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Presentado
por el Dr. Joaquín
Sánchez-Sotelo
Editores
Pedro Bernáldez Domínguez
Daniel Cansino Muñoz-Repiso
Grupo Andaluz
de Codo y Hombro
SATO (GANCHO)
REVOLUCIONANDO
EL TRATAMIENTO
DE LAS FRACTURAS
DE CODO, UNA VEZ
MÁS
Editores
Pedro Bernáldez Domínguez
Daniel Cansino Muñoz-Repiso
Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro pueden reproducirse
o transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopias,
grabación magnética o cualquier almacenamiento de información y sistema de recuperación,
sin el previo permiso escrito del editor.
5
Dr. Rafael López Arévalo
Facultativo Especialista de Área COT. Hospital Virgen de la Victoria (Málaga)
y Jefe Servicio Traumatología Clínica Quirón (Málaga).
6
Junta Directiva de la Sociedad Andaluza
de Traumatología y Ortopedia 2009/2011
PUBLICACIONES Y COMUNICACIONES:
Publicaciones: Pedro Bernáldez Domínguez
Revista: Daniel Cansino Muñoz- Repiso
Página web: Jorge Luis Carrasco Ruiz
Biblioteca: Pedro Hernández Cortes
DOCENCIA E INVESTIGACIÓN:
Investigación: Andrés Prieto Álvarez
Coordinación de actividades docentes: Juana Díaz del Río
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Formación de residentes especializada: Mª Ángeles García Frasquet
Residentes Andalucía Occidental: Sara Chacón Cartaya
Residentes Andalucía Oriental: José Luis Esteban Castillo
VOCALÍAS PROVINCIALES:
Almería José Ángel Ruiz Molina
José Luis Jumilla Carrasco
Cádiz Pilar Uceda Carrascosa
Juan Almansa Buades
Ceuta Nabil Mawas Terki
Córdoba Cristóbal Prieto Tarradas
Pedro Carpintero Benítez
Granada Juan Tercedor Sánchez
Manuel Zabala Gamarra
Huelva Fernando Alonso Vizcaíno
Antonio Jiménez Guardeño
Jaén José Villalón Ogaya
Juan Valenzuela Pulido
Málaga Francisco Villanueva Pareja
Rafael López Arévalo
Melilla Fernando Sánchez Castillo
Sevilla Ricardo Mena-Bernal Escobar
José Lara Bullón
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Prefacio de la 4ª Monografía SATO
Presentación Vocal de Publicaciones
9
Y os informo que a la vez vamos a presentar la 5ª monografía, que irá sobre pato-
logía del hombro, queriendo significar el esfuerzo que para el equipo de editores está
suponiendo este gesto.
Comunicaros con inmensa alegría que para aquellos que no hayan podido adqui-
rirlas y tengan interés en estudiar el contenido podéis verlas en la página web de la
Sociedad -que con tanto celo y pundonor levanta día a día nuestro colega Jorge L.
Carrasco Ruiz- en el apartado de Publicaciones. Ya tenéis los enlaces para poder
acceder directamente y ver lo intuitivo que es el formato on-line.
Las tiradas de todas han estado entre los 700 y 1.000 volúmenes distribuidos por
los distintos laboratorios entre Andalucía (la mayoría) y el resto de España.
Con esta 4ª monografía hemos querido igualar o incluso superar el nivel de las an-
teriores y siempre con la filosofía de no desperdiciar el interesante material científico
que surge de cada Seminario de la Sociedad, sabiendo como puede enriquecerse la
formación de tantos compañeros. Animo a los próximos directores de estos eventos,
que contemplen siempre este nuevo reto, al final es lo que queda…
Quisieramos agradecer a la Junta Directiva actual y en su nombre al Presidente,
Miguel Cuadros Romero, por continuar apoyando este tipo de iniciativas, a las casas
comerciales que participaron no sólo en el desarrollo del LV Seminario (Talleres prác-
ticos) sino que han colaborado una vez más con la edición e impresión de esta obra
y que hace que la Sociedad no tenga que hacer frente a estos gastos. Como en otras
ocasiones al Sr. David Carmona (diseñador gráfico) y a Lienzo Gráfico (Imprenta).
Animar a los socios SATO a proponer iniciativas para continuar con la serie de
monografías… cualquier buena idea será bien recibida.
Por último, desde aquí quisiera tener un recuerdo muy especial con nuestro amigo
Manolo Pérez… seguro que le hubiera encantado este libro, al igual que los 3 ante-
riores,… ¡¡¡ Manolo, va por ti !!!
10
Presentación
11
conseguimos pues acudieron los Drs. Xavier Espiga de Barcelona, David Cecilia de
Madrid y Joaquín Sánchez-Sotelo de la Mayo Clinic de Rochester (Minessota, USA).
La presente monografía SATO recoge la mayoría de las conferencias impartidas
durante el LV Seminario de la Sociedad Andaluza de Traumatología y Ortopedia,
que tuvo lugar en Sevilla durante los días 20 y 21 de Noviembre de 2009. Como or-
ganizadores del evento quisiéramos destacar que la asistencia y el número de inscri-
tos (110) superaron sobradamente nuestras expectativas, así como el interés eviden-
ciado por los presentes. El nivel científico fue muy elevado, manteniendo la inicial
idea de ser práctico y lo más docente posible, mostrando nuestra experiencia y saber
después de varios años dedicados a la patología del codo. Para ampliar información
os recomiendo leer el capítulo 1 (Introducción) que escribe Joaquín Sánchez-Sotelo.
Destacar los talleres en fantomas instalados por las distintas casas comerciales para
probar los nuevos implantes y diseños de material de osteosíntesis para el tratamien-
to de las fracturas en el área del codo.
En el apartado de agradecimientos quisiéramos destacar en primer lugar a todos
los autores de este libro que con sus capítulos han ido dando cuerpo a esta mono-
grafía, a los ponentes del LV Seminario, empezando por los más cercanos –todos
miembros del grupo GANCHO– y acabando por los Drs. David Cecilia de Madrid
y Xavier Espiga de Barcelona. Pero, dejadnos que nos signifiquemos en la persona
de Joaquín Sánchez-Sotelo. No tenemos palabras para destacar el esfuerzo por venir
desde tierras tan lejanas a compartir con nosotros ese fin de semana para enseñarnos
de esa forma única que tienen la “gente de la Mayo” de hacer fácil lo difícil y enten-
dible lo que parece del todo complejo e inasequible para muchos cirujanos ortopédi-
cos. Creemos que se ha merecido con creces ser nombrado “Miembro de Honor del
Grupo”, siendo el segundo en nombramiento, tras el Dr. Shawn O´Driscoll en 2007
y esperamos que pueda seguir participando en nuestras actividades.
A las Compañías y Casas Comerciales (Acumed, MBA, Stryker, De Puy, Zimmer
y otras) que participaron no sólo en el desarrollo del LV Seminario (Talleres prácti-
cos) sino que han colaborado con la edición e impresión de esta obra.
Por último, sólo nos queda deciros que esperamos que este libro pueda ayudar a
comprender y dar un nuevo enfoque a la patología del codo, intentando olvidar vie-
jos fantasmas del pasado, de ahí la apostilla de “nuevas ideas” confiando en obtener
buenos resultados –como en otras articulaciones y olvidar la frase de “ese codo va a
quedar para vender corbatas… ¡¡para eso están los corbateros!!”.
Sevilla, Primavera de 2011.
12
Prólogo
Estimado lector:
Son muchas las satisfacciones que tengo al prologar esta excelente Monografía
sobre “Patología Traumática del Codo” fruto del LV Seminario de la Sociedad An-
daluza Traumatología y Ortopedia (SATO) que tan bien organizaron mis amigos y
compañeros de la Junta Directiva de la SATO, Drs. Pedro Bernáldez y Daniel Can-
sino en Sevilla los días 20 y 21 de Noviembre de 2009.
La primera satisfacción es comprobar una vez más cómo los miembros de la SATO
realizan con prestigio, dignidad, profesionalidad e independencia su trabajo diario,
que después saben transmitir en comunicaciones y ponencias en estos más de cincuen-
ta Seminarios y nuestros Congresos anuales; y dejarlos magníficamente expuestos en
papel -para siempre-como es el caso de esta IV Monografía de la SATO.
La segunda satisfacción es que fue la primera intervención de carácter académico
y científico en la que fui invitado a participar como Presidente de la Sociedad An-
daluza y Ortopedia.
La tercera satisfacción es tener casi todas las diapositivas de los distintos trabajos
que nos expusieron nuestros amigos y compañeros. Tuve que ausentarme el viernes
tarde pero me hablaron maravillas de las ponencias en la mesa “Consideraciones Ge-
nerales del codo” e igualmente de los talleres prácticos. La jornada del Sábado comen-
zó con el trabajo sobre “Fracturas Supracondíleas, Cúpula Radial y Olécranon” que
nos presentó el Dr. Daniel Cansino del Hospital La Merced de Osuna (Sevilla); que
además es el Director de nuestra Revista y al que desde aquí quiero felicitar por el tan
magnífico último número que por fin hemos visto publicado. A continuación vimos
el exhaustivo trabajo de mi amigo, colaborador y compañero en el Hospital Virgen
13
de la Victoria de Málaga, Dr. Rafael López Arévalo sobre “Fracturas de Apófisis Co-
ronoides y Fracturas de Monteggia”. Después fue otro gran amigo y secretario de la
actual Junta Directiva Dr. Jerónimo de la Hoz, Jefe de Sección de Traumatología del
Hospital Neurotraumatológico de Jaén, que le correspondió el tema de “Pseudoartrosis
del Codo”. El incansable amigo y Jefe de Publicaciones de nuestra SATO, Dr. Pedro
Bernáldez nos deleitó con otro exhaustivo trabajo bibliográfico y algunas aportaciones
prácticas del “papel de la Artroscopia en los traumatismos del codo”. Muy innovador.
Trabaja en el Hospital de Riotinto de Huelva. A continuación el Dr. David Cecilia de
Madrid impartió una más que interesante ponencia sobre la terribles “Triadas Terribles
del codo”. Fue el Dr. Miguel Flores, del Hospital Puerta del Mar de Cádiz al que le
tocó desarrollar el tema de “Inestabilidades agudas y crónicas. Cómo tratar las lesiones
ligamentarias del codo”.
A continuación los Drs. De la Hoz y Bernáldez nombraron “Miembro de Honor”
del grupo GANCHO (Grupo Andaluz Codo y Hombro) al Dr. Joaquín Sánchez-
Sotelo, compatriota nuestro que desarrolla su trabajo en la Mayo Clínic de Roches-
ter , Minnesotta (U.S.A.), el mismo a continuación y por problemas de agenda nos
expuso dos magníficas conferencias: “Cómo evitar errores y complicaciones de los
traumatismos agudos del codo” y a continuación “Rigidez y artrosis Postraumáti-
cas del codo”. Magistrales y sensacionales las dos conferencias. Como colofón fue
nuestro amigo catalán Dr. Xavier Espiga que trabaja en los Hospitales IMAS Mar y
Esperanza de Barcelona, quien desarrolló el complejo tema “Desaxaciones del Codo
secuelas de los traumatismos de la infancia”.
La cuarta satisfacción es comprobar cómo todos estos trabajos quedan plasmados
en esta IV excelente Monografía de la SATO editada por nuestros amigos y com-
pañeros Drs. Pedro Bernáldez y Daniel Cansino a quienes felicito por ello. Estas
monografías son un excelente aporte científico muy útil para nuestro trabajo diario
y también para nuestros médicos M.I.R. y Adjuntos jóvenes en formación para au-
mentar sus conocimientos sobre esta difícil articulación que es el Codo.
Las sociedades científicas tienen la obligación de impactar en la sociedad para
ayudar y asesorar a los ciudadanos de las necesidades que requieran de la especialidad
correspondiente, y así contribuir a la mejora de su salud. Asimismo, para representar
y defender a nuestros asociados y formarlos científicamente mediante nuestros Con-
gresos, Seminarios y Publicaciones, como la Revista y estas Monografías.
Solo para terminar, deciros que ha sido para mí una satisfacción el haber estado
como Presidente de nuestra SATO en estos años 2009-2011.
Quedo a vuestra disposición.
14
Índice
4ª Monografía SATO
Patología traumática del codo y sus secuelas: Nuevas ideas
PREFACIO ....................................................................................................................9
Pedro Bernáldez Domínguez (Vocal de Publicaciones)
PRESENTACIÓN ........................................................................................................ 11
Pedro Bernáldez Domínguez y Daniel Cansino Muñoz-Repiso
(Organizadores del LV Seminario SATO)
PRÓLOGO ..................................................................................................................13
Miguel Cuadros Romero (Presidente de la SATO)
PRIMERA PARTE
PRESENTACIÓN Y CONSIDERACIONES GENERALES
1. INTRODUCCIÓN .....................................................................................................18
Sánchez-Sotelo, J.
15
5. MANEJO POSTOPERATORIO DEL PACIENTE INTERVENIDO
DEL CODO. EMPLEO DE CATÉTER AXILAR Y CERVICAL .....................................52
Muñoz Reyes, F.
SEGUNDA PARTE
TÉCNICAS QUIRÚRGICAS EN LA PATOLOGÍA TRAUMÁTICA DEL CODO
16
Primera parte
Presentación y
consideraciones generales
Sánchez Sotelo, Joaquín
Capítulo 1
Introducción
18
Introducción
19
Sánchez Sotelo, Joaquín
20
Consideraciones anatómicas y biomecánicas del codo
Capítulo 2
Consideraciones anatómicas y
biomecánicas del codo
21
Rosales Varo, Antonio Pablo
Anatomía
Entrando en la anatomía, comencemos
con las estructuras superficiales.
