Coordinadora

Natividad Gutiérrez Chong

MUJERES y NACIONALISMOS
EN AMÉRICA LATINA: DE LA INDEPENDENCIA

A LA NACIÓN DEL NUEVO MILENIO

'r

INSTITUTO DE INVESTIGACIONES SOCIALES Universidad Nacional Autónoma de México

México, 2004
 ••

Ilustración de portada: JORGEGONZÁLEZCAMARENA, Sin título, óleo sobre tela,

100 x 125 cm, cortesía del Museo Soumaya, fotografía de JAVIERHINOjOSA.
Ilustración de la contraportada: fu"JÓNIMO,Sin título, óleo sobre tela,
114.5 x 77.5 cm, cortesía del Museo Soumaya, fotografía de JAVIERHINOjOSA.

Índice

Introducción . 9

Primera parte
TE.ORÍAS DE NACIONALISMO Y ESTUDIOS DE GÉNERO

Capítulo 1: Tendencias de estudio de nacionalismo y mujeres .. 19

Natividad Gutiérrez Chong

................................ 67
Capítulo 2: Género y nación
Nira Yuval-Davis

Primera edición: 2004 Capítulo 3: Multiculturalismo, poder y mujeres .................... 83

MUJERESy NACIONALISMOS
ENAMÉRICALATINA:DELAINDEPENDENCIA Margarita Zárate Vidal
•. LANACIÓNDELNUEVOMILENIO
Segunda parte
D.R. © 2004. Universidad Nacional Autónoma de México
Instituto de Investigaciones Sociales MUJERES EN LAS LUCHAS DE INDEPENDENCIA, DE LIBERACIÓN NACIONAL
Y MOVIMIENTOS ETNO-NACIONALISTAS
Derechos exclusivos de edición reservados para todos los países de habla hispana.
Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier medio sin la autorización escrita
Capítulo 4: Mujeres nahuas en lucha: pequeños espacios,
de los editores.
grandes carencias. . . . . 117
Coordinación editorial: SERGIOREYESCORIi\ Elena Lazos Chavero
Diseño de cubierta: OMARREYESSOLÓRZANO
:::uidado de la edición: HORTENSIAMORENO Capítulo 5: Mujeres y derechos indígenas: la propuesta
Diseño de la edición: MARÍAG. EsCOTO RIVAS del Congreso Nacional Indígena .. , . 157
Diseño y retoque de imágenes interiores: CYNTHIAl1UGOSSUZÁN
Siri Espeland
¡SBN: 970-32-1412-6
Capítulo 6: La participación de la mujer maya al interior del Partido
Revolucionario Institucional . 177
'-lECHOEN MÉXICO Leticia Paredes Guerrero

7
apítulo 7: (Re)ordenando el discurso de la nación: el movimiento de
mujeres indígenas en México y la práctica de la autonomía ... 193
Maylei Blackwell

Tercera parte

MUJERES: IMAGINARIO COLECTIVO Y CULTURA NACIONAL

apítulo 8: Indias a la moda: el caso de "Huellas 2002"

de Gaby Herbstein 235
Introducción
Arnd Schneider

apítulo 9: Las mujeres indígenas y sus luchas trans/nacionales:

notas sobre la re/narrativización de la memoria social. . . . . . . 261
María Eugenia Choque y Guillermo Delgado-P

apítulo 10: Mimí Derba y la Azteca Films: el nacionalismo

y la primera realizadora de cine en México .. 299
frene Garcia NACIÓN, ESTADO-NACIÓN Y NACIONALISMOson conceptos que han reapareci-
do en la ciencia social y en el discurso político de la última década, en
apítulo 11: Dolores Cacuango y el origen de la Patria: semilla tanto que los estudios de género han tenido un auge sostenido a partir
para la kichwización del mundo . 317 de la década de los setenta. Que los objetos de estudio de nacionalismo
Cabriela Bernal Carrera y de género sean de naturaleza diferente y respondan a distintos enfo-
ques teóricos no justifica su mutua exclusión.
El nacionalismo argumenta la viabilidad y capacidad política que una
.mclusión .................................................. 345 cultura adquiere para mantenerse o reproducirse, ya sea por medio de la
creación de naciones por estados o movimientos etno-nacionalistas. Los
dice analítico ............................................ 353
estudios de género, por su parte, exploran, documentan y teorizan la
sta de colaboradores ............... '" . 365 gradual inserción o polifacética vinculación de las mujeres en el espacio
público, usando diferentes enfoques, pero recurriendo a las dicotomías
(público-privado) así como a varios campos de acción, toda vez que los
"feminismos" y el activismo político aún están lejos de llegar a acuerdos,
como lo muestran los derechos indígenas y la nueva etapa contestataria
de los derechos de mujeres indígenas.
Las teorías del nacionalismo ciertamente han subestimado y excluido
a las mujeres de toda discusión, proceso o proyecto relacionado con la
nación. ¿Cómo puede formarse, en el sentido más convencional, una
comunidad horizontal, homogénea, unificada, si no se recurre a ana-
lizar con detalle la intersección de las mujeres en tal comunidad? Por
su parte, los estudios de género han contribuido, entre muchos otros

8 9
 NATIVIDAD GUTIÉRREZ CHONG
aspectos, a una importante obra de denuncia sobre las innumerables
maneras en las que se ejerce la explotación o subyugación de las mu-
jeres. Sólo recientemente, la investigación feminista y la producción
intelectual de mujeres han hecho esfuerzos por incluir el fenómeno del
nacionalismo, lo cual resulta en un vasto terreno de reflexión y análisis,
ya que el surgimiento y consolidación del estado moderno ha erosio-
nado y alterado inexorablemente los vínculos domésticos y familiares
al propiciar guerras y conflictos, al trazar nuevas fronteras, al crear
nuevas instituciones, profesiones y mercados laborales que han dado
profundidad a cada historia nacional.
Los estudios de nacionalismo inician una nueva etapa en la que se
cuestionan y evalúan sus resultados. Así, también, surge la necesidad de
explorar imaginativamente todas y cada una de las facetas que el nacio-
nalismo involucra. Este libro es un primer resultado de un interés aca-
démico compartido por explorar la vinculación de las mujeres con el
nacionalismo en América Latina.
El libro, entonces, enmarca cuatro tendencias. La primera identifica
de qué forma las mujeres han contribuido a construir las diferentes eta-
pas de la nación; así también, problematiza los procesos por los cuales el
estado y sus instituciones han determinado la exclusión de mujeres de la
nación con argumentos étnicos y/o raciales. La segunda explora las ma-
neras de participación en los movimientos nacionalistas y étnicos con-
temporáneos. La tercera demuestra que, si bien el nacionalismo y la
cultura nacional son impensables sin el arsenal de mitos, tradiciones,
iconos y símbolos, éstos a su vez glorifican e idealizan el cuerpo fe-
menino; al cuerpo de la mujer se le atribuyen motivos esencialistas
(vitales para la confección de identidades étnicas o nacionales), es
decir, la madre-naturaleza y sus símbolos de territorio o pertenencia,
o bien, reconocer a la madre-patria de quien eufemísticamente todos
los ciudadanos son hijos. Los pueblos indios de América, por supuesto,
han expresado la perdurabilidad de los lazos ancestrales de origen con
distintas ideas de recrear y pensar la naturaleza. La última tendencia
que este libro explora, reitera la dinámica incesante de la nación, la
identidad y la cultura al estudiar a aquellos grupos de mujeres que
están estrechamente vinculadas con quehaceres intelectuales, artísticos
y académicos, y que han iniciado la construcción y divulgación de sus
propios procedimientos de concebir e imaginar la cultura, la historia o
la soberanía.
10
Introducción
Este libro recoge los primeros resultados de investigación directamen-
te vinculados al proyecto "Mujeres y nacionalismo. Estudios de matria,
territorio y región" (PAPIIT).
De tal manera que algunos de los capítulos que forman este libro fueron
presentados en el panel "Women and Nationalism: From Independence
to the Nation of the New Millennium" en el marco del XXII Congreso de
la Latin American Association (Miami, 2000). No todos las contribucio-
nes ahí presentadas se incluyen en este libro, ya que el propósito central
ha sido el de mantener una línea capaz de teorizar facetas del fenómeno
de los nacionalismos con casos específicos de mujeres. Otros capítulos
fueron comisionados expresamente a especialistas a fin de proporcionar
distintos ejemplos de América Latina en cuanto a las intersecciones entre
mujeres y nacionalismo. Puede decirse que la colección de aportaciones
aquí incluidas constituye una exploración innovadora y rigurosa sobre
maneras de teorizar, uso de materiales y documentos, así como identifi-
cación y estudio de nuevos personajes de la historia cultural y el nacio-
nalismo.
En tanto que el desarrollo de esta área de estudio tiene un carácter
inaugural, el libro comienza identificando los principales cuerpos teó-
ricos del género y el nacionalismo, y sus intersecciones en e! contexto
de la bibliografía más reciente. Se trata, pues, del primer capítulo, escri-
to por Natividad Gutiérrez, que se suma al esfuerzo de identificar las
tensiones, las contradicciones y los puntos de contacto, recupera ejem-
plos y señala tendencias futuras dentro de un análisis que identifica tres
tipos de nacionalismo: el primero es e! nacionalismo de los proyectos y
luchas de independencia; e! segundo tipo se refiere al conjunto de pro-
cesos que echa a andar el estado a fin de construir a la nación, es decir,
la expansión del modelo que caracteriza al sistema internacional de esta-
dos-nación. El tercer tipo de nacionalismo, sin que se defina exactamen-
te como un movimiento político en busca de crear un estado propio, se
refiere a las expresiones políticas y culturales de grupos que cuestionan
las bases de la nación homogénea y monocultural, y buscan proyectos
plurales de incorporación multicultural; tal es la idea principal que
estructura la nación de! nuevo milenio. Los tres tipos de nacionalismo
arriba referidos son un artificio metodológico para introducir y orientar
la discusión que anima este libro; al mismo tiempo, sirven para ejercer
un orden conceptual frente a los muchos significados de! nacionalismo
moderno.
11
 NATIVIDAD GUTIÉRREZ CHONG
Con el propósito de establecer las avenidas teóricas de nacionalismo
y género, se incluye, por primera vez en lengua hispana, un artículo de
Nira Yuval-Davis aparecido en 1993 en la revista especializada Ethnic
and Racial Studies. La lectura de ese texto se ha vuelto una referencia
obligada para incursionar en este terreno de análisis, como lo muestran
investigaciones posteriores de la bibliografía sobre el tema. El debate
del multiculturalismo y la política de género de cara a la construcción de
una nación incluyente es el segundo tema de carácter teórico del libro.
Margarita Zárate demuestra la importancia de revisar los significados
de la nación, el poder y los localismo s desde el género.
Las luchas políticas e insurrecciones en las que participan las mujeres
se registran desde la independencia y resurgen con nuevas característi-
cas en las últimas décadas. Diversos casos empíricos aquí incluidos
muestran él transito prolongado de lucha y demanda, así como los es-
fuerzos colectivos de mujeres por acceder a los recursos naturales y par-
ticipar políticamente en la toma de decisiones comunitarias. El capítulo
de Elena Lazos ilustra con precisión la construcción de un proceso de
empoderamiento entre mujeres nahuas de la Sierra de Santa Marta,
Veracruz; este ejemplo sobre el acceso a la sustentabilidad apunta a una
forma particular de entender los procesos de construcción autónoma o
independiente que son la base de la discusión de este libro. La apertura
de espacios políticos de representación es una actividad que empieza a
dar visibilidad a las mujeres nahuas de Tatahuicapan en el análisis de
Lazos; pero, ciertamente, se extiende al conjunto de las mujeres indí-
genas. Así, Siri Espeland investiga una de las organizaciones civiles más
notorias que surgen a partir de la movilización del EZLN, el Congreso
Nacional Indígena. Esta red resulta pieza fundamental para entender
dos factores de la situación de las mujeres indígenas en los procesos
políticos contemporáneos: una gradual conciencia sobre cómo abatir
su condición des prestigiada y depauperada, así como la creación de es-
pacios donde se plantean demandas por su doble reconocimiento como
mujeres e indígenas. El CNI con su presencia de mujeres toca el caso de
Chiapas en la medida que el siguiente paso para la continuación de las
negociaciones que traerían la paz se interrumpe antes de que se realice
la segunda mesa acordada: "Situación de los derechos y cultura de la
mujer indígena". Este tema va adquiriendo consistencia en la medida
que nos vamos acercando a la discusión del tipo de relación que han
entablado las mujeres indígenas con el estado-nación. Por un lado, es
12
1nlroducción
de lucha por la representación política y acceso y defensa de recursos,
como lo muestran Lazos y Espeland. Por otro, se da en términos de
vinculación política a través de la influencia partidista y la formación
de liderazgos y clientelismos entre las mujeres mayas de Yucatán, en el
análisis de Leticia Paredes. El tema final de esta sección es el de Maylei
Blackwell, que ofrece una discusión actualizada de la forma de inte-
rrelación de mujeres indígenas con los movimientos políticos que han
destacado a partir de la rebelión de 1994 mediante los ejes analíticos
de los derechos, los usos y costumbres, y la autonomía.
-'1 El estado-nación ha sido construido y desarrollado sin la participación
de las mujeres en general (Gutiérrez, capítulo 1) Y de las indígenas en
particular, es decir, una exclusión de género que atraviesa fronteras etno-
raciales. Sin embargo, en las movilizaciones y propuestas de los últimos
diez años, registramos cómo estas mujeres se van dotando de voz pro-
pia y encuentran formas de proyectarse a sí mismas, renarrativizando y
resignificando un tema de actualidad: la autonomía. La autonomía, des-
de la perspectiva de etnia y género, tiene propósitos compartidos por
sacudir o transformar practicas y actitudes tradicionales basadas en la
opresión, la dominación y el paternalismo, a cambio de adquirir capaci-
dad de decisión individual y colectiva.
En el segundo tipo de nacionalismo (nation-building) exploramos de
qué forma se ha usado, celebrado o inventado una iconografía para pro-
pósitos de cultura e identidad nacional que recurre inequívocamente a
estereotipos o arquetipos femeninos. En esta sección damos cuenta del
uso de lenguajes visuales y discursos, es decir, calendarios, guiones cine-
matográficos y narrativas, que contienen informaciones o ángulos dife-
rentes de lectura capaces de proporcionar nuevas y enriquecedoras
pistas de análisis. El calendario, cuyo propósito, además de dar cuenta
del tiempo, es diseminar para las masas una cierta "mexicanidad" desta-
cando idealizadamente el cuerpo de mujeres mestizas o la leyenda de la
"mujer dormida" del paisaje mexicano, es una perspectiva para apreciar
el imaginario popular del nacionalismo, en la explicación de Gutiérrez
en este volumen. Con el mismo recurso del análisis visual del calendario,
una creativa aproximación es el trabajo de Arnd Schneider y la cons-
trucción de estereotipos de la mujer indígena en la sociedad Argentina.
Mediante el análisis de las fotografías de un calendario emitido en el año
2000, Schneider muestra cómo tanto la fotógrafa como la productora de
ese calendario buscan recrear añoranzas por una durabilidad cultural
13
 NATIVIDAD GUTIÉRREZ CI-IONG
indígena en el presente argentino, pese a que éste ha crecido sobre ex-
clusivas estructuras europeas de tipo cultural y racial. Se trata pues de
una exclusión de la mujer indígena en los discursos visuales de la nación
y de los intentos por restituir un origen auténtico mediante el cuerpo fe-
menino, dotado de belleza y glamour europeizado, a contextos rústicos,
primitivos o salvajes, recreando así escenarios romanticizados de la vida
indígena.
La parte final del libro ofrece aproximaciones que nos indican el mo-
mento en que el nacionalismo ha dejado de ser "ámbito masculino" y
cómo éste es retornado intelectual y creativamente por mujeres. El caso
de la primera cineasta mexicana, Mimí Derba, y sus propias ideas de
mexicanidad, integran el capítulo de Irene García. La mirada y el dis-
curso cinematográfico de Mimí fueron pioneros en crear una estética
nacionalista que sería consolidada poco más tarde en la llamada "época
dorada" del cine mexicano. Mimí, como la periodista Anita Brenner,
vivió y construyó el ambiente post-revolucionario para dar prestigio
cultural a México frente al extranjero, dando a conocer, por medio del
reportaje o del cine, las costumbres, el paisaje, el arte precolombino y
los valores. A ellas dos se les une la cantante Astrid Hadad (Gutiérrez,
capítulo1); las tres, a distintos tiempos y por diferentes rutas, forjan sus
propias visiones, símbolos o artefactos de lo "original" mexicano, temas
intrínsecos para entender la compleja fabricación de la cultura nacional,
aspecto complementario del nation-building estructural.
Hacia los dos últimos capítulos encontramos un terreno propicio para
destacar el resurgimiento de narrativas en las tradiciones orales de la
memoria indígena; creatividad intelectual de mujeres andinas que da
fundamento al tercer tipo de nacionalismo. La producción intelectual de
mujeres, en este caso, la transmisión de la palabra oral o escrita, es otro
tema explorado en este libro. Esta inquietud se torna más apremiante en
la medida en que a la triple condición de la mujer indígena expresada en
género, etnicidad y pobreza, se le añade una más: la "desinformación".
Así, Delgado y Choque hacen una destacada contribución con un capítu-
lo sobre los "feminismos étnicos" que inspiran los nuevos liderazgos de
mujeres indígenas a través de la resignificación de mitologías colectivas
en lengua quechua, con lo que cuestionan la etnogénesis y el revisionis-
mo histórico del nacionalismo oficial boliviano. El discurso nacionalista
de las elite s políticas e intelectuales del estado nacional de la región andi-
na no se ha caracterizado por facilitar la integración de clases populares
14
Introducción
y poblaciones indígenas en un pacto de unidad nacional. Esta carencia,
presente en la retórica nacionalista del estado ecuatoriano, es solventada
por el discurso que sobre el origen de la patria común escribe la indíge-
na Dolores Cacuango (1881-1971). Gabriela Bernal, en el capítulo final,
analiza el discurso de esta heroína indígena que basa su pensamiento en
ideas de reconciliación entre clases y facciones, así como en la exaltación
del orgullo de pertenencia. Este discurso de unidad "que entiende a
todos" toca al conjunto de la nación y, con ello, pone una semilla común
de origen. Nacionalismos o luchas independentistas de América Latina
han iniciado cruentos procesos y proyectos involucrando retóricas o
hechos protagonizados por mujeres. Para ejemplificar, en este volumen
recurrimos a dos heroínas: en México, Josefa Ortiz de Domínguez; en
Ecuador, Dolores Cacuango.
Como todo proyecto nuevo, éste ha requerido mucha paciencia, bús-
queda y credibilidad de instituciones, bibliotecas y bibliotecarios, fun-
cionarios y colegas que han contribuido con su energía y entusiasmo.
Las bibliotecas Manuel Orozco y Berra, Miguel Lerdo de Tejada y del
Instituto de Investigaciones Sociales, así como el Archivo General de la
Nación, han sido fundamentales para ubicar algunos de los materiales
que se incluyen en esta obra. Otros materiales ahí proporcionados for-
man parte de investigaciones en proceso. Por ello, a sus directores, jefes
y personal, mi más sincero agradecimiento. El diálogo en el salón de
clase contribuyó en mucho a definir y perfilar los argumentos teóricos
que inspiraron la propuesta inicial. El debate y el interés de quienes par-
ticiparon en los seminarios de "Grupos étnicos y estados" del Instituto
de Investigaciones Antropológicas, la segunda parte de la asignatura de
antropología de la maestría en estudios regionales del Instituto Mora y
el seminario "Actores y movimientos sociales" de la Facultad de Ciencias
Políticas y Sociales, fueron cruciales. A esos jóvenes, por su apertura e
interés, gracias. Más tarde, algunos de ellos se incorporaron a las
tareas de investigación de este proyecto, haciendo sus tesis de grado
y/o logrando presentar contribuciones a este volumen; mi admiración y
agradecimiento. Ellos son Irene Garda, Rubén Olachea, Siri Espeland,
Gabriela Bernal y Edith Martínez. Marcela Acosta y Enriqueta Salazar,
estudiantes de postgrado, comprendieron la importancia de concluir un
proyecto y se sumaron a la importante tarea de sistematizar y capturar la
bibliografía. Toda investigación requiere de soporte secretarial, como el
proporcionado amablemente por Isabel Reina y Patricia Pérez. Muchas
15
 NATIVIDAD GUTIÉRREZ CHONG

