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EMILIANA DE ZUBELDIA
Una vida para la música
A
lo largo de la historia, muchos han sido los navarros que, re-
sidiendo en Navarra o en distintos lugares del mundo, han
desarrollado una trayectoria muy relevante y alcanzado justa
notoriedad en uno o varios campos de la actividad humana. Son na-
varros que merecen ser recordados, estudiados, admirados, porque
la memoria y el análisis de su vida, obra y acción conservan, todavía
hoy, una incuestionable utilidad para nosotros, navarros del siglo XXI
convencidos de que podemos seguir aprendiendo del ejemplo de esos
grandes personajes de nuestro pasado.
Por ello, es voluntad del Gobierno de Navarra acometer la pu-
blicación de monografías que den a conocer la vida y acción de esas
personas en la colección que lleva el título de Personajes navarros. En
estas publicaciones tienen cabida estudios sobre navarros que tuvie-
ron una presencia intelectual, artística, religiosa, política o social rele-
vante en distintos momentos de nuestra historia. Queremos conocer
no sólo aquellos datos ciertos de su devenir biográfico, sino también
lo fundamental de su actividad o de su pensamiento, lo que dijeron
o hicieron en su campo y que los convirtió en personajes sobresalien-
tes. No nos guía únicamente el frío afán de conocer. También hay un
impulso ético en la divulgación de la trayectoria de esos personajes:
el de permitir que nos fijemos en ejemplos de acción notables, el de
Proemio ............................................................................................ 13
E
l domingo 12 de mayo de 1991 apareció en la sección Cultura/
Espectáculos de El Diario Vasco una nota de Luisma Rodríguez
anunciando que:
* * *
En primerísima instancia deseo expresar mi profundo agradecimien-
to a la propia biografiada, Emiliana de Zubeldia Inda, mi entrañable
maestra, protectora y amiga por más de veinte años. Gracias a ella
recibí la formación académica, la información, los recursos, el impul-
so, las experiencias y convicciones y el deseo de escribir su biografía.
Gracias a su forja, guía, ejemplo y estímulo desemboqué en lo que
ahora soy, profesional y humanamente hablando. De ahí que este
resumen de su vida constituya un reconocimiento público a su per-
sona, a su calidad humana y artística, con la que impactó en la vida
de miles de seres y seguirá impactando a través de su legado póstumo:
La autora
AÑOS INFANTILES
D
on José Antonio Zubeldia Elizondo, nacido en Iráizoz (Nava-
rra) el 6 de octubre de 1851, comerciante en telas, casó en 1875
con doña Asunción Inda León, pamplonesa de su misma edad,
educada con esmero en cuestiones de salud familiar y administración
doméstica tradicionales. Fervientes católicos, los esposos Zubeldia
Inda fincaron su residencia en la calle del Comercio de la ciudad
navarra de Estella, donde nació su primogénito Abencio Antonio,
consumido irremisiblemente a los 3 años de edad por una fiebre gás-
trica. Nueve meses antes del deceso había nacido el segundo vástago,
Néstor, con vocación sacerdotal y de filósofo social. Los requerimien-
tos de sus dos primeros hijos hicieron pensar a don Antonio en la
necesidad de buscar un mejor punto comercial para su almacén de
telas y decidió mudarse con su familia al nº 12 frente a la plaza de San
Martín. Ahí vio la primera luz en 1880 el pequeño Martín, futuro
fraile capuchino y guía de almas.
Poco tiempo más permaneció en Estella la familia Zubeldia Inda
antes de cambiar su residencia a la pequeña población salinera de
Jaitz (Salinas de Oro en castellano), frente al valle de Guesálaz, donde
Sancho el Fuerte y Teobaldo II habían gozado de la visión lejana de
LA FORJA PARISINA
LA ACADEMIA ZUBELDIA
L
a muerte de don Antonio significa para Emiliana no solo el dolor
por la pérdida del padre entrañable, sino además un serio impe-
dimento para continuar sus estudios en el extranjero. Por su par-
te, la familia Zubeldia está deseosa de reinstalar a la hermana menor
nuevamente en su seno. La ciudad también se muestra acogedora tras
aquellos breves años de ausencia.
Ciertamente, la Pamplona a la que regresa Emiliana ha cambiado
un poco su fisonomía. Por sus calles, principalmente por el amplio
Paseo de Sarasate –antes de Valencia–, circulan ya algunos modernos
automóviles, y en el lugar de la fuente de la Beneficencia, que antes
rociaba el ambiente central de la plaza del Castillo se eleva ahora el
quiosco de música, reubicado desde un lateral frente al Café Iruña.
Incluso la muralla de la ciudad ha sido derribada a ambos lados del
portal de San Nicolás, para transformar el viejo puente en una en-
trada amplia a la nueva urbe. Todo apunta hacia una modernidad
muy compatible con la atrayente propuesta educativa que ofrecerá
la Academia de Música Emiliana de Zubeldia, al estilo de París. La
afluencia de alumnos no se hará esperar.