1. A nivel superficial debemos de no des-
preciar las venas y los nervios superficiales.
En el sistema venoso superficial contri-
buyen principalmente las venas cefálica y
basílica del antebrazo, ambas conectadas
por las venas mediana cefálica y mediana
basílica, formando el dibujo de una M en
Fig. 2. el tercio superior del antebrazo.
La zona central de la M es la que suele
comunicar con el sistema venoso profun-
do mediante la vena anastomótica, y en
esta misma zona central comunica super-
ficialmente, cuando existe, la vena media-
na del antebrazo.
Hay múltiples variaciones en grosor y dis-
tribución de las venas superficiales y de la
vena comunicante con el sistema profundo.
En cualquier caso, debemos recordar
que en los abordajes anteriores del codo
puede dañarse la anastomosis venosa del
sistema venosos superficial y el profundo,
con el consiguiente riesgo de aparición de
hematomas importantes en el antebrazo
y por ende de posibilidades de síndromes
Fig. 3. compartimentales.
22
Consideraciones anatómicas y biomecánicas del codo
Fig. 4. Fig. 5.
23
Rosales Varo, Antonio Pablo
24
Consideraciones anatómicas y biomecánicas del codo
25
Rosales Varo, Antonio Pablo
El mediano tiene con la humeral las tal) se realiza en un plano sagital, y que
relaciones siguientes: Situado al principio en realidad son la arteria radial, anterior
por fuera de la arteria, se coloca por delan- y superficial, y la arteria cubital, profunda.
te en la parte media del brazo y algo por Observando como el nervio mediano cru-
encima del codo se separa de nuevo de ella, za por delante del tronco cubitointeroseo
para colocarse a su lado interno. No son
pues paralelos sino que se cruzan como las 10. Volvamos a la zona lateral. Entre los ms
dos ramas de una X. Biceps Braquial y Braquiradial encontramos
A nivel del lacertus fibrosus la relación el nervio radial con su división en ramos sen-
es: arteria humeral por fuera y nervio me- sitivo (superficial) y motor o profundo.
diano por dentro. De su trayecto comentar que tras su ori-
A nivel práctico, en la flexura del brazo gen el radial se dirige oblicuamente hacia
el n. mediano, situado por dentro de la ar- abajo, afuera y atrás, sale de la axila por el
teria humeral, está separado de este vaso ángulo posteroexterno y se encaja y avan-
por un espacio triangular de vértice supe- za por el canal de torsión del húmero, en
rior. Al principio subaponeurótico, se colo- compañía de la arteria humeral profunda.
ca muy pronto entre el fascículo epitrocleo Sigue el borde externo de este hueso, lo
y coronoideo del pronador redondo. rodea de atrás a delante, perforando la
Una vez llegado debajo del pronador aponeurosis intrams externa y llega así a
redondo, cruza oblicuamente la arteria la flexura del brazo, en donde termina bi-
cubital profunda, pasando por delante de furcándose. El radial rodea así el húmero
ella. Posteriormente sigue su trayecto, per- a la manera de una semiespiral, de donde
forando las inserciones del flexor común el nombre de nerviomusculoespiral de los
superficial de los dedos y pasa al antebrazo. anatomistas ingleses.
Como hemos comentado, El ms pro- Así, al llegar al tercio distal del brazo en
nador redondo presenta dos porciones el margen lateral del húmero, atraviesa el
de origen: la cabeza cubital en el borde tabique interms lateral (a unos 10 cm de la
medio del proceso coronoideo y la cabe- interlinea) para entrar en el compartimen-
za humeral en la superficie anterior de la to anterior del brazo. Luego desciende por
epitróclea. En el 90% de los casos el nervio delante del epicóndilo lateral del húmero y
mediano pasa entre ambas porciones del cápsula de la articulación del codo, situán-
ms PT, inervándolas de forma individual, dose en profundidad en el surco entre el ms
siendo posible su compresión a este nivel braquial, situado medialmente, y los mús-
Las posibles zonas de compresion del n culos braquioradial y extensor radial largo
mediano en el codo incluyen: situados lateralmente. En este punto se
Lig de Struthers, lacertus fibrosus, ms divide en sus ramos superficial y profundo.
Pronador redondo (la mas frecuente), ms La rama superficial desciende a lo largo
FDS (la segunda mas frecuente) de la cara anterolateral del antebrazo pro-
fundo al ms braquioradial, pasando sucesi-
9. Es importante reconocer que la divi- vamente sobre los ms supinador, pronador
sión de la arteria humeral en arteria radial redondo, flexor superficial de los dedos y
y tronco cúbitointeróseo (o arteria cubi- flexor largo del pulgar.
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Consideraciones anatómicas y biomecánicas del codo
27
Rosales Varo, Antonio Pablo
abducción del hombro y extensión de la mu- - La superficie articular distal del húme-
ñeca la presión aumenta 5 veces más. ro está angulada 30º anterior respecto a la
La neuroapraxia del nervio cubital está línea media, correspondiéndose con los
en relación no sólo con mecanismos de 30º de angulación posterior del olecranon,
compresión directa, sino también con lo cual se manifiesta en un aumento de
mecanismos de tracción-elongación y de rango de movilidad.
subluxación dinámica del nervio cubital. - Cresta medial de la tróclea mas promi-
A la altura de la arcada de Osborne el nente que provoca un ángulo 6-8º de valgo
n. cubital descansa sobre la porción poste- al relacionarse con la escotadura sigmoidea
rior del ligamento lateral interno, separado del cúbito.
de una bursa que facilita su deslizamien- Las columnas supracondíleas medial y
to, siendo éste un espacio indistensible y lateral separan las superficies articulares de
punto frecuente de compresión nerviosa. la diáfisis del húmero y no tienen el mis-
mo tamaño. Si observamos el hueso desde
Biomecánica la parte posterior vemos que la columna
12. La articulación del codo o articula- medial es mucho más pequeña y estrecha,
ciónn humero-antibraquial une el segmen- mientras que la columna lateral es ancha
to del brazo al antebrazo. Fisiológicamen- y plana en su superficie posterior. Es im-
te el codo nos presenta dos articulaciones portante tener en cuenta esta característica
diferentes: la primera troclear, permite al anatómica cuando queremos colocar una
antebrazo aproximarse o separarse del bra- placa o colocar tornillos interfragmentarios.
zo; la 2ª, articulación trocoide, permite al
radio girar alrededor del cúbito, llevando al- 14. Respecto a la porción proximal del
ternativamente la palma de la mano hacia radio.-
adelante o atrás. Si bien en éste el cúbito - La epífisis proximal consta de una
permanece inmóvil, en los movimientos de cabeza circular, irregular por uno de sus
flexoextensión el radio se mueve sobre el lados, de aspecto ovoideo, que posee una
húmero con el cúbito. fosita superior articular para el cóndilo hu-
Por otra parte es una sola la sinovial que meral y una circunferencia articular para la
existe para las articulaciones HR y HC, por escotadura sigmoidea menor del cúbito y
las que tanto por razones anatómicas como el ligamento anular.
fisiológica las reunimos en una sola descrip- - La sección transversal de la cabeza del
ción. Es decir, nos encontramos con tres arti- radio es ligeramente ovalada en su lado
culaciones funcionalmente distintas con una medial.
cápsula y sinovial común: Articulacion HC - La cabeza del radio y el cuerpo presen-
es de tipo troclear (gínglimo); Artic. HR es ta una angulación de unos 15º, relacionán-
anatómicamente tipo enartrosis (esferoide); dolo con los mecanismos de fractura.
Artic. RC proximal es de tipo trocoide y no - El cartílago articular cubre la superfi-
puede disociarse de la RC distal. cie cóncava y un arco de aproximadamente
240º de anillo. Por lo que nos encontramos
13. Respecto a las superficies articulares con una zona segura de unos 120º para el
de troclea y capitelun, dos comentarios: material de OS en la reparación de fractu-
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Consideraciones anatómicas y biomecánicas del codo
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Rosales Varo, Antonio Pablo
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Consideraciones anatómicas y biomecánicas del codo
En 1983 Morrey mostró como las es- El complejo lateral se encuentra for-
tructuras que resisten las fuerzas en valgo mado por 4 componentes: (las variaciones
contribuyen de forma diferente depen- individuales son más frecuentes):
diendo del ángulo de flexión del codo - Ligamento colateral radial. Se originan
- En extensión completa.- 31% es resis- en el epicóndilo externo, sus fibras super-
tido por el UCL, 38% por la cápsula y el ficiales proporcionan origen al ms supina-
31% por las estruct óseas. dor. Su longitud es de unos 2 cms desde el
- A 90º de flexión. El UCL incrementa epicóndilo al LA; su tensión es casi uni-
relativamente su contribución al 54%, la forme en el rango de flexoextensión, in-
cápsula anterior proporciona sólo el 10% dicando que el origen del ligamento está
de estabilidad en valgo y l contribución de muy cerca del eje de flexión.
las estructuras óseas es del 36%. - Ligamento anular (LA). Fuerte banda
También son clásicos los experimentos que se orig e inserta en los márgenes ante-
de Morrey en especímenes cuantificando rior y posterior de la escotadura sigmoidea
la estabilidad del codo al alterar 2 varia- menor del cúbito. En su curso rodea 4/5
bles, LCM y la cabeza radial. de la cabeza radial. Su estructura no es tan
Consecuencias. simple: Una reflexión sinovial..., la cabeza
- El AOL es el principal estabilizador no es totalmente circular de forma que la
del codo ante las fuerzas en valgo siendo inserción anterior se tensa en supinación y
la cabeza del radio un importante estabi- la posterior se tensa en pronación.
lizador 2º. - Ligamento colateral cubital lateral. Se
-Si el AMCL no se encuentra preser- ha demostrado está de forma invariable y
vado se procurará por todos los medios ser crítica su importancia clínica. Se ori-
conservar la cabeza del radio y reparar o gina en el epicóndilo lateral dirigiéndose
reconstruir el AMCL. superficial y distalmente al LA fundién-
- La cabeza del radio se puede extirpar dose con él e insertándose en la cresta del
sin que ocurra una inestabilidad significati- supinador del cúbito. Es el principal esta-
va en valgo, siempre que el AMCL y la arti- bilizador del codo en varo después de la
culación humero cubital continúen intactos. propia articulación HC.
- Ligamento accesorio.- De la cresta del
De forma que: supinador del cúbito al LA. Se piensa esta-
- La integridad del codo requiere la in- biliza el AL durante el stress en varo.
tegridad articular y ligamentosa. La creencia es considerarlo como una
- la ausencia de la cabeza radial no cau- estructura en forma de “Y”
sa inestabilidad si el ligamento colateral El ligamento cuadrado de Denucé une
cubital y la articulación radiocubital distal el borde distal de la cavidad sigmoidea
está intacta. menor con el cuello del radio; presenta
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Rosales Varo, Antonio Pablo
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Métodos diagnósticos por la imagen... para no pasar ninguna lesión
Capítulo 3
33
Vázquez Colomo, Claudio
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Métodos diagnósticos por la imagen... para no pasar ninguna lesión
B
A
Fig 6A. Angulación normal del codo. 5-7º
Normalmente se encuentra entre 5-7ª
en valgo. Se realiza trazando una línea
longitudinal a través de la diáfisis del
húmero y del cúbito.
35
Vázquez Colomo, Claudio
36
Métodos diagnósticos por la imagen... para no pasar ninguna lesión
Fig 12. Signo del doble arco del McKee. Fig 13. Fractura de capitellum. En la proyeccion
Obsérvese un pequeño fragmento delante de la lateral se observa la presencia de un gran
articulación humerorradial. fragmento osteocondral.
37
Vázquez Colomo, Claudio
Ecografía
La ecografía aporta, como principales
ventajas, su continua accesibilidad (en
nuestro medio, prácticamente, todos los
centros hospitalarios disponen de ella 24
horas al día), su inocuidad y fácil mane-
jo (que permiten la comparación con las
estructuras anatómicas del miembro con-
tralateral) y la posibilidad de estudiar con
Fig. 14. Utilidades de la ecografía. (A) Flujo precisión músculos y tendones así como,
arterial demostrable en la arteria braquial mediante Doppler, las estructuras vascu-
(flecha). (B) Zona de la inserción radial del
músculo bíceps braquial (flecha).
lares. Como desventajas cabe señalar la
dependencia del explorador (siendo par-
ticularmente heterogénea la calidad de la
unas herramientas de uso creciente para la formación en ecografía musculoesque-
valoración de las lesiones de diversas es- lética dentro del colectivo de radiólogos
tructuras anatómicas (sinovial, tendones, en nuestro ámbito) y la imposibilidad de
ligamentos...), así como para la resolución mantener el codo en la postura adecuada
de aquellos casos en los que la radiología para el estudio (en extensión en la mayor
convencional plantea dudas diagnósticas parte de los casos) durante las horas y/o
(fracturas complejas o aquellas que por su días posteriores a ciertos traumatismos.
pequeño tamaño u orientación no son vi- Sus indicaciones más comunes son:
sibles en la radiografía simple). Asimismo, 1) estudio de la integridad de las estruc-
la ecografía se mantiene como una técnica turas tendinosas -especialmente en sospe-
vigente para la rápida valoración de ciertas cha de rotura aguda del tendón distal del
estructuras dada su inocuidad y fácil acce- biceps braquial,
so. Lejos de suplir a una adecuada y com- 2) descartar lesiones vasculares signifi-
pleta valoración clínica, todas las men- cativas secundarias a fracturas que asocien
cionadas exploraciones complementarias afectación de la arteria braquial o la por-
requieren, para su correcta interpretación ción proximal de las arterias radial y/o cu-
por parte del radiólogo, una exhaustiva in- bital -mediante estudio Doppler (Fig. 14);
formación sobre el mecanismo de lesión, y, menos frecuentemente,
38
Métodos diagnósticos por la imagen... para no pasar ninguna lesión
Fig. 15. (A) TAC tridimensional donde se aprecia una fractura de la cabeza radial. (B) MRI de
un codo normal. La RM es una técnica superior para identificar lesiones en cartílago, músculos,
tendones o edema óseo.
