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Pararrayos

4. PARARRAYOS

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PARARRAYOS

ÍNDICE

1. INTRODUCCIÓN

2. VALORES CARACTERÍSTICOS

3. PARARRAYOS DE SiC CON EXPLOSORES

3.1. DESCRIPCIÓN
3.1.1. DESCRIPCIÓN GENERAL
3.1.2. EXPLOSORES
3.1.3. RESISTENCIAS NO LINEALES
3.1.4. ENVOLVENTE CERÁMICA
3.1.5. DISPOSITIVO DE DESCONEXIÓN DE TIERRA
3.1.6. DISPOSITIVO DE EVACUACIÓN DE PRESIÓN

3.2. PRINCIPIO DE FUNCIONAMIENTO

3.3. PARARRAYOS DE SiC CON EXPLOSORES ACTIVOS

4. PARARRAYOS DE ÓXIDOS METÁLICOS

4.1. DESCRIPCIÓN
4.1.1. ENVOLVENTE EXTERIOR Y DESCARGADOR DE PRESIÓN
4.1.2. CONTADOR DE DESCARGAS

4.2. PRINCIPIO DE FUNCIONAMIENTO

4.3. ESTABILIDAD TÉRMICA


4.3.1. CAPACIDAD PARA SOPORTAR SOBRETENSIONES TEMPORALES

4.4. ENVEJECIMIENTO DE LOS DISCOS DE ZnO

5. VENTAJAS DE LOS PARARRAYOS DE ZnO SOBRE LOS DE SiC

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6. SELECCIÓN DE UN PARARRAYOS DE ZnO

6.1. FACTORES QUE INFLUYEN EN LA ELECCIÓN DE UN PARARRAYOS

6.2. CÁLCULO DE LOS PARÁMETROS ELÉCTRICOS

6.3. EFECTO DE LA DISTANCIA ENTRE EL PARARRAYOS Y EL EQUIPO A


PROTEGER

6.4. EFECTO DE LA LONGITUD DEL CONDUCTOR DE CONEXIÓN DEL


PARARRAYOS

7. APLICACIONES DE LOS PARARRAYOS

7.1. CONEXIÓN DE LOS PARARRAYOS

8. EL EFECTO DE LA CONTAMINACIÓN

8.1. DESCRIPCIÓN DEL FENÓMENO


8.1.1. MANTENIMIENTO

9. ENSAYOS DE LOS PARARRAYOS DE ZnO

9.1. INTRODUCCION

9.2. ENSAYOS DE TENSIÓN RESIDUAL

9.3. ENSAYOS DE OPERACIÓN

9.4. ENSAYO DE ESTABILIDAD DE LARGA DURACIÓN

9.5. ENSAYOS DE POLUCIÓN

9.6. ENSAYOS DE ALIVIO DE PRESIÓN

9.7. ENSAYO DE TENSIÓN DE AISLAMIENTO

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PARARRAYOS

1. INTRODUCCIÓN

Se denominan en general pararrayos a los dispositivos destinados a absorber y limitar las sobre-
tensiones transitorias de fuerte amplitud (ver figura 1), que, en otro caso, se descargarían sobre
los aisladores o perforarían el aislamiento, ocasionando interrupciones en el sistema eléctrico y,
en muchas ocasiones, desperfectos en los generadores, transformadores, cables, baterías de con-
densadores, etc…

Fig.1

Las sobretensiones que se producen en las líneas se pueden dividir en tres grupos:

− Sobretensiones a frecuencia industrial: sobretensiones temporales producidas por: defec-


tos de aislamiento entre una fase y masa (daño en un cable subterráneo, puesta a tierra de un
conductor aéreo por una rama), ferrorresonancia (transformadores de tensión capacitivos),
efecto Ferranti (línea larga alimentada por un extremo y sin carga en el otro).

Fig. 2

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− Sobretensiones de maniobra: sobretensiones transitorias de frente lento producidas por la


apertura o cierre en carga normal, establecimiento o interrupción brusca de pequeñas co-
rrientes inductivas, maniobras en circuitos capacitivos (batería de condensadores y líneas en
vacío).

Fig. 3

- Sobretensiones atmosféricas: sobretensiones transitorias de frente rápido producidas por la


caída directa de un rayo sobre una línea, la caída indirecta de un rayo (en las proximidades de
una línea, en una torre metálica o en el hilo de guarda).

Fig. 4

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El carácter variado y aleatorio de las sobretensiones las hace difíciles de caracterizar, y solamente
es posible hacer una aproximación estadística en lo que concierne a su duración, sus amplitudes,
y sus efectos. La tabla 1 presenta las principales características de las sobretensiones. Y la figura
5 representa los impulsos normalizados por la norma CEI 71 de coordinación de aislamiento,
definidos para los distintos tipos de sobretensiones.

Tipo de sobre- Coeficiente de Pendiente del Amortiguamien-


Duración
tensión sobretensión frente frecuencia to

a frecuencia indus-
frecuencia indus-
trial (defecto de ais- ≤ 3 larga > 1 s débil
trial
lamiento)

de maniobra (inte- media


2a4 corta, 1 ms medio
rrupción de circuito) 1 a 200 kHz

atmosférica (caída muy corta muy elevada


>4 fuerte
directa del rayo)
1 a 10 µs 1000 kV/µs
Tabla 1

Fig. 5

Conforme aumenta el nivel de tensión de la red, las sobretensiones de maniobra tienen mayor
importancia que las de origen atmosférico. Para redes de más de 300 kV solamente se tienen en
cuenta las sobretensiones de maniobra.

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Pararrayos

Para asegurar el correcto funcionamiento de los pararrayos, éstos se conectan de forma perma-
nente entre la línea y tierra, y han de elegirse con unas características tales que: sean capaces de
actuar antes de que el valor de la sobretensión alcance los valores de la tensión de aislamiento de
los elementos a proteger (es el principio de la coordinación de aislamiento), pero nunca actúen
para los valores de tensión en condiciones de explotación.

A estos dispositivos se los denomina pararrayos porque, en un principio, su única misión era la
de limitar las sobretensiones de origen atmosférico. Posteriormente se ampliaron sus funciones,
utilizándose para limitar las sobretensiones de origen interno, por lo que parece más adecuada la
denominación de “descargadores de sobretensión”, aunque se mantiene, por costumbre y con-
venio, la denominación de pararrayos.

Los pararrayos han sufrido una evolución importante, pasando de los pararrayos de cuernos, en
los que la descarga de sobretensión se realizaba sobre dos cuernos metálicos (explosores) sepa-
rados simplemente por aire, a los actuales pararrayos o autoválvulas, cuyo principio de funcio-
namiento se basa en la descarga de la sobretensión sobre unas resistencias variables con el valor
de la tensión, tradicionalmente conocidas como “varistores”.

Hoy en día existen dos tipos de pararrayos con resistencias variables: los pararrayos de carburo
de silicio y explosores, y los pararrayos de óxidos metálicos (ZnO). Los primeros son los más
antiguos, no se fabrican en la actualidad y su existencia es muy escasa en nuestro país. Los se-
gundos son los únicos comercializados por los fabricantes de pararrayos en todos los niveles de
tensión y la única tecnología que se usa actualmente.

Por este motivo, se desarrollarán más extensamente los pararrayos de óxidos metálicos (ZnO)
que los pararrayos de SiC con explosores. Sin embargo, la existencia de los pararrayos de SiC en
muchos países hace necesaria una comparación entre ambos tipos de pararrayos.

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2. VALORES CARACTERÍSTICOS

El objetivo de este apartado es el de definir las características más representativas de los pararra-
yos y los parámetros relacionados con los mismos. Estos conceptos vienen definidos en las dife-
rentes normas relacionadas con los pararrayos: CEI 99 y CEI 71.

1) Tensión asignada del pararrayos (Ur)

La tensión asignada de un pararrayos es el valor específico máximo de la tensión eficaz a fre-


cuencia industrial admisible entre sus bornes para la cual está previsto que el pararrayos fun-
cione correctamente, bajo condiciones de sobretensión temporal. Esta tensión puede ser
aplicada de manera continua al pararrayos sin modificar sus características de funcionamien-
to.

Los valores normalizados de las tensiones asignadas, expresados en kV, son los mostrados en
la tabla 2.

0,175 6 18 36 75 126 210 390

0,280 7,5 21 39 84 138 245 420

0,5 9 24 42 96 150 252

0,66 10,5 27 51 102 174 300

3 12 30 54 108 186 330

4,5 15 33 60 120 198 360


Tabla 2

2) Tensión de servicio continuo COV (Uc)

Es el valor máximo de la tensión eficaz a frecuencia industrial que puede aplicarse permanen-
temente entre los bornes del pararrayos. La corriente que circula por el pararrayos a esta ten-
sión es predominantemente capacitiva, y tiene una amplitud de aproximadamente 1mA.

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3) Frecuencia asignada

Es la frecuencia de la red para la cual está previsto el pararrayos. Las condiciones de servicio
normales admiten frecuencias de alimentación en corriente alterna comprendidas entre 48
Hz y 62 Hz.

4) Corriente de descarga

Es la onda de corriente evacuada por el pararrayos después de un cebado. La corriente nominal


de descarga de un pararrayos es el valor de cresta de la corriente de descarga de forma de onda
8/20 µs que se utiliza para designar un pararrayos.

Los valores normalizados de la corriente de descarga nominales son 20 kA, 10 kA, 5 kA, 2,5
kA y 1,5 kA.

La corriente subsiguiente de un pararrayos es la corriente aportada por la red que fluye por el pa-
rarrayos después del paso de la corriente de descarga.

5) Tensión residual

Es el valor de la tensión de pico que aparece entre los bornes del pararrayos durante el paso
de la corriente de descarga.

6) Tensión de cebado a frecuencia industrial

Este valor es propio de los pararrayos de SiC, y es el valor eficaz de la mínima tensión a fre-
cuencia industrial que, aplicada entre bornes del pararrayos, provoca el cebado de todos los
explosores en serie.

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7) Tensión de cebado a impulsos

Es el valor de cresta de la máxima tensión que se alcanza antes del paso de la corriente de
descarga cuando un impulso, de forma y polaridad determinada se aplica entre los bornes del
pararrayos.

8) Coeficiente de puesta a tierra

Durante un defecto a tierra que afecte a uno o varios conductores en un sistema trifásico, el
coeficiente, o factor, de puesta a tierra es la relación expresada en tanto por ciento entre el
valor eficaz de la tensión más elevada existente entre un conductor de fase sana y tierra , (en
el punto de instalación del pararrayos) y el valor eficaz de la tensión entre dos conductores de
fase en ausencia de defecto. Esta relación es siempre menor que la unidad.

Una red con el neutro efectivamente puesto a tierra se caracteriza por tener un coeficiente de
puesta a tierra que no sobrepasa el 80 %, y una red que no tiene el neutro efectivamente a tie-
rra se caracteriza porque este coeficiente es superior al 80 %.

9) Coeficiente de defecto a tierra

Es lo mismo que el coeficiente de puesta a tierra de la red, pero referido a la tensión eficaz
entre fase y tierra en ausencia de defecto a tierra. El coeficiente de defecto a tierra es igual al
coeficiente de puesta a tierra multiplicado por 3 , y tiene un valor mayor que la unidad.

