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4ª Monografía de la SATO

Patología traumática del codo


y sus secuelas: Nuevas ideas

Presentado
por el Dr. Joaquín
Sánchez-Sotelo

Editores
Pedro Bernáldez Domínguez
Daniel Cansino Muñoz-Repiso

Grupo Andaluz
de Codo y Hombro
SATO (GANCHO)
REVOLUCIONANDO
EL TRATAMIENTO
DE LAS FRACTURAS
DE CODO, UNA VEZ
MÁS

ACUMED IBÉRICA S.L.U.


Álvaro Caballero, 14, 28023 Madrid
Tel: 913 516 357 acumed@acumed.es
www.acumed.es
4ª Monografía de la SATO

Patología traumática del codo


y sus secuelas: Nuevas ideas

Editores
Pedro Bernáldez Domínguez
Daniel Cansino Muñoz-Repiso
Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro pueden reproducirse
o transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopias,
grabación magnética o cualquier almacenamiento de información y sistema de recuperación,
sin el previo permiso escrito del editor.

© Sociedad Andaluza de Traumatología y Ortopedia


Colegio Médico, Avda. de la Borbolla, 47 - 41013 Sevilla

Maquetación: www.tipografiko.com (David Carmona Fernández)


Impresión: Lienzo Gráfico
ISBN-13: 978-84-694-3184-9
Nº de registro: 11/43490
Depósito Legal: SE 3942-2011
Índice de autores
(Orden alfabético. Aparece el primer autor del capítulo)

Dr. Pedro Bernáldez Domínguez


Doctor en Medicina y Cirugía. Facultativo Especialista de Área COT.
Hospital de Riotinto (Huelva) y USP Sagrado Corazón (Sevilla).
Coordinador Grupo GANCHO.

Dra. Pilar Bernáldez Domínguez


Servicio de Radiodiagnóstico. Aparato Locomotor. Hospital Juan Ramón
Jiménez. (Huelva).

Dr. Daniel Cansino Muñoz-Repiso


Facultativo Especialista de Área COT. Hospital de Osuna (Sevilla) y USP
Sagrado Corazón (Sevilla).

Dr. David Cecilia López


Doctor en Medicina y Cirugía. Profesor asociado COT Facultad de Medicina
Universidad Complutense (Madrid), Facultativo Especialista de Área. Hospital
12 de Octubre (Madrid).

Dr. Miguel Cuadros Romero


Doctor en Medicina y Cirugía. Facultativo Especialista de Área COT. Jefe de
Sección. Hospital Virgen de la Victoria (Málaga). Presidente SATO.

Dr. Manuel Delgado Alaminos


Doctor en Medicina y Cirugía. Facultativo Especialista de Área COT. Jefe de
Sección. Hospital Virgen de las Nieves (Granada).

Dr. Xavier Espiga Tugas


Facultativo Especialista COT. Hospitales IMAS Mar – Esperanza. Universidad
Autónoma de Barcelona.

Dr. Miguel Flores Ruiz


Facultativo Especialista de Área COT. Hospital Puerta del Mar (Cádiz).

Dr. Jerónimo de la Hoz Marín


Jefe de Sección. Facultativo Especialista de Área COT. Complejo
Neurotraumatológico de Jaén. Coordinador Grupo GANCHO.

5
Dr. Rafael López Arévalo
Facultativo Especialista de Área COT. Hospital Virgen de la Victoria (Málaga)
y Jefe Servicio Traumatología Clínica Quirón (Málaga).

Dr. Fernando Muñoz Reyes


Facultativo Especialista de Área COT. Hospital Reina Sofía (Córdoba).

Dr. Andrés Prieto Álvarez


Facultativo Especialista de Área COT. Hospital Infanta Elena (Huelva).

Dr. Antonio Pablo Rosales Varo


Doctor en Medicina y Cirugía. Facultativo Especialista de Área COT. Hospital
de Poniente. (Almería).

Dr. José Ángel Ruiz Molina


Jefe de Sección COT. Complejo Hospitalario Torrecárdenas. (Almería).

Dr. Joaquín Sánchez Sotelo


Doctor en Medicina y Cirugía. Especialista en Cirugía Ortopédica y
Traumatología. Coordinador de Programa de Formación de Codo y Hombro.
Mayo Clinic. Rochester, MN (USA).

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Junta Directiva de la Sociedad Andaluza
de Traumatología y Ortopedia 2009/2011

PRESIDENCIA: Miguel Cuadros Romero


VICEPRESIDENCIA 1ª: Gabriel Domecq Fernández de Bobadilla
VICEPRESIDENCIA 2ª: José María Lazo Zbikoswki Taracena
SECRETARÍA: Jerónimo de la Hoz Marín
TESORERÍA: Pilar Pradilla Gordillo

PUBLICACIONES Y COMUNICACIONES:
Publicaciones: Pedro Bernáldez Domínguez
Revista: Daniel Cansino Muñoz- Repiso
Página web: Jorge Luis Carrasco Ruiz
Biblioteca: Pedro Hernández Cortes

PRESIDENCIA FUNDACIÓN SATO: Fernando López Vizcaya


VOCALÍA DE EMÉRITOS: Manuel Ruiz del Portal Bermudo
ASUNTOS PROFESIONALES, DEONTOLOGÍA: Ramón Rodríguez Morales
RELACIONES CON LAS INSTITUCIONES: Claudio Gómez Zubeldía
GRUPOS DE ESTUDIOS Y RELACIÓN CON SOC. AFINES: Manuel Mesa Ramos
RELACIONES CON LA UNIVERSIDAD: Luis Méndez Pérez

DOCENCIA E INVESTIGACIÓN:
Investigación: Andrés Prieto Álvarez
Coordinación de actividades docentes: Juana Díaz del Río

7
Formación de residentes especializada: Mª Ángeles García Frasquet
Residentes Andalucía Occidental: Sara Chacón Cartaya
Residentes Andalucía Oriental: José Luis Esteban Castillo

VOCALÍAS PROVINCIALES:
Almería José Ángel Ruiz Molina
José Luis Jumilla Carrasco
Cádiz Pilar Uceda Carrascosa
Juan Almansa Buades
Ceuta Nabil Mawas Terki
Córdoba Cristóbal Prieto Tarradas
Pedro Carpintero Benítez
Granada Juan Tercedor Sánchez
Manuel Zabala Gamarra
Huelva Fernando Alonso Vizcaíno
Antonio Jiménez Guardeño
Jaén José Villalón Ogaya
Juan Valenzuela Pulido
Málaga Francisco Villanueva Pareja
Rafael López Arévalo
Melilla Fernando Sánchez Castillo
Sevilla Ricardo Mena-Bernal Escobar
José Lara Bullón

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Prefacio de la 4ª Monografía SATO
Presentación Vocal de Publicaciones

Pedro Bernáldez Domínguez


Vocal de Publicaciones SATO

Estimados compañer@s y amig@s:


Tengo el honor de presentaros la 4ª Monografía de la Sociedad Andaluza de Trau-
matologia y Ortopedia que en esta ocasión abarca la articulación del codo, llevando
por título “Patología traumática del codo y sus secuelas. Nuevas ideas” el mismo
que el LV Seminario SATO del que se nutrió.
Este número tiene especial significación para mí ya que coincide en el tiempo con
la venida al mundo de mi cuarto hijo… con lo que diríamos “que este hijo me ha
llegado con un “libro” bajo el brazo…”
Si hacemos un repaso por la breve historia de las monografías SATO comenzamos
en el año 2007 con la primera, “Metodología Científica en Cirugía Ortopédica y
Traumatología” que editamos junto a los Drs. Enrique Guerado y Pedro Carpintero
y tanto éxito tuvo (son muchos los que solicitan nuevos ejemplares) y que nos animó
a seguir por ese camino. Se puede consultar en su integridad en nuestra página web,
a saber: http://www.portalsato.es/monografia1.html
Dos años más tarde (2009), publicamos la segunda monografía titulada “Alte-
raciones acetabulares displásicas, postraumáticas y postprotésicas. Técnicas de
Reconstrucción” de la mano conjunta de los Drs. Pedro Cano y Juan Ribera: http://
www.portalsato.es/monografia2.htm
La reciente tercera (2010) se presentó hace pocos meses y la editamos junto a
los Drs. Ricardo Mena-Bernal y José Luis Ruiz, llevando por título“Patología del
raquis: Nuevos avances y estrategias”, http://www.portalsato.es/monografia3.html.

9
Y os informo que a la vez vamos a presentar la 5ª monografía, que irá sobre pato-
logía del hombro, queriendo significar el esfuerzo que para el equipo de editores está
suponiendo este gesto.
Comunicaros con inmensa alegría que para aquellos que no hayan podido adqui-
rirlas y tengan interés en estudiar el contenido podéis verlas en la página web de la
Sociedad -que con tanto celo y pundonor levanta día a día nuestro colega Jorge L.
Carrasco Ruiz- en el apartado de Publicaciones. Ya tenéis los enlaces para poder
acceder directamente y ver lo intuitivo que es el formato on-line.
Las tiradas de todas han estado entre los 700 y 1.000 volúmenes distribuidos por
los distintos laboratorios entre Andalucía (la mayoría) y el resto de España.
Con esta 4ª monografía hemos querido igualar o incluso superar el nivel de las an-
teriores y siempre con la filosofía de no desperdiciar el interesante material científico
que surge de cada Seminario de la Sociedad, sabiendo como puede enriquecerse la
formación de tantos compañeros. Animo a los próximos directores de estos eventos,
que contemplen siempre este nuevo reto, al final es lo que queda…
Quisieramos agradecer a la Junta Directiva actual y en su nombre al Presidente,
Miguel Cuadros Romero, por continuar apoyando este tipo de iniciativas, a las casas
comerciales que participaron no sólo en el desarrollo del LV Seminario (Talleres prác-
ticos) sino que han colaborado una vez más con la edición e impresión de esta obra
y que hace que la Sociedad no tenga que hacer frente a estos gastos. Como en otras
ocasiones al Sr. David Carmona (diseñador gráfico) y a Lienzo Gráfico (Imprenta).
Animar a los socios SATO a proponer iniciativas para continuar con la serie de
monografías… cualquier buena idea será bien recibida.
Por último, desde aquí quisiera tener un recuerdo muy especial con nuestro amigo
Manolo Pérez… seguro que le hubiera encantado este libro, al igual que los 3 ante-
riores,… ¡¡¡ Manolo, va por ti !!!

Andalucía, 8 de Abril de 2011.

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Presentación

Pedro Bernáldez Domínguez


Daniel Cansino Muñoz-Repiso
Organizadores del LV Seminario SATO

Desde que éramos residentes en la especialidad de Traumatología comprobamos que


el codo era la “articulación olvidada”, que la mayoría de las fracturas quedaban con el
codo “para vender corbatas” y que todo se solucionaba con “2 agujitas bien puestas…”,
y creíamos que eso es lo que había. Poco a poco fuimos descubriendo que algunos osa-
dos lo abrían, y colocaban placas de osteosíntesis, con montajes más o menos “según
arte”... para dejarlo luego inmovilizados 6 semanas... y seguían quedando “para vender
corbatas”... ¡¡Caballero, es que el codo es una articulación muy puñetera!!... resignación.
Tras hacer una visita a la Unidad de Codo y Hombro de la Mayo Clínic en el año
2006, donde trabajaba un tal Dr.Morrey, O´Driscoll, Sánchez-Sotelo, etc., se nos
abrió un panorama nuevo, totalmente distinto en su enfoque, su cirugía y su rehabi-
litación posterior para descubrir que los codos podía tener excelentes resultados, tal
y como otras articulaciones... Y luego llegó la cirugía artroscópica…, que nos enseñó
una preciosa anatomía y unas posibilidades no soñadas hasta ahora.
A esto se suma que al poco tiempo de volver de las Américas, lanzamos un pro-
yecto inicialmente utópico pero que poco a poco fue tomando forma y que hoy es
una gran realidad como fue formar el “Grupo Andaluz de Codo y Hombro”, cari-
ñosamente apodado (GANCHO), y con el grito de guerra de “engánchate…” En la
actualidad somos más de 40 cirujanos de todos los rincones de Andalucía, realizando
2-3 reuniones anuales, cursos monográficos y actividades varias donde se respira un
fantástico ambiente de trabajo y colegas. Para ampliar información visitar http://
www.portalsato.es/grupoestudio/hombro/docum.html
Pues bien, ya teníamos la combinación perfecta… tema original y de máxima actua-
lidad con ponentes cualificados y de todas las ciudades andaluzas... Sólo nos faltaba la
guinda, invitar a cirujanos de referencia nacional e internacional…, y ya lo creo que lo

11
conseguimos pues acudieron los Drs. Xavier Espiga de Barcelona, David Cecilia de
Madrid y Joaquín Sánchez-Sotelo de la Mayo Clinic de Rochester (Minessota, USA).
La presente monografía SATO recoge la mayoría de las conferencias impartidas
durante el LV Seminario de la Sociedad Andaluza de Traumatología y Ortopedia,
que tuvo lugar en Sevilla durante los días 20 y 21 de Noviembre de 2009. Como or-
ganizadores del evento quisiéramos destacar que la asistencia y el número de inscri-
tos (110) superaron sobradamente nuestras expectativas, así como el interés eviden-
ciado por los presentes. El nivel científico fue muy elevado, manteniendo la inicial
idea de ser práctico y lo más docente posible, mostrando nuestra experiencia y saber
después de varios años dedicados a la patología del codo. Para ampliar información
os recomiendo leer el capítulo 1 (Introducción) que escribe Joaquín Sánchez-Sotelo.
Destacar los talleres en fantomas instalados por las distintas casas comerciales para
probar los nuevos implantes y diseños de material de osteosíntesis para el tratamien-
to de las fracturas en el área del codo.
En el apartado de agradecimientos quisiéramos destacar en primer lugar a todos
los autores de este libro que con sus capítulos han ido dando cuerpo a esta mono-
grafía, a los ponentes del LV Seminario, empezando por los más cercanos –todos
miembros del grupo GANCHO– y acabando por los Drs. David Cecilia de Madrid
y Xavier Espiga de Barcelona. Pero, dejadnos que nos signifiquemos en la persona
de Joaquín Sánchez-Sotelo. No tenemos palabras para destacar el esfuerzo por venir
desde tierras tan lejanas a compartir con nosotros ese fin de semana para enseñarnos
de esa forma única que tienen la “gente de la Mayo” de hacer fácil lo difícil y enten-
dible lo que parece del todo complejo e inasequible para muchos cirujanos ortopédi-
cos. Creemos que se ha merecido con creces ser nombrado “Miembro de Honor del
Grupo”, siendo el segundo en nombramiento, tras el Dr. Shawn O´Driscoll en 2007
y esperamos que pueda seguir participando en nuestras actividades.
A las Compañías y Casas Comerciales (Acumed, MBA, Stryker, De Puy, Zimmer
y otras) que participaron no sólo en el desarrollo del LV Seminario (Talleres prácti-
cos) sino que han colaborado con la edición e impresión de esta obra.
Por último, sólo nos queda deciros que esperamos que este libro pueda ayudar a
comprender y dar un nuevo enfoque a la patología del codo, intentando olvidar vie-
jos fantasmas del pasado, de ahí la apostilla de “nuevas ideas” confiando en obtener
buenos resultados –como en otras articulaciones y olvidar la frase de “ese codo va a
quedar para vender corbatas… ¡¡para eso están los corbateros!!”.
Sevilla, Primavera de 2011.

12
Prólogo

Miguel Cuadros Romero


Presidente de la SATO

Estimado lector:
Son muchas las satisfacciones que tengo al prologar esta excelente Monografía
sobre “Patología Traumática del Codo” fruto del LV Seminario de la Sociedad An-
daluza Traumatología y Ortopedia (SATO) que tan bien organizaron mis amigos y
compañeros de la Junta Directiva de la SATO, Drs. Pedro Bernáldez y Daniel Can-
sino en Sevilla los días 20 y 21 de Noviembre de 2009.
La primera satisfacción es comprobar una vez más cómo los miembros de la SATO
realizan con prestigio, dignidad, profesionalidad e independencia su trabajo diario,
que después saben transmitir en comunicaciones y ponencias en estos más de cincuen-
ta Seminarios y nuestros Congresos anuales; y dejarlos magníficamente expuestos en
papel -para siempre-como es el caso de esta IV Monografía de la SATO.
La segunda satisfacción es que fue la primera intervención de carácter académico
y científico en la que fui invitado a participar como Presidente de la Sociedad An-
daluza y Ortopedia.
La tercera satisfacción es tener casi todas las diapositivas de los distintos trabajos
que nos expusieron nuestros amigos y compañeros. Tuve que ausentarme el viernes
tarde pero me hablaron maravillas de las ponencias en la mesa “Consideraciones Ge-
nerales del codo” e igualmente de los talleres prácticos. La jornada del Sábado comen-
zó con el trabajo sobre “Fracturas Supracondíleas, Cúpula Radial y Olécranon” que
nos presentó el Dr. Daniel Cansino del Hospital La Merced de Osuna (Sevilla); que
además es el Director de nuestra Revista y al que desde aquí quiero felicitar por el tan
magnífico último número que por fin hemos visto publicado. A continuación vimos
el exhaustivo trabajo de mi amigo, colaborador y compañero en el Hospital Virgen

13
de la Victoria de Málaga, Dr. Rafael López Arévalo sobre “Fracturas de Apófisis Co-
ronoides y Fracturas de Monteggia”. Después fue otro gran amigo y secretario de la
actual Junta Directiva Dr. Jerónimo de la Hoz, Jefe de Sección de Traumatología del
Hospital Neurotraumatológico de Jaén, que le correspondió el tema de “Pseudoartrosis
del Codo”. El incansable amigo y Jefe de Publicaciones de nuestra SATO, Dr. Pedro
Bernáldez nos deleitó con otro exhaustivo trabajo bibliográfico y algunas aportaciones
prácticas del “papel de la Artroscopia en los traumatismos del codo”. Muy innovador.
Trabaja en el Hospital de Riotinto de Huelva. A continuación el Dr. David Cecilia de
Madrid impartió una más que interesante ponencia sobre la terribles “Triadas Terribles
del codo”. Fue el Dr. Miguel Flores, del Hospital Puerta del Mar de Cádiz al que le
tocó desarrollar el tema de “Inestabilidades agudas y crónicas. Cómo tratar las lesiones
ligamentarias del codo”.
A continuación los Drs. De la Hoz y Bernáldez nombraron “Miembro de Honor”
del grupo GANCHO (Grupo Andaluz Codo y Hombro) al Dr. Joaquín Sánchez-
Sotelo, compatriota nuestro que desarrolla su trabajo en la Mayo Clínic de Roches-
ter , Minnesotta (U.S.A.), el mismo a continuación y por problemas de agenda nos
expuso dos magníficas conferencias: “Cómo evitar errores y complicaciones de los
traumatismos agudos del codo” y a continuación “Rigidez y artrosis Postraumáti-
cas del codo”. Magistrales y sensacionales las dos conferencias. Como colofón fue
nuestro amigo catalán Dr. Xavier Espiga que trabaja en los Hospitales IMAS Mar y
Esperanza de Barcelona, quien desarrolló el complejo tema “Desaxaciones del Codo
secuelas de los traumatismos de la infancia”.
La cuarta satisfacción es comprobar cómo todos estos trabajos quedan plasmados
en esta IV excelente Monografía de la SATO editada por nuestros amigos y com-
pañeros Drs. Pedro Bernáldez y Daniel Cansino a quienes felicito por ello. Estas
monografías son un excelente aporte científico muy útil para nuestro trabajo diario
y también para nuestros médicos M.I.R. y Adjuntos jóvenes en formación para au-
mentar sus conocimientos sobre esta difícil articulación que es el Codo.
Las sociedades científicas tienen la obligación de impactar en la sociedad para
ayudar y asesorar a los ciudadanos de las necesidades que requieran de la especialidad
correspondiente, y así contribuir a la mejora de su salud. Asimismo, para representar
y defender a nuestros asociados y formarlos científicamente mediante nuestros Con-
gresos, Seminarios y Publicaciones, como la Revista y estas Monografías.
Solo para terminar, deciros que ha sido para mí una satisfacción el haber estado
como Presidente de nuestra SATO en estos años 2009-2011.
Quedo a vuestra disposición.

14
Índice
4ª Monografía SATO
Patología traumática del codo y sus secuelas: Nuevas ideas

ÍNDICE DE AUTORES ..................................................................................................5

JUNTA DIRECTIVA SATO 2009-2011 ..........................................................................7

PREFACIO ....................................................................................................................9
Pedro Bernáldez Domínguez (Vocal de Publicaciones)

PRESENTACIÓN ........................................................................................................ 11
Pedro Bernáldez Domínguez y Daniel Cansino Muñoz-Repiso
(Organizadores del LV Seminario SATO)

PRÓLOGO ..................................................................................................................13
Miguel Cuadros Romero (Presidente de la SATO)

PRIMERA PARTE
PRESENTACIÓN Y CONSIDERACIONES GENERALES
 
1. INTRODUCCIÓN .....................................................................................................18
Sánchez-Sotelo, J.

2. CONSIDERACIONES ANATÓMICAS Y BIOMECÁNICAS DEL CODO .................21


Rosales Varo, A.

3. MÉTODOS DIAGNÓSTICOS POR LA IMAGEN... PARA NO


PASAR NINGUNA LESIÓN ........................................................................................33
Vázquez Colomo, C., Ruiz Molina, J.A., Rodríguez Rodríguez, A.,
Yebra Pareja, J.C., Bernáldez Domínguez, P.

4. ABORDAJES DEL CODO .......................................................................................45


Delgado Alaminos, M.

15
5. MANEJO POSTOPERATORIO DEL PACIENTE INTERVENIDO
DEL CODO. EMPLEO DE CATÉTER AXILAR Y CERVICAL .....................................52
Muñoz Reyes, F.

6. ¿QUÉ PASA CON EL CODO OPERADO?


LA COMUNICACIÓN CON EL REHABILITADOR .....................................................69
Prieto Álvarez, A.

SEGUNDA PARTE
TÉCNICAS QUIRÚRGICAS EN LA PATOLOGÍA TRAUMÁTICA DEL CODO

7. FRACTURAS SUPRACONDÍLEAS, CUELLO RADIAL Y OLÉCRANON ...............84


Cansino Muñoz-Repiso, D., Bernáldez Domínguez, P.

8. FRACTURAS DE CORONOIDES Y MONTEGGIA .................................................97


López Arévalo, R.

9. PSEUDOARTROSIS DE CODO ...........................................................................109


de la Hoz Marín, J.

10. PAPEL DE LA ARTROSCOPIA EN EL TRATAMIENTO DE


LAS FRACTURAS DEL ÁREA DEL CODO ............................................................. 118
Bernáldez Domínguez, P., Cansino Muñoz-Repiso, D.

11. LUXACIONES Y TRIADA TERRIBLE DE HOTCHKISS ......................................131


Cecilia López, D.

12. INESTABILIDADES AGUDAS Y CRÓNICAS DEL CODO ..................................140


Flores Ruiz, M.

13. DESAXACIONES DEL CODO SECULARES A


TRAUMATISMOS DE LA INFANCIA .........................................................................151
Espiga Tugas, X.

Algunos momentos del LV Seminario SATO ............................................................158

16
Primera parte

Presentación y
consideraciones generales
Sánchez Sotelo, Joaquín

Capítulo 1

Introducción

Sánchez Sotelo, Joaquín.


Consultant and Associate Professor. Program Director, Shoulder and Elbow
Fellowship. Department of Orthopedic Surgery.
Mayo Clinic. Rochester MN (USA).

Estimados compañeros y amigos: peratorio y una interesantísima ponencia


La presente Monografía SATO recoge sobre la rehabilitación del codo operado.
los resúmenes del Seminario sobre Pato- Tras la pausa-café hubo distintos talleres
logía Traumática del Codo, organizado facilitados por las compañías donde pudi-
en Noviembre del 2009 por los Drs. Pedro mos hacer prácticas en fantomas proban-
Bernáldez y Daniel Cansino. do los distintos materiales de osteosintesis
La Sociedad Andaluza de Traumato- para el tratamiento óptimo de las fracturas
logía y Ortopedia, y los Directores del del área del codo.
Seminario SATO, tuvieron la amabilidad La jornada del sábado 21 de Noviembre
de invitarme a participar en el Seminario, estuvo dividida en dos sesiones. En la pri-
que fue todo un éxito desde el punto de
vista organizativo y docente.
La sesión del viernes 20 de Noviembre
estuvo dirigida por los Drs. Andrés Prieto
y Daniel Cansino y se dedicó a “Conside-
raciones Generales”, incluyendo conceptos
relativos a la anatomía y biomecánica del
codo, su exploración funcional, técnicas de
imagen, vías de abordaje, y manejo posto-

18
Introducción

codo, reconstrucción ligamentosa, malu-


niones como complicación de traumatis-
mos en la infancia, complicaciones, y op-
ciones terapéuticas en las secuelas de los
traumatismos del codo.
La comprensión y el manejo de la pato-
logía traumática de codo ha sufrido un tre-
mendo avance durante las últimas dos déca-
das. Sin embargo, la difusión internacional
de los principios modernos del tratamiento
mera, dirigida por los Drs. Miguel Flores y del codo traumático agudo ha estado limi-
Miguel Cuadros (Presidente de la Socie- tada durante algún tiempo por la falta de
dad) se repasaron las fracturas más frecuen- especialización en esta parcela de la Ciru-
tes que afectan a la articulación del codo, las gía Ortopédica. El esfuerzo de los organi-
pseudoartrosis, y el papel de la artroscopia zadores del Seminario, los Drs. Bernáldez y
en la patología traumática aguda del codo. Cansino, y la brillantez de los ponentes que
A continuación, hubo una interesante participaron en este Seminario, representan
actividad ya que tuve la oportunidad de ser un ejemplo a seguir en la mejora del manejo
consultado sobre dos casos clínicos reales de la patología traumática del codo en un
(con los pacientes allí presentes) que han intento de mejorar los resultados y reducir
desarrollado mala evolución donde pusie- la incidencia de complicaciones.
ron a prueba mis conocimientos —ya lo Espero que la lectura de los resúmenes
creo que sí— e intenté aportar mi opinión recogidos en esta Monografía sirva para
sobre el proceder más adecuado. Espero mejorar la calidad de la atención de aque-
que ambos están ya mejor. llos pacientes atendidos en el territorio de
La segunda sesión, que tuve el honor de la Comunidad Andaluza.
dirigir junto con el Dr. Pedro Bernáldez, Desde estas líneas me gustaría agradecer
fue dedicada a inestabilidad compleja de a la SATO y a los organizadores del Semi-

19
Sánchez Sotelo, Joaquín

nario la ocasión de participar en esta ac-


tividad, aprender un montón de todos los
ponentes, contribuir con mis ideas sobre la
patología del codo, y disfrutar de la crecien-
te calidad de nuestra profesión en España.
Ah, y muy agradecido por ser nombrado
miembro de honor del Grupo Andaluz de
Codo y Hombro.
Enhorabuena a todos, y muchas gracias
de nuevo. z

Nota de los Editores:


Desde esta líneas queremos agradecer al Dr. Sánchez-Sotelo el esfuerzo por volar desde Ro-
chester (USA) a Sevilla para acudir a este evento científico y volverse a las 48 horas. Todos
sabemos el cansancio que ello supone y el coste personal y profesional. Gracias Joaquín.
Recomendamos de forma entusiasta la lectura
del libro “The elbow and its disorders” escrito
por los Drs. Bernard Morrey y Joaquín Sánchez-
Sotelo (y traducido al español). Para aquellos que
quieran estar a la última en los conocimientos ac-
tuales de esta articulación sin duda es de los mejo-
res libros escritos hasta la fecha.
Durante dicho evento el Dr. Sánchez-Sotelo fue
nombrado “Miembro de Honor del Grupo Anda-
luz de Codo y Hombro (GANCHO)”.

20
Consideraciones anatómicas y biomecánicas del codo

Capítulo 2

Consideraciones anatómicas y
biomecánicas del codo

Antonio Pablo Rosales Varo


Doctor en Medicina y Cirugía. Facultativo Especialista de Área COT.
Hospital de Poniente. (Almería).

Introducción La presente charla no se expuso con la


El codo humano forma el eslabón en- intención de ser un recordatorio o repaso
tre el brazo y el antebrazo controlando la clásico de la anatomía, la cual podemos
longitud del alcance y la orientación de la encontrar en alguno de los tratados que
mano en el espacio, siendo una de nues- todos utilizamos. De manera que vamos
tras regiones anatómicas diferenciales con a centrarnos en una serie de puntos ana-
otras especies. tómicos, que voy a definir como puntos
Podríamos considerar que: estrella, los cuales los iremos valorando
- El codo humano ha evolucionado desde un plano superficial al profundo.
para facilitar unas demandas funcionales Comencemos hablando sobre la mo-
específicas. vilidad del codo. El arco normal de mo-
- Deberíamos ser capaces de explicar el vilidad en flexoextensión es e 0º a 145º;
significado funcional de cada rasgo o ca- siendo requerido un rango de 30 a 130º
racterística morfológica y de esta forma para realizar la mayoría de las actividades
poder predecir las consecuencias de tales de la vida diaria.
hallazgos ante traumatismos, diferentes El rango normal de pronación y supina-
enfermedades o tratamientos. ción es de 80º, y 85º respectivamente; la ma-

21
Rosales Varo, Antonio Pablo

yoría de las actividades precisan unos 100º


(50º de pronación y 50º de supinación).
El interesante tener en cuenta el área
alcanzada por la mano en los planos sa-
gital y transverso con los movimientos
del codo y del hombro; bien libres o con
disminución de los mismos; observamos
como con una limitación de la flexo-
extensión del codo a 0 – 90º disminuye
considerablemente la posición de alcan-
ce de la mano en el espacio, siendo poco
Fig. 1. compensada por su articulación proximal,
esto es el hombro.

Anatomía
Entrando en la anatomía, comencemos
con las estructuras superficiales.
1. A nivel superficial debemos de no des-
preciar las venas y los nervios superficiales.
En el sistema venoso superficial contri-
buyen principalmente las venas cefálica y
basílica del antebrazo, ambas conectadas
por las venas mediana cefálica y mediana
basílica, formando el dibujo de una M en
Fig. 2. el tercio superior del antebrazo.
La zona central de la M es la que suele
comunicar con el sistema venoso profun-
do mediante la vena anastomótica, y en
esta misma zona central comunica super-
ficialmente, cuando existe, la vena media-
na del antebrazo.
Hay múltiples variaciones en grosor y dis-
tribución de las venas superficiales y de la
vena comunicante con el sistema profundo.
En cualquier caso, debemos recordar
que en los abordajes anteriores del codo
puede dañarse la anastomosis venosa del
sistema venosos superficial y el profundo,
con el consiguiente riesgo de aparición de
hematomas importantes en el antebrazo
y por ende de posibilidades de síndromes
Fig. 3. compartimentales.

22
Consideraciones anatómicas y biomecánicas del codo

Fig. 4. Fig. 5.

Continuemos a nivel superficial. plano que el tendón del biceps; dividién-


2. Sabemos que el nervio musculos- dose en dos ramos, uno anterior y otro
cutáneo es el principal nervio motor del posterior.
compartimento anterior del brazo. El Es interesante observar la relación del
mismo se continúa en el antebrazo como músculo y tendón Bíceps Braquial, del
nervio cutáneo: nervio cutáneo lateral músculo braquial y del nervio cutáneo la-
del antebrazo. teral del antebrazo. Bajo el músculo bíceps
Si buscamos lateral al tendón del mús- braquial se localiza el músculo braquial y
culo Bíceps Braquial (BB) identificaremos entre ambos discurre oblicuamente el ner-
la vena mediana cefálica, y justo bajo a ella vio cutáneo antebraquial lateral.
la rama del nervio cutáneo lateral del an-
tebrazo, que emerge de forma engañosa 3. A nivel medial nos encontramos con
por el borde externo del tendón bicipital, el nervio cutáneo antebraquial medial
punto frecuente en el que suele seccionar- del antebrazo el cual perfora la fascia bra-
se de manera iatrogénica dejando como quial junto con la vena basílica en el tercio
secuela una anestesia en su territorio de medio del brazo, a unos 14 cm de la epi-
distribución (cara lateral del antebrazo, del tróclea.
codo a la muñeca). Posteriormente se divide en una rama
Esta rama emerge a la altura de la línea anterior que discurre entre la epitróclea y
de Hueter (o línea intercondílea), perfo- el tendón bicipital y otra posterior que en
rando la aponeurosis y haciéndose subcu- el 90% de los casos suele pasar por encima
táneo; se localiza después por debajo de o a nivel de la epitróclea de forma oblicua
las venas mediana y cefálica, en el mismo hacia el dorso del antebrazo.

23
Rosales Varo, Antonio Pablo

De esta forma, medialmente al tendón el cual se continúa de forma característica


del músculo BB localizaremos las venas con el lacertus fibrosus y su tendón prin-
superficiales cubitales que confluyen en la cipal de inserción, que se dirige profun-
vena mediana basílica y bajo ella los ramos damente para, tras girar lateralmente 90º
del nervio cutáneo medial del antebrazo, sobre sí mismo, fijarse en la cara posterior
que por encima del epicóndilo medial se de la tuberosidad posterior del radio
divide también en un ramo anterior y otro El tendón de inserción del músculo BB
posterior. es plano en la zona de transición muscu-
Como ejemplo práctico de lesión iatro- lostendinosa y posteriormente adquiere un
génica de esta estructura nos encontramos aspecto cilíndrico. Girando lateralmente
el abordaje quirúrgico del nervio cubital 90º, como hemos comentado, antes de
del codo. Hemos de valorar el trayecto del insertarse en la tuberosidad del radio. Por
nervio cutáneo antebraquial medial con otro lado, el tendón de inserción del ms
sus ramas anterior y posterior. Bíceps Braquial está separado de la tube-
rosidad ósea del radio por una bolsa serosa
4. En el codo, al igual que en el resto de la denominada bicipitoradial.
parte libre de las extremidades, la musculatu- Comentar que la lesión más frecuente es la
ra está envuelta por una aponeurosis super- avulsión del tendón, siendo la avulsión com-
ficial que la rodea circularmente con zonas pleta más frecuente que la parcial. La irre-
con engrosamientos y tabiques que se des- gularidad de la tuberosidad del bíceps es ob-
prenden de su cara profunda para compar- servada con frecuencia sugiriendo como un
timentar los diferentes grupos musculares. proceso degenerativo puede estar implicado,
En el brazo se encuentran los tabiques al menos en parte, como causa de la lesión.
intermusculares interno y externo que de-
limitan el compartimento braquial ante-
rior y el braquial posterior.
Para poder acceder a las estructuras suba-
poneuróticas en quirófano incidimos la fas-
cia superficial, levantando los colgajos fascia-
les lateral y medial y exponemos los tabiques
intermusculares lateral y medial del brazo.
La elevación del colgajo medial fascial es
mas compleja por la existencia del lacertus
fibrosus procediendo a su sección finali-
zando con el levantamiento de la aponeu-
rosis superficial del brazo y del antebrazo
exponiendo el músculo biceps braquial, el
origen de los musculos flexopronadores y
la musculatura epicondílea.

5. En la zona media aparece el músculo


Bíceps Braquial (BB), de aspecto carnoso Fig. 6.

