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Colegio Superior Cambridge

Depto. de Lenguaje y Comunicación

PRUEBA DE LENGUAJE Y COMUNICACIÓN


SÉPTIMO AÑO BÁSICO

Nombre: Fecha:

Puntaje total: Puntaje prueba: porcentaje: Nota:

Instrucciones generales:
- Cuida tu ortografía y letra.
- Revisa muy bien antes de entregar. Pregunta a tu profesora si tienes dudas.
- Que te vaya muy bien

Lee atentamente el siguiente texto y responde las preguntas 1 a 9.

Sin querer
Leon Tolstoi

Volvió a las seis de la mañana y, según costumbre, pasó al cuarto de aseo; pero,
en lugar de desnudarse, se sentó o, mejor dicho, se dejó caer en una butaca... Poniendo
las manos en las rodillas, permaneció en esa actitud cinco, diez minutos, quizás una hora.
No hubiera podido decirlo. […]
Se oyó un ruido tras de la puerta. Y apareció su esposa, una hermosa mujer, de
cabellos negros, muy enérgica, con gorrito de noche, chambra con encajes y zapatillas de
pana verde.
—¿Qué te pasa? —dijo, tranquilamente; pero, al ver su rostro, repitió—: ¿Qué te
pasa, Misha? ¿Qué te pasa?
—Estoy perdido.
—¿Has jugado?
—Sí.
—¿Y qué?
—¿Qué? —repitió él, con expresión iracunda—. ¡Que estoy perdido!
Y lanzó un sollozo, procurando contener las lágrimas.
—¿Cuántas veces te he pedido, cuántas veces te he suplicado que no jugaras?
[…] ¡Misha! ¡Misha! Escúchame. Apiádate de mí. También soy un ser humano. Me he
pasado toda la noche sin dormir. Estuve esperándote, estuve sufriendo; y he aquí la
recompensa. Dime, al menos, la cantidad que has perdido.
—Es tan elevada, que no puedo pagarla; nadie podría hacerlo. He perdido
dieciséis mil rublos. Debería huir, pero, ¿cómo? […]
—No pretendo reñirte; lo que quisiera es salvarte, como lo he hecho siempre, por
muy vil y lamentable que aparezcas ante mis ojos.
—Sigue, sigue; poco falta ya...
—Me parece que por desesperado que estés, es cruel por tu parte atormentarme
de este modo. Estoy enferma. Hoy he tenido que volver a tomar... Y de pronto me llegas
con esta sorpresa. Por si fuera poco, esa actitud de impotencia... Me preguntas qué debes
hacer. Pues muy sencillo. Son las seis. Ve inmediatamente a casa de Frim y cuéntaselo
todo.
—¿Acaso se va a apiadar de mí? No se le puede contar eso.
—¡Qué tonto eres! ¿Acaso te aconsejo que digas al director del banco que
perdiste en el juego el dinero que te confió...? Le vas a decir que ibas a la estación de
Nikolaievsky... ¡No, no! Es mejor que vayas a la policía, ahora mismo. ¡No! Ahora mismo,
no. Irás a las diez y vas a decir que cuando ibas por el callejón Nechioesky te asaltaron
los bandidos, uno con barba y el otro un verdadero chiquillo; iban armados de un revólver
y te arrebataron el dinero. Después irás a casa de Frim, para contarle lo mismo.
—Sí, pero... —encendió un cigarrillo—. Se pueden enterar por Nekrasov.
—Iré a verlo, le hablaré y lo arreglaré todo.
Misha se tranquilizó; y, hacia las ocho de la mañana se durmió con un sueño
profundo. Su mujer fue a despertarlo a las diez.