Cuando el sistema tiene el neutro efectivamente puesto a tierra, este valor es ≤ 1, 4 , y si el sis-
tema tiene el neutro aislado o no efectivamente a tierra, este valor es ≅ 1,73.

10) Nivel de protección

Es el valor de cresta más elevado de la tensión soportada a los impulsos normalizados (a fre-
cuencia industrial, tipo maniobra y tipo rayo) que el pararrayos puede soportar.

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11) Margen de protección

Es la relación entre el nivel de aislamiento del equipo a proteger y el nivel de protección del
pararrayos, expresada en tanto por ciento.

12) Sobretensión temporal (TOV)

Es la tensión oscilatoria entre fase y tierra o entre fases en un lugar determinado de la red, de
duración relativamente larga, y que no está amortiguada o que sólo lo está débilmente.

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3. PARARRAYOS DE SiC CON EXPLOSORES

Solamente se hará una breve descripción de este tipo de pararrayos, debido a que, como ya se
mencionó, han sido sustituidos en la mayoría de las instalaciones en nuestro país. En las subes-
taciones de 400 kV su presencia es nula y en los niveles de 220 y 132 kV es muy escasa y en los
demás niveles de tensión su sustitución por los pararrayos de óxidos metálicos (ZnO) ha sido
total. En las nuevas instalaciones solamente se utilizan los pararrayos de óxidos metálicos.

3.1. DESCRIPCIÓN

3.1.1. DESCRIPCIÓN GENERAL

Los pararrayos de SiC están constituidos básicamente por explosores en serie con resistencias de
característica no lineal de carburo de silicio. Los pararrayos se encuentran conectados entre las
fases (en sus bornes activos correspondientes) y las masas metálicas de los aparatos a proteger,
de modo que la tensión entre fase y tierra está aplicada permanentemente en los extremos de la
serie de explosores.

Fig. 6

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Pararrayos

En líneas generales, constan de una envolvente cerámica, en cuyo interior están los explosores
metálicos conectados en serie con las resistencias de carburo de silicio, comprimidos por un
muelle. El conjunto se cierra con un sistema especial de sellado que garantiza la estanqueidad del
pararrayos, ya que está relleno de nitrógeno seco.

En la figura 7 se muestra la constitución física de tres pararrayos de SiC para diferentes niveles
de tensión. Los elementos que constituyen el pararrayos de SiC se describen con más detalle a
continuación.

Fig. 7. Pararrayos de SiC de 36-550kV

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3.1.2. EXPLOSORES

Los explosores se hallan conectados en serie con el conjunto de resistencias no lineales, y son
los que están unidos directamente a la línea, aislando de la misma el conjunto de resistencias
para tensiones normales de servicio continuo.

La misión de los explosores es doble: por un lado, limitan la sobretensión al nivel para el que
han sido diseñados mediante la tensión de cebado, y, por otro, una vez que se ha extinguido la
corriente subsiguiente, mantienen a las resistencias separadas de la tensión de servicio, impidien-
do que se derive una corriente de fuga que las destruiría rápidamente.

Suelen estar compuestos de acero y latón y separados entre sí por espaciadores aislantes. Otras
tecnologías conectan resistencias, llamadas piloto, en paralelo con los explosores, con lo que
consiguen la repartición uniforme de la tensión en los explosores, asegurando, así, un cebado sin
retardo y preciso del explosor.

Fig. 8

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3.1.3. RESISTENCIAS NO LINEALES

Estas resistencias son la parte más importante del pararrayos. Su misión es la de limitar la co-
rriente de descarga, una vez que los explosores se han cebado a causa de una sobretensión. Esto
es necesario, ya que, de otro modo, esta corriente de paso crecería rápidamente pudiéndose
convertir en un cortocircuito a tierra que provocase la actuación de las protecciones. Además, se
encargan de limitar la corriente subsiguiente, ya que, al volver la tensión a su valor normal de
servicio, la resistencia aumenta.

Las resistencias están construidas de carburo de silicio encamisadas en un aislador cerámico (ce-
ramizado). Se moldean por compresión y, una vez “ceramizadas”, el conjunto sufre un proceso
de cocción para su unión integral. Las superficies extremas son metalizadas para aseguran una
distribución uniforme de la corriente a través de todo el bloque compacto.

Tienen una característica tensión-corriente no lineal, es decir, se comportan como una resisten-
cia de pequeño valor al paso de corrientes de descarga elevadas, limitando así la caída de tensión
en bornes del pararrayos y para corrientes de pequeño valor su resistencia es elevada.

3.1.4. ENVOLVENTE CERÁMICA

Son generalmente de porcelana blanca o marrón de alta resistencia, fabricadas por proceso
húmedo y con una línea de fuga lo suficientemente larga para reducir al límite los efectos de la
contaminación y garantizar que no se produzca contorneo.

3.1.5. DISPOSITIVO DE DESCONEXIÓN DE TIERRA

Este dispositivo tiene como misión la de evitar la inutilización de una línea por fallo de un para-
rrayos, como consecuencia de una serie continuada de descargas, o por una sobretensión larga y
no amortiguada. En caso de producirse alguna de estas circunstancias, podría producirse un
cortocircuito entre fase y tierra, debido a una sobrecarga térmica del pararrayos.

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Pararrayos

Así, cuando se avería el pararrayos por una sobrecarga térmica, la generación de gases y la consi-
guiente sobrepresión, hace funcionar el dispositivo de desconexión que expulsa el cable de pues-
ta a tierra. Se evitan así posibles cortocircuitos, así como el riesgo de explosión del pararrayos, a
la vez que sirve de indicación de avería del equipo. Este sistema se usa en los pararrayos de M.T.
de los sistemas de distribución.

3.1.6. DISPOSITIVO DE EVACUACIÓN DE PRESIÓN

Este dispositivo de evacuación de presión se utiliza en los pararrayos de alta y muy alta tensión.
En las subestaciones y redes de alta tensión las corrientes de descarga suelen ser muy elevadas, y
puede que la energía absorbida por el pararrayos exceda de su capacidad. Cuando ocurre esto, se
produce un fallo total del pararrayos (ver apartado anterior), que origina la perforación o des-
trucción de los discos de SiC, generándose gases y la consiguiente sobrepresión.

Estos gases se escapan por los dispositivos de descarga de presión, colocados en las armaduras
metálicas superior e inferior. La membrana de descarga de presión se abre tan pronto como la
presión en el interior del pararrayos aumenta por encima de un cierto nivel. Los gases calientes
que salen se cambian de dirección en los deflectores de escape y se soplan hacia el contraelec-
trodo. Con ello, el arco se ceba en un punto definido fuera de la envoltura, lo que impide una
posible explosión. El indicador de cebado se expulsa, indicando con ello el fallo del pararrayos.

Los pararrayos pueden llevar un solo dispositivo en la parte superior o inferior, o en ambas par-
tes. Esto dependerá de la dureza de las solicitaciones de la red donde se vayan a instalar los para-
rrayos.

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3.2. PRINCIPIO DE FUNCIONAMIENTO

Cuando aparece una sobretensión transitoria (tipo rayo o tipo maniobra), al alcanzar la tensión
de cebado se ceban los explosores del pararrayos, dejando circular por las resistencias una co-
rriente de descarga. A partir de la tensión de cebado del pararrayos, la tensión desciende rápida-
mente hasta llegar a la tensión residual.

En este momento, la corriente de descarga alcanza su valor máximo. Este valor marca la capaci-
dad de descarga máxima de energía del pararrayos sin que sufra ningún deterioro. Al desaparecer
la sobretensión, la corriente que circula por las resistencias a través del arco en los explosores
(ver figura 9) es la correspondiente a la tensión de la red, que se denomina "corriente subsiguien-
te". El pararrayos debe ser capaz de descebarse con esta corriente, para quedar en las mismas
condiciones que estaba antes de la aparición de la sobretensión.

El descebado del pararrayos puede conseguirse reduciendo la tensión que quedaría aplicada a
cada explosor cuando la corriente subsiguiente se anula en su paso natural por cero. La reduc-
ción se logra disponiendo en serie varios elementos.

PROCESO DE FUNCIONAMIENTO DE UN PARARRAYOS DE SiC


AL RECIBIR UNA ONDA DE SOBRETENSIÓN
Fig. 9

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Pararrayos

3.3. PARARRAYOS DE SiC CON EXPLOSORES ACTIVOS

Existe un tipo pararrayos de SiC con explosores que utiliza un campo magnético para extinguir
el arco en los explosores. Este incorpora una bobina en serie con una resistencia no lineal para
provocar el soplado del arco en los explosores. En la figura 10 se muestra un esquema simplifi-
cado de un pararrayos de explosores activos.

Fig. 10

Con esta configuración se logra alargar el arco en los explosores, de manera que la tensión de
arco aumente considerablemente, consiguiendo así utilizar un número más pequeño de resisten-
cias en serie para interrumpir la misma corriente subsiguiente que los pararrayos de SiC conven-
cionales.

La reducción de la resistencia total del pararrayos hace que su tensión residual sea más pequeña,
lo que mejora su efecto protector. Además, con el explosor activo o limitador de corriente se
consigue una mayor seguridad en la interrupción de la corriente subsiguiente y que la energía
disipada por el pararrayos en una descarga sea menor. Esto es particularmente interesante en el
caso de cebado con sobretensiones de maniobra.

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4. PARARRAYOS DE ÓXIDOS METÁLICOS

4.1. DESCRIPCIÓN

Los pararrayos de óxidos metálicos, como el mostrado en la figura 11 donde se ve un pararrayos


de 20 kV seccionado, carecen de explosores, estando constituidos básicamente por varios discos
de resistencias variables a base de óxidos metálicos (óxido de cinc al que se han añadido peque-
ñas cantidades de otros óxidos metálicos, tales como los de bismuto, antimonio, cobalto y mag-
nesio), apilados dentro de una columna hueca tradicionalmente de porcelana.

Fig. 11

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Pararrayos

Las excelentes características que ofrecen esto pararrayos de ZnO hacen que este tipo de para-
rrayos sean los únicos que se fabrican y se utilizan en la actualidad. Estas características son:

1) Las característica tensión-corriente de los discos de ZnO es fuertemente no lineal (ver figura
12), es decir, presenta una resistencia elevadísima para la tensión de servicio y una resistencia
pequeñísima para tensiones poco por encima de la tensión de servicio.
2) Esta característica de no linealidad hace que por el pararrayos circule una corriente de fuga
de 1mA aproximadamente a la tensión de servicio. Por esta razón, este tipo de pararrayos no
necesita explosores, como ocurría en los de SiC.
3) La excelente capacidad de absorción de energía hace que el pararrayos de ZnO evacúe la
corriente de descarga sin problemas, llegando a valores nominales de 20 kA. Esta propiedad
hace que el volumen del pararrayos se reduzca considerablemente (del orden del 25 %) con
respecto a uno de SiC de características semejantes.

Fig. 12

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Pararrayos

4.1.1. ENVOLVENTE EXTERIOR Y DESCARGADOR DE PRESIÓN

La envolvente exterior ha estado tradicionalmente constituida por porcelana marrón o gris.