39
Vázquez Colomo, Claudio
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Métodos diagnósticos por la imagen... para no pasar ninguna lesión
41
Vázquez Colomo, Claudio
Fig. 17. Imagen en el plano sagital (situado Fig. 18. Imagen de reconstrucción en un
en el eje longitudinal del miembro superior y plano coronal (situado en el eje longitudinal
perpendicular al plano formado por la superficie del miembro superior y paralelo al plano
palmar) de secuencia potenciada en T2 con formado por la superficie palmar) de una TC
supresión espectral de la grasa (SPIR) –empleada de codo. Corresponde a un paciente de 13
en este caso como equivalente de la secuencia años evaluado por prolongada persistencia de
STIR– en la zona de la lesión. Muestra una rotura síntomas tras un traumatismo en el codo. Se
completa –con importante edema (flecha)– del objetiva una fractura epifisaria que no había
tendón distal del bíceps braquial (asterisco). sido detectada en radiología convencional.
42
Métodos diagnósticos por la imagen... para no pasar ninguna lesión
BIBLIOGRAFÍA
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edición. Pags 1- 3.
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Raby Berman & Lacey. Tercera Edición.
Fig. 20. Imagen en plano coronal de una Pags 68-78.
secuencia DP-SPIR. Muestra múltiples
cuerpos osteocondrales sinoviales (flechas)
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en un paciente con diagnóstico de Smithuis MD. Radiology departmen Rijn-
osteocondromatosis sinovial primaria. land Hospital. Lederdorp, The Netherlands.
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Conclusiones queleto. Tecera Edición. Pags 137, 225-227.
Realizar una detallada historia clínica y 8. Volz RE, Morrey BF. The physical exa-
un adecuado examen físico es fundamental mination of the elbow. In Morrey ed, the
para orientarnos y poder así diagnosticar elbow and its disoders. Philadelphia. WB.
la lesión que se nos presenta en el área de Saunders 1985: 62-72.
urgencias. El médico debe complementar 9. Fritz RC. Magnetic resonante Imaging of
el examen con estudios de imágenes. the elbow. Semin Roentgenol 1995. 30:
La radiografía en dos planos es la técnica 241-264.
ideal de entrada ante todo codo traumático.
10. Murphy BJ. MR Imaging of the elbow.
En caso de existir dudas, sobre todo en
Radiology 1992.;184: 525-529.
pacientes pediátricos, podemos pedir ra-
diografías contralaterales del codo sano 11. John SD, Wherry K, Swischuck LE, Phi-
que nos permitan comparar. llips WA. Improving detection of pedia-
Si queremos realizar un estudio más de- tric elbow fractures by understanding
tallado de otras posibles patologías, se ne- their mechanics. RadioGraphics 1996;
16:1443-1460.
cesitarían estudios complementarios como
la RMN o el TAC. 12. Bettmann MA. Frequently Asked Ques-
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44
Abordajes del codo
Capítulo 4
45
Delgado Alaminos, Manuel Ángel
46
Abordajes del codo
47
Delgado Alaminos, Manuel Ángel
Existen otras muchas opciones de abor- car el nervio radial entre brachialis y bra-
daje posteriores al codo, mediante desin- chioradialis. Se debe seguir el nervio hasta
serción tricipital subperióstica, como la que se divide en sus dos ramas termina-
popularizada por Morrey, pero en general les (rama sensitiva e interóseo posterior),
son más utilizadas para la cirugía protésica distalmente se podrá desarrollar un plano
que para el abordaje de las fracturas. entre brachioradialis y pronator teres. El
nervio radial sólo da ramas hacia lateral,
Abordaje anterior por lo que puede ser retraído con segu-
Las indicaciones del abordaje anterior ridad lateralmente con el brachioradialis.
son la RAFI del capitellum, la exéresis Una vez identificadas y protegidas las
de tumores del radio proximal, la necrosis importantes estructuras vasculares y ner-
aséptica del capitellum, el drenaje de in- viosas que discurren por la vertiente ante-
fecciones del codo, la descompresión del rior del codo podemos acceder a la articu-
nervio interóseo posterior y la avulsión del lación (Fig. 5).
tendón del bíceps distal de la tuberosidad Para acceder a la cápsula anterior, se
bicipital. identifican el nervio radial lateralmente
El plano interneural del abordaje an- y el nervio mediano y la arteria braquial
terior está comprendido a nivel proximal medialmente. El intervalo entre el tendón
entre brachialis (n. Musculocutáneo) y del bíceps y el pronator teres es desarro-
brachiorradialis (n. Radial), y distalmente llado. El músculo brachialis se despega de
entre brachioradialis (n. Radial) y Prona- la cápsula anterior. La disección lateral es
tor teres (n. Mediano). entre el nervio radial y el brachialis.
La incisión cutánea suele ser una in- Las estructuras en peligro con este abor-
cisión curva o en zig-zag atravesando la daje son el nervio radial, el nervio inte-
flexura del codo. El tendón del bíceps róseo posterior, el nervio antebraquial cu-
sirve de importante referencia anatómica
actuando como una partición vertical que
divide la fosa antecubital proximal en un
peligroso lado medial y un seguro lado la-
teral, aunque el nervio antebraquial cutá-
neo lateral esté en riesgo en el lado lateral
del bíceps. Por lo tanto, a continuación
debemos identificar y proteger el nervio
antebraquial cutáneo externo (rama termi-
nal del N. Musculocutáneo) que aparece
entre bíceps y brachialis. Una vez protegi-
da, se incide la aponeurosis bicipital, en el
lado lateral del tendón del bíceps. teniendo
cuidado de no lesionar la arteria braquial.
Ahora se identifica la arteria radial y se si-
gue próximamente hasta su origen en la
arteria braquial. Lo siguiente es identifi- Fig. 5.
48
Abordajes del codo
táneo lateral, las ramas recurrentes de la rible desarrollar el plano desde distal, ya
arteria radial y la arteria braquial. que proximalmente los dos músculos com-
Existen algunas posibilidades de abor- parten una aponeurosis común. Se separan
daje anterior limitado, fundamentalmente ambos músculos y se desinserta parte del
para las roturas del bíceps distal, como la origen superior del ancóneo (Fig. 6).
parte anterior del abordaje de Boyd-An-
derson, en los que sólo se emplea una pe-
queña incisión transversa en la flexura del
codo, debiendo ser rigurosos en la identifi-
cación del n. Antebraquial cutáneo lateral,
previo al desarrollo del abordaje.
Abordaje anterolateral
Otro abordaje de frecuente utilización
en el codo es el abordaje anterolateral en
el que el plano interneural se desarrolla si-
guiendo el intervalo de Kaplan. Este inter-
valo lo conforma el plano que existe entre Fig. 6.
el extensor común de los dedos (EDC) y
Extensor carpi Radialis Longus (ECRL).
Una vez separados ambos músculos nos
Abordaje posterolateral aparece el plano capsular. Se debe incidir
Junto con el abordaje posterior del codo, la cápsula pero no más allá del ligamento
posiblemente el abordaje más empleado anular. Para una exposición óptima de la
sea éste, el también llamado abordaje de cabeza radial, el ECU y una pequeña por-
Kocher, al desarrollarse a través del inter- ción del supinador se disecan de la cápsula
valo de Kocher, entre los músculos ancóe- y se retraen hacia anterior.
no (n. Radial) y Extensor carpi ulnaris (N. Para evitar la lesión del N. IOP que está en
IOP). Este es el abordaje habitual para la peligro en este abordaje deberemos trabajar
cirugía de la cabeza radial. en máxima pronación, con lo que le manten-
Lo primero es identificar ambos mús- dremos alejado del campo quirúrgico.
culos una vez abierta la fascia de envol-
tura. Nos ayudaremos con algunos trucos. Abordaje medial
El primero lo encontraremos es la dife- El abordaje medial proporciona una ex-
rente oblicuidad de las fibras musculares, posición adecuada del aspecto medial del
resultando dentro de la oblicuidad más codo, por lo que se emplea para la extrac-
tangenciales las del ECU y más verticales ción de cuerpos libres, RAFI de fracturas de
hacia el cúbito las del ancóneo. El segundo la apófisis coronoides, RAFI de fracturas de
truco para diferenciar los músculos es que epitróclea y tróclea, y para la reparación de
suele existir una pequeña franja de tejido lesiones del ligamento colateral medial. Sin
adiposo que los separa. Y el último detalle embargo, no es una vía útil para una explo-
técnico, es que resulta de ayuda y prefe- ración quirúrgica rutinaria del codo, pues
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Delgado Alaminos, Manuel Ángel
Abordaje global
Diversos autores al popularizado el
abordaje global del codo. Reconocien-
do que la puerta de entrada al codo es la
puerta trasera, es decir partiendo de una
incisión cutánea posterior, éste abordaje
global se desarrolla separando los colgajos
de piel/tejido celular subcutáneo de la fas-
Fig. 7. cia de envoltura a ambos lados. A partir de
50
Abordajes del codo
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Muñoz Reyes, Fernando
Capítulo 5
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Manejo postoperatorio del paciente intervenido del codo. Empleo de catéter axilar y cervical
3. Antibioterapia
En Cirugía Ortopédica y Traumatología
las infecciones suelen estar causadas por
S. aureus, estafilococos plasmacoagulasa nega-
tivos y con menos frecuencia bacilos gram
negativos entéricos. La cefazolina, una ce-
falosporina de pimera generación, cubre
bien estas opciones.
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Muñoz Reyes, Fernando
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Manejo postoperatorio del paciente intervenido del codo. Empleo de catéter axilar y cervical
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Muñoz Reyes, Fernando
que es tan propenso a la contractura ar- capacidad, cuando los tejidos periarticula-
ticular no está completamente precisada. res se encuentran notablemente hincha-
Cuando ocurre un traumatismo, la cápsula dos, crea presiones hidrostáticas muy al-
anterior del codo experimenta una marca- tas. Asociados a estas altas presiones se
da hipertrofia con un extenso entrecruza- encuentran el dolor intenso y un marcado
miento de fibras. aumento en la resistencia al movimiento.
Este proceso puede detectarse después Inmediatamente después de una lesión o
de una lesión directa, como en la luxación cirugía, la tendencia natural es mantener
del codo, pero también se puede ver des- la articulación en la posición de máximo
pués de un trauma mínimo. Puede presen- volumen articular para reducir al mínimo
tarse una contractura severa del codo des- dolor de estiramiento de la cápsula y la
pués de una intervención por un cuadro de presión del hematoma intraarticular.
epicondilitis y después de un traumatismo
que curse con hemartros sin daño articular 5.1.2. Etapa 2: edema.
o de partes blandas. La segunda etapa de la rigidez, que se
Bajo estas circunstancias el codo puede produce durante las siguientes horas o
contraerse rápidamente, normalmente en días, es muy similar, pero progresa con
el plazo de dos a tres semanas. menor rapidez. El edema es causado por
mediadores de la inflamación que son li-
5.1. Fisiopatología de la rigidez berados por las plaquetas y las células le-
(Etapas): sionadas o muertas. Estos mediadores ha-
5.1.1. Primera etapa: sangrado. cen que los vasos sanguíneos cercanos se
5.1.2. Segunda etapa: edema. dilaten y se produzca una fuga de plasma,
5.1.3. Tercera etapa: formación de lo que da lugar a la inflamación en los te-
tejido de granulación. jidos periarticulares. Con los tejidos infla-
5.1.4. Cuarta etapa: fibrosis. mados la articulación se vuelve físicamen-
te más difícil de mover y el movimiento
5.1.1.) Etapa 1: sangrado. se vuelve más doloroso. Hasta este punto,
La primera etapa, que se produce en la rigidez y la pérdida de función de los
cuestión de minutos a horas después de tejidos periarticulares son simplemente
la cirugía o de un traumatismo articular, debidos a la acumulación de líquido. En
es causada por el sangrado, que produce las siguientes dos etapas, el líquido se sus-
la distensión de la cápsula articular y la tituye por matriz extracelular, marcando
inflamación de los tejidos periarticulares. una importante transición.