Esto había ocurrido por la mañana en el piso de arriba. En el de abajo, habitado


por la familia Ostrovsky, sucedía lo siguiente, a las seis de la tarde.
Habían acabado de comer. La princesa Ostrovskaya, joven madre, llamó al lacayo,
que acababa de pasar en torno a la mesa, sirviendo tarta; pidió un plato, y después de
servir una ración, se volvió hacia sus hijos. El mayor, llamado Voka, tenía siete años, y la
pequeña, Tania, cuatro años y medio. Ambos eran muy hermosos; Voka tenía un aspecto
sano, grave y serio, y su encantadora sonrisa dejaba al descubierto sus dientes
disparejos; Tania, con sus ojos negros, era una criatura vivaracha, llena de energía,
charlatana, divertida, siempre alegre y cariñosa con todo el mundo.
—Niños, ¿cuál de los dos va a llevar la tarta a la niania?
—Yo —exclamó Voka.
—Yo, yo, yo —gritó Tania, saltando de la silla.
—La llevará el que lo ha dicho primero —intervino el padre, que solía mimar a
Tania y por eso se alegraba de toda ocasión que le permitiera demostrar su
imparcialidad—. Tania, esta vez tienes que ceder.
—No me importa. Voka, coge la tarta, anda. Por ti lo hago con gusto.
Los niños solían dar las gracias después de comer. Todos esperaron a Voka
mientras tomaban el café. Pero este tardaba en volver.
—Tania, corre a ver qué le pasa a tu hermano.
Al saltar de la silla, Tania enganchó una cuchara, que cayó al suelo. Se apresuró a
recogerla y la puso en el borde de la mesa, pero la cuchara volvió a caer; la recogió de
nuevo y, echándose a reír, corrió con sus piernecitas gordezuelas, enfundadas en las
medias. Salió al pasillo y se dirigió a la habitación de los niños, contigua a la de la niñera.
Iba a entrar en ella, cuando de pronto oyó unos sollozos. Volvió la cabeza. Voka, de pie
junto a su cama, miraba un caballo de juguete, llorando amargamente, con el plato vacío
en las manos.
—¿Qué te pasa? ¿Dónde está la tarta?
—Me... me... la he comido sin querer. ¡No iré, no iré...! Tania..., de veras que ha
sido sin querer. Solo quise probarla; pero luego me la comí toda.
—¿Qué haremos?
—Ha sido sin querer...
Tania se quedó pensativa. Voka seguía llorando, desconsoladamente. De pronto,
la cara de la niña se tornó resplandeciente.
—Voka, no llores; ve a decir a la niania que te has comido la tarta sin querer y
pídele perdón. Mañana le daremos nuestra ración. La niania es buena.
Voka dejó de llorar y se enjugó las lágrimas con las palmas de las manos.
—¿Cómo se lo voy a decir? —balbuceó, con voz temblorosa.
—Vamos juntos.
Los niños fueron a ver a la niñera; y volvieron al comedor, felices y contentos. También se
sintieron felices y contentos la niania y los padres cuando esta les contó, emocionada y
divertida, lo que habían hecho los pequeños.

Tolstoi, L. (1993). Sin querer En La muerte de Ivan Ilich. Santiago: Andrés Bello.

(Fragmento adaptado)

1. ¿Qué significa la palabra destacada en el siguiente fragmento: “No pretendo reñirte”?

A. Retarte.

B. Salvarte.

C. Castigarte.

D. Atormentarte.

2. ¿Qué diferencia a Tania de la esposa de Misha?

A. Habla con la verdad.

B. Ayuda a una persona.

C. Busca la solución a un conflicto.

D. Miente para resolver un problema.


3. ¿Quién es el director del banco?

A. Frim.

B. Voka.

C. Misha.

D. Tania.

4. ¿Por qué la niania estaba emocionada al final?

A. Porque Voka se comió la tarta.

B. Porque hicieron una travesura.

C. Porque los niños hicieron lo correcto.

D. Porque pudieron resolver un problema.

5. ¿A qué tipo de caracterización corresponde el siguiente fragmento: “era una criatura


vivaracha, llena de energía, charlatana, divertida, siempre alegre y cariñosa”?

A. Física.

B. Social.

C. Sicológica.

D. Emocional.

6. ¿Qué se infiere del siguiente fragmento: “La niania es buena”?

A. Que hará más tarta.

B. Que no lo castigará.

C. Que ella lo perdonará.

D. Que guardará el secreto.


7. ¿Quién es la niania?

A. La madre.

B. La vecina.

C. La niñera.

D. La abuela.

8. ¿Qué tipo de caracterización es la que está presente en este fragmento: “una hermosa
mujer de cabellos negros”?

A. Física.

B. Social.

C. Sicológica.

D. Emocional.

9. ¿Por qué “la cara de la niña se tornó resplandeciente”?

A. Porque estaba pensativa.

B. Porque encontró una solución.

C. Porque era vivaracha y divertida.

D. Porque necesitaba alegrar a su hermano.

Lee el siguiente texto y responde las preguntas 10 a 14.