Sin embargo, en la actualidad se están imponiendo los materiales poliméricos, especialmente la


goma de silicona, en cuanto a envolventes aislantes se refiere. Aparte de sus ya conocidas carac-
terísticas ante el problema de la contaminación, el vandalismo y la polución, es su elevada capa-
cidad de evacuación térmica la que hace de este tipo de aisladores sean ideales para los pararra-
yos de ZnO.

Al no existir explosores, los discos de ZnO están expuestos continuamente a la tensión de red y
a la circulación de una corriente de fuga. Si a causa de una sobretensión temporal larga y no
amortiguada, o una serie de descargas continuas, el pararrayos no es capaz de evacuar toda la
energía absorbida, se generará una sobrecarga térmica. En este momento se puede producir la
perforación o destrucción de alguno de los discos de ZnO.

La destrucción de los discos de ZnO produce una serie de gases calientes que originan una so-
brepresión en el interior del pararrayos. Es necesario evacuar estos gases calientes ya que, de
otro modo, se produciría la explosión del pararrayos.

En los pararrayos de envolvente de porcelana, es necesario colocar un dispositivo descargador


de presión, similar al descrito en los pararrayos de SiC (ver figuras 13a y 13b), para evacuar los
gases y evitar la explosión del pararrayos en caso de fallo.

Fig.13a

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Pararrayos

Fig.13b

Sin embargo, en los pararrayos con envolvente polimérica como el mostrado en la figura 14a
dada la alta capacidad de absorción térmica de la silicona, la transferencia de calor de las resis-
tencias al exterior es directa, y no es necesario utilizar un descargador de presión. Se disminuye
muchísimo el riesgo de explosión del pararrayos, asegurando una mayor estabilidad térmica.

Fig. 14a

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Pararrayos

Además, dada la moldeabilidad y flexibilidad de la silicona, se pueden conseguir mayores líneas


de fuga con un menor tamaño, con el consiguiente ahorro de espacio en las instalaciones. En la
figura 14b se comparan dos pararrayos uno de porcelana y uno de silicona.

Fig.14b

A pesar de todas las ventajas probadas de los aisladores poliméricos de silicona, y de sus caracte-
rísticas favorables para su uso en pararrayos de ZnO, se sigue utilizando con frecuencia la porce-
lana porque los usuarios son aun reticentes a esta nueva tecnología.

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Pararrayos

4.1.2. CONTADOR DE DESCARGAS

Fig. 15

Los contadores de descargas y sirven para contar el número de descargas que pasan por los pararra-
yos. Permiten deducir el número y corriente de las descargas, por lo que resultan muy útiles para
estudiar las condiciones de sobretensión a que se halla sometida una instalación, así como para
determinar si los dispositivos de protección son adecuados, vigilar el estado interno de estos
dispositivos de protección para su eventual reposición, etcétera. Son, por lo tanto, la base del
mantenimiento predictivo de los pararrayos.

Los contadores de descargas se montan en serie con los correspondientes pararrayos, interca-
lándolos entre los bornes de tierra de éstos, y la tierra. Puede instalarse con un solo contador de
descargas por grupo de pararrayos (figura 17), o bien un contador de descargas por cada fase
(figura 18). En el primero de los casos, el contador de descargas cuenta el número total de des-
cargas que se ha producido en un punto determinado del sistema eléctrico protegido, mientras
que, en el segundo caso, se cuentan las descargas por cada fase, teniendo, por lo tanto, más da-
tos para juzgar las condiciones en que se realiza la protección contra las sobretensiones.

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Pararrayos

En el contador de la figura 16 no es necesaria ninguna fuente auxiliar de tensión y, por lo tanto,


no se necesita ningún mantenimiento regular. Basta con una inspección ocasional, lo que, por
otra parte es muy conveniente después de cada tormenta, para comprobar el número de descar-
gas que han pasado por el pararrayos y establecer una estadística sobre las condiciones de la
instalación, número y corriente de las descargas atmosféricas, etc...

Cuando comienza la descarga del pararrayos, el potencial del punto A de entrada del contador
aumenta con relación a tierra. Cuando se ceba el punto P2, se carga el condensador C, según el
circuito A-P2-C-T. Cuando ha descargado la sobretensión, se descarga también C en el circuito
r-I-T, accionando el indicador I. El pararrayos P1 deriva a tierra la corriente de descarga del pa-
rarrayos, cuando la suma de las tensiones en los bornes de P2 y de C alcanza la tensión de ceba-
do de P1. D, de esta forma, queda protegido el conjunto. La misión de la resistencia R es derivar
a tierra la corriente de fuga del pararrayos principal.

A Entrada al contador de descargas.


C Condensadores.
P1 Pararrayos auxiliar de derivación a tierra.
P2 Pararrayos auxiliar de cebado.
R Resistencia de descarga.
r Resistencia limitadora.
I Indicador de descargas
ESQUEMA DE CONTADOR DE DESCARGAS:
Fig. 16

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Pararrayos

1. Conexión de línea.
2. Pararrayos.
3. Conexión de tierras.
4. Base aislante.
5. Borne de entrada del contador de descargas.
6. Contador de descargas.
ESQUEMA DE LA INSTALACIÓN DE UN CONTADOR DE DESCARGAS POR
GRUPO DE PARARRAYOS EN UNA LÍNEA TRIFÁSICA:
Fig. 17

1. Conexión de línea.
2. Pararrayos.
3. Conexión de tierra.
4. Base aislante.
5. Borne de entrada del contador de descargas.
6. Contador de descargas.
ESQUEMA DE LA INSTALACIÓN DE 3 CONTADORES DE DESCARGAS,
UNO POR CADA PARARRAYOS, EN UNA LÍNEA TRIFÁSICA:
Fig. 18

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4.2. PRINCIPIO DE FUNCIONAMIENTO

En condiciones normales de servicio, las resistencias variables de ZnO están permanentemente


sometidas a la tensión entre fase y tierra, por lo que siempre están disipando una pequeña co-
rriente de fuga (aprox. 1 mA), que se traduce en una mínima pérdida de potencia asociada al
funcionamiento del pararrayos. Es la zona 1 de la gráfica (ver figura 19).

Fig.19

Cuando se presenta una sobretensión transitoria (frente de onda tipo rayo o tipo maniobra) y la
corriente que circula por el pararrayos aumenta (no existiendo una tensión de cebado), la resis-
tencia de los varistores disminuye drásticamente, por lo que absorben perfectamente la corriente
de descarga sin que aumente la tensión en bornes del pararrayos. Debido a la forma de la curva
característica, rápidamente el punto de trabajo del varistor pasa a través de la zona 2 a la 3 (ver
figura19), donde el valor de la resistencia es muy bajo, obteniéndose una cierta tensión residual
que se mantiene aproximadamente constante durante el resto del paso de la sobretensión.

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2-13Q16.doc 24
Pararrayos

Cuando la sobretensión ha pasado, la tensión cae hasta la normal de servicio, bajando al mismo
tiempo la corriente al valor permanente de fuga. No existe, pues, ninguna corriente subsiguiente.
Queda patente, entonces, que no es necesario utilizar en serie u otros dispositivos que aíslen las
resistencias de la red cuando se trabaja en condiciones normales de explotación.

Sin embargo, este funcionamiento continuo añade una serie de problemas a tener en cuenta en
los pararrayos de ZnO, como son la estabilidad térmica y el envejecimiento a largo plazo.

4.3. ESTABILIDAD TÉRMICA

Ya se ha dicho que el pararrayos de ZnO, al estar sometido permanentemente a la tensión de


trabajo, está disipando una pequeña corriente de fuga y, por lo tanto, absorbiendo una potencia
determinada. Debido a que la corriente de fuga es casi toda capacitiva, la potencia absorbida es
extremadamente pequeña, por lo que es evacuada sin problemas.

Ahora bien, en el primer tramo de la curva característica tensión-corriente, la corriente de fuga


aumenta al aumentar la temperatura y, además, disminuye al mismo tiempo el porcentaje de
corriente capacitiva, lo que representa, en definitiva, un aumento de las pérdidas de potencia que
es necesario evacuar.

Además, al estar sometidos los varistores directamente a la tensión de trabajo y a las posibles
sobretensiones temporales, estas curvas sufren una variación a lo largo de la vida del pararrayos,
que afecta a las pérdidas de potencia.

Es fundamental, pues, que la tensión de servicio continuo se fije de tal modo que, aun después
de un calentamiento fuerte, producido por procesos de descarga plena o de sobretensiones tem-
porales, la corriente de descarga en régimen normal de trabajo no alcance valores tales que el
calentamiento producido por ellos exceda la máxima cantidad de calor que es capaz de disipar el
pararrayos.

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2-13Q16.doc 25
Pararrayos

Además, durante el procesdo de diseño y elección de un pararrayos, hay que asegurarse de que,
después de someter el mismo a una serie de descargas seguidas, de volver y vuelta a la tensión de
servicio continuo, sea capaz de disipar toda la energía acumulada y volver a la temperatura ini-
cial, y todo esto a lo largo de la vida del pararrayos.

Por todo lo expuesto hasta ahora, es fundamental definir para un pararrayos de ZnO una ten-
sión máxima de servicio continuo (COV) que garantice la estabilidad térmica del dispositivo a lo
largo de toda su vida útil.

4.3.1. CAPACIDAD PARA SOPORTAR SOBRETENSIONES TEMPORALES

En general, los pararrayos de óxidos metálicos no se utilizan para limitar las sobretensiones
temporales, debido a que la larga duración y el pequeño o nulo amortiguamiento de dichas so-
bretensiones, supondría en el pararrayos habia de evacuar una gran cantidad de energía, lo que
se traduciría en la necesidad de disponer un enorme número de discos de ZnO.

Así, la curva característica representada en la figura 20, indica el tiempo durante el cual puede
admitirse una sobretensión temporal en el pararrayos, en función de una sobrecarga térmica
debida a una corriente de descarga previa, a fin de garantizar que, al restablecer posteriormente
la tensión de servicio continuo, se pueda volver a enfriar la pila de discos de ZnO.

Fig. 20

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2-13Q16.doc 26
Pararrayos

Lógicamente, cuanto mayor es la corriente de descarga previa y, por consiguiente, el calenta-


miento interno del pararrayos, tanto menor será el tiempo durante el cual el pararrayos aguanta-
rá una sobretensión temporal. Resultan así las 2 curvas mostradas en la figura 20, donde la curva
superior corresponde a un pararrayo sin descarga previa, y la curva inferior corresponde al mis-
mo pararrayo, pero con una descarga previa de E = 8,9 kJ/kV de UC.

Vamos a definir el factor TC y la capacidad de absorción de energía E.

La capacidad de absorción de energía E de un pararrayos, expresada en kJ/kV de la tensión de


servicio continuo UC, es la máxima energía eléctrica que puede absorber el pararrayos en un
momento dado, sin pausa de enfriamiento y sin que pierda su estabilidad térmica. Este valor
depende de la temperatura ambiente, y el valor de referencia varía dependiendo del fabricante.

El factor TC se define como el nivel admisible de la sobretensión temporal, referida a la tensión


de servicio permanente. Se entiende que antes y después del período de duración de la sobreten-
sión temporal el pararrayos queda sometido a su tensión de servicio permanente, y que el proce-
so de descarga que liberó cierta cantidad de energía en la pila de discos de ZnO es inmediata-
mente anterior a la aparición de la sobretensión temporal en cuestión.