de estas páginas se beneficiaron de las amenas discusiones que sostuve

con Susana J oel Glusker y Montserrat Guibernau, a quienes les doy las Primera parte
graCIas.
Esta primera obra se realizó con los fondos de PAPIlT al proyecto de
investigación "Mujeres y nacionalismo: estudios de matria, territorio
y región", a quien expreso mi más entusiasta gratitud. A Hortensia
Moreno por su cuidadosa edición y al Departamento de Publicaciones
del Instituto de Investigaciones Sociales, mi reconocimiento por su
empeño y solidez profesional. Por último, agradezco las acertadas opi-
niones y sugerencias que hicieran los lectores anónimos conforme este
manuscrito avanzaba a su fase final, que sin duda han robustecido los
argumentos de esta problemática inaugural. A Benjamín y Dermot rei-
tero su apoyo y comprensión.

Natividad Gutiérrez Chong

Teorías de nacionalismo y estudios de género

16
Capítulo 1

--------------------~~--~~~~
-

Tendencias de estudio de nacionalismo

y mUjeres

Natividad Gutiérrez Chong

INTRODUCCIÓN

"TODOS LOS NACIONALISMOS Y LOS proyectos nacionales tienen género"

(McClintock, 1993; Walby, 2000): esta aseveración abre una extensa ven-
tana de posibilidades de análisis y reflexión. Podemos, en principio, trazar
un ámbito que celebra, glorifica y exalta al cuerpo femenino' en una mi-
tología, una simbología y una iconografía de identidad nacional, o bien,
sumamos a la tarea de reconocer que hay más amplitud y complejidad en
las tensiones, paradojas y contradicciones del nacionalismo y la nación al
vincularlas a los enfoques de género, un ámbito de intensa idealización
nacionalista, que contrasta con un terreno de análisis más accidentado y
que se caracteriza por la interrelación de las mujeres con el estado-na-
ción. Los lados de esta "doble cara" han dado lugar a estudios pioneros
y exploratorios que buscan entender las intersecciones entre género y

I La posesión del cuerpo femenino en el discurso nacional no sólo es exaltación; im-

plica, también varios tipos de lucha sobre quién posee el cuerpo y sus significados; por
ejemplo, Lidia Liu analiza la novela de la escritora china Xiao Hong, The Field 01 Life and
Death, para ejemplificar que la agresión al cuerpo femenino significa la perpetuación de
la violencia y la violación que sufre una nación invadida por otra, como sucedió en la
ocupación japonesa de Manchuria (1994: 27).

