Contrapunto.

Publicación de Crítica e Información Literaria

Número 42 (noviembre 2017)
Índice
ISSN: 2340-8081
Firma invitada
Comité de Redacción 4 Verónica Azcue

Dirección Coordinación Secretaría de Redacción Miradas

Fernando Larraz
Firma invitada
Javier Helgueta
María Álvarez Cristina Suárez 6 “Metralleta Joe, Antigua y barbuda”, por Gonzalo Escribano Roca
María Sánchez
Biblioteca Clásica
De aquí y de allá Dirección de Arte 10 “Tras la Edad de Oro y la Arcadia: la elegía en Roma”, por María
Cristina Suárez Ainhoa Rodríguez Sánchez Arias

Miradas Alrededores Diseño y maquetación 14 Inéditos

Álvaro Ley Alejandro Rivero Ainhoa Rodríguez
Reseñas
Biblioteca Clásica Polifonías Difusión y gestión web
18 Diálogo con las Artes
Soledad Abad Raquel López Soledad Abad
26 De aquí y de allá
Ainhoa Rodríguez
Inéditos Voces Víctor M. Rodríguez 36 Alrededores
Yasmín Sadeghi Paula Mayo 44 Polifonías

Diálogo con las Artes Artículos Voces

Víctor M. Rodríguez Fernando Larraz 60 Entrevista a Ángel Basanta: “La crítica literaria: de la mediación a
la responsabilidad”, transcripción de Paula Mayo Martín

Consejo de Redacción Artículos

Javier I. Alarcón, Gema Cuesta, Esther Gómez, Cristina Martínez, Eduardo 65 Teresa Soto Tafalla: “Eveline, un modo de acercarse a Joyce”
Montoza, Patricia Pizarroso, Cristina Somolinos

Corrección
Yara Pérez

Colaboran en este número

Verónica Azcue, Ángel Basanta, Alberto Calero Carramolino, Gonzalo
Escribano Roca, Alba Gallego, Lorina Långstrump, Gemma López Canicio,
Montse Ordóñez, Teresa Soto Tafalla, María Luisa Suárez Marín

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 Firma invitada
E
l estudio de la literatura a partir
de un enfoque mitológico ofrece
una perspectiva amplia y plural
que permite abarcar espacios, tiempos,
géneros y hasta disciplinas diversas y
que resulta, por tanto, sumamente rica e
iluminadora. Observar el fenómeno de
la recreación de personajes o arquetipos
temáticos en lugares, épocas, autores y
obras diferentes nos expone a estéticas,
formas de experimentación y modos de
adaptación diversos. Al mismo tiempo,
nos permite constatar procesos de tipo
político y social, como la tendencia a la
apropiación o desmitificación de ciertas
imágenes o símbolos por determinados
colectivos en situaciones históricas
particulares.
Por lo que respecta al estudio
de la literatura del exilio republicano
de 1939, ámbito al que he dedicado
mis investigaciones en los últimos
años, la adopción de una perspectiva
mitológica resulta de gran utilidad, ya
que permite abarcar, a través de una
mirada transversal y unificadora, un
corpus variado y fragmentado. Se trata,
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en efecto, de obras producidas por
autores de formación diversa y nacidos
en décadas sucesivas; desde los que se
exiliaron en edad avanzada, como León
Felipe o María de la O Lejárraga; los que
eran todavía jóvenes cuando se vieron
forzados a abandonar el país, como
Manuel Altolaguirre o Carlota O’Neil;
y los que eran todavía niños cuando
terminó la Guerra Civil, como José
Martín Elizondo.
A pesar de la dispersión
geográfica que impuso el exilio, los
autores desterrados intentarán, desde
los distintos destinos y países de
acogida, mantener sus raíces y señas de
identidad y, en este sentido, los mitos
–en su acepción más amplia– resultan
un recurso fundamental para el proceso
de reconstruir la identidad, redefinir
posiciones en el nuevo contexto político
y social de la derrota y el exilio e
intentar comprender la circunstancia
pasada y presente. Así, por ejemplo,
la reapropiación de la figura del Cid,
entendida ahora como representante del
colectivo de los desterrados, la revisión
del mito en torno a la locura de la reina
Juana de Castilla, la desmitificación de
Colón y su empresa del descubrimiento,
o la construcción de nuevos mitos, como
Goya o García Lorca, son asuntos que
ocupan un lugar central en la obra de
los desterrados en ámbitos tan diversos
como el teatro, la poesía o la novela.
En algunos casos, como sucede con
la reivindicación de la figura de Don
Quijote, la tendencia a la mitificación
se expande sobre diversas disciplinas
artísticas y sirve como elemento y
factor de cohesión identitaria entre el
grupo exiliado. En la misma línea, hitos
históricos que tienen por protagonista a
un colectivo anónimo, como Numancia o
Fuenteovejuna –ejemplo de la resistencia
heroica del pueblo español contra
regímenes represores–, o episodios como
el bombardeo de Guernica, adquieren
una resonancia mítica singular y dan
pie a recreaciones o nuevas versiones
dramáticas. Incluso las imágenes de los
cuadros de tema mítico e histórico de
artistas como Velázquez, Goya o Picasso
se erigen en el asunto principal de las
obras de dramaturgos como Alberti o José
Martín Elizondo. Los pintores mismos,
transformados ahora en protagonistas
de las piezas de estos autores, pasan
también a formar parte del imaginario
del exilio. En general, la revisión de
los mitos y la tradición literaria que
llevan a cabo los exiliados insiste en el
efecto represor de la España católica,
dogmática e intransigente, al tiempo que
rescata cierta corriente popular, liberal
y trasgresora que, desde La Celestina a
Cervantes, aparece también representada
en nuestra literatura. Por su parte, la
reflexión sobre los mitos históricos
insiste en ciertas pautas que se repiten
en los procesos políticos y sociales,
como la tiranía absoluta, el golpismo o
el destierro, pero se esfuerza también
por destacar la presencia continua en
la historia de España de una corriente
revolucionaria a partir de ejemplos
como Numancia, la revuelta comunera
de Villalar, la constitución de Cádiz y la
proclamación de la Segunda República.
La práctica de enfoques de
tipo mitológico permite, por tanto, la
aproximación al estudio de las obras
de los creadores desterrados a partir de
una visión unificadora que puede, en
buena medida, superar el desafío que
plantea el problema de la fragmentación
y dispersión geográfica de la producción
literaria del exilio. Asimismo, resulta un
método particularmente eficaz para la
incorporación a la historia de la literatura
de un conjunto amplio de obras que,
aunque quedaran al margen del canon
por razones de índole ideológica y
política, poseen, en virtud de su carácter
mítico –con el nivel de consagración y
familiaridad temática que conlleva este
aspecto– potencial para la asimilación
efectiva del público y la crítica.
Verónica Azcue
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 Miradas
Metralleta Joe, Antigua y barbuda
Ángel Stanich irrumpió en el panorama
musical español en 2014 con un
inesperado disco que rompía en parte los
esquemas previos seguidos por lo general
en la escena del país. Ciertamente, como
suele suceder, lo nuevo es siempre
variación de lo pretérito, leve variación
que de repente se destaca por su pequeña
originalidad, más en este caso: mezcla
de una especie de folk psicodélico con
lo más recóndito de la bohemia española
reconvertida en redención indiegena.
“Me gusta ser ángel caído”. Antes de
que saliera a la luz Camino Ácido, el
ermitaño del indie había dejado ya
algunas pistas de su peculiar talento
con un sencillo inimitable, la intensa
“Metralleta Joe”, una canallada epiléptica
sobre el lado salvaje, con estribillo
sustancioso: “El tipo en quien confía el
carnicero/ cuando quiere género fresco”.
Pero a la voz de Stanich, desgarrada
o nasal, íntima o desmedida, casi
siempre magníficamente incoherente,
le faltaban todavía muchos caminos
por recorrer (y aún le faltan). Mezcla
de vaquero y eremita, de fanfarrón y
filósofo, de sátiro y sensibilísimo asceta,
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pronto llegó su primer disco y con él un
inopinado triunfo en la escena musical.
El músico santanderino/vallisoletano
(de adopción) se vio de repente en el
candelero del indie. Pero la reacción del
irónico cantante/personaje fue un tanto
adversa. Todavía no le conozco una sola
entrevista. Y esto, ya se sabe, no nos
gusta mucho a los que hacemos secretos
periodismos, pero no debería ser tan
raro. Con su música le basta; nos debería
bastar.
Camino Ácido venía repletito
de novedosas y etílicas misivas de un
mundo extraño que no es más que
el nuestro. De Santander a Madrid,
pasando por Barcelona y por los
extrarradios del mundo extraterrestre
y del oeste americano. Metralleta Joe
atacando con sus balas de plata y cobre.
Y el hipnótico ir y venir de canciones
como la homónima “Camino ácido”,
“El río”, “El outsider” o el último corte
del disco, “Amanecer caníbal”, largo
delirio carnavalesco con viajes cósmicos
incluidos y un humor inconmensurable:
Desayuné cerveza por el que deba retratarme
y una de esas chicas de este amor tan repentino
que había en la despensa por inmolarme?
junto a la mercromina.
Es evidente que algo de
Capas y capas de guitarras y tintes
provocativo tiene este roquero/
orientales entre telares de pura rabia del
folklorista/cantautor lisérgico. Lo dejó
sur americano, y algo de genio norteño.
claro con un nuevo corte publicado
Todo de una vez. Pero no se iba a quedar
como sencillo: “Jesús Levitante”. De
la cosa ahí. La gira eterna comenzó en
nuevo emplea el cantante allí el recurso
2014 y casi no acaba en 2016 (y ya antes
del disfraz y de la polifonía, colocándose
Stanich se había convertido en la joven
de amuleto la cruz de Cristo y, con
promesa de la carretera). En aquellos
toda la maldad que de él se esperaba,
primeros conciertos el bajista de Stanich
transmutándose en el redentor. De las
tenía todavía que dirigir los coros como
carreteras secundarias a las entrañas de
se podía; hoy los fanáticos y admiradores
la ciudad al Jerusalén antiguo y de nuevo
de Stanich se cuentan por cientos. Y
a Valladolid y a Castellón para llenar en
eso es lo de menos. La originalidad no
los festivales. Uno no sabe muy bien cuál
es el único valor artístico, claro está;
será la siguiente pirueta de Ángel Stanich.
pero Ángel Stanich lo tiene, y eso ya
Pero quedaba más. Y queda mucho. Casi
es bastante. Sus letras son delirantes
tres años después de su primer disco, y
y, sin embargo, están perfectamente
tras mucha carretera y manta, saluditos y
calculadas y mezclan, en mi opinión,
caídas en plancha, tremenda noria y salas
la fluidez propia del género con la
de mala muerte y salas de relumbrón,
densidad conceptual que uno esperaría
ha vuelto el ermitaño a la carretera con
de un buen cantautor. Stanich esquiva
un nuevo disco bajo el brazo. Y el nivel
lo obvio; se decanta por lo complicado,
parece seguir subiendo. La ruleta sigue
por la parábola, la alegoría, la metáfora
en marcha y Stanich vuelve a sorprender.
inesperada, las referencias indirectas
Antes de su segundo disco, un pequeño
y variopintas, la sátira irreverente
parón y un LP lleno de ideas y de
o la intransigente autoflagelación
variaciones. Stanich es un maestro de la
humorística. Él no da entrevistas. ¿Y
variación y de la tonalidad (en sentido
qué? Dice Stanich en “Mátame camión”:
amplio). Maneja el cromatismo lírico y
¿Qué dirá la prensa
musical con una destreza insuperable,
si no haces entrevistas?
o casi. Con “Un día épico”, se coronó de
Que digan lo que quieran.
nuevo en el arte de decir poco y decir
¿Acaso hay un motivo mucho; pastiche de referencias a modo
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 de cuento fantástico:
No te he visto ayer
y aquí huele a incienso,
así que cuéntame,
tranquila, tengo tiempo.
Desayuné diamantes,
zarpé hacia rutas salvajes […].
Pero Antigua y barbuda (2017)
nos retrotrae de nuevo al universo
inabarcable de Camino Ácido,
ampliándolo de nuevo sin respeto alguno
por las fronteras de la imaginación. Lo
que sobre todo destaca en la obra de este
jugador irredento es su capacidad para
imaginar nuevos paisajes que contar,
nuevas texturas que manipular, nuevos
cuentos que complicar. Llama también
la atención el narrativismo de muchas
de esas canciones, que no obliga al
cantante, aun con todo, a renunciar a
cierto lirismo de extrañísima factura.
Personajes diversos e historias que nos
parece que nunca nos habían contado
están contenidos en los universos
sonoros de este ángel caído. Con cierto
regusto al tono americano de un Quique
González, con evidente raigambre
en la psicodelia británica y universal,
constructor de complejos engranajes
musicales propios del mejor progresivo,
Stanich nos recuerda a todo y no nos
recuerda a nadie. Deja una sensación
rara, empezando por esa voz algo nasal
y siempre desgarradora, galopante,
infinita en matices y ademanes, y
acabando por su talento nato para
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romper las fosilizadas palabrerías con
que se manejan algunos otros cantantes
del panorama. Jugar con Stanich no es un
juego fácil; tiene uno que estar dispuesto
a la incomodidad; abrir la mente, echarse
a andar por sus universos, salir de sí
mismo para entrar en sí mismo. Aunque
esto quizá ya sea demasiado. Lo que
menos pretende este misterioso niño de
las carreteras es ser un pelma. Y es difícil
dormirse de aburrimiento con Stanich.
En esencia, lo mejor que tiene es que es
incuestionablemente divertido. Aunque
le honra también su accesibilidad al
público; está aquí y allá, donde alguien le
vaya a escuchar.
En realidad, Stanich pertenece
a una especie de estirpe de célebres
heterodoxos que han triunfado en la
escena nacional sin renunciar a sus
principios estéticos y que viven de
hacer lo que más les gusta hacer, juntar
palabras con palabras y ponerles música,
sin que nadie les dicte ni el orden ni el
sentido. Otro día convendría abordar
la raigambre y el valor de tal estirpe,
pero nos conformaremos ahora con
trazar un esbozo mínimamente útil
de la producción de este atípico poeta
/ cantante / cuentista / showman /
guitarrero. Nos basta con él.
¿Cuál es tu lait motiv?
¿Cuál es tu ritual?
No quiero entrevistas
en profundidad.
[...]
Quiero más de ti,
de tu caminar,
colecciono moscas
y leo a Kierkegaard.
(“Hula Hula”, Antigua y barbuda, 2017)
El juego, la polifonía, la
multiplicidad de espacios y paisajes,
la alegoría nacional (v. “Carbura!”)…
Todo cabe en ese incipiente escaparate
del carrusel de Stanich que son sus dos
discos y sus varios sencillos. La maestría
está en subsumirlo todo bajo un mismo
punto de vista presidido por el humor
ácido, un cierto aire de antigüedad
quebrada y una voz mística, pagana y
masoquista. “Siempre tan triste, a la par
que elegante”, Stanich sigue llevando la
fiesta del eclecticismo allá donde va, y
todo el que le ve se queda con la copla. Eso
nos ha pasado –me permitiré la licencia
de hablar de mis propias experiencias–
a todos los que hemos ido vírgenes a
algunos de sus conciertos. Al volver a
casa del festival, uno se acuerda, claro, de
los grandes grupos a los que llevaba tanto
tiempo esperando ver, pero también de
ese joven barbudo que se tiró en plancha
al escenario para acabar el concierto,
simulando la muerte de Metralleta Joe
o de una de sus víctimas. Como a Ray
Loriga, a Cortázar o a Faulkner (en otras
esferas quizá más cercanas a los posibles
lectores de este artículo), a Stanich le
fascina meterse en la piel del otro sin
dejar de ser él mismo: maneja la retórico
y los efectismos del alter ego; su sino es la
desesperación, la lucha, la mendicidad,
la brutalidad, la carretera, el éxtasis, la
redención, el divertimento, la fatuidad…
y la música; y el amor; y la muerte; y la
burla.
Así vuela y sigue volando el rara
avis del indie español, sin conceder
entrevistas, catando todos los garitos,
metiéndose en todos los fregaos, de
Granada a Vigo y de Vigo a Alcalá de
Henares. De nuevo empiezan, desde
Antigua y barbuda, las andanzas de este
incontenible ciclón, de este chalado
rompemuros, de este épico cierrasalas,
de este tremendo rimador de fieras. Y
perdón por la adjetivación excesiva, pero
es que Stanich nos invita constantemente
a ella. La mesura es en él solo expresión
de un caos desbordante, de un salvajismo
implícito y urgente, floreciente y
perverso; y de un humor hilarante. Pero
basta ya… ¡llegó la hora de la acción!
Gonzalo Escribano Roca
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 Biblioteca Clásica
Tras la Edad de Oro y la Arcadia: la elegía en Roma
L
a tradición literaria se ha valido
de lo que gracias a Horacio
conocemos como Beatus Ille,
para reclamar un ideal, que aún hoy se
invoca, de una vida tranquila, armoniosa
y alejada de las urbes, del ruido de estas
y de los desastres que acontecen en la
civilización, como la guerra. De igual
importancia y en relación con el Beatus
Ille, encontraríamos el tópico del Locus
Amoneus, es decir, un paisaje idílico en
el que prima la belleza de la naturaleza,
como la Arcadia de Virgilio. Prueba de
la importancia de estos tópicos es el gran
peso que tuvieron en el Renacimiento y
en el Barroco, pues no se puede olvidar
obras como Oda a la vida retirada de Fray
Luis de León o La Galatea de Cervantes,
así como toda la obra de Garcilaso,
donde se encuentran frecuentemente
pastores o prados apacibles, tranquilos
y hermosos. No obstante, este no es
un invento literario ni una innovación
de Petrarca, o de los autores antes
mencionados en España, sino que se lo
debemos a una de las civilizaciones que
más han marcado a la occidental, en
concreto, la del mundo romano. Así, se
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ha de recalcar la idea de que estos mitos
y tópicos nos son trasmitidos por los
latinos y no por los griegos; esto se debe
a que a pesar de que estos géneros fueron
cultivados primero en Grecia (Idilios de
Teocrito), estos llegaron a la Edad Media
mediante la literatura romana, ya que los
eruditos de esa época no sabían griego.
De igual manera, los romanos, como
Virgilio, Horacio o Propercio, mejoraron
y ampliaron el género y los temas en los
que aparecían los tópicos o mitos que se
relacionaban con los mismos, puesto que,
por ejemplo, podemos encontrarnos con
estos tópicos en la elegía, en la lírica en
hexámetro o incluso en los epigramas. En
cambio, si retomamos la idea principal de
que estos tópicos y los mitos con los que
se relacionaban fueron muy importantes
en la literatura posterior a la del Imperio
romano, se ha de destacar que hay un paraíso, para los latinos y griegos, sin Por todo ello, no cabe duda de
mito que desaparece de estas versiones. olvidarnos de los Campos Elíseos, es la que este mito al que invoca en varias
Esto se debe a la gran religiosidad de Edad de Oro, cuando dioses y humanos ocasiones Tibulo como en el Carmen
estos siglos, sobre todo, circunscrito a la vivían apaciblemente, en armonía y en III, sirve para mostrar ese deseo de
religión cristiana, que había hecho que se una especie de lugar que nos recuerda vida retirada en el que no es necesario
buscase el paraíso después de la muerte y a los dibujados por Virgilio en Las el dinero, como mostrará en los versos
no en uno al que volveríamos tras pasar Bucólicas. siguientes. Además, el mito de la Edad de
por las cinco edades. Sin embargo, este Oro no solo invoca dicha vida retirada,
Contrapunto, n.º 42 | 11
 y el campo. De hecho, Propercio en el dioses como Pan, que no habían sido Grecia veía su modelo ideal en la polis
Carmen XVIII también cita esta Arcadia. motivo habitual de la lírica griega, e mientras que los romanos buscaban
Sin embargo, Propercio no la menciona incluso de la épica, a pesar de haberles la evasión en el campo idealizado y en
para invocar esa Edad de Oro, sino para obsequiado con el regalo de ganar a los un tiempo que quizá no vuelva, tras
retomar el tópico del Locus Amoenus, persas en la batalla de Maratón, son el desastre de dos guerras civiles y la
íntimamente ligado a la ciudad de adaptados a la nueva cultura romana,
llegada al poder de Augusto. Ahí, por
Arcadia por su origen ya mencionado y en la que muchos poetas buscan una
tanto, reside la inventiva romana que
su relación con el dios Pan. De este modo vida calmada, que se encuentre lejos de
toma mitos, formas o metros griegos y
podemos afirmar que, en cierta manera, los desdenes de su amada. Por ello, se
los adapta, asimila, varía, evoca y recrea
la Arcadia y la Edad de Oro guardan una puede considerar que estos mitos son
gran relación, pues ambas sirven para romanizados, es decir, se les dota de una para hacerlos suyos. Por ello, en contra de
evadirse hacia un lugar donde todo es connotación que no poseían en la Grecia como en muchas ocasiones se ha dicho,
apacible y la naturaleza sirve al hombre clásica, pues esto está íntimamente no se trata de una burda imitación, sino
y, por ende, las tragedias y los dolores relacionado con concepción que se tenía de una auténtica renovación estética y
humanos son sustituidos por canciones de la organización social y política. Así, temática de los moldes griegos.
pastoriles, juegos y un dulce amor,
María Sánchez Arias
sino también el deseo de volver a un aunque este a veces resulte doloroso.
tiempo que quizá fue mejor y que incluso Por todo lo mencionado
se puede relacionar con los principios anteriormente, es sumamente interesante
de Roma, de suma importancia en los el empleo de la mitología relacionada
círculos de Mesala en los que se elogiaba con las cinco edades, así como el uso
a Augusto y se pretendía volver a traer ese de mitos o tópicos relacionados con la
esplendor a la Roma que había seguido a agricultura, el campo y lo pastoril. En
dos guerras civiles. Por tanto, el mito de relación con lo anterior es necesario
la Edad de Oro y, en consecuencia, todas señalar que a ellos se llegará mediante
las evocaciones que conlleva tendrán la evocación y no de manera explícita,
un largo recorrido en la lírica romana pues en ello consistía la poesía elegíaca.
y así lo encontraremos, precisamente, Además, estos poetas latinos mediante
en las Bucólicas de Virgilio, que les las técnicas señaladas sucintamente
dedica el Poema V. Asimismo, aparece la con anterioridad, hicieron propio un
Arcadia, ciudad del Dios Pan y que fue mito que, aunque existió en la Grecia
habitada, en un principio, por pastores; antigua, no había sido prácticamente
guarda muchas similitudes con esa Edad usado y se romanizó para relacionarlo,
de Oro, pues en ella no solo están los directamente, con la vida bucólica y el
pastores, sino también ninfas, Ceres y esplendor del que quería dotar a la nueva
dioses relacionados con la agricultura Roma de Augusto. Del mismo modo, los