24
Consideraciones anatómicas y biomecánicas del codo

culares entre ellos que permiten reconocer


sus límites. Estos son: Pronador Teres; el
Flexor carpis radialis; el Palmar mayor y el
Flexor del carpo cubital.
Comentar como el músculo pronador
redondo presenta dos porciones de origen:
la cabeza cubital y la cabeza humeral.
En el lado externo se encuentra la deno-
minada masa móvil de Henry, en realidad
estos músculos tienen un significado em-
briológico extensor como lo demuestra su
inervación por el nervio radial, pero a este
nivel se localizan como grupo posterola-
teral del antebrazo o musculatura suprae-
Fig. 7. picondílea. Braquiradial; el extensor carpo
radial largo; el extensor carpo radial brevis.
En la fisiopatología de la ruptura distal Su inervación la reciben de forma carac-
del bíceps. Los cambios hipertróficos de la terística por encima del epicóndilo, y de
tuberosidad radial pueden causar irritación forma escalonada, lo que tiene importancia
del tendón, predisponiendo a los cambios clínica en el diagnóstico de las lesiones del
degenerativos y su ruptura durante la pro- nervio radial y en el orden de reinervación.
nosupinación. Si desarrollamos el intersticio entre el
ms Braquial y el Braquiradial, en el fondo
6. Bajo el músculos Bíceps Braquial se podemos localizar al nervio radial.
localiza el músculo Braquial de mayor
anchura que lo sobrepasa a ambos lados 8. Medialmente al ms BB se locali-
para ir a insertarse en la cápsula articular za el paquete vasculonervioso humeral
del codo y en la tuberosidad braquial del envuelto dentro de un espacio triangular
cúbito por debajo de la apófisis coronoides. aponeurótico denominado canal de Cru-
Entre ambos músculos podemos identi- veilhier, delimitado por los ms BB y B.
ficar al nervio cutáneo lateral del antebrazo, La primera estructura que se encuentra es
que discurre oblicuamente para emerger el nervio mediano que es el mas superficial,
justo por el borde lateral del tendón de in- por debajo de él está la arteria humeral con
serción del músculo Bíceps Braquial, punto sus dos venas satélites. Corre a lo largo del
de especial cuidado cuando encerrojemos borde interno del bíceps, por el intersticio
distalmente los clavos endomedulares. celuloso que separa este último ms del B.
El paquete sigue una dirección hacia
7. En el lado interno se encuentra el abajo y afuera discurriendo bajo el lacertus
origen común de los conocidos músculos fibrosus, situado en la flexura del codo por
epitrocleares o flexopronadores del ante- dentro de la arteria humeral; al principio
brazo y de la muñeca. Fusionados en una subaponeurótico, alcanzando muy pronto
masa común pero con tabiques intermus- los ms epitrocleos.

25
Rosales Varo, Antonio Pablo

El mediano tiene con la humeral las tal) se realiza en un plano sagital, y que
relaciones siguientes: Situado al principio en realidad son la arteria radial, anterior
por fuera de la arteria, se coloca por delan- y superficial, y la arteria cubital, profunda.
te en la parte media del brazo y algo por Observando como el nervio mediano cru-
encima del codo se separa de nuevo de ella, za por delante del tronco cubitointeroseo
para colocarse a su lado interno. No son
pues paralelos sino que se cruzan como las 10. Volvamos a la zona lateral. Entre los ms
dos ramas de una X. Biceps Braquial y Braquiradial encontramos
A nivel del lacertus fibrosus la relación el nervio radial con su división en ramos sen-
es: arteria humeral por fuera y nervio me- sitivo (superficial) y motor o profundo.
diano por dentro. De su trayecto comentar que tras su ori-
A nivel práctico, en la flexura del brazo gen el radial se dirige oblicuamente hacia
el n. mediano, situado por dentro de la ar- abajo, afuera y atrás, sale de la axila por el
teria humeral, está separado de este vaso ángulo posteroexterno y se encaja y avan-
por un espacio triangular de vértice supe- za por el canal de torsión del húmero, en
rior. Al principio subaponeurótico, se colo- compañía de la arteria humeral profunda.
ca muy pronto entre el fascículo epitrocleo Sigue el borde externo de este hueso, lo
y coronoideo del pronador redondo. rodea de atrás a delante, perforando la
Una vez llegado debajo del pronador aponeurosis intrams externa y llega así a
redondo, cruza oblicuamente la arteria la flexura del brazo, en donde termina bi-
cubital profunda, pasando por delante de furcándose. El radial rodea así el húmero
ella. Posteriormente sigue su trayecto, per- a la manera de una semiespiral, de donde
forando las inserciones del flexor común el nombre de nerviomusculoespiral de los
superficial de los dedos y pasa al antebrazo. anatomistas ingleses.
Como hemos comentado, El ms pro- Así, al llegar al tercio distal del brazo en
nador redondo presenta dos porciones el margen lateral del húmero, atraviesa el
de origen: la cabeza cubital en el borde tabique interms lateral (a unos 10 cm de la
medio del proceso coronoideo y la cabe- interlinea) para entrar en el compartimen-
za humeral en la superficie anterior de la to anterior del brazo. Luego desciende por
epitróclea. En el 90% de los casos el nervio delante del epicóndilo lateral del húmero y
mediano pasa entre ambas porciones del cápsula de la articulación del codo, situán-
ms PT, inervándolas de forma individual, dose en profundidad en el surco entre el ms
siendo posible su compresión a este nivel braquial, situado medialmente, y los mús-
Las posibles zonas de compresion del n culos braquioradial y extensor radial largo
mediano en el codo incluyen: situados lateralmente. En este punto se
Lig de Struthers, lacertus fibrosus, ms divide en sus ramos superficial y profundo.
Pronador redondo (la mas frecuente), ms La rama superficial desciende a lo largo
FDS (la segunda mas frecuente) de la cara anterolateral del antebrazo pro-
fundo al ms braquioradial, pasando sucesi-
9. Es importante reconocer que la divi- vamente sobre los ms supinador, pronador
sión de la arteria humeral en arteria radial redondo, flexor superficial de los dedos y
y tronco cúbitointeróseo (o arteria cubi- flexor largo del pulgar.

26
Consideraciones anatómicas y biomecánicas del codo

Desarrollando el intersticio entre el ms cara posterior del codo, hasta la extremi-


braquioradial y el braquial localizaremos dad superior del cúbito. Una vez allí rodea
en el fondo se localiza el nervio radial de atrás a adelante la parte interna de esta
La rama profunda penetra entre los dos diáfisis, alcanzando de este modo la cara
planos de constitución del supinador corto. anterior del antebrazo, descendiendo ver-
Por intermedio del supinador se relaciona ticalmente hasta la muñeca.
con la cara anterior del extremo superior El punto más fácil para encontrarlo es
del radio. a un través de dedo por encima del canal
La arcada de Froshe no es mas que el epitrocleoolecraniano. Si proseguimos más
borde fibroso proximal del músculo su- proximal se ve como se sitúa bajo las fibras
pinador, tras el que penetra la rama pro- del vasto interno, que lo cubrirá ocultándolo.
funda del nervio radial o nervio interóseo Más proximalmente encontramos un en-
posterior. El origen fibroso del ms ECRB grosamiento a la altura del tabique interms
se extiende como una brida que podría interno, denominada arcada de Struther;
comprimir a la rama profunda del nervio que no es mas que una lámina fibrosa loca-
radial. Hay que valorar la relación de este lizada en el tabique interms interno a nivel
nervio dependiendo de la posición de la del paso del n. cubital desde el comparti-
pronosupinación del antebrazo mento anterior al posterior.
El recorrido del nervio radial a través Si levantamos parcialmente el vasto me-
del codo constituye, para este elemento dial identificaremos un engrosamiento fi-
nervioso, un camino con riesgo de lesio- broso procedente de aquel que se fusiona
nes intrínsecas o extrínsecas. Las posibles con el tabique interms, en el punto en el
zonas de compresión del nervio radial es que el n. cubital pasa del compartimento
el denominado túnel radial (en verdad no anterior al posterior; de forma que si conti-
es un verdadero túnel anatómico), que se nuamos proximalmente se descubre el resto
resume en el acrónimo FREAS, y son: del n. cubital al atravesar desde el comparti-
• (F) Bandas fibrosas entre los ms B y BR mento anterior al posterior.
(raras) Posteriormente al seguir el nervio cubi-
• (R) Arteria recurrente radial tal se introduce bajo la denominada arcada
• (E) Ms ECBR de Osborne, que no es mas que un engro-
• (A) Arcada de Froshe (la más frecuente) samiento de la aponeurosis que salta entre
• (S) Ms S ambas porciones de origen del FCU. La
aponeurosis profunda del ms FCU se de-
11. El n. cubital se desprende de la raíz nomina arcada de Amadio.
interna del mediano. siguiendo un trayecto Es interesante la relación entre el nervio
descendente costea la parte interna del ter- cubital, el ms FCU y el canal epitrocleoo-
cio superior del brazo, como el mediano, lecraniano durante los movimientos de
pero el cubital pasa por detrás del tabique flexoextensión del codo. Con la flexión del
interms interno, por lo que se encuentra en codo el túnel cubital disminuye su capacidad
la región posterior del brazo. en un 55% durante el proceso de deforma-
Llegado a la epitróclea, pasa por detrás ción, en que pasa de ser oval en la extensión
de esta eminencia ósea y desciende a la a elíptico en la flexión. Si además se añade

27
Rosales Varo, Antonio Pablo

abducción del hombro y extensión de la mu- - La superficie articular distal del húme-
ñeca la presión aumenta 5 veces más. ro está angulada 30º anterior respecto a la
La neuroapraxia del nervio cubital está línea media, correspondiéndose con los
en relación no sólo con mecanismos de 30º de angulación posterior del olecranon,
compresión directa, sino también con lo cual se manifiesta en un aumento de
mecanismos de tracción-elongación y de rango de movilidad.
subluxación dinámica del nervio cubital. - Cresta medial de la tróclea mas promi-
A la altura de la arcada de Osborne el nente que provoca un ángulo 6-8º de valgo
n. cubital descansa sobre la porción poste- al relacionarse con la escotadura sigmoidea
rior del ligamento lateral interno, separado del cúbito.
de una bursa que facilita su deslizamien- Las columnas supracondíleas medial y
to, siendo éste un espacio indistensible y lateral separan las superficies articulares de
punto frecuente de compresión nerviosa. la diáfisis del húmero y no tienen el mis-
mo tamaño. Si observamos el hueso desde
Biomecánica la parte posterior vemos que la columna
12. La articulación del codo o articula- medial es mucho más pequeña y estrecha,
ciónn humero-antibraquial une el segmen- mientras que la columna lateral es ancha
to del brazo al antebrazo. Fisiológicamen- y plana en su superficie posterior. Es im-
te el codo nos presenta dos articulaciones portante tener en cuenta esta característica
diferentes: la primera troclear, permite al anatómica cuando queremos colocar una
antebrazo aproximarse o separarse del bra- placa o colocar tornillos interfragmentarios.
zo; la 2ª, articulación trocoide, permite al
radio girar alrededor del cúbito, llevando al- 14. Respecto a la porción proximal del
ternativamente la palma de la mano hacia radio.-
adelante o atrás. Si bien en éste el cúbito - La epífisis proximal consta de una
permanece inmóvil, en los movimientos de cabeza circular, irregular por uno de sus
flexoextensión el radio se mueve sobre el lados, de aspecto ovoideo, que posee una
húmero con el cúbito. fosita superior articular para el cóndilo hu-
Por otra parte es una sola la sinovial que meral y una circunferencia articular para la
existe para las articulaciones HR y HC, por escotadura sigmoidea menor del cúbito y
las que tanto por razones anatómicas como el ligamento anular.
fisiológica las reunimos en una sola descrip- - La sección transversal de la cabeza del
ción. Es decir, nos encontramos con tres arti- radio es ligeramente ovalada en su lado
culaciones funcionalmente distintas con una medial.
cápsula y sinovial común: Articulacion HC - La cabeza del radio y el cuerpo presen-
es de tipo troclear (gínglimo); Artic. HR es ta una angulación de unos 15º, relacionán-
anatómicamente tipo enartrosis (esferoide); dolo con los mecanismos de fractura.
Artic. RC proximal es de tipo trocoide y no - El cartílago articular cubre la superfi-
puede disociarse de la RC distal. cie cóncava y un arco de aproximadamente
240º de anillo. Por lo que nos encontramos
13. Respecto a las superficies articulares con una zona segura de unos 120º para el
de troclea y capitelun, dos comentarios: material de OS en la reparación de fractu-

28
Consideraciones anatómicas y biomecánicas del codo

• Inestabilidad posterolateral: Fascícu-


lo posterior del LCL.

16. Respecto a la cápsula.


La cápsula fibrosa del codo, tiene, como
la del hombro, la forma de un manguito,
cuya circunferencia superior corresponde
al húmero y la circunferencia inferior a los
dos huesos del antebrazo.
La inserción superior se realiza por de-
lante por una línea curva, cóncava, que
Fig. 8. rodea sucesivamente las dos fosillas coro-
noidea y supracondílea, por detrás con una
ras de cabeza de radio. La “zona segura” se línea circular que coincide bastante bien
extiende aprox. 65º anterior y 45º posterior con el perímetro de la fosa olecraniana;
a la referencia realizada con el antebrazo en por fuera en un surco que se encuentra en-
rotación neutra. tre el epicóndilo y el cóndilo; y por dentro
se inserta en un ángulo que separa la epi-
15. Respecto a la estabilidad del codo tróclea y el reborde interno de la tróclea.
tres apuntes. La inserción inferior; en el cúbito sigue
Podemos considerar unos constrictores el contorno de la cavidad sigmoidea mayor
primarios y otros secundarios: y por debajo de la menor; en la apófisis
coronoides se inserta debajo del pico; en
Constrictores estáticos primarios el olécranon por detrás del vértice (así el
• articulación humerocubital pico de la coronoides y el pico o vértice
• banda anterior del MCL del olécranon quedan en el interior de la
• complejo LCL cápsula. En el radio se inserta a todo alre-
dedor del cuello, a 6-7 mm bajo la cúpula.
Constrictores estáticos secundarios Se debe de recordar que la apófisis coro-
• artic. radiocapit. noides está por dentro de la cápsula articu-
• cápsula lar, y que no hay fibras tendinomusculares
• tendón flexor y ext. Común que se inserten en ella. Muchas fracturas
del pico de la apófisis coronoides se pro-
De la misma manera podríamos realizar ducen por impacto directo y no por arran-
el siguiente cuadro de los principales esta- camiento, pues en ella no se fija ninguna
bilizadores según dirección: estructura anatómica.
• Estabilidad anteroposterior : Superf.
articulares HC. 17. Complejo lateral interno.
• Estabilidad frontal valgo: LCM y Difiere del resto por su considerable
Cabeza radial. grosor y resistencia.
• Estabilidad frontal varo: Olécranon, Está dividido en ligamento anterior
coronoides y LCL. oblicuo (AOL), el ligamento posterior

29
Rosales Varo, Antonio Pablo

oblicuo (POL) y el ligamento transverso. está relajada en flexión y se tensa durante


El origen del AOL y POL no se centra en la extensión, ocurriendo lo contrario en la
el eje del codo. posterior.(Ha sido hipotizado la existencia
El LAO o fascículo anterior.- de aspecto de una zona isométrica en el AOL).
acordonado, se origina a nivel de la parte in- - Si el codo está flexionado más de 90º
terna e inferior de la epitróclea. Se inserta en es más frecuente la lesión completa del
la cara medial de la apóf. coronoides y algu- AMCL.
nas de sus fibras refuerzan el lig. anular en su - Si está flexionado menos de 90º una
aspecto anterior se inserta a una media de 18 fuerza en valgo provocará una lesión sólo
mm distal al pico de la coronoides (en comp, de la banda anterior.
la cápsula y el B se insertan a 6 y 11 mm El haz posterior de Bardinet o epitro-
repectivamente. Es el principal estabilizador cleoolecraniano. De aspecto laminar y dis-
en valgo tanto en flexión como en extensión. puesto en forma de abanico, se inserta, por
Ante una insuficiencia del complejo medial su vértice en la parte posterior e inferior
se recomienda una posición de inmoviliza- de la epitróclea; desde este punto se dirige
ción en pronación del antebrazo. oblicuamente hacia abajo y atrás y viene a
fijarse, por su parte semicircular en la parte
interna del olecranon. Es responsable, en
ocasiones, de la no separación de fragmen-
tos en fract de olecranon. Formará el suelo
del canal cubital.
Se tensa en flexión, puesto que su origen se
sitúa detrás del centro de rotación del codo;
sí en flexión se tensa y remarca su margen
posterior ag, como si abriese un abanico.
El lig. transverso de Cooper.- Consiste
en fibras horizontales desde el olecranon
a la coronoides.

Fig. 9. A fin de mostrar la importancia biome-


cánica de estos ligamentos podemos sec-
En verdad el AOL está compuesto por cionar de forma secuencial y estratégica
dos porciones anatómicas y funcionales estas estructuras:
que se tensan de forma recíproca durante - Fascículo posterior de LCM, provoca-
la flexoextensión, es decir, la pars anterior ría sólo cierto valgo en flexión pero sigue
siendo estable en el plano sagital-frontal.
- Sección de la porción posterior del
fascículo anterior del LCM, provocaría
un desplazamiento anterior y un bostezo
en valgo.
- Sección de la porción anterior del fas-
Fig. 10. cículo anterior del LCM, nos provocaría

30
Consideraciones anatómicas y biomecánicas del codo

una franca inestabilidad en valgo, depen- - la migración proximal puede ocurrir si


diendo únicamente de la columna externa los ligamentos están rotos.
ósea. Con un desplazamiento en el plano - la laxitud en valgo puede estar presente
sagital y frontal. si el ligamento cubital está lesionado.

En 1983 Morrey mostró como las es- El complejo lateral se encuentra for-
tructuras que resisten las fuerzas en valgo mado por 4 componentes: (las variaciones
contribuyen de forma diferente depen- individuales son más frecuentes):
diendo del ángulo de flexión del codo - Ligamento colateral radial. Se originan
- En extensión completa.- 31% es resis- en el epicóndilo externo, sus fibras super-
tido por el UCL, 38% por la cápsula y el ficiales proporcionan origen al ms supina-
31% por las estruct óseas. dor. Su longitud es de unos 2 cms desde el
- A 90º de flexión. El UCL incrementa epicóndilo al LA; su tensión es casi uni-
relativamente su contribución al 54%, la forme en el rango de flexoextensión, in-
cápsula anterior proporciona sólo el 10% dicando que el origen del ligamento está
de estabilidad en valgo y l contribución de muy cerca del eje de flexión.
las estructuras óseas es del 36%. - Ligamento anular (LA). Fuerte banda
También son clásicos los experimentos que se orig e inserta en los márgenes ante-
de Morrey en especímenes cuantificando rior y posterior de la escotadura sigmoidea
la estabilidad del codo al alterar 2 varia- menor del cúbito. En su curso rodea 4/5
bles, LCM y la cabeza radial. de la cabeza radial. Su estructura no es tan
Consecuencias. simple: Una reflexión sinovial..., la cabeza
- El AOL es el principal estabilizador no es totalmente circular de forma que la
del codo ante las fuerzas en valgo siendo inserción anterior se tensa en supinación y
la cabeza del radio un importante estabi- la posterior se tensa en pronación.
lizador 2º. - Ligamento colateral cubital lateral. Se
-Si el AMCL no se encuentra preser- ha demostrado está de forma invariable y
vado se procurará por todos los medios ser crítica su importancia clínica. Se ori-
conservar la cabeza del radio y reparar o gina en el epicóndilo lateral dirigiéndose
reconstruir el AMCL. superficial y distalmente al LA fundién-
- La cabeza del radio se puede extirpar dose con él e insertándose en la cresta del
sin que ocurra una inestabilidad significati- supinador del cúbito. Es el principal esta-
va en valgo, siempre que el AMCL y la arti- bilizador del codo en varo después de la
culación humero cubital continúen intactos. propia articulación HC.
- Ligamento accesorio.- De la cresta del
De forma que: supinador del cúbito al LA. Se piensa esta-
- La integridad del codo requiere la in- biliza el AL durante el stress en varo.
tegridad articular y ligamentosa. La creencia es considerarlo como una
- la ausencia de la cabeza radial no cau- estructura en forma de “Y”
sa inestabilidad si el ligamento colateral El ligamento cuadrado de Denucé une
cubital y la articulación radiocubital distal el borde distal de la cavidad sigmoidea
está intacta. menor con el cuello del radio; presenta

31
Rosales Varo, Antonio Pablo

la subluxación posteroexterna del codo,


incluyendo un movimiento de giro o ro-
tación externa.
Se mantendría la relación radiocubital
proximal por preservarse el ligamento anular.
Clínicamente se han descrito manio-
bras específicas para valorar el complejo
colateral lateral, como son:
- Posterolateral rotatory Drawer test.
- Posterolateral Rotatory Pivot-shift test.
Morrey et al han estudiado la resisten-
cia al stress en varo con el codo en exten-
Fig. 11. sión completa y a 90º de flexión.
En extensión completa casi la mitad de
dos refuerzos ant y post que participan en la estabilidad era conferida por los tejidos
la limitación de los movimientos de pro- blandos (14% por LCL y 32% por cápsula)
nosupinación. y el 54% por las estructuras óseas
La insuficiencia del complejo colateral En flexión de 90º el 75% de la resisten-
lateral provoca un desplazamiento postero- cia al stress en varo está proporcionado
lateral. No existe un acuerdo en la literatura por las estructuras óseas y sólo el 22% por
sobre el papel de cada porción del complejo tejidos blandos (9% LCL y 13% cápsula).
LCL; pensándose que actúa como una uni-
dad funcional en la que cada porción tiene 18. Terminaremos nombrando los prin-
su propia función estabilizadora. cipales factores anatómicos que limitan la
Cuando el ligamento anular o el LCM extensión y la flexión del codo.
cubital son cortados de forma aislada exis- Limitadores de la extensión:
te una mínima laxitud. - Impacto del olécranon en la fosa ole-
Si el ligamento anular se encuentra in- craniana.
tacto, se necesita lesionar el ligamento - Tensión desarrollada en la musculatura
cubital colateral y el colateral radial para flexora y la cápsula.
provocar una inestabilidad significativa ro- - Tensión en la banda anterior del LCM.
tatoria posterolateral o en varo-valgo. Limitadores de la flexión:
La sección del fascículo posterior del - El choque de la musculatura anterior.
LCR (en clínica se den. LCUL) produce - La tensión del tríceps. z

32
Métodos diagnósticos por la imagen... para no pasar ninguna lesión

Capítulo 3

Métodos diagnósticos por


la imagen... para no pasar
ninguna lesión

Vázquez Colomo, Claudio (1), Ruiz Molina, José Ángel


(1), Bernáldez Domínguez, Pilar (2), Rodríguez Rodríguez,
Alberto (2), Yebra Pareja, José Carlos (1)
(1) Servicio Traumatología y Cirugía Ortopédica. C.H.
Torrecárdenas (Almería)
(2) Servicio de Radiodiagnóstico. Hospital Juan Ramón Jiménez (Huelva)

Introducción da historia clínica y un adecuado examen


La articulación del codo es un instru- radiológico para que estas lesiones no se
mento de gran precisión con un mecanis- pasen por alto.
mo muy complejo. Está formada por tres Las fracturas de codo son relativamente
articulaciones que llegan a funcionar como frecuentes. Suponen el 7 % de fracturas de
una sola: Humerorradial, humerocubital la extremidad superior y pueden represen-
y radiocubital proximal, permitiendo un tar hasta el 30 % en la infancia (2). Las
amplio abanico de movimientos (flexión, luxaciones de codo son las segundas más
extensión, pronación y supinación). Pe- frecuentes tras la de hombro, siendo la pri-
queñas alteraciones anatómicas pueden mera en frecuencia en edades infantiles.
producir una gran discapacidad funcional,
no solo en el codo sino también afectar a la Estudio Radiográfico
mano y realizar por ello mecanismos com- El diagnóstico radiológico no siempre
pensadores con el hombro (1). Por todo es tan fácil como puede suponerse ya que
esto, es conveniente realizar una detalla- las lesiones traumáticas con frecuencia su-

33
Vázquez Colomo, Claudio

ponen un problema cuando tenemos que un diagnóstico erróneo ya que se diag-


realizar las proyecciones adecuadas en los nostican fracturas, luxaciones donde no
dos planos. El dolor, edema o la deformi- las hay o bien, se pasan por alto fracturas
dad, impiden una correcta posición del creyendo que son núcleos de osificación.
codo lesionado. En estos casos, es fundamental solicitar
En los pacientes de corta edad también radiografías del codo contralateral para así
puede suponer un problema para el mé- poder comparar y valorar este tipo de le-
dico. Es necesario un conocimiento de la siones (Fig. 1 y Fig. 2).
anatomía y de la cronología del desarrollo En toda exploración radiográfica inicial
de los centros de osificación, el momento se deben realizar dos proyecciones: una
de la aparición y su posterior fusión con la anteroposterior y una lateral de codo.
porción diafisiaria humeral (3) El acróni- En la primera es necesario tener en
mo CRITOL (Capitellum, Radial Head, cuenta tres conceptos: 1. El cóndilo se ar-
Internal Epicondyle, Trochlea, Lateral ticula con la cabeza radial que es lateral. 2.
Epicondyle) puede ayudarnos a recordar La tróclea humeral se articula con el cu-
la secuencia en que aparecen. bito que es medial. 3. El olecranon no se
En ocasiones puede llevarnos a realizar visualiza (Fig. 3).
En una proyección lateral adecuada, la
articulación debe estar centrada y abier-

Fig 1. Centros de osificación en el codo.

Fig 2. Radiografía de codo en niño. La tróclea


tiene dos o más centros de osificación y puede Fig 3. Codo AP. Antebrazo en posición supina y
confundirse con una fractura o cuerpos libres el codo en extensión completa. El haz de rayos
intraarticulares. se dirige perpendicularmente a la articulación.

34
Métodos diagnósticos por la imagen... para no pasar ninguna lesión

Fig 4. Proyeción oblícua. Se realiza la misma


técnica que la proyección AP, con angulación
del haz de rayos 5º hacia lateral o medial,
centrado en el espacio articular.
Fig 5. Lateral codo. Se aprecia el olecranon de
perfil, cóndilo humeral superpuesto con apófisis
ta. Se visualiza el olécranon de perfil, los coronoides, cabeza radial y depósito de grasa
anterior. La línea radiocondílea va desde la
cóndilos humerales superpuestos con la diáfisis radial atravesando el cóndilo humeral.
apófisis coronoides, la cabeza radial y un
depósito de grasa anterior (2). La almo-
hadilla grasa posterior nunca se ve (Fig. 4). Otra consideración que debemos tener
Existen otras proyecciones más específicas en cuenta al observar una radiografía, es la
como la oblícua de codo, que puede ser me- estabilidad de la cabeza radial a través de la
dial o lateral y que permite ver con más cla- línea radiocondílea. Esta es una línea traza-
ridad las fracturas de la cabeza radial (Fig. 5). da a lo largo del centro de la diáfisis del ra-
El codo presenta una angulación nor- dio proximal, que debería pasar a través del
mal de 5-7º en valgo. Se observa trazando cóndilo humeral (Figs. 6B y 7). Si esta línea
una línea longitudinal a través de la diáfi- no pasa por el cóndilo, deberíamos sospe-
sis humeral y del cúbito. Esto nos puede char una luxación de la cabeza del radio. Es
ayudar a diagnosticar desviaciones pato- muy útil para valorar posibles luxaciones de
lógicas en el codo infantil, generalmente codo o fracturas de cúbito proximal asocia-
por secuelas de fracturas (Fig. 6A). das (Fractura- luxación de Monteggia).

B
A
Fig 6A. Angulación normal del codo. 5-7º
Normalmente se encuentra entre 5-7ª
en valgo. Se realiza trazando una línea
longitudinal a través de la diáfisis del
húmero y del cúbito.

Fig 6B. Línea radiocondílea en el


niño. Observe como en C y D la línea
radiocondílea va igualmente hacia el
capitellum aunque el codo esté en
mala posición. B) También se aprecia
una fractura supracondilea.

35
Vázquez Colomo, Claudio

Cuando existe una lesión en el codo, por


lo general suele haber un derrame que se
deposita en la zona grasa periarticular. Vi-
sualizar un depósito de grasa que se despla-
za anteriormente suele ser patológico. Cabe
recordar que la almohadilla grasa posterior
nunca se ve, en caso contrario también será
siempre patológica (Figs.8 y 9).
Existen más criterios radiográficos por
los cuales se puede identificar lesiones en
el codo. Si trazamos una línea longitudi-
nal a través de la cortical anterior humeral,
Fig 7. Línea radiocondílea en el adulto.
esta debe atravesar 1/3 del cóndilo hume-
ral (5). En casos de presentar una fractura
supracondílea, al desplazarse el cóndilo
posteriormente, podría estar alterado.
Otro parámetro que podríamos observar
es la angulación normal de 45º del cóndilo
con respecto a la diáfisis humeral. También
podría estar alterado en caso de fractura
(Figs. 10 y 11).
Existen ciertas patologías que presentan
una imagen característica en la radiogra-
fía y que con facilidad pueden pasarse por
alto, como el signo del doble arco de Mc-
Fig 8. Almohadilla grasa anterior normal en kee en las fracturas de capitellum, que de-
proyección lateral. bemos sospechar ante todo episodio trau-
mático en edades infantiles que presenten
dolor, edema e impotencia funcional y
con una radiografía AP sin alteraciones
significativas. Hay que buscar signos de
lesión de la articulación como el signo de
la almohadilla grasa anteriormente men-
cionado y observar pequeñas alteraciones
en la radiografía. En el signo del doble
arco en la radiografía AP podemos ver un
fragmento en apariencia pequeño a nivel
del cóndilo humeral lateral, esto podría
hacernos sospechar erróneamente que te-
nemos ante nosotros una lesión pequeña,
Fig 9. Almohadilla grasa anterior separada
de la articulacion. También se visualiza la sin mayores consecuencias. Es importante
almohadilla posterior. Esto es patológico. no conformarnos con una sola proyección

36
Métodos diagnósticos por la imagen... para no pasar ninguna lesión

Fig 10. Línea humeral anterior. Observe como


atraviesa 1/3 del cóndilo humeral. Esto se
considera normal.

y completar el estudio con una proyec-


ción lateral. Aquí podemos apreciar que Fig 11. Fractura supracondílea en un niño. La
el fragmento es bastante más grande de línea humeral anterior no atraviesa el cóndilo.
También se observa el signo de la almohadilla
lo esperado y que requerirá tratamiento grasa posterior.
quirúrgico (Figs. 12 y 13).

Otras pruebas de imágenes tomografía computarizada (TC) y reso-


El desarrollo tecnológico experimenta- nancia magnética (RM), así como su ma-
do en los últimos años por los estudios de yor accesibilidad, hacen de estas pruebas

Fig 12. Signo del doble arco del McKee. Fig 13. Fractura de capitellum. En la proyeccion
Obsérvese un pequeño fragmento delante de la lateral se observa la presencia de un gran
articulación humerorradial. fragmento osteocondral.

37
Vázquez Colomo, Claudio

su cronología y los hallazgos relevantes en


la exploración clínica. De este modo, el
contacto entre traumatólogo y radiólogo
adquiere especial relevancia ante el reto
que supone un correcto estudio de esta
compleja articulación (es mucho más pro-
bable encontrar una aguja en un pajar si
sabes por donde entró, que forma tiene y
que velocidad llevaba al incidir en él).

Ecografía
La ecografía aporta, como principales
ventajas, su continua accesibilidad (en
nuestro medio, prácticamente, todos los
centros hospitalarios disponen de ella 24
horas al día), su inocuidad y fácil mane-
jo (que permiten la comparación con las
estructuras anatómicas del miembro con-
tralateral) y la posibilidad de estudiar con
Fig. 14. Utilidades de la ecografía. (A) Flujo precisión músculos y tendones así como,
arterial demostrable en la arteria braquial mediante Doppler, las estructuras vascu-
(flecha). (B) Zona de la inserción radial del
músculo bíceps braquial (flecha).
lares. Como desventajas cabe señalar la
dependencia del explorador (siendo par-
ticularmente heterogénea la calidad de la
unas herramientas de uso creciente para la formación en ecografía musculoesque-
valoración de las lesiones de diversas es- lética dentro del colectivo de radiólogos
tructuras anatómicas (sinovial, tendones, en nuestro ámbito) y la imposibilidad de
ligamentos...), así como para la resolución mantener el codo en la postura adecuada
de aquellos casos en los que la radiología para el estudio (en extensión en la mayor
convencional plantea dudas diagnósticas parte de los casos) durante las horas y/o
(fracturas complejas o aquellas que por su días posteriores a ciertos traumatismos.
pequeño tamaño u orientación no son vi- Sus indicaciones más comunes son:
sibles en la radiografía simple). Asimismo, 1) estudio de la integridad de las estruc-
la ecografía se mantiene como una técnica turas tendinosas -especialmente en sospe-
vigente para la rápida valoración de ciertas cha de rotura aguda del tendón distal del
estructuras dada su inocuidad y fácil acce- biceps braquial,
so. Lejos de suplir a una adecuada y com- 2) descartar lesiones vasculares signifi-
pleta valoración clínica, todas las men- cativas secundarias a fracturas que asocien
cionadas exploraciones complementarias afectación de la arteria braquial o la por-
requieren, para su correcta interpretación ción proximal de las arterias radial y/o cu-
por parte del radiólogo, una exhaustiva in- bital -mediante estudio Doppler (Fig. 14);
formación sobre el mecanismo de lesión, y, menos frecuentemente,

38
Métodos diagnósticos por la imagen... para no pasar ninguna lesión

3) sospecha de bursitis o derrame sino- la cortical ósea y la capacidad de generar


vial (aportando, en este último caso, esca- reconstrucciones multiplanares de la gran
sos datos respecto a la exploración física). mayoría de los equipos actuales);
2) el estudio detallado y completo de lesio-
Tomografía Axial Computerizada nes vasculares asociadas a fracturas (mientras
La TC, asimismo, es una técnica uni- que la ecografía permite un estudio muy ac-
versalmente accesible aunque la dosis de cesible y dinámico de segmentos vasculares,
radiación administrada para su realización la TC permite una mejor localización topo-
implica una cuidadosa valoración previa de gráfica de las lesiones y estudio de la anato-
su relación riesgo-beneficio. Otras desven- mía vascular de la extremidad).
tajas de esta técnica son la dificultad que se El TAC tridimensional permite una de-
presenta en ciertos pacientes para obtener tallada información de la anatomía ósea
un correcto posicionamiento para el estudio del codo debido a sus cortes milimétricos
y, en el caso de los estudios vasculares, los con posibilidad de reconstruir imágenes
riesgos inherentes a la administración intra- tridimensionales que permiten estudiar la
venosa de contraste yodado. Sus principales zona afecta desde múltiples perspectivas.
indicaciones en la patología del codo son: Puede servir de gran ayuda al traumatólo-
1) el estudio de estructuras óseas ante go en fracturas complejas, también como
sospecha de fractura no susceptible de planificación preoperatoria o para hallar la
estudio satisfactorio por radiología con- localización y el tamaño de un cuerpo libre
vencional (dada su excelente definición de articular. (Fig. 15).

Fig. 15. (A) TAC tridimensional donde se aprecia una fractura de la cabeza radial. (B) MRI de
un codo normal. La RM es una técnica superior para identificar lesiones en cartílago, músculos,
tendones o edema óseo.

39
Vázquez Colomo, Claudio

Resonancia Nuclear Magnética (RM) bíceps braquial) y la realización de secuen-


Actualmente, de forma indudable, la RM cias eco de espín potenciada en T1 –que
constituye la técnica más avanzada y con aporta gran definición anatómica– y STIR
mayor espectro de indicaciones para el es- (Short Tau Inversion-Recovery) –con gran
tudio de la patología del codo. Su excelente sensibilidad para detectar el edema, asocia-
resolución de contraste (capacidad de dis- do a lesiones óseas o de partes blandas–;
criminación entre los distintos tejidos y es- siendo menos frecuente la necesidad de
tructuras estudiadas) y capacidad de estudio secuencias adicionales o de estudios con
multiplanar, así como la resolución espacial administración de contraste (gadolinio).
(que podemos definir, coloquialmente, como En la Tabla 1 se reflejan las indicaciones
la capacidad para localizar con precisión una más usuales de la RM para el estudio del
estructura) de la mayoría de los equipos ac- codo. Otras técnicas, como la artrografía
tuales –unidos a su inocuidad– son las prin- mediante TC o RM son más escasamente
cipales ventajas de esta técnica. Como prin- utilizadas para la valoración del codo, pre-
cipal inconveniente cabe reseñar la duración cisando, además una indicación individua-
del estudio, que requiere una importante lizada y consensuada entre traumatólogo y
colaboración por parte del paciente. El estu- radiólogo –por lo que no nos extenderemos
dio estándar del codo implica una cobertura sobre ellas, refiriendo al lector a la bibliogra-
anatómica que abarca desde la metáfisis del fía adjunta para un estudio más detallado–.
húmero hasta la tuberosidad radial (inclu- La RM es la técnica de elección para
yendo completamente la inserción distal del el estudio de los tendones, ligamentos y

Tabla 1: Indicaciones más usuales de la RM en patología del codo


• Secuelas de tracción medial y compresión lateral por estrés en valgo:
• Lesiones del ligamento colateral medial y del tendón del flexor común
• Neuropatía cubital
• Osteocondritis disecante
• Lesiones del ligamento colateral lateral
• Epicondilitis
• Alteraciones óseas y cartilaginosas postraumáticas:
• Fracturas ocultas en radiología convencional
• Fracturas de estrés
• Edema óseo
• Afectación del cartílago de crecimiento por fractura
• Presencia de cuerpos osteocondrales intrarticulares
• Lesiones del tendón distal del bíceps o el tríceps
• Bursitis
• Artropatías
• Neuropatías por atrapamiento
• Masas de partes blandas

40
Métodos diagnósticos por la imagen... para no pasar ninguna lesión

Fig. 16. Distintas secuencias en RM del


músculos de la articulación. También es codo presentadas en cortes axiales
de elección cuando sospechemos una os- (perpendiculares al eje largo del miembro
teomielitis, lesión tumoral, edema óseo, superior) en el estudio de una lesión
catalogada como fascitis nodular en región
alteración en el cartílago de crecimiento o supracondílea medial. (A) Secuencia
cuando pensemos en la existencia de una eco de espín potenciada en T1. La lesión
fractura no descubierta en la radiografía (flecha) es discretamente hiperintensa
respecto a la musculatura de la zona. (B)
(8). Al proporcionarnos una información Secuencia eco de espín potenciada en
más detallada hace que la RMN sea su- T2. Se ha marcado con un comprimido
perior al resto de estudios para identificar de vitamina E (flecha curva) la zona
donde se palpaba el nódulo superficial
este tipo de patologías (9) . para su localización. (C) La lesión
En las figuras de la 16 a la 20 les presen- aparece hiperintensa en la secuencia
tamos distintos cortes de imágenes de RM STIR, presentando moderado realce en
la secuencia T1 con administración de
y sus cometarios. z gadolinio y supresión espectral de la grasa
(SPIR) (D).