Una vez abierta su academia, Emiliana combina la labor docente
con su actividad profesional de concertista en ciudades cercanas, así
LA PARTIDA DEFINITIVA
Y el 19 de junio siguiente:
Mañana sábado salgo para Londres adonde llegaré a las 6 de la
tarde. Salgo por la mañana. Inmediatamente les escribiré excelente
sobre. Les abraza fuertemente Emiliana.
BRASIL
E
miliana aborda el transatlántico a principios de 1928 en direc-
ción al cono sur americano. En el trayecto le esperan espectácu-
los azules, verdiazules y celestes llenos de horizontes, mecidos
por un vaivén sereno. Al final, asoma aquella mole verde y ocre li-
bérrima de las costas selváticas del Brasil. La viajera desembarca en
Río de Janeiro y se hospeda en uno de los ecológicos mucambos del
hotel Central dispersos sobre la Praia do Framengo, entre la selva y
el mar. Inevitablemente, el encuentro amoroso de Emiliana con el
suelo americano cristalizará en breve en su Berceuse de palmeras en el
Brasil, para piano.
Pero Emiliana tiene que abandonar pronto aquel acogedor en-
torno natural y trasladarse a una habitación más urbanizada en una
pensión citadina, para entrar en contacto con el Centro Español e
iniciar su penetración artística. Ahí inicia relación con personajes im-
portantes para la vida política y cultural del país, como Mr. Douglas
Ainsle, embajador de Inglaterra, el cónsul italiano Giorgio Serafini,
los músicos Neuton Padua, cellista de Botafogo, y el violinista Alfonso
Geper, a quienes invita a formar con ella un ensamble de cámara,
URUGUAY
ARGENTINA
MÉXICO EN LA MIRA
Cuando la discípula de Novaro vuelve a Nueva York procedente de
La Habana a mediados de 1932, se entera de los avances que el maes-
tro ha realizado en materia de acústica musical, específicamente en
el tema de afinación de los instrumentos musicales para producir las
gamas armónicas, aquellas que tanto había elogiado ella en la isla
grande antes de partir. Pero a Novaro se le agotan el tiempo y los
recursos financieros, ya que su beca Guggenheim está a punto de
expirar, de modo que tiene que prepararse para regresar a México
ese mismo año, no sin antes publicar los resultados de sus últimos
avances bajo el título The Novaro Tuning. Lleva ya en mente cómo
resolver los problemas acústicos y mecánicos para la construcción de
su «novaro-clave», que lo ocupará durante varios años más.
Emiliana vuelve entonces su mirada hacia México y recuerda
aquella intuición que tuvo de pequeña en la biblioteca paterna, con-
vertida ahora en convicción: «Un día iré a México». Pero la tarea en
Nueva York aún no termina. El Radio City Music Hall había estado
en construcción todo el año anterior y 1932 sería el año de la inau-
guración. Además, la Columbia University le gira invitaciones para
dar cursos y conferencias, actividad nada despreciable. También es
necesario establecer vínculos con México y conocer el medio artístico
imperante antes de acudir ahí.
La vida cultural de este país al sur de los Estados Unidos atrae por
aquellos años la visita de numerosos artistas e intelectuales, no solo
... hay muchos conventos y los frailes son muy ricos y tienen
grandes revistas de filosofía con intercambio internacional. Según
me dice el P. Pulgar, no será difícil encontrar un editor de libros
católicos que compre la edición (si tú quieres) y con ella te hagas un
gran capitalista y puedas ir editando y vendiendo todas tus obras...
Mientras tanto el traductor cumple su obra, puedo hacer que
un periódico de aquí que se llama La Prensa y se edita en español
hable de ti y vaya vendiendo ejemplares, ya que tiene en sus talleres
venta de libros... No dejes de escribirme y mandarme lo primero las
correcciones de tu libro... mándame también un ejemplar de cada
uno de los periódicos que han hecho la crítica del libro...
S
eis años de asentamiento en Manhattan, desde donde partie-
ron dos giras por el Caribe, una a México y visitas a lugares
más cercanos, como Washington; el encuentro y colaboración
con personajes altamente reconocidos del mundo literario, artísti-
co y científico internacional, como Andrés Segovia, Nicanor Za-
baleta, Leopold Stokowski, Miirrah Alhambra, Esperanza Pulido,
Laura Mollenauer, Luis Zamudio, Antonio Otza con sus dantzaris
y cantantes del Orfeón Vasco, José Juan Tablada, los artistas, poetas
y pensadores de Norteamérica, Cuba y Puerto Rico; los enormes y
sofisticados escenarios neoyorkinos, el derroche de ingeniería y tec-
nología al servicio del arte, el entusiasmo de un público conocedor,
exigente y entusiasta, habían marcado uno de los periodos más ricos
en vivencias memorables para Emiliana. Pero el encuentro con el
maestro Augusto Novaro no podía quedar inscrito tan solo como un
pasaje memorable. Emiliana necesitaba seguir avanzando en tiempo
presente por el camino que Novaro seguía trazando hacia el mundo
musical futuro. Y habiendo regresado a su país el maestro, el cambio
de residencia a México era así impostergable para Emiliana.