12 | Contrapunto, n.º 42 Contrapunto, n.º 42 | 13

 Inéditos
¡Estamos condenadas!
Condenadas a dar vueltas en la cama. A tener los nervios como despertador y
el estómago recogido en un enredo. Como hilos de coser, que ya no cosen nada,
abandonados entre millones de nudos dentro de un cajón.
Condenadas a morir con la sensación de fracaso y a vivir de pequeñas victorias que
nos saben a poco.
Condenadas a muchos echares de menos y muy pocos echares de más.
A la boca seca, a la falta de hambre y a los músculos contracturados.
Condenadas a objetivos que se dibujan como molinos gigantes y acercarnos a ellos
desarmadas.
Estamos condenadas al amor que huye si las que no tenemos que huir somos
nosotras.
Condenadas a que nos asfixie la rutina y al no querer llegar a casa.
A no jugar con los silencios incómodos pero quedarnos muchas veces sin palabras.
A perdernos en nosotras, encontrarnos en nosotras, y volvernos a perder volviéndonos
a encontrar en nosotras mismas. También estamos condenadas al mareo.
Condenadas a la risa histriónica, al llanto fuerte y a las noches abrazando almohadas.
A no entender nada y a no aceptarlo todo.
Estamos condenadas a pequeñas partículas de querer rendirnos y a castigarnos
fuerte con la decepción cuando nos permitimos la fragilidad.
Estamos condenadas a vivir en el círculo vicioso en el que nacimos, en el que nos
educaron, en el que nos hicieron crecer, y nos condenan las ansias de salir de él y
reventarlo todo.
Condenadas a pedir abrazos, cambios de horarios en el trabajo y a pasar horas en
los aeropuertos.
Estamos condenadas a la subestimación de la juventud, a las risas ajenas cuando
gritamos que lo vamos a conseguir y a los “te lo dije” cuando llegamos a casa, con la
esperanza más vacía que la maleta.
Condenadas a coincidir pocas horas con quien queremos coincidir una vida entera,
a vivir de planes lejanos, porque a los cercanos ya nos los estamos comiendo.
14 | Contrapunto, n.º 42
A hacer sin cedernos demasiado tiempo a pensar, porque son las horas las que
muchas veces nos engullen.
Estamos condenadas a tenerlo todo en mente a jornada completa, el corazón abierto
las veinticuatro horas y el instinto de fuga hasta los días festivos.
Condenadas al odio cuando alguien convierte la muerte en leyes y transforma la
dignidad en tiendas de campaña en pleno febrero, vallas electrificadas y dianas a las
que hay que alcanzar con misiles.
Estamos condenadas a pedalear cuesta arriba, a sudar la gota gorda y a no caer
rendidas porque el insomnio se ha convertido en nuestro mejor aliado.
Estamos condenadas a cambiarlo todo, a tener un rumbo fijo que se bifurca en
millones de caminos distintos y a saltar piedras.
Estamos condenadas a cambiarlo todo, porque en esto ya no hay nada que nos
cambie.
Lorina Långstrump 
Remedios para un mundo
Urge pisotear la vanidad que nos envuelve
ampliar la mirada de los impíos
saltar muros de incomprensión y romper ventanas de incorporeidad
huir de lo global y habitar en lo parcial
exterminar a los que por su boca nos arrastran a los exilios
borrar los exterminios, también
hablar con los hijos y explicarles que los árboles se mueven
detenerse ante el mar y caminar por las orillas de los ríos
buscar al otro para llenarle de abrazos de equidad
recuperar al nosotros, también
borrar de los mapas al que no sonríe y apalea
recuperar las sábanas blancas y los paseos al alba
trazar rumbos de sanidad con las palabras
restar hambruna moral y sumar conocimiento latente
embelesarse de la lluvia y cegar a la catástrofe
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 atemperar la razón y depositar en los desiertos la inconsciencia de los soberbios Flechas literarias
recobrar significado y hacer ley de lo sentido
verter de caminos la esperanza de los hombres
ser valientes y afrontar la diversidad como rumbo Ebrio Cortázar
escuchar la música que alberga nuestros órganos
Recorre el hombre, barbudo y lunar, las calles de la metrópoli europea con los
hacerse de trincheras de globos para recuperar la ilusión del vosotros
ojos hundidos en el cráneo de escritor y la sonrisa a punto de dibujarse en la boca
candente, abarcadora y mística, elíptica y trascendente. A la orilla del río. Un río
Si con esto no sirve
repleto de cadáveres que se acercan a la orilla y abren los ojos y con las uñas rasgan el
tendremos que saltar a otro mundo
fondo de su piel y son tú. Lázaro. Cortázar incandescente, crisoelefantino, absurdo,
perito, topacio. Y las horas pasan como nubes que son babas y como cuentos que
o mudarnos al otro barrio
son tiempos. Cortázar niño, Cortázar ebrio. Cortázar vuela y baja a los infiernos.
Puertas condenadas y detectives aletargados y suicidios asistidos y la vida que pasa
Montse Ordóñez
como siempre en un reloj, maravilloso regalo de la muerte. Tiempo muerto. Último
round. En River los boxeadores se acuerdan de ella y la dulce esfera blanca huele a
Coser
mieles de otro tiempo. Mateamos en los descansos, reímos en las aceras. Ellas fuman
Cosidos los bordes un cigarrillo tras otro. Cortázar, apoya la cabeza sobre la mano que se ensancha y
tengo de miel se endurece, vuelve a un barrio de Bánfield y las niñas mueven las faldas al compás
para dulcificarme la vida. de un tango viejo y desgastado… Y se abren las venas de París y las entrañas de las
No paseo las tragedias ajenas selvas más recónditas, las selvas que anidan en nuestros instintos. Cortázar salvaje.
ni marchito privilegios Cortázar arrítmico. Cortázar experimentante y experimentado. Flechador de mil
ni atrinchero sinrazón. flechas: hombre espectáculo. Ebrio Cortázar, con sus mil caras puestas y las caretas
esperando en el diván. No llamaremos a su puerta. Esperaremos que él nos llame
La locura de los otros a capítulo y nos asaetee con su rabia milenaria de asesino casual y causalmente
me lacera zaherido por el destino. Ojalá la vida fuese larga como un río, y estuviese repleta
me rebela de flores amarillas. Podríamos pasarla leyendo cuentos de Cortázar. Quietos, lentos,
me secuestra. casi fúnebres. Dejando que las cosas y los hombres pasasen por nosotros. No famas,
sino esperanzas. Pero la vida sigue, vertiginosa y plástica, epidémica, como una
Que el viento transite enfermedad que no cesa de hacer su trabajo. Infección del alma. Vida. Que viene
y la vela se apague en forma de flecha a incendiar las mentes de los hombres. Todo trabajo como el
dejad entonces mecanismo de un reloj; los peces nos observan desde el otro lado; los fantasmas
que me tiña el cabello de azul, retornan y las camareras cuelgan sus zapatos en un perchero sucio y polvoriento; de
para poner norte a vuestras iras, Lanús al centro y del centro a Nueva York, o algo así… Cortázar tenue, henchido.
orden en vuestro caos Cortázar pobre, rico, irónico, patético. Cortázar insidioso, cruel o efervescente.
y un zurcir en vuestras grietas. Cortázar tú y Cortázar yo.

(Querido lector, no olvide leer a Cortázar antes de que anochezca).

Montse Ordóñez
Gonzalo Escribano Roca

16 | Contrapunto, n.º 42 Contrapunto, n.º 42 | 17

 Diálogo con las Artes
Pesado y melódico: “Concrete and Gold”
Integrantes: Dave Grohl, Pat Smear, Chris Shiflett, Nate Mendel,
Rami Jaffee, William Goldsmith, Franz Stahl.
E
s difícil precisar las influencias
que desembocan en la música
de Foo Figthers. No porque
las mantengan ocultas. Al contrario,
Dave Grohl, fundador y líder, no deja
de hablar de los músicos que admira,
desde Paul McCartney y The Beatles
hasta Trent Reznor de NIN. El problema
aparece cuando contrastamos este
amplio abanico de influencias con lo que
escuchamos en los discos. Foo Fighters
probablemente entra dentro de esa
categoría, a veces demasiado amplia,
que es el “rock alternativo”, inclinándose
hacia las vertientes más potentes y
“pesadas” del género. Aunque nunca lo
lleva hasta sus límites. Es por esto que
en sus inicios, cuando el exbaterista de
Nirvana, Grohl, comienza su carrera
fuera del grupo que le dio fama, se decía
que su música era una versión pueril del
grunch. Si bien esta descripción tenía
un tono peyorativo, creo que más de
veinte años después podemos retomarla
18 | Contrapunto, n.º 42
Concrete and Gold
Foo Fighters
Productor: Greg Kursten
Nacionalidad: Estados Unidos
quitándole la carga negativa, pues no es
desacertada. En los discos escuchamos un
rock de guitarras distorsionadas y voces
rasgadas, con una amplia presencia de
power chords, pero que no sale de ciertos
parámetros que lo mantienen dentro de
un ámbito comercial y relativamente
pop. Al menos, hasta que llegamos a
su última producción: “Concrete and
Gold”. no solo la música “de moda”, sino
Lo que realmente hace diferente
a este disco es la conjunción, no solo
de influencias, sino también de manos
–o voces musicales, para ser precisos–
que participan en él. Para empezar, y
esta es probablemente la pieza clave, la
producción de Greg Kursten. Si bien
su trabajo es ampliamente reconocido,
esta es su primera incursión en el
rock. La música de Foo Fighters gana
gracias a este hecho, pues la amplia
gama de géneros que le interesan a
Kursten hacen que el rock alternativo
de Dave Grohl y los demás integrantes
crezca armónicamente. Las canciones
que forman el disco revelan una
heterogeneidad que, me atrevo a afirmar,
no había escuchado en todos éxitos de la
banda combinados, desde la potencia del
riff de “Run” hasta los arreglos vocales
de “Sky is a Neighborhood” o “Concrete
and Gold”. Esta heterogeneidad se debe,
en buena medida, a la participación de
otros artistas. En el tema que da título
al álbum, Shawn Stockman se encarga
de grabar las segundas voces del coro.
El mismo Grohl ha reconocido lo
importante que resultó este cantante en
el producto final que escuchamos. Este
es solo un ejemplo. Las contribuciones
van desde Paul McCartney hasta Justin
Timberlake, lo cual da testimonio de lo
distintas que pueden llegar a ser y, en
última instancia, de lo variado que es
“Concrete and Gold”.
La cultura de masas es una
máquina que transforma cualquier cosa
que escape a sus moldes en un producto
listo para ser empaquetado y vendido.
Este es el principio fundamental que
le permite mantener sus engranajes
andando y que evita, sobre todo, que
cualquier entidad rebelde la destruya.
La historia del rock y de sus diferentes
vertientes puede ser leída como un
diálogo entre el género musical y el
aparato de comercialización. Esto ha
traído como consecuencia que las bandas
de rock sean cada vez menos antisistema
y más adaptadas a las expectativas de la
cultura de masas –quizá el último gran
movimiento que intentó desafiar las
formas del consumismo fue el grunch
del que Grohl fue protagonista–. Por
lo tanto, cada vez se hace más difícil
saber qué parámetros usar para medir la
calidad de una nueva producción de este
género. ¿Usamos estándares meramente
técnicos, que ignoren los problemas
ideológicos que han sido esenciales
durante tanto tiempo en el rock?
¿Debemos buscar formas innovadoras
que, dicho sea de paso, cada vez escasean
más? ¿O quizá tenemos que enfocarnos
solo en esos grupos pequeños,
prácticamente desconocidos, únicos
sobrevivientes del ímpetu de la industria
musical? Aunque hay excepciones, el
panorama es desalentador. Dentro de
este contexto, un disco como “Concrete
and Gold” brilla. Foo Fighters no es una
banda que escape al mundo comercial:
dialoga con él, busca la manera de
esquivar sus trampas –y no siempre es
exitosa-. En su última producción, sin
embargo, ha logrado hacer un disco
musicalmente interesante y que desafía,
también sus discos anteriores.
Javier Ignacio Alarcón
Contrapunto, n.º 42 | 19
 El trovador del pueblo
Zorrilla, poeta popular
Museo de la Biblioteca Nacional de España
Del 19 de septiembre al 21 de enero de 2018
Comisaria: Raquel Sánchez García
Entrada gratuita

P
ara conmemorar los doscientos
años del nacimiento del prolífico
poeta y dramaturgo José Zorrilla
(Valladolid, 1817 - Madrid, 1893) el
Museo de la Biblioteca Nacional de
España (Madrid) ha organizado una
exposición que lleva por nombre Zorrilla,
poeta popular, cita ineludible de este
otoño para los amantes de la literatura
española decimonónica. Por la Sala de
las Musas pasearán todos aquellos que se
acerquen a descubrir tanto la vida como
la obra de este escritor. Cuidadosamente
estructurada en tres secciones –
Recuerdos del tiempo viejo, Zorrilla en
el escenario y El mundo legendario de
Zorrilla–, en esta muestra se presentan
de forma ordenada la biografía, el papel
como poeta y la faceta como autor de
piezas teatrales de uno de los personajes
más célebres del Romanticismo español.
De entre los textos que se han
seleccionado para la exposición destaca
el que mayor fama, que no riquezas,
le confirió en vida a Zorrilla: Don
Juan Tenorio (1844), una de las obras
más representadas del teatro español.
Conocido por todos es el drama que
bebe de la versión elaborada por Tirso de
Molina en 1630 –El burlador de Sevilla
y convidado de piedra– y que tiene por
protagonista a un seductor sevillano cuya
chulería y libre albedrío quedan relegados
a un segundo plano tras caer rendido
ante la novicia doña Inés. Sin embargo,
gracias a esta exposición los visitantes
tendrán la oportunidad de conocer no
solo al dramaturgo, sino también al poeta
fascinado por las leyendas e historias
populares, especialmente cómo fueron
sus primeros pasos en los ambientes
intelectuales del siglo xix. En los inicios
de su trayectoria literaria cabe resaltar
la influencia de la figura de Mariano
José de Larra, a quien Zorrilla admiraba
profundamente y cuyo suicidio impactó
notablemente al principiante. Fueron los
versos dedicados a Fígaro más notorio los
que le confirieron al autor vallisoletano
un nuevo estatus de poeta, edificado este
sobre la tumba de uno de los mayores
maestros de las letras castellanas. La
gran acogida por parte de sus colegas
coetáneos y el relevo generacional fueron
algunas de las razones que impulsaron al
joven a continuar escribiendo y creando,
tras haber huido del destino que le
dibujaba su padre, un jurista que nunca
le perdonó a su hijo no haber seguido
sus pasos profesionales. En un sencillo
eje cronológico quedan recogidas las
distintas etapas de una larga existencia
en la que no solo se codeó con escritores
como José de Espronceda, Juan Eugenio
Hartzenbusch, Alexandre Dumas y
Víctor Hugo y publicó aclamadas obras
como Traidor, inconfeso y mártir (1849)
o El drama del alma (1867), sino que,
además, viajó a París, Londres, Cuba, etc.
Especial atención merece la estancia del
artista en México, donde vivió más de
una década, fraguó una estrecha amistad
con el emperador Maximiliano I y ejerció
de director del ya desaparecido Teatro
Nacional. Tras su regreso a España, fue
nombrado cronista de su Valladolid
natal y académico de la Real Academia
Española, cargo que aceptó con uno de
los discursos más originales, el primero
redactado en verso, que se han leído ante
sus miembros.
Además de encontrarse con un
gran número de manuscritos originales
y primeras ediciones de sus textos, los
visitantes podrán visionar varios vídeos
explicativos con imágenes y anécdotas
de la vida del afamado escritor. También
en esta muestra se pueden ver los carteles
de los actos y festejos celebrados en torno
a su coronación como poeta nacional en
Granada, ciudad que lo inspiró durante
muchos años. Esta es, sin duda, una
exposición que no se deben perder
quienes quieran acercarse a un perfecto
retrato de la vida y obra del trovador del
pueblo, que gozó de gran popularidad
en su época y que, con el paso de los
siglos, se ha consagrado como uno de
los mejores autores de nuestra literatura.
Cristina Suárez