41
Vázquez Colomo, Claudio

Fig. 17. Imagen en el plano sagital (situado Fig. 18. Imagen de reconstrucción en un
en el eje longitudinal del miembro superior y plano coronal (situado en el eje longitudinal
perpendicular al plano formado por la superficie del miembro superior y paralelo al plano
palmar) de secuencia potenciada en T2 con formado por la superficie palmar) de una TC
supresión espectral de la grasa (SPIR) –empleada de codo. Corresponde a un paciente de 13
en este caso como equivalente de la secuencia años evaluado por prolongada persistencia de
STIR– en la zona de la lesión. Muestra una rotura síntomas tras un traumatismo en el codo. Se
completa –con importante edema (flecha)– del objetiva una fractura epifisaria que no había
tendón distal del bíceps braquial (asterisco). sido detectada en radiología convencional.

Fig. 19. Corte axial mostrando quiste sinovial. (A) La


lesión muestra una señal de intensidad intermedia
en la secuencia eco de espín potenciada en T1, y,
característicamente, una señal brillante en la secuencia
potenciada en T2 –en este caso con supresión
espectral de la grasa (SPAIR)– (B).

42
Métodos diagnósticos por la imagen... para no pasar ninguna lesión

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urgencias. El médico debe complementar 9. Fritz RC. Magnetic resonante Imaging of
el examen con estudios de imágenes. the elbow. Semin Roentgenol 1995. 30:
La radiografía en dos planos es la técnica 241-264.
ideal de entrada ante todo codo traumático.
10. Murphy BJ. MR Imaging of the elbow.
En caso de existir dudas, sobre todo en
Radiology 1992.;184: 525-529.
pacientes pediátricos, podemos pedir ra-
diografías contralaterales del codo sano 11. John SD, Wherry K, Swischuck LE, Phi-
que nos permitan comparar. llips WA. Improving detection of pedia-
Si queremos realizar un estudio más de- tric elbow fractures by understanding
tallado de otras posibles patologías, se ne- their mechanics. RadioGraphics 1996;
16:1443-1460.
cesitarían estudios complementarios como
la RMN o el TAC. 12. Bettmann MA. Frequently Asked Ques-
tions: Iodinated Contrast Agents. Radio-
Graphics 2004; 24: S3-S10.

43
Vázquez Colomo, Claudio

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Upper Extremity” 1st ed. Lippincott, Wi-
lliams & Wilkins. 2010.

44
Abordajes del codo

Capítulo 4

Abordajes del codo

Delgado Alaminos, Manuel Ángel


Hospital Universitario Virgen de las Nieves. Jefe de Sección. Servicio de
Traumatología. Granada.

Introducción dicha articulación. En el plano anterior, los


El desarrollo de la cirugía ortopédica no flexores (inervados por el nervio musculo-
se podría entender sin el avance que su- cutáneo); en el plano posterior, los exten-
puso la introducción y el desarrollo de los sores (nervio radial); en el plano interno,
abordajes interneurales, de manera que la los flexores de la muñeca y pronadores del
disección hasta la articulación se realizaría a antebrazo (nervios mediano y cubital); y,
través de zonas con un menor riesgo de le- finalmente, en el plano externo, los exten-
sión. Es decir, se trata de utilizar planos en- sores de la muñeca y supinadores del ante-
tre diferentes grupos musculares que tienen brazo (nervios radial e interóseo posterior).
en común la inervación por un determina- Algunos ejemplos de abordajes inter-
do nervio, de manera que separando estos neurales del codo serían el abordaje an-
músculos con su nervio queda un campo terolateral, entre los músculos del plano
expedito con una menor probabilidad de le- anterior (n. musculocutáneo) y lateral (n.
sión. La cirugía por planos interneurales Radial); el abordaje medial, entre los mús-
es de especial relevancia a nivel del codo, culos del plano anterior (n. Musculocutá-
teniendo en cuenta las estructuras vitales neo) y medial (n. Mediano y cubital); o el
que lo cruzan en dirección a la mano. posterolateral, entre los músculos ancóneo
En el codo podemos entender que existi- (n. Radial) y extensor carpi ulnaris (n. In-
rían cuatro grupos de músculos que cruzan teróeso posterior).

45
Delgado Alaminos, Manuel Ángel

Según Morrey y Sánchez-Sotelo (2009), y libera el nervio cubital (con liberación


el abordaje del codo debe cumplir los si- proximal, apertura de la arcada de Osbor-
guientes principios: ne y liberación hasta la rama que da para el
• debe ser flexible (permitiendo la am- músculo flexor carpi ulnaris) (Fig.1).
pliación si fuera necesario), A continuación se realiza una osteoto-
• adecuado (para poder visualizar co- mía de olécranon (con o sin preparación
rrectamente la patología), de la osteosintesis previa a la osteotomía).
• seguro (especialmente con los vasos
y nervios),
• cuidadoso (respetando la anatomía),
• por el plano natural (desarrollando
los planos de clivaje),
• con una correcta hemostasia (liberan-
do el torniquete y dejando un drenaje
si lo precisara),
• y que permita su cierre (modificado
según las características específicas
del caso).

Abordaje posterior del codo


Es conocido que la puerta de entrada al Fig. 1.
codo es la trasera. Hay muchas razones
para ello, como que es el abordaje que per-
mite la mejor visión de la articulación (pro- Actualmente se prefiere realizar una os-
porcionando una visibilidad del 57% de la teotomía de Chevron, apuntando el vér-
superficie articular) evitando las estructuras tice hacia distal, con sierra motorizada y
neurovasculares más importantes (que cru- terminada a escoplo para evitar una lesión
zan anteriores a la articulación del codo), mayor del cartílago, debiendo aflorar a ni-
con lo que aporta la posibilidad de una téc- vel de la llamada área desnuda de Wang
nica quirúrgica segura y de confianza. (2003) (zona desprovista de cartílago que
Sus indicaciones serían principalmen- está situada a unos 2 cm. de la punta del
te la reducción abierta y fijación interna olécranon) (Fig. 2).
(RAFI) de las fracturas y pseudoartrosis La siguiente acción consiste en retraer
de húmero distal. hacia proximal el olécranon osteotomiza-
do y elevar el tríceps, debiendo evitar ex-
Desarrollo del abordaje. tender la disección por encima del cuarto
La posición habitual es en decúbito pro- distal del húmero (en los casos en que sea
no, aunque se puede realizar también en preciso realizar una mayor disección será
decúbito lateral. Se efectúan una incisión preciso previamente identificar el nervio
longitudinal, que preferiblemente respetará radial) con lo cual podemos acceder a la
la punta del olécranon. Se incide la fascia articulación, con la mejor visibilidad posi-
de envoltura y a continuación se identifica ble para el húmero distal (Fig.2 y 3).

46
Abordajes del codo

Variantes del abordaje


posterior convencional
Existen más posibilidades de acceder a la
articulación del codo por vía posterior que
la transolecraniana convencional. Por ejem-
plo, la transolecraniana con colgajo de an-
cóneo, cuya diferencia está en que una vez
realizada la osteotomía se diseca el tríceps
y el ancóneo, incorporando este último con
el olécranon osteotomizado, mientras que
al igual que el abordaje convencional, por
Fig. 2. la parte medial se lleva la disección hasta el
borde posterior del tabique intermuscular.
La principal ventaja es que conserva aporte
vascular y nervioso del ancóneo.
Otra opción sería el abordaje bilatero-
tricipital de Alonso-Llames, en el que el
acceso a la articulación se realiza desarro-
llando sendos planos a uno y otro lado del
tríceps, pero sin necesidad de una osteo-
tomía de olécranon, con lo que ello aporta
de ventajas. A saber, al evitar la osteotomía
de olécranon tampoco será necesaria una
osteosíntesis posterior, además el meca-
Fig. 3.
nismo extensor se preserva, al igual que
se conserva el aporte vasculonervioso del
músculo ancóneo. Pero además, en cual-
Una vez concluida la osteosíntesis del quier momento, existe la posibilidad de
húmero distal se procede a la fijación del convertirla en transolecraniana (Fig. 4).
olécranon, con cualquiera de las diversas
opciones que hay disponibles, ya sea con
cerclaje alámbrico, tornillo intramedular
asociado o no a cerclaje o con una placa
olecraniana. En cualquier caso, con una
técnica minuciosa se han presentado re-
visiones que han obtenido hasta un 98%
de consolidaciones, aunque hasta en una
cuarta parte de los pacientes es preciso re-
tirar el material de osteosíntesis (27%).
Los peligros asociados a este aborda-
je son la lesión del nervio cubital, nervio
mediano, arteria braquial y nervio radial. Fig. 4.

47
Delgado Alaminos, Manuel Ángel

Existen otras muchas opciones de abor- car el nervio radial entre brachialis y bra-
daje posteriores al codo, mediante desin- chioradialis. Se debe seguir el nervio hasta
serción tricipital subperióstica, como la que se divide en sus dos ramas termina-
popularizada por Morrey, pero en general les (rama sensitiva e interóseo posterior),
son más utilizadas para la cirugía protésica distalmente se podrá desarrollar un plano
que para el abordaje de las fracturas. entre brachioradialis y pronator teres. El
nervio radial sólo da ramas hacia lateral,
Abordaje anterior por lo que puede ser retraído con segu-
Las indicaciones del abordaje anterior ridad lateralmente con el brachioradialis.
son la RAFI del capitellum, la exéresis Una vez identificadas y protegidas las
de tumores del radio proximal, la necrosis importantes estructuras vasculares y ner-
aséptica del capitellum, el drenaje de in- viosas que discurren por la vertiente ante-
fecciones del codo, la descompresión del rior del codo podemos acceder a la articu-
nervio interóseo posterior y la avulsión del lación (Fig. 5).
tendón del bíceps distal de la tuberosidad Para acceder a la cápsula anterior, se
bicipital. identifican el nervio radial lateralmente
El plano interneural del abordaje an- y el nervio mediano y la arteria braquial
terior está comprendido a nivel proximal medialmente. El intervalo entre el tendón
entre brachialis (n. Musculocutáneo) y del bíceps y el pronator teres es desarro-
brachiorradialis (n. Radial), y distalmente llado. El músculo brachialis se despega de
entre brachioradialis (n. Radial) y Prona- la cápsula anterior. La disección lateral es
tor teres (n. Mediano). entre el nervio radial y el brachialis.
La incisión cutánea suele ser una in- Las estructuras en peligro con este abor-
cisión curva o en zig-zag atravesando la daje son el nervio radial, el nervio inte-
flexura del codo. El tendón del bíceps róseo posterior, el nervio antebraquial cu-
sirve de importante referencia anatómica
actuando como una partición vertical que
divide la fosa antecubital proximal en un
peligroso lado medial y un seguro lado la-
teral, aunque el nervio antebraquial cutá-
neo lateral esté en riesgo en el lado lateral
del bíceps. Por lo tanto, a continuación
debemos identificar y proteger el nervio
antebraquial cutáneo externo (rama termi-
nal del N. Musculocutáneo) que aparece
entre bíceps y brachialis. Una vez protegi-
da, se incide la aponeurosis bicipital, en el
lado lateral del tendón del bíceps. teniendo
cuidado de no lesionar la arteria braquial.
Ahora se identifica la arteria radial y se si-
gue próximamente hasta su origen en la
arteria braquial. Lo siguiente es identifi- Fig. 5.

48
Abordajes del codo

táneo lateral, las ramas recurrentes de la rible desarrollar el plano desde distal, ya
arteria radial y la arteria braquial. que proximalmente los dos músculos com-
Existen algunas posibilidades de abor- parten una aponeurosis común. Se separan
daje anterior limitado, fundamentalmente ambos músculos y se desinserta parte del
para las roturas del bíceps distal, como la origen superior del ancóneo (Fig. 6).
parte anterior del abordaje de Boyd-An-
derson, en los que sólo se emplea una pe-
queña incisión transversa en la flexura del
codo, debiendo ser rigurosos en la identifi-
cación del n. Antebraquial cutáneo lateral,
previo al desarrollo del abordaje.

Abordaje anterolateral
Otro abordaje de frecuente utilización
en el codo es el abordaje anterolateral en
el que el plano interneural se desarrolla si-
guiendo el intervalo de Kaplan. Este inter-
valo lo conforma el plano que existe entre Fig. 6.
el extensor común de los dedos (EDC) y
Extensor carpi Radialis Longus (ECRL).
Una vez separados ambos músculos nos
Abordaje posterolateral aparece el plano capsular. Se debe incidir
Junto con el abordaje posterior del codo, la cápsula pero no más allá del ligamento
posiblemente el abordaje más empleado anular. Para una exposición óptima de la
sea éste, el también llamado abordaje de cabeza radial, el ECU y una pequeña por-
Kocher, al desarrollarse a través del inter- ción del supinador se disecan de la cápsula
valo de Kocher, entre los músculos ancóe- y se retraen hacia anterior.
no (n. Radial) y Extensor carpi ulnaris (N. Para evitar la lesión del N. IOP que está en
IOP). Este es el abordaje habitual para la peligro en este abordaje deberemos trabajar
cirugía de la cabeza radial. en máxima pronación, con lo que le manten-
Lo primero es identificar ambos mús- dremos alejado del campo quirúrgico.
culos una vez abierta la fascia de envol-
tura. Nos ayudaremos con algunos trucos. Abordaje medial
El primero lo encontraremos es la dife- El abordaje medial proporciona una ex-
rente oblicuidad de las fibras musculares, posición adecuada del aspecto medial del
resultando dentro de la oblicuidad más codo, por lo que se emplea para la extrac-
tangenciales las del ECU y más verticales ción de cuerpos libres, RAFI de fracturas de
hacia el cúbito las del ancóneo. El segundo la apófisis coronoides, RAFI de fracturas de
truco para diferenciar los músculos es que epitróclea y tróclea, y para la reparación de
suele existir una pequeña franja de tejido lesiones del ligamento colateral medial. Sin
adiposo que los separa. Y el último detalle embargo, no es una vía útil para una explo-
técnico, es que resulta de ayuda y prefe- ración quirúrgica rutinaria del codo, pues

49
Delgado Alaminos, Manuel Ángel

proporciona un acceso bastante pobre a la ronoides y para la reparación de las lesiones


parte lateral de la articulación. ligamentarias mediales (Fig. 7).
Existen diversas posibilidades de desa- El segundo abordaje es el abordaje me-
rrollar el abordaje medial al codo, siendo dial de Taylor-Scham, que se realiza una
dos las más empleadas. La primera sería el vez liberado el nervio cubital, elevando un
llamado abordaje “over the top” de Hotch- amplio colgajo muscular con toda la masa
kiss, el cual se realiza en el plano existente flexora-pronadora. Este es un abordaje más
entre Flexor Carpi Ulnaris y Flexor Carpi adecuado para las fracturas de apófisis co-
radialis (Palmaris Longus), previa identifi- ronoides que llegan hasta su base, en las que
cación del nervio cubital. Es un abordaje es precisa una mayor exposición.
adecuado para las fracturas de apófisis co- En los abordajes mediales a la articu-
lación del codo se ponen en peligro fun-
damentalmente el nervio cubital, pero
también el nervio mediano (éste habitual-
mente en riesgo de lesión por tracción).

Abordaje global
Diversos autores al popularizado el
abordaje global del codo. Reconocien-
do que la puerta de entrada al codo es la
puerta trasera, es decir partiendo de una
incisión cutánea posterior, éste abordaje
global se desarrolla separando los colgajos
de piel/tejido celular subcutáneo de la fas-
Fig. 7. cia de envoltura a ambos lados. A partir de

Indicación Abordaje recomendado Abordaje alternativo


Reconstrucción partes blandas Global Kocher, Hotchkiss,
Alonso-LLames
Fractura supraintercondílea Transolecraneano Alonso-LLames
Fractura cabeza radial Kocher Kaplan
Fractura capitelium Lateral extendido, Kaplan Kocher +/- Kaplan
Fractura coronoides Taylor y Scham Hotchkiss
Fractura extraarticular Alonso-Llames Bryan-Morrey,
húmero distal Campbell
Prótesis total de codo Bryan-Morrey Campbell, Gschwend,
Wadsworth

Tabla. 1 Abordajes del codo en función del tipo de fractura.

50
Abordajes del codo

5. Richards, R.S.: General deep approaches:


este momento se puede realizar un abor-
Anterior approaches. Techn Shoulder El-
daje posterior combinado con un abordaje bow Surg 2002; 3(1): 16-22
anterolateral de Kaplan, o combinar un
abordaje de Kocher con el de Kaplan 6. Kelly, E.W.; O’Driscoll, S.W.: Mini-
por la parte externa y por la parte medial incision technique for acute distal bíceps
tendon repair. Tech Soulder Elbow Surg
realizar un abordaje de Hotchkiss o de
2002; 3(1): 57-62.
Taylor-Scham.
En resumen, se trataría de emplear uno 7. Ring, D.; et al. Olecranon osteotomy for
o varios abordajes a demanda con una úni- exposure of fractures and nonunions of the
ca vía de entrada cutánea (posterior), per- distal humerus. J Orthop Trauma 2004;
mitiendo abordar casi los 360º del codo. 18: 446-449.
Podemos entender que según la locali- 8. Morrey, B.F.: General deep approaches
zación y extensión de la lesión traumática to the elbow: Posterior exposures. Tech
existan distintos abordajes a emplear. En la Shoulder Elbow Surg 2002; 3(1): 6-9.
siguiente tabla se resumen brevemente los 9. Patterson, S.D.; Bain, G.I.; Mehta, J.A.:
abordajes al codo, con una recomendación Surgical approaches to the elbow. CORR
principal y un abordaje alternativo para 2000; 370: 19-33.
una misma indicación. z 10. Mehta, J.A.; Bain, G.I.: Surgical ap-
proaches to the elbow. Hand Clin 2004;
20:375-387.
11. Ring, D.; Jupiter, J.B.: Surgical exposure of
coronoid fractures. Techs Shoulder Elbow
BIBLIOGRAFIA Surg 2002; 3(1): 48-56.
1. Shahane, S.A.; Stanley, D.: A posterior 12. King, G.H.: Surgical exposure for open
approach to the elbow Joint. J Bone Joint reduction and internal fixation or prosthe-
Surg (Br) 1999; 81-B: 1020-1022. tic replacement of the radial head. Tech
Shoulder Elbow Surg 2002; 3(1): 39-47.
2. Ziran, B.H.; Smith, W.R.; et al. A trae
triceps-splitting approach for treatment
of distal humerus fracture: a preliminary
report. J Trauma 2005; 58: 70-75.
3. MacAvoy, M.C; Rust, S.S.; Green, D.P.:
Anatomy of the posterior antebrachial
cutaneous nerve: practival information for
the surgeon operating on the lateral aspec-
to of the elbow. J Hand Surg (Am): 2006;
31-A: 908-911.
4. Athwal, G.S:; Rispoli, D.M.; Steinmann,
S.P.: The anconeous flap transolecranon
approach to the distal humerus. J Orthop
Trauma 2006; 20: 282-285.

51
Muñoz Reyes, Fernando

Capítulo 5

Manejo postoperatorio del


paciente intervenido del codo.
Empleo de catéter axilar y cervical

Muñoz Reyes, Fernando


Facultativo Especialista de Área COT. Hospital Reina Sofía (Córdoba)

1. Introducción vez más implicadas con la patología pro-


El tratamiento de los problemas traumá- pia de nuestra especialidad. Todo esto ha
ticos y la cirugía reparadora del codo ya eran permitido una rehabilitación más precoz
bien conocidos en la antigüedad. Henry Ja- de nuestros pacientes y la posibilidad de
cob Bigelow afirmaba en 1868: “No existe poder incorporarlos a la vida activa sin do-
otro tipo de lesiones que produzcan con tanta lor y con menos secuelas.
frecuencia descontento, y que quizá sean una A pesar de todo, el tratamiento de la pa-
causa tan frecuente de litigios, como las lesiones tología del codo sigue siendo un reto para
traumáticas de la articulación del codo”. el cirujano ortopédico, y en muchas oca-
En las últimas décadas hemos asistido siones, incluso con una correcta actuación,
a grandes avances en la comprensión de no es fácil evitar la rigidez.
la fisiopatología del codo. Se han idea- En este capítulo trataremos de profun-
do nuevos y más sofisticados sistemas de dizar en el manejo postoperatorio del
osteosíntesis y diseños protésicos, se han paciente intervenido del codo, poniendo
creado Unidades de Dolor Agudo, cada especial énfasis en dos procedimientos

52
Manejo postoperatorio del paciente intervenido del codo. Empleo de catéter axilar y cervical

destinados a proporcionar analgesia posto- rovascular sistemática del miembro inter-


peratoria, como son la administración de venido, teniendo en cuenta si se ha efec-
anestesia a través de un catéter axilar y epi- tuado previamente algún tipo de bloqueo
dural cervical. anestésico.
El empleo de drenajes aspirativos tipo
2. Valoración redon, que realizan una presión negativa
postoperatoria inmediata continua, ayudan a evacuar el contenido
Al día siguiente de una intervención hemático de la zona intervenida (Fig. 1). Se
quirúrgica de codo se debe de valorar el previene así la posible aparición de infec-
estado general del paciente y las constantes ciones locales o generales, así como la po-
vitales. No es infrecuente encontrar una sibilidad de aparición de fenómenos com-
discreta elevación de la temperatura cor- presivos sobre las estructuras adyacentes.
poral debido a la liberación de mediadores Es muy importante estimular al paciente a
inflamatorios o a la reabsorción del hema- realizar una movilización activa continua
toma postoperatorio. de los dedos de la mano de la extremidad
Si es necesario se debe de pedir una sobre la que se ha realizado la intervención
analítica, sobre todo en cirugías agresivas quirúrgica. Esta acción tan simple ayuda a
que tengan asociada una pérdida hemática disminuir el edema y evita la aparición de
importante y cuando el estado previo del rigideces en las cadenas digitales.
paciente se encuentre alterado (politrau- Explicar al paciente con tranquilidad
matizados, pacientes ancianos…). los ejercicios de rehabilitación precoz
Es importante disponer de una radio- que debe de realizar, ayudarle a su realiza-
grafía de control si hemos realizado alguna ción al inicio de los mismos y dejar claro
actuación directa sobre la articulación o qué posturas o acciones debe de evitar, nos
hemos implantado material de osteosín- puede asegurar unos resultados postopera-
tesis o protésico. torios favorables. No tiene ningún sentido
Se debe de realizar una exploración neu- gastar tiempo y energías en una actuación
quirúrgica correcta y no supervisar los re-
sultados de la misma.

3. Antibioterapia
En Cirugía Ortopédica y Traumatología
las infecciones suelen estar causadas por
S. aureus, estafilococos plasmacoagulasa nega-
tivos y con menos frecuencia bacilos gram
negativos entéricos. La cefazolina, una ce-
falosporina de pimera generación, cubre
bien estas opciones.

Pauta y duración de la profilaxis:


Fig. 1. Empleo de un drenaje aspirativo tipo • Primera dosis de Cefazolina: 2 g/iv.
redon en un paciente intervenido del codo. • Administrada inmediatamente antes

53
Muñoz Reyes, Fernando

de la intervención: En la inducción permitir la movilización e inicio precoz de


anestésica o al menos dentro de la la rehabilitación y contribuir a reducir la
hora previa a la misma. morbilidad por descompensación de pa-
• Seguir con Cefazolina 1g/iv/8h du- tologías asociadas.
rante 24 horas. Por otra parte, cuando se descuida el tra-
• Se acepta alargar hasta un máximo de tamiento del dolor postoperatorio, se des-
48 horas la profilaxis antibiótica. aprovechan las importantes ventajas que
brinda el paciente bien analgesiado, que
Fracturas abiertas: son: el índice de calidad que representa y
• Además de Cefazolina 1g/iv/8h se la reducción de la carga de trabajo del per-
pautará Gentamicina 1,7 mg/Kg/8h, sonal de enfermería que supone.
continuando los siguientes 5 días Para determinar las necesidades analgési-
postquirúrgicos. cas y la eficacia del tratamiento es necesaria
• En caso de sospecha de anaerobios la evaluación frecuente de la intensidad del
(restos de tierra, cuerpos extraños dolor, realizada habitualmente mediante la
en la herida…) se debe de emplear escala analógica visual o verbal.
Clindamicina 600 mg/iv/8h + Gen-
tamicina 1,7mg/Kg/8h. 4.1. Fármacos analgésicos
El tratamiento analgésico postoperato-
Pacientes alérgicos: rio está basado en el uso de:
En alérgicos a betalactamicos se pauta- a) Analgésicos no opioides.
rá Vancomicina 1 g/iv, diluida en suero y b) Opioides.
administrada en los 60 minutos previos a c) Técnicas locorregionales.
la intervención.
a) Analgésicos no opioides.
4. Analgesia postoperatoria Los AINE y el paracetamol son fármacos
La Asociación Internacional para el Es- usados habitualmente en el dolor posto-
tudio del Dolor lo define de la siguiente peratorio:
manera: “El dolor es una experiencia sensiti- • Como analgésicos primarios para el
va y emocional desagradable relacionada con dolor postoperatorio leve.
una lesión tisular real o potencial”. • Como analgesia complementaria en
El dolor es el síntoma que refieren con el dolor postoperatorio moderado y
más frecuencia los pacientes cuando so- grave, asociado a técnicas locorregio-
licitan atención médica. Sin embargo, en nales o a opioides sistémicos: se redu-
distintos estudios, se ha evidenciado la fal- cen así las necesidades de opioides en
ta de control del dolor postoperatorio. A un 20-40%, disminuyendo los efectos
pesar de su importancia es infravalorado secundarios.
y tratado de forma insuficiente en el am- Durante el período postoperatorio pre-
biente hospitalario. coz su uso está limitado a los fármacos dis-
En el período postoperatorio una co- ponibles para la administración parenteral:
rrecta analgesia debería ser el objetivo • Clorhidrato de propacetamol: 1-2 g/
fundamental para aliviar el sufrimiento, iv/4-6h. Dosis máxima 8g/día.

54
Manejo postoperatorio del paciente intervenido del codo. Empleo de catéter axilar y cervical

Las limitaciones de su uso guardan re- Las necesidades de opiáceos varían de


lación con la hepatotoxicidad y la posible unos pacientes a otros, por lo que es funda-
nefrotoxicidad. mental la titulación de las dosis necesarias
• Metamizol: 1-2 g/iv/6-8h. Puede pro- en cada paciente.
vocar agranulocitosis.
• Ketorolaco: 10-30 mg/iv/4-6h. Dosis Administración de analgésicos opioides.
máxima 90 mg/día, no más de 2 días. • A demanda del paciente: suele propor-
• Dexketoprofeno trometamol: 50 mg/ cionar una analgesia inadecuada (re-
iv/8-12h. Dosis máxima 150 mg/día. trasos en la petición del paciente, en
Las limitaciones del uso de los AINE la administración…)
guardan relación con: • De forma pautada: a intervalos regu-
• Deterioro de la función renal. lares o en infusión continua. Precisa
• Alteraciones de la hemostasia. una reevaluación frecuente de las ne-
• Trastornos del tracto gastrointestinal. cesidades de analgésicos.
Para minimizar la aparición de compli- • Analgesia controlada por el paciente
caciones hay que evitar dosis elevadas, tra- (PCA): mediante un dispositivo que
tamientos de larga duración y utilizarlos administra dosis frecuentes intrave-
con precaución en pacientes ancianos. nosas de analgésico. Estos dispositi-
vos también permiten administrar de
b) Analgésicos opioides por vía siste- forma simultánea una infusión basal
mática. de analgésico.
Constituyen un método habitual para el
tratamiento del dolor postoperatorio: Efectos secundarios de los opioides.
• Como analgésicos únicos. • Náuseas y vómitos.
• Combinados con analgésicos no • Prurito.
opioides, con la finalidad de mejorar • Retención urinaria.
la analgesia y disminuir las necesida- • Constipación.
des de opioides (reduciendo así los • Sedación, Depresión respiratoria.
efectos secundarios).
• De forma ocasional como comple- 5. Rigidez de codo
mento a la analgesia obtenida por La rigidez es la complicación más co-
distintas técnicas locorregionales. mún en las lesiones del codo. El medio
Los opioides más frecuentemente usa- más importante para evitarla, después de
dos en el postoperatorio son: una fractura, es la fijación estable.
• Tramadol: 50-100 mg/iv/6-8h, o en Después de fracturas-luxaciones la in-
perfusión continua. Dosis máxima: movilización durante más de cuatro sema-
400 mg/día. nas ha dado un resultado funcional poco
• Petidina: 1-1,5 mg/kg/iv/4-6h o en satisfactorio. La movilización precoz, sin
perfusión continua. embargo, ha demostrado ser efectiva para
• Morfina: se precisa individualizar dosis. evitar esta secuela.
• Fentanilo y Sulfentanilo: usados en anal- El codo es una de las articulaciones más
gesia controlada por el paciente (PCA). congruentes del cuerpo. La razón por la

55
Muñoz Reyes, Fernando

que es tan propenso a la contractura ar- capacidad, cuando los tejidos periarticula-
ticular no está completamente precisada. res se encuentran notablemente hincha-
Cuando ocurre un traumatismo, la cápsula dos, crea presiones hidrostáticas muy al-
anterior del codo experimenta una marca- tas. Asociados a estas altas presiones se
da hipertrofia con un extenso entrecruza- encuentran el dolor intenso y un marcado
miento de fibras. aumento en la resistencia al movimiento.
Este proceso puede detectarse después Inmediatamente después de una lesión o
de una lesión directa, como en la luxación cirugía, la tendencia natural es mantener
del codo, pero también se puede ver des- la articulación en la posición de máximo
pués de un trauma mínimo. Puede presen- volumen articular para reducir al mínimo
tarse una contractura severa del codo des- dolor de estiramiento de la cápsula y la
pués de una intervención por un cuadro de presión del hematoma intraarticular.
epicondilitis y después de un traumatismo
que curse con hemartros sin daño articular 5.1.2. Etapa 2: edema.
o de partes blandas. La segunda etapa de la rigidez, que se
Bajo estas circunstancias el codo puede produce durante las siguientes horas o
contraerse rápidamente, normalmente en días, es muy similar, pero progresa con
el plazo de dos a tres semanas. menor rapidez. El edema es causado por
mediadores de la inflamación que son li-
5.1. Fisiopatología de la rigidez berados por las plaquetas y las células le-
(Etapas): sionadas o muertas. Estos mediadores ha-
5.1.1. Primera etapa: sangrado. cen que los vasos sanguíneos cercanos se
5.1.2. Segunda etapa: edema. dilaten y se produzca una fuga de plasma,
5.1.3. Tercera etapa: formación de lo que da lugar a la inflamación en los te-
tejido de granulación. jidos periarticulares. Con los tejidos infla-
5.1.4. Cuarta etapa: fibrosis. mados la articulación se vuelve físicamen-
te más difícil de mover y el movimiento
5.1.1.) Etapa 1: sangrado. se vuelve más doloroso. Hasta este punto,
La primera etapa, que se produce en la rigidez y la pérdida de función de los
cuestión de minutos a horas después de tejidos periarticulares son simplemente
la cirugía o de un traumatismo articular, debidos a la acumulación de líquido. En
es causada por el sangrado, que produce las siguientes dos etapas, el líquido se sus-
la distensión de la cápsula articular y la tituye por matriz extracelular, marcando
inflamación de los tejidos periarticulares. una importante transición.
En cada articulación la cápsula alcanza un
volumen máximo potencial para un ángu- 5.1.3. Etapa 3: tejido de granulación.
lo articular determinado. En la rodilla, la La tercera etapa consiste en la formación
capacidad máxima de la cápsula articular de tejido de granulación. Esto ocurre du-
ocurre a 35 ° de flexión, mientras que en rante los primeros días o semanas después
codo lo hace a 80 ° de flexión. Cualquier de un traumatismo o cirugía. El tejido de
intento de flexionar o extender una articu- granulación está muy vascularizado. Se
lación más allá de su posición de máxima trata de un tejido con propiedades que se

56
Manejo postoperatorio del paciente intervenido del codo. Empleo de catéter axilar y cervical

encuentran entre un coágulo de sangre al- A grandes rasgos, las etapas de la rehabi-
tamente organizado y el tejido fibroso laxo. litación del codo son las siguientes:
Dado que este tejido de granulación apa- • Control de la inflamación y el dolor.
rece dentro y alrededor de la articulación, • Permitir y estimular la curación.
la rigidez anteriormente debida a la acu- • Restaurar la función.
mulación de líquido se transforma, cada • Aumentar la fuerza.
vez más, en un obstáculo sólido debido al • Conseguir mayor flexibilidad.
depósito de una matriz extracelular. • Incrementar la resistencia.

5.1.4. Etapa 4: fibrosis. 6.1. Control de la inflamación


La cuarta etapa de la rigidez represen- y el dolor
ta la fibrosis. Durante esta etapa, el tejido La rehabilitación comienza en el mo-
de granulación madura, con la formación mento de la lesión. Se debe intentar mi-
de un tejido cicatricial denso. Este tejido nimizar la fase inflamatoria del proceso
tiene una alta concentración de fibras de de curación incluyendo el dolor para lo-
colágeno tipo I en la matriz extracelular. grar una rehabilitación más completa y
rápida.
6. Rehabilitación del codo Se usa la siguiente regla nemotécnica
Al igual que en otras articulaciones, la para el control del dolor y la inflamación,
rehabilitación del codo variará en función que proviene del acrónimo inglés PRI-
de la patología específica que presente el CEM:
enfermo. • P: Protección.
Conseguir los mejores resultados precisa • R: Reposo (rest).
una gran colaboración por parte del pa- • I: Hielo (ice):
ciente y la implicación de los servicios de • C: Compresión.
rehabilitación, máxime en una articulación • E: Elevación.
tan tendente a la rigidez. • M: Medicación.
Durante el período postoperatorio, como
en cualquier procedimiento quirúrgico de las 7. Movilización continua pasiva
extremidades, es importante mantener la am- El concepto de movimiento continuo
plitud de movimiento y la fuerza de todas las pasivo (MCP) surgió a partir de los expe-
articulaciones indemnes, prestando atención rimentos que en 1960 realizaron Salter y
especial al hombro, la muñeca y la mano. Field, donde se puso de manifiesto que la
El tratamiento fisioterápico no está exen- inmovilización de la rodilla de un conejo
to de yatrogenia. A nivel neurovascular, los bajo presión continua tiene como resulta-
intentos de conseguir una extensión com- do la necrosis del cartílago.
pleta cuando existe una contractura en fle- Puesto que la inmovilización es obvia-
xión pueden comprimir la arteria humeral o mente perjudicial para las articulaciones, y
el nervio mediano. El nervio cubital presen- si el movimiento intermitente es más salu-
ta una gran vulnerabilidad a la compresión dable tanto para las articulaciones normales
y la inflamación que se produce durante los como para las dañadas, quizá la moviliza-
ejercicios de rehabilitación. ción continua sería incluso mejor.