19
 NATIVIDAD GUTIÉRREZ CHONG
nacionalismo (Anthias y Yuval-Davis,1989; Kandiyoti, 1991; McClintock,
1993; Chatarjee, 1993; Cockburn, 1998) desde una perspectiva de teoría
crítica feminista. Este importante cuerpo de pensamiento feminista que
"transgrede y problematiza" (Sluga, 2000) (e inaugura nueva investiga-
ción) robustece construcciones metodológicas que contribuyen a un en-
tendimiento más completo del nacionalismo
En este capítulo buscamos sistematizar los estudios y disciplinas que
han aportado líneas de vinculación o contraste entre algunas de las teo-
rías y enfoques más influyentes del nacionalismo con respecto a las mu-
jeres. Más que aportar a la teoría crítica feminista, se trata de establecer
aquellas aproximaciones que muestren que los estudios de género y la
sociología del nacionalismo no son mutuamente excluyentes, sino que
la identificación de sus "intersecciones" (Anthias y Yuval-Davis, 1989)
hacen que dichos estudios se enriquezcan y complementen. Los estu-
dios de género y los de nacionalismo han producido, por separado, una
vasta bibliografía; varias de sus obras bien podrían considerarse clásicas,
porejemplo, en feminismo crítico, (Pateman, 1996; Phillips, 1996a; Iris
Marion Young, 1996)2 y en nacionalismo (Smith, 1986; Gellner, 1983;
Hobsbawm, 1990; Kedourie, 1960).3 En cuanto a estudios específicos
sobre género, etnia y nación en América Latina, aún son incipientes; sin
embargo, hay aportaciones seminales en Radcliffe y Westwood, 1996 y
Pierce McAllister, 1994.
Obvio es decir que, por la complejidad y diversidad de situaciones del
sujeto nacional, no hay una sola teoría de alcance universal. Esfuerzos
por reunir, contrastar o problema tizar los estudios de género y los de
nación, conjuntamente, han comenzado a surgir a medida que se ha
registrado un avance en la investigación y reflexión de esas disciplinas
como resultado a) del impacto que ejerce el resurgimiento del nacionalis-
2 Véase el excelente volumen de Castells (l996). La perspectiva feminista de factura
española ha volcado gran creatividad y rigor crítico a los paradigmas de las teorías políti-
cas clásicas en argumentos sobre las construcciones ficticias de identidad, de autonomía,
de patriarcado y de la relación desigual con el estado; por ejemplo, Valcárcel, 1997 y
Cobo, 1995.
3 Para recientes aportaciones teóricas sobre distintos aspectos del nacionalismo con-
súltese, por ejemplo, Leoussi (2001), así corno las revistas académicas fundadas en el
seno de la Association for the Study for Ethnicity and Nationalism, London School al'
Economics, Nations and Nationalism y Studies in Ethnicity and Nationalism. También Ethnic
and Racial Studies, editada desde 1985 por Martín Bulmer.
20
Tendencias de estudio de nacionalismo y mujeres
mo (nuevos estados, formación de bloques, desdoblamiento de fronteras
y ambigüedad creciente sobre conceptos de seguridad y soberanía nacio-
nal, visibilidad y politización de la etnicidad) y b) de la atención institu-
cional que reciben cada vez más mujeres por su capacidad de demanda,
movilización y conciencia. Así, hoy contamos con exploraciones que han
abierto un fascinante terreno para profundizar el género, la nación y,
más satisfactoriamente, sus acercamientos y tensiones.
El propósito de identificar y proponer enfoques complementarios
nos ha conducido a organizar el capítulo en las siguientes partes. La
primera ubica los ámbitos de discusión y debate épor qué mujeres y na-
cionalismo?, de ahí partimos para encauzar lo que aquí denominamos
"tendencias de estudio", que permiten ubicar a las mujeres en los distin-
tos tipos y facetas del nacionalismo. En la segunda abordamos tipologías,
modelos y debates que nos sirven de enlace para analizar críticamente
categorías y dicotomías que han orientado la discusión más relevante
sobre mujeres y nacionalismo: la división entre lo público y lo privado así
cómo entre lo natural y lo cultural (véase Ortner, 1974). Ilustramos cómo
pueden apreciarse ambigüedades en un influyente enfoque de naciona-
lismo (la "comunidad imaginaria" de B. Anderson, 1990) al contrastarlo
con investigación documental sobre mujeres en México. Para terminar,
exploramos un terreno dónde la creatividad intelectual y artística de las
mujeres las enfrenta a apreciar o descubrir nuevos imaginarios sobre la
patria, la identidad nacional y la difusión de la cultura y la mexicanidad.
Organizamos los argumentos en tres tipos de nacionalismo: la indepen-
dencia, la construcción nacional y la nación del nuevo milenio.
e-J..-
)~ \:>- ~
GÉNERO y NACIÓN O MUJERES Y NACIONALISMO: ESTADO DEL ARTE
Uno de los partea uas más avasalladores que ha producido el cono-
cimiento de la moderni ad es el esfuerzo intelectual por reconocer y
teorizar la diferencia versus la equidad que fundamenta al enfoque de
género. No nos interesa aportar al enfoque per se, sino que nos parece
pertinente iniciar esta discusión ubicando sus rasgos y dinámica más ge-
nerales. Se trata de teorizar el entramado social y cultural que provoca
la diferencia biológica entre los sexos, el "género es el sexo socialmente
construido" (de Barbieri, 1992), o lo que es ser hombre o mujer social
y culturalmente (Beckman y D'Amico, 1994: 3). Las diferencias no son
21
 NATIVIDAD GUTIÉRREZ CHONG
esencialismos, sino construcciones transmitidas socialmente que denotan
poder de un sexo sobre otro, o bien "modos de discurso" (Yuval-Davis,
1997: 9). Para que exista una teorización de género tiene que haber so-
bresalido una conciencia sobre la relación asimétrica de las diferencias
en roles sociales y culturales; de ahí que una consecuencia notable del
estudio de género sea el estudio sobre los sistemas patriarcales que han
permeado la posición menos privilegiada de las mujeres en estructuras
de subordinación y dominación en la división del trabajo de la familia
y de la economía (Walby, 1986 y 1990). Hay distintas categorías de géne-
ro y la teoría crítica feminista reconoce que las construcciones de género
(femenino-masculino, hombre-mujer) se reconocen por su dinámica va-
riable y no estática; así, el género varía de una generación a otra, o según
(condiciones raciales, étnicas religiosas y de clase (Lorber y Farell, 1991:
prefacio).
"Hacer género es inevitable" (West y Zimmerman, 1991: 33-34) y
tal inevitabilidad se torna más evidente en cuanto a la nación en tanto
arreglo social y cultural. Si de diferencias construidas y su desigualdad se
ocupa el género, la nación también es una construcción que ha promovi-
do la idea de comunidad perdurable y original. Desde aquí ubicamos ya
un campo específico de tensiones. Una nación puede definirse como una
"comunidad de ciudadanos con capacidad de autogobierno y autodeter-
minación, con diversos pasados, tradiciones e historicidad, lo cual con-
tribuye a hacer reclamos efectivos sobre la legitimidad de su peculiaridad
cultural distintiva" (Gutiérrez, 1998: 82). No hay dos naciones iguales ni
a una le interesa parecerse o imitar a otra. Una nación así definida puede
difícilmente diferenciarse de la etnia, la cual también reclama y legiti-
ma cultura, tradición y lengua propia e incluso territorio y, por ende, el
derecho a la soberanía. A fin de superar ese plano, la posesión de estado
propio o autodeterminación, en tanto capacidad del grupo de gober-
narse a sí mismo, o liberación integral de dominio colonial, indica una
diferencia cualitativa con la etnia, es decir, la etnia se diferencia de la
nación si hay posesión o proyecto de tener estado propio. De manera que
es más cuestionable la visibilidad y permanencia de una nación sola (sin
estado) en la era global e interdependiente (Guibernau, 1998: 118) que
la continuidad, aunque accidentada, del estado-nación. El estado-nación,
aparte de los atributos histórico-culturales antes mencionados, crea ins-
tituciones y sistemas legales con los cuales es posible la autosuficiencia
de su propia economía, la expansión de un arreglo unitario y homogé-
22
Tendencias de estudio de nacionalismo y mujeres
neo como condición para poner en práctica la igualdad y lograr objetivos
comunes. Las instituciones han ayudado a homogeneizar un conjunto de
factores tales como la división del trabajo, la unificación de las lealtades
y de los estilos de vida; han desarrollado un sistema de enseñanza y de
medios de comunicación (Gutiérrez, 1998:83).
El estado en América Latina ha hecho a la nación y, por tanto, el es-
tado ha construido el género que marca la desigualdad (o la exaltación
nacionalista) de mujeres y hombres que dentro del concepto ciudadanía
se identifican como miembros (casexuadosi', éindiferenciadosp) de una
nación." Varios elementos significativos del estado-nación hoy enfrentan
importantes cuestionamientos desde las teorizaciones tanto de feminis-
tas como de intelectuales y líderes de etnias nativas e inmigradas que
reclaman reconocimiento a la diferencia e igualdad de oportunidades en
sus propios términos. Así, homogeneidad y centralismo van perdiendo
fuerza como discurso y modo hegemónico, y conceptos de autonomía
y autogobierno (exclusivos del estado-nación) son banderas que ahora
hacen suyas mujeres y etnias.
El estado crea nación y género porque opera mediante instituciones
y por su "Janus face" (la cara del dios griego, J ano, que mira hacia ade-
lante y atrás simultáneamente) de inclusión y exclusión. Género y na-
ción son construcciones que delinean y determinan los diversos roles de
hombres y mujeres en distintos tipos de nacionalismo, los que a su vez
conducen e inspiran a que las colectividades estén ante la posibilidad
de "erigir ideales de independencia" (Smith en Leoussi, 2001), perma-
nencia y continuidad, es decir, naciones. Para poder tipificar una nación
se requiere de un nacionalismo y éste tiene varios tipos de los cuales
nos ocuparemos más adelante. Así, el concepto de género nos habla de
diferencias construidas entre sexos, pero no nos importa aquí la ponde-
ración o examen de los roles identatarios de lo femenino y lo masculino
y sus derivaciones en sistemas de opresión; nos interesa el rol cultural y
sociológico de las mujeres en las distintas rutas y tipos que conducen a la
nación. Para ordenar nuestra discusión requerimos identificar primero
algunas de las aportaciones más sobresalientes que se han enfocado al
estudio de nacionalismo y género.
4 Sobre la cuestionable neutralidad de la ciudadanía en las democracias en transición
de América Latina, véase el análisis de Craske, 1999.
23
 NATIVIDAD GUTIÉRREZ CHONG
Identificando "intersecciones"
La teoría feminista que abrió un nuevo tono de debate crítico en torno
al nacionalismo hacia finales de la década de los ochenta veía la necesidad
de un replanteamiento conceptual más integro. Ello incluía cuestiona-
mientos e interrogaciones a la sociología del nacionalismo o a las relaciones
( internacionales (Enloe, 1989; Beckman y D'Amico, 1994), denuncias so-
\ bre el recrudecimiento de los sistemas patriarcales en sociedades colo-
niales, reconocimientos a los derechos de las mujeres en movimientos
nacinalistas, críticas acerca de los roles pasivos y simbólicos de la icono-
grafía nacionalista. Desde cualquier ángulo feminista, el nacionalismo
tenia una sustantiva historia de exclusión a las mujeres. Tal fue una de las
reflexiones de Catherine Hall en Bellagio 1992, en la reunión para "deba-
tir colectivamente" sobre estos temas, y que posteriormente fueron publi-
cados en Feminist Review (4, 1993). "Si el nacionalismo no es transformado
por un análisis del poder de género; el estado-nación continuará siendo
un repositorio de esperanzas masculinas, de aspiraciones masculinas y de
privilegios masculinos" (McClintock, 1993). O bien, hasta que el género
no sea tomado en consideración por historiadores del nacionalismo y de
las relaciones internacionales, las preferencias por la masculinidad y las
formas de las diferencias sexuales inscritas en las teorías y prácticas del
nacionalismo continuarán ejerciéndose incluso en épocas donde parecen
estar ausentes (Sluga, 2000: 517).* Estas opiniones críticas han contri-
buido a dar relieve al cuestionamiento del nacionalismo como modo/
discurso/práctica hegemónico en tanto que feministas e indígenas coloni-
zados comenzaron a encontrar canales para reclamar su herencia y lugar
tanto en las historias como en los proyectos nacionales. ¿Qué se ha hecho
para que el nacionalismo deje de ser un terreno exclusivo del dominio
masculino? ¿Qué hallazgos reporta la investigación feminista?
Antes del simposio de Bellagio "Gender, Nationalisms and National
Identities" (julio, 1992), habían aparecido dos textos seminales: el de
Kumari]ayawardena (1986), Feminism and Nationalism in the Third World,
yen 1989, Women-Nation-State de Nira Yuval-Davisy Floya Anthias. El libro
* Until gender is taken up as a matter of course by historians of nationalism and in-
ternational relations, the preferences for masculinity and the form of sexual difference
inscribed in the theories and practices of nationalism will continue to be exercised even in
epochs where they appear to be absent.
24
Tendencias de estudio de nacionalismo y mujeres
de] ayawardena abrió la discusión entre dos ideologías y movimientos que
no habían sido hasta entonces vinculados: feminismo y nacionalismo,
y que, aparentemente, pertenecían a ámbitos de análisis sin posibilidad
de diálogo. También logró darle presencia a las políticas aspiracio-
nes de las mujeres del Tercer Mundo en el contexto de sus luchas por los
derechos y los movimientos civiles que diferían de las preocupaciones de
la academia feminista de Occidente y sus interlocutoras, mujeres blancas
de clase media. Por su parte, Yuval-Davis y Anthias lograron, entre otros
aciertos, identificar las cinco principales maneras en donde se pueden
encontrar intersecciones entre mujeres y nacionalismo:
• Como reproductoras biológicas de los miembros de colectividades
nacionales.
• Como reproductoras de los límites de los grupos nacionales (median-
te restricciones sobre las relaciones sexuales y maritales).
• Como transmisoras activas y productoras de la cultura nacional.
• Como símbolos significantes de diferencias nacionales.
• Como activas participantes en luchas nacionales. *
Esta tipología de importante contribución se ha convertido en una
aceptada guía de referencia para futuros estudios de estas problemáti-
cas." Un ejemplo se encuentra en el conjunto de artículos que reúne el
número especial de Nations and Nationalism (vol. 6, 4, 2000) sobre género
y nacionalismo. Críticas a las formas de exclusión del proyecto nacional,
su generización (genderisation) y, como resultado, la ambigüedad en la
que se encuentran las mujeres con respecto a la nación y al nacionalismo,
son ejes recurrentes en autoras como Cusack (2000), Kandiyoti (2000),
Sluga (2000) y Walby (2000) y quienes implícita o explícitamente han
* As biological reproducers of the members of national collectivities, as reproducers of
the boundaries of national groups (through restrictions on sexual and marital relations),
as active transmitters and producers of the national culture, as symbolic signifiers of na-
tional difference, as active participants in national struggles (1989: 7). •
5 Cabe agregar que la discusión académica sobre mujeres y nacionalismo ha dado re-
sultados de manera tangencial; tal fue el caso del volumen de Wilford y Miller (1998), el
cual cambia la ruta original, "la participación económica y política de mujeres", por la de
género y neonacionalismo debido al interés que suscitó el tema de la identidad política
en sociedades en transición.
25
 NATIVIDAD GUTIÉRREZ CHONG
elaborado ideas a partir de Anthias y Yuval-Davis(1989). Las contradic-
ciones de nacionalismo, modernidad y atraso, urbano y rural, tradición
y cultura, reaparecen y se intensifican al abordar la si.tuación de las mu-
jeres, aunque casi enseguida será evidente que las mUjeres son acomoda-
das en los nichos más conservadores.
El papel de las mujeres, entonces, está fuertemente i?~ntificado con el
"aspecto atrasado de la nación" hacia sus orígenes y trad1CIOI~:S, aunqu: su~
hijos, al darse cuenta de esto, lo usen para promover a la nacion, Ademas, S1
las mujeres son las guardianas pasivas de tradiciones nacionales y morales,
e! estado moderno sitúa a sus descendientes masculinos en e! pasado como
padres y líderes de la nación y como la fuente de las habilidades y el geni?
innatos en sus artes y oficios: el patrimonio de! patriota. Incluso sobre e! terri-
torio que se les imputa en e! distante pasado, las mujeres fueron construidas
como súbditas de los hombres y carentes de participación en la política o las
artes.*
Es evidente que la tipología de las "intersecciones" ayuda a comprender
que las mujeres desempeñan más de un rol y ello intensifica una contra-
dicción que es percibida como ambigüedad, en contraste con la situación
más definida, menos inestable e invisible de los hombres. Que las mu-
jeres sean identificadas como "guardianas de los valores tradicionales"
mientras que los hombres han sido los "constructores y promotores del
estado" contribuye a la reproducción del estereotipo de la pasividad fe-
menina y la exclusión institucional. A ello se añade la negación o el con-
dicionamiento de los derechos ciudadanos y el énfasis de la presencia de
la mujer en el ámbito familiar.
La tipología, entonces, permite señalar los distintos roles que simultá-
nea, parcial o separadamente involucran a las mujeres. Hay una tenden-
cia a resaltar, un tanto, sin balance, el papel pasivo o tradicional de las
mujeres frente a un proyecto más dinámico y emprendedor del mundo
* "The role of women, then, is strongly identified with the 'nation's backward look'
to its putative origins and traditions, although sons, in taking on this knowledge, use it
to push the nation forward. Furthermore, if women were passive guardians af national
traditians and morals, the modern state located its masculine forebears in the past as
fathers and leaders of the nation and the fount of the nation's native skills and genius its
arts and crafts: the patriot's patrimony. Furthermore even on their own imputed territory
in the distant past women were constructed as subjects to men and as non-participants in
politics 01' the arts" (Cusack, 2000: 546).
26
Tendencias de estudio de nacionalismo y mujeres
masculino. Para McClintock, los hombres y las mujeres tienen diferentes
trayectorias frente a la nación moderna: "mientras las mujeres represen-
tan la cara tradicional de la nación, los hombres se apropian del futuro'j
(1993: 66). Las mujeres son depositarias de la autenticidad y originalidad
que persigue toda nación, mientras sus derechos en el terreno político de
la legalidad son postergados. No encuentro en esas afirmaciones elemen-
tos que demeriten la importancia del simbolismo nacionalista que, de
no existir, haría impensable cualquier nacionalismo. En otras palabras, a
pesar de la crítica feminista y su enfoque en denunciar la situación "atra-
sada", "tradicional", "excluida" y, por supuesto, poco privilegiada de las
mujeres, creemos que su rol de "guardianas", de "custodias" o "porta-
doras" no puede soslayarse; de hecho, difícilmente encontraremos un
nacionalismo carente de simbolismo y, que tal simbolismo encarne la
exaltación y celebración del espacio domestico, el cuerpo o la hazaña he-
roica de las mujeres, no es asunto trivial ni menor." En suma, varios son
los roles que asumen las mujeres en los nacionalismos, no sólo se trata de
ver a las mujeres como símbolos o "prendas", sino como actores sociales
implicadas en procesos nacionales de maneras específicas (Walby,2000:
527; y Kandiyoti, 2000: 490).
La teoría crítica feminista pugna por reconocer y teorizar la diferencia
y tal búsqueda por la especificidad se aleja de posiciones inflexibles o de-
finitivas; así, seguir un tratamiento en esa línea al nacionalismo implica
tomar en cuenta las tipologías o rutas de ese proceso político-cultural
que ha elaborado la sociología del nacionalismo. Este objetivo no implica
nuevamente resaltar la exclusión que marca el enfoque de género el cual,
como vemos, es evidente, sino observar los roles de las mujeres como
actores sociales en los distintos tipos de nacionalismo.
NACIONALISMO
A pesar de la popularidad del nacionalismo, aunque éste sólo sea, desde
el feminismo, una "arena, memoria o esperanza masculina" (McClintock,
1993: 62, parafraseando a Enloe, 1989: 44) o una "doctrina inventada
¡; Véanse ejemplos de mujeres indígenas y la exaltación del espacio doméstico que es
motivo de preocupaciones literarias por escritoras indígenas (véase cap. 10; Gutiérrez,
1999). También el artículo "Las mujeres son más indias" de Marisol de la Cadena
(1991).
27
 NATIVIDAD GUTIÉRREZ CHONG
en Europa a principios del siglo XIX"(Kedourie, 1960, en Leuossi, 2001:
230), el término abarca varios momentos y, por tanto, anticipa una mul-
tiplicidad de significados. El mundo moderno difícilmente se piensa
sin el impacto del nacionalismo y por ello éste adquiere varias formas:
ideología, doctrina, estado de la mente, sentimientos de lealtad, ideales
de independencia, resurgimiento étnico o folklore. Hay, sin embargo,
cierto consenso en que el nacionalismo es una doctrina moderna para
otorgar legitimidad a una nación. Así, para Schopflin los principios del
nacionalismo son "la proposición de que el mundo está dividido en na-
ciones y sólo en naciones, que cada nación posee un pasado compartido
y un futuro y, posiblemente que cada nación está conectada a un terri-
torio particular, el cual puede ser también simbólico" (en Leoussi, 2001:
225). Ciertamente, para que el "mundo esté dividido en naciones" las
estrategias tanto de las colonias como de las metrópolis, a partir de fina-
les del siglo XVIII,han sido numerosas, impredecibles y profundamente
complejas. Tampoco han ocurrido al mismo tiempo ni seguido la misma
lógica, lo cual hace difícil acuñar una definición única o una sola ruta de
acceso al nacionalismo. La doctrina del nacionalismo busca, no obstante,
la realización de la independencia y de la capacidad de gobierno propio
por una población (o grupo étnico) en pos del reconocimiento o diferen-
ciación con respecto a otras poblaciones. La sociología del nacionalismo
ha situado de manera privilegiada a Europa como la cuna de la doctrina,
principalmente con los ideales fraternales y libertarios de la Revolución
Francesa, pero su primera expresión como doctrina de emancipación an-
ticolonial ocurre con la Guerra de Independencia de Estados Unidos.
La declaración de independencia por Thomas J efferson el 4 de julio
de 1776 contribuye a crear el ambiente político para aniquilar el tute-
laje colonial y desintegrar los virreinatos y capitanías de las Américas
(Gutiérrez, 2001b: 720). Más abajo discutiremos las razones que pren-
d~n al nacionalismo en el continente americano; en las líneas siguientes
reiteramos que, en nuestra definición, el nacionalismo es la búsqueda
y consolidación de un estado y, con ello, la autosuficiencia, la soberanía y
la autodeterminación.
Si no hay un solo nacionalismo y más bien tipos de éste (Hall, 1993),
veamos ahora posibles caracterizaciones para América Latina. l. La crea-
ción ?e .un estado soberano, es decir, la autodeterminación de un pueblo
(sur?"ImIento y consolidación del estado a partir de luchas libertarias,
gobiernos popularmente electos y constituciones, siglos XVIIIy XIX).2. El
28
Tendencias de estudio de nacionalismo y mujeres
proceso de construcción de la nación por el estado, o sea, la delimitación
del estado-nación por la vía de un nacionalismo oficial e instituciones
siglos XIX-XX.Si bien éstos son los tipos más comunes, agreguemos uno
más: la capacidad de negociación y liderazgo de aquellos movimientos o
proyectos étnicos que cuestionan la fórmula basada en la homogeneidad
del estado-nación contemporáneo a fin de dar lugar a un reconocimiento
de la pluralidad como condición de una mayor democracia participa-
tiva. Podría ser este último un momento que conllevara a la reproduc-
ción y multiplicación de nacionalismos sin estado (Guibernau, 1998) que
harían mover las fronteras geopolíticas, cambiar la legislación interna-
cional y ajustar el contenido ideológico de las relaciones internacionales.
Así, ocurren y se interrelacionan tres tipos de nacionalismo en la historia
de América Latina, obvio es decir que en distintos tiempos.
EL PRIMER
TIPODENACIONALISMO
O LASLUCHAS
DEINDEPENDENCIA
Muy brevemente señalemos el entorno nacionalista de principios del
siglo XIX. Hacia 1809 se registra en Quito el primer levantamien-
to por la independencia; un año más tarde, los barrios urbanos de
Buenos Aires, Caracas y Santiago realizan movilizaciones. México
también inicia levantamientos campesinos en las provincias centrales.
Las guerras de independencia continuaron por un periodo de veinte
años, después de millones de civiles muertos y una cruel represión
contra los líderes rebeldes y sus seguidores. Ha sido ampliamente
documentado (Brading, 1991; Lynch, 1986; Mallon, 1995) que una
razón de peso para explicar el derecho a la autodeterminación fue
el creciente interés criollo por asumir el control gubernamental y
fundar, no sin profundos altibajos, repúblicas que a su vez serían los
entornos de gobiernos constitucionales y de una incipiente ciudada-
nía. Hay intrincadas explicaciones que nos remiten al género en las
construcciones nacionalistas. El deseo criollo por la independencia
y la soberanía influía decisivamente en la búsqueda de diferencias
que marcaran la separación entre criollo y español; ambos, después
de todo, tenían la misma ascendencia racial, tenían comunidad de
idioma y estaban profundamente ligados al catolicismo, a su iglesia
y estructura. El lugar de nacimiento, sin duda, se convirtió en un
poderoso marcador, útil para establecer la diferencia que ya convenía
29
 NATIVIDAD GUTIÉRREZ CHONG
al criollo, en tanto que el nuevo continente podía otorgarle legitimi-
dad, originalidad y razón para ideales de continuidad o destino.
Veamos, por principio, aquello que Stern (1999) identifica como u~
poderoso patriarcalismo en tanto herencia hispana al nuevo mundo. I
Este patriarcalismo, como
mezcla de pretensión y gesto benevolentes [del patriarca] con su cruel violen-
cia y sometimiento; su insistencia en el ejercicio personal y sexual del poder,
así como en formas más socialmente distantes e indiferentes como un espo-
so-padre posee a la esposa y a los hijos, y de poseer a estos últimos como un
amo posee a un esclavo; su impulso de basar la legitimidad en una mística
del temor y la adulación apropiada para los padres metafóricos: estas fusio-
nes a veces paradójicas de la explotación extrema y la indiferencia social con
dependencias y pretensiones humanas más orgánicas parecían captar algo
fundamental y distintivo acerca de los contornos humanos de la dominación,
la lucha y la cultura en América Latina (Stern, 1999: 28).
Difícil es, entonces, ignorar la influencia de esa estructura y conciencia de
poder y virilidad que relegaba a mujeres y hombres pobres a la inferio-
ridad. Reproduzco de trabajos míos anteriores (Gutiérrez, 1990 y 1995)
argumentos de cómo el género, la raza y la etnia fueron móviles efecti-
vos para trazar sutiles pero perdurables diferencias. Uno de tales argu-
mentos es que las mujeres nacidas en España, durante los siglos de la
Colonia, llegaron a ser sinónimo de estatus social alto; así, el prejuicio
de nacimiento pudo establecer una barrera entre el criollo y el penin-
sular y fue la gran frontera para el surgimiento de otras castas, todas
ellas determinadas por la posición de la mujer. Stern, en el trabajo ya
citado, se ha referido a un "código de feminidad en el complejo honor/
vergüenza" (p. 33) para ser cultivado por las mujeres de rangos altos. En
la Nueva España, la mujer era la transmisora de la condición social; por
ejemplo, el vástago de padre español y madre india se epitomizó en el
mestizo, pero ninguna historia o "pintura de castas" registra a la madre
hispana con padre indígena. El honor y el estatus estaban dados por la
mujer hispana, que difícilmente contraería matrimonio con alguien de
menor posición socioeconómica. No es de sorprender, entonces, que el
desdén de las mujeres hispanas por los hombres del nuevo mundo haya
7 Una historia de colonialismo británico y relaciones de género es el estudio de
McClintock, 1995. Para América Latina ver J aniewski, 1998 YSaloma, 2000.
30
Tendencias de estudio de nacionalismo y mujeres
acuñado el famoso malinchismo (Lafaye, 1985: 45). Y la escuela "natura-
lista" francesa del siglo XVIII con G. Leclerc y de C. de Pauw a la cabeza
contribuyeron a darle peso a la supuesta inevitabilidad del determinismo
geográfico que despreciaba los supuestamente subdesarrollados geo-
grafía, fauna y clima del nuevo mundo (Gutiérrez, 1990: 106; Y Gerbi,
1946: 393). Hago alusión al comentario del arzobispo Juan de Mañozca
en el siglo XVII que ilustra la combinación construida de determinismo
y sexismo en el mundo prenacionalista: ''Aunque los criollos no tengan
sangre india, han sido alimentados con la leche de mujeres indias y
son, por lo tanto, como los indios, criaturas de temer" (Israel, 1975: 116).
Es por ello que la línea matrilineal sobre la que se asienta la nación mexi-
cana (Lomnitz-Adler, 1992: 227) tiene su origen en las castas, de donde
surgen poderosos mitos de unificación nacional -la Malinche y el mes-
tizo- e hirientes estereotipos -"la negra para limpiar, la mulata para la
cama y la blanca para casar"- que todavía hoy pueblan las interrelacio-
nes entre los sexos (desde luego, es notable la ausencia de la mujer india
y ello es indicativo de que no se aconsejaba como una opción viable de
matrimonio o contacto exogámico)." ¿Había mujeres participando en las
gestas libertarias que buscaban la abolición del colonialismo y, por ende,
el ideal independentista? ¿Únicamente podemos identificar a mujeres
prenacionalistas en espacios domésticos y delimitadas por una estructura
sexista y patriarcal?
En una sección de un trabajo anterior, "Mujeres que luchan o hacen
patria" (Gutiérrez, 2000a), me referí a las "heroínas de la independen-
cia". Su estudio me condujo a formular la siguiente pregunta que aquí
desarrollo: ¿el nacionalismo en México y América Latina se introdujo co-
mo "doctrina europea" o adquirió forma como "protonacionalismo", es
decir, sentimientos de pertenencia colectiva incluso a nivel macropolítico
sin circunscribirse al estado-nación moderno (Hobsbawm, 1990: 46) o
de sentimiento racializado y sexualizado de exclusión? No cabe la menor
duda de que hubo una generación de mujeres nacidas en las últimas dé-
cadas del siglo XVIII y principios del XIX que actuaron con conocimiento
de causa por ideales independentistas. Ahí está el Calendario de 1825,
escrito por José Joaquín Fernández de Lizardi (1776-1827) para honrar
el patriotismo y el sacrificio de las heroínas: "el acto de amar a la patria
8 Recuérdese que había recomendaciones para que las negras y las indias se casaran
con los de su clase y raza (Morner, 1967).
31
 NATIVIDAD GUTIÉRREZ CHONG
ha llenado al sexo débil con coraje y las mujeres frágiles han logrado
extraordinarios resultados" (Fernández de Lizardi, 1955: 14). Si el nacio-
nalismo sólo se conociera por la difusión de la doctrina, la cuestión sería,
entonces, de dónde obtuvieron o aprendieron estas mujeres ideales de
independencia; me inclino a sostener que hubo menos impacto de éstos
entre las mujeres, si concluimos que una doctrina supone acceso a ésta
mediante transmisión y difusión de ideales. La nación o la patria -térmi-
no este último en desuso, pero de gran popularidad en la época que nos
ocupa- está ligada al acceso a las ideas, si nos apoyamos en la multicita-
da frase de B. Anderson de la "comunidad imaginaria" (1990). La capa-
cidad de imaginación colectiva fue posible por medio de la novela? y la
prensa escrita, es decir, esa capacidad podía lograrse si una colectividad
tenía acceso a y compartía informaciones idénticas.
Un argumento deductivo indica que sólo los varones mexicanos del
siglo XVIII en adelante podían participar de la corriente de ideas y, por
tanto, formar parte de la nación en construcción. ¿Por qué solo los varo-
nes? Tres siglos de vida colonial restringieron a las mujeres al hogar, al
convento o a la iglesia. Los hombres de elite recibían instrucción eclesiás-
tica o asistían a colegios y universidades. La lectura y escritura, en espa-
ñol y latín, posibilitaban el acceso a las ideas y a la discusión, y estaban
determinadas por género y estratificación etno-racial. Una aproximación
de los altos índices de analfabetismo entre mujeres en la sociedad mexi-
cana del siglo XIX ha sido trazada por Arrom (1985). Aquellas mujeres
que no podían firmar sus propios testamentos entre 1802 y 1803 fueron
80 en una muestra de 100 (p. 21). Este criterio es incluso más significa-
tivo si consideramos que los testamentos y dotes eran asuntos exclusivos
de mujeres blancas de clase media y alta. Un análisis de contenido de dos
diarios de la ciudad de México concluye que los artículos sobre "cultura
femenina" incluían únicamente asuntos relacionados con los intereses
de una clase privilegiada. Aunque estos artículos aparecían con cierta
regularidad (por ejemplo, se registran 1875 en el Diario de México), "nin-
guno fue escrito por mujeres" (Lavrín, 1978: 201). Además, las mujeres
de la elite mexicana no escribían diarios personales ni novelas (Arrom,
1985: 13).
9 Véase El periquillo Sarniento de Fernández de Lizardi y cómo es usado en el famoso
argumento de B. Anderson (1990).
32
Tendencias de estudio de nacionalismo y mujeres
A fin de continuar investigando este impresionante panorama de
ausencia intelectual de las mujeres mexicanas, se realizó una amplia bús-
queda de aquellas publicaciones signadas por mujeres a partir de la se-
gunda mitad del siglo XIX. Se encontraron dos publicaciones: El Albún [sic]
de la Mujer (1883-1990) dirigido por una mujer española, Concepción
Gimeno de Flaquer, y Violetas del Anáhuac (s/f) bajo la conducción de
Laureana Wright de Kleinhans.'? De la primera publicación, se seleccio-
naron los artículos que implícita o explícitamente se referían a la "patria",
a "héroes", "mujeres notables" y "leyendas". También se seleccionó la
producción literaria en el género de poesía, que solía ser muy frecuente
en estas publicaciones. De la segunda publicación, sólo se encontró un
número, debido, tal vez, a la falta de clasificación definida en bibliotecas
y en el Archivo General de la Nación (AGN).11
La educación para mujeres se reducía a lo más elemental y rudimen-
tario, lo cual excluía cualquier posibilidad de lograr una educación supe-
rior o universitaria (véase Muriel, 1963; Lavrin, 1978; Sefchovich, 1999).
El analfabetismo de mujeres no sólo era avasallador, sino que aquellas
mujeres que podían acceder a la palabra escrita lo hacían a través de la
ruta que conducía a la literatura religiosa. Así, pese a la gran populari-
dad de la "comunidad imaginaria", ésta incluía sólo a hombres, y si las
mujeres coloniales se enteraron del nacionalismo, no fue precisamente
leyendo prensa ni novela escrita. Revisemos ahora la acción política de
mujeres en la gesta independentista, según el caso de la heroína más co-
nocida del panteón cívico mexicano, María Josefa Ortiz de Domínguez
(1768-1829).12
10 Sobre la obra intelectual de esta escritora y sus aportes en la configuración de la
mexicanidad, Cano se refiere a la inclusión de la mujer mexicana en la narrativa de
la historiografía oficial; de ahí se entiende la razón del libro de Laureana Wright, Mujeres
notables (Cano, 1998: 112).
11 El análisis de estos documentos forma parte de otra publicación actualmente en
etapa de análisis y sistematización. Gabriela Bernal, "Mujeres y nacionalismo: matria, te-
rritorio y región: informe de la Biblioteca Miguel Lerdo y Archivo General de la Nación"
(proyecto PAPIIT, mayo de 2001). .
12 Los ejemplos de las heroínas aquí incluidas son tomados de mi ponencia "Mujeres:
patria-nación: 1810-1920" (2000a). Al respecto, es conveniente situar la diferencia entre
patria y nación. De acuerdo con el uso de la época, patria es la conciencia de forjar terri-
torio, historia y cultura, y la nación parte de un proceso étnico. Actualmente, patria está
en desuso y nación integra la etnicidad, la territorialización y la ingeniería centralista del
estado.
33
 NATIVIDAD GUTIÉRREZ CHONG
Especulación y leyenda son parte de su historia. Casada con un co-
rregidor (juez designado por el rey), contribuyó a organizar el estalli-
do de la revolución popular de independencia (15 de septiembre de
1810). Algunos historiadores del siglo xx han tratado de minimizar el
papel de Josefa Ortiz. Por ejemplo, un trabajo escrito en 1909 por Luis
González Obregón expresa que su conciencia y patriotismo los adquirió
por conversaciones que escuchaba tras las puertas, cuando José Joaquín
Fernández de Lizardi visitaba la casa de un criollo independentista, ya
que Josefa trabajaba como doméstica (difícil de creer si Josefa fue la es-
posa del corregidor Domínguez) (Agraz, 1992). Es interesante notar el
énfasis que biógrafos e historiadores han puesto en que las ideas de li-
bertad que seguía Josefa provenían de ser clandestinamente escuchadas.
El "grito de Dolores" se salva por la atinada actuación de Josefa quien
ha escuchado, como esposa del corregidor, que la conspiración ha sido
descubierta.
Esta falta de reconocimiento al sentimiento (o intuición) patriótico
atribuido a las mujeres ha sido refutado por un biógrafo de Josefa Ortiz,
Gabriel Agraz García. Josefa, como cualquier otro habitante no nacido
en la España peninsular, de origen mestizo y mulato, era necesariamente
sensible a experiencias diarias de humillación, desprecio y segregación.
¿Por qué no habría de pensarse que una situación tan marcadamente
desagradable creara entre las mujeres -Josefa entre ellas-la necesidad
de liberación y gobierno propio?
El biógrafo en cuestión, Agraz, nota que, curiosamente, Lizardi no
incluye en su calendario conmemorativo a Josefa, por lo que aventura la
hipótesis de que nunca hubo contacto entre ellos. Josefa todavía es, para
la historiografía convencional, la mujer que contribuyó a la independen-
cia por sus actos simples de escuchar las conversaciones de los insur-
gentes al otro lado de puertas y mamparas.
Mientras el Corregidor [esposo de Josefa] estaba ejecutando la prisión de
Epigmenio, su esposa [josefa], persuadida del riesgo que la conspiración
corría de frustrarse y todos los comprometidos en ella de ser aprehendidos,
si no se tomaban prontas y eficaces medidas, trató de dar inmediatamente
aviso a Allende del punto a que habían llegado las cosas. La recámara de su
habitación caía sobre la vivienda del alcaide de la cárcel, la que, como en casi
todas las capitales de provincia, estaba en los bajos de la casa de Gobierno.
Llamábase el alcaide Ignacio Pérez y era uno de los activosagentes de la con-
34
Tendencias de estudio de nacionalismo y mujeres
juración. ~a Corregidora precavida y vigilante. había convenido con él que
en cualquier caso urgente lo llamaría dando tres golpes sobre el techo de la
habitación que él ocupaba. Al oír aquella señal, Ignacio Pérez salió precipita-
damente a la calle acercándose al zaguán de la Corregidora, donde ésta, que
había bajado rápidamente la escalera, le esperaba ya. Y donde a través de la
cerradura y acercando sus labios alojo de la llave, le comunicó lo que pasaba
encargándole que avisase en el acto a Allende, que se hallaba en la villa de
San Miguel el Grande (Wright, 1910: 293).
Para la historiografía oficial, su acto heroico no fue la elaboración o trans-
misión de ideas ni ideales, ganar violentos combates o imponer actos,
sino la capacidad de emitir un susurro en el momento preciso. ¿Cómo
explicamos esta heroica hazaña tipificada en rol de género en los estu-
dios de nacionalismo?
En la fase inicial de la construcción de una identidad separada, no
es sorprendente encontrar una confusión entre odios raciales o cul-
turales, por una parte, y conciencia por defender un territorio, una
población o una historia. Los primeros pueden ser sentimientos de
humillación, despojo, discriminación; la segunda, proyectos, ideolo-
gías o estrategias.
Más historiadores del siglo xx se sumaron a la tarea de subestimar
los sentimientos patrióticos de las mujeres al identificarlos como simple
odio racial. Ello se entiende en la medida que el patriotismo es una cons-
trucción intelectual racional y elaborada sobre la base del conocimiento
de los derechos, la reacción ante la usurpación de ellos y la conciencia de
las diferencias, mientras que "simple odio racial" es una manifestación
emocional provocada por el rechazo y la discriminación. Así, el distingui-
do liberal José María Luis Mora comentó sobre el patriotismo de Josefa:
"L ~ esposa de Domínguez, cuya única idea de independencia era sentir
OdIOcontra los españoles, después de conspirar contra ellos, se unió a los
rebeldes" (citado por Agraz, 1992: 56).
Josefa murió en 1829. Hasta 1885-1890, un periodista puso en circu-
lación un retrato de Josefa en una publicación especial destinada a
celebrar los acontecimientos de septiembre de 1910. Hubo algunas
otras celebraciones en 1894 con motivo del traslado de sus restos de
M.éxico a Querétaro a fin de que el patriotismo de Josefa se conociera.
Dice Laureana Wright de Kleinhans en su libro Mujeres notables mexi-
~anas (1910) a propósito de la etapa más elocuente de las "tradiciones
inventadas" del México del siglo xx:
35
 NATIVIDAD GUTIÉRREZ CHO TG
A partir de aquel momento, por una de esas ingratitudes inconcebibles en
los pueblos, el velo del olvido cayó pesado y frío sobre la memoria de la
Heroica patricia, al celebrar los aniversarios de la Independencia Nacional
de México, su nombre no volvió a figurar junto a los ilustres nombres de
Hidalgo, Allende, Abasolo y Aldama, a quienes había salvado en su arries-
gada empresa y aun las conciencias timoratas a las que escandalizaba el
que una mujer hubiese tenido la osadía de mezclarse en asuntos políticos y
hubiese resistido al estigma de la excomunión general fulminada contra los
insurgentes (p. 303).
En la larga guerra de independencia no sólo participaron parientes o
esposas de la elite insurgente, sino también mujeres de bajos recursos y
desconocidas de quienes, por lo tanto, sabemos poco o nada. Por ejem-
plo, María Soto la Marina es una de estas mujeres recordadas por la tra-
dición popular al contribuir a reanimar al ejército rebelde:
Fácil es calcular cuán grande tuvo que ser no sólo el arrojo moral, sino el
esfuerzo físico que aquella abnegada hija del pueblo tuvo que emplear para
llevar una cantidad de agua suficiente para calmar la devoradora sed de aquel
ejército calcinado por los ardientes rayos de sol, unidos a las fatigas del com-
bate (Wright, 1910: 234).
Otras pasaron a la historia sin que se supiera cuál fue su nombre ver-
dadero; así, se sabe de una mujer conocida como la Serrana de Dolores
quien "tuvo la gloria de auxiliar en angustiados momentos a uno de
los más ilustres sostenedores de la independencia mexicana" (ídem,
p. 234). Más ejemplos de patriotismo son atribuidos a una abnegación
maternal y a un sacrificio del hogar y la familia. Un interesante pasaje
del libro de Wright ejemplifica un momento de intensa idealización
patriótica:
En la memorable mañana del 16 de septiembre de 1810 la honrada familia
[de María del Rosario Díaz, casada con Ignacio Acevedo, tejedor de rebozos]
fue despertada de su tranquilo sueño por el redoble de los tambores y cam-
panas que anunciaban la proclamación de la santa causa y, apenas Ignacio
se enteró de lo que ocurría, participó a su mujer que iba a partir con el cura
Hidalgo y que se llevaba consigo a su hijo el mayor.
La heroica Rosario, sintiendo brotar en su alma el fuego sacro del patrio-
tismo, lejos de prorrumpir en pusilánimes quejas y lágrimas, o de oponerse
a la marcha de su marido y de su hijo como las mujeres vulgares, no sólo
aprobó que aquéllos cumpliesen con su deber de ciudadanos, sino que llena
36
Tendencias de estudio de nacionalismo y mujeres
de entusiasmo exclamó con valor espartano: "ilgnacio, llévate también a mi
hijo Lorenzo; ya está grandecito y puede defender a su patria".
El marido vaciló un momento, pero luego, aunando en su ánimo lo que
debía a !apatria con lo que debía al hogar, respondió: "No; vamos a la gue-
rra y qUlza no volveremos; que se quede Lorenzo para que, si sucede, pueda
atender al telar y mantenerte",
Los dos patriotas partieron, y la heroica mujer; satisfecha de su conducta,
se puso frente del telar reemplazando a los ausentes en el trabajo y sostenien-
do la casa, durante todo el periodo de la revolución de Hidalgo, hasta que,
muerto el caudillo, su marido y su hijo mayor volvieron, habiendo tenido la
suerte de ser respetados por las balas españolas (Wright, 1910: 243).
Por las fuentes consultadas, vemos un panorama de numerosas mujeres
que, desde sus posiciones económicas, sus alcances y condiciones expu-
sieron no necesariamente ideales, sino actos que favorecieron el plan de
independencia. A juzgar por el muy restringido acceso a la educación
de las mujeres del Nuevo Mundo y el alto analfabetismo, las ideas de
independencia se creyeron sólo asunto de hombres. El patriotismo y
la independencia no sólo fueron ideales y doctrinas importados de la
Revolución Francesa y la Ilustración; si este punto de vista fuera suficien-
te, no hubiera habido mujeres que lucharon por no quedar excluidas;
ellas también tuvieron su profunda y sólida raíz en los sentimientos crea-
dos por la injusticia de la discriminación y porque México era gobernado
por españoles. No hacía falta el conocimiento de un ideal político para
sentir la injusticia y el deber del sacrificio y la defensa. Miles de mujeres
vivieron también la época y el drama.
Así, las heroínas de independencia, fuera cual fuese su "tradición in-
ventada",13 integran una larga lista. Recreamos momentos en que éstas,
usando ingenio, sentido común, fuerza física, fatalidad o discreción, con-
tribuyeron a establecer comunicaciones entre los insurgentes, alertar sobre
el descubrimiento de la conspiración, ayudar a soldados caídos, proveer
de alimentos y, sobre todo, lograr dominar el terror a la tortura, la pena
capital y el encarcelamiento. Para ellas nunca hubo gloria sino martirio si
eran descubiertas por su fe en el patriotismo. En el documento anónimo
intitulado "Llamado a las mujeres a luchar por la independencia, 1812"
se aprecia una emotiva animación a las mujeres por luchar "con espadas
, 13 "Tradición inventada" en el sentido de Hobsbawm y Ranger (1983) de la repetición
cíclica y frecuente de un ritual o celebración para imbuir uniformemente a las masas de
un sentido compartido del pasado o la lealtad.
37
 NATIVIDAD GUTIÉRREZ CHONG Tendencias de estudio de nacionalismo y mujeres