20 | Contrapunto, n.º 42 Contrapunto, n.º 42 | 21


First they killed my father: a daughter of Cambodia remembers
Guionistas: Angelina Jolie, Loung Ung
Intérpretes: Sreymoch Sareum, Kompheak Phoeung, Socheata Syeng,
Nacionalidad: Camboya/Estados Unidos
E
xisten dos grandes problemas
que enfrenta quien desea
contar una historia verídica.
Primero, la compleja promesa que
implica esa estampa que vemos,
generalmente, al inicio de una película:
“basada en hechos reales”. Esa frase
posee cierta imprecisión que pocas
veces es dilucidada. El problema es
más grande: porque la realidad, al ser
transformada en narración –fílmica o
de cualquier tipo– sufre una inevitable
distorsión. El segundo problema es
producto del primero. ¿Cómo evitar
que, buscando ser fiel a la historia, se
pierda la calidad estética? ¿Cómo evitar
que los personajes sean planos, meras
referencias a sus contrapartes reales,
cápsulas de información incapaces de
generar empatía en el público? Angelina
Jolie confronta ambas dificultades en la
quinta película que dirige, que también
coescribió y produjo: First They Killed
my Father: a Daughter of Cambodia
Remembers (2017). Adaptación de las
memorias homónimas de Loung Ung,
corredactora del guion, el filme narra
las experiencias de una niña de cinco
22 | Contrapunto, n.º 42
Basada en hechos reales
Dirección: Angelina Jolie
Dara Heng, Kimhak mun
Duración: 136 minutos
años durante el genocidio camboyano
realizado por el gobierno de los Jemeres
Rojos a partir del año 1975.
La efectividad de la narración se
encuentra en la manera en que se enfoca
en la mirada de la protagonista, que vive
uno de los periodos más turbulentos y
difíciles en la historia reciente de su país,
y del mundo. La cámara se fija en los
detalles que llaman la atención de Loung,
desde aspectos de la naturaleza que la
rodea una vez que sale con su familia de
la ciudad, en los primeros minutos de la
película, hasta la opresión del gobierno a
monjes y ciudadanos relacionados con el
gobierno recientemente derrocado. Nos
ubicamos dentro de la acción, avanzamos
con el personaje central a dónde los
demás le dicen que vaya. Observamos,
desde su ignorancia e ingenuidad. Con
excepción de algunas señas iniciales
para contextualizar y el epílogo que
resume la vida de los personajes tras
los acontecimientos narrados, no hay
explicaciones ni reflexiones sobre lo que
está ocurriendo. Escuchamos lo que
dice el padre y la madre de Ung, lo que
gritan los soldados, lo que enseñan los
líderes y guardias de los campos donde
concentran a la población y las clases
en el campamento donde entrenan a los
niños para la guerra contra Vietnam. A
veces entendemos, a veces no.
El discurso está conformado
por imágenes e impresiones. De esta
manera, Jolie esquiva las dificultades
que señalamos al iniciar. Su filme
habla sin decir nada –literalmente,
la protagonista apenas tiene algunos
diálogos– y respeta una de las más viejas
reglas de un buen narrador: no explicar,
mostrar. No cae en los tópicos propios
de este tipo de historias, ni en atajos
ideológicos y maniqueístas que busquen
señalar un culpable. Al hacernos vivir
los acontecimientos con Ung, mirarlos
desde sus ojos, nos obliga a ubicarnos
en un lugar difícil, el único capaz de
revelar la compleja y terrible situación
que vivieron los camboyanos durante
el genocidio. Más allá de discusiones
políticas e ideológicas, la protagonista es
víctima de un mundo que la sobrepasa, de
fuerzas que escapan a su entendimiento
y que parecen controlar su destino.
Esto no evita, todo hay que
decirlo, que cierta intención moral se
haga sentir, sobre todo en una de las
últimas escenas –no daré detalles, para
no revelar la conclusión de la película–.
Sin duda, es un rastro de las memorias
de Ung, una activista de los derechos
humanos que quiso hacer escuchar su
voz en el filme. La narración no pierde
fuerza por este detalle. Su potencia
reside, como hemos insistido, en la
capacidad de retratar la verdad subjetiva
de su protagonista. Cuando tenemos
esto en cuenta, podemos entender la
necesidad que siente la coguionista de
hacerla tangible –depende del espectador
juzgar su validez–. No podemos olvidar,
finalmente, que el fin último de una
película como esta es dar visibilidad.
Hoy por hoy, nadie ignora el trabajo
humanitario de Jolie. Sin embargo, más
allá de lo criticable que pueda ser esta
labor, por parte de la directora o de
cualquier otro, en este caso ha generado
una película capaz de trascender su
carácter histórico y brillar por su calidad
estética.
Javier Ignacio Alarcón
Contrapunto, n.º 42 | 23

Pedro Calderón de la Barca, versión de Álvaro Tato
Compañía Nacional de Teatro Clásico
Q
ue en la cartelera de cada año
de la Compañía Nacional de
Teatro Clásico haya una obra de
Pedro Calderón de la Barca es uno de los
mayores placeres que puede encontrar
el público –demostrándolo en cada
sesión diaria agotando las entradas–; sus
obras, escritas hace más de tres siglos,
no pierden vigencia ni actualidad. Solo
tenemos que ver cómo hace cerca de
cinco años repitieron en dos temporadas
sucesivas La vida es sueño (en cuya
versión el personaje protagonista de
Segismundo lo interpretaba Blanca
Portillo) y cómo la temporada pasada
volvieron a poner en cartelera El
alcalde de Zalamea, que había tenido
un éxito sin parangón en la temporada
2015/2016, con la especial colaboración
de Carmelo Gómez haciendo el papel de
Pedro Crespo. Y es que el teatro clásico
español goza de muy buena salud, cosa
que es digna de celebración. Este año le
ha tocado el turno a La dama duende,
obra probablemente escrita y estrenada
en 1629, perteneciente al subgénero de
capa y espada que trata el tema de la
amante invisible. La comedia cuenta con
una trama compleja y abstrusa donde
hay un triángulo amoroso y la necesidad
24 | Contrapunto, n.º 42
Una vez más Calderón
La dama duende
Teatro de la Comedia (Madrid)
5 de octubre/10 de diciembre
de explicar racionalmente unos hechos
que desde el punto de vista del caballero
protagonista –don Manuel, interpretado
por Rafa Castejón– y su criado –Cosme,
interpretado por Álvaro de Juan– no
son capaces de encontrarlo en los dos
primeros actos.
Versión de Álvaro Tato (Madrid,
1978), quien lleva varias temporadas
trabajando codo con codo con Helena
Pimenta –directora de la Compañía
Nacional de Teatro Clásico–, nos
sorprende con una adaptación que
nos transporta al Madrid de principios
del siglo xix, en donde los personajes
masculinos, aparte de aparecer ataviados
con levita y sombrero de copa, no pierden
las características propias del subgénero,
llevando los principales caballeros un
bastón estoque. Tato no ha perdido la
buena costumbre de la compañía a la
hora de representar escenas en la platea
entre el público asistente, de tal forma que
la obra se siente mucho más cercana al
tener la posibilidad de “formar” parte de
la escena. La figura del gracioso –Cosme–
está representado por un inigualable
Álvaro de Juan, quien ya hizo un papel
magistral en las dos temporadas pasadas
en El alcalde de Zalamea, también nos
aporta la cercanía propia del personaje
que representa. Básicamente el papel
del gracioso sirve como puente entre el
público y los personajes.
Esta versión se estrenó en la
pasada edición del Festival de Teatro
Clásico de Almagro, ahora trasladada
a Madrid del 5 de octubre al 10 de
diciembre en el Teatro de la Comedia –
teatro madrileño con mucha historia, no
debemos olvidar que en sus tablas tuvo
lugar el discurso de la fundación de la
Falange Española en octubre de 1933– y
que se representará en el mes de marzo
del próximo año en Pamplona, Logroño
y Vitoria.
El elenco con el que cuenta la
Compañía Nacional de Teatro Clásico
es el mismo temporada tras temporada,
aunque suele tener lugar algún cambio
que puede dejar un mal sabor de boca
al espectador más fiel o pueden tener
una colaboración casual de alguno de
los grandes actores que actualmente
se encuentran en nuestro panorama
nacional. Sin lugar a dudas nos
encontramos con la espectacular Marta
Poveda, que hace el papel de Doña
Ángela, quien nos ha malacostumbrado
a unos papeles desempeñados con una
pasión muy difícil de encontrar en el
teatro español actual; por otro lado,
tenemos a Rafa Castejón, de quien,
hijo de tan grandes actores como Pepa
Rosado y Rafael Castejón, uno no espera
menos cuando entra en el espacio mágico
del teatro. La incorporación para esta
ocasión del actor David Boceta –quien
ya había participado en una obra de la
compañía, en concreto en Las bizarrías
de Belisa— nos permite tener en escena
una persona cuya marca distintiva es el
furor con el que aborda cualquier papel
que se le presente. Que cada día que se
represente La dama duende en el Teatro
de la Comedia se agoten las entradas
es una clara señal de que el mundo de
la cultura en España todavía no se ha
desvanecido.
Álvaro Ley Garrido
Contrapunto, n.º 42 | 25
 De aquí y de allá
Eduardo Souto, el lugar definitivo para encontrarlo
José María Merino, Aventuras e invenciones del profesor Souto
N
o hay ninguna duda ante la
afirmación de que José María
Merino (La Coruña, 1941)
es uno de los mayores exponentes
narrativos de la literatura española
contemporánea. Sus inicios, sin embargo,
se centraron en torno a la poesía, pero,
poco después, comenzó su andadura en
el terreno de la novela y, a día de hoy,
se le reconoce especialmente su labor
en el campo del cuento, siendo uno de
los mayores defensores y cultivadores
del género breve, contándose entre sus
publicaciones numerosas antologías
de cuentos, en las que se incluyen,
además, colecciones de minicuentos.
Habiendo escrito tanto para jóvenes
como para adultos ha cosechado el
éxito en diferentes premios, destacando,
entre otros, el Nacional de Literatura, el
Nacional de la Crítica o el Nacional de
Literatura Juvenil.
Aventuras e invenciones del
profesor Souto responde a una insistencia
de su editora, la doctora Ángeles Encinar,
catedrática de Literatura Española en
26 | Contrapunto, n.º 42
Madrid, Páginas de Espuma
336 páginas, 19 euros
Saint Louis University y gran conocedora
de la trayectoria de Merino, pues entre
sus publicaciones cuenta con la edición
crítica de La orilla oscura (2011), obra
publicada por el autor en 1985. Los
relatos contenidos en este volumen
están, en su mayoría, recogidos en otras
publicaciones o antologías de Merino,
por lo que, para la editora, se hacía
necesario recopilarlos en un tomo único
que tuviera como elemento aglutinador
a su protagonista: el profesor Eduardo
Souto. Este personaje ha acompañado a
su autor desde que en el verano de 1987
se publicase en el periódico El País “Las
palabras del mundo”, el primero de los
cuentos que contiene, si bien en esta
ocasión no era este el nombre que le
identificaba, pues el que le fue asignado
coincidía con el de un lingüista español
real y Merino decidió que, cuando fuera
recogido en un tomo recibiría un nuevo
nombre. De este modo, al incluirlo en El
viajero perdido (1990), fue rebautizado
como profesor Souto. Quién sabe
si, de no haber sufrido este cambio,
hubiera adquirido la fuerza que tiene,
llegando incluso a perturbar el proceso
creativo de su autor y a reclamar como
propias algunas de las historias que este
desarrolla.
Como no podía ser de otro
modo, este volumen se abre con la
primera de las intervenciones de Souto,
el ya mencionado “Las palabras del
mundo”, y, tras él, se van sucediendo
las diferentes Aventuras de este
protagonista, recogiéndose, finalmente,
catorce cuentos y una novela corta, “La
dama de Urz”, la única protagonizada
por Souto y publicada originalmente en
Cuatro nocturnos (1999). De entre ellos,
tan solo dos son inéditos. Sin embargo,
la posibilidad de encontrarlos todos
reunidos, ordenados y revisados de
nuevo por su autor hace de este tomo
algo único. A esto hay que añadir, por
supuesto, el valor de la segunda parte,
dado que junto a las aventuras de Souto
encontramos sus invenciones y es que
no solo ha reclamado muchas de las
historias como propias, sino que este
personaje se ha desarrollado como un
autor independiente y, en esta sección,
podemos encontrar algunos de los
textos que él mismo ha firmado, siendo
el primero de ellos una carta dirigida
a Merino y a Encinar, escrita desde su
despacho de la Miskatonic University, y a
la que acompaña esta relación de ensayos
y minisoutos que quedan recogidos en el
volumen que nos ocupa.
El cuidado y esmero que tanto
autor como editora han puesto en esta
recopilación puede apreciarse a lo
largo de sus páginas. La posibilidad de
encontrar recogidas todas las hazañas de
este personaje tan singular, tan vinculado
a su autor que, en ocasiones, es difícil
distinguir si estamos ante uno u otro,
es un maravilloso regalo para los fieles
seguidores de ambos, pues, a pesar de
conocer gran parte de los textos que han
quedado recogidos entre sus páginas, los
descubre siempre frescos, quizá debido
al celo de Merino por someter a revisión
constante a estas piezas breves, nunca
realmente finalizadas para él. Tanto para
el seguidor habitual como para quien
quiera acercarse a conocer a Merino,
y a Souto, este volumen es una pieza
bibliográfica fundamental.
Soledad Abad Lavín
Contrapunto, n.º 42 | 27
 Hacer literatura sin hacer literatura
Sergio del Molino, La mirada de los peces
Barcelona, Penguin Random House
T
ras el éxito de La España vacía
(2016), Sergio del Molino
(Madrid, 1979) vuelve a la
actualidad editorial con La mirada de los
peces, una obra manchada de experiencia
testimonial que toma como punto de
partida para construirse el suicidio de
Antonio Aramayona, conocido activista
y profesor durante la adolescencia del
escritor. Con este texto, Del Molino
abandona la estructura ensayística
y retoma el esquema novelesco para
elaborar, de nuevo, un relato de tintes
autobiográficos, muy en sintonía con
el tono de títulos como La hora violeta
(2013) o Lo que a nadie le importa
(2014), que constituyen su producción
narrativa inmediatamente anterior a La
España vacía.
tuvo en la vida del autor un papel decisivo
Con La mirada de los peces, Del
Molino nos invita a iniciar un recorrido
salpicado de vaivenes temporales
con escaso orden cronológico que
nos transportan del 2016 a los años
90 y de los años 90 al 2016. A través
de ellos, el escritor elabora, desde la
contemporaneidad, una profunda
exégesis de sí mismo a partir del
recuerdo de una adolescencia mediada
por la agresividad del entorno y, dentro
de este, por la influencia de Aramayona,
entonces profesor de instituto, quien
28 | Contrapunto, n.º 42
210 páginas, 17,90 euros
como agente transformador y alienante.
Del Molino arranca el motor
de la obra de súbito, con la llamada en
la que Aramayona pone sobre aviso al
autor sobre su intención personal de
“finalizar” su vida (“No quiero corregirle
el verbo, por eso lo escribo tan pronto,
cuando todavía suena en mi oído”). A
partir de la noticia del suicidio, el escritor
inicia esta particular serie de viajes al
pasado y al presente en los que se plasma
a un Aramayona alejado de los medios,
del escrache y, en general, del personaje atemporales que funcionan como un
mediático que él mismo construyó y que espejo que devuelve a cualquier lector
abrazó como máscara hasta el final de el reflejo nítido de su propio pasado.
su vida, que convirtió en una verdadera La rabia joven, el odio, la violencia, el
performance. No es este, el Aramayona amor, la inseguridad, el desasosiego,
que queda en la memoria social, el que la admiración, junto con otros temas,
le interesa retratar a Del Molino en La aparecen en el texto representados
mirada de los peces, sino el Aramayona como sentimientos en bruto que poco
filósofo; el Aramayona profesor que, en a poco el escritor pule y talla con su
el contexto del instituto público, no duda escritura y a los que da sentido con un
en llevar al límite la ética profesional relato en el que explica la construcción
para generar pensamiento crítico en sus de un yo que no sería tal de no haber
alumnos; o el Aramayona que premia el recibido la influencia directa e indirecta
relato de un adolescente con un sobre de Aramayona. Esta obra se constituye
con unas cuantas pesetas de su bolsillo. como un relato inserto por completo
en las necesidades narrativas de una
El suicidio inverosímil y
actualidad que encuentra en subgéneros
parafernalio de Aramayona le sirve a Del
literarios como la no ficción, el ensayo
Molino como trampolín para iniciar un
literario, la autobiografía y la autoficción
recorrido interior en el que el escritor se
el laboratorio perfecto para diseccionar
busca a sí mismo en las calles jóvenes y
y autopsiar el yo. La mirada de los peces
violentas del barrio zaragozano de San
da continuidad lineal a la poética de
José, en el heavy metal, en las noches de
Del Molino que, ceñida a la realidad
bar, en los amigos de la adolescencia y
desnuda, sigue encaminada a alcanzar, a
en sus primeros escritos. Una búsqueda
través de la ficción literaria, un profundo
de sí mismo que la huella del maestro
autoconocimiento, al que el escritor
confidente convierte en encuentro. Un
llega, precisamente, porque “esto no va
encuentro que Del Molino transforma
de hacer literatura, porque la literatura
en una casi intimísima e indirecta carta
casi nunca consiste en hacer literatura”.
de agradecimiento.
Gemma López Canicio
Leemos La mirada de los peces
guiados, de nuevo, por la inconfundible
voz narrativa del escritor que, en la
línea de su producción literaria anterior,
consigue convertir la cotidianidad de
sus vivencias particulares en verdades
profundas, trascendentes, generales y
Contrapunto, n.º 42 | 29

