspondientes y se gestionan los posibles conflictos
sociales que pudieran ser un escollo.
La teoría económica ortodoxa se opuso siempre a la idea de integración porque
sostenía que ésta generaría trabas al libre comercio; es decir, lo que significaban
preferencias para los mercados que se integraban devenían en barreras para el resto del
mundo. Los acuerdos bilaterales y multilaterales, luego uniones aduaneras (imperfectas),
reglaron las condiciones en que operan los espacios económicos regionales, y en todos los
casos significó una caída de las regulaciones nacionales y un debilitamiento de los
Estados locales. La idea dominante de regionalismo abierto, apuntaría a un mercado
transfronterizo bajo la desregulación de la acumulación nacional y una ampliación del
poder de mercado en desmedro de las decisiones no mercantiles (Estatales, sociales,
etc.). Pero a su vez, dicha idea buscaría impedir que las regiones se autonomizaran del
sistema capitalista mundial y pudieran crear otros espacios de decisiones no mercantiles.
El MERCOSUR es un ejemplo en que los pueblos se piensan como consumidores
pero no como productores. Se promueven desregulaciones y acuerdos preferenciales para
la entrada de productos, pero no se intenta una articulación productiva para la
conformación de cadenas regionales y, menos aún, procesos de cooperación que

104
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

estrechen lazos entre los pueblos de cara a un modelo de desarrollo autónomo y auto
sustentado (Mañán, 2006).

De una integración de consumidores a una integración de


productores
Es imprescindible aspirar a redefinir las fronteras, lo que implica repensar la
inserción internacional y redimensionar el comercio, quizás en una perspectiva sur-sur
(entre países pobres). Pasar de una integración de consumidores a una de productores,
cuestión que la idea de complementación productiva históricamente dejada de lado
contenía. La integración no arranca de lo económico, sino de lo político; según qué socios
estratégicos se elijan se fortalecen lazos hacia la liberación o la dependencia.
El papel del Estado es central, pero no solo entendido de forma reducida como
herramientas o set de políticas, sino como pacto incluyente donde se articulen intereses
populares y se genere un funcionamiento de la economía diferente al de los últimos años.
Cada uno de estos instrumentos jurídicos comentados respecto a la integración, implica la
sesión de soberanía nacional, desregular y admitir la competencia bajo las normas
internacionales, las que privilegian los intereses privados por sobre los públicos, los
individuales sobre los sociales, los internacionales sobre los nacionales, los empresariales
sobre los público-estatales, los corporativos sobre los cooperativos, etc.. Las exigencias
perseguidas en esta fase capitalista y que se operacionalizan con los acuerdos
internacionales son: el acceso irrestricto a los recursos naturales, en especial los
energéticos (petróleo, agua, tierra, etc.), pero también a los mercados y la desregulación
de los mismos, las zonas liberadas de impuestos y de controles, el monopolio de los
alimentos, el comercio de exportación o el abastecimiento doméstico, las comunicaciones,
la riqueza genética, la biodiversidad, el abuso del ambiente, incluso el conocimiento.
Tales acuerdos formales vuelven los litigios una materia del derecho internacional y
le quita las potestades de regulación y arbitrio a los Estados, cuestión que los debilita. Si
estos acuerdos se hacen con EEUU, el caso se agrava, ya que este país tiene como norma
exigir la aplicación de su derecho interno ante controversias internacionales y tiene las
potestades de coerción para imponérsele a los que se opongan.
Es imprescindible caminar hacia nuevas formas de financiamiento del desarrollo, la
IED no puede ser la forma por excelencia, porque como se expuso tiene varias
contraindicaciones. Resumiendo: cada vez más la inversión extranjera exige
exoneraciones impositivas, respaldo institucional, que las controversias y litigios
eventuales con los Estados se diriman en terreno “neutral”, es decir, en la justicia
internacional, que no existan regulaciones económicas de ningún tipo y que tengan el
mismo tratamiento que su homóloga nacional más beneficiada. Esto es, a todas luces,
incompatible con el desarrollo nacional, y por si fuera poco, se reservan el derecho a
levantar vuelo en situaciones de crisis o bien simplemente cuando tienen mejores
negocios. Es preciso que el financiamiento del desarrollo salga de los beneficios de las

105
Interdisciplinarias

empresas, de la acumulación de riqueza, de los impuestos directos, y no solamente de los


consumidores. A su vez, también es necesario que los Estados nacionales promuevan las
inversiones congruentes con el desarrollo nacional y no cualquier inversión como fue el
error histórico del modelo de sustitución de importaciones que, recurrentemente, se cae
en los países del continente (Fajnzylber, 1983, 1990). No sólo es importante más
inversión, sino una inversión de calidad y comprometida con objetivos de desarrollo
nacional.

El progreso de la solidaridad47: una urgencia civilizatoria


El progreso debe construirse bajo otros valores de funcionamiento económico y el
modelo mental de desarrollo necesita desprenderse del ideal que representan las
economías desarrolladas. La teoría económica dominante en los últimos años y los
instrumentos de política utilizados insistentemente han apuntado a la dimensión casi
única de la eficiencia mercantil. No obstante, existen otras dimensiones centrales de la
economía, por ejemplo, la del poder y el cambio social (Bowles & Edwards, 1985). Las
asimetrías de poder se dejaron de lado en la teoría económica y el objetivo de definir un
cambio social deseable y dirigido políticamente.
Los acuerdos referidos de libre comercio (TPPI; TIFA; TLC) son la superestructura
jurídico política que protege y legitima la expoliación generalizada del trabajo por el
capital y convierte a los Estados nacionales y a sus pueblos en la coreografía que
presencia tal asalto. Enfrentar tal ingeniería no será posible sino con otros acuerdos,
basados en la solidaridad y con la garantía del crecimiento relativo de los más débiles.
Esto implicaría la construcción de nuevos Estados, definidos y concebidos bajo otros
pactos de dominio, que sean más incluyentes y que integren valores no mercantiles,
colectivos, como esenciales. Una herramienta que debe ser ampliada es el enfoque de
derechos que hoy unifican a las minorías discriminadas y las vuelve, en muchos países,
grupos de presión atendibles. Los partidos políticos, que se definen multi-clasistas en su
mayoría, deben atender al desarrollo programático y a una verdadera democratización de
la representación, esto demandaría la desarticulación de las maquinarias electorales y sus
estructuras mediáticas existentes. Menos Príncipes quizás y mayor fuerza de masas.
La solidaridad, entendida como un bien a potenciar, debe priorizar en cualquiera de
las formas de asociación a la parte más débil de la misma, en el viejo entendido de
Artigas de que “los más infelices sean los más privilegiados”. Por supuesto, esto no es una
cuestión natural y fácilmente transmisible en los ámbitos mercantilizados de la vida
privada, menos aún, llevarlos a la práctica en espacios burocratizados de los Estados
nacionales y, seguramente más difícil, construir una institucionalidad regional bajo tales
valores. Se reconoce la dimensión de la utopía, no obstante, como decía Vuscović,
igualmente utópico sería imaginarse un mañana alentador para los pueblos de la región

47
Siguiendo a Bossier (2002), la solidaridad es uno de esos raros bienes que, lejos de
gastarse, se potencia con el uso.
106
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

bajo las perspectivas actuales. Siguiendo a Einstein, sería demencial esperar resultados
diferentes si una y otra vez se intentan las mismas estrategias.

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108
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Capítulo II

Universidad latinoamericana y movimientos


sociales

Primera sesión

Pensamiento crítico y Universidad: elementos desde las


Ciencias Sociales para pensar una reconexión

48
Alfredo Falero
Caracterización general del tema
Para comenzar es preciso tener en cuenta que la idea de pensamiento crítico puede
remitir a problemáticas diferentes según quien hable del tema y desde qué posición social
disciplinaria se trabaje. Así es que lo que sigue, conviene explicitarlo, está escrito
básicamente desde la Sociología entendida como disciplina académica abierta, inacabada,
con una necesidad de constante diálogo con otras disciplinas sociales y humanas. A
nuestro juicio, una de ellas es la Historia y en este trabajo procuraremos argumentar
desde esa interrelación. Pero sobretodo, consideramos que la Sociología tiene enormes
potencialidades para contribuir a la construcción de pensamiento crítico.
Por lo rápidamente expuesto, se desprende que en absoluto pensamos las ciencias
sociales como un mero conjunto cerrado de métodos estandarizados a la espera de su
aplicación dado determinado objeto de estudio que se haya construido sobre un problema
identificado. Supone establecer mediaciones analíticas siempre renovadas. También se
establece que en ningún caso ni sociología ni ciencias sociales en general pueden
identificarse mecánicamente con la idea de pensamiento crítico, sino que se lo considera
un campo del conocimiento desde donde potencialmente pueden provenir insumos claves
para su construcción.
Dicho esto, la primera cuestión que es necesario marcar desde esta posición es la
clara marginalidad del tema que nos ocupa dentro de las ciencias sociales en general en
Uruguay. Quizás se puede decir que hasta un aire de dudosa pertenencia a este campo
del conocimiento aparece cuando se plantea. Y en todo caso, si el problema no es éste, la

48
Doctor en Sociología, docente e investigador del Dpto. de Sociología, Facultad de Ciencias
Sociales y de la Facultad de Humanidades, Udelar.

109
Interdisciplinarias

pregunta que sobreviene es otra: ¿será realmente necesario ocuparse de la temática? O


mejor aún, para estar de acuerdo a la época: ¿para qué sirve? ¿qué utilidad concreta
tiene?
Aquí se pueden integrar muchos elementos pero el siguiente nos parece clave: el
pensamiento crítico es lo que permite pasar del “saber información” al “saber pensar”.
Hay una clara diferencia cualitativa entre ambos. Frente a la acumulación creciente de
información, “saber pensar” permite identificar, jerarquizar lo importante frente a lo
accesorio, traspasar la acumulación de información para conectar un tema con
parámetros de análisis que permitan iluminarlo.
En términos generales, puede decirse entonces que el pensamiento crítico supone
una sistematización de elementos intelectuales que permiten integrar aportes del saber
información para leer críticamente la realidad. Aquí el papel de las ciencias sociales
parece obvio sin embargo, hoy, con frecuencia, resulta paralizante. Esto nos lleva a un
punto que es preciso introducir y es el de los parámetros de captación de la realidad que
se establecen como los únicos posibles.

Captación de la realidad y Ciencias Sociales


Con frecuencia las ciencias sociales –construidas dentro y fuera de la academia–
quedan reducidas a parámetros acotados a lo dado, a lo estructurado. Pero pensar la
realidad exige la apertura a nuevas configuraciones. Desarrollo de la conciencia de la
realidad no solo se corresponde con reflejar lo empírico “dado” sino con procesos, con
dinámicas y esto significa captar la historicidad pero también los horizontes de
posibilidades. Se trata de reconstrucción de la realidad como dada-dándose, como
49
adecuadamente ha argumentado el sociólogo Hugo Zemelman .
Quedar atrapado solamente en lo dado, en lo estructurado, sin pensar la capacidad
de reactuación sobre la realidad, no solo significa incapacidad de pensar el cambio social.
Supone una terrible amputación de la realidad en la construcción de las ciencias sociales.
No solo supone naturalizar lo dado como lo único posible –sea cual fuera esta realidad–
supone circunscribir el razonamiento a cierres apresurados del objeto. Es decir, es un
problema cognitivo importante.
Como señala Zemelman, “la incoporación de lo indeterminado de lo determinado es
fundamental para recuperar la exigencia del movimiento, indeterminación que ha de ser
determinable en términos de relaciones posibles según un razonamiento articulado. La
determinación no constituye ninguna anticipación de contenido” (Zemelman, 1994: 10).
En suma, este es uno de los elementos que tiende a generar una desconexión general
entre construcción del conocimiento y generación de pensamiento crítico.

49
En varios de nuestros trabajos nos hemos referido a la contribución de este sociólogo y
evitamos entrar en detalles aquí. Para quien quiera profundizar en las bases teórico-
epistemológicas, remitimos a Zemelman 1992. Igualmente remitimos a una profundización de la
temática desde esta base a Falero 2011.

110
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Y esto lleva a la caracterización que es la capacidad de integrar y observar


alternativas que aparecen como marginales. El conocido sociólogo portugués Boaventura
de Sousa Santos ha denominado esto como “sociología de las ausencias” y “sociología de
las emergencias”. Es decir, se trata de hacer que prácticas sociales que están “ausentes”
de la problematización se vuelvan “presentes”, lo que aparece como socialmente
invisibilizado, se vuelva visible (por ejemplo, véase Sousa Santos, 2008).
Esto significa recobrar distintas experiencias sociales. Por ejemplo, se trata de la
recuperación y valorización de los sistemas alternativos de producción que la ortodoxia
productivista capitalista ocultó o desacreditó. En este caso, se trata de rescatar las formas
que no siendo hegemónicas de producción son igualmente importantes. Pero no solo se
trata de formas de producción alternativas, también pueden ser diversas luchas sociales
que no solo están invisibles por los grandes medios masivos de comunicación, sino
también en la propia construcción de conocimiento en Ciencias Sociales en la universidad.
A partir de aquí, se desprende lo que podemos identificar como otro tema central
de la captación cuando hablamos de pensamiento crítico y es el de los paradigmas que
permiten acercarnos a la realidad social. No existe consenso sobre la utilización del
concepto de paradigma en el clásico sentido establecido por Kuhn a comienzos de la
década del sesenta (Kuhn, 1986) en este campo del conocimiento. A nuestro juicio es un
concepto útil no solo en las ciencias naturales. Y de hecho, nos permitirá ver más
adelante, como en América Latina se produjo una ruptura paradigmática que contribuyó
sin duda al conocimiento sociológico.
La captación de estas “rupturas”, es decir, cuando el conjunto de “anomalías”
hacen insostenible permanecer en determinados parámetros de análisis sin
modificaciones importantes y se produce un salto cualitativo en la explicación, tiene
importancia clave en lo que podemos denominar, en forma un tanto provocativa, como la
generación de “anticuerpos” analíticos. Es decir, bases teórico-metodológicas que nos
proveen de protección contra limitadas lecturas de la realidad.
Decimos limitadas en el sentido en su insuficiente capacidad de explicar la
reproducción y generación de formas de poder en la sociedad. Sucede, por ejemplo, que
viejas visiones pueden reaparecer como actualizadas elaboraciones a través del lustroso
ropaje con que se las devuelve a este campo del conocimiento. Lo mismo que ocurre, por
ejemplo, con el marketing que rodea un estreno de cine de Hollywood frente a otra
producción cinematográfica de mayor calidad pero proveniente de un lugar poco conocido
o de una producción independiente, también ocurre con determinados autores y posturas
en ciencias sociales.
Por poner un ejemplo, el caso de Manuel Castells, hoy convertido en una referencia
imprescindible para acercarse al examen de las nuevas tecnologías de la información y la
comunicación (las TICs). Su trabajo de referencia en este tema (tiene otros y tampoco se
trata aquí de desacreditar su contribución) apareció hace ya varios años y se denominó
“la era de la información” (1998). El autor, que algún desubicado analista llegó a

111
Interdisciplinarias

considerar como el “Weber del siglo XXI”, si bien realizó un gigantesco cuadro sobre el
cambio que suponen las nuevas tecnologías (aunque justo es reconocer que evitando caer
en mecanicismos fáciles), termina postulando como eje clave de los procesos globales en
curso la inclusión o no en la “era de la información”.
Sin embargo, en ese trabajo se desprecia la perspectiva de análisis basada en la
reproducción de la polaridad entre regiones centrales y regiones periféricas. O, para ser
más precisos, se anota al pasar que se trata de conceptos caducos. En otras palabras,
carece de toda importancia mantener el esquema de regiones centrales de acumulación y
de regiones periféricas con posiciones de subalternidad en ese proceso. No se trata
naturalmente de que los conceptos sean eternos o que no sean objeto de críticas. El
problema es que una de las consecuencias analíticas de la opción, es que queda
desplazado del cuadro las formas de extracción de excedentes de las regiones periféricas,
que sin embargo son enormes. Y que, más aún, implica formas renovadas: patentes y
propiedad intelectual, extracción de biodiversidad, extracción de conocimiento, entre
otras.
Numerosos autores, por el contrario, alertaron sobre estas formas de
transferencias. Y esto no es menor señalarlo frente a la naturalización de un “sentido
común”, que postula sólo la importancia de las inversiones provenientes del norte y para
lo cual es clave generar “estabilidad política” o, en suma, generar el “clima de
inversiones” necesario para el desarrollo. Es preciso desmitificar este punto colocándolo
en el marco de lo que en otro lugar analizamos como “la batalla de las subjetividades”
(Falero, 2008).
Así es que el pensamiento crítico concebido como una sistematización intelectual
que trata de ir más allá de prenociones, de impresiones, de opiniones particulares, tiene
la extraordinaria importancia en el mundo actual de proveer de perspectivas analíticas
sobre la realidad que permitan no solo ubicarnos socialmente en el marco de la tensión
entre diversos intereses, viejos y nuevos, sino también una conciencia transformadora
que permite identificar alternativas sociales.
Claro, esto exige pagar los costos de no converger en corrientes hegemónicas. Más
aún, a veces supone enfrentarse a posiciones de poder que adscriben acríticamente a
modas académicas. No interesa aquí discutir si esto es consciente o inconscientemente, si
se hace por sentido práctico o por expreso interés personal o de grupo, si esto ocurre por
reflexión desencantada o por una preocupación cuasi enfermiza de posicionarse mejor en
el ámbito académico. Lo que interesa marcar es como no pocas veces, tal adscripción
significa el desgarramiento de la capacidad colectiva creadora crítica de la realidad y, por
el contrario, la promoción del sometimiento intelectual, el despojo de la inteligencia crítica
en función de coyunturas sociohistóricas que, se supone, así lo predisponen. Y esto nos
lleva a la necesidad de conectar la temática que venimos tratando con contextos sociales.

112
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Contextos sociales de producción del conocimiento


Existen contextos de bloqueos y contextos de ebullición en la construcción de
parámetros de análisis de la realidad. Coloquemos dos ejemplos vinculados a las ciencias
naturales pero que se relacionan con la autopercepción de la condición humana para
luego pasar a uno relacionado con las ciencias sociales.
En el 2009, se cumplieron los 150 años de la publicación de “El origen de las
especies” y los 200 años del nacimiento de su creador, Charles Darwin. Huelga señalar
que no solo se trata de considerar que estamos frente a una fundamentación científica
clave en biología (la selección natural como motor del cambio evolutivo) sino de una
propuesta revolucionaria que cambió la percepción del mundo y del hombre. El contexto
posibilitó que en 1859 en Londres, capital del centro hegemónico global, el libro fuera un
éxito editorial a la vez que un generador de críticas, resistencias, discusiones.
En el 2005, también se celebró otro aniversario clave en la producción intelectual -
100 años en este caso- que hace también a la historia de la autopercepción del ser
humano, de su lugar en el universo y de su capacidad de conocer críticamente la realidad.
En setiembre de 1905, Albert Einstein, entonces un joven físico que trabajaba como
técnico en un escritorio de patentes en Berna, dejó formulada la teoría de la relatividad
especial.
En un artículo de solo tres páginas dedujo su conocida fórmula por la cual masa y
energía están relacionadas (E=mc2, energía es igual a masa por velocidad de la luz al
cuadrado). La luz se mueve siempre a la misma velocidad, independientemente de cuán
rápido lo haga el observador. Además lanzó una idea revolucionaria sobre la naturaleza de
la luz que botó definitivamente al basurero la idea del “éter” que antes la física utilizaba
en la explicación.
El hecho puede ser acotado a una fecha simbólica del establecimiento de una
nueva concepción sobre espacio y tiempo que se completará en 1916 con su Teoría
General de la Relatividad (que incluye el concepto de gravedad). Pero es más que eso. Es
una verdadera transformación paradigmática en el sentido mencionado de Kuhn. En todo
caso, uno de los mojones del siglo XX en la percepción científica, en un siglo en el que se
elevará precisamente a la física como una de las disciplinas que ocupará un alto status
dentro de las ciencias.
Ahora bien, ¿cómo es posible explicar esta transformación de principios del siglo
XX? Seguramente no se debe dejar de examinar la trayectoria de la física hasta entonces
y particularmente de quienes constituyeron apoyos científicos de Einstein. Es decir
quienes los precedieron para poder sustentar aquellas bases, comenzando obviamente
por Newton a fines del siglo XVII. De hecho, tampoco dejar de reconocer aquella especial
mente creativa. Dígase desde ya que no se es precisamente original cuando uno se
pregunta sobre las fuentes de tal creatividad. Muchos estudiosos de la temática ya lo
hicieron.

113
Interdisciplinarias

En todo caso, no está de más tampoco recordar aquella frase suya donde se
autopercibía como no siendo ni especialmente inteligente, ni especialmente dotado, pero
si poseyendo una incansable curiosidad. Buena parte de esa curiosidad, también se ha
50
estudiado, corría en los márgenes de la ciencia institucionalizada . Los experimentalistas
dominaban la academia y por cierto rechazaban la relatividad. Se ha dicho que
difícilmente la relatividad especial hubiera salido airosa si Einstein no hubiera ignorado los
51
resultados experimentales que en el momento parecían refutar la teoría .
Su postura crítica con la autoridad fue un elemento clave de su personalidad, pero
subráyese, en un contexto donde abundaban las ideas socialistas de todo tipo y los
intelectuales contestatarios. El propio Einstein no dejó de discutir sobre filosofía además
de física obviamente.
Y esto conduce al núcleo central de la argumentación: el contexto social en que
Einstein realizó tales formulaciones. De hecho, ningún sociólogo actualmente dejaría de
preguntarse primeramente por las redes sociales en que actuaba. Pero la idea de
contexto va más allá de esto. En Europa eran años prósperos, particularmente para los
que tenían dinero. Pero también eran años de pensar el cambio social: Lenin, Rosa
Luxemburgo, Trotski, muchas otras figuras de la teoría y la praxis socialista, luego
consideradas clave. Esa idea de cambio, de “transgresión” de un orden, invadía todos los
terrenos. Por citar solo otro ejemplo: los entendidos en pintura señalan que “Las señoritas
de Aviñón” de 1907 de Pablo Picasso (no casualmente alguien que también hizo añicos
cualquier clase de convenciones) constituye una inflexión en la historia de la pintura.
Para la periferia, eran años revolucionarios. Hobsbawm recuerda que el propio Marx
creía al final de su vida, que una revolución rusa podía ser el detonador que hiciera
52
estallar la revolución proletaria en los países más industrializados . La revolución estalló
justamente allí en 1905 -esto quiere decir huelgas masivas y constitución en consejos
obreros así como en especial revueltas campesinas- aunque, como se sabe, ese intento
fue derrotado. Pero había quedado demostrado que el zarismo podía también ser
derrotado, como de hecho lo fue en 1917.
Este punto advierte de una interconexión necesaria entre construcción del
pensamiento y realidad social. En otros trabajos, hemos fundamentado como en la década
del sesenta, en un contexto de luchas sociales, América Latina vivió una verdadera
ruptura paradigmática en la constitución del pensamiento crítico, particularmente en
cuanto relación Sociología-Economía (Falero, 2006). No es preciso aquí detallar los aportes

50
Véase por ejemplo el artículo de Ildeu de Castro Moreira de la Universidad Federal de Rio
de Janeiro “2005 um ano miraculoso”, en Ciencia Hoje, vol. 36, Nº 212, enero / febrero 2005.
51
Véase por ejemplo el artículo de Guillermo Boido de la UBA: “Un día muy hermoso en
Berna. Sobre la relatividad especial, Einstein, Michelson y la epistemología”, ponencia presentada
en Campinas, 2004. http://ghtc.ifi.unicamp.br/AFHIC3/Trabalhos/27-Guillermo-Boido.pdf
52
Véase del autor “Historia del Siglo XX” pero especialmente para este tema “La era del
imperio, 1875 – 1914” (Hobsbawm 1998).

114
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

de numerosos autores -y también algunas explicaciones mecánicas y más simplistas de lo


requerido, debe reconocerse también- sino argumentar cómo se fue generando una nueva
cosmovisión, a contracorriente, que finalmente el contexto político de dictaduras y los
propios bloqueos académicos paralizaron en su desarrollo. Las derivaciones positivas del
nuevo paradigma, pueden esquematizarse en cuatro ejes centrales entre otros posibles.
En primer lugar, la idea de una dialéctica polarizante intrínseca a un sistema único
mundial que inficionaba las relaciones sociales y que asumirla permitía romper con lastres
eurocéntricos para el análisis. Esto no quiere decir –debe subrayarse– no tomar a ningún
autor de Europa, por decirlo en forma banal, sino tomar a cualquier autor pero leerlo con
perspectiva latinoamericana, pensando en las problemáticas específicas de la región.
En este sentido, y en segundo lugar, se colocaron fundamentos para un pensar
relacional donde resulta equivocado observar coexistencia de partes, ya sea bajo el
formato de dualidad o bajo formatos más complejos, sino que se trata de advertir
procesos sociohistóricos con relaciones capitalistas que articulan otras y atraviesan, a
veces en forma invisible, al todo social.
Esto llevó, en tercer lugar, a abrir un camino conceptual que comenzó a permitir
cierta sana desconfianza frente a aproximaciones de coexistencia de sociedades duales
(coexistencia de lo tradicional y lo moderno) que, sin embargo, todavía se sigue
presentando en distintos formatos. Porque, cuando hoy se sobrerepresenta –como se
aludió antes– el eje incluido o excluido de la “era de la información” y desaparecen del
cuadro las formas de poder que traban un desarrollo alternativo y que tienden a
reproducir estructuras de desigualdad social, se está frente a un nuevo ropaje de viejas
perspectivas.
Finalmente, en cuarto lugar y retomando el punto anterior, debe señalarse la
apertura –aunque no un desarrollo sustantivo, debe reconocerse– a la necesidad de
investigar las formas características que asumían las estructuras de poder en la región,
sus actores y sus conexiones transnacionales.
Puede decirse que la perspectiva del sistema-mundo o de la economía a escala
global con todas sus potencialidades demostradas en los análisis –y que procuran superar
los reduccionismos estado-céntricos y al mismo tiempo no caer en perspectivas sobre
globalización que tienden a magnificar una inflexión de las últimas décadas– heredó de
América Latina elementos claves como los anteriores.
Naturalmente no se trata de establecer linealidades, pero aportes (no siempre
coincidentes entre sí) como los de Samir Amin, Giovanni Arrighi, André Gunder Frank e
Immanuel Wallerstein, por citar tan solo las cuatro figuras más conocidas, no solo
trabajaron y reflexionaron desde evidencias surgidas de los centros de acumulación sino
en diálogo con regiones periféricas tratando de generar mediaciones analíticas críticas
entre realidades bien diversas. Frank lo hizo desde América Latina, el resto básicamente a
partir de África. Se puede decir que el contexto llevaba a que pensar la realidad social en
clave crítica, implicaba necesariamente observar y analizar diferentes situaciones.

115
Interdisciplinarias

Reflexiones finales
Considerando los saltos cualitativos en el conocimiento vinculados a Darwin y a
Einstein y el cambio de paradigma que emergió en la década del sesenta en América
Latina –entre otros ejemplos posibles– hay una dimensión que interesa rescatar aquí: la
creatividad en la construcción de conocimiento requiere enfrentarse a lo hegemónico y a
lo establecido, implica asumir una perspectiva crítica de lo dado. La universidad requiere
replantearse esta conexión en forma urgente y he aquí donde el pensamiento aparece
como clave.
Sabemos que las disciplinas vinculadas a lo social no están en buena forma para
contribuir. Desde que la Economía se constituyó en centro de gravedad de la discusión
social general pero a la vez quedó atrapada en la fetichización del mercado –aún en su
versión neoinstitucionalista hegemónica actual– según la cual todo se reduce a la
conformación de un buen “clima de negocios” que permita “atraer inversiones” (por citar
solo un ejemplo de ese extendido discurso), se generaron prisiones mentales fuera de las
cuales de alguna manera nadie puede pensar el cambio social. Desde tal posición, todo
queda reducido a identificar un aséptico conjunto de instrumentos o técnicas
transhistóricos y a una lógica práctica. Naturalmente, desde tal posición solo puede
observarse con desconfianza o pura inutilidad toda otra producción.
En las Ciencias Sociales está ocurriendo algo parecido en cuanto a esas prisiones
mentales aunque, debe reconocerse, aún en menor grado que el caso anterior. Las
preguntas en torno a la relación pensamiento crítico y universidad pueden a partir de aquí
acumularse: ¿es posible que América Latina vuelva a ser –además de formadora de los
profesionales que la sociedad exige– productora de pensadores sociales?, ¿puede serlo
Uruguay?, ¿puede la Universidad aportar como fuente de pensamiento crítico que, en
diálogo con la sociedad, estimule la creatividad? Existen varios desafíos que deben
afrontarse para permitir que ello suceda. El primero es reconocer la existencia de lo que
puede llamarse una “inteligencia capturada” por múltiples motivos y asumir lo que ello
efectivamente significa como límite en la Universidad.
Reconociendo este contexto, igualmente debe recordarse, ya en segundo lugar, que
en los últimos años se han generado un enorme conjunto de experiencias sociales nuevas
que han permitido que América Latina se transformara en un laboratorio social. Las
diferentes dinámicas de movilización social (indígenas, campesinos, movimientos por
diferentes derechos, redes urbanas, etc.) han tenido un lugar central. En este sentido, el
desarrollo de la conciencia de investigación en ciencias sociales, supone también
preguntarnos por nuestra capacidad de captación crítica de la realidad social.
Ya sea por la perentoriedad de temáticas sociales complejas de resolver (pobreza,
violencia, etc.) y que exigen respuestas rápidas a través de proyectos concretos, ya sea
por las lógicas de consultoría que inficionan cada vez más este campo de conocimiento,

116
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

ya sea por la necesidad de generar rápidas posiciones con prestigio académico que hacen
más viable otros temas, en suma, ya sea por éstas u otras causas, ocuparse del
pensamiento crítico como problema a estudiar sugiere la predisposición a aceptar que se
toma un camino escarpado, cuesta arriba y con peligros no necesariamente visibles.
Esto lleva al tercer y último punto por el momento. La conexión entre redes
académicas y extraacadémicas provenientes del campo popular, puede colaborar a
transitar ese camino escarpado. Tender puentes entre ambos espacios resulta, como
nunca antes, absolutamente esencial para regenerar el pensamiento crítico desde las
ciencias sociales.

Referencias bibliográficas
Castells, Manuel (1998). La era de la información, Madrid: Alianza editorial.
Falero, A. (2011). La importancia de recuperar el estudio de procesos sociales. Algunas
implicaciones teórico-metodológicas. El Uruguay desde la Sociología IX. 99–127
Montevideo: DS-FCS.
Falero, A. (2008). Las batallas por la subjetividad. Construcción de derechos, luchas
sociales y dominación simbólica en Uruguay. Montevideo, Fanelcor / CSIC.
Falero, A. (2006). El paradigma renaciente de América Latina. Una aproximación
sociológica a legados y desafíos de la visión centro–periferia. En Beigel, F. et al
Crítica y teoría en el pensamiento social latinoamericano. Buenos Aires, CLACSO.
Hobsbawm, E. 1998 (1987). La era del imperio, 1875–1914. Buenos Aires, Crítica.
Khun, T. S. 1986 (1962) 1986 (1962). La estructura de las revoluciones científica. México,
FCE.
Sousa Santos, B. (2008). A gramática do tempo. Para una nova cultura política. São Paulo,
Cortez Editora.
Zemelman, H. (1994). Racionalidad y Ciencias Sociales. Círculos de reflexión
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Zemelman, H. (1992). Los horizontes de la razón. Barcelona: Editorial Anthoropos / El
Colegio de México.

117
Interdisciplinarias

118
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

La experiencia del Programa Facultad Abierta (FFyL-UBA):


una reflexión sobre la práctica de la extensión universitaria
con los trabajadores de la autogestión

53
Andrés Ruggeri, Javier Antivero, Paloma Elena, Fernando García, Natalia Polti

El Programa Facultad Abierta surge en marzo de 2002 como un programa de


extensión universitaria con objetivos amplios de relación entre la Facultad de Filosofía y
Letras (FFyL) de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y las organizaciones populares, en
el marco de la profunda crisis que envolvía al país en aquel momento. Por distintas
circunstancias, básicamente la escasez de recursos y la debilidad de nuestra inserción
54
institucional , el programa se focalizó pronto en el fenómeno de las empresas
recuperadas por sus trabajadores, generando una instancia de apoyo universitario a un
movimiento en crecimiento y desarrollando una práctica de extensión que combina el
compromiso social y político con el apoyo interdisciplinario y actividades de investigación,
enfocados a generar conocimiento que fortalezca a los trabajadores en su lucha cotidiana.
En ese sentido, nuestro programa creó instancias de trabajo que se diferenciaron
tanto de la concepción tradicional de la extensión como de la investigación, contó con
gran participación de estudiantes y adquirió una importante presencia en el terreno,
participando activamente de las luchas de los trabajadores de las empresas recuperadas
en los difíciles años pos-crisis.
Sintéticamente, se desarrollaron las siguientes iniciativas:
- Realización de tres relevamientos exhaustivos de empresas recuperadas en
Argentina (2002, 2004 y 2009/10).
- Apoyo y asesoramiento a gran cantidad de empresas recuperadas y sus
organizaciones.
- Creación del Centro de Documentación de Empresas Recuperadas que funciona en
forma permanente en la Cooperativa Chilavert.
- Edición de la Guía latinoamericana de empresas recuperadas.
- Publicación de varios trabajos de investigación: Las empresas recuperadas en la
Argentina, (FFYL, 2005); Las empresas recuperadas: autogestión obrera en la Argentina y
América Latina; (FFyL, 2009); La economía de los trabajadores: autogestión y distribución

53
Andrés Ruggeri: Antropólogo (UBA), director del Programa desde 2002. Natalia Polti y Javier
Antivero, coordinadores. Fernando García y Paloma Elena, miembros del equipo del Programa
Facultad Abierta, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires.
54
El Programa surge como una iniciativa dentro de la Secretaría de Extensión Universitaria
de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, aprobado por una resolución de consejo directivo que
debe renovarse todos los años, al igual que los nombramientos de sus coordinadores, a partir de la
presentación de un informe y un plan de trabajo anuales. Esta situación es frágil porque es
vulnerable a los vaivenes políticos de la gestión universitaria. Si todavía continúa, a pesar de
haberse enfrentado situaciones adversas en ese terreno, es por la legitimidad lograda a través del
trabajo desarrollado.

119
Interdisciplinarias

de la riqueza, selección de trabajos del Primer Encuentro Internacional "La economía de


los trabajadores" (Ediciones de la Cooperativa Chilavert, 2009); Las empresas
recuperadas en la Argentina.2010. (Ediciones de la Cooperativa Chilavert, 2011).
- Realización de tres videos documentales: "El caso de la Cooperativa Bauen", "El
caso de la Cooperativa Chilavert" y "El caso de la Cooperativa 19 de Diciembre",
publicados por la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA bajo el título “Innovaciones
sociales en contextos de exclusión: el caso de las empresas recuperadas por sus
trabajadores”.
-Dictado de un seminario de grado para las carreras de Antropología, Historia y
Geografía sobre la temática: “Las empresas recuperadas, autogestión obrera en Argentina
y América Latina”, a cargo del director del programa, Andrés Ruggeri.
- Organización de tres ediciones deI “Encuentro internacional: La economía de los
trabajadores” junto con otras instituciones académicas y organizaciones de los
trabajadores (2007 y 2009, Buenos Aires, 2011, México, junto con el Área de Estudios del
Trabajo de la UAM-X, México). En las distintas ediciones participaron investigadores,
docentes, militantes sociales y políticos y trabajadores de más de 25 países de América,
Europa, África y Oceanía.
-Participación en la organización del “Foro hacia otra Economía” junto con
organizaciones sociales y otras universidades (abril 2011).
-Realización del Ciclo de Cine y debate “Pensar (y Filmar) la autogestión”
(abril/mayo2011)

El desarrollo del Programa en el ámbito del trabajo


autogestionado
El Programa Facultad Abierta realizó desde 2002 hasta el momento una serie de
acciones de extensión universitaria e investigación con el sector de los trabajadores
autogestionados, tanto de empresas recuperadas como de otras organizaciones que
adoptaron la autogestión como forma de encarar la reinserción en la estructura laboral y
productiva del país. Estas iniciativas se han desarrollado en general en coordinación con
las principales organizaciones que articulan las experiencias de recuperación del trabajo,
en un principio el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER) y luego, a partir
de la fragmentación del mismo, con el resto de las organizaciones surgidas de esta
diáspora, entre las que destacamos ANTA (Asociación Nacional de Trabajadores
Autogestionados), FACTA (Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores
Autogestionados) y CONTA (Coordinadora Nacional de Trabajadores Autogestionados, que
integran ANTA Y MNER). Desde 2007 trabajamos especialmente con la Red Gráfica, una
cooperativa de segundo grado del ramo gráfico, formada mayoritariamente por empresas
recuperadas con el impulso de la Federación de Cooperativas de Trabajo de la Provincia
de Buenos Aires (FECOOTRA) y la Federación Gráfica Bonaerense.

120
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Una de las más importantes actividades del Programa son los relevamientos
nacionales de empresas recuperadas, realizados en 2002/3, 2004 y 2009/10 (en 2007 se
realizó uno en el ámbito de la CABA en convenio con el INTI). Los relevamientos consisten
en una encuesta exhaustiva de las ERT del país, para los cuales se convocan voluntarios
de las Facultades de Ciencias Sociales y Filosofía y Letras de la UBA, y se visita a las
empresas recuperadas que dan su consentimiento para hacerlo. En 2002 se trabajó con
59 casos, en 2004 con 72 y en 2009 con 86. Esta base de datos constituye un seguimiento
del fenómeno en profundidad, siendo la mayor investigación de este alcance existente
sobre el tema. Los datos de estos estudios nos permiten evaluar con bastante precisión el
estado y las necesidades del sector, combinados con los trabajos cualitativos de campo y
la articulación con las organizaciones. Los datos de estos estudios (que se pueden
consultar en www.recuperadasdoc.com.ar) sirvieron como base para la creación del Centro
de Documentación de Empresas Recuperadas, un emprendimiento conjunto entre el
programa y la cooperativa Chilavert y, en ese entonces, el Movimiento Nacional de
Empresas Recuperadas, y fueron también tomados por la mayoría de los organismos e
instituciones públicas que intervienen en la problemática (podemos citar al gobierno de la
Ciudad de Buenos Aires, hasta 2007, el INAES, el INTI, los Ministerios de Desarrollo Social
y de Trabajo y Seguridad Social de la Nación, e incluso los ministerios de Trabajo de
Uruguay y Venezuela y la Secretaría del Trabajo del Gobierno del Distrito Federal, México).
El relevamiento de 2010, cuyo informe fue publicado recientemente, revela que el
fenómeno de las ERT está lejos de estar estancado y que mantiene una gran vitalidad. De
acuerdo con nuestros datos, las ERT pasaron de 161 en 2004 a 205 en 2010, y los
trabajadores ocupados de 7100 a 9400. La mayor expansión se dio en el interior del país,
que ya ocupa el 44% del total de recuperadas. El resto está en el área Metropolitana de
Buenos Aires.
Esta política desplegada desde la Facultad de Filosofía y Letras no se limitó al
diagnóstico y la investigación sino que articuló acciones con equipos de otras facultades
(su expresión más importante fue el programa UBACYT F-701 de Urgencia Social, dirigido
por el Dr. Hugo Trinchero, donde se formó un equipo transdisciplinario con las Facultades
de Ingeniería, Ciencias Sociales y Ciencias Exactas de la UBA), con intervención en varios
casos asesorando el desarrollo de las ERT en aspectos de gestión, de desarrollo
comunitario y tecnológico, articulando en ocasiones con los organismos públicos ya
mencionados. A su vez, estas acciones contaron con la participación de muchos
estudiantes voluntarios que habían tomado parte de los relevamientos y otras acciones
del programa, constituyendo una experiencia de trabajo de campo y formación profesional
que, en el caso de algunas carreras, les permitió articular curricularmente estas acciones
formativas.
En 2007 y 2009 se realizaron con la organización del Programa y la co-organización
de varias organizaciones e instituciones académicas y de trabajadores del país y del
exterior, los Encuentros Internacionales “La economía de los trabajadores”, un espacio de

121
Interdisciplinarias

discusión y articulación entre trabajadores de ERT y otras experiencias autogestionarias y


sindicales con los estudiantes y los investigadores. Entre los dos eventos contamos con la
participación de representantes de 21 países a América, Europa, África y Oceanía. En
2011, el Encuentro dio un salto de calidad y de consolidación internacional, al
desarrollarse en México, en coordinación con la Universidad Autónoma Metropolitana-
Unidad Xochimilco, con participación de 400 asistentes y ponentes de 14 países. De este
III Encuentro quedó conformada una red internacional de apoyo a la autogestión y las
luchas de los trabajadores. El IV, a realizarse en 2013, se postula para hacerse en Cuba o
Brasil, de acuerdo a las posibilidades de los organizadores locales.
Esta trayectoria fue apoyada oportunamente por la Secretaría de Políticas
Universitarias del Ministerio de Educación, a través de la selección de distintos proyectos,
primero a través de los concursos de proyectos de extensión de las convocatorias 2004 y
2005 y luego por el Programa de Voluntariado Universitario en sus convocatorias 2006 y
2010. En el primer caso, el subsidio recibido fue fundamental para el armado de la
primera estructura del Centro de Documentación de Empresas Recuperadas que el
Programa sostiene desde ese entonces en la cooperativa Chilavert. En el segundo, se
conformó una Guía Latinoamericana de Empresas Recuperadas, con información
interactiva de ERT de nuestro país, Uruguay, Paraguay, Brasil y Venezuela
(www.recuperadasdoc.com.ar). El subsidio del PVU de 2006 permitió un salto cualitativo en el
Centro de Documentación, amplificando su llegada a ERT de todo el país y del exterior y la
formación de un equipo de voluntarios de varias carreras, publicación de materiales y
articulación de la extensión, la investigación y la docencia, cimentando la relación entre
los trabajadores y la Universidad Pública. Se amplió la infraestructura del Centro de
Documentación y se apoyó la iniciativa de conformación de la Red Gráfica Cooperativa. En
2010 recibimos un nuevo subsidio para la realización de materiales de formación en
autogestión para trabajadores de las ERT.
El Programa lleva ya cinco publicaciones especializadas en el tema, de las que
destacamos por su actualidad las más recientes (2009): “Las empresas recuperadas:
autogestión obrera en Argentina y América Latina”, compilado por Andrés Ruggeri,
director del Programa, y “La economía de los trabajadores: autogestión y distribución de
la riqueza”, con una selección de trabajos presentados al I Encuentro del mismo nombre.
En 2011 publicamos el informe del tercer relevamiento como “Las empresas recuperadas
en la Argentina.2010” editado por la cooperativa Chilavert.
A partir de 2009 se sumó el dictado del seminario curricular “Las empresas
recuperadas: autogestión obrera en Argentina y América Latina”, a cargo del director del
Programa, Andrés Ruggeri. El seminario tiene como objetivo introducir a los alumnos en
los problemas del mundo del trabajo y la gestión obrera de unidades productivas en el
marco de la etapa actual del capitalismo global y, específicamente, en la situación
particular de las empresas recuperadas por sus trabajadores en la Argentina y otros
países de América Latina. Con esta incorporación a la currícula se cierra el ciclo de

122
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

actividades en las distintas áreas del trabajo universitario, incorporando la experiencia del
programa a la formación curricular de los estudiantes.