En cada articulación la cápsula alcanza un
volumen máximo potencial para un ángu- 5.1.3. Etapa 3: tejido de granulación.
lo articular determinado. En la rodilla, la La tercera etapa consiste en la formación
capacidad máxima de la cápsula articular de tejido de granulación. Esto ocurre du-
ocurre a 35 ° de flexión, mientras que en rante los primeros días o semanas después
codo lo hace a 80 ° de flexión. Cualquier de un traumatismo o cirugía. El tejido de
intento de flexionar o extender una articu- granulación está muy vascularizado. Se
lación más allá de su posición de máxima trata de un tejido con propiedades que se
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Manejo postoperatorio del paciente intervenido del codo. Empleo de catéter axilar y cervical
encuentran entre un coágulo de sangre al- A grandes rasgos, las etapas de la rehabi-
tamente organizado y el tejido fibroso laxo. litación del codo son las siguientes:
Dado que este tejido de granulación apa- • Control de la inflamación y el dolor.
rece dentro y alrededor de la articulación, • Permitir y estimular la curación.
la rigidez anteriormente debida a la acu- • Restaurar la función.
mulación de líquido se transforma, cada • Aumentar la fuerza.
vez más, en un obstáculo sólido debido al • Conseguir mayor flexibilidad.
depósito de una matriz extracelular. • Incrementar la resistencia.
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Muñoz Reyes, Fernando
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Manejo postoperatorio del paciente intervenido del codo. Empleo de catéter axilar y cervical
guíneo, pero estas ventajas cesan cuando jorando el flujo sanguíneo en casos de
desaparece el bloqueo nervioso. insuficiencia vascular.
• Proporciona una analgesia eficaz y
mantenida en el postoperatorio. Ventajas del bloqueo continuo del ple-
• Se puede utilizar ampliamente para el xo braquial frente a la utilización de bo-
tratamiento del dolor agudo y crónico. los intermitentes:
• Produce un bloqueo simpático conti- • Permite obtener una dosis de mante-
nuo y eficaz. La simpaticolisis mejora el nimiento de un fármaco a lo largo del
flujo sanguíneo en casos de insuficien- tiempo, evitando la analgesia en “picos
cia vascular: Es especialmente útil en la y valles” y sus correspondientes efectos
cirugía microvascular y de reimplantes. secundarios. Permite titular la veloci-
• Es de utilidad para procedimientos dad de infusión y la concentración del
prolongados o repetidos sobre la ex- anestésico local para adaptarnos a las
tremidad superior, como desbrida- amplias diferencias en la respuesta de
mientos diarios o movilizaciones pre- los pacientes.
coces después de la cirugía. • Los efectos secundarios, si aparecen,
se van a producir lentamente en el
Ventajas del bloqueo continuo del ple- tiempo y pueden tratarse ajustando
xo braquial frente a la utilización de do- la velocidad de infusión o cambian-
sis única: do de fármaco.
• Asegurar el mantenimiento de la • Minimiza los riesgos de contamina-
analgesia/anestesia durante todo el ción y errores en la administración de
tiempo quirúrgico: La colocación de fármacos por la menor manipulación
un catéter permite inyecciones suple- del sistema.
mentarias de anestésico local cuando
se ha producido una anestesia incom- 9.2. Técnica del bloqueo axilar
pleta o cuando se alarga la duración continuo del plexo braquial
del acto quirúrgico. El bloqueo continuo del plexo braquial se
• Las dosis iniciales pueden ser meno- obtiene con la inserción de un catéter en el
res que con la utilización de la inyec- compartimento fascial perivascular, que es
ción simple, ya que podemos reforzar un espacio cerrado formado por una vaina
cuando se precise. aponeurótica que proviene de una prolon-
• No precisa adición de vasoconstric- gación de la fascia prevertebral y de las fas-
tores para prolongar la duración de cias de los músculos escalenos que empare-
acción del anestésico local. dan al plexo casi en su inicio. Al introducir
• Es posible la titulación de la dosis el catéter en este compartimento se siente
para un determinado efecto (impor- un “click” aponeurótico característico.
tante en el paciente de riesgo).
• Proporciona una analgesia eficaz y Evaluación:
mantenida en el postoperatorio. • El bloqueo no se lleva a cabo hasta
• El bloqueo simpático que se produce que el paciente sea capaz de cooperar
puede mantenerse en el tiempo, me- durante el examen neurológico.
59
Muñoz Reyes, Fernando
• Antes de llevar a cabo el procedimien- racterístico relacionado con cada uno de los
to, el equipo quirúrgico debe evaluar la nervios periféricos del plexo braquial (por
integridad de los nervios radial, me- ejemplo, la extensión de la mano, muñeca y
diano y cubital. codo con la estimulación del nervio radial).
Monitorización:
• Durante el procedimiento se debe 9.3. Administración de agentes
monitorizar al paciente incluyendo anestésicos
tensión arterial, pulsioxímetro y elec- • Para evitar alcanzar cifras tóxicas de
trocardiograma. anestésico en plasma, la perfusión con-
Posición: tinua no debe iniciarse hasta no haber
• El paciente se coloca en decúbito su- conseguido un bloqueo neuromuscular
pino con el brazo en abducción de 90º satisfactorio y como mínimo haber
y en rotación externa de 180º, con el transcurrido de 45 a 60 minutos desde
codo flexionado de modo que la mano la aplicación de la dosis inicial.
descanse cerca de la cabeza (Fig. 2). • Se han utilizado con éxito diferentes
Preparación: fármacos anestésicos para el bloqueo
• Limpieza y desinfección de la axila. continuo.
• Arteria axilar: palpada, identificada y • Protocolo actual de elección: bupiva-
marcada. caína al 0,25% a 8 ml/h-10 ml/h.
• Cubrir la zona con paños estériles. • Con respecto a la aparición de ta-
• Lugar preferido para la inserción: la- quifilaxia se ha sugerido la adminis-
teral a la línea de crecimiento de vello tración de bolos suplementarios de
axilar, más que el vértice de la axila. anestésico local.
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68
¿Qué pasa con el codo operado? La comunicación con el rehabilitador
Capítulo 6
69
Prieto Álvarez, Andrés
70
¿Qué pasa con el codo operado? La comunicación con el rehabilitador
donde se genera. La velocidad a que se incor- por el COT ,hasta que “va mal” o al final
poran esos cambios depende de eso y de ver “fue mal”. Y cuando no va bien nos queja-
a otros profesionales con manejos diferentes. mos de que lo cogieron tarde o de que el pa-
Lo primero que salta a la vista en la ci- ciente es pusilánime, que no lo llevan bien
rugía de codo (Fig. 1) es que, a cualquier en el servicio de Rehabilitación o… Hemos
edad, no todo acaba bien. A veces por una de considerar aquí el peso bueno o malo de
mala indicación, por técnica deficiente o las costumbres (si la costumbre es buena fa-
por postoperatorio no ideal. cilita y sistematiza alcanzar el bien pero si
Enumeraremos algunas claves en ese es un vicio heredado facilita perpetuar una
post-operatorio. Algunas son fruto de la mala praxis incluso inconscientemente).
experiencia personal y de equipo, otras del De estos principios emerge una pregunta
sentido común que llega a una reflexión de que en el medio anglosajón probablemente
nuestro quehacer profesional en el propio no se entendería ¿Hasta que punto el COT
medio, otras de lo que ofrece la literatura y en nuestro entorno ha ido renunciando a
la opinión que emerge de la encuesta elec- una formación suficiente en Rehabilitación?
trónica mencionada a 28 profesionales con ¿Hay otros modos de organizarse? Hay hos-
diferentes enfoques. pitales grandes donde se forman muchos re-
sidentes “estrella” donde el COT, quirúrgico
2.1. Principio y claves en la muy ocupado en operar, ha renunciado en
rehabilitación del codo operado manos del Rehabilitador a sencillas prescrip-
Corolario de “experiencia”: Un buen ciones de ortesis, exploraciones neurológicas
postoperatorio prudente y cercanamente de su competencia, actualización en progra-
supervisado por el cirujano con criterio en mas post-quirúrgicos y modalidades de ejer-
general acelerado (prudente encuragement: cicios con algo de detalle…
estimular, alentar, animar, dar coraje: estar
encima o seguir muy de cerca -no detrás de 3. Claves controvertidas
la barrera... As tolerate: sin limitación fija) Son particularmente las que se refieren
ahorra mucho tiempo a los recursos, limi- al papel del COT, Rehabilitador y Fisiote-
tados, de los servicios de Rehabilitación y rapeuta en el proceso; dirección, engranaje
tiempo con sufrimientos al paciente y no y responsabilidades:
raramente alguna secuela irrecuperable. • “Nuestra idea” idea: los mismos médicos
Volveremos sobre ello. de Rehabilitación reconocen que en de-
Corolario de encuesta: el “coco”, lo que terminados campos su especialidad tiene
todos tememos, es la rigidez. Su causa la una personalidad poco definida (“pastor”
inmovilización prolongada. Por lo tanto… de” fisios” vs “aprisco” cerrado al COT).
Ojo a la comodidad (¿pereza mental?) de El COT debe dirigir el proceso especial-
“le quito la férula…”guiado por el ‘sensus mente en las primeras fases. No queda
traumatologicum’ (mezcla de tradición –lo más remedio que reunirse: unificar crite-
que he visto hacer a mis mayores–, oficio, rios y protocolos generales, comentar pro-
sentido común y ‘prudencia’) y “lo envío a cesos y casos particulares. Es necesario
rehabilitación…” y allí...,cuando llegue, se precisar los motivos o criterios de revi-
queda, frecuentemente sin más supervisión sar al paciente el COT –mantener citas
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¿Qué pasa con el codo operado? La comunicación con el rehabilitador
Fig. 4. Se ilustra como un buen manejo post-operatorio no logra compensar una fijación insuficiente.
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¿Qué pasa con el codo operado? La comunicación con el rehabilitador
trillo 2 s. más por confort entre las N Am 2008) muestran como el tratamien-
sesiones de ejercicio. to no siempre es exitoso y que las secuelas
• Inestable tienen correlación directa con el tiempo de
• Entre 0-60º: idem., activos y ortesis inmovilización. La mayoría de los autores
con bloqueo de extensión hasta el recomiendan una inmovilización desde 3
punto de inestabilidad (liberar 10- a 10 días. Restaurar un BA completo no
15º cada semana hasta alcanzar el es seguro, especialmente la extensión. La
movimiento total libre a las 4-6 s. clave, para alcanzar un BA de hasta 5 º de
Permitir Prono-Supinación a 90º). déficit de extensión con excelente resultado
• Entre 0-90º: valorar reparación o funcional es el movimiento temprano bajo
fijador externo articulado. supervisión. Aplicar en las sesiones agua
Como quirúrgicos acostumbrados al fría 20 min, compresión, elevación sobre
axioma hecho=resuelto tendemos a pen- corazón: continuar compresión hasta dis-
sar que tras el éxito de nuestra reducción minuir a 1 cm de diferencia circular con el
espectacular todo irá bien. Con frecuencia codo contralateral (medida 7,5 cm distal y
olvidamos evaluar la estabilidad de la re- proximal a la epitróclea).Si está disponible,
ducción (a 0 y 30º en pronación). piscina a los 3-4 días. Hielo 20 min. tras las
En su revisión Kuhn y Ross (Orthop Clin sesiones de ejercicio.
Fig. 5. Fractura de cabeza radial con fijación sub-óptima bien conducida en el manejo post-operatorio.
77
Prieto Álvarez, Andrés
Si en la revisión a las 6-8 s. hay pérdida • A los 2 días: comenzar movilidad ac-
persistente de BA se requiere actuación tiva según tolerancia (vendaje ligero y
adicional: fisioterapia muy supervisada que cuello puño en este período).
se intensifica con varias sesiones semanales • Se desaconseja levantar pesos mayores
en la fase aguda de la Rehabilitación. Pue- de 1 Kg repetido ó 5 Kg de una vez.
den ayudar las ortesis estáticas adaptadas en • No es necesario Rehabilitación formal.
flexión y extensión. • Ocasionalmente si aparece flexo ma-
Si la inmovilización se prolonga más yor de 40º tras el 5º día usar ortesis
de 3 semanas Melhoff encontró un 65% antiflexo (2-3 m.).
de pacientes con pérdida de movimien- La media de BA con la artroplastia re-
to (sobre todo extensión). La mayoría de sulta de 30-130 de flexo-extensión y 60
los pacientes mejoran hasta los 6 meses, pronación y supinación.
y raramente hasta los 18 m. Tras 1 año si Independientemente de los planes expli-
la limitación es de 30º o más considerar cados para estos 8 procesos recomendamos
capsulolisis: anterior abierta o artroscópica vivamente consultar los protocolos especí-
(no resecar la rara osificación hetertópica ficos de codo en el libro “Rehabilitación
hasta su madurez tras 1 año). Ortopédica Clínica” de Brotzman y Wilk
(Elsevier,2005). Es un buen instrumento de
g) Artroscopia de codo (O´Driscoll) diálogo en el mismo lenguaje con el Reha-
• No inmovilizar. Vendaje elástico bilitador y/o Fisioterapeuta. Este texto pue-
poco compresivo, estimular activos de orientar al COT en el manejo acelerado
según tolere. Al acabar ejercicio com- inicial sin omitir breves explicaciones de
primir manualmente el edema para ejercicios sencillos: cuando son explicados
disminuirlo y realizar movimientos por su propio cirujano son especialmente
pasivos suaves en domicilio en todo apreciados por los pacientes. Es el tiempo
arco de BA para disminuir la hincha- mejor perdido a la vez que se repasan en
zón. Elevación cuando no mueve. consulta otras instrucciones claras del in-
• Vuelta al trabajo sedentario en 2-3 forme de alta. Con el apoyo temprano de
días. Restringir actividad. un fisioterapeuta, en contacto y continuidad
• Cierto reposo tras sinovectomía. con los planes del cirujano, que corrobora y
• Si fue artrolisis: férula anterior en corrige defectos en la realización esos ejer-
extensión y bloqueo nervioso comen- cicios muchos pacientes se pueden manejar
zando durante los 3 días de ingreso con programas domiciliarios con pocas se-
la máquina de MPC que seguirá en siones dirigidas a la semana. Esto efectiva-
domicilio por 3-4 s. Pueden ser útiles mente ahorra mucho tiempo y recursos.
ortesis estáticas para mantener la mo- Para valorar los avances en todas las pa-
vilidad ganada en la cirugía. tologías del codo conviene tener claros los
objetivos y los resultados asumibles. Para
h) Artroplastia de codo (Morrey) la mayoría de las actividades de la vida dia-
• Férula en extensión (anterior si hubo ria basta un BA de 30-130º con prono-
flexo) 2 días. Drenaje 1 día. Mante- supinación de 50-50º. La flexión final es
ner elevación esos 2 días. más importante –alcanzar la boca– que la
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¿Qué pasa con el codo operado? La comunicación con el rehabilitador
extensión total. Una pequeña pérdida de ta). Así como en desear mejorar esa
extensión no es rara (también en niños): comunicación con reuniones conjun-
anticipar que no supone problema funcional tas, protocolos de procesos comunes
ni estético (el cúbito varo sí). y discusión de casos complejos.
