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insurgências e resistências
descoloniais
ISBN 978-85-9485-012-6
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Apresentação...................................................................................................... 7
Capítulo I................................................................................. 15
Aporías de la Descolonización. Relaciones de
dominación e identidades subalternas
Luis Claros
Capítulo II............................................................................... 41
Zavaleta, Reinaga y la lucha por la construcción de
prácticas y pensamiento emancipativo en el
actual ciclo estatal Boliviano
Jorge Viaña
Capítulo III.............................................................................. 75
Educação Superior: insurgências e resistências
descoloniais na Bolívia
Manuel Tavares
Capítulo IV.............................................................................. 91
Universidade Indígena Boliviana Aymara Tupak Katari
e Universidade Federal do Sul da Bahia: Caminhos
da Descolonização no Acesso e Permanência
Evangelita Carvalho da Nóbrega
Francisca Mônica Rodrigues de Lima
Apresentação
Do outro lado do espelho: Insurgências descoloniais é o resultado da
experiência da imersão internacional – módulo internacional -, reali-
zada no Centro de Pos-Grado en Ciencias del Desarrollo (CIDES), da
Universidad Mayor de San Andrés, em La Paz, Bolívia, em maio de 2015,
por 25 estudantes de pós-graduação em Educação (mestrado e douto-
rado) do Programa de Pós-Graduação em Educação, da Universidade
Nove de Julho (UNINOVE). O módulo, programado em colaboração
com o CIDES, foi constituído por duas dimensões: acadêmica e cultural.
A dimensão académica, com a duração de 15 horas ao longo da sema-
na, divididas em cinco seminários, foi organizada em torno da seguin-
te temática: As universidades multiculturais como projetos de inclusão
da diversidade cultural e epistemológica e de descolonização da educa-
ção superior. Nos seminários foram trabalhados os seguintes subtemas:
Os Autores
Luis Claros
Professor de Postgrado en Ciencias del Desarrollo (CIDES), Universidad
Mayor de San Andres, La Paz.
presentaría como una tarea de poca monta. Sin duda, ninguno de los es-
tudiosos ni de los militantes de la descolonización estarían dispuestos a
empequeñecer el problema de la colonialidad y los desafíos que impone.
Este dilema nos coloca ante la tarea de analizar aquello que esta implica-
do en la descolonización en tanto reafirmación de la cultura dominada.
La posibilidad de identificar el proceso de descolonización como
reafirmación de la cultura dominada implica dos ideas altamente pro-
blemáticas. Por un lado, implica que las fronteras entre la cultura domi-
nada y la cultura dominante son claras y que, además, es fácil identificar
la procedencia de cualquier rasgo cultural. Por otro lado, supone que la
relación de dominación no afecta a la constitución identitaria del domi-
nado (ni la del dominante). Si las fronteras entre las culturas dominadas
fuesen difusas, si los orígenes de los rasgos culturales estarían velados
para su conocimiento entonces sería imposible delimitar los contornos
de una identidad a ser liberada mediante su reafirmación, por tanto, la
descolonización presupone la clara cognoscibilidad y delimitación de las
culturas. Respecto a la segunda implicancia, podemos considerar que
si la dominación fuese pensada como una relación que tiende a consti-
tuir -o siquiera transformar- en su acción la identidad de dominados y
dominantes, entonces la descolonización caería en un contrasentido al
reafirmar la identidad del dominado, ya que estaría reafirmando literal-
mente la “identidad del dominado”, es decir, los efectos de la dominaci-
ón. Como se puede apreciar, la descolonización –en tanto reafirmación
identitaria- presupone la superficialidad y relativa inocuidad de la do-
minación. Sin embargo, pocos querrán atribuirle a la dominación colo-
nial un papel tan inofensivo. Como hemos visto en el primer punto, el
hecho colonial llega a cumplir el rol de eje articulador del orden social
contemporáneo, o más aún, hecho constitutivo de la contemporaneidad;
esta característica activa de la dominación debe ser reducida con el fin
de habilitar la existencia de una identidad cultural que se mantiene ina-
fectada pese a estar inscrita en una relación de dominación.
Como se puede apreciar, la forma básica de pensar la relación co-
lonial conduce -como una de sus posibilidades más directas- a plante-
ar la descolonización como la liberación de la cultura dominada. Esta
forma de pensar la descolonización implica pensar la dominación colo-
nial como una acción de poco alcance o relativamente ineficaz, lo cual,
como dijimos anteriormente, va a contracorriente con el énfasis en el
carácter central y constitutivo del hecho colonial. Esta tensión suele ha-
bitar las reflexiones en torno a la descolonización. La argumentación
de Carlos Mamani1 pone en evidencia cómo esta tensión escinde la co-
herencia textual. Partiendo de una fuerte dicotomización entre pueblos
indígenas oprimidos y opresores no indígenas, Mamani tiende a mos-
trar el desafío de la descolonización como una lucha por la liberación
para “ser nosotros mismos” (Mamani, 1992: 1), es decir, para reafirmar
la identidad de los indígenas. Esta lucha asume una importancia vital
ya que se enfrenta a un tipo de dominación que ha arrancado a los pue-
blos indígenas de su condición de sujetos de la historia; para Mamani el
efecto principal de la conquista colonial es haber arrebatado a los pue-
blos indígenas el control de su devenir. Al mismo tiempo, esta lucha se
revela ardua debido a los sutiles mecanismos mediante los cuales el co-
lonialismo actualiza sus relaciones de dominación. Mamani se encarga
de mostrar cómo el colonialismo ha operado una expropiación simbóli-
ca y física de las fuentes de la identidad indígena; la revolución nacional
de 1952 representaría una fase donde los mecanismos de despojo de la
herencia cultural indígena se habrían manifestado bajo las formas de la
integración de los indígenas al devenir histórico de la bolivianidad. Sin
embargo, el fin argumentativo exige que este despojo se presente como
parcial y relativo: “la opresión colonial no nos arrebató sustancialmente
el control del espacio. Lo que sí queremos es retomar el tiempo histórico
y desalienar nuestra historia” (Mamani, 1992: 5). El control del espacio
se mantendría fuera del alcance de la dominación colonial, llegando in-
cluso a plantearse que “la colonización boliviana es tan débil en cuanto
al control del espacio, que por su carácter de enclave sólo pueden hablar
de un cierto dominio en las ciudades” (Mamani, 1992: 6). Mediante este
artificio argumentativo se asegura la preservación de un espacio incon-
taminado que sirve de bastión para propugnar la descolonización como
una reafirmación del ser propio de los pueblos indígenas.
1 Carlos Mamani es un reconocido investigador que fue integrante del THOA (Taller de
Historia Oral Andina). La experiencia del THOA representó un “intento de poner en
práctica las exigencias de recuperación histórica de los movimientos indios” (Rivera,
1987: 57). El THOA se constituye en una de las experiencias de investigación y reflexión
de mayor impacto en torno a la dominación colonial y las luchas descolonizadoras en
Bolivia. Su objetivo manifiesto era “descolonizar la memoria histórica india” (Choque y
Mamani, 2003: 150).