El Centro de Documentación de Empresas Recuperadas


El Centro de Documentación se ocupa del registro y documentación de la
experiencia de las empresas recuperadas y está abierto a la consulta de trabajadores,
investigadores y la comunidad en general. Funciona en las instalaciones de la Cooperativa
Artes Gráficas Chilavert (empresa recuperada) y es atendido por miembros del programa
y estudiantes voluntarios de varias carreras. Se inauguró el 20 de octubre de 2006, en
ocasión del cuarto aniversario de la ocupación de esa empresa por sus trabajadores,
aunque ya funcionaba de modo más informal desde 2004.
La creación del Centro de Documentación sobre empresas recuperadas permitió
poner un fenómeno que despierta gran interés y solidaridad entre otros sectores sociales
y la comunidad educativa al alcance de los mismos, tanto para su mejor conocimiento
como para la formación y capacitación en la temática. El Archivo documental permitió,
además, un mejor acceso a investigadores y docentes al acervo que registra, a través de
distintos soportes, el proceso en sí, además de rescatar la propia memoria de los
trabajadores, intentando de esta manera compensar la dispersión en que se encuentran
los diversos estudios sobre estos procesos, brindando un espacio donde estos puedan
difundirse, discutirse y ser incorporados a una base de consulta unificada, posibilitando de
esta forma un pensamiento conjunto que sirva a la dinámica de consolidación de las
empresas recuperadas.
Pero, básicamente, el Centro es el lugar de inserción social del Programa junto a los
trabajadores, compartiendo el día a día y manteniéndose en el centro del proceso en una
relación de confianza y ayuda mutua que debe consolidarse en la práctica diaria. En ese
sentido, el Centro es el corazón del funcionamiento del programa, lejos de la institución
académica y cerca del movimiento de los trabajadores.

Algunas reflexiones sobre la extensión universitaria desde nuestra


experiencia
Todo esto no estuvo exento de dificultades. La primera, la financiación. Los
programas de extensión no cuentan por lo general con grandes recursos y no somos la
excepción. De a poco conseguimos ampliar las rentas destinadas al programa (dos
coordinadores más los cargos de gestión de quienes formamos parte del programa) y
conseguimos diversos subsidios que nos permitieron ir armando la estructura del Centro
de Documentación y algunas posibilidades (escasas) laborales que van surgiendo las
vamos canalizando hacia quienes han trabajado siempre en forma voluntaria.
La relación con los trabajadores es, por otra parte, una construcción permanente
que ha sufrido altibajos, a veces por nuestras propias falencias y, otras, por los vaivenes
propios de la formación de un sector novedoso, dinámico y con lógicas organizacionales
123
Interdisciplinarias

diferentes a las típicas de las organizaciones sociales y políticas no ligadas directamente


al terreno económico. La fragmentación política jugó también su papel en esta situación:
tener una relación con alguno de los sectores generaba con frecuencia recelos en otros,
etc. A pesar de eso, logramos mantener una continuidad en nuestra relación con los
distintos sectores, con la excepción del Movimiento de Fábricas Recuperadas encabezado
por Luis Caro. En este caso, nuestro distanciamiento fue una decisión política del
Programa basada en una lectura propia acerca de esa organización.
La formación de un equipo que no dependiera exclusivamente de una o dos
cabezas y que construyera una lógica de trabajo donde se compartieran y respetaran
algunos conceptos básicos pero donde también se participara de la conformación de los
mismos no es una práctica habitual en los equipos universitarios y, desde ese punto de
vista, se trata de un proceso de invención permanente. Muchos estudiantes y graduados
están acostumbrados a otro tipo de equipos, especialmente de investigación, y esperan
que se les den tareas sin opción a discusión. Aunque el espacio para hacerlo está abierto,
generar la dinámica donde eso pase como algo natural y parte de la lógica de desarrollo
de las tareas del equipo lleva tiempo y, de alguna manera, debe ser formada y rediscutida
permanentemente. El programa se propone a sí mismo como un espacio de formación
tanto en el plano de la investigación como en el de la extensión, y la incorporación de
estudiantes en forma voluntaria es importante para mantener esa característica.
Pero más allá de esta breve reseña de nuestra trayectoria, nos interesa volver a
poner en claro algunos conceptos fundantes de nuestra práctica y nuestros objetivos.
Nuestro programa es básicamente un programa de extensión e investigación con una
visión político académica del papel de la Universidad en su relación con el campo popular.

Criterios político académicos


Cuando decimos que Facultad Abierta es un programa político académico
probablemente estemos diciendo algo obvio pero que necesita ser explicitado. Como un
programa institucional de la Universidad Pública, tenemos un criterio político acerca de
cómo se trabaja o debe trabajar desde ésta con las organizaciones populares y,
simultáneamente, ese trabajo no es una mera militancia o acción política, sino que se lo
hace desde las competencias académicas que nos corresponden como programa de, en
este caso, la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA. El primer criterio es, entonces, no
confundir los objetivos políticos de un programa universitario con objetivos políticos a
secas, es decir, no yuxtaponer militancia con tareas político académicas. Tareas político
académicas, por su parte, significa tratar de poner en juego una concepción política de
cuál es el rol de la Universidad Pública en su relación con las organizaciones sociales y el
desarrollo de las luchas populares. También, y no menos importante, significa dar una
batalla al interior de la Universidad y del pensamiento académico sobre la necesidad de
una clara política de extensión y, por lo tanto, una disputa sobre el mismo sentido de la
Universidad como parte del pueblo que la sostiene. En otras palabras, al servicio de qué

124
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

sectores sociales y qué proyecto de país se vuelca la formación y la práctica universitaria.


Nosotros no somos, por supuesto, los únicos que sostenemos que la Universidad Pública
debe tener como prioridad el trabajo con la comunidad, específicamente con las
organizaciones populares, pero esta concepción es claramente minoritaria en el actual
contexto de la UBA.
Al mismo tiempo, nuestro papel como programa de extensión es apoyar las luchas
de los trabajadores desde la solidaridad pero también desde una intervención que,
respetando la voluntad y objetivos del sujeto social, logre articular saberes académicos
con los propios de los trabajadores, en una construcción conjunta de conocimiento que
refuerce y contribuya al crecimiento de los movimientos y organizaciones populares. En el
caso de las ERT, eso significa aportar para el crecimiento y la consolidación de las
cooperativas en tanto procesos de autogestión y como posibilidad de la gestación de un
modelo de gestión económica desde los trabajadores. Relacionado con esto, aparece otro
criterio fundamental y claramente político: el respeto de la propia experiencia de los
trabajadores en la construcción de sus organizaciones y el convencimiento de que nuestro
papel es aportar críticamente a esa construcción, sin aprovechar la situación para intentar
reemplazar la discusión y el debate de los protagonistas y mucho menos intentar ocupar
roles dirigentes.
Pero probablemente una de las conclusiones más importantes de nuestro trabajo a
lo largo de ya nueve años es la comprensión de la importancia estratégica de abrir
espacios de intercambio y debate entre los sectores académicos comprometidos con las
luchas de los trabajadores y las organizaciones de los trabajadores mismos, como una
instancia donde el concepto de extensión toma otra sentido. Nuestra tarea consiste no
sólo en apoyar las acciones de los trabajadores sino también contribuir a la creación de
instancias que les permitan, tanto a ellos como a nosotros o a otros sectores interesados
en la temática, la reflexión crítica sobre las prácticas y experiencias y la recreación de
conceptos teóricos que den una nueva proyección al accionar político y socioeconómico
de los trabajadores, en este caso los autogestionados. La ejemplificación de esta
concepción es el Encuentro “La economía de los trabajadores”, donde comenzamos a
crear estos espacios de debate e intercambio que deberían permitir superar la experiencia
propia para participar de la elaboración de nuevos criterios teórico prácticos de lucha y
organización. Y no es al azar que hayamos elegido hacerlo con los trabajadores
autogestionados –en tanto parte de la clase trabajadora–, y que busquemos ampliar el
espectro de acción del programa a los trabajadores sindicalizados: nos parece de
importancia estratégica reafirmar la centralidad del trabajo como el lugar donde se dan
las contradicciones decisivas del sistema económico y político en que vivimos. Desde este
aspecto podemos contextualizar mejor nuestro debate con la visión, mayoritaria en el
campo de quienes investigan o accionan en el campo de las experiencias
autogestionarias, que entiende a las empresas recuperadas y otros actores
autogestionarios como parte de la llamada “economía social”.

125
Interdisciplinarias

Además de estos conceptos básicos, es importante también entender al Programa


como una instancia de investigación y formación para sus miembros diferente de las que
nos da el camino habitual de carrera académica e investigación tradicional. Si bien, como
ya dijimos, la incorporación de voluntarios es una herramienta en parte forzada por la
escasez de recursos que caracteriza a la Universidad Pública y especialmente a
programas como los nuestros, nos permite al mismo tiempo generar espacios de
formación y de acceso al campo donde la discusión conceptual, por un lado, y la
experiencia de campo con compromiso social, por el otro, son esenciales para la
conformación de un equipo con las características que presenta, tanto en la teoría como
en la realidad, Facultad Abierta.

126
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Universidad latinoamericana y movimientos


sociales

Segunda sesión

Derecho a la ciudad y psicología política latinoamericana.


Un rollo crítico a desenrollar

Susana Canfield, Lucía Correa, Verónica Pérez, Natania Tommasino, Edgard Tubin,
55
Eduardo Viera

Planteo de la problemática
Acorde a fuentes diversas en el año 2000 la mitad de la población mundial vivía en
ciudades. Según previsiones estadísticas para el año 2050 la tasa de urbanización en el
mundo llegará a casi el 65% (Carta Mundial de Derecho a la Ciudad 2004). Estos
pronósticos son discutibles y hay quienes observan que estas tasas tienen períodos de
ascenso para luego decaer. De hecho en muchas ciudades tales tasas estarían
decreciendo, aunque muchas veces a costas de generar micro-ciudades periféricas
aledañas y dependientes de la macro-ciudad. Para el caso específico de América Latina en
1950 el 41% de la población vivía en ciudades y en el año 2000 el 78% (Habitat, 1999).
La urbanización explosiva y descontrolada ha generado procesos de fragmentación
y segmentación que definen territorios de exclusión cultural, económica, social y política.
En nuestro país se instrumentan políticas como el Plan “Juntos” que se propone revertir
algunos de estos efectos proponiendo la relocalización de poblaciones habitantes de
asentamientos en situación de riesgo y en vulnerabilidad (vulneración) social. Desde
nuestro colectivo hemos construido diversas acciones y proyectos (EFI-CSEAM, Iniciación a
la investigación-CSIC, cursos de grado: “Cuestión social, políticas públicas y psicología”)
que apuntan a problematizar estas políticas desde diversos ángulos de percepción y
acción. Importa considerar los efectos de las políticas públicas en las subjetividades de los

55
Integrantes del Grupo de Psicología Política Latinoamericana, Instituto de Psicología Social,
Facultad de Psicología, Udelar
127
Interdisciplinarias

directamente involucrados, en tanto facilitadoras u obstaculizadoras al desarrollo de vida


56
digna . Buscamos desde una práctica integral de enseñanza-investigación-extensión,
trabajando desde instrumentos específicos como el Derecho a la Ciudad y un marco
teórico a instituir e instituido de Psicología Política Latinoamericana, promover
pensamiento y acción crítica en las realidades que nos afectan.
A efectos de esta comunicación también colocaremos como contexto para su
visibilización y problematización acciones concretas de resistencia y rebeldía que en
algunos países del continente se han venido desarrollando respecto al hábitat y el habitar.

Derecho a la ciudad
El derecho a la ciudad no se refiere a la ciudad como hoy la conocemos y
padecemos sino a la otra ciudad posible, incluyente en todos los aspectos de la vida
(económicos, sociales, culturales, políticos, espaciales); sustentable y responsable;
espacio de la diversidad, la solidaridad y la convivencia; democrática, participativa, viva y
creativa. Una ciudad que no crezca a costa de su entorno, del campo o de otras ciudades
(Marcuse, 2010).
El derecho a la ciudad es mucho más que la libertad individual de acceder a los
recursos urbanos: se trata del derecho a cambiarnos a nosotros mismos cambiando la
ciudad. Es, además, un derecho común antes que individual, ya que esta transformación
depende inevitablemente del ejercicio de un poder colectivo para remodelar los procesos
de urbanización. La libertad de hacer y rehacer nuestras ciudades y a nosotros mismos es,
como quiero demostrar, uno de nuestros derechos humanos más preciosos, pero también
uno de los más descuidados (Harvey, 2008).
Le droit à la ville se manifeste comme forme supérieure des droits: droit à la liberté,
à l’individualisation dans la socialisation, à l´habitat et à l’habiter. Le droit à l’oeuvre (à
l’activité participante) et le droit à l’ appropiation (bien distinct du droit à la propieté)
s’impliquent dans le droit à la ville.
(El derecho a la ciudad se manifiesta como forma superior de los derechos: derecho
a la libertad, a la individualización en la socialización, al hábitat y al habitar. El derecho a
la obra (a la actividad participante) y el derecho a la apropiación (bien distinta al
57
derecho a la propiedad) se implican en el derecho a la ciudad) (Lefebvre, 1968).
Cuando hablamos del Derecho a la Ciudad, hablamos de algunas de estas cosas
que se han venido desarrollando y construyendo desde los Foros Sociales Mundiales
apostando a otra ciudad y otros mundos posibles y necesarios alternativos al del Sistema
Único neoliberal.

56
Tomamos como referencia para esta noción de vida digna al Sumak Kawsay quechua - vivir
bien, ni mejor ni peor que el de al lado, vivir bien, sin desvivirse por obtener más y el Suma Qamaña
aymara (¨buen convivir¨) que introduce la idea de lo comunitario, de una sociedad buena para
todos/as.
57
(traducción nuestra)
128
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

En el transcurso de aquella primera formulación de Lefebvre en 1968, muchas


cosas se han hecho y declarado. Algunos ejemplos en nuestro continente:
- En Bolivia en el año 2005 se conforma el Comité Impulsor del Derecho a la
Ciudad. Desde su constitución dicho comité se ha planteado la adecuación del Derecho a
la Ciudad a las características geográficas y culturales del país y la lucha por la
construcción de ciudades justas y sostenibles.
- En el marco de la Constitución brasileña de 1988 se constituye el Foro Nacional
de Reforma Urbana (FNRU). Este es una coalición nacional de movimientos y
organizaciones sociales, profesionales y gremiales, así como centros de investigación. De
las diversas luchas en que el Foro ha estado implicado, articuladas con las de otros
movimientos sociales nacionales e internacionales, en el año 2001 se formula el Estatuto
de la Ciudad, resultado de un acuerdo nacional entre el gobierno federal, municipios y
sociedad civil. Desde el año 2003 las propuestas del Foro han sido incluidas en la acción
del Ministerio de la Ciudad. Algunos de los productos específicos de las movilizaciones
promovidas por el Foro han sido la aprobación de leyes sobre el acceso al suelo urbano, la
regularización de tenencia, la ampliación de recursos para el Fondo Nacional de Vivienda
de Interés Social (FNVIS), la puesta en marcha del “Pacote Habitacional” que definió como
meta la construcción de un millón de viviendas en dos años.
- En Chile los movimientos de pobladores tienen una larga historia de lucha que fue
afectada seriamente por la dictadura militar y sus acciones en torno a la construcción de
vivienda social que atacó vínculos y subjetividades de los habitantes de las villas. Ejemplo
paradigmático de esta situación fue y es la Comuna de Peñalolén (“reunión entre
hermanos” en lengua mapuche) que ha pasado por múltiples procesos de expropiación de
derechos y territorio pero que aún hoy, se siguen proponiendo la lucha por conquistar su
derecho a permanecer en la Comuna; transformarse en una fuerza productiva autónoma;
promover estrategias autogestionadas de acción popular; ganar espacios de
representación dentro de la institucionalidad política e incidir en la planificación urbana de
la comuna.
- México se ha caracterizado por una larga lucha por los derechos urbanos. En las
décadas de los 70’s y 80’s se constituye el MUP (Movimiento Urbano Popular) que
realiza demandas de servicios básicos para los asentamientos ubicados en diferentes
regiones del país. Diversos MUP organizan su lucha en una Coordinadora Nacional
(CONAMUP) la que junto con otras organizaciones de la sociedad civil conforman el
UPREZ, Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata. Consecuencia de las
reivindicaciones de estos movimientos sociales es la formulación en el 2008 de la Carta
de la Ciudad de México por el Derecho a la Ciudad que tiene como objetivos
centrales contribuir a la construcción de una ciudad incluyente, habitable, justa,
democrática, sustentable y disfrutable; impulsar procesos de organización social,
fortalecimiento del tejido social y construcción de ciudadanía activa y responsable; y la
construcción de una economía urbana equitativa, incluyente y solidaria que garantice la

129
Interdisciplinarias

inserción productiva y el fortalecimiento económico de los sectores populares. El 13 de


julio de 2010 se firma la Carta de la Ciudad de México por el Derecho a la Ciudad,
reconocida oficialmente por los 3 Poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial y
representantes de la sociedad civil.
- En Republica Dominicana el 60% de la población vive en la ciudad, el 32% vive
bajo la línea de pobreza, el 35% no tiene acceso al agua potable, el 22% no tiene acceso a
los servicios básicos, y la tasa de mortalidad infantil es una de las más altas en la región.
El 50% de los dominicanos no tiene títulos de propiedad de sus terrenos. En el país se ha
constituido la Red Popular por la Coordinación y Defensa de la Tierra Urbana,
asociación que abarca a más de sesenta organizaciones comunitarias que trabajan en
conjunto para desarrollar la defensa de la tierra, la vivienda y la seguridad del hábitat.
- En Venezuela durante los años 50 y 60 las grandes obras de infraestructura y
urbanizaciones residenciales promovieron la segregación de habitantes de menores
recursos obligados a instalarse por cuenta propia en tierras estatales o privadas,
inaugurando barrios que se transforman en espacios de exclusión, no solamente por las
causas de su origen sino porque carecen de servicios básicos como saneamiento, agua y
acceso a escuelas y centros de salud. Tierras de carácter inestable generalmente
expuestas a inundaciones que no aparecen en censos o catastros.
En la Constitución del año 1999 se incorpora el Derecho a la Ciudad. En el año 2002
se crean legalmente los Comité de Tierra Urbana (CUT) que han ido creciendo en
cantidad y cobertura poblacional (al 2006 se calculaban en unos 7000 y una población
cubierta de 5 millones de personas. Sus funciones: promover junto a los entes estatales la
creación del registro de asentamientos urbanos populares; realizar una consulta pública y
generar procesos de organización y coordinación interinstitucional para la regularización
de la tenencia de la tierra en barrios y urbanizaciones populares; estudiar la situación de
los barrios y brindar asesoría y asistencia técnica a los gobiernos estatales y municipales.
Seguramente de cada uno de estos países muchos otros datos nos quedan por
resaltar, historiar y problematizar. Nos importaba introducir algunos “movimientos del
movimiento” por el Derecho a la Ciudad para compartir tareas que este colectivo de
psicología política latinoamericana viene realizando y proyectando.
- Proyecto de investigación CSIC – “La construcción del hábitat con criterios de
habitar en el Plan “Juntos” donde nos proponemos estudiar y cuestionar algunas lógicas
que vienen implementándose en torno a la problemática de la inclusión social desde las
políticas públicas, más específicamente las de vivienda, investigando niveles de ejecución
y acompañamiento a los beneficiarios en los momentos previos, durante y posteriores a
las re-localizaciones que se propone para habitantes de asentamientos y/o personas con
déficit habitacional. Nos centramos en los procesos que se realizan en el territorio de Luis
B. Berres y Ruta 5, donde el Movimiento de Formación Popular del Oeste de Montevideo
(MFOPM) de CSEAM y FUCVAM, trabajan articulados con el Plan Juntos en dichas re-
localizaciones.

130
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

- Proyecto de Extensión-EFI, CSEAM – “Construcción del Habitar en procesos


colectivos de instauración de un barrio en la ciudad”. En este proyecto otro grupo de
nosotros en una tarea interdisciplinaria, junto con un colectivo de estudiantes,
proponemos trabajar con los sujetos participantes de esta acción, sus organizaciones y el
Centro de Formación en la elaboración de un habitar conjunto, basado en enfoque de
Derecho, sustentado en conceptos y prácticas enmarcados en el Derecho a la Ciudad
(Lefebvre, 1968; Carta Mundial del Derecho a la Ciudad, 2003).
- Curso curricular: “Campo de problemáticas: Cuestión Social, Políticas Públicas y
Psicología”. En él tratamos de trabajar con los estudiantes las nuevas cotidianeidades y lo
que algunos autores llaman como la “Nueva Cuestión Social” (Pérez, 2005; Castel, 2002;
Rodríguez, 2005; Grassi, 2000), para desde allí poner en cuestión las Políticas Públicas de
nuestro país que intentan dar respuesta a viejas y nuevas situaciones sociales, culturales,
económicas y políticas. Asimismo nos importa discutir y producir conocimiento sobre las
políticas que la propia disciplina encauza desde sus prácticas y teorizaciones en las tareas
desde y en las políticas públicas que la enmarcan.
- Proyecto de Psicología Política Latinoamericana – Propuesta de instauración de
dicho programa de investigación-extensión y enseñanza en el marco de Institutos de la
Facultad de Psicología de la Udelar. En él nos proponemos una tarea integral que asuma,
desde su misma constitución, el constante debate para plantear y plantearnos conceptos
y prácticas pertinentes a las necesidades concretas de nuestros pueblos a nivel nacional y
continental; la constante revisión sobre las políticas que nuestra disciplina vehiculiza
articulando saberes y experiencias. En ese sentido algunos de los objetivos que
enunciamos refieren a generar procesos de investigación sobre problemáticas
emergentes de nuestra realidad nacional y continental; promover procesos de
investigación entre diversos países del continente; constituir equipos de intervención
psico-social en situaciones de emergencia y/o promoción comunitaria; sistematizar
experiencias y aprendizajes teóricos para la construcción constante de contenidos en
Psicología Política Latinoamericana; poner en cuestión construcciones teóricas, políticas y
de “sentido común”; promover desde las prácticas de investigación, enseñanza y
extensión, autonomía individual y comunitaria; apostar, desde la propia constitución del
espacio, a una conformación inter-disiciplinar, intersectorial e integrada con otras
universidades y espacios de trabajo continentales; proponer una enseñanza por
problemas, contextuada a las problemáticas específicas de nuestro país y el continente;
promover pensamiento crítico y proactivo desde la desnaturalización, la desideologización
y la toma de conciencia sobre problemáticas pasadas, actuales y prospectivas.
- Investigación iberoamericana sobre el Derecho a la Ciudad – En tanto integrantes
del Grupo de Psicología Política Latinoamericana de ULAPSI (Unión Latinoamericana de
Entidades de Psicología) hemos constituido una Red que, trabajando con y desde el
Derecho a la Ciudad pueda constituirse como un Observatorio para visibilizar y
problematizar diversos emergentes y emergencias de nuestras sociedades.

131
Interdisciplinarias

En párrafos anteriores resumíamos de forma muy sintética aspectos sustanciales


del Derecho a la Ciudad. Queremos en lo que sigue intentar poner en común otros
aspectos teóricos que sustentan las prácticas que estamos llevando a cabo y las que
pretendemos realizar y articular con otros actores.
Proponemos una definición de Psicología Política:
“Estudio de la subjetividad y la sujetividad en procesos inherentes a la cuestión
social, que involucran relaciones de poder inmanentes a los vínculos humanos” (Viera,
2011).
Decimos que apuntamos a una Psicología Política que reconoce y propone la
transversalidad metodológica; la pluralidad teórico-práctica y que propone diagnósticos
participativos y activos para transformar la realidad diagnosticada. Esta Psicología (o esta
forma de hacer Psicología) tuvo un “momento inconsciente” (Martín-Baro, Montero, 1987)
que sólo poco a poco logró hacerse consciente en tanto que muchos y muchas hacíamos
psicología política sin definirla como tal. En Latinoamérica se ha trabajado desde hace
mucho tiempo haciendo psicología política pero los poderes editoriales y ciertos enfoques
ideológicos que apuestan a epistemologías “simpáticas” al sistema dominante han
impedido visibilizar dichas prácticas. Los saberes y prácticas de esta psicología son un
campo epistémico en construcción, de constante desafío y búsqueda colectiva. Se
investiga y construye con y sobre nuestros diversos conocimientos y situaciones
cotidianas de vida. Las problemáticas que se abordan son diversas; su enumeración
resultaría siempre incompleta pero a efectos de compartir propuestas para el diálogo
diríamos que algunos temas sustanciales que se enfocan y/o podrían enfocarse desde
este enfoque conceptual, ético y metodológico podrían ser: Vínculos entre Saber Popular-
Saber Académico, Universidad-Comunidades; Identidades colectivas; Mentalidades;
Subjetividad; Vida Cotidiana y Sentido Común; Lo Político en la Gestión de la Vida
Cotidiana; Democracia Radical (Rebellato); Naturalizaciones (Baró, Freire); Ideologización
de las conductas (Baró); Participación y Construcciones Colectivas; Memoria Colectiva;
Movimientos Sociales; Integración Latinoamericana; Herencias de culturas originarias;
Desarrollo Sustentable; Inclusión-Exclusión; Comunicación Social, Ética y Estética en los
Vínculos Humanos; Discursos y Prácticas Sociales; Desplazamientos Forzosos,
Migraciones; Catástrofes, Desastres y Emergencias Sociales; Vulnerabilidad y Procesos de
Vulneración; Educación y producción de subjetividad, etc.
Como antecedentes epistemológicos de nuestro continente se incluyen, entre otros,
la teoría económica de la dependencia (Cardoso y Faletto), la pedagogía popular de Paulo
Freire, “la sociología militante” y la Investigación Acción Participativa de Orlando Fals
Borda y del grupo “La Rosca”, la teología de la liberación de Gutiérrez, Ellacuría, Romero,
Boff, Sobrino, Betto y otros, la filosofía de la liberación de Franz Hinkelammert y Enrique
Dussel, el realismo crítico literario, el marxismo crítico, nuestro José Luis Rebellato,
Maritza Montero en Venezuela, y tantos y tantas otras/os que han pensado y hecho por y
con nuestras psicologías en Latinoamérica.

132
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Se trata, ante todo, de un esfuerzo por elaborar una Psicología social que junte el
rigor científico con el compromiso social, que saque provecho de todo el acerbo de
conocimientos elaborados en otros lugares y desde otras inquietudes, pero los replantee
críticamente a la luz de los problemas propios de los pueblos centroamericanos en estas
décadas finales del siglo XX (Martín-Baró, 1989).
El gran desafío de hoy en día es la construcción de la esperanza, no como ideal
abstracto, sino como alternativa, donde los sectores populares sean real y efectivamente
protagonistas. La tarea es enorme, pues el modelo neoliberal persiste con su fuerza,
arrogancia y dogmatismo. Más aún, está encontrando caminos para darse un rostro social
y humano. Los organismos internacionales –como el Banco Mundial– han tomado nuestras
banderas y hablan de combate contra la pobreza, de investigación-acción, de alianzas, de
participación, de empoderamiento. Se requiere de nosotros una profunda exigencia y
rigurosidad en expresar lo que realmente buscamos construir cuando utilizamos esas
categorías. Pero, sobre todo, se requiere una fidelidad creativa a un proyecto donde los
sectores populares, sus organizaciones, sean fuente inspiradora y protagónica. Vivimos
tiempos de crisis, de desafíos, de esperanzas. Vivimos tiempos de encrucijadas históricas.
Esto requiere de nosotros lucidez, entrega a una tarea liberadora, adhesión a la utopía
mediatizada en proyectos efectivos (Rebellato, 2000).
La indagación de la cotidianidad, enriquecida desde una comprensión psicológica,
permite develar los mecanismos por los cuales un sistema de relaciones sociales
configura los sujetos aptos para sostener esas relaciones y desarrollarlas” (Pampliega de
Quiroga y Pichón Riviére, 1985).
"La producción social de la vida ... no sólo determina la vida en su posibilidad sino
que la determina en sus formas" (Pampliega de Quiroga y Racedo, 1993).
"El análisis de la vida cotidiana en una organización social concreta nos permite
descubrir el proyecto que subyace y que organiza al proceso de socialización" (Pampliega
de Quiroga y Racedo, 1993).
Algunos de los rasgos que caracterizan hoy la vida de gran parte de los individuos
en todo el planeta son: la exacerbación del individualismo y su correlato del predominio
narcisista en el comportamiento de las personas (Galende, 2002).
(…) En relativamente poco tiempo en todo el mundo los individuos han abierto la
gestión de muchos aspectos de sus vidas privadas a este ámbito de los expertos y de las
corporaciones bajo el nuevo valor del consumo (Galende, 2002).
(…) El actual hombre de éxito es quien mejor se adapta y reproduce estas claves
subjetivas: joven, ágil y delgado, de aspecto saludable, «ganador», ejecutivo y totalmente
comunicado con el mundo, despliega su fama personificando en sí mismo los símbolos del
empresario exitoso. Obviamente ni los pobres ni los muy ricos reproducen esta cultura
subjetiva, pero se incorporan de diferentes maneras y grados a una cultura donde estos
significados son hegemónicos para definir la realización personal y la identidad social.
Esta apertura del ámbito privado y de la vida íntima hacia el experto, los servicios

133
Interdisciplinarias

mundializados de las corporaciones y el consumo, resultó clave no sólo para el incremento


del consumo, que era su verdadero objetivo, sino también para la reproducción ampliada
de una subjetividad capaz de sostener y desarrollar estos valores de la sociedad
postindustrial (Galende, 2002).
Desde el proyecto y nuestras prácticas apostamos a problematizar ese “sujeto
postmoderno” y desde el compromiso social del que nos habla Martín-Baró construir
ESPERANZA, activa, reflexiva, pro-activa, colectiva.
Nuestra intención en este espacio: compartir para articular ganas, ideas y acciones.

Referencias bibliográficas
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Recuperado de
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desvergüenza. Buenos Aires: Altamira.
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A. y Mathivet, C.(ed.) Ciudades para tod@s: Por el derecho a la ciudad, propuestas y
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Márquez, F. (2008). Resistencia y sumisión en sociedades urbanas y desiguales:
poblaciones, villas y barrios populares en Chile. En Ziccardi, A. (Comp.). Procesos de
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En Sugranyes, A. y Mathivet, C. (ed.) Ciudades para tod@s: Por el derecho a la

134
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

ciudad, propuestas y experiencias (211 - 222). Santiago de Chile: Habitat


International Coalition,
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Buenos Aires: Ed. Cinco.
Rebellato, J.L. (2000). Ética de la liberación. Montevideo: Nordan

135
Interdisciplinarias

136
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

La co producción de conocimientos en Movimientos Sociales


(Argentina)

58
Sebastián Gómez

Con la presente comunicación buscaremos conceptualizar experiencias de co


producción de conocimientos en Movimientos Sociales, Argentina. Para ello, (1)
realizaremos algunos apuntes sobre la historia reciente del movimiento piquetero
argentino, que ayuden a contextualizar los trabajos territoriales en curso; luego (2),
definiremos lo que algunos movimientos hemos denominado la política del Trabajo
Territorial Complejo; y (3) elaboraremos algunas definiciones sobre lo que llamamos co
producción de conocimientos.
Si bien la presente comunicación es individual, la misma sintetiza parte de los
debates y prácticas colectivas de militancia tanto en el terreno de los movimientos
sociales como en el ámbito universitario.

Breves apuntes sobre la historia reciente de los movimientos


sociales en Argentina
Como en gran parte de América Latina, la última dictadura militar en Argentina
(1976–1983) significó un profundo retroceso y derrota de los proyectos de transformación
social. La crisis de estos proyectos, se agudizó con la caída del muro de Berlín y el
reconocimiento del fracaso de los socialismos existentes. A su vez, la forma neoliberal
asumida por el capitalismo a nivel internacional y local supuso un fuerte avance del
Capital sobre el trabajo. Si bien existieron resistencias, el panorama se presentó desolador
para los trabajadores/as y el pueblo.
En este marco de ofensiva del capital, es preciso situar a los movimientos sociales o
piqueteros en Argentina, como un intento de respuesta a este avance y sus
consecuencias.
En 1995-6 comenzaron los primeros levantamientos. En Neuquén se desarrollaron
las puebladas ante la privatización de empresas estatales que dejaron desocupados a un
número importante de trabajadores/as. Situación semejante ocurrió en Mosconi, Salta
ante la privatización de la petrolera estatal YPF. En muchos casos, las resistencias en
estas y otras localidades fueron básicamente por la demanda de trabajo genuino. En
otras, en particular el Gran Bs. As. (Jurisdicción más poblada de Argentina) las demandas
de los movimientos sociales no logró estructurarse o centrarse en la obtención de trabajos
genuinos, siendo los planes sociales y la mercadería las reivindicaciones principales.

58
Miembro del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) – Argentina. El FOL forma parte de
la Corriente de Organizaciones de Base La Brecha.

137
Interdisciplinarias

La organización de los movimientos sociales fue creciendo en fuerza y tenacidad.


Frente a las políticas neoliberales y la recesión económica en 1998 hasta el 2001, la
organización y masividad creció. Sin dudas 2001–2002, resultó el picó en términos de
fuerza del movimiento piquetero argentino. Luego, a partir del crecimiento económico, la
cooptación de movimientos por parte del gobierno de Néstor Kirchner, contradicciones y
disputas, entre otras causas, el movimiento piquetero perdió fuerza. De hecho, varios
movimientos se extinguieron o desaparecieron.

La política del Trabajo Territorial Complejo


Una parte de los movimientos sociales, entre los que el FOL no es más que una
expresión entre otras, se inclinaron, desde sus inicios, por un trabajo territorial complejo.
¿Qué se entiende por ello? Básicamente, asumir la intervención del movimiento en todos
los aspectos que remiten al territorio en que está inserto, es decir, a todos los aspectos
que atañen a la producción y re producción de la vida (salud, educación, trabajo, vivienda,
medio ambiente, etc.). En ese sentido, los planes sociales y la mercadería obtenida a
través de los piquetes (u otras medidas de luchas) debían constituirse en el “piso” del
movimiento y nunca en su techo. Debían ser sólo un mecanismo, entre otros, para alentar
la organización de los pobladores/as o trabajadores/as (desocupados/as, changarines,
etc.) en las barriadas populares.
Obviamente no se subestima la importancia de los planes sociales y la mercadería.
Al contario. Si rápidamente deberíamos hacer un balance de las construcciones
territoriales, podríamos llegar a la clara conclusión que ha sido sólo la incorporación de
elementos reivindicativos inmediatos (trabajo, alimentos, etc.) la base de una
organización permanente, mientras que con un trabajo sólo en términos culturales o
educativos (talleres de apoyo escolar, fiestas, peñas) se logró organizar hay muy poco
pobladores y de una manera muy asistemática.
El asunto estuvo pues en valorar los planes sociales y la mercadería en su justa
medida.
Otra aclaración vale aquí. También los movimientos sociales se han dado una lucha,
desde sus comienzos, para que los planes y los alimentos no sean administrados (o
59
manejados) por los punteros de los barrios . Se buscó que los propios movimientos
realicen un manejo autónomo de los mismos, lo que permitió aumentar la influencia y
peso en los barrios. Así, la organización del trabajo a través de los planes era un atributo
de los propios movimientos, y no de los municipios u otra instancia gubernamental.

59
En Argentina, los punteros políticos están vinculados, principalmente, al Partido Justicialista
y la Unión Cívica Radical. En términos generales, son personas con incidencia en los barrios
populares, vinculados a distintos funcionarios o personalidades políticas. Cuentan con un cúmulo de
recursos (manejo de sociedades de fomento, planes sociales, etc.) que los administran, además de
corruptamente, de una manera clientelar, es decir, sometiendo a los beneficiarios de esos recursos
a un conjunto de obligaciones en vistas al apoyo de tal o cual funcionario o personalidad política, a
la vez que actuando contra la organización popular independiente.
138
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Como decíamos, el Trabajo Territorial Complejo aborda el conjunto de aspectos que


atañen a la producción y reproducción de la vida, pretendiendo generar organización
sobre cada uno de ellos. Apuntamos a prefigurar, a anticipar social y políticamente, la
sociedad futura, el cambio social, poniendo en nuestras manos, con las limitaciones del
caso (claro está) la resolución de nuestros problemas como pueblo. Así hemos
desarrollados: proyectos productivos, escuelas populares, trabajos de reparación de
escuelas, salas de primeros auxilios, jardines comunitarios, etc. Este Trabajo Territorial
Complejo tiene, además, la vocación por transformar nuestras subjetividades, nuestras
personalidades, intentando desterrar valores o normas tradicionales y construyendo una
nueva hegemonía de los de abajo. También es una manera de demostrar al conjunto
social, la capacidad organizativa, políticamente independiente, de los trabajadores/as
para solucionar los problemas a través de las luchas.

Una propuesta: Co producción ¿Qué es?


