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Ginergía

Maria Clara Fuentes Tovar


Trabajo de grado
para optar al título Maestra en
Artes Visuales
con énfasis en Expresión Plástica

Facultad de Artes
2018
Φ Agradecimientos
Índice
Φ Introducción

Φ Tradición Mitológica de mi psique

Φ El símbolo y su potencia en las imágenes

Φ De arquetipos, símbolos e imágenes de mi


ginergía.

Φ La pintura en mi proceso de reconocimien-


to y como modalidad de pensamiento

Φ Un proceso de eterna transformación

Φ Firma Asesor

Φ Bibliografía
Agradezco a los que hicieron de este proyecto
realidad, Principalmente a mis papás y mi herma-
na :

Gabriel Fuentes, Eliana Tovar y Paola Fuentes


por ser parte incondicional de mi crecimiento
como artista y persona.

A mi asesor Camilo Calderón.

A mis amigos por estar a mi lado en este proceso:


David, Kata, Ana, Alejo, Felipe y Martín.

Gracias también a los modelos, compañeros y


amigos:
Diana Torres, Ana María, Paola Fuentes, Paola
Rodriguez y Sergio Rodriguez
INTRODUCCIÓN

FUENTES MARIA CLARA, Tierra, Dibujo,


2017. (D. Stolcius von Stolcenberg, Virida-
rium chymcum, Francfort,1624)
Mi obra consiste en un proceso introspectivo reflejado en una serie
de pinturas que intentan responder cómo comprendo ser mujer y la
indagación necesaria para ello es reconocerme mental y físicamen-
te en las imágenes.

Las pinturas realizadas son la manifestación creativa y femenina de


la mujer natural e instintiva. Representaciones tales como la pito-
nisa, una mujer vidente que posee la sabiduría y expone lo oculto; la
adalid, aquella que muestra el camino; el andrógino, la conjunción
de lo femenino y lo masculino, la unión carnal de los opuestos retor-
1
nando a su naturaleza espiritual como la describe Joseph Campbell:
“personificaciones femeninas de la naturaleza cósmica”.

La fuerza de estas imágenes yace en su potencial simbólico: son el


resultado de un reconocimiento mitológico. En este caso la búsque-
da la mujer primigenia, transformadora, protectora, fuerte y pode-
rosa; a su vez pensando constantemente en el mito, como la fuente
de imágenes vívidas y espontáneas.

Es importante resaltar que no pretendo ilustrar ningún mito ni


relato. Por el contrario, aspiro poder comprender y analizar la
naturaleza simbólica de mi femineidad, partiendo de un auto-reco-
nocimiento del principio femenino, el cual supongo es la fuente de
mi actividad creadora. Así, al identificarme con mi ginergía conse-
guiré despertar y reconocer ese aspecto divino de mi inconsciente
en imágenes multivalentes de la naturaleza femenina.

1 JOSEPH CAMPBELL , Diosas (Goddesses. Mysteries of the Feminine Divine),Girona España, Edicio-
nes Atalanta 2013 , Página 29.
Tradición Mitológica de mi psique

FUENTES MARIA CLARA, Fauna, Acua-


rela, 2017. (Tiepolo, Apolo y Dafne,
1744-1745, Oleo sobre lienzo)
Mi inconsciente está poblado por pensamientos e imágenes mitoló-
gicas que han formulado mi vida. Desde pequeña me inquietan los
relatos de personificaciones humanas que poseen alguna fuerza
sobrenatural 2 o son el misterio de la vida y la muerte; particular-
mente mujeres que veía en pinturas, ilustraciones y diversos mitos
e historias.

Las imágenes de mi inconsciente se fueron construyendo conforme


a los arquetipos mitológicos que rodean a la mujer, acorde a cada
información nueva que recibía. Aprendí nuevos símbolos y repre-
sentaciones femeninas como deidades, guerreras y sacerdotisas;
dueñas de fuerza y sabiduría extraordinarias.