3 La reflexión más aguda sobre estos temas es la elaborada por Jacques Derrida bajo la
denominación de différance (Derrida, 1998). Parte de nuestra argumentación tiene como
referencia estas elaboraciones. Realizamos una discusión más amplia de la propuesta
de Derrida en: Subsunción de la insurgencia en la narrativa histórica.
4 Para una discusión más amplia de la propuesta teórica de Gayatri Spivak y de los Estudios
de la Subalternidad, ver nuestro ensayo “Prosa colonial, historia y subalternidad” que
se encuentra en Colonialidad y violencias cognitivas.
hacia una interrogación sobre si los subalternos pueden ser escuchados nos aleja de
la complejidad del problema planteado por la propia Spivak y de su reconocimiento a
“la utilidad a largo plazo en Jacques Derrida que ya no encuentro en los autores de La
historia de la sexualidad [Foucault] y Mil mesetas[Deleuze]” (Spivak, 2006: 362).
6 Como hemos visto, el “esencialismo estratégico” de Spivak esta motivado por el carácter
constitutivo de las relaciones diferenciales, las cuales problematizan al esencialismo meta-
físico. Este gesto estratégico nos remite una vez más a Derrida cuando señala que el juego
de las relaciones diferenciales nos obliga a trazados estratégicos y aventurados: “Todo en
el trazado de la diferancia es estratégico y aventurado. Estratégico porque ninguna verdad
trascendente y presente fuera del campo de la escritura puede gobernar teológicamente
la totalidad del campo. Aventurado porque esta estrategia no es una simple estrategia
en el sentido en el que se dice que la estrategia orienta la táctica desde un objetivo final,
un telos o el tema de una dominación, de una maestría, y de una reapropiación última
del movimiento o del campo” (Derrida, 1998: 42). El esencialismo estratégico se torna
problemático porque su carácter de estrategia se asienta y es exigido por la diferancia,
pero, en contraste con la estrategia aventurada, es una estrategia con un telos signado
por un objetivo definido (trastocar las relaciones de dominación), es decir, orientadora
de una táctica, por tanto, aspira a una reapropiación última del campo, revelando en
cierta forma resabios teológicos que paradójicamente el esencialismo estratégico estaba
llamado a disipar. Lo que aquí planteamos en simplemente una hipótesis a manera de
provocación, la cual deberá ser reflexionada con más detenimiento para explorar sus
limitaciones y sus consecuencias.
7 Nuestro análisis toma como base los planteamientos teóricos de Ernesto Laclau, en
particular, los expuestos en Nuevas reflexiones sobre la revolución de nuestro tiempo.
8 Otro claro ejemplo de esto es la concepción de Felipe Quispe: “En la época de nuestros
abuelos, no había ni un ladrón, ni holgazán, ni un adultero; tampoco se permitía entre
nosotros gente de mal vivir en lo moral. En este sentido, los hombres y mujeres tenían sus
ocupaciones honestas, de manera que eran felices porque no hubo hambre ni miseria”.
(Quispe, 2007: 19). Un análisis más detallado de la elaboración argumentativa de Quispe
se encuentra en el capítulo sexto de nuestro trabajo Subsunción de la insurgencia en la
narrativa histórica.
10 Para una discusión de este tema ver nuestros ensayos: “Anti-manual para anti-analfabetos:
sobre las múltiples facetas de la soberbia intelectual”, en: VV.AA. (2009). Bases metodo-
lógicas para la investigación del derecho en contextos interculturales. Sucre: I.J.B./PIEB;
“Un cuestionamiento al uso tradicional del término verdad: John Austin y la teoría de los
actos de habla” (en coautoría con Norma Ríos), en: Lup’iñani-Pensaremos, Nº 5, 2009.
La Paz: Muela del diablo; y “Aprendizaje y relaciones de subordinación: consecuencias
de la concepción representacionista de la verdad” (en coautoría con Jorge Viaña), en:
Integra Educativa, Nº 6, 2010. La Paz: III-CAB.
11 “Soy lo que soy por medio de significantes que me representan, significantes que cons-
tituyen mi identidad simbólica” (Žižek, 2010: 42). Citamos este pasaje sin la intención de
entrar en el debate al cual pertenece; sólo queremos enfatizar el carácter esencialmente
relacional en la formación de identidades.
12 Dentro de las diferentes formas de comprender y practicar la descolonización se en-
cuentra aquellas que apuntan a entender la descolonización como un retorno y las que
el la entindene como un descentramiento. Nuestra postura se ajusta mejor a la segunda
opción, la cual tiene uno de sus desarrollos argumentativos más vigoroso en los trabajos
de Luis Tapia, por ejemplo: “El triple descentramiento. Descolonización, democratizaci-
ón y feminismo”. Dentro de esta misma línea también se debe mencionar los trabajos
de Alison Spedding, en particular, Descolonización. Crítica y problematización a partir
del contexto boliviano. En dicho texto indica: “Para mi, «descolonizar» representa la
búsqueda de esquemas de pensamiento que efectivamente desentronizan el proceso
colonial y las categorías resultantes de ello de su posición central” (Spedding, 2011: 104).
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Reinaga”.
Jorge Viaña
Professor de Posgrado en Ciencias del Desarrollo (CIDES) da
Universidad de San Andres, La Paz.
Introducción
En el presente artículo se plantean bases mínimas para reflexionar
sobre como funciona y a corregir el grave error que se está cometiendo
en la coyuntura del ciclo estatal boliviano que cumple 10 años (2005-
20015). Es todo una década y no hay excusas para lo haber avanzado
en algo fundamental, el proyecto estratégico, la politización desde aba-
jo, el poder popular construyéndose desde y en las masas politizadas, al
menos hacer los esfuerzos necesarios, en Bolivia no se ha podido cre-
ar las condiciones materiales ni subjetivas del aglutinamiento del polo
más emancipativo del proceso dentro y fuera del Estado, construcción
de cuadros políticos, hoy casi no existe nada de todo esto.
No se ha intentado -como si lo hizo Venezuela dese el 2003- una re-
organización organizativa en función a los objetivos de construir bases
del anticapitalismo y descolonización profunda, no se ha avanzado lo
necesario para crear bases de autogobierno y poder popular desde aba-
jo y ni siquiera se ha podido ir acompañando con una politización am-
plia y movilizada desde la sociedad que no esté basada casi solamente en
priorizar las coyunturas y el llamado a votar. Estamos en un momento
en que esto se ha vuelto urgente por el escenario internacional y las con-
diciones internas del proceso de cambio en Bolivia. En Bolivia los ciclos
estatales son cortos y con virajes profundos esto nos enseña la historia.