crueles" y a unirse a Morelos e Hidalgo en contra de la usurpación, la modernidad que estados soberanos han procurado implantar invirtien-
dominación y la pérdida de parientes varones. El documento, escrito a do distintos esfuerzos y aplicando políticas a fin de forjar una sociedad
mano, con la ortografía y sintaxis de la época, está ilustrado, además, con que enfrente tareas y objetivos comunes.
dos mujeres ataviadas con curiosos sombreros y espadas desenvainadas La construcción de la nación por el estado nos presenta todavía un
(AGNM,ramo Operaciones de Guerra, vol. 406, fe. 195). proceso de gran importancia en esta discusión. Me refiero a la búsqueda
En las largas luchas de independencia, alentadas por un potente deseo de una identidad nacional que ha abierto vastos y múltiples temas en el
y proyecto de autodeterminación, las nuevas repúblicas enfrentan un sin- estudio de las historias culturales de México y América Latina. También,
número de dificultades y obstáculos hacia la construcción y delimitación ha sido el tipo de nacionalismo que reúne o tras toca los más distintos e
de colectividades independientes y soberanas con identidad propia sobre intensos procesos: buscó unir a una colectividad a costa de la desapari-
orígenes comunes y anhelos compartidos de destino. Las dificultades de ción lingüística y étnica de las poblaciones indígenas, intentó erradicar el
convertir a súbditos coloniales en ciudadanos nacionales tejieron las his- atraso de grandes masas alfabetizando y asimilando, introdujo tecnolo-
torias de las naciones modernas. A distintos tiempos, con intensidad y gía y modernidad que condujeran a la unidad y comunicación erosionan-
complejidad variadas, las incipientes repúblicas sortearon faccionalismos do y destruyendo ambientes naturales para dar paso a infraestructura y
y caudillismos, penosos y costosos conflictos territoriales (la guerra del caminos de asfalto. N o es éste el lugar para abundar sobre los saldos de
Pacífico, 1879-1883; el enfrentamiento entre Chile, Perú y Bolivia; la gue- la modernidad de la nación que crea el estado a costa de la desaparición
rra del Chaco, 1865-1870, en la cual Paraguay pierde la mitad de su po- o transformación de la etnicidad, pero volvamos ahora a subrayar cuáles
blación ante Brasil, Argentina y Uruguay; la secesión de Texas; el Tratado son los momentos de este segundo tipo, en donde identificamos más
de Guadalupe y la guerra entre México y Estados Unidos, 1846-1848, en sólidas áreas de exploración entre mujeres y nacionalismo. .
la cual México pierde los actuales California, Nevada, Utah, Colorado, Primero, si la nación es construida, la pregunta es ¿quién la constru-
Arizona y Nuevo México) (Gutiérrez, 2001b: 724). A ello se agrega la ye? Segundo, si la nación busca una identidad común o nacional, dsobre
dificultad de delimitar una constitución propia y la dependencia de ea- qué habrá de buscarse una elasticidad capaz de contener a la nación?
~pital extranjero. Situaciones que apuntan hacia un nacionalismo no de Tercero, la identidad nacional tiene muchas caras, ya que hay distintas
liberación, sino de construcción. posibilidades de experimentar la mexicanidad, la peruanidad, el ser
guatemalteco o argentino; entonces «íe quiénes son los pensamientos,
proyectos o ideas? Así, encuentro tres temas clave que dan relieve y
EL SEGUNDOTIPO DE NACIONALISMO
O LACONSTRUCCIÓN permanencia a las mujeres en la nación y el nacionalismo del segundo
DE LANACIÓNPOR EL ESTADO tipo: las maestras.!" la idealización y exaltación de la figura femenina
en el arte en tanto contenido sustancial de la identidad nacional, y, por
Un intenso debate entre modernistas y culturalistas históricos (Gutiérrez, último, las mujeres creadoras intelectuales de ideas de patria y nación.
1999 y 2002b) enmarca parte de la discusión sobre el nacionalismo mo-
derno, concretamente, el de segundo tipo. Este debate involucra recon-
ciliar una de las contradicciones básicas del nacionalismo: la vigencia de
la etnicidad y la presencia del pasado frente a la construcción de una uni-
dad nacional que implica la movilidad social, el anonimato, la división
14 Puede agregarse un rubro que incluye a las mujeres y la lucha por la tierra y terri-
del trabajo y la industrialización. Las naciones de América Latina, aún tono. Explicación que puede enlazarse con las luchas recientes de mujeres indígenas
con intensas y profundas raíces étnicas, no son continuidades, sino pug- y campesinas y que posibilitan asociaciones con las gestas heroicas de las mujeres del
nas entre etnias para imponer dominios y hegemonías basadas en una primer tipo de nacionalismo (Archivo General Agrario, 23/25 10214, legs. 2 al 12).
sola lengua, una sola historia, un pasado compartido. Condiciones de la Sobre la asociación simbólica de género con territorio y geografía, véase Najmabadi
(1997).

