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En palabras de Núñez (2009), para aprender algo nuevo es preciso disponer de las
capacidades, conocimientos, estrategias y destrezas necesarias, además de tener la
disposición, intención y motivación suficientes para alcanzar los fines que se pretenden
conquistar. Esta idea de que el aprendizaje está determinado por variables motivacionales
pero también cognitivas, nos introduce de lleno en toda la compleja variedad de procesos
y estrategias implicadas en el acto de aprender.
En este sentido, los profesores hemos de ser conscientes del tipo de estrategias
didácticas que implementamos con nuestros alumnos, considerando que la creatividad y
planeación de estas incidirán en la motivación de nuestros alumnos, ya que las
actividades puramente mecánicas suelen tener el efecto contrario.
De igual manera es importante mencionar que los contenidos de esta unidad, están
dirigidos a optimizar la motivación y el aprendizaje, donde se relacionará la utilidad de
estrategias motivacionales fomentando un ambiente de aprendizaje.
Nivel de activación
Concentración y atención
Además menciona que hay 3 dimensiones básicas para la motivación, los cuales se
presentan en la siguiente tabla:
COMPONENTE DE COMPONENTE DE REACCIONES
VALOR EXPECTATIVA EMOCIONALES
¿Por qué lo hago? ¿Soy capaz de hacerlo? ¿Cómo me siento con esta
tarea?
Respecto a la dimensión de valor Atkinson, citado por Núñez (2009), menciona que las
expectativas de éxito y el valor del incentivo son determinantes en la motivación del logro
resultante. Plantea que los valores emergen de reglas sociales y de necesidades
psicológicas individuales y guía el actuar del individuo en los diferentes contextos en los
que se desenvuelve. Los individuos determinarán si las metas son atractivas o no influidas
por sus valores. Sobre este mismo punto Eccles retomado por Núñez (2009) menciona 4
aspectos que configuran el valor de las tareas:
3. Valor de utilidad. Es el modo en cómo una tarea se relaciona con metas futuras.
4. Valor de coste. Se refiere a todos los aspectos negativos que implica la realización y
compromiso con las tareas a realizar
Respecto a la motivación de logro, las metas académicas son de los principales aspectos
investigados dada su relevancia sobre la cognición, el afecto, el comportamiento y la
adaptación escolar.
Núñez (2009) menciona que “las metas académicas hacen referencia al propósito o el
núcleo dinámico cognitivo del compromiso con la tarea, y el tipo de meta adoptado
establece el marco general mediante el cual los individuos interpretan y experimentan los
contextos de logro” (p. 46).
Podemos decir que las metas son predictores de logros y resultados. Los seres humanos
podemos llegar a comprometernos y realizar un gran esfuerzo por dos motivos
principales: aprender y rendir, cada individuo se puede implicar por motivos diferentes, en
el ámbito educativo, los estudiantes que realizan actividades o trabajos para incrementar
su capacidad se dice que son regulados por metas de aprendizaje, mientras que los que
se esfuerzan por mostrar su capacidad están regulados por metas de rendimiento.
Por otro lado, también podemos encontrar a personas que evitan realizar una tarea por no
generarles motivación intrínseca y sentido de control y dominio, estas personas
regularmente son consideradas con un perfil perfeccionista.
También es importante considerar que existen más tipos de metas, por ejemplo las metas
sociales, las cuales se derivan de la perspectiva evolutiva, en muchos casos estas metas
son las que regulan a los estudiantes. Diversos estudios sustentan una relación positiva
entre el rendimiento académico y la adopción de metas pertinentes o adecuadas en un
contexto que genera en el alumno la satisfacción de necesidades como: pertenencia,
vínculos interpersonales y relación con la sociedad.
Aprendizaje Emocional
Una vez que hemos analizado la influencia de la motivación en el proceso de aprendizaje
y conocemos la manera de fortalecer el establecimiento de metas, revisaremos la
influencia de las emociones positivas y negativas en el aprendizaje, exponiendo una serie
de medidas encaminadas a la mejora de la motivación de los estudiantes desde el ámbito
docente.