Construí una empatía con esas imagenes de mujeres poderosas y


monumentales, veía en ellas una enseñanza, un significado oculto,
una respuesta sobre el origen del ser humano o sobre el inicio y el
fin. Por ejemplo, la diosa Diana en la mitología romana, que era la
protectora de la naturaleza y la luna. De ella me interesan las trans-
formaciones durante los ciclos lunares; en la fase menguante era
Hécate y luego en la luna llena cambia a Proserpina. Pero no era la
única triada, también a Egeida una ninfa acuática y a Virbio, el dios
de los bosques. Quiero entenderme también como una mujer que se
transforma durante sus ciclo.

Pero no es suficiente solo identificarse con una imagen, tampoco


dar por sentado que es la única forma de percibirse. Por lo tanto,
este trabajo es la muestra de un proceso de autoreconocimiento
como mujer creadora y empoderada que da forma a ese ser interior
que en un principio no lograba encontrar pero se ha manifestado en
las pinturas.

2 <<Los mitos hacen parte de la comprensión intuitiva de las representaciones de la vida,


pero es importante tener conciencia de los relatos mitológicos y después transformarlos>>.
JUNG C. G., Los arquetipos y lo inconsciente colectivo, Barcelona, Paidós, 2003 , Capítulo 1.
En el proceso me confronté con las siguientes preguntas: ¿puedo
ser más mujer?, ¿la construcción simbólica de la mujer es psíqui-
ca?, ¿el principio femenino se transforma en imágenes?, ¿en
cuáles? y ¿qué representaciones de la mujer primigenia habitan en
mi psique? Puede que algunas de estas preguntas no tengan res-
puesta aún, pero varias de ellas se resolverán en el texto y otras en
las pinturas.

Inicié afirmando “Soy mujer y hago parte de un inconsciente colec-


tivo al que yo llamo principio femenino”. Entendí esto por Carl
Gustav Jung, quien planteó que el inconsciente tiene dos niveles: el
personal y el colectivo. El primero es el inicio de la psique humana:
allí está la experiencia diaria: mantiene una naturaleza individual y
cumple una función, la comunicación. El segundo es el inconsciente
colectivo, lo más profundo de la psique del ser humano. Ahí se
encuentran los símbolos, aspectos del inconsciente que no se
pueden definir, son manifestaciones instintivas, innatas y hereda-
das, ideas que sobrepasan el alcance de la razón pero se puede inter-
pretar por medio de imágenes simbólicas, ya que ambas pertenecen
al mismo universo místico.3

Mi inconsciente colectivo es un lugar místico e infinito. Lo imagino


como un bosque, habitado por personificaciones de la ginergía, que
significa la máxima expresión de la fuerza natural cíclica creadora
de lo divino femenino.

3 JUNG CARL GUSTAV, El hombre y sus símbolos ,Buenos Aires, Editorial Paidos, 1995 , Capítulo 3 “El
proceso de individuación” Página 160-163.
Los relatos históricos y leyendas que he leído tienen en común el
reconocimiento entre el ser humano y lo inexplicable. Por eso la
tradición mitológica es importante: resalta el pensamiento general
de la humanidad y de su inconsciente colectivo, desaparece el indi-
viduo y queda su naturaleza4. Mi proceso introspectivo, junto con
el aprendizaje e indagación en los mitos, me ha llevado a reconocer
las manifestaciones simbólicas fantásticas en la unión con mi primi-
genia femenina, es decir dejó a un lado al individuo y busco mi natu-
raleza retomando símbolos y a su vez transformándolos.

4 <<El mito está compuesto por arquetipos simbólicos que comprenden un aspecto inconsciente
del ser humano. El símbolo se muestra por medio de imágenes que a su vez formulan la vida;
no se puede esperar definirlas ni explicarlas completamente ya que son producto del incons-
ciente. En términos de Jung usamos símbolos para representar conceptos que no podemos
definir o comprender basándonos en los enunciados del proceso mitológico interior>>. JUNG
CARL GUSTAV, El hombre y sus símbolos, Buenos Aires, Editorial Paidos, 1995, Capítulo 3 “ El
proceso de individuación”, página 202.
El símbolo y su potencia en las
imágenes

FUENTES MARIA CLARA, Arbol Filosófico, Dibujo, 2017.