Denominamos co producción al proceso de construcción de conocimientos,
valores, relaciones entre colectivos universitarios y organizaciones del campo popular
(movimientos territoriales, sindicatos, etc.) para fomentar la autoorganizar bajo el
horizonte del cambio social. En primer lugar, la co producción implica un debate político
entre sectores pertenecientes al ámbito universitario y la organización popular que
permite determinar acuerdos en distintos niveles: objetivos a largo plazo, formas de
construcción, determinación de los problemas a abordar, etc. O sea, la co producción se
asienta en debates y acuerdos firmes entre los actores intervinientes. Esto es lo primero y
fundamental.
La co producción asume un conjunto de características específicas. El colectivo
universitario entra en diálogo con responsables o referentes políticos de la organización
popular, quienes además de introducir el colectivo a la propia organización, son guías
constantes en el curso del proceso. La co producción abarca los temas – problemas que la
organización popular necesita: desde las intervenciones pedagógicas en un bachillerato
popular hasta la organización del trabajo sin patrón en un proyecto productivo. El
diagnóstico asume un carácter participativo. Si bien el tema – problema es determinado
por la organización popular, el colectivo universitario participa en el proceso inicial del
diagnóstico, en tanto el diagnóstico forma parte del problema.
Una vez delimitado el problema y campo de acción, los colectivos universitarios
participan de las instancias organizativas aportando desde su especificidad profesional o
académica (ingenieros, sociólogos, pedagogos, etc.) para alentar la autoorganización. Así,
el colectivo universitario interviene desde su especificidad. La experiencia de co
producción se conforma como parte de su trayecto formativo. Es importante reconocer en
este tipo de experiencia la desigualdad de conocimientos o técnicos para no caer en un
romanticismo (en una igualdad ficticia de saberes entre, por ejemplo, trabajadores
desocupados e ingenieros) sin que esto se conforme como una barrera en la

139
Interdisciplinarias

sedimentación de un vínculo pedagógico democrático. Al resultar democrático el vínculo,


el colectivo universitario está en condiciones de aprender de los miembros de la
organización popular. En ese sentido, buscamos proseguir el legado freiriano (1998) bajo
la propuesta de la co producción de conocimientos.
A lo largo de la experiencia de co producción en la organización popular se prevén
espacios de debate con el colectivo universitario que permitan guiar, ajustar y discutir el
proceso. Según el tema – problema (como también las posibilidades del colectivo
universitario), la experiencia dura un lapso. Una vez finalizado el período, se hace un
cierre entre los participantes y se determinan líneas de acción a seguir a futuro.
También la experiencia de co producción busca problematizar, cuestionar y alentar
la autoorganización en los ámbitos académicos. Es sabido que los parámetros de
producción y reproducción del conocimiento académica tienen un carácter elitista,
burocrático y, en muchas ocasiones, alejado del movimiento organizativo real de la clase
trabajadora. Así la co producción pretende cuestionar tanto la forma como el contenido de
la producción de conocimiento académico, construyendo alternativas posibles. Los
debates en las aulas, las aperturas de instancias intra o extra institucionales (seminarios,
grupos de estudios, etc.), el armado de charlas, etc. son parte de iniciativas en el marco
de co producción. De este modo, se problematiza, pone en tela de juicio la especificidad
de la institución universitaria: la formación de la fuerza de trabajo y la producción de
conocimiento.
La co producción se diferencia de otras 3 propuestas:

La co producción no es Extensión universitaria


La función universitaria de extensión surge en el marco del movimiento estudiantil
de la reforma de 1918 en Córdoba, Argentina ante una Universidad subsumida en sí
misma. Si bien reivindicamos dicho movimiento y consideraciones de suma importancia el
reclamo por ligar las Universidades con las necesidades populares, la extensión implica un
vínculo lineal y jerárquico entre los depositarios del saber (universitarios) y los ignorantes
(el pueblo). Por eso siguiendo a Freire (1998), nos inclinamos por rechazar la
denominación “extensión” y elaboramos la propuesta de co producción que supone un
vínculo democrático entre los participantes.

La co producción no es Voluntariado Universitario


En términos generales, el voluntariado denota prácticas políticas destinadas a la
solución de problemas puntuales del pueblo, más que a su organización autónoma, y
supone una forma de construcción de conocimiento y una práctica pedagógica más
cercana a la unidereccionalidad, no terminando de reconocer así a los trabajadores/as y el
pueblo como sujetos históricos (la voluntad tan solo reside en el militante universitario).
Además, repárese que el voluntariado pone el eje en el sujeto individual universitario que
concurre a un barrio, no problematizando a la propia universidad. También el

140
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

“voluntariado universitario” ha sido una forma de flexibilización laboral. Bajo esta figura
las instituciones estatales subsidian prácticas que devienen trabajos en condiciones
precarias. Pareciera legitimarse la concepción política de que si se trabaja junto al pueblo
se debe hacer desde la voluntad o voluntarismo.

La co producción no es Trabajo Barrial o territorial


Se distingue del trabajo barrial o territorial, básicamente, porque la co producción
no reniega de la especificidad universitaria y su propuesta incluye cuestionar las prácticas
y criterios académicos dominantes.

Algunas reflexiones finales


En la actualidad, los movimientos sociales argentinos guardan enormes desafíos.
Algunos remiten a profundizar su trabajo en los barrios, ampliando y generando cada vez
más iniciativas en vistas a la autoorganización popular. Así, la confrontación con los
punteros y otras estructuras clientelares, continúa siendo un desafío de primera hora.
Junto con esto, los movimientos presentan el reto de erigirse como portadores de
proyectos de cambio social. Es de suma importancia, que los movimientos avancen en
formar parte de una fuerza social compuesta por trabajadores (ocupados, desocupados),
estudiantes, campesinos, capaz de mostrar al conjunto social que otro camino y sociedad
es posible.
La co producción aquí juega, aunque sólo como un eslabón más entre tantos otros,
un papel significativo. La consolidación de vínculos orgánicos entre distintos sectores
sociales, es parte del trabajo de reconstrucción de la organización popular y base de la
proyección de esa reconstrucción en una nueva sociedad.

Referencias bibliográficas
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141
Interdisciplinarias

142
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Capítulo III

Sujetos colectivos, mundo del trabajo y


otras expresiones en el Uruguay y
América Latina

Investigación acción participativa con trabajadores rurales


de Bella Unión (Artigas, Uruguay) Búsquedas, realizaciones
y dificultades de un proceso en marcha60

Gerardo Sarachu, Virginia Rossi, Gonzalo Bandera,


Gimena Echeverriborda, Anabel Rieiro

Introducción

En este artículo pretendemos poner en discusión un proceso de aprendizaje


colectivo en el que confluimos con diversas trayectorias los integrantes del equipo
universitario en torno al proyecto “Desarrollo local, encadenamientos y potencial
asociativo en Bella Unión: estrategias económico productivas desde la participación de los
trabajadores”. Se trata de un proyecto coordinado a través de la Unidad de Estudios
Cooperativos (UEC) del Servicio Central de Extensión y Relación con el Medio (SCEAM) y
por el equipo de extensión radicado en Bella Unión.
El proyecto, financiado por la Comisión Sectorial de Investigación Científica de la
Universidad de la República, apunta al objetivo general de contribuir a generar un
esquema crítico analítico-metodológico de aproximación a la territorialidad desde las
prácticas de extensión universitaria, para potenciar el desarrollo local de la zona,
permitiendo a las organizaciones sociales enriquecer su accionar y su capacidad
propositiva.
Este proceso fue iniciado a través de la puesta en funcionamiento de un dispositivo
de investigación local, integrado con participantes de las organizaciones de trabajadores y

60
En este artículo se exponen algunas de las búsquedas del proyecto en ejecución:
“desarrollo local, encadenamientos y potencial asociativo en Bella Unión: Estrategias económico-
productivas desde la participación de los trabajadores”. El equipo esta integrado además de los
autores de este artículo por: Juan Riet, Milton Torrelli, Victoria González, Carla Assandri y el equipo
local con los referentes de las distintas organizaciones designados.

143
Interdisciplinarias

docentes radicados en la zona que trabajan en el Centro de Formación Popular Bella Unión
y que desarrollan diferentes líneas de apoyo a las organizaciones de trabajadores.
La primera meta buscada por el equipo, ha sido su integración como agente
catalizador externo, dando inicio a la primera etapa de la investigación acción
participativa con el proceso de familiarización (Montero, 2006). Se trató de partir de las
confianzas construidas por los docentes residentes, de modo tal de partir de la
familiarización existente y habilitar un proceso de conocimiento mutuo de los nuevos
integrantes que participan del proyecto, generando ambiente para el trabajo compartido.
En cuanto a los resultados esperados, a través de este proyecto en Bella Unión se
espera contribuir en tres sentidos: (i) pensar colectivamente el desarrollo local,
fortaleciendo la participación de los trabajadores, trascendiendo lo corporativo y en una
propuesta conjunta que atienda el desarrollo global para la zona y sus distintos sectores;
(ii) habilitar la reflexión sobre el desarrollo local a partir de los procesos locales y la
sistematización de la propia experiencia, permitiendo una visión crítica que contribuya a
intervenciones futuras; (iii) contextualizar las inversiones recibidas a nivel local para que
puedan transformar las condiciones de vida de la localidad articuladas a los sistemas
productivos y sus encadenamientos.
En este artículo se presentan los dispositivos que vienen siendo utilizados por el
equipo para la problematización, junto a las organizaciones y actores locales
participantes, de la conflictualidad territorial de Bella Unión, poniendo en cuestión los
límites del territorio tradicionalmente considerado en acciones de desarrollo local (la 7ª
Sección de Artigas). A partir de una periodización histórica propuesta y discutida en forma
plenaria, se presenta el proceso iniciado por el equipo local a los efectos de construir el
territorio sobre el cual se desplegará la estrategia de co-investigación inspirada en los
fundamentos de la investigación acción participativa. En este proceso colectivo de
aprendizaje, tanto durante la periodización como en las entrevistas a actores locales,
emergen elementos obstaculizadores y facilitadores que se presentan también
sintéticamente. Por último, se plantean algunas reflexiones sobre los desafíos que implica
para la Udelar la puesta en marcha de este tipo de prácticas con los colectivos de
trabajadores de Bella Unión.

Marco conceptual
Bella Unión constituye una ciudad con una peculiar relación con el medio rural y sus
interfases agroindustriales, que logra captar y atraer recursos y que los mismos no
necesariamente redundan en un desarrollo efectivo con mejoras palpables en la calidad
de vida de trabajadores y trabajadoras directamente implicados en dichos procesos
productivos. Recientemente, las estructuras económicas y políticas se han transformado y
se ha revolucionado fuertemente las tecnologías locales a través del proyecto ALUR,
provocando tensiones entre lo nacional y lo local. Compartimos el planteo de José Luis
Coraggio (2000), en el sentido que si bien las inversiones son necesarias, el desarrollo no

144
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

viene de afuera sino que es endógeno. Desde este punto de vista, el desarrollo local se
convierte en una guía de trabajo, de pensamiento y de acción, e incluso en una de las
bases más importantes para el desarrollo nacional ya que “sin el desarrollo en múltiples
localidades no hay nación en desarrollo” (Coraggio 2000).
La zona de Bella Unión también se ha caracterizado por una importante densidad
de organizaciones sociales, sindicales y cooperativas que a lo largo de su historia, han
marcado su situación y significación social y política hasta la actualidad. La recurrencia y
apelación histórica a formas cooperativas de organización empresarial le otorga a la zona
un interés especial en tanto revela la búsqueda colectiva de fracciones del capital, a partir
de la resolución de sucesivas crisis en los denominados procesos de reconversión del
“polo de desarrollo del norte” y no incluyen a los trabajadores directos, configurando así
una “herencia cooperativa” asociada más al proceso de valorización del capital que a las
oportunidades de desarrollo de la autonomía del trabajo, en un nuevo ciclo de protesta
que transita de la lucha por la tierra a la gestión colectiva de la misma y a la recuperación
autogestionada de espacios de trabajo en la agroindustria.
Esta situación singular de Bella Unión en torno a su significación histórica y actual,
así como la emergencia, consolidación y crisis de múltiples procesos cooperativos,
constituyen importantes fundamentos para concentrar la investigación en ese territorio. A
su vez, planteado en clave de desarrollo local, el proceso de investigación acción
participativa identifica la necesidad de abordar la dimensión territorial de los procesos
asociativos, identificando potenciales encadenamientos que generen condiciones para el
desarrollo socio-económico local.
Es precisamente esta dimensión territorial que se busca desde el proyecto
problematizar, entendiendo el territorio como espacio vivido, donde se expresa el
conflicto, cuestionando una visión del desarrollo local que lo niega exacerbando los
elementos del consenso multiactoral. En este sentido se trata de ahondar en la
comprensión de una zona signada por el conflicto entre fracciones del capital y colectivos
de trabajadores profundamente fragmentados que desarrollan formas de existencia y
resistencia diversas. Se amplía así la concepción acerca de la dimensión territorial de los
procesos socio-económicos y productivos y las diferentes formas de apropiación,
subordinación y oposición entre modelos de desarrollo, colectivos que condicionados,
buscan construir alternativas y disputar el sentido de esos espacios socio-productivos y
comunicacionales. En los territorios se producen relaciones de diferente signo,
subordinaciones, aceptaciones, movilizaciones, negociaciones, se instalan modos de
dominación y se constituyen hegemonías.
Los aportes de Coraggio (2004), resultan fermentales para incorporar la perspectiva
del conflicto en el análisis de los procesos sociales y en la determinación de los
componentes de estructura y acción que los mismos contienen reconociendo que “Lo que
para unos sujetos sociales puede ser un grave problema, para otros puede ser la
condición misma de su desarrollo. Lo “normal” en una sociedad de clases es la

145
Interdisciplinarias

contradicción de intereses y el conflicto, y no la armonía; propugnar lo contrario es un


ejemplo de demagogia y negación de la realidad” (Coraggio, 2004). Es en este sentido
que el conflicto es clave para comprender la profundidad de los problemas pero también a
la hora de valorar las alternativas de transformación y la construcción de alianzas socio-
políticas que permitan resolver eficazmente las necesidades y producir efectivamente
dichas transformaciones.
Porque el territorio puede ser conceptualizado y disputado de diversas formas,
siendo un concepto utilizado tanto en la aplicación de las políticas públicas y privadas,
como promovido por las trasnacionales, los gobiernos y los movimientos socio-territoriales
(Mançano, 2010). Bernardo Mançano Fernandes entiende al territorio como un espacio
61
social, donde coexisten varios tipos de territorio en constante conflicto . En este sentido,
el autor utiliza la noción de conflictualidad (entendida como conjunto de conflictos), para
referir las cuestiones derivadas de la contradicción creada por la destrucción, creación y
recreación en forma simultánea de las relaciones sociales capitalistas y no capitalistas en
un territorio: “La conflictualidad y el desarrollo ocurren simultánea y consecuentemente,
promoviendo la transformación de territorios, modificando paisajes, creando
comunidades, empresas, municipios, cambiando sistemas agrarios y bases técnicas,
complementando mercados, rehaciendo costumbres y culturas, reinventando modos de
vida, reeditando permanentemente el mapa de geografía agraria, reelaborado por
diferentes modelos de desarrollo” (Mançano, 2008).
Relacionado al control del proceso de construcción de conocimiento y sus
interpretaciones, el autor considera que “los territorios inmateriales son la base de
sustentación de todos los territorios, son construidos y disputados colectivamente, donde
las disputas territoriales son alimentadas por sus organizaciones. Es imposible, pensar en
los diferentes territorios sin pensar en los territorios inmateriales y las personas y los
grupos que piensan y forman esos territorios” (Mançano, 2010).
En este mismo sentido, a partir de la acumulación de los equipos universitarios que
vienen trabajando en la zona se ha constituido un relacionamiento fecundo con sindicatos
y organizaciones representativas de trabajadores y trabajadoras en los sectores de
actividad mencionadas (SOCA, SUCAL, UTAA, APARBU, ex trabajadores de GREEN y
Gremial Granjera). La demanda de estos colectivos, contraparte central del proyecto de
investigación, ha sido explícita: tanto los universitarios como los colectivos involucrados,
exigen profundizar en los estudios que permitan enriquecer las propuestas productivas en
la zona. Por ello, los requerimientos y necesidades de los diferentes modelos productivos
y sus encadenamientos deben ser tenidos en cuenta a la vez que el lugar, significación,
condiciones, espacio y participación de los trabajadores y trabajadoras en esos procesos,

61
Estos son de tipo material e inmaterial y se clasifican en: (i) primer territorio o del estado:
es el espacio de gobernancia (país, provincia, municipio); (ii) segundo territorio, constituido por las
propiedades particulares (propiedades individuales o comunitarias); y (iii) tercer territorio,
determinado por las relaciones sociales y los conflictos entre las clases, grupos sociales, la sociedad
y el estado (Mançano, 2010)
146
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

partiendo de la premisa de que el desarrollo se refiere a las personas y no a las cosas


(Max Neef et al. 1986).

Dispositivo metodológico
Desde esta concepción teórico-metodológica, se construye una estrategia de
abordaje flexible, en la que se combinan métodos cuantitativos y cualitativos, en una
estrategia gradualista y en fases profundamente relacionadas, que mencionadas en forma
esquemática serían: (i) aproximación y colectivización diagnóstica; (ii) análisis en
profundidad de cadenas productivas; y finalmente, (iii) análisis prospectivo hacia la
construcción de escenarios. En función del espacio disponible y de la reciente puesta en
marcha del proyecto presentamos solo una síntesis del dispositivo implementado a los
efectos de cumplir con la primera fase, relacionada a construir y colectivizar un
diagnóstico histórico, socio-económico y productivo de la zona de Bella Unión con énfasis
en las dinámicas productivas y sus encadenamientos (Figura 1).
Interesa especialmente precisar que las fases señaladas no se consideran en tanto
etapas cerrada desde una concepción formalista del proceso, sino con un enfoque
integrado que recuperando lo producido y la información secundaria disponible, se orienta
a la búsqueda de instancias de colectivización y problematización conjunta de esos
aspectos, incorporando las diversas percepciones, modos de interpretar y las propias
confrontaciones que puedan surgir en el intercambio.

147
Interdisciplinarias

Figura 1. Dispositivo implementado para la primera fase del proyecto, durante las etapas de
familiarización y problematización. Adaptado en base a Montero (2006).

Contactos iniciales
(Unidad Extensión Bella Unión)
definición de los agentes externos-agentes internos
Formulación idea del proyecto y negociación
contrapartes

Familiarización
de los agentes externos con el entorno de Bella Unión
(Búsqueda de información, objetivos en relación a los colectivos de
trabajadores, pertinencia del proyecto, compromiso del equipo)
de los participantes locales con los agentes
universitarios externos
(Qué hacemos, por qué vamos a Bella Unión, con qué objetivos)
Talleres plenarios

Problematización
Identificación problema a tratar - Planificación de la investigación –
subgrupos de trabajo – apropiación critica por parte de los participantes
de la información generada
Trabajo en subgrupos y talleres plenarios
a) Periodización histórica de Bella Unión (recolección material
de las organizaciones de trabajadores , sistematización de información)
b) Entrevistas a actores locales (de las propias organizaciones
de trabajadores y actores externos tales como productores, técnicos,
agencias gubernamentales)

En este sentido, el equipo universitario integra las áreas social, económica y


productiva, al tiempo que integra los aportes locales en todas las etapas, atendiendo a los
principios metodológicos de: “autenticidad, compromiso, antidogmatismo, restitución
sistemática, diálogo franco, ritmo y equilibrio de acción y reflexión, ciencia modesta y
técnicas dialógicas” (Fals Borda, 1991), conscientes de las limitaciones para desplegar
esta metodología en todo su alcance en este contexto socio-histórico actual (Fals Borda,
1991), dadas las limitaciones propias y los límites de tiempo y espacio del proyecto.

148
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Inspirados en estos postulados de la investigación-acción, en el proyecto en curso


se elaboró una estrategia combinada con elementos de co-investigación en la que se
estimuló al interior de las organizaciones contrapartes que designaran referentes para el
equipo local que estaría a su vez integrado por los universitarios. El debate a la interna de
cada organización, así como su efectiva apropiación de la propuesta del proyecto es un
proceso diferente que al tiempo que supera el alcance de esta iniciativa requeriría de
otras acciones vinculada a estrategias de intervención más amplias que se vienen
desplegando en la zona, relativas a la formación permanente junto con las organizaciones.
Las estrategias teórico-metodológicas se orienten a desencadenar procesos de co-
investigación, que parten del reconocimiento de que el sujeto conoce y posee un saber
original sobre su existencia y las determinaciones que lo constituyen y que no
necesariamente es un saber suficiente para comprender y si es deseable, modificar esas
condiciones. Es preciso simultáneamente disponibilizar otros saberes y producir juntos lo
nuevo.
Cuando se afirma que se retoman los postulados de la investigación-acción-
participativa, se parte de identificar algunos focos de análisis que concentran el interés,
más allá de las diversidades de corrientes en juego en este campo problemático y que
podemos desarrollar siguiendo el mapeo argumentativo desarrollado por Moreira (1996)
en los siguientes puntos focales que inspiran a la estrategia metodológica del proyecto:
- Un diálogo fecundo con la filosofía de la praxis y las corrientes del pensamiento
crítico.
- El saber como construcción colectiva.
- La necesidad de transformar la relación sujeto-objeto en el análisis de los procesos
sociales para construir una relación sujeto-sujeto que abordan juntos a diferentes objetos de
estudio.
- La convicción de la no neutralidad de la ciencia y la necesidad de un compromiso del
investigador con las transformaciones sociales desde la perspectiva de la ampliación y
concreción en el ejercicio efectivo de los derechos humanos.
Estos puntos focales, se pueden visualizar en el proyecto en curso y marcan
algunas de sus orientaciones y realizaciones prácticas hasta el momento. Se propone a
continuación, ilustrar estos puntos con algunos ejemplos de lo que se viene realizando.
a) El diálogo fecundo con la filosofía de la praxis y las corrientes del
pensamiento crítico, se puede visualizar en los intentos del proyecto de recuperar la
perspectiva de totalidad, la concepción de procesos sociales contradictorios de clases en
lucha. En este sentido, es ilustrativa, la incorporación en el análisis de la información y
recopilación documental realizada desde el proyecto, de una mirada socio-histórica del
proceso de reestructuración productiva, que al tiempo que incorpora los procesos socio-
económicos principales, busca sus relaciones con las luchas de los colectivos y sus
propuestas en cada etapa, desde una perspectiva de praxis crítica.

149
Interdisciplinarias

b) El saber como construcción colectiva, constituye uno de los focos centrales


del proyecto, de allí que desde la primera etapa se promovieron procesos de construcción
colectiva de los equipos de trabajo mixtos entre universitarios y trabajadores designados
por sus organizaciones, buscando incentivar esa concepción del saber que se crea en
conjunto y que no está dado y debe ser construido con aportes diferentes que se
interpelan mutuamente.
c) La necesidad de transformar la relación sujeto-objeto. Desde la
formulación del proyecto que recupera las prácticas de extensión de la zona orientadas
por el principio de igualdad esencial entre sujetos, el lugar de contrapartes de las
organizaciones sociales que se vinculan al proyecto en tanto investigadores de su propia
realidad, se orienta a la transformación de las relaciones tradicionales sujeto-objeto, con
la consiguiente cosificación de los individuos, grupos y organizaciones y el carácter
meramente extractivo de algunas investigaciones universitarias, donde los sujetos que
forman parte de los procesos analizados son tratados como objetos estudiados que
brindan información pero no pueden formar parte del análisis de la misma y sus
derivaciones e impactos. La relación intersubjetiva que el proceso de conocimiento
supone implica también, choques culturales entre racionalidades y lógicas diversas de los
trabajadores universitarios y sus anclajes disciplinarios y los trabajadores participantes en
sus organizaciones sociales. Se pueden visualizar esos “choques” a la hora de realizar
juntos una entrevista como se producen diferentes posicionamientos entre los mismos en
su relación con el encuadre de la misma y la vinculación con los entrevistados.
d) La convicción de no neutralidad de la ciencia. En el propio título del
proyecto se plantea un posicionamiento claro que se aparta de la neutralidad, dado que
se trata de pensar el desarrollo local y los encadenamientos productivos desde la
participación de los trabajadores y sus organizaciones. Al definir un lugar desde el cual
mirar no hay neutralidad posible y se parte de un acuerdo explícito de poder contribuir al
fortalecimiento de la capacidad propositiva de los participantes desde la convicción de
que hay alternativas y es posible construirlas colectivamente desde un diálogo franco
donde saber y posicionamiento se combinan al igual que conocimiento y compromiso,
asumiendo diversas formas. Donde la información objetiva de los procesos analizados se
complementa e interpela con las subjetividades en juego, los intereses y las posibilidades
desde la perspectiva de aquellos que viven de su trabajo y no del trabajo ajeno. Se
refuerza así, el posicionamiento del equipo universitario compartido con el equipo local y
ambos se colocan en la perspectiva de aportar a la transformación de las relaciones
sociales, la propia idea de ampliar la capacidad propositiva de los participantes se orienta
en este sentido, se trata de conocer para transformar.
En esta estrategia de co-producción cobran vida los postulados de Vasilachis (2003)
que plantea que: ”Para las nuevas formas de conocer que se proponen, el sujeto que
conoce no sólo no puede estar separado del sujeto conocido, sino que es en el proceso de
conocimiento en que ambos, identificándose con el otro en aquello que tienen de iguales

150
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

y que los identifica como hombres o mujeres, incrementan el conocimiento que poseen
sobre sí mismos y sobre el otro y aumentan, además, su conocimiento por medio de una
construcción cooperativa de la que ambos participan por igual, pero realizando
contribuciones diferentes”.
Este principio de igualdad esencial, que reconoce las diferencias pero enfatiza el
carácter de sujetos semejantes a todos los participantes del proceso es importante para
abordar el análisis conjunto de los problemas de investigación planteados y movilizar la
acción hacia su resolución colectiva de nuevas posibilidades y propuestas. La pregunta
que orienta las búsquedas desarrolladas desde el proyecto y la estrategia metodológica
que se viene construyendo intentan reflexionar sobre la pregunta: ¿Qué tensiones y
rupturas implica para el equipo universitario y para el equipo local asumir los supuestos
epistemológicos planteados?

Algunas tensiones presentes en el proceso


Con base en los supuestos enunciados la estrategia desarrollada desde el proyecto
exige diversas rupturas epistemológicas, entendiendo que no es suficiente el intercambio
de saberes para producir conocimiento, es preciso introducir transformaciones en los
modos de relación entre los participantes, combinar aproximaciones cuantitativas y
cualitativas, asumir una actitud reflexiva y crítica sobre los nexos racionales existentes
entre las problemáticas singulares y universales con sus configuraciones particulares,
asumir la propia idea de proceso y de sucesivas aproximaciones, conscientes de los
limites y de que se trata siempre de aproximaciones que ninguna agota la riqueza del
proceso social real.
Estas rupturas exigen cambios a todos los participantes y son generadoras de
tensiones que es preciso reconocer y analizar.
Los tiempos de gestión de los proyectos. El proyecto fue aprobado varios meses
después de lo previsto por el equipo universitario (2010), por lo que en marzo de 2011 el
equipo realiza la primera jornada colectiva para ajustar los diversos componentes y un
cronograma que permitiera avanzar individualmente y por equipos para poner en marcha
el trabajo y a su vez tomar en cuenta las recomendaciones de los evaluadores. El inicio
formal del mismo con las consiguientes asignaciones horarias y traspasos de fondos que
se produjo a partir del mes de abril y está en ejecución en tiempo y forma. Desde la propia
formulación el tiempo total de las acciones proyectadas resulta insuficiente y se entiende
como una primera fase de un proceso a ser profundizado.
A los tiempos mencionados es necesario agregar los tiempos de las acciones
colectivas que desarrollan las organizaciones sociales en sus diferentes espacios, la lógica
de investigación exige rupturas respecto al accionar habitual de las organizaciones y el
tipo de participación requerida implica cambios en los modos de hacer introduciendo
espacios reflexivos de preparación, ejecución y análisis de lo realizado, que no se
resuelven en los espacios de reunión. Las actividades propuestas desde el proyecto por

151
Interdisciplinarias

momentos compiten con las urgencias y dinámicas propias de los sujetos participantes,
sus luchas y movilizaciones, por lo que se deben re-programar y acompasar sin diluirse en
el propio activismo. Esta tensión mencionada entre las diversas racionalidades y lógicas
entre los participantes configura una situación que al tiempo que complejiza las diversas
actividades las enriquece.
La conformación del equipo. Es de hacer notar que se trata de un equipo grande
con integrantes dispersos en diferentes programas y espacios territoriales, con distancias
importantes entre los mismos, lo que impide el desarrollo de una dinámica semanal por lo
que se optó por trabajar en sub equipos y generar jornadas de encuentro donde socializar
los avances y abordar los desafíos planteados. Se conformó un grupo de investigación
local con integrantes de las organizaciones y del equipo universitario (con residentes y no
residentes en la localidad). Se procedió a ajustar el diseño propuesto, desplegando los
diversos componentes de la estrategia y procesando acuerdos e instancias requeridas
promoviendo las necesarias articulaciones con la institucionalidad local y sus distintos
actores. Además de trabajar en la conformación, capacitación y puesta en marcha del
propio grupo local, el equipo universitario asume la tarea de desplegar sus aportes en
forma autónoma, asumiendo el compromiso de alimentar el debate y producir información
que trascienda los espacios de intercambio con la contraparte. Se señala como una
tensión fundamental la relativa a los tiempos, la disponibilidad de las organizaciones para
ajustarse, la importancia clave de colectivizar la pauta de entrevista y ponerse de acuerdo
sobre la misma. La importancia de colocarse en el rol de investigador y el interés de los
participantes en analizar las entrevistas.
La familiarización del agente externo y la consolidación de un equipo local. El inicio
del proceso de familiarización en Bella Unión por parte del equipo universitario partió de
una recorrida por la 7ª Sección (un itinerario cartográfico con breves visitas a algunos
emprendimientos), y una jornada de presentación de los integrantes, fundamentación de
los dispositivos metodológicos para el trabajo colectivo, el rol del agente catalizador
externo y expectativas de aprendizaje (Montero, 2006). A partir de esta actividad plenaria
se desarrollaron tareas en dos subgrupos, que permitió comenzar a problematizar la
periodización histórica y el territorio de Bella Unión, dando mayor tangibilidad al inicio al
proceso de la investigación acción participativa.
Una vez desencadenado el proceso se produce una tensión propia de los procesos
de estudio que hacen a la necesidad de cubrir las lagunas propias de los investigadores
en relación a la zona y sus particularidades, al tiempo que atender los recortes temáticos
planteados en el proyecto. Las diversas acumulaciones de los participantes y sus
inquietudes tensionadas por los tiempos, las distancias, las posibles repeticiones para
algunos que constituyen novedades para otros.
Otra tensión, se refiere a la seducción que ejerce en los participantes tanto en los
universitarios, como en los integrantes de las organizaciones sociales, la historia de la
zona, en este sentido la extensa producción existente sobre la historia de Bella Unión es

152
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

muy atrapante y esa tendencia se profundiza dada la necesidad del proyecto de visualizar
claramente las bases constitutivas de los diversos modelos de desarrollo de los complejos
y sus encadenamientos. Esta tensión exige definiciones a los integrantes del proyecto,
tendientes a procurar cierto balance entre las necesidades de situar históricamente los
procesos analizados con la necesidad de ir avanzando en poder contemplar las
estrategias actuales y su proyección.
Para avanzar en la resolución de estas tensiones es preciso realizar algunas
rupturas que tienen que ver con el proceso de conocimiento como puede ser la necesaria
diferenciación entre memoria e historia. El apelo a la memoria oral y testimonios vivos de
los participantes debe contrastarse y ponerse en diálogo con la reconstrucción de los
procesos históricos y sus objetividades. Se debe establecer una ruptura que surja de la
interpelación, concientes de que se producen juegos entre memorias y olvidos y que no
basta con la cronología o sucesión de hechos, si lo que se quiere es comprender lo
sucedido desde la perspectiva de cómo y con quienes es posible transformarlo. Recuperar
las vivencias y trascenderlas, colocarlas en diálogo con informaciones de diversas fuentes,
introducir nuevas preguntas que eviten el relato mitológico del pasado como si se tratara
de un espacio incontaminado y puro libre de contradicciones.
Ilustrativo de las tensiones mencionadas fue el proceso en relación a la realización
de entrevista a diferentes referentes locales y construir conjuntamente con los
integrantes de las organizaciones sociales participantes en el proyecto la pauta de
entrevista, el encuadre y posibilidad de pensar juntos todos los aspectos relativos a la
propia técnica de entrevista en los procesos de investigación. En este sentido resultaron
interesantes la preparación de un material didáctico en el que se expresaban los
elementos relativos al encuadre y fue considerada como un aporte para intentar por
parte de los integrantes de las organizaciones aproximarse a un encuadre de entrevista,
no obstante lo cual en el propio transcurso de la entrevista, surgiera por parte de los
participantes la necesidad de confrontar al entrevistado o ser un especie de “apuntador”
del mismo en otros momentos, generando entrevistas participativas de carácter colectivo
y con elementos similares a espacios de discusión.
Las dinámicas propuestas en estas fases del proyecto, trabajando sobre los mapas,
con información secundaria e intercalando testimonios y vivencias habilitaron un espacio
reflexivo que es preciso profundizar en las subsiguientes etapas del proyecto. Poner en
juego las tensiones a la hora misma de definir: ¿Quién propone el referente a entrevistar:
los universitarios, las organizaciones, ambos? ¿Qué elementos lo convierten en referente?
Pensar colectivamente los fundamentos de por qué y para qué entrevistar, explicitar los
criterios que llevan a proponer tal o cual entrevistado y las diferentes concepciones
subyacentes a la hora de definir. Un ejemplo, pueden ser los criterios de las personas que
se consideran como referentes, dado que para unos lo determinante es la información de
la cual disponen, mientras que para otros los parámetros de evaluación se vinculan a

153
Interdisciplinarias

cuán referente es esa persona para las organizaciones, de qué forma ha acompañado las
diversas luchas, etc.

Reflexiones finales
Se entiende que lo acotado del proyecto debe conducir a establecer claramente
líneas de acción que, a partir de lo acumulado en los diversos equipos y organizaciones
que participan en el territorio, puedan avanzar en resultados concretos y le permitan a la
contraparte incrementar su capacidad propositiva y considerar los elementos clave para el
desarrollo de estrategias socio-económico-productivas efectivas para la resolución de sus
necesidades.
Es decir, se trata de pensar con las organizaciones sociales y las diversas
expresiones de trabajadores y trabajadoras con o sin trabajo, los límites y potencialidades
de sus iniciativas asociativas como fundamentos de una estrategia de desarrollo local de
Bella Unión, centrada en el desarrollo de las capacidades y la cooperación entre los
sujetos para la realización de sus efectivas necesidades.
Sobre la base del diagnóstico y la identificación de las dificultades y restricciones de
la localidad, se podrán discutir las distintas alternativas y perspectivas. Es sobre la
construcción de esta idea de “un” proyecto para “el” territorio donde conviven distintas
lógicas productivas que los distintos actores locales podrán realmente discutir y participar
las alternativas económicas de su localidad y no solamente adaptarse a las propuestas ya
instaladas.
Construir otras formas de participación, exige una valorización efectiva de las
actuales condiciones, sus limitaciones y de las alternativas que pueden ser planteadas. El
desarrollo está ligado a la capacidad de resolver las necesidades que amplían la
capacidad de elección de los sujetos en la búsqueda de la autonomía personal y colectiva.
Las estrategias de co-investigación generan ámbitos donde esa construcción de
alternativas se viabiliza, se hace concreta, desde la disposición al intercambio, al
encuentro e incorporando el conflicto como parte constitutiva de los procesos. Se trata de
desentrañar las contradicciones, desde la perspectiva de que es en el análisis concreto de
las situaciones concretas, que las mismas se comprenden, abriendo así las posibilidades
para otras formas de resolución que no necesariamente se limitan a las ya existentes.

154
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

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155
Interdisciplinarias

156
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

El movimiento de derechos humanos en Uruguay

62
Héctor Seco Hernández

Introducción
La presente ponencia aborda la acción social en torno a la temática de Derechos
Humanos (DDHH) en Uruguay, específicamente a la violación de los mismos en
dictadura, la cual se configura como un “movimiento social” y releva en particular la
actuación de algunos actores colectivos organizados integrantes del movimiento.
“Un movimiento social (consiste) en redes de interacción informal entre una
pluralidad de individuos, grupos y organizaciones, relacionados en un conflicto cultural
y/o político sobre la base de una identidad colectiva común. En este proceso de
interacción… dichos actores con diferentes identidades y orientaciones confluyen a
elaborar un sistema de creencias y sentido de pertenencias, que excede con mucho los
límites de cada una de las organizaciones o los grupos, mientras mantienen al mismo
tiempo su identidad específica y distintiva” (Diani, 1992).
Esta definición, que procura sintetizar los principales aportes de diversas escuelas
de pensamiento en torno a los movimientos sociales, establece la diferenciación de
niveles entre el movimiento como tal, y las organizaciones que lo integran en dos
aspectos centrales para la configuración del mismo; su identidad y sus modalidades de
organización. En el plano de la identidad, es necesario procurar establecer la existencia
de una diferenciación entre la identidad del movimiento como tal y, eventualmente, las
identidades específicas de las organizaciones que lo integran. Por otro lado,
discutiremos los modo de acción, tanto interno como externo, de este movimiento,
buscando establecer la distinción entre el movimiento social en su conjunto, consistente
en una red de interacciones, y el conglomerado de organizaciones, organismos y
personas que lo integran, cada una de ellos con diferente tipologías y grados de
organización.
En cuanto al movimiento de DDHH en Uruguay, aún reconociendo la existencia del
mismo en medios académicos (Mazzei 1990; Midaglia 1992; Falero 2008), así como en
ámbitos políticos y periodísticos, se carece sin embargo de un estudio exhaustivo del
proceso de construcción del mismo así como de la intrincada red de relaciones que lo
conforman y que han hecho posible que perdure a lo largo de más de treinta años. Por
otro lado es significativo relevar y discutir la percepción que de sí mismos tienen los
actores, en cuanto a reconocerse “movimiento”. Se focalizará el análisis en cuatro
organismos: Madres y Familiares de Detenidos-Desaparecidos, Servicio Paz y Justicia
(Serpaj), Plenaria Memoria y Justicia e Hijos de Detenidos-Desaparecidos, aunque
también actúan en el presente otras organizaciones como CRYSOL (Asociación de ex

62
Licenciado en Sociología y militante social.
157
Interdisciplinarias

pres@s polític@s del Uruguay), Instituto de Estudios Legales y Sociales del Uruguay
(IELSUR), Amnistía Internacional Sección Uruguay, etc.

El movimiento como una identidad común: “Consenso en el


disenso”
En cuanto a la identidad del movimiento es posible constatar que las demandas
en torno a las violaciones de DDHH en dictadura constituyen una identidad común a un
conjunto diverso de actores definiendo la existencia y las fronteras del mismo como
movimiento en tanto delimita un asunto particular como objeto de sus demandas, les
permite reconocerse a sí mismos como un campo propio dentro de un conflicto político,
social y cultural, en torno a dichas demandas, distinción que también realizan desde el
entorno otros actores políticos y sociales que actúan en nuestra sociedad, y por otro
lado confrontan con un “otro”, el Estado, como objeto de los reclamos en torno a los
cuales actúan. Esa identidad común alberga asimismo diversas identidades particulares
relacionadas con las trayectorias y características peculiares de cada uno de esos
actores. Las relaciones entre dichas diversas identidades y la identidad común puede
constituirse en fuente de tensiones y conflictos de cuya resolución exitosa en el sentido
de preservar la identidad común, depende el desarrollo del movimiento, o su
transformación en un actor social de otra índole e incluso su desaparición. Al presente
podemos hablar de un “consenso en el disenso” que habilita la existencia y la
continuidad en el tiempo de este movimiento social en Uruguay.

Las prácticas organizativas del movimiento de DDHH. El


movimiento como una red de relaciones informales
La definición asumida nos remite a tres cuestiones diferenciadas: la existencia de
una red de interacciones entre distintos tipos de actores, el carácter informal de las
mismas y el carácter diverso de estos actores: organizaciones, grupos e individuos. Se
analizarán dichas redes a partir de dos dimensiones: densidad y centralización (Diani,
2000). La densidad mide el nivel de mutua interdependencia y refleja la inversión de
recursos en el estrechamiento de lazos entre los integrantes del movimiento en la
construcción de una identidad común. La centralización permite releva r en qué medida
algunos actores están en mejor posición “para controlar los flujos en las redes y están
en consecuencia en mejor posición para asumir algún tipo de liderazgo indirecto”
marcando “la diferenciación entre la informalidad de las redes y la asunción bastante
usual de la ausencia de asimetrías y diferencias dentro de dichas redes” (Diani, 2000).
Un modelo de múltiples centros, combina una relativa alta densidad con algún
grado de centralización. Se conjuga en el mismo la existencia de un par o má s de
actores centrales que a su vez despliegan un conjunto más amplio de relaciones con
otros actores “secundarios” del movimiento. Esos actores ubicados en lugares centrales
del haz de relaciones, y que a su vez se conectan entre sí, se encuentran en una
158
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

posición privilegiada para poder desplegar algún tipo de liderazgo, generalmente


indirecto y compartido, sobre el movimiento. Todos los datos relevados con distintos
actores del movimiento hacen pensar que este modelo da cuenta con bastante precisión
de las características del movimiento de DDHH en Uruguay.
Ese conjunto de relaciones que es la red tiene efectivamente diversos “nodos”
destacados por su permanencia y por la densidad de contactos que anudan a su
alrededor: Familiares y Serpaj aparecen en el centro de la misma. Cada uno de ellos a
su vez desarrolla entre sí y con otros actores, una amplia y diversa trama de
vinculaciones. Hijos en cambio, presenta una menor densidad de relacionamientos y en
el caso de Plenaria Memoria y Justicia sus vínculos, también de una densidad menor, se
conforman hacia un espacio que tiene sólo unos pocos contactos con las redes tejidas
alrededor de los tres citados, desarrollando los propios hacia otros actores sociales. En
otro plano aparecen también otras organizaciones: IELSUR, SERSOC (Servicio de
Rehabilitación Social), Amnistía Internacional Sección Uruguay, CRYSOL, fuertemente
vinculadas con las organizaciones ubicadas como nodos destacados.
A su vez, los organismos centrales y periféricos desarrollan relaciones con una
vasta red de organizaciones sociales: sindicales entre las más mencionadas, barriales,
ambientalistas, feministas, culturales, etc. La característica de este movimiento nos
habla entonces de algunas organizaciones que accionan permanentemente en el
mismo, y otras que se vinculan para hechos concretos, movilizaciones como la marcha
del 20 de mayo, otras movilizaciones o actividades.
Esto mismo confiere al movimiento un grado de apertura que le permite desplegar
relaciones hacia su entorno permeando con su accionar distintas esferas de la sociedad
civil, y proyectando su actuación incluso hacia los espacios políticos partidarios. Esto se
justifica dentro del modelo, a partir de una densidad relativamente intensa que no le
impide, sino que por el contrario se construye en un proceso en el cual el movimiento es
un permanente batallador por la resolución de sus demandas en el marco del conjunto
de la sociedad, hacia quien proyecta sus “convicciones” al mismo tiempo que formula
sus reclamos ante las instituciones estatales (hay ejemplos de otro tipo de movimientos
de densidad fuertemente cerrada sobre sí mismos).
Un análisis específico lo requiere los momentos en que el movimiento, toda su red
de relaciones, se integra a coaliciones más amplias, a las cuales se incorporan otros
actores. Esto sucede claramente con la convocatoria a derogar la ley de caducidad que
culminó con el plebiscito de 1989.