Comenzaremos por definir el término emoción, este es entendido como una parte innata
del ser humano, un estado afectivo que experimentamos, el cual es acompañado de
diversos cambios orgánicos; en palabras de Ekman (1993) se puede entender como
emoción a un estado particular de valoración automática influida por nuestro pasado
evolutivo y personal, en el que sentimos que está ocurriendo algo importante para nuestro
bienestar, produciendo un conjunto de cambios físicos y comportamentales para hacernos
cargo de una situación.
Asimismo, se identifican diversas funciones que las emociones tienen para el ser humano:
Con base en lo anterior podemos comenzar a relacionar las emociones con la motivación,
así como la emoción con el aprendizaje, en este sentido empecemos por preguntarnos,
¿las emociones afectan de manera positiva o negativa el aprendizaje? Para responder a
este cuestionamiento revisaremos los estados emocionales y su influencia en el
aprendizaje.
Aprendizaje emocional
Un claro ejemplo del papel que juegan las emociones en la adquisición de conocimientos
lo constituye el denominado aprendizaje emocional, en el que, a través de la asociación
de un determinado estímulo con una emoción, surge ese aprendizaje y, por tanto, dichos
estímulos dejan de ser emocionalmente neutros para adquirir un valor o significado
emocional (Smith & Kosslyn, 2007).
Las emociones son importantes en el aula, ya que educar no solo se basa en los
contenidos, las emociones cobran un papel importante en la generación de aprendizajes
significativos, por ello, propiciar un clima emocional adecuado, resulta favorecedor en la
creatividad de los alumnos. El docente debe organizar e integrar los nuevos
conocimientos, así la nueva información se incorpora a la estructura mental y pasa a
formar parte de la memoria comprensiva, se requiere una participación activa del docente
donde la atención se centre en la adquisición de aprendizajes, construyendo un proceso
de reflexión que intenta romper barreras de conocimientos previos, genera un
conocimiento didáctico integrador y una propuesta para la acción, por estas razones las
emociones son importantes dentro del aula.
Por otra parte, el estudiante debe saber influir sobre sus propias emociones, es decir,
autorregularse emocionalmente (Thompson, 1994; Gros, 2003), las emociones pueden
actuar sobre los procesos psicológicos responsables de focalizar la atención o de resolver
problemas. La autorregulación emocional, entendida en su vertiente de aptitud para
motivarse a uno mismo, sería una de las dimensiones que abarcaría la denominada
inteligencia emocional (Salovey & Mayer, 1990).
En el siguiente esquema podemos conocer los elementos que se deben tomar en cuenta
para autorregular las emociones.
Propuesta Descripción
1. Aprovechar la expectación del primer día de Los docentes deben dar una buena impresión a
clase sus estudiantes el primer día de clases, generar
expectativas, estimular el interés hacia la
asignatura e ilusionar.
Propuesta:
Transmitir la importancia de su
asignatura, transmítales la idea de que
realmente es importante para su
formación profesional y, por qué no,
personal; además de qué tipo de
cuestiones serán capaces de resolver
cuando terminen el curso. También
puede mostrar ejemplos reales de logros
en su disciplina y aplicación en
desempeño de trabajos relacionados con
el sector.
2. Entusiásmese Propuesta:
Para conseguir motivar a los estudiantes, estos
deben percibir que usted también le apasiona lo
que imparte. Pero si lo perciben apático o
desganado, el fenómeno de contagio emocional
puede producirse de manera negativa.
Day (2006, p. 149), “la enseñanza y el
aprendizaje eficaces se basan, en el fondo, en el
ejercicio de la pasión.”
Las emociones que vive el alumno dentro del aula y la relación con su motivación hacia el
aprendizaje no es una tarea fácil, ya que como bien se sabe, ambas corresponden a
respuestas propias e individuales que dificultan el poder generalizar el tipo de
intervención, pero sobre todo el diseño de metodologías que se adecuen a las
características de todos y cada uno de los alumnos dentro del aula de clases. Otro factor
que se debe considerar en los estudiantes son las esferas de la vida que también son
factores que influyen al desempeño y cumplimiento de metas.
Sin embargo, a pesar de esta condición, los diferentes estudios, modelos y teorías sobre
el aprendizaje y la motivación, han permitido identificar que las emociones no solo
corresponden a una simple respuesta fisiológica provocado por estímulos externos, si no
también hace referencia a lo observable, todos aquellos comportamientos que el docente
puede y debe identificar dentro del aula de clases como herramienta para el diseño de
intervención o en su defecto para prevenir el fracaso escolar.