(J.D. Mylius, Anatomia auri, Francfort, 1628)
El vínculo entre mi inconsciente y la
conciencia es la creación de imágenes
simbólicas. Es el resultado de un viaje
interior buscando mi ginergía, la
energía femenina primigenia, es decir
la naturaleza creadora que surge a
partir de los ciclos de la mujer. Esta
fuerza le atribuye un lenguaje simbó-
lico, son ideas que van más allá del
alcance de la razón, se encuentran
abiertas a la interpretación y tienen
una esencia universal 5.

Miles de años atrás en el paleolítico se Venus de Laussel (relieve en piedra


representaba a la mujer como poten- caliza, periíodo auriñaciense, sudeste
de Francia, ca 25.000 a.C.)
cia de vida, la fertilidad en su máxima
expresión, con la abundancia, las
plantas, protegía el hogar y la tierra.
Protagonizaba el vínculo entre el
hombre y la naturaleza, ya que era la
encargada de la transformación del
hombre niño al adulto, por esta razón
las mujeres eran las encargadas de los
ritos. En otras ocasiones era el lugar
físico la representación de lo femeni-
no, la cueva era el retorno al útero de
la madre 6. El imaginario de la mujer
en este periodo me interesa bastante,
ya que representa la creación, la
Fuentes Maria Clara, Venus de Lespugue,
transformación y el equilibrio. Acuarela, 2018 (Venus de Lespugue, marfil
tallado, sudeste de Francia, ca. 25.000 a.C.)

5 JUNG CARL GUSTAV, El hombre y sus símbolos ,Buenos Aires, Editorial Paidos, 1995 , Capítulo 3 “El
proceso de individuación” Página 165.
6 JOSEPH CAMPBELL , Diosas (Goddesses. Mysteries of the Feminine Divine),Girona España, Ediciones
Atalanta 2013 , Página 41- 45.
La figura femenina esculpida que me parece interesante es la Venus
de Lespugue, voluptuosa, de caderas anchas relacionado con la
zona en la que se da la creación de vida, es allí donde está el poder
natural de la mujer, como transformador de vida. Otra venus es la
de Laussel, es un bajorrelieve de los pirineos, lo interesante y sim-
bólico de esta imagen es su mano derecha levantada, sostiene un
cuerno con trece muescas verticales, es el número de noches entre
la luna creciente y la luna llena. La otra mano está en el vientre. Al
ver la imágen completa se puede inferir que hay una unión entre los
ciclos menstruales y los lunares7. Así como la ginergía, la creación y
la fuerza interior femenina parte de la conciencia de los ciclos luna-
res.

En mi proceso de creación los símbolos se convierten en manifesta-


ciones míticas de la mujer poderosa, misteriosa, creadora, que com-
prende su masculinidad y unifica el misterio de la vida con la
muerte. Mis pinturas reflejan la búsqueda de mi autoconocimiento,
dejan al descubierto manifestaciones de una naturaleza primaria
que pertenece también al inconsciente colectivo, me parece muy im-
portante resaltar la cueva, para mi simboliza es la entrada y salida
de la metamorfosis del cuerpo junto con el alma como un proceso
introspectivo.

Ahora bien, las figuras que he nombrado me parecen ejemplos pode-


rosos, pero hemos recurrido a un análisis racional e intelectual. En
el caso del presente texto quisiera exponer mis interpretaciones
simbólicas para lo que no comprendo del todo como por ejemplo la
ginergía, por esto es necesario explorar internamente la psique y
transformar el misticismo en realidad.

7 JOSEPH CAMPBELL , Diosas (Goddesses. Mysteries of the Feminine Divine),Girona España, Ediciones
Atalanta 2013 , Página 47 - 51.
FUENTES MARIA CLARA, Estudio para “Adalid”, Acuarela, 2018.
De arquetipos, símbolos e imágenes
de mi ginergía.