En suma casi todo el esfuerzo se ha concentrado en hacer maqui-
narias electorales, campañas permanentes. Por mucho que se hubiera
generado excedente y se lo hubiera redistribuido exitosamente y se hu-
bieran hecho infinidad de cambios formales y legales exitosos, y por su-
puesto atendido las coyunturas de forma exitosa, esto no es suficiente,
se descuida la construcción del horizonte estratégico, la reorganizaci-
ón organizativa en funciona a cambios más profundos de descoloniza-
ción profunda y anticapitalismo en fin de al menos intentar construir
organizativa y políticamente las bases para avanzar hacia el socialismo
comunitario.
Que es el buen vivir?, que es el Estado Plurinacional? Como se ar-
ticulan descolonización y anticapitalismo?, Como articulamos prácticas
y reflexiones que ayuden a seguir construyendo horizonte estratégico
y seguir viendo donde se pueden hacer cambios estructurales y no solo
pensar y actual en función de las coyunturas? Como avanzamos prác-
“Pan-indianismo” transnacional
Una de las fuerzas más grandes de unificación de los subalter-
nos es la construcción de grandes discursos unificadores, los cuales
intentan totalizar lo más posible los elementos de diversas realidades
que se perciben unidas frente a una misma amenaza y enemigo. Este
parece ser el caso de Reinaga, con la enorme fuerza que esto genera
y tambien sus limitaciones. Garcia Linera sintetiza así la apuesta que
Reinaga construye:
1 La idea de los orígenes “africanos” del indianismo fue analizada por Lucero en un artículo
que lleva el sugerente título: “Fanon, Reinaga y los orígenes “africanos” del indianismo
en los Andes”.
Pero EE. UU. y Europa se hallan cercados por los “indígenas” del
Asia, África e Indoamerica. De la población actual del mundo que
es de 3.180.000.000; 2.500.000.000 son indios; y 680.000.000 son
blancos. Dos mil quinientos indios se han levantado contra seis-
cientos ochenta millones de blancos, exigiendo su libertad. Y estos
2.500.000.000 de “indígenas” del mundo, estos 2.500.000.000 de
indios hambrientos y esclavos del planeta Tierra cercan al Occidente
con tal fuerza y con tal cenita conciencia, que la victoria, si sabemos
luchar, la cantaremos los indios del mundo. (Reinaga, 2001: 67)
Esta es una idea muy similar a la que plantea bajo otros fundamen-
tos y horizonte Fanon en el famoso libro los Condenados de la Tierra,
autor muy citado en los textos de Reinaga y en especial en Revolución
India: “¿Nacionalidades indígenas?”. No hay tal cosa. El indio es una
sola Nación. El indio es la tierra animada, es la tierra vitalizada; tierra
viva.” (Reinaga, 2001: 117)
La idea de una sola nación india -al menos continental- con alcan-
ce mundial en el mejor de los casos, como se vio en las citas de Reinaga,
se concretiza en la propuesta de entender la dominación como una con-
frontación entre castas señoriales e indios, en especial por las caracterís-
ticas de las insipientes burguesías. Esta idea de castas señoriales –como
luego las llamará Zavaleta- será retomada por muchos de los que des-
pués estudiaron y denunciaron el tema del colonialismo interno:
En esta otra cita queda más clara la debilidad de esta primera for-
ma clásica y fundacional del discurso indianista con su núcleo central
del panindianismo transnacional:
Este eje será central en los años noventa porque una corriente fun-
damental del debate actual ha centrado el análisis y las propuestas en
la descolonización del estado bajo la forma de Estado Plurinacional y
constitución de amplias autonomías indígenas.
Este análisis de una “forma extraeconómica de extracción de ex-
cedente” es llevado a las últimas consecuencias, como se ve en la famo-
sa frase de Zavaleta:
(…) lo que había de capitalista en Bolivia estaba siempre de-
terminado por lo que había de no capitalista… En realidad, los
capitalistas mismos tenían depositadas sus ilusiones no en valores
burgueses, sino en los símbolos señoriales. (Zavaleta, 2008: 85)
Este convertirse del pongo o siervo “en parte de su ser” del señor
es la clave de la propuesta de Zavaleta, ya que de esta manera, no sólo
los que están en la situación de ser subalternos en las relaciones colo-
niales ven con los ojos de otros, en esta propuesta el amo también “ve
por medio de otro” que es el pongo. A esto es a lo que nos referimos
con una relación absolutamente esquizofrenica de las relaciones colo-
niales. Una verdadera enfermedad, de la cual nadie escapa, de un lado o
del otro. Unos sintiendo lastima de sí mismos y otros sintiéndose afor-
tunados de tener indios a disposición. Sin darse cuenta que “el siervo
es la enfermedad del amo”, enredados ambos en una trama y articula-
ción colonial nefasta:
tidad popular” porque existe, hasta hoy una “lealtad” un “servicio espi-
ritual” hacia lo señorial.
Citando a Tupaj Amaru muestra que lo que este pretendía era:
“(…) ser asimilado al señorío español y no se pide por un instante la
supresión de la servidumbre, sino de la devolución de sus yanaconas.”
(Zavaleta, 2008: 102)
El que Tupaj Amaru gastara cuatro años reclamando el reconoci-
miento de su condición señorial es lo que Zavaleta considera como una
forma de manifestación de esta lógica de disolución de la identidad po-
pular porque existe una lealtad, un “servicio espiritual” hacia lo seño-
rial, sin que esto signifique que sea un proyecto señorial (como el del
Mariscal Andrés de Santa Cruz al inicio de la república), al menos no
en el sentido en el que lo estamos analizando:
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Manuel Tavares
Professor do Programa de Pós-Graduação em Educação
(PPGE) da Universidade Nove de Julho (UNINOVE).
E-mail: manuel.tavares@outlook.com.br.
Colonialismo e de(s)colonização
O termo colonial diz respeito ao período em que decorreu a submis-
são de um povo ou de uma nação a outro povo ou nação. Numa perspec-
tiva política, cultural e epistemológica, entende-se por colonialismo todo
o período em que os povos foram submetidos ao domínio de um poder
externo, impondo, pela violência, a sua cultura, a sua religião e as suas
visões de mundo e da vida; o que caracteriza este período é a dominação
a partir da construção de estruturas coloniais de poder e de dominação
que tiveram reflexos em todas as dimensões da vida dos povos subme-
tidos ao processo colonizador. Na perspectiva de Quijano (2009, p. 73),
Pós-colonialismo e resistência
O pós-colonialismo é, numa primeira abordagem, o período após a
emancipação política dos povos. Embora não haja consenso em relação
ao conteúdo deste conceito, Ashcroft et al. (1998) o usam para descre-
ver a cultura influenciada pelo processo imperial desde os primórdios da
colonização até aos dias de hoje. O pós é, com certeza, e do nosso ponto
de vista, a abertura de um novo espaço, de produção, de resistência e de
discussão e, certamente, um desafio em relação às produções anteriores.