El cuentista
Saki

—Vengan para acá que les cuento un cuento —dijo la tía cuando el soltero ya la
había mirado dos veces a ella y una al timbre de alarma. Los niños fueron apáticos al
rincón del compartimiento donde estaba la tía. Evidentemente, su reputación de narradora
de cuentos no ocupaba un lugar muy alto, según la estimación de los niños.
Con voz baja y confidencial, interrumpida a intervalos frecuentes por preguntas
malhumoradas que sus oyentes le hacían en voz alta, comenzó una historia poco original
y deplorablemente carente de interés de una niña que era buena y que como era buena
tenía muchos amigos y que, al final, fue salvada del ataque de un toro furioso por unos
salvadores que admiraban la bondad de su carácter.
—¿No la habrían salvado si no hubiera sido buena? —preguntó la mayor de las
niñas.
Esa era exactamente la pregunta que había querido hacer el soltero.
—Bueno, sí —tuvo que admitir la tía—. Pero no creo que la hubieran socorrido tan
rápido si ella no les hubiera gustado tanto.
—Es la historia más estúpida que escuché en mi vida —dijo enteramente
convencida la mayor de las niñas.
—Era tan estúpida que yo no escuché más que la primera parte —dijo Cyril.
La niña más pequeña no hizo ningún comentario, pero hacía rato que había vuelto
a repetir su verso favorito.
—Usted no parece tener mucho éxito como narradora de cuentos —dijo de
repente el hombre soltero desde su rincón.
La tía se puso inmediatamente a la ofensiva ante este ataque inesperado.
—Es muy difícil contar historias que los niños puedan entender y valorar a la vez
—dijo muy ceremoniosa.
—No estoy de acuerdo con usted —dijo el soltero.
—Tal vez quiera contarnos un cuento usted —fue la réplica de la tía.
—Cuéntenos un cuento —pidió la mayor de las niñas.
—Había una vez —comenzó el soltero— una niña pequeña llamada Berta que era
extremadamente buena.
El interés que se había suscitado momentáneamente en los niños empezó
enseguida a decaer: todos los cuentos eran espantosamente parecidos, los contara quien
los contara.
—Hacía todo lo que le mandaban, decía siempre la verdad, no se ensuciaba la
ropa, comía simples budines como si fueran tortas con dulce de leche, aprendía sus
lecciones perfectamente y tenía buenos modales. […] Todos hablaban de su bondad y el
príncipe de la comarca escuchó sobre ella y dijo que como era tan buena se le permitiría
una vez a la semana pasear por su parque, que estaba justo en las afueras de la ciudad.
Era un parque muy bonito y no se permitía a ningún niño entrar en él, de modo que era un
gran honor para Berta tener permiso para ir allí. […] Había estanques con peces dorados,
azules y verdes, y árboles con hermosos loros que decían frases inteligentes en todo
momento, y colibríes que cantaban todas las melodías populares de entonces. Berta iba
de un lado para el otro y se divertía inmensamente, y pensó: “Si yo no fuera tan
extraordinariamente buena no me habrían permitido venir a este hermoso parque y
disfrutar de todas las cosas admirables que hay aquí”. […] Justo en ese momento, un lobo
enorme entró merodeando en el parque, para ver si podía atrapar algún cerdo gordito
para su cena. […]
»El lobo comenzó a olfatear entre las ramas, con la negra lengua colgando fuera
de su boca y los pálidos ojos grises lanzando feroces miradas de rabia. Berta estaba
terriblemente asustada y pensó: “Si no hubiera sido tan extraordinariamente buena, en
este momento estaría a salvo en la ciudad”. Sin embargo, el perfume de los arrayanes era
tan fuerte, que el lobo no podía olfatear el rastro de Berta y los arbustos eran tan espesos
que hubiera podido buscar en ellos por largo rato sin divisarla, así que pensó que era
mejor salir de allí y cazar un cerdito. Berta temblaba tanto al tener al lobo merodeando y
olfateando tan cerca de ella y al temblar la medalla de obediencia chocó contra las de
buena conducta y puntualidad. El lobo justo se estaba alejando cuando oyó el sonido que
hacían las medallas y se paró a escuchar; tintinearon otra vez en un arbusto bastante
cerca de él. Se lanzó de un salto dentro del matorral, los pálidos ojos grises brillando
feroces y triunfantes, y arrastró a Berta hacia afuera y la devoró hasta el último bocado.
Todo lo que quedó de ella fueron sus zapatos, trocitos de ropa y las tres medallas por
bondad.
—¿Murió alguno de los cerditos?
—No, todos escaparon.
—El cuento empezó mal —dijo la más pequeña de las niñas—, pero tuvo un
hermoso final.
—Es el cuento más hermoso que escuché en mi vida —dijo la mayor de las niñas
completamente convencida.
—Es el único cuento hermoso que escuché en mi vida —dijo Cyril.
La tía expresó su desacuerdo.
—¡Un cuento absolutamente inadecuado para mentes tan jóvenes! Usted ha
socavado los resultados de años de una esmerada educación.
—Sea como fuere —dijo el hombre soltero juntando sus pertenencias para
abandonar el vagón—, los mantuve tranquilos durante diez minutos, que es más de lo que
usted fue capaz de hacer.
“¡Pobre mujer!”, pensó para sí cuando bajó en la estación de Templecombe.
“¡Durante los próximos seis meses, por lo menos, esos niños van a acosarla en público
pidiéndole que les cuente un cuento inadecuado”.