M
ejor la ausencia está narrada
por su protagonista, Amaia,
a cuyo doloroso crecimiento
el lector irá asistiendo a lo largo de la
novela. Su formación, su sensibilidad,
su personalidad y sus actitudes de
protección y reacción ante el medio hostil
y violento en el que se desarrollan su niñez
y su juventud configuran la urdimbre de
esta historia. Aún más: en su primera
novela, Edurne Portela (Santurce, 1974)
se arriesga a que el discurso narrado no
parta de la conciencia de un personaje
que reconstruye su pasado desde la
perspectiva del presente, sino desde la
posición que tenía en cada momento de la
historia. Cada capítulo de la primera parte
de la novela describe unos pocos días del
año en que se sitúa, entre 1979 y 1992; a
ello se suma una segunda parte epilogal,
mucho más breve y prescindible, narrada
por Amaia ya adulta, que recapitula qué
fueron aquellos años desde un cercano
2009. Los primeros capítulos, en los que
Amaia, coetánea de su creadora, tiene
cinco años, resultan desconcertantes y
requieren de la complicidad del lector,
quien sabe que la limitada comprensión
de la niña escamotea los datos que
permiten recomponer su circunstancia;
predominan por tanto las elipsis, que
disminuyen a medida que crece y
30 | Contrapunto, n.º 42
Memoria de la violencia
Edurne Portela, Mejor la ausencia
Madrid, Galaxia Gutenberg
236 páginas, 19,90 euros
madura Amaia. Igualmente, la sintaxis
y el léxico, elementales al principio,
van enriqueciéndose según Amaia
tiene necesidad de representar con el
lenguaje un mundo que se va haciendo
más complejo y problemático y necesita
comprender. Portela demuestra una
notable habilidad para representar
lingüísticamente estas transformaciones
y graduarlas con exactitud. El lector
cuenta a su favor con una perspectiva
privilegiada sobre la niña: al introducirse
en el discurso localismos vascos y
palabras del euskera y al iniciarse cada silencio; el aprendizaje de Amaia es un
capítulo con el año en que discurre la aprendizaje del silencio y de la violencia,
historia narrada, identifica el tiempo y silencios que habitan detrás de la terrible
lugar de la historia, que sabe fuertemente dosis de violencia que caracteriza el
marcados por la violencia social. entorno familiar de la protagonista: el
de sus padres y sus hermanos, el de sus
Dicha violencia no se refiere
educadores y el de todo su entorno.
únicamente al terrorismo nacionalista
vasco y sus ondas expansivas –la Y dentro de ese ambiente duro
conflictividad social, el miedo, la presión, en el que todos parecen ser víctimas de
la guerra sucia del Estado…–, sino que todos, son los personajes femeninos,
trata de abarcar un amplio espectro de Amaia y su madre principalmente,
temas sociales: el terrorismo machista, el quienes padecen de una manera
subempleo y la reconversión industrial o especialmente severa la violencia;
las drogas tienen un papel fundamental condenadas al silencio y el maltrato
en este entorno. Con ello, la historia, pese físico y moral, a no poder traicionarse
a la particularidad de la familia de Amaia, para sobrevivir, como Amadeo, el padre,
adquiere fuertes tintes generacionales ni a refugiarse en el rock y las drogas, en
en los que el elemento documental la filosofía y la distancia o en la lucha
está inteligentemente dosificado para callejera como los hermanos varones. A
que el aprendizaje de Amaia no pierda ellas les cabe recibir el usufructo de las
coherencia. Sin embargo, es la violencia frustraciones de los otros en forma de
etarra lo que predomina y de ahí que la golpes y postergación social. La novela
novela trata de responder a la cuestión es, en algunas de sus páginas, de un
que Portela planteó el año pasado con naturalismo bastante extremo: palizas,
su ensayo El eco de los disparos, después torturas y violaciones son descritas con
de una carrera académica dedicada al el detalle justo para que hagan daño al
estudio de las representaciones de la lector sin caer en la morbosidad. Una
violencia en contextos dictatoriales: sobresaliente primera novela, en suma,
¿cómo convertir en materia artística que sabe muy bien lo que quiere decir
una situación tan traumática para que con la historia que narra.
sirva a la consecución de una memoria
Fernando Larraz
cultural justa y ética? Y también: ¿cómo
evitar abstraer el terrorismo etarra de un
contexto social y cultural mucho más
complejo? La respuesta, a la vista de la
novela, es que lo que predomina es el
Contrapunto, n.º 42 | 31
 La vida y sus estaciones descubren un cadáver en el maletero del desdichada mujer asesinada es también
coche de Evelyn, inmigrante sin papeles una metáfora del viaje que realiza el alma
Isabel Allende, Más allá del invierno
que trabaja para una familia americana hasta dejar para siempre el mundo de los
Barcelona, Plaza & Janés
que esconde oscuros secretos. A partir vivos, como narra el indio Walimai en
352 páginas, 21,75 euros

Q
de este momento, los tres personajes el precioso relato con su mismo nombre
ue Isabel Allende (Lima, emprenden un viaje para deshacerse del recogido en Cuentos de Eva Luna.
1942) es una de las autoras cadáver recorriendo el estado de Nueva
hispanoamericanas más Por otro lado, la autora habla
York bajo unas condiciones atmosféricas
prolíficas de los últimos tiempos es de temas muy actuales y polémicos
más que adversas.
innegable. Galardonada con el Premio propios del panorama cultural y político
Nacional de Literatura de Chile en el Todos los elementos propios del americano de hoy en día: los inmigrantes
año 2010, la autora de La casa de los estilo Allende, que la caracterizan desde ilegales y la pesadilla que tienen que vivir
espíritus ha vuelto para mostrar su etapa sus primeras novelas, están también para llegar al “país de las oportunidades”,
más madura, de la que ella misma ha presentes en Más allá del invierno. Los el por entonces candidato y ahora
reconocido disfrutar tanto en su vida personajes nos hablan desde el dolor presidente Donald Trump y sus políticas
como en su escritura. Reconocida como en muchas ocasiones; todos ellos han racistas, las bandas latinas y las mafias
una de las herederas del realismo mágico, sufrido mucho y llevan a la espalda que trafican con refugiados sin ningún
a pesar de sus muchos detractores una carga muy pesada con recuerdos, escrúpulo son, junto al amor en la
experiencias y desgracias del pasado madurez de la vida y la esperanza, los
ostenta el honor de ser una de las autoras
que parece que se aligera cuando se temas centrales de esta novela que es fácil
en lengua española más leídas en todo el
encuentran con su nuevo destino. Una de leer y que cuando más brilla es en los
mundo. Mientras que muchos critican la
suerte de “cadena de favores” donde las pasajes donde se deja ver la Allende de
comercialidad de su obra tachándola de
mujeres tienen una posición destacada, los comienzos.
estereotípica, otros alaban su capacidad
Maya...). De esta manera, Allende hila pues son siempre las responsables y
para atraer a gran variedad de seguidores La cita de Albert Camus “En
con su reconocible manera de narrar encargadas de curar y ayudar de manera
con su forma de entretener y narrar; medio del invierno aprendí por fin que
la historia de cada personaje a través directa o indirecta a su entorno (la
incluso a los lectores más exigentes. hay en mí un verano invencible” ha sido
de flashbacks que nos muestran el abuela Concepción a Evelyn, la hija de
la inspiración de la autora para escribir y
Más allá del invierno nos presenta Lucía a Lucía, Lucía a Richard, Evelyn
pasado de Lucía, una doctora chilena titular este trabajo, que no sorprende ni
a Richard, Lucía y Evelyn como los a la señora Leroy). Aparece la tradición
que trabaja en la universidad, su colega entusiasma.
tres personajes protagonistas cuyos religiosa y espiritual hispanoamericana
americano y algo cascarrabias Richard,
destinos se ven entrelazados una noche tan recurrente en la obra de Allende Yasmin Sadeghi
y la joven y frágil guatemalteca Evelyn,
de invierno, con tormenta de nieve en el entorno de Evelyn, su abuela y
invitada inesperada en este principio de
incluida, en un barrio de Brooklyn. Los su aldea. La muerte está muy presente
nombres propios, como ya es habitual la historia. Un accidente en la carretera en la vida de todos los personajes y, en
en sus libros, son tan importantes como hace que el profesor decida acoger en este caso, también en su presente más
para titular y guiar cada capítulo (detalle su casa a la asustada guatemalteca en inmediato. El viaje en búsqueda del lugar
que nos recuerda a títulos como Paula, esa noche intransitable. La aventura perfecto para depositar el cuerpo de la
Cuentos de Eva Luna, El cuaderno de comienza cuando Lucía y Richard

32 | Contrapunto, n.º 42 Contrapunto, n.º 42 | 33


¿Q
ué lleva a un hombre
a acabar con la vida de
otro ser humano? ¿En
qué momento una persona pasa de ser
un ciudadano ejemplar a convertirse
en un asesino? ¿Cómo piensa alguien
capaz de cometer las atrocidades de
las que es capaz Toño Ciruelo? Toño
Ciruelo no tuvo una infancia alegre.
Ni una adolescencia tranquila. Toño
Ciruelo creció teniendo al alcance de
la mano todo aquello que quería. Vivía
en una casa grande, teniendo a su
servicio trabajadores que lo agasajaban
a todas horas, y junto a un padre que
trabajaba como senador de la república
colombiana, pero nunca fue feliz. Estaba
rodeado de gente, pero nunca sintió el
cariño de su padre, siempre ausente, o el
amor de su madre, que padecía alguna
clase de trastorno psiquiátrico. Todo ello
hizo que el niño creciera siendo incapaz
de sentir nada por alguien que no fuera
él mismo, lo que lo llevó, a lo largo de
toda su vida, a experimentar con todo
el que lo rodeaba, a manipularlos,
a llevarlos al límite y lograr que lo
odiaran. Como lo odia el lector desde
el principio. Exactamente igual que lo
odia Eri Salgado, su compañero desde
la infancia: el que fue testigo de su vida,
quien lo acompañó e, incluso, participó
34 | Contrapunto, n.º 42
Crónica de un asesino
Evelio Rosero, Toño Ciruelo
Barcelona, Tusquets
270 páginas, 18 euros
en algunas de sus fechorías. El mismo
que nos cuenta la historia de la persona
a quien una vez consideró amigo suyo.
Y es que para entender qué le
pasa a Toño Ciruelo cuando aparece en
el piso de Eri y confiesa el asesinato de la
Oscurana el lector se sumerge en su vida,
viaja por su pasado y trata de entender
su manera de pensar. Por medio de
múltiples analepsis y digresiones, se nos
explica cómo se conocieron el narrador
y el protagonista, qué los unía y, sobre
todo, qué fue lo que los distanció. Se
nos describe primero a Toño muchacho:
mentiroso, mucho más listo y espabilado
que sus amigos, capaz de lograr que no conoce la luna (1992), Los ejércitos
todo el mundo hiciera lo que él quería. (2006), La carroza de Bolívar (2012), etc.
Porque el asesino al principio tenía Sin embargo, en ocasiones parece que se
amigos, o unos compañeros que creían pierde en digresiones innecesarias que
serlo: unos chicos que lo seguían a todos ralentizan el desarrollo de la acción y
los lados, que llevaban el registro de sus hace que sean bastantes los capítulos en
frases célebres y besaban el suelo que los que el lector siente que, en realidad,
pisaba. Pero sus maquinaciones y las no se le está contando nada, que lo mejor
circunstancias extrañas que rodeaban sería cerrar la novela y hacer otra cosa, o
los acontecimientos que sucedían a pasar al siguiente capítulo a ver si con ese
su alrededor acabaron separándolos hay más suerte. Las escenas escatológicas
definitivamente. Aunque Toño siempre sirven en este caso de reclamo: captan
acababa por volver a sus vidas y la atención del receptor, lo desagradan,
enredarlos en alguna otra aventura, lo igual que lo hacen las acciones de Toño
que lleva a Eri, que ha pasado la mayor Ciruelo, y logran recuperar el interés
parte de sus años intentando separarse de quienes han decidido acercarse a la
definitivamente de él, a saber todo sobre novela, que acabarán la lectura con una
Toño adulto, que ha evolucionado en una sensación de no haber disfrutado del
dirección peligrosa: de ser un muchacho todo, a pesar de lo bien redactada que
manipulador, un violador en potencia (o está la obra.
consumado, nunca sabremos hasta qué
María Álvarez Villalobos
punto podemos fiarnos de los juicios
que hace Eri) ha pasado a convertirse en
un asesino sin escrúpulos, que recurre
a su antiguo amigo cuando se ve solo
y necesita apoyo, o un lugar en el que
esconderse de sus perseguidores.
Evelio Rosero (Bogotá, 1948)
aprovecha las páginas de su nueva
novela, Toño Ciruelo, para dar a conocer,
de una manera muy sutil, la historia de
los últimos años de Colombia. Rosero
envuelve Toño Ciruelo en un lenguaje
poderoso y cuidado, demostrando,
una vez más, que es un gran narrador,
como avalan obras anteriores: Señor que
Contrapunto, n.º 42 | 35
 Alrededores
Rumbo a la séptima avenida con la cuarenta y tres
Colson Whitehead, El coloso de Nueva York
Traducción de Cruz Rodríguez Juiz
Barcelona, Literatura Random House
“Y
o estoy aquí porque nací
aquí y en consecuencia no
sirvo para ningún otro sitio,
pero tú no sé”. Con esta frase comienza
la obra del aclamado autor Colson
Whitehead (Nueva York, 1969), quien
recientemente ha sido galardonado con
el Premio Pulitzer 2017. No es ni mucho
menos la primera vez que la figura del
coloso de Nueva York es retratada en la
literatura. Muchos han sido los distintos
ámbitos artísticos que la han utilizado
como musa, inspirando a autores de la
talla de E.B. White con su célebre Esto
es Nueva York. Cruz Rodríguez Juiz,
quien también ha participado en la
traducción de su más reciente novela,
El ferrocarril subterráneo, hace una gran
labor al plasmar con admirable precisión
esa visión tan peculiar de Nueva York
que Whitehead nos brinda. Su enfoque,
logrado a través de una prosa algo
compleja en un principio pero accesible
a pesar de todo, está centrado en aquellos
elementos del día a día que tienden a
pasar desapercibidos. Y es que pocas
son las veces que prestamos atención a
36 | Contrapunto, n.º 42
208 páginas, 13,90 euros
esos pequeños detalles en un agitado día
de lluvia o en el bullicio que supone la
hora punta en una gran urbe. Dividida
en trece secciones como si de viñetas
colocadas aleatoriamente se tratara,
esta obra nos sumerge en un recorrido
que comienza en los límites de la ciudad
con su insigne skyline en primer plano,
pasando del infierno escondido en el
metro subterráneo al soplo de aire fresco
en Central Park que aísla del bullicio
colindante, para finalmente terminar
en el JFK, donde las más amargas
despedidas a todo aquello que ha pasado
a formar parte de nosotros se suceden. Se
trata indudablemente de una merecida
oda a la ciudad que nunca duerme, en
un intento de recordarnos que lo peor
que podemos hacer es olvidar que la
grandeza de las cosas, como de las
personas, se encuentra en esos pequeños
detalles intrínsecos en la cotidianeidad
de nuestras vidas.
Uno de los aspectos más llamativos
de la obra se da en el entramado de
diferentes voces narrativas que se funden
en una especie de stream of consciousness
con el que nos permite adentrarnos en
los miles de pensamientos que inundan
las cabezas de los que ansían hacer de
esta ciudad su propio espacio, aquel al
que poder llamar hogar. Para crear este
impacto en el lector, Whitehead propone
un vívido contraste entre la exuberancia
de las luces que se alzan a media noche,
invitando a cualquiera a ser parte de
la ciudad, y la oscuridad sugerente de
sus más recónditas calles, dispuesta
a pulverizar cualquier resquicio de
esperanza de quién persigue sus sueños
con anhelo. La narración se caracteriza
por un ritmo acelerado, sin cortes
cinematográficos, como queriendo
imitar el frenético ir y venir de los miles
de viandantes que a diario cruzan Times
Square ensimismados. Con una armonía
propia de un musical de Broadway,
Whitehead recrea esa casi inevitable
relación de amor-odio existente a causa
de la dicotomía de caos y sosiego que la
ciudad tan sutilmente ofrece. Tan solo
unas pocas páginas son necesarias para
transportar al lector a un universo donde
sin importar que uno nunca haya estado
realmente presente o que por enésima
vez se hayan recorrido sus interminables
avenidas, siempre va a haber algo nuevo
por descubrir a la vuelta de la esquina.
Si bien las primeras impresiones
tachan a Nueva York de ciudad distante
y huraña, Whitehead nos presenta
una metrópoli cuya belleza radica
en aquellas imperfecciones que la
transforman, ante todo pronóstico, en
humana. El coloso de Nueva York se
ha convertido paulatinamente en un
magnífico referente para todas aquellas
personas que ansían zambullirse en el
intrincado mundo neoyorquino desde
una perspectiva mucho más íntima.
Tal y como Whitehead propone en esta
obra, Nueva York es una de esas ciudades
que cambian a cualquiera que acepta
el desafío de aventurarse a recorrer
su laberinto de calles, pero la cual no
espera, y cambia también con cada
visita, ya sea la de una intrépida turista
que busca encontrarse a sí misma, o la de
un bohemio recién mudado a TriBeCa
con una maleta cargada de sueños.
Alba Gallego
Contrapunto, n.º 42 | 37

Colson Whitehead, El ferrocarril subterráneo
Traducción de Cruz Rodríguez Juiz
“M
irad afuera mientras
avanzáis a toda
velocidad y descubriréis
el verdadero rostro de América” (79). Así
comienza un viaje por las profundidades
de la parte más oscura de los Estados
Unidos de América. Colson Whitehead
(Nueva York, 1969) indaga en el terror
provocado por un sistema abominable
como la esclavitud y el entramado
necesario para mantenerlo durante
décadas. La protagonista, Cora, se
embarca en un periplo hacia la única
esperanza que la mantiene con vida, la
ansiada libertad. Whitehead transmite
con crudeza el sentimiento de una época
que, aún hoy, nos resulta demasiado
cercana y se permite hacer realidad
la maravillosa idea de un ferrocarril
subterráneo que hubiera ayudado a
los esclavos negros a escapar a estados
más complacientes con los de su raza.
Aunque sí existieron grupos organizados
de personas que permitieron escapar
a algunos fugitivos, la idea de un
verdadero tren subterráneo resulta al
lector esperanzadora. Whitehead nos
sube a un tren desde el que divisaremos
una de las épocas más despreciables de la
historia de los Estados Unidos.
38 | Contrapunto, n.º 42
El rostro de América
Barcelona, Random House
316 páginas, 19,90 euros
El ferrocarril subterráneo relata
las atrocidades que los blancos ideaban
para demostrar su autoridad sobre los
esclavos, como si el suyo se tratara de un
destino natural, como de hecho se asumía
en la época. Whitehead ofrece con un
lenguaje puro e inmediato el sufrimiento
y el terror de los esclavos negros. En
ocasiones, el lenguaje empleado, el color
cambiante como parte de la narración,
el empeño de los blancos de despojar a
los negros de su identidad, el esfuerzo de
los blancos por borrar todo rastro que
los condujera a sus orígenes, recuerda
a Beloved de Toni Morrison. Aunque
con un discurso menos fragmentario,
Cora se niega también a ser un ser sin
mañana. Este es el relato de aquellos que
se atrevieron a desafiar su propio destino.
Es la historia de los que convivieron con
su terror e intentaron convertirse en
seres libres, saboreando la propia fuga
como la única forma de libertad a su
alcance. Si los cogían, al menos tendrían
los kilómetros recorridos fuera de la
plantación, los campos, los bosques, el
túnel oscuro del ferrocarril subterráneo
como la metáfora de su propia huida
hacia la luz, como si emergieran a su
nueva vida directamente desde el útero
materno. Y, principalmente, es el relato
de Cora, la protagonista, capaz de
comprender su papel como mujer negra
que se atreve a desafiar a los blancos.
Este es también el retrato de los
beneficios económicos que suponía
el algodón para enriquecimiento
de un país. El autor no se limita a la
plantación; veremos a los blancos, con
su derecho natural sobre los negros,
los abolicionistas de Nueva York, la
corrupción de los jueces, las bandas
de Five Points que raptaban a hombres
negros libres para venderlos en las
subastas de esclavos, cómo se formaban
las bandas de cazadores de esclavos, que
hacían un trabajo por el que “en otro país
habrían sido criminales, pero estaban
en América”. En definitiva, la novela es
un claro ejemplo de la falta de criterio
ético de una nación al completo. Tal y
como dice un personaje, “podías pensar
que tus desgracias eran particulares,
pero el auténtico horror radicaba en su
universalidad”.
Whitehead no se ciñe únicamente
a las atrocidades cometidas contra la
población negra en las plantaciones, sino
que abre ante el lector todo un abanico
de posibilidades contra los negros fuera
de las plantaciones y en estados que se
suponían respetuosos con los derechos
de la raza negra: experimentos médicos,
esterilización estratégica para el control
de la raza, exposición de los negros en
vitrinas de museo como parte de una
historia edulcorada para consumo de los
blancos… Se plasma asimismo el miedo
de los estados sureños ante una realidad
que los sobrepasaba, pues la población
negra se había igualado con la blanca en
estados como Georgia o Luisiana, y en
otros estados como Carolina del Sur, la
población negra superaba a la blanca con
el consiguiente temor hacia la venganza
que tendrían que soportar cuando los
esclavos se liberaran de sus cadenas.
Como pensaba Cora: “Los blancos
tenían motivos para estar asustados. Un
día la sangre derrumbaría el sistema”.
María Luisa Suárez Marín
Contrapunto, n.º 42 | 39