Tanto se refere ao estudo dos efeitos do colonialismo europeu, como às
respostas de resistência dos povos colonizados tendo em vista a afirma-
ção das suas culturas e da sua dignidade. Existe, ainda, a preocupação,
por parte dos estudiosos dos países do chamado “terceiro mundo”, em
analisar o legado político, económico, social, cultural e filosófico do co-
lonialismo, pela importância da herança deixada após séculos de pre-
sença. A questão da língua, da estrutura política e das formas estéticas
fundamentais permanecem como pilares da experiência de qualquer so-
Reflexões finais
O mundo acadêmico contemporâneo está ainda aprisionado a um
modelo ocidentocêntrico, quer no que diz respeito à sua organização
político-administrativa e disciplinar quer ao paradigma epistemológico.
Do ponto de vista político, a submissão das universidades às diretivas
das agências internacionais de regulação põe em causa a sua autonomia
participativa e a liberdade dos acadêmicos nas suas pesquisas, mais pau-
tadas por critérios produtivistas do que científicos.
A transformação intercultural das instituições de educação superior
é um desafio enorme perante a imposição de uma cultura avassaladora-
mente global. A aposta num projeto político e pedagógico intercultural
na vida acadêmica é, sem dúvida, o início de uma transformação revo-
lucionária de paradigma.
Na sequência das lutas levadas a cabo pelos povos indígenas da
Bolívia, liderados pelos seus heróis rebeldes Tomás Catari (1780), Tupac
Amaru (1780) e Tupac Catari (1781), iniciaram o seu processo de liber-
tação levando a cabo “a mais gigantesca revolução continental do sécu-
lo XVIII. De 26 de agosto de 1780 até 15 de novembro de 1781 (...) os
índios, pais e avôs dos índios atuais da Bolívia, sustentaram uma guer-
ra civil de tal magnitude e importância que veio a ser, nada menos do
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Introdução
A América Latina sofreu processos colonizadores ao longo de
sua história e, no final do século XX, foi invadida pela Globalização e
Neoliberalismo. Nesse sentido, cabe ressaltar que o modelo neoliberal
foi implantado na Bolívia, na década 1980 e, no Brasil, a partir da déca-
da de 1990, acarretando na reestruturação econômica e fiscal do Estado,
além das políticas governamentais de privatização. Neste contexto, eclo-
diu uma crise econômica com o aumento da taxa de desemprego e êxodo
rural rumo aos centros urbanos (COSTA, 2001). Sob esta ótica, a univer-
sidade submete-se, também às políticas neoliberais passando a educa-
ção a ser um produto passível de avaliação para creditar sua qualidade.
Em 2008, Ministros da Educação do Brasil, Argentina, Paraguai,
Bolívia e Chile assinam o ARCU-SUL com vistas à execução da avaliação
e acreditação de cursos universitários além da criação e implementação
de um sistema de credenciamento de cursos de graduação para o reco-
nhecimento regional da qualidade acadêmica dos diplomas no Mercado
Comum do Sul (Mercosul)1 e Estados Associados (SOUZA, 2015).
Assim, as políticas neoliberais contribuíram para dificultar a res-
truturação dos modelos de universidades2 na América Latina. Estudos
apontam desigualdades de acesso nas universidades, particularmen-
te no Brasil e na Bolívia, cujas características dos processos de acesso
à educação superior pública assinalam trajetórias de exclusão de diver-
sos grupos identitários, como autodeclarados pretos, pardos, indígenas,
quilombolas, estudantes de escola pública, entre outros. É certo afirmar
que os contextos de globalização cultural, científica e tecnológica de-
mandam novas necessidades e exigências de inclusão local e regional,
justificando suas finalidades na adoção de novas alternativas de reno-
vação da educação superior.
Porém, no Brasil, um novo contexto político se instala com o Partido
dos Trabalhadores (PT) desenvolvendo um governo que aposta nas po-
líticas sociais e na inclusão e valorização das classes oprimidas, nos dois
Requisitos de postulación
Carta de postulación y compromiso dirigida al Rector o Rectora,
en la que se compromete a la excelencia académica, cumpliendo
con el plan de estudios, respetar y hacer respetar la normativa
institucional establecida en las UNIBOL, señalando la carrera
Universitaria elegida, y datos personales como: domicilio, número
de teléfono/celular, e-mail, etc.; Manejo del idioma originario
que caracteriza a la UNIBOL – AYMARA “TUPAK KATARI”;
Fotocopia legalizada del Diploma de Bachiller o Libreta de (6º)
sexto de Secundaria original aprobado; Certificado de Nacimiento
original actualizado; Fotocopia de Cedula de Identidad vigente;
11 O Decreto nº 7234, que dispõe sobre o PNAES, executado no âmbito do MEC orienta o
fomento de bolsas- permanência para contribuir com o auxílio de moradia, alimenta-
ção, transporte, inclusão digital, bolsa trabalho, extensão, iniciação científica, creche,
intercâmbio, congresso, fotocópias, material didático e bolsa emergência, programas de
acompanhamento de estudos, fórum de ações afirmativas, entre outros.
12 BAP1- no valor de (duzentos reais) mensais para auxiliar nas despesas de alimentação
e transporte de discentes moradoras/es dos municípios-sedes ou de municípios circun-
vizinhos, com distância de até 50 Km dos campi/CUNIs da UFSB.
13 BAP2, no valor de (quatrocentos e cinquenta reais ) mensais para auxiliar nas despesas
de moradia, alimentação e transporte de discentes oriundos de municípios com distância
superior a 50 Km do local das aulas (sede ou CUNI).
Considerações finais
O acesso à universidade tem-se constituído em uma importante fer-
ramenta de empoderamento e diálogo dos povos indígenas e afrodescen-
dentes. Porém, requer uma configuração em relação às práticas, métodos
e saberes. A presença destas categorias indígenas e afrodescendentes na
educação superior deverá refazer e transformar modelos historicamen-
te estabelecidos nas ditas universidade tradicionais, pois a criação des-
tas novas universidades, UFSB e TUPAK KATARI, indicam processos
de “descolonização” das mentes, práticas e epistemologias.
Apontamos que a Universidade Tupak Katari, por intervenção da
política do Estado, propõe descolonizar as condições de acesso e per-
manência, adotando a gratuidade, o regime de internato, a realização de
atividades produtivas e comunitárias, unindo teoria e prática, o uso de
três línguas estrangeiras, avaliação permanente e individual. Outrossim,
é evidente que as estratégias de descolonização de acesso e permanên-
cia na UFSB são um avanço em termos da democratização do acesso à
educação superior.
Outro aspecto identificado entre as duas universidades é a atenção
voltada às questões que envolvem impactos ambientais e sociais; portan-
to, apostam na sustentatabilidade e pretendem valorizar o conhecimento
científico e os saberes populares. Pretendem dinamizar suas atividades
em prol da transformação social, política, ambiental e econômica das
comunidades regionais e nacionais onde estão inseridas, por meio da
implantação de projetos, atividades de extensão, pesquisas acadêmicas
e outras iniciativas, agregadas ao currículo e às metodologias.