• Se aprecia coincidencia en valorar
5. Estado de la cuestión en como problemas más frecuentes la ri-
nuestro medio gidez mayor (arco <30-130) y menor
El resultado de la encuesta realizada está (Tabla 1).
expuesto a sesgos por problemas metodo-
lógicos. Pero de su análisis cualitativo y Puntos de controversia:
cuantitativo afloran puntos de consenso, • Entre los COT no hay acuerdo en
controversia y la variabilidad de criterios la necesidad de formarse en aspectos
entre si y con la literatura. relacionados con la rehabilitación. Ni
en el papel de los actores. En particu-
Puntos de consenso: lar el del rehabilitador. Con matices
• Hay gran unanimidad en estimular el 59% desea invertir en esa forma-
los ejercicios activos y activos asistidos ción, 6% no y 35% no contesta. Todos
y proscribir los pasivos forzados. No los rehabilitadores y fisioterapeutas
dolor. Especialmente en niños incluso ven bien esa cualificación en el COT
desestimar la rehabilitación formal. (vocabulario común, ampliar los ob-
• Hay acuerdo general, ya citado, en jetivos más allá del BA…).
denunciar la poca relación y coordi-
nación entre los actores del proceso Variabilidad entre encuestados y con
(COT, Rehabilitador, Fisioterapeu- la literatura: Podemos asumir el sesgo de
79
Prieto Álvarez, Andrés
que los que responden son los más moti- después!, ¡¿no hemos leído más desde
vados por esa patología y probablemente entonces?!). En las fr. de olecranon un
con conocimientos más actualizados. Otro 53% inmoviliza al menos 2 semanas
sesgo esperable es de responder lo “polí- (0-5 días sería lo recomendado).
ticamente correcto” o que pensamos será • Respecto a modos de inmovilización
más aceptado (plazos más cortos de los llama la atención que sólo tres señalan
que realmente aplicamos). alternativas a la posición a 90º tan men-
• Los plazos de inmovilización mues- cionadas en el “master” de Morrey que
tran bastante variabilidad y discre- decimos consultar más del 50%. Ape-
pancia con la literatura .Se comparan nas se mencionan férulas en extensión,
en cada patología y se resumen en la ortesis articuladas, ortesis estáticas,
Tabla 2. Más que la significación es- inmovilizaciones discontinuas, noctur-
tadística (*) que muestra diferencias nas… De las 8 patologías comentadas
más claras en los plazos de las fractu- el “master” plantea férulas en extensión
ras supra-intercondíleas , las luxacio- en 4 (frecuentemente nocturnas).
nes de codo , y las fr. de cóndilo ex- • Apenas hay mención entre los COT de
terno; es de destacar la significación ideas frecuentes entre los Fisioterapeu-
clínica. En las supra-intercondíleas tas: crioterapia, elevación (nadie alude a
un 44% de los que responden inmo- los 60º de Morrey),compresión (con el
vilizan al menos 3 semanas (nada se- reposo el clásico “RICE”),tratar el ede-
ría lo correcto). En las luxaciones el ma…Tan esencial en las primeras fases
56% inmovilizan al menos 3 semanas donde el control del COT debería ser
(3-7 días sería ideal: ¡Cuánto dura la decisivo. Pocos COT mencionan tér-
tradición del Watson Jones 30 años minos sencillos como ejercicios activos,
80
¿Qué pasa con el codo operado? La comunicación con el rehabilitador
81
Prieto Álvarez, Andrés
Agradecimientos
A los Dres. Bernáldez y Cansino por invitarme a realizar la ponencia y el capítulo.
Al Dr. Sánchez Sotelo que en medio de sus ocupaciones tan pretigiosas e intensas
contestó a la encuesta de manejo del codo operado el 1º y me alentó y orientó. Su nuevo
y fantástico libro de codo no es citado en la bibliografía por difundirse en España tras
presentar mi ponencia. Es obligada referencia hoy.
Al Dr. Navas, la Dra. Ortega y todos los rehabilitadotes y fisioterapeutas que han co-
laborado maravillosamente con sus valiosas aportaciones.
A todos los que han contestado con rigor las encuestas, empezando por los de mi servicio.
82
Segunda parte
Técnicas quirúrgicas
en la patología
traumática del codo
Cansino Muñoz-Repiso, Daniel - Bernáldez Domínguez, Pedro
Capítulo 7
84
Fracturas supracondíleas, cuello radial y olécranon
Fig. 1.
asociadas lesiones de partes blandas pe- mediano, radial, cubital y los interóseos
riarticulares así como de fracturas en otras anterior y posterior. La importancia ra-
localizaciones. dica en las potenciales lesiones yatrogéni-
En este apartado abordaremos distin- cas que durante la cirugía pueden ocurrir
tos aspectos del manejo de este tipo de en alguna de estas estructuras, por lo que
fracturas aportando información útil para tenemos que tener filiadas toda la sinto-
facilitar al cirujano la toma de decisiones matología neurológica que presenta el pa-
adecuadas cuando se enfrente a una de es- ciente a la llegada a urgencias.
tas lesiones.
1.2. Examen radiológico.
1.1. Evaluación preoperatoria. En primer lugar es imprescindible lograr
Es importante informarse del mecanis- unas buenas proyecciones radiológicas
mo lesional porque éste puede informar- en el plano anteroposterior y en el lateral.
nos acerca de la complejidad de la fractura. Esto nos permite contabilizar el número
La inspección de la articulación prestando de fragmentos y su localización. En oca-
atención a la deformidad y a la presencia o siones esto no es posible por la dificultad
no de heridas que puedan poner en comu- que entraña le extensión del codo. Para
nicación al foco de fractura con el exterior. ello en ocasiones se realiza una infiltra-
Debemos realizar una rigurosa explora- ción de la articulación con anestesia local
ción neurovascular ya que la afectación de y proceder a realizar una tracción axial del
una o varias de estas estructuras nobles es codo y de esta forma conseguir una mejor
la complicación lesional más importante proyección (Fig.1).
inherente a estos traumatismos. La arteria La tomografía axial computariza-
humeral se ve comprometida en ocasiones da estaría indicada en aquellas fracturas
por el fragmento diafisario. muy conminutas y articulares pudiéndo-
Debemos explorar preoperatoriamente nos ayudar de las reconstrucciones en 3D.
los territorios inervados por los nervios También tendrían su indicación en aque-
85
Cansino Muñoz-Repiso, Daniel - Bernáldez Domínguez, Pedro
1.3. Clasificación
Las características fundamentales que debe
tener un sistema de clasificación de fracturas
deben ser: que sea fácil, reproducible, que nos
oriente hacia el tratamiento más adecuado y
que sirva de factor pronóstico. Como la cla-
sificación perfecta no existe, vamos a exponer
las más referenciadas en la literatura.
Fig. 2. Es importante el conocer el concepto
de las columnas ideado por Jupiter y cols.
Fig. 3.
86
Fracturas supracondíleas, cuello radial y olécranon
87
Cansino Muñoz-Repiso, Daniel - Bernáldez Domínguez, Pedro
de la superficie articular del húmero distal. grandes politraumatizados a los que de en-
1. Fracturas del cóndilo humeral. trada no se les pueda someter a una inter-
• Hahn-Steinthal vención quirúrgica de urgencias. Así mismo
• Kocher-Lorenz en aquellos casos de grave afectación de las
• Conminutas partes blandas perilesionales que contrain-
• Por cizalladura coronal diquen cualquier tipo de osteosíntesis. En
2. Fracturas de la tróclea. ambos casos se puede optar por la coloca-
• Afectación de toda la tróclea ción de una inmovilización transitoria o la
• Fracturas osteocondrales. colocación de un fijador externo a las espera
de que esas condiciones generales o locales
1.4 Tratamiento permitan la osteosíntesis.
La evolución histórica en cuanto al tra- También en casos donde la conminución
tamiento de este tipo de fracturas ha ido de la fractura se asocie a una osteoporosis
evolucionando desde mediados del siglo importante podemos optar por un trata-
pasado hasta la actualidad. El avance en miento conservador incluso de manera
cuanto a los principios de la osteosíntesis y definitiva.
a los conocimientos de la anatomía de dicha Dentro de estos métodos vamos a co-
región, ha concluido en el diseño de nuevos mentar dos de ellos.
sistemas de osteosíntesis que aportan ma- • Método de Keon-Kohen. Consistiría
yor estabilidad a los montajes por lo que en colocar una tracción transolecra-
permiten una movilización más rápida. niana durante unas tres semanas para
Así, autores como Keon-Cohen publica- posteriormente pasar a una férula bra-
ron un artículo en J. B. J. S en 1966 donde quiopalmar durante otras tres semanas.
decían “…incluso en las clásicas fracturas en • Técnica de cabestrillo en “saco de hue-
T y en Y, es mejor dejarlas solas, los resulta- sos”, indicada en ancianos con huesos
dos del tratamiento quirúrgico con fijación osteoporóticos. Se trata de colocar el
interna con reposición anatómica perfecta codo en una férula en máxima fle-
son decepcionantes casi invariablemente; de xión para posteriormente comenzar
hecho iré más allá y diré que son extremada- con movimientos pendulares. A las 6
mente malos”. En el lado opuesto Miller en semanas se retira el cabestrillo.
un Instructional Course Lecture en 1962
afirmaba que “…si el brazo necesita inmo- b) Reducción abierta y fijación interna.
vilización después de una reducción y fijación Actualmente es considerado el método
abierta, la ventaja de la cirugía desaparece- de elección para estas fracturas siempre
rá”. Como vemos las dos filosofías convi- que sea posible. Con los nuevos conceptos
vían en un mismo periodo de la historia de de fijación interna, basados en los princi-
la traumatología. pios de la A.O.-A.S.I.F. se han diseñado
nuevos implantes para la reconstrucción y
a) Tratamiento conservador. fijación de estas fracturas.
Dicho tratamiento estaría indicado cuan- Los objetivos de la osteosíntesis deben ser:
do las condiciones generales o locales no • Respeto de la vascularización de los
estén en condiciones como por ejemplo en fragmentos.
88
Fracturas supracondíleas, cuello radial y olécranon
- Abordajes.
Normalmente usamos un abordaje sobre
la línea media del codo a nivel de la piel o
con una pequeña curvatura hacia radial a
nivel de la punta del olécranon para evitar
y proteger al nervio cubital. Para acceder
a la articulación podemos hacerlo de dife-
rente maneras según el tipo de fractura y la
exposición que necesitemos. Para ampliar Fig. 6.
89
Cansino Muñoz-Repiso, Daniel - Bernáldez Domínguez, Pedro
ner injerto óseo para aquellos casos donde un montaje con doble placa para dar sufi-
existe un defecto articular que pueda hacer ciente estabilidad al sistema. La disposición
que la articulación se colapse a la hora de de las mismas en cuanto a los ejes espaciales
hacer compresión interfragmentaria (Fig 8). aún es algo controvertida. Clásicamente la
escuela A.O.-A.S.I.F. a defendido la co-
Número de placas. En caso de que am- locación de dos placas a 90º una medial y
bas columnas estén afectadas debemos usar otra posterolateral. Sin embargo la escue-
la de la Clínica Mayo (encabezada por S.
O`Driscoll y J. Sánchez-Sotelo) defienden
la colocación de dos placas paralelas a 180º
una medial y otra lateral (Fig. 9). Existen
algunos artículos publicados en revistas de
investigación ortopédica como el publicado
por Karl Stoffel y cols. en 2008 donde se
compara dichos sistemas en un modelo ex-
perimental. Como conclusiones destacan:
• Mayor estabilidad a la compresión
con las placas a 180º
• Mayor estabilidad a la rotación ex-
terna con las placas a 180º
• Mayor resistencia a la deformidad
plástica axial con las placas a 180º
• Mayor desgaste en la unión plca-
tornillo distal con las placas a 180º
90
Fracturas supracondíleas, cuello radial y olécranon
Fig. 9.