38 39
 ATIVIDAD GUTIÉRREZ CHONG
Maestras y nacionalismo
La construcción de la nación evoca ciertamente ideas sobre reproduc-
ción y continuidad, y tanto la madre como la maternidad suelen ser ~os
arquetipos más recurrentes. Si bien la ya citada intersección de Anthias
y Yuval-Davis (1989) de biological reproducers no deja ni dejará de tener
vigencia en nación o etnia alguna, resulta útil ahondar en el rol de la
maestra o instructora, rol cargado de género y de sexismo. El modernis-
mo, como influyente teoría sociológica del nacionalismo (Gellner, 1983;
véase Gutiérrez, 1999), ha registrado y sistematizado la influencia de la
educación estandarizada promovida por el estado como una imprescin-
dible herramienta de construcción nacional. En el enfoque gellneriano,
es el grado de cohesión social y efectividad en la comunicación lo que
determina una nación. De ahí que una educación estandarizada sea el
vehículo que crea ciudadanos y dota de una identidad cultural común.
Es tan trascendental en este enfoque el énfasis puesto en la educación
como facilitadora de propósitos y objetivos comunes que sólo el estado
puede reunir los medios y los recursos para imponer un modelo educa-
tivo oficial. Con una óptica similar a la weberiana, Gellner subraya "el
monopolio de la educación controlado por el estado". Y este monopolio
de educación nacional y centralizada lo representa como "una pirámide
en cuya base hay escuelas primarias, cuyos maestros son educados en es-
cuelas secundarias, las escuelas secundarias tienen profesores que han
estudiado en universidades que a su vez son los productos de escuelas
posgraduadas" (Gellner, 1983: 34). En este argumento, que sugiere un esla-
bonamiento, sobresale, entonces, el magisterio que con su entrenamiento,
con la impartición de una enseñanza unificada y con la observancia del
ritual cívico hace posible la cohesión social que tanto importa a la nación
moderna.
La burocracia del sector educativo se remonta a 1921; su estructura
administrativa ha crecido en respuesta a la expansión masiva de la edu-
cación como resultado de la legislación que impone su obligatoriedad.
¿Qué importancia tienen las maestras normalistas en la trasmisión del
nacionalismo? Si bien se acepta que, entre nacionalismo y educación ofi-
cial hay una relación causal, las maestras normalistas han protagonizado
varios papeles clave. Por un lado, la pugna en contra de los llamados
tecnócratas o la elite de la burocracia educativa por mantener presencia
y capacidad de decisión en el quehacer educativo del país; por ejemplo,
40
Tendencias de estudio de nacionalismo y mujeres
su desacuerdo crítico con la nueva colección de libros de texto de 1992,
autorizados por quien después sería presidente de la república, Ernesto
Zedillo (1994-2000). Por otro lado, su incidencia a través del Sindicato
Nacional de Trabajadores del Estado, la mayor afiliación clientelar base
del corporativismo oficial de regímenes anteriores, en contra de la des-
centralización del sector educativo iniciada en 1983, durante el gobierno
de Miguel de la Madrid (1982-1988), porque reducía el control educativo
que ejercían los normalistas afiliados. Finalmente, las maestras cumplen
la función de transmitir y socializar informaciones estandarizadas y con
una clara orientación nacionalista. Basta observar las tres colecciones de
libros de texto que han circulado desde 1960 para reconocer, en imá-
genes y narrativas, algunos de esos temas: sentido y orgullo del pasado
(aztequismo), culto al mestizaje, lealtad a la patria y reverencia por los
héroes cívicos (Gutiérrez, 1999, capítulos 5, 8 Y 9). Además, cumplen
otra función de importancia en la socialización de símbolos y rituales
de la identidad nacional: las normalistas organizan y participan de las
festividades del calendario escolar con bailes tradicionales, concursos de
oratoria y representaciones de episodios heroicos de la historia oficial. 15
Me he referido hasta ahora a las maestras normalistas; los maestros
obviamente no están desligados de las mismas funciones, pero el dato
que revela peso y establece diferencia de género y hasta sexismo es que
hay más maestras que maestros. El magisterio sigue siendo un vehículo
de movilidad social entre los sectores de menos ingresos y una fuerza la-
boral tradicional para mujeres. Si en el medio rural los maestros varones
representan 43 por ciento del magisterio, en el área metropolitana de la
ciudad de México las maestras representan 74.1 por ciento (ValdésVega,
1989: 587). Varios factores contribuyen a que más mujeres se ocupen del
magisterio, factores siempre ligados al sistema patriarcal; por ejemplo,
la corta duración de la carrera, la posibilidad de combinar labores fami-
liares y domésticas con el empleo remunerado, pero también los bajos
salarios y las cualidades atribuidas a las mujeres con respecto a su trato
Conla población infantil yjoven, tales como paciencia, sentido maternal
y dedicación. La carrera del magisterio que nutre al nacionalismo se ha
constreñido a las mujeres. La maestra normalista se enfrenta con aspi-
raciones controladas, carece de estatus social alto y de posibilidades de
15 Agradezco esta información a Aurora Loyo, investigadora de larga trayectoria sobre
la educación en México (nsuNAM, febrero de 2002).
41
 ATIVIDAD GUTIÉRREZ CHONG
ilidad social· de ahí que su rol laboral sea feminizado y minimice
mOVII, .. 16 la
competencia entre los sexos por salario, responsabIlidad o estatus.
Identidad nacional
En la tipología de Anthias y Yuval-Davis (1989). enc~ntramos ~~e l~ in-
tersección que cobra más relevancia es la que IdentI.fica a las I?uJeres
como símbolos de diferencias nacionales y como activas transmisoras y
creadoras de la cultura nacional". Hallazgo que no sorprende en tanto
que la cultura y la identidad de la nación son cam~os que, con vastedad,
permiten, favorecen y adaptan imaginarios fememnos. E;npecemos con
la identidad nacional. La notoriedad del concepto en la decada d~ los ??-
venta lo ha impregnado de varios significados; sin entrar a una dISCU~10?
pormenorizada, retomamos aquí la definición -tra~ada ~on anten~n-
dad en otro texto- que identifica este fenómeno ~e IdentIda~ co.lectiVa
como un "sistema cultural de información que mcorpo~a sIgmficado
histórico y cohesión social a las naciones mo~ernas" (Cunérrez, 20?la:
XIX). La identidad nacional no surge espontaneame~1~e m es ~speCIfica
de un grupo o generación; es aprendida y rransmitida masivamente.
tiene límites precisos y definidos, es decir, tiene marca~ores cult~rales,
históricos, territoriales. Así también, construye sus propIOs arquetIpos y
estereotipos. Lo relevante de la identidad na~i.onal ha s~do logr~r ~llvel~s
de asimilación y socialización que han permitido a la cmdadama Identi-
ficarse entre sí por aspectos y cultura en común, y de esa form~ expr~san
identidad. Se reconocen a sí mismas y pueden crear sus propIas Image-
nes de un yo colectivo. De ahí que la identidad .n~cion~l .pueda hacer a
la gente consciente de sí misma. com? u,n~ colectividad umca y ~e~en~ora
de sus posesiones o patrimomos históricos. tale~ como el. ter nton?, y
la cultura (Gutiérrez, 2001b: 9). Si la identidad nacional es ~~mf~rma~IOn
que crean y reproducen los integrantes de un estado-naCIon, esta tiene
16 Como las maestras, las enfermeras enfrentan un mercado laboral donde ellas son
mayoría (95%) y que debido a sus difíciles condiciones se ha generizado .(genderzsed):
"Carga de trabajo excesiva, contacto constante c~n la enfermedad y la mue~ te: cam~lOs
de turnos que perturban los ritmos biológicos, miedo al contagio o la exposlClon p~1 las
deficiencias de las medidas de salud y seguridad en el trabajo, for~nan parte ?e1 am,?I;nte
en el que se desempeüan las enfermeras, tanto en instituciones públicas y pnvadas , Las
enfermeras, poco valoradas", Milenio Diario, 9 de enero de 2002.
42
Tendencias de estudio de nacionalismo y mujeres
tres propósitos: la estandarización de prácticas, comunicación y normas;
la construcción de la homogeneidad, y la delimitación de la originalidad
cultural. Como dijimos en el apartado anterior, las normalistas han sido
pieza fundamental en la estrategia de transmitir la cultura moderna del
nacionalismo (Gellner, 1983; Hobsbawm, 1990).
El año de 1910 marca el inicio de uno de los momentos más celebra-
dos para exaltar a la mujer en la simbología nacionalista. Se trata de una
época de unidad y de búsqueda de identidad. Pintores, intelectuales,
muralistas y compositores miran hacia adentro y los descubrimientos se
tornan en apasionadas creaciones que exaltan la naturaleza, el paisaje,
el tiempo, el costumbrismo que complementa la ola de las tradiciones
inventadas y ritualizadas del porfiriato, de las bellas artes y del culto a
]uárez (Gutiérrez, 1999, capítulo 8). También aparece en el Porfiriato la
rivalidad entre feminismo y nacionalismo, en tanto la lucha del feminis-
mo contradecía el ideal de la "mujer mexicana", es decir, la emancipa-
ción feminista amenazaba y destruía ese "regalo nacional" (Cano, 1998:
107 -11 O).
Algo similar sucede cuando el nacionalismo contribuye a estereotipar
el rol sumiso, doméstico y dependiente de las mujeres, tal como Cusack
(2000: 556) lo planteó acerca de la tipificación de lo burdo y primitivo de
la campesina irlandesa como estereotipo nacional. Vuelve la recurrente
contradicción: el nacionalismo hiere y estereotipa 17y al mismo tiempo
dignifica y estimula la capacidad de autoadmiración.
¿Por qué el nacionalismo favorece imaginarios femeninos? El nacio-
nalismo recurre a lo femenino, pero en tanto cuerpo de mujer, porque
se trata de un múltiple, creativo y adaptable marcador para construir
imágenes arquetípicas de identidad nacional. Para ilustrar el uso nacio-
nalista del cuerpo, veamos el sencillo y popular ejemplo del calendario
y el cromo.
Desde las primeras décadas del siglo xx aprendimos a identificar las
imágenes de los almanaques, expresiones mexicanísimas de vida cotidia-
na, los coloreados cromos, accesibles, populares, atractivos, decoran-
do paredes de quién sabe cuántas casas y comercios de todo el país.!"
17 El acto de estereotipar implica degradar, ridiculizar, fijar calificativos a algo o a
alguien (Cutiérrez, 1998).
18 El museo Soumaya, México, y el Mexican Fine Arts Center Museum, Chicago, orga-
nizaron una atinada exposición itinerante intitulada "La leyenda de los cromos. El arte
43
 NATIVIDAD GUTIÉRREZ CHONG