159
Interdisciplinarias

S
E
R
P
A
J
Hijos

Serpaj

Madres y familiares

PIT-CNT Figura nº1. Movimiento de DDHH.

Volviendo a la caracterización propuesta como modelo, se puede hablar entonces


de una estructura de red de relativa alta densidad, combinada con importantes grad os
de centralización en manos de las organizaciones principales del mismo. La figura nº1
muestra en qué medida las dos organizaciones fundacionales se colocan en los centros
de las redes del movimiento, girando alrededor de ellas una serie de otras
organizaciones que a su vez desarrollan vínculos no sólo con las señaladas sino también
entre ellas.
Por otra parte aparece otro actor, el PIT-CNT (Plenario Intersindical de
Trabajadores – Convención Nacional de Trabajadores), que siendo una organización de
otro carácter, actúa en la temática referida a través de su comisión de DDHH. El mismo
se instala como centro de otro conjunto de relaciones, con un campo propio y específico
de vinculaciones y un tipo de relación no exento de tensiones con las organizaciones
específicas del movimiento. Al punto que cuando dirigentes de los organismos refieren a
la “familia” de los DDHH excluyen específicamente a la comisión de DDHH del PIT -CNT
de ese espacio de encuentro más estrecho donde se producen las reflexiones en común
sobre los núcleos duros de la problemática de DDHH por ellos encarada. Estas tensiones
se hicieron explícitas durante el desarrollo de la campaña por la nulidad de la ley de
caducidad que culminó con el plebiscito de 2009, las que son analizadas en el apa rtado
nº 4.

160
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Se puede concluir entonces que el conjunto de relaciones que entablan entre sí


los diversos organismos que constituyen el movimiento de DDHH, se construye
efectivamente como una red informal integrada por múltiples actores que elaboran una
trama de relativa alta densidad relacionada con la existencia de una fuerte identidad
común, combinada a su vez con algún grado de centralización de dichas relaciones en
manos de las organizaciones de mayor peso simbólico. No se verifica la existencia de
una estructura de coordinación permanente, ni centralización organizativa de especie
alguna, se carece de autoridades formales, estatuto unificador, disciplinas a cumplir. Se
verifican tensiones en los momentos en que el movimiento o parte de él ingresa en
coaliciones donde participan organizaciones que, ya sea por sus objetivos o por su
mayor peso militante, reconfiguran los equilibrios existentes en el movimiento,
distorsionando el modelo de múltiples centros.

Las organizaciones del Movimiento Social: el modo interno de su


accionar
El análisis de los formatos organizativos de las organizaciones integrantes del
movimiento de DDHH se basó en las categorías propuestas por Rothschild-Whitt (1979)
para las llamadas organizaciones "alternativas”, contrapuesta a la lógica de las
organizaciones burocráticas. Se utilizan un conjunto de dimensiones para el análisis de
dicho tipo de organizaciones basadas en una racionalidad sustantiva antes que en una
racionalidad formal.
La autoridad reside en toda la colectividad y es delegada eventualmente en
forma temporaria, lo cual se fundamenta en una racionalidad sustantiva y no formal. El
control se basa en una apelación moralista al cumplimiento de los fines.
El reclutamiento en las organizaciones burocrático-racionales se basa en el
entrenamiento especializado y la certificación formal. En las organizaciones que
estudiamos se basa en valores, en conocimiento personal, y habilidades evaluadas
informalmente. En tanto los incentivos remunerativos son fundamentales en las
primeras, en las segundas aparecen los incentivos normativos y de solidaridad, en tanto
los materiales son secundarios. En cuanto a la estratificación, esta es fuertemente
jerarquizada en las primeras en tanto que prima el igualitarismo en las segundas.
En lo que hace al principio de diferenciación, en tanto en las organizaciones
formales existe una máxima división del trabajo, con fuerte división entre el trabajo
manual y el intelectual; en las organizaciones alternativas esta división del trabajo es
mínima, la administración se combina con el desempeño de tareas, y es mínimo el
expertismo.
Si definimos el modo interno de actuar de una organización como la modalidad
que adoptan en lo que hace a su funcionamiento para cumplir con sus objetivos
sustantivos. Se abordarán aquí cuatro de estas dimensiones para dar cuenta del mismo:

161
Interdisciplinarias

las mismas son autoridad-poder, membresía, grado de formalización y grado de


complejidad.
Se pudo verificar que las organizaciones relevadas, integrantes del movimiento de
DDHH, poseen una importante formalización de sus prácticas organizativas internas
junto a una alta homogeneidad de su integración, producto de una alta selectividad de
su membresía, a la vez que mantienen una nítida horizontalidad en cuanto a los
mecanismos de autoridad internos, lo cual a su vez se relaciona con bajos niveles de
diferenciación de funciones. De esta manera se alejan sustancialmente del modelo de
los nuevos movimientos sociales de Offe (1992) el cual visualizaba a dichos
movimientos como carentes de organización interna.

El plebiscito por la nulidad de la ley de Caducidad en 2009.


Tensiones en el movimiento
La iniciativa para anular la ley de Caducidad que culminó con el plebiscito del año
2009 por el llamado Voto Rosado, abarcó casi tres años del accionar del movimiento,
período en el cual su actuación, sus demandas, sus objetivos volvieron a instalarse en la
escena nacional, en el debate político, y finalmente entre la ciudadanía que debió
expresarse sobre la iniciativa. Ese período da comienzo con la conformación de la
Coordinadora impulsora de la misma, se desarrolla durante tres años procurando
recolectar las firmas necesarias para alcanzar el requisito legal del 25% del padrón
electoral y finalmente culmina sometiéndose a la consulta ciudadana, junto c on las
elecciones nacionales de 2009, en la cual no alcanzó el 50% más uno de los votos,
cantidad necesaria para que la iniciativa fuera aprobada y se lograra la anulación de la
mencionada ley (Serna, 2010).
Este hecho puede ser analizado desde diversos ángulos: no se va a abordar aquí
ni desde el punto de vista de la oportunidad política teniendo en cuenta su
superposición con la campaña electoral y los previsibles problemas y resistencias que
esto iba a generar, ni desde el ángulo de la validez jurídica en lo que refiere al debate
sobre si “las mayorías sobre asuntos no decidibles no valen” al decir de Liliana Tojo en
las actividades de la Semana contra la Impunidad realizadas en la Facultad de Ciencias
Sociales (Udelar) en junio de este año, y donde hacía referencia a la cuestión de la
validez de la legislación internacional en este tipo de delitos.
Se privilegiará el análisis desde el ángulo de su contribución al fortalecimiento del
movimiento social, teniendo en cuenta, lo reiteramos, la preocupación central: si los
movimientos sociales son un vector clave para elevar la participación social y para la
construcción de subjetividades colectivas (Falero, 2008) entonces el objetivo es
contribuir a visibilizar algunas de las cuestiones que contribuyen a reforzar sus
fortalezas y a la vez echar luz sobre aquellos problemas que constituyen sus principales
debilidades.

162
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Desde esta visión se procura indagar en qué medida la modalidad de la toma de


decisiones sobre su lanzamiento, el desarrollo y desenlace de esta iniciativa ayudaron o
no al fortalecimiento del movimiento, a la consecución de sus objetivos y a la
participación y movilización social en torno al mismo.
Específicamente indagamos en qué medida el proceso de adopción de la decisión
de llevar adelante la iniciativa y el formato que se adoptó para impulsarla reflejaron
adecuadamente el equilibrio entre la identidad y los objetivos del movimiento en su
conjunto y la preservación de los objetivos, modalidad de acción e identidad de los
organismos que los integran en forma permanente.
Todas las informaciones relevadas así como los testimonios recogidos indican que
la iniciativa fue lanzada en solitario por el PIT-CNT. Los elementos recogidos en las
entrevistas realizadas relevaron molestias por sentirse presionados para sumarse a la
iniciativa, o por no atender a sus dudas sobre la oportunidad de dicha convocatoria
habida cuenta de la situación política, de los debates jurídicos y de la percepción que
pudiera haber en la ciudadanía luego de las iniciativas tomadas en torno al tema en el
primer gobierno del FA. Como explicitan Luisa Cuestas y Milka González en entrevista
concedida al diario La Diaria:
“nos querían convencer de que cambiáramos nuestra posición….nosotros
también queremos derogar la ley de Caducidad, pero no vamos a trabajar para eso. No
estamos de acuerdo con volver a trabajar cuando ya acatamos lo que dijo la
ciudadanía….El partidismo político no se puede mezclar en Familiares. Esta campaña
esta hecha, no por organizaciones de DDHH, sino por partidos políticos que integran el
mismo gobierno que tenemos” (La Diaria, 1/11/2007,3).
Al mismo tiempo, se nos confirmó en una entrevista a un miembro del
secretariado ejecutivo de la central sindical, que la iniciativa fue tomada exclusivamente
en dicha instancia, pensando que los demás organismos se iban a sumar una vez
tomada la decisión. Se confirmó también que fue en ese ámbito donde se tomaron todas
y cada una de las resoluciones que se formalizaron luego en la coordinadora
conformada, inclusive el propio lanzamiento de la iniciativa.
La integración de la “Coordinadora Nacional por la Nulidad de la ley de
Caducidad” no reeditó la diversidad y amplitud de la que impulsó el llamado Voto Verde
en 1989. La representación social se resintió significativamente, con ausencias notorias
dentro del movimiento de DDHH empezando por Madres y Familiares de Detenidos
Desaparecidos, emblema del mismo. La participación de la FEUU (Federación de
Estudiantes Universitarios del Uruguay) y FUCVAM (Federación Uruguaya de
Cooperativas de Viviendas por Ayuda Mutua) por lo que se pudo relevar fue muy débil.
Las personalidades independientes fueron escasas y relevando un arco de opiniones
muy poco amplio. La participación política se resumió a cuatro grupos del FA. Más al lá
del tiempo transcurrido y de que las circunstancias políticas fueran otras, son notorias

163
Interdisciplinarias

las diferencias con la amplitud de la Comisión por el llamado Voto Verde (Ibarburu de
Recagno, 1990; Serna, 2010).
Los problemas para sumar el apoyo del Frente Amplio fueron notorios en el marco
de las definiciones adoptadas por el gobierno de Tabaré Vázquez en el sentido de no
derogar la ley y sí aplicar integralmente el artículo 4 de la misma, que permitía seguir
con las investigaciones. Estos hechos de carácter público eran conocidos de antemano
por los actores sociales y políticos impulsores de la iniciativa.
La militancia que llevó adelante la dificultosa recolección de firmas, fue
fundamentalmente del movimiento sindical, aunque hay que dejar constancia de que e n
su desarrollo se sumaron especialmente sectores juveniles de organizaciones sociales
en particular de la FEUU. Entrevistados un grupo de militantes del CECSO (Centro de
Estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales) que representaron a la FEUU en dicha
coordinadora en algún tramo de la campaña, destacaban las trabas burocráticas que
dificultaban su accionar. “Cuando pudimos conseguir financiación en otro lado para ir al
interior, a los recitales y a los balnearios, dejamos de ir a la Coordinadora”
Otros entrevistados en la misma Semana contra la Impunidad mencionaron las
dificultades que se interponían para retirar propaganda. Es el caso de la llamada
Coordinadora de Vecinos que agrupando militantes no sectorizados políticamente
apoyaba la campaña.
Los mismos dirigentes sindicales reconocen además que tenían dificultades para
organizar y dirigir la recolección de firmas, en un tiempo en que el movimiento sindical
ha crecido significativamente y por eso mismo afronta un complejo conjunto de
problemáticas con un limitado número de cuadros dirigentes experimentados.
El proceso de recolección de firmas fue largo y arduo. Las dificultades que se
encontraron para avanzar con más agilidad en el cumplimiento de ese requisito para
poder realizar el plebiscito, fueron evaluadas en el Secretariado Ejecutivo de la central
sindical como un problema puramente organizativo. La valoración fue “las firmas están,
solo hay que salir a buscarlas”. Contrariamente a esta opinión los jóvenes del CECSO
decían: “en la Coordinadora no tienen idea de la situación en el interior, a los pibes les
tenés que explicar hasta que hubo dictadura”.
Por otro lado las opiniones relevadas en SERPAJ señalaron su convicción de que
aún resta por hacer un profundo trabajo cultural con la ciudadanía en torno a la
comprensión de estos hechos.
Enrique Mazzei en un artículo referido a la Comisión pro-Referéndum que impulsó
lo que se conoció luego como el voto Verde para derogar en 1989 la misma ley, señala
que, debido al amplio espectro de enfoques participes de dicha comisión se logró
articular un discurso que contemplaba a la vez el enfoque de los actores implicados
directamente en la consigna “verdad y justicia”, y el que apelaba a todos los ciudadanos
cuando se proponía complementariamente “para que el pueblo decida”.(Mazzei,1990) lo

164
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

cual expresaba la percepción de otros actores que se integraron en aquel momento a la


iniciativa.
El carácter restringido de la Coordinadora, por el contrario, restó masa crítica con
que afrontar estos problemas al no incorporar todo el espectro de opiniones, visiones y
experiencias que acumula el movimiento. En cuanto al modelo de la red analizado en el
capítulo correspondiente, se puede decir que en esta etapa el movimiento giró de uno
de “múltiples centros” hacia un modelo de “rueda” con una fuerte centralización en
manos del PIT-CNT.
La campaña por el voto “Rosado” se produce simultáneamente con la campaña
electoral, reeditándose las dificultades para que el tema destacara en el marco de una
elección en donde se disputaba la posibilidad de un segundo gobierno de la izquierda.
De todos modos es de destacar la importante movilización juvenil que se despega
de alguna forma de esa problemática relación con la campaña electoral y asume un rol
protagónico en los últimos tramos de la campaña, siendo protagonistas centrales de la
gran movilización con que se culmina la campaña. A su vez esta participación generó
diversos agrupamientos (por ejemplo el ya citado Iguales y Punto, o la misma comisión
de DDHH del CECSO) que continúan actuando hasta el presente con iniciativas en torno
a la nulidad de la ley, ahora orientadas a reinstalar el tema en el debate parlamentario.
En cuanto al resultado, la derrota del voto rosado en su intento de anular la ley al
no alcanzar el apoyo mayoritario del electorado se constituye en un escalón más en el
largo y dificultoso camino para superar las secuencias de la dictadura sobre nuestra
sociedad. No es legítimo introducir aquí ninguna valoración que relacione este análisis
sobre los problemas de la iniciativa con el resultado obtenido. En todo caso será materia
de investigación y opinión tanto de militantes como de estudiosos de la materia, análisis
que deberá abarcar un conjunto más amplio de elementos que los que aquí se analizan.
Lo que resulta evidente es que la frontera de aceptación de validez de estos reclamos
oscila sin mayores cambios en el 50% del electorado a la largo de los años (Serna,
2010).
A la luz de los hechos relevados en el desarrollo de este período, (el no apoyo
hecho público por Madres y Familiares, las dificultades para recolectar firmas, el apoyo
apenas formal de muchos aliados permanentes del movimiento, las diferencias de
opinión en el Frente Amplio con respecto a la iniciativa, las críticas a la modalidad de
organización de la coordinadora por la FEUU, entre otras) se puede corroborar que las
tensiones habituales que al interior del movimiento generan la coexistencia en el mismo
de organizaciones de diferente trayectoria, en particular aquellas que definen su
identidad en torno a la temática de DDHH, con otras que, como el movimiento sindical,
integran esta temática dentro de su reivindicaciones sindicales, se agravaron en el
período mencionado, produciendo un accionar fragmentado del movimiento. En todo
caso el hecho llama la atención sobre las dificultades adicionales que se le generan al
movimiento al integrarse a coaliciones más amplias, en particular cuando de las mismas

165
Interdisciplinarias

forman parte actores políticos, u otros, que introducen lógicas diferentes en el accionar
del mismo.
En ese marco, se producen simultáneamente cambios en el formato de la red, la
cual se transforma al menos por un tiempo en un modelo de “rueda” con un centro
organizador casi único: el PIT-CNT. Este hecho, sin entrar aquí en valoraciones en
cuanto a su mayor o menor eficacia en cuanto a la consecución de sus demandas, nos
remite a una modalidad de la participación social construida en base al modelo
“vanguardista” más afín a las tradiciones sociales y políticas de la izquierda y de los
sindicatos. Se distancia así de un modelo más multiforme, con relaciones más
horizontales y menos jerárquicas, como el que en su trayectoria fue definiendo el
movimiento de DDHH, lo cual ha constituido toda una novedad en esta temática. Por
otro lado, se agrega el problema de que ambas modalidades encaran de forma
contrapuesta la relación con la actividad de los partidos: mientras los organismos de
DDHH no permiten su actuación abierta en su interior, ni ninguna militancia en los
mismos de sus miembros, esto no sucede en la central sindical, donde constituye una
práctica histórica la actuación de corrientes sindicales afines, en particular, a los
partidos de izquierda.
Ambos fenómenos pueden razonablemente hacer pensar que incidieron en varios
aspectos en el desarrollo de la campaña: le restaron desde el punto de vista de la
opinión pública, aún del votante más afín a la temática, el peso emblemático de
organizaciones que históricamente han significado la conducción simbólica del mismo,
en particular Madres y Familiares.
Esas y otras ausencias disminuyeron el aporte de la diversidad de enfoques que
permite al conjunto del movimiento construir la masa crítica necesaria para evaluar el
conjunto de problemas que debía enfrentar y afrontó la iniciativa lo largo de su
desarrollo.
La centralización en manos de la central sindical de los aspectos organizativos de
la campaña dificultó el desarrollo de todo el potencial militante que en otras
oportunidades el movimiento ha podido desarrollar restándole eficacia en el diálogo con
la ciudadanía en la campaña para conquistar voluntades que se expresaran en votos.

Conclusiones
Se puede constatar entonces la diferenciación entre el movimiento como tal y las
organizaciones que lo integran, superando así el riesgo metodológico de trasladar al
nivel del movimiento, características que se derivan del análisis particular de alguna de
las organizaciones que lo integran. En este plano se hizo notoria la diferencia entre la
red informal que constituye el movimiento y el carácter cerrado y homogéneo en cuanto
a su membresía, que se pudo verificar en las organizaciones que lo integran.
Resulta reveladora esa distinción entre el nivel “movimiento” y el de “inte grantes
del mismo” para poder diferenciar los procesos de construcción de una identidad

166
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

común, en el caso que nos ocupa la que caracteriza al movimiento en su conflicto


alrededor del tema violaciones a los DDHH en dictadura, y las especificidades de las
identidades de las diferentes organizaciones, y grupos de diferente índole que son parte
del mismo y que admiten un amplio abanico de matices y posicionamientos políticos,
éticos y filosóficos, sin que ella ponga en duda la existencia del movimiento como tal .
La dificultad para reconocer ese doble nivel lleva en ocasiones a poner en
cuestión por parte del “sentido común” de los militantes del movimiento, la existencia
misma de este movimiento, dada la diversidad de identidades que coexisten en él. La
mirada conceptual propuesta permite dar cuenta de una realidad verificable: estas
modalidades de participación social que constituyen los movimientos sociales, siendo a
la vez abiertos y flexibles, sin jerarquías formales definidas, con integrantes cambiantes,
con un accionar en general fuera de los marcos institucionales, son capaces de construir
en la sociedad un campo de conflicto en el cual se dirimen capital simbólico y poder en
el sentido de Bourdieu (Falero 2008), que en el caso del movimiento de DDHH en
Uruguay, ha tomado cuerpo en concreto con una actuación que ya tiene tres décadas,
en las cuales ha tenido la capacidad de instalar sus demandas en el conjunto de la
sociedad.
Por otra parte la definición propuesta resulta operativa a los efectos de
adentrarnos en las formas de organización que el movimiento como tal adopta para
llevar a cabo sus demandas. Específicamente se avanzó en la visualización del formato
específico de red construido alrededor de varios centros o nodos como fuerte mente
explicativo para el caso del movimiento bajo análisis. Las dimensiones de densidad y
centralización permiten analizar las dinámicas contradictorias que se desarrollan en
concreto en estas expresiones de movilización social, al analizar por un lado aquellos
factores de cohesión identitaria que los unen y por otro su relación con las formas de
liderazgo que se desarrollan en su seno, generadoras en algunas oportunidades de
tensiones en el seno del movimiento.
En otro nivel, las organizaciones integrantes del movimiento aparecen como
fuertemente homogéneas, de membresía cerrada, con prácticas internas altamente
formalizadas, al mismo tiempo que practican un democratismo radical en cuanto a sus
procesos de toma de decisiones. Podría pensarse que ambas características, la
diversidad, apertura y flexibilidad del movimiento, y la homogeneidad y carácter
cerrado de las organizaciones que lo integran, pueden ser fuertemente
complementarias, dado que, por un lado, permiten convivir a distintas expresiones en
un mismo movimiento y, por otro lado, dotan al movimiento de soportes que le dan
continuidad en particular en los momentos de declive del accionar público del mismo.
Por último se podría suponer que el carácter fuertemente asambleario que desarrollan a
la interna estas organizaciones construye entre sus militantes una cultura
organizacional que, asentada en un democratismo radical, habilita su relacionamiento
en red.

167
Interdisciplinarias

Al mismo tiempo la observación introducida en torno a los conflictos entre ambos


niveles de las identidades, resultó relevante para comprender los problemas que se
produjeron en el desarrollo de la iniciativa por la nulidad de la ley de caducidad. Esto
llama la atención sobre los problemas que acarrea para la continuidad y eficacia de la
acción de un movimiento el hecho de que las identidades particulares se terminen
diluyendo avasalladas por la acción de alguno de los actores colocados en alguno de los
lugares centrales de la red. Del mismo modo se abordaron los problemas surgidos en el
movimiento debido a la centralización política y operativa del PIT-CNT en la coyuntura
analizada, la cual dificultó la plena expresión de todo el potencial militante que se
nuclea en el movimiento, poniendo en discusión la capacidad de la central sindical para
actuar exitosamente como portadora legítima del conjunto de reclamos del campo
popular (Supervielle, 2003).
Es por todo que parece apropiado hablar de “consenso en el disenso” remitiendo
así a ese equilibrio inestable entre los objetivos, intereses y prácticas de los distintos
componentes que conforman el movimiento y el accionar en conjunto de este, y que
indudablemente los integrantes del movimiento de DDHH en Uruguay han sabido
mantener a lo largo de las tres décadas de existencia del mismo.
Por último a manera de reflexión final, parece interesante suscitar para este
encuentro al menos dos tipos de problemas a ser debatidos: en primer lugar en qué
medida estas experiencias de “democratismo radical” en la manera de organizarse está
condicionada y limitada como posibilidad para el caso de organizaciones que cuentan
con pequeño número de integrantes. En segundo lugar: qué utilidad tiene introducir a
través del debate académico conceptos que ponen en cuestión la forma en que los
propios militantes de estas organizaciones se ven a sí mismos. En este caso la
aseveración de que existe un movimiento de DDHH en Uruguay, confrontada con la
opinión de muchos de sus miembros de que no se puede hablar de un movimiento en
tanto se carece de algunos requisitos como la unidad de acción.

Referencias bibliográficas
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Midaglia, Carmen (1992) Las formas de acción colectiva en Uruguay. Montevideo: Ciesu.
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Supervielle, M. y Quiñones M. (2003). Las nuevas funciones del sindicalismo en el
cambio del milenio. En Enrique Mazzei. Comp. El Uruguay desde la sociología.
Montevideo: Departamento de Sociología. Facultad de Ciencias Sociales. Udelar.

169
Interdisciplinarias

170
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Capítulo IV

Metodología, participación y formación

El riesgo de pensar63 en tiempos difíciles: la sociedad


narcisista y la “construcción de la dignidad y la esperanza”64
como desafío
65
Héctor Altamirano

Narciso se ha convertido en símbolo de nuestro tiempo, el mismo designa el


surgimiento de un perfil inédito del individuo en sus relaciones con él mismo y su cuerpo,
con los demás, el mundo y el tiempo. La sociedad en la que resurge narciso es una
“sociedad solitaria”, caracterizada por las relaciones naturalizadas de un mercado
omnipotente y omnipresente. ¿De esta manera muere el sujeto?; ¿es posible que el ser
humano viva sin tener ningún tipo de relación con otros seres humanos?; ¿hay lugar para
la dignidad y la resistencia en esta época?; ¿es posible la construcción de la dignidad y la
esperanza?; ¿qué papel juega en esta realidad la educación popular?; ¿puede jugar algún
papel?

El mito narcisista
Mitológicamente el término corresponde al que solo se mira a sí mismo. En la
mitología griega, Narciso era un joven conocido por su gran belleza. Acerca de su mito
perduran varias versiones. Una de las más firmes plantea que tanto doncellas como
muchachos se enamoraban de Narciso a causa de su hermosura, pero éste los rechazaba.
Entre las jóvenes heridas por su amor estaba la ninfa Eco, quien había disgustado a Hera
y por ello ésta le había condenado a repetir las últimas palabras de aquello que se le
dijera. Eco fue, por tanto, incapaz de hablarle a Narciso de su amor, pero un día, cuando él
estaba caminando por el bosque, acabó apartándose de sus compañeros. Cuando él
preguntó «¿Hay alguien aquí?», Eco contenta respondió: «Aquí, aquí». Incapaz de verla
oculta entre los árboles, Narciso le gritó: «¡Ven!».

63
Nombre que adopta el filosofar entre los integrantes de la denominada Filosofía de la
liberación, véase H. Cerutti Guldberg, Filosofía de la liberación latinoamericana.
64
Este artículo plantea un diálogo con el trabajo de J.L. Rebellato titulado Globalización
neoliberal, ética de la liberación y construcción de la esperanza.
65
Profesor de Historia (Instituto de Profesores Artigas), Multiversidad Franciscana de América
Latina–Udelar. Integrante del Colectivo (CIES). Correo:haaltamirano@gmail.com.

171
Interdisciplinarias

Después de responder: «Ven, ven», Eco salió de entre los árboles con los brazos
abiertos. Narciso cruelmente se negó a aceptar su amor, por lo que la ninfa, desolada, se
ocultó en una cueva y allí se consumió hasta que solo quedó su voz. Para castigar a
Narciso, Némesis, la diosa de la venganza, hizo que se enamorara de su propia imagen
reflejada en una fuente. En una contemplación absorta, incapaz de apartarse de su
imagen, acabó arrojándose a las aguas. En el sitio donde su cuerpo había caído, creció
una hermosa flor, que hizo honor al nombre y la memoria de Narciso (Wikipedia).
Me gustaría hacer referencia a esta breve narración, para ello parece imprescindible
el hecho de ubicar a este relato y contextualizarlo en el tiempo y en el espacio en el que
se desarrolló y plantear brevemente cómo estaba compuesta dicha sociedad. Este relato
pertenece a los antiguos griegos, fuente inagotable de creaciones y recreaciones
artísticas, filosóficas, científicas, etc. Los antiguos griegos llegaron a península balcánica,
en las islas del mar egeo por el segundo milenio antes de cristo.
Al llegar a ese territorio encuentran habitantes allí. En esos lugares existían otros
pueblos con sus creencias y sus formas de vida, su organización social, sus prácticas y
costumbres. Son pueblos que vivían en contacto con la naturaleza permanentemente,
necesitaban de ella para sobrevivir. Con el pasar de los siglos los pueblos comenzaron a
tener algunos cambios importantes; la sociedad comenzó a ser cada vez más compleja.
Así podemos ver que la sociedad griega se sostenía por una masa de esclavos que
sustentaban a los demás sectores sociales. En este momento estaríamos ante lo que Marx
denomina el modo de producción esclavista.
Es en esta sociedad que se crearán mitos, leyendas, fábulas, etc., que recrean los
orígenes de la misma. En la mitología griega “Los dioses llevan a los héroes y viceversa.
Los mitos constantemente se entrelazan. Al referirse a los dioses no es posible pasar por
alto algunas fábulas de los héroes; al tratar de los héroes se vuelve indispensable
retroceder para señalar algunos rasgos de los dioses” (Reyes, 1964). Es en esta realidad
mítica que encontramos a Narciso.

¿La vuelta al mito?


Gilles Lipovetsky en su obra La era del vacío retomando de alguna manera esta
fuente de la civilización occidental, hace referencia al neonarcisismo que nace de la
deserción de lo político: “Fin del homo politicus y nacimiento del homo psicologicus”. Esto
corresponde a la predominancia de lo psi en la vida. El autor encuentra que muchas de las
prácticas que hoy son habituales o las vemos a menudo en nuestro diario vivir, son una
especie de inflación de lo psi: yoga, zen, meditación trascendental.
Estas técnicas o prácticas son ancestrales para la civilización del lejano oriente,
pero que han desembarcado con gran fuerza en la sociedad occidental (especialmente

172
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

66
desde donde escribe el autor, un primer mundo europeo ) son huellas de esta sociedad
narcisista. Según Lasch esta sociedad narcisista se caracteriza por vivir en el presente y
no en función del pasado ni del futuro. La centralidad del “hoy”, es una idea que ha
permeado la vida cotidiana y ha atravesado las relaciones sociales, donde se vive el día a
día, abordando los problemas inmediatos. Hoy se priorizan los fines a corto plazo, sin
preservar la importancia de proyectos de vida, de la visión más amplia (Lipovetsky, 2002).
Grandes ideales se pierden por el proceso de personalización y este es el
desencanto que trae aparejado la posmodernidad. El autor refiere a la pérdida de carisma
que sufren las estrellas y famosos del mundo, al igual que los grandes líderes políticos y
filósofos o pensadores. Es que “[…] la personalización implica la multiplicación y
aceleración en la rotación de los famosos para que ninguno pueda erigirse en ídolo
inhumano, en monstruo sagrado (…) Así hay cada vez más estrellas y menos inversión
emocional en ellas […]” (Lipovetsky, 2002). Figuras que surgen de la nada y desaparecen
sin siquiera darnos cuenta, en esto tiene mucha responsabilidad y juegan un papel clave
las grandes corporaciones que manejan los medios de comunicación (en especial la TV),
donde se promociona un “artista” y luego se lo olvida vertiginosamente. Un ejemplo
evidente son los reality shows en los que los televidentes pasan pendientes de lo que
hacen los participantes pero esto constituye una popularidad efímera que se olvida
fácilmente. Así se describe lo efímero, el vacío, la soledad como elementos predominantes
del narcisismo y de la sociedad en la que vivimos.
Podemos ver que “[…] lo que importa ahora es ser uno mismo absolutamente,
florecer independientemente de los criterios del Otro; el éxito visible, la búsqueda de la
cotización honorífica tienden a perder su poder de fascinación, el espacio de la rivalidad
interhumana deja paso a una relación pública neutra donde el Otro, despojado de todo
espesor ya no es ni hostil ni competitivo sino indiferente, desubstancializado” (Lipovetzky,
2002 p 70). Esta indiferencia es la que marca a nuestra época. Los colectivos, los grupos,
las grandes ideas que habían movilizado a las poblaciones y grupos humanos quedaron
atrás. Ya no hay un relato que sea capaz de cautivar a las masas. Ya veremos que esta
indeferencia no es para Lipovetsky motivo de angustia alguna.

La sociedad solitaria
Se puede decir que en la era narcisista la indeferencia total es un valor absoluto, y
que el individualismo es funcional al sistema. Estas lógicas de comportamiento y de
subjetividad son propias de los sectores dominantes, los cuales son asumidos por los
sectores dominados como propios. Así se logra fragmentar a los colectivos a fin de
disminuir la capacidad de presión y de propuesta de los mismos. Esta concepción está
detrás de la lógica que presenta Castoriadis en un artículo llamado La época del

66
Evidenciar este “contexto de enunciación” es clave para entender la obra de este autor. Al
decir del historiador y relevante intelectual uruguayo J. P. Barrán no podemos escapar del contexto
en el que vivimos. Esta obra está escrita en una metrópoli del saber.

173
Interdisciplinarias

conformismo generalizado. Allí se plantea que “en los últimos cuarenta años han visto el
nacimiento de importantes movimientos con efectos duraderos (mujeres, minorías,
estudiantes, y jóvenes)” (Castoriadis, 2008). En dicho artículo el autor plantea una
situación de abandono de los reclamos colectivos, en cierta medida se plantea la idea del
fracaso de los mismos para crear proyectos que representen la autonomía respecto al
orden establecido, tanto a nivel social como individual. Y esta pérdida de propuestas
colectivas estaría llevando a que los individuos se cierren en sí mismo y no busquen
soluciones ante las problemáticas de forma conjunta. Así la participación en diversos
ámbitos es prácticamente nula o meramente testimonial.
En este sentido Rebellato plantea en su obra Ética de la Liberación que “la
coexistencia de modelos neoliberales [y con ellos un individualismo a ultranza] en
creciente expansión con la democracia, lleva a una conclusión firme: se está produciendo
una involución en los procesos de democratización, puesto que el capitalismo neoliberal
no es compatible con la democracia” (Rebellato, 2008).
Aquí la democracia es tomada como un sistema de gobierno que debería tender a la
participación de la mayoría de los integrantes de la sociedad. Serían aquellas democracias
en donde los seres humanos fueran el centro de las decisiones y no las instituciones y el
respeto extremo a lo establecido por la Ley, en donde se desconocen los procesos de
exclusión y la vida de los sectores más explotados (como ocurre hoy en la mayoría de las
democracias, incluyendo la del Uruguay). Sin embargo y aunque parezca una
contradicción, tras esta dinámica social vivida cotidianamente en la era narcisista vemos
que el individuo pasa a un primer plano absoluto. Pero no está en un primer plano la
creatividad, los sentimientos, lo que piensa el ser humano. No. Lejos está de desarrollarse
con plenitud el ser humano. Lo que interesa y aparece destacado es el individuo-
consumidor. Es allí donde Narciso renace. Así no podrá salir de su imagen, quedará
atrapado en ella, buscará satisfacer sus “necesidades” consumiendo cuanto le sea
posible. El dilema que se le plantea a los seres humanos hoy es: ¿cuánto podré consumir?;
¿hasta cuándo podré consumir?
El anterior dilema lleva consigo su contratara, que lleva a los miembros de la
sociedad a encerrarse cada vez en lugares protegidos por diversos dispositivos de
seguridad, pues la mayor parte de la población está fuera del dilema antes mencionado,
pero quiere ser parte de dicho dilema; y para ser hay que consumir. Y no importa cómo se
obtienen los productos. Estos miembros “peligrosos” de la sociedad reproducen el sistema
imperante, siendo las víctimas más evidentes del mismo (son los que habitan las cárceles
o mueren a los pocos años de vida y siempre son los controlados por el poder estatal -en
el sentido foucaultiano de biopolítica-).

Entre el yo y el nosotros
Me gustaría continuar este breve análisis, pensando sobre la importancia que
plantean algunos especialistas sobre el narcisismo y sobre la dicotomía (¿falsa?) entre el

174
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

yo y el nosotros. Y por último detenerme brevemente en la posibilidad de dejar abierta


una puerta que nos podrá conducir a nuevos mundos y a problematizar el que tenemos.
67
El psicoanalista Luis Hornstein afirma que: “podemos hablar de la problemática
del narcisismo desde el punto de vista psicopatológico, pero antes tenemos que hablar de
la problemática del narcisismo desde el punto de vista que yo llamo “narcisismo trófico”,
que es el que construye la subjetividad. Desde que nace, el niño es mirado amorosamente
(o no) por la madre, por su grupo, por los pares, y eso constituye su amor propio, su amor
a sí mismo. Para Freud el narcisismo tiene que ver con el amor a sí mismo, y justamente
el narcisismo trófico es aquél en que uno tiene bien instalado quién es. “Tener instalado”
quién se es quiere decir que se trata de un yo que se concibe en devenir, que se plantea
qué querría ser cuando sea grande, es decir, la posibilidad de tener proyectos valorizados
y valorizantes”. Y este especialista agrega que “en general, muchas veces se tiende a
pensar “éste es un narcisista” cuando lo que hay es un déficit de narcisismo” (Hornstein
2009).
Como vemos no es un tema sencillo el del narcisismo. Según este especialista, una
cuota de narcisismo es lo que nos permite a nosotros ser personas con planes para
realizar en un futuro, lo que nos permitiría desarrollar proyectos que podrían ser
reconocidos por su valor para otras personas. Incluso afirma que cuando una persona no
tiene desarrollado esta cuota de narcisismo podría ser cuando se torna una patología o
puede empeorarla.
Por otro lado afirma que “es necesario tener presente que la ausencia de la
provisión narcisista adecuada podría producir un sujeto vaciado de valor, un sujeto
carente de ideales, lo cual responde a una problemática actual […], donde no hay
proyectos no hay posibilidades de imaginarse un futuro. Y cuando alguien no se puede
imaginar un futuro el presente se empobrece” (Hornstein 2009). El presente sin un futuro
al parecer no tendría sentido. Esta postura es contradictoria a la que plantea Lipovetsky
pues (recordemos) hoy vivimos el día a día y el presente y esto no es motivo de problema
alguno en apariencia.
También es interesante el punto de vista de Marcelo Viñar que al discutir el
problema del yo y el nosotros se pregunta “[…] cómo debe renegociar este sujeto
autónomo sus servidumbres con lo colectivo, del cual sigue dependiendo para llegar a ser
individuo […]; sujeto proviene de “sujetado a”. Es decir que una de las esencias del
individuo sería su subordinación, primero a sus deseos, a sus pulsiones, luego a la
realidad cultural interiorizada, los mandatos pero también las seguridades, los límites y
las significaciones […] del lenguaje” (Viñar, citado por Barrán 2009).
Como vemos el individuo está sujeto a los demás, el lenguaje es lo que nos permite
estar comunicados, es el que nos permite manejarnos en el mundo en el que vivimos, es

67
Psicoanalista argentino estuvo presente en el congreso “Contextos inestables, sujetos
vulnerables” realizado por la AUDEPP y FLAPPSIP.

175
Interdisciplinarias

el puente que nos conecta con la cultura en la que nacimos. El lenguaje ordena el mundo
en el que vivimos y si no estamos en contacto con otros no lo desarrollaríamos. La
indiferencia absoluta en la que vivimos hoy: ¿no lleva a una negación de todo tipo de
relación?; ¿es posible que el ser humano viva sin tener ningún tipo de relación con otros
seres humanos?; ¿qué relaciones mantienen hoy los seres humanos?; ¿influye en las
relaciones humanas la intensa actividad que se mantiene de forma virtual?

Un final abierto
Estas líneas finales intentarán presentar una realidad otra, basada en aspectos que
son negados desde los ámbitos hegemónicos. Hay que tener presente y es preciso
registrar que existen “otras realidades” que se encuentran en lugares geográficos
alejados del colonialismos del saber, del cual es representante Lipovetsky y sus
seguidores que son agentes del “pensamiento de la frustración” (Boron, 2005). En dichos
lugares los sujetos no se encuentran atenazados por la lógica del sistema, el mercado no
se naturaliza, y por lo tanto las relaciones que aparecen allí hacen desaparecer la lógica
del ser-tener, para convertirse en otra lógica, en la que se reconocen como seres
humanos y no como competidores o posibles enemigos.
Todavía tienen una vigencia tremenda las siguientes palabras de J.L. Rebellato: “en
el actual contexto (…) adquiere relevancia una ética de la dignidad. Ser dignos es exigir el
reconocimiento como sujetos, reencontrarse consigo mismo, confiar en nuestras propias
capacidades y potencialidades de vivir y de luchar. La dignidad es un valor fundamental
de una ética de la autonomía y de la liberación (…). Una ética de la liberación que reclama
la validez de la dignidad es parte sustantiva de las luchas de resistencia, así como
también sostiene e impulsa la construcción de un proyecto alternativo. La dignidad está,
pues, en el centro de un pensamiento y de una práctica emancipatoria” (2000).
Y esta noción de dignidad, dejará abierta la posibilidad a que cada ser humano se
constituya como sujeto, para construir otra realidad, con otros valores a los hoy
hegemónicos. Hoy continuamos teniendo el mismo desafío que planteaba Rebellato en
otro de sus trabajos: “el gran desafío de hoy en día es la construcción de la esperanza, no
como ideal abstracto, sino como alternativa, donde los sectores populares sean real y
efectivamente protagonistas” (2008).
68
¿Cómo hacer para “pecar contra el mercado”11 y su lógica?, ¿Cómo hacer para
romper la dependencia en la que vivimos? Esta es una tarea imprescindible y que
necesita imperiosamente ir unido al derecho de tomar la palabra y de pensar los
problemas que existen en “nuestra América”. El desafío es el de pensar y sortear este
conflicto. Para esto es necesario reconocer el problema planteado por Marx acerca de la
necesidad de vivir en una sociedad sin clases (Girardi 2005).