91
Cansino Muñoz-Repiso, Daniel - Bernáldez Domínguez, Pedro
pinado (Fig. 10). Estas fracturas, aunque en una buena radiografía, nos orienta hacia el
principio pueden ser consideradas benig- tratamiento adecuado para la misma, siem-
nas, pueden ocasionar una inestabilidad pre teniendo en cuenta las lesiones asocia-
del codo sobre todo si se asocian a lesio- das de las partes blandas (Fig.11).
nes ligamentarias. Para entender esto es
importante tener en cuenta la aportación 2.2. Lesiones asociadas
de la cúpula radial como estabilizador pri- En primer lugar citaremos las fracturas
mario del codo en casos de valgo forzado. más comúnmente asociadas como son las
fracturas de la apófisis coronoides que
2.1. Clasificación suelen venir precedidas de una luxación
Dentro de las clasificaciones de este tipo del codo. Las fracturas de olécranon den-
de fractura, la más usada y aceptada en tro de la clasificación de las fracturas-luxa-
la literatura es la propuesta por Mason y ciones de Monteggia (Fig.12). Las fractu-
publicada en 1954 tras la revisión de 100 ras de capitellum que en ocasiones pasan
fracturas de cúpula radial. Esta clasificación desapercibidas y que se relacionan con la
además de sencilla, ya que sólo se precisa de carga axial sobre la mano con el codo en
extensión. A veces también se describen
fracturas de radio distal asociadas.
Dentro de la lesiones ligamentarias aso-
ciadas nos podemos encontrar con la le-
sión aislada o combinada de la siguientes
estructuras. Tras un mecanismo de valgo
forzado se puede lesionar el ligamento
colateral cubital que es el segundo esta-
bilizador al valgo del codo tras la cúpula
radial. En las inestabilidades posterorrota-
torias laterales se ve afectado el ligamen-
to colateral lateral siendo imprescindible
su reparación para dotar de estabilidad al
codo. Debemos tener en cuenta siempre la
posibilidad de la afectación de la membra-
na interósea radiocubital ante un paciente
Fig. 10.
Fig. 11.
92
Fracturas supracondíleas, cuello radial y olécranon
2.3. Tratamiento
Ya Morrey, B. ante este tipo de fractura,
advierte que debemos “comenzar explican-
do al paciente que debe esperar algún grado de
pérdida de movilidad”.
- Mason tipo I. Estas fracturas se pueden
clasificar en estables o inestables. Para ello
realizamos una artrocentesis e infiltramos con
anestésico local y movilizamos bajo control
escópico. Si son estables se realiza un control
radiológico a los 10 días manteniéndolas con
un cabestrillo. Si no ha habido desplazamien-
to secundario se empieza con la rehabilita- Fig. 12.
ción. Si son inestables el control se realiza a
los 3, 6 y 10 días comprobando que no existe
desplazamiento secundario. Si existe el des-
plazamiento se procede a la osteosíntesis.
- Mason tipo II. La tendencia actual
es realizar la osteosíntesis con minitorni-
llos o miniplacas y comenzar la moviliza-
ción precoz en cuanto se tolere. Si existe
una afectación de la membrana interósea
(Essex-Lopresti) debemos fijar temporal-
mente la articulación radio-cubital distal Fig. 13.
en torno a las 4 semanas (Fig. 14).
Fig. 14.
93
Cansino Muñoz-Repiso, Daniel - Bernáldez Domínguez, Pedro
- Mason tipo III. A las que no se acom- tomática o si el resalte articular supera los
pañan de lesión ligamentosa asociada se 2-3mm puede degenerar a la larga en una
les puede realizar una osteosíntesis o una artrosis radiocapitelar. La pseudoartrosis,
resección si la conminución no la permite. rara, más relacionada con fracturas inesta-
La movilización también debe ser lo más bles y que afectan al cuello radial. La ne-
precoz posible. crosis avascular de un fragmento que ge-
Si se acompaña de lesión del ligamento neralmente es bien tolerada. La formación
colateral cubital se recomienda, si no es po- de hueso heterotópico que puede llegar a
sible la osteosíntesis, una prótesis de cúpula bloquear la articulación radiocubital proxi-
radial asociada a la reparación ligamentaria mal. La presencia de inestabilidades cuan-
(Fig. 15). Se podría comenzar una rehabili- do se lesiona el ligamento colateral cubi-
tación precoz si colocamos un fijador exter- tal y se realiza una resección de la cúpula.
no de codo que proteja a la plastia. Esto crea una inestabilidad en valgo. La
El abordaje quirúrgico depende de las presencia de una rotura no diagnosticada
lesiones a tratar. Si sólo vamos a actuar so- de la membrana interósea puede provocar
bre la cúpula radial, realizaremos un abor- una inestabilidad axial. En caso de lesión
daje de Kochër. de la coronoides y del ligamento colateral
Si necesitamos actuar también sobre el lateral, la inestabilidad residual sería una
ligamento colateral cubital, recomendamos posterorrotatoria lateral.
el uso de un abordaje posterior único que Como lesión yatrogénica más temida
nos permita acceder a ambos lados del codo. está la afectación del nervio interóseo pos-
terior en el abordaje de Köcher.
2.4. Complicaciones
La complicación quizás más frecuente 3. Fracturas de olécranon
sea la rigidez, a veces por la tardanza en El mecanismo lesional más frecuente
comenzar la rehabilitación precoz. Otras para este tipo de fracturas es el trauma-
complicaciones descritas pueden ser: la tismo directo dado que el olecranon se
consolidación viciosa, que suele ser asin- encuentra subcutáneo y es muy vulnerable
Fig. 15.
94
Fracturas supracondíleas, cuello radial y olécranon
95
Cansino Muñoz-Repiso, Daniel - Bernáldez Domínguez, Pedro
3.4. Complicaciones
• Disminución del balance articular
• Neuropatía cubital en ocasiones de
origen iatrogénico.
• Artrosis postraumática.
• Inestabilidad del codo.
• Seudoartrosis.
• Problemas con el material de os-
teosíntesis. z Fig. 18.
96
Fracturas de coronoides y Monteggia
Capítulo 8
Fracturas de coronoides
y Monteggia
97
López Arévalo, Rafael
98
Fracturas de coronoides y Monteggia
hay que realizar una exploración neurovas- la congruencia de la articulación del codo
cular minuciosa. con estabilidad en rango de movimiento
b) Exploraciones Complementarias útil para las actividades de la vida dia-
Cuando el paciente llega al servicio de ria. La mayoría de las lesiones asociadas
urgencias en un porcentaje alto de casos el a triadas terribles requieren tratamiento
codo está luxado por lo que debemos realizar quirúrgico, pero en algunos casos se po-
radiografías biplanares (AP y lateral) pre y dría realizar un tratamiento conservador.
post reducción para evaluar las características Los pacientes que podrían beneficiarse
de la fractura y si la articulación ulnohume- de esto serían aquellos que tras la reduc-
rral y radiocapitelar son congruentes. En las ción cerrada el codo presenta un perfecta
radiografías laterales se valora el tipo de frac- congruencia articular, es estable al menos
tura de la coronoides, aunque habitualmente hasta los 40º de extensión, las pruebas
no son suficientes para clasificar los subtipos. de imagen (TAC) muestran una fractura
La TAC debe realizarse de forma ruti- mínimamente desplazada o sin desplazar
naria en todos los pacientes con fractura- de la cabeza radial que no cause bloqueo
luxación de codo para identificar mejor en prono-supinación y en fracturas tipo I
patrones de fractura, conminución y des- (Regan & Morrey) (Fig.3). Deberían cum-
plazamientos. Con la TAC podemos va- plirse todos estos criterios para tratar estas
lorar los distintos subtipos de la fractura lesiones de forma conservadora. Se inmo-
estableciendo la indicación quirúrgica.
1.4.Tratamiento
a) Tratamiento Conservador
El objetivo del tratamiento es obtener
Fig. 3a. Fractura tipo I en codo que sufrió una “Triada Terrible”.
Arrancamiento del LCC y fractura de cabeza del radio.
99
López Arévalo, Rafael
viliza el codo con un férula a 90º de flexión ligamento colateral cubital insuficiente y si
durante 3 semanas. Realizamos controles el nervio cubital se ha lesionado también.
radiográficos a los 3, 14 y 21 días. - Fijación de la Coronoides
b) Tratamiento Quirúrgico: La fijación de la apófisis dependerá de
La mayoría de las fracturas de coronoi- si tenemos que sustituir la cabeza del ra-
des asociadas a un triada, son manejadas de dio, si es así retiramos la cabeza con una
forma quirúrgica.. Realizaremos un planing osteotomía a nivel del cuello radial lo que
preoperatorio donde preveamos las necesi- nos permitirá una visualización completa
dades de material de síntesis, material espe- del proceso coronoideo. Pero si la cabeza es
cial como arpones, tornillos canulados sin reparable recomendamos primero reparar
cabeza, guías de posicionamiento de agujas la coronoides y posteriormente la cabeza
K como la del cruzado anterior para rea- del radio. El problema se plantea cuando la
lizar la fijación de la coronoides de forma fractura de la cabeza de radio está poco des-
retrograda (Fig.4), prótesis de cabeza radial, plazada, en estos casos hay que intentar su-
placas de pequeñas de minifragmentos y un bluxar el codo y proteger la cabeza del radio
fijador externo articulado. durante la osteosíntesis de la coronoides.
El paciente se coloca en decúbito supino Dependiendo del tipo de fractura se re-
con el brazo apoyado sobre una mesa de querirán diferentes sistemas de fijación,
mano y siempre utilizaremos manguito de desde suturas hasta miniplacas en fracturas
isquemia. grandes de la base.
La incisión se realizará casi siempre la- En las fracturas de coronoides tipo I si el
teral, y tan sólo en algunas ocasiones hay fragmento es pequeño puede no tratarse si
que realizar una combinada lateral y me- no hay que realizar ninguna otra actuación
dial. Primero abordaremos el como por vía sobre el codo y posteriormente si moles-
lateral a través de una vía de Kocher. Hay ta se puede valorar la exéresis del mismo
que tener especial cuidado con el ligamen- mediante artroscopia (Fig.5). En fracturas
to lateral y evitar lesionarlo. Podemos ne- tipo II es necesaria la fijación con suturas,
cesitar un abordaje medial si la fractura de tornillos y raramente con placa en la base.
la coronoides no puede repararse desde el En las fracturas tipo III podemos emplear
lado lateral, si tras la reparación persiste un todos los medios de fijación disponibles y
Fig. 4. Fractura de coronoides tipo II más triada. Osteosíntesis con tornillo retrogrado de la coronoides
y con tornillos de minifragmentos de la cabeza del radio.
100
Fracturas de coronoides y Monteggia
Fig. 5. Tratamiento
artroscópico de secuelas de
fractura de coronoides tipo I.
en aquellos casos en los que la fractura sea inmovilizar en supinación para protegerlo.
conminuta e irreconstruible podemos usar Comenzamos en dos semanas una movi-
la cabeza del radio, la cresta iliaca o incluso lización protegida con una ortesis articula-
la punta del acromion como injerto para la da evitando una extensión de más de 40º y
reconstrucción de la misma. una flexión de más de 110º hasta las cuatro
Una vez realizada la reparación ósea semanas de la cirugía. A partir de la cuarta
comprobaremos la estabilidad del codo, semana se aumentan los grados de libertad
el ligamento lateral externo normalmen- de la ortesis hasta 60º de extensión y 120º
te está avulsionado del epicóndilo, por lo de flexión. A las seis semanas autorizamos
que lo que se reanclará en su inserción me- movilización completa. El fortalecimiento
diante suturas con arpón. Bajo escopia se
valorará la estabilidad del codo, si este es
estable la reparación del ligamento medial
no es necesaria. Pero si el codo es ines-
table deberíamos repararlo con arpones o
suturas transóseas. En el raro caso de que
el codo permanezca inestable habiendo re-
parado todas las estructuras, colocaremos
un fijador externo para mantener la reduc-
ción, con un fijador articulado el paciente
puede comenzar a mover la articulación
tras unos días de reposo (Fig. 6). Fig. 6a. Fractura de coronoides tipo III.
Tratamiento de urgencias con placa y tornillo a
través de la placa que fija la coronoides. Fijador
1.5. Rehabilitación externo articulado.
Tras haber valorado la estabilidad del
codo en el quirófano al finalizar la repara-
ción colocamos una férula a 90º de flexión
con el antebrazo en pronación completa que
evita la inestabilidad posterolateral y prote-
ger la reparación del ligamento lateral, pero
si han sido reparados los dos ligamentos
colocamos la férula en rotación neutra. Si
el ligamento lateral ha sido fijado con éxi-
to y no se ha reparado el cubital podemos Fig. 6b. Consolidación a los 4 meses.
101
López Arévalo, Rafael
se comienza a los dos meses una vez los potencial gravedad y en algunos casos una
ligamentos están cicatrizados. importante complejidad que requieren de
un exigente tratamiento quirúrgico.
Pronóstico Clasificación de Bado
Cuando de Regan y Morrey en 1989 • Tipo I
elaboraron la clasificación describieron los • Luxación anterior de la cabeza radial.
resultados para cada grupo, y en sus series el • Angulación anterior del cúbito
pronóstico iba progresivamente empeoran- proximal o medio.
do con el incremento del grado de la lesión: • Tipo II
• Tipe I – 92% resultados satisfactorios • Luxación posterior o potero-late-
• Tipe II – 74% resultados satisfactorios. ral de la cabeza radial.