La CEI exige al pararrayos que su capacidad para soportar sobretensiones temporales durante 10
s ha de ser como mínimo la tensión asignada del pararrayos.

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2-13Q16.doc 27
Pararrayos

4.4. ENVEJECIMIENTO DE LOS DISCOS DE ZnO

La pequeña diferencia de características de unos discos varistores respecto a otros dentro de un


mismo pararrayos puede hacer que la tensión no se reparta uniformemente entre ellos, por lo
que no envejecen a la misma velocidad, pudiendo crear un desequilibrio térmico no deseado en
el conjunto.

Fig. 21

Por eso, durante el proceso de fabricación es necesario llevar un control muy riguroso de cada
unidad y seleccionar los elementos de idénticas características para formar un pararrayos.

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2-13Q16.doc 28
Pararrayos

Con objeto de garantizar la estabilidad del funcionamiento de los pararrayos de ZnO, los fabri-
cantes efectúan diversos tipos de ensayos de envejecimiento acelerado de los varistores. A modo
de ejemplo, en las figuras 22 y 23 pueden verse los resultados de dos ensayos de esta naturaleza.

Fig. 22

Fig. 23

La figura 22 muestra la evolución de las pérdidas de potencia relativa (se toma 1 en el comienzo
de la prueba), a lo largo del tiempo en un pararrayos mantenido durante 2.000 horas a 115 ºC y a
una tensión permanente de 1,1 veces la tensión máxima de servicio continuo (COV).

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2-13Q16.doc 29
Pararrayos

En la figura23, puede verse otra prueba de envejecimiento acelerado de acuerdo con las siguien-
tes especificaciones:

Tiempo de ensayo: 1344 horas (8 semanas)


Temperatura de ensayo: 120ºC
Tensión permanente (a.c.): 1,05 veces la COV

Los varistores han estado sometidos a seis series de 100 impulsos tipo 8/20 µs de 10 kA, con
una cadencia de 1 minuto entre impulsos.

Como puede verse en ambos casos, las pérdidas de potencia descienden durante las primeras
horas y luego tienden a estabilizarse.

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2-13Q16.doc 30
Pararrayos

5. VENTAJAS DE LOS PARARRAYOS DE ZnO SOBRE LOS DE SiC

Como ya se ha mencionado, todas las propiedades de los pararrayos de ZnO se derivan funda-
mentalmente de los tres hechos siguientes:

− No hay descargadores.
− Acusada no linealidad de la curva característica tensión-corriente de los discos varistores de
ZnO.
− Gran capacidad de los discos varistores de ZnO para absorber energía

En cuanto al funcionamiento del pararrayos, y como consecuencia de lo anterior, se deducen las


dos propiedades siguientes:

− No existe tensión de cebado.


− No existe corriente subsiguiente

Estas dos propiedades y sus consecuencias constituyen las principales ventajas de los pararrayos
de ZnO sobre los de SiC.

A continuación se hace una enumeración de las principales ventajas de los pararrayos de ZnO
frente a los de SiC, y en los epígrafes siguientes de este apartado se hace un comentario de cada
uno de ellos:

1. Menor volumen y diseño más sencillo.


2. Nivel de protección más bajo y mejor definido.
3. Mejor protección del secundario de los transformadores.
4. Menor sensibilidad a la polución atmosférica.
5. Mayor capacidad para soportar sobretensiones exteriores.
6. Mayor capacidad para soportar sobretensiones temporales.
7. Mejor protección para cables y baterías de condensadores.

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2-13Q16.doc 31
Pararrayos

1. Menor volumen y diseño más sencillo

La ausencia de descargadores, resistencias de drenaje y apantallamiento para la distribución


uniforme de la tensión y dispositivos para la extinción del arco, por un lado, y, por otro, la
mayor capacidad de absorción de energía de los discos varistores de ZnO, conduce a diseños
de estructura más sencilla, más compacta y más sólida, con la consiguiente reducción de ta-
maño y volumen.

2. Nivel de protección más bajo y mejor definido

La no existencia de una tensión de cebado hace que el nivel de protección esté definido por
la tensión residual de los discos varistores de ZnO. Este valor es siempre más bajo que la ten-
sión de cebado.

Además, los valores de la tensión residual están perfectamente definidos por las curvas carac-
terísticas para cada corriente de descarga. No sucede lo mismo con las tensiones de cebado,
que son un tanto aleatorias al depender de muchos factores, tales como la polaridad de la on-
da, estado de envejecimiento del explosor, proximidad de masas metálicas, altura sobre el
suelo, etc.

3. Mejor protección del secundario de los transformadores

El período transitorio que sigue inmediatamente al cebado de los explosores en un pararrayos


de SiC, se caracteriza por unas variaciones rapidísimas de la corriente y la tensión, hasta que
ésta se ajusta a la tensión residual. Esto produce reflexiones en los devanados del transfor-
mador, que se traducen en fuertes impulsos de tensión que debe soportar especialmente el
secundario. Todo ello produce un envejecimiento prematuro de los devanados, no tardando
mucho tiempo en producirse descargas entre espiras.

En los pararrayos de ZnO no hay tales períodos transitorios. La tensión y la corriente varían
más lentamente y no dan lugar a lo anterior. Como consecuencia, los secundarios de los
transformadores se ven mejor tratados.

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2-13Q16.doc 32
Pararrayos

A modo de ejemplo, en la figura 24 se muestran los oscilogramas correspondientes al paso de


una sobretensión a través de un transformador de distribución, en a) protegido con un para-
rrayos de ZnO, y en b), con uno de SiC. En ellas puede apreciarse de forma clara lo dicho
anteriormente.

4. Menor sensibilidad a la polución atmosférica

La polución atmosférica influye de manera desfavorable en el funcionamiento de los explo-


res, al deformar el campo eléctrico distribuido entre los mismos, lo que influye en el valor de
la tensión de cebado. Para evitar en lo posible esta influencia, debe disponerse de resistencias
de drenaje que, al mismo tiempo, pueden servir de apantallamiento.

Los pararrayos de ZnO son prácticamente insensibles a la polución atmosférica, al carecer de


explosores.

5. Mayor capacidad para soportar sobretensiones exteriores

Los discos varistores de ZnO por sí mismos, tienen una gran capacidad para absorber ener-
gía. Además, el pararrayos de ZnO no se ve forzado a absorber la energía extra producida
por el paso de una corriente subsiguiente. Como consecuencia, los pararrayos de ZnO, están
mejor adaptados para recibir más fuertes descargas más fuertes y más seguidas.

6. Mayor capacidad para soportar sobretensiones temporales

Supóngase un pararrayos de ZnO que se encuentra operando bajo condiciones de sobreten-


sión temporal a frecuencia de servicio por las causas que sean. Si en ese momento recibiera el
impacto de una sobretensión transitoria, descargaría normalmente y volvería al estado de re-
poso, durante el cual disiparía la energía absorbida, siempre que el estado de sobretensión
temporal no supere la capacidad del pararrayos.

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2-13Q16.doc 33
Pararrayos

En las mismas condiciones, un pararrayos de SiC no podría extinguir la corriente subsiguien-


te, por encontrarse sometido una tensión superior a la que se garantiza la extinción, y, si ésta
no remite, puede sobrevenir la sobrecarga en pocos ciclos.

Fig. 24

7. Mejor protección para cables y baterías de condensadores.

Las fuertes variaciones de tensión y de corriente que se producen en el período transitorio


que sigue al cebado de los explosores son mucho más severas cuando un pararrayos de SiC
está protegiendo cables subterráneos y, sobre todo, baterías de condensadores. Esto puede
producir la sobrecarga del pararrayos y el deterioro de los aislamientos de los cables y con-
densadores, si no se hace un cuidadoso análisis de las condiciones de protección en estos ca-
sos.

Este problema no existe cuando dicha protección se realiza con pararrayos de ZnO.

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2-13Q16.doc 34
Pararrayos

6. SELECCIÓN DE UN PARARRAYOS DE ZnO

6.1. FACTORES QUE INFLUYEN EN LA ELECCIÓN DE UN PARARRAYOS

Son varios los criterios que se han de aplicar a la hora de seleccionar un pararrayos de ZnO para
una instalación, los cuales se deben observar con precaución si se desea tener una correcta pro-
tección contra sobretensiones. En la norma CEI 99-1A se dan los criterios a seguir para la co-
rrecta aplicación del pararrayos. A continuación se numeran una serie de factores que influyen
en la elección del pararrayos:

1) Factores eléctricos.

− Niveles de protección requeridos.


− Las tensiones asignadas y de servicio continuo del pararrayos, que dependen básicamente
de las tensiones de la red, de las sobretensiones temporales que se puedan producir en la
misma y de las condiciones de la puesta a tierra.
− La capacidad de evacuar energía (kJ/kV) que se le requiere al pararrayos, que dependerá,
sobre todo, del tipo de equipo a proteger y de la potencia de cortocircuito del sistema.

2) Factores mecánicos

− Esfuerzos sísmicos (previstos en normas) y tipo de terreno en el lugar de instalación.


− Esfuerzos dinámicos producidos por el viento.
− Esfuerzos estáticos: Fuerzas en los terminales, dirección, hielo, momento en la base.
− Capacidad de evacuar sobrepresiones en caso de fallo: prevención de explosiones.

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2-13Q16.doc 35
Pararrayos

3) Factores ambientales

− Las temperaturas externas de funcionamiento. La temperatura en las condiciones de ser-


vicio normal debe estar comprendida, según la CEI 99-4, como mínimo en un intervalo
de –40 ºC y +40 ºC.
− La contaminación salina por proximidad a zonas costeras y la polución en zonas indus-
triales donde el viento arrastra partículas conductoras que se posan en el aislador.
− Nieblas que incrementan la conductividad por condensación cuando se produce rocío o
escarcha
− Cantidad y periodicidad de las lluvias.
− Como consecuencia de los parámetros anteriores hay que calcular la línea de fuga del ais-
lamiento externo. El problema de la contaminación es importante en los aisladores tradi-
cionales de porcelana, pero en los nuevos diseños de aisladores fabricados con polímeros
(goma de silicona) el problema casi desaparece por completo.
− Según la CEI, los valores de la línea de fuga mínima para los diferentes niveles de conta-
minación son los de la tabla 3:

Nivel de Conta- Línea de fuga


minación (mm/kV)

Ligero (L) 16
Medio (M) 20
Fuerte (H) 25
Muy fuerte (V) 31
Tabla 3

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2-13Q16.doc 36
Pararrayos

4) Factores de la instalación

− Riesgos de tormentas o descargas atmosféricas (nivel isoceraúnico).


− Altura sobre el nivel del mar (las condiciones de servicio normales según CEI 99-4 se dan
para una altitud de µ ≤ 1000 m. sobre el nivel del mar)

− Frecuencia de la red (según CEI 99-4, el pararrayos debe funcionar correctamente para
una frecuencia comprendida en el intervalo 48 Hz - 62 Hz).
− Número de autoválvulas ya existentes en la instalación y distancia a la que se encuentran.

6.2. CÁLCULO DE LOS PARÁMETROS ELÉCTRICOS

Los parámetros eléctricos que son necesarios calcular para elegir y caracterizar un pararrayos de
óxidos metálicos son:

− Tensión máxima del sistema (condiciones del sistema de tierra).