A formação de recursos humanos na universidade pode contri-
buir para a descolonização do caráter colonial do Estado na integração
de teoria e prática entre a universidade e as comunidades rurais. Nessa
perspectiva, é importante destacar na universidade boliviana indígena
o recurso à ancestralidade que remete à ideia de preservação da memó-
ria coletiva que diz respeito aos fatos históricos, mas, principalmente, ao
conjunto de saberes que compõem as tradições culturais andinas, pre-
dominantes nas relações em comunidade.
Contudo, construir o novo é desafiante, ainda mais quando requer
novos formatos institucionais e novas reformulações teóricas e práticas,
bem como novos parâmetros de acesso e permanência de populações
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Introdução
As palavras ouvidas, as orientações e explanações recebidas durante
o Módulo Internacional de Educação, realizado em Maio de 2015, pelos
alunos-pesquisadores e orientadores, do curso de Pós-graduação “strictu
sensu”, da Uninove, na Universidad Mayor de San Andrés, situada na ci-
dade de La Paz/Bolívia, deixou marcas nas nossas histórias, individuais
e/ou coletivas. O contato com um país com uma cultura diferente e com
uma instituição que tem como projeto acadêmico uma relação estreita
com a realidade sociocultural e promover a interculturalidade constitui,
incontornavelmente, um marco definitivo na nossa vida e permite-nos
refletir sobre as nossas origens culturais; por outro lado, permitiu-nos
tomar consciência de que a Universidade, como instituição de ensino e
de educação possui sérias responsabilidades na formação e perpetuação
da memória daqueles que, por suas condições sociais, físicas, étnicas e
de gênero, foram e são silenciados nos mais diversos locais e grupos so-
ciais, por defenderem as suas culturas e os seus saberes.
As sociedades contemporâneas, de tendência neoliberal, impõem
aos cidadãos as suas normas, uma cultura uniforme que tendem a per-
petuar a opressão e a marginalizar outras formas de ver o mundo, ou-
tras culturas e outros saberes irredutíveis à cultura e saber dominantes.
Neste jogo de força desigual em que o mais forte vence, os povos resistem
contra todas as formas de dominação: ontológica, cultural, epistémica,
política, de gênero, sexual. As novas instituições de educação superior
têm o desafio de responder às exigências e necessidades dos povos his-
toricamente condenados à exclusão de todos os processos civilizatórios.
Como refere Moreira (2002, p.16), a cultura adquire cada vez maior
centralidade e é expressa em todos os aspectos da vida social.
Esse combate deve, portanto, ser aquele que proporcione aos jo-
vens e adultos, por intermédio de um “novo modelo de universidade”,
a possibilidade de inclusão dos diversos saberes e diversidade existen-
tes nas sociedades, uma vez que a universidade atual é um reflexo das
universidades ocidentais organizadas de acordo com uma estrutura co-
lonial, quer ao nível dos seus departamentos e disciplinas quer ao nível
das hierarquias disciplinares e dos saberes mantendo e perpetuando a
colonialidade do poder e do saber:
Estermann e Tavares (2015, p. 67) referem que:
Considerações finais
A universidade é uma instituição que recebe diversos indivíduos
que trazem consigo suas características, culturas e diversidades e, nes-
te sentido, deverá promover ações que contribuam para a inclusão de
todos os indivíduos, respectivas culturas e saberes e para a diminuição
das desigualdades sociais.
Referimos no texto, citando Catherine Walsh e Jorge Viaña que o
processo de inclusão supõe um processo de descolonização de todas as
estruturas de poder, das próprias mentes e do saber no sentido de pro-
mover a interculturalidade, ou seja, a dignificação de todas as culturas
e saberes e o diálogo entre eles. Não basta, por isso, uma interculturali-
dade relacional ou funcional que servem, afinal, de legitimação da su-
perioridade de uma cultura, a eurocêntrica, sobre as outras cculturas e
saberes. Só uma interculturalidade crítica possiblitará o resgate das epis-
temologias silenciadas ao longo da história. Por outro lado, como refere
Boaventura Santos, a justiça social e a justiça cognitiva são dois proces-
sos indissociáveis que contribuirão para a assunção de uma cidadania
responsável e democrática.
O surgimento de novos modelos de universidades como a
Universidade Federal da Fronteira Sul, que se autodefine como popular,
ou ainda, conforme defendem Estermann e Tavares (2015), as univer-
sidades interculturais, são, além de necessárias para a queda da mono-
-disciplinaridade, para o surgimento das rupturas epistemológicas e de
formas alternativas de saber, combatendo, em sua raiz, o reducionismo
existente, ainda hoje, nos currículos universitários.
O domínio capitalista não enxerga barreiras, ou fronteiras, para
impor sobre a sociedade as suas regras e estabelecer a manipulação so-
cial por meio do sistema educacional, “oferecendo” aos menos favoreci-
dos, falsas oportunidades de crescimento intelectual que, na verdade, se
transforma em colonização mental e adestramento para o mercado de
trabalho e manutenção do eurocentrismo e da exploração.
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Introdução
A exemplo de outros países da América do Sul, a educação na Bolívia
teve o seu desenvolvimento marcado por um processo que a limitava
aos moldes prescritos pelos colonizadores, desconsiderando a identi-
dade dos povos que ali habitavam. Histórias, culturas, conhecimentos,
valores, espiritualidade e identidades desses povos foram silenciados a
favor de uma educação que interessava aos colonizadores.
Anterior à invasão espanhola, os povos nativos desenvolviam a
educação pautada na oralidade, que exercia uma função primordial, na
preservação da memória desses povos. Nessas condições, o princípio de
inseparabilidade do ser humano e o ambiente era priorizado. Posterior à
invasão europeia, a educação na Bolívia regulou-se pela dominação po-
lítica e militar, passando a ser objeto dos colonizadores, que desconside-
raram a origem, as histórias e as culturas dos povos nativos. No entanto,
apesar do processo de opressão e alienação imposto pelos colonizado-
res, os povos nativos resistiram.
No decorrer da história, várias reformas educacionais foram implan-
tadas, mas sem o êxito necessário para as populações nativas. Porém,
a partir da promulgação da Constituição Maior de 2009, que consoli-
dou a Bolívia como Estado Plurinacional e intercultural, reconhecen-
do os povos nativos, sua história, cultura e território é que a educação
passa a ter novos contornos. Na sequência, a Lei 070 “Avelino Siñani –
Elizardo Perez” normatizou a organização dos currículos, pautando-se
pelo respeito à diversidade, pelo reconhecimento e pela valorização dos
saberes e conhecimentos dos nativos. Assim, considerando o Estado
Plurinacional, e fundamentando-se na legislação, foram elaborados os
currículos regionalizados, objetivando contemplar a pluralidade cultu-
ral presente no país.