Imágenes dibujadas con "máximos extremos de idealización", cuerpos

voluptuosos al estilo de Hollywood, adaptados a mestizas morenas, o en
recombinaciones y fabricaciones de aztequismos de monumental arqui-
tectura y complementados con diosas y sacerdotisas de obvio misterio.
Al lado de la carnosa Malinche, puede figurar la mujer-bandera o la
mujer-patria que las generaciones a partir de 1960 empezamos a cono-
cer debido a la circulación de la primera colección de libros de texto
gratuitos, en cuyas portadas sobresalía la robusta patria de pétreo ves-
tido. Una trascendental tarea de socialización que utilizaba imágenes
fijas y precisas, un objetivo de la identidad nacional, podía concretarse
con la masiva difusión de la patria en los libros de texto de la Secretaría
de Educación Pública.!? Al cabo de una década, en 1970, la patria de
los libros de texto deja de circular para ser reemplazada por la segunda
colección, que incorporaba múltiples temas de contenido y de ilustra-
ción, y se abandona así aquella figura inequívoca que fue la guía de una
década de educación primaria.
Pero entre la patria-mujer idealizada del libro oficial y el cromo
obsequiado por el establecimiento comercial hay diferencias en el uso
del cuerpo y la carga simbólica. En el texto oficial, la mujer-patria em-
puña con solemnidad la bandera, y el cromo del calendario obsequiado
al cliente se ilustra con una sonriente mujer desnuda y envuelta en sa-
a
rape tricolor osé Bibriesca, "México lindo" [detalles], 1954, La leyenda
de los cromos). La mujer-bandera también se representó en la publicidad
comercial, desnuda, cubierta con la bandera, atrás, el símbolo de la fun-
dación de Tenochtitlán, y su pecho cubierto por sus brazos en señal de
protección e integridad (Rodolfo de la Torre, sin título, s/f, La leyenda de
los cromos). Otro cromo que presenta otra popular imagen es la patria
caminante que acompaña de la mano a un niño en edad escolar en el
marco de la leyenda de los volcanes; esta forma de representar una figura
femenina devota, paciente, que orienta y protege, se asemeja a la popu-
a
lar imagen católica del "Ángel de la Guarda" esús de la Helguera, "Oh!
Patria Mía", 1963, La leyenda de los cromos).

de los calendarios mexicanos del siglo veinte"; me baso en el calendario de 2000 de esa
exposición para el desarrollo de este apartado.
19 Para un estudio de las tres colecciones de libros de texto gratuitos, véase Gutiérrez,
1999, capítulos 6 y 7.

44
José Bribiesca, Sin título, óleo sobre tela, 100 x 80.3 cm,
cortesía del Museo Soumaya, fotografía de Javier Hinojosa.
 Tendencias de estudio de nacionalismo y mujeres

Múltiples asociaciones simbólicas entre cuerpo-mujer y nacionalis-

mo se producen en el oficio de la ilustración o las artes plásticas (véase
Fox, 1987). El objeto y contexto del dibujo que permite idealizaciones
y exageraciones, c?mo "bellezas i~~osibles" o "p~isaj~s de. fant~sía",
exhibe representaciones tan arquenprcas de la mexicanidad idealizada
que, por medio de la observación, asimilamos información nacionalista
inmediata. En esta dirección, otro ejemplo derivado del mismo género
de calendario y cromo es la famosa leyenda de los volcanes dibujada por
Jesús de la Helguera ("La Leyenda de los Volcanes", 1941, La leyenda de
los cromos). La voluptuosa mujer dormida de vestido de nieve, sin vida,
representando la naturaleza imponente del Iztaccíhuatl, llorada, de
cerca, por el otro volcán activo que encarna al guerrero Popocatépetl.
Con sus numerosas ilustraciones con temas y títulos de volcanes, costum-
brismos campiranos, de la Helguera hizo posible que sus "utopías se con-
virtieran en signos de identidad" (La leyenda de los cromos). Por supuesto
que el oficio en cuestión también ha representado profusamente a la
Malinche, india, madre del mestizo, nuestro inconfundible arquetipo
nacional (Alfredo González, sin título, s/f, y Jorge González Camarena,
"Amecameca" ([detalle], s/f). ¿Cómo imaginar a un descendiente de pa-
dre europeo y madre india? Los cromos, siguiendo, tal vez, los fenotipos
de la colonial "pintura de castas", imaginaron a mestizas de rostro feliz
ataviadas con indumentaria estilizada de tipo indígena, de largas trenzas
y rasgos suavizados, aquellas morenas inventadas fueron preferentemen-
te colocadas en ambientes rurales y en espacios domésticos.

Creación

Si el cuerpo femenino, idealizado y despojado de ideas propias, es

recurso favorito del nacionalismo, vemos ahora una ruta opuesta: cómo
pensaron las mujeres a la nación o acaso al sujeto nacional. La identidad,
como sistema de regulación y control de las subjetividades, involucra la
práctica discursiva de género que se "constituye como un organizador
social que marca lugares, espacios, jerarquías para cada uno de los sexos;
y en el plano subjetivo, determina autopercepciones, capacidades, habi-
lidades, límites y posibilidades" (Palomar Verea, 2000: 40).
El país se va transformando y tanto su patriotismo como su nacionalis-
mo van cobrando otros significados. Del elogio a la conciencia patriótica

45
 NATIVIDAD GUTIÉRREZ CHONG
se vive una aceleración por dotar a la nación de su propia identidad. El
siglo xx se inicia agrupando a las masas para imbuirlas de tradiciones
inventadas, de rituales de lealtad cívica; se construyen monumentos, se
embellecen las ciudades, se nombran calles, plazas y lugares públicos con
nombres de héroes. Empiezan a ser visibles algunas mujeres interesadas
o apasionadas por crear, inventar, reconstruir o celebrar ideas de mexica-
nidad. A esta incipiente visibilidad intelectual de las mujeres de la nación
habría que añadirle los siguientes cuestionamientos: ¿hasta qué punto
trascendía la mexicanidad de las mujeres? ¿Es la identidad nacional,
con sus arquetipos y estereotipos, una racionalidad o una creatividad del
dominio de los hombres? (Gutiérrez, 1998). Así, épueden las mujeres ex-
perimentar un diferente tipo de mexicanidad? ¿Cómo piensan a México
y a su ciudadanía?
En esta sección nos referimos a un heterogéneo grupo de mujeres (no
todas incluidas aquí) que figuran en la historia como librepensadoras (pa-
ra usar el término de la época) aunque muy poco conocidas, toleradas y
comprendidas. Se trata de un acercamiento a aquellas mujeres que pien-
san la patria o la construcción simbólica de la comunidad. Atrás se van
quedando los tiempos en que las mujeres mexicanas sólo tenían acceso a
una educación de primeras letras, a la doctrina religiosa y a los quehaceres
domésticos.
Nos interesa identificar a las mujeres que pensaron la patria. Damos
vuelta a la hoja, para superar la eventualidad, el azar o la valentía de la
heroína del primer momento del nacionalismo que con sus actos hizo
patria. No son actos, sino ideales, pensamientos, trabajos mentales e
intelectuales que se sumaron para imaginar, romanticizar o definir la
identidad de la patria-nación. La búsqueda de este perfil ha presenta-
do algunas dificultades, ya que las ideas de las mujeres no fueron muy
aparentes o evidentes, por el hecho de que no fueron material del co-
nocimiento público.
De cualquier forma, encontramos dos grandes clasificaciones. Por un
lado, las maestras y las fundadoras de escuelas e institutos, de revistas
y suplementos, de logias, asociaciones y sociedades. Estos casos dan
cuenta, aún, de un entorno con aspiraciones en el ámbito público res-
tringido por el convencionalismo de la domesticidad. Por otro lado, es-
tán las mujeres que escribieron y delinearon visiones e interpretaciones
usando distintos medios para dar a conocer su manera de entender su
cultura, historia, ambiente. Aunque estos casos son raros a mediados
46
Tendencias de estudio de nacionalismo y mujeres
del siglo XIX, resultan más numerosos y frecuentes conforme avanza la
segunda mitad del siglo xx.
Algunos ejemplos contribuyen a delimitar el impacto del nacionalis-
mo que se aproxima al siglo xx. Hay que tomar en consideración que
la información disponible sobre las mujeres que piensan la patria no es
explícita o directa; más bien implica un método de trabajo deductivo que
nos va acercando a la corroboración de la hipótesis siguiente: las mujeres
mexicanas de mediados del siglo XIX, después de la formación del estado
liberal y en auge pleno del liberalismo, vivían severas restricciones de
expresión independiente. De ahí que nos encontremos con información
de mujeres muy apegadas a su entorno doméstico y que, sin desafiar de
manera alguna, se canalizan en aquellas actividades que van dando cuen-
ta de la nueva (e incipiente) nación en formación. Encontramos entonces
a mujeres educadas en un ámbito doméstico, cuyo dominio de la escri-
tura no va más allá del elogio al amor carnal o filial, en buena rima o
escritura, pero nunca en desafío o trasgresión, más bien en un estado de
conformismo y celebrando el privilegio elitista de tener oportunidad
de expresión. También hay otras opciones por las cuales se puede explo-
rar el tránsito de ideas de mujeres sobre la patria-nación. Por ejemplo,
las sociedades literarias, las logias masónicas organizadas por mujeres
o los suplementos en periódicos que lograron integrar a un notable nú-
mero de escritoras, poetisas o Iibrepensadoras.s?
20 Con el propósito de vincular lo anterior, merece alguna atención la sociedad literaria
conocida como "La Siempreviva" cuyo objetivo fue "de propaganda de instrucción del
sexo femenino". Fundada en 1870, sus fundadoras y dirigentes, mujeres todas -entre
ellas, Gertrudis Tenorio Zavala- publicaban un sernanarir llamado también La Siempre
Viva, redactado por mujeres. En esta sociedad participaron numerosas poetisas, algunas
de ellas escribiendo con pseudónimos o en el anonimato. Teapa, Tabasco, fue el lugar
de ongen de Dolores Correa y Zapata, una poetisa que colaboró en 1879 en el Recreo
del Hogar, periódico literario fundado por la poetisa yucateca Cristina Farfán de Garda
Montero, Micaela Hernández fue maestra y fundadora de innovadoras instituciones edu-
cativas en música y en el desarrollo de la imprenta. Las mujeres que contribuyeron al
semanario Violetas del Anáhuac, fundado y dirigido por Laureana Wright desde finales
del siglo XIX, y también redactado por mujeres, representan una veta de exploración. Su
l~portancia no es sólo aparente en el contexto que discutimos (proyecto de mujeres),
S1110 por el momento del nacionalismo en formación. En Guadalajara, Rosa Navarro,
nacida en 1850, inició la fundación y, más tarde, la dirección de la logia masónica
"Xóchitl" que agrupaba a mujeres de la elite jalisciense. Esta mujer también escribió
en Violetas del Anáhuac y contribuyó a difundir la literatura local. La mitad del siglo
XIX mexicano animó el surgimiento de un gran número de poetisas, muchas de las
47
 NATIVIDAD GUnÉRREZ CHONG
Es rara la escritura de mujeres expresando a la patria. Una poetisa de
Saltillo, Coahuila, nacida en 1855, Guadalupe Gómez de Suárez, piensa
así, en una carta personal, rememorando la ruptura de su educación a
temprana edad por la persecución política que sufría su familia leal al
republicanismo de Benito ]uárez:
Yo tengo la creencia de que en cierta edad, cuando se empieza a vivir, el
carácter del individuo tiene que conformarse a las circunstancias, y esto vino
a suceder en mí, Por imitación o por un rasgo peculiar, yo amaba a mi patria,
y sentía que estuviera invadida; sentía gratitud por los 'dignos mexicanos que
defendían nuestros derechos (Wright, 1910: 461),
Finalmente, mencionemos a Esther Tapia de Castellanos, morelense
(1842), poetisa, criticada por no disimular su interés y aptitud por la
poesía.
Créese generalmente, ocasión propicia es la que hoy se nos presenta para
tratar este asunto, que la mujer que se dedica al cultivo de las letras mira con
desdén o abandona por completo las costumbres y tareas propias de su sexo,
perdiéndose para el hogar la que en el mundo literario llegará a obtener un
puesto más o menos distinguido (Wright, 1910: 502),
Obvio es afirmar que la mexicanidad es un discurso cambiante, ambiguo
y contradictorio; al pertenecer a una colectividad diversa, no es exclusivo
de nadie y, por tanto, está confeccionado de múltiples ideas. ¿Cómo ven
las mujeres esta identidad, percepción, sentimiento o construcción na-
cional? Elegimos a dos creadoras'" que se enfrentan a México por dis-
tintos caminos: el de la antropología y el periodismo de Anita Brenner
(1905-1974), Y el del espectáculo artístico de arquetipos y estereotipos de
la cultura nacional de Astrid Hadad.
cuales son desconocidas por su deseo de permanecer en el anonimato o por el uso
de pseudónimos.
21 Otras mujeres que construyeron mexicanidad por medios artísticos o ligadas a per-
sonajes asociados al nacionalismo fueron: la uruguaya Blanca Luz Brum (1905-1985),
esposa del poeta uruguayo Juan Parra del Riego y amante de David Aifaro Siquieros (Hugo
Achugar, "Falsas memorias", La jornada, 5 de agosto de 2001). La búsqueda y creación
de la identidad nacional es integral a la obra, la pasión y la intensa vida amorosa de la
fotógrafa Tina Modotti (1896-1942) (Poniatowska, 1992), de Nahui Olín (1893-1978)
(Malvido, 1993), de la pintora Frida Kahlo (1907-1954) (Herrera, 1985) y de Antonieta
Rivas Mercado (Bradu, 1991), amante de Vasconcelos, arquitecto del nacionalismo oficial.
48
Tendencias de estudio de nacionalisrno y rnujeres
La "diva del cabaret postmoderno"
Los espectáculos de Aso-id Hadad conceptualizan y ponen en escena
diversos iconos o arquetipos de la mexicanidad. Lejos de reverenciar gra-
ciosamente estos iconos, su originalidad, plasmada en su estilo musical y
teatralidad, los dota de nuevos significados al transgredir y explorar todas
las posibilidades que un símbolo, arquetipo, mito o icono encierra. Así, de
ella se ha dicho: "Es como si la virgen de Guadalupe comenzara a dispa-
rarle a los magueyes o como si Frida Kahlo dejara la silla de ruedas y se
pusiera a tocar la guitarra eléctrica" (A. Hadad, página electrónica). A lo
banal que puede resultar cualquier nacionalismo (Billig, 1997 rp.), Hadad
le ha añadido una innovadora experiencia sobre cómo reconocer y valorar
el poder emotivo de los símbolos. Se trata, sin duda, de un pormenorizado
trabajo intelectual; como ella lo ha dicho: "me gusta algo, investiga y vaga
su mente".
Para Hadad, lo máximo de su expresión teatral es el acento en lo
mexicano que no deja de ser una fórmula híbrida: "el nacionalismo con-
fundido con el fascismo, el delirio trágico religioso mexicano y el fatalis-
mo, en una explosión cabaretera con tintes intelectuales". También "una
síntesis inmejorable del arte kitch". Así, hay coherencia y caos en tanto el
sujeto nacional no se pierde o evapora, pero sí le exprime cualquier án-
gulo o posibilidad. N o hay, pues, un discurso único, sino la combinación
o recombinación, invención o fabricación de múltiples modos de expre-
sión. La apertura a la posibilidad es el mejor momento para definir el
postmodernismo, y así se identifica a Hadad en las artes escénicas.
Si en gran parte de este capítulo hemos visto que las mujeres han
sido utilizadas por y para el nacionalismo, en la época actual hay un he-
cho que nos señala lo contrario: la originalidad para pensar y expresar
lo mexicano. El lenguaje que Hadad ha identificado y refinado para ello
es, sin duda, único, y es el de portar atrevidamente y "en otro momento
preciso", como sucedió con el susurro de] osefa, una indumentaria.F ¿Qué
más estereotípicamente femenino que una mujer fascine y se fascine por
22 Frida Kahlo usó profusamente la indumentaria indígena para realzar su mexica-
nidad. El impacto de la vestimenta que sofisticadamente adaptó Kahlo es hoy día un
símbolo de identidad que interactúa con la tecnología de medios. Véase, por ejemplo, la
sección "Welcome to Frida Kahlo's Interactive Wardrobe" (página electrónica The World
of Frida Kahlo) donde es posible vestir a Frida según nuestros deseos. Otro uso de la
mdumentaria fue el de las insurgentes y soldaderas de la revolución, que cubrían y es-
49
 NATIVIDAD
GUTIÉRREZ O-lONG Tendencias de estudio de nacionalismo y mujeres

