Você está na página 1de 9

Rig Veda Samhita

El Sacrificio del Gigante Cósmico (X 90)

Himno del Hombre (Purusha):

El Hombre tiene mil cabezas,

mil ojos y mil pies. (1a)

Cubre a la Tierra por todos lados

y la excede por diez dedos. (1b)

El Hombre es todo el universo,

lo que fue y lo que será. (2a)

Es el señor de lo inmortal

que mediante la comida crece y sobrepasa. (2b)

Tal es su grandeza,

pero aún superior es el Hombre. (3a)

Todas las criaturas son un cuarto de él

y lo inmortal en el cielo tres cuartos. (3b)


Tres cuartos del Hombre ascendieron al zenit,

pero un cuarto permaneció aquí. (4a)

Entonces, todas sus partes fueron divididas

entre lo que come y lo que no come. (4b)

De él nació Viraj

y de Viraj surgió el Hombre. (5a)

Al nacer superó a la Tierra

por delante y por detrás. (5b)

Cuando los dioses ejecutaron el sacrificio,

usando al Hombre como ofrenda, (6a)

la primavera fue la manteca clarificada,

el verano el combustible, el otoño la oblación. (6b)

Asperjaron al Hombre, nacido en el principio,

sobre la hierba sagrada (7a)

y lo sacrificaron dioses,

seres celestiales y sabios. (7b)


De ese sacrificio en que todo fue ofrecido,

recolectando la grasa fundida, (8a)

él formó los animales del aire,

del bosque y de las aldeas. (8b)

De ese sacrificio en que todo fue ofrecido

los himnos y los cantos nacieron, (9a)

los metros nacieron

y las fórmulas nacieron. (9b)

De él nacieron caballos

y los otros con dos hileras de incisivos; (10a)

las vacas nacieron de él

y de él nacieron cabras y ovejas. (10b)

¿Cuando dividieron al Hombre,

en cuántas partes lo repartieron? (11a)

¿Cómo llaman a su boca, cómo a sus brazos,

cómo a sus muslos y pies? (11b)


( legitimación del sistema de castas)
Su boca fue el brahmán,

con sus brazos se hizo al guerrero, (12a)

con sus muslos al campesino,

de sus pies nació el sirviente. (12b)

La luna nació de su mente

y de su ojo el sol nació, (13a)

de su boca Indra y Agni

y de su aliento nació el viento. (13b)

De su ombligo se formó la atmósfera

y de su cabeza surgió el cielo, (14a)

de sus pies la tierra y los puntos cardinales de su oreja.

Así ordenaron el mundo. (14b)

Había tres veces siete maderos secos

circundados por siete maderos verdes (15a)

cuando los dioses extendiendo el sacrificio

ataron al Hombre como un animal. (15b)


Los dioses sacrificaron al sacrificio con el sacrificio

y fueron las primeras leyes. (16a)

Esos poderes alcanzaron el firmamento

donde habitan los antiguos dioses. (16b)

Este himno postula aún otro ente creador al que llama Purusha, nombre

que puede traducirse como hombre, persona o espíritu. Se trata, en realidad,

de una suerte de gigante cósmico cuyo desmembramiento da origen a

dioses, astros y seres animados. Aunque habíamos dicho que no íbamos a

hacer distinciones cronológicas entre los himnos tratados en este artículo por

falta de datos, con este vamos a hacer una excepción pues hay un par de

indicios bien claros de que es uno de los más tardíos del Rig Veda. Veamos,

brevemente, cuales son antes de adentrarnos en él. En la novena estrofa, se

enuncia que del sacrificio de Purusha nacieron himnos, cantos y fórmulas, es

decir la materia del Rig Veda, Samaveda y Yajurveda, respectivamente, lo

cual indica que cuando este himno fue compuesto se conocían ya los tres

Vedas (el cuarto Veda, el Atharva, no mencionado aquí es posterior a los

otros, pero su ausencia carece de valor para fechar pues no tenía el mismo

prestigio que ellos y, por lo tanto, no siempre era mencionado junto a los
mismos). Sabemos que el Samaveda y Yajurveda datan, muy probablemente,

de comienzos del primer milenio a.C. por lo cual el himno de Purusha debe

ser un par de siglos más tardío que los otros himnos que he comentado. Un

segundo indicio de la composición relativamente reciente del mismo es la

referencia, única en el Rig Veda, a la división de la sociedad india en cuatro

grandes clases (12). Otro indicio es, quizás, su menor ambigüedad y relativa

transparencia comparado con otros himnos de su tipo.