Saki. (2004). El cuentista. En Cuando leés, lo pasás mejor. Buenos Aires: Puerto de
Palos.

10. ¿Cuál es la situación que desencadena los hechos?


A. El soltero cuenta una historia.
B. A los niños les gustó el cuento del soltero.
C. La tía les cuenta a los niños un cuento que no les gusta.
D. La tía reprende al soltero por contar una historia inadecuada.

11. ¿Dónde ocurrieron los hechos?


A. En un tren.
B. En una casa.
C. En una plaza.
D. En una estación.
12. ¿Por qué Cyril no escuchó entera la primera historia?
A. Porque se distrajo.
B. Porque la encontró estúpida.
C. Porque era igual que todos los cuentos.
D. Porque no le gustaba la tía como narradora.

13. ¿Cuál de las siguientes palabras posee un prefijo?


A. Interés.
B. Afueras.
C. Inadecuado.
D. Compartimiento.

14. ¿Por qué se molestó la tía con el soltero?


A. Porque los mantuvo tranquilos.
B. Porque les contó una historia inadecuada.
C. Porque su historia fue mejor que la de ella.
D. Porque ella no sabía cuentos inadecuados.

Lee el siguiente texto y responde las preguntas 15 a 19.

Merry christmas
Rodrigo Guendelman

Sí. El título de esta columna es en inglés, porque el inglés vende mejor. Y porque
estoy contagiado de esa blanca y gélida felicidad que percibo por estos días en el
comercio. Me encanta, por ejemplo, ver cómo estamos capacitando a nuestros niños en el
idioma más universal (no, no me refiero al amor, sino al inglés). Mucho más que el
mediocre sistema educacional, son los malls los verdaderos agentes de cambio de
nuestra sociedad.
En un centro comercial te reciben con ingeniosos conceptos como It’s candy
Christmas, en otro te ofrecen vivir la experiencia más divertida haciendo un Video Booth
(ni idea qué podrá ser) e imprimiendo stickers, y siempre está el que te da la oportunidad
de enviarle cartas a “Santa” al Polo Norte.
Qué es eso de respetar nuestras tradiciones, de mirarnos para adentro o de no
traicionar nuestro patrimonio intangible. ¡Al diablo! Mucho más top es hablar de una
Navidad White —con Viejito Pascuero vestido de blanco y todo— que tratar de encontrar
un aburrido folklore propio. Me emociona constatar cómo el retail nos acerca a ese ser
humano globalizado, posmoderno, neutro y digitalizado. ¿No es lo que tantos quieren?
Para qué vamos con cosas, el adolescente de Vitacura tiene bastante más en
común con su par de Nueva York que con el de la comuna de Pedro Aguirre Cerda. Y es
justamente eso lo que las vitrinas nos muestran. Es decir, que el chileno o se parece más
a su par del Hemisferio Norte o, de lo contrario, quiere parecerse. ¿Vieron? Detrás de las
campañas publicitarias de Navidad de nuestro comercio hay filósofos, antropólogos y
sociólogos trabajando ininterrumpidamente.
Me gusta la Navidad porque toda esa nieve artificial, esos bloques que asemejan
hielo, ese Viejito Pascuero bien abrigado, los renos y las promotoras disfrazadas de algún
otro animal del Ártico disminuyen el calor sicológico apenas los vemos. Es un tremendo
beneficio para estos días de treinta y tantos grados. ¿Se imaginan un “Santa” con
guayabera y bermudas? No, no, no, eso sí que no. Además de poco fino, más calor nos
daría.
¿Qué se creen esos siúticos que acusan a nuestra sociedad de ser aspiracional,
arribista y de copiarles todo a los del otro lado del planeta? No entienden nada. Es al
revés. Un país que no tiene identidad es como un globo aerostático sin peso: vuela libre y
sin ataduras. Nosotros somos emprendedores libres de prejuicios, verdaderos jaguares,
Pura fibra y nada de grasa, y por eso somos campeones de nuestro vecindario.
Miren a los demás: tanta valoración de su pasado y de su historia solo los hace andar
más lento. Nosotros no. Cuantos más letreros en inglés y más “Santas” en las tiendas,
más competitivos. Que es lo que importa, ¿no?
No sé si les pasa, pero cuando escucho la canción Jingle bells en los parlantes del
mall, visualizo una clase de música en un colegio tan privado como caro y bilingüe, pero
esta vez la clase es masiva, abierta, democrática y gratuita. Cuantas más horas ahí, más
inglés entra por osmosis y más internacionales nos volvemos. Insisto, gratis y sin
esfuerzo, que es como más nos gusta.
Amo la Navidad porque, por un rato, dejamos de ser insulares y nos volvemos
globales, mundiales, universales. Somos como una gran familia de consumidores
bilingües. En diciembre, Santiago podría ser Miami o Hong Kong. ¿Han pensado lo cool
que es que un turista entre a nuestros shopping centers y no tenga idea de dónde está, o
mejor dicho, que podría estar en cualquier parte? Esa es nuestra identidad: la no
identidad. Un tremendo activo que nos diferencia justamente por eso, por no
diferenciarnos. Somos el país camaleón. Ese debería ser el animal de nuestro emblema,
no los pobres cóndor y huemul que ya hemos casi extinguido de tanto cazarlos.
No somos nada y no es que no nos importe. ¡Nos encanta! Gozamos la Navidad
con hielo y en inglés. Por eso, queridos lectores, de todo corazón y from the bottom of my
heart, les deseo unas Merry Christmas!