Las emociones, y su expresión, son innatas, aunque se admite la posibilidad de que los
factores de aprendizaje puedan ejercer algún tipo de influencia sobre la expresión.
Precisamente, esta posible influencia de los factores de aprendizaje permite que las
emociones evolucionen a través del tiempo para aumentar la probabilidad de que el sujeto
y la especie se adapten a las características cambiantes del ambiente externo (Palmero,
2011).
McDougall (1908-1950), proponía que toda conducta es instintiva. Los instintos también
tienen un componente afectivo, que se refleja en cambios viscerales y corporales. En esta
argumentación, la percepción produciría la emoción.
Cannon, criticaba la teoría de James y fundamenta su teoría, se centra en la formulación
que había propuesto James al equiparar la emoción con los cambios corporales. De ahí
se sigue que: a) distintas emociones deben ir acompañadas de diferentes estados
corporales; b) las emociones pueden ser manipuladas con drogas que tienen efectos
corporales particulares. Las experiencias emocionales conscientes, las relaciones
fisiológicas y la conducta son relativamente independientes.
Teorías de activación.
Teoría neurobiologicistas.
Olds y Milner (1954), Casualmente son los precursores en las investigaciones sobre el
circuito de recompensa. Defienden que el cerebro tiene centros de placer, centros de
dolor y centros neutros.
Henry (1986), afirma que los estímulos psicosociales y ambientales llegan al sujeto, las
emociones se encuentran asociadas con específicos patrones de respuestas
neuroendocrinas y conductuales.
Revisemos las aportaciones sobre el proceso emocional desde el campo del aprendizaje,
en este campo, los aspectos afectivos más investigados son el miedo, la ansiedad y las
fobias. En estas teorías dan lugar al condicionamiento clásico, condicionamiento operante
y condicionamiento instrumental.
Watson y Morgan, Trabajos con niños, A continuación puede observar el siguiente video
1917 propone la existencia el cual ilustra una de las investigaciones de Watson
de tres emociones y Morgan.
innatas, destacando las
manifestaciones
conductuales
asociadas: el miedo, la
ira y el amor.
Skinner, 1974 La emoción no es la Diferencia dos tipos de respuestas emocionales:
causa de la conducta. reflejos simples (innatos o aprendidos) y operantes
Se produce tras las (conductas complejas aprendidas).
consecuencias de la
respuesta. Decía qué:
una persona enamorada
muestra una tendencia
incrementada a ayudar,
favorecer, acompañar,
acariciar, y una
tendencia disminuida a
herir, de cualquier
forma que sea.
Petri y Govern (2006), describen los síntomas del desamparo aprendido: pasividad
(deficiencia motivacional), retraso del aprendizaje, efectos somáticos y disminución del
desamparo con el tiempo.
Con respecto a esta teoría, se enfoca en el valor racional de las emociones y en sus
relaciones específicas con estados cognitivos.
Autor Aportación
Freud Refería a afecto a lo que actualmente podemos señalar como emociones. Sin
embargo, su aportación se fundamenta en el papel que juega el inconsciente,
proponiendo que la emoción, al igual que muchos eventos mentales, puede ser
localizada en dicho nivel psíquico, lo cual no impide que siga ejerciendo ciertos
efectos sobre la persona, influyendo sobre las distintas manifestaciones conductuales
que esta lleva a cabo (Palmero 2011).
Jung Plantea que los sujetos usan dos funciones para realizar juicios sobre el mundo que
les rodea: pensamiento y sentimiento. Entonces, la emoción es la energía psíquica
que se `produce a partir del sentimiento.
Por otro lado, para Goleman (1995: 43-44) la inteligencia emocional consiste en:
1. Conocer las propias emociones: Conocerse así mismo, es decir, tener conciencia de las
propias emociones; reconocer el sentimiento que se tiene en el momento en que ocurre.
2. Manejar las emociones: Contar con la habilidad para manejar los propios sentimientos a fin
de que se exprese de forma apropiada y se fundamenta en la toma de conciencia de las
propias emociones. Por ejemplo, manejo de la ira, furia o irritabilidad es fundamental en
las relaciones interpersonales.