Desta forma, foram instituídos, por meio de bases legais, os currí-
culos regionalizados dos povos: Maropa, Yuracaré, Afroboliviano, Uru,
Aimara, Guarayo, Mojeno, Ayoreo, Quechua, Guarani e Chiquitano,
contemplando as especificidades de cada povo, pautado em fundamen-
tos epistemológicos, pedagógicos, culturais e filosóficos, a fim de consi-
derar as interfaces da história e da cultura de cada povo.
Destaca-se, ainda, em relação a essa forma diferenciada de currí-
culo, o currículo regionalizado da população afro-boliviana, que objeti-
Educação na Bolívia
Antes da invasão espanhola, a educação desenvolvida pelos nativos
era diferente de um povo para o outro e estava relacionada à cultura e às
atividades desenvolvidas por cada grupo. De uma maneira geral, a me-
mória era mantida pela transmissão dos fatos passados, das pessoas que
os protagonizavam e suas ligações com o mundo espiritual. A oralida-
de possuía uma função central e era associada ao ensino de atividades
práticas, como a pesca, a caça, a coleta de frutos silvestres, entre outras.
Os processos de aprendizagem se sustentavam em uma cosmovi-
são biocêntrica, em que o ambiente era o mais importante e não se dis-
sociava do ser humano. Portanto, a educação desses povos possuía uma
visão diversa do antropocentrismo, que enxerga o homem como o cen-
tro de tudo, e estava pautada na inseparabilidade do ser humano e o am-
biente, tendo a socialização do território como um dos seus princípios.
Com a invasão europeia, instaurou-se uma educação que visava ga-
rantir o domínio político e militar, além de impor uma ressignificação das
principais expressões sociais dos povos originários. Assim como ocor-
reu no Brasil, o sistema de ensino imposto aos povos nativos da Bolívia
possuía o objetivo de legitimar o domínio colonial – inclusive a escra-
vização e servidão – destruindo a memória coletiva daqueles povos, ri-
dicularizando suas crenças e culturas, buscando suprimir suas matrizes
culturais e identidades. Porém, apesar da imposição de uma educação
alienada e alienante, os povos nativos resistiram e empregaram uma série
de estratégias para preservar a matriz cultural de suas nações (Currículo
Base del Sistema Educativo Plurinacional, 2012).
Além de alienante, a educação imposta pelos colonizadores espa-
nhóis era diferenciada de acordo com o público-alvo. Para os filhos de
espanhóis, criollos (descendentes de espanhóis nascidos na América) e
mestiços ricos, havia as escolas de primeiras letras, a escola de gramática,
a universidade e ou seminário. Para os povos nativos estabeleceram-se
Considerações Finais
O currículo regionalizado dos povos afro-bolivianos passou a vigo-
rar em 2014. Esse currículo procura resgatar a história dos personagens
mais proeminentes desse povo nas diversas áreas; abordar a história e
cultura afro, recuperar e valorizar a língua, espiritualidade e saberes des-
ses negros e negras bolivianos e bolivianas, que atualmente vivem pre-
dominantemente nas províncias de Yungas, Cochabamba e Santa Cruz
(ZAPANA, 2013).
Trata-se de um currículo regionalizado que está de acordo com o
Currículo de Base Nacional, mas que considera as particularidades da
população negra na Bolívia, que, a exemplo do que ocorreu em todo con-
tinente Americano, é lembrada, sobretudo como escrava. Realizando um
paralelo com o sistema educativo brasileiro, o desenvolvimento de um
currículo regionalizado dos povos afro-bolivianos possui a importân-
cia da Lei 10.639/03, que estabelece, no Brasil, a obrigatoriedade do en-
sino de história e cultura afro-brasileira e africana na educação básica.
Essas conquistas das populações negras latino-americanas são
exemplos de luta e resistência de mulheres e homens descendentes de
gente forte; seres humanos que foram raptados em África, trasladados
para a América, subjugados e que, ainda assim, sobreviveram, resisti-
ram aos maus tratos, formaram quilombos, combateram e libertaram
a si e a seus opressores, pondo fim ao processo de escravização que du-
rou quatro longos séculos.
O século XXI é palco de grandes conquistas e comemorações, con-
tudo, ainda existe um longo caminho para vencer o preconceito, o geno-
cídio e o racismo impregnado nas formações sociais latino-americanas,
que ainda pensam com os aportes teóricos dos antigos colonizadores,
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Introdução
O interesse em construir este artigo intitulado “O currículo base do
sistema educacional boliviano, sob ótica da teoria pós-critica do currí-
culo”, emergiu do entrecruzamento de experiências distintas destes au-
tores, vivenciadas durante uma viagem à Bolívia, reflexões oriundas da
prática docente na disciplina do campo do currículo e das leituras opor-
tunizadas durante os estudos no stricto sensu.
Ao analisar o currículo de outro país pode ser, em muitos casos, con-
siderado uma ação de sobreposição cultural, uma vez que toda análise
está baseada em uma visão subjetiva de seu proponente. Este artigo não
tem esse objetivo, uma vez que a análise feita tem como viés a teoria pós-
-crítica do currículo e documentos curriculares bolivianos, mais especi-
ficamente as Normas Generales para la Gestión Educativa Y Escolar 2016
e a lei da Educação nº70 – “AVELINO SIÑANI – ELIZARDO PÉREZ” e
a Nova Carta Constitucional, promulgada em 2009, que institui o Estado
Plurinacional Boliviano, onde são propostas inúmeras mudanças con-
siderando o pluralismo político, econômico, jurídico, cultural, linguís-
tico e educacional.
O novo currículo traz mudanças que dão relevância a multiplicidade
e diversidade de nações indígenas que compõem a população boliviana,
considerando suas histórias e costumes. Os princípios que direcionam
este currículo de base plurinacional discutem uma educação plurinacio-
nal, descolonizadora, comunitária, intracultural, multilíngue, produtiva,
científica, técnica e tecnológica, em harmonia com as diferenças e pro-
pondo a participação social de forma intensa. Discutiremos a extensão
deste currículo e a prática de seu desenvolvimento.
Considerações Finais
Compreender os conceitos e teorias que tange o campo do currí-
culo, não pode e nem deve ser considerado como o único aspecto para
se analisar e refletir sobre as diretrizes curriculares de outro país, mas
os aspectos políticos culturais fazem parte desta análise.
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(J. Estermann) EccoS, São Paulo, n. 32, p. 197-252. set/dez. 2013.
Antonio Germano
Mestre em Educação com o tema A efetivação da História e
Cultura Afro-brasileiras e Africanas no ensino Público e privado:
Um estudo comparativo entre duas escolas (Uninove, 2016).
Especialização em andamento em Gênero e Diversidade na
Escola. Professor na Educação Básica do município de São Paulo.
Contato: cafeatoa@hotmail.com.
INTRODUÇÃO
Analisar as relações e aprofundar o conceito de gênero sob a ótica
da diversidade no Brasil e na Bolívia desde sua constituição, percursos,
conquistas e limitações torna os estudos sobre gênero contributivos tam-
bém para o processo de conhecimento do papel social da mulher, histo-
ricamente reproduzido em diferentes camadas da sociedade.