El primer proyecto de Emiliana para 1937 es, incuestionablemen-
te, montar con todos sus bártulos en el barco que atracará en enero en
nes. Fue una gran satisfacción para mí el darle cada semana una
clase de piano y armonía. Solamente lleva estudiando diez meses y
de sus progresos saben los que le han escuchado. Además compone
ya música con las reglas del arte y la ciencia armónica.
Actualmente varios jóvenes de las escuelas Secundaria y Nor-
mal toman en la universidad una clase semanaria de lección de
piano y todos están haciendo progresos rápidamente sin que decai-
ga su entusiasmo. Estas clases extras son completamente gratuitas
en gracia a los alumnos y a la universidad. ¿Cuál es la razón de esa
comprensión y entusiasmo por la música? Simplemente el haberla
presentado dándole la importancia que tiene.
Y ahora entre paréntesis: acá en Sonora hay jóvenes de mucho
talento musical y algunas pianistas se pueden codear con los gran-
des artistas de fama mundial. ¡Lástima que no se les estime como
merecen! Pero ya dijo Cristo que ‘ningún profeta es honrado en su
patria’. Esperamos que pronto otros públicos extraños les darán el
espaldarazo artístico: así sea.
El señor rector de la universidad, con una visión clara al respec-
to, procura, siempre que le es posible, traer artistas de reconocido
valor y agrupaciones que contribuyen con sus destacadas audicio-
nes al desarrollo cultural de la música y a su apreciación. Loor a
los señores dirigentes de la universidad y que Dios les premie. Y
para terminar mi modesta actuación ante los honorables profesores
y público que tiene la benevolencia de escucharme, permítanme,
antes de retirarme, decir con el poeta Ayala:
La música es el acento
que el mundo arrobado lanza
cuando a dar forma no alcanza
de su mejor pensamiento.
De la flor del sentimiento
Es el aroma lozano
Es del bien más soberano
Presentimiento suave
Y es todo lo que no cabe
Dentro del lenguaje humano.
día, la directora sale del recinto universitario con todo su coro con-
vertido en corro de juglares citadinos, que la rodean mientras cantu-
rrean la obra recién aprendida, caminando por las calles del centro
rumbo a «El limoncito», la refresquería de don Isidoro Angulo, mon-
tada sobre la esquina sureste del Jardín Juárez, para compartir con
todos ellos las sabrosas aguas frescas de limón, naranja, piña, tama-
rindo, cebada y horchata que allí mismo se preparan, minutos antes
de que se enciendan aquellos voluptuosos ocasos, que todos disfrutan
en amable compañía. Emiliana no encuentra mejor manera de agotar
sus ingresos que en estos generosos despilfarros.
Nuevamente llega el verano y con él el retorno a México. El
maestro Novaro está dando los últimos toques a su gran libro sobre
el Sistema Natural de la Música, en el que consigna todos sus avan-
ces no solo en torno a su teoría musical, demostrada ya en las obras
de Emiliana, sino que además describe acuciosamente los tempera-
mentos de más de doce sonidos, especialmente el de quince y el de
cincuenta y tres sonidos en la octava, así como los detalles técnicos
de construcción de sus diversos instrumentos, como su guitarra y su
nuevo piano, el «novar», con tres cuerdas por tecla, el cual Emiliana
tiene la oportunidad de tocar este verano de 1950. Finalmente la
obra de Novaro queda lista para ser publicada en 1951.
A su regreso a Hermosillo, Emiliana es recibida con la noticia de
que, en atención a sus méritos, el Comité Administrativo de la Uni-
versidad ha determinado asignarle plaza definitiva como «Directora
de Conjuntos Corales». El documento correspondiente a su nom-
bramiento es el nº 18, fechado el 1 de septiembre de 1950, con va-
lidez retroactiva al 1 de enero de 1948. Firman el presidente, doctor
Ignacio Cadena, y el secretario, licenciado René Martínez de Castro.
Con el apoyo decidido de la administración académica en la uni-
versidad, Emiliana solicita la adquisición de un equipo de sonido,
discos y un proyector de imágenes para sus clases de historia y apre-
ciación musical. Con este equipo en su haber, inicia su serie de diez
culta dama que había sido jefe de la sección de Bellas Artes y luego ti-
tular de la Dirección de Cultura del Ministerio de Educación de Cuba
a mediados de los años 40, escritora y editora de la sección «Música y
Músicos» del Diario de la Marina de La Habana.