3. Motivarse a sí mismo: Una emoción tiende a impulsar hacia una acción. Por eso, emoción y
motivación están íntimamente interrelacionados. El autocontrol emocional conlleva a
demorar gratificaciones y dominar la impulsividad, lo cual suele estar presente en el logro
de muchos objetivos. Cuando se adquiere esta habilidad tienden a ser más productivas y
efectivas en las actividades que emprenden.
4. Reconocer las emociones de los demás: fundamental es la empatía, la cual se basa en el
conocimiento de las propias emociones. Las personas empáticas sintonizan mejor con las
sutiles señales que indican lo que los demás necesitan o desean. Por ejemplo, profesores,
orientadores, pedagogos, psicólogos, psicopedagogos, médicos, abogados, expertos en
ventas, etc.
El docente motivado
Debido a la vertiginosa información que se genera día a día, se ha hecho cada vez más
necesario que los alumnos no solo aprendan los conocimientos de alguna disciplina en
particular, sino también estrategias para aprender, es decir aprender a aprender logrando
un aprendizaje autónomo que no termine en el aula.
A los docentes les interesa que sus alumnos se sientan motivados para aprender lo que
se les enseña, pero más aún les interesa que los alumnos sean autodidactas y que
aprendan dentro y fuera del ambiente áulico, es decir que la motivación no solo provenga
del exterior sino del interior del propio alumno (motivación intrínseca).
Desafortunadamente en la realidad muchos alumnos no se sienten motivados por
aprender y mucho menos por responsabilizarse de su aprendizaje, sus principales metas
son pasar el curso o terminar la carrera con el mínimo de complicaciones y esfuerzo.
“Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), solo 8 de cada
100 alumnos que comienzan sus estudios en la universidad logra terminarlos” (INEGI,
2017).
En el nivel Profesional los índices de deserción son muy altos, así como el número de
alumnos que no se titulan o que no completan estudios de posgrado, por lo que la tarea
del profesor para motivar a sus alumnos a aprender es verdaderamente una tarea titánica,
pero si el propio profesor no se encuentra motivado ¿cómo será capaz de realizarla?
Como primer punto será necesario identificar como docentes de qué manera motivamos a
los alumnos, por lo que lo invitamos a revisar el siguiente perfil.
Se centra en la enseñanza del contenido del temario y no comprueba que se haya logrado el
aprendizaje.
1. Iniciando el curso aclarar propósitos y objetivos del curso o asignatura (especificar por qué,
para qué, efectos, etc.)
2. Presentar una visión general de los retos, oportunidades, campo de acción, etc. De la carrera
que estudia el alumno.
5. Proyectar a los alumnos una imagen positiva que se convierte en modelo y guía para sus
alumnos.
8. Generar en los alumnos mayor compromiso para asumir responsabilidades ante los retos en
equipo, mediante casos reales prácticos que estimulen su interés.
11. Generar en los alumnos experiencias con el mundo real, mediante prácticas, conferencias
con expertos, visitas, etc.
12. Tratar a sus alumnos con cariño y respecto de modo que propicie un vínculo de confianza
con sus alumnos.
13. Conocer y trabajar con el alumno sus expectativas motivacionales hacia la carrera.
15. Las calificaciones no deben considerarse como un fin sino como una consecuencia de su
buen desempeño.
17. Contribuye a satisfacer elementos primarios de satisfacción del estudiante, como son:
seguridad, reconocimiento, prestigio, etc.
El alumno motivado
De acuerdo a investigaciones realizadas por diversos autores es muy frecuente observar
a alumnos desmotivados con la carrera que eligieron, presentando desconocimiento total
o parcial de su perfil de egreso, campo de acción y aprendizajes que se espera obtenga
en cada una de las asignaturas, no hay un compromiso por el desarrollo de competencias
y conocimientos que le permitan ser competente en su labor profesional una vez que
egresan. Aunado a esto, tampoco parece estar informados de la situación económica,
política y laboral del país y los índices de empleo, desempleo y salario de la carrera que
estudian. Al respecto, autores como Negrete y Leyva (2013), y Valdez y Aguilar (2014)
proponen que este fenómeno social puede deberse a diversos factores, como la falta de
oportunidades laborales, el limitado acceso educativo, la falta de recursos económicos, la
insatisfacción personal, la inseguridad y la pérdida del sentido de vida de los
adolescentes.