E
dna O’Brien (Tuamgraney,
Irlanda, 1930) es una de las
escritoras más importantes de
Irlanda, pero desgraciadamente en
España ha sido traducida tardíamente
y, obviamente, no todos los títulos
pueden encontrarse en castellano.
No obstante, gracias a Errata Naturae
contamos con un nuevo título, antes
no disponible, Un lugar pagano. En esta
obra la escritora irlandesa nos acerca a
sus orígenes y a su infancia marcada
por los conflictos entre Irlanda y Gran
Bretaña. O’Brien muestra una sociedad
aún en nacimiento que está marcada
por la política, los conflictos territoriales
y la gran presencia de la religión
católica. Estos conflictos, tensiones
y problemas de índole social han
marcado la biografía y las publicaciones
de la exitosa escritora, que nunca ha
temido posicionarse públicamente ante
conflictos que amenazaban los derechos
de grupos sociales vulnerables. Sin
embargo, el posicionamiento político no
es lo único reseñable de esta u otras obras
de la novelista, ya que esto lo conjuga
también con una envidiable capacidad
para desplegar el arte narrativo. En Un
lugar pagano lo demuestra haciendo
que el narrador nos apele y, aunque no
40 | Contrapunto, n.º 42
Irlanda desnuda
Edna O’Brien, Un lugar pagano
Traducción de Regina López Muñoz
Errata Naturae, Madrid
256 páginas, 17,50 Euros
haya sido la primera escritora en usar
la segunda persona para descolocar al
lector con la apelación directa, si bien
tramposa, no es la primera opción de
casi ningún “hacedor de historias”.
Un lugar pagano es ante todo una
novela autobiográfica, puesto que, aunque
la escritora no tuviera exactamente la
misma infancia que la joven de la obra,
hay un denominador común. Esto es la
represión y la opresión que marcó a miles
de niños y adolescentes y, sobre todo, a
aquellas que eran mujeres. No obstante,
como ya señalamos, no es lo único a importantes de Irlanda. Gracias a esta
destacar, si bien el componente político nueva traducción podemos acercarnos
e ideológico inunda la narración, tanto a esta novelista y descubrir conflictos
que, a veces, resulta difícil fijarse en algo políticos que puedan ayudarnos a
más que aquello. Este elemento se une a entender la situación que está viviendo
otro también muy importante en toda su en la actualidad España. Además,
bibliografía y que, al igual que el primero, nos permite descubrir a un personaje
anega la novela: el profundo lirismo. Ello femenino que se sale del tópico y se
conlleva que la autora convierta Irlanda descubre como un personaje completo
en un territorio desnudo. Aquellos y que crece con la narración. En cierta
paisajes desgarradoramente bellos se manera, pues, se trata de una novela de
tornan humanos para convertirse en un aprendizaje con tintes autobiográficos
ser desnudo, doloroso y lleno de historia, y propios. A su vez, la novela está
de ganas de hablar. La obra es, pues, de caracterizada por la autoficción,
una enorme belleza, pero no una en la elemento que entronca directamente
que el lector pueda recrearse, sino una con una de las tendencias más en auge
que le resulta dolorosa y angustiosa. de la narrativa contemporánea, pero que
debido al arte y la capacidad de la obra
Por tanto, es una obra que,
no resulta una novela más, más bien,
además de ser una bella introducción
todo lo contrario. En conclusión, es una
a esta autora irlandesa, nos enseña una
obra brillante y necesaria, pues devuelve
Irlanda que no es desconocida y que
a la mujer un espacio que le ha sido
nos acerca a una nueva dimensión del
usurpado, tanto en el mundo literario
conflicto anglo-irlandés, al yugo de
como en la historia.
una sociedad tradicionalista marcada
por el catolicismo y a un entorno en el María Sánchez Arias
que las mujeres no son bienvenidas.
Además, también resuenan los ecos
de una Segunda Guerra Mundial, que,
aunque acabada, ha dejado una gran
impronta en la sociedad irlandesa de
mediados del siglo xx. Del mismo
modo, es una oportunidad para el
público español, pues no hemos contado
con casi obras traducidas de esta autora
irlandesa, que ha sido reconocida por la
crítica anglosajona y los escritores más
Contrapunto, n.º 42 | 41
 Lo invisible está de moda fracaso literario, y la muerte en vida. “y las pocas páginas buenas sobre la
La biblioteca de los libros rechazados sexualidad o la soledad son repeticiones
David Foenkinos, La biblioteca de los libros rechazados 
se despliega en forma de thriller. En de lo que ya había escrito, pero en peor”
Traducción de María Teresa Gallego Urrutia y Amaya García Gallego
dicha biblioteca aparece una novela de (116)–. Resulta también dinámica,
Barcelona, Alfaguara
calidad notable cuyo destino había sido gracias a un narrador muy plano que tan
296 páginas, 18,90 euros

S
el ostracismo y que, misteriosamente, solo se preocupa en conducir la acción
i un licenciado en letras escribe parece haber sido escrita por un pizzero y cuya única característica transgresora
una novela sobre una biblioteca es del pueblo al que nadie –ni su propia es el uso de las notas a pie de página –
esperable, en principio, que se trate familia– le atribuyó ningún don artístico especialmente la de la página 129–,
de lo que en el argot de la crítica se llama ni el mínimo apego por la lectura. Una que, junto al carácter metaficcional,
«novela de filólogo». Ante esa expectativa, editora avispada y su novio –paradigma sirve para lograr cierto grado de
no resulta difícil decepcionarse ya en las del fracaso– son capaces de sacarlo a luz verosimilitud exigible para pasar el corte.
primeras páginas, donde se registran y convertirlo en un fenómeno editorial Foenkinos sabe contar una historia y es
algunos errores estilísticos de esos que que remueve toda Francia. Por el camino, un buen novelista en ese sentido, pero
le subrayamos con inclemencia a un diferentes personajes verán afectadas sus la pregunta que hay que hacerse es si
amateur. Volvemos a la contraportada vidas personales por la aparición de esta no se deberían pedir más sentidos a un
y comprobamos que Foenkinos (París, obra: reencuentros familiares, escenas finalista del Goncourt y si las novelas
1974), a pesar de su juventud, ha amorosas imprevistas, cuernos, fama, y contemporáneas no han caído en esta
obtenido varios galardones y ha resultado suculentos réditos monetarios. De entre medianía generalizada que la cultura
finalista de premios tan reputados como los muchos enfoques que se le podían pop ha impuesto a la música e incluso
el Goncourt, el Renaudot o el Médicis. haber dado a la historia, la dinámica de últimamente a la poesía. Por algo subraya
Al leerle, la sombra de sospecha y de novela policíaca –aunque en el papel que nos encontramos “en una nueva era.
extrañeza abruma al lector: ¿Por qué la de investigador se encuentra cierto El texto no tiene ya importancia. Lo que
mayoría de las novelas contemporáneas crítico literario venido a menos– puede cuenta es dar salida a una única idea
de cierto éxito parecen la misma novela? moda por lo marginal, lo inconcluso, y ser seguramente uno de los rasgos más potente. Una idea que dé que hablar”. Y
el silencio que se puede advertir tanto en originales. A ello ayuda, aunque pueda si es susceptible de ser llevada al cine,
Le Mystère Henri Pick, titulada
este libro y como en el mundo del arte servir también de spoiler para el lector mejor.
en español La biblioteca de los libros
rechazados, versa precisamente sobre y de la crítica reciente. En las últimas avezado, una portada que recuerda a
Javier Helgueta Manso
cierta biblioteca ficticia de Crozon décadas, se registran algunos títulos juegos de mesa como el Cluedo.
(Francia) que trata de emular la empresa relacionados, como los ensayos El libro La novela es por tanto, entretenida,
llevada a cabo por una existente en tachado de Patricio Pron y Misión del aunque las historias sentimentales y/o
la realidad, la Brautigan Library de ágrafo de Antonio Valdecantos, o la erótico-festivas parecen sacadas de
Washington, inspirada a su vez en la novela de autoficción Bartleby y compañía algún florilegio del cual se abrevan los
idea del autor anónimo de The Abortion: de Vila-Matas. El Bartleby de Melville – narradores actuales de nuestro tiempo
acoger los manuscritos de novelas que no citado por Foenkinos– presidiría este –podría aplicarse a sí mismo la crítica
han sido rechazadas por las editoriales. olimpo de personajes que se mueven que, con sorna, hace a Houellebecq:
Dicho proyecto se enmarca en una entre la excesiva autoconsciencia, el

42 | Contrapunto, n.º 42 Contrapunto, n.º 42 | 43

 Polifonías
Jordi Ibáñez Fanéz (ed.); Manuel Arias Maldonado; Victoria
Camps (et al.), En la era de la posverdad: 14 ensayos
E
l siglo xxi se ha caracterizado
por el auge de los medios de
comunicación masiva y las
redes sociales. Ello ha conllevado una
serie de cambios estructurales que han
supuesto una revolución a todos los
niveles y que, por tanto, ha necesitado
de nuevos marcos teóricos para su
estudio y análisis. Aunque, ciertamente,
no se trata de nuevos marcos, sino de
renombrar conceptos que ya estaban
presentes en la teoría filosófica, política,
económica y sociológica. Este es el caso
del término que se puso de moda, junto
con otros como “populismo”, durante la
carrera presidencial de Donald Trump
o el Brexit, es decir, la “posverdad”. De
hecho, fue nombrada como palabra del
año por el diccionario Oxford al haber
aumentado su uso en un 2000 %. Ahora
bien, ¿qué significa este neologismo?
La “posverdad” o la “mentira emotiva”
sirve para definir aquella situación
en la que, en el debate público, tienen
más importancia las apelaciones
emotivas, independientemente de su
44 | Contrapunto, n.º 42
El fin de la verdad
Barcelona, Calambur
199 páginas, 18 euros
veracidad, que los hechos o argumentos
objetivos. En este contexto y partiendo
de esta definición, Jordi Ibáñez Fanés,
como editor, propone En la era de la
posverdad: 14 ensayos. Este compendio
de ensayos pretende, desde muy diversas
perspectivas, abordar este concepto
y las implicaciones que tiene en el
mundo social y político. En él aparecen
autores literarios como Marta Sanz o
Valentí Puig, periodistas como Joaquín
Estefanía, politólogos como Joan
Subirats, historiadores como Justo Serna
o filósofas como Victoria Camps.
En el libro concurren ensayistas
y escritores que intentan dirimir si el
concepto de “posverdad” es necesario
o simplemente un neologismo que no
aporta y que desvía la atención de los
conflictos que subyacen bajo el mismo.
Ciertamente, las respuestas no resultan
de una calidad homogénea y las hay
que lo resuelven de una manera, no
más eficaz, pero sí más adecuada en lo
que a la organización del discurso se
refiere mientras que otras muestran
más dificultades en su elaboración.
No obstante, ofrece un panorama
bastante amplio al plantearlo desde
ópticas completamente distintas, pero
que se complementan y que, además,
son necesarias, si bien quizá no para
comprender la posverdad, mas sí para
entender la actualidad social y política.
La obra, pues, se dedica a analizar el
discurso público y las formas en las que
los políticos u otros actores intentan
manejar la opinión pública para
conseguir rédito electoral o económico,
como se vio con los “hechos alternativos”
del ahora presidente de Estados Unidos
o los argumentos cuestionables en torno
a la salida de Inglaterra de la Unión
Europea. Todos ellos, además, intentan
dar respuestas a las cuestiones que han
surgido en relación a la posverdad: ¿qué
diferencia a la propaganda o la mentira
de la “mentira emotiva? ¿qué define a la
posverdad y por qué es necesario dicho
término? o ¿qué relación tiene con la
democracia?
En la era de la posverdad es una
obra que intenta dar una respuesta
holística a un problema sumamente
complejo y que entronca con otras
problemáticas muy en boga dentro del
debate posmoderno, como es el lenguaje
y su capacidad creadora en el plano
material. Por tanto, quizá, no sea un
libro sobre la posverdad, sino sobre el
fin del discurso político tal y como había
sido entendido hasta ahora y sobre la
validez de la verdad frente a la mentira
y la emocionalidad como creadores de
hegemonía. Es, pues, interesante por
su capacidad de aunar bajo un mismo
volumen voces que pueden explicar
mediante la unión de perspectivas una
sociedad en convulsión e incapaz de
reaccionar ante los acontecimientos
sociales que han hecho tambalear
convenciones sociales que se creían
sagradas. El discurso político ha variado
y ha permitido que fuerzas abiertamente
xenófobas entren en parlamentos,
por lo que ahora, más que nunca, son
necesarias este tipo de obras, que intenten
desmontar o crear discursos alternativos
para así impedir el auge y asentamiento
de fuerzas ultraconservadoras.
María Sánchez Arias
Contrapunto, n.º 42 | 45
 Un poco de literatura para combatir la censura
Santiago Posteguillo, El séptimo círculo del
infierno: escritores malditos, escritoras olvidadas
E
l séptimo círculo del infierno:
escritores malditos, escritoras
olvidadas cierra un ciclo que
comenzó con La noche en la que
Frankenstein leyó el Quijote y continuó
con Sangre de los libros. Todas estas
obras se alejaban de la novela histórica
que ha hecho famoso a Posteguillo
(Valencia, 1967), pero no se apartan de
la Historia, que se ve reflejada en cada
una de estas novelas, donde el autor hace
valoraciones críticas sobre determinados
momentos de la literatura, de manera
que en El séptimo círculo del infierno se
encuentra un género metaliterario. No
obstante, aunque hable de literatura,
no se trata de un manual para estudiar
literatura, ni tampoco formula hipótesis
complejas sobre ciertos aspectos;
únicamente pretende contar de forma
amena y contextualizada ciertos hechos
históricos que incumben a literatos
conocidos y a veces no tan conocidos,
por el hecho de aglomerar a los que se
han denominado a los mejores autores
en una “teoría literaria”. En este libro
centra la atención en las vicisitudes y
problemas que pasaron estos autores para
escribir sus obras, a veces reconocidas
por la historia y que otras veces pasaron
más desapercibidas, pero todos ellos
46 | Contrapunto, n.º 42
Barcelona, Planeta
240 páginas, 18,90 euros
escribiendo en un contexto hostil, donde
al parecer floreció el ingenio de aquellos
a los que no se les permitió cultivarlo.
Quizá ese fue el acto más subversivo de
todos, no permitir que la censura tapase
sus bocas o, en este caso, sus plumas. El
subtítulo de la novela escritores malditos
y escritoras olvidadas demuestra
un carácter reflexivo y crítico que
encontraremos constantemente, pues en
este libro la intención de Posteguillo no
es la de mostrar su extenso conocimiento
sobre autores desconocidos para la
mayoría y apabullar con datos al lector,
sino rendir homenaje a tantos escritores relatos tienen una gran autonomía,
que pasaron un “infierno” para sacar incluso se podrían leer de forma
adelante sus obras. independiente, aunque para excusar
que sea un libro les da cierta cohesión,
Posteguillo empapa todas sus
como el hecho de que las historias estén
creaciones de una rica documentación
ordenadas cronológicamente y que de
que se ve plasmada incluso en esta obra,
vez en cuando se mencione algún hecho
donde no faltan localizaciones espacio-
remarcable de un episodio anterior. Sin
temporales, que van moviendo al lector
embargo, esto no distorsiona la lectura.
de un lugar a otro del globo; sin embargo,
Posteguillo, desde el prólogo, muestra
nunca se tiene la sensación de perder
interesantes debates como el hecho de
el norte, puesto que todos los relatos
que estos autores fueran capaces de
siguen un patrón periódico. Los relatos
escribir obras maestras de la literatura
son breves, pero en ningún momento se
universal en medio de un ambiente
resiente la narración, que se percibe ágil
hostil, en muchos casos llenos de
y dinámica. Este texto, catalogado de no
represión y miedo por organizaciones
ficción por su aporte histórico, no deja
que atentaban por su vida. Puede que
aparte la esencia literaria mencionando
esta atmósfera despertara su mayor
datos sin más. Esto es algo aludido por
ingenio puesto que en un campo
el propio Posteguillo, quien comenta
estéril floreció la grandeza de aquellos
que algunas conversaciones entre los
a quienes se pretendía silenciar, lo cual
personajes son ficticias y no ocurrieron,
siempre suele tener efectos negativos en
y que aparecen porque es como él se
la humanidad. Por eso es tan importante
imagina que pasaron. Quizá abuse de
destacar la labor de dignificación de los
emplear iterativamente el recurso de
autores desconocidos, incluso para los
narrar la historia describiendo una
lectores asiduos ausentes de la memoria
situación sin mencionar los personajes
colectiva, que hace Santiago Posteguillo
para más tarde revelar la identidad
en este libro.
de estos personajes y el contexto en
el que se encuentran. No se podría Alberto Calero Carramolino
considerar un libro de Posteguillo si no
mencionara alguna historia en la que
estén involucrados de una manera más
o menos indirecta los romanos, que es
su más clara seña de identidad. También
parte de alguna experiencia personal
para dar pie a la trama de la obra. Los
Contrapunto, n.º 42 | 47
 Medio Planeta,
o cómo no hacer una mierda para salvar el planeta
Edward O. Wilson, Medio Planeta
Traducción de Teresa Lanero Ladrón de Guevara
Madrid, Errata Naturae
320 páginas, 19,50 euros
el mundo) y reflexiona sobre las terribles
consecuencias que la destrucción de
“las tierras salvajes” supondrían para la
biosfera. Para Wilson, la solución a este
embrollo pasa por la transformación
de las prioridades político-económicas
de tecnología y productos parece, para
él, un plato demasiado suculento como
para tirarlo a la basura. Esta actitud es,
no obstante, sintomática de algo más
grave: un pensamiento nada reflexivo
con los verdaderos agentes envueltos en