En agosto de 1951 Emiliana anuncia su regreso a Hermosillo y
sus amigos del D.F., quienes no comprenden su entusiasmo por la
pequeña provincia, lo cuestionan:
ra, quien pone a sus cuatro hijos en manos de la ilustre maestra vasca,
Faustino, Serafina, José Ramón y la pequeña Marcela, la que habrá
de destacar como pianista de grandes conciertos, especialmente em-
pática para la interpretación de J. S. Bach. Años más tarde, cuando
Marcela contrae matrimonio, Emiliana solo acierta a expresar:
Esta bien, don Valentín, iré. Pero necesito que me ayude a pa-
sar inadvertida. Por favor, consiga un auto de amigos de confianza
y espéreme frente a la gruta de Lourdes, en Francia...
A la ciudadanía sonorense:
Quien gracias posee, gracias puede dar, y no encuentro pala-
bras bastante expresivas para estampar en la presente mis ideas.
Han sido tantas y tan finas las manifestaciones escritas y pu-
blicadas en los periódicos por las grandes personalidades de estas
tierras...; solo un pensamiento voy a expresar, que si yo entregué
mi trabajo con suficiente tesón para formar generaciones cultas en
música, es debido a mi afán por servir algo a la humanidad, pues no
hay nada más hermoso que abrir los ojos del espíritu a la gente que
tiene uso de razón perfecta, y por lo tanto no hay ningún mérito
en lo que he hecho por satisfacer mis ansias de mejoramiento en la
enseñanza de ideas de carácter universal, trabajo al que me entregué
con todas mis fuerzas.
Sabido es que el talento para las artes plásticas es propio del
sonorense, el maestro no tiene más que observarlo y hacer un plan
de acuerdo con sus posibilidades y las del alumno con segura se-
renidad, y eso nunca fracasará, pues acá en esta tierra bendita por
Dios existe desde siglos atrás el espíritu refinado de las altas artes.
Somos muchos los que pensamos que un alma abierta al sen-
timiento aunado a la razón es base sólida para formar ciudadanos
de provecho.
Leyendo las firmas de los que escribieron aquellas palabras tan
hermosas recuerdo a algunos de ellos delante del pupitre pidiéndo-
me que volviera a poner en el tocadiscos alguna de las obras que
habían oído en la clase de Historia de la Música.
C
uando Emiliana llegó a Sonora en 1947, Hermosillo era una po-
blación pequeña de aproximadamente cincuenta mil habitantes,
con grandes deseos de crecimiento y progreso y una incipiente
universidad que aún estaba lejos de tener el perfil de una institución de
educación superior. Cuarenta años después, cuando Emiliana concluye
su labor, Hermosillo es una ciudad de medio millón de habitantes, que
alberga a una Unidad Regional Centro de la Universidad de Sonora,
con extensión en una Unidad Regional Norte con campus en las ciu-
dades de Nogales, Santana y Caborca, y una Unidad Regional Sur con
campus en Navojoa, para ofrecer a unos veinte mil estudiantes alrede-
dor de cincuenta diferentes licenciaturas con diversas especialidades,
maestrías y doctorados. Además de la UniSon, en este mismo lapso
han proliferado en Sonora otras universidades, institutos tecnológicos
superiores y centros de investigación científica y humanística, públicos
y privados.
Emiliana de Zubeldia fue testigo y factor importante de cam-
bio en esta acelerada transformación cultural y educativa durante la
segunda mitad del siglo XX, la cual ha exigido también una trans-
formación económica, urbana, social y administrativa, con lo cual
Sonora se equipara a inicios del siglo XXI con muchos otros estados
de primer nivel en cualquier parte del mundo.
LAS EXEQUIAS
HOMENAJES Y RECONOCIMIENTOS
BIBLIOGRAFÍA
ARCELUS IROZ, Pilar: Presencia de Navarra en México, 1870-1950, Gobierno de
Navarra, Departamento de Presidencia, Justicia e Interior, 2001.
CASTAÑEDA, Daniel: «Emiliana de Zubeldia y las teorías musicales de Augusto
Novaro», Introducción a la edición de los Once Tientos para piano de Emiliana
de Zubeldia, Buenos Aires, Ricordi Americana, 1963.
DUFOURCQ, Norbert: La musique francaise, Paris, Ed. A y J. Picard, 1970.
NOVARO, Augusto: Sistema Natural Base del Natural-Aproximado, México, 1927.
—Sistema Natural de la Música, México, Ed. Manuel Casas, 1951.
TORRE, Matilde de la: Soles y brumas de España. Pequeña antología de canciones y
romances del folklore español, México 1947 (Partituras) y 1948 (Ensayo mu-
sicológico).
VARELA RUIZ, Leticia Teresita: Zubeldia, maestra maitea, Hermosillo, Ed. privada,
1992.
HEMEROGRAFÍA
ARIZMENDI, Alberto: «Emiliana de Zubeldia: La naturaleza hecha música», revista
La Opinión, Año I, nº 3, marzo 1987, pp. 16-19.