FUENTES MARIA CLARA, Perpetuum


mobile, Grabado, 2017.
Me conmueve la imagen del bosque
como el vínculo entre la fertilidad de
la mujer y la abundancia de la tierra.
En algunos relatos mitológicos grie-
gos se identifica en él un espacio
sagrado que es usado para rituales
liderados por mujeres. Otro espacio
importante es la cueva, como fuente
de poder regenerador del cuerpo y
del alma. Para mí simboliza el
cambio de un lugar abundante, el
bosque, a una dimensión interna. Es
decir el núcleo de la tierra cálido y
acogedor, semejante al útero.

Del bosque surge la primera manifes-


tación femenina, La Adalid: una
mujer con cornamenta, el principio
de la creación del conocimiento, la
guia de la entrada al bosque. Sus
cuernos forman una luna creciente o Johann Valentin Andreae, Die Alchimys-
el principio generador de vida 8, ella che Hochzeit von Crhiristian
Rosenkreuz(1616), Ed. J. van Rijken-
es el inicio del ciclo de autoconoci- borgh, 1967.
miento, crecimiento y metamorfosis.
Para mí es una figura misteriosa que
muestra el camino a seguir por
medio de la intuición. Es la primera
luz después de la oscuridad, por lo
tanto es la iniciación del proceso de
introspección de mi ginergía.

8 BARING ANNE, CASHFORD JULES, El mito de la diosa, Madrid, Ediciones Siruela, 2005, Capítulo
2, página 94.
La segunda personificación es la señora de las bestias, La Media-
dora. Se encuentra en la entrada del núcleo maternal o la cueva, su
postura muestra poder, soberanía y control de sus instintos. En la
mano izquierda sostiene un cráneo que se encuentra en un pilar de
rocas rojas, es la encargada de la transformación de la ginergía. Ella
simboliza la unión con la fuerza primigenia femenina. Encuentro en
su imagen un cuerpo que, como el mio, es fértil, dotado de poder y
autocontrol sobre los impulsos. La fertilidad entendida como la
fuerza natural que se encuentra tanto en el exterior y en el interior.
La luz que la envuelve enfatiza su vientre, al igual que en la Venus
de Lespugue se resaltaban los pechos y la cadera.

Aurora consurgens, Manuscrito, finales del s. XIV


Ahora bien, El Hermafrodita es la unión
carnal de los opuestos retornando a su
naturaleza espiritual, es el caminante, se
encuentra en una permanente transfor-
mación física e interna. En la parte de
atrás se ve un árbol, es el eje de mi psique,
también lo percibo como el centro pilar de
la unión del cosmos y la tierra, en otros
términos se puede interpretar como el
puente entre la conciencia y el inconscien-
te. En el proceso reflexivo, comprendí que
mi principio masculino es mi compañero
interior o el Ánimus, como lo describe
Jung, y al reconocerlo me proporciona Aurora consurgens, Manuscrito,
finales del s. XIV
cualidades masculinas de iniciativa, objeti-
vidad y sabiduría espiritual 9. A diferencia
de La Mediadora, el hermafrodita se encuen-
tra en una permanente transformación
simbólica.

Por último adentrándose en la cueva, está


la encarnación del equilibrio. Una sola
unidad desplegada en dos imágenes, pero
con una tensión interna en su regazo, el
cráneo.na de ellas lo sostiene boca arriba y
la otra boca abajo, es el potencial simbólico
de los dos misterios, la vida y la muerte, es
decir las dos cara de una misma moneda.
En ellas resalta su ceguera cuyo resultado
es la consciencia de la ginergía y la trans- Jusepe de Ribera, La mujer barbu-
da, Oleo sobre lienzo, 1631.