De acuerdo con Pintrich; citado en Anaya (2010), la motivación académica es “un deseo
de desempeñarse “bien” en el aula y dicho deseo, se ve reflejado en conductas
voluntarias que eventualmente llevan a un desempeño contrastable. Asistencia a clases
es un comportamiento voluntario, que se combina con otros para reflejar el nivel de
motivación académica” (p.6).
Hacer elecciones entre alternativas (tomar un curso, hacer tareas, poner atención en clase,
etc.)
Para comprender el por qué un alumno se siente motivado o no, es importante conocer
las razones por lo cual un alumno se involucra en las actividades académicas, la fuente
de motivación entre los alumnos puede diferir, para poder comprender es importante
conocer los conceptos de motivación intrínseca y extrínseca.
También menciona que cuando a los alumnos se les presentan tareas complejas, la
conducta mostrada por los alumnos motivados intrínsecamente y extrínsecamente es
diferente, ya que mientras los primeros utilizan un proceso de solución de problemas con
alternativas lógicas, prefiriendo los retos; los segundos realizan un análisis más superficial
apegándose a los criterios básicos solicitados por el docente, inclinándose por tareas más
sencillas que impliquen poco esfuerzo y el mayor reconocimiento posible.
Llegan tarde y se sientan alejados de profesor para evitar ser involucrados en la clase.
El alumno solo se compromete con su materia mientras esta bajo la guía de algún docente.
De acuerdo a Méndez y San Juán (2011), para que el aprendizaje autónomo sea posible,
los alumnos deben adquirir las siguientes capacidades:
Los procesos de aprendizaje pueden ser complejos en razón de ser como resultado de
múltiples causas que se unifican en un solo producto. Ahora bien, algunas de esas causas
son cognitivo y emocional, sin embargo en ocasiones el modelo educativo imperante
tiende a ignorar o minimizar los aspectos emocionales, sin embargo, tras el impacto de la
teoría de las inteligencias múltiples se ha abierto las posibilidades de considerar las
emociones en la formación integral del educado (Ángel García, 2011).
Los estudiantes, docentes y todo ser humano experimentan las emociones en diferentes
contextos y eventos, sin embargo no siempre podemos controlar sus efectos, de ahí la
importancia de considerar a la educación emocional como un aspecto tan importante en la
formación del individuo como lo es la educación académica.
Proceso emocional
Ninguna emoción es mala, todas tienen funciones que le son de utilidad a la persona,
dependiendo del estímulo que la esté generando nos indican que respuesta sería la más
pertinente para lograr una mejor adaptación social y ajuste personal, ya que si la emoción
se sale de control y es desmedida pudiera afectar la respuesta de la persona. Es en este
punto que la inteligencia emocional o gestión de las emociones toma un papel importante
en los individuos para lograr autorregularse.
Las emociones toman en cuenta una valoración de las implicaciones de un evento, lo que
lo remite a llevar a cabo un significado de la situación en donde entra las diferencias
individuales que pueden estar sujetas a un proceso controlado o voluntario. Este proceso
orienta la toma de decisiones a partir de las atribuciones causa-efecto, desacuerdo entre
lo ocurrido y lo esperado, la facilitación de metas, la premisa de responder ante el evento
que se está valorando. Es importante señalar que intervienen en todos los aspectos la
memoria, la motivación y el razonamiento, lo que revela que la toma de decisiones está
más influenciada por las emociones que por el pensamiento racional.
De esta manera, los alumnos le otorgan un gran valor a los eventos que ocurren a su
alrededor y logran involucrar sus emociones con cada situación que ellos identifican como
importantes, es decir, las personas dan una significación a un evento por medio de sus
emociones.
Cuando logramos una adecuada autoconciencia, entendiendo nuestras propias
emociones, carencias y necesidades emocionales insatisfechas, somos capaces de
reconocer y nombrar nuestros estados emocionales, cuando están ocurriendo, de esa
forma hemos dado ya el paso más importante, logrando así un adecuado control de las
emociones.