Guendelman, R. (diciembre de 2013). Merry Christmas. En Voces. La Tercera. Recuperado de


http://voces.latercera.com/2013/12/14/rodrigo-guendelman/merry-christmas/
15. ¿Qué significa la siguiente expresión: “Somos el país camaleón”?

A. Que poseemos un folklore propio.

B. Que no poseemos identidad propia.

C. Que somos un país globalizado y posmoderno.

D. Que cambiamos nuestra identidad por moda.

16. ¿En qué estación del año se sitúa el texto?

A. En verano.

B. En otoño.

C. En invierno.

D. En primavera.

17. ¿Cuál es el tema del texto?

A. El inglés.

B. La Navidad.

C. Nuestra identidad.

D. Los emblemas patrios.

18. ¿Cuál de las siguientes opciones no corresponde a una opinión del autor?

A. Te reciben con ingeniosos conceptos.

B. El título de esta columna es en inglés.

C. Me gusta la Navidad.

D. No entienden nada.
19. ¿Qué tipo de texto es el leído?

A. Narrativo.

B. Expositivo.

C. Instructuvo.

D. Argumentativo.

II. RESPUESTA BREVE. CONTESTA LO QUE SE SOLICITA A CONTINUACIÓN CUIDANDO TU


REDACCIÓN, LETRA Y ORTOGRAFÍA.

1. Explica en qué consiste el contexto de producción de una obra literaria y luego escribe un
ejemplo donde quede de manifiesto algún contexto de producción. Explica cuál es y en qué
consiste. ( 3p)

2. Escribe un ejemplo narrativo cuyo narrador sea testigo. (2p)

3. Explica cuál es la diferencia entre estilo directo e indirecto. Da ejemplos para cada caso. (4p)
4. Menciona dos características de los géneros periodísticos. (2p)

III. ESCRITURA.

ESCRIBIR UN BREVE REPORTAJE CUYO TEMA SEA LA AMISTAD EN LOS TIEMPOS DE INTERNET.
DEBES RESPETAR LA ESTRUCTURA QUE POSEEN ESTOS TEXTOS. ( 6P)

AL FINAL DE TU TEXTO SEÑALA LO SIGUIENTE:

A) SUBRAYA UN HECHO Y UNA OPINIÓN.

B) SEÑALA DOS RAZONES POR LAS QUE TU TEXTO SE PUEDE CONSIDERAR COMO REPORTAJE

C) CUIDA TU REDACCIÓN, LETRA Y ORTOGRAFÍA.

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