Principio masculino, Purusha surge como otros creadores védicos por la

fecundación mutua con un principio femenino (5a) y no difiere

substancialmente de ellos salvo por el extraordinario expediente de ser

sacrificado para generar el cosmos. El sacrificio de Purusha es un verdadero

sacrificio védico, descripto de manera realista: se ejecuta sobre hierba

sagrada y la víctima es atada y asperjada para luego ser muerta y trozada.

Después de otras oblaciones (manteca clarificada, etc.), sus partes son

ofrendadas a un fuego alimentado por maderos secos y delimitado por ramas

verdes. Los sacrificadores son los dioses, pero paradójicamente el sacrificio

origina a los propios dioses y, también paradójicamente, la víctima es

identificada con el sacrificio (16a). Si bien el himno es tardío, la ideas en las

que se basa son muy antiguas pues tiene paralelismos en otras mitologías

indoeuropeas siendo el caso más evidente la germánica donde el gigante


primordial Ymir es muerto por Odín formando la tierra con su carne, los

mares con su sangre, las montañas con sus huesos, piedras con sus dientes,

el cielo con su cráneo y las nubes con su cerebro. En nuestro himno la

inmolación de Purusha no sólo genera a los dioses y al universo material sino

también a dos imponderables: los Vedas y el dharma, que encarnan al

conocimiento sagrado y a la ley en su sentido más amplio, respectivamente.

Conclusiones

Sin pretender ser exhaustivo, algunas conclusiones que se desprenden del

análisis de estos himnos son:

1. El origen del universo es en el Rig Veda un proceso misterioso que sólo

puede ser parcialmente intuido y comunicado a los hombres por los poetas

visionarios que compusieron los himnos.

2. El Creador es concebido como un ser único y supremo cuya identidad es

oscura y cambiante. A veces es ignoto, pero otras veces recibe diversos

nombres: Embrión Dorado, Praja-pati, Daksha, Aditi, Visva-karman, Purusha.

La mayoría de estos nombres figura raramente en otros himnos del Rig Veda

y con el tiempo estos creadores desaparecen o se subordinan a otro, pero el


problema de la identidad del demiurgo nunca se resolvió del todo. En textos

védicos posteriores, como en los Brahmanas, Praja-pati emerge como el ente

creador indiscutido, pero en las Upanishads tiende a ser reemplazado por

Brahman quien aúna las funciones demiúrgicas de Praja-pati a la sacralidad

del mantra pronunciado en el sacrificio. Más tarde, con la eclosión del

hinduismo, el mismo Brahman es absorbido por el antropomórfico Brahmá y

la divinidad suprema es compartida con Siva, Vishnu y Devi.

3. El Creador puede ser eterno o, en cambio, haber sido generado. En este

último caso, el problema metafísico planteado se resuelve por el mecanismo

de la creación mutua. Los dioses engendran al Creador y este a su vez los

engendra o en otros casos es un principio femenino el que da nacimiento al

Creador y es a su vez procreado por él.

4. La voluntad del Creador no es suficiente para fundar el mundo. Actúa en

conjunción con varias fuerzas elementales. Una de ellas es el poder del calor

que permite al creador ignoto del himno 129 pasar del estado latente al

estado activo y que es el primer motor del universo en el 190. Otras fuerzas

fecundadoras son más morales que físicas tales como el orden y la verdad.
Una muy poderosa es el sacrificio donde lo moral, lo religioso y lo práctico se

confunden.

5. La generación del mundo material es concebida, a menudo, en términos

domésticos y artesanales: como un parto, como la obra de un herrero o de

un carpintero, como el producto del batido de la leche o de la elaboración de

manteca.

Você também pode gostar