Considerando que las emociones tienen una función útil, permitiendo así al alumno
conducirse con eficacia en sus reacciones comportamentales, buscando que estas sean
apropiadas y generen independencia para el propio estudiante, incluso cuando se hace
referencia a las emociones desagradables, todas cuentan con funciones importantes que
permiten la adaptación a su entorno y generan mecanismos de ajuste personal para
promover la interacción con sus pares.
a. Función adaptativa
b. Función social
c. Función motivacional
a) Función Adaptativa:
Es una de las más importantes de la emoción, ya que prepara al organismo para que
ejecute de manera eficaz una conducta que es la respuesta ante la exigencia de las
condiciones ambientales, moviliza la energía necesaria y dirige la conducta hacia el
objetivo planteado. Plutchik (1980), destaca ocho funciones principales de las emociones
y aboga por establecer un lenguaje funcional que identifique cada una de dichas
reacciones con la función adaptativa que le corresponde. De esta manera será más fácil
operativizar este proceso y poder aplicar convenientemente el método experimental para
la investigación en la emoción (Chóliz, pp. 4). La correspondencia entre la emoción y su
función se describe en la siguiente tabla:
Miedo Protección
Ira Destrucción
Alegría Reproducción
Tristeza Reintegración
Confianza Afiliación
b) Función Social:
Existen algunas emociones que favorecen los vínculos sociales por ejemplo, la felicidad,
pero también existen otras la cuales generan una respuesta de evitación e incluso de
confrontación como la ira, en cualquiera de los casos la expresión de las emociones
genera la interacción con el otro y permite regular lo que se consideran conductas
reguladas y autorreguladas. De inicio se puede considerar que la función es adaptativa sin
embargo, se deben identificar los factores sociales que predominan en combinación con
las reacciones emocionales de los alumnos.
c) Factores Motivacionales
Como se ha revisado hasta el momento, la relación que existe entre emoción y motivación
es intima, ya que hace referencia a cualquier tipo de actividad o respuesta que genere el
alumno a partir de los diferentes estímulos que perciba dentro del aula.
Por un lado, debemos considerar que la emoción energiza una conducta motivada, en
otras palabras, una conducta que está cargada de emociones se transforma de forma
vigorosa y busca siempre un mejor resultado, en relación con la función adaptativa
facilitará la ejecución de la tarea y dará respuesta a las exigencias del grupo con el que se
relaciona, por ejemplo, la ira o el cólera genera en los alumnos reacciones defensivas,
caso contrario, la alegría generará atracciones entre los miembros del grupo y por último
la sorpresa promueve la atención ante todos los estímulos que presentemos como
docentes.
1. Agrado y desagrado
1.- Intente recordar sus virtudes y éxitos La reafirmación en sus virtudes y puntos
fuertes es una de las mejores estrategias para
gestionar sus sentimientos. Consiste en pensar
en lo que le ha provocado esa emoción pero
reduciendo su significado negativo.
De acuerdo con Anaya (2010), define la motivación por aprender como una "actitud que
está caracterizada por el involucramiento permanente y a largo plazo comprometiéndose
él mismo en mantener esa actitud de por vida” (p.7). Ahora bien, en el contexto educativo
se han estudiado los conceptos de autorregulación y la autoeficacia.
La autorregulación es la capacidad para utilizar los recursos que posee uno mismo para
planear, controlar y analizar la ejecución de una tarea. La autoeficacia son los juicios que
hace el individuo sobre su capacidad de organizar y ejecutar procesos de acción
necesarios para alcanzar los resultados. De esta manera, las metas académicas que se
planteen los estudiantes dependerá de que tan capaces se crean de lograr determinadas
metas y de su capacidad para emplear estratégicamente los recursos con que cuentan
para alcanzarlas.
La autoeficacia académica no son las habilidades o recursos personales que cuenta una
persona, sino la opinión y juicio que tenga éste sobre lo que puede o no hacer con ellos.
Sobre la relación entre la dimensión afectiva y la autoeficacia. Tuckman y Monetti (2011)
establecieron que las creencias de autoeficacia producen sentimientos o emociones
previas al desempeño, es decir, el hecho de creer que se tiene probabilidades de tener
éxitos al afrontar algo, da origen a sentimientos positivos, mientras que el fracaso produce
emociones negativas; placer y ansiedad, respectivamente, frente al desempeño
(Zajacova, Lynch & Espenshade, 2005). Citado en Alegre (2014).