un vestido? En el caso de Hadad, la fascinación no es experiencia in- de pertenecer; es decir, Anita comprendía el valor de las culturas. Para
dividual, sino la capacidad de transmitir al público el lenguaje de su seguir esa luz que apunta hacia muchas partes, veamos, quién fue Anita
indumentaria, su larga cabellera y su maquillaje recargado. Brenner según la historia que escribe su hija, Susannah Glusker, en su
Tanta trivialidad y complejidad simbólica tiene el nacionalismo que libro Anita Brenner. A Mind Of Her Own (1998).
Hadad ha encontrado cómo expresarlos en el lenguaje femenino del.ves- La segunda de cinco hijos de un matrimonio inmigrante judío prove-
tido. De un reportaje elaborado por el diario Reforma (14 de, s~ptlem- niente de Lituania que se asienta en Aguascalientes fue pieza clave para
bre de 2001, ciudad de México) que circula en formato electromco, nos que, a partir de sus 20 años y hasta su muerte, el arte mexicano emanado
informamos que los principales elementos que inspiran su mag,nífica del auge post-revolucionario de muralistas e intelectuales fuese conoci-
indumentaria23 son: el corazón (forma neobarroca de color carmm), el do y apreciado en Estados Unidos y, después, en el mundo. He ahí un
maguey, el nopal y la Coatlicue (?iosa azte,~a de la fa~d.a de ~~rpientes). prisma de esa luz. Otro es la vehemente defensa que hace de México por
También ha subvertido y recombmado en cuadros vivientes las P?PU- medio de la palabra escrita, en su oficio de periodista, frente a los ata-
lares composiciones de Diego Rivera y sus alcatraces, portand~ all~lsmo ques y calumnias de Estados Unidos acerca de lo escasamente sofisticado
tiempo charretera y enagua, que recuerdan la épica revoluClonana de que resultaba México como asentamiento para una educada y afluente
Emiliano Zapata. Ha recreado el atuendo de J osé ~aría Morelos. portan- inmigración judía que huye de la persecución europea y lucha contra el
do el emblema guadalupano que nos confiere la independencia Crea- antisemitismo.i" Así, la niña que nace en Aguascalientes de padres judíos
tividad e ingenio han influido sobre la obra de Hada?, pero destaca ~n con lazos de parentesco y profesionales en San Antonio Texas y Nueva
profundo entendimiento sobre lo mexicano ~ue provle~e de una mujer York entabla, desde su juventud, una articulada defensa frente al ataque y
nacida en Chetumal, con inevitable influencia maya y libanesa. La pre- descalificación del México "bárbaro" recién recuperado de su revolución.
gunta es ¿cómo una maya árabe de la lejana península yuca teca ~nti~nde Con respecto a los prismas, añadimos otro: la obra que escribe. Tres
y, por ello subvierte y exalta, el nacionalismo central de la mexICamdad libros de reveladores títulos: Idols Behind the Altars (1929), The Wind that
Swept Mexico (1943), y Your Mexican H oliday (1935), más cinco libros para
barroca?
niños. De 1955 a 1972 editó y publicó Mexico/This Month. Otra contribu-
ción notable fue su columna en Mademoisselle, magníficamente titulada
Ídolos detrás de los altares para el pensamiento crítico feminista (véase Castells, 1996 y Di Stefano,
19.96) que celebra la autonomía: "A Mind Of Her Own". Un siguiente
Anita Brenner es como un faro cuya luz apunta hacia muchas partes y pnsma. "La familia de artistas e intelectuales" (Glusker, 1999: 43) con
todas nos llevan a un entendimiento peculiar del nacionalismo. Anita los que Anita se interrelacionó de muchas maneras, y hasta documen-:
no fue una víctima ni un estereotipo fabricado por machismos, patriar- tadas en sus propios diarios, las fotografías de E. Weston y T Modotti,
calismos o nacionalismos oficiales; tampoco buscaba su propia visión del la amistad con N ahui Ollín, Diego Rivera, Tamayo, el Dr. Atl, Xavier
sujeto nacional, aunque sí su apasionada defensa. Anita des?obló inte~-
samente su propia creatividad y entendimiento al amar la importancia
24 Hacia 1924 se registra un incremento de familias judías que se asientan en México.
Anita publicó en ese mismo año, en The Nation, el artículo "The Jew in Mexico" (28 de
condían bajo sus amplias faldas imprentas, documentos, armamento o alimentos (véase
agosto). En diciembre, "Race and Religión in Mexico" en TheJewish Woman. Otros ejem-
Wrights, 1910). . plos de 1925: "Assimilation in México" y "The Very YoungJew in Mexico",jewish Morning
23 Una mención aparte merece la confección de la vestimenta de Hadad, Indu~~en-
~(rurnal. En 1928: "México, Another Promised Land" en The Nation y Menorab Journal;
taria realizada con mucha creatividad con "telas, esponja, unicel y papel picado". Su
Me~Ican Messiah" y "Making Mexico J ew Conscious" en The Nation (1931). Estos ejem-
colección está integrada por 20 vestidos compuestos y pensados por ella, y materiali~ados
plos .Ilustran el interés de Brenner por construir una visión favorable de los judíos en un
por Rocina Conde, Laureano Tuiz y Víctor Susarrey. Para H~dad, su vestid? ~avonto es
MexIco católico, hispanista y nacionalista. Toda la bibliografía de Brenner está tomada
el "flor de cempasúchil" (Velasco Beatriz, "Astrid Hadad, mexicana de corazon .Reforma, de Glusker, 1998.
14 de septiembre de 2001).
50 51
 NATIVIDAD GUTIÉRREZ CHONG
Guerrero, sobre aquella vida que, con nostalgia y admiración, se recuer-
da la "época de oro" de la mexicanidad. Hay lugar para otro prisma:
su contribución al desarrollo de la antropología y la arqueología como
disciplinas para entender mejor, según la época, a los indios de México
en tanto razón de autenticidad y originalidad de la cultura mexicana.
También influyó para que Manuel Gamio, progenitor del estudio de la
antigüedad mexicana, indigenista y arqueólogo, pudiese estudiar en la
Universidad de Columbia bajo la dirección de Franz Boas por conducto
de Zelia Nuttall. Hay más prismas, como su impecable oficio de perio-
dista, crítica de arte y académica. Los títulos de su labor periodística nos
informan de su interés por difundir lo mexicano para el público esta-
dounidense, tal como lo hizo con respecto a México como la otra tierra
prometida." Tal vez aquel prisma que me sigue intrigando es el título
y, por ende, el contenido de Idols Behind the Altars. Glusker concluye que
se trata de una obra sobre distintos aspectos y facetas de México, escrita
para un público extranjero; pero el libro condensa una forma de mirar
a México y, por ende, un entendimiento de muchas contradicciones
y conflictos. En México encuentra uno todos los días, y por todos sus
rincones, "ídolos detrás de los altares". Es decir, dilemas no superados
por una conquista y colonización, todo aquello culturalmente perdu-
rable que ha sido interrumpido. Una máxima mirada y un profundo
entendimiento.
No hay manera de saber qué ocurre cuando un individuo despliega
su identidad o su forma de ser en un ambiente no público. Es apasio-
nante el poder de la discreción a propósito de la censura colonial y el
despliegue inconmensurable del imaginario indígena (Gruzinski, 1993)
y es por eso que el título y la obra de A. Brenner encierran la paradoja de
una continuidad cultural y religiosa mientras que hay aceptación de una
modernidad tal vez implantada, pero prevalece la lealtad a lo pasado o
anterior. El título, reflejado en la intensa vida cultural de Brenner, es una
fórmula que encierra la paradoja típica de la imposición de lo nuevo y la
persistencia del pasado. . La nación que ahora se vislumbra va perdiendo en autoritarismo e
25 "The Petate: A National Symbol", Mexican Folkways (junio-julio, 1925), "Romance
a~~ Realism in a Modern Aztec Theatre", Art and Archeology (agosto de 1925), "The
LIVIng Arts and the Mexican Primitives", DArt Vivant (1926), así como numerosos ar-
tículos, hasta su muerte en 1974, sobre el trabajo plástico de pintores, muralistas y
arqueólogos.
52
Tendencias de estudio de nacionalismo y mujeres
EL TERCER TIPO DE NACIONALISMO O LA NACIÓN DEL NUEVO MILENIO
Los estados-nación de América Latina han iniciado un proceso de recono-
cimiento a la etnicidad tanto autóctona como inmigrante. Así, dos posi-
bles vertientes de análisis confluyen en esa premisa; por una parte, que la
fórmula de homogeneidad del nacionalismo oficial, o construcción de la
nación por el estado, se ha agotado; por otra, que hay una mayor demo-
cratización de la vida política. El registro de importantes movilizaciones
populares, los recl~~os. !nd!ge.nas h~cia su recono.ci.mie~,to, l~na mayor
visibilida:d a la politización etmca, asi como la parucipacion directa y de
liderazgo de mujeres en estas nuevas manifestaciones populares, constitu-
yen poderosas razones que apuntan hacia un debate y a la construcción de
bases jurídicas capaces de administrar el reconocimiento a la diferencia.
Las metanarrativas y las historias oficiales sobre las que se fundan los
estados-nación empiezan a ser blanco de importantes críticas provenien-
tes de sectores que habían quedado excluidos del nacionalismo oficial:
mujeres, grupos étnicos y, notablemente, mujeres étnicas (véase Grewal y
Kaplan, 1994). Este asunto puede entonces plantearse como un asunto
de conciencia y revaloración de las distintas identidades. En efecto, lejos
de asimilar y homogeneizar a los distintos grupos o etnicidades bajo la
fórmula de un poderoso nacionalismo oficial y su bien organizado res-
paldo institucional, los grupos étnicos y las mujeres indígenas han reci-
bido ventajas de la vida moderna debido a la estrategia nacionalista,
por ejemplo, apertura educativa y expansión de la tecnología de medios
(Gutiérrez, 1999). Con estos instrumentos, estos grupos han logrado con-
quistar su propio espacio y obtener un apoyo sin precedente de la opi-
nión pública nacional e internacional. Ello a su vez ha favorecido la
apertura de espacios de negociación en los cuales no sólo se han venti-
lado reclamos, sino también propuestas de solución a los problemas que
aquejan a los indígenas y a sus mujeres como resultado de una pobreza
crónica y su desvaloración cultural.
imposición de visiones únicas y va ganando en la inclusión de múltiples
posibilidades de imaginar y participar en el imaginario colectivo. En esa
línea de pensamiento, la nación puede definirse como un
territorio de lucha en el que compiten entre sí posiciones, narrativas y voces
donde el nacionalismo o los nacionalismos puedan ganaI~como seguramente
53
 NATIVIDAD GUTIÉRREZ CHONG
Tendencias de estudio de nacionalismo y mujeres

lo han hecho en muchas partes del mundo, pero que no pueden borrar los o posibilidades y buscar soluciones compartidas. De ahí que la apertura
rastros de tales luchas. * nación del nuevo milenio provenga de la fuerza de los reclamos que
a 1a . ( ,
los grupOS étnicos y las mujeres sean capaces d~ mst~um.ent~r vease
Podemos agregar más tinta al impacto de la movilización zapatista, lo cual Barrera Y Massolo, 1998) y no solamente ?e aCClon~s mstltUClO~a~e~ y
creemos que se ha abordado en estudios por separado." Aquí recupera- de políticas públicas encaminadas a corregir y solucionar esta histórica
mos aquello que consideramos más significativo a fin de resaltar la nueva degradación.
arena sobre la que se ha de construir una nación plural e incluyente; se- Nancy Fraser (1998: 29) ha argumentado en to~~o al car~ct:r biva-
ñalamos, entonces, entre otros hechos, la negociación de los Acuerdos de lente del género; para ello, identifica un lado político-económico ~ue
San Andrés Larráinzar (febrero de 1996), la caravana de los comandantes opera dentro del ámbito de la redistribución, y ?tro lad~ de val~r~Cló~
zapatistas a la ciudad de México (febrero-marzo de 2001) Y la aprobación cultural. Así, Fraser identifica en el plano analítico dos tIpOS de mjusti-
de la Ley en Materia de Derechos y Cultura Indígena (abril de 2001). En cia (económica y cultural) a los cuales, por ende, les corresponden dos
Ecuador, el movimiento indígena, eslabonado en la Conaie (Confederación tipos de solución: la redistribución y el reconocimiento. M~ parece .que
de Nacionalidades Indígenas del Ecuador), fue determinante en la crea- la importancia que adquiere la comandanta Ramona al subir a la tnbu-
ción de una nueva constitución (agosto de 1998), votada en Asamblea na legislativa es la construcción de discurso y moment~ de gra~ valor
Nacional, que tiene como propósito amplio garantizar derechos basados simbólico para hacer entender y lograr conmover a la ciudadanía, a ~e-
en el reconocimiento de las "nacionalidades indígenas" para la formación gisladores y a los medios, respecto de la subordinación doble .~e la mUjer
de un estado pluricultural y multiétnico (Conaie, 1998, en Bernal, 2002). indígena que, en el sentido de Fraser, se trat~ de una valo;'a~lOn, cultural
Un renglón aparte lo ocupa la participación de la comandanta Ramona y una redistribución económica: "Somos mUjeres y, ademas, indígenas, y
en la tribuna legislativa del recinto de San Lázaro (29 de marzo de 2001). como tales no somos reconocidas" (Gutiérrez, 2003).
El discurso de Ramona es pertinente a nuestro estudio, ya que engloba la Para las mujeres indígenas de la nación del nuevo milenio, la valora-
lucha por el reconocimiento que hoy marcan los conflictos políticos con- ción y redistribución tendrán aún procesos de cuestionamiento, re~e~ión
temporáneos. Es un desafío a las formas políticas tradicionales de ejercer y experiencia que como mujeres o como parte de sus pueblos etm~~s
el patriarcado y el machismo, y su contraparte, el marianismo (Radcliffe . puedan plantear políticamente (véase Lovera y Palom?, 1999). La, POhtI-
y Westwood, 1996), como formas de regulación de las relaciones sociales zación de las mujeres se entrelaza en una red de identidades de genero y
de México y América Latina. La mujer indígena esta profundamente étnicas o como "resultados de los conflictos entre la autoadscripción y la
degradada; prueba de ello son los múltiples actos de la vida cotidiana y adscri~ción por otros, entre el autorreconocimiento y el heterorrecono-
política que evidencian el maltrato, la discriminación, el rechazo y la bur- cimiento" (Oemichen, 2000: 93).
la. Como las sufrió la heroína Josefa, Ramona y millones de mujeres de Múltiples vertientes de nuevas identidades celebradas y re~ens~das por
distintas generaciones han vivido todas las intensidades de la injusticia y las mujeres y para ellas, desde ángulos etno-indígenas o de mmIgran~es,
la hostilidad, se han enfrentado a la desaprobación en voces y actos an- judíos, polacos, chinos, africanos, habrán de confluir en la nación meXIca-
clados en el machismo y la estructura patriarcal. Voces e intereses que no na del nuevo milenio.
están dispuestos a perder terreno ni privilegios, ni compartir opciones