57
Muñoz Reyes, Fernando

En los primeros días después de una le- el problema es la estabilidad articular,


sión o cirugía, el MCP es útil sobre todo por ejemplo en lesiones ligamentosas.
para reducir al mínimo la hemartrosis y el • Férulas graduables: limitan los movi-
edema periarticular (la primera y segunda mientos de flexo-extensión del codo
etapa de la rigidez). en los grados deseados mediante to-
Para que el uso de máquinas de movili- pes. Permiten variar progresivamente
zación continua pasiva sea eficaz debemos el balance articular.
tener en cuenta los siguientes puntos: - estáticas
• Comenzar lo antes posible con la mo- - dinámicas
vilización, en el postoperatorio inme-
diato. 9. Bloqueo axilar del plexo braquial
• Utilizar el recorrido articular completo. Actualmente, los bloqueos nerviosos re-
• Personal entrenado e implicación del gionales están entre los medios más ver-
paciente y sus familiares. sátiles y efectivos para proporcionar alivio
• El control del dolor se consigue a del dolor tanto agudo como crónico. Exis-
través del bloqueo continuo del ple- ten varias vías de abordaje para realizar el
xo braquial. bloqueo del plexo braquial:
Las complicaciones del MCP incluyen • Abordaje axilar.
un posible aumento del sangrado y el im- • Abordaje interescalénico.
pacto que puede producir en la viabilidad • Abordaje subclavio.
de los colgajos de la herida quirúrgica. • Abordaje infraclavicular.
A pesar de que el empleo de dispositivos El bloqueo axilar del plexo braquial
de movilización continua pasiva está muy fue descrito por primera vez en 1884 por
difundido en nuestros hospitales en el caso Halstead en la ciudad de Nueva York, e
de artroplastia total de rodilla, su uso para introducido en la práctica anestésica por
el tratamiento del codo es poco frecuente, Hirschel, en 1911. Cobra popularidad en-
y depende, en gran parte, de la experiencia tre los anestesiólogos en 1959, a partir de
y de los medios al alcance del cirujano. los trabajos de Burnham.
El abordaje axilar es el más frecuente-
8. Férulas y ortesis para el codo mente utilizado por su sencillez y seguri-
Después de una intervención quirúrgica dad. Comparado con el abordaje infracla-
en el codo es frecuente el empleo de fé- vicular se evita, por ejemplo, el riesgo de
rulas u ortesis. El empleo de tales férulas neumotórax.
exige la supervisión del traumatólogo.
Los tipos de ortesis o férulas que se uti- 9.1. Ventajas del bloqueo continuo
lizan tanto en el postoperatorio como des- del plexo braquial
pués de una lesión son: Ventajas del bloqueo continuo del ple-
• Férulas de reposo: se utiliza para perío- xo braquial frente a la anestesia general:
dos cortos y como medida de protec- La anestesia regional de la extremidad
ción después de una lesión o de una superior ofrece algunas ventajas con res-
intervención. pecto a la anestesia general en cuanto al
• Férulas articuladas: se utiliza cuando control del dolor y mejoría del flujo san-

58
Manejo postoperatorio del paciente intervenido del codo. Empleo de catéter axilar y cervical

guíneo, pero estas ventajas cesan cuando jorando el flujo sanguíneo en casos de
desaparece el bloqueo nervioso. insuficiencia vascular.
• Proporciona una analgesia eficaz y
mantenida en el postoperatorio. Ventajas del bloqueo continuo del ple-
• Se puede utilizar ampliamente para el xo braquial frente a la utilización de bo-
tratamiento del dolor agudo y crónico. los intermitentes:
• Produce un bloqueo simpático conti- • Permite obtener una dosis de mante-
nuo y eficaz. La simpaticolisis mejora el nimiento de un fármaco a lo largo del
flujo sanguíneo en casos de insuficien- tiempo, evitando la analgesia en “picos
cia vascular: Es especialmente útil en la y valles” y sus correspondientes efectos
cirugía microvascular y de reimplantes. secundarios. Permite titular la veloci-
• Es de utilidad para procedimientos dad de infusión y la concentración del
prolongados o repetidos sobre la ex- anestésico local para adaptarnos a las
tremidad superior, como desbrida- amplias diferencias en la respuesta de
mientos diarios o movilizaciones pre- los pacientes.
coces después de la cirugía. • Los efectos secundarios, si aparecen,
se van a producir lentamente en el
Ventajas del bloqueo continuo del ple- tiempo y pueden tratarse ajustando
xo braquial frente a la utilización de do- la velocidad de infusión o cambian-
sis única: do de fármaco.
• Asegurar el mantenimiento de la • Minimiza los riesgos de contamina-
analgesia/anestesia durante todo el ción y errores en la administración de
tiempo quirúrgico: La colocación de fármacos por la menor manipulación
un catéter permite inyecciones suple- del sistema.
mentarias de anestésico local cuando
se ha producido una anestesia incom- 9.2. Técnica del bloqueo axilar
pleta o cuando se alarga la duración continuo del plexo braquial
del acto quirúrgico. El bloqueo continuo del plexo braquial se
• Las dosis iniciales pueden ser meno- obtiene con la inserción de un catéter en el
res que con la utilización de la inyec- compartimento fascial perivascular, que es
ción simple, ya que podemos reforzar un espacio cerrado formado por una vaina
cuando se precise. aponeurótica que proviene de una prolon-
• No precisa adición de vasoconstric- gación de la fascia prevertebral y de las fas-
tores para prolongar la duración de cias de los músculos escalenos que empare-
acción del anestésico local. dan al plexo casi en su inicio. Al introducir
• Es posible la titulación de la dosis el catéter en este compartimento se siente
para un determinado efecto (impor- un “click” aponeurótico característico.
tante en el paciente de riesgo).
• Proporciona una analgesia eficaz y Evaluación:
mantenida en el postoperatorio. • El bloqueo no se lleva a cabo hasta
• El bloqueo simpático que se produce que el paciente sea capaz de cooperar
puede mantenerse en el tiempo, me- durante el examen neurológico.

59
Muñoz Reyes, Fernando

• Antes de llevar a cabo el procedimien- racterístico relacionado con cada uno de los
to, el equipo quirúrgico debe evaluar la nervios periféricos del plexo braquial (por
integridad de los nervios radial, me- ejemplo, la extensión de la mano, muñeca y
diano y cubital. codo con la estimulación del nervio radial).
Monitorización:
• Durante el procedimiento se debe 9.3. Administración de agentes
monitorizar al paciente incluyendo anestésicos
tensión arterial, pulsioxímetro y elec- • Para evitar alcanzar cifras tóxicas de
trocardiograma. anestésico en plasma, la perfusión con-
Posición: tinua no debe iniciarse hasta no haber
• El paciente se coloca en decúbito su- conseguido un bloqueo neuromuscular
pino con el brazo en abducción de 90º satisfactorio y como mínimo haber
y en rotación externa de 180º, con el transcurrido de 45 a 60 minutos desde
codo flexionado de modo que la mano la aplicación de la dosis inicial.
descanse cerca de la cabeza (Fig. 2). • Se han utilizado con éxito diferentes
Preparación: fármacos anestésicos para el bloqueo
• Limpieza y desinfección de la axila. continuo.
• Arteria axilar: palpada, identificada y • Protocolo actual de elección: bupiva-
marcada. caína al 0,25% a 8 ml/h-10 ml/h.
• Cubrir la zona con paños estériles. • Con respecto a la aparición de ta-
• Lugar preferido para la inserción: la- quifilaxia se ha sugerido la adminis-
teral a la línea de crecimiento de vello tración de bolos suplementarios de
axilar, más que el vértice de la axila. anestésico local.

Uso del estimulador nervioso 9.4. Toxicidad anestésica


Con el empleo del estimulador nervioso • Signos iniciales de toxicidad: entu-
buscamos una respuesta motora evocada, es mecimiento de la lengua y tejidos
decir, la reproducción del movimiento ca- circundantes.
• El paciente puede presentar inquie-
tud, sufrir zumbidos de oídos, vérti-
gos y dificultad para fijar la visión.
• Si se incrementa la concentración en
el sistema nervioso central: trastornos
del habla, somnolencia y espasmos
musculares, que se observan primero
en la cara y extremidades, que son una
premonición de un cuadro convulsivo
tónico–clónico.
• Estadio final: convulsiones, apnea,
arritmia cardíaca y depresión cardio-
Fig. 2. Posición del paciente para la realización vascular profunda acompañada de
del bloqueo axilar. hipotensión.

60
Manejo postoperatorio del paciente intervenido del codo. Empleo de catéter axilar y cervical

9.5. Tratamiento de ciencia vascular. Este efecto resulta de gran


la toxicidad anestésica interés ante una reparación vascular, manos
• El tratamiento inmediato de las con- catastróficas, cirugía de reimplante, injer-
vulsiones inducidas por anestésicos lo- tos, colgajos, estudios electromiográficos,
cales incluyen ventilación con oxígeno fístulas arteriovenosas, quemaduras, con-
al 100%, corrección de la acidosis res- gelación, picaduras de animales e isquemia
piratoria y metabólica y administra- por inyecciones intravasculares de sustan-
ción intravenosa de benzodiacepinas. cias químicas.
• Para la hipotensión se utilizan fárma- En el tratamiento del dolor crónico es-
cos vasopresores. taría especialmente indicado en los sín-
dromes de dolor regional complejo (antes
9.6. Complicaciones potenciales y conocidos como distrofia simpático refleja
efectos locales y causalgia), enfermedad isquémica, sín-
• Síndrome de Horner. drome de Raynaud, dolores neuropáticos,
• Contaminación bacteriana del caté- síndrome de miembro fantasma, neu-
ter a los seis o diez días después de su romas de amputación y dolor de origen
implantación. oncológico. Además, la técnica continua
• El catéter normalmente se retira a los de analgesia en muchos casos prevendría
cuatro días de su inserción debido a la la ansiedad, proporcionando un beneficio
disminución de los requerimientos de psicológico, especialmente en pacientes
analgésicos. con lesiones traumáticas.
• Inyección intraarterial. Los bloqueos nerviosos tienen un éxito
• Absorción venosa rápida de anestésico. espectacular a la hora de controlar el dolor
• Colocación incorrecta del catéter: da agudo, especialmente el dolor peroperatorio
lugar a una anestesia incompleta en un y postoperatorio. En el tratamiento de dolor
20%, lesiones nerviosas, formación de crónico, los resultados a medio y largo plazo
hematomas y migración del catéter. son más irregulares, dependiendo principal-
mente del tipo de patología y del estadio.
9.7. Aplicaciones clínicas Se están utilizando técnicas de analgesia
El bloqueo continuo del plexo braquial controlada por el paciente (PCA) a nivel
se utiliza durante la cirugía de la extre- interescalénico tras cirugía del hombro y
midad superior, especialmente en casos del codo, con un mejor control analgésico
de cirugía extensa y prolongada. Se em- y menor incidencia de efectos secundarios
plea en analgesia postoperatoria, analgesia que con la PCA intravenosa.
postraumática (amputaciones traumáticas Se han publicado varios casos de síndro-
de dedos o mano), curas dolorosas, movili- me de dolor regional complejo tipo I o dis-
zaciones pasivas dolorosas o en rehabilita- trofia simpático refleja tratados mediante
ción activa precoz sin bloqueo motor com- bloqueo axilar continuo con anestésicos
pleto. También es útil en el tratamiento del locales, especialmente en casos en los que
dolor por herpes zoster agudo. hay una importante afectación muscular,
Proporciona bloqueo simpático que me- observando una espectacular mejoría de la
jora el flujo sanguíneo en casos de insufi- función motora activa del miembro afecto.

61
Muñoz Reyes, Fernando

Actualmente también se están utilizan- 10.2. Espacio epidural


do técnicas continuas en anestesia am- El espacio epidural está limitado exterior-
bulatoria proporcionando una analgesia mente por los cuerpos vertebrales y los li-
regional controlada por el paciente en su gamentos, e internamente por las meninges.
domicilio. Este tipo de técnica requiere La difusión de cualquier fármaco admi-
una completa información acerca del fun- nistrado en este espacio dependerá de las
cionamiento de la bomba, así como una propiedades físico-químicas del mismo en
buena higiene alrededor del catéter y un relación con el entorno.
seguimiento diario de los pacientes. Las sustancias hidrofóbicas (gran li-
posolubilidad) tienen gran difusión en la
10. Catéter epidural cervical grasa epidural, atravesando en menor me-
dida las meninges, alcanzando en escasa
10.1. Administración epidural proporción el LCR.
de fármacos Se puede decir, generalizando, que la
Los tres escalones de la escalera analgé- biodisponibilidad espinal de las sustancias
sica de la OMS son suficientes para cubrir hidrofílicas es mayor que la de las lipofílicas.
las necesidades analgésicas de la gran ma- Las meninges están formadas por tres
yoría de la población (70-90%). capas: duramadre, aracnoides y piamadre.
En aquellos casos en que esto no es su- La principal barrera de la difusión de los
ficiente para conseguir un alivio del dolor, fármacos es la aracnoides (90% de resis-
contamos con un cuarto escalón: la admi- tencia a la difusión), cuya permeabilidad
nistración espinal de fármacos, basado en depende del peso molecular de las sustan-
conseguir mayor calidad analgésica con cias y de la liposolubilidad.
menor cantidad de fármaco, lo que con-
diciona una disminución de efectos se- 10.3. Fármacos utilizados
cundarios. La analgesia epidural nos per- por vía epidural
mite obtener una analgesia segmentaria, Se utilizan dos tipos de fármacos funda-
dependiendo del nivel de colocación del mentalmente: opioides y anestésicos locales.
catéter epidural. Opioides
Así, para obtener el máximo efecto Existen dos tipos: hidrosolubles y lipo-
analgésico con la mínima dosis de fár- solubles. Ejercen su principal efecto sobre
maco, el catéter debe estar colocado en el las células nerviosas del asta posterior de
nivel espinal correspondiente al estímulo la médula espinal.
doloroso. Para la cirugía de la extremidad En general, cuanto más liposoluble es el
superior este nivel se encuentra entre C7 opioide (p. e. el fentanilo), más rápido es
y T12. su inicio de acción y más corta su duración.
Un fármaco administrado en el espacio Anestésicos locales
epidural debe atravesar las estructuras allí Su mecanismo de acción está basado en
presentes (grasa, plexo venoso), las me- la inactivación de los canales de sodio de la
ninges, el líquido cefalorraquídeo (LCR) membrana neural. Ejercen su efecto en la
y la sustancia blanca de la médula espinal, zona donde emergen las raíces nerviosas.
hasta alcanzar la sustancia gris. En combinación, opioides y anestésicos

62
Manejo postoperatorio del paciente intervenido del codo. Empleo de catéter axilar y cervical

locales, producen un efecto sinérgico en el La alternativa es la ropivacaína (0.05%,


alivio del dolor. 0.1% y 0.2%).
Los opiáceos más comunes son:
10.4. Analgesia epidural continua • Morfina: bolos 1-4 mg + infusión 25-
Se debe colocar el catéter antes de la in- 50 µg/ml a 5-15 ml/hora.
ducción anestésica. • Fentanilo: bolos 25-50 µg/ml + infu-
Ventajas: sión 1-10 µg/ml a 5-15 ml/hora.
• Efectiva, no produce adicción. Ventajas de la combinación:
• Despertar suave de la anestesia gene- • Efecto sinérgico.
ral sin medicación adicional. • Utilización de menor dosis de opiáceos.
• Pocos efectos colaterales (sedación, • Disminución de efectos secundarios.
náuseas). Desventajas de la combinación:
• Menor respuesta al estrés y disminu- • Requiere infusión continua.
ción de la ansiedad. • Riesgo de toxicidad por anestésicos
• Alta y retorno a su actividad habitual locales.
de forma precoz. • Riesgo de migración del catéter.
Contraindicaciones relativas: • Riesgo de hipotensión ortostática y
• Falta de colaboración del paciente. bloqueo simpático.
• Bajo nivel de conciencia. • Problemas potenciales en la deambu-
• Dificultades idiomáticas. lación.
• Drogodependencias. Cuidados del catéter epidural:
La dosis de opiáceos que se debe adminis- • Vigilar zona inserción catéter diaria-
trar por vía epidural está en la Tabla 1. Las do- mente.
sis se deben disminuir en: pacientes mayores, • Siempre utilizar filtros antibacterianos.
arteriosclerosis, obesos e insuficiencia cardíaca. • Administrar siempre soluciones es-
tériles.
10.5. Anestésicos locales y • No existen reglas en cuanto a cuánto
opiáceos epidurales tiempo se pueden mantener los caté-
El anestésico local más utilizado es la teres epidurales.
bupivacaína (0.0625%, 0.125% y 0.1%).
10.6. Complicaciones y efectos
indeseables
Dosis en bolo Duración
(mg) (horas) Relacionadas con el catéter:
• Punción dural.
Morfina 1-5 6-24 • Cefaleas.
Meperidina 20-40 4-8 • Lesión neurológica.
Fentanilo 0,025-0,15 2-6 • Hematoma epidural.
Tramadol 50-100 4-8 • Absceso epidural.
Relacionadas con el anestésico local:
Metadona 1-10 6-12
• Toxicidad del anestésico local.
Tabla 1: Dosis de opiáceos administrados por • Retención urinaria.
vía epidural. • Analgesia espinal total.

63
Muñoz Reyes, Fernando

• Efectos hemodinámicos (hipoten- ta y el rehabilitador encaucen su actividad


sión, sobrecarga líquidos). con un enfoque común.
• Bloqueo motor.
Relacionadas con opiáceos: 3) Una adecuada intervención quirúr-
• Depresión respiratoria. gica pude terminar sin las expectativas
• Prurito, náuseas, vómitos. deseadas por la falta de control postopera-
Los hallazgos descritos nos permiten torio del enfermo. El dolor postquirúrgico
concluir que: es una preocupación mayor después de la
• El bloqueo epidural cervical es una téc- cirugía ortopédica del miembro superior.
nica anestésica eficaz y segura para la ci- No solo causa disconfort en el paciente,
rugía traumatológica de los miembros sino que impide el tratamiento fisioterá-
superiores, independientemente del pico precoz. El control del dolor ofrece
anestésico empleado. calidad a nuestra actuación médica.
• En los casos de cirugías largas, el blo-
queo epidural cervical ofrece la po- 4) En este sentido, la creación de Unidades
sibilidad de prolongar el tiempo ad- del Dolor por parte de los servicios de anes-
ministrando dosis suplementarias de tesia puede resolver estos problemas. Cada
anestésicos locales. El tiempo y profun- día aparecen nuevos fármacos anestésicos, y
didad de la anestesia varía de acuerdo técnicas como el bloqueo continuo del plexo
con las características farmacológicas braquial y la colocación de un catéter epidu-
del agente anestésico. ral cervical han resultado seguras, efectivas
• Finalmente, estamos convencidos y bien toleradas en el postoperatorio de la
que con el advenimiento de nuevos cirugía del miembro superior. La función
fármacos y recursos tecnológicos, el neurológica se recupera tan pronto como se
anestesiólogo podrá ofrecer a sus pa- suspende la infusión continua del anestési-
cientes un perioperatorio más eficaz, co. El anestesiólogo debe realizar un manejo
seguro y confortable. responsable de estas técnicas, dando indica-
ciones precisas para la anticipación, preven-
11. Conclusiones ción, tratamiento y paliación en la mejor ma-
1) En la actualidad, la mejor compren- nera del dolor en el contexto perioperatorio
sión de la fisiopatología de las enferme- (antes, durante y después de la cirugía).
dades del aparato locomotor, la subespe-
cialización médica, la diversificación de 5) Puesto que el alivio del dolor periopera-
técnicas y un contexto social cada vez más torio impacta en la calidad de la recuperación
exigente con los resultados de nuestros del enfermo y en los familiares, se mejoran
actos médicos, ha propiciado, entre otras las condiciones del paciente facilitando su
cosas, que un mismo enfermo sea valorado recuperación y evitando eventualidades ad-
por múltiples profesionales sanitarios. versas debidas a la postración del individuo,
disminuyendo así la estancia hospitalaria.
2) La necesidad de aunar esfuerzos y de
trabajar sinérgicamente hace imprescindi- 6) El cirujano ortopédico debe de cono-
ble que el cirujano ortopédico, el anestesis- cer las técnicas anestésicas que se encuen-

64
Manejo postoperatorio del paciente intervenido del codo. Empleo de catéter axilar y cervical

tran a su alcance, y en nuestros hospitales diafisaria de cúbito mediante enclavijado


es imprescindible la existencia de los recur- con aguja de Kirschner. A los tres días
sos necesarios y de personal bien entrenado del ingreso fue intervenida de la fractura
para llevarlas a cabo. Todos estos esfuerzos supraintercondílea mediante reducción
tienen como objetivo devolver al paciente a abierta y osteosíntesis con doble placa. El
una situación social y laboral adecuada con codo fue inmovilizado con una férula du-
las menores secuelas posibles. rante un mes y posteriormente la paciente
fue remitida a Rehabilitación.
12. Caso clínico Fue valorada en nuestra unidad a los 8 me-
Presentamos, a continuación, un caso ses de la lesión. Presentaba rigidez de codo
clínico de nuestro servicio tratado con la izquierdo fija en 20º de extensión, flexión
ayuda de un catéter epidural cervical per- inexistente, parestesias cubitales, fístula inac-
manente que sirvió para la realización de tiva en región externa de codo y dudas sobre
rehabilitación precoz. la consolidación de la fractura. Las imágenes
Se trata de una mujer de 28 años, infor- radiográficas a los 8 meses de la evolución
mática de profesión, que fue remitida des- corresponden a las figuras 3, 4 y 5.
de su hospital de referencia por presentar Tras estudio clínico y radiográfico fue
rigidez postraumática de codo. intervenida quirúrgicamente bajo aneste-
Había sufrido un accidente de tráfico sia general. En primer lugar se procedió a
como conductora de un vehículo. Pre- la liberación del nervio cubital. Se tomaron
sentó una fractura supraintercondílea de varias muestras para cultivo de líquido su-
codo izquierdo abierta grado II, fractura gestivo de infección. A continuación, tras
de olécranon y fractura diafisaria de cú- comprobar la consolidación de la fractura,
bito izquierdo. Fue tratada de urgencia el se realizó una artrolísis y posteriormente
día del accidente, estabilizando la fractura se retiró el material de osteosíntesis. Se

Figs. 3, 4 y 5: Radiografías a los 8 meses de la evolución de la lesión.

65
Muñoz Reyes, Fernando

efectuó la limpieza y el desbridamiento de drenaje a las 48 horas de la intervención,


la zona. Finalmente, tras objetivar una se- comenzando con ejercicios de movimiento
vera afectación articular, se realizó una ar- pasivo. Se procedió a la colocación de una
troplastia de interposición con fascia lata. férula graduable estática. Todos los cultivos
En el postoperatorio la paciente no pre- intraoperatorios fueron positivos para En-
cisó requerimientos transfusionales. Se rea- terobacter cloacae, sensible a levofloxacino.
lizó la revisión de la herida y la retirada del Las radiografías postoperatorias corres-
ponden a las figuras 6 y 7.
Se procedió a la colocación de un catéter
epidural cervical por parte de la Unidad
del Dolor Agudo de nuestro hospital.
En coordinación con el Servicio de Reha-
bilitación comenzó el tratamiento fisioterá-
pico de la paciente, a la que se le realizaba
un programa ejercicios tras la administra-
ción de un bolo de bupivacaína y fentanilo.

Fig. 6: Radiografía postoperatoria.

Fig. 7: Radiografía postoperatoria. Fig. 8: Flexión activa al final del tratamiento.

66
Manejo postoperatorio del paciente intervenido del codo. Empleo de catéter axilar y cervical

7. Martínez-Calderón F., Murillo H. y cols.:


La paciente permaneció ingresada duran-
Absceso epidural consecutivo a catéter
te dos semanas tras la colocación del catéter, cervical. Rev. Esp. Anestesiol. Reanim.
realizando rehabilitación intrahospitalaria. 1994 May-Jun; 41(3):179-81.
Posteriormente continuó con un pro-
grama de fisioterapia ambulatoria, con- 8. Monzó E., Baeza C. y cols.: Bloqueo pa-
raescalénico del plexo braquial. Nuestra
siguiendo a los cuatro meses un balance
experiencia en 10 años. Rev. Esp. Aneste-
articular satisfactorio y la reincorporación
siol. Reanim. 2004; 51.
a su actividad laboral habitual.
En la figura 8 se aprecia el resultado funcio- 9. Morrey, B. F., Traumatología del codo:
nal de la paciente, que presenta una flexión Madrid: Marban Libros, S.L. 2004; 940.
activa casi normal al final del tratamiento. z 10. Morros C., Pérez M. D., y cols.: Cate-
terismo del plexo braquial por vía axi-
lar. Incidencias y complicaciones. Rev.
Esp. Anestesio.l Reanim. 1997; 44(Supl.
1):155 -6.
11. Morros C., Pérez M. D., y cols.: Cate-
terismo del plexo braquial por vía axilar.
Estudio radiológico comparativo de dife-
rentes longitudes de introducción del ca-
BIBLIOGRAFÍA téter. Rev. Esp. Anestesiol. Reanim 1997;
1. Calvo J. L., Pezonaga L., y cols. Bloqueo 44 (Supl.1):155.
continuo del plexo braquial. Rev. Soc. Esp. 12. Nystrom U. M.: Continuous Cervical
Dolor 200; 7:34-42. Epidural Anesthesia in Reconstructi-
2. Davis, W. J., and Lennon, R. L.: Brachial ve Hand Surgery: J. Hand. Surg. 1997;
plexus anesthesia for outpatient surgical 22:906-912.
procedures on an upper extremity. Mayo 13. Nuche-Cabrera E.: Control del dolor
Clin. Proc. 66:470, 1991. postoperatorio en cirugía ortopédica. Rev.
3. Fernández D. L., Gordo F., y cols.: Ma- Mex. Anest. Vol. 32. Supl. 1 Abril-Junio
nejo de la analgesia postoperatoria en las 2009: S100-S103.
primeras 24 horas en un Hospital de se- 14. O´Driscoll, S. W., Kumar, A., and Sal-
gundo nivel. Estudio observacional. Rev. ter, R. B.: The effect of continous passive
Soc. esp. Dolor 1:18-23; 2006. motion on the clearance of a hemarhtro-
4. Horlocker T.T., Wedel D. J.: Neurolo- sisfrom a synoial joint: an experimental
gic complications of spinal and epidural investigation in the rabbit. Clin. Orthop.
anesthesia. Reg. Anesth. Pain Med. 2000 Rel. Res. 176:305, 1983.
Jan-Feb; 25(1):83-98.:61-69. 15. Pérez-Caballer A. J., Larraínzar Garijo
5. Jupiter J. S.: Monografía AAOS: La rigi- R. y cols.: Dolor postoperatorio en ciru-
dez de codo. Barcelona: 2007;72. gía ortopédica. En: Ferrández Portal L.,
Curto Gamallo J. M., eds. Actualizaciones
6. Kisner C., Colby L. A.: Ejercicio terapéu- en Cirugía Ortopédica y Traumatología 5.
tico: fundamentos y técnicas. Barcelona: Barcelona: Masson S.A., 2005; 3-10.
Editorial Paidotribo. 2005; 620.

67
Muñoz Reyes, Fernando

16. Ribera Canudas M. V.: Bloqueo del plexo 19. Singelyn, F. J.: Continous techniques of
braquial por vía axilar: Uso actual en tera- nerve conduction blockade. Best Pract.
pia del dolor. Rev. Soc. Esp. Dolor.1996; Res. Clin. Anesth. Vol. 15, Num.1, 113-
3 (Supl 1): 86-7. 126, 2001.
17. Ruiz Castro, M.: Manual de Anestesia 20. Stinson L. W., Lennon R. L., and cols.:
Regional: Practica Clínica y tratamiento The technique and efficacy of axillary
del dolor. Madrid: Ediciones Harcourt, catheter analgesia as an adjunt to dis-
S.A. 2005. traction elbow arthroplasty: a prospective
study. J Shoulder Elbow Surg. 1993; 2:
18. Schroeder, L. E., Horlocker, T. T. and
182- 9.
cols.: The efficacy of axilary block for sur-
gical procedures about the elbow. Anesth.
Analg. 83:747, 1996.

68
¿Qué pasa con el codo operado? La comunicación con el rehabilitador

Capítulo 6

¿Qué pasa con el codo operado?


La comunicación con el rehabilitador

Prieto Álvarez, Andrés


Facultativo Especialista de Área COT. Hospital Infanta Elena (Huelva).

1. Introducción que permita la necesaria continuidad entre


Es evidente que no todas las lesiones del profesionales.
codo, quirúrgicas o no, evolucionan bien. Con frecuencia los cirujanos ortopédi-
Es típico asumir secuelas de rigidez resi- cos prestan una atención preferente al acto
dual como algo frecuente que se tiende a quirúrgico en sí y la literatura en este te-
considerar inevitable. rreno es sólida y completa. Sin embargo ha
En nuestro medio al profesionalizarse habido una relativa escasez de información
los servicios de Rehabilitación como un e interés en la rehabilitación post-quirúr-
ente autónomo independiente desde el gica. Aunque parezca un aspecto arduo, un
punto de vista funcional del cirujano orto- vacío aquí puede tener un impacto grande
pédico (COT) constatamos una tendencia no sólo en los tiempos, sufrimientos y re-
a perder coordinación entre ambas espe- cursos consumidos en la recuperación sino
cialidades. El cirujano al no tener protago- en el resultado final (Brotzman, 2005).
nismo ni responsabilidad directa en el pro- Una operación excelente seguida de un de-
ceso de rehabilitación tiende a formarse y ficiente manejo post-quirúrgico por parte
conocer cada vez menos estos aspectos en del cirujano y un mal entrelazamiento con
los que llega a perder hasta el vocabulario el equipo rehabilitador puede conducir a la

69
Prieto Álvarez, Andrés

formación de adherencias, rigidez y pérdi- evidencias más sólidas es necesario consultar


da notable de función. esos principios que se vuelcan en la llamada
En este capítulo se pretende mostrar esta literatura gris: libros avalados por la mayoría
deficiencia entre los cirujanos que se mani- de terapeutas y cirujanos expertos. Es impor-
fiesta en la variabilidad de criterios (encuesta tante evitar la excesiva tendencia a manejos
anónima respondida por 20 COT, 2 Reha- simples basados en la propia experiencia
bilitadores y 6 Fisioterapeutas) y la común (frecuentemente limitada en quien no se
impresión de falta de contacto y protocolos dedica al codo en exclusiva, que es lo más
consensuados entre los actores de un proceso habitual) y en hacer simplemente lo que se
tan delicado. Finalmente se plantean líneas ha visto tradicional en el propio entorno. El
y objetivos para mejorar esta situación que estudio de los textos y artículos más actuales
puede tener al paciente como víctima. con frecuencia despierta contraste y hasta
El punto de partida es ver el manejo inme- sorpresa al compararlo con lo que realmente
diato postoperatorio responsabilidad directa hacemos. Llega a ser, por tanto, un impera-
del cirujano que lo ha de considerar clave y tivo moral para el cirujano.
diferencial. Como la mayoría de los actuales
protocolos de rehabilitación tienen una base 2. Desarrollo del capítulo
empírica (muchos años de ensayo-error en Promover cambios empieza por ahondar
un gran nº de pacientes), hasta disponer de en el conocimiento: leer si uno no está allí

Fig. 1. No todo acaba bien, ¿cuántos malos resultados podríamos evitar?

70
¿Qué pasa con el codo operado? La comunicación con el rehabilitador

donde se genera. La velocidad a que se incor- por el COT ,hasta que “va mal” o al final
poran esos cambios depende de eso y de ver “fue mal”. Y cuando no va bien nos queja-
a otros profesionales con manejos diferentes. mos de que lo cogieron tarde o de que el pa-
Lo primero que salta a la vista en la ci- ciente es pusilánime, que no lo llevan bien
rugía de codo (Fig. 1) es que, a cualquier en el servicio de Rehabilitación o… Hemos
edad, no todo acaba bien. A veces por una de considerar aquí el peso bueno o malo de
mala indicación, por técnica deficiente o las costumbres (si la costumbre es buena fa-
por postoperatorio no ideal. cilita y sistematiza alcanzar el bien pero si
Enumeraremos algunas claves en ese es un vicio heredado facilita perpetuar una
post-operatorio. Algunas son fruto de la mala praxis incluso inconscientemente).
experiencia personal y de equipo, otras del De estos principios emerge una pregunta
sentido común que llega a una reflexión de que en el medio anglosajón probablemente
nuestro quehacer profesional en el propio no se entendería ¿Hasta que punto el COT
medio, otras de lo que ofrece la literatura y en nuestro entorno ha ido renunciando a
la opinión que emerge de la encuesta elec- una formación suficiente en Rehabilitación?
trónica mencionada a 28 profesionales con ¿Hay otros modos de organizarse? Hay hos-
diferentes enfoques. pitales grandes donde se forman muchos re-
sidentes “estrella” donde el COT, quirúrgico
2.1. Principio y claves en la muy ocupado en operar, ha renunciado en
rehabilitación del codo operado manos del Rehabilitador a sencillas prescrip-
Corolario de “experiencia”: Un buen ciones de ortesis, exploraciones neurológicas
postoperatorio prudente y cercanamente de su competencia, actualización en progra-
supervisado por el cirujano con criterio en mas post-quirúrgicos y modalidades de ejer-
general acelerado (prudente encuragement: cicios con algo de detalle…
estimular, alentar, animar, dar coraje: estar
encima o seguir muy de cerca -no detrás de 3. Claves controvertidas
la barrera... As tolerate: sin limitación fija) Son particularmente las que se refieren
ahorra mucho tiempo a los recursos, limi- al papel del COT, Rehabilitador y Fisiote-
tados, de los servicios de Rehabilitación y rapeuta en el proceso; dirección, engranaje
tiempo con sufrimientos al paciente y no y responsabilidades:
raramente alguna secuela irrecuperable. • “Nuestra idea” idea: los mismos médicos
Volveremos sobre ello. de Rehabilitación reconocen que en de-
Corolario de encuesta: el “coco”, lo que terminados campos su especialidad tiene
todos tememos, es la rigidez. Su causa la una personalidad poco definida (“pastor”
inmovilización prolongada. Por lo tanto… de” fisios” vs “aprisco” cerrado al COT).
Ojo a la comodidad (¿pereza mental?) de El COT debe dirigir el proceso especial-
“le quito la férula…”guiado por el ‘sensus mente en las primeras fases. No queda
traumatologicum’ (mezcla de tradición –lo más remedio que reunirse: unificar crite-
que he visto hacer a mis mayores–, oficio, rios y protocolos generales, comentar pro-
sentido común y ‘prudencia’) y “lo envío a cesos y casos particulares. Es necesario
rehabilitación…” y allí...,cuando llegue, se precisar los motivos o criterios de revi-
queda, frecuentemente sin más supervisión sar al paciente el COT –mantener citas

71
Prieto Álvarez, Andrés

durante el proceso y habilitar el procedi- za mental: es ineludible el estudio (libros,


miento para adelantarlas–.Parece necesa- consultar la MBE evita muchas cargas
rio que ambos especialistas sean capaces innecesarias a los pacientes) y fabricarse
de “estudiar en los mismos libros”. Hoy un “prontuario” de bolsillo en papel, PC o
no es complicado pero no es frecuente. PDA para ayudar a la memoria a recordar
• Jesse B. Jupiter (Boston): “Es obligato- los tiempos, pasos y detalles específicos de
rio que el cirujano controle al paciente y postoperatorio de cada cirugía. Para no ol-
que coordine el proceso de rehabilita- vidar nada esencial al alta puede ser muy
ción” (en Máster de codo, Morrey). útil disponer de modelos electrónicos de
• “Un fisioterapeuta entrenado también informes de “alta con instrucciones” pacta-
puede ser útil como monitor, pero se de- dos en el servicio .Se pueden enriquecer al
ben evitar los ejercicios de movilización principio con cada caso consultando tra-
pasiva y contra resistencia” (idem Júpiter, tados, incluir como comentario no impri-
referido a fracturas de húmero distal). mible los resultados habituales, lo que hay
• Además de la rigidez la encuesta muestra que conseguir en cada plazo de tiempo, el
como complicación temida el aflojamien- % de complicaciones, etc. No es humillan-
to del implante (generalmente por im- te si nos preguntan –“¿Qué plan haces en
plante o manejo inadecuado). Rara vez este post-operatorio?” Responder -“lo ten-
la pseudoartrosis, y muy rara la inestabi- go que mirar”. Tenemos tendencia a im-
lidad. Rigidez que además es la punta del provisar o a fiarnos de experiencias conta-
iceberg de la realidad.¿Cuántas rigideces das o vividas. Los plazos son importantes y
se esconden bajo el océano anónimo de su supervisión también… (Ojo con remitir
nuestras consultas y del conocido “se- a Rehabilitación y olvidar…): Repasar en
guimiento por su traumatólogo de zona” cada revisión del paciente el “plan”: ¿dónde
que finaliza el informe de una luxación estoy dónde debería estar y cuál es el paso
de codo felizmente reducida?. siguiente? ¿Progresa al ritmo debido? y
• Importa una sana obsesión por el trata- ¿Qué alternativas hay si no es así?.
miento post-quirúrgico y en general por
el post-tratamiento: Cuanto más escrito 4. El postoperatorio inmediato
y detallado mejor. Escribir el “plan” a se- Asentado el principio de que es res-
guir tras operar…y en el informe de alta ponsabilidad del cirujano dirigir (es decir
hospitalaria. Con demasiada frecuencia marcar el camino y fin) y gobernar (es decir
en las evoluciones escritas por el médico disponer los recursos humanos y técnicos
durante el ingreso se tiende a asumir el para conseguirlo) el proceso, es claro que
papel de enfermería (registro de hechos: esa dirección durante las 4-12 primeras
fiebre, dolor, drenaje) y se escamotea su semanas ha de ser muy cercana y decisiva.
verdadera responsabilidad: establecer Tampoco queda otro remedio que recu-
los PROBLEMAS del paciente y el rrir a fuentes fiables para definir los medios,
PLAN a seguir. Más importante aún es pasos y tiempos. En las especialidades qui-
no dejar claro ese plan al alta. rúrgicas donde es éticamente complicado
La experiencia constata que conviene randomizar tratamientos aún dependemos
ayudar al cirujano con recursos anti-pere- mucho de los criterios y experiencia de ex-

72
¿Qué pasa con el codo operado? La comunicación con el rehabilitador

pertos que concentran gran casuística. En guimiento) y minimizar el numero de


la bibliografía se citan tratados actualizados Rx venciendo la tentación de revisar al
que es imprescindible consultar . paciente siempre con Rx sin pensar si
Nuestra preferencia es adaptar al paciente y aportará algo al manejo. Es útil anotar
a la seguridad de la fijación el plan más sen- (sin imprimir) en el informe de “alta
satamente acelerado. Siguiendo el lema “com- con instrucciones” qué se debe esperar o
plícate tú la vida antes de complicársela a tus descartar en cada revisión: p. ej. en la fr.
pacientes”: la experiencia es estimulante. supracondílea el 95% de los niños han
Consultadas esas fuentes se detalla esque- de tener BA completo a los 3 meses (lo
máticamente el manejo postoperatorio reco- cual no precisa Rx) y conviene revisar
mendado para los problemas más frecuentes. con Rx a los 6 y 12 meses (m.) porque
puede haber una rara lesión fisaria que
a) FR. supracondílea de NIÑO (Muba- conviene detectar precozmente.
rak). Estancia perioperatoria <24h • Reconocer si hay lesiones nerviosas ini-
• Yeso braquial abierto a 80º con cuello- ciales (10%). Si es cubital (yatrogénica
puño. Radiografía (Rx) a la semana (s.) generalmente): retirar aguja de Kirsch-
y a las 3 s. repetir Rx sin yeso (¿hacemos ner (K) medial a las 3 s. (inmediata-
demasiadas Rx con yeso?).General- mente si la fijación es con 3 K).
mente ya hay callo: retirar agujas y co-
menzar movilización suave y mantener b) FR. cóndilo lateral de NIÑO
1 s. más con simple cabestrillo. (Rockwood)
• Después permitir baño (lo que anima • Manejo tras RAFI (reducción abierta
a mover). Valoración clínica a la 6ª s. y y fijación interna) con dos agujas de
clínica con Rx a los 6 y 12 meses (“nin- K: yeso braquial (neutro o ligera pro-
gún niño precisó fisioterapia (FT) si nación) 3s., (Campbell aconseja 6 s. y
había comenzado ejercicios a las 3 s.”). Orthop Clin 2008 aconseja ver a las
En general es útil tener un protocolo de 4-6 s. en consulta para retirar K y yeso)
citas (incluido criterio de “alta” de se- retirar yeso tras esos tiempos y Rx. Si

Fig. 2. Ejercicios activos auto-asistidos desde el primer día a favor de la gravedad.