E
n un mundo al borde de la
debacle medioambiental, cada
vez son más las personas que
apuestan por perspectivas más radicales
para contrarrestar (o al menos paliar) los
efectos del calentamiento climático, la
deforestación global y la contaminación
de océanos y cielos. Desgraciadamente,
este no es el caso de Edward O. Wilson
(Birmingham, Alabama, 1929), quien
aboga por una perspectiva mucho
más moderada en su nuevo libro,
Medio Planeta. Biólogo y naturalista
de grandísimo renombre en el mundo
(con dos Pulitzer y un Crafoord en su
palmarés), el estadounidense ofrece
en su último proyecto un texto a
caballo entre la divulgación científica
y la reflexión filosófica, una fiel
descripción del problema ecológico
al que la industrialización ha llevado
a las sociedades occidentales (y
occidentalizadas), así como posibles
maneras de encauzar las políticas
medioambientales globales para
recuperar la biosfera y evitar una más
que probable sexta extinción.
Wilson comienza su
argumentación explicando la
importancia del mantenimiento de todas
y cada una de las especies vivas de un
ecosistema, pues la simple desaparición
inmediata de una de ellas o la llegada
de especies invasoras puede llevar
a un desequilibrio medioambiental
que sin duda afecta de gravedad a las
comunidades de animales humanos.
Así, el americano reseña las distintas
metodologías del conservacionismo
ecológico, a la par que señala las
limitaciones de cualquier estudio
científico en cuanto al daño de la acción
humana en el medioambiente (pues se
calcula que no tenemos conocimiento
de la mayoría de seres vivos que habitan
de los gobernantes del primer mundo, la destrucción del planeta. Un ejemplo
transitando de un modelo excesivamente es el modo en el que Wilson percibe “lo
individualista que antepone hasta la humano”. El autor entiende que uno de
explotación (y extenuación) de todas los motivos para “abandonar” medio
las áreas terrestres a un idílico sistema planeta es la inmensa acción humana
gobernado por un cierto respeto a las en la superficie terráquea, que incluso
áreas silvestres con mayor biodiversidad ha obligado a los expertos a adoptar el
del planeta. De este modo, los animales nombre de antropoceno para la actual
humanos habrían de replegar su era geológica. Con esto en mente, uno
dominio hacia una sola mitad del se pregunta si les geólogues del futuro
planeta, dejando que la otra mitad, en la encontrarán lo mismo en Nueva York o
que se ha dejado a la naturaleza seguir Madrid que en algunas zonas rurales del
su camino, compensara los delirios norte de la India, donde existe un mayor
tecnológicos e industrialistas del post- respeto a la diversidad y equilibrio
capitalismo actual. ambientales. Para Wilson, no obstante,
el modelo de sistema dominante parece
Pese a que se podría argumentar
funcionar bien, simplemente les que
que la posición de Wilson hace aguas en
vivimos en él nos hemos pasado un poco.
este último punto (pues no solo propone
algo difícil de materializar, sino que Medio Planeta se nos presenta,
además no proporciona al lector ningún finalmente, como un texto que bien
método específico para realizarlo), la base podrá ser usado por el neoliberalismo
ontológica de la que parte el autor es en sí verde cuando el modelo actual ya no dé
muy problemática. Su propuesta, más que más de sí y se vea obligado a adaptarse
radical, sirve únicamente como “apaño” al apocalipsis medioambiental que
para mitigar los efectos de la cultura está por venir en las próximas décadas.
antiambiental en la que vivimos. En vez Una obra que servirá para decirnos a
de transmutar o reconstruir nuestros nosotres mismes lo fácil que hubiera
sistemas de consumo y producción sido solucionarlo todo con haber usado
para evitar cualquier desequilibrio menos bolsas de plástico, cogido menos
ecológico, el biólogo sugiere reducir/ el coche y comido menos carne, cuando
trasladar su actividad a ciertas zonas y, en realidad tendríamos que haberlo
así, compensar pérdidas. La renuncia cambiado todo.
al método occidental de adquisición
Alejandro Rivero Vadillo

48 | Contrapunto, n.º 42 Contrapunto, n.º 42 | 49

 Hacia un relato emancipador
Olalla Castro Hernández, Entre-lugares de la Modernidad.
Filosofía, literatura y Terceros Espacios
Madrid, Siglo XXI
320 páginas, 20 euros
de la Modernidad (“Modernidad
normativa”) y la complicidad con el
poder y legitimación del neoliberalismo
de ciertos autores posmodernos
(“Posmodernidad triunfal”).
del sujeto como construcción histórica e
ideológica, desde la articulación misma
de un sujeto fuerte en el seno de la
Modernidad, que desde sus inicios resultó
problemática y trató de mostrar lo que la
racionalidad moderna dejaba fuera (el

E
El ensayo se articula en tres partes
l clásico debate sobre las deseo, el cuerpo, los afectos, los sueños,
diferenciadas, de las cuales la primera
relaciones entre la Modernidad etc.), hasta los últimos planteamientos
está dedicada a analizar los términos en
y la Posmodernidad sigue posmodernos que claman la muerte
los que se ha ido desarrollando el debate
suscitando interés y generando discursos del sujeto y la modificación de las
Modernidad frente a Posmodernidad,
y revisiones, como ocurre en el caso subjetividades en el tiempo actual. La
así como los lugares en los que ambas
del ensayo de Olalla Castro Hernández literatura y el arte son discursos en los
discursividades se entrecruzan. Se
(Granada, 1979), titulado Entre- que permean las reflexiones sobre la
trata de un debate complejo y lleno de
lugares de la Modernidad. Filosofía, crisis de la Modernidad y la escritura de
confusiones terminológicas y que ha
literatura y Terceros Espacios. Dicho ficción se revela como territorio en el que
suscitado numerosos puntos de reflexión,
trabajo tiene el propósito de poner en plantear las cuestiones relacionadas con
como la cuestión de si la Posmodernidad
jaque la oposición entre Modernidad la configuración de la episteme moderna
puede separarse de la Modernidad y
y posmoderna. Con esta reflexión sobre
y Posmodernidad, tal y como se viene considerarse otra etapa de la historia,
la literatura, se introduce la problemática
discutiendo recientemente, y de articular y desde una lectura marxista se señala
que se aborda en la tercera parte del
un pensamiento que permita pensar el sistema de producción capitalista
libro: el “giro lingüístico” en la filosofía
sus debates centrales desde un lugar como núcleo de la continuidad entre lo
y el cambio de paradigma que rompe
“otro” que considere la continuidad de moderno y lo posmoderno. La autora
con la filosofía de la conciencia y pone el
lo moderno con lo posmoderno y que lleva a cabo en esta primera parte un
foco en el lenguaje.
admita un enfoque crítico para pensar repaso exhaustivo de las características
una alternativa al relato neoliberal y al fronterizos con el fin de examinar los de la Posmodernidad y las pone en tela La pertinencia de las reflexiones
sistema capitalista. de juicio con respecto a los discursos de de Castro Hernández, así como la
discursos que se ponen en juego en la
la Modernidad: la pretendida muerte necesidad de actualización del debate
Castro Hernández parte en Modernidad y la Posmodernidad, así del sujeto, el supuesto fin de los grandes sobre Modernidad/Posmodernidad y
su reflexión de la noción articulada como los contradiscursos que se generan relatos, la ruptura con la metafísica, el fin el intento de articulación de un relato
por H. Bhabha de “entre-lugar” en en ambos paradigmas epistemológicos. de la Historia, etc. Así pues, considera emancipador y de modos de pensar
relación con las identidades híbridas De esta forma, se reivindica la necesario desmontar la idea del fin de alternativas al sistema capitalista hace
que surgen en contextos que han sido tradición de pensamiento crítico de la los grandes relatos y plantea que el “gran del ensayo una aportación valiosa y
sometidos a procesos de colonización Modernidad (“Modernidad negativa”) relato” del tiempo actual es metarrelato original y supone un pensamiento
durante décadas y las posibilidades de sin desdeñar los planteamientos que legitimador del capitalismo neoliberal, crítico y abierto que dota de continuidad
estas identidades de articular un sujeto desde el pensamiento posmoderno que cambia la idea del sujeto libre por la a los proyectos de emancipación que se
político capaz de transformar la realidad. puedan resultar insumisos y subversivos del consumidor libre. inauguraron con anterioridad.
Tomando como punto de partida esta (“Posmodernidad de resistencia”),
En la segunda parte del libro, se Cristina Somolinos Molina
idea, la autora plantea la necesidad pero a la vez poniendo en cuestión
lleva a cabo un recorrido por la crisis
de enfocar la lente hacia los espacios las ideas totalizantes del proyecto

50 | Contrapunto, n.º 42 Contrapunto, n.º 42 | 51

 El oficio de aprender a escribir
Julia Barella y Laura Alonso (eds.), La mecánica de la escritura
creativa: en busca de una voz propia
Madrid, Servicio de publicaciones de la Universidad de Alcalá
L
a Escuela de Escritura de la
Universidad de Alcalá celebra
con la publicación del libro La
mecánica de la escritura creativa: en busca
de una voz propia diez años de existencia,
algo nada desdeñable teniendo en cuenta
que cada curso recibe un contingente
considerable de estudiantes que desean
conocer las entrañas del mundo de la
escritura que les permitan desarrollar
una capacidad necesaria para llegar a
publicar. Tenemos la certeza de que
la escritura creativa puede chirriarle a
mucha gente; muchos son escépticos, no
piensan que recibiendo clases durante
un curso se pueda llegar a escribir un
libro, ya sea de poesía, de cuentos o
una novela. Eso mismo comenta la
profesora Julia Barella (actual directora
de la Escuela de Escritura) a sus alumnos
cada vez que inicia un curso académico:
nadie saldrá de sus clases siendo un
escritor profesional, pero sí tendrán
ciertos conocimientos que les permitan
realizar la actividad de escribir de forma
más metódica y más a conciencia. Para
ello también está este libro, editado por
Julia Barella y Laura Alonso (ambas
profesoras, una de universidad y la
otra de instituto, respectivamente),
que recoge escritos de lo más granado
52 | Contrapunto, n.º 42
253 páginas, 19 euros
de la escritura creativa en el panorama
nacional actual. Nada más abrir el libro
nos encontramos con un prólogo de
Francisco Moreno Fernández, quien
fuera el primer director de la Escuela de
Escritura de la Universidad de Alcalá y
actualmente sigue como profesor de la
UAH destinado al Instituto Cervantes
de la Universidad de Harvard; también
nos topamos con escritos de José Ramón
Trujillo, Pedro Carrero Eras y Rita Otero,
amén de muchos otros textos de tan
diversos temas como “La lectura como
primer eslabón de la escritura narrativa”,
“Una casa sin paredes. La enseñanza
de la escritura poética en su dimensión laberíntico en el que muchas personas
interartística” o “Los mecanismos de la se pierden y no logran finalizar una
escritura teatral”, por citar algunos. novela. Es un libro escrito por más
de diez personas; cada bloque está
El libro se encuentra estructurado
integrado por varios capítulos y estos
en cuatro bloques, los cuales son: I.
están escritos por diferentes eminencias.
Escribe para aprender, II. Atrévete con el
Todo esto ocasiona que no haya un estilo
género en el que más cómodo te sientas,
único y probablemente que tengamos
III. Descubre qué beneficios te aporta la
diferentes voces en un ensayo, lo cual
escritura y IV. Treinta autores: la voz de
es una de las mejores cosas que uno se
la experiencia. Cada uno de los bloques
puede encontrar, ya que le permite a
conforma un todo, en el sentido de que
uno ver un mismo tema tratado desde
en cada uno tienen cabida la mayoría de
diferentes perspectivas y de ahí surgen
géneros literarios; así, se tratan diferentes
dudas cuando uno termina el libro y se
aspectos de cada género y no es un libro
pone a reflexionar sobre lo que ha leído.
que se centre solo en la redacción de
Esperemos dentro de diez años volver a
textos prosísticos. El último bloque deja
encontrarnos con otro libro que celebre
un buen sabor de boca y es la guinda
los 20 años de existencia de la Escuela de
perfecta para cerrar el libro y, por ende,
Escritura de la Universidad de Alcalá, y
la celebración de estos diez años. Dicho
que sean muchos más.
bloque consiste en cómo ven la literatura
y el proceso de creación diferentes Álvaro Ley Garrido
escritores que han colaborado alguna
vez con la Escuela de Escritura, siendo
un lujo encontrarse con los académicos
Soledad Puértolas y José María Merino,
además de con Luis Alberto de Cuenca o
Jon Juaristi, entre otros.
Este libro no es única y
exclusivamente para académicos y
eruditos; es para cualquier persona que
desee tener información sobre cómo
abordar la escritura de una ópera prima,
para mejorar su proceso de creación si
ya ha publicado algo, pero desea indagar
más en el tema o para cualquier curioso
que quiera saber cómo es ese entramado
Contrapunto, n.º 42 | 53
 La cola del cometa María Teresa León creció rodeada de célebres, como la colección de cuentos
libros prohibidos, recitando canciones Rosa-Fría, patinadora de la luna o
José Luis Ferris, Palabras contra el olvido. Vida y obra de
del Romancero tradicional en casa de los la novela Contra viento y marea, en
María Teresa León (1903-1988)
Menéndez Pidal (sus tíos) y leyendo a los algunas librerías. Sin embargo, no es
Sevilla, Fundación José Manuel Lara
grandes clásicos españoles. Se relacionó una tarea sencilla. Ferris recuerda en
472 páginas y 16 láminas, 19,90 euros

M
con las grandes figuras de la cultura su obra que María Teresa León siempre
ujer, artista, escritora, española de la primera mitad del siglo se definía a sí misma como “la cola del
comunista, madre, esposa. xx desde su infancia, lo que le permitió cometa”. Efectivamente, adoptó el papel
Ella era María Teresa León y configurar un espacio propio dentro de escudera fiel de uno de los poetas más
Goyri, una femme de lettres que luchó por de la narrativa, su género literario por célebres del siglo xx en España, pero
sus ideales hasta sus últimos días y que excelencia. Desde sus primeras obras, también se convirtió, como muchas otras,
se convirtió en una figura fundamental destaca su obsesión por la memoria. en la escudera fiel de una generación que
para el desarrollo del panorama Paradójicamente, la memoria fue su la ocultó y la olvidó sin remordimientos,
cultural y literario de su época. José gran enemiga, pues le arrebató su patria sin echar la vista atrás. ¿Cuántas colas de
Luis Ferris (Alicante, 1960) nos brinda en 1939 y, años después, le prohibió cometas hemos perdido? ¿Qué podemos
la oportunidad de conocerla mejor en recordar que regresaba a ella, a su tierra, hacer para devolverles su luz perdida?
Palabras contra el olvido. Vida y obra de a su lugar. Pocos sabrán que María Teresa Ferris intenta con Palabras contra el
María Teresa León (1903-1988), que ha León, ya sin recuerdos, volvió a España olvido. Vida y obra de María Teresa León
obtenido el Premio Antonio Domínguez en 1977, casi cuarenta años después de (1903-1988) que la voz de María Teresa
Ortiz de Biografías 2017. En esta haber despedido las costas valencianas León deje de estar en un segundo plano
biografía, Ferris nos permite adentrarnos bañadas por el Mediterráneo. Falleció y adquiera la importancia que merece.
en una vida fascinante y agridulce en la once años después. Rafael Alberti, que Ojalá sea así con ella y con todas las colas
que se reflejan las vicisitudes a las que no supo sobrellevar la enfermedad de su de cometas que descansan y esperan,
se enfrentó España durante el siglo xx. mujer y se dejó atrapar durante años por pacientes, un pequeño rayo de luz que
Ferris nos recuerda en esta
A través de las fotografías a color que se los lazos de la infidelidad y el abandono, las ilumine y las convierta, de nuevo,
biografía que María Teresa León no
incluyen en la publicación, conocemos dejó grabadas en su tumba las siguientes años después, en estrellas con luz propia.
solo es “esposa de”, sino que también es
un poco más a María Teresa, una mujer palabras: “Esta mañana, amor, tenemos
una de las literatas más deslumbrantes Paula Mayo Martín
fuerte y decidida que decidió separarse veinte años”. Efectivamente, así recordó
de su época. Fue autora de relatos,
de su primer marido y dejar atrás a sus el poeta a su mujer hasta el final de sus
novelas, biografías, ensayos, piezas
dos hijos, para reinventarse y comenzar días y así la describen aún aquellos que
teatrales, guiones y artículos de prensa.
una nueva vida en Madrid, donde la recuerdan hoy, como una mujer joven,
Ella es una de las sinsombrero, término
conocería al amor de su vida, Rafael fuerte, con carácter y que era dueña de
con el que se denomina a un grupo de
Alberti. Con él vivió de primera mano su existencia.
pensadoras y artistas relacionadas con
el dolor del exilio, marcado por ciudades
la célebre generación del 27, mujeres Si alguien quiere acercarse a la
como París, Buenos Aires y, finalmente,
silenciadas en un mundo de hombres obra de María Teresa León, aún puede
Roma.
y para hombres en el que tuvieron que conseguir algunas de sus obras más
defender sus derechos como autoras.