CASTAÑEDA, Daniel: «Sistema Natural de la Música», serie de 18 artículos en El
Universal de México de junio 12,19 y 26; julio 3,10, 17 y 24; agosto 2, 9, 16,
23 y 30; septiembre 6, 12, 20 y 27; octubre 4 y 11 de 1951.
OTRAS FUENTES
E
l presente «registro de obras» es un mero inventario de las obras
que se han localizado hasta el presente, la mayoría de ellas bajo
custodia de la Universidad de Sonora, depositadas en su Archivo
Histórico. No pretende ser un registro exhaustivo, ya que la tarea de
investigación y rescate continúa en proceso. Menos aún puede consi-
derarse como un catálogo musicológico, puesto que no se ha realizado
el análisis correspondiente de todo el corpus. Por todo lo anterior, solo
ha sido posible insertar información diversa sobre algunas obras que,
aunque carezca de uniformidad, se estima conveniente que aparezca
en este apéndice, para dar al lector una idea aproximada de la herencia
musical que ha dejado al mundo nuestra biografiada.
— Allegretto-scherzando.
— Vivace.
Tocada por la propia compositora y Miirrah Alhambra en Nueva
York en 1931 y en México en 1933.
Suite vasca a 2 pianos
— Ritmo de fiesta.
— La ronda que pasa.
— La hora mística del crepúsculo.
— Ecos de la ezpatadantza.
— El baile en la plaza.
Tocada por la propia compositora y Miirrah Alhambra en Méxi-
co en 1933 y en Puerto Rico en 1936.
Sonata en tres tiempos a 2 pianos:
— Allegretto gracioso-lento-allegretto.
— Grave y profundo.
— Presto.
Tocada por la propia compositora y Alfonso Rendón Muñoz en
México en 1933.
Suite ritmo vasco a 2 pianos:
— Festival.
— Plegaria.
— Danza.
Tocada por la propia compositora y Miirrah Alhambra en Nueva
York en 1931.
9 Danzas vascas:
— Ikurrina dantza.
— Zortziko.
— Baneko.
— Bineko.
— Launeko.
— Linuaren Penak.
— Makidantza.
— Espatadantza.
— Txankarraukua.
Folklore vasco en arreglo a 2 pianos de acuerdo a la *TN. Tocadas
por la propia compositora y Miirrah Alhambra en Nueva York en
1931 y en Puerto Rico en 1936.
Sonata vasca en La con un movimiento Allegro para clavecín vasco.
OBRAS SINFÓNICAS
Sinfonía natural:
— Allegretto quasi andantino.
— Moderato.
Obra atonal compuesta en París en los años 20. Inédita.
Poema sinfónico Euskadi. Presuntamente compuesto en París en
los años 20. Estrenado por la Orquesta Sinfónica de La Habana
(Cuba) en 1932, bajo la dirección de la propia compositora.
Inédita.
Impresiones de España. Compuesta en Nueva York 1930, ©1932.
Inédita.
Sinfonía Elegiaca con piano, en tres movimientos:
— Moderato.
— Molto lento.
— Vivo.
*TN compuesta en México en 1939-40. Dedicada «a mi herma-
na Eladia». Estreno mundial en México en agosto de 1956 por
la Orquesta Sinfónica de la UNAM bajo la dirección de José
Vásquez. Premio Nacional de Composición de 1957. Estreno en
Rentería (Guipúzcoa) durante la Semana Musikaste 1991, por
la Orquesta Sinfónica de Euskadi, dirigida por Enrique Jordá.
Inédita.
Sinfonía para coros y orquesta. Apuntes: «Estudios de composición
de acuerdo a la Teoría de Novaro. 1ª escala harmónica». México,
años 40.
Sinfonía Nº 3, México, años 40. Inédita.
Suite elegiaca:
— Berceuse.
— Largo (paz).
— Glorificación (incompleta).
Compuesta en México en los años 40. Dedicada «a mi hermana
Eladia». Inédita.
Divertimento para orquesta alla turca: Allegro moderato grazioso.
Registrada en México en 1941. Inédita.
Estampa cubana al atardecer, en Re:
— Tempo de habanera (con languidez).
— Tempo de guajira moderado.
— Tempo de habanera (tempo primo).
Compuesta presuntamente en México en los años 40. Dedicada
a Nena Benítez. Inédita.
Concierto para violín y orquesta. Apuntes, inconclusa.
Concierto para piano y orquesta. Inédita.
Concierto vasco. Incompleto. México, años 40.
Concierto para viola y orquesta. Apuntes. México, años 40.
Concierto para violín y orquesta. Apuntes.
En la Alhambra para piano y orquesta en Re:
— Lento-Allegretto un poco vivo-Andante.
— Allegretto un poco vivo (1er tempo)-Andante.
— Andantino-Allegretto un poco piu vivo-Andante.
Obra inconclusa.
Introducción y allegretto para orquesta con piano. México, años 40.
Inédita.
En el Desierto de los Leones, poema sinfónico compuesto en México
en los años 40. Obra inédita.