73
Prieto Álvarez, Andrés

ya hay consolidación continuar con: turna en extensión las primeras semanas.


• Activos suaves hasta ganar BA (balan- • Un fisioterapeuta puede ayudar pero
ce articular).Si no hay callo suficiente evitará movilizaciones pasivas y ejer-
en la Rx de 3ª s. dejar K 1 ó 2s. más. cicios resistidos.
• La famosa pseudoartosis aquí es por • A las 4 ó 6 s. (si la Rx muestra conso-
ausencia de diagnóstico inicial. El lidación) comenzar ejercicios resisti-
retardo de consolidación es más fre- dos suaves de fortalecimiento.
cuente con tratamiento conservador. El manual AO no aconseja ninguna fé-
rula: basta un cabestrillo de descanso entre
c) FR. supra-intercondíleas de las frecuentes sesiones de ejercicios, comen-
húmero distal en adultos (Jupiter) zando activos a las 24 horas, tras retirar el
• Los ejercicios activos comienzan en 1er drenaje. Adelanta los ejercicios resistidos a
día: En supino con codo sobre cabeza: las 4 s. Destaca que el error más frecuente
flexión pasiva auto-asistida; sentado es no conseguir una fijación sólida lo que
extensión auto-asistida: (Fig. 2). lleva a inmovilizar semanas abocando a
• Seguir ejercicios pasivos y asistidos 3-4 una rigidez importante y persistente. Con
semanas y manteniendo una férula noc- ejercicios activos inmediatos el 80 % de los

Fig. 3. Ilustra osteosíntesis adecuada y manejo post-quirúrgico con resultado satisfactorio.

74
¿Qué pasa con el codo operado? La comunicación con el rehabilitador

pacientes consiguen un BA adecuado. En A las 2 s.: retirar vendaje-suturas y esti-


la Fig. 3 se muestra un ejemplo ilustrativo mular los ejercicios pasivos de movilidad
con fijación sólida. La Fig. 4 es un ejemplo completa 4 a 6 veces al día. (citar para ha-
de osteosínteis insuficiente que pese a un cer Rx a los 3 días, 1ª y 4ª s.).
manejo acelerado no alcanzó un resultado Contraindicado: Rehabilitación con fi-
ideal: hoy los implantes bloqueados po- sioterapeuta y coger pesos. Insistir en re-
drían aportar una movilización más segura gularidad de ejercicios en domicilio. Ini-
en hueso osteoporótico. ciar los ejercicios de fortalecimiento tras
la consolidación o a los 3 meses.
d) FR. de olecranon (Coonrad) El manual AO: aconseja un drenaje,
De inmediato: Yeso ligero muy algodo- pero no insiste en la férula y si en comen-
nado (6 capas) en extensión 5 días. Man- zar al día siguiente los ejercicios activos
tener elevación a 60º (mano 30 cm sobre asistidos (incluyendo la flexión a favor de
la cabeza todo el tiempo: tanto en supino, la gravedad en decúbito supino) y en la
sentado o en bipedestación). importancia de la supervisión muy de cer-
A los 5 días: comenzar pasivos asistidos pro- ca, durante las 2 primeras semanas, de esos
gresivos (con vendaje y elevación otra semana). ejercicios por el cirujano. Adelanta a las

Fig. 4. Se ilustra como un buen manejo post-operatorio no logra compensar una fijación insuficiente.

75
Prieto Álvarez, Andrés

3-4 s. los ejercicios contra resistencia y la La fijación de tornillos de 2,7 avellana-


vuelta al trabajo. Así la mayoría recuperan dos da un 90% de resultados buenos.
un BA funcional con pequeño déficit de En cuanto a las complicaciones la más
extensión sin discapacidad. frecuente de fracaso de fijación se trata con
Veillette (Orthop Clin N Am 2008) pre- excisión diferida a más de 3-4 semanas de
fiere una férula a 90º 5-7 días (para control la 1ª cirugía. Las osificaciones heterotópi-
del dolor postoperatorio), después la férula cas son más frecuentes con cirugías repe-
pasa a ser amovible y comienzan los ejerci- tidas, manipulación o artolisis previa. Se
cios suaves activo-asistidos y pasivos (con deben dejar evolucionar antes de extirpar.
muñeca sujeta para flexo-extensión por la El Manual AO aconseja férula en exten-
mano sana, aumentando gradualmente el sión y comenzar al día siguiente con ejer-
BA; enseña a sacar brazo de cabestrillo cicios en decúbito supino y después programa
varias veces al día y a dejar extender por de activos. Mantiene una férula posterior
la gravedad). Retrasa los activos resistidos 3-4 s. que se retira al realizar los ejercicios.
hasta callo evidente (frecuentemente 8-10 Rosenblatt (Orthop Clin N Am 2008) en
s.).Si hay duda de la fijación añade una or- las fracturas de cabeza radial no desplazadas
tesis articulada. Así consigue una función o pequeñas (<33% de la cabeza) con mínimo
casi normal en el 95% de los pacientes. desplazamiento (<2mm) aconseja manejo
conservador: aspira el hemartros inyectando
e) FR. de cabeza radial (Morrey) anestésico local para excluir bloqueo, aliviar
• Tras RAFI: redon, férula posterior 3 y facilitar el movimiento temprano. Con un
días. simple cabestrillo cuello-puño estimula acti-
• Después dispositivo de Movimiento vos en 2-3 días (según mejore). Debe tener
Pasivo Continuo (MPC) portátil 2-3 un rango funcional en 6 a 12 s. Si la exten-
semanas (no activos). sión no progresa bien en 6 s. prescribe una
• Rx a 3 s., si la fijación es estable, co- férula nocturna estática de extensión progre-
menzar activos suaves. Insistir en la siva. Así hay un 95% de buenos resultados. Si
prono-supinación pasiva, evitando la la fractura se vuelve sintomática la excisión
pronación en flexión. Rx a las 6 s. que tardía da resultados satisfactorios.
debe mostrar consolidación inicial, Se indica la prótesis si la cabeza es irre-
normalmente completa a los 3 meses. construible con luxación o posible rotura
En fracturas tipo Mason I, Mezera del ligamento medial o interóseo.
(Rockwood) aconseja manejo conservador La figura 5 ilustra una osteosíntesis no
acelerado: inmovilizar sólo 2, 3 ó 4 días (1º ideal pero con final feliz conseguido con
Prono-Supinación según tolere, seguir con manejo cuidadosamente agresivo-activo y
activos, usando férula nocturna en exten- colaboración.
sión). Debe ganar movilidad cada sema-
na (si no, valorar Rehabilitación dirigida). f) Luxación de codo
La normal recuperación es en 2-3 meses. (Mezera, Rockwood)
Tampoco es raro una pérdida de 10-15º de • Estable (arco 30-90): férula 90º 1
extensión. Pero un 80 % consiguen un arco semana (3-10 días). Después se co-
de flexión adecuado. mienzan activos y se deja un cabes-

76
¿Qué pasa con el codo operado? La comunicación con el rehabilitador

trillo 2 s. más por confort entre las N Am 2008) muestran como el tratamien-
sesiones de ejercicio. to no siempre es exitoso y que las secuelas
• Inestable tienen correlación directa con el tiempo de
• Entre 0-60º: idem., activos y ortesis inmovilización. La mayoría de los autores
con bloqueo de extensión hasta el recomiendan una inmovilización desde 3
punto de inestabilidad (liberar 10- a 10 días. Restaurar un BA completo no
15º cada semana hasta alcanzar el es seguro, especialmente la extensión. La
movimiento total libre a las 4-6 s. clave, para alcanzar un BA de hasta 5 º de
Permitir Prono-Supinación a 90º). déficit de extensión con excelente resultado
• Entre 0-90º: valorar reparación o funcional es el movimiento temprano bajo
fijador externo articulado. supervisión. Aplicar en las sesiones agua
Como quirúrgicos acostumbrados al fría 20 min, compresión, elevación sobre
axioma hecho=resuelto tendemos a pen- corazón: continuar compresión hasta dis-
sar que tras el éxito de nuestra reducción minuir a 1 cm de diferencia circular con el
espectacular todo irá bien. Con frecuencia codo contralateral (medida 7,5 cm distal y
olvidamos evaluar la estabilidad de la re- proximal a la epitróclea).Si está disponible,
ducción (a 0 y 30º en pronación). piscina a los 3-4 días. Hielo 20 min. tras las
En su revisión Kuhn y Ross (Orthop Clin sesiones de ejercicio.

Fig. 5. Fractura de cabeza radial con fijación sub-óptima bien conducida en el manejo post-operatorio.

77
Prieto Álvarez, Andrés

Si en la revisión a las 6-8 s. hay pérdida • A los 2 días: comenzar movilidad ac-
persistente de BA se requiere actuación tiva según tolerancia (vendaje ligero y
adicional: fisioterapia muy supervisada que cuello puño en este período).
se intensifica con varias sesiones semanales • Se desaconseja levantar pesos mayores
en la fase aguda de la Rehabilitación. Pue- de 1 Kg repetido ó 5 Kg de una vez.
den ayudar las ortesis estáticas adaptadas en • No es necesario Rehabilitación formal.
flexión y extensión. • Ocasionalmente si aparece flexo ma-
Si la inmovilización se prolonga más yor de 40º tras el 5º día usar ortesis
de 3 semanas Melhoff encontró un 65% antiflexo (2-3 m.).
de pacientes con pérdida de movimien- La media de BA con la artroplastia re-
to (sobre todo extensión). La mayoría de sulta de 30-130 de flexo-extensión y 60
los pacientes mejoran hasta los 6 meses, pronación y supinación.
y raramente hasta los 18 m. Tras 1 año si Independientemente de los planes expli-
la limitación es de 30º o más considerar cados para estos 8 procesos recomendamos
capsulolisis: anterior abierta o artroscópica vivamente consultar los protocolos especí-
(no resecar la rara osificación hetertópica ficos de codo en el libro “Rehabilitación
hasta su madurez tras 1 año). Ortopédica Clínica” de Brotzman y Wilk
(Elsevier,2005). Es un buen instrumento de
g) Artroscopia de codo (O´Driscoll) diálogo en el mismo lenguaje con el Reha-
• No inmovilizar. Vendaje elástico bilitador y/o Fisioterapeuta. Este texto pue-
poco compresivo, estimular activos de orientar al COT en el manejo acelerado
según tolere. Al acabar ejercicio com- inicial sin omitir breves explicaciones de
primir manualmente el edema para ejercicios sencillos: cuando son explicados
disminuirlo y realizar movimientos por su propio cirujano son especialmente
pasivos suaves en domicilio en todo apreciados por los pacientes. Es el tiempo
arco de BA para disminuir la hincha- mejor perdido a la vez que se repasan en
zón. Elevación cuando no mueve. consulta otras instrucciones claras del in-
• Vuelta al trabajo sedentario en 2-3 forme de alta. Con el apoyo temprano de
días. Restringir actividad. un fisioterapeuta, en contacto y continuidad
• Cierto reposo tras sinovectomía. con los planes del cirujano, que corrobora y
• Si fue artrolisis: férula anterior en corrige defectos en la realización esos ejer-
extensión y bloqueo nervioso comen- cicios muchos pacientes se pueden manejar
zando durante los 3 días de ingreso con programas domiciliarios con pocas se-
la máquina de MPC que seguirá en siones dirigidas a la semana. Esto efectiva-
domicilio por 3-4 s. Pueden ser útiles mente ahorra mucho tiempo y recursos.
ortesis estáticas para mantener la mo- Para valorar los avances en todas las pa-
vilidad ganada en la cirugía. tologías del codo conviene tener claros los
objetivos y los resultados asumibles. Para
h) Artroplastia de codo (Morrey) la mayoría de las actividades de la vida dia-
• Férula en extensión (anterior si hubo ria basta un BA de 30-130º con prono-
flexo) 2 días. Drenaje 1 día. Mante- supinación de 50-50º. La flexión final es
ner elevación esos 2 días. más importante –alcanzar la boca– que la

78
¿Qué pasa con el codo operado? La comunicación con el rehabilitador

extensión total. Una pequeña pérdida de ta). Así como en desear mejorar esa
extensión no es rara (también en niños): comunicación con reuniones conjun-
anticipar que no supone problema funcional tas, protocolos de procesos comunes
ni estético (el cúbito varo sí). y discusión de casos complejos.
• Se aprecia coincidencia en valorar
5. Estado de la cuestión en como problemas más frecuentes la ri-
nuestro medio gidez mayor (arco <30-130) y menor
El resultado de la encuesta realizada está (Tabla 1).
expuesto a sesgos por problemas metodo-
lógicos. Pero de su análisis cualitativo y Puntos de controversia:
cuantitativo afloran puntos de consenso, • Entre los COT no hay acuerdo en
controversia y la variabilidad de criterios la necesidad de formarse en aspectos
entre si y con la literatura. relacionados con la rehabilitación. Ni
en el papel de los actores. En particu-
Puntos de consenso: lar el del rehabilitador. Con matices
• Hay gran unanimidad en estimular el 59% desea invertir en esa forma-
los ejercicios activos y activos asistidos ción, 6% no y 35% no contesta. Todos
y proscribir los pasivos forzados. No los rehabilitadores y fisioterapeutas
dolor. Especialmente en niños incluso ven bien esa cualificación en el COT
desestimar la rehabilitación formal. (vocabulario común, ampliar los ob-
• Hay acuerdo general, ya citado, en jetivos más allá del BA…).
denunciar la poca relación y coordi-
nación entre los actores del proceso Variabilidad entre encuestados y con
(COT, Rehabilitador, Fisioterapeu- la literatura: Podemos asumir el sesgo de

Problemas post-quirúrgicos Moda DE Media

Fracaso de fijación interna 7 1,5 6,3


Pseudoartrosis 6 1,9 6,5
Infección 6 2,7 5,7
Parálisis-paresias 8 1,8 7,3
Compartimental 3 1,0 3,5
Inestabilidad 1,5 7,7
Pérdida de movimiento 10 0,9 9,3
Rigidez mayor (arco<30-130) 9 1,7 8,8
Callo vicioso 5 1,8 4,8
Artrosis postraumática 9 3,0 6,6

Tabla 1. Puntuación por rangos. DE:desviación estándar.

79
Prieto Álvarez, Andrés

que los que responden son los más moti- después!, ¡¿no hemos leído más desde
vados por esa patología y probablemente entonces?!). En las fr. de olecranon un
con conocimientos más actualizados. Otro 53% inmoviliza al menos 2 semanas
sesgo esperable es de responder lo “polí- (0-5 días sería lo recomendado).
ticamente correcto” o que pensamos será • Respecto a modos de inmovilización
más aceptado (plazos más cortos de los llama la atención que sólo tres señalan
que realmente aplicamos). alternativas a la posición a 90º tan men-
• Los plazos de inmovilización mues- cionadas en el “master” de Morrey que
tran bastante variabilidad y discre- decimos consultar más del 50%. Ape-
pancia con la literatura .Se comparan nas se mencionan férulas en extensión,
en cada patología y se resumen en la ortesis articuladas, ortesis estáticas,
Tabla 2. Más que la significación es- inmovilizaciones discontinuas, noctur-
tadística (*) que muestra diferencias nas… De las 8 patologías comentadas
más claras en los plazos de las fractu- el “master” plantea férulas en extensión
ras supra-intercondíleas , las luxacio- en 4 (frecuentemente nocturnas).
nes de codo , y las fr. de cóndilo ex- • Apenas hay mención entre los COT de
terno; es de destacar la significación ideas frecuentes entre los Fisioterapeu-
clínica. En las supra-intercondíleas tas: crioterapia, elevación (nadie alude a
un 44% de los que responden inmo- los 60º de Morrey),compresión (con el
vilizan al menos 3 semanas (nada se- reposo el clásico “RICE”),tratar el ede-
ría lo correcto). En las luxaciones el ma…Tan esencial en las primeras fases
56% inmovilizan al menos 3 semanas donde el control del COT debería ser
(3-7 días sería ideal: ¡Cuánto dura la decisivo. Pocos COT mencionan tér-
tradición del Watson Jones 30 años minos sencillos como ejercicios activos,

Lesión Master codo Días de inmovilización


Rockw/ Experto moda DE media rango

Fr. supraintercondílea (RAFI) 0/0 0 11,60 13,25* 0-28


Fr. Olecranon (RAFI) 5/0 0 9,20 9,69 0-28
Fr. Supracondílea de niño 21/14 21 3,81 22,31 14-28
Fr. Cabeza de radio (Mason I) 4/0 14 7,91 9,31 0-21
Luxación de codo (reducc. cerrada) 7/3-5 21 5,98 18,56* 3-28
Fr. Epitróclea (RAFI) 10/0 21 9,45 12,86 0-28
Fr. Cóndilo externo (RAFI) 10/0 21 9,95 15,69* 0-42
Artroscopia codo 0/0 0 4,52 2,08 0-14
Prótesis total de codo 2/1-2 0 5,80 4,00 0-14

Tabla 2. Plazos de inmovilización.Comparación con literatura (Master codo,Rockwood) y con el


experto con más dedicación al codo de los encuestados.(*):p<0,05(U de Mann-W).

80
¿Qué pasa con el codo operado? La comunicación con el rehabilitador

activos asistidos (o autoasistidos), resis- tor; especialmente en los tres primeros


tidos, isométricos, excéntricos... meses (crítico en el primero).
• Solo 2 de 17 COT refieren conocer • Motion is life…: aplicar realmente los
algún libro de Rehabilitación Ortopé- plazos recomendados en la literatura
dica. Contrasta con los felow en USA que implican una fijación sólida que
que los manejan con soltura y con la requiere experiencia.
tendencia de los libros americanos • Pautas no “monobloque” ni “café con
especializados a incluir capítulos es- leche” para todos: inmovilizaciones 2
pecíficos, videos y extensos apartados días, inmovilización intermitente o
sobre el manejo rehabilitador. Refleja nocturna. Precisar escalones para las
una implicación más directa del COT. actividades (trabajos del hogar, con-
ducir, trabajos pesados, deportes).
Frases destacadas en las respuestas a la • Promover cambios requiere estudio,
encuesta: trabajo, reuniones…: el que no tiene
• “Si (a la formación del COT en Rh), algo quizá es porque no se lo propone
ya que el COT solo piensa en la Rh lo suficiente. Aunque pueda no con-
cuando se trata de mejorar el BA seguir lo ideal si mejoras apreciables.
cuando el tratamiento precoz es el • Importancia de sesiones conjuntas con
que mejor resultado da sin necesidad rehabilitador y fisioterapeutas: teóricas y
de forzar” (fisioterapeuta). sobre casos. Avanzar en la interdiscipli-
• Factores de rigidez: “Inmovilización nariedad: al menos vocabulario común.
prolongada y falta de ejercicios du- • Promover la separación de la Fisiote-
rante la inmovilización”. rapia post-quirúrgica de la atención
• Deseo de : “Coordinación”, “colabo- a reumatismos, fibromialgias, artrosis,
ración e implicación” . etc. que sobrecargan los servicios de
• “Mala Cirugía , Demasiada inmovi- Rehabilitación. Alcanzar un “pacto
lización”. del codo”, “de la rodilla”, “de la mano”
• “La considero ahora (la formación en con dicho servicio. Cursar la Inter-
Rehabilitación),pasado el tiempo, fun- consulta el mismo día de la cirugía
damental para nuestro buen hacer, pero especificando cuando debe empezar y
no se nos ha preparado , ni le dedica- si seguirá el plan pactado y/o alguna
mos mucho tiempo en nuestra forma- recomendación específica.
ción. Creo deberían realizarse cursos • Reivindicar y concretar el contacto
específicos de Rehabilitación para trau- directo COT-Fisioterapeuta.
matólogos” (COT con unos 15 años de • Diseño de informes de “alta con ins-
dedicación a miembro superior). trucciones”. Asumir nuestra respon-
sabilidad: conocer los plazos habituales
6. Conclusiones y recomendaciones de recuperación y reconocer cuando
• Romper una lanza por la implicación no hay progreso normal para iniciar un
del COT en el proceso post-quirúr- tratamiento más agresivo.
gico y por la formación en Rehabili- • Intentar minimizar la variabilidad clí-
tación: recuperar nuestro papel direc- nica y promover una práctica sobre las

81
Prieto Álvarez, Andrés

evidencias más sólidas (campo muy BIBLIOGRAFÍA


abierto) y sobre el estudio renovado. 1. Morrey B.“Master” Codo .Madrid: Mar-
• Detección precoz y manejo enérgico ban, 2000.
de la infección aguda: Redon 24h ge- 2. Chapman’s orthopaedic surgery. Lippinco-
neralmente. Diferir el cierre de las he- tt Williams & Wilkins, 2001.
ridas en fr. abiertas 72h.Las pequeñas
3. Rüedi TP, Murphy WM. Principios de la
heridas punzantes se dejan curar (sin AO en el tratamiento de las fracturas. Bar-
dejar el ejercicio).Es importante de la celona: Masson,2003.
valoración de la herida quirúrgica a los
15 días: no admite delegación (desbri- 4. Brotzman SB, Wilk KE.Rehabilitación
ortopédica clínica. Madrid: Elsevier Es-
damiento precoz ante la duda). z
paña, 2005.
“Dios nos hizo libres: si algo no te gusta cám- 5. Rockwood. Fracturas en el Adulto y en el
bialo, si es para el bien Su ayuda no te faltará”. Niño. Madrid: Marban, 2006.
6. Campbell. Cirugía Ortopédica -Ed Médi-
ca Panamericana-. Campbell’s Operative
Orthopaedics. 11ª ed. Mosby,2008.
7. Steinmann SP –guest editor-.Elbow Trau-
ma. Orthopedic clinics of North America,
vol 39,2,april 2008.
8. Morrey B, Sanchez-Sotelo J.The elbow
and its disorders. Elsevier Health Scien-
ces, 2009.
9. Sueki D, Brechter J. Orthopedic Rehabil-
tation. Clinical Advisor.Maryland: Mosby,
Elsevier, 2010.

Agradecimientos
A los Dres. Bernáldez y Cansino por invitarme a realizar la ponencia y el capítulo.
Al Dr. Sánchez Sotelo que en medio de sus ocupaciones tan pretigiosas e intensas
contestó a la encuesta de manejo del codo operado el 1º y me alentó y orientó. Su nuevo
y fantástico libro de codo no es citado en la bibliografía por difundirse en España tras
presentar mi ponencia. Es obligada referencia hoy.
Al Dr. Navas, la Dra. Ortega y todos los rehabilitadotes y fisioterapeutas que han co-
laborado maravillosamente con sus valiosas aportaciones.
A todos los que han contestado con rigor las encuestas, empezando por los de mi servicio.

82
Segunda parte

Técnicas quirúrgicas
en la patología
traumática del codo
Cansino Muñoz-Repiso, Daniel - Bernáldez Domínguez, Pedro

Capítulo 7

Fracturas supracondíleas, cuello


radial y olécranon

Cansino Muñoz-Repiso, Daniel


Facultativo Especialista de Área COT. Hospital de Osuna (Sevilla) y USP
Sagrado Corazón (Sevilla).
Bernáldez Domínguez, Pedro
Doctor en Medicina y Cirugía. Facultativo Especialista de Área COT.
Hospital de Riotinto (Huelva) y USP Sagrado Corazón (Sevilla).
Coordinador Grupo GANCHO.

1. Fracturas supracondíleas en su manejo. La anatomía además pone a


Estas fracturas, aunque relativamente prueba la capacidad de abordar esta zona
raras, ya que representan aproximada- del húmero para obtener una exposición
mente entre un 0.5% y un 3% de todas las adecuada y controlar los fragmentos. Así
fracturas en adultos, son potencialmente mismo la adaptación del material de os-
muy incapacitantes. Una recuperación sin teosíntesis es dificultosa por lo que hemos
dolor y con una función satisfactoria del pasado del modelado de placas de recons-
codo tras este tipo de fractura requiere trucción a placas precontorneadas que fa-
una fijación lo suficientemente estable en- cilitan a menudo su adaptación al hueso.
tre los fragmentos que permita una rápida En cuanto a la conminución debemos
rehabilitación sin comprometer la conso- distinguir entre las fracturas del anciano
lidación de los mismos. a las del paciente joven. En las primeras
La baja frecuencia de las mismas, la se trata de huesos osteoporóticos que con
complejidad de la zona anatómica y la traumatismos de baja intensidad pueden
conminución son los handicaps a los que el provocar gran conminución. En el segun-
cirujano se enfrenta. Al ser poco frecuentes do caso ésta vendría dada por mecanismos
es difícil adquirir una amplia experiencia de alta energía que frecuentemente llevan

84
Fracturas supracondíleas, cuello radial y olécranon

Fig. 1.

asociadas lesiones de partes blandas pe- mediano, radial, cubital y los interóseos
riarticulares así como de fracturas en otras anterior y posterior. La importancia ra-
localizaciones. dica en las potenciales lesiones yatrogéni-
En este apartado abordaremos distin- cas que durante la cirugía pueden ocurrir
tos aspectos del manejo de este tipo de en alguna de estas estructuras, por lo que
fracturas aportando información útil para tenemos que tener filiadas toda la sinto-
facilitar al cirujano la toma de decisiones matología neurológica que presenta el pa-
adecuadas cuando se enfrente a una de es- ciente a la llegada a urgencias.
tas lesiones.
1.2. Examen radiológico.
1.1. Evaluación preoperatoria. En primer lugar es imprescindible lograr
Es importante informarse del mecanis- unas buenas proyecciones radiológicas
mo lesional porque éste puede informar- en el plano anteroposterior y en el lateral.
nos acerca de la complejidad de la fractura. Esto nos permite contabilizar el número
La inspección de la articulación prestando de fragmentos y su localización. En oca-
atención a la deformidad y a la presencia o siones esto no es posible por la dificultad
no de heridas que puedan poner en comu- que entraña le extensión del codo. Para
nicación al foco de fractura con el exterior. ello en ocasiones se realiza una infiltra-
Debemos realizar una rigurosa explora- ción de la articulación con anestesia local
ción neurovascular ya que la afectación de y proceder a realizar una tracción axial del
una o varias de estas estructuras nobles es codo y de esta forma conseguir una mejor
la complicación lesional más importante proyección (Fig.1).
inherente a estos traumatismos. La arteria La tomografía axial computariza-
humeral se ve comprometida en ocasiones da estaría indicada en aquellas fracturas
por el fragmento diafisario. muy conminutas y articulares pudiéndo-
Debemos explorar preoperatoriamente nos ayudar de las reconstrucciones en 3D.
los territorios inervados por los nervios También tendrían su indicación en aque-

85
Cansino Muñoz-Repiso, Daniel - Bernáldez Domínguez, Pedro

llas fractura parcelares articulares cuando


las sospechemos y la radiología simple nos
deje alguna duda de su presencia (Fig.2).

1.3. Clasificación
Las características fundamentales que debe
tener un sistema de clasificación de fracturas
deben ser: que sea fácil, reproducible, que nos
oriente hacia el tratamiento más adecuado y
que sirva de factor pronóstico. Como la cla-
sificación perfecta no existe, vamos a exponer
las más referenciadas en la literatura.
Fig. 2. Es importante el conocer el concepto
de las columnas ideado por Jupiter y cols.

Fig. 3.

Fig. 4a. Fig. 4b.

86
Fracturas supracondíleas, cuello radial y olécranon

(Fig.3) donde se hace referencia a la exis- • Alta


tencia de dos columnas una lateral y otra • Baja
medial en la extremidad distal del húmero. • Dos columnas:
La columna lateral comienza en el epi- • En “T”
condilo y asciende por el borde externo del • En “Y”
húmero y la columna medial comienza en • En “H”
la epitroclea y asciende por la cara medial • En “l”
del húmero. Ambas columnas se encuen- 2. Fracturas extraarticulares:
tran unidas en la parte distal por las super- • Altas
ficies articulares de la tróclea y del cóndilo. • Bajas
Clasificación de MEHNE y MATTA • Abducción
(Fig. 4). • Aduccion.
1. Fracturas intraarticulares. Clasificación de A.O.-A.S.I.F.
• Una columna: Nos referimos a las fracturas del seg-
mento 1.3 de la clasificación alfanumérica
propuesta por dicha sociedad.
• Fracturas extraarticulares 1.3.A
• Fracturas intraarticulares parciales 1.3.B
• Fracturas intraarticulares complejas
1.3.C
Cada grupo se subdivide en diferentes
subgrupos en función del trazo de fractura
y de la conminución de los fragmentos.
Fracturas parcelares intraarticulares
(Fig. 5).
Mención especial a este tipo de fracturas
que sólo afectan a una o a ambas partes

Fig. 4c. Fig. 5.

87
Cansino Muñoz-Repiso, Daniel - Bernáldez Domínguez, Pedro

de la superficie articular del húmero distal. grandes politraumatizados a los que de en-
1. Fracturas del cóndilo humeral. trada no se les pueda someter a una inter-
• Hahn-Steinthal vención quirúrgica de urgencias. Así mismo
• Kocher-Lorenz en aquellos casos de grave afectación de las
• Conminutas partes blandas perilesionales que contrain-
• Por cizalladura coronal diquen cualquier tipo de osteosíntesis. En
2. Fracturas de la tróclea. ambos casos se puede optar por la coloca-
• Afectación de toda la tróclea ción de una inmovilización transitoria o la
• Fracturas osteocondrales. colocación de un fijador externo a las espera
de que esas condiciones generales o locales
1.4 Tratamiento permitan la osteosíntesis.
La evolución histórica en cuanto al tra- También en casos donde la conminución
tamiento de este tipo de fracturas ha ido de la fractura se asocie a una osteoporosis
evolucionando desde mediados del siglo importante podemos optar por un trata-
pasado hasta la actualidad. El avance en miento conservador incluso de manera
cuanto a los principios de la osteosíntesis y definitiva.
a los conocimientos de la anatomía de dicha Dentro de estos métodos vamos a co-
región, ha concluido en el diseño de nuevos mentar dos de ellos.
sistemas de osteosíntesis que aportan ma- • Método de Keon-Kohen. Consistiría
yor estabilidad a los montajes por lo que en colocar una tracción transolecra-
permiten una movilización más rápida. niana durante unas tres semanas para
Así, autores como Keon-Cohen publica- posteriormente pasar a una férula bra-
ron un artículo en J. B. J. S en 1966 donde quiopalmar durante otras tres semanas.
decían “…incluso en las clásicas fracturas en • Técnica de cabestrillo en “saco de hue-
T y en Y, es mejor dejarlas solas, los resulta- sos”, indicada en ancianos con huesos
dos del tratamiento quirúrgico con fijación osteoporóticos. Se trata de colocar el
interna con reposición anatómica perfecta codo en una férula en máxima fle-
son decepcionantes casi invariablemente; de xión para posteriormente comenzar
hecho iré más allá y diré que son extremada- con movimientos pendulares. A las 6
mente malos”. En el lado opuesto Miller en semanas se retira el cabestrillo.
un Instructional Course Lecture en 1962
afirmaba que “…si el brazo necesita inmo- b) Reducción abierta y fijación interna.
vilización después de una reducción y fijación Actualmente es considerado el método
abierta, la ventaja de la cirugía desaparece- de elección para estas fracturas siempre
rá”. Como vemos las dos filosofías convi- que sea posible. Con los nuevos conceptos
vían en un mismo periodo de la historia de de fijación interna, basados en los princi-
la traumatología. pios de la A.O.-A.S.I.F. se han diseñado
nuevos implantes para la reconstrucción y
a) Tratamiento conservador. fijación de estas fracturas.
Dicho tratamiento estaría indicado cuan- Los objetivos de la osteosíntesis deben ser:
do las condiciones generales o locales no • Respeto de la vascularización de los
estén en condiciones como por ejemplo en fragmentos.