54 | Contrapunto, n.º 42 Contrapunto, n.º 42 | 55

 “Escribir… ¿quién no escribe?”
Aurora Bernárdez, El libro de Aurora. Textos,
conversaciones y notas de Aurora Bernárdez
A
urora Bernárdez (Buenos
Aires, 1920-París, 2014),
filósofa de formación y
traductora de profesión, fue sin duda
una de las mujeres latinoamericanas
más brillantes de su tiempo. Inteligente
y discreta a partes iguales, tradujo a
la lengua castellana obras de autores
como William Faulkner, Ray Bradbury,
Simone de Beauvoir, Albert Camus o
Italo Calvino, entre otros. Fue, además, la
primera mujer de Julio Cortázar, la mejor
lectora de sus obras y su amiga hasta
la muerte, momento en el que el gran
escritor argentino le dejó en herencia los
derechos de sus libros. La excelente labor
de difusión de Bernárdez fue elogiada
por el escritor y periodista Juan Cruz,
quien dijo: “Fue Aurora Bernárdez, con
su amiga Carmen Balcells, la que se
encargó de revitalizar la obra del gran
cronopio, que sigue siendo leído en todo
el mundo de habla española como si
nunca hubiera desaparecido”.
Aurora Bernárdez siempre
escribió, pero jamás publicó sus
escritos. Este hecho quizá fue producto
del tiempo y el lugar en el que le tocó
vivir. Como ella misma afirma, “una
escritora era un poco sospechosa. […]
Yo siempre reaccioné contra esa actitud,
56 | Contrapunto, n.º 42
Madrid, Alfaguara
188 páginas, 17,90 euros
pero en el fondo pesaba mucho sobre
mí”. Su matrimonio y eterna amistad
con uno de los mejores escritores
en español del siglo xx, como lo fue
Cortázar, terminaría condicionando
definitivamente las posibilidades de
publicación de sus propias creaciones
literarias. La misma Bernárdez comenta
dicha situación, haciendo alarde de una
imbatible humildad, afirmando que
“tal vez el mundo se ha ahorrado no
pocas tonterías”. Afortunadamente, sus
editores y amigos no compartían una
opinión, como mínimo, cuestionable.
Así, a la muerte de Bernárdez compilaron
su obra, que se encontraron por aquí y
por allá en su piso de París, ofreciendo
además la transcripción de la única
entrevista que concedió, con motivo
del rodaje de un documental acerca del
autor de Rayuela en 2005.
El libro de Aurora se compone de
cuatro bloques, que recogen sus poemas,
los relatos que escribió, una serie de
anotaciones extraídas de sus cuadernos y,
por último, la ya mencionada entrevista,
realizada por el cineasta y compositor
francés Philippe Fénelon. Respecto a
su creación poética, la autora muestra
una cuidada expresión, eligiendo con
exquisito cuidado sus palabras. En su
mayoría se sirve de vivencias propias, en
las que se inspira para la formulación de
poemas breves, sintéticos, de palabras
simples y pensamientos profundos.
Huye de la pomposidad y el manierismo,
recurriendo a términos cotidianos que
ayudan a conformar un espacio íntimo.
Pese a su humildad, elevada a extremos
probablemente inmerecidos, su yo
poético se pregunta: “¿Llamaré al portal
sordo de mi madre,/ o erraré en silencio,/
ignorada,/ entre parientes locuaces?”. De
manera similar, en los relatos recopilados
por los editores se sirve de escenas
extraídas de la cotidianeidad, a caballo
entre Argentina y París. La autora sitúa
sus tramas en el interior de casas u
hoteles, donde tienen lugar sucesos que
bien podrían pasar desapercibidos, pero
que se convierten en extraordinarios
de la mano de personajes distintos,
esbozados con maestría. Si bien la calidad
varía entre unos y otros, se destaca por
su originalidad “El finado”, en el que se
pueden apreciar refinados toques de
humor negro. Aunque la sección más
profundamente heterogénea es la tercera,
“De los cuadernos”. Aquí, encontramos
pasajes del diario de Bernárdez en los
que cuenta sus impresiones acerca de
algunos de los muchos viajes que realizó.
Asimismo, aparecen pensamientos de la
autora sobre muy diversos temas que,
con toda probabilidad, fue anotando
a lo largo de su vida en hojas sueltas y
cuadernos varios. Pinceladas que, en su
mayor parte, invitan a la reflexión del
lector.
La cuidada selección que los
editores han rescatado del olvido
muestra, en definitiva, a una mujer culta
e inteligente, humilde y profundamente
humana, que ama la literatura. Entre
sus páginas encontramos la voz de una
escritora silenciada por voluntad propia,
para quien la sombra de una familia
intelectual y un marido extraordinario
fue demasiado alargada. Por suerte,
hubo quien no tomó en serio sus
palabras, legándonos una obra muy
personal que, esperemos, no volverá a
pasar desapercibida. Y nos alegramos de
que así sea.
Raquel López López
Contrapunto, n.º 42 | 57
 “Tomen en consideración cosas y hallarán humanos.
Tomen en consideración humanos y se toparán con cosas”
Bruno Latour, Lecciones de sociología de las ciencias
Barcelona, Arpa editorial
311 páginas, 19,95 euros
Lecciones de sociología de las
ciencias, su última propuesta, publicada
por la editorial catalana Arpa, parece a
priori un libro de divulgación científica
si bien lo que el lector encontrará es
decir, cómo las condiciones sociales
inherentes a los científicos influyen
en la ciencia. Puede ser a la hora de
presentarse a través de su trayectoria,
por cómo determinadas modas en

L
una reflexión en profundidad del fondo métodos y temas pueden influir en sus
ecciones de sociología de las
epistemológico de la ciencia. Se trata valoraciones, a la hora de elaborar un
ciencias es el último libro de
de una recopilación de publicaciones relato de apariencia objetivista en sus
Bruno Latour (Beaune, 1947),
previas en la que se han introducido propuestas, o por cómo monetizan
el controvertido filósofo, antropólogo
determinados cambios que permiten sus investigaciones (de)construidas en
y sociólogo de la ciencia galardonado
apelar a un público más amplio y que inversiones capitalistas. En el último de
con el Holberg en 2013, el Nobel de la
aportan coherencia y cohesión al libro. los capítulos, Latour indaga en la imagen
sociología. Es ampliamente conocido
El resultado final es óptimo y el lector y la ciencia, analizando cómo esta emplea
por convertir a científicos y métodos
podrá sacar una conclusión unitaria la imagen como inteligencia erudita
aparentemente objetivos e irrefutables
del conjunto de los capítulos. El libro redistribuida, la visión de la ciencia en la
en su objeto de estudio, observar a los
está configurado por tres capítulos sociedad e incorporando una suerte de
observadores; así como por fundar
principales que recogen una serie de narración sobre su propia investigación
y dirigir el MediaLab y la escuela de
artículos no numerados pero claramente a través de imágenes comentadas.
ciencias políticas de la Sciences Po. Es
distinguibles: I. Sociología de los objetos
doctor honoris causa de una docena Este libro permite que nos
de la vida cotidiana, II. El duro oficio de
de universidades y miembro de la introduzcamos en la singular visión del
los trabajadores de la experimentación
Academia Estadounidense de las Artes y mundo de Bruno Latour, una figura
de la ciencia” al estudio, permitiendo y III. Las tribulaciones de la imagen
las Ciencias. imperdible para el interesando en
que Latour diera el siguiente paso: científica.
sociología, filosofía o antropología. Una
A lo largo de su trayectoria, Latour partir de la metodología antropológica
En el primero de estos capítulos, obra de interés reflexiva y profunda que
se cuestiona algunos de los binomios del trabajo de campo para apuntar a al Latour señala cómo interactúan los permitirá al lector acceder a los modos
clave de la filosofía occidental, como el procedimiento científico como objeto objetos del día a día con la práctica de producción de la ciencia, con sus
de sujeto/objeto o el de individuo/clase de estudio. Este tipo de propuestas le científica, cómo lo cotidiano trasciende luces y sus sombras.
social, e incorpora otros como humano/ han traído tanto defensores acérrimos en progreso tecnológico cuando surge
no humano, actante/colectivo o actor/ como importantes detractores dentro Gema Cuesta
alguna complicación que debe ser
red. Los estudios de este autor surgen de la comunidad científica. Y es que son solventada. A través de varias metáforas
de una tradición francesa de filosofía de –entre las que destaca la de la puerta,
pocos los pensadores relevantes que no
la ciencia que nace en el siglo xix. En que a menudo parece aludir a las puertas
se han pronunciado sobre alguno de sus
su origen, estos estudiosos proponían de la ciencia–, explica la motivación y el
trabajos, especialmente sobre Nunca
una versión racionalista del análisis proceso de la innovación. En la segunda
fuimos modernos, uno de sus escritos
científico. En el siglo xx, filósofos como parte del libro, el autor se focaliza en
más populares y controvertidos.
Michel Serres –que fue mentor de la humanidad detrás de la ciencia; es
Latour– incorporan el concepto “historia

58 | Contrapunto, n.º 42 Contrapunto, n.º 42 | 59

 Voces
dicho sistema literario. También deben
tenerse en cuenta aquellas obras que
presentan expectativas de futuro y que
están creadas por autores jóvenes que
están comenzando. Además, creo que
debe reseñarse cualquier obra que sea un
La crítica literaria: de la mediación a la responsabilidad fenómeno social o comercial. Vivimos
Entrevista a Ángel Basanta en un mundo donde algunos pretenden
equiparar la calidad literaria al éxito
Ángel Basanta ha trabajado como profesor de Literatura en diversos de ventas y no tiene por qué ser así. La
centros educativos y en la Universidad de Santiago de Compostela. Sin crítica es un elemento fundamental para
embargo, es especialmente conocido por su labor como crítico literario. mediar en esta realidad.
Ha colaborado con distintos medios de comunicación, como ABC
Cultural y El Cultural. También es autor de diversos libros centrados en la “Vivimos en un mundo
historia de la novela española y ha elaborado ediciones comentadas de donde algunos pretenden
obras clásicas. En la actualidad, es presidente de la Asociación Española equiparar la calidad
de Críticos Literarios y, desde hace años, es una de las voces con más literaria al éxito de ventas
autoridad crítica del suplemento El Cultural, en el que dedica su atención
y no tiene por qué ser así.
a libros de narrativa española contemporánea.
La crítica es un elemento
En 2015, visitó la Universidad de Alcalá para comentar con algunos fundamental para mediar
estudiantes su concepción de la crítica y del panorama literario actual. en esta realidad”.
El pasado 27 de octubre de 2017, Ángel Basanta participó como ponente
En algunas ocasiones, nos hemos
en el Taller Cómo elaborar una reseña crítica, celebrado en la Universidad
encontrado ante la situación de reseñar
de Alcalá. A su vez, colaboró en la mesa redonda que se celebró después,
una obra de la que no podíamos ofrecer
en la que compartió experiencias con Arantxa Gómez Sancho, directora
una valoración positiva; ¿se deben
de la revista Ínsula, que fue entrevistada en el 35 de nuestra revista. A
hacer reseñas negativas?
continuación, presentamos una selección de algunas de las preguntas
y respuestas que surgieron durante la ponencia de Ángel Basanta, a Sí, es una obligación, casi moral, del
quien agradecemos su implicación con la revista Contrapunto y con los crítico literario. Tenemos que hacer
estudiantes que formamos parte de ella. una reseña negativa tanto de un autor
de prestigio que, en pleno auge de su
Una de las primeras cuestiones a las que Se debe reseñar todo lo importante,
producción literaria, publica una obra
nos enfrentamos cuando participamos todo aquello que es relevante en el que no está al nivel de sus predecesoras
en una revista de crítica literaria como sistema literario, pese a que siempre como de obras que son meros productos
Contrapunto es qué obras debemos hay que realizar una selección. Por comerciales. De hecho, una de las
seleccionar. ¿Qué se debe reseñar y qué supuesto, debe reseñarse la obra de un funciones de la crítica es la mediar entre
no? autor que tiene un lugar importante en el autor o el editor y el público lector.
60 | Contrapunto, n.º 42
¿El lector habitual de crítica literaria
busca una orientación? ¿Se debe
escribir una crítica literaria pensando
en el público al que esta se dirige o en el
contexto en el que se produce?
La primera misión de la crítica literaria
es informar y orientar al público lector,
pero no basta. Si se queda ahí, no es
crítica literaria. Hay otras dos funciones
básicas de la crítica. La segunda, que
es igual de importante, es la función
analítica, en la que la crítica literaria se
adentra en los entresijos de la obra. En
ella se analizan la estructura, el estilo, el
contexto dentro de la tradición literaria
en la que nace, su lugar en la trayectoria
propia del autor, etc. En este nivel, el
lector más cualificado es partícipe de
un diálogo callado en el que hay una
intercomunicación particular con el
crítico literario.
La última función fundamental de la
crítica literaria es la función valorativa.
El crítico debe emitir un juicio, dar su
opinión argumentada sobre la obra
que ha analizado para propiciar, así,
ese “diálogo creativo” con el lector
cualificado. No debemos olvidar que
el crítico literario que participa en los
medios de comunicación, en general,
se dirige a un lector cualificado, incluso
especializado en algunos casos, que lee
habitualmente suplementos literarios. Es
importante que tengamos este aspecto
siempre presente.
Contrapunto, n.º 42 | 61
 “La literatura no existe en estado puro, la literatura nos llega y se
produce en un sistema literario que no podemos olvidar”.
Si nuestras críticas no van dirigidas, más va a servir de orientación al lector en español? Sí, por supuesto. Todo depende de si
exclusivamente, al lector especializado, que quiera acercarse, por primera vez, el crítico tiene claro su oficio o no. Si
No es frecuente –incluso me atrevería
sino que están creadas para un público a una determinada obra. Pese a que yo tuviera que realizar reseñas solo de
a decir que no es apropiado– hablar de
general, ¿cómo debe ser su lenguaje? sea un apartado menos cercano a lo autores españoles que no conozco a estas
la traducción en este tipo de críticas.
estrictamente literario, es tan importante alturas, me quedaría sin algunas obras
El lenguaje de una crítica literaria debe Podemos valorar, de manera muy
como los demás. interesantes que reseñar. Alguna vez le
ser lo más sencillo posible. Pondré general, si se ha cuidado el lenguaje
he concedido a un amigo escritor, en
un ejemplo: cuando necesito emplear En este apartado informativo, aparte de en la traducción, pero no podemos
los casos en los que un libro no me ha
un término como analepsis en una información sobre el libro concreto que responder de su fiabilidad, pues no se
gustado nada, no reseñarlo. Jamás haré
reseña, siempre intento aclarar su se reseña, ¿qué información debe tener suele leer el texto en las dos lenguas.
una crítica positiva de una obra que no
significado para que el lector que no el lector con respecto a la obra previa Estos detalles quedan reservados para
me parezca valiosa, por muy amigo mío
esté familiarizado con este concepto del escritor? ¿Son importantes esos la crítica académica, que puede dedicar
que sea su autor. Lo más apropiado que
sea capaz de comprender lo que digo. datos que se refieren a la repercusión más tiempo al análisis de estos aspectos
puede hacerse es no decir nada.
Valoro mucho a los escritores que en que ha podido suscitar la obra en la más concretos.
sus cuentos o en sus novelas utilizan un sociedad, así como los premios que ¿Alguna vez un autor le ha incluido en
¿Hasta qué punto es necesario incluir
argot especial y, en el mismo diálogo, haya podido recibir? alguna de sus novelas y le ha pedido
citas del texto en una crítica literaria?
tienen el arte de explicar implícitamente permiso?
La literatura no existe en estado puro, Tenemos tan poco espacio en una
el significado de esas expresiones. Hasta ahora, no, aunque no tengo miedo
la literatura nos llega y se produce en reseña que debemos aprovecharlo
A la hora de crear una reseña, ¿qué un sistema literario que no podemos a esa posible situación. Todos somos
para ofrecer nuestra opinión y nuestro
información es la más relevante y olvidar. Todo cuenta, incluso los humanos y debemos estar preparados.
análisis al lector. No podemos perder la
que, por tanto, debe estar presente galardones que haya podido recibir el Sí que me han dedicado obras y cuentos,
oportunidad de transmitir nuestra crítica
en cualquier crítica literaria? ¿Cómo escritor. Depende de la situación y del siempre con una gran discreción.
al incluir demasiadas citas en una reseña.
seleccionamos, como críticos, esta autor mismo. El último libro de Luis Se pueden incluir citas con medida que ¿Ha recibido el reconocimiento de
información? Mateo Díez, Vicisitudes, es un todo un enriquezcan nuestro texto o que nos algún autor después de haber realizado
reto para la Literatura. En mi reseña ayuden a defender nuestros argumentos. una reseña de su obra, haya sido esta
En cualquier reseña, deben aparecer
incluí datos informativos relativos a las Personalmente, suelo incluirlas para negativa o positiva?
datos informativos sobre el libro, un
obras previas del autor, datos relevantes justificar mis afirmaciones en aquellos
análisis de cada uno de sus componentes, Sí, me lo suelen comunicar por carta, por
para poder comprender la evolución que casos en los que pongo reparos de
tanto específicamente literarios como teléfono o por correo electrónico. Son
supone esta obra, compuesta por ochenta orden lingüístico. De todos modos,
contextuales, así como una opinión situaciones que debes comprender como
y cinco cuentos seguidos y numerados, debemos tener en cuenta que el idioma
o valoración del crítico. El crítico no crítico. Me parece normal que exista esa
como si fueran ochenta y cinco capítulos es el instrumento del escritor, pero la
tiene por qué seguir este orden en reacción por parte de un autor que acaba
de novela. Gracias a retos como este, la corrección morfosintáctica no equivale
su texto, pero sí que debe tenerlos de leer una reseña de su última obra.
literatura avanza. siempre a la calidad literaria.
presentes siempre. Es fundamental que, Después de tantos años dedicados a esta
en la crítica literaria en los medios de Además de estos aspectos, ¿se debe ¿Es lícito que un crítico reseñe una profesión, sé que hay autores que, al día
comunicación, aparezca ese apartado tener en cuenta la traducción cuando obra de un autor al que conoce siguiente de publicar una crítica, me van
de carácter informativo, pues es el que reseñamos obras que no están escritas personalmente? a comunicar sus impresiones.

62 | Contrapunto, n.º 42 Contrapunto, n.º 42 | 63

“Hemos de tener en cuenta que un buen crítico no debe herir
nunca al autor. Nosotros realizamos una crítica de una obra
determinada, no del escritor de la misma”.