− Sobretensiones transitorias. Valores y duración.
− Nivel de protección a la corriente nominal de descarga.
− Requerimientos de distancias de fuga. Polución.
− Sobretensiones de maniobra. Energía.
− Capacidad de descarga de líneas.
− Capacidad de alivio de presión.
− Temperatura y presión del ambiente (altura de la instalación)
− Nivel básico de aislamiento y rigidez dieléctrica a frecuencia industrial del sistema de aislado-
res.
− Distancias de protección.

Hay que tener en cuenta que la tensión de servicio continuo es uno de los valores más importan-
te a la hora de elegir el pararrayos, ya que este nivel de tensión es soportado por los discos de
ZnO durante toda su vida útil.

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2-13Q16.doc 37
Pararrayos

1) TENSIÓN MÁXIMA DEL SISTEMA (Um)

Es la tensión máxima fase - tierra a la frecuencia de servicio en el emplazamiento del pararra-


yos.

2) TENSIÓN MÁXIMA DE SERVICIO CONTINUO (Uc)

La tensión máxima de servicio continuo debe elegirse al menos igual a la tensión máxima en-
tre fase y tierra. Sin embargo se recomienda que sea ligeramente superior, (entre 1,05 y 1,1) ya
que la tensión más elevada entre fase y tierra de una red sólo se puede conocer de forma
aproximada

Si se prevé que pueda existir un funcionamiento anormal de la red, es decir, durante el fun-
cionamiento normal de la misma la tensión más elevada de la red se sobrepasa de forma con-
tinua, es necesario aumentar la tensión máxima de servicio continuo, a fin de no provocar
funcionamientos innecesarios del pararrayos.

Cuando la tensión máxima entre fase y tierra no se conozca, se tomará como valor de la ten-
sión máxima de servicio la tensión más elevada de la red dividida por 3.

Um
U c ≥ 1,05
3

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2-13Q16.doc 38
Pararrayos

3) NIVELES MÁXIMOS DE SOBRETENSIÓN TEMPORAL (TOV).

a) Sobretensión temporal por falta a tierra

La sobretensión temporal más importante es la debida a una falta entre fase y tierra. La mag-
nitud de estas sobretensiones depende de las características de la red y de la forma en que es-
tán conectados los neutros de los transformadores y generadores. Esto se caracteriza con el
coeficiente de defecto a tierra del sistema (kE o CE, según la literatura). Así se obtiene el valor
de la sobretensión temporal, multiplicando la tensión de servicio continuo por el coeficiente
de defecto a tierra del sistema.

TOVe = K e ⋅ U c

Si se conocen los valores característicos de la red donde se vaya a instalar el pararrayos, los
valores del coeficiente de puesta a tierra se pueden obtener de la curva de la figura 25.

Fig. 25

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2-13Q16.doc 39
Pararrayos

b) Capacidad de soportar sobretensiones temporales.

Cuando la sobretensión temporal no es debida a una falta a tierra (efecto ferranti, ferrorreso-
nancia), hay que tener en cuenta que la capacidad de sobretensión temporal depende de la
marca y del diseño del pararrayos, y, además, del tiempo de duración de la sobretensión. Así,
la capacidad para soportar sobretensiones temporales viene dada por gráficas similares a la de
la figura 26.

Fig. 26

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2-13Q16.doc 40
Pararrayos

4) TENSIÓN ASIGNADA DEL PARARRAYOS (Ur)

La tensión asignada del pararrayos debe ser el mayor valor de los siguientes: la tensión de
servicio continuo o el máximo valor de las sobretensiones temporales que se pueden presen-
tar en el sistema. A continuación se resume el proceso a seguir para elegir correctamente la
tensión asignada del pararrayos:

1º. Elegir provisionalmente una tensión asignada basándonos en la tensión de servicio conti-
nuo como Uro = UC/0.8
2º. Se estima el valor y la duración de la sobretensión temporal por falta a tierra. Se asume
que t ≤ 1s si el sistema es rígido, y 10s ≤ t ≤ 2h si el sistema es aislado o resonante.
3º. Se estima el valor de otras posibles sobretensiones que se puedan producir en el sistema.
4º. Se estima la posible energía absorbida por el pararrayos en kJ y se divide por la tensión
asignada inicial. Si este valor es menor que la capacidad de absorber energía del pararrayos
objeto de estudio de selección, hay que elegir un modelo de capacidad mayor.
5º. De la gráfica asociada al pararrayos que exprese su capacidad de absorber sobretensiones,
y para cada valor de la duración de las sobretensiones, se elige el valor del factor Tr. Después
se divide el valor de la amplitud de cada sobretensión por este factor para obtener el valor de
las posibles tensiones asignadas.
6º. Por último, se elige el valor máximo de los dos siguientes: la tensión asignada inicial y el
valor de las tensiones por sobretensiones temporales (por faltas a tierra y por otro tipo de so-
bretensiones).

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2-13Q16.doc 41
Pararrayos

5) CORRIENTE DE DESCARGA NOMINAL

Se define como la amplitud de la corriente de choque que al circular por el pararrayos produ-
ce una tensión residual que no sobrepasa el valor máximo fijado por la coordinación del ais-
lamiento.

Puede estimarse a partir de los datos de la máxima sobretensión procedente de una línea y
debida a la caída de un rayo en ella, así como de la característica tensión-corriente del para-
rrayos.

La corriente derivada a través de una impedancia Zd situada en un nudo en donde coinciden


varias líneas, debida a una onda de tensión de valor máximo U procedente de una de ellas, de
impedancia de onda Zc, esta dada por la fórmula:

 
Id =
2U  1 - ∑ Zo 
Zo + Zc  Z j 

siendo:

Zj = Impedancia de onda de la línea j


Zo= Impedancia equivalente a Zd y las Zj en paralelo.

Si se considera que Ures es la tensión residual del pararrayos para el valor máximo de la co-
rriente que se va a descargar a través de él, se supone que las restantes líneas tienen la misma
impedancia de onda Zc y es n el número total de líneas, la corriente de descarga viene dada
por el valor:

2U - nU r
Id =
Zc

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2-13Q16.doc 42
Pararrayos

La corriente máxima de descarga se obtendrá en el caso de un pararrayos situado al final


de una línea protegiendo a un transformador, y viene dada por la expresión (n = 1):

2U - U r
Id =
Zc

Dada la característica tensión-corriente de un pararrayos, el cálculo de la corriente de des-


carga para una sobretensión procedente de una línea se determinará por la intersección de
la recta:

n 2U
Id = - Ur +
Zc Zc

con la curva tensión-corriente del pararrayos.

La corriente de descarga puede, sin embargo, incrementarse por efecto de las sucesivas re-
flexiones de la onda de descarga producida por el pararrayos en el punto de impacto del rayo
sobre la línea, en el caso, muy probable, de que se produzca un cebado a tierra en dicho pun-
to, alcanzando entonces corrientes superiores a las que se obtienen de la expresión anterior si
el punto de impacto del rayo se sitúa a una distancia inferior a 6 u 8 km. del pararrayos. Para
las redes de distribución, en las que las distancias entre pararrayos son inferiores a estos valo-
res, las corrientes de descarga reales son en general mayores que las que se deducen de la
fórmula anterior. Para redes de alta tensión, con líneas de longitudes mucho más largas, las
fórmulas son, en general, aplicables.

Un estudio estadístico de las corrientes de descarga reales de los pararrayos instalados en re-
des de alta tensión indica que solamente de un 1 a un 4% de estas corrientes sobrepasan los
10 kA, mientras que más del 70% son inferiores a 2 kA.

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2-13Q16.doc 43
Pararrayos

Debido a estas consideraciones, es normal la utilización de pararrayos de 10 kA en instalacio-


nes de alta tensión con tensiones ≤ 300 kV, y, para instalaciones de muy alta tensión con
tensiones > 300kV, pararrayos de 10 ó 20 kA. En redes de distribución, aunque las corrientes
de descargas, según se ha visto, pueden ser mayores, por razones económicas suelen utilizarse
pararrayos de 5 kA, aunque existen pararrayos de 10 kA de corriente de descarga nominal.

6) SOBRETENSIONES DE MANIOBRA. CAPACIDAD DE ABSORBER ENERGÍA

Para redes de muy alta tensión (> 220 kV), en el caso de actuación de un pararrayos con so-
bretensiones de maniobra, las corrientes de descarga son muy tan elevadas y pueden ser de
una larga duración, lo que implica una gran energía a disipar por los elementos relativos del
pararrayos, debiendo éste estar diseñado para ello.

Hay que tener en cuenta, además, que, la energía absorbida en el pararrayos también depende
del nivel de protección, así que un nivel alto de protección reduce la energía los kJ/kV a disi-
par.

a) Corriente de descarga y tensión residual

El cálculo de la corriente de descarga se hace en este caso de forma semejante a lo indica-


do para las sobretensiones atmosféricas. Se utiliza un modelo simplificado de circuito mo-
nofásico, como el mostrado en la figura 27.

Fig. .27

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2-13Q16.doc 44
Pararrayos

El valor de la corriente de descarga y la tensión residual que aparece en el pararrayos


cuando se produce una sobretensión de maniobra viene dado por la intersección de la
curva característica tensión-corriente de la línea y del pararrayos de ZnO (ver figura 28)

UL = Máxima sobretensión sin pararrayos


Z = impedancia de la línea
la = Corriente de descarga
Urcs = Tensión residual
Fig. 28

Los valores típicos de la impedancia característica de la línea y de la sobretensión posible


de la línea sin pararrayos, en diferentes niveles de tensión, para utilizar el modelo simplifi-
cado, se recogen en la tabla 4.

Tensión más elevada de la Impedancia característica Sobretensión posible sin


red Um (kV) Ω)
Z (Ω pararrayos UL (p.u.)

< 145 450 3.0


145-345 400 3.0
362-525 350 2.6
765 300 2.2
Tabla 4

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2-13Q16.doc 45
Pararrayos

La sobretensión posible sin pararrayos que se pueda dar en una red depende de diversos
parámetros, tales como el punto de la instalación donde se coloque el pararrayos, tipo de
maniobra, presencia de reactancias o bancos de condensadores y la forma de alimentación
de la red. Por eso, aparte de los valores típicos dados en la tabla anterior, el diagrama de la
figura 29 (publicado por la CIGRÉ) puede orientarnos para estimar un valor de UL.

Fig. 29

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2-13Q16.doc 46
Pararrayos

b) Calculo de la energía absorbida en la sobretensión

La energía (W), expresada en J, que absorbe el pararrayos durante una sobretensión de


maniobra, viene dada por la expresión:

 (U − U res ) 
W= L  ⋅ U res ⋅ 2 T ⋅ n
 Z 

donde:

UL es la tensión de descarga de la línea o sobretensión posible sin el pararrayos (kV).


Ures es la tensión residual del pararrayos.
Z es la impedancia característica de la línea (Ω).
T es el tiempo de propagación de la onda (µs).
T es igual a l/v donde :
l es la longitud de la línea en km

v es la velocidad de propagaci ón de la onda (0,3 km/ µs en líneas y 0,15 km/ µs en cables)
n es el numero consecutivos de descargas.