88
Fracturas supracondíleas, cuello radial y olécranon

• Fijación estable de los mismos. información de este tema ver capítulo 4 de


• Movilización precoz. esta monografía.

- Prótesis total de codo y pacientes an- - Objetivos de la cirugía:


cianos. Conseguir la máxima congruencia arti-
La colocación de una prótesis total de cular, restablecer los ejes mecánicos y una
codo como tratamiento primario en deter- fijación estable para poder realizar una re-
minadas situaciones puede estar indicada. cuperación funcional precoz. Las dificul-
Estas indicaciones están avaladas por dis- tades con las que se encontrará el cirujano
tintas publicaciones de autores de recono- serán la presencia de pequeños fragmentos
cido prestigio como son Morrey B y Ya- distales articulares, la difícil anatomía del
magouchi K, que abogan por este método húmero distal lo que dificulta la disposi-
“en pacientes ancianos con mala calidad de ción y orientación de los tornillos distales
hueso e imposibilidad de reconstrucción y la presencia de un hueso osteoporótico.
de la superficie articular, la prótesis total Como principios de la fijación interna
de codo puede ser una alternativa exitosa debemos de seguir una serie de pasos para
a la reducción abierta y fijación interna.” facilitarnos la osteosíntesis.
En primer lugar debemos reducir los frag-
- Posición del paciente y anestesia. mentos distales y mantenerlos reducidos
La posición del paciente más usada es la mediante agujas de Kirschnner (Fig. 7). Es
de decúbito prono o decúbito lateral con importante tener presente el dejar el espacio
el codo flexionado a 90º. En caso de malas adecuado para que no se interfiera con la co-
condiciones generales del paciente o en el locación posterior de los tonillos. Es en este
caso de que usemos un abordaje unilateral momento en el que, si fuese necesario, obte-
se puede colocar en decúbito supino.
Normalmente se usa anestesia general ya
que suelen ser intervenciones largas aunque
si el tiempo estimado no supera las 2 horas
se puede usar un bloqueo plexsual. Debe-
mos usar un torniquete en la extremidad a
intervenir y colocarlo en esteril para ganar
el máximo tiempo posible (Fig. 6).

- Abordajes.
Normalmente usamos un abordaje sobre
la línea media del codo a nivel de la piel o
con una pequeña curvatura hacia radial a
nivel de la punta del olécranon para evitar
y proteger al nervio cubital. Para acceder
a la articulación podemos hacerlo de dife-
rente maneras según el tipo de fractura y la
exposición que necesitemos. Para ampliar Fig. 6.

89
Cansino Muñoz-Repiso, Daniel - Bernáldez Domínguez, Pedro

ner injerto óseo para aquellos casos donde un montaje con doble placa para dar sufi-
existe un defecto articular que pueda hacer ciente estabilidad al sistema. La disposición
que la articulación se colapse a la hora de de las mismas en cuanto a los ejes espaciales
hacer compresión interfragmentaria (Fig 8). aún es algo controvertida. Clásicamente la
escuela A.O.-A.S.I.F. a defendido la co-
Número de placas. En caso de que am- locación de dos placas a 90º una medial y
bas columnas estén afectadas debemos usar otra posterolateral. Sin embargo la escue-
la de la Clínica Mayo (encabezada por S.
O`Driscoll y J. Sánchez-Sotelo) defienden
la colocación de dos placas paralelas a 180º
una medial y otra lateral (Fig. 9). Existen
algunos artículos publicados en revistas de
investigación ortopédica como el publicado
por Karl Stoffel y cols. en 2008 donde se
compara dichos sistemas en un modelo ex-
perimental. Como conclusiones destacan:
• Mayor estabilidad a la compresión
con las placas a 180º
• Mayor estabilidad a la rotación ex-
terna con las placas a 180º
• Mayor resistencia a la deformidad
plástica axial con las placas a 180º
• Mayor desgaste en la unión plca-
tornillo distal con las placas a 180º

Tipo de placas. Actualmente la tenden-


cia es el uso de placas precontorneadas de
Fig. 7. bloqueo tonillo-placa con ángulo fijo. Los
estudios biomecánicos le confieren mayor
estabilidad a estos sistemas que al moldea-
do manual de las placas de reconstrucción.
Se recomienda que cada tornillo pase por
un orificio de la placa, que cada tornillo en-
ganche a un fragmento del lado opuesto, los
tornillos deben ser lo más largos posibles,
los tornillos distales deben engancharse en-
tre ellos para dar mayor estabilidad al mon-
taje, las placas deben estar dispuestas para
conseguir compresión a nivel supracondíleo
y deben ser lo suficientemente fuertes y rí-
gidas para mantener el montaje hasta que
Fig. 8. el hueso consolide.

90
Fracturas supracondíleas, cuello radial y olécranon

Fragmentos pequeños. Para este tipo de ron a dicha complicación. En cuanto


fragmentos que no pueden ser fijados por a los pacientes ancianos podemos
los tornillos de la placa se usan tornillos de optar por la prótesis total de codo.
minifragmentos o tornillos tipo Herbert. • Pseudoartrosis de la osteotomía de
olécranon. Se rehace la osteosíntesis
1.5. Manejo postoperatorio con aporte o no de injerto. Se suele
Se suele usar una férula en extensión du- usar una placa. Ampliar información
rante unas 4 semanas que después se deja sobre este tema en el capítulo 9.
sólo durante la noche otras 4 semanas más. • Rigidez. Es la complicación más fre-
La flexo-extensión pasiva o activa asistida cuente que se debe resolver mediante
debe iniciarse desde que se retira el drena- una artrolisis abierta o artroscópica
je. Nos podemos ayudar de un cateter axilar valorando la necesidad de retirar el
postoperatorio para evitar el dolor. La exten- material de osteosíntesis si la fractura
sión activa se permite desde el inicio si se ha está o no consolidada.
usado un abordaje paratricipital o mediante
una osteotomía de olécranon. Si por el con- 2. Fractura de cúpula radial
trario se ha usado un abordaje de Morrey Tampoco son estas unas de las fracturas
se retrasa la extensión activa hasta la sexta más frecuentes en el adulto aunque si nos
semana postoperatoria. Para ampliar infor- referimos sólo a las fracturas del codo, és-
mación ver capitulo 5 de esta monografía. tas suponen el 33% del total de las cuales el
85% ocurren entre los 20 y los 60 años. El
1.6. Complicaciones mecanismo de producción de estas frac-
• Pseudoartrosis de húmero distal. En turas puede ser un traumatismo directo
los pacientes jóvenes se trata median- pero el más frecuente es caída apoyando
te una reosteosíntesis intentando evi- la mano ocasionando una carga axial con
tar los errores técnicos que conlleva- el antebrazo ligeramente flexionado y su-

Fig. 9.

91
Cansino Muñoz-Repiso, Daniel - Bernáldez Domínguez, Pedro

pinado (Fig. 10). Estas fracturas, aunque en una buena radiografía, nos orienta hacia el
principio pueden ser consideradas benig- tratamiento adecuado para la misma, siem-
nas, pueden ocasionar una inestabilidad pre teniendo en cuenta las lesiones asocia-
del codo sobre todo si se asocian a lesio- das de las partes blandas (Fig.11).
nes ligamentarias. Para entender esto es
importante tener en cuenta la aportación 2.2. Lesiones asociadas
de la cúpula radial como estabilizador pri- En primer lugar citaremos las fracturas
mario del codo en casos de valgo forzado. más comúnmente asociadas como son las
fracturas de la apófisis coronoides que
2.1. Clasificación suelen venir precedidas de una luxación
Dentro de las clasificaciones de este tipo del codo. Las fracturas de olécranon den-
de fractura, la más usada y aceptada en tro de la clasificación de las fracturas-luxa-
la literatura es la propuesta por Mason y ciones de Monteggia (Fig.12). Las fractu-
publicada en 1954 tras la revisión de 100 ras de capitellum que en ocasiones pasan
fracturas de cúpula radial. Esta clasificación desapercibidas y que se relacionan con la
además de sencilla, ya que sólo se precisa de carga axial sobre la mano con el codo en
extensión. A veces también se describen
fracturas de radio distal asociadas.
Dentro de la lesiones ligamentarias aso-
ciadas nos podemos encontrar con la le-
sión aislada o combinada de la siguientes
estructuras. Tras un mecanismo de valgo
forzado se puede lesionar el ligamento
colateral cubital que es el segundo esta-
bilizador al valgo del codo tras la cúpula
radial. En las inestabilidades posterorrota-
torias laterales se ve afectado el ligamen-
to colateral lateral siendo imprescindible
su reparación para dotar de estabilidad al
codo. Debemos tener en cuenta siempre la
posibilidad de la afectación de la membra-
na interósea radiocubital ante un paciente
Fig. 10.

Fig. 11.

92
Fracturas supracondíleas, cuello radial y olécranon

con fractura de cúpula radial y dolor en


la articulación radiocubital distal (Fig. 13).

2.3. Tratamiento
Ya Morrey, B. ante este tipo de fractura,
advierte que debemos “comenzar explican-
do al paciente que debe esperar algún grado de
pérdida de movilidad”.
- Mason tipo I. Estas fracturas se pueden
clasificar en estables o inestables. Para ello
realizamos una artrocentesis e infiltramos con
anestésico local y movilizamos bajo control
escópico. Si son estables se realiza un control
radiológico a los 10 días manteniéndolas con
un cabestrillo. Si no ha habido desplazamien-
to secundario se empieza con la rehabilita- Fig. 12.
ción. Si son inestables el control se realiza a
los 3, 6 y 10 días comprobando que no existe
desplazamiento secundario. Si existe el des-
plazamiento se procede a la osteosíntesis.
- Mason tipo II. La tendencia actual
es realizar la osteosíntesis con minitorni-
llos o miniplacas y comenzar la moviliza-
ción precoz en cuanto se tolere. Si existe
una afectación de la membrana interósea
(Essex-Lopresti) debemos fijar temporal-
mente la articulación radio-cubital distal Fig. 13.
en torno a las 4 semanas (Fig. 14).

Fig. 14.

93
Cansino Muñoz-Repiso, Daniel - Bernáldez Domínguez, Pedro

- Mason tipo III. A las que no se acom- tomática o si el resalte articular supera los
pañan de lesión ligamentosa asociada se 2-3mm puede degenerar a la larga en una
les puede realizar una osteosíntesis o una artrosis radiocapitelar. La pseudoartrosis,
resección si la conminución no la permite. rara, más relacionada con fracturas inesta-
La movilización también debe ser lo más bles y que afectan al cuello radial. La ne-
precoz posible. crosis avascular de un fragmento que ge-
Si se acompaña de lesión del ligamento neralmente es bien tolerada. La formación
colateral cubital se recomienda, si no es po- de hueso heterotópico que puede llegar a
sible la osteosíntesis, una prótesis de cúpula bloquear la articulación radiocubital proxi-
radial asociada a la reparación ligamentaria mal. La presencia de inestabilidades cuan-
(Fig. 15). Se podría comenzar una rehabili- do se lesiona el ligamento colateral cubi-
tación precoz si colocamos un fijador exter- tal y se realiza una resección de la cúpula.
no de codo que proteja a la plastia. Esto crea una inestabilidad en valgo. La
El abordaje quirúrgico depende de las presencia de una rotura no diagnosticada
lesiones a tratar. Si sólo vamos a actuar so- de la membrana interósea puede provocar
bre la cúpula radial, realizaremos un abor- una inestabilidad axial. En caso de lesión
daje de Kochër. de la coronoides y del ligamento colateral
Si necesitamos actuar también sobre el lateral, la inestabilidad residual sería una
ligamento colateral cubital, recomendamos posterorrotatoria lateral.
el uso de un abordaje posterior único que Como lesión yatrogénica más temida
nos permita acceder a ambos lados del codo. está la afectación del nervio interóseo pos-
terior en el abordaje de Köcher.
2.4. Complicaciones
La complicación quizás más frecuente 3. Fracturas de olécranon
sea la rigidez, a veces por la tardanza en El mecanismo lesional más frecuente
comenzar la rehabilitación precoz. Otras para este tipo de fracturas es el trauma-
complicaciones descritas pueden ser: la tismo directo dado que el olecranon se
consolidación viciosa, que suele ser asin- encuentra subcutáneo y es muy vulnerable

Fig. 15.

94
Fracturas supracondíleas, cuello radial y olécranon

ante cualquier traumatismo especialmente • Tipo III: Desplazada con articulación


con el codo flexionado. inestable. A su vez puede ser conmi-
nuta o no conminuta (Fig. 16).
3.1. Clasificación
La más comúnmente usada es la clasifi- 3.2. Tratamiento
cación de la Clínica Mayo que viene defi- Los objetivos en el tratamiento son:
nida por el desplazamiento, la estabilidad • Restaurar la congruencia articular.
y la conminución. • Preservar la fuerza motora.
• Tipo I: No desplazada que puede ser • Restaurar la estabilidad.
no conminuta o conminuta. • Restaurar la movilidad normal.
• Tipo II: Desplazada pero con arti- • Disminuir las complicaciones.
culación estable. A su vez puede ser • Conseguir una rápida recuperación.
conminuta o no conminuta.
3.3. Indicaciones según tipo
de fractura
• Fracturas no desplazadas y estables
tipo I. Se procede a una inmoviliza-
ción de unas tres semanas y poste-
riormente movilización progresiva.
• Fracturas desplazadas tipo II. Si no
son conminutas se puede realizar
una osteosíntesis mediante un cer-
TIPO I. No desplazada. claje alámbrico tipo Obencke o con
un tornillo a compresión (Fig.17). Si
son conminutas podemos usar una
osteosíntesis con placa o en algunas
ocasiones exéresis de los fragmentos
proximales y reanclaje en el fragmen-
to distal del tendón del tríceps.

TIPO II. Desplazada-estable.

TIPO III. Inestable


Fig. 16. Fig. 17.

95
Cansino Muñoz-Repiso, Daniel - Bernáldez Domínguez, Pedro

• Fracturas desplazadas tipo III. El tipo


de osteosíntesis sería similar al tipo II
(Fig. 18). Pero lo importante en estos
casos es la identificación de las lesio-
nes acompañantes que son la causa de
la inestabilidad.

3.4. Complicaciones
• Disminución del balance articular
• Neuropatía cubital en ocasiones de
origen iatrogénico.
• Artrosis postraumática.
• Inestabilidad del codo.
• Seudoartrosis.
• Problemas con el material de os-
teosíntesis. z Fig. 18.

96
Fracturas de coronoides y Monteggia

Capítulo 8

Fracturas de coronoides
y Monteggia

López Arévalo, Rafael


Facultativo Especialista de Área COT. Hospital Virgen de la Victoria
(Málaga) y Jefe de Servicio Clínica Quirón (Málaga).

1. Fracturas de coronoides esta manera la apófisis choca contra la tró-


clea se fractura y el cúbito se luxa a posterior.
1.1. Epidemiología, Etiología y Como sabemos la coronoides actúa como
Mecanismo de Producción. tope mecánico evitando la luxación poste-
Alrededor del 2-10% de las luxaciones rior, pero también estabiliza dinámicamente
de codo están asociadas a una fractura de el codo con la flexión que realiza el braquial
la apófisis coronoides, quiere decir esto que anterior. Además en su cara interna, se in-
una fractura aislada de la coronoides es casi serta (tubérculo innominado) el fascículo
sinónimo de luxación e inestabilidad del más importante del ligamento colateral cu-
codo, ya que no se trata de una avulsión bital. Hay que tener en cuenta que también
puesto que nada se inserta en un su apex está afectada por un numero importante de
(algo que está muy claro cuando hacemos fracturas complejas del cúbito proximal y
una artroscopia y vemos la coronoides). pueden ser confundidas con otro fragmento
Típicamente se produce porque la paleta cubital. Finalmente tenemos que intentar
humeral, en particular la tróclea, impacta no confundirlas con un fragmento de la ca-
sobre la apófisis en una caída con el codo en beza del radio fracturada en aquellas luxa-
extensión o con un flexión entre 0-20º. De ciones donde se fracture también esta. Por

97
López Arévalo, Rafael

todo lo anterior y como veremos después la • 2) Afecta a la faceta anteromedial


realización de un TAC es mandataria para de la punta de la coronoides.
interpretar muchas de estás lesiones. • 3) Afecta al tubérculo sublime con
o sin afectación de la punta.
1.2. Clasificación • Tipo III
Regan y Morrey clasificaron estas frac- Afecta a más del 50% de la altura de la
turas en 1989 según la altura de la fractura coronoides.
(Fig.1).
Tipo I. Avulsión de la punta del proceso 1.3. Manejo en Urgencias
coronoideo (típicamente menos del 10% a) Historia y Exploración
de frecuencia). Es importante determinar el mecanis-
Tipo II. Fractura simple o conminuta mo de lesión, el estado de la piel y po-
que afecta hasta del 50% de la coronoides. sibles lesiones neurovasculares. Valorar
Tipo III. Fractura simple o conminuta causas de la caída como dependencia del
que afecta a más del 50% de la coronoides. alcohol, enfermedades cerebrovasculares o
Posteriormente O’Driscoll basándose en arritmias cardíacas.
la localización anatómica y con la ayuda El codo con este tipo de fractura pre-
tras la generalización del uso del TAC, senta deformidad, inflamación, equimosis,
realizó una nueva subclasificación de estas heridas abiertas o cambios cutáneos. La
fracturas (Fig. 2). palpación puede ayudar a la localización
de la patología, así como el examen de las
Fractura Subtipo articulaciones vecinas, hombro y muñeca,
• Tipo I <2 mm en particular la radiocubital. Finalmente
• Tipo II >2 mm
• 1) Fractura que comienza justo
medial a la punta de la coronoides
y se extiende hacia el tubérculo su-
blime pero no lo afecta.

Fig. 1. Clasificación de Regan y Morrey. Fig. 2. Subtipos de O`Driscoll

98
Fracturas de coronoides y Monteggia

hay que realizar una exploración neurovas- la congruencia de la articulación del codo
cular minuciosa. con estabilidad en rango de movimiento
b) Exploraciones Complementarias útil para las actividades de la vida dia-
Cuando el paciente llega al servicio de ria. La mayoría de las lesiones asociadas
urgencias en un porcentaje alto de casos el a triadas terribles requieren tratamiento
codo está luxado por lo que debemos realizar quirúrgico, pero en algunos casos se po-
radiografías biplanares (AP y lateral) pre y dría realizar un tratamiento conservador.
post reducción para evaluar las características Los pacientes que podrían beneficiarse
de la fractura y si la articulación ulnohume- de esto serían aquellos que tras la reduc-
rral y radiocapitelar son congruentes. En las ción cerrada el codo presenta un perfecta
radiografías laterales se valora el tipo de frac- congruencia articular, es estable al menos
tura de la coronoides, aunque habitualmente hasta los 40º de extensión, las pruebas
no son suficientes para clasificar los subtipos. de imagen (TAC) muestran una fractura
La TAC debe realizarse de forma ruti- mínimamente desplazada o sin desplazar
naria en todos los pacientes con fractura- de la cabeza radial que no cause bloqueo
luxación de codo para identificar mejor en prono-supinación y en fracturas tipo I
patrones de fractura, conminución y des- (Regan & Morrey) (Fig.3). Deberían cum-
plazamientos. Con la TAC podemos va- plirse todos estos criterios para tratar estas
lorar los distintos subtipos de la fractura lesiones de forma conservadora. Se inmo-
estableciendo la indicación quirúrgica.

1.4.Tratamiento
a) Tratamiento Conservador
El objetivo del tratamiento es obtener

Fig. 3a. Fractura tipo I en codo que sufrió una “Triada Terrible”.
Arrancamiento del LCC y fractura de cabeza del radio.

Fig. 3b. Osteosíntesis de


la cabeza del radio, de la
Fig. 3c. Movilidad postoperatoria. coronoides y reinserción del LCC.

99
López Arévalo, Rafael

viliza el codo con un férula a 90º de flexión ligamento colateral cubital insuficiente y si
durante 3 semanas. Realizamos controles el nervio cubital se ha lesionado también.
radiográficos a los 3, 14 y 21 días. - Fijación de la Coronoides
b) Tratamiento Quirúrgico: La fijación de la apófisis dependerá de
La mayoría de las fracturas de coronoi- si tenemos que sustituir la cabeza del ra-
des asociadas a un triada, son manejadas de dio, si es así retiramos la cabeza con una
forma quirúrgica.. Realizaremos un planing osteotomía a nivel del cuello radial lo que
preoperatorio donde preveamos las necesi- nos permitirá una visualización completa
dades de material de síntesis, material espe- del proceso coronoideo. Pero si la cabeza es
cial como arpones, tornillos canulados sin reparable recomendamos primero reparar
cabeza, guías de posicionamiento de agujas la coronoides y posteriormente la cabeza
K como la del cruzado anterior para rea- del radio. El problema se plantea cuando la
lizar la fijación de la coronoides de forma fractura de la cabeza de radio está poco des-
retrograda (Fig.4), prótesis de cabeza radial, plazada, en estos casos hay que intentar su-
placas de pequeñas de minifragmentos y un bluxar el codo y proteger la cabeza del radio
fijador externo articulado. durante la osteosíntesis de la coronoides.
El paciente se coloca en decúbito supino Dependiendo del tipo de fractura se re-
con el brazo apoyado sobre una mesa de querirán diferentes sistemas de fijación,
mano y siempre utilizaremos manguito de desde suturas hasta miniplacas en fracturas
isquemia. grandes de la base.
La incisión se realizará casi siempre la- En las fracturas de coronoides tipo I si el
teral, y tan sólo en algunas ocasiones hay fragmento es pequeño puede no tratarse si
que realizar una combinada lateral y me- no hay que realizar ninguna otra actuación
dial. Primero abordaremos el como por vía sobre el codo y posteriormente si moles-
lateral a través de una vía de Kocher. Hay ta se puede valorar la exéresis del mismo
que tener especial cuidado con el ligamen- mediante artroscopia (Fig.5). En fracturas
to lateral y evitar lesionarlo. Podemos ne- tipo II es necesaria la fijación con suturas,
cesitar un abordaje medial si la fractura de tornillos y raramente con placa en la base.
la coronoides no puede repararse desde el En las fracturas tipo III podemos emplear
lado lateral, si tras la reparación persiste un todos los medios de fijación disponibles y

Fig. 4. Fractura de coronoides tipo II más triada. Osteosíntesis con tornillo retrogrado de la coronoides
y con tornillos de minifragmentos de la cabeza del radio.

100
Fracturas de coronoides y Monteggia

Fig. 5. Tratamiento
artroscópico de secuelas de
fractura de coronoides tipo I.

en aquellos casos en los que la fractura sea inmovilizar en supinación para protegerlo.
conminuta e irreconstruible podemos usar Comenzamos en dos semanas una movi-
la cabeza del radio, la cresta iliaca o incluso lización protegida con una ortesis articula-
la punta del acromion como injerto para la da evitando una extensión de más de 40º y
reconstrucción de la misma. una flexión de más de 110º hasta las cuatro
Una vez realizada la reparación ósea semanas de la cirugía. A partir de la cuarta
comprobaremos la estabilidad del codo, semana se aumentan los grados de libertad
el ligamento lateral externo normalmen- de la ortesis hasta 60º de extensión y 120º
te está avulsionado del epicóndilo, por lo de flexión. A las seis semanas autorizamos
que lo que se reanclará en su inserción me- movilización completa. El fortalecimiento
diante suturas con arpón. Bajo escopia se
valorará la estabilidad del codo, si este es
estable la reparación del ligamento medial
no es necesaria. Pero si el codo es ines-
table deberíamos repararlo con arpones o
suturas transóseas. En el raro caso de que
el codo permanezca inestable habiendo re-
parado todas las estructuras, colocaremos
un fijador externo para mantener la reduc-
ción, con un fijador articulado el paciente
puede comenzar a mover la articulación
tras unos días de reposo (Fig. 6). Fig. 6a. Fractura de coronoides tipo III.
Tratamiento de urgencias con placa y tornillo a
través de la placa que fija la coronoides. Fijador
1.5. Rehabilitación externo articulado.
Tras haber valorado la estabilidad del
codo en el quirófano al finalizar la repara-
ción colocamos una férula a 90º de flexión
con el antebrazo en pronación completa que
evita la inestabilidad posterolateral y prote-
ger la reparación del ligamento lateral, pero
si han sido reparados los dos ligamentos
colocamos la férula en rotación neutra. Si
el ligamento lateral ha sido fijado con éxi-
to y no se ha reparado el cubital podemos Fig. 6b. Consolidación a los 4 meses.

101
López Arévalo, Rafael

se comienza a los dos meses una vez los potencial gravedad y en algunos casos una
ligamentos están cicatrizados. importante complejidad que requieren de
un exigente tratamiento quirúrgico.
Pronóstico Clasificación de Bado
Cuando de Regan y Morrey en 1989 • Tipo I
elaboraron la clasificación describieron los • Luxación anterior de la cabeza radial.
resultados para cada grupo, y en sus series el • Angulación anterior del cúbito
pronóstico iba progresivamente empeoran- proximal o medio.
do con el incremento del grado de la lesión: • Tipo II
• Tipe I – 92% resultados satisfactorios • Luxación posterior o potero-late-
• Tipe II – 74% resultados satisfactorios. ral de la cabeza radial.
• Tipe III – 20% resultados satisfactorios. • Fractura de cúbito con angulación
Ring and Jupiter OTA 1999 describie- posterior.
ron los resultados también según el tipo • Tipo III
de fractura, encontrando que el tipo II se • Luxación lateral o antero-lateral
asociaba a la “triada terrible” y el tipo III de la cabeza radial.
con las fracturas de Monteggia. • Fractura metafisaria de cúbito.
• Tipo II – 21% resultados satisfactorios. • Tipo IV
• Tipo III – 81% resultados satisfactorios. • Luxación anterior de la cabeza
Por último recientemente O’Driscoll ha radial.
descrito una inestabilidad postero-medial • Fractura de radio y cúbito proxi-
rotatoria por varo forzado. Este tipo de le- mal al mismo nivel.
sión se produce por fuerzas severas en varo • Subclasificación de Jupiter de los
que resultan en una compresión de la faceta tipo II de Bado.
anteromedial de la coronoides y usualmente • Tipo IIA
rotura del ligamento lateral. Esta lesión re- • Fractura a nivel de la fosa sigmoi-
sulta en una rápida subluxación rotaria del dea (la fractura afecta a la parte
codo a posteromedial. Tenemos que tener distal del olécranon y la apófisis
una alta sospecha en estas lesiones para re- coronoides).
parar el LCL y la coronoides si es necesario. • Tipo IIB
• La fractura de cúbito está a nivel
2. Fractura-Luxación de Monteggia de la unión metafisodiafisaria dis-
tal a la coronoides.
2.1.Definición y Clasificación • Tipo IIC
La fractura de Monteggia fue descrita • Fractura de cúbito diafisaria.
en 1814 por Giovanni Baptista Monte- • Tipo IID
ggia, consiste en una fractura del cúbito • Fracturas conminutas que afectan
asociada a una luxación de la cabeza radial a más de una región.
que a su vez puede también estar fractu- • En los adultos pueden considerarse
rada. Son el 7% de las fracturas de todo el fracturas equivalentes lesiones tipo
cúbito y sólo el 0,7% de las fracturas de I y tipo II, que son una lesión con
codo. Este tipo de fracturas presentan una patrones de lesión equivalentes.

102
Fracturas de coronoides y Monteggia

2.2. Mecanismo de Lesión de los estudios radiográficos con radiografías


Las lesiones tipo I se producen por caída de mala calidad, por lo que es indispensable
y traumatismo directo a nivel de la cara realizar radiografías biplanares, en despla-
posterior del codo o una caída con el an- zamientos mínimos donde no valoramos la
tebrazo pronado. Las tipo II se producen gravedad de la lesión y en aquellos casos que
por un mecanismo similar a una luxación la luxación se ha autoreducido.
de codo en la que los ligamentos resisten
más que el hueso y este se fractura. Las 2.5. Tratamiento en Urgencias
tipo III caída directa sobre la cara interna Como consideración general podemos
del codo con más o menos rotación. decir que la fractura de Monteggia en
adultos requieren tratamiento quirúrgico
2.3. Exploración siempre. En primer lugar hay que inmovi-
En la exploración inicial podríamos ol- lizar la fractura y proteger las partes blan-
vidarnos del hueso y valorar la integridad das anticipándonos a la cirugía. Hay que
de la pie, realizar un cuidadoso examen evitar los intentos repetidos de reducción
neurológico y vascular distal. En un se- y las manipulaciones intespectivas para
gundo tiempo valorar el daño óseo que in- intentar la reducción de la cabeza radial.
cluye: fractura de cúbito, patrón de lesión, En urgencias es fundamental identificar
conminución elementos afectados del cú- las lesiones asociadas como la no infre-
bito con especial atención a la coronoides, cuente lesión del nervio interóseo posterior
olécranon y cabeza del radio, donde hay (asociado a las fracturas tipo I y III). Hay
que prestar especial atención y valorar si que descartar un síndrome compartimental,
se trata sólo de una fractura-luxación o hay afectación de la piel, lesiones arteriales, le-
una fractura de cabeza de radio asociada. sión de los ligamentos colaterales del codo
más comunes en lesiones tipo II (Fig.7).
2.4. Exploración Complementaria
Hay que realizar radiografías en dos planos
y se recomienda una radiografía en tracción
valorando el desplazamiento de los frag-
mentos y la fractura de la cabeza de radio y
la coronoides, y la alineación de la cabeza del
radio con el capitellum. Aunque la fractura
del cúbito es obvia, la fractura de la cabeza
de radio e incluso su luxación pueden pasar
desapercibidas al autoreducirse.
La TAC y las reconstrucciones 3D pueden
ayudar a valorar el grado de afectación de la
coronoides y la asociación de la fractura de la
cabeza radial. Los errores diagnósticos, que
afortunadamente han disminuido mucho en
las últimas décadas, se deben fundamental- Fig. 7. Fractura-luxación de Monteggia tipo II.
mente a causas derivadas fundamentalmente Resultado quirúrgico.

103
López Arévalo, Rafael

Dependiendo de las lesiones de las par- apoyado en un soporte y en todos los casos
tes blandas y sobretodo de la afectación colocando el manguito de isquemia lo más
de los compartimentos y lesiones neuro- proximal posible.
vasculares valoraremos la cirugía de ur- Según el tipo de fractura elegiremos el
gencia (Fig.8). Estas fracturas deben ser instrumental. En fracturas simples, una
intervenidas los antes posible dependien- placa LC-DCP recta de 3,5 mm nos pue-
do del estado general del paciente y de si de bastar, pero en fracturas más complejas
la luxación de la cabeza del radio está o podemos emplear una placa anatómica
no reducida. Hay que valorar el momen- de reciente introducción en el mercado.
to ideal de la cirugía y realizar un planing (Fig.8). Además tenemos que tener pre-
preoperatorio. paradas placas de minifragmentos para la
fractura de la cabeza radial, tornillos tipo
2.6. Manejo Quirúrgico Herbert, valorando la posibilidad de te-
La posición en la se interviene esta frac- ner que sustituir y remplazar la cabeza del
tura depende en nuestra opinión de la radio por una prótesis. Nos puede servir
complejidad de la fractura de cúbito. De de mucha utilidad, sobretodo en fracturas
esta forma si la fractura de cúbito es simple muy complejas, un distractor pequeño a un
el paciente puede ser colocado en decú- fijador externo pequeño que nos ayude a
bito supino con una talla bajo el hombro distraer la fractura del cúbito.
homolateral. Pero si la fractura de cúbito Los abordajes empleados pueden ser va-
presenta una especial complejidad reco- rios, normalmente con una incisión poste-
mendamos colocar al paciente en decúbito rior en la línea media es suficiente, ya que
lateral o en decúbito prono con el brazo accedemos al cúbito y a la cabeza del radio

Fig. 8. Fractura-Luxación abierta tipo II, abierta IIIa. Se realizó osteosíntesis con placa LCP.

104
Fracturas de coronoides y Monteggia

por esta vía. En algún caso puede realizar- nos ayude a la reducción de la cabeza radial,
se un abordaje a través del hiato entre el hay que restablecer la posición normal de
“flexor carpis ulnaris” y el “anconeous” para la coronoides que normalmente es un frag-
reparar o sustituir la cabeza del radio con un mento grande, no olvidarnos de la cabeza
abordaje posterior en fracturas muy diafisa- radial, ya que la reparación o un mal manejo
rias del cúbito. En fracturas complejas con de esta lesión puede llevarnos a un defecto
afectación conminuta del cúbito proximal, en la prono-supinación del antebrazo.
del proceso coronoideo y de la cabeza ra-
dial, puede ser necesario la ampliación del 2.7. Manejo Postoperatorio
abordaje elevando la masa pronadora desde La gravedad de las lesiones y la cirugía
el borde subcutáneo o desde la epitroclea, reparativa de estas lesiones, sobre todo en
elevar el anconeus de su inserción en el cú- las complejas, hacen que recomendemos
bito. Hay que mantener los anclajes de los un control del edema postoperatorio co-
ligamentos colaterales al hueso y hay que locando si es posible una férula con una
tener en cuenta que el LCC a menudo esta discreta extensión y colocando el brazo
lesionado en los tipo II. elevando colgándolo en un portasueros.
Técnica Quirúrgica: Los drenajes se retiran a las 48 horas. Per-
Hay que comenzar con una fijación de sonalmente empleo indometacina por vía
distal a proximal, y el acceso a la coronoi- oral a dosis de 150 mg diarios que man-
des puede realizarse a través de la fractura tengo hasta un mes tras la cirugía. Aunque
del olécranon. Hay que fijar los fragmen- no existe evidencia científica de esto en mi
tos con tornillos interfragmentarios y con experiencia la evolución postoperatoria y
placas suplementarias si es necesario antes las calcificaciones heterotópicas disminu-
de la fijación definitiva. También podemos yen sobretodo en pacientes con lesiones
fijar temporalmente el cúbito con agujas-K craneales y fracturas en las que se necesitan
e incluso colocar agujas intramedulares que amplios despegamientos.
alineen temporalmente los fragmentos. La
fractura del proceso coronoideo pueden 2.8. Rehabilitación
estabilizarse con agujas-K y más tarde con Tras la retirada de los drenajes y del ven-
una placa de minifragmentos. Alternativa- daje comenzamos con movilidad pasiva sin
mente pueden ser fijadas de forma antero- forzar en un arco de seguridad que va desde
grada o retrograda antes de la aplicación de -40º de extensión hasta los 110º de flexión,
la placa con tornillo. La reparación o susti- prono-supinación libre. Las dos primeras
tución de la cabeza del radio la realizamos semanas indicamos al paciente los ejercicios
siempre antes de la fijación del cúbito, que para que el mismo los realice y posterior-
se realizará preferiblemente, con una placa mente y en contacto directo con el fisiote-
posterior. Una vez la fijación está realizada rapeuta marcamos la pauta a seguir según la
debemos valorar la estabilidad ligamentosa evolución del paciente y de las partes blan-
del codo, y reparar aquellos elementos que das. En aquellos casos en los que haya sido
aparezcan lesionados. necesario reparar los ligamentos colocamos
En resumen, tenemos que obtener la lon- una férula articulada de codo y permitimos
gitud y la alineación adecuada del cúbito que sólo movimiento dentro del arco de seguri-

105
López Arévalo, Rafael

dad hasta el mes de la cirugía. Explicamos ción de los fragmentos y en pacientes con
al paciente que tiene que aceptar alguna lesiones craneales asociadas, como hemos
pérdida de la movilidad del codo. expuesto antes la indometacina de forma
profiláctica puede mejorar el pronóstico.
2.9. Resultados La inestabilidad del codo se presenta en
Algunos autores han mostrado como aquellos codos en los que ha pasado des-
factor pronóstico la clasificación de Bado, apercibida tras la reparación del cúbito y
de esta manera las Bado I/III tienen me- en aquellos codos en los que forma yatró-
jores resultados que las Bado II/IV. Otros gena hemos seccionado los ligamentos en
han dicho que no existe relación entre los el abordaje, se evita explorando siempre el
resultados y los diferentes tipos de lesión. codo una vez acabada la síntesis del cúbito.
Lo que si es cierto es que existen unos fac- Y finalmente la subluxación irreductible de
tores asociados a un pobre resultado: frac- la cabeza del cúbito debe hacernos pensar
turas de Bado II, fracturas de Jupiter IIA, en una falta de reducción del cúbito. z
fractura de la cabeza radial, fractura de la
coronoides y complicaciones que requie-
ran cirugías extensas.