68
“Los valores y pautas del mercado, por tanto, aparecen –legitimados por el objeto de
devoción- como caminos de la virtud, en caso de su ausencia, como caminos del pecado. Hay pues
virtudes del mercado, como hay pecados contra el mercado” (Hinkelammert 1981).
176
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Esta es una “fecunda hipótesis histórica” (Girardi), la cual permite tener un motivo
para vivir, pues podemos imaginar un futuro esperanzador para la mayoría de los seres
humanos, ya que cuando esto suceda no morirán de hambre millones de personas. Esa
sociedad sin clases será construida por los seres humanos, no aparecerá de la nada, ni
por un milagro; es nuestra la responsabilidad de crearla todos los días.
Esto es justamente un desafío para todos y especialmente para la educación
popular liberadora. Al decir de Rebellato: “se trata de una sociedad justa, de una sociedad
sin dominación. Pero este ideal ético no es necesariamente un proyecto histórico, no es
dado, ni anticipado en plenitud (…). Su universalidad exige pasar por el conflicto, la lucha
y el dolor (…). Aquí están en juego opciones de vida, de carácter ético y político (…)”
(Rebellato, 2008).
Esta obra, este proyecto social, no será realizada por los “iluminados”, ni por los
“técnicos”, ni por los “dirigentes”. La obra debe ser realizada por la mayor parte de la
sociedad, es decir, los más explotados, los desaparecidos sociales (Moaffatt 2007) y el
resto de la sociedad.
Algunos pueden decir que es algo impensable, que es algo que no sucederá jamás,
que es una locura sin fundamento. La “hipótesis” es una apuesta (se acepta que se puede
perder) que intenta superar la resignación y las prácticas de acomodarse de una forma o
de otra en este sistema perverso en el que vivimos.
Es indispensable pensar y actuar para que el centro de la educación popular
liberadora sea realmente la autonomía y la autodeterminación de nuestro país y para que
esto sea posible debemos trabajar para que la palabra sea una herramienta más en esa
construcción de la autonomía: “la educación adquiere relevancia, no como proceso de
sumisión a la autoridad, sino como desocultamiento del poder (…). Es un proceso lento,
arduo, donde se produce un pasaje de la negación de la propia situación de opresión a su
reconocimiento” (Rebellato, 2008).
Y allí hay un papel clave para la educación. Y la construcción de los caminos de la
liberación necesariamente se deberá hacer en conjunto con los sectores que tienen como
oficio el construir saber científico y los sectores populares, pues sin esa alianza
estratégica no habrá liberación. Claro que los estudios que se hacen mayoritariamente
desde los centros universitarios son para controlar a los sectores populares y no para
construir la liberación colectiva. La construcción de saber debería hacernos reflexionar
acerca de lo que entendemos por saber, qué se hace con ese saber, para qué se
construye ese saber.
Hoy la realidad político-social de nuestro continente muestra que hay intensos
movimientos que agrupan a los “olvidados de la tierra” como los sujetos centrales de
proyectos que responden y se oponen al capitalismo. ¿El Uruguay camina en la misma
dirección? Si la respuesta e responde afirmativamente: ¿no deberíamos repensar la
educación que hoy se desarrolla en nuestro país, desde la escuela primaria hasta la
universidad?

177
Interdisciplinarias

Sin una educación popular que permita la posibilidad de conocer y crear otra
realidad no hay futuro esperanzador para cientos de personas que viven en la miseria. La
educación es un arma clave para la libertad. Pero “los procesos educativos deben ir
unidos a procesos y proyectos políticos y éstos deben ser construidos con el protagonismo
de los sujetos populares y del pueblo como sujeto” (Rebellato, 2008).
La educación también es clave para mantener a los pueblos adormecidos; para que
acepte resignadamente que participar es ir a votar cada cinco años y para hacer creer
que nuestra realidad es inmodificable y eterna. Teniendo la posibilidad de construir esta
esperanza, los sueños de mundos nuevos seguirán germinando en lugares pequeños, se
sumarán y formarán una cadena interminable y resistente.
De esta forma Narciso no ocupará el centro de la sociedad, será un personaje más o
desaparecerá para dar lugar a otros seres o tomará contacto con otros mitos nacidos en
lugares llenos de sol, con poblaciones negras, indias, asiáticas, que hablan otras lenguas y
no las lenguas dominantes; que profesan otros valores y no los de valores del sistema
hegemónico; que tienen otras memorias que surgen a partir de la “herida colonial”
(Mignolo, 2006).

Referencias bibliográficas
Barrán, J.P. (2009, 18 de noviembre). La subjetividad del sujeto actual. El inconstante
avance de la noche. Montevideo: Semanario Brecha, Separata La Lupa.
Boron, A. (2005, 22-26 agosto). Las ciencias sociales en la era neoliberal: entre la
academia y el pensamiento crítico. Conferencia magistral pronunciada en el XXV
Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS). Porto Alegre,
Brasil.
Castoriadis, C. (2008). El mundo fragmentado. Buenos Aires: Terramar.
Girardi G. (2005). Cultura y liberación. Cuadernos de educación Nº 156. 2ª ed. Caracas:
Editorial Laboratorio Educativo. 68-69.
Hinkelammert, F (1981). Las armas ideológicas de la muerte. San José, Costa Rica: DEI.
Hornstein, L. (2009, 11 de noviembre). Montevideo: Semanario Brecha.
Lipovetsky, G. (2002). La era del vacío. Barcelona: Anagrama.
Mignolo, W. (2006) El pensamiento des-colonial, desprendimiento y apertura: un
manifiesto. En AAVV. Interculturalidad, descolonización del estado y del
conocimiento. Buenos Aires: Ed. del Signo.
Moaffatt, A. (2007) Terapia de crisis: la emergencia psicológica. Buenos Aires: Ed del
autor.
Narciso. En Wikipedia. Recuperado de
http://es.wikipedia.org/wiki/Narciso_%28mitolog%C3%ADa%29

178
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Rebellato, J. L. (2000). Globalización neoliberal, ética de la liberación construcción de la


esperanza. En Acosta, Y. y Rico, A. (comp.) Filosofía latinoamericana, globalización y
democracia. Montevideo: Nordan.
Rebellato, J.L. (2008). Ética de la liberación. Montevideo: Nordan.
Reyes, A. (1964). Religión griega. México: FCE.

179
Interdisciplinarias

180
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Reflexiones a partir del estudio de un sujeto colectivo.


Investigación-acción sobre territorialidad y participación en
políticas sociales, en Barros Blancos, Canelones69
Valeria Gradin

Introducción
Entre los primeros meses de 2005 y mediados de 2007 funcionó en Barros Blancos,
Canelones, un espacio colectivo que se autodenominó Asamblea Permanente de Vecinos y
Organizaciones Sociales de Barros Blancos. Este colectivo se autodefinió como un
“movimiento zonal que tiene como objeto plantear situaciones y problemas, coordinar
esfuerzos y generar propuestas en torno a Barros Blancos”. Estaba integrado por
vecino/as (fueran o no militantes sociales), representantes de organizaciones sociales y
técnicos que trabajaban en la localidad (en organizaciones no gubernamentales o
instituciones estatales). Asistían frecuentemente al espacio autoridades locales,
regionales o departamentales y ocasionalmente altos jerarcas del nivel central estatal.
Si bien este no fue un “movimiento de masas”, fue una experiencia sumamente
interesante como sujeto colectivo por las identidades en su integración y por el nivel de
actividad que alcanzó. Según los registros, en las reuniones quincenales (la Asamblea se
reunía periódicamente, los segundos y cuartos miércoles de cada mes, generalmente en
salones de la Comisión de Fomento en ruta 8 km 26); participaba un grupo estable de
aproximadamente 80 personas. En las asambleas extraordinarias (organizadas por temas
de interés –niñez y adolescencia, educación, vialidad, seguridad, comunicación, juventud,
participación, etc.–, en las que se convocaba especialmente a autoridades) o en
asambleas-taller (en que se trabajaba con dinámicas de educación popular reflexionando
sobre varios temas) aumentaba sensiblemente el número de asistentes (entre 150 y 200
personas). Además funcionaban comisiones estables de trabajo que se reunían semanal o
quincenalmente para trabajar sobre temas específicos (Salud, Educación y Cultura, etc.).
La estimación del total de personas que asistieron al menos una vez a las asambleas o
comisiones de trabajo de la Asamblea es de aproximadamente 1500.
En una localidad que por su geografía se presenta en forma muy dispersa y
fragmentada, con dificultades de comunicación, con vecinos y organizaciones ubicados en
kilómetros alejados (entre el km 22 y el 29 de la ruta 8), se da en esta experiencia una
modalidad de participación que permite la presencia y participación activa directa, en
forma horizontal, de vecinos de diferentes villas, con diversos intereses y preocupaciones,
en la discusión y formulación de propuestas que buscan generar cambios sociales en su
localidad. Además técnicos y militantes sociales construyen a la par con los vecinos

69
Este artículo se basa en la monografía final de licenciatura en sociología “Un análisis de la
Asamblea Permanente de Vecinos y Organizaciones Sociales de Barros Blancos. Estudio de caso
sobre territorialidad y participación en políticas sociales, entre los años 2005 y 2007, en Barros
Blancos, Canelones”. 2011. Facultad de Ciencias Sociales, Udelar.
181
Interdisciplinarias

diagnósticos y proyectos a mediano y largo plazo, con alto nivel de integralidad; y se


establece un diálogo con autoridades (reconociéndose al colectivo ciertos logros
específicos asociados a sus gestiones). Todo esto permite que se constituya el espacio
como un hito en los ciclos históricos de la participación en la localidad.

Metodología
Se trabajó con un diseño flexible, en el marco de la investigación acción, utilizando
las siguientes técnicas:
-Observación etnográfica. Utilización de registros propios (notas de campo) de la
participación en asambleas, comisiones de trabajo, instancias de planificación y
evaluación, grupos de reflexión sobre lo que fue la asamblea y sus impactos. La
70
observación también incluyó, interacciones y conversaciones informales .
-Revisión de documentación oficial de la Asamblea. Sistematización de todas las actas
registradas de la Asamblea. Revisión de registros de comisiones de trabajo de la misma,
listas de participantes, todos los documentos elaborados por la Asamblea y sus
comisiones de trabajo.
-Revisión de documentación producida por otros que cita a la Asamblea (artículos
publicados en medios de prensa local y nacional, documentos, diagnósticos y proyectos
de organizaciones sociales e instituciones de la zona que hacen referencia a la Asamblea).
-Entrevistas en profundidad de tipo abierto a ocho informantes calificados.
-Aportes de otros informantes calificados al primer avance en la elaboración del
documento.
Consideramos para el análisis de la experiencia aportes desde varias corrientes de
pensamiento: teorías sobre la acción colectiva, estudios sobre políticas sociales en
Uruguay y el cambio de paradigma en las mismas, conceptos sobre sociedad civil
organizada y su vínculo con el Estado, territorialidad y participación.

Historicidad del proceso


Etapa 1 – La ilusión. Marzo a setiembre 2005
Génesis: En la motivación inicial todos los entrevistados coinciden en destacar el
hecho de la asunción del Frente Amplio en el gobierno nacional y la posibilidad de que
asumiera también en el gobierno departamental. Esto genera grandes expectativas y
motivación en la militancia social (que venía participando en redes que emergieron con la

70
Nota de la Autora: Me vinculé a la Asamblea desde el inicio. Como trabajaba en Barros
Blancos en diversos proyectos sociales desde hacía ya varios años, estaba en contacto con gran
parte de las organizaciones sociales y vecinos militantes sociales y participaba en los espacios de
red. Integré la Asamblea y la Comisión de Educación y Cultura (subgrupo de trabajo de la misma).
Participé activamente en casi todas las instancias fundamentales de estos espacios (momentos de
organización, convocatoria, difusión, planificación, relevamientos, diagnósticos y elaboración de
documentos, presentación de los mismos ante autoridades, talleres, seguimiento de propuestas,
etc.). Consideré como Notas de Campo los registros propios elaborados en el transcurso de estas
actividades en el período.

182
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

crisis del 2002 y se fortalecieron con la aparición reciente de nuevos programas sociales
en la localidad), que ve una oportunidad para que los reclamos históricos sean
escuchados; y se da una confluencia de intereses, ya que desde la nueva institucionalidad
se promueve la participación. Esto se vincula con lo que los teóricos de la acción colectiva
denominan tensión estructural, estructura de oportunidades políticas y
conciencia insurgente (Tejerina, 1998; López Maya, 2002). Como primer objetivo se
plantea recabar información sobre población y servicios en la localidad y establecer un
diálogo con las nuevas autoridades.
Construcción del “Nosotros”: rápidamente se conforma un espacio colectivo con
integrantes muy diversos, y se dan las primeras construcciones de objetivos y acuerdos
sobre los mecanismos de participación. En ese mes se crean comisiones o grupos de
trabajo para profundizar en el relevamiento de información y armar propuestas en
relación a temáticas específicas (la Comisión de Salud se transforma en Comité de Calidad
de Vida, y se crean la Comisión de Educación y Cultura y la Comisión de relevamiento
sobre organización territorial y poblacional).
Es interesante ver en la conformación del “nosotros” el peso de los diferentes
militantes y representantes de organizaciones, que se van transformando en líderes
dentro del movimiento y los estilos de relacionamiento con el Estado que se promueven.
Coraggio plantea que a partir de la política pública se dan tres grandes estilos de
participación de la población, que distinguen una intencionalidad y fundamentos. El estilo
“vertical-alienante”, donde se reserva el diseño e implementación de la política a la
interna del gobierno suponiendo al Estado como representante del interés general y los
beneficiarios son “pasivos”. “La política es diseñada en secreto, comunicada parcialmente
para coadyuvar a lograr los comportamientos deseados de los diversos agentes e
implementada de arriba-abajo”. Un segundo estilo es el que denomina “vertical-
pedagógico”, donde el diseño igualmente es un asunto interno del gobierno, pero su
implementación eficaz requiere de la construcción de un consenso, por lo que se
comparten ciertos aspectos o etapas de implementación. Por último, distingue el estilo
“democrático-dialógico”: donde el diseño, implementación y control de la política es un
asunto de la sociedad y el Estado, por lo que se establecen procedimientos
institucionalizados de efectiva participación y control en el diseño e implementación de la
política (Machado, 2002).
En algunas autoridades que comienzan a dialogar con el espacio de la Asamblea, y
por tanto “otorgan legitimidad” al accionar con su presencia, se ve una postura similar al
modelo vertical-pedagógico que plantea Coraggio. Desde la Comisión de Educación y
Cultura de la Asamblea, que se transforma paulatinamente en el “grupo motor” de la
misma se promueve un estilo democrático-dialógico en la construcción de políticas.
Desde la primer etapa comienza a construirse un repertorio (Tilly, citado por
Tarrow, 1994) creativo que recurre a prácticas conocidas por los militantes (vecinos y

183
Interdisciplinarias

técnicos) y algunas novedosas para la localidad: por ejemplo, realización de asambleas


inter-barriales, relevamiento-diagnóstico participativo, mapeo digital, etc.

Etapa 2 – La efervescencia. Octubre 2005 a setiembre 2006 (desarrollo y


apogeo)
Logros: Ya con el espacio consolidado se avanza en la concreción de logros. Todos
los entrevistados mencionan como el logro más importante la instalación de la
Universidad del Trabajo en el km 27. El involucramiento con este proyecto trasciende el
mero acercamiento de la demanda y su fundamentación a las autoridades: implica un
trabajo conjunto de búsqueda de local, adecuación del mismo, acompañamiento del
proceso de organización de la comisión de apoyo, difusión en la localidad para la
realización de inscripciones, etc. Otro logro importante que se menciona es la
construcción de la Policlínica en Bella Vista-Paso Escobar. Es claro que este es un proyecto
de ASSE que impulsó el coordinador de esta institución. El aporte de la Asamblea pasa por
la identificación del predio para su instalación, la fundamentación de la necesidad en esos
barrios (que no estaba claramente dimensionada por las autoridades ya que inicialmente
se proyectaba para otra zona) y el acompañamiento del largo proceso de construcción
con sus vaivenes. El diagnóstico elaborado por la Asamblea aportó al armado del Plan de
Salud para la localidad que implicó mejoras o incorporación de nuevos recursos.
Además de los logros “tangibles” hay otros más difíciles de visualizar que tienen
que ver con los procesos de reflexión, producción de información y organización. Estos
procesos ponen el énfasis en superar la lógica cortoplacista de armado de proyectos
específicos para determinadas villas por un período de tiempo limitado, para pensar en
estrategias de largo aliento para la localidad en general. En términos de gobernanza,
podemos conectar esta voluntad de proyección con la intención de superar la perversidad
de la lógica de proyectos que cuestiona Baráibar en su reflexión sobre “políticas pobres
para pobres” (Baráibar 2009); que se traduce en planteos explícitos desde la sociedad
civil organizada de participar en la construcción de políticas sostenibles en el largo plazo.
La construcción de diagnósticos y propuestas diseñados en forma participativa es en sí
misma un gran logro. Luego del primer diagnóstico inicial, al que se incorpora la
tecnología de la geo-referenciación (presentado en la 1er. Asamblea de Educación), esta
información se continúa actualizando, adquiriendo mayor contenido con el pasar de los
meses, y se trabaja en especial una línea de diagnóstico de la situación de las calles,
garitas, cunetas y alumbrado para apoyar el armado del Plan de Obras de la Comuna
Canaria. Se distribuyen mapas de cada villa y se trabaja con las organizaciones sociales y
referentes barriales en recorridas para dibujar en los mapas, con gran detalle. Todo esto
es recopilado y entregado a las autoridades de la Intendencia, definiendo en Asambleas
con el Director de Obras pautas de prioridades (por ejemplo iniciar la pavimentación por
las calles por las que circula el ómnibus interno).

184
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

La organización de asambleas-temáticas, asambleas-taller y asambleas-


interbarriales es también en sí misma un gran logro, que tiene que ver con lo que
llamamos la maduración del repertorio de prácticas y la reflexión sobre la identidad y el
sentido de pertenencia en la localidad. Además de dos grandes asambleas temáticas
sobre educación, se dan en este período: asamblea de jóvenes en junio 2006, asamblea
sobre seguridad y asamblea con ediles locales. También se dan tres asambleas-taller, una
organizada por la Comisión de Educación y Cultura para reflexionar sobre la evaluación
del año, al cierre del año 2005 (se usaron técnicas participativas y recreativas en la línea
de la educación popular) y otras dos que son coordinadas por invitados especiales: una
sobre Comunicación Comunitaria en abril 2006, que coordina el profesor Gabriel Kaplún y
otra sobre Participación con la presencia del investigador y periodista Raúl Zibechi.
Las asambleas inter-barriales se dan con frecuencia. Se denomina con este término
a las instancias en las que la asamblea sale de su lugar habitual de reunión (la Comisión
de Fomento en el km 26) y se realiza en barrios ubicados en diferentes kilómetros. En
estas instancias se acercan en general, además de las personas que frecuentemente
participan, vecinos que en general no se desplazan de su barrio/villa y se acercan por su
militancia social en la organización barrial que ese día presta el local (club de fútbol,
policlínica, comisión de barrio o asentamiento) o por el interés en particular del tema que
se esté tratando. En una localidad tan dispersa y fragmentada, estas instancias
enriquecen el acervo cultural del colectivo en tanto se intercambia sobre lo micro-
territorial y lo global de la localidad, permitiendo conocer realidades muy diversas y
desconocidas para vecinos de diferentes kilómetros. Esto impacta profundamente en lo
que se entiende por identidad colectiva; en la subjetividad de las personas se da una
maduración del “nosotros”, incorporando al “otro” que es diferente pero también forma
parte. Hay logros en diversos niveles, más grandes o más pequeños, que se pueden
visualizar a través de la lectura de las actas. Lo que más destaca en los relatos de los
entrevistados es la conformación de un grupo humano valioso, con espíritu constructivo y
crítico.
En particular en la Comisión de Educación se avanza en la reflexión sobre las
prácticas y esto tiene su correlato en las asambleas profundizando las discusiones sobre
la metodología de trabajo. Como se ve en las actas aparece recurrentemente el tema de
la horizontalidad en la participación, la importancia de la participación directa “vecinal”,
que los vecinos se involucren en la planificación, discusión, ejecución y monitoreo de las
acciones, que se pueda dialogar e incluir de alguna manera la voz de vecinos que están
en diferentes kilómetros que no se conocen entre sí y que se genere el intercambio, que
la diferencia en los roles no genere mayor poder de unos sobre otros.
Los “principios” en cuanto a la participación que se acuerdan en la Asamblea tienen
puntos de encuentro con el marco de los Nuevos Movimientos Sociales en América Latina.
Es interesante destacar la ausencia de dirigentes o voceros asamblearios, en paralelo a la
apelación permanente al término “autoconvocados”. Hay un énfasis en destacar que no

185
Interdisciplinarias

se quiere sacar “rédito político", ni construir un espacio de poder con fines partidarios. Se
resalta la horizontalidad en la participación y la autonomía en relación al Estado, los
partidos e iglesias. También se plantea el pensar en los problemas de toda la localidad y
superar la lógica del “villismo”, de que cada grupo de vecinos o comisión de barrio “tire
solo para su lado” fragmentadamente.
La organización de cada asamblea en su período de apogeo, alcanza la siguiente
forma: ausencia de una estructura interna con cargos permanentes, dinámica de
exposición y posterior debate coordinado, por lo general, por un vecino rotativo,
designado por la propia asamblea. Además de este plenario general en el que se delibera
sobre problemáticas generales pero también aquellas restringidas a cada barrio, las
comisiones temáticas maduraron hasta volverse grupos de trabajo con alto nivel de
elaboración y con productos concretos –documentos, planes, proyectos–. Estas instancias
llegaron a autonomizarse al punto de constituir un colectivo con una dinámica propia con
respecto a la reunión asamblearia (en particular el Comité de Calidad de Vida y la
Comisión de Educación). Vemos que este proceso tiene paralelismos con el fenómeno
asambleario en Argentina (Ouviña, 2008).
Diferencias con las autoridades locales: en esta etapa media (de apogeo,
desarrollo y gran producción), que es la central en el ciclo de la Asamblea, se va dando un
distanciamiento paulatino con actitudes y planteos de las autoridades de la Junta Local de
esos años. Si bien se mantiene un buen diálogo y presencia en Asambleas de autoridades
centrales, regionales y departamentales, a medida que aumenta el conflicto con los
representantes de la Junta el diálogo con las demás autoridades se va enlenteciendo. La
mayoría de los entrevistados plantean que el difícil relacionamiento con las autoridades
locales fue determinante en el descenso de la participación y principal causa del fin de las
asambleas. Esta forma tan confrontativa de plantearse el vínculo fue generando un gran
desgaste en la militancia. Si bien en un primer momento la resistencia a los planteos
autoritarios unió a los participantes (principalmente los integrantes del “grupo motor”),
paulatinamente fue fracturando.
El antagonismo puede llevar a caer en prácticas similares por oposición y antes de
correr este riesgo el espíritu crítico puede recomendar abrirse. Oponerse ante el poder del
otro implica empoderarse, lo cual puede llevar a un equilibrio, ¿pero hasta dónde y a qué
precio si justamente no se quiere acumular poder sino mejorar en términos de
democracia? La postura de varios militantes que no quieren entrar en ese juego
antagónico se plantea desde la lógica del anti-poder. Como dice Onofri, “la participación
se mueve desde el comienzo en una realidad dualista: en el momento mismo en que
realiza el ejercicio de poder para algunos, determina la subordinación de otros a ese
poder” (…) surge como primer problema el de establecer en qué relación se sitúa la
participación política respecto de la democracia” (Onofri 1962, citado por Tomasetta
1972). Al respecto plantea Holloway: “Existe todo un mundo de lucha que no apunta de
ningún modo a ganar el poder, todo un mundo de lucha contra el poder-sobre. (…) El

186
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

problema del anti-poder no es emancipar una identidad oprimida (…) sino emancipar una
no-identidad oprimida, el no ordinario, cotidiano e invisible, los murmullos de la
subversión mientras caminamos por la calle, el silencioso volcán mientras estamos
sentados. Al dar al descontento una identidad (…) ya le estamos imponiendo una nueva
limitación, ya lo estamos definiendo” (Holloway 2002).
A medida que la distancia con las autoridades de la Junta fue quedando clara, el
poder político en cierta forma tomó partido y respaldó esta gestión simplemente por
“omisión”. Las autoridades centrales y departamentales (si bien continuaron
manifestando simpatía y adhesión a las propuestas de la Asamblea) fueron alejándose.
Hay que explicar que esto se fue dando en el marco del largo proceso de gestión
institucional de demandas sentidas por la población y formuladas en un proceso
participativo en un primer momento, que luego tuvo implementaciones muy lentas. La
diferencia entre los plazos cortos requeridos ante las expectativas construidas y los largos
plazos que llevan los procesos burocráticos estatales pesaron mucho en la relación con las
autoridades, más en momentos en que el descreimiento de los militantes hacia las
autoridades en general crecía ante la gestión cotidiana de las autoridades locales.
Encontramos en la práctica de las autoridades (centrales-sectoriales y
departamentales-locales) la colisión de diferentes lógicas, que se expresa en
contradicciones sobre la forma de establecer un diálogo con la sociedad civil. Retomando
lo que planteaba Machado (2002) en relación a las políticas sociales en nuestro país,
podemos decir que la práctica de las autoridades de la Junta de la época se apoyaba en el
estilo caudillesco tradicional; y que por otro lado, algunas autoridades sectoriales o
departamentales planteaban un discurso de superación de la lógica imperante vertical y
sectorial que busca la construcción de una nueva matriz de protección social en la que
prima la articulación inter-institucional y la participación legítima de la población en la
construcción de políticas (por lo que convocan y habilitan a vecino/as, organizados o no, y
a técnicos que trabajan en programas sociales, a discutir y participar en estas
construcciones en varios espacios). Es claro que son muy pocas las autoridades que
tienen este último discurso y que lo aplican coherentemente en la práctica, por lo que se
da una colisión entre las diferentes lógicas (o modelos) que se superponen en el territorio.
La resolución de cuál modelo se impone pasa por quien tenga mayor peso político, en
definitiva más poder. Encontramos en este punto una gran paradoja, ya que si bien
podría decirse que hay una “promoción de la participación” desde el ámbito
estatal, la propuesta que prima en cierta forma la cercena.
Este punto se puede conectar con el tema de las expectativas en la militancia social
frente al arribo de los gobiernos de izquierda al poder y cómo se esperaba mayor
horizontalidad en el fomento de la participación, y mayor rapidez en la concreción de
cambios sociales. Al respecto plantea Falero: “Es posible preguntarse si las gestiones de
los gobiernos caracterizados como “progresistas” tienen en común que tienden a matizar
necesidades sociales pero sin generar procesos sostenidos de cambio social, sino nuevas

187
Interdisciplinarias

formas clientelares (aunque no necesariamente en el sentido tradicional). Es decir, un


nuevo consenso entre los sectores más vulnerables, sin generar construcción subjetiva de
derechos colectivos. Para la sociedad en su conjunto sería la capacidad de desactivar
potenciales conflictos”.(…) En la tensión entre la necesidad del gobierno de domesticar la
perspectiva de algunos sectores sociales con otro proyecto de sociedad (de domesticar la
utopía, podrían acotar algunos) y la de los sectores corporativos que proyectan sus
propios intereses como de toda la sociedad, se desarrollan acciones colectivas que, como
argumentaba Melucci (2001), tienden a redefinir las fronteras del sistema. En el campo
popular se ubican diferentes organizaciones y movimientos sociales que llevan adelante
tales acciones.(…) En un escenario de gobiernos más cercanos a sus aspiraciones que
antes, los sectores populares tienen un doble desafío. En primer lugar, procurar quitar
autoreferencialidad al campo político y obligar al gobierno a correr riesgos que de otra
manera no correría desde el puro sentido práctico de los integrantes del campo. En
segundo lugar, tratar de zanjar las distancias entre proyecto y concreción, y construir
otros sentidos de sociedad y de resolución de necesidades sociales” (Falero 2008).

Etapa 3 – El declive. Octubre 2006 a mediados del 2007


La naturaleza de la participación: en las últimas asambleas se reflexiona mucho
evaluando los procesos que se fueron dando en el ciclo de la Asamblea y se desata un rico
debate sobre la naturaleza de la participación, los estilos de cada uno y la legitimidad en
la participación de cada integrante. Esto genera una suerte de “conflicto interno” y lleva a
algunas deserciones más o sumas de cansancio acumulado. Se cuestiona la legitimidad
de la participación de los técnicos por un lado en cuanto a que sean vecinos o no,
reivindicando la necesaria naturaleza “vecinal” de la participación. Se discute si
corresponde asistir al espacio al estar en un trabajo remunerado o si es más legítimo
participar honorariamente “por el compromiso social”, en un momento en que varios
integrantes habían sido convocados o estaban ya trabajando para Organizaciones Sociales
en convenio con el Estado. Aparece aquí la tensión que plantea Rossel (2008) entre
autonomía y dependencia en el vínculo Estado-Sociedad Civil. Es decir, hasta dónde la
Asamblea es un espacio de vecinos y organizaciones sociales locales que dialogan con el
Estado o se tiene a la institucionalidad estatal “dentro” por la participación de técnicos
que trabajan para el Estado. ¿Cómo no perder identidad y que el espacio colectivo sea
captado por la institucionalidad? ¿Cómo no caer en una “crisis de gobernanza”? Si bien no
se pierde autonomía ni capacidad crítica, se cuestionan vínculos estables de colaboración
Estado-Sociedad Civil ante el riesgo de que la institucionalidad ocupe el espacio de
participación de la sociedad civil. También se plantea la tensión en cuanto a la
intermediación en la participación, y esto lleva a un auto-cuestionamiento sobre la
legitimidad del espacio. En tanto el grupo motor se reconoce como los intelectuales y se
da una baja en la participación de los “vecinos de a pie” (hay que considerar que varios
“vecinos de a pie” se formaron en los años de la Asamblea como intelectuales del

188
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

movimiento incorporándose al grupo motor), ¿hasta dónde tiene sentido el espacio si


disminuye la participación directa del “pueblo” o de vecinos no militantes? Con un grupo
desgastado con dificultades para dedicar tiempos a ampliar convocatorias, ¿cómo no caer
en la representación por delegación?
“Eyerman y Jameson en su enfoque cognitivo sobre los movimientos sociales (…)
señalan el hecho de que los movimientos sociales proporcionan un espacio en el que tiene
lugar la innovación intelectual. En este ámbito en el que las prácticas e identidades
establecidas son transformadas, y los viejos roles son reelaborados, se puede analizar la
actividad intelectual o praxis cognitiva de los movimientos sociales que se produce en la
tensión entre las prácticas establecidas y la innovación. “Actores importantes en esta
praxis cognitiva son aquellos que hemos identificado como intelectuales del movimiento
(movement intellectuals). Intelectuales del movimiento son actores que articulan la
identidad colectiva que es fundamental en el proceso de construcción de un movimiento
social” (Eyerman y Jameson 1991). Algunos son intelectuales desencantados que
habiendo adquirido sus habilidades en alguna institución de la sociedad pasan a
desempeñar un importante papel en el movimiento, sobre todo en sus primeros
momentos de desarrollo. (…) estos intelectuales, así como sus ideas, sus redes sociales y
el capital cultural que aportan con ellos al movimiento, se transforman a través de su
actividad en el movimiento. Además, los movimientos sociales proporcionan un espacio
en el que activistas sin un bagaje formal previo encuentran la oportunidad de aprender y
practicar nuevas habilidades, convirtiéndose en un laboratorio de nuevos intelectuales”.
(…) Tanto la idea de Melucci de los movimientos sociales como laboratorios en los que se
producen continuamente desafíos simbólicos como la idea de Eyerman y Jameson de la
praxis intelectual que se produce a través de estas formas de acción colectiva, señalan el
origen de esa forma de actividad humana que denominamos producción simbólica”
(Tejerina 1998).
Se da un proceso de introspección en el que se cuestiona hasta dónde en la
intermediación se da una “delegación” que también puede llevar a una disminución de la
participación de base. Aquí encontramos una segunda paradoja: queriendo
“colaborar” con la participación de base, el referente intermedia y se da un
proceso de “delegación” que puede contribuir a la disminución de la
participación de base.
Aquí aparece un punto que discutimos en relación al planteo de Baraibar sobre la
“focalización por defecto” de las políticas en territorio y el difícil rol de los que trabajan o
militan en cuestiones sociales. Decíamos utilizando a Merklen y Svampa que el planteo de
proteger en exceso al “otro” corre el riesgo de alguna manera de anular a ese otro, de
subestimar el potencial local. Plantea al respecto Holloway: “Existe una tendencia a tratar
a los oprimidos simplemente como eso, como víctimas de la opresión. Este énfasis puede
fomentar nuestra acción indignada pero tiende a dejar completamente abierta la pregunta
de cómo es posible que las víctimas oprimidas puedan liberarse a sí mismas: de alguna

189
Interdisciplinarias

otra manera, por supuesto, que no sea por medio de la iluminada intervención de
salvadores como nosotros” (Holloway 2002).
Hasta dónde el grupo motor puede también ser funcional a la delegación al
convertirse en “voceros” de demandas, cuando lo que se quiere es que el vecino “de a
pie” hable con su propia voz y no sólo se trabaje sobre la demanda sino sobre la
elaboración de las propuestas. ¿Qué pasa cuando la institucionalidad ya escuchó, empieza
a hacerse cargo y no le interesa más dialogar? ¿Se está del lado de la institucionalidad,
del vecino, ambos quieren dialogar y construir? Esto se conecta con lo que plantea Kaplún
sobre tener presente de dónde proviene el movimiento, si de la sociedad o del Estado, y la
gran dificultad que explica Rossel en el vínculo Estado-Sociedad Civil y las relaciones de
autonomía o dependencia, cuando se está en un lugar de bisagra o se tiene de alguna
forma a ambos dentro. A la luz de lo que plantean Eyerman y Jameson es interesante la
alianza entre la militancia social “honoraria” y los técnicos que asisten al espacio
entendiéndolo como parte de su trabajo, funcionando ambos como intelectuales del
movimiento y retroalimentándose en sus formaciones. El quiebre o conflicto interno en
esta alianza, si bien incide en la etapa de declive en el fin de las asambleas, no es de
ninguna manera el factor que determina que esto ocurra.
Divide y reinarás: Un elemento que se menciona como determinante en el
desgaste de la militancia en la última etapa fue la atomización de la participación debido
a la superposición de convocatorias sectorializadas y fragmentadas para participar en
espacios colectivos. Se plantea con esto una tercer paradoja: La promoción de
múltiples espacios para la participación puede sabotearla.
En el 2005 fueron creciendo los espacios de encuentro para el trabajo en red.
Algunos habían surgido, como se mencionó, hacía unos años; otros aparecieron como
parte de programas estatales o como iniciativas de técnicos que veían la necesidad de
articular para optimizar los recursos y otros promovidos netamente por vecino/as. Por
tanto coexisten en el tiempo varios espacios en los que podían encontrarse los mismos
vecinos referentes y técnicos sociales. Además en el 2006 desde el gobierno (nacional o
departamental) se redobla la “apuesta a la participación” lanzando convocatorias para
participar de nuevos espacios como ser: Mesas de Seguridad y Convivencia, Debate
Educativo, Comisiones de usuarios de la salud, y Asambleas de la Cultura. Varios de estos
espacios se lanzan unilateralmente sin apoyarse en lo que ya existe, buscando generar
nuevas estructuras. La superposición de espacios satura a los militantes sociales (que son
casi siempre los mismos que circulan por todos los espacios) que tienen que optar por
concurrir a un espacio u otro, fragmentándose así la participación.
Tanto trabajo comprometido en tantos ámbitos genera la expectativa de una
continuidad en el trabajo conjunto, en la apertura a la participación, y sobre todo de una
mejora en la capacidad de respuesta. Si bien surgieron espacios de consulta en forma
paralela, no se generaron como espacios estables y consolidados de devolución o
respuesta. Al cerrarse algunas puertas luego de las etapas de consulta se genera

190
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

desconfianza en varios frentes: ¿se incorporarán las sugerencias planteadas en la


formulación de las políticas? ¿La consulta pública es una forma de legitimar posturas ya
definidas en los niveles político-institucionales que se maquillan como “propuestas
participativas”?
Todo esto tiene que ver con el desgaste y la diferencia entre las expectativas de los
militantes, las respuestas institucionales y los tiempos de cada uno.
Sobre el desgaste, el largo plazo y las urgencias: en la última etapa
desciende sustantivamente la participación general y se mantiene firme la participación
del núcleo duro que sostiene las últimas Asambleas. Al disminuir la participación general
se llega a una pérdida de sentido en el espacio colectivo. El factor que se plantea como de
mayor peso en el declive es el agotamiento del ciclo debido a las diferencias entre los
tiempos y por tanto el desgaste. Si bien se reconocen ciertos logros, al no alcanzar metas
mayores prima una visión de desencanto.
Los tiempos de las tramitaciones e implementaciones (aunque en el mediano o
largo plazo se llegue a la respuesta esperada o acordada) se viven en forma muy
diferente dependiendo del lugar en el que se esté. La angustia (individual o colectiva)
puede ser diferente dependiendo de la proximidad que se tenga en relación a la situación
emergente que se busca resolver y cómo esa emergencia esté incorporada en la vida
cotidiana. La implicancia ocurre en el caso del vecino referente barrial (que hace esa
traducción entre la cultura hegemónica y la cultura en el margen, en las situaciones
extremas), pero también en el caso del técnico que trabaja en la primer línea de atención,
por más distancia que interponga. Además más allá de los compromisos de las personas
(en el nivel político, sectorial o territorial), las lógicas institucionales, corporativas o
burocráticas, los intereses sectoriales, político-partidarios, etc., pueden desviar o trasladar
en el tiempo la asignación de recursos (siempre escasos) llevando a una postergación en
la implementación de lo que territorialmente se ve como urgente. En este punto llegamos
a la cuarta paradoja: Si bien los logros pueden ser vistos como compartidos con
la militancia social (aunque popularmente el crédito se lo lleve la institucionalidad
política de turno), los fracasos no se viven en forma compartida y esto fractura y
disminuye los logros alcanzados en forma conjunta. Si hay fracasos u omisiones la
institucionalidad política en general no lo muestra, trata de esconderlos y por tanto se
desvincula, dejando a la militancia expuesta ante la emergencia con escasas
herramientas y poca contención.
El militante (en este caso vecino o técnico de base, con mucho compromiso pero
escaso respaldo institucional) queda en un lugar bisagra, sobreexpuesto ante una
comunidad que lo ve en cierta forma ligado a los compromisos prometidos desde la
institucionalidad pero sin capacidad de dar respuesta. Si bien encontrará algo de refugio
en sus pares, se redoblarán esfuerzos, y el grupo (en este caso el “núcleo duro”) dará algo
de contención, a la larga, luego de algunos manotazos de ahogado, la carga es demasiado
grande.

191
Interdisciplinarias

“La lucha emancipatoria, siendo maximalista, dispone de una temporalidad


absorbente que compromete en cada momento todos los fines y todos los medios, siendo
difícil la planeación y la acumulación, y por lo tanto más probable la discontinuidad.
Porque los momentos son “locales” de tiempo y de espacio, la fijación momentánea de la
globalidad de la lucha también es una fijación localizada, y es por eso que lo cotidiano
deja de ser una fase menor o un hábito descartable para pasar a ser el campo privilegiado
de la lucha por un mundo y una vida mejores” (De Souza Santos 2001: 179).