9 JUNG CARL GUSTAV, El hombre y sus símbolos, Cap 3 “ El proceso de individuación”, página 202 .
primera edición 1995.
formación del cíclico de la vida. Es la oscuridad de lo invisible y lo
impalpable, la fuente de vida y el potencial de la conciencia pura, la
totalidad del ciclo. Hécate era la diosa de la luna nueva, representa
la muerte y simbolizaba la fase menguante era patrona de la adivi-
nación, los sueños y la magia. encarnaba la fuerza que viene del
interior y genera las visiones, y como reina de los muertos tenía la
antorcha de la regeneración y el renacimiento.

Jusepe de Ribera, María Egipciaca, Oleo sobre lienzo, 1641.


La pintura en mi proceso de
reconocimiento y como modalidad
de pensamiento.

FUENTES MARIA CLARA, Génesis, Acuarela, 2018.


(Robert Fludd, Utriusque Cosmi, tomo 1, Oppen-
heim, 1617)
Recuerdo un ejercicio de mis clases de pintura, consistía en apro-
piarse de una pintura de un artista y hacer un autorretrato con la
misma condición de luz. Desarrollé el ejercicio a partir de la obra
Mujer en la cama de Rembrandt10. Durante el proceso de la pintura pen-
saba que no me identificaba con la obra, pero me ayudó a desentra-
ñar y analizar lo que sentía con mi propia imagen: ahí fue cuando
supe que no tenía idea de quién era como mujer.

Rembrandt, Mujer en la cama, Oleo sobre lienzo, Fuentes Maria Clara, Autorretrato, Oleo sobre
1645. lienzo, 2016.

10 Rembrandt Harmenszoon van Rijn, Mujer en la cama, Oleo sobre lienzo, 1645.
Más adelante en el semestre,
para la entrega final. me pro-
puse crear un autorretrato im-
ponente, que mostrará una
mujer empoderada. Al termi-
nar la pintura me di cuenta que
era un acercamiento, pero
también estaba reuniendo
arquetipos simbólicos que
atendían mi gusto por las
representaciones clásicas, la
tela cubriendo el cuerpo, el
torso y el busto de Diana. No
mostraba mi esencia femenina
sino que inspiraba frialdad, im-
posición y dureza.

En relación con la pintura


anterior, decidí continuar
desarrollando autorretratos
que me mostraran como una Fuentes Maria Clara, Autorretrato, Oleo sobre
mujer dominante, que con su lienzo, 2016.
mirada juzga a quien la ve. Era
verme como la Femme Fatale,
insaciable, voraz por el deseo.
Esta pintura representa la per-
sonificación ideal que tenía en
ese entonces, una mujer sin
miedos, siendo su propia heroí-
na, nadie la controla ya que ella
es la que imparte ese poder.

Artemisia Gentileschi, Detalle El orgullo de Judith,


Oleo sobre lienzo, 1614.
Fuentes Maria Clara, Detalle Copula, Oleo sobre lienzo, 2017.
Durante mi educación artísti-
ca, me interesó la obra de Arte-
misia Gentileschi. Primero me
cautivó su historia de vida al
ser una mujer pintora en un
tiempo en el que la academia
solo aceptaba hombres. Segun-
do, en sus pinturas se retrata
como la protagonista de ejecu-
ciones y de sucesos tormento-
sos que le sucedían. Por último
y no menos importante, su téc-
nica, el manejo del claroscuro
junto con una paleta de tierras.
Este gusto se ve reflejado en
las obras que nombre anterior-
mente, el manejo de la luz o la
postura de la mujer. pero al
verlas de nuevo no siento una
empatía total con las imágenes
ya que son parte de arquetipos John William Waterhouse, Circe ofrece copa a
ya formulados. Ulises, Oleo sobre lienzo, 1891.
Un proceso de eterna
transformación

Fuentes Maria Clara, Schekina, Acuarela, 2017.


Al continuar con las pinturas entendí que no tengo que reiterar el
gusto, consiste en reconocer que en mí existen manifestaciones sim-
bólicas complejas que por medio de la pintura se pueden revelar.