2.10. Complicaciones
Las complicaciones más frecuentes que
suelen aparecer en estas fracturas son en-
tre otras la parálisis del interóseo poste-
rior que en algunas ocasiones requiere la
revisión quirúrgica del nervio y la neuro-
lisis o reparación del mismo con injertos,
en nuestro experiencia sólo en dos casos
hemos tenido que revisar el nervio injer-
tándolo. Otra de las complicaciones que
puede presentarse es la malreducción o la 3. BIBLIOGRAFÍA
malunión de los fragmentos que produce 1. Cohen MS. Fractures of the coronoid pro-
un efecto devastador sobre la prono-supi- cess. Hand Clin 2004;20-4:443-53.
nación. Su tratamiento consiste en la rein- 2. Doornberg JN, Ring D. Coronoid fractu-
tervención y nueva osteosíntesis corriendo re patterns. J Hand Surg [Am] 2006;31-
los defectos de rotación y acortamiento del 1:45-52.
cúbito. La rigidez postquirúrgica es tam- 3. Doornberg JN, Ring DC. Fracture of the
bién relativamente frecuente y hay que anteromedial facet of the coronoid pro-
advertir al paciente que cierto grado de cess. J Bone Joint Surg Am 2006;88-
pérdida de movilidad es frecuente depen- 10:2216-24.
diendo de la complejidad de la fractura.
4. O’Driscoll SW, Jupiter JB, King GJ, Hotch-
La osificación heterotópica, en la que se
kiss RN, Morrey BF. The unstable elbow.
incluye la sinostosis radiocubital aparece Instr Course Lect 2001;50:89-102.
en aquellos casos de importante manipula-

106
Fracturas de coronoides y Monteggia

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López Arévalo, Rafael

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108
Pseudoartrosis de codo

Capítulo 9

Pseudoartrosis de codo

de la Hoz Marín, Jerónimo*, de la Hoz García, M.**, Barranco


Fernández, B***.
*Jefe de Sección Extremidad Superior, ** R5, *** R3
UGC Traumatología y C. Ortopédica. Complejo Hospitalario de Jaén.

1. Introducción a) Alteraciones anatómicas de los frag-


La pseudoartrosis de los huesos de la mentos con erosiones en la interlínea de
articulación del codo, es una patología de fractura que van a complicar la reducción
difícil tratamiento en el campo de la ciru- b) Mala calidad ósea por osteoporosis
gía ortopédica. En este problema coinciden de los fragmentos pseudoartrósicos. Esta,
los obstáculos para la reconstrucción ósea además de suponer un obstáculo para la
anatómica, con la dificultad para la recupe- consolidación, lo es también para una os-
ración de la elasticidad de las partes blandas teosíntesis suficientemente estable que
que permitan la movilidad normal del codo. permita, tras la cirugía, una movilización
En cuanto a la localización como la arti- precoz de la articulación.
culación del codo se compone de tres hue- c) Rigidez articular, derivada del traslado
sos, radio, humero y cúbito, en cualquiera de la movilidad a las líneas de pseudoartro-
de ellos puede producirse una fractura que sis con lo que la capsula articular perma-
a su vez puede no consolidar y dar lugar a nece sin las solicitaciones de estiramiento
una pseudoartrosis del codo. y relajación normales, lo que da lugar a su
Entre las condiciones locales que vamos rigidez de origen extrínseco.
a encontrar a la hora del tratamiento qui- Junto a estas constantes podemos en-
rúrgico tenemos como más importantes contrar otras circunstancias que pueden
las siguientes: complicar la situación y que debemos te-

109
de la Hoz Marín, Jerónimo

ner en cuenta a la hora del tratamiento nos b) Osteosíntesis sólida que permita la mo-
referimos a: vilidad precoz evitando la rigidez de partes
1) Material de osteosíntesis de cirugías blandas. En los casos en los que ha existido
previas; la retirada de éste complica el acto una infección previa debemos estar seguros
quirúrgico y requiere en ocasiones la pre- de que esta ha curado mediante las corres-
paración de un material sofisticado para pondientes pruebas analíticas, radiográficas
su extracción. y con gammagrafía si fuera necesario, y solo
2) Infecciones previas, solo debemos después de tener la seguridad de su curación,
intervenir un codo que haya estado pre- debemos intentar la osteosíntesis.
viamente infectado una vez se hayan nor- c) Artrolísis, cuando después de conse-
malizado los parámetros bioquímicos y guir una correcta reducción anatómica de
hayan transcurrido seis meses del cese de los fragmentos y una osteosíntesis sólida,
los síntomas. persista una rigidez derivada de la retrac-
3) Lesiones nerviosas, la más frecuente ción capsular del codo, debemos realizar
la lesión del nervio cubital a nivel del canal una liberación capsular bien sea anterior,
epitrócleo-olecraniano, y más raramente posterior o combinadas.
las lesiones de los nervios radial y media- d) Tratamiento de las lesiones nerviosas
no, por este orden. fundamentalmente, la más frecuente es la
compresión del nervio cubital en el canal
1.1. Síntomas epitrócleo-olecraniano que se resuelve con
Son tres los síntomas capitales: la correspondiente liberación y transposi-
a) Dolor que desaparece en reposo y ción del mismo.
reaparece con la movilidad siendo más
intenso cuanto mayores son los esfuerzos; 2. Pseudoartrosis del cúbito
b) Inestabilidad, el enfermo siente que es La parte más proximal del cúbito es el
incapaz de controlar el codo olécranon, y es esta la que participa en la
c) Rigidez por el mecanismo explicado articulación del codo, por lo que nos refe-
en la introducción. riremos a las pseudoartrosis a este nivel.

1.2. Bases del tratamiento 2.1. Clasificación


El tratamiento quirúrgico de la pseu- Según el estado del cartílago de la cavi-
doartrosis de codo se basa en recrear las dad sigmoidea existen dos grupos:
condiciones biomecánicas previas al trau- a) Conservado
matismo mediante los siguientes pasos: b) No conservado
a) Reconstrucción ósea anatómica, con Según su localización anatómica respec-
la delicadeza quirúrgica necesaria en un to al ligamento colateral interno, en:
terreno con abundante fibrosis que dificul- a) Proximales
ta la identificación de estructuras y hace b) Distales
posible añadir lesiones a las ya existentes.
En la mayoría de los casos será necesario 2.2 Objetivos
realizar aporte óseo para rellenar defectos Los objetivos específicos del tratamiento
y ayudar a la consolidación. de la pseudoartrosis del olécranon son:

110
Pseudoartrosis de codo

a) Conseguir una adecuada congruencia sustancia en el foco de la misma tenemos


sigmoidea. varias opciones:
b) Conseguir igualmente una adecuada a) Osteosíntesis con tornillo intrame-
estabilidad ligamentosa. dular e injerto corticoesponjoso lateral.
c) Recuperar la función del tríceps, que Este método debe usarse cuando la línea
suele acortarse arrastrando el fragmento de pseudoartrosis es perpendicular al eje
proximal. longitudinal del cúbito y no existe perdida
de sustancia que de lugar cuando se pro-
2.3. Métodos de tratamiento: duce la compresión por el tornillo al cierre
La elección del tratamiento y su clasifi- del diámetro antero-posterior de la cavi-
cación vienen condicionadas por el estado dad sigmoidea. El injerto corticoesponjo-
del cartílago de la cavidad sigmoidea. so suele colocarse sobre la cara externa del
a) Buen estado de la cavidad sigmoidea. cúbito fijado con tornillos.
• Exéresis del fragmento proximal. b) Osteosíntesis con placas LCP
• Osteosíntesis con placa en cara inter- Cuando la línea de pseudoartrosis es muy
na más injerto on-line corticoespon- oblicua, existen fragmentos intermedios o
joso en cara interna. pérdida de sustancia que contraindican la
• Osteosíntesis con placa LCP. compresión interfragmentaria la osteosín-
tesis con placas LCP es el tratamiento in-
b) Mal estado de la cavidad sigmoidea. dicado. Por su efecto fijador Este método
• Distracción artroplastia. permite reconstruir la anatomía mante-
• Artroplastia de sustitución niendo la adecuada alineación anatómica
• Artrodesis de los fragmentos en todos los planos aún
en ausencia de estabilidad o escaso contac-
2.3. a) Técnicas con buen estado to entre ellos y permite el aporte de injerto
de la superficie articular para o unirlos o rellenar los defectos.
Exéresis del fragmento proximal: Para ello usamos dos tipos de placas se-
Cuando el fragmento proximal es in- gún la localización anatómica de la pseu-
ferior al 50% de la superficie articular el doartrosis:
resultado sobre la función extensora del • Placas rectas o de reconstrucción:
codo es igual se haga osteosíntesis o exé- cuando la pseudoartrosis es metafi-
resis a condición de que se haga una rein- saria extraarticular. Se suelen colocar
serción meticulosa del t. del tríceps en el en la cara radial del cúbito mientras
olecranon. La cara anterior del tendón del que en la cara opuesta se debe colocar
tríceps debe dar continuidad a la superficie atornillado un injerto esponjoso.
articular evitando la existencia de un esca- • Placas L.C.P. preconformadas: están
lón como ocurre si se inserta siguiendo el indicadas cuando la pseudoartrosis
borde posterior del cúbito. tiene una localización intaraarticular.
Al estar moldeadas según el contor-
Osteosíntesis más injerto: no anatómico podemos usarlas como
Según la dirección de la línea de pseu- referencia para adaptar a ellas los frag-
doartrosis y la mayor o menor pérdida de mentos evitando las alteraciones en la

111
de la Hoz Marín, Jerónimo

forma o el diámetro de la cavidad sig-


moidea para a continuación rellenar
los defectos con el correspondiente
injerto autólogo (Fig 1).

2.3. b) Técnicas con grave


deterioro de la superficie articular
Artroplastia de distracción:
Tras la osteosíntesis estable de la pseu-
Fig. 1. doartrosis y la necesaria liberación cap-
sular, se procederá a la colocación de un
fijador externo con distracción controlada
de las superficies articulares y movilidad
inmediata con las medidas analgésicas ne-
cesarias. Está indicada en individuos jóve-
nes de edades < 55 a y en las que a pesar de
la destrucción de la superficie articular, aún
existe alguna congruencia entre los extre-

Fig. 2.

Fig. 3. Fig. 4.

112
Pseudoartrosis de codo

mos del húmero y el cúbito que permitan Tabla 2


una movilidad estable (Fig. 2). • Seguimiento: 18 meses
• Mejoría del dolor en todos (3
Artroplastia de sustitución: dolor moderado, 6 dolor leve)
Está indicada en pseudoartrosis de pa- • Estabilidad: 6 / 7
cientes > 60 a en los que la destrucción • Arco de movilidad: 98º - mejoría
articular no permite ensayar la artroplastia de 11º
de distracción. Aunque los resultados sue- • Excelentes: 4 / buenos: 6 / regula-
len ser excelentes con ganancias de movi- res: 2 / malos: 1 (Mayo score)
lidad en torno a 70º, es una técnica con un
alto porcentaje de complicaciones entre las 3. Pseudoartrosis del humero distal
que hay destacar las infecciones que dejan Los síntomas de dolor, deformidad y
pocas soluciones satisfactorias de rescate. sensación de inestabilidad son comunes
El modelo de implante más utilizado es a las pseudoartrosis de cualquier localiza-
el diseño de C. Morrey que es un modelo ción en el codo. En el caso del extremo
articulado semiconstreñido (Fig. 3). distal del humero la pseudoartrosis nos
aparecerá como complicación del 2% al
Artrodesis: 4% de todas las fracturas supracondíleas.
Se trata de una técnica en desuso por la
grave discapacidad que genera y que hoy solo 3.1. Clasificación
se indica en casos especialmente graves en Según su localización las pseudoartrosis
los que existe una gran pérdida de sustancia de húmero distal (Fig. 5) pueden ser:
en los extremos óseos que hacen imposible A) Supracóndíleas: constituyen el 50%
la implantación de una prótesis lo que ocu- de estas.
rre tras el recate de artroplastias infectadas o
graves traumatismos. La técnica consiste en A B
fijar el codo en 90º mediante la correspon-
diente placa de osteosteosíntesis (Fig. 4).

2.4. Resultados
La serie de la Clínica Mayo es la de referen-
cia en este tipo de alteraciones (Tablas 1 y 2).

Tabla 1
C
• 24 pacientes-1976 a 1991-edad42 años
• Intervalo hasta tratamiento: 19 meses
• Exéresis: 1
• Osteosíntesis: 16 - 15/16 consolida-
ciones
• Artroplastia: 3
• Artroplastia por distracción: 4
Fig. 5.

113
de la Hoz Marín, Jerónimo

B) Supraintercondíleas o en Y constitu- solidación de las pseudoartrosis de esta


yen el 35%. localización se han a lo largo de la historia
C) Condíleas las menos frecuentes 15% varios métodos de osteosíntesis:
del total. a) Osteosíntesis triplanar (Fig. 6) fue
popularizada por Júpiter y Mc Kee en
3.2. Tratamiento 1994. Consiste en la osteosíntesis con tres
Al tratar esta patología debemos valorar placas DCP dos laterales mas una pos-
las siguientes opciones de tratamiento: terior y constituía el método de elección
a) Abstención, en personas de edad avan- hasta la aparición de las placas LCP.
zada con un movilidad suficiente y pocos En la serie de este autor se consigue una
requerimientos funcionales, la no interven- mejoría media de la movilidad de 45º y 7
ción debe considerarse seriamente. de 8 consolidaciones siendo los resultados
b) Osteosíntesis, cuando creamos posible de otros autores Ring 2003 muy inferiores
la reconstrucción anatómica articular, debe tanto en la movilidad como en el nº de
de ir seguida de los gestos necesarios sobre complicaciones.
otras estructuras (artrolísis neurolísis etc.). b) Osteosíntesis con placas LCP.
c) Osteotomías correctoras indicadas pseu- Existen básicamente dos sistemas ambos
doartrosis tipo c en que la síntesis del frag- utilizan dos placas con diferente montaje:
mento pseudoartrósico no es aconsejable. • Sistema AO (Fig. 7) la osteosíntesis se
d) Artroplastia, en caso de pseudoartro- realiza reconstruyendo la anatomía con
sis irreparables teniendo siempre presente mediante pacas colocadas perpendicu-
la edad del paciente. larmente una en el borde lateral interno
Veamos a continuación de forma deta- de la paleta humeral y otra en la cara
llada cada una de las opciones quirúrgicas. posterior del pilar externo de la misma.
• Sistema Clínica Mayo descrito por
3.2. a) Osteosíntesis Sánchez Sotelo que se basa en la re-
Está indicada en las pseudoartrosis hu- gularización de las superficies supra-
merales tipo A y B. condíleas de pseudoartrosis, impac-
Debido a las dificultades de fijación só- tación del fragmento articular sobre
lida para la movilización temprana y con- la metáfisis y osteosíntesis con placas

Fig. 6.

114
Pseudoartrosis de codo

paralelas a ambos lados de la paleta


humeral (Fig. 8).

3.2. b) Osteotomías correctoras


Las pseudoartrosis del cóndilo hume-
ral suele ser secuelas de fracturas en la
infancia, lo que hace que haya una grave
alteración de la forma y orientación de las
superficies articulares, junto a una defor-
midad del fragmento distal que hacen no
aconsejable la osteosíntesis del mismo, ni
el intento de ninguna reconstrucción arti-
cular. Por tanto nuestros esfuerzos deben
dirigirse a la reorientación de las superfi-
cies articulares que al corregir las fuerzas
deformantes eviten la progresión de la de-
formidad del codo y retarden su deterioro.
Aunque para corregir el eje del codo se
han descrito osteotomías planas en cuña
de adicción y sustracción y osteotomías en
cúpula, el método de elección en la actua-
lidad es la osteotomía triplanar según el
esquema de la Figura 9 que proporciona
una mayor área de contacto y estabilidad
interfragmentaria lo que facilita la estabi-
lidad de la osteosíntesis y su consolidación.
De este tema nos ha hablado de forma
magistral el Dr. Xavier Espiga en el LV
Seminario de la Sociedad Andaluza (Se-
Fig. 7.

Fig. 8.

115
de la Hoz Marín, Jerónimo

villa, 2007) con su ponencia “Desaxaciones 3.3. Resultados


del codo seculares a traumatismos de la in-
fancia” (ver capítulo 13). Tabla 3
Los resultados publicados por su crea- Resultados publicados por la Clí-
dor Hui Taek Kim 2005 son buenos en nica Mayo
cuanto a la consolidación, pero en un alto • 92 pseudoartrosis supracondíleas.
porcentaje de pacientes se produce pér- • Seguimiento 2 – 20 a media 6,7.
dida de movilidad respecto a la preope- • 87% dolor preoperatorio.
ratoria. • Estabilidad articular 100%.
• 79% libres de dolor o dolor leve.
3.2.c) Artroplastia • Ganancia de movilidad de 22 a 135.
Indicaciones:
Se trata de un buen método de trata-
miento (Fig. 10) con indicaciones precisas
a saber:
• Destrucción articular no reconstruible.
• Edad avanzada.
• Pacientes con bajas demandas fun-
cionales.
• Buen estado del mecanismo extensor.
Los resultados suelen ser buenos, con
un ganancia de movilidad media en torno
a los 90º sin dolor, con buena estabilidad
pero con un porcentaje de complicaciones
alrededor de un 43 % de las cuales la in-
fección deja muy pocas salidas al rescate
por lo que debemos ser restrictivos en su
indicación (Tablas 3 y 4).
Fig. 10.

Fig. 9.

116
Pseudoartrosis de codo

3.4. Complicaciones 5. Morrey BF: Distraction arthroplasty. Cli-


nical applications. Clin. Orthop. 293: 46-
54, 1993
Tabla 4
Resultados publicados por la clínica 6. Papagelopoulos, P. J., and Morrey, B. F.:
Mayo Treatment of nonunion of oleacron frac-
tures. J. Bone Joint Surg. Br 76:627, 1994.
• Complicaciones en 43%.
• 32 reoperaciones (23 retiradas o 7. Spier W. J. and De Witt H. J. Funtional
revisiones). study for optimum position for elbow ar-
• 16 Aflojamiento aséptico / 4 frac- throdesis or ankylosis. In proceedings of
turas periprotésicas / 5 roturas de the A.A.O.S. J.B.J.S. 55 A 1305 1973
los componentes / 5 infecciones / 8. McKee, M., Jupiter, J., Toh, C. L., Wilson,
1 desgaste. L., Christopher, C., and Karras, K. K.: Re-
construction after malunion and nonunion
En resumen y como colofón para el tra- of intraarticular fractures of the distal hu-
tamiento de las pseudoartrosis la artroplas- merus. Methods and results in 13 adults. J.
tia de codo proporciona unos resultados Bone Joint Surg. 76B(4):614, 1994.
buenos y predecibles que se asocian con 9. Cobb, T. K., Linscheid, R. L.: Late correc-
una importante tasa de complicaciones tion of malunited intercondylar humeral
que aumentan cuando las intervenciones fractures. Intraarticular osteotomy and
previas han sido más de dos o la edad es tricortical bone grafting. J. Bone Joint
superior a los 65 a. z Surg. 76B(4):622, 1994
10. Jupiter J.B.The management of nonunion
and malunion of the distal humerus--a
30-year experience.J Orthop Trauma 22
(10 ) 742-50 2008
11. O’Driscoll SW.Parallel plate fixation of
4. BIBLIOGRAFÍA bicolumn distal humeral fractures. Instr.
1. Gartsman, G. M., Scuico, T. P., and Otis, J. Course Lect. 2009; 58:521-8.
C.: Opeative treatment of olécranon frac-
tures. J. Bone Joint Surg. 63A:718, 1981. 12. Allende C Allende BT. Post-traumatic
distal humerus non-union : Open re-
2. Danziger, M.B., and Healy, W. L.: Ope- duction and internal fixation: long-term
rative treatment of olécranon nonunion. J results. Int Orthop 33(5):1289-94. 2009.
Orthop Trauma 6:290-293, 1992.
13. Kim HT, Lee JS, Yoo CI. Management
3. Crenshaw, A. H.: Delayed union and no- of cubitus varus and valgus J. Bone Joint
nunion of fractures. In Edmonson A., and Surg Apr;87 A(4):771-80 2005.
Crenshaw, A. H. (eds.): Campbell’s Ope-
rative Orthopedics, 6th ed. St. Louris, C. 14. Sanchez-Sotelo J, Morrey BF. Linked
V. Mosby Co., 1980. elbow replacement: a salvage procedu-
re for distal humeral nonunion. Surgical
4. Waddel,G, and Howat,T. W : A Techni- technique.J Bone Joint Surg Am 1;91
que of plating severe olecranon fractures. Suppl 2:200-12. . 2009
Injury 5: 135, 1973

117
Bernáldez Domínguez, Pedro - Cansino Muñoz-Repiso, Daniel

Capítulo 10

Papel de la artroscopia en
tratamiento de las fracturas
del área del codo

Bernáldez Domínguez, Pedro


Doctor en Medicina y Cirugía. Facultativo Especialista de Área COT.
Hospital de Riotinto (Huelva) y USP Sagrado Corazón (Sevilla).
Coordinador Grupo GANCHO.
Cansino Muñoz-Repiso, Daniel
Facultativo Especialista de Área COT. Hospital de Osuna (Sevilla) y USP
Sagrado Corazón (Sevilla).

1. Introducción podemos llegar a una decena de ellos, es


El uso del artroscopio como comple- decir algo realmente insignificante.
mento para el tratamiento de las fracturas La cuestión es, si se ha demostrado las
articulares –rodilla y muñeca especialmen- ventajas que aporta el uso del artroscopio
te- es una práctica cada vez más generali- como complemento en las fracturas articu-
zada en los últimos años entre los trauma- lares de la rodilla, porqué no aplicarlo a una
tólogos deportivos, pero en la actualidad articulación –compleja anatómicamente–
su uso sigue siendo infrecuente para las como es el codo, que suele dar frecuente-
fracturas del área del codo. mente un pobre balance articular y dolor
En una reciente búsqueda bibliográ- asociado originando en muchas ocasiones
fica realizada en la base de datos Pub- un pobre resultado funcional (Fig. 1).
Med (Enero de 2010) fueron tan solo 3 Nuestro objetivo es presentar el papel
los resultados obtenidos con los términos del artroscopio en el tratamiento de la le-
“elbow fracture arthroscopically-assisted” siones articulares agudas del codo conside-
aunque si usamos criterios más generales rando que si conseguimos una reducción

118
Papel de la artroscopia en tratamiento de las fracturas del área del codo

Fig. 1. Técnica operatoria de una Artroscopia de Codo Derecho (Decúbito Lateral). Es muy
importante evitar la extravasación del líquido fuera de la articulación

anatómica perfecta (visión directa sobre el supino y el 50% en decúbito lateral con
cartílago articular) vamos a “prevenir” el soporte. Se realizó profilaxis antibiótica
desarrollo de la temida artrosis postrau- intravenosa (Cefuroxima 1500 mg) previa
mática que en muchas ocasiones limita la a la intervención.
actividad de trabajadores y deportistas. Usamos los portales artroscópicos habi-
tuales en función del patrón lesional (Ante-
2. Casos clínicos
Presentamos algunas indicaciones en
las que puede usarse el artroscópio como
asistente en la cirugía de las fracturas del
codo entre las que destacan las fracturas
de la coronoides, del capitellum, de la cú-
pula radial, fracturas supraintercondílea
y fracturas del olécranon. Igualmente se
pueden realizar artrolisis artroscópica en
las secuelas fracturarias con buenos resul-
tados publicados (Fig. 2).
Técnica operatoria: En nuestra prácti-
ca todos los pacientes fueron intervenidos Fig. 2. Técnica operatoria de una Artroscopia
de Codo Izquierdo (Decúbito Supino). Nos
bajo Anestesia General (algunos asociaban podemos ayudar de agujas “abocath” para
un plexo) e Isquemia, el 50% en decúbito confirmar el portal más óptimo.

119
Bernáldez Domínguez, Pedro - Cansino Muñoz-Repiso, Daniel

ro-Medial, Antero-Lateral, Posteriores, etc.) • Exploración del codo bajo anestesia.


y tras un adecuado lavado y desbridamiento • Fijación de la coronoides con 3 agu-
del hematoma, procedemos a la reducción jas de K (2 por posterior y una ante-
de la fractura guiados tanto por control ar- romedial).
troscópico como fluoroscópico. La fijación • Movilización a las 3 semanas. EMO
interna, cuando ha sido necesaria, la hemos a los 3 m.
hecho con agujas de Kischner (Fig. 3).
Los pacientes permanecen entre 1 y 2
días ingresados, y entre 2 y 4 semanas de
inmovilización con una férula o vendaje,
comenzando a realizar la fisioterapia de
forma precoz –siempre en función de la
estabilidad fracturaria conseguida y la con-
fianza en el montaje– .

2.1. Fractura de Coronoides


(Figs. 4, 5, 6, 7 y 8)
• Posición: Decúbito supino. Isquemia: Fig. 4. Rx y TAC: Fractura de coronoides tipo.
No al inicio y si una vez lavado y des-
bridado.
• Pintar referencias óseas anatómicas
previamente.

Fig. 3. En ocasiones hay que realizar un gran Fig. 5. Posición Decúbito supino. Pintar
despliegue de medios en el quirófano. referencias anatómicas óseas.

120
Papel de la artroscopia en tratamiento de las fracturas del área del codo

(Arriba) Fig. 6. Exploración del codo bajo


Anestesia. Tracción al zénit.

(Izda.) Fig. 7. El uso de cánulas es fundamental


para evitar la extravasación de líquidos y
compresiones neurovasculares.

(Abajo) Fig. 8. Control Rx y resultado a la


retirada de inmovilización (3 semanas).

121
Bernáldez Domínguez, Pedro - Cansino Muñoz-Repiso, Daniel

2.2. Fractura de Capitellum tipo II previamente. Desbridamiento y la-


(Kocher-Lorenz) (Figs. 9, 10 y 11). vado artroscópico.
• Jugador Balonmano. 24 años. Po- • Valorar tamaño de fragmento y os-
sición: Decúbito supino. Isquemia. teosíntesis o extracción. Movilización
Pintar referencias óseas anatómicas a las 2 semanas.

(Arriba) Fig. 9. Rx y TAC: Fractura de


Capitellum tipo II (Kocher-Lorenz).

(Dcha.) Fig. 10. Fragmento osteocon-


dral situado en cámara anterior del
codo. Extracción del mismo.

(Abajo) Fig. 11. Control Radiográfico


postquirúrgico.

122
Papel de la artroscopia en tratamiento de las fracturas del área del codo

Fig. 12. (A) Fractura cabeza radial tipo II, (B) la fractura puedes ser evaluada, desbridada, y
(C) reducida, (D) Rx AP y lateral tras la reducción y fijación artroscópica.
Imágenes tomadas de Holt M.S, Savoie F.H, Field L.D. Arthroscopic management of elbow trauma.
Hand Clinic 2004; 485-495.

2.3. Fractura de la cúpula radial


Aun no hemos realizado ningún caso
pero, al igual que Holt y Savoie pensamos
que seria una buena indicación en fractu-
ras mínimamente desplazadas. (Fig. 12).

2.4. Fractura del Olécranon


• Paciente de 40 años. Deportista.
• Traumatismo directo Codo derecho
mientras esquiaba.
• Estudio Rx, RM y TAC 3D: Fractura
conminuta del olécranon con discreto
desplazamiento. Fractura inestable.
(Figs. 13 y 14).

Fig. 13. Estudio RM y TAC 3D: Fractura conminuta del olécranon con discreto desplazamiento.

123
Bernáldez Domínguez, Pedro - Cansino Muñoz-Repiso, Daniel

Fig. 14. Posición Decúbito Lateral (O´Driscoll). Referencias óseas alteradas por el hemartros.
Precaución de no lesionar el Nervio Cubital.

• Posición: Decúbito prono. Isque- • Reducción cerrada, fijación con pinzas


mia. Pintar referencias óseas anató- percutáneas y osteosíntesis con 4 k.
micas previamente. Desbridamien- • Movilización a las 5 semanas.
to y lavado artroscópico. (Figs. 15 y 16).

Fig. 15. 2 portales artroscópicos. Desbridamiento y lavado. Fijación con pinzas y colocación de 4 k
guiadas por visión intra-articular y fluoroscopia.

Fig. 16. Fractura consolidada de posición anatómica y Balance Articular completo a los 3 meses.
Alto grado de satisfacción del paciente (colega Médico).

124
Papel de la artroscopia en tratamiento de las fracturas del área del codo

2.5. Fractura supraintercondílea del húmero

• Posición: Decúbito supino. Isquemia. Pintar referencias óseas anatómicas.


• Desbridamiento y observación del tipo de fractura bajo control artroscópico (mediante
2 portales –AL y AM proximal–) valorando como se comporta para reducirla.

Fig. 17. Mujer, 52 años. Golfista. Estudio Rx y TAC 3D: Fractura supraintercondílea (de una columna)
Codo izquierdo.

(Figs. 17, 18, 19 y 20).


Cámara (portal A-M
Proximal) valorando el aca-
balgamiento de corticales
anteriores del húmero, des-
bridamiento con sinovioto-
mo (portal A-M distal ) y
palpación.
Cámara (portal A-M Proxi-
mal) con la fractura reducida,
usando agujas de kischner
como Joystick y lista para la
osteosíntesis que se realizó con
3 tornillos canulados de 4mm
de titanio de lateral a medial.

Figs. 18 (arriba izda.) y 19


(abajo izda.) Colocación
y forma de proceder en la
reducción anatómica asistida por
artroscopia. Fijación interna con 3
tornillos canulados de 4 mm.

125
Bernáldez Domínguez, Pedro - Cansino Muñoz-Repiso, Daniel

Fig. 20. Resultado final a los 5 meses. Buen balance articular y fractura consolidada en posición anatómica.

Inmovilización con férula braquial en extensión las primeras 48 horas y más tarde
a 90º durante 3 semanas. A continuación comenzó una fisioterapia suave inicial-
mente, y usando un “brace articulado”, incrementándose semana a semana una vez
observado una consolidación adecuada de la fractura.
A los 5 meses: F/E (-5º/145º). P/S completa, fuerza 5/5 y sin alteraciones neuro-
vasculares. Grado de satisfacción personal: muy elevado.

Hemos comprobado la consolidación 3. Discusión


ósea en el estudio radiológico en el 100% En la literatura son muy pocos los casos
de los casos. En nuestra casuística el 2/3 publicados sobre fracturas del codo asisti-
de los pacientes necesitaron fisioterapia das artroscópicamente, no existiendo series
en el Servicio de Rehabilitación y el resto ni por supuesto meta-análisis al respecto.
pudieron hacerlo por su cuenta siguiendo El primer artículo publicado sobre
un plan personalizado. “fracturas del capitellum” con esta técni-
No hemos tenido ninguna complicación ca se remonta a un reciente 2002 (Har-
neurovascular, ni infección ni pseudoar- dy P, Menguy F, Guillot S. Arthroscopic
trosis y tan solo dos casos de artrolisis en treatment of capitellum fracture of the hu-
secuelas fracturarias permanecieron en la merus. Arthroscopy 2002; 18:422-426) (1)
misma situación clínica que antes. escribiendo “Recently, fractures about the

126
Papel de la artroscopia en tratamiento de las fracturas del área del codo

elbow have been addressed arthroscopically, la revista francesa “Cirugía de la Mano” su


including radial head fractures, capitellum, experiencia sobre las fracturas agudas del
and coronoid fractures”. codo tratadas vía artroscópica: “Arthrosco-
Cuatro años más tarde, Rolla et al (2) lo pic treatment of elbow fractures (capitellum,
describe para las fracturas de cabeza ra- coronoid, olecranous and radial head) gives
dial: “This certainly can be accomplished, par- an excellent intra articular view with few
ticularly with a single large fragment of the soft tissue damage. Cartilage damage, intra
radial head”. Rolla PR, Surace MF, Bini articular loose bodies and capsulolabral inju-
A, Pilato G. Arthroscopic treatment of ries are then well adressed.
fractures of the radial head. Arthroscopy We routinely use lateral approach, trying
2006; 22: 233.e1-233.e6. to avoid the medial approach in traumatolo-
Igualmente Akesson et al (3) para las gy. This article relates the differents surgical
fracturas no desplazadas: techniques”.
“However, based on recent long-term Un año más tarde, En un artículo de re-
outcome studies of radial head fractu- visión (2007) publicado en el Arthroscopy
res, which demonstrate that nonoperative por el Dr Steinman de la Mayo Clinic (5)
treatment results in good long-term progno- hablaba sobre el significativo avance que
sis, the ability to fix these simple radial head la artroscopia de codo ha tenido en esta
fractures arthroscopically might be a triumph última década, a nivel de tecnología y téc-
of technology over need”. nica quirúrgica por lo que las indicaciones
Akesson T, Herbertsson P, Josefsson habían aumentado notablemente (Fig. 21).
PO, Hasserius R, Besjakov J, Karlsson Elbow Arthroscopy: Where are we know?.
MK. Primary nonoperative treatment of Steinmann S.P Arthroscopy: The Journal of
moderately displaced two-part fractures Arthroscopic and Related Surgery, Vol 23, No
of the radial head. J Bone Joint Surg Am 11 (November), 2007: pp 1231-1236
2006; 88A: 1909-1914. Tras describir las indicaciones clásicas
Los motivos de esta baja casuística –como no –cuerpos libres, osteoartrosis, plicas sino-
puede ser de otra forma– son varios destacando viales y artritis reumatoidea– incorpora el
la complejidad anatómica de esta articulación apartado de fracturas mencionando dos
y la gran morbilidad que tiene la realización indicaciones: las fracturas de cúpula radial:
de una artroscopia de codo –considerada “Currently, I have been accepting 2 to 3 mm
como la que más complicaciones origina–. of displacement in simple radial head fractu-
Ese mismo año, los Drs. Graveleau , res and have been satisfied with the results of
Bauer y Hardy de Paris (4) publicaron en nonoperative treatment. More complex ra-

Fig. 21.

127
Bernáldez Domínguez, Pedro - Cansino Muñoz-Repiso, Daniel

Fig. 22.

dial head fractures with 2 to 3 fragments will De momento la casuística no es muy gran-
continue to require open reduction internal de pero visto los buenos resultados pensa-
fixation.”) y las de coronoides (“Coronoid mos que puede tener un futuro prometedor.
fractures are potential candidates for arthros-
copic fixation. Based on the deep location of the
coronoid in the elbow and the more extensive
exposure required to visualize the medial ulna
through an open approach, an arthroscopic te-
chnique has a certain appeal to it“.
Pero quizás el artículo más completo so-
bre el manejo artroscópica de las fracturas
del codo, y con más iconografía, es el pu-
blicado en la revista “Hand Clinic”(2004)
por los Drs. Holt, Savoie y Ramsey de
Minnesota (USA) (Fig.22). (6)
Holt M.S, Savoie F.H, Field L.D, Ramsey
J.R. Arthroscopic management of elbow trau-
ma. Hand Clinic 2004; 485-495.
En el mismo hacen un recorrido mos-
trando su experiencia en el tratamiento Fig. 23. (A) Some
de las fracturas del codo donde utilizan la supracondylar humerus
visión directa artroscópica como caodyu- fractures are amenable
to arthroscopic assisted
vante de la cirugía (Fig. 23). fixation. (B) Arthroscopy
En este capítulo aportamos nuestra mo- demonstrates the
desta experiencia en el tratamiento de este fracture, which is
débrided. (C,D) The
tipo de fracturas que creemos se benefician fracture is reduced and
de la asistencia de la cirugía artroscópica. (E) stabilized.

128
Papel de la artroscopia en tratamiento de las fracturas del área del codo

4. Conclusiones celente visión de la fractura así como de su


La artroscopia puede ayudar de manera reducción anatómica final.
eficaz en el diagnóstico y tratamiento de Quizás tendremos que mejorar los siste-
lesiones traumáticas del codo, incluyendo mas de osteosíntesis que nos permitan una
algunas fracturas intra-articulares agudas fijación estable y una movilización precoz
y en el tratamiento de las secuelas y nos de la articulación lesionada.
ofrece una recuperación precoz. Con esto no queremos decir que todas las
La selección adecuada de los pacientes fracturas del área del codo tengan indicación
es importante para garantizar la efectivi- de tratamiento vía artroscópica pero sí que en
dad del tratamiento, cuando se usa de for- determinadas circunstancias, no sólo puede
ma adecuada, el desbridamiento asistido ayudar, sino también mejorar el tratamiento
artroscópicamente y la fijación interna de de estas –a menudo difíciles– lesiones.
la fractura suele ser eficaz. La artroscopia también es útil en la identi-
Consideramos imprescindible un co- ficación de inestabilidades en varo, valgo, pos-
rrecto estudio radiográfico y de TAC en 3 terolateral giratoria, en particular cuando estas
dimensiones (Fig. 24). son menos evidentes en el examen clínico.
Permite un tratamiento eficaz de la Pensamos que se abre “una nueva puer-
fractura sin tener que realizar un extenso ta” para estas patologías sin saber realmente
abordaje sobre unos tejidos ya de por si cual puede ser el límite en un futuro no muy
afectados. Igualmente nos aporta una ex- lejano... z

Fig. 24.