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2-13Q16.doc 47
Pararrayos

c) Selección del pararrayos

En la norma CEI 99-4 para pararrayos de ZnO, la capacidad de absorber energía durante
sobretensiones de maniobra viene dada por el ensayo de “descarga de línea”. La relación
entre la energía específica absorbida (kJ/kV de Ur) y el cociente de Ures/Ur nos da la clase
de descarga de línea. Esta relación viene dada por una serie de curvas que nos indican las
clases según CEI (ver figura 30).

Fig. 30

7) SOBRETENSIONES ATMOSFÉRICAS

Para redes de tensiones menores de 220 kV, las sobretensiones de maniobra tienen menor
importancia, debido a que conllevan corrientes de descarga poco elevadas, y es por eso que
son las sobretensiones de origen atmosférico las que marcan su nivel de protección y su ca-
pacidad de absorber energía.

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2-13Q16.doc 48
Pararrayos

a) Capacidad de absorber energía

Según CEI, un valor conservador de la capacidad de absorber energía ante una sobretensión
fuerte de tipo rayo se obtiene mediante el ensayo severo con un impulso tipo de 4/10 µs (es-
te impulso normalizado se asemeja mucho a la realidad). Este ensayo somete al pararrayos a
una corriente alta, con la consiguiente generación de energía durante un tiempo muy corto, es
decir, le somete a un choque térmico.

Los valores normalizados de la corriente de cresta que el pararrayos debe soportar ante este
ensayo según CEI son 65 y 100kA, que todos los fabricantes superan, dando valores de 100,
150 y 200 kA.

Para paliar los esfuerzos que el pararrayos tiene que sufrir con sobretensiones fuertes de tipo
rayo, se pueden utilizar pararrayos con discos de ZnO con mayor diámetro, lo que hace que
la densidad de corriente durante una descarga sea menor y disminuya la tensión residual, o, lo
que es lo mismo, aumente la capacidad del pararrayos para absorber energía.

Evidentemente, esta mejora supone un incremento notable del precio del pararrayos, por lo
que sólo es recomendable usar este tipo de pararrayos de ZnO cuando:

− La red o instalación se encuentre en un área de elevado nivel isoceraúnico.


− La instalación donde se vaya a instalar el pararrayos es un punto clave o muy importante
para la explotación del sistema.
− El apantallamiento o el sistema de puestas a tierra en líneas y subestaciones sea insufi-
ciente.

b) Margen de protección

El objetivo de los pararrayos es dar el mayor margen de protección al equipo que debe ser
protegido. El proceso de coordinar los niveles de aislamiento del equipo con las característi-
cas de protección del pararrayos se denomina coordinación de aislamiento.

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2-13Q16.doc 49
Pararrayos

La expresión general para el cálculo de margen de protección es la siguiente:

 Nivel de aislamiento (NA) 


Margen de protección (PM) =  − 1 × 100
 Nivel de protecció n (NP) 

donde:

− El nivel de aislamiento es la tensión soportada a impulso tipo rayo del equipo a proteger
− El nivel de protección es el mayor de los siguientes valores:
• Valor máximo de la tensión residual a impulso de corriente 1/20 µs
• Valor máximo de la tensión residual a impulso tipo 8/20 µs y corriente de descarga
de 10 kA
• Valor máximo de tensión residual a impulso de corriente de tipo maniobra ( p.e.
30/60 µs)

Es complicado dar un valor exacto para el margen de protección, ya que hay que tener una
serie de parámetros difíciles de ajustar, como la pendiente, amplitud y duración de la sobre-
tensión, el envejecimiento de los aislantes en los equipos viejos,etc.

De todas formas, el margen de protección debe ser bastante amplio, sobre todo, si existe una
gran distancia entre el pararrayos y el equipo a proteger, o si el pararrayos está localizado en
una zona de un alto nivel isoceraúnico.

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2-13Q16.doc 50
Pararrayos

8) CARACTERÍSTICAS DE PROTECCIÓN

Después de realizar los cálculos y consideraciones oportunos necesarios para elegir un para-
rrayos adecuado para la instalación objeto de estudio, es necesario cotejar los resultados con
las características que nos ofrecen los pararrayos existentes en el mercado.

Una forma directa es acudir a los catálogos donde se nos proporcionan los valores caracte-
rísticos de protección en forma de tabla similar a la de la figura 31 para cada tipo de pararra-
yos.

Otras veces, se pueden ofrecer estos datos en forma de curvas que nos limitan la zona de
protección, donde debemos situar los datos obtenidos en nuestros cálculos

Fig. 31

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2-13Q16.doc 51
Pararrayos

6.3. EFECTO DE LA DISTANCIA ENTRE EL PARARRAYOS Y EL EQUIPO A


PROTEGER

Si el pararrayos se sitúa a una distancia no despreciable (50-100 m) de un elemento protegido


(p.e. un transformador como en la figura 32) por la necesidad de utilizar este mismo pararrayos
para la protección de otros elementos próximos, es necesario tener en cuenta que la tensión en
bornes del transformador puede ser superior a la tensión residual en el momento de la descarga
en el pararrayos, por efecto de las reflexiones de las ondas.

Fig. 32

Par estimar de una forma aproximada la tensión máxima en los bornes de un aparato protegido
por un pararrayos situado a distancia L de él, puede usarse la fórmula simplificada siguiente:

(2 ⋅ L ⋅ s )
U = U res + ≤ 2 U res
v

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2-13Q16.doc 52
Pararrayos

donde:

− U es la tensión máxima en bornes del equipo a proteger


− s es la pendiente del frente de onda de tensión. Este valor se puede considerar igual a 100
kV/µs. por cada 12 kV de la tensión compuesta máxima de servicio prevista en el lugar de la
instalación.
− v es la velocidad de propagación de las ondas en el tramo pararrayos-aparato protegido (300
m/µs para línea aérea y 150/m/µ para cable, aproximadamente).
− L es la distancia entre el equipo y el punto de derivación al pararrayos.

Se ve claramente que el margen de protección decrece directamente con la distancia y la pen-


diente del frente de onda, que será función de cuan de lejos esté la subestación del punto de la
línea donde caiga el rayo.

6.4. EFECTO DE LA LONGITUD DEL CONDUCTOR DE CONEXIÓN DEL PA-


RARRAYOS

La impedancia del conductor de conexión del pararrayos origina una elevación de la sobreten-
sión limitada por el pararrayos. Esta elevación puede tenerse en cuenta asignando a esta co-
nexión una inductancia de 1,2 µH/m. La caída de tensión en esta conexión se puede calcular
por la fórmula:

di
∆U = 1,2 ⋅ 10 -6 h
dt

,siendo h la longitud (m) de la conexión en alta tensión más la de puesta a tierra y di/dt la pen-
diente del frente de la corriente de descarga. De una manera conservadora, esta pendiente puede
considerarse igual al cociente entre la máxima corriente de descarga y la duración del frente de la
onda de tensión, que puede tener un valor del orden de 2 kA/µs.

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2-13Q16.doc 53
Pararrayos

7. APLICACIONES DE LOS PARARRAYOS

A continuación se enumeran las aplicaciones más usuales de los pararrayos actualmente:

− Protecciones de transformadores de potencia en transporte como el mostrado en la figura


33 tanto en el lado de alta como en el de baja.

Fig. 33

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2-13Q16.doc 54
Pararrayos

− Protección de transformadores de distribución rural alimentado mediante línea aérea (ver


figura 34)

Fig.34

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2-13Q16.doc 55
Pararrayos

− Protección de transformadores de distribución alimentadas mediante cables (ver figura 35).

Fig.35

− Protección de los sistemas subterráneos.


− Protección de entronques de líneas aéreas a subterráneas.
− Protección en subestaciones blindadas de SF6
− Protección de baterías de condensadores

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2-13Q16.doc 56
Pararrayos

− Protección de líneas aéreas (ver figura 36).

Fig.36

− Protección de generadores

7.1. CONEXIÓN DE LOS PARARRAYOS

Como regla general, deben montarse los pararrayos lo más cerca posible de los elementos a pro-
teger, fundamentalmente de los transformadores, por ser los equipos más costosos, y de manera
que su toma de tierra esté conectada rígidamente a la de éstos con un conductor de baja impe-
dancia. Ello evitará un aumento de la tensión en el borne de alta tensión del pararrayos, y, por
tanto, del equipo a proteger, por efecto de la caída de tensión en la conexión de tierra al pasar
por ella la corriente de descarga del pararrayos.

En las subestaciones de alta tensión, esta conexión entre la toma de tierra y la cuba del trans-
formador viene representada por la malla de tierra propia de la subestación, a la cual se conectan
ambos.

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2-13Q16.doc 57
Pararrayos

A continuación se detallan los puntos más frecuentes de conexión de los pararrayos:

a) En las instalaciones a las que llega una sola línea aérea, esta recomendación es absolu-
tamente necesaria, especialmente si aquella no está protegida por hilos de tierra, pues las so-
bretensiones procedentes de la línea pueden presentar una gran pendiente en el frente y, en
consecuencia, la sobretensión puede incrementarse al llegar a la instalación por efecto de su
reflexión en el transformador.
El caso más frecuente es la alimentación de transformadores de distribución en poste por lí-
nea aérea.

b) Cuando a la instalación llegan varias líneas, la reflexión de las ondas procedentes de una
de ellas produce una reducción de las sobretensiones en valor de cresta y pendiente del fren-
te, y esto permite colocar los pararrayos a una cierta distancia de los transformadores, de ma-
nera que puedan proteger también a otros elementos de la instalación. Sin embargo, debe te-
nerse presente que algunas de las líneas pueden estar desconectadas en determinadas circuns-
tancias.

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2-13Q16.doc 58
Pararrayos

Cuando, en una subestación de este tipo, uno o varios interruptores o seccionadores están
abiertos, las entradas de las líneas correspondientes pueden quedar sin protección por los pa-
rarrayos de los transformadores. En tales casos, si se considera necesario, es preciso realizar
una protección suplementaria con pararrayos, instalando estos dispositivos en las entradas
respectivas de las líneas (ver figura 37).

Fig. 37

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2-13Q16.doc 59
Pararrayos

c) En las instalaciones alimentadas por una línea a través de un cable, para proteger si-
multáneamente los equipos y el propio cable puede ser necesario instalar pararrayos tanto
junto a estos equipos como en el punto de unión de la línea con el cable (ver figura 38).

Fig.38

d) La protección de los puntos neutros de los transformadores con devanados en estrella y


neutro aislado o puesto a tierra a través de una impedancia elevada, se debe hacer instalando
un pararrayos en el neutro, en el que pueden aparecer sobretensiones a causa de la propaga-
ción, a través del arrollamiento, de las que llegan a los bornes del transformador. En el caso
de líneas con soportes de madera, estas sobretensiones pueden alcanzar valores elevados. Por
ello es conveniente proteger con pararrayos todos los puntos neutros cuyas salidas se hacen a
través de un aislador pasatapas y no estén conectados rígidamente a tierra. En el caso de
transformadores de aislamiento escalonado hacia el neutro, es aún más importante asegurar
esta protección.