Etapa posterior: la latencia


Entre el 2008 y la fecha actual en 2011, la situación de los servicios públicos ha
cambiado notoriamente, ya que se construyó un nuevo liceo, se mejoraron policlínicas, se
pavimentaron y alumbraron algunas de las principales calles, y fundamentalmente por la
instalación del Centro Cívico “Salvador Allende” en el que se concentran servicios del
Ministerio de Desarrollo Social, Administración de los Servicios de Salud del Estado,
Instituto Nacional del Menor, Ministerio de Educación y Cultura e Intendencia.
Como se expuso y se puede ver en las actas y documentación, gran parte de estos
servicios, que no existían durante el período en que funcionó la Asamblea fueron
solicitados a las autoridades correspondientes, en forma muy fundamentada, por este
colectivo.
Si bien algunas políticas presentaron una clara mejoría, otras continúan
empantanadas casi en la misma situación o con mayores dificultades que las que se
planteaban en los años estudiados. Por ejemplo en relación a la vivienda, los
asentamientos en situaciones sumamente precarias continuaron creciendo. A su vez en
los últimos años se fueron dando cambios en los espacios y formas de participación.
Fueron disminuyendo en actividad varias organizaciones sociales de base y espacios de
gran participación de vecino/as, algunos hasta desaparecer. También aparecieron nuevos
espacios, de origen vecinal (como la Asociación por la Discapacidad) y otros propuestos
desde la institucionalidad estatal o las organizaciones sociales en convenio con el Estado
(por ejemplo: Nodos Educativos o Comité contra la Violencia); y se mantuvieron espacios
consolidados (como el Comité de Calidad de Vida, que continuó luego que terminaran las
Asambleas, o las Mesas de Coordinación Zonal de los SOCAT).
Con la perspectiva que da el tiempo transcurrido, preguntamos a los entrevistados
sobre los impactos y la proyección o líneas de continuidad de la Asamblea en otros
espacios hoy (preguntas realizadas entre setiembre y octubre de 2010). En los
testimonios se manifiesta la entrada en otro período de “latencia” en términos de ciclos
en la participación vecinal. Si bien se reconoce la existencia de varios espacios para la
participación, esta no alcanza la integralidad que alcanzó en la etapa de auge de la
Asamblea.

192
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Se reiteran las tensiones enunciadas en torno a la legitimidad en la participación, la


institucionalización de la misma, la preocupación de los técnicos sobre la intermediación
(la dicotomía “entre arriar y ser arriado” o ser “colonizados por el Estado”).
Se vuelve a plantear el tema del desfasaje entre expectativas y respuestas y el
cambio en las circunstancias políticas por el desgaste asociado a la gestión de gobierno
(ya no está el entusiasmo en la militancia social de que “se viene el primer gobierno de
izquierda a nivel nacional y departamental”).
De todas formas se identifican potencialidades en lo latente, reaparecen menciones
sobre lo que fue la Asamblea, en la referencia se ven trazos de una identidad construida
en torno a la participación en la localidad y posibilidades de que resurja un nuevo pico de
participación.
Confirmando a partir del análisis la conceptualización de territorio como trama de
relaciones, como espacio vivo que va cambiando con el paso del tiempo, habrá que ver
qué circunstancia desencadena ese nuevo pico, teniendo en cuenta que la participación
solo puede ser conquistada.

Referencias bibliográficas
Baráibar Ximena (2009). Tan cerca, Tan lejos: acerca de la relevancia “por defecto” de la
dimensión territorial y sus impactos en la práctica profesional. Revista Fronteras.
Montevideo.
Falero, Alfredo (2008). Una batalla por la subjetividad: luchas sociales y construcción de
derechos en Uruguay. Montevideo: CSIC-Udelar-Fanelcor,
Holloway, John. (2002). Cambiar el mundo sin tomar el poder. El significado de la
revolución hoy. Colección Herramienta. Argentina.
López Mayo, Margarita (2002). Protesta y cultura en Venezuela: los marcos de acción
colectiva en 1999. Buenos Aires: CLACSO.
Machado, Gustavo (2002). Del dicho al techo: el largo trecho en el acceso a la vivienda en
el Uruguay actual. Tesis de Maestría. Montevideo: Udelar.
Ouviña, Hernán (2008). Las asambleas barriales y la construcción de lo “público no
estatal”: la experiencia en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En: La política en
movimiento: identidades y experiencias de organización en América Latina.
Compilado por Levy, Bettina & Gianatelli, Natalia. Buenos Aires: Consejo
Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).
Rossel, Cecilia (2008). ¿Innovación o conformismo?: El cambio de rol de las asociaciones
civiles en la prestación de servicios sociales en Uruguay. En: La política en
movimiento: identidades y experiencias de organización en América Latina.
Compilado por Levy, Bettina & Gianatelli, Natalia. Buenos Aires: Consejo
Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).
Tarrow, Sidney (1997). El poder en movimiento. Los movimientos sociales, la acción
colectiva y la política. Madrid: Alianza Universidad.

193
Interdisciplinarias

Tejerina, Benjamín (1998). Los movimientos sociales. Transformaciones políticas y cambio


cultural. Madrid: Editorial Trotta.
Tommasetta, Leonardo (1972). Participación y autogestión. Buenos Aires: Amorrortu
editores.

194
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Un campo social para la pedagogía:


aportes para una adjetivación transformadora

71
Licenciada Patricia Banchero Corbo

Haría falta nada menos que una trasgresión de las leyes,


una anulación de las prohibiciones, una irrupción de la palabra,
una restitución del placer a lo real
y toda una nueva economía en los mecanismos del poder;
pues el menor fragmento de verdad, está sujeto a condición política (Foucault 1977).

Pre-texto
Se intenta desarrollar una síntesis teórico-conceptual que colabore en la
construcción de una práctica social transformadora. La responsabilidad social asumida, en
tanto profesional universitaria, es la de realizar una lectura eco-política de la intervención
socio-educativa, que genere roturas sobre las lógicas sociales de inclusión por exclusión
propias del sistema social en general y de los procesos de construcción de subjetividad en
particular.
Las diferentes luchas disciplinares a favor de la delimitación de sus fronteras,
definen jurisdicciones del saber, y con ello, la porción de lo real que le es exclusivo; la
existencia de un expert supone un no-expert, un otro alienado del saber. Ello genera de
por sí un efecto de verdad que se establece como modo de relación de los sujetos con el
mundo y con el saber. Reacción autogeneradora del saber “científico” definida ya por
Szasz (1970)
Una separación tal opera funcionalmente respecto a la sobrevaloración del
conocimiento científico como un saber superior respecto a otras formas de conocimiento y
al mismo tiempo, ello justifica una neutralidad inherente a la ciencia que en realidad no
existe (Heler 1996).
La aparente dicotomía entre teoría y práctica no responde más que a errores
epistémicos funcionales a la inscripción del saber científico como reproductor del
72
capitalismo . … en muchos casos, al considerable progreso que se produce en los
conocimientos se contrapone la debilidad de sus fundamentos éticos, al incrementarse el
potencial de riesgo que amenaza el futuro de la humanidad (Caride, 2005:18).
Entonces, ¿cuál es el rol de los profesionales universitarios? Desde estos
parámetros, el hacer técnico-profesional en el campo social y educativo es impensable sin

71
Licenciada en Trabajo Social. Estudiante avanzada de la Licenciatura en Psicología.
Coordinadora del Programa Aprender Siempre del Ministerio de Educación y Cultura.
72
“La desconexión entre la práctica tecnocientífica y el juego de intereses y poderes
sociales, supuesta por la concepción predominante, crea una aureola de pureza alrededor de la
ciencia moderna que la realidad.

195
Interdisciplinarias

la consideración de su dimensión ético-política (Heler 1996). Campos de saber y del hacer


responden a necesidades sociales de orden estructural en permanente conflicto.

Pedagogía social: ciencia, ética y política


Si el mero desempeño profesional es una intervención política por sus efectos y
consecuencias, en la medida que incide en la distribución del poder en la comunidad,
entonces que lo sea por su intencionalidad (Camors 2009). El autor también sugiere una
conexión con el pensamiento de Gramsci, en relación al papel de los intelectuales como
constructores, organizadores y persuasivo(s) permanente(s).
Parece atinado proponer ciertas puntualizaciones en torno a la expresión
“dimensión política” aludida, como el carácter que adquiere una actividad que tiende a su
colectivización cuando es reflexiva y deliberada y que tiene por objeto la institución de la
sociedad, es decir, el conjunto de lo instituido (Castoriadis 1990).
Resulta claro que “la política” hace referencia a problemas de la convivencia de la
totalidad de los individuos en una sociedad determinada, y a las acciones que tienen que
ver con esa problemática (…). La vida cotidiana tiene su dimensión política puesto que se
da en un ámbito relacional entre personas (Ander-Egg 1986).
Considerando que cada profesional, cada técnico, cada científico, cada funcionario,
cada trabajador, tiene que poder hacer, en la medida de sus posibilidades históricas, el
complejo análisis de su lugar, de sus objetivos y de sus resultados. Ese proceso (…) de
lucha, por la transformación de las instituciones (…). es un deber y un derecho de todos y
cada uno de los que integran una sociedad que pretende ser democrática” (Baremblitt,
1988).
La responsabilidad ética y social de los profesionales y técnicos que se desempeñan
en prácticas socio-educativas, no está garantizada por las instituciones que habilitan el
ejercicio profesional (Universidad de la República, Instituto de Profesores Artigas, Instituto
del Niño y el Adolescente del Uruguay, Instituto Uruguayo de Educación, etc.) ya que no
se cuenta con espacios de problematización sobre la práctica, quedando esto sujeto a
condiciones de orden personal: tomar contacto con su importancia, poder costear un
acompañamiento o supervisión, etc.
Se vuelve necesaria, desde esta perspectiva, una meta-reflexión que incluya el
desarrollo de un análisis ético y político como herramienta de develamiento, de
deconstrucción de lo naturalizado apostando a su resignificación crítica y a la mejora de la
calidad de las intervenciones. Ello podría constituir como una Pedagogía Social que
73
involucre dimensiones ético-políticas y que permita elaborar estrategias alternativas
referidas a la intervención. Una apuesta a la emancipación del ser humano que se
construye colectiva e interdisciplinariamente.

73
Siempre en elaboración, colectivizables, no totalizantes.

196
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Concebida desde éstos parámetros, lo político de la acción impone una


responsabilidad que exige una reflexión ética y crítica (Heler, 1996); se plantea un tipo de
crítica como derecho y deber, que escapa a la formación en una disciplina en particular y
apuesta a una construcción colectiva. Se fundamenta la necesidad de una dimensión
Social de la Pedagogía en tanto campo de problematización de las prácticas socio-
educativas, donde se estudia y se investiga, se evalúa y se sistematiza, la práctica de
educadores sociales, trabajadores sociales, psicólogos, psicólogos sociales, etc.
La Pedagogía Social no es entonces una nueva disciplina que refuerza la
fragmentación del conocimiento y la especificidad sino un ámbito interdisciplinario, que
reconstruye las fronteras disciplinares, estableciendo un nuevo diálogo; que opera en el
74
campo social para proporcionar orientaciones y análisis en los que se ponen en revisión
los objetivos y la metodología, los supuestos y las teorías de la práctica social para que el
carácter socio-educativo de las acciones sea real y profundo y genere condiciones para
una transformación posible, compartida y replicable.

Hacia una construcción de-constructora


Siendo en nuestro país un campo de conocimiento de incipiente visibilidad es
fundamental “volver” a la pedagogía para “repensar” la educación; las reformas
educativas han sido sustentadas en diferentes disciplinas, la psicología en determinado
momento, la sociología y la economía en otro; pero la pedagogía “puede y debe”, (volver
a) ser una referencia para imaginar la “revolución” que la educación requiere. (Camors,
2009)
La Educación concebida desde estos parámetros, puede definirse como
construcción esencialmente política inscrita en la interrelación sujeto-mundo en un
contexto económico determinado; el atravesamiento que tal construcción inscribe en el
imaginario social opera en la invisibilidad a través de mecanismos como la
estigmatización y la exclusión social, educativa, etc., cuya permanencia como lógicas de
funcionamiento social permiten identificarla como formas secundarias de ciudadanía
producidas por y naturalizadas en el sistema social.
En términos generales, se observa una estrecha relación entre esta capacidad de
invisibilización y otra capacidad técnico-operativa del “sistema”, reconocida como política
de inclusión por exclusión (Foucault, 1980). Se propone, a modo de puesta en práctica de
un pensamiento crítico posible para la Pedagogía Social, el desarrollo de una lectura eco-
política que permita identificar tales procesos de invisibilización en las dinámicas sociales
de inclusión por exclusión. Y que aporten elementos de análisis para el hacer posible,

74
Entendido como un campo de fuerzas, cuya necesidad se impone a los agentes que se han
adentrado en él, y como un campo de luchas dentro del cuál los agentes se enfrentan, con medios y
fines diferenciados según su posición en la estructura del campo de fuerzas, contribuyendo de este
modo a conservar o a transformar su estructura (Bourdieu, 1997)

197
Interdisciplinarias

75
concreto y alternativo de los profesionales inmersos en situaciones de orden socio-
educativo.

Diferencias entre la lógica formal y la no formal


La diferencia está en la intencionalidad: el saber para de lo formal, es un saber para
amoldarse: un saber competitivo que busca incorporar y aceptar normas. En la educación
no formal el medio no es el fin ya que la finalidad de la misma se formula como un saber
para el cambio de las condiciones actuales. No parece casual que compartan una relación
positiva o negativa con lo Formal.
En este sentido cabría denominar a la educación no formal como educación extra
escolar; quizá esto sea un primer paso hacia una caracterización realista del espacio
educativo que tiene lugar fuera de los muros institucionales. Lo que refiere a la formalidad
o no formalidad ha dado lugar a ciertos desvíos o ausencias en cuanto a la intencionalidad
educativa en la educación y puede afectar la capacidad de las propuestas educativas de
generar lazos duraderos con su población objetivo.
Así, y en alusión a esas fronteras, se trata de un trabajo de ampliación “en lo
pedagógico y en lo político” de las dimensiones de las responsabilidades públicas en
educación (Nuñez, 2007).

Concepto de lo social y lo institucional


La misión de la educación para la era planetaria es fortalecer las condiciones de
posibilidad de la emergencia de una sociedad-mundo compuesta por ciudadanos
protagonistas, consciente y críticamente comprometidos en la construcción de una
civilización planetaria. (Morin, 2003).
Ante esto, y con la finalidad de alimentar en alguna medida, se requiere la re-
definición del concepto de “lo Social”. Nombrar una Pedagogía como Social permitirá
sacar la pedagogía de lo escolar pero impondrá al mismo tiempo, el desafío de compartir
su campo de interés con otras disciplinas definidas por su anclaje y referencia en “lo
social”.
Lo institucional puede compararse con el concepto de HABITUS (Bourdieu) en tanto
esquemas generativos de formas de percibir y actuar en el mundo y referido al peso que
cobra la estructura social en el pensamiento y la acción. En este sentido, la institución
puede verse como un hábito de pensamiento y lo social como aquella lógica de
producción y reproducción permanente de los mundos naturalizados que se internalizan.
La insistencia en analizar este concepto responde a un imperativo ético: cuando el
criterio de análisis para la intervención profesional centra su mirada en el sujeto y su

75
Definido como aquello que no reproduce lo que se intenta superar. Nos planteamos a la
Pedagogía Social como la disciplina pedagógica desde la que se trabaja, teórica y prácticamente, en
las complejas fronteras de la inclusión / exclusión.

198
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

entorno inmediato, en sus formas de adaptación, pero no indaga sus condiciones


concretas de existencia –inscriptas en un contexto amplio- , no indaga esas condiciones
que son operantes en la subjetividad; esa intervención Profesional instituye o tiende a
instituir una relación que es acrítica, que es alienante y que es ilusoria (Arito, 2000) .

Lo social y el sujeto
Parece haber llegado la hora de madurar los antiguos planteos acerca de ese
complejo y diverso campo en el que el sujeto y el agente del cambio navegan y adquieren
dirección. Considerando que la noción de Pedagogía Social puede aplicarse en un primer
76
momento a las prácticas educativas no formales (es, decir ubicadas “fuera” de la
institución escolar) y enfocando nuestro análisis en la población adulta, sería posible
proponer una concepción de lo social en Pedagogía, que incorpora el Pensamiento Crítico
como herramienta de análisis y la Etica como filosofía política.
Rebellato (2000) elabora una pregunta fundamental para este planteo: ¿Que es ser
sujeto?, pregunta que es posible trasladar respecto a la dimensión educativa y social de
las intervenciones.

Agente Sujeto-Agente Sujeto


Saber conocer (Delors 1996) Aprender cosas Ser sujeto es poder
se debe dominar, la nuevas elegir (Rebellato 2000)
manera en que se aprende
y los espacios de donde se
obtiene.
Saber HACER Participar Ser sujeto es poder ser
La ejecución (acciones) en autónomo
la que aplica el
conocimiento adquirido.
Saber CONVIVIR Respetar Ser sujeto es formar
La forma en que el parte de
profesional se relaciona con comunidades y tradiciones
“el otro” dialógicas
Saber SER Expresar Ser sujeto es vivir la
Convicciones y opciones de experiencia de la
vida contradicción
(yo múltiple).

La de-construcción de las intervenciones permitiría el diseño de estrategias que


involucren a los agentes y los sujetos como sujetos de cambio y no ya como lugares

76
Pasándonos por alto todas las discusiones en torno al pensamiento dicotómico adentro-
afuera; incluido-excluido, etc.
199
Interdisciplinarias

simplemente asimétricos en una relación técnico-profesional. La introducción de la crítica


y de una lectura crítica de lo social que devele los mecanismos de invisibilización de la
desigualdad así como de los mecanismos de inclusión por exclusión propios de una era
planetaria como la que vivimos (Morin, 2003).
Con estos elementos la Pedagogía Social puede convertirse en un campo de análisis
común a todas las disciplinas de lo social, enriqueciendo las diferentes perspectivas y
prácticas, ofreciendo un contexto de oportunidad para un cambio integral de la sociedad.

Contexto e intencionalidad
La respuesta/propuesta (pedagógica) tiene una intencionalidad educativa en la
medida que se construye para generar determinados efectos en el participante: nuevos
conocimientos, habilidades, actitudes, valores, ideas, vínculos, sentimientos (Camors,
2009).
En este sentido, la pretensión de generar conciencia crítica debe entenderse como
una forma de vincularse con la realidad, una forma de conocimiento, una forma de
aprendizaje que implica la superación de ilusiones acerca de la propia situación, como
sujeto, como grupo, como comunidad (Arito 2000).

Apuestas
El campo social puede entenderse como un escenario de luchas de orden ético-
político, en el que la Pedagogía Social está llamada a favorecer la producción de
estrategias que mejoren la calidad de las intervenciones sociales y educativas en tanto
prácticas transformadoras de los contextos y emancipadoras del ser humano.
Nos enfrentamos al desafío de construir una democracia integral potenciando una
ciudadanía crítica, espacios públicos e implementando políticas basadas en la igualdad
social, la justicia y en el desarrollo de una cultura que lucha contra todas las formas de
dominación y exclusión. Necesitamos de una concepción alternativa que “haga del
enfrentamiento a la desigualdad, el eje central de su contenido” (Rebellato, 2000).
Este profundo desafío propuesto por el autor se orienta al logro de mejores
condiciones para una Democracia Integral, donde la cultura de participación fundamente
el poder de lo local. ¿Acaso no es esta una finalidad de la Pedagogía Social? Educar para
el despertar de una nueva sociedad-mundo, no puede ser responsabilidad de una sola
disciplina, ya que quizá en las ciencias humanas y sociales contemporáneas no sea el
objeto el que defina la especificidad sino su método. Un hacer parecido al ARTE (de-
construcción) más que a la CIENCIA. La complejidad de nuestra era exige la disolución del
ego-ISMO.

200
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Referencias bibliográficas
Ander-Egg, Ezequiel (1986). Ideología, política y Trabajo Social. Buenos Aires: Ed.
Humanitas.
Arito, Sandra (2000). Cuestión Social y Salud Mental: Una relación implicada en la
intervención profesional. En: Utopías. Revista de Trabajo Social. UNIER. Año 5.
Número 8. Diciembre.
Bourdieu, Pierre (1997). Razones prácticas. Sobre la teoría de la acción. Ed. Anagrama.
Baremblitt, Gregorio (1988): Saber, poder, quehacer y deseo. Barcelona: Ed. Nueva
Visión.
Camors, Jorge (2009). Relaciones entre los conceptos y las políticas: posibilidades,
dificultades y desafíos. En: Educación Social. Acto político y ejercicio profesional.
Montevideo: Ed. ADESU-MEC.
Camors, Jorge (2009). Pedagogía Social en la Argentina de hoy. Desafíos teóricos y su
intervención en la Práctica Educativa. La Plata. Ponencia en Jornada de trabajo.
Castoriadis, Cornelius (1990). El mundo fragmentado. Montevideo: Ed. Nordan
Comunidad.
Caride, José (2005). Las fronteras de la Pedagogía Social. Perspectiva científica e histórica.
Barcelona: Ed. Gedisa.
Delors, J. (1996). La educación encierra un tesoro. Informe a la UNESCO de la Comisión
Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI. París: Ed. UNESCO.
Foucault. M. (1977). Historia de la sexualidad. 1- La voluntad de saber. México: Siglo
veintiuno editores.
Heler, Mario (1996). Ética y ciencia: la responsabilidad del martillo. 1ª Ed. Buenos Aires:
Editorial Biblos.
Morin, E. et al. (2003). Educar en la era planetaria. Barcelona: Gedisa Editorial.
Núñez, Violeta (2007). Pedagogía Social: un lugar para la educación frente a la asignación
social de los destinos. Barcelona: Universidad de Barcelona.
Rebellato, J.L (2000). Ética de la Liberación. Montevideo: Ed. Nordan-Comunidad.
Szasz, Thomas (1970). Ideología y Enfermedad Mental. Argentina: Amorrortu Editores.

201
Interdisciplinarias

202
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Organización comunitaria y participación ciudadana en el


municipio de Mallama, departamento de Nariño, Colombia

77
Pablo Trejo

La participación como práctica política es calificada como un ejercicio de la democracia


que brinda la oportunidad de hacer realidad derechos humanos comunitarios.
El Municipio de Mallama hace parte de la región occidental de Pie de Monte Costero,
vía a Tumaco mar Pacífico, departamento de Nariño, República de Colombia. Según el
censo de 1993, de 12.052 habitantes, 1.737 personas son indígenas, que equivale al
16,4%. Para el año 2000 la población indígena fue de aproximadamente de 4.269
personas. Actualmente la división político administrativa territorial del municipio está
integrada por seis corregimientos, 29 veredas y el centro poblado, cada una con sus
características particulares, riqueza cultural, de identidad, de recursos humanos y
naturales (Plan de Desarrollo Municipal, Mallama 2000).
La comunidad del Municipio veía y sentía con gran preocupación cómo
administraciones municipales anteriores a la del 2000 no tuvieron la voluntad política y
decisión de emprender procesos formativos que impulsaran la participación efectiva de la
comunidad mediante la cualificación de sus líderes y dirigentes, o el rescate de la
identidad cultural y memoria histórica, garantizando y posibilitando la articulación
democrática de la sociedad civil con los planes y proyectos del gobierno municipal, donde
la comunidad sea la principal gestora y artífice de verdaderos procesos de cambio; razón
importante que permitió plantear la propuesta de “Capacitación y formación ciudadana y
comunitaria”, que está orientada desde una perspectiva sociológica a construir
colectivamente conocimiento, y a sensibilizar y concientizar a la comunidad y a los
funcionarios públicos acerca de la importancia de la Participación comunitaria, partiendo
de la intervención directa en la planeación del desarrollo municipal como proceso
coherente.
Con la capacitación y formación ciudadana mediante actividades planificadas con la
comunidad, se compartió el conocimiento a través del intercambio de saberes y los
elementos necesarios para el fortalecimiento de las organizaciones comunitarias
existentes que permitieron posteriormente formar parte activa del Comité Municipal de
Veeduría ciudadana, la reorganización de la Asociación de juntas comunales del Municipio,
organización que apunta a la consecución de políticas de desarrollo integral y la
intervención de la comunidad en la elaboración del presupuesto participativo del
municipio 2002-2003.

77

Sociólogo, administrador público, educador popular.

203
Interdisciplinarias

Hablar de elaborar un presupuesto participativo Municipal con la comunidad en


Colombia y particularmente en el municipio de Mallama Nariño en el año 2000 era quizá
una utopía o un sueño irrealizable porque históricamente nunca se emprendieron
procesos reales para la elaboración del presupuesto participativo.

Antecedentes
En Colombia uno de los avances significativos en materia de política que se puede
registrar en los últimos 30 años, es sin duda la democracia participativa como
reivindicación de los movimientos sociales y comunitarios. Según Weber, tienen que darse
dos condiciones para que los sistemas democráticos posean cierto grado de eficacia:
primero debe haber partidos que representen intereses diferentes y que tengan distintas
perspectivas; rechaza la idea de que los sistemas de partido único puedan ser
democráticos de una manera significativa. En segundo lugar debe haber líderes
políticos que tengan la imaginación y el vigor necesario para escapar de la burocracia,
premisa que orienta hacia una democracia participativa entendida como el sistema en el
que se involucran las comunidades y organizaciones comunitarias en la toma de
decisiones (Giddens, 2011b).
En el transcurso de la historia, las comunidades han expresado sus relaciones de
solidaridad, sus aspiraciones, reivindicaciones y sus necesidades sociales y políticas a
través de varias formas de organización y participación. En Colombia según Orlando Fals
Borda, fue en el Municipio de Chocontá, Cundinamarca, donde con el trabajo de la
comunidad, especialmente de las mujeres, en la realización de la obra de una escuela, se
tomó como base el trabajo comunitario y se proyectó en la mayoría de los municipios de
Colombia la legalización de las juntas de Acción Comunal. En 1958 se adoptó la Acción
comunal como política de Estado (Fals Borda, 1961)
A través de la historia, las organizaciones sociales han jugado un papel fundamental
como interlocutores y canales de expresión de las demandas y necesidades de la
comunidad ante el Estado, logrando así una serie de reivindicaciones sociales,
económicas, culturales y políticas mediante una amplia participación ciudadana y
comunitaria.
Movimientos cívicos: estos movimientos han surgido en diferentes tiempos y
espacios de la vida social en relación con coyunturas económicas, políticas y culturales.
En los países subdesarrollados es muy significativa su labor y alcance en cuanto al
mejoramiento de sus condiciones de existencia y la defensa de los derechos políticos y
jurídicos (Santana 1989).
Comunidades Indígenas: con el nacimiento del Consejo Regional Indígena del Cauca
CRIC en 1971, de la Coordinación Nacional Indígena en 1980, y posteriormente de la
Organización Nacional Indígena Colombiana ONIC en 1982, aumentó la presión por la
identidad territorial, cultural y social.

204
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Organizaciones comunitarias en el Municipio de Mallama Nariño Colombia: las


organizaciones comunitarias en el Municipio de Mallama han sido y son el motor impulsor
para la defensa y reivindicación de sus derechos sociales en esta región. Los ciudadanos
se vinculan a la organización cuando encuentran en ella identidades en sus anhelos,
aspiraciones o retos de la vida, una vez allí se acogen a las reglas de convivencia que
hayan pactado colectivamente y participan de las decisiones que se toman. Tienen como
objetivo, promover los intereses tanto de sus miembros como del grupo social al que
representan.

Marco conceptual
El hombre es artífice de la historia, la actividad humana se convierte en actividad
histórica cuando los hombres se organizan y participan. Cuando su conducta se orienta a
un objetivo común determinado, a la búsqueda de soluciones colectivas a los problemas,
contribuye en gran medida al desarrollo comunitario de la región. Puede contar o no con
la presencia del Estado (Giddens, 2011a). Así entendida la participación como proceso e
instrumento, que se construye día a día, no basta con decretarla (Trejo 2000).

Marco legal
En Colombia todas las leyes que se han promulgado y las que están por
reglamentarse tienen como eje fundamental la participación y de hecho la Constitución
del 91. El artículo 103 plantea que el Estado contribuirá a que las organizaciones sociales
tengan representación en las diferentes instancias de participación, concertación, control
y vigilancia de la gestión pública. Allí se plantea los elementos fundamentales para el
ejercicio de la veeduría en diferentes ámbitos como servicios públicos, salud, educación,
medio ambiente y planeación (ley 743 de junio de 2002, reglamento las juntas de Acción
Comunal, ley 850 de noviembre 18 de 2003 Reglamento las Veedurías Ciudadanas.
Constitución Política de Colombia. 1.991)
Concepción sociológica: considerando que la sociología como ciencia le permite al
hombre intervenir en los procesos sociales, comunitarios, políticos económicos y
ambientales, para conocer la realidad del entorno ubicándose en el tiempo y espacio,
permite conjuntamente con la comunidad como actor social, plantear alternativas viables
de solución que apunten a mejorar el nivel de la población e impulsar el desarrollo del
Municipio.

Metodología empleada
La investigación se desarrolló mediante la aplicación de la IAP (Investigación,
Acción, Participación) por cuanto promueve la participación activa de los líderes,
dirigentes e integrantes de las diferentes organizaciones comunitarias, apuntando hacia el
acercamiento y concertación de la comunidad con el Municipio a través de políticas
coherentes que permitan crear un modelo de comunidad participativa y democrática.
205
Interdisciplinarias

Según Orlando Fals Borda “con base en el conocimiento práctico, vital, empírico que le ha
permitido sobrevivir, interpretar, crear, producir y trabajar por siglos con medios directos
naturales” (Fals Borda 1977) creará las condiciones para el rescate y fortalecimiento del
liderazgo de estas organizaciones.
Población: La investigación se dirigió hacia los líderes, dirigentes e integrantes de
las diferentes organizaciones comunitarias existentes en el municipio, sector urbano y
rural, a algunos integrantes de la administración municipal que tengan vínculos directos
con las organizaciones comunitarias.
Los instrumentos empleados facilitaron la integración de la comunidad para
recuperar su identidad cultural y proceso comunitario y generar las condiciones para que
la comunidad sea el principal actor social activo en el proceso de desarrollo social del
municipio. El proceso de intervención se desarrolló así:

Conocimiento y sensibilización
Permitió un acercamiento a la realidad y vivencias de la comunidad, donde a través
de la transmisión oral se logran rescatar hechos y acontecimientos importantes que
estaban guardados y casi olvidados por sus pobladores. A través de la memoria histórica
se alcanza a percibir el papel de las organizaciones en el proceso del municipio, el actuar
con sentido de pertenencia y compromiso de muchos de sus líderes que pasaron
incógnitos y casi ni se recuerdan, y que jugaron un papel realmente importante en la
historia del municipio.
“La memoria no es memoria si no marca caminos”. Permite retomar esas
vivencias como una riqueza en el nuevo proceso de participación que el municipio
emprendió en ese momento. “La memoria popular sobrevive porque se apoya en
una construcción colectiva”.

Desarrollo de la capacitación
Con el intercambio de saberes se enriqueció y desarrolló el proceso de formación.
Se tuvo en cuenta las capacidades, potencialidades de las personas, memoria histórica y
características de los grupos. Se elaboró colectivamente un módulo con los siguientes
temas:
Participación conquista histórica del pueblo colombiano
Organización comunitaria. Proceso histórico de las juntas de Acción comunal en
Colombia. Presupuesto Municipal. Veedurías ciudadanas. El total de personas que
participaron en el proceso de formación y capacitación fueron 298 en los seis
corregimientos.

206
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Creación y fortalecimiento de espacios de participación


La reestructuración de la Asociación de Juntas comunales, la conformación del
comité municipal de Veeduría ciudadana, y la participación en la elaboración del
presupuesto municipal 2002-2003 brindaron a los actores sociales la oportunidad de
ejercitarse en la intervención de los procesos de toma de decisiones en el marco del
gobierno municipal.

De evaluación permanente
Fue importante además de otros aspectos mirar el cambio de actitud en los líderes
dirigentes y funcionarios públicos en cuanto a la participación en el proceso,
especialmente en la elaboración del presupuesto municipal, reestructuración de la
Asociación de juntas comunales y comité central de veeduría ciudadana.
Las técnicas e investigación: Es importante resaltar la recuperación de la historia a
través de la memoria y transmisión oral del saber popular, que permitió obtener
elementos valiosos en los que se refiere a las formas como se han venido gestando las
organizaciones comunitarias y su participación en el gobierno municipal: “La historia no se
hace sola, los sujetos sociales y políticos son quienes la realizan y están haciendo.”
Recursos Humanos: Es importante destacar la participación del Alcalde Giovanni
Melo Revelo en la motivación hacia la comunidad, para la participación en el proceso de
capacitación e invitación a tomar parte en las decisiones de la administración Municipal
que beneficien a los habitantes. Participaron funcionarios como jefe de obras. Secretario
de gobierno, UMATA, concejales del municipio, Estudiantes del Colegio, líderes dirigentes
de organizaciones comunitarias, indígenas, profesores, campesinos e integrantes de las
29 veredas que conforman los seis corregimientos.
Organizaciones comunitarias participantes

Organización Porcentaje

Juntas de acción comunal 41,59


Indígenas 12,3
Madres comunitarias 9,2
Mujeres 7,6
Grupos asociados 7,6
Profesores 6,1
Estudiantes 4,6
Concejales 3
Funcionarios 3

Resultados
Se capacitó a líderes y dirigentes e integrantes de las organizaciones comunitarias y
colegio Municipal de Mallama.
- Se brindaron elementos de capacitación en cuanto a participación, juntas de
acción comunal, organizaciones comunitarias, presupuesto participativo municipal y
veedurías ciudadanas.
207
Interdisciplinarias

- La intervención activa de la comunidad en la elaboración del presupuesto


participativo municipal y demás espacios de participación ciudadana.
- Las necesidades sociales plasmadas a través del presupuesto participativo
municipal se vieron realizadas en un 95% en programas de bienestar social y obras de
infraestructura.
- Creación y fortalecimiento de espacios de participación ciudadana.
- Se logró un trabajo integral, Administración Municipal, comunidad y profesionales
comprometidos socialmente.
- A través del proceso de capacitación, los líderes y dirigentes comprendieron cuál
es su verdadero papel como gestores de cambio y transformadores sociales.
- Los jóvenes incrédulos y apáticos con este proceso cambiaron de actitud
solicitando espacios de participación en programas sociales.
- La Alcaldía de Mallama con Giovanni Melo Revelo como alcalde 2001-2003 se
convierte en modelo de Democracia Participativa con la intervención directa de la
comunidad en la elaboración del presupuesto participativo 2002-2003.
“Dependiendo del conocimiento, capacitación y formación de los actores sociales,
es el grado de madurez de la organización comunitaria” (Trejo, 2000). “Desde la
educación popular, estamos haciendo historia si nos transformamos socialmente primero
nosotros e incidimos con quienes interactuamos, en la transformación social, con actitud
de solidaridad, compañerismo, fraternidad, respeto a la diversidad, diálogo y sinceridad”.
Nuestra gratitud a la comunidad de Mallama, sin la participación y decisión de ellos
no hubiese sido posible vivir este proceso de transformación político social y comunitario.
Mi reconocimiento a Giovanni, Vladimir y Blanca que formaron parte de esta experiencia
comunitaria que nos fortaleció para continuar en el proceso de transformación y
construcción colectiva, social y comunitaria.
“La memoria es para sustentar otras formas de construir las luchas populares y la
historia”.

Referencias bibiográficas
Constitución Política de Colombia. (1991).
Fals Borda, O. (1977). Las cooperativas agrarias como agentes de cambio. Bogotá: Punta
de Lanza.
Fals Borda. O. (1961). Acción comunal en una vereda colombiana: su aplicación, sus
resultados y su interpretación. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia,
Departamento de Sociología.
Giddens, A. (2011a). Escritos selectos de Emilio Durkeim. Buenos Aires: Editorial Nueva
Visión.
Giddens, A.(2011b). Política y sociología en Max Weber. España: Alianza Editorial.
Plan de Desarrollo Municipal de Mallama (2000). Colombia.

208
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Santana, P. (1989). Los movimientos sociales en Colombia, Bogotá: Ed. Foro Nacional por
Colombia
Trejo, P. (2000) ¿Cómo va la participación en Colombia? (s/d)

209
Interdisciplinarias

210
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Parque Avellaneda, una red socio-gubernamental en la


construcción de consensos para el Desarrollo Urbano

Fabio Omar Oliva


Presentación
En el barrio Parque Avellaneda, en el oeste de la ciudad de Buenos Aires, se viene
sosteniendo una experiencia que instala un nuevo modelo de participación efectiva y se
constituye como un hito de innovación en la construcción de políticas públicas.
La misma surge como fruto de dos componentes fundamentales, complementarios
y vitales para su desarrollo:
 Las condiciones generadas en el territorio, desde fines de los años 80, por
el grupo de vecinos que conformaron el Centro de Estudios Sociales y Actividades
Vecinales CESAV Barrio Parque Avellaneda.
 La puesta en funcionamiento y sostenimiento de un proceso basado en la
metodología de Planificación Participativa y Gestión Asociada (PPGA.)
Durante más de 20 años se viene transitando un camino que ha tenido muchos
logros, el más evidente es el proceso de recuperación integral del 2º espacio verde de la
ciudad de Buenos Aires, y el menos visible pero quizás más importante es un gran
aprendizaje de todos los que de distintas maneras y a lo largo del tiempo se han
relacionado con la experiencia.
Teniendo en cuenta que el proyecto aborda toda la complejidad de este espacio
verde/público inserto en la trama de la ciudad, queremos resaltar algunos de los aspectos
más relevantes
1. la reconstrucción del tejido social creando un actor dispuesto a trabajar en red, en
forma abierta y pública, abandonando protagonismos pasajeros o actitudes clientelares de
corto alcance y asumiendo la corresponsabilidad de la sociedad y el Estado en el
tratamiento de todos los temas públicos,
2. la recuperación de la memoria colectiva para dar raíces y sustento a la
experiencia, y
3. la construcción de un escenario multiactoral sostenido por una metodología con
reglas acordadas capaz de generar la innovación necesaria para abordar los temas en
forma integral.
A su vez a partir del año 2003 se logró la sanción de la Ley 1153 de Parque
Avellaneda, reglamentada en 2005, que da sustento legal, ratifica y consolida la primera
experiencia de planificación participativa y gestión asociada de la ciudad de Buenos
Aires.

211
Interdisciplinarias

Consensos e identidades
Un importante logro de nuestra experiencia es la invención y puesta en
funcionamiento de la 1ª Mesa de Trabajo y Consenso (MTC), hoy diseminada en
distintas experiencias de la ciudad y otros países, que la han replicado con diferentes
variantes y matices, como un espacio socio-gubernamental para la toma de decisiones
por consenso.
Desde el año 1997 hasta la fecha en forma ininterrumpida los terceros sábados de
cada mes se realizan las reuniones de la MTC de Parque Avellaneda. Estas son reuniones
de participación efectiva, de participación real, ya que se toman todas las decisiones por
consenso en reuniones abiertas y públicas donde pueden participar todos los interesados,
vecinos, instituciones, áreas de gobierno, universidades, ámbitos académicos, técnicos,
etc.
La diferencia fundamental de este espacio está reflejada en el nombre que le
dimos. Es una Mesa, como espacio donde todo se comparte, y está a la vista de todos. Es
de Trabajo, como el fruto de una construcción colectiva entre pares/iguales.
Es de Consenso, como máxima expresión de una participación real y efectiva
capaz de avanzar en la diversidad. En Parque Avellaneda nunca se votó nada y esto
marca una diferencia fundamental. No es solo una alternativa más al sistema de
decisiones por votación, sino que es parte de una cosmovisión distinta, superadora, que
construye otro sistema de relaciones, otra cultura. Las primeras civilizaciones en estas
tierras se basaban en el consenso y el trueque. Este es un punto que nos pone en relación
con otras experiencias de países hermanos de Latinoamérica a las que debemos estar
atentos para re-encontrarnos, escucharnos y realizar aprendizajes mutuos.
El consenso es posible si primero se construye un ¨ Nosotros ¨.
Para eso tiene que haber raíces e identidad.
En el año 1989 el barrio Parque Avellaneda no existía para el vecino que pensaba
que vivía en Floresta, Mataderos o Lugano. Esa fue la primer tarea que nos propusimos
como CESAV, descubrir cuál era, e invitar a los vecinos a ponerse la ¨camiseta de Parque
Avellaneda¨. Reconstruir la historia que estaba presente en los edificios, en la naturaleza,
en la memoria de los vecinos, en las bibliotecas y transformarlo en un relato que nos
identifique.
Tiene que haber sueños que se puedan transformar en un proyecto.
En 1994 con el Parque fragmentado y abandonado realizamos las primeras Jornadas
por el Plan de Manejo de Parque Avellaneda. Aplicando la metodología de PPGA durante
tres jornadas se juntaron más de 100 personas para realizar un diagnóstico integral en
distintas escalas, con distintas miradas y con posibilidad de sumar todas las voces que
nos permitió proyectar cinco estrategias para el abordaje de la recuperación del Parque.
Y por último tiene que haber cerebro y corazón.
La cuota de sentido común y pasión que generalmente caracteriza a los vecinos
ciudadanos. Solo los vecinos disponen de ciertos saberes específicos y necesarios para la

212
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

planificación. Los otros actores no disponen, ni colectiva ni individualmente, de las


propiedades que definen, por naturaleza, a los vecinos:
UBICUIDAD (están en todas partes), PROXIMIDAD (cercanos), FRECUENTACIÓN (se ven a
menudo), TRATO DIRECTO (cara a cara), PERMANENCIA (están siempre, habitualmente),
DIVERSIDAD (los hay de toda clase, educación, género, edad), INDEPENDENCIA (solo están
sujetos a la ley), y SENTIDO COMÚN (que es el menos común de los sentidos)

Revisión del concepto de Ciudadanía


Los ciudadanos se encuentran y reconocen en el ámbito común que configura el
espacio público. Nuestra experiencia acuñó un nuevo concepto de lo público como
nuestro, de todos. O sea que, sobre la base de un ¨nosotros territorial¨ tenemos que
generar un espacio donde estén todos los actores necesarios para resolver las cuestiones
particulares de ese espacio.
A su vez el espacio público es el lugar de la corresponsabilidad. Todos sabemos
algo que podemos aportar y todos debemos hacernos cargo, desde nuestro lugar, de algo.
En un espacio de horizontalidad los técnicos pueden poner en juego sus conocimientos,
los vecinos ciudadanos aportan mucho sobre las particularidades del lugar, el gobierno
represtigia sus funciones. Estos aspectos definen un modelo que hace eje en la ampliación
de la participación democrática.
Frente a este modelo nos encontramos con otros que muchas veces se ponen en
juego en la ciudad. Un modelo está representado por la idea de que solo a través de los
mega emprendimientos que generan las grandes inversiones se puede desarrollar la
ciudad. Otro modelo está basado en la delegación representativa que consolida la
demanda como práctica instalada en la sociedad y que fomenta las relaciones bilaterales
entre actores donde el ¨lobby¨ es la relación de fuerzas para conseguir avanzar con las
propuestas y donde siempre algunos ganan y otros pierden.