129
Bernáldez Domínguez, Pedro - Cansino Muñoz-Repiso, Daniel

5. BIBLIOGRAFÍA 5. Steinmann S.P. Elbow Arthroscopy: Where


are we know?. Arthroscopy: The Journal of
1. Hardy P, Menguy F, Guillot S. Arthrosco-
Arthroscopic and Related Surgery, Vol 23,
pic treatment of capitellum fracture of the
No 11 (November), 2007: pp 1231-1236
humerus. Arthroscopy 2002; 18:422-426.
6. Holt M.S, Savoie F.H, Field L.D, Ramsey
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trauma. Hand Clinic 2004; 485-495.
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3. Akesson T, Herbertsson P, Josefsson PO,
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Hasserius R, Besjakov J, Karlsson MK.
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rately displaced two-part fractures of the 8. Kelly et al. Complications of Elbow Ar-
radial head. J Bone Joint Surg Am 2006; throscopy. J Bone Joint Surg Am.2001;
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4. Graveleau N, Bauer T, Hardy P. Arthroscopic 9. Lindenfeld T. Medial approach in elbow
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Main. 2006 Nov; 25 Suppl 1:S114-20. 18:413-417.

130
Luxaciones y triada terrible de Hotchkiss

Capítulo 11

Luxaciones y triada terrible


de Hotchkiss

Cecilia López, David


Doctor en Medicina y Cirugía. Profesor asociado COT Facultad de
Medicina Universidad Complutense (Madrid), Facultativo Especialista de
Área. Hospital 12 de Octubre (Madrid).

1. Introducción divante, dolor y artrosis postraumática au-


La inestabilidad compleja de codo puede menta mucho en las luxaciones complejas.
ocurrir en el contexto de fracturas o luxa- Existe un espectro variable de lesiones
ciones tras traumatismos de alta energía o en las inestabilidades complejas de codo.
traumatismos más simples como la caída Una lesión de este espectro es la llamada
con la mano en extensión. La inestabili- “triada terrible de Hotchkiss” que consis-
dad puede ser simple si no hay fracturas te en la luxación de codo acompañada de la
asociadas o compleja cuando éstas existen. fractura de la cabeza radial y de la apófisis
Las luxaciones simples suelen ser postero- coronoides. En este trabajo abordaremos
laterales y presentan generalmente buenos sus bases anatomopatológicas, desde el
resultados con tratamiento conservador. punto de vista de la anatomía funcional
Las luxaciones complejas pueden incluir del codo y su tratamiento.
fracturas de diversas estructuras impor-
tantes en la anatomía funcional del codo, 2. Anatomía funcional del codo
como son la cabeza radial, la apófisis co- La anatomía funcional del codo viene
ronoides, el olécranon o el húmero distal. dada por estructuras óseas, capsuloli-
El riesgo de inestabilidad crónica o reci- gamentosas y musculotendinosas. La

131
Cecilia López, David

flexión y extensión del codo se realizan distal a la punta de la coronoides. El com-


gracias a la articulación húmerocubital. El plejo del LCL está compuesto por el liga-
húmero distal está inclinado anteriormen- mento colateral radial, el ligamento anular,
te con respecto a la diáfisis humeral 30° el ligamento colateral cubital lateral y el
en el plano lateral, internamente 5° en el ligamento colateral lateral accesorio. El
plano transversal y presenta 6° de valgo en ligamento colateral cubital lateral se ori-
el plano frontal. El centro de rotación de la gina en el epicóndilo. Se une al ligamento
articulación humerocubital viene definida anular y se inserta en la cresta supinadora
por su eje, que se proyecta desde el centro del cubito proximal. El ligamento colateral
del capitellum lateralmente y medialmente cubital lateral es el más importante dentro
desde la cara anteroinferior de la epitró- de la estabilidad funcional del codo y es el
clea. La cabeza y el cuello del radio forman que juega el papel principal en el mante-
un ángulo de 15° con la diáfisis radial, que nimiento de la estabilidad posterolateral.
debe tenerse en cuenta durante la fijación
interna. De forma similar, el tercio ante- 3. Triada terrible de Hotchkiss
rolateral del cuello radial está desprovisto La llamada ‘’tríada terrible’’del codo,
de cartílago, por lo que es un lugar ideal descrita inicialmente por Hotchkiss, es
para el material de osteosíntesis. La rota- la combinación de una luxación del codo,
ción axial viene dada por las articulaciones fractura de la cabeza del radio y de la
humeroradial y radiocubital proximal. La apófisis coronoides. Tradicionalmente, el
tróclea, cubierta por cartílago articular en tratamiento de esta lesión se ha asociado
un arco de 300°, se adapta muy bien al cú- con malos resultados en términos de ines-
bito proximal. Esta articulación es funda- tabilidad aguda o crónica, rigidez, dolor y
mentalmente la responsable de la estabili- artrosis postraumática. Hasta hace no mu-
dad ósea del codo. El capitellum es esférico chos años estos pacientes se trataban de
y está separado de la tróclea por un surco forma no demasiado uniforme y cada uno
en el que se articula el reborde de la cabeza hacía lo que creía “más apropiado”. En los
radial. Dentro de las estructuras capsulo- últimos tiempos han venido publicándose
ligamentosas que confieren estabilidad al trabajos donde diversos autores con gran
codo hay que mencionar los complejos experiencia en estas lesiones han diseñado
ligamentosos de los ligamentos colateral protocolos de tratamiento que mejoran los
medial (LCM) y colateral lateral (LCL) resultados respecto a los anteriores, aunque
que juegan un importante papel en la es- por supuesto siguen siendo lesiones de mu-
tabilidad de esta articulación. El complejo cha gravedad. El mejor conocimiento de la
LCM tiene un fascículo anterior, uno pos- anatomía funcional del codo, así como de
terior y otro transversal, de los que el an- sus estabilizadores primarios y secundarios
terior es el más importante desde el punto ha contribuido enormemente a compren-
de vista de la estabilidad. El fascículo an- der mejor la fisiopatología de estas lesiones
terior del LCM se origina en la superficie y como enfrentarse a su tratamiento.
anteroinferior de la epitróclea y se inserta Actualmente, se considera que el trata-
en el tubérculo sublime de la apófisis co- miento eficaz de la tríada terrible del codo
ronoides, a una distancia media de 18 mm debe ser integral, y tener en cuenta todas

132
Luxaciones y triada terrible de Hotchkiss

las estructuras lesionadas tanto óseas como fragmentos mayores o si se desea reparar
capsuloligamentosas. el complejo ligamentoso medial. Alterna-
El primer aspecto fundamental es tener tivamente puede hacerse un abordaje me-
una adecuada documentación radiológica dio posterior que deslizándose a lateral o
de cómo es la fractura, siendo recomenda- medial también permite acceder a todas
ble además de las radiografías convencio- las estructuras lesionadas.
nales realizar una TAC para “comprender”
mejor como son las lesiones (Fig. 1). 3.2. Cabeza radial
A continuación mostramos de forma La función estabilizadora de la cabeza ra-
secuencial como es el planteamiento en la dial está bien documentada,por lo que se debe
práctica de una lesión de este tipo. preservar, ya sea mediante osteosíntesis con
reducción y fijación interna (RAFI), o me-
3.1. Abordaje quirúrgico diante sustitución protésica. Lo primero
Nosotros preferimos un abordaje lateral que hay que valorar es si la cabeza radial
entre los extensores radiales del carpo y el es reconstruible (sintetizable) o no (pros-
extensor común de los dedos que nos per- tetizable). En ningún caso valoraremos la
mite ver con claridad como es la fractura posibilidad de la resección como método de
de la cabeza radial, acceder a fracturas de tratamiento pues en las fracturas de cabeza
la punta de la coronoides y reparar el com- radial en el contexto de inestabilidad liga-
plejo del ligamento lateral externo (Fig. 2). mentosa, como son las triadas, la función de
En caso de ser necesario puede realizar- la cabeza radial debe mantenerse para una
se un abordaje adicional medial, útil para adecuada funcionalidad. Siempre es prefe-
tratar fracturas de coronoides que tengan rible la propia cabeza radial de uno mismo
frente a una prótesis, pero debe huirse de las
osteosíntesis con demasiado material, o en

Fig. 1. La tomografía axial computerizada (TAC)


es fundamental en la valoración preoperatoria Fig. 2. El abordaje lateral permite el tratamiento
de estas lesiones y nos ayuda a entender mejor de la fractura de la cabeza radial, fracturas de
cuales son las estructuras afectadas y como la punta de la coronoides y la reparación del
podemos encarar su reparación. complejo del ligamento colateral externo.

133
Cecilia López, David

fracturas conminutas multifragmentarias y optar por el tamaño más pequeño. Al ex-


más si es en el contexto de un hueso os- traer la cabeza radial es útil colocar todos
teoporótico. En estos casos se reemplazará los fragmentos en la mesa pues así vemos
la cabeza radial por una prótesis. Existen por un lado si nos falta por extraer alguno y
distintos dispositivos en el mercado, pero además podemos comparar el tamaño de la
las características que en el momento actual cabeza radial con los de las distintas pruebas
se considera que debe reunir un implante
de este tipo son que sea una prótesis no ce-
A
mentada, que no sea de silicona y que sea
modular. Los implantes de silicona están en
desuso por su incapacidad para restaurar la
estabilidad del compartimento lateral, por
su frecuente sinovitis (siliconitis) y la fre-
cuencia de su ruptura. Los implantes me-
tálicos han demostrado buenos resultados a
largo plazo en términos de estabilidad del
codo, pero se han descrito casos de erosión
del cóndilo humeral por la prótesis. Los
implantes de carbón pirolítico quizás sean
los más empleados en la actualidad ya que
resultan atractivos por tener unas caracte-
rísticas biomécánicas y un módulo de elas-
ticidad parecidos a los del hueso. Desde el
punto de vista práctico es importante tener B
en mente que no hay que dejar la prótesis
demasiado prieta y en caso de tener que
decidir entre dos tamaños suele ser mejor

Figs. 4A y 4B. Osteosíntesis de una fractura


Fig. 3. Mediciones comparativas para escoger el que afecta a la cabeza y cuello radial con una
tamaño adecuado de prótesis de cabeza radial. placa diseñada específicamente para ello.

134
Luxaciones y triada terrible de Hotchkiss

Fig. 5. Clasificación de O´Driscoll para las fracturas de la apófisis coronoides.

de la prótesis para poner el más parecido. porciona estabilidad anteroposterior y en


Hay que valorar tanto el diámetro como el varo. La clasificación de Regan y Morrey
grosor de la cabeza radial (Fig. 3). En el caso ha sido la más empleada, pero tenía una
de que la fractura sea un único fragmento, importante variabilidad interobservador
grande y de buena calidad puede realizarse por lo que generalmente se prefiere utili-
la osteosíntesis con tornillos o con placas zar la clasificación de O´Driscoll basada
si afecta también al cuello. Hoy día existen en la morfología según la tomografía axial
dispositivos especialmente diseñados para computerizada (TAC) (Fig. 5).
este efecto (Fig. 4, A y B). Es importante co- Las fracturas de la punta tienen una sín-
locar el material en la zona de seguridad y tesis difícil por no decir imposible, pero es
que no interfiera durante los movimientos importante realizar una reparación pues
de pronosupinación. Esta zona de seguri- muchas veces van unidas a una lesión de la
dad abarca un arco de 90º cuando se tiene cápsula anterior que si no se reinserta con-
el codo flexionado 90º con una pronosupi- duce a una inestabilidad en el plano antero-
nación neutra, 45º por encima del eje del posterior. La reinserción de estos pequeños
antebrazo y otros 45º por debajo. fragmentos junto con la cápsula articular
puede realizarse de dos formas: mediante
3.3. Coronoides anclajes transóseos o mediante suturas con
Uno de los aspectos que más han cam- arpones. En el primer caso puede hacerse
biado en el enfoque de estas lesiones es con anclajes transóseos desde la cresta cu-
la importancia que hoy día se le da a las bital. Para realizarlo así debe haberse prac-
fracturas de la apófisis coronoides, incluso ticado un abordaje posterior que permita el
a las que son pequeñas. Esto se debe a la acceso al cúbito. Nosotros preferimos ha-
importancia que se le da a la coronoides cerlo con arpones pues nos parece un pro-
como estabilizador del codo ya que pro- cedimiento más sencillo y se puede acceder

135
Cecilia López, David

a la punta de la coronoides perfectamente tratarse con arpones o suturas transóseas.


por un abordaje lateral. El acceso es posible Estas fracturas precisan una síntesis que de
y relativamente sencillo incluso en los casos una fijación rígida. En estos casos es nece-
en los que no se haya resecado la cabeza sario realizar un abordaje medial adicional,
radial y se haya conservado tratándose me- o si se ha practicado una vía posterior rea-
diante osteosíntesis (Fig. 6). lizar la disección hacia el lado medial. En
Las fracturas de la coronoides que afec- función del tamaño del fragmento podrá
ten a su carilla anteromedial (inserción del optarse por distintos tipos de osteosíntesis
fascículo mas importante del LCM) o de en función de las preferencias del cirujano.
la base son demasiado grandes para poder Existen en el mercado placas preconfor-
madas para fracturas de la carilla antero-
medial y si fuese el fragmento mayor po-
dría emplearse una placa recta.

3.4. Reparación ligamentosa


La lesión del LCL es mandataria repa-
rarla. Es habitual encontrar el ligamento
arrancado en bloque del epicóndilo, por lo
que tras reparar el problema de la cabeza
radial y la coronoides se puede hacer una
reinserción en bloque de todo el complejo
ligamentoso a su punto de origen humeral.
Nuestra preferencia es realizarlo con sutu-
Fig. 6. Reparación de la cápsula anterior en una ras con arpones (Fig. 7).
fractura de la punta de la coronoides con un Tras la reparación del LCL hay que va-
arpón. El acceso es posible desde un abordaje
lateral incluso sin la extirpación de la cabeza lorar intraoperatoriamente la estabilidad
radial. del codo. Si el codo fuera estable podría-
mos dar por concluido el proceso, pero si
existe inestabilidad residual hay que valo-
rar la posibilidad de reparación del com-
plejo del LCM y el uso de un fijador ex-
terno articulado. Para algunos autores no
hay necesidad de reparar el LCM, a pesar
de que en estas lesiones está lesionado.
El razonamiento a esta práctica es que
en un codo reducido el LCM lesionado
“cicatriza” sin problemas. En cambio, hay
quien prefiere ante una inestabilidad re-
sidual realizar la reparación del LCM y si
la inestabilidad persiste colocar un fijador
Fig. 7. Reparación del complejo del ligamento externo. Cuando se use un fijador externo
lateral externo con una sutura con arpón. es importante que sea articulado para que

136
Luxaciones y triada terrible de Hotchkiss

Figs. 8A y 8B. El fijador externo nos permite mover dentro de un arco de flexoextensión seguro.

el paciente pueda realizar la movilización Un punto importante es evitar el stress


precoz dentro de un arco de movilidad en varo de la articulación por lo que se le
seguro (Figs. 8A y 8B). Un apunte técni- insiste al paciente en realizar los ejercicios
co importante es la colocación del fijador con el brazo pegado al cuerpo sin hacer
con arreglo al punto isométrico de la arti- abducción del hombro.
culación del codo para que la flexoexten-
sión se realice correctamente. Asimismo 4. Conclusiones
es importante colocar los pines del fijador La triada maligna de codo realmente no
de tal forma que cuando el paciente pe- es una triada, ya que hay más de tres estruc-
gue el miembro al cuerpo no se le claven turas lesionadas; realmente es una lesión
o sean molestos. compleja osteoligamentosa cuyo enfoque
El protocolo postoperatorio que noso- de tratamiento debe realizarse pensando en
tros realizamos mantiene el codo inmovi- la reparación integral de todas las estructu-
lizado con una férula braquioantebraquial ras lesionadas mediante un tratamiento es-
durante una semana para disminuir el tandarizado y protocolizado (Figs. 9A y 9B).
edema y la inflamación de partes blandas El mejor conocimiento de las bases anató-
y después se comienza la movilización micas y biomecánicas del codo, sus estabi-
pasiva dentro de un arco de movilidad es- lizadores primarios y secundarios, así como
table con una ortesis articulada que pue- la importancia de la función de la cabeza
da bloquearse a gusto del cirujano. Debe radial y la apófisis coronoides ha consegui-
individualizarse cada caso en función de do que con el tratamiento estandarizado y
la estabilidad que se haya conseguido in- protocolizado se obtengan mejores resulta-
traoperatoriamente pero de modo general dos que antaño de tal forma que podríamos
en las tres primeras semanas debe evitar- decir que sigue siendo una lesión terrible,
se la extensión y supinación completas. aunque quizás algo menos. z

137
Cecilia López, David

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139
Flores Ruiz, Miguel - Ríos Marín, R. - Tallón López, J. - Vilches Fernández, J.M.

Capítulo 12

Inestabilidades agudas y
crónicas del codo

Flores Ruiz, Miguel - Ríos Marín, R. - Tallón López, J. -


Vilches Fernández, J.M.
Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología, Hospital Universitario
Puerta del Mar. Cádiz.

1. Introducción articulares como por la existencia de una


El codo es la articulación que más se luxa fuerte cápsula articular y poderosos liga-
tras el hombro, siendo además la más fre- mentos laterales, que se desgarran cuando
cuentemente luxada en la edad pediátrica. se produce la luxación.
Representan entre el 11 y el 28% de los trau- Está constituido por tres articulaciones
matismos de esta articulación, teniendo una independientes, la cubitohumeral, la ra-
incidencia anual de seis por cada 100.000 ha- diohumeral y la radiocubital proximal, que
bitantes. Las complicaciones más importantes presentan un arco de movilidad de 140º de
de esta lesión son la inestabilidad y la rigidez. flexoextensión y 80º de pronosupinación,
Trabajos recientes sobre la patogenia de estableciéndose un arco funcional de 30 a
la inestabilidad del codo han mejorado el 130º de flexoextensión.
conocimiento de este problema, facilitan- Las estructuras articulares del codo es-
do su diagnóstico y tratamiento. tán rodeadas por complejos ligamentosos:
el Ligamento colateral medial (LCM)
2. Anatomía y estabilidad formado por tres porciones, el ligamento
El codo es una articulación estable, tanto colateral medial anterior (LCMA), el liga-
por la forma anatómica de sus superficies mento colateral medial posterior (LCMP)

140
Inestabilidades agudas y crónicas del codo

y el haz transverso oblicuo (HTO); y el de la coronoides para mantener la estabi-


Ligamento colateral lateral (LCL) cons- lidad de la articulación.
tituido a su vez por el ligamento anular En cuanto a los elementos capsuloli-
(LA), el ligamento colateral radial (LCR), gamentosos contribuyen de forma muy
el ligamento colateral lateral cubital importante a la estabilidad sobre todo el
(LCLU) y el ligamento colateral lateral fascículo anterior del Ligamento Cola-
accesorio (LCLA) (Fig. 1). teral Medial que proporciona el 70% de
En la estabilidad funcional del codo la estabilidad en valgo, siendo menor en
influyen tres estructuras: las superficies extensión gracias a la contribución de la
articulares, las capsuloligamentosas y las cabeza del radio y de la cápsula articular.
musculotendinosas. El complejo externo es fundamental en la
En cuanto a los elementos óseos arti- estabilidad en varo y el desplazamiento
culares la cabeza radial contribuye en un posterolateral, siendo la causa más fre-
30% a la estabilidad en valgo, siendo aún cuente de inestabilidad la lesión del LCL.
más importante en presencia de lesión de Las estructuras musculotendinosas tam-
lesión del ligamento colateral lateral, liga- bién son de gran importancia ya que los
mento colateral medial o fractura de coro- músculos epicondíleos actúan como esta-
noides. Diversos estudios han demostrado bilizadores secundarios frente a la inesta-
que cuando el ligamento colateral medial bilidad en varo y posterolateral, mientras
está dañado, la cabeza radial proporciona que los músculos pronadores estabilizan
suficiente resistencia para evitar la luxa- frente al valgo.
ción, por tanto, la cabeza del radio es un
importante estabilizador secundario del 3. Luxación de codo
codo. La articulación cubitohumeral es el Se suelen producir por caídas sobre la
determinante mayor en la estabilidad del mano con el codo casi extendido, por un
codo, siendo necesaria la conservación de mecanismo combinado de valgo, supina-
al menos un 30% del olécranon y del 50% ción y compresión axial, con lesión secuen-

Fig. 1. Ligamento colateral medial y ligamento colateral lateral.

141
Flores Ruiz, Miguel - Ríos Marín, R. - Tallón López, J. - Vilches Fernández, J.M.

cial de las estructuras capsuloligamentosas rior, dando lugar a luxaciones incompletas


de lateral a medial (Fig. 2). posterolaterales. El estadio III A incluye
Se clasifican según la dirección del des- desgarro de partes blandas que rodean la
plazamiento en posterolateral, anterior porción posterior del ligamento colateral
y divergentes, siendo la más frecuente medial, que permiten una luxación poste-
la posterolateral y también en simples o rolateral pivotando sobre la banda anterior
complejas si presentan fracturas asociadas. del ligamento colateral medial y en el esta-
dio IIIB el complejo ligamentoso colate-
3.1. Luxaciones simples ral medial está completamente desgarrado.
Se produce lesión de partes blandas sin Ante una luxación de codo aguda es
afectación ósea, frecuentemente del liga- fundamental explorar la estabilidad tras la
mento colateral lateral. El mecanismo de reducción, ya que esto determina la actitud
reducción consiste en realizar tracción en de tratamiento.
supinación que despeja el camino a la co- La estabilidad se debe examinar en varo-
ronoides por debajo de la tróclea y en 30º valgo realizando una prueba de estrés con
de flexión, siendo muy importante la ex- el codo en extensión completa y en diver-
ploración de la estabilidad del codo tras las sos grados de flexión. El codo es estable
maniobras de reducción. si permanece reducido desde la extensión
Biomecánicamente existen tres estadios completa hasta al menos 60º de flexión. Si
de lesión de partes blandas tras una luxa- está dañado el complejo externo, el codo
ción de codo, que siguen una secuencia de será más estable en pronación al tensar el
lateral a medial. El estadio I consiste en LCM. Para testar la inestabilidad rotato-
una lesión del ligamento colateral exter- ria posterolateral se utiliza la maniobra
no, que produce una subluxación rotatoria de pivot-shift lateral, que se realiza con el
posterolateral, en el estadio II existe un paciente en decúbito supino, forzando la
desgarro de la cápsula anterior y poste- supinación y el valgo durante la flexión.

Fig. 2. Mecanismo de producción de luxación de codo.

142
Inestabilidades agudas y crónicas del codo

El tratamiento quirúrgico está indicado casos síntomas relacionados con insuficien-


en casos en los que la inestabilidad no per- cia ligamentosa, codos dolorosos o fallos.
mita la movilización precoz protegida.
En los estadios I, II y IIIA se permite 3.2. Luxaciones complejas
la flexo-extensión ilimitada inmediata con Son luxaciones de codo que implican
férula articulada en pronación, limitándose tanto estructuras ligamentosas como su-
la extensión al punto de inestabilidad en el perficies óseas articulares, que pueden dar
estadio IIIB. lugar a inestabilidades complejas.
Cuando se produce una lesión del liga- Las fracturas asociadas que suelen apa-
mento colateral lateral es frecuente la apa- recer son de cabeza radial en el 5-10% de
rición de insuficiencia residual debido al los casos, avulsión de fragmentos epicon-
escaso potencial de cicatrización del mis- díleos hasta en el 12%, de apófisis coronoi-
mo, por lo que en estos casos es necesaria des en el 10% y fracturas intraarticulares
una reparación sistemática (Fig. 3). como las lesiones osteocondrales, que son
Por otro lado si el que se lesiona es el más frecuentes de lo que sospecharíamos a
ligamento colateral medial, sólo es necesa- partir de una radiografía estándar.
rio repararlo en casos seleccionados en los El objetivo fundamental es conseguir una
que exista una inestabilidad grosera o sea articulación cubitohumeral competente.
necesario abordar las estructuras media- Como se ha comentado anteriormente
les. Esto es así ya que presenta un elevado una de las lesiones asociadas a la luxación de
porcentaje de cicatrización a diferencia del codo es la fractura de la cabeza del radio. En
complejo lateral. estos casos es recomendable evitar la resec-
En general, las luxaciones simples de ción de la misma ya que es un estabilizador
codo tienen un pronóstico bueno, con una importante en presencia de lesión del LCL,
baja incidencia de reluxaciones y presen- LCM o fractura de coronoides.
tando como complicaciones más impor- Las fracturas de la cabeza del radio se
tantes la pérdida de extensión completa y clasifican según Mason en cuatro tipos.
la aparición de osificaciones heterotópicas, En las tipo I no existe desplazamiento
pudiendo existir hasta en el 15-30% de los de la fractura, las tipo II son fracturas que

Fig. 3. Reparación ligamento colateral lateral.

143
Flores Ruiz, Miguel - Ríos Marín, R. - Tallón López, J. - Vilches Fernández, J.M.

afectan al 30% de la cabeza radial, estan- o colocación de ortesis o fijador externo.


do ésta angulada más de 30º o desplazada En las tipo III se realiza la exéresis de la
más de 3 mm, el tipo III son conminu- cabeza radial con posterior colocación de
ta y el tipo IV son fracturas de la cabeza prótesis o aloinjerto y reparación ligamen-
radial que se asocian a luxación del codo. tosa, pudiéndose utilizar también un fija-
El tratamiento en las tipo I es similar a dor externo, que permite la flexoextensión
las luxaciones simples, mediante ortesis mientras mantiene la articulación alinea-
con limitación de la extensión durante da y elimina las fuerzas de la contractura
dos semanas y posteriormente moviliza- muscular (Fig. 4).
ción completa, en las tipo II se opta por El principal objetivo del tratamiento es
la osteosíntesis y reparación del ligamento prevenir el desplazamiento posterior del
colateral externo si persiste la inestabilidad cúbito contra la tróclea.

Fig. 4. Osteosíntesis cabeza radio y prótesis cabeza radial.

Fig. 5. Avulsión epitróclea, con interposición articular.

144
Inestabilidades agudas y crónicas del codo

Otra de las lesiones asociadas es la frac-


tura de olécranon, en las que suele ser su-
ficiente con la osteosíntesis, no precisando
de reparación ligamentosa. También se
observan avulsiones de la epitróclea que
puede interponerse en la articulación al
bascular el fragmento por acción de los
músculos epitrocleares, produciéndose en
los desplazamientos importantes compre-
sión del nervio cubital (Figs. 5 y 6).
Por último el tratamiento de las luxacio-
nes complejas de codo asociadas a fractura
de coronoides es de gran importancia de-
bido a que la estabilidad del codo requiere
de la integridad de al menos el 50% de la
coronoides.
Las fracturas de coronoides se clasifi-
can según Regan y Morrey en tipo I, por
cizallamiento, tipo II con afectación de
menos del 50% de la coronoides y tipo III
con afectación mayor al 50% (Fig. 7).
El tratamiento consiste en las tipo I en
movilización precoz limitando la extensión
al rango de estabilidad, en las tipo II se reali-
za osteosíntesis con tornillos o sutura transó-
sea, en las IIIA osteosíntesis con tornillo y en
las IIIB aposición de fragmentos con suturas
transóseas más la colocación de un fijador
externo si persiste la inestabilidad.
Fig. 6. Compresión nervio cubital por fragmento Una lesión poco frecuente pero de gran
de epitróclea. importancia es la conocida como “terrible

Fig. 7. Clasificación fracturas coronoides de Regan y Morrey.

145
Flores Ruiz, Miguel - Ríos Marín, R. - Tallón López, J. - Vilches Fernández, J.M.

triada de Hotchkiss”, consistente en la aso-


ciación de luxación de codo, fractura de la
cabeza del radio y fractura de coronoides.
Los principios generales del tratamiento
de las luxaciones complejas de codo con-
sisten en restaurar la articulación cubito-
humeral, fijar o recambiar la cabeza radial
si la articulación cubitohumeral no puede
ser restaurada, ya que es un importante
estabilizador secundario, reparar los liga-
mentos laterales y en algunos casos colocar
un fijador externo que suelen ser especí-
ficos (Fig. 8), para proteger las reparacio-
nes realizadas y permitir la movilización
precoz, teniendo en cuenta que quizás no
sea una patología para el equipo de guardia
sino para el equipo especializado.
Fig. 8. Fijador externo de codo.

4. Inestabilidad crónica del codo


Se clasifica en función de la articulación
afectada, la dirección y el grado de despla-
zamiento, siendo las más comunes la ines-
tabilidad posterolateral y la medial.

4.1. Inestabilidad rotatoria


posterolateral
Es el patrón más frecuente de inestabili-
dad, existe una lesión del LCL y más con-
cretamente del LCLU ya sea traumático

Fig. 10. Rx lateral codo que muestra


Fig. 9. Prueba de pívot shift lateral. subluxación en maniobra de aprehensión.

146
Inestabilidades agudas y crónicas del codo

en caso de luxaciones, esguinces o micro- lateral del cúbito. Se perforan dos aguje-
traumatismos o yatrógeno. ros en el punto de inserción del LCLU,
La clínica es muy variable apareciendo dejando un puente óseo entre ellos. Se in-
desde luxaciones recidivantes a molestias troduce una sutura a través de los agujeros
inespecíficas, chasquidos, bloqueos o fa- y se localiza el punto isométrico humeral,
llos, se diagnostica mediante la prueba de comprobando que no se modifica con los
aprehensión pivot-shift lateral (Figs. 9 y movimientos de flexoextensión (Fig. 11). Se
10) y RNM ya que la radiología estándar labra un agujero en el punto isométrico,
suele ser normal. otro al mismo nivel y uno más proximal.
El tratamiento quirúrgico consiste en la A continuación se pasa el injerto tendino-
reconstrucción del LCLU mediante plas- so, comenzando por los agujeros cubitales,
tia tendinosa de palmar menor, según la después por el agujero del punto isométri-
técnica de Osborne y Coterill. Se realiza co, el agujero proximal posterior, el distal
un abordaje lateral de unos 10 cm desde posterior y por último se sutura sobre si
el relieve epicondíleo a lo largo del borde mismo (Figs. 12 a 15).

Fig. 11. Perforación de orificios cubitales y localización de punto isométrico.

Fig. 12. Perforación de orificios humerales y colocación de la plastia.

147
Flores Ruiz, Miguel - Ríos Marín, R. - Tallón López, J. - Vilches Fernández, J.M.

4.2. Inestabilidad medial El tratamiento es conservador en caso


Se producen tras traumatismos o por so- de lesiones incompletas siendo necesario
brecarga del LCM como ocurre en depor- el tratamiento quirúrgico mediante liga-
tes de lanzamiento, dando lugar a lesiones mentoplastia con palmar menor en caso de
condromalácicas y cuerpos libres articu- lesiones completas agudas o tras fracaso del
lares e irritación del nervio cubital hasta tratamiento conservador durante 6 meses.
en el 40% de los casos, pudiendo provocar La técnica quirúrgica más empleada es la
además en adolescentes alteraciones de la de Conway. Se realiza una incisión de unos
epitróclea conociéndose esta lesión como 7 cm centrada en la epitróclea, se perforan
little leaguer´s elbow. dos túneles en V en el tubérculo de la cara
El diagnóstico se realiza mediante la clí- media de la coronoides y un túnel en Y en
nica, pudiendo detectarse osteofitos en la la epitróclea. Se introduce la plastia del pal-
radiología. La RNM y la artroscopia son mar menor primero por los orificios cubita-
útiles para el diagnóstico definitivo. les y después por los proximales formando

Fig. 13. Exploración paciente con inestabilidad posterolateral.

Fig. 14. RNM que muestra lesión del complejo lateral.

148
Inestabilidades agudas y crónicas del codo

Fig. 15. Imagen intraoperatorio de reparación del LCL mediante plastia tendinosa.

un ocho con el injerto que se sutura sobre


si mismo. Para dar la tensión adecuada se
coloca el codo neutro en varo-valgo y a 45º
de flexión. (Figs. 16 y 17). Tabla 1

Fig. 16. Orificios en coronoides y epitróclea. Fig. 17. Colocación de plastia en forma de 8.

149
Flores Ruiz, Miguel - Ríos Marín, R. - Tallón López, J. - Vilches Fernández, J.M.

Insuficiencia del LCM Insuficiencia del LCLC


Síntomas • Dolor en la parte medial del codo • Fallo temporal
al realizar el lanzamiento • Episodio doloroso (subluxación)
• Presencia de chasquido al levantar peso o empujar con
• Bloqueo en caso de presencia de la mano en hiperextensión
cuerpos libres
• Posible neuritis del nervio cubital
Historia clínica • Actividades deportivas con • Caída traumática
lanzamientos repetitivos o uso de • A menudo, antecedentes de
raqueta luxación
• Antecedentes de cirugía en la
parte lateral del codo
Alteraciones • Fallo de la matriz (lo más habitual) • Arrancamiento del origen
anatómicas humeral del ligamento
Exploración física • Dolor en la parte medial del codo • Aprehensión hasta la
sobre el ligamento supinación, carga y extensión
• Posible sensibilidad del nervio cubital
Otras pruebas • Radiografías para la detección de • Proyecciones con carga
diagnósticas cuerpos libres o de calcificaciones para descartar subluxación
en el LCM RM posterolateral RM
Decisión de • Fallo de la rehabilitación • A menudo, incapacidad para
tratamiento • Retorno a actividades deportivas la realización de actividades
quirúrgico de alto nivel cotidianas
• Modificación de la actividad y
posición, o cirugía
Tabla 1. Insuficiencia ligamentosa medial y lateral.

5. Conclusiones 6. BIBLIOGRAFÍA
Las luxaciones de codo son lesiones 1. Antuña SA, O´driscoll, SW. Inestabilidad
frecuentes, siendo la mayoría estables en del codo: Etiología, diagnóstico y tratamien-
pronación tras la reducción de la misma. to. Rev Ortop Traumatol 2000; 1: 67-77.
Existe un aumento de inestabilidad en 2. García Portabella M, Pedemonte Jansana
fracturas-luxaciones, sobre todo cuando J, Massons Albareday J, Mir Bulló J. Ines-
afectan a la cabeza radial o a la coronoides. tabilidad compleja aguda de codo: etiopa-
Se debe tener en cuenta la posibilidad de togenia, diagnóstico y estrategia quirúrgi-
inestabilidades crónicas ante la presencia de ca razonada. Rev esp cir ortop traumatol.
un codo doloroso de etiología no filiada. z 2010; 54 (1): 77-85.
3. O´Driscoll SW. Luxaciones de codo. En:
Morrey BF. Traumatología del codo. Mi-
nessota: Marban SL, 2004; 409-420.
4. Morrey BF y O´driscoll SW. Inestabilidad
compleja del codo. En: Morreo BF. Trau-
matología del codo. Minessota: Marban
SL, 2004; 421-430.

150
Desaxaciones del codo seculares a traumatismos de la infancia

Capítulo 13

Desaxaciones del codo seculares


a traumatismos de la infancia

Espiga Tugas, Xavier


Facultativo Especialista COT. Hospitales IMAS Mar – Esperanza.
Universidad Autónoma de Barcelona.

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Espiga Tugas, Xavier

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Desaxaciones del codo seculares a traumatismos de la infancia

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Espiga Tugas, Xavier

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Desaxaciones del codo seculares a traumatismos de la infancia

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Espiga Tugas, Xavier

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157
Algunos momentos del LV Seminario SATO
“Patología traumática del codo y sus secuelas: Nuevas ideas”
20-21 de Noviembre de 2009

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159
Grupo Andaluz
de Codo y Hombro
(GANCHO)

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