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2-13Q16.doc 60
Pararrayos

Para la elección de la tensión nominal del pararrayos en estos casos, es preciso tener en cuen-
ta la tensión a frecuencia industrial que puede aparecer en el neutro del transformador en el
caso de falta monofásica a tierra, es decir, aproximadamente la tensión simple de la red. Para
transformadores de aislamiento pleno y neutro aislado, se recomienda un valor no inferior al
65 por 100 de la tensión más elevada de la red. Para transformadores de aislamiento no uni-
forme y neutro no puesto a tierra directamente, la tensión nominal del pararrayos debe ser al
menos igual a la tensión a f.i. (frecuencia industrial) máxima que pueda aparecer en el neutro
en caso de falta a tierra en la red de alimentación del transformador. Este valor puede ser del
orden de 0,6 Um para redes de neutro aislado, y del orden 0,4 Um para redes de neutro efec-
tivamente a tierra.

e) Para limitar las sobretensiones entre fases en el caso de desconexión de transformadores


en vacío o cargados con reactancias, es conveniente en ocasiones instalar pararrayos entre fa-
ses, eligiendo su tensión nominal superior a 1,15 veces la tensión máxima de servicio. La uti-
lización de pararrayos entre fases no evita la necesidad de instalarlos también entre fase y tie-
rra para reducir las sobretensiones de esta naturaleza.

Un caso típico también de utilización de pararrayos entre fases es para la protección de trans-
formadores de hornos de arco. La selección en este caso de los pararrayos entre fases y entre
fase y tierra es un trabajo delicado, que exige un estudio especial.

f) Para proteger generadores se utilizan pararrayos que van dispuestos en la carcasa del ge-
nerador después del interruptor de generador. La toma de tierra del pararrayos irá conectado
al neutro del generador, para tomar tierra en el mismo punto eléctrico. Además lleva un con-
densador en paralelo, que protege al generador ante impulsos de frente muy atenuado o de
sobretensiones de alta frecuencia ante los cuales el pararrayos no actúa.

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2-13Q16.doc 61
Pararrayos

8. EL EFECTO DE LA CONTAMINACIÓN

La contaminación externa de los elementos aisladores, concretamente los cuerpos de porcelana


de la aparamenta de la subestación, implica un riesgo de cebado externo. Los pararrayos de SiC
tienen el riesgo adicional de cebado interno, y los de ZnO de calentamiento.

Se da con más frecuencia en zonas industriales donde existen partículas en suspensión que flo-
tan en el aire, y que se posan en los aisladores, y en las zonas costeras, por el alto contenido de
humedad y salinidad en el ambiente.

8.1. DESCRIPCIÓN DEL FENÓMENO

El contorneo del arco en el exterior del aislador se produce a consecuencia de la humedad ex-
terna y de la conductividad incrementada de la capa de contaminación, que provoca el flujo de
cierta corriente de fuga exterior. Esta corriente no es uniforme ni en el tiempo ni a lo largo de la
porcelana, por dos causas:

− La corriente conduce a un secado irregular de la capa conductora, aumentando localmente la


resistividad con riesgo de contorneo parcial o centelleo.
− La corriente también fluye por el interior del pararrayos por el acoplamiento capacitivo entre
el exterior de la porcelana y las partes activas del interior del pararrayos. Este flujo de co-
rriente es también irregular, depende del anterior, y es más importante cuando el pararrayos
tiene más de un cuerpo de porcelana separado, porque implica una conexión eléctrica entre
interior y exterior.

El los pararrayos de SiC el problema de la contaminación es crucial, ya que el cebado interno de


los explosores acelera su envejecimiento y, por consiguiente, el valor de la tensión de cebado
disminuye. Además, el continuo cebado produciría la circulación de corrientes de fuga que des-
truirían rápidamente las resistencias de SiC.

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2-13Q16.doc 62
Pararrayos

En los pararrayos de ZnO el único problema se deriva del posible calentamiento de los discos
varistores que podría derivar en un embalamiento térmico. Sin embargo, los ensayos que se rea-
lizan demuestran que, la alta capacidad de absorber energía de los discos de ZnO, junto con un
aislador de porcelana de línea de fuga adecuada para el grado de contaminación, hacen que el
comportamiento de los pararrayos de ZnO sea excelente.

8.1.1. MANTENIMIENTO

Cuando el aislador se encuentra en una zona de alta contaminación, es conveniente prevenir


posibles reducciones de la línea de fuga limpiando convenientemente el aislador.

De todas maneras, si se quiere prescindir de tediosos mantenimientos de este tipo, sería lógico
utilizar aisladores poliméricos (goma de silicona) cuyas propiedades y diseño les hacen indiferen-
te ante el problema de la contaminación.

Resumiendo, si se instala un pararrayos de ZnO con aislador polimérico, el único mantenimien-


to que hay que realizar, si se quieren prevenir posibles fallos internos es revisar de vez en cuando
el contador de descargas.

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2-13Q16.doc 63
Pararrayos

9. ENSAYOS DE LOS PARARRAYOS DE ZnO

9.1. INTRODUCCION

Desde el punto de vista técnico, hay dos cualidades que son de interés para el usuario de para-
rrayos de ZnO.

- el nivel de protección.
- la estabilidad térmica, de corta y larga duración.

Además, es de interés para el usuario evitar daños al sistema el daño al equipo de puesta a tierra
debido a una sobrecarga eventual en el pararrayos.

Para los pararrayos de ZnO las cualidades antes mencionadas se valoran realizando los siguien-
tes tipos de ensayos:

- Ensayos de tensión residual


- Ensayos de operación
- Ensayos de estabilidad de larga duración
- Ensayos de polución
- Ensayos de alivio de presión

9.2. ENSAYOS DE TENSIÓN RESIDUAL

Para los pararrayos convencionales, este ensayo determina el nivel de protección para las sobre-
tensiones de corriente, pero normalmente el nivel de protección total para tales pararrayos está
determinado por las tensiones de cebado del arco.

Para los pararrayos de ZnO, por el contrario, este ensayo determina el nivel de protección para
toda clase de sobretensiones, si no existen tensiones de cebado del arco.

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2-13Q16.doc 64
Pararrayos

En correspondencia con las características de tensión de cebado para impulsos de rayo e impul-
sos de maniobra de los pararrayos convencionales, es necesario encontrar una característica de
tensión residual para los pararrayos de ZnO que corresponda a los mismos impulsos de tensión.

Además de la onda de corriente de 8/20 µs, la tensión residual se mide también con ondas de
corriente de 1µs y 30µs de frente. El tiempo de frente de 1µs se supone que representa la co-
rriente a través del pararrayos causada por impulso de choque muy cercano al impulso de rayo
(un caso más severo que el ensayo a cebado por frente de onda).

El tiempo de frente de onda de 30 µs representa la tensión residual producida por las sobreten-
siones de maniobra.

Pueden darse mayores tiempos de frente, pero no producen un cambio significativo en la ten-
sión residual.

Para realizar los ensayos de tensión residual se toman secciones iguales con tensión nominal de
3-12 kV. La tensión residual para el pararrayos completo será el producto de la tensión residual
de una sección por el nº de secciones.

Para los pararrayos de ZnO sin explosores existe la posibilidad de ensayar el número de seccio-
nes midiendo una tensión de referencia a una pequeña corriente de frecuencia industrial de am-
plitud definida, a través de la sección del pararrayos completo. El número de secciones del para-
rrayos completo es entonces el cociente entre las tensiones de referencia. Se recomienda realizar
el ensayo a frecuencia industrial y la tensión de referencia a una corriente definida en el codo de
la característica tensión-corriente. A esta tensión la corriente resistiva aumenta muy rápidamente
al aumentar la tensión; por esto asegura buena precisión de la medida de tensión.

La tensión de referencia a la frecuencia industrial medida con un voltímetro de cresta y divida


por 2 se define como tensión nominal del pararrayos.

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2-13Q16.doc 65
Pararrayos

9.3. ENSAYOS DE OPERACIÓN

Para los pararrayos convencionales este ensayo sirve para probar el resellado a la tensión nomi-
nal. El ensayo se realiza solo para el impulso de corriente que para la corriente subsiguiente en el
medio ciclo de la tensión a frecuencia industrial.

En los pararrayos de ZnO no hay resellados, pero los ensayos de operación para tales pararrayos
son principalmente una prueba de la estabilidad térmica bajo condiciones de servicio prescritas.
Consecuentemente, es absolutamente necesario determinar las secciones que tengan impedancia
térmica y temperaturas de arranque en correspondencia con las condiciones de servicio del para-
rrayos completo.

Además, es de gran importancia en la operación del pararrayos mantener las secciones energiza-
das a la tensión a frecuencia industrial entre y después de los impulsos de corriente. Además, se
aplicarán las posibles sobretensiones temporales. En los ensayos de operación la característica de
los elementos de ZnO tiene vital influencia en el resultado del ensayo. Es por esto también de
gran importancia que los elementos de ZnO que van a ser ensayados tengan características váli-
das para elementos después de algunos años en servicio. Las características pueden quedar afec-
tadas por las condiciones de servicio normales y anormales.

En este tipo de ensayos se incluirán todos los esfuerzos eléctricos que un pararrayos probable-
mente haya de tener en su vida operativa.

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2-13Q16.doc 66
Pararrayos

Hay dos tipos de ensayos de operación:

- Ensayo de operación a la corriente nominal


- Ensayo de estabilidad

a) El primer ensayo se realiza sobre secciones repartidas que representan los verdaderos mode-
los técnicos del pararrayos completo. Las secciones se precalientan a 60º C antes inidio de las
pruebas.
b) El ensayo de estabilidad comienza con la simulación de un proceso prescrito de envejeci-
miento. Este proceso incluye tanto el ensayo a impulso de corriente como el ensayo de im-
pulso de corriente de larga duración. La intención de este ensayo es determinar si el pararra-
yos de ZnO es térmicamente estable durante y después de la operación prescrita.

9.4. ENSAYO DE ESTABILIDAD DE LARGA DURACIÓN

Los pararrayos de ZnO requieren ensayos de estabilidad de larga duración al trabajar constan-
temente a la tensión de servicio. Los pararrayos están diseñados con un margen razonable para
operaciones normales y anormales, sin que alcancen fugas térmicas. El diseño está basado en las
características de los varistores de ZnO y, debido a los posibles cambios en las características
durante el servicio, los márgenes de diseño pueden sobrepasarse a veces.

Los varistores de ZnO tienen un aumento de pérdidas con el tiempo, que depende fuertemente
de la temperatura. Esto indica un riesgo de futuras fugas térmicas; por tanto, es recomendable
investigar su comportamiento a este respecto. La influencia del envejecimiento sobre las caracte-
rísticas del varistor se determinará tanto para tensión de servicio normal como para corrientes de
impulso de varios tipos.

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2-13Q16.doc 67
Pararrayos

9.5. ENSAYOS DE POLUCIÓN

Los ensayos recomendados para los pararrayos convencionales se realizan para comprobar que
el pararrayos no experimenta

- Cebado externo a lo largo del aislador


- Cebados internos

En los pararrayos de ZnO no existe la posibilidad de cebados internos. En cambio, sí existe la


posibilidad de esfuerzos térmicos, especialmente para los pararrayos múltiples. Estos efectos se
deben a la transferencia de corriente entre el interior y la capa externa de polución.

El ensayo de polución en los pararrayos de ZnO se hará hasta que casi se produzca el centelleo
continuo.