Abordar los símbolos del útero y la cueva me permitió comprender


la fertilidad desde otra perspectiva. Después del proceso pictórico,
entiendo el útero no como el lugar donde voy a generar la vida de un
ser humano, porque no será así, sino como un espacio de generación
de saber y creación. En esta medida, la fertilidad se convirtió en el
vínculo que hay entre la energía de mi ciclo, el subconsciente y mi
fuente de inspiración creadora.

Los animales en la mitología se les relaciona con las facetas de las


diosas y de las mujeres, son acompañantes o son los que proporcio-
nan el conocimiento, representan el nivel instintivo de nuestro ser.
Por esto quise que dos de las imágenes fueran mujeres con partes
animales, manifestando la iniciación y la fertilidad del conocimien-
to. Replantearme estas relaciones a través del lenguaje pictórico me
permitió conocerme mejor a mí misma, aceptar mi forma de ser y,
en consecuencia, devino en una paz espiritual que no había experi-
mentado nunca antes y que, aunque sé que no es eterna, marca un
precedente para procesos venideros.
Deleuze planteó que la imagen y el concepto interactúan cíclicamen-
te ya que se refieren uno a la otra, tienen la facultad de hacer visible
y real el pensamiento, su estructura y los símbolos que lo compo-
nen. Lo más interesante es que las diferentes manifestaciones de
las imágenes resuenan en el pensamiento individual y colectivo,
pero cada uno con sus propios medios11. Al ser este un proceso cícli-
co, las imágenes que han surgido están en un constante proceso de
transformación simbólica, tanto en mi pensamiento como en el que
las va a observar, y se irán alimentando de mi proceso de vida. En
este momento estoy en una etapa de introspección, es decir de reno-
vación con mi fuerza femenina; más adelante en mi vida pasaré por
la elección, la fertilidad y el climaterio.

Por último, las imágenes mutarán a su debido tiempo y se manifes-


tarán nuevas versiones, todo esto germinará siempre y cuando el
puente entre el inconsciente colectivo y la creación esté presente.
En palabras de Jung, las imágenes son la manifestación de obras a
partir de la experiencia individual y colectiva de lo inexplicable,
ideas que solo pueden ser asimiladas por medio de los sentidos y no
por medio de la razón12.

11 GILLES DELEUZE, ¿Qué es la filosofía?, España, Editorial Anagrama, 1999, Capítulo 7, Percepto,
Afecto y Concepto.
12
, JUNG CARL GUSTAV, El hombre y sus símbolos, Cap 3 “ El proceso de individuación”, página 202 .
primera edición 1995.
Asesor:

Camilo Antonio Calderón Sanchez

FUENTES MARIA CLARA, Transmutación del


alma, Acuarela, 2017. (D.A. Freher, Works of
J.Behemen Law-edition, 1794)
Fuentes Maria Clara, Detalle Mediadora, Oleo sobre lienzo, 2018.
Fuentes Maria Clara, Detalle Oraculo, Oleo sobre lienzo, 2018.
Fuentes Maria Clara, Detalle Adalid, Oleo sobre lienzo, 2018.
Fuentes Maria Clara, Gine, Oleo sobre lienzo, 2018.
Fuentes Maria Clara, Detalle Hermafrodita, Oleo sobre lienzo, 2018.
Bibliografía
CAMPBELL JOSEPH ,2013, Diosas (Goddesses. Mysteries of the Feminine Divine),Girona
España, Ediciones Atalanta.

JUNG C. G.,2003, Los arquetipos y lo inconsciente colectivo, Barcelona, Paidós.

JUNG CARL GUSTAV, 1995, El hombre y sus símbolos ,Buenos Aires, Editorial Paidós.

BARING ANNE y CASHFORD JULES, 2005, El mito de la diosa, Madrid, Ediciones


Siruela.

GILLES DELEUZE, 1999, ¿Qué es la filosofía?, España, Editorial Anagrama.


Fuentes Maria Clara, Detalle Oraculo, Oleo sobre lienzo, 2018.

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