Sociedad civil / Sociedad política


Asumir la corresponsabilidad en el Espacio Público es una nueva forma de ingreso a
la Política. Desde otro lugar y para configurar una ¨nueva forma de hacer¨ que se
diferencia claramente de las prácticas verticalistas de la política partidaria.
La participación ciudadana para la toma de decisiones como construcción que va a
impactar en un lugar y en un tiempo. Una nueva forma de formular las políticas públicas
que a su vez reconstruye el tejido social y asociativo e instala la cogestión en combinación
directa y complementaria de la planificación.
¿En qué basamos nuestra aspiración de sentarnos a la mesa de las decisiones?
En el carácter de público del Parque y en nuestra condición de vecinos ciudadanos.
En la pertenencia y la apropiación. En nuestro bagaje de saberes y afectos, en el
conocimiento y en la pasión. Nadie conoce Parque Avellaneda mejor. Nadie lo quiere
tanto, nadie ha dado más por él.

213
Interdisciplinarias

Por eso los vecinos ciudadanos deben estar en todas las instancias de planificación
del espacio público: políticas, emprendimientos, obras, servicios, procedimientos
administrativos, nombramientos. Y deben estar en el mismo nivel que los funcionarios,
especialistas, académicos, expertos y técnicos, cámaras o colegios de empresarios y
profesionales.
Y además son los únicos capaces de conjugar la investigación, la voluntad de asociarse y
la capacidad de construir, en red y por consenso, un nosotros inclusivo y con proyecto que
no se apodera del espacio público sino que lo abre y lo ofrece a todos con la garantía del
reconocimiento de las atribuciones e incumbencias del estado.
Esta es la innovación que Parque Avellaneda está aportando a la ciudad.

APH de Parque Avellaneda y su entorno


En el año 1999 impulsado por la Red GAO y en el marco de la realización del Plan
Urbano Ambiental de la Ciudad se sostuvo una experiencia participativa para el armado
de un PUA de los barrios Parque Avellaneda, Floresta, Vélez Sarfield, Villa Luro y Monte
Castro.
Este antecedente dio impulso a uno de los ejes del Plan de Manejo, la estrategia
Regional Urbana que mira al Parque Avellaneda haciendo escala en la ciudad. En el año
2001 después de haber realizado la primer revisión del Plan y con la consigna Ganamos el
Parque, Ganemos el Barrio conformamos un grupo de trabajo para perseguir este fin.
Durante casi dos años realizamos un ciclo de reuniones itinerantes abiertas y públicas en
las distintas instituciones del barrio. Dinamizadas por integrantes de la MTC participaron
de las reuniones vecinos, instituciones, académicos y funcionarios de las áreas de
Interpretación Urbanística de la Secretaria de Planeamiento Urbano y del área de
Patrimonio de la Secretaría de Cultura. La principal actividad que sostuvimos fue el
armado de un Plano Abierto del barrio Parque Avellaneda. En el plano se fue relevando
todo el equipamiento del barrio, espacios verdes, establecimientos educativos, centros de
salud, organizaciones sociales, establecimientos religiosos, servicios, conjuntos
habitacionales, sitios de valor patrimonial y distintos problemas que puestos en conjunto
se transformaron en problemáticas.

214
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Cada una de las reuniones quedó registrada en un acta con el listado de todos los
participantes y permite ver los avances. Una vez realizado el plano se definieron tres ejes
de trabajo: a) la problemática de la Autopista que dividió al barrio y dejó sin resolver todos
sus bordes, b) la propuesta de configurar un sistema de áreas verdes para el sudoeste de
la ciudad que las ponga en relación y las complemente y c) un APH que hace centro en el
Parque Avellaneda como núcleo identitario que define y le da carácter a un sector de la
ciudad.
El mayor avance se dio en relación al APH que logró transformarse en la Ley 3042,
Área de Protección Histórica APH N º 45 Casona de los Olivera, Parque Avellaneda y
entorno, sancionada en el año 2008 por un mecanismo de doble lectura que incluye una
Audiencia Pública. Este APH fue valorado por las áreas de preservación del patrimonio
destacando fundamentalmente que la participación comunitaria facilita la energía para
concretar el proceso de recuperación histórica y legitima las normativas que puedan
proponerse.

Inauguración Casona. Año 2000

Otros logros de la experiencia


 En estos años se ha recuperado en base al Plan de Manejo la totalidad de
las obras de valor histórico que configuran el núcleo central del Parque. La Casona de los
Olivera, el Antiguo Natatorio y el Antiguo Tambo fueron puestas en valor y re-
funcionalizadas respetando la historia, como un aporte a la recuperación de la identidad y
se verifica en una importante apropiación de los usuarios que se manifiesta en el cuidado
de los edificios. Un ejemplo es el desafío de haber transformado el Antiguo Natatorio en
escuela pública donde se verifica que al haber conocimiento por parte de los profesores y
alumnos eso se traduce en un mayor respeto y cuidado de los edificios públicos.
 El concepto “parque educador” donde se considera que el PA es
una gran aula a cielo abierto, posible de generar condiciones donde los niños y
jóvenes realicen aprendizajes significativos y transformadores, en directa
corresponsabilidad con la institución escuela. El sostenimiento de 10 años del
proyecto educativo-cultural Un Aula a cielo abierto ha instalado el concepto de

215
Interdisciplinarias

espacio público/espacio educador. Como un aporte al necesario descubrimiento


de nuevos espacios educadores, complementarios de la escuela y formadores
ciudadanía.
 La instalación de un polo cultural para la región sudoeste con
base en Parque Avellaneda. Alternativo y distinto al Centro Cultural Recoleta.
 Es necesario rescatar todo el trabajo realizado en forma integral.
Principalmente todos los ensayos realizados en proyectos interministeriales
que han desarrollado una importante experiencia que genera una colaboración en
la reformulación del estado.

Últimos tiempos / Resistencia y desafíos


La ciudad de Buenos Aires desde el año 2007 está gobernada por el PRO. Un
proyecto político que está enrolado en una concepción retrógada en lo ideológico, incapaz
de formular políticas públicas, y con una clara orientación hacia la destrucción de toda y
cualquier práctica de participación en la gestión que hubiera habido en el gobierno
porteño.
Otra barrera importante que se alza contra una accionar social participativo es el
papel que juegan los medios de comunicación concentrados y combinados (principales
diarios, radios y televisoras) en sostener las políticas locales de la actual gestión por vía
de ocultarlas o darle poca atención (en contraste con las nacionales).
Está forma de hacer política se encontró en Parque Avellaneda con reglas de juego
instaladas y sostenidas por un actor social y a su vez una ley, la ley 1153, que le daba un
marco e institucionalizaba la gestión. Para sintetizar la gestión PRO en su relación con la
MTC podemos definir tres momentos a la fecha a) en un primer periodo comenzaron a
participar de los plenarios de la MTC, aprender y practicar su metodología y de alguna
manera esto fue un freno que duro cierto tiempo. b) en un segundo periodo mediante el
ejercicio del ocultamiento de la información y la negación del actor comunitario se
produce un desgaste que hace imposible sostener el trabajo, c) hoy estamos en un punto
donde es imposible construir acuerdos. Las decisiones se toman por fuera de la MTC.
Hoy podemos decir que tener una ley no alcanza para sostener la experiencia,
cuando no hay ¨voluntad política¨. A su vez tenemos que analizar al actor social que
también es complejo y dentro del cual surgen posiciones que resultan funcionales al
modelo del PRO. Un ejemplo claro lo representan algunos actores culturales, que para
sostener sus espacios construyeron alianzas para seguir realizando sus obras. Hoy se
puede ver cómo han crecido en el uso del parque para desarrollar sus intereses
particulares. Son funcionales a la fragmentación del espacio público. La frase que utilizan
es …¨nosotros nos hacemos cargo de una parte del Espacio Público, si se pudiera repartir
el resto se resolvería el problema…´.
También debemos destacar que el sistema de trabajo y la red de actores vinculados
en el tiempo han configurado una resistencia a varios embates que se han producido.

216
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

No pudieron realizar un Neuropsiquiátrico en terrenos del barrio Alvear que se


encontraba protegido por la Ley de APH 3042 y era rechazado por los vecinos.
Otro intento fue el de una remodelación del Parque para realizar un parque
etnográfico que no respetaba el Plan de Manejo. Nuestra estrategia fue no oponernos e
invitarlos a respetar el sistema participativo y por lo tanto propusimos el armado de un
escenario de reformulación del Plan de Manejo vigente. Después de casi un año de
reuniones dejaron de participar y decidieron abandonar el proyecto.
Por último este año intentaron modificar la ley 1153 eliminando el Polideportivo de
la Unidad Ambiental y cambiando el sistema de gestión asociada por uno clientelar. Esta
modificación se logró frenar con una fuerte presencia en la legislatura que sensibilizó a los
bloques opositores que impidieron la modificación y mandaron a archivo el anteproyecto
de ley.
En este año el macrismo ha vuelto a ganar las elecciones y por lo tanto nos
encontramos frente a un gran desafío para evitar que se profundice la fragmentación y
que se continúen borrando las huellas de la participación ciudadana.
También, con estas elecciones se inicia una etapa inédita en la ciudad, la
instalación y puesta en funcionamiento del sistema de Comunas. Esta nueva instancia, si
bien no tuvo un adecuado proceso de transición, nos coloca frente a una gran oportunidad
para ampliar los mecanismos de participación de la ciudad y nos relaciona con los barrios
de Mataderos y Liniers en la configuración de la Comuna N° 9.
La ley 1153 se anticipó a esta instancia e incluye en su letra en su artículo 3° que
una vez puesta en funcionamiento los integrantes de la Junta Comunal deben participar
de la MTC.
A su vez buscaremos instalar la experiencia como un referente importante, con
mucho para aportar dentro del Consejo Consultivo Comunal realizando alianzas con
nuevos actores.
En síntesis, fortalecernos como un actor de la ciudad capaz de retomar la iniciativa,
reformulando los sueños, aprendiendo de los errores y capitalizando la experiencia en las
puertas del Centenario del Parque en el año 2014.

Bibliografia y referencias bibliográficas


Arias Divito, J. C.(2006). Aspectos poco conocidos de una institución benéfica. Buenos
Aires: Junta de Estudios Históricos del Parque Avellaneda.
Documento base Jornadas preparatorias para la Revisión del Plan de Manejo. (2007)
Favier Dubois, E. (1969). El Parque Avellaneda. Buenos Aires: Lyra Año 26, Nº 210-212,
set.1969.
González Táboas, R.; Guijarrubia, P.; Oliva, F. Or y otros (2008). Baños de memoria. El
Antiguo Natatorio de Parque Avellaneda.
Ley Parque Avellaneda y Entorno, 3042 de la CABA. APH N° 45 (2008).

217
Interdisciplinarias

Ley Parque Avellaneda, Ley 1153 de la CABA (2003).


López, J. I. (2000). Nuestra Señora de los Remedios. Una historia extraordinaria de
solidaridad.
Oliva, F. O. y otros. (2008). Construcción de la Ciudad Patrimonio Urbano / Normativa
Local.
Parque Avellaneda. Rieles de Patrimonio. (2009) Buenos Aires: Comisión para la
Preservación del Patrimonio Cultural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 2009.
Colección Cuadernos Educativos. Recuperado en:
http://www.buenosaires.gob.ar/areas/cultura/cpphc/archivos/libros/cuaderno_parque_avellane
da.pdf
Plan de Manejo de Parque Avellaneda (1994). , 1ª Versión.
Poggiese, H. A. - Redin, M. E. (1997). La región Oeste de la Ciudad de Buenos Aires. La
gestión asociada en la red regional. Serie de Documentos e Informes FLACSO
Nº220. Buenos Aires.
Poggiese, H. A. (2011). Planificación Participativa y Gestión Asociada (PPGA) Metodologías.
Buenos Aires: Espacio Editorial.
Revisión del Plan de Manejo de Parque Avellaneda, Año 2000 .

218
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Anexo. Tiempos / Etapas del proceso de recuperación

“Multisectorial Parque Avellaneda-Floresta” (1986-88),


Fogatas de San Pedro y San Pablo, celebración de la primera
Fiesta de la Solidaridad. Fundación el Centro de Estudios y
1º Etapa de Actividades Vecinales CESAV (1989). Iniciación de las actividades
sensibilización culturales con el Grupo de Teatro Callejero La Runfla, otras
(1986-1990): instituciones y actores, la Feria de Artesanos que muestran y
demuestran. Festejo de los 75 años del Parque y apertura de la
Casona de los Olivera, núcleo simbólico del Parque que se
encontraba con un alto grado de deterioro, ocupada por
dependencias municipales y particulares.

Intensificación del trabajo de convocatoria en el barrio,


creación del emblema del Parque, campaña vecinal que culmina
2ª Etapa de
con las 2500 firmas del “Acuerdo del Parque Avellaneda¨: Por un
reafirmación del
espacio verde, público, saludable y solidario” (1992). Primeros
sentido de
compromisos de acción en red con instituciones vecinas, entre
pertenencia e
ellos el stand en la 107º Exposición Rural: “El Parque Avellaneda,
identidad
la Chacra de los Olivera y los Barrios del Oeste Porteño”.
(1990-1993):
Participación del CESAV en la fundación de la Asamblea
Permanente por los Espacios Verdes Urbanos APEVU.

El CESAV integra la Red de la Gestión Asociada del Oeste


3º Etapa (GAO). Realización de las “Primeras Jornadas para la elaboración
inicial de del Plan de Manejo del Parque Avellaneda” (1994). Ordenanza
Planificación 48.892/95 que en su artículo nº 12 establece la participación de
Participativa y los vecinos y gobierno en una Mesa de Concertación. Primera
Gestión Asociada versión del Plan de Manejo (1996) términos de referencia,
(1994-1996): zonificación, estrategias y proyectos. Participación de Buenos
Aires/Viva y la Estatuyente Porteña.

Acuerdo con el Gobierno de la Ciudad e inicio de la gestión


asociada con la puesta en funciones sin nombramiento de un
4º Etapa de administrador del Parque (1996). Ejecución de un Plan de
implementación Emergencia. Creación del Centro Cultural La Casona sobre la base
del Plan de Manejo de las actividades culturales. (1997). Conformación de la Mesa de
y Ajustes Trabajo y Consenso para la gestión del Plan de Manejo (27.11.97).

(1996-2007): Sesiones extraordinarias de la MTC sobre el destino y perfil


cultural de los edificios significativos del Parque: Casona,
Natatorio, antiguo Tambo.Organización con la GAO del Primer
Congreso del Oeste Porteño (1998).

219
Interdisciplinarias

Jornadas de Revisión y Actualización del Plan de Manejo.


Inauguración del Centro de exposiciones y muestras Casona de los
Olivera y sede de la Gestión Asociada. Decreto 1221/00 creando el
Area Parque Avellaneda e institucionalizando la MTC (2000).

Promulgación de la Ley 1153/03 que declara la unidad


ambiental del Parque, ratifica el Plan de Manejo como elemento
ordenador, la metodología participativa e institucionaliza la
Gestión Asociada y la MTC. Reglamentación de la Ley 1153
(2005), Primer nombramiento de un Administrador del Plan de
Manejo (2006). Jornadas preparatorias de la 2º revisión del Plan de
Manejo (2007). Inauguración de la Escuela Media especializada en
Medio Ambiente (2007)

Inauguración de la remodelación y puesta en valor del


Antiguo Natatorio como sede de la escuela media. Sanción de la
Ley 3042 APH Parque Avellaneda y entorno con mecanismo de
5º Etapa de
doble lectura y Audiencia Pública (2008).
retroceso y
resistencia. Cierre de la Casona al Público impidiendo realizar los
plenarios de la MTC en su sede (2010). Se logra impedir el Intento
(2008 a la
de modificar la ley 1153 eliminando el Polideportivo de la Unidad
fecha)
Ambiental y eliminando el sistema de Gestión Asociada.(2011)
Incendio del 1er Centro Cultural para chicos Tierra Verde
catalogado en la Ley 3042 de APH (2011).

220
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Capítulo V

Mesa de debate: El poder hacer: horizontalidad,


participación, autogestión78

A continuación, presentamos la desgrabación de una de las mesas del Encuentro,


cuya particularidad es la de haber sido organizada y protagonizada por sujetos colectivos
relacionados con el Núcleo-Red Pensamiento crítico en América Latina y sujetos
colectivos. Su valor radica en aportar y hacer visible el estado de las discusiones en el
ámbito de las prácticas de manera de poder incorporarlas a la agenda académica.

-Cecilia Etchebehere: Buenas tardes, queríamos dar apertura a esta actividad,


explicarles cómo surgió y de qué se trata. En principio queríamos agradecer
especialmente a los compañeros que estuvieron organizando esta actividad, porque nos
parece un espacio muy rico donde intercambiamos y generamos algunos vínculos,
mientras forjamos otros, y contarles cómo fue que surgió esto que vamos a plantearles.
También agradecer a los compañeros de Argentina, de Copa, de Manuel Santillán, Parque
Avellaneda, de Bella Unión y Cerro Largo. Y plantearles cuál fue la idea que tenemos para
conversar con ustedes.
-Anabel Rieiro: La iniciativa fue del Núcleo Interdisciplinario, que en su proceso de
ya casi dos años, después del primer año nos dimos cuenta de que era hora de interactuar
un poco más con sujetos colectivos. El primer año, fue un año más que nada de discusión,
porque teníamos varias cuestiones interdisciplinares, lo que venía haciendo cada uno.
Propusimos formar un eje que fuera más de formación, de extensión y con muchas ideas,
finalmente terminamos tomando este seminario como excusa para ir interactuando entre
la Universidad con distintos sujetos colectivos. Y por eso el agradecimiento, porque fueron
varias instancias de intercambio, tuvimos tiempo para hablar del contexto, de las
relaciones de poder y nos formamos bastante. Y ese espacio que se abrió también para
tratar de romper con la cadena de qué sabemos, qué no, que está como clausurada y
auto referenciada, y que son nuestros hábitos (los de la Universidad), y tratamos también
de transformarnos en el encuentro con ustedes (los sujetos colectivos). ¿Qué hicimos en
esos encuentros? En esos encuentros participaron principalmente Gustavo, estuvo Walter,
estuvo Carlos, estuvo Luis de FUCVAM, del CIES, de la Red de Economía Solidaria vino una
compañera. Y en los primeros encuentros fuimos básicamente con una necesidad de
hablar, de qué nos pasaba con las relaciones de poder, de cómo estamos inmersos, de

78
Actividad central co-organizada entre el Núcleo-Red Interdisciplinario “Pensamiento crítico
en América Latina y sujetos colectivos”, el CIES, la Mesa de Autogestión, y la RIO - Red Intersocial
Oeste.
221
Interdisciplinarias

cómo generar otro tipo de poder, de qué tipos de poderes había. Y nos dijimos: veamos
esta actividad cómo la manejamos, cómo trasladamos el debate. Y en realidad trasladar lo
que veníamos participando e ir intercambiando con los compañeros de otros países, de
Argentina. Entonces nos planteamos romper con esa cuestión de que nosotros tenemos la
palabra y ustedes eran espectadores; y pensamos algunas metodologías que propiciaran
también el encuentro. Pero estamos en un lugar que no nos ayuda mucho, estamos en un
teatro y en la Universidad. Y tratamos de romper con las limitaciones que tenemos,
pensamos una metodología para que también podamos escucharlos y dialogar. En
principio vamos a dialogar entre nosotros y después esperamos podamos dialogar entre
todos.
-Cecilia Etchebehere: Para contar cómo fuimos sorteando las restricciones de este
espacio (butacas fijas en un teatro), que al no conseguir otro, y por diferentes cuestiones,
terminamos asumiendo el desafío. Pero dentro de esa estructura espacial que nos
condiciona, nos propusimos buscar cambiar un poco y les contamos rápidamente la
dinámica. La idea es poder tener una primera instancia de presentarnos todos los que
estamos acá, por lo menos y a diferencia de muchas otras situaciones, nos subimos
muchos más al escenario, y esa es una diferencia. Y la idea es tener un espacio de diálogo
abierto, también las opiniones de cada uno, reproducir también esas reuniones que
tuvimos que fueron un espacio de intercambio, de reflexiones, de temas, de preguntas. Va
a ser como un disparador entre nosotros y para ustedes. Luego, la idea es tener un breve
intercambio que, después vamos a contar bien cómo y asumiendo las restricciones del
espacio, poder escucharlos a ustedes. Y al final, la idea es volver a la mesa a contar un
poco más las experiencias de cada uno de los compañeros, experiencias de poder popular
y experiencias de transformación que están proponiendo otras relaciones de poder o que
están también jugando con eso. Así que esa es un poco la idea, esperamos que podamos
intercambiar bastante.
------------------------------------------------------

Momento I
Mesa de café
La técnica denominada “Mesa de Café” permite la continuidad en las
intervenciones, es similar a una técnica participativa que se usa en Planeamiento, “la
pecera”, donde grupos discuten en el centro de una sala y los demás asistentes escuchan,
sólo comienzan a intervenir más adelante, cuando se ha establecido un proceso de
intercambio, las personas que se van sumando conversan desde sus lugares en la idea de
que ya todos formamos parte de esa mesa de café.
Como en un café verdadero, el diálogo no es acartonado, no son expresiones
integradas de un pensamiento, sino que vamos a ir conversando, intercambiando ideas
sobre la base de una serie de temas que nos parecen importantes y que nosotros mismos
vamos a colocar. Es decir, como si estuviéramos con amigos en un café y empiezan a

222
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

charlar sobre la situación política, sobre lo que les interesa, por lo tanto no tenemos un
guión. La idea es ir avanzando en algunas cuestiones y problemas que nos interesan. Se
trata de un debate interactivo. (Extraído de Seminarios “Gestión Democrática de
Ciudades” I, II, III, IV, V.)
-Odorico Velázquez: Soy el dinamizador de este evento y como eso de la
horizontalidad no se aplica para mí voy a definir el poder del inalámbrico. Les propongo a
las personas que nos acompañan, que, como gusten, pueden ir diciendo quiénes son, de
dónde vienen, qué hacen.
-Soy María Etchebarne, de Bella Unión, SOCAL, Sindicato de obreros de Calvinor.
-Mi nombre es Fabio Oliva, soy cuarta generación de vecinos del barrio Parque
Avellaneda, un barrio del oeste de la ciudad de Buenos Aires, e integro la mesa de Trabajo
y Consenso de Parque Avellaneda y las Redes de planificación participativa y gestión
asociada.
-Buenas tardes, Gustavo Fernández, del Centro Social Galpón Corrales, Villa
Española, y del Centro Internacional de Estudios Sociales.
-Mi nombre es Sebastián Gómez, del Frente Organizaciones en Lucha de
Argentina que es un movimiento territorial que desde el 2006 venimos trabajando en
conjunto con otros movimientos sociales.
-Mi nombre es Carlos Arean y estoy participando por la Mesa de Autogestión.
-Mi nombre es Ruben Bouza y participo en la Red Intersocial Oeste de Montevideo,
soy vecino y trabajador de allí.
-Mi nombre es Cecilia Pato, soy del Frente Popular Darío Santillán de Argentina,
estamos muy contentos de participar y de estar presentes.
-Anabel Rieiro del Núcleo, de Extensión y de la Mesa de Autogestión.
-Cecilia Etchebehere del Núcleo, de Extensión y de la Mesa de Autogestión.
-Odorico Velázquez: Les vamos a contar cosas, compañeras compañeros, la
cuestión que nos convoca por este núcleo “interplanetario”, perdón, es que me sale así,
por este Núcleo Interdisciplinario de Pensamiento crítico y sujetos colectivos. En las
reuniones que desarrollamos para organizar este Encuentro, discutíamos e íbamos
encontrando el camino de cuestiones comunes, de alguna manera plantear inquietudes
que compartíamos entre todos. Entonces básicamente una cosa que queríamos ver es
cómo nos relacionamos nosotros con el poder, cómo el poder se relaciona con nosotros,
tratar de ver, de descubrir cómo son las relaciones de poder en las organizaciones en las
que estamos. Cómo nos implica, cómo nos problematizan esas relaciones de poder.
Entendemos que hay muchísimas respuestas para eso y nos interesaba conocer qué es lo
que piensan de eso, así que adelante.
-Fabio Oliva: Bueno, esa primera inquietud que seguramente para organizar esta
actividad ya estaba, las relaciones de poder también para definir cómo se organizaba,
cómo se tomaban las decisiones para que esto sea de esta manera, o sea la situaciones
del poder están aquí presentes todo el tiempo ¿no? Depende de cómo y dónde nos

223
Interdisciplinarias

coloquemos, mismo estar acá arriba nos coloca en una situación distinta que la de
ustedes (sala y escenario del teatro). Entonces, no podemos corrernos del poder como
una situación que está en otro lado sino que también se da en las relaciones que vamos
construyendo todo el tiempo. Como para empezar por algún lado.
-Carlos Arean: Nosotros cuando fuimos invitados a organizar esta actividad,
teníamos las inquietudes de ir planteando la clase de organizaciones que somos. Porque
uno habla mucho del poder, del poder popular y nosotros nos cuestionábamos un poco en
ese momento si teníamos claro que el poder existe, y qué clase de poder queremos tener,
porque se nos instala en el momento que pasamos a ser integrantes de una sociedad el
poder como dominación. Y como integrante de un colectivo de trabajadores, en el caso
mío, como integrante de una cooperativa de trabajo, integrante del sindicato metalúrgico
del Uruguay, la UNTMRA, tenemos enormes inquietudes de cómo se crean las estructuras
de poder de nuestras organizaciones. Porque muchas veces hablamos del poder como
algo que es ajeno, que está en otro lado, el poder político, el poder que ejerce la derecha.
Hablamos del poder pero siempre en otro lado. Y hay que ser autocríticos en nuestras
organizaciones porque también en nuestras estructuras se ejerce dominación. Con la
mejor intención, pero no se ejerce horizontalidad. A nosotros nos gusta mucho discutir del
concepto de democracia, qué significa, estamos en contra de los vanguardismos, de los
dirigentismos, queremos más democracia directa, más participación, más horizontalidad.
Y muchas veces eso, en nuestras organizaciones no se da, hay una cúpula que toma
decisiones, la traslada a la asamblea, pero ya sabiendo de antemano que es muy probable
que esa asamblea tome las resoluciones que ya tomó esa cúpula. Cuando nosotros
instalamos la Mesa de Autogestión, se lo dije a los compañeros, si esta Mesa de
autogestión reproduce el sistema en el que vivimos y es sólo un encuentro de cúpulas, en
lo personal, yo doy un paso al costado porque estoy cansado de eso. Un poco dejo por ahí,
de cómo es que surge la inquietud de un trabajador, que está en una cooperativa de
trabajo y que tratamos muchas veces entre los compañeros de pelear por horizontalidad.
Pero tenemos algunos inconvenientes. Uno de los inconvenientes es que como fuimos
enseñados a obedecer, en muchas cooperativas de trabajo, los compañeros confunden y
cambian la figura del patrón por la del consejo directivo. Esto se da muchas veces, como
no tengo contra quien pelear y estoy en el montón, la figura del patrón que no existe
entonces la pasa a ocupar el consejo directivo. Se dan situaciones de roce, de disputa de
poder internos y contra eso hay que pelear también, porque es una actitud que tenemos
que tomar los trabajadores que si realmente criticamos las estructuras del poder que
existen, entonces cuando tenemos la posibilidad estar en un plano de lo más horizontal
posible tenemos que pelear para eso y para no reproducir el poder de dominación.
-Cecilia Pato: Sí, a lo que planteó el compañero, nosotros muchas veces, cuando
vamos a discutir en torno al poder, a veces, bueno, ¿el poder donde está, cómo está
ubicado, está entre nosotros, vamos a alcanzar el poder o no? Y en realidad eso comienza
siempre con un debate permanente, y la cuestión del poder es poder discutirlo y

224
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

construirlo entre nosotros es un desafío permanente para cada uno de nosotros, sobre
todo para las organizaciones y movimientos populares que vamos construyendo una
alternativa o un proceso de transformación y de cambio. A veces cuando abordamos la
discusión en torno al poder decimos “nosotros no producimos poder”, o incluso hay
organizaciones que por un factor de historia de cómo funcionan acarreamos la idea de
que nosotros no construimos poder, lo situamos en un costado, el poder lo detenta el
Estado o los gobernantes. Y en realidad a partir de los debates colectivos y de las
prácticas que vamos llevando adelante nos damos cuenta que en la cotidianeidad de
estas construcciones, sea en los barrios, sea en las facultades o en los sindicatos, en cada
uno de los movimientos en donde estamos nos damos cuenta que vamos construyendo
poder. Entonces una primer cosa que parece ser señalada con respecto al poder, verlo
como una relación social. Y el poder, también, por eso nos referimos a él como poder
popular, no solamente es un medio a alcanzar, luchamos por poder conseguir más poder
popular, sino que también es un horizonte, es una posible construcción. Me parece que
eso está bueno porque justamente como estamos dispuestos hoy, ahora, en este
momento, de la jerarquía que nos implica estar hoy acá arriba (el escenario), también nos
hace pensar de qué manera estamos construyendo en este debate, el poder está acá, es
una relación social que construimos cotidianamente.
-Anabel Rieiro: Me acuerdo los debates que hemos dado sobre la incomodidad de
la crítica, porque habíamos dicho, bueno, en realidad estas estructuras de las cuales
formo parte, la manera que tendríamos de generar esas resistencias a esos hábitos que
ya están en nosotros mismos, es como auto objetivarnos, reflexionar, autocriticarnos. Y
siempre estigmatizamos mucho al poder, la crítica como incomodidad, el sincerarnos nos
deja como una sensación de debilidad, de las carencias. Entonces como retomar la crítica,
sobre todo lo hablamos cuando estábamos pensando proyectos de formación. Ser críticos
pero también rescatar el potencial positivo de las críticas en esa búsqueda de las
resistencias.
-Fabio Oliva: Yo voy a tomar en principio la idea del poder como un concepto, que
lo bajo un poco, porque nosotros decimos que uno tiene poder en la medida que podamos
hacer algo con el otro. Si podemos hacer algo, nos juntamos y somos capaces de decidir
algo y construir algo juntos, estamos teniendo poder. Entonces estamos de alguna
manera poniéndonos en otro plano en la situación de poder en principio. Creo que esa
idea de los planos está presente, entonces separar es una forma de ubicarse en relación
al poder. Fíjate que vos decías como algo que está arriba y que vamos a buscar
horizontalidad, o sea que el tema del poder te lleva de alguna manera a generar
situaciones de relación, donde generalmente lo que pasa es que nos ponemos de abajo.
Para que alguien tenga más poder sobre lo que yo voy hacer o lo que quiero construir, es
porque yo me pongo de abajo y bueno vos estás allá arriba. Es decir, hay un
reconocimiento en principio de los actores o personas que nos ponemos en relación de
que admito que haya alguien allá arriba. Entonces, en principio, lo que nosotros hicimos

225
Interdisciplinarias

en nuestra experiencia es generar un espacio de horizontalidad. Esa Mesa del Trabajo y


Consenso, que fue el título con el cual me presenté, en realidad yo no vengo a representar
a la Mesa ya que no es un sistema de representación, sino como integrante de la mesa:
ahí hay funcionarios del gobierno, hay vecinos de las instituciones y las decisiones dentro
de este ámbito se toman por consenso. Entonces las situaciones de poder están dadas en
la medida de que el colectivo acuerda algo, o sea que va a haber poder, vamos a poder
hacer algo si nos ponemos de acuerdo, si somos capaces de trabajar –por eso se llama
mesa de trabajo–, si somos capaces de construir un consenso. En un principio a mí me
interesaba que quede claro esta idea de dónde nos colocamos, porque si nos colocamos
de abajo sin duda vamos a tener que reclamar todo el tiempo, y lo que nos queda es
reclamar, demandar, insultar, o pedir que nos pongan una ventanilla y nos atiendan. Y
desde abajo veremos cómo nos van a hacer caso en alguna cuestión. Pero, si nos
ponemos en otro plano y nos damos cuenta, por lo menos en el ámbito que nos movemos
nosotros que es en el espacio público, que es el lugar de todos, que es donde estamos
todos y es el lugar donde somos pares y somos iguales tanto el Estado como las
instituciones, ahí se generan otras situaciones de poder.
-Ruben Bouza: Tomando en cuenta lo que decía el compañero de Parque
Avellaneda, estaba tomando un indicador del Parque Público Punta Yeguas, que es una de
las experiencias en las que participan compañeras y compañeros de Red Intersocial
Oeste: el desafío de ponerse igual con los jóvenes y ahora con los niños. Cómo lograr esa
igualdad que implica de alguna manera sacarse la cultura que tenés arriba cuando vos
intentas dialogar. Un argentino que se llama Eduardo Bustelo y habla de un concepto que
es la “parresía”, que es un diálogo de hablar con el otro sin preguntarle cosas, sin pararse
de una determinada manera frente al otro. Sabiendo que tenemos ese desafío de la
participación de los jóvenes y de los niños, en la experiencia de elaborar un plan de
manejo para el Parque Público Punta Yeguas en 2009, realizamos un esfuerzo importante
para horizontalizar la práctica y el trabajo con 20 jóvenes del barrio; los compañeros de
Parque Avellaneda son testigos de ello ya que participaron también. Y ahora el desafío
con los niños muy chiquititos, cómo comunicarse para dialogar, sin esquema previo. Este
concepto lo dejo ahí planteado de “parresía”, interesante porque por lo menos a mí, me
ha permitido este diálogo. La presencia de los llamados “locos” en nuestros espacios, la
presencia de los perros también implican diálogo, marcan la salud de la participación, de
lo que vamos transitando. La presencia de “diversos” en el hacer, el hacer pensando,
hacer planificando, hacer construyendo. Hacer un guiso –el sábado y domingo tenemos
un guiso de trabajo en la construcción de una plaza de juegos– que permitan estar
haciendo, sintiéndose parte de un hacer. Cuando instalamos un modo de hacer nos
parece que está buenísimo, pero faltan habilitaciones concretas de horizontalidad, en la
actividad se tiene que ver la horizontalidad en sí. Creo que hemos encontrado algunos
modos en la discusión y para hacer los planes, hemos encontrado algunos de los modos

226
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

en esta experiencia latinoamericana de planificación participativa, con unas herramientas


muy básicas que en América Latina van transitando hace mucho tiempo y asentándose.
-Sebastián Gómez: De nuestra parte nos parece que en cuanto al poder es
bastante desigual la cuestión, donde unos tienen bastante poder y otros tenemos poquito
poder. Mientras los de arriba tienen un poder económico, social y político muy grande y a
la vez impulsa unas relaciones patriarcales, de explotación, racistas, que nos someten día
a día, también sabemos que el poder a su vez es una relación de fuerzas, nosotros
estamos involucrados en eso, y en esa relación de fuerza es que trabajamos y tratamos
de combatirlas. El poder si bien es desigual, implica una relación de conflicto, y por eso
nosotros juntos a otros compañeros y compañeras, hablamos de poder popular. Está el
poder de arriba, el poder dominante, y nosotros hablamos del poder de los de abajo, que
es mucho más humilde, que es mucho más difícil de construirlo. Y a su vez para que sea
robusto, no basta con que alguien tome la decisión y ya se ejecuta, como hacen los de
arriba que lo tienen más fácil. Sino que nosotros nos esforzamos día a día, para que sea
más masivo y participativo y que todos los compañeros puedan participar y decidir.
Obviamente que siendo poder popular todo parece muy bonito, pero es un desafío. Si
nosotros nos metemos en el poder popular como un horizonte de querer construir una
sociedad que funcione toda con poder popular. O sea la sociedad que nos gustaría a
nosotros no es una sociedad que genere un cambio social donde unos pocos ejecuten los
derechos para todos, sino que nosotros mismo, los trabajadores, trabajadoras, el pueblo
en general nos hagamos cargo de nuestros mismos problemas, ese es el principal
horizonte que ponemos. Y los desafíos y problemas son varios, entre ellos hay uno que es
la horizontalidad. Nosotros queremos tener relaciones horizontales y que todos participen,
pero sabemos que es bastante desigual la cosa. Yo por ejemplo voy del barrio, y apenas
tengo un tiempo ya me preguntan si puedo resolver cualquier problema que hay en el
barrio. Pero no basta con conocer y uno intenta salir de ese lugar que te colocan, y por
eso intentamos entender esas pequeñas desigualdades de saber y no saber, que nosotros
lo que vemos es la importancia de reconocer eso, porque al final parece que somos todos
iguales pero deciden unos pocos o hablan unos pocos, y eso nos ayuda bastante a
reconocer esa desigualdad de partida con compañeros compañeras que al principio por
ejemplo no sabían leer ni escribir. Y yo apenas hablo, entonces ya tengo razón. Y es muy
difícil, por eso el desafío, el tema de la horizontalidad, nosotros lo vemos como el hoy,
pero también como el mañana, como algo que queremos. Y otra cuestión muy importante
para nosotros es la crítica y la autocrítica y la interrelación, ya que nosotros no votamos la
dirección política, tratamos de hacer la rotación de tareas y los militantes más leales
posibles aunque es muy difícil, pero a nuestra manera lo intentamos. Y lo último, que esto
sería largo, pero muy interesante, es la relación con el Estado. A nosotros nos daba mucho
miedo la relación con el Estado, siempre pensamos que nos iban a comer, que nos iban a
cooptar y luchando pudimos ganar al Estado y nosotros mismos realizar las cosas. Y eso
fue una experiencia muy buena, y se lo ganamos en la calle luchando, nosotros solos no,

227
Interdisciplinarias

sino con un montón de movimientos sociales. Y lo último, que lo decía un compañero, a


nosotros nos pasa que en nuestras mismas asambleas hay compañeros que tienen
expectativas de gobierno, porque seguramente han votado al gobierno en las últimas
elecciones. Obviamente no son todos, pero ha habido un sector. Si nosotros nos ponemos
a discutir, se lo vamos a respetar y a construir con la asamblea, con las posibilidades que
hay, nos ha pasado muchas veces eso, sobre todo con los compañeros que recién se
incorporan. Y bueno es un desafío de cómo transitar con diferente recorridos digamos.
Igual que la asamblea está postergando lo social, no para nada.
-Odorico Velázquez: Se habla de distintas maneras de poder, como un poder que
construye, que habilita, y como un poder que domina, que subyuga. Y también se habla
de que hay algunos espacios con distintas formas de poder, un poder corporativo que
juega desde los sindicatos, organismos que tienen cometidos específicos y otros poderes
como por ejemplo organizaciones como el Galpón de Corrales ¿qué tipo de poder intenta
construir?, ¿cómo se relaciona?, ¿cómo se ve con el poder?
-María Etchebarne: Yo voy a comentar la experiencia a nivel sindical desde el
comienzo hasta ahora, de no tener poder hasta adquirir poder, conocimiento, sobre el
desgaste de nosotros por perder la fuente laboral. No teníamos sindicato, era un
representante nada más que dialogaba con la patronal. Entonces llegado el momento en
que nos íbamos a quedar sin trabajo, porque iba a cerrar la empresa, decidimos formar un
sindicato. Pero, ¿cómo formar un sindicato si no teníamos conocimiento de cómo formar
un sindicato? Y buscamos la posibilidad de alguien que nos pudiera formar, entonces vino
un compañero de UTAA -justamente UTAA está cumpliendo 50 años en Bella Unión- y
llegamos a conformar el sindicato. ¿Cómo lograr las decisiones? En base al diálogo, que
no fueran sólo 2 o 3 que fueran, que siguieran. Eso llegó a suceder en el sindicato, la
asamblea se lo tiró abajo, porque algunos compañeros querían dar el verticalazo: “de que
bueno es así”. Y yo era de las que decía, no así no. Lograr el empoderamiento, de
nosotros decidir qué era lo que nos convenía en ese momento: queríamos mantener la
fuente laboral y para eso teníamos que dialogar a largo plazo. Tomamos la empresa,
decidimos dentro del sindicato el mantenimiento de la empresa, y a su vez hicimos la
producción. No vendíamos pero si mantuvimos la empresa, y la producción en la viña.
Bueno, en base a eso empezamos a dialogar con el Estado, en este caso con la
Corporación Nacional para el Desarrollo. Fue largo, penoso, fuimos muy castigados, pero
logramos que se interesaran y que nos volvieran a retomar. Esto es lo que nosotros
queríamos, que volviera la empresa, y ahora está en mano de privados. Pero en base a
toda esta trayectoria que nosotros tuvimos adentro del sindicato, nosotros vimos que
tuvimos que muchas carencias y si no salíamos a buscar información, por la falta misma
de la práctica a nivel sindical, cometimos errores por la falta de conocimiento. Y entonces
tuvimos un apoyo muy importante de compañeros de acá del PIT-CNT de Montevideo. Que
dicho sea de paso, nosotros le decíamos a ellos que no se centralizaran tanto en
Montevideo, que abrieran el abanico. Bueno algo se logró, fueron hasta allá, negociamos,