• Tipe III – 20% resultados satisfactorios. • Fractura de cúbito con angulación
Ring and Jupiter OTA 1999 describie- posterior.
ron los resultados también según el tipo • Tipo III
de fractura, encontrando que el tipo II se • Luxación lateral o antero-lateral
asociaba a la “triada terrible” y el tipo III de la cabeza radial.
con las fracturas de Monteggia. • Fractura metafisaria de cúbito.
• Tipo II – 21% resultados satisfactorios. • Tipo IV
• Tipo III – 81% resultados satisfactorios. • Luxación anterior de la cabeza
Por último recientemente O’Driscoll ha radial.
descrito una inestabilidad postero-medial • Fractura de radio y cúbito proxi-
rotatoria por varo forzado. Este tipo de le- mal al mismo nivel.
sión se produce por fuerzas severas en varo • Subclasificación de Jupiter de los
que resultan en una compresión de la faceta tipo II de Bado.
anteromedial de la coronoides y usualmente • Tipo IIA
rotura del ligamento lateral. Esta lesión re- • Fractura a nivel de la fosa sigmoi-
sulta en una rápida subluxación rotaria del dea (la fractura afecta a la parte
codo a posteromedial. Tenemos que tener distal del olécranon y la apófisis
una alta sospecha en estas lesiones para re- coronoides).
parar el LCL y la coronoides si es necesario. • Tipo IIB
• La fractura de cúbito está a nivel
2. Fractura-Luxación de Monteggia de la unión metafisodiafisaria dis-
tal a la coronoides.
2.1.Definición y Clasificación • Tipo IIC
La fractura de Monteggia fue descrita • Fractura de cúbito diafisaria.
en 1814 por Giovanni Baptista Monte- • Tipo IID
ggia, consiste en una fractura del cúbito • Fracturas conminutas que afectan
asociada a una luxación de la cabeza radial a más de una región.
que a su vez puede también estar fractu- • En los adultos pueden considerarse
rada. Son el 7% de las fracturas de todo el fracturas equivalentes lesiones tipo
cúbito y sólo el 0,7% de las fracturas de I y tipo II, que son una lesión con
codo. Este tipo de fracturas presentan una patrones de lesión equivalentes.
102
Fracturas de coronoides y Monteggia
103
López Arévalo, Rafael
Dependiendo de las lesiones de las par- apoyado en un soporte y en todos los casos
tes blandas y sobretodo de la afectación colocando el manguito de isquemia lo más
de los compartimentos y lesiones neuro- proximal posible.
vasculares valoraremos la cirugía de ur- Según el tipo de fractura elegiremos el
gencia (Fig.8). Estas fracturas deben ser instrumental. En fracturas simples, una
intervenidas los antes posible dependien- placa LC-DCP recta de 3,5 mm nos pue-
do del estado general del paciente y de si de bastar, pero en fracturas más complejas
la luxación de la cabeza del radio está o podemos emplear una placa anatómica
no reducida. Hay que valorar el momen- de reciente introducción en el mercado.
to ideal de la cirugía y realizar un planing (Fig.8). Además tenemos que tener pre-
preoperatorio. paradas placas de minifragmentos para la
fractura de la cabeza radial, tornillos tipo
2.6. Manejo Quirúrgico Herbert, valorando la posibilidad de te-
La posición en la se interviene esta frac- ner que sustituir y remplazar la cabeza del
tura depende en nuestra opinión de la radio por una prótesis. Nos puede servir
complejidad de la fractura de cúbito. De de mucha utilidad, sobretodo en fracturas
esta forma si la fractura de cúbito es simple muy complejas, un distractor pequeño a un
el paciente puede ser colocado en decú- fijador externo pequeño que nos ayude a
bito supino con una talla bajo el hombro distraer la fractura del cúbito.
homolateral. Pero si la fractura de cúbito Los abordajes empleados pueden ser va-
presenta una especial complejidad reco- rios, normalmente con una incisión poste-
mendamos colocar al paciente en decúbito rior en la línea media es suficiente, ya que
lateral o en decúbito prono con el brazo accedemos al cúbito y a la cabeza del radio
Fig. 8. Fractura-Luxación abierta tipo II, abierta IIIa. Se realizó osteosíntesis con placa LCP.
104
Fracturas de coronoides y Monteggia
por esta vía. En algún caso puede realizar- nos ayude a la reducción de la cabeza radial,
se un abordaje a través del hiato entre el hay que restablecer la posición normal de
“flexor carpis ulnaris” y el “anconeous” para la coronoides que normalmente es un frag-
reparar o sustituir la cabeza del radio con un mento grande, no olvidarnos de la cabeza
abordaje posterior en fracturas muy diafisa- radial, ya que la reparación o un mal manejo
rias del cúbito. En fracturas complejas con de esta lesión puede llevarnos a un defecto
afectación conminuta del cúbito proximal, en la prono-supinación del antebrazo.
del proceso coronoideo y de la cabeza ra-
dial, puede ser necesario la ampliación del 2.7. Manejo Postoperatorio
abordaje elevando la masa pronadora desde La gravedad de las lesiones y la cirugía
el borde subcutáneo o desde la epitroclea, reparativa de estas lesiones, sobre todo en
elevar el anconeus de su inserción en el cú- las complejas, hacen que recomendemos
bito. Hay que mantener los anclajes de los un control del edema postoperatorio co-
ligamentos colaterales al hueso y hay que locando si es posible una férula con una
tener en cuenta que el LCC a menudo esta discreta extensión y colocando el brazo
lesionado en los tipo II. elevando colgándolo en un portasueros.
Técnica Quirúrgica: Los drenajes se retiran a las 48 horas. Per-
Hay que comenzar con una fijación de sonalmente empleo indometacina por vía
distal a proximal, y el acceso a la coronoi- oral a dosis de 150 mg diarios que man-
des puede realizarse a través de la fractura tengo hasta un mes tras la cirugía. Aunque
del olécranon. Hay que fijar los fragmen- no existe evidencia científica de esto en mi
tos con tornillos interfragmentarios y con experiencia la evolución postoperatoria y
placas suplementarias si es necesario antes las calcificaciones heterotópicas disminu-
de la fijación definitiva. También podemos yen sobretodo en pacientes con lesiones
fijar temporalmente el cúbito con agujas-K craneales y fracturas en las que se necesitan
e incluso colocar agujas intramedulares que amplios despegamientos.
alineen temporalmente los fragmentos. La
fractura del proceso coronoideo pueden 2.8. Rehabilitación
estabilizarse con agujas-K y más tarde con Tras la retirada de los drenajes y del ven-
una placa de minifragmentos. Alternativa- daje comenzamos con movilidad pasiva sin
mente pueden ser fijadas de forma antero- forzar en un arco de seguridad que va desde
grada o retrograda antes de la aplicación de -40º de extensión hasta los 110º de flexión,
la placa con tornillo. La reparación o susti- prono-supinación libre. Las dos primeras
tución de la cabeza del radio la realizamos semanas indicamos al paciente los ejercicios
siempre antes de la fijación del cúbito, que para que el mismo los realice y posterior-
se realizará preferiblemente, con una placa mente y en contacto directo con el fisiote-
posterior. Una vez la fijación está realizada rapeuta marcamos la pauta a seguir según la
debemos valorar la estabilidad ligamentosa evolución del paciente y de las partes blan-
del codo, y reparar aquellos elementos que das. En aquellos casos en los que haya sido
aparezcan lesionados. necesario reparar los ligamentos colocamos
En resumen, tenemos que obtener la lon- una férula articulada de codo y permitimos
gitud y la alineación adecuada del cúbito que sólo movimiento dentro del arco de seguri-
105
López Arévalo, Rafael
dad hasta el mes de la cirugía. Explicamos ción de los fragmentos y en pacientes con
al paciente que tiene que aceptar alguna lesiones craneales asociadas, como hemos
pérdida de la movilidad del codo. expuesto antes la indometacina de forma
profiláctica puede mejorar el pronóstico.
2.9. Resultados La inestabilidad del codo se presenta en
Algunos autores han mostrado como aquellos codos en los que ha pasado des-
factor pronóstico la clasificación de Bado, apercibida tras la reparación del cúbito y
de esta manera las Bado I/III tienen me- en aquellos codos en los que forma yatró-
jores resultados que las Bado II/IV. Otros gena hemos seccionado los ligamentos en
han dicho que no existe relación entre los el abordaje, se evita explorando siempre el
resultados y los diferentes tipos de lesión. codo una vez acabada la síntesis del cúbito.
Lo que si es cierto es que existen unos fac- Y finalmente la subluxación irreductible de
tores asociados a un pobre resultado: frac- la cabeza del cúbito debe hacernos pensar
turas de Bado II, fracturas de Jupiter IIA, en una falta de reducción del cúbito. z
fractura de la cabeza radial, fractura de la
coronoides y complicaciones que requie-
ran cirugías extensas.
2.10. Complicaciones
Las complicaciones más frecuentes que
suelen aparecer en estas fracturas son en-
tre otras la parálisis del interóseo poste-
rior que en algunas ocasiones requiere la
revisión quirúrgica del nervio y la neuro-
lisis o reparación del mismo con injertos,
en nuestro experiencia sólo en dos casos
hemos tenido que revisar el nervio injer-
tándolo. Otra de las complicaciones que
puede presentarse es la malreducción o la 3. BIBLIOGRAFÍA
malunión de los fragmentos que produce 1. Cohen MS. Fractures of the coronoid pro-
un efecto devastador sobre la prono-supi- cess. Hand Clin 2004;20-4:443-53.
nación. Su tratamiento consiste en la rein- 2. Doornberg JN, Ring D. Coronoid fractu-
tervención y nueva osteosíntesis corriendo re patterns. J Hand Surg [Am] 2006;31-
los defectos de rotación y acortamiento del 1:45-52.
cúbito. La rigidez postquirúrgica es tam- 3. Doornberg JN, Ring DC. Fracture of the
bién relativamente frecuente y hay que anteromedial facet of the coronoid pro-
advertir al paciente que cierto grado de cess. J Bone Joint Surg Am 2006;88-
pérdida de movilidad es frecuente depen- 10:2216-24.
diendo de la complejidad de la fractura.
4. O’Driscoll SW, Jupiter JB, King GJ, Hotch-
La osificación heterotópica, en la que se
kiss RN, Morrey BF. The unstable elbow.
incluye la sinostosis radiocubital aparece Instr Course Lect 2001;50:89-102.
en aquellos casos de importante manipula-
106
Fracturas de coronoides y Monteggia
107
López Arévalo, Rafael
24. Ring, D., J. B. Jupiter, et al. Monteggia contoured plating. J Hand Surg [Am].
fractures in adults. J Bone Joint Surg Am 2004; 29(4): 694-702.
1998; 80(12): 1733-44.
26. Strauss, E. J., N. C. Tejwani, et al. The pos-
25. Ring, D., J. Tavakolian, et al. Loss of align- terior Monteggia lesion with associated
ment after surgical treatment of posterior ulnohumeral instability. J Bone Joint Surg
Monteggia fractures: salvage with dorsal Br 2006; 88(1): 84-9
108
Pseudoartrosis de codo
Capítulo 9
Pseudoartrosis de codo
109
de la Hoz Marín, Jerónimo
ner en cuenta a la hora del tratamiento nos b) Osteosíntesis sólida que permita la mo-
referimos a: vilidad precoz evitando la rigidez de partes
1) Material de osteosíntesis de cirugías blandas. En los casos en los que ha existido
previas; la retirada de éste complica el acto una infección previa debemos estar seguros
quirúrgico y requiere en ocasiones la pre- de que esta ha curado mediante las corres-
paración de un material sofisticado para pondientes pruebas analíticas, radiográficas
su extracción. y con gammagrafía si fuera necesario, y solo
2) Infecciones previas, solo debemos después de tener la seguridad de su curación,
intervenir un codo que haya estado pre- debemos intentar la osteosíntesis.
viamente infectado una vez se hayan nor- c) Artrolísis, cuando después de conse-
malizado los parámetros bioquímicos y guir una correcta reducción anatómica de
hayan transcurrido seis meses del cese de los fragmentos y una osteosíntesis sólida,
los síntomas. persista una rigidez derivada de la retrac-
3) Lesiones nerviosas, la más frecuente ción capsular del codo, debemos realizar
la lesión del nervio cubital a nivel del canal una liberación capsular bien sea anterior,
epitrócleo-olecraniano, y más raramente posterior o combinadas.
las lesiones de los nervios radial y media- d) Tratamiento de las lesiones nerviosas
no, por este orden. fundamentalmente, la más frecuente es la
compresión del nervio cubital en el canal
1.1. Síntomas epitrócleo-olecraniano que se resuelve con
Son tres los síntomas capitales: la correspondiente liberación y transposi-
a) Dolor que desaparece en reposo y ción del mismo.
reaparece con la movilidad siendo más
intenso cuanto mayores son los esfuerzos; 2. Pseudoartrosis del cúbito
b) Inestabilidad, el enfermo siente que es La parte más proximal del cúbito es el
incapaz de controlar el codo olécranon, y es esta la que participa en la
c) Rigidez por el mecanismo explicado articulación del codo, por lo que nos refe-
en la introducción. riremos a las pseudoartrosis a este nivel.
110
Pseudoartrosis de codo
111
de la Hoz Marín, Jerónimo
Fig. 2.
Fig. 3. Fig. 4.
112
Pseudoartrosis de codo
2.4. Resultados
La serie de la Clínica Mayo es la de referen-
cia en este tipo de alteraciones (Tablas 1 y 2).