Lento (Grave) para contrabajo y orquesta. México, años 40. Inédita.
Lento para piano, contrabajo y orquesta. Incompleto. México, años 40.
Grave para orquesta. México, años 40. Dedicada a Nena Benítez.
Inédita.
Canciones de Hispanoamérica
Himno al sol, canción de los Incas del Perú armonizada en Nueva
York a principio de los años 30 para voz y piano. Dedicada a
Miirrah Alhambra. También en versión coral.
Vidalita, D.P. Argentina, para 4 voces blancas.
Cantos navideños
EUROPA
Fecha Lugar Evento
1888 Jaitz / Nacimiento (6 diciembre) y registro (7 diciembre) Sus herma-
Salinas nos vivos: Néstor, Martín y Eladia.
1890 Pamplona Nueva residencia de la familia Zubeldia Inda en Pamplona.
1892 Inicia estudios de piano con el maestro José Escurra y de música
en general en la Academia Municipal de Música de Pamplona.
1893 Nacimiento de Alejo, el hermano menor.
1894 Inicia estudios escolares en el Colegio de las Madres Beatas.
Continúa paralelamente sus clases de música.
1904 Madrid Exámenes a título de suficiencia de los grados 1 a 4 de piano en
el Conservatorio de Música y Declamación de Madrid: «Sobre-
saliente» en todos.
1906 Exámenes a título de suficiencia de los grados 5 a 8 de piano en
el Conservatorio de Música y Declamación de Madrid: «Sobre-
saliente» en todos.
1907 París Ingreso a la Schola Cantorum de París. Estudios de piano con
Blanche Selva, de composición y orquestación con Désiré Pa-
que y Vincent D’Indi. Impacto del impresionismo de Debussy
y Ravel.
1909 Pamplona Muere don Antonio Zubeldia Elizondo, padre de Emiliana. Per-
manencia en la casa paterna e inicio de la «Academia Musical
Emiliana de Zubeldia».
Conciertos en Pamplona, Biarritz, Burdeos, Bayona, San Sebas-
tián, Bilbao, Madrid. Primeras composiciones.
1919 Matrimonio con Joaquín Fuentes Pascual en la Colegiata de
Roncesvalles.
1920 Exámenes de oposición y obtención de la plaza de «Profesor auxi-
liar de piano» en la Academia Municipal de Música de Pamplona.
Conciertos en diversas ciudades de España y Francia.
EUROPA
Fecha Lugar Evento
1922 París Residencia permanente en París. Estudios de filosofía en la Sor-
bona. Compone abundantemente música para voz y piano, pia-
no solo, orquesta y conjuntos de cámara. Manejo de bitonalidad
y atonalidad.
Conciertos en París, Génova, Londres, Berlín y otras ciudades
europeas. Se toca música orquestal suya en Génova y otras ciu-
dades. Da clases privadas.
1924 Madrid/ Exámenes a título de suficiencia como maestra de solfeo y de
París los 4 primeros grados de piano en el Conservatorio de Música y
Declamación de Madrid: «Sobresaliente» en todos.
1926 Exámenes a título de suficiencia como maestra de los 4 grados
superiores de piano en el Conservatorio de Música y Declama-
ción de Madrid: «Sobresaliente» en todos.
1927 París Muere su madre Asunción Inda León en Pamplona.
1928 París Conciertos de despedida de sus amigos músicos parisinos. Par-
tida hacia América.
MÉXICO
Fecha Lugar Evento
1937-47 México
Es la década más productiva de Emiliana en composición.
D.F.Entra a México por Veracruz hacia México D.F.
Estudio, experimentación y composición al lado de Augusto
Novaro.
Conciertos semanales domésticos en la casa Novaro, donde se
reúnen artistas, poetas, escritores, filósofos, diplomáticos, entre
otros.
1939 Calurosa acogida a sus compatriotas exiliados de la Guerra Civil
española. Se identifica con ellos y a partir de entonces se presen-
ta a sí misma como «refugiada española».
Muere su hermana Eladia (Pamplona, 12 de septiembre de 1939).
Continúa su colección de canciones «poetas de América» con:
Asunción Izquierdo de Flores Muñoz (Ana Mairena), y sor Jua-
na Inés de la Cruz.
1947 Muere su hermano Alejo (Pamplona, febrero 1947).
1947 Hermosillo La Universidad de Sonora (UniSon) la invita como directora de
coros universitarios por un año. Da clases de piano. La UniSon la
recontrata al terminar el ciclo escolar.
1948 Organiza concierto con la Orquesta Sinfónica de Jalapa.
1948-53 Contratos anuales en la UniSon. Veranos en el D.F.
1954 Se asienta definitivamente en Hermosillo como directora de la
nueva Academia de Música de la Universidad de Sonora. Imparte
clases de solfeo, teoría musical, armonía, historia y apreciación
musical, piano y canto.