228
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

aprendimos. Entonces a mí me parece que nosotros también tuvimos algo que


pudiéramos definir, tener la visión más abierta de lo que queríamos o deseábamos. Y
después tuvimos la participación de Extensión universitaria que nos dio un curso de
capacitación a nivel sindical.
-Anabel Rieiro: Un poco retomando lo que dijo ayer el Rector de nuestra
Universidad, y yo pensaba como estamos tan fragmentados que no nos damos cuenta de
la interrelación cómo es con el otro, como en realidad se piensa la transformación
universitaria, mismo Randall que hablaba de la autonomía, y nunca lo hacemos pensando
cómo es la relación que tiene la Universidad con el otro. Y en eso como que pensaba en
eso de la interpelación, que nos haga también objetivar el poder simbólico que es ese que
tenemos como asumido, naturalizado, y que ejerce complicidad con el poder, ese al que
nos queremos oponer. Y bueno, cuando nos empezamos a juntar con las distintas
organizaciones, también pensamos qué fragmentados que estamos porque cada
organización se cree como autosuficiente. O es la vanguardia de los movimientos, los
sindicatos, o mismo cuando nosotros tenemos experiencias de articulación, y muchas
veces la articulación es para imponer un tema, por ejemplo distintas redes y cuando ya no
está ese tema se retiran. Tenemos en Uruguay y creo nos juega un poco en contra,
categorías muy fijas, por ejemplo la Universidad, sindicatos. Digo, como el estereotipo que
tenemos también nos juega en contra, la fragmentación. Y creo que la experiencia de
Argentina es interesante en eso, en cómo se juntan gente de la Universidad, estudiantes,
no trabajadores con sindicatos pero logran hacer un proyecto de poder popular. Eso que
parece tan fácil, acá en Uruguay tenemos bastantes dificultades.
-Gustavo Fernández: Precisamente estamos en una sociedad con un sistema de
dominación, donde los que están arriba son los que hoy mandan y hablan, los que están
abajo, obedecen, escuchan. El tema del poder se puede priorizar un montón,
indudablemente, algunos por ejemplo hablan de poder ubicándolo en las relaciones
represivas. Hablan del poder cuando hay un aparato represivo. Otros hablan del poder
ubicándolo en el tema de los grandes consorcios económicos. Sin embargo el poder es
algo que atraviesa todo el tejido social. Las relaciones sociales de este sistema están
basadas en las relaciones de poder. No es una cuestión de destruir el poder o no
destruirlo, como algunos plantean, el poder no se puede destruir, el poder se ejerce. La
cosa está en quién lo ejerce. Evidentemente en este sistema lo ejercen unos pocos, y la
gran mayoría están imposibilitados de ejercer el poder. Yo creo que hay un montón de
teorías, pero nosotros en la práctica esta forma de entender el poder tal cual hoy
funciona, está tan instalado que en el imaginario social, que la gente prácticamente no
conoce la alternativa. Muchas veces en el barrio, para llevarlo un poco a tierra, nosotros
en el Galpón de Corrales tenemos una forma de funcionamiento totalmente horizontal,
tratamos que todos participen en la toma de las decisiones, no solamente ir a escuchar,
sino que promovemos la participación en la toma de decisiones. Creemos que va por ahí
la cosa. Lo llamamos democracia directa, la participación directa de las personas para

229
Interdisciplinarias

involucrarse en los problemas, resolver esos problemas directamente. Bueno, tenemos


una serie de valores que queremos promover, por ejemplo la autogestión, la ayuda
mutua, son valores que en esta sociedad encuentran un terreno totalmente adverso,
porque es una sociedad que está basada en otros valores que realmente instalan otra
forma de entender las cosas y otras lógicas. Y bueno viene el vecino por ejemplo, en
alguna actividad, y vos le ofreces una estructura diferente a la que está instalada en el
imaginario social, entonces por ahí lo que busca es saber quién es el jefe. Vos le ofrecés
una instancia de participación y lo que pretenden encontrar es una oficina de quejas
donde nosotros tenemos que responder el 100% de las cosas del barrio. Es como una
lucha ideológica que hay que dar en esta sociedad de cómo se entiende el poder, e
instalar otra forma que va por instalar el poder popular. Porque también hay que
profundizar sobre qué es, donde todos ejerzan el poder. El poder se ejerce, y si tenemos
que abrir espacios y formas donde la gente vaya buscando su lugar, y construyendo esas
instancias donde poder decidir. Hoy, en un taller hablaban del tema de la participación, la
participación ¿en qué sentido? Porque por ejemplo se hablaba del Congreso de la
Educación hace unos años atrás. También es una instancia, pero después el cúmulo de
conceptos e ideas que se desarrollaron ahí, que se intercambiaron en muchos espacios de
discusión sectoriales, territoriales, muy poco se tomó en cuenta. Después he participado
en unas instancias vecinales de evaluación con lo que tiene que ver con la participación
de la descentralización municipal y muchos concejales planteaban “bueno pero nosotros
en esta instancia decidimos cosas que después desde arriba nos vienen con un lineazo
completamente contrario”. No digo de no participar, el tema es buscar esos lugares y
participar tratando de recuperar instancias genuinas de poder, que lo llamamos poder
popular, donde podamos decidir también, no sólo ir a escuchar o de forma consultiva.
Entonces la búsqueda va por ahí, tanto el Galpón de Corrales, como los sindicatos, dar la
lucha ideológica con otros valores y otros conceptos contrarios a los que basa este
sistema, y crear ámbitos realmente de debate donde permitir promover y donde permitir
de forma horizontal e igualitaria que se ejerzan las relaciones de poder en lo micro como
un paradigma alternativo de lo que queremos para una nueva sociedad.
-Fabio Oliva: Yo quería tomar lo que había dicho el compañero y la compañera, en
el tema de la relación con el Estado. Porque apareció muy marcado cuando Sebastián dice
“nosotros en un momento, en una instancia de nuestra experiencia, nos paramos en la
calle y le ganamos al Estado una situación”. Ahí se colocó en una situación de
competencia con el Estado para ganarle una situación particular. Y la compañera
planteaba el tema del diálogo, en el momento de colocarse frente al Estado se dio una
situación de diálogo para ver cómo se construía algo. Pero igualmente estaban en dos
lugares distintos: nosotros estamos en el sindicato, ustedes están desde el otro lugar. Y en
la experiencia nuestra estamos planteando la idea de la cogestión, o sea, en el espacio
público tiene que estar el Estado, las instituciones, tiene que estar la academia, porque el
espacio público es de todos. Entonces en ese lugar todos estamos en el mismo plano,

230
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

cada uno tiene un rol, pero en el momento de tomar las decisiones estás parado en un
lugar distinto. Puede haber diálogo, puede haber una instancia de negociación, pero la
idea de ganar y perder se pierde, porque está la búsqueda del consenso. O sea, cada uno
va a plantear una posición y pero también a generar consensos, la idea es que puedan
ganar un poco todos, que no haya un escenario de ganadores y perdedores. Quería
subrayar esto. Entonces dónde colocamos al Estado y esta idea de la participación con
escenarios donde pueda haber algunos que ganen y otros que pierdan, o empezar a
imaginar escenarios donde puedan ganar múltiples actores. Y lo ideal es que todos los
que estén participando puedan ganar algo.
-Ruben Bouza: A mí, la palabra consenso, yo hace 8 años cuando me la
nombraron, realmente me reí bastante, la cuestioné bastante y critiqué al compañero que
la trajo a la rueda. Me alegré el año pasado cuando fuimos al encuentro de La Mancha,
que una activista de Oaxaca, que dijo “nosotros, solo por consenso”. Me alegré también
que en la asamblea de 5000 personas que hubo ahora ocupando la plaza en España,
encontraron modos. Nosotros decimos más que “el qué” nos interesa encontrar “los
modos”. Y los modos parece que están en algunos lugares, con esa palabra que para mí
no tenía sentido. Obviamente, a veces es más fácil que se arrimen los jóvenes a hacer
consenso con nosotros que el alcalde. El alcalde nos ve por allá reunidos, y pasa por la
orillita, pasa para allá, para otro lado. Le cuesta más que a los jóvenes. Porque hay un
asunto de consenso. O sea, en eso del consenso una de las cosas que me parece
importante, una de las compañeras acá que está trabajando en el tema de consensuar
colectivamente en todas las redes el tema de la memoria. Hay que recuperar la memoria
de nuestro territorio. La memoria activa, y si está es transformadora del territorio. Y
también las memorias, una fuerza que está transitando las cosas, es el tema de la
memoria.
-Fabio Oliva: No quiero monopolizar, pero agregar que en Parque Avellaneda hay
una experiencia de pueblos originarios que se llama La Huaca, un lugar de encuentro de
pueblos originarios dónde hay aymaras, quechuas, participando de este espacio y ellos
nos contaban, cuando les presentamos nuestra experiencia de la Mesa de Trabajo y
Consenso, que los originarios, también se manejaban con esos criterios. Entonces el
concepto del consenso también viene de nuestras raíces, de la búsqueda de lo que eran
los trueques y las economías solidarias y todas esas cuestiones están en la base de los
pueblos originarios, y por ahí pensar que tenemos que empezar a buscar por esos lados.
-Cecilia Pato: Me gustaría hablar de algunas cuestiones que se dijeron con relación
al Estado, queríamos problematizar en el sentido de que nosotros partimos de entender -
como decía Sebastián- las relaciones como desiguales, donde hay dominadores y
dominados, oprimidos y opresores, donde claramente nos ubicamos en los oprimidos, y
justamente en ese sentido el Estado está en el arriba, no en el sentido de situar en el
Estado al poder en sí mismo, sino que el Estado con el conjunto de los otros sectores
dominantes ejercen mayor presión sobre nosotros. Y combatimos y luchamos para revertir

231
Interdisciplinarias

de a poco, en esos contextos que son bastante adversos, revertir las relaciones de poder,
que sean más favorables a los movimientos populares. Que lo planteamos como una
transformación y una alternativa. En ese sentido, nosotros en relación al Estado,
queremos en nuestras distintas prácticas y donde más notamos eso, en la lucha de los
movimientos territoriales de los barrios, donde justamente la situación de la
supervivencia, y hoy en Argentina vemos, a la pelea por el trabajo digno. Es una lucha que
viene cobrando mucha fuerza y hay muchas experiencias para comentar en ese sentido. Y
traigo eso porque nosotros convivimos con organizaciones donde el Estado está presente
constantemente, en nuestras construcciones, sea porque haga intentos de maniobras de
cooptación, también sea porque tenemos que sentarnos a negociar. Están esos dos planos
y por eso en general decimos que construimos “con el Estado”, “contra el Estado” y “en el
Estado”. con una perspectiva de no negar al Estado como algo también posible, y en el
momento en que las condiciones sociales y de fuerzas puedan estar dadas, tener alguna
participación en ese sentido. No quiero negar las relaciones de oprimidos y opresores,
porque es constitutiva y a nosotros nos fortalece en la práctica cotidiana, y nos hace
plantear de manera constante la reflexión sobre el poder. Y nosotros antes de decir que
tenemos que ejercer el poder, decimos que tenemos que construir poder. Y el poder lo
tenemos que construir a través de la formación, la capacitación, de la participación, y
muchas veces utilizamos una frase que es la democracia de barrio. Que tiene que ver con
que cada compañero compañera pueda decidir en sus ámbitos de intervención y también
nos habla de ejercicio de poder hacia afuera por decirlo de alguna manera para que quede
más práctico, pero también el ejercicio de poder hacia dentro en relación a qué prácticas
nos damos nosotros mismos, como compañeros militantes organizados, para construir y
ejercer relaciones nuevas, distintas, emancipadoras, liberadoras. Porque hoy estamos
muy atravesados nosotros mismos –aunque nos digamos combativos, luchadores,
feministas, etc.– estamos atravesados por eso del poder simbólico, una construcción
cultural muy fuerte contra la que también luchamos, y es una lucha también contra
nosotros mismos. Me parece que el debate es muy complejo y da para abordarlo largo y
tendido, y creo que hay alguna complejidad por lo menos a través de la experiencia de
Argentina, que tiene una riqueza, o por lo menos una complejidad mayor.
------------------------------------------------------

Momento II
Trabajo en grupos

-Odorico Velázquez: Compañeras, compañeros, vamos a pasar al segundo


momento de esta dinámica. La cosa es así, nosotros entre todos vamos a tratar de
encontrar alguien con quien conversar, con quien compartir, y escribir en un papelito lo
que se nos ocurra en cuanto al poder. A ver si encontramos algo que signifique una pizca,
una lucecita que nos aporte a construir con ese aporte al concepto del poder, sobre qué
232
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

poder estamos parados y qué poder queremos construir. Con el aporte de todos, cada uno
se va a enriquecer. Se va a sistematizar todo esto y colgarlo en el blog.
-Cecilia Etchebehere: La idea es que los que estén alrededor, con la capacidad de
movimiento que tengamos, es poder pensar un poco, presentarse, capaz los que no se
conocen, y a partir de estos disparadores que oyeron en esta Mesa de Café, registrar en
un papel, escribir, preguntas, palabras, inquietudes, señales diversas, para también ver y
escuchar del otro lado qué generó todo esto.

Luego de la consigna, realizamos el trabajo en grupos…

------------------------------------------------------
Cantamos colectivamente una canción elaborada por Ruben Bouza, en referencia
a los Plenarios del Espacio de Gestión del Parque Público Punta Yeguas y en el marco de
las prácticas de la RIO -Red Intersocial Oeste-. Basado en ritmo cubano muy popular y
pegadizo, con acompañamiento de “cuatro” -instrumento de cuerdas venezolano-.

Ritmo de Plena…RIO

Cada uno aporta


saber y experiencia
acordando modos
pa’ poder luchar.

Vienen de universidad,
desde la escuela y el barrio,
vienen de organizaciones
técnicas y funcionarios

Cada uno aporta


saber y experiencia
acordando modos
para transformar.

A una le gustan los libros


a otros le gusta el arado
a la otra los papelógrafos
a otro le gusta el pescado.

Cada uno aporta


saber y experiencia
acordando modos
pa’ poder luchar.

Toda la gente contenta,


pues para hablar son iguales
registran multipropósitos,
nacen afectos sociales.

Cada uno aporta


saber y experiencia
acordando modos
para transformar.

233
Interdisciplinarias

Proceso, proceso dicen


que vienen de más allá
respetuosos de la vida
de la tierra y la amistá.

Cada uno aporta


saber y experiencia
acordando modos
pa’ poder luchar.

No es en un día o en dos
ni en una reunión puntual
todo se informa y acuerda
desde el plenario menstrual (...mensual)

Cada uno aporta


saber y experiencia
acordando modos
para transformar.

Así seguros, de qué?


apuntan claros, a dónde?
a donde deciden juntos(del estado y sociedad)
los actores que responden.

Cada uno aporta


saber y experiencia
acordando modos
pa’ poder luchar.

Desde experiencias diversas


modos de hacer más claritos
gentes, RIO y UDELAR
van creando encuentros bonitos.

Cada uno aporta


saber y experiencia
acordando modos
para liberar.

Decir participación
en toma de decisiones
es decir que el buen vivir
no se decreta...son construcciones.

(Invitación improvisada en cada momento...probemos la variación, colectivamente,


a ver chico… a ver fuerte con la percusión:)

Cada uno aporta


saber y experiencia
acordando modos
pa’ poder luchar.

saber y experiencia
Cada uno aporta
para concensuar
acordando modos

234
Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

para transformar.
saber y experiencia
acordando modos
Cada uno aporta

------------------------------------------------------

Momento III
Plenario
-Odorico Velázquez: A ver si algún compañero, compañera, vecino, quiera
compartir, aportar lo que escribieron, lo que quieran, vamos a compartir un ratito para
eso.
-Isabel Sans: Por acá, ¿pueden ver? Una red de organizaciones, de poder. Una red
a modo recíproco de organizaciones diferentes, de distintos estilos, pero que se unan para
generar poder. Con una forma de trabajar horizontal, y otras formas de ejercer poder. O
sea que muy sintéticamente esta es la propuesta, obviamente queda para hablar
montones pero ahora seguimos con otra propuesta y después vemos.
-Fabio Oliva: En la discusión éramos cuatro, y una compañera me increpó bien,
porque dice, eso del consenso sirve en espacios públicos. Se puede trabajar, pero en un
sindicato, donde hay relaciones de poder, y está en juego la plata en el bolsillo, las cosas
son distintas. Entonces ahí empezamos a plantear el tema del capitalismo cómo genera
relaciones, donde sin duda, esa es la que te queda. Encontrarte en un lugar, y desde ahí
responder, juntarse y luchar. Pero lo que planteamos fueron dos cosas: primero, si
podíamos soñar donde haya un escenario en el futuro donde esas relaciones cambien,
sean distintas. Y hubo en acuerdo de que sí, podíamos soñar. Y segundo, ver si en el
presente, en las prácticas podíamos estar ensayando esas cosas que nos imaginábamos
para el futuro. Entonces lo que nosotros quisimos mostrar es que en algunos lugares
algunas prácticas están presentando algunas alternativas, a esto que parece la alternativa
dominante. Identificar estas prácticas que hoy existen, estaríamos logrando e imaginando
un poder distinto, creado por una red, de todos los que pensamos sirven esos lugares más
chicos, más grandes. Pensar que en el futuro pueda haber una sociedad distinta.
-Odorico Velázquez: Sería como una práctica emancipatoria, de un futuro posible,
probable y deseable. ¡Qué te parece!
-Cecilia Pato: Nosotros estuvimos viendo distintas cosas y llegamos a esto. Una de
las cosas es que a veces las categorías se terminan convirtiendo en trincheras, y a veces
no estamos hablando de cosas diferentes. Las categorías también están formadas por
cuestiones de poder, y entonces hay que plantearse algo más amplio donde estas
categorías permitan un mejor diálogo. Pensamos que las categorías son parte de
procesos, de formas que tenemos de organizar, son parte de nosotros mismos a la hora
de organizar. Y por otro lado de lo que estuvimos hablando es del consenso, y una de las
cosas que nos pareció interesante es de que manera construir esos consensos. Pero a
veces, estos consensos ocultan relaciones de desigualdad, que hacen parecer un
235
Interdisciplinarias

consenso, y en realidad legitiman un espacio de consenso mayor pero en donde el resto


acata. Me parece que eso es lo más difícil de deconstruir. A veces uno es consultado por
ser de la UBA, y el resto acata, y no sabe el poder que tiene.
-Participante (mujer): Bueno, el poder popular como estrategia, como método y
como proyecto.
-Participante (hombre): Hola, nosotros estuvimos pensando en 3 etapas.
Partimos de un aporte que hicieron las compañeras, en realidad es un anagrama donde
está el poder en vertical, la primera es participación, la segunda estaríamos todos, la
tercera es de derechos, la cuarta es escuchar y la quinta hacer. Desde ahí partimos y nos
pusimos a hablar de lo que cada uno consideraba de esas palabras que es importante
tratar de definir. Y llegamos a una frase que dijo un compañero, que sería: “el poder es
capacidad de hacer, y es humanizante siempre con otros y entre otros”.
-Geraldine Denis: Hola, bueno acá este dibujo es una olla de ingredientes que
vamos poniendo. Yo formo parte de un espacio del cual me siento muy orgullosa de ser y
de formarme todos los días que es el Espacio de Gestión del Parque Público Punta Yeguas.
Acá con la compañera les cuento nuestra forma de trabajo y como llegamos a eso. Para
mí no fue nada fácil y créanme que no todo fue creíble. Pero bueno, estar todos los días
en esa construcción, es verdad, se puede. Una cosa fue como nos organizábamos,
creando una estructura común muy participativa que es una integración de saberes, en el
que todos nos sentimos de igual a igual, que eso es muy importante. Yo soy un ama de
casa, una señora que se integró al barrio y al hacer algo por él. Es un espacio de
encuentro, donde me siento respetada, que puedo sentirme escuchada, y donde recibo
mis palos también, y tengo la oportunidad de redimirme, y todo eso me hace sentir muy
bien. Es un espacio del vecino, que va a discutir con un director de la Intendencia, con un
ministro de Educación, y me hace sentir muy orgullosa de tener una escuela nueva en el
barrio a partir de todo esto, de tener un liceo, tenemos un Parque que es público, donde
todos los vecinos que decidimos juntarnos un día con esa loca idea que hoy es una
realidad. Me siento muy orgullosa de todo lo que hicimos. Créanme que sí que es posible,
y se puede lograr el consenso. Porque perfectamente con un montón de gente que está
hoy en este lugar, y que seguro tiene mucha formación, y que son respetables, créanme
que mi opinión como vecina siempre fue tenida en cuenta y eso es muy importante. Si te
parás donde sea de igual a igual, se consigue todo. Me siento respetada acá y en mi
barrio gracias a esa forma de trabajo. Creo que de otra manera no hubiera sido posible.
-Participante (mujer): También entre esos ingredientes, para desestructurarlos
del poder de los grupos. Hablamos en la mesa, de la zona donde trabajo, trabajo en una
zona rural de Rivera y Tacuarembó, en Mesas de Desarrollo Rural, como elementos donde
podamos juntarnos. Pusimos como importante también la comunicación dialéctica, y de
buscar estrategias, que ellas me decían que les funcionó mucho para el trabajo grupal, de
planificar y buscar estrategias. Y encontramos nexos. Y cuando yo le preguntaba como
llamaban a la gente de fuera del barrio, que representaban las instituciones, y me decían

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Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

que trataban de buscar a la persona que fuera clave realmente de la institución, y que
tomara la decisión. Eso vendría a ser como una receta.
-Silvia Cambre: Otra forma es la expresión, voy a tratar de transmitir como lo
sentimos nosotros. Entonces, contamos nuestras experiencias de poder y lo que creemos
del poder a través de una experiencia. Creemos que el acceso a la información es
importantísimo y se refleja en el manejo de la información, y cómo se transmite, ya que
no todos sabemos transmitir como vamos. Por eso el uso que le damos a la información es
sumamente importante, para que todos tengamos el acceso al conocimiento, y tengamos
todos ese poder y de tomar la decisión, de ver de qué lado estamos, de arriba, abajo,
igual.
-Silvia Ledesma: Yo la verdad quiero hablar sobre el poder, que no podría tener un
espacio, si se sintieran menos “abajo”. Yo por lo menos en este espacio que tenemos
nosotros (el Espacio de Gestión del Parque Público Punta Yeguas), así vaya un académico,
así vaya un ministro, así vaya quien vaya, lo sentimos de igual a igual, y le hablamos de
igual a igual. Porque es la manera de demostrar que nosotros valemos por nuestra forma
de trabajar. Que valemos tanto como el otro, y no nos sentimos abajo. Esto es
fundamentalmente lo que nos da el valor de enfrentarnos al otro y decirle las cosas que
nosotros queremos y necesitamos, sin bajar los brazos, sin bajar la cabeza.
-Cecilia Pato: Nosotras estábamos en un grupo que nos integramos, luego salimos,
y cuando volvimos perdimos la dinámica. Tenemos muchas preguntas: una de las
preguntas era si la horizontalidad ¿significa partir de lugares iguales? Sucede que muchas
veces se confunde la igualdad con formar parte del colectivo. Pero a partir de la idea de
horizontalidad, vemos que en realidad partimos de lugares diferentes, y se puede
construir reconociendo las diferencias y del lugar del que cada uno parte, por lo menos
como desafío. No es que yo trabajo con trabajadores del arroz y yo no soy trabajadora del
arroz. Pero desde lugar que estoy yo que es como trabajadora de la universidad puedo
construir un proceso que es de mi lugar, entonces reconocer que estoy en un lugar
diferente y desde ahí construir un vínculo, como trabajadora incluso. Y la otra pregunta
que nos hacíamos es, si es posible retomar espacios interinstitucionales donde se
materializa la lucha de clases, o sea el consenso de que parte, si es lo mismo consensuar
en una manifestación barrial, en un sindicato o en espacios donde en realidad hay otras
lógicas de dominación, con clases diferentes. Entonces ¿qué medida podemos tomar para
lograr consenso en espacios donde hay diferentes lógicas?
-Participante (mujer): Voy a leer lo que escribimos acá, y voy a leer lo que escribí
yo: “Para obtener poder tenemos que tener conocimiento, para saber qué es lo que
queremos al nivel de la discusión. Después obtener el consenso, y después saber negociar
para poder obtener el poder. Las organizaciones sociales, barriales o sindicales, somos los
únicos que podemos cambiar lo que somos.”
-Cecilia Etchebehere: Estuvimos trabajando la construcción colectiva y el
consenso con sus diversas aristas. También el conflicto, a nivel colectivo sabemos de las

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Interdisciplinarias

divisiones sociales presentes, que existen, que están. Y a nivel personal, el poder
internalizado, que estamos en conflicto con nosotros mismos, cuando ejercemos esas
relaciones que fuimos aprendiendo y que fuimos incorporando. Entonces verlo como una
cuestión de lo colectivo y como personas.
-Gustavo Fernández: Bueno, con un par de compañeros jugamos con la frase del
movimiento zapatista, que a veces complejiza, pero simplifica las interpretaciones, cómo
se entienden los conceptos. Acá pusimos una frase consigna, el que la lea, ya prefija un
concepto negativo que es tomar el poder que está centralizado y llevarlo a todas las
manos. Entonces tomamos esa frase, lo que decía el Sub Comandante Marcos que era
tomar el poder entre todas las manos y sacárselo a los pocos que lo tienen. Con esto del
consenso felicito a los compañeros que instalaron una discusión más allá de si estamos de
acuerdo o no, lograron instalar una discusión que por lo menos llegó a problematizar el
tema. Eso por un lado. Por el otro lado, hay que tener cuidado que, si bien entendemos y
nos queda claro con que espíritu los compañeros lo plantean, a veces se llama consenso a
la forma de avasallar a las minorías. Uno de los principios del primer estatuto del PIT-CNT
integraba el derecho de las minorías a entender sus derechos discrepantes y a
promoverlas hacia la interna. Y como creer que es todo parte de un consenso y también
que no se toman en cuenta las distintas minorías que operan y que hay que tomarlas en
cuenta. El capitalismo, otra cosa que quería plantear también, plantea un consenso único,
un discurso único, un pensamiento único. Ese consenso que deja afuera todas las
opiniones. Pero esto no echa por tierra el planteo que me parece hay que problematizarlo.
Nosotros por lo menos en los espacios que estamos, tendemos a llegar al consenso, no lo
idealizamos, en la medida que lo entendemos como un esfuerzo por lograr una síntesis
colectiva. Nosotros tendemos al consenso pero en la medida que nos permite funcionar
como organización. No agotamos todas las instancias para lograrlo, ni hacemos el máximo
esfuerzo, pero aplicamos un mecanismo de democracia directa que históricamente en el
movimiento popular se ha llevado adelante sin ningún tipo de problemas. Tanto el
consenso como el mecanismo de mayorías y minorías lo podemos problematizar y sacar
cosas negativas de las dos, porque ambas se utilizan para imponerse sobre otros.
-Walter Morroni: Yo voy a hacer una intervención porque me están dando vueltas
en la cabeza algunas cosas, que probablemente no caigan muy bien. Hace poco tiempo,
un mes más o menos y en el marco del proceso hacia este Encuentro del Núcleo
Interdisciplinario, conocimos el pensamiento de un filósofo, Juan José Bautista, quien dice
que todo esto de la lucha de clases, del capital, no deja de ser una construcción de la
modernidad. La modernidad ocupa los últimos 500 años dentro de lo que es la historia de
la humanidad. Dice que en realidad todas estas discusiones donde nos estamos
complicando la cabeza, no tienen una solución demasiado clara. Si pudiésemos
aprovechar otras experiencias humanas en el tránsito por la historia, como las que está
tratando de recuperar él, con las historias de los comuneros en los pueblos originarios
andinos de América Latina. Ahí los problemas son de otra naturaleza. Es otro escenario.

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Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Se corre por completo. Entonces, podríamos acusarlo y decir que probablemente se trate
de una operación de enmascaramiento, de ocultar las verdaderas relaciones de poder.
Pero de todas formas, me parece que es útil, por lo menos por unos instantes, para
imaginar por ejemplo, una comunidad como las de los pueblos originarios. Aunque para
nosotros está muy lejos esa práctica o esa experiencia porque somos todos descendientes
de los barcos. Una comunidad que tiene problemas y que trata de resolverlos, entonces se
reúne en torno a ese problema, y decide, y resuelve, y se acabó. Porque allí la relación se
explica en una relación con la naturaleza, con los espíritus, y con nosotros -que somos
todos parientes, todos somos primos-, no hay objetos, los objetos no existen como
concepto dentro de esa cosmovisión. Probablemente, no sea fácil comprender lo que
estoy planteando, dado que no tenemos costumbre de hacer este tipo de corrimientos.
Pero, en esta búsqueda de alternativas, me parece que es válido habilitar otras
posibilidades para esta búsqueda, que parece tan terrible en términos de qué sociedad
queremos, qué transformación queremos, hacia dónde vamos, dónde queremos ir. Y que,
si bien después tenemos que volver rápidamente a la realidad, y la realidad son estas
relaciones de poder, no dejan de ser interesantes y estimulantes para poder imaginar otro
tipo de relacionamiento posible entre nosotros mismos, que no sean el comunismo, el
capitalismo, la sociología y la sociedad, que dice que son construcciones de la
modernidad. Este artículo de Bautista, está incluido en el libro que produjo el Núcleo
Interdisciplinario y que se presentó ayer, donde podrán encontrar sendos argumentos y
mejores explicaciones de las que traté de compartir.
-Sebastián Gómez: Por un lado considero que la historia de los pueblos originarios
han tenido muchos elementos de carácter comunitario, que es muy rico para aprender.
Por ejemplo con la naturaleza que, nuestra relación es de dominación no de
contemplación, dominación de los recursos naturales. Pero también es cierto si hablamos
de pueblos originarios que había explotación y relaciones de dominación al mismo tiempo.
No era que no había relaciones de poder.
-Walter Morroni: Esa es una mirada desde la modernidad, según Bautista.
-Sebastián Gómez: Había aspectos de comunitario, pero también había aspectos
de desigualdad también. Por ejemplo, experiencias del movimiento obrero han tomado
ideas de la comuna, incluso la primera revolución en la modernidad, los trabajadores en la
comuna de París, que planteaba el poder de la comuna, y la resolución de los problemas
desde la comuna. Esa idea de tomar en nuestras manos los problemas y resolverlos,
tiene muchos elementos de la historia. Nosotros como experiencia de movimientos
sociales en Argentina, venimos de varias cosas. La última dictadura militar del 76 ha sido
una gran derrota nacional, después si bien ha habido un montón de críticas. Y teníamos
muchas ideas que fuimos cambiando, la cuestión por ejemplo de la autogestión, de cómo
lo pensábamos en aquel momento y como lo pensamos ahora. Nosotros tenemos mucho
miedo a la relación con el poder, y medio que huíamos del poder y nos costaba pensar en
grande. Por ejemplo todo lo que eran reivindicaciones económicas, no las tomábamos y

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Interdisciplinarias

hacíamos actividades culturales, educativas, donde teníamos problemas, donde venían los
chicos a trabajar y no sabíamos si iban a la escuela. Y hacíamos apoyo escolar y demás. Y
siempre dudábamos mucho del Estado, y es que teníamos mucho miedo de cualquier
instancia centralizadora, y huíamos porque pensábamos que nos iban a carcomer e iba a
ser muy difícil. Y bueno, en Argentina, una gran lucha que se dio, fue a partir de la crisis
económica, la lucha por los planes sociales. Y eso en nuestro movimiento no ha cambiado
mucho, porque nos dimos cuenta que nosotros mismos podíamos autogestionar
cuestiones económicas, y eso fue un paso importante, pero ahí recién tuvimos asamblea
de vecinos masiva donde discutir que íbamos a hacer, que plan de lucha seguir. Y lo
tratamos de manera asamblearia, comunitaria, podemos decir. Y lo mismo cuando
empezamos a luchar por trabajo, o salud, educación, etc. Y recién ahí cuando dimos un
pasito más, y pudimos pararnos frente al Estado y romper con el tema grande que
teníamos que era el localismo, que antes nos quedábamos muy encerrados localmente. Y
confiar en otras organizaciones y demás en otras instancias de descentralización que nos
posibilitaban crecer, con mucho cuidado. Tuvimos malas experiencias también. Y ahí
tuvimos la oportunidad de pensar lo local con lo general también, de pensar una
alternativa política de cambio social. Y ha sido muy difícil, recién ahora estamos
expresando la necesidad de lo local con lo general. Y así es como han surgido varios
movimientos sociales en Argentina. Los que se han quedado en lo local tienden a
desaparecer. En general esa ha sido la experiencia.
-Cecilia Pato: Retomando lo que se venía diciendo, que es un intercambio rico y
que está bueno, sobre todo porque el desafío que tenemos las organizaciones, grupos,
colectivos, es caminar o hacer el intento de construir a pesar de y con, las diferencias que
nos contiene. En ese sentido nuestra experiencia en el Frente Popular Darío Santillan en
Argentina es valiosa, justamente porque es un frente que aglutina distintas tendencias,
tradiciones y militancias. Y hoy escuchando el debate que se generó, pensé que estaba
bueno, hacer un esfuerzo de síntesis. Y en ese sentido recuperar una cuestión que
nosotros podemos contar de nuestra experiencia, un poco con la particularidad que
tenemos dado que somos una herramienta para la discusión, que tiene múltiples
componentes, porque articulamos distintos sectores desde los sindicatos, organizaciones
barriales, vecinos, desocupados, con distintas aristas de trabajo: género, derechos
humanos, cultura, etc. El Frente es una organización que tiene representación en muchas
provincias de Argentina y nos encontramos con el desafío de seguir creciendo y
planteando la posibilidad de construir una alternativa política y social. No sólo para
nuestro país, sino con una perspectiva muy fuerte latinoamericana. Estamos conformando
hoy por hoy una herramienta más grande que nuclea a distintas organizaciones, algunas
en Buenos Aires y en otras provincias, nos llaman COPA que es la Coordinadora de
Movimiento Populares en Argentina. Lo traigo a colación porque justamente en el proceso
de construcción del poder, y de las distintas formas de entender el poder, cada una de las
organizaciones que componemos el Frente y también la Copa, es un desafío constante y

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Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

demanda mucho esfuerzo. Es también acompañar eso desde la misma práctica con
mucha reflexión puesta sobre esa misma práctica. Nosotros tenemos principios
fundamentales de construcción, el poder popular, y me parece que está bueno esto de
contener la diversidad, también haciendo visible el patriarcado, asumiendo la forma de
opresión como una forma más de dominación hoy en nuestro sistema que tiene a la mujer
como víctima. Contar eso de que la construcción social tiene que ir acompañada de un
proceso de articulación del poder político, y es una crítica constante. No mucho más
porque hay compañeros y compañeras que se están yendo, y para que no se haga muy
largo, podemos seguir charlando y compartiendo las experiencias.
-Fabio Oliva: Yo no vengo de ninguna organización, por ahí lo interesante es eso,
contar que desde la experiencia nuestra que es territorial, donde cada uno participa desde
el lugar de donde viene, es un lugar abierto, cualquier vecino está presente, porque está
también el trabajo de consenso. La Ley 953 definió que el Estado es el que preside ese
ámbito, entonces cada uno toma su participación frente a alguna decisión que se esté
tomando, y eso lo integras. Entonces lo que yo puedo contar desde nuestra experiencia es
un poco desde mi mirada, pero no un objetivo común desde nuestra experiencia, ni una
persecución de un objetivo común que tenga que ver con alguna lucha o con alguna
reivindicación. Sino lo que propugnamos es esta forma de resolver las situaciones con un
plan que definimos juntos, la idea de que tiene que haber un plan y ponernos en camino a
ese plan. Por ahí yendo a la situación particular en la que estamos hoy, sería interesante
comentar, me ha tocado estar en la mesa, la experiencia en ese ámbito en cuanto a los
logros. Pero nosotros estamos también en una situación difícil, en la ciudad de Buenos
Aires donde volvió a ganar un modelo político que es el “macrismo”, el PRO, que es una
concepción de la no política. La idea de que puede existir a través de una gestión
empresarial la posibilidad de la administración de la ciudad. En esta situación nosotros
estamos en un conflicto grande porque ahí nos encontramos en el territorio con una
experiencia de muchos años que viene sosteniendo otro modo. Y ese modo, que nosotros
siempre dijimos que era político, y nos dijeron no ustedes son los vecinitos que les
interesa el espacio público y nos intentaron reducir la experiencia nuestra a una cuestión
vecinal que siempre entendimos que era política y hoy hay una disputa muy fuerte entre
el modelo empresarial y el espacio participativo, porque la única manera de hacer
negocios es meter a los vecinos en sus casas. Entonces hoy, la experiencia territorial
nuestra está muy en la política del territorio, discutiendo desde otras formas de hacer,
desde otra lógica, con muchas tensiones que han generado mucho desgaste para todos.
Por esta posibilidad de ponernos en relación con otras experiencias, de cruzar la mirada a
Latinoamérica, y empezar a generar una red que sostenga las experiencias que hoy están
intentando ser. Nosotros nos damos una forma en red. Hay otras experiencias que
sostienen esta modalidad, mismo los compañeros del Parque Público Punta Yeguas, y la
importancia de valorar estas instancias, estas discusiones, y generar los lazos para el
futuro, un desafío grande en el sentido de capitalizar las oportunidades que hemos

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Interdisciplinarias

construido, con el fin que haya un producto que nos vincule para adelante. Ya nos vamos
conociendo porque ya se van dando los intercambios.
-Cecilia Etchebehere: En realidad vamos a cerrar un poco por el tiempo y las
energías, ver un poco lo que pasó hoy y va a seguir mañana. Y ahora nos queda el desafío
de mañana, de poder levantarnos para ir a las 9 hs. y seguir con este Encuentro. Gracias
por todo.

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Pensamiento crítico, sujetos colectivos y Universidad

Resumen

La publicación recoge ponencias y diálogos producidos en el Encuentro, del año


2011, organizado por el Núcleo-Red Pensamiento Crítico en América Latina y Sujetos
Colectivos y en el que asistieron diversidad de integrantes de servicios universitarios,
instituciones y organizaciones sociales, de Uruguay y de otros países del continente.
Los textos aportan la riqueza de la confluencia de voces y el diálogo de saberes, en
torno a cuatro convicciones:
La pertinencia del pensar crítico para conocer la realidad social actual.
El carácter sustantivo de los contextos de producción de conocimiento.
La importancia del pensamiento crítico para abrir planos de análisis, generar
desafíos, e ir más allá de lo coyuntural.
El carácter virtuoso de una red abierta a las preocupaciones de sujetos y actores
sociales.
En tal sentido, es una muestra de una Universidad abierta a demandas de las
organizaciones sociales, donde el pensamiento crítico se genere y se sustente en un
campo más vasto, que incluye y trasciende los centros académicos.
Pensamiento Crítico en América Latina y Sujetos Colectivos es un proyecto que
integra universitarios de once servicios, y ha recibido el apoyo del Espacio
Interdisciplinario de la UDELAR por los períodos 2009–2011 y 2013–2014. Se orienta al
estudio de procesos vinculados a los sujetos colectivos y la constitución de alternativas en
el Uruguay, produciendo conocimiento a partir de un abordaje inter y transdisciplinario, a
través de metodologías participativas de investigación y acción. Apunta a fortalecer
prácticas sociales transformadoras, facilitando espacios de formación y reflexión para
organizaciones sociales, estudiantes y profesionales universitarios, favoreciendo la
articulación, emergencia y visualización de experiencias colectivas.

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Interdisciplinarias

Eje 1: Momentos en el intercambio

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Interdisciplinarias

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