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¡DESPIERTA JACOB!

“Y soñó…y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo
sabía…este lugar…es…Casa de Dios y Puerta del Cielo”. Génesis 28:12-17.

Los sueños son parte de la vida. Algunos de ellos, son sueños que vienen cuando estamos
durmiendo, en ocasiones tienen significado y en otras no. Otros sueños, son los que vienen
cuando estamos despiertos, con los ojos abiertos; los cuales son proyectos, metas a alcanzar,
deseos de nuestro corazón.
El problema que enfrentamos con los sueños, es cuando simplemente nos quedemos ahí,
seguimos dormidos disfrutando el sueño y no se manifiesta nada en la realidad.

Jacob estaba tratando de proteger y salvar su vida de la amenaza de muerte que había recibido de
parte de su hermano. En su huida, Dios le sale al encuentro.
Después de haber recorrido una buena distancia, el cansancio del día se vino sobre Jacob, quién al
acostarse y descansar, se quedó dormido. Mientras dormía, tuvo un sueño en el que vio una
escalera que tocaba LA TIERRA Y EL CIELO y los ángeles de Dios subían y bajaban por ella. Ahí
mismo, Dios se le da a conocer, y le recuerda el pacto hecho a su abuelo Abraham.
Cuando Jacob despierta de su sueño, está consciente (despierto en su espíritu) de la presencia de
Dios en ese lugar. Y añade que antes, él no estaba despierto y consciente a la realidad de la
presencia de Dios en dicho lugar. Jacob le llama a ese lugar “Casa de Dios y Puerta del Cielo”.

Este sueño, no se quedó en simplemente algo más para la historia, tenía su significado y debería
venir a la realidad.

En el evangelio de Juan 1:51, se inicia el cumplimiento del sueño que Jacob tuvo. Jesús dijo: “…de
aquí adelante veréis el CIELO ABIERTO, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el
Hijo del Hombre”.
Jesús fue la escalera que Jacob vio en su sueño. Jesús fue el punto de contacto entre el Cielo y la
Tierra. Jesús fue la casa de Dios en la tierra (Juan 1:14). Jesús fue la puerta del Cielo (Juan 3:13).
Todo lo que Jesús manifestó fue, la presencia de Dios aquí en la tierra y el reino de los cielos en la
tierra.

Actualmente, el sueño de Jacob sigue cumpliéndose.


Es la Iglesia de Jesucristo la que tiene contacto entre el cielo y la tierra (la escalera del sueño de
Jacob).
Debemos estar alertas y no permitir que nuestro llamado como “Casa de Dios y Puerta del Cielo”
se quede simplemente en un sueño y nunca despertemos de él. ¡No nos quedemos dormidos!
La iglesia, es la habitación de la presencia de Dios. La iglesia, es la puerta por donde el cielo puede
salir e impactar la tierra, así mismo, la puerta por donde muchos pueden entrar al reino de los
cielos.

Es hora de que Jacob (La Iglesia) se despierte, se levante del sueño a la realidad. Es tiempo de que
estemos más conscientes de quienes somos en Cristo, no seamos ignorantes de nuestra identidad.
Oremos que la Iglesia de Cristo reciba cada día más revelación y conciencia de la presencia y el
reino de Dios manifestado en y a través de ella.
“La creación espera la manifestación gloriosa de los hijos de Dios”.
Dtb.
Chavy

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