A lógica ocidental tradicional funciona como uma divisão binária,
dividindo o sexo em dois opostos: masculino x feminino, macho x fê-
mea ou homem x mulher. O sexo é definido biologicamente tomando
como base a genitália, cromossomos sexuais e hormônios com os quais
se nasce. No entanto, o sexo não determina por si só a identidade de gê-
nero ou a orientação sexual de uma pessoa.
A orientação sexual diz respeito à atração que se sente por outros
indivíduos envolvendo questões sentimentais e não somente sexuais. Já
as identidades são características fundamentais da experiência huma-
na, possibilitando aos seres humanos a sua constituição como sujeitos
no mundo social.
O gênero refere-se à identidade com a qual uma pessoa se identifi-
ca ou se autodetermina; independe assim do sexo. Dessa maneira, essa
identidade seria um fenômeno social e não biológico.
Uma pessoa “cisgênera” tem sua identidade ou vivência de gênero
compatível com o gênero que lhe foi atribuído ao nascer. “Transgênera”
é aquela que se identifica com o gênero diferente do registrado no seu
nascimento. As pessoas “trans” podem preferir ser tratadas no femini-
no ou no masculino ou não se encaixar em nenhuma dessas definições:
“trans” não “binárias”.
A partir de 1960, o uso do termo “gênero” passa a estar mais presente
no âmbito acadêmico, revelando uma preocupação tanto com questões
políticas quanto teóricas, formando grupos de pesquisa, ou mesmo de
debates sobre temas voltados especificamente para demandas de gêne-
ro oriundas das mulheres. Embora os questionamentos sejam bem an-
teriores a essa data, um marco histórico que demonstra mais claramente
a presença e a força de um movimento feminista, é a conquista das mu-
lheres pelo direito ao voto.
A função dos estudos de gênero é problematizar um sistema que
tem como padrão normatizador o julgamento e a ridicularização de to-
Gênero no Brasil
Discutir gênero é refletir e conscientizar o outro da diversidade que
nos constitui. A violência física, psicológica e sexual contra as mulhe-
res e contra a população de lésbicas, gays, bissexuais, travestis e transe-
xuais (LGBTI) é consequência do sistema de patriarcado, que engloba
fobias que são reflexo de uma sociedade contaminada por ideologias
conservadoras e reacionárias, legitimadas por um pensamento religio-
so fundamentalista.
Atualmente, as mulheres brasileiras têm acesso à escola e ao traba-
lho, entretanto, nem sempre foi assim. Estas conquistas recentes são fruto
das lutas de vários movimentos que, apesar das conquistas, continuam
sofrendo discriminações diversas inclusive de cunho racial.
No Brasil, mais especificamente, esse movimento se intensifica nos
anos 80, quando textos sobre o tema são traduzidos e ocorre uma organi-
zação de diferentes grupos em torno das demandas sociais das mulheres
brasileiras. Os estudos de gênero foram difundidos nas diferentes áreas
do conhecimento como: sociologia, filosofia, antropologia, psicologia,
entre outros, contribuindo para o processo longo, mas não concluído,
de desnaturalização das identidades. Segundo Osterne (2007, p.16), os
estudos da perspectiva de gênero possibilitaram: “mostrar o quanto o
discurso médico, jurídico, da Família, da Igreja, da Filosofia, da História
e da Psicanálise havia imposto à mulher, historicamente, um modelo fe-
minino naturalizado e universalizante”.
Dados do estudo Retrato das desigualdades de gênero e raça, do
IPEA, revelam que enquanto o desemprego atinge 5,3% dos homens
brancos, entre os negros o índice chega a 6,6%. Entre as mulheres, a di-
ferença é ainda maior. Entre as brancas, o desemprego é de 9,2% enquan-
to entre as mulheres negras ultrapassa os 12%.
Nas pesquisas da área da Educação, os livros didáticos e paradi-
dáticos têm sido objeto de várias investigações que neles examinam as
representações dos gêneros, dos grupos étnicos, das classes sociais. No
contexto escolar, os educadores têm a liberdade de incrementar o con-
teúdo dos temas transversais, baseando-se na sua experiência profissio-
nal e nas peculiaridades de seus meios.
Segundo Silva (2001, p. 8),
Gênero na Bolívia
A Bolívia também viveu uma explosão de formação de grupos de
diversidade sexual. Tais formações visibilizavam não apenas os homens
gays, mas também o surgimento de grupos de lésbicas, travestis, trans-
formistas e drag queens.
Essa explosão de agrupamentos marcou também a visibilidade de
outras identidades sexuais que não entravam no cenário das primeiras
trajetórias da constituição desses grupos. Deixava, portanto, de ser so-
mente os homens gays que se reuniam e propunham agendas.
Com isso, veio à tona o discurso HIV-aids com foco em temas como
risco, vulnerabilidade, epidemia ou prevenção. O discurso assumiu duas
questões básicas: a prevenção e a “preservatização” às agendas que in-
cluíam os direitos. Apesar de ser uma sociedade machista e patriarcal, a
única instituição que defende os direitos LGBTI está sediada na Bolívia,
em Santa Cruz.
Um levantamento realizado pela Mesa Nacional de Trabajo (institui-
ção que atua em prol dos direitos humanos em diversas cidades bolivianas)
corrobora o alto índice de preconceito vigente e indica que 60% das insti-
tuições de saúde discriminam os homossexuais. O número sobe para 70%
entre estabelecimentos da rede de ensino e 80% no mercado de trabalho.
Considerações Finais
O conceito de gênero denota uma diferenciação. A lógica ocidental
tradicional funciona como uma divisão binária: masculino x feminino,
macho x fêmea ou homem x mulher.
Sob esse ponto de vista, o ser humano nasce dotado de determina-
das características biológicas que o enquadram como um indivíduo do
sexo masculino ou feminino. O sexo é definido biologicamente toman-
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Introdução
O artigo pretende inicialmente abordar as perspectivas teóricas,
psicológicas, sociais para a compreensão dos processos de construção
social das identidades de gênero na Bolívia.
Com o intuito de compreender os processos que participam na
construção do gênero, é preciso esclarecer que ser menina ou menino, é
agir de acordo com o que as pessoas na sociedade acreditam ser femi-
nino e masculino. É nesse corpo, com um sexo definido biologicamen-
te, que os atributos do gênero são classificados. Cabe ressaltar que tais
atributos são construídos socialmente e, portanto, variam no tempo e
nas culturas de forma articulado que, muitas vezes, são percebidos como
parte da natureza de cada um, devido à naturalização das formas de ser
mulher e de ser homem.
Com a intenção de explorar as lógicas de construção social das iden-
tidades de gênero, iniciando pela observação da influência dos principais
agentes de socialização, família e escola, cabe-nos analisar de maneira
simultânea, como os grupos de pares inseridos no contexto escolar, con-
tribuem para a negociação das identidades e para os papéis de gênero.