9.6. ENSAYOS DE ALIVIO DE PRESIÓN

La intención de estos ensayos es demostrar que un cortocircuito interno del pararrayos no pro-
ducirá una destrucción explosiva de la envolvente que pueda causar daños accidentales al equipo
cercano ó al personal.

9.7. ENSAYO DE TENSIÓN DE AISLAMIENTO

En los pararrayos de ZnO las tensiones de cebado a impulsos de choque 1,2/50 µs suelen ser
mayores que la tensión residual.

El margen entre la sobretensión de maniobra para la porcelana mojada y la tensión residual a


impulsos de maniobra para los elementos de ZnO es aún mayor.

Por tanto el ensayo de tensión de aislamiento del pararrayos ofrece poco interés. El pararrayos
estará siempre protegido con su propio aislamiento contra el cebado del arco.

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2-13Q16.doc 68
Anexo I: Comportamiento de una onda en un punto de transición

ANEXO I. COMPORTAMIENTO DE UNA ONDA


EN UN PUNTO DE TRANSICIÓN

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2-13Q16.doc
Anexo I: Comportamiento de una onda en un punto de transición

COMPORTAMIENTO DE UNA ONDA EN UN PUNTO DE TRANSICIÓN

Cuando una onda viajando por una línea alcanza un punto de transición en el cual hay un
cambio abrupto de las constantes del circuito, como por ejemplo un terminal abierto ó en
cortocircuito, ó una unión con otra línea, una parte de la onda es reflejada hacia atrás y por
otra parte pasa a otras secciones del circuito. En el punto de transición mismo la tensión (ó
corriente) puede tener un valor desde cero al doble de la onda, según las características del
terminal. La onda que choca se llama" onda incidente" y las ondas a que da lugar se llaman
"reflejada" y "transmitida". Tales ondas se forman de acuerdo con las leyes de KIR-
CHHOFF y satisface las ecuaciones diferenciales de la línea.

Supongamos que la línea está cerrada en el punto de transición por una impedancia general
que consiste en una combinación de inductancias, capacitancias, resistencias, y otras líneas.
Para escribir la ecuación operacional, la impedancia mirada desde el punto de transición será
Zo (p). En general, Zo (p) puede consistir en un número cualquiera de impedancias en parale-
lo.

Consideramos n-l líneas de transmisión de impedancias características Z1 (p) ---Zn (p) y una
impedancia shunt a tierra (Ver figura 1). Cuando una onda incidente e1 circulando por la lí-
nea Z1 alcanza el punto de transición dará lugar a una onda e’1 reflejada ya unas ondas trans-
mitidas e"2, ---e"n en las líneas Z2 a Zn, una tensión e en la unión y una tensión eo en el punto
de transición. Se toma el punto de transición como origen de coordenadas, de forma que la
onda incidente se considera viajando en la dirección positiva. Se consideran las líneas sin
pérdidas.

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2-13Q16.doc 1
Anexo I: Comportamiento de una onda en un punto de transición

Las ondas de tensión y corriente incidentes estarán relacionadas con la impedancia caracterís-
tica de la línea.

e 11
e 1 gveri 1 = R 1 ; = − Z1 [2]
i 11

Las ondas transmitidas sobre las líneas de salida serán:

e′′ k
= Zk [3]
i ′′ k

La corriente total y la tensión en el punto de transición serán:

i 0 = i 1 + i 11 [4]

e 0 = e 1 + e 11 = Z 0 (p ) i 0 [5]

Sustituyendo [I] y [2] en [4] y [5]

 Z o (p ) − Z1 (onda de tensión reflejada) [6]


e i = Z (p ) + Z e 1
 o 1


 2 Z o (p ) (tensión total) [7]
e o = e1
 Z o (p ) + Z1

 1 Z o (p) − Z1 (onda de corriente reflejada) [8]


i 1 = Z (p) + Z e 1
 zo 1

 2 Z o (p ) (corriente total) [9]
 i o = Z (p) + Z e 1
 o 1

Los coeficientes a la derecha de las fórmulas [6], !1], [8] y [9] son llamados "coeficientes de
reflexión" y de "refracción".

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2-13Q16.doc 2
Anexo I: Comportamiento de una onda en un punto de transición

La impedancia total Zo (p) consistirá en la impedancia Z1 (p) en serie con las impedancias de
salida Zk (p) + Zk.

1
Z o (p ) = Z 1 (p ) + n
e1
1 1
+∑
Z g (p ) k = 2 Z k (p ) + Z k

Eliminando Zo (p) entre [7] y [9],

e o = 2 e 1 + Z1 i o [11]

La tensión en la unión (V. [9]) será:

2 Z (p )
e = Z(p ) i o = e1 [12]
Z o (p ) + Z1

y las ondas de corriente y tensión transmitidas por la línea k (2 k n) son, por [12] y [3].

e 2 Z (p ) 1
i ′k′ = = e1 [14]
Z k (p ) + Z k Z o (p ) + Z 1 Z k (p ) + Z k
2 Z (p ) Zk
e′k′ = Z k i ′k′ = e1 [15]
Z o (p ) + Z1 Z k (p ) + Z k

La caída de tensión global de las impedancias será por [9] y [14].

2 Z1 (p )
E 1 = Z1 (p ) i 0 = e1 [16]
Z o (p ) + Z1
2 Z (p ) Zk ( p)
E k = Z k (p ) i "k = e1 [17]
Z o (p ) + Z1 Z k (p ) + Z k

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2-13Q16.doc 3
Anexo I: Comportamiento de una onda en un punto de transición

e1 es dado en el punto de transición como una función del tiempo y todas las impedancias se
conocen en forma operacional. Las otras tensiones se determinarán resolviendo las anteriores
ecuaciones diferenciales.

PUNTO DE TRANSICIÓN GENERAL


Fig. 1

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2-13Q16.doc 4
Anexo II: Zona de protección del pararrayos

ANEXO II: ZONA DE PROTECCIÓN DEL


PARARRAYOS

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2-13Q16.doc
Anexo II: Zona de protección del pararrayos

ZONA DE PROTECCIÓN DEL PARARRAYOS

Supongamos la protección a un transformador situado una distancia del pararrayos

Fig. 1

Hemos asimilado la onda de sobretensión a una onda en rampa (el pararrayos generalmente se
ceba en el frente de la onda.

Fig. 2

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2-13Q16.doc 1
Anexo II: Zona de protección del pararrayos

La onda pasa por el pararrayos, reflejándose en el transformador. En un momento determina-


do se alcanzará en bornes del pararrayos su tensión de cebado. A partir de éste instante, se
puede considerar el pararrayos como una fuente de tensión constante aproximadamente igual
a Uc. A partir de este momento, la tensión en bornes del pararrayos se transmitirá por la línea
hasta el transformador y hacia el otro lado. Al cabo de un cierto tiempo Z, esta onda llega al
pararrayos.

______ Onda de tensión en el pararrayos.


--------- Onda de tensión en el transformador.

Fig. 3

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2-13Q16.doc 2
Anexo II: Zona de protección del pararrayos

En t = υ se produce el cebado del pararrayos, quedando este a tensión constante. Se gene-


rará una onda -2s (t- υ) para que se mantenga dicha tensión. Esta onda de pendiente -2s
avanzará hacia el transformador modificando su tensión. En t = υ + 2 se obtendrá la máxima
tensión en el transformador.

U max = 2 s θ 

U c = U max − 2s τ
u c = (θ − τ ) 2s

U max = U c − 2s τ

Si Z es grande, T y p estarán muy separados y la Umax en el transformador será muy alta.

CEBADO DESPUÉS DE 2τ (pero antes de 4τ)

 u max = 2 s θ


U c = (θ − τ ) 2 s

U c = U max − 2sτ
U max = U c + 2s τ ≤ 2U c

Fig. 4

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2-13Q16.doc 3
Anexo II: Zona de protección del pararrayos

CEBADO ANTES 2τ

u max = 2 s θ


 U c = 2 θ

U max = 2 U c

Fig. 5

TENSIÓN ANTES DEL PARARRAYOS

u max I = (θ + τ' ) s


 U c = s (θ − τ' )

U max I = U c + 2s τ 1

Fig. 6

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2-13Q16.doc 4
Anexo III: Niveles de aislamiento normalizados

ANEXO III: NIVELES DE AISLAMIENTO


NORMALIZADOS

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2-13Q16.doc
Anexo III: Niveles de aislamiento normalizados

NIVELES DE AISLAMIENTO NORMALIZADOS

1 2 3 4
Tensión nominal a los choques de
Tensión más elevada para Tensión nominal de corta duración a
rayo
el material frecuencia
(valor de cresta)
Um (valor eficaz) industrial (valor eficaz)
Lista 1 Lista 2
(kV) (kV) (kV) (kV)
3,6 20 40 10
7,2 40 60 20
12 60 75 28
17,5 75 95 38
24 95 125 50
36 145 170 70

NIVELES DE AISLAMIENTO NORMALIZADOS ENTRE FASES PARA


lkV < Um < 52 kV

El material que responde a la lista 1 conviene para las instalaciones siguientes:

1. En las redes e instalaciones industriales no unidas a líneas aéreas.

a) Donde el neutro de la red está puesto a tierra, bien directamente, ó bien por una impe-
dancia de valor débil con relación a la de una bobina de extinción. No es necesario nin-
gún dispositivo de protección contra las sobretensiones, como por ejemplo el pararra-
yos.
b) Donde el neutro de la red está puesto a tierra por una bobina de extinción y en ciertas
redes equipadas con una protección suficiente contra las sobretensiones, como las redes
extensas de cable sobre las cuales los pararrayos capaces de descargar la capacidad de
los cables pueden ser necesarios.

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Anexo III: Niveles de aislamiento normalizados

2. En las redes e instalaciones industriales unidas a líneas aéreas únicamente por medio de
transformadores y para las cuales la capacidad, con relación a tierra, de los cables unidos a
los bornes de baja tensión del transformador es al menos 0,05 µF por fase. Cuando la ca-
pacidad a tierra del cable es insuficiente, se pueden colocar condensadores suplementarios
entre el transformador y el aparato de corte, tan cerca como sea posible de los bornes del
transformador, de forma que la capacidad total a tierra del cable y de los condensadores
avance al menos 0,05 µF por fase.

Eso cubre los casos:

a) En que el neutro de la red está puesto a tierra, bien directamente, bien por una impe-
dancia de valor débil con relación a una bobina de extinción. Una protección por para-
rrayos puede ser deseable.
b) En que el neutro de la red está puesto a tierra por una bobina de extinción y en que una
protección suficiente contra las sobretensiones está asegurada gracias a los pararrayos.

3. En las redes y en las instalaciones industriales unidas directamente a las líneas aéreas:

a) En que el neutro de la red está puesto a tierra, bien directamente, bien por una impe-
dancia de valor débil con relación a la de una bobina de extinción, y en que una protec-
ción suficiente contra las sobretensiones está asegurada por explosores ó pararrayos,
teniendo en cuenta la probabilidad de la amplitud y la frecuencia de las sobretensiones.
b) En que el neutro de la red está puesto a tierra por una bobina de extinción y en que una
protección suficiente contra las sobretensiones está asegurada por pararrayos.

En todos los demás casos, ó cuando se necesita un alto grada de seguridad, se utilizará el
material que responde a la lista 2.

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