Tabla 1
C
• 24 pacientes-1976 a 1991-edad42 años
• Intervalo hasta tratamiento: 19 meses
• Exéresis: 1
• Osteosíntesis: 16 - 15/16 consolida-
ciones
• Artroplastia: 3
• Artroplastia por distracción: 4
Fig. 5.
113
de la Hoz Marín, Jerónimo
Fig. 6.
114
Pseudoartrosis de codo
Fig. 8.
115
de la Hoz Marín, Jerónimo
Fig. 9.
116
Pseudoartrosis de codo
117
Bernáldez Domínguez, Pedro - Cansino Muñoz-Repiso, Daniel
Capítulo 10
Papel de la artroscopia en
tratamiento de las fracturas
del área del codo
118
Papel de la artroscopia en tratamiento de las fracturas del área del codo
Fig. 1. Técnica operatoria de una Artroscopia de Codo Derecho (Decúbito Lateral). Es muy
importante evitar la extravasación del líquido fuera de la articulación
anatómica perfecta (visión directa sobre el supino y el 50% en decúbito lateral con
cartílago articular) vamos a “prevenir” el soporte. Se realizó profilaxis antibiótica
desarrollo de la temida artrosis postrau- intravenosa (Cefuroxima 1500 mg) previa
mática que en muchas ocasiones limita la a la intervención.
actividad de trabajadores y deportistas. Usamos los portales artroscópicos habi-
tuales en función del patrón lesional (Ante-
2. Casos clínicos
Presentamos algunas indicaciones en
las que puede usarse el artroscópio como
asistente en la cirugía de las fracturas del
codo entre las que destacan las fracturas
de la coronoides, del capitellum, de la cú-
pula radial, fracturas supraintercondílea
y fracturas del olécranon. Igualmente se
pueden realizar artrolisis artroscópica en
las secuelas fracturarias con buenos resul-
tados publicados (Fig. 2).
Técnica operatoria: En nuestra prácti-
ca todos los pacientes fueron intervenidos Fig. 2. Técnica operatoria de una Artroscopia
de Codo Izquierdo (Decúbito Supino). Nos
bajo Anestesia General (algunos asociaban podemos ayudar de agujas “abocath” para
un plexo) e Isquemia, el 50% en decúbito confirmar el portal más óptimo.
119
Bernáldez Domínguez, Pedro - Cansino Muñoz-Repiso, Daniel
Fig. 3. En ocasiones hay que realizar un gran Fig. 5. Posición Decúbito supino. Pintar
despliegue de medios en el quirófano. referencias anatómicas óseas.
120
Papel de la artroscopia en tratamiento de las fracturas del área del codo
121
Bernáldez Domínguez, Pedro - Cansino Muñoz-Repiso, Daniel
122
Papel de la artroscopia en tratamiento de las fracturas del área del codo
Fig. 12. (A) Fractura cabeza radial tipo II, (B) la fractura puedes ser evaluada, desbridada, y
(C) reducida, (D) Rx AP y lateral tras la reducción y fijación artroscópica.
Imágenes tomadas de Holt M.S, Savoie F.H, Field L.D. Arthroscopic management of elbow trauma.
Hand Clinic 2004; 485-495.
Fig. 13. Estudio RM y TAC 3D: Fractura conminuta del olécranon con discreto desplazamiento.
123
Bernáldez Domínguez, Pedro - Cansino Muñoz-Repiso, Daniel
Fig. 14. Posición Decúbito Lateral (O´Driscoll). Referencias óseas alteradas por el hemartros.
Precaución de no lesionar el Nervio Cubital.
Fig. 15. 2 portales artroscópicos. Desbridamiento y lavado. Fijación con pinzas y colocación de 4 k
guiadas por visión intra-articular y fluoroscopia.
Fig. 16. Fractura consolidada de posición anatómica y Balance Articular completo a los 3 meses.
Alto grado de satisfacción del paciente (colega Médico).
124
Papel de la artroscopia en tratamiento de las fracturas del área del codo
Fig. 17. Mujer, 52 años. Golfista. Estudio Rx y TAC 3D: Fractura supraintercondílea (de una columna)
Codo izquierdo.
125
Bernáldez Domínguez, Pedro - Cansino Muñoz-Repiso, Daniel
Fig. 20. Resultado final a los 5 meses. Buen balance articular y fractura consolidada en posición anatómica.
Inmovilización con férula braquial en extensión las primeras 48 horas y más tarde
a 90º durante 3 semanas. A continuación comenzó una fisioterapia suave inicial-
mente, y usando un “brace articulado”, incrementándose semana a semana una vez
observado una consolidación adecuada de la fractura.
A los 5 meses: F/E (-5º/145º). P/S completa, fuerza 5/5 y sin alteraciones neuro-
vasculares. Grado de satisfacción personal: muy elevado.
126
Papel de la artroscopia en tratamiento de las fracturas del área del codo
Fig. 21.
127
Bernáldez Domínguez, Pedro - Cansino Muñoz-Repiso, Daniel
Fig. 22.
dial head fractures with 2 to 3 fragments will De momento la casuística no es muy gran-
continue to require open reduction internal de pero visto los buenos resultados pensa-
fixation.”) y las de coronoides (“Coronoid mos que puede tener un futuro prometedor.
fractures are potential candidates for arthros-
copic fixation. Based on the deep location of the
coronoid in the elbow and the more extensive
exposure required to visualize the medial ulna
through an open approach, an arthroscopic te-
chnique has a certain appeal to it“.
Pero quizás el artículo más completo so-
bre el manejo artroscópica de las fracturas
del codo, y con más iconografía, es el pu-
blicado en la revista “Hand Clinic”(2004)
por los Drs. Holt, Savoie y Ramsey de
Minnesota (USA) (Fig.22). (6)
Holt M.S, Savoie F.H, Field L.D, Ramsey
J.R. Arthroscopic management of elbow trau-
ma. Hand Clinic 2004; 485-495.
En el mismo hacen un recorrido mos-
trando su experiencia en el tratamiento Fig. 23. (A) Some
de las fracturas del codo donde utilizan la supracondylar humerus
visión directa artroscópica como caodyu- fractures are amenable
to arthroscopic assisted
vante de la cirugía (Fig. 23). fixation. (B) Arthroscopy
En este capítulo aportamos nuestra mo- demonstrates the
desta experiencia en el tratamiento de este fracture, which is
débrided. (C,D) The
tipo de fracturas que creemos se benefician fracture is reduced and
de la asistencia de la cirugía artroscópica. (E) stabilized.
128
Papel de la artroscopia en tratamiento de las fracturas del área del codo
Fig. 24.
129
Bernáldez Domínguez, Pedro - Cansino Muñoz-Repiso, Daniel
130
Luxaciones y triada terrible de Hotchkiss
Capítulo 11
131
Cecilia López, David
132
Luxaciones y triada terrible de Hotchkiss
las estructuras lesionadas tanto óseas como fragmentos mayores o si se desea reparar
capsuloligamentosas. el complejo ligamentoso medial. Alterna-
El primer aspecto fundamental es tener tivamente puede hacerse un abordaje me-
una adecuada documentación radiológica dio posterior que deslizándose a lateral o
de cómo es la fractura, siendo recomenda- medial también permite acceder a todas
ble además de las radiografías convencio- las estructuras lesionadas.
nales realizar una TAC para “comprender”
mejor como son las lesiones (Fig. 1). 3.2. Cabeza radial
A continuación mostramos de forma La función estabilizadora de la cabeza ra-
secuencial como es el planteamiento en la dial está bien documentada,por lo que se debe
práctica de una lesión de este tipo. preservar, ya sea mediante osteosíntesis con
reducción y fijación interna (RAFI), o me-
3.1. Abordaje quirúrgico diante sustitución protésica. Lo primero
Nosotros preferimos un abordaje lateral que hay que valorar es si la cabeza radial
entre los extensores radiales del carpo y el es reconstruible (sintetizable) o no (pros-
extensor común de los dedos que nos per- tetizable). En ningún caso valoraremos la
mite ver con claridad como es la fractura posibilidad de la resección como método de
de la cabeza radial, acceder a fracturas de tratamiento pues en las fracturas de cabeza
la punta de la coronoides y reparar el com- radial en el contexto de inestabilidad liga-
plejo del ligamento lateral externo (Fig. 2). mentosa, como son las triadas, la función de
En caso de ser necesario puede realizar- la cabeza radial debe mantenerse para una
se un abordaje adicional medial, útil para adecuada funcionalidad. Siempre es prefe-
tratar fracturas de coronoides que tengan rible la propia cabeza radial de uno mismo
frente a una prótesis, pero debe huirse de las
osteosíntesis con demasiado material, o en
133
Cecilia López, David
134
Luxaciones y triada terrible de Hotchkiss
135
Cecilia López, David
136
Luxaciones y triada terrible de Hotchkiss
Figs. 8A y 8B. El fijador externo nos permite mover dentro de un arco de flexoextensión seguro.
137
Cecilia López, David
5. BIBLIOGRAFÍA
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Figs. 9A y 9B. Reparación integral de todas 6. Forthman C, Henket M, Ring DC. Elbow
las estructuras lesionadas. Este caso se han dislocation with intra-articular fracture:
tratado con sustitución de la cabeza radial, the results of operative treatment without
osteosíntesis de la fractura de coronoides
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139
Flores Ruiz, Miguel - Ríos Marín, R. - Tallón López, J. - Vilches Fernández, J.M.
Capítulo 12
Inestabilidades agudas y
crónicas del codo
140
Inestabilidades agudas y crónicas del codo
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Flores Ruiz, Miguel - Ríos Marín, R. - Tallón López, J. - Vilches Fernández, J.M.
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Inestabilidades agudas y crónicas del codo
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Flores Ruiz, Miguel - Ríos Marín, R. - Tallón López, J. - Vilches Fernández, J.M.
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Inestabilidades agudas y crónicas del codo
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Flores Ruiz, Miguel - Ríos Marín, R. - Tallón López, J. - Vilches Fernández, J.M.
146
Inestabilidades agudas y crónicas del codo
en caso de luxaciones, esguinces o micro- lateral del cúbito. Se perforan dos aguje-
traumatismos o yatrógeno. ros en el punto de inserción del LCLU,
La clínica es muy variable apareciendo dejando un puente óseo entre ellos. Se in-
desde luxaciones recidivantes a molestias troduce una sutura a través de los agujeros
inespecíficas, chasquidos, bloqueos o fa- y se localiza el punto isométrico humeral,
llos, se diagnostica mediante la prueba de comprobando que no se modifica con los
aprehensión pivot-shift lateral (Figs. 9 y movimientos de flexoextensión (Fig. 11). Se
10) y RNM ya que la radiología estándar labra un agujero en el punto isométrico,
suele ser normal. otro al mismo nivel y uno más proximal.
El tratamiento quirúrgico consiste en la A continuación se pasa el injerto tendino-
reconstrucción del LCLU mediante plas- so, comenzando por los agujeros cubitales,
tia tendinosa de palmar menor, según la después por el agujero del punto isométri-
técnica de Osborne y Coterill. Se realiza co, el agujero proximal posterior, el distal
un abordaje lateral de unos 10 cm desde posterior y por último se sutura sobre si
el relieve epicondíleo a lo largo del borde mismo (Figs. 12 a 15).
147
Flores Ruiz, Miguel - Ríos Marín, R. - Tallón López, J. - Vilches Fernández, J.M.
148
Inestabilidades agudas y crónicas del codo
Fig. 15. Imagen intraoperatorio de reparación del LCL mediante plastia tendinosa.
Fig. 16. Orificios en coronoides y epitróclea. Fig. 17. Colocación de plastia en forma de 8.
149
Flores Ruiz, Miguel - Ríos Marín, R. - Tallón López, J. - Vilches Fernández, J.M.
5. Conclusiones 6. BIBLIOGRAFÍA
Las luxaciones de codo son lesiones 1. Antuña SA, O´driscoll, SW. Inestabilidad
frecuentes, siendo la mayoría estables en del codo: Etiología, diagnóstico y tratamien-
pronación tras la reducción de la misma. to. Rev Ortop Traumatol 2000; 1: 67-77.
Existe un aumento de inestabilidad en 2. García Portabella M, Pedemonte Jansana
fracturas-luxaciones, sobre todo cuando J, Massons Albareday J, Mir Bulló J. Ines-
afectan a la cabeza radial o a la coronoides. tabilidad compleja aguda de codo: etiopa-
Se debe tener en cuenta la posibilidad de togenia, diagnóstico y estrategia quirúrgi-
inestabilidades crónicas ante la presencia de ca razonada. Rev esp cir ortop traumatol.
un codo doloroso de etiología no filiada. z 2010; 54 (1): 77-85.
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compleja del codo. En: Morreo BF. Trau-
matología del codo. Minessota: Marban
SL, 2004; 421-430.
150
Desaxaciones del codo seculares a traumatismos de la infancia
Capítulo 13
151
Espiga Tugas, Xavier
152
Desaxaciones del codo seculares a traumatismos de la infancia
153
Espiga Tugas, Xavier
154
Desaxaciones del codo seculares a traumatismos de la infancia
155
Espiga Tugas, Xavier
156
157
Algunos momentos del LV Seminario SATO
“Patología traumática del codo y sus secuelas: Nuevas ideas”
20-21 de Noviembre de 2009
158
159
Grupo Andaluz
de Codo y Hombro
(GANCHO)