Dirige los coros universitarios y arregla para ellos canciones de los
clásicos, de compositores mexicanos como Manuel M. Ponce y
Guty Cárdenas, folklóricas de diferentes pueblos, especialmente
de España y México, melodías indígenas sonorenses –seris–, can-
ciones navideñas y compone obras corales originales. Continúa
pasando los veranos en el D.F.
Escribe para revistas, hace crítica musical por periódico y da char-
las en vivo, por radio y por TV.
1955 Primera temporada de conciertos feb-abr. con: Miguel García de
la Mora (piano); Carlos Puig (tenor), Luz N. de Puig (piano), et al.
Presenta a su primera alumna prodigio: la niña Angélica Méndez
Ballesteros, de 10 años, en su primer recital de piano completo.
Se tocan obras de EZ en la Sala Ponce de Bellas Artes, en el D.F.
MÉXICO
Fecha Lugar Evento
1955 Gira a Presenta a su alumno Julio Cubillas en recital pianístico en
Oaxaca Oaxaca.
1956 Hermosillo Segunda temporada de conciertos con: Esperanza Pulido (pia-
no), Guillermo Helguera (chelo), Abel Eisenberg (viola), Mme.
Sophie Cheiner (piano), Cuarteto Lenner (cuerdas), Higinio
Ruvalcaba (violín), Miguel García Mora (piano), Jesús Silva
(guitarra), Irma González (soprano) y un programa de danza
con la maestra Martha Bracho de la propia UniSon.
México Estreno mundial de su Sinfonía Elegiaca por la Orquesta Sinfó-
nica de la UNAM en Bellas Artes, D.F., bajo batuta del maestro
José Vásquez (agosto 5).
Se le otorgó por ella el «Premio Nacional de Composición»
(agosto 22).
Estreno mundial de su Sonata para viola y piano, con Ivo Valenti
(viola) en la Escuela de Medicina de la UNAM (agosto 28).
La contralto Josefina Aguilar incluye en su recital en el Salón
Barroco de la Universidad de Puebla una Canción de cuna de
Emiliana Zubeldia (agosto 28).
1957 Hermosillo Tercera temporada de conciertos: Miguel García Mora (piano),
Aurora Woodrow (mezzo), Gloria E. de Vásquez (violín), Irma
González (soprano), Esperanza Pulido (piano), Cuarteto Lenner
(cuerdas) y Sophie Cheiner (piano).
Concierto de Higinio Ruvalcaba (violín) y Carmela Castillo B.
de Ruvalcaba, tocando la Sonata en Re menor , dedicada a él por
la propia compositora Emiliana Zubeldia (mayo).
Gira Gira de conciertos de la niña Angélica Méndez Ramos, su alum-
México / na, a Oaxaca y México, actuando como solista de la Orquesta
Oaxaca / Sinfónica de la UNAM, bajo el maestro José Vásquez y en di-
USA ciembre con la Filarmónica de Phoenix , Arizona, USA.
1960 Pamplona Viaja de incógnito a Pamplona a visitar a su hermano Néstor, en-
fermo. De regreso en México, visita a Novaro, también enfermo.
México Muere Augusto Novaro el 11 de noviembre de 1960 en México.
MÉXICO
Fecha Lugar Evento
1960-70 Hermosillo Década de giras por Sonora del Coro Universitario, y de concier-
tos esporádicos con artistas foráneos: Jeannine Andrade (violín),
Esperanza Pulido (piano), Coro de Madrigalistas de Luis Sandi,
Pilar Rioja (bailarina crotalista), Higinio Ruvalcaba (violín).
1962 Compone su Lento elegíaco para viola y piano a la memoria de
Novaro.
Muere su hermano Néstor el 27 de febrero en Pamplona.
1963 Medalla y homenaje de la UniSon –Rector Dr. Moisés Canale–
en reconocimiento a sus 15 años de labor docente.
1964 Inicio de las temporadas semestrales de conciertos de la Orques-
ta Sinfónica del Noroeste, batuta del maestro Luis Ximénez Ca-
ballero.
1966 USA Gira del Coro de la Universidad de Sonora a Douglas, Arizona
(USA).
1966-70 Hermosillo Las alumnas avanzadas de piano en concierto con la OSNO:
Lupita Rodríguez (1966) concierto de Haydn, Matilde Katase
(1968), concierto de Mozart; Marcela Fernández (1969), con-
cierto de Bach y Leticia Varela (1970), concierto de Beethoven.
1968 Gira Primera gira del Coro de la UniSon a México D.F. Concierto
México coral en la Sala Ponce del Palacio de Bellas Artes: Estreno de la
D.F. Misa de la Asunción.
1970 Hermosillo Muere su hermano Martín (Fray Gumersindo) en Zaragoza.
1972 Gran gira Segunda gira del Coro de la UniSon a México D.F. y otras ciu-
por dades: Guadalajara, Villahermosa, Zacatecas; grabación de su
México primer disco LP Concierto Inolvidable, en los estudios de la CBS.