Artículos
¿Se lee de la misma forma un libro que un buen crítico no debe herir nunca al
se va a reseñar que un libro que se lee autor. Nosotros realizamos una crítica de
por placer? una obra determinada, no del escritor de
la misma. La profesión de crítico conlleva
Para mí, el tiempo de lectura es distinto.
mucha responsabilidad y debemos tener
Será porque sigo siendo un aprendiz.
cuidado con estos aspectos.
Cuando leo un libro del que voy a hacer
una crítica literaria, tengo que hacerlo ¿Cuáles son sus referentes en el
más despacio, sentado y tomando notas. panorama de la crítica literaria?
A partir de esos apuntes, escribo mis
Eveline, un modo de acercarse a Joyce
Admiro y respeto mucho a algunos de
reseñas.
mis compañeros de profesión. Tengo
¿Se reseña a los autores noveles un recuerdo muy especial relacionado
Teresa Soto Tafalla
o principiantes con los mismos con la publicación de mi primer libro
parámetros con los que se reseña a los y los críticos y profesores universitarios El arte es la mentira que nos hace ver la verdad
autores más experimentados? José-Carlos Mainer, Gonzalo Sobejano,
Pablo Picasso
Esencialmente sí, pero con algunas Darío Villanueva y Santos Sanz
diferencias. Ya dijo Juan Ramón Jiménez Villanueva, que me brindaron su apoyo
que nuestra actitud debe ser distinta en aquel momento en el que yo aún
en función del momento en el que se no trabajaba como crítico literario en En esta aproximación a la vida, la obra, vivía en Irlanda con Dublineses (1914)
encuentra cada autor. Hay que ser más medios de comunicación. También la poética, el simbolismo, el contexto y y que alcanzaba su mayor catarsis con
benévolo y comprensivo con el escritor puedo mencionar entre mis preferidos la historia de James Joyce se pretenden Ulises (1922), una obra de dimensión
joven, más exigente (sin renunciar a a críticos y especialistas como Fernando establecer puentes intelectuales entre universal.
nada) con el autor que está en su apogeo Valls y José María Pozuelo Yvancos. vida misma y arte, partiendo de este
Pero, ¿no sería irresponsable, y a
y más generoso con el autor que ha Son grandes profesionales dentro de humilde intento y la constante búsqueda
la vez inconcebible, desligar a un hombre
iniciado su decadencia tras haber vivido la crítica literaria, tanto en los medios personal por entender un pensamiento
de su propia circunstancia? Nuestro
momentos de gloria en el panorama de comunicación como en el ámbito humano y universal.
también universal Ortega y Gasset
literario. Y hemos de tener en cuenta que universitario, y buenos amigos.
En su libro James Joyce: A Critical lo desaprobaría. Aunque su trabajo
Transcripción de Paula Mayo Martín Introduction (1941: 21), Harry Levin pueda considerarse renovador e incluso
plantea la dificultad de identificar a Joyce adelantado a su tiempo por la fuerte carga
con alguna escuela de la época, pues de experimentación lingüística, James
no es figura representativa de ninguna Joyce fue ante todo, y debe seguir siendo,
doctrina, sino una doctrina en sí mismo. un hombre encuadrado en su tiempo.
Puede que la razón sea la evolución que El irlandés (Dublín, 1882-Zúrich, 1941)
tuvo lugar en su creación artística a lo vivió en su propio arte y su propia vida
largo de toda su vida, una creación que una época contrastada, en su dimensión
se iniciaba en torno a la realidad que se histórica, por los conflictos bélicos, por

64 | Contrapunto, n.º 42 Contrapunto, n.º 42 | 65

 una profunda crisis de valores en el plano era eliminar la posición del narrador desarrollar su fe en el arte, el espacio personajes. La renovación de Joyce
moral y por un periodo de renovación si como intermediario entre el personaje creado por y para el hombre donde el reside primariamente en este aspecto:
nos trasladamos a la creación literaria. y el lector, poniendo a disposición de error es aceptado y el fin último no es la consiguió aplicar el carácter más solemne
este último la razón de ser del figurante búsqueda de la perfección. de lo divino a las situaciones más
Con respecto a esta última
de la obra: su propio pensamiento. ¡Qué comunes de la vida diaria. La epifanía
dimensión, en Europa despertaron Según cuenta Richard Ellmann
momento este! Por fin pudo descansar se trató, de aquí en adelante, como una
obras nuevas cargadas de confluencias en la biografía del autor (2002: 103),
la voce narrante de una condena que súbita manifestación de la parte más
entre realismo y simbolismo, véase La Joyce comenzó a escribir una serie de
sabía se podía señalar sin reparo como esencial de una cosa, un instante en
Montaña Mágica (Thomas Mann, 1924), poemas en prosa entre 1900 y 1903 a
la figura juiciosa de su creación; como el que hasta el objeto más mundano
En Busca del Tiempo Perdido (Marcel los que titularía Epifanías, una palabra
el máximo responsable de las desgracias podía brillar sobre todo lo demás. Es
Proust, entre 1913 y 1927) o El Castillo cuyo significado sentaría las bases de su
y de los errores de sus personajes. Por un momento de plenitud, un relámpago
(Franz Kafka, 1926). A principios de siglo creación. El término epifanía proviene
fin la responsabilidad del artista podía pasional e intuitivo, que tiene su origen
xx se ahondó en la esencia de las cosas del griego ἐπιφάνεια, compuesto por la
reducirse a contar historias, a trabajar en las raíces religiosas del irlandés, pero
amarradas al proceso de la intuición y partícula ἐπί- (que significa por encima) y
la lengua y a experimentar con ella, no a que inteligentemente traslada al plano
el inconsciente, no a través del proceso cargar con el peso de la existencia de sus el verbo φαινεῖν (aparecer, manifestarse).
intelectual convirtiéndolo en arte.
fundado. Es, por tanto, una expresión de algo
personajes. ¡Qué importante!
superior, de lo divino. En este contexto, Joyce percibió que este
Estas creaciones despojaron Por tanto, recordando a Ortega los dramaturgos de la antigua Grecia sentimiento que, siendo común,
a la novela de su orden cronológico. decíamos que Joyce fue hombre de su ilustraban la revelación mediante el era universal; por ende era posible
El tratamiento del tiempo se rebeló tiempo, comprometido y lúcido, que jugó estado de catarsis, entendido como un encontrarlo en todos los planos, en todas
contra lo establecido, dejó de ser lineal su papel decisivo en la renovación de la ritual purificador, y es Aristóteles quien las etapas, en todas y cada una de las
y fue a devenir en el criterio definido y creación literaria de principios del siglo acuña el término en su Poética. Pero la personas que conformaban una sociedad
delimitado por la experiencia de cada xx. Pero el retrato del artista que fue se acepción más influyente de esta palabra interrelacionada. Así se convirtió su
autor. Pero la experimentación no quedó, remonta a su juventud, a la etapa en que en su relación con la literatura joyceana intelectualidad en una búsqueda de la
sin embargo, desterrada, por muchas experimentó una aguda crisis religiosa. proviene del cristianismo, en el que esta esencia humana. Esta averiguación le
ataduras de las que se pudiera redimir la Las profundas raíces católicas en el seno imagen reveladora también está presente. condujo a Europa, continente por el
literatura con la aplicación de la técnica. de su familia todavía condicionaban La festividad de la Epifanía celebra el que vagó durante toda su vida: vivió en
El monólogo interior o stream su forma de actuar tanto en este plano reconocimiento de Jesucristo como el Trieste, Roma, París, Zúrich…
of consciousness aparecía para liberar como en su educación, también basada hijo de Dios, materializado en la visita
Dublineses, publicada por
en la fe. Gradualmente, fue separándose de los tres Reyes Magos la madrugada
a los autores de una incómoda carga: primera vez en 1914, es la única obra de
de un dogma que le ahogaba, con el que del 6 de enero.
trazar las líneas morales por las que sus Joyce compuesta solo por relatos, quince
no se identificaba e inició una búsqueda
personajes o el propio desarrollo de su Tendrían que pasar más de en total. En ella muestra el interés por
interior con la que empezó a definirse a
historia iban a estar conducidos. A uno veinte siglos para que esta imagen fuera la mediocridad del ambiente que reina
sí mismo.
le alivia pensar que los autores pudieran renovada. Entonces, estos momentos en en una ciudad y la caracterización de
desprenderse de tan magna empresa Esta transición, ¡revelación!, este el que se pretendía glorificar la figura de personajes de a pie que luchan por existir
mediante una técnica narrativa. Lo que giro que su propio pensamiento trasladó un personaje torturado a través de un en una sociedad profundamente dividida
se conseguía en el monólogo interior sus ojos a mirar el mundo, le llevó a drama, solo se reservaba a los grandes por el nacionalismo. Son historias que

66 | Contrapunto, n.º 42 Contrapunto, n.º 42 | 67

 retratan una ciudad en decadencia,
paralizada por la pobreza, la división y
los conflictos políticos, que impiden a los
habitantes vivir, mejorar o, simplemente,
ser. Partiendo de la reflexión muestra las
indeterminadas figuras de los dublineses,
desde un plano irónico, doliente,
definitivamente, universal. Dublineses
es un intento de salvar Dublín y a sus
habitantes de la muerte anónima a la que
están indudablemente condenados, pero
también de la vulgaridad de sus vidas.
Su universo está fragmentado,
la vida humana deja de tener sentido,
pues carece de dirección, objetivos y
se dirige (¿irrevocablemente?) hacia
la individualidad. Y como deja de
tener sentido, no interesa entonces la
heroicidad de los actos ni el camino
hacia la grandeza del ser. Escribe
historias de las gentes corrientes, en su
ambiente mundano y muy propio del día
a día. Pero esta vulgaridad no implica
que las gentes huyan de su propia vida,
pues en su valioso recorrido se trazan los
problemas, saltan las encrucijadas que
definen su existencia, por la que eligen
o no un camino con la fuerza que les
golpea la vida. Dublineses esconde entre
sus líneas esta premisa: el hombre está
condenado a la vida.
Y es en sus propias líneas donde
se descubre al semejante mastodonte.
Joyce plantea su estilo acre, árido,
agudo y demoledor sin juzgar (y esto es
verdaderamente importante) al hombre
68 | Contrapunto, n.º 42
o a sus personajes sencillos. Son ellos los
que juzgan, igual que lo harán o no los
lectores si juzgan lo que en ellos también
vive vulgar.
Eveline es el relato más breve de
la obra, pero quizá representa dos de los
sentimientos que Joyce supo expresar
mejor: la búsqueda de una vida mejor
y el doloroso apego a Irlanda. Un apego
que trasladó consigo durante toda su
vida, experimentando así un íntimo
exilio interior. Eveline cuenta la historia
de una joven dublinesa que reflexiona,
sentada en la ventana de su habitación,
minutos antes de dejar su hogar para
siempre.
Se está definiendo como mujer
y lleva una vida sencilla: tras haber
perdido a su madre, enferma mental,
vive con su padre. Su vida no promete
ser inspiradora ni placentera: su padre,
un hombre que inicia su vejez, de vez
en cuando manifiesta comportamientos
violentos. Uno de sus hermanos, con el
que mejor relación tenía, ya ha fallecido,
y el otro apenas se deja caer por la
ciudad. La joven Eveline trabaja en una
tienda para mantener a su familia, pero
apenas gasta porque es su padre quien
mejor sabe derrochar el dinero.
En estas circunstancias conoce
a Frank, un marinero bueno, varonil y
sencillo. Y su vida se llena de luz. Surge
el amor entre ellos y, obligados a verse en
su secreto íntimo tras un desafortunado
encuentro verbal con el padre de la joven, acabado por definirse. Cada vez con más
deciden dejarlo todo para empezar una fuerza, Frank intenta tirar de ella, pero
nueva vida en Buenos Aires. Decidida, Eveline persiste inmóvil, agarrada con
desde su habitación hace memoria de fuerza a la barandilla de hierro. Frank se
todo lo acontecido y espera el momento apresura a avanzar y ella queda atrás. «Sus
de marchar. Observa los objetos del ojos no tuvieron para él ni un vestigio de
cuarto, se pregunta qué pensarán los amor o de adiós o de reconocimiento»
demás cuando se enteren de que se ha (James Joyce 2001: 39).
fugado a las Américas con su novio y
Esta es la historia de una joven
cavila sobre las ventajas e inconvenientes
a punto de abandonar la ciudad para
de su decisión.
siempre. Parece segura, ilusionada
Entonces, cuando va a irse, sucede: y ansiosa por empezar una nueva
se produce el fenómeno extraordinario. existencia fuera de Irlanda con la persona
Comienza a escuchar una sintonía a la que ama. Sin embargo, no puede. Y
procedente de la calle que reconoce. Es la ¿la razón? Una armonía procedente de
música que escuchó la noche que murió la afuera que escucha desde su domicilio.
madre y de la que su padre se quejó entre
La verdadera grandeza de la
gritos de indignación en un momento
historia reside en tan bizantino organillo.
en el que la desgracia iba a cernirse
sobre la familia. Entonces, recuerda. Joyce concede claridad al
Recuerda la promesa que le hizo a su momento en que todo da un vuelco para
madre agonizante, quien postrada en la cambiar drásticamente. Precisamente,
cama a causa del agotamiento, el exceso otorgando protagonismo a este objeto,
de trabajo y la miseria, pierde la cabeza. se demuestra que no se trata de un
Eveline recuerda en este preciso, crucial sentimiento del que la joven pueda
y oportuno instante que le prometió a su despegarse fácilmente, pues lo ha llevado
madre que mantendría a la familia unida consigo en silencio, en soledad y con una
todo el tiempo que pudiera. profunda resignación. La promesa hecha
traída con música de organillo que le
Radicalmente, la historia nos
hizo a su madre es el verdadero motivo
traslada fuera de la habitación. Ha llegado
por el que Eveline no da el paso final.
el momento. Ha dejado un par de cartas
en la casa para su padre y su hermano Al conferirle un valor eterno
y se dispone a marcharse en el barco a este objeto, Joyce consigue cambiar
con Frank. El muchacho, cogiéndola drásticamente la realidad de la joven,
de la mano, la anima a subir. Pero ella creando así una imagen literaria que,
ya ha tomado su propia decisión, había pese a durar (y recalco el uso de esta
Contrapunto, n.º 42 | 69
 palabra para aludir al tratamiento del
tiempo del que hablábamos al principio
de este ensayo) un pequeño instante,
es el detonante mediante el cual se
revela la verdad de su historia. El estilo
que trabaja Joyce aquí es puramente
descriptivo y despersonalizado, donde
la música marca el equilibrio de una
situación que, aunque no lo parecía en
un primer momento, luego se revela que
estaba indudablemente abocada al caos.
Con este brevísimo cuento queda
de manifiesto lo difícil que supone
separar al hombre, en este caso, a
Eveline, de su propia circunstancia y de
su tiempo. La revelación de su marcha
no es suficiente para que consiga dejar
todo atrás y marcharse con Frank a vivir
una vida propia, pues para ella hubiera
supuesto romper la promesa que le hizo
a su madre enferma. ¿Cómo es posible
escapar de una realidad como esta? ¿Qué
vida podría esperarle a la joven sabiendo
que deja atrás todo por lo que su querida
madre luchó?
Joyce consiguió, con el estudio
de la epifanía, expresar en su obra que
no bastaba con llegar a comprender
o ser consciente de la realidad propia
para cambiarla, que la vorágine que es
la vida acaba por invadir todo deseo de
cambio cuando las circunstancias no
son propicias, cuando las condiciones de
un tiempo están paralizadas. Entendía
la dificultad que existe en intentar
deshacerse de todo lo que se vive antes
70 | Contrapunto, n.º 42
de podernos crear una identidad propia
si la realidad de antes y la que estamos
configurando no pueden concebirse
juntas. Por eso Eveline, una joven
humilde, trabajadora y soñadora acepta
un destino del que sabe que no va a poder
escapar y lo asume con resignación.
En varias ocasiones se ha hecho
referencia a la parálisis de la sociedad
irlandesa como uno de los aspectos
que más afectaron a Joyce desde su
exilio. Como artista y como hombre
comprometido, Joyce aborda a lo largo
de Dublineses este tema en muchas de sus
historias, así como en otras obras. ¿Cuál
puede ser el origen de una sociedad
paralizada? La Irlanda de principios del
siglo xx estuvo profundamente dividida
por el nacionalismo, que posteriormente
desembocaría en una guerra civil:
moderados frente a radicales,
autonomistas frente a independentistas,
pacifistas frente a violentos…
Joyce encontró en el camino
hacia el que dirigió su vida y su arte una
realidad amarga, en la que la parálisis
era predominante. Una crisis profunda
relacionada con los valores en la que
las sociedades, embriagadas por los
conflictos, terminan por desconocer e
ignorar el propio sentimiento humano
mediante el cual han de vivir. ¿A qué
puede deberse en su esencia? No se
me ocurre sino pensar que el miedo es
el sentimiento más predominante a la
hora de paralizar a una persona, miedo
a la muerte, miedo a la pobreza, incluso
miedo al ridículo. Lo que verdaderamente
entristecía y preocupaba al autor era el
hermetismo en el que nos enfrasca el
miedo como sociedad, pues consigue
bloquear las capacidades emocionales,
intelectuales e incluso morales de sus
gentes.
El irlandés manifestó tanto en
su obra como durante su trayectoria
artística una visión apesadumbrada de la
realidad, y a su vez un magnífico interés
por la figura del artista. En Dublineses
pone de manifiesto una realidad a través
de la epifanía que parte de la observación
de una ciudad y de sus gentes, como
anteriormente se menciona, mientras
que en su Retrato del Artista Adolescente
se preocupa por la figura del artista
en un trabajo más introspectivo
(pues en muchos aspectos es un libro
autobiográfico) en el que también tiene
cabida la imagen epifánica.
De hecho, al final del capítulo
cuatro de Retrato del Artista Adolescente
(1992: 192 - 194) tiene lugar un proceso
creativo desde la epifanía que muy bien
representa este interés del autor por lo
que es el artista. Como ya ha quedado
patente su visión más social con Eveline,
creo importante ir concluyendo con una
alusión a este momento de revelación.
En este caso, se presenta de una forma
mucho más estudiada, teniendo en
cuenta que la novela es una búsqueda
continua de este tipo de instantes.
Stephen Dedalus, un joven que
busca un objetivo de vida, experimenta
la epifanía en el momento que ve a
una chica joven en la playa con quien
entrecruza un par de miradas. Stephen
se dedica a observar en ella con atención
todos los detalles de su aspecto y los
movimientos que sugiere. Sin duda,
parece una escena cotidiana en la que
cualquiera podría sentirse identificado,
ya sea en el papel de un figurante a orillas
de la playa o del que observa. Pese a la
vulgaridad de la escena, resulta curioso
que el autor se detenga en este instante y
escriba casi tres páginas enteras, entre las
que se encuentra el siguiente fragmento:
Su alma se iba hundiendo en aquel
mundo desconocido, fantástico, vago
como las profundidades submarinas,
surcado por formas y seres de niebla.
¿Era un mundo, una luz vaga o una
flor? Brillo y temblor, temblor y
flujo, luz en aurora, flor que se abre,
manaba continuamente de sí mismo
en una sucesión indefinida, hasta
la plenitud neta del rojo, hasta el
desvanecimiento de un rosa pálido,
hoja a hoja y onda de luz a onda de
luz, para inundar el cielo todo de sus
dulces tornasoles, a cada matiz más
densos, a cada oleada más oscuros.
(1992: 192 - 194).
Desde este preciso instante,
Stephen Dedalus averigua su destino
y decide conducir su vida en torno al
camino de sensaciones que le provoca
esa visión: reconoce su necesidad de ser
Contrapunto, n.º 42 | 71
 artista y plasmar unas realidades que Recuperando, para concluir,
percibe, conscientemente, con agudeza. esa visión atormentada de la vida que
caracterizó la personalidad de Joyce, en
La confluencia de los dos grandes
la que tuvo cabida la reflexión sobre la
intereses del autor, el entorno (¡el tiempo!)
y el artista, queda magistralmente pérdida del sentido mismo de las cosas,
representada en su obra magna, Ulises. he de decir que siento un extraño deseo
Según afirma Harry Levin (1941: 73) «el de salvarlo a él también, siguiendo la línea
Ulises hace entrar en la introspección de su propia creación. Pese al pesimismo
de El artista adolescente en el paisaje que invadía al artista, siempre desechó
exterior de Dublineses», en un intento la idea de hacer de su ficción un refugio
del escritor de recuperar su ciudad natal. para escapar de la realidad. Asumió con
Publicó la obra durante su etapa en entereza su necesidad de escapar de
París, en 1922, y está considerada como Irlanda y se convirtió en el dueño de su
la mejor novela anglosajona del siglo propia vida, manifestando en su ficción
xx según la editorial estadounidense una realidad amarga a la que él no quiso
Modern Library. sucumbir.

Bibliografía

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De Riquer, M. y Valverde, J.M. (2003): Historia de la Literatura Universal: De las

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