Na construção do self1, dentro o interacionismo simbólico2, as crian-
ças aprendem o gênero nas interações sociais com outros sujeitos envol-
vidos nos diversos contextos de socialização. Desse modo, a construção
das suas identidades de gênero se processam a partir das diferentes con-
jugações ou negociações dos estereótipos e dos papéis de gênero nas inte-
rações sociais que acontecem nos diversos contextos e situações sociais.
Reconhece-se pois o caráter eminentemente relacional3 do concei-
to de identidade social (Pinto, 1991: 218), produzida por meio de dois
processos: o processo de identificação, onde há integração dos indiví-
4 O processo de identização apoia-se nas ideias de Melucci (2004, p.48) “para expressar
o caráter processual, autorreflexivo e construído da definição de nós mesmos”.
5 Automização atribui ao sujeito a capacidade de refletir sobre· sua ação, de exercer sua
autonomia, tornando-se senhor dos seus atos e da sua própria história.
6 Gênero é uma construção social do masculino e do feminino” (SAFFIOTTI, 2004, p. 44)
A mulher na Bolívia
No caso da Bolívia, evidências mostram que as mulheres indígenas
têm sofrido uma tripla discriminação, por serem mulheres, por sua et-
nia e sua condição geral de pobreza. Ou seja, para mulheres indígenas,
o gênero, a classe e a etnia são dimensões de uma matriz de dominação,
que se interceptam em diferentes pontos, proporcionando-lhes uma vi-
são distinta do que significa ser mulher em uma sociedade desigual, ra-
cista e sexista (AILLÓN, 2006, p. 321).
Paralelamente, existe outra discussão no interior do feminismo, na
historiografia no Cone Sul, Bolívia e Paraguai, a articulação entre gê-
nero e pós-colonialismo. A crítica pós-colonial reconsidera a história a
partir dos colonizados e busca recuperar as “vozes silenciadas” da his-
tória. Questiona os estatutos assumidos pela historiografia ocidental,
suas omissões, suas perspectivas. O conhecimento ocidental, de acordo
com essa abordagem, está colonizado e deveria ser descolonizado para
incluir outras formas de gerar conhecimento.
Entre as intelectuais que adotam essa abordagem, Gloria Anzaldúa
questiona as feministas brancas por se considerarem as “inventoras” do
questionamento da opressão sexista. Questiona por que elas não podem
deduzir que as próprias mulheres não brancas, que vivem cada dia em
situação opressiva, não possam adquirir consciência dessa política pa-
triarcal e desenvolver estratégias de resistência por conta própria. A au-
tora ainda levanta um questionamento provocativo às mulheres brancas:
se as mulheres negras de classe média tivessem começado um movimen-
to se autoclassificando como oprimidas, alguém as teria levado a sério?
Na Bolívia, por exemplo, a questão indígena articula-se com ao fe-
minismo e ao movimento de mulheres de maneira peculiar. Marisol
Cadena8, em artigo publicado na revista Estudios y Debates, ressalta que
nos Andes, “las mujeres son más indias”, ou seja, na relação que cruza
gênero e raça, os homens são menos desqualificados por suas origens
nativas que as mulheres.
9 Cecília Salazr é Socióloga, con Maestría en Ciencias Sociales (FLACSO, México), rabaja
en temas relativos a género, asentados sobre todo en la problemática de las mujeres
indígenas.
10 Pollera es el término con que se designa a la falda externa del vestido femenino
en América Latina, donde es usado como parte de atuendos folclóricos na Bolívia.
11 Categoria é sinônimo aqui de classe ou série onde se colocam várias coisas ou objetos .
12 Estudos pós coloniais é o estudo das interações entre as nações europeias e as sociedades
que elas colonizaram no período moderno.
Considerações finais
A história da cultura andina justifica as peculiaridades da mulher
boliviana que vem de um diverso ecossistema cultural boliviano, com-
posto da união de povos aymaras, quéchuas, guaranis, que moram nas
grandes capitais bolivianas, numa junção de etnias diversas.
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Introdução
Temos o direito de ser iguais quando a diferença nos inferioriza;
temos o direito de sermos diferentes quando a igualdade nos
descaracteriza (Boaventura de Sousa Santos).
Gosto de ser gente, porque inacabado, sei que sou um ser condi-
cionado, mas, consciente do inacabamento, sei que posso ir mais
além dele. Esta é a diferença entre o ser condicionado e o ser
determinado [...] Gosto de ser gente porque, como tal, percebo
afinal que a construção de minha presença no mundo, que não se
faz no isolamento, isenta da influência das forças sociais, que não
se compreende fora da tensão entre o que herdo geneticamente
e o que herdo social, cultural e historicamente, tem muito a ver
comigo mesmo.
2 Para Fornet-Betancourt, ocidental “se refere aqui a tradição cultural dominante que se
impõe aos processos de institucionalização e que resulta opressora, inclusive para outras
tradições ocidentais” (2003).
Considerações finais
Conhecer a vida das Cholas pareceu-nos um exercício importante
para pesquisadores que compreendem os homens e mulheres como se-
res de inter-relações, da práxis. É também uma tarefa desafiadora para
aqueles que concebem que o indivíduo re-cria-se, re-descobre-se, re-
-faz-se, na medida em que vai se desvelando, manifestando e configu-
rando-se como corpo consciente. Temos em Freire (1983), ainda nesse
sentido, que os homens (e as mulheres, no caso das Cholas) são seres do
quefazer, porque seu fazer é ação e reflexão. É práxis. É transformação
do mundo. É teoria e prática.
Hoje, enquanto pesquisadores em construção, inacabados e incon-
clusos, e que se sentindo oprimidos buscam libertar-se de uma raciona-
lidade acadêmica quantitativa e produtivista, defendemos a ideia de que
a Chola é uma atriz social que em sua ação histórica é capaz de proble-
matizar a cultura alienada e alienante. E, além disso, é uma consciência
intencionada ao mundo, um corpo consciente, uma categoria essencial
extraída do legado freireano, para a resistência cultural feita por seres
abertos a indagações e que pensam com o corpo inteiro.
Pode-se dizer, por fim, que a escolha do tema surgiu tanto da ob-
servação dessas mulheres tão aparentemente diferentes das brasileiras,
quanto de nós mesmos, de nossas vidas e das marcas da opressão em
nossos corpos, nem sempre, conscientes. A escrita também se fez ne-
cessária como revelação de nossa leitura de mundo.
Desejamos ter não somente o direito de ser iguais quando a diferença
nos inferioriza e de reconhecimento das diferenças, mas principalmente
ter o direito de sermos diferentes quando a igualdade nos descaracteri-
za. Buscamos um outro mundo possível no qual o respeito verdadeiro
à identidade cultural do outro apresenta-se como finalidade, tal qual
aprendemos com o que ousamos agora a chamar de racionalidade chola.
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