Hermosillo Homenaje de las Mujeres Profesionistas y de Negocios de Her-
mosillo.
1976 Hermosillo Homenaje de sus exalumnos del coro.
1978 Gira B.C. Gira del Coro a La Paz, B.C.
1980 Gira D.F. Gira con su discípulo Pedro Vega al D.F. incluyendo en el pro-
grama sus Tientos y Estudios.
1982 Gira D.F. Segunda gira de Pedro Vega al D.F.
MÉXICO
Fecha Lugar Evento
1984 Hermosillo Concierto de Irma González (soprano) y Raúl Herrera (piano)
en Hermosillo, con canciones suyas.
1986 Enero: Primera caída y fractura. Hospitalización y cirugía. Ju-
nio: Gran homenaje de la ciudadanía hermosillense.
Dos conciertos de su exdiscípula Angélica Méndez Ramos (ac-
tual maestra en la Academia Superior de Música de Viena) y de
su esposo Carlos Rivera (piano).
Homenaje del Ayuntamiento de Hermosillo y reconocimiento
del gobernador de Sonora, Ing. Rodolfo Félix Valdés.
Segunda caída. Nueva hospitalización y cirugía.
1987 26 de mayo: Muere en el Hospital General del Estado de Sonora
a las 18 horas, a la edad de 98 años y 6 meses.
27 de mayo: Exequias en la catedral de Hermosillo, guardias en
la UniSon y sepultura en los Jardines del Buen Pastor en Her-
mosillo. Su lápida no indica lugar ni fecha de nacimiento por
desconocerse en aquellos momentos.
79, 81, 82, 83, 91, 101, 103, 108, 109, Quirós, Carlos, 116
113, 117, 118, 124, 143, 144, 148, 149, Quiroz Martínez, Manuel, 83, 84, 86, 88
150, 151, 161, 176, 178, 179, 180 Quiroz Martínez, María Antonieta, 91
Novaro, Blanca, 82
Novaro, Luis, 82
Novaro, Rosa, 70, 82, 152 Rachmaninoff, Sergei, 92, 107
Novaro, Tito, 70 Rameau, Jean Philippe, 24
Novo, Salvador, 63 Ramón, Don, 120
Ramos, Constante, 40
Olayo Macías, José, 118 Ramos, Leopoldo, 85
Oropeza, José de Jesús, 79, 103, 108, 164, Ravel, 22, 36, 68, 174
168 Rebling de Banderas, Elsa, 87, 105
Otza, Antonio, 52, 69 Rendón Muñoz, Alfonso, 63, 158, 176
Renoir, 22
Padre Azcona, 18 Rentería, Rafael Ángel, 103, 168
Padre Donostia, 30, 31, 37, 38, 139, 143, Revueltas, José, 75, 77
152, 164 Revueltas, Silvestre, 75, 77
Padre Gallés, 68 Reyes, Alfonso, 42, 43, 56, 60, 63, 71, 76,
Padre Pulgar, 67 77, 152, 167, 176
Padua, Neuton, 39, 41, 161 Reyes, Héctor, 146
Palestrina, 24 Reynarde, 73
Palomar «Junius», Carlos, 121 Riegger, Wallingford, 50
Pâque, Désiré, 34, 35 Rioja, Pilar, 117, 180
Parodi, Enriqueta de, 87 Ríos Valdés, Ana, 92, 93
Pauyanne Etchart, Alberto, 41, 44, 45, 156 Rivas Mercado, María Antonieta, 63
Pavlovich, Lupita, 124 Rivera, Carlos, 131, 181
Pavlovich, René, 124 Rivera, Diego, 63, 77
Paya, José Vicent, 40 Rivet, Paul, 77
Pérez González, Francisco, 140 Robles Linares, Carina, 124, 146
Pérez Ollo, Fernando, 139 Rockefeller Jr., John D., 46, 48
Pergolessi, Giovanni Battista, 99 Rodin, Augusto, 22
Pfaff, Henry C., 51 Rodríguez, Abelardo, 85, 100
Pineda, 120, 166 Rodríguez, Luisma, 13
Pini, Juan Carlos, 44, 45 Rodríguez, María Guadalupe, 111, 113,
Pires do Rio, Perfeito, 41 116, 117, 118, 145, 180
Platón, 94 Romains, Jules, 76
Ponce, Manuel M., 63, 90, 93, 122, 172, Romero, Jesús C., 49
178 Ropartz, Guy, 25
Poudres, Henrique, 40 Rothschild, D. A., 50
Puche, doctor, 74 Roudanez, B., 35, 156
Puig, Luz N. de, 105, 178 Roussel, Albert, 27
Pulido, Esperanza, 51, 55, 69, 76, 77, 103, Rue, Aubert de la, 77
106, 108, 110, 117, 121, 123, 124, 152, Ruvalcaba, Higinio, 103, 106, 108, 110,
159, 160, 179, 180 111, 118, 161, 179, 180