* rethink the nation as territory of struggle between competing subjects positions, CONCLUSIÓN
narratives, and voices where nationalism or nationalisms may win, as they have indeed
won in many parts of the world, but cannot wipe out the traces of such struggles (Lydia Este capítulo explora la interrelación de las mujeres con la patria y la. na-
Liu, 1994: 27).
ción. Con base en una consulta de fuentes históricas buscamos exphcar,
26 En la bibliografía de este capítulo se enlistan algunas de las obras más relevantes
sobre el surgimiento del fenómeno zapatista de 1994. desde una perspectiva de mujeres, la historia cultural del nacionalismo

54 55
 NATIVIDAD GUTIÉRREZ CHONG
mexicano. Todo nacionalismo busca una integración y, paradójicamente,
actúa de manera excluyente. La patria y la nación se han creído ámbitos
enteramente públicos, de ideales, de conciencia de derechos. Según esta
conceptualización, mujeres y poblaciones étnicas han quedado al margen
y atrás de la ingeniería centralista del estado. Hoy sabemos que las mu-
jeres actuaron, vivieron, se impregnaron de y aprendieron cómo hacer y
pensar la patria y la nación.
Del primer momento de nacionalismo pudimos constatar que mu-
chas mujeres se vieron envueltas en un proceso de ruptura con el orden
colonial por convicción, por injusticia, por rechazo a la discriminación.
Tal vez no hubo mujeres que perfilaran sus ideales independentistas o
defensivos con base en una discusión y un acceso sistemático a las ideas
(Ilustración o la independencia de Estados Unidos). Pero resalta que la
capacidad de reacción ante la desventaja o exclusión, ante la defensa de
lo propio, supera el campo de la instrucción escolar. Las mujeres de esa
época no aprendieron a ser patriotas y nacionalistas; su conciencia pa-
triótica la forjaron inumerables circunstancias de inestabilidad política o
de invasión externa.
Hay cierta idealización de los lugares donde algunas de estas muje-
res vivieron y actuaron. El entorno regional de "rnatria" o patria chica
(González, 1992: 480) seguía encuadrando el ambiente fragmentado de
una patria que desataba la necesidad de conciencia y de una nación inte-
grada bajo un solo estado. Las mujeres actuaban desde los núcleos locales,
interactuando entre ellas mismas y desviando los esfuerzos y autoridad
del centralismo político que buscaba la unidad territorial y nacional.
La nación étnica pudo haber surgido del abrazo entre Hernán Cortés
y la Malinche (Brading, 1991), pero la nación moderna de México es
obra atribuible a la capacidad de organización y coerción del estado so-
berano. A la empresa de crear una nación han concurrido incontables
fuerzas, procedimientos, planes, estrategias. Una de ellas es la red edu-
cativa apoyada por maestras e instructoras. La conexión metodológica
de las mujeres con el nacionalismo no solamente termina en la escuela o
en la instrucción. Hacia la segunda mitad del siglo XIX empieza a adver-
tirse una variedad de géneros y estilos en la prensa, aunque predominan
los versos y la poesía. Después de la primera década del siglo XX, las
mujeres escritoras van eliminando su anonimato y articulando no sólo
pensamientos introspectivos, sino reflexiones, críticas y alabanzas a sus
entorno s culturales. La nación se va construyendo con comunicaciones,
56
Tendencias de estudio de nacionalismo y mujeres
carreteras y más alfabetismo; atrás va quedando la conciencia de patria,
ientras que la identidad (o la sensibilidad) de la nación moderna va
~quiriendo complejidad y perdiendo en visiones totalizantes o defi-
nitivas.
La investigación feminista sobre mujeres y nacionalismo ha aportado
logros de gran utilidad: Una de ellas <;sla tipolo~í~ de las inter.seccion~s
de Anthias y Yuval-Davis,la cual probo su maleabilidad al definir y expli-
car los tres tipos de nacionalismo comunes a México y América Latina
estudiados en este capítulo. El éxito del nacionalismo depende de su
transmisión Y difusión. Sin embargo, si sólo ajustáramos este argumento
al ámbito de las ideas, sería de competencia a terrenos masculinos, he-
mos visto, que las ideas nacionalistas prendieron en una sociedad donde
las mujeres eran analfabetas; así también los reclamos indígenas contem-
poráneos son enarbolados por mujeres desvaloradas culturalmente.
El énfasis puesto en este capítulo es la transmisión modernista de
ideas y la concreción en nacionalismos. Una brillante historiografía sobre
la transformación del patriotismo criollo (temas y símbolos que justifi-
can la independencia mexicana) al nacionalismo mexicano (la unión
nacional que busca el incipiente estado liberal) (véase Brading, 1998:
647) abunda en la importancia de un poderoso símbolo religioso que
inspira cohesión social, como la Guadalupana, pero ha dejado de lado
el impacto generacional de la Malinche y el mito del mestizaje. Así, dos
mujeres emanadas del universo patriota y nacionalista dan carácter in-
augural a la nación mexicana: la protección espiritual de los hijos de la
nación y el mito del doble origen de los mexicanos.
Desde luego que el nacionalismo también es un facilitador de la cul-
tura moderna. Ello se evidencia con el surgimiento y amplitud de orga-
nizaciones de mujeres, no sólo políticas, sino literarias, y la profusión de
escritos signados por mujeres a partir del siglo XIX. Aunque la búsqueda
ha sido más densa, vemos en nuestro tiempo la plenitud de la celebra-
ción de la identidad nacional planeada, ejecutada y creada por mujeres.
La identidad nacional, la nación hegemónica, el discurso oficial, han
dejado de ser terrenos masculinos (aunque idealizando intensamente la
patria-nación-cuerpo de mujer) y también manipulados y pensados por
destacadas creadoras. No está resuelta, sin embargo, la sexualización
de algunas actividades ligadas directamente con la construcción de la
nación, por ejemplo, las normalistas y las maestras, las enfermeras y la des-
valoración de esas actividades.
57
 NATIVIDAD
GUTIÉRREZ
CHONG
Las mujeres de México y América Latina han hecho y se ha.n dado pa-
tria, y su futuro está en la conservación y reproducción de los ld~ale~ que
nos confieren independencia y soberanía. Así como de la experiencia d.e
la modernidad anclada en el complejo pasado de integrar culturas úni-
cas, originales, que parten de un origen y miran hacia un destino.
BIBLIOGRAFÍA
Agraz García de Alba, Gabriel, 1992, Los corregidores Don Migu,e! I?omín~ez, y
Doña María Josefa Ortiz y el inicio de la Independencia, tomo 1, México, Edición
del autor, 461 pp. . .
Anderson, Benedict, 1990, Imagined Communities. Reflections on the Origin. and
Spread of Nationalism, Verso, Londres. . .
Anthias, Floya, y Nira Yuval-Davis (comps.), 1989, Woman-Natwn-State, Macmillan,
Londres.
Arrorn, Silvia, 1985, The Women of Mexico City, 1790-1885, Stanford University
Press, Stanford.
Barrera Bassols, Dalia, y Alejandra Massolo (coords.), 1998, Mujeres que gobiernan
municipios. Experiencias, aportes y retos, El Colegio de México, México, 270 pp.
Beckman, R. Peter, y Francine D'Amico, 1994, 'Women, Cender, and World
Politics", Perspectives, Policies, and Prospects, Bergin and Garvey, Londres, 25? pp.
Bernal Carrera, Gabriela, 2002, "Mujeres líderes dentro del movimiento
indígena ecuatoriano: la otra construcción de la nación", tesis de maestría en
antropología social, Instituto de Investigaciones Antropológicas y Facultad de
Filosofía y Letras, UNAM,México.
Billig, Michael, 1997 (rp), Banal Nationalism, Sage, Londres, 197 pp.
Brading, David, 1991, The First America. The Spanish Monarchy. Creole. Patriots
and the Liberal State (1492-1866), Cambridge University Press, Cambndge.
Brading, David, 1998, Orbe Indiano. De la monarquía católica a la república criolla,
1492-1867, Fondo de Cultura Económica, México.
Bradu, Fabienne, 1991, Antonieta, 1900-1931, Fondo de Cultura Económica,
México.
Burguete, Cal y Mayor, Araceli (coord.), 1999, México: experiencias de autonomía
indígena, IWGIA,Copenhague, 319 pp.
Cadena, Marisol de la, 1991, "Las mujeres son más indias: etnicidad y género en
una comunidad del Cusco", Revista Andina, año 9, núm. 1, primer semestre,
pp. 7-29. .'
Cano, Gabriela, 1998, "The Porfiriato and the MeXICan Revolution. Con-
structions of Feminism and Nationalism", en Ruth Roach Pierson y Nopur
Chaudhuri (coords.), Nation, Empire, Colony, Historicizing Gender and Race,
Indiana University Press, Indianápolis, pp. 106-120.
58
Tendencias de estudio de nacionalismo y mujeres
Castells, Carme (comp.), 1996, Perspectivas feministas en teoría política, Paidós,
Barcelona, 206 pp.
Chatteljee, Partha, 1993, "Women and the Nation. The trouble with their
Voices", en Partha Chatterjee, The Nation and its Fragments. Colonial and
postcolonial Histories, Princeton University Press, Princeton, New Jersey, pp.
134-157.
Chatteljee, Partha, s/f, "La nación y sus mujeres. La paradoja de la cuestión de
las mujeres", Centro de Estudios en Ciencias Sociales, Calcuta.
Chodorow, Nancy, 1974, "Family Structure and Feminine Personality", en
Michelle Zimbalist Rosaldo y Louise Lamphere (comps.), Woman Culiure &
Society, Stanford University Press, Stanford, pp. 43-66.
Cebo, Rosa, 1995, Fundamentos del patriarcado moderno. Jean-Jacques Rousseau,
Ediciones Cátedra, Madrid, 280 pp.
Cockburn, Cynthia, 1998, Tlie Space Between USo Negotiating Gender and National
Identities in Conflict, Zed Books, Londres y Nueva York, 247 pp.
Conway, JiU K., Susan C. Bourque y Joan W. Scott, 1998, "El concepto de gé-
nero", en Marysa Navarro y Catherine R. Stimpson (coords.)., ¿Qué son los
estudios de mujeres?, Fondo de Cultura Económica, México, pp. 167-178.
Cortés, Guadalupe, y Ana Alicia Solís de Alba (coords.), 1997, "Las luchas de la
mujer trabajadora de México en el siglo xx", Trabajo y Democracia Hoy, núm.
41, número especial, año 7, México, 144 pp.
Cossío Díaz, José Ramón et al., 1988, Derechos y cultura indígena. Los dilemas del
debate jurídico, Miguel Ángel Porrúa, México.
Craske, Nikki, 1999, Women and Politics in Latin American, Rutgers University
Press, New Jersey, 238 pp.
Cusack, Tricia, 2000, "[anus and Gender: Women and the Nation's Backward
look", Nations and Nationalism, [ournal of the Association [or tlie Study of Ethnicity
. and Natumalism, vol. 6 (4) pp. 541-561.
De Barbieri, Teresita, 1992, "Sobre la categoría de género. Una introducción
teórico-metodológica", Revista Inieramericana de Sociología, año VI, mayo-
diciembre, México.
Di Stefano, Chistine, 1996, "Problemas e incomodidades a propósito de la au-
tonomía: algunas consideraciones desde el feminismo", en Carme Castells
(comp.) Perspectivas feministas en teoría política, Paidós, Barcelona, pp. 53-77.
Eber, Christine E., 1999, "Seeking Our Own Food: Indigenous Women's Power
and Autonomy in San Pedro Chenalhó, Chiapas (1980-1998)", Latin American
Perspectioes, vol. 26, núm. 3, Sage Periodicals Press, Londres, pp. 6-36.
Enloe, Cynthia, 1989, Bananas, Beaches and Bases: Making Feminist Sense of
Intemationals Politics, Pandora, Londres.
Farnham, Christie, 1997, "In the Classroom. Women's History and the National
History Standards: An Introduction",Journal ofWomen's History, vol. 9, núm 3,
otoño de 1997, pp. 140-177.
59
 NATIVIDAD
CUTIÉRREZ
CHONG
Fernández de Lizardi, José Joaquín, 1995 (editado por Manuel Carcía), Heroínas
mexicanas (María Leona Vicario, NI. Rodríguez Lazarin, María Fermina Rivera,
Manuela Herrera y otras), Vargas Rea, México.
Fishburne Collier, J ane, 1974, "Women in Politics", en Michelle Zimbalist
Rosaldo y Louise Lamphere (comps.), Woman Culture & Society, Stanford
University Press, Stanford, pp. 89-96.
Fox, Jennifer, 1987, "The Creator Gods. Romantic Nationalism and the
Engenderment ofWomen in Folklore",journal o/ American Folklore, vol. 100,
núm. 398, octubre-diciembre, pp. 563-572.
Franco, J ean, 1989, Plotting Women: Cender and Representations in Mexico, Verso,
Londres.
Fraser, Nancy, 1998, "From Redistribution to Recognition? Dilemmas ofJustice
in a 'Post socialist' Age", en Cynthia Willett (comp.), Theorizing Multiculturalism.
A Cuide to the Current Debate, Blackwell Publishers, Malden, Mass. y Oxford,
466 pp.
Gajjala, Radhika, s/f, "Indian Women and National Identity", mimeo., 7 pp.
Gellner, Ernest, 1983, Nations and Nationalism, Cornell University Press, Ithaca.
Gerbi, Antonello, 1946, Viejas polémicas sobre el nuevo mundo: en el umbral de una
conciencia americana, Banco de Crédito de Perú, Lima.
Clusker, Susannah J oel, 1998, Anita Brenner. A Mind o/ Her Own, U niversity of
Texas Press, Austin, 298 pp.
González Esponda y Barrios, E. 1995, "Notas para comprender los orígenes de
la rebelión zapatista", Chiapas, vol. 1, Era, México.
González, Luis, 1992. "Patriotismo y matriotismo; cara y cruz de México", en
Elio Noriega (comp.), El nacionalismo en México, El Colegio de Michoacán,
Zamora, pp. 179-204.
Grewal, Inderpal, y Caren Kaplan, 1994, "Introduction: Transnational
Feminist Practices and Questions of Posmodernity", en Inderpal Grewal y
Caren Kaplan, Scattered Hegemonies, Minneapolis University of Minnesota,
Minneapolis, pp. 1-33.
Gruzinski, Serge, 1993, The Conquest o/ Mexico: Westersnization o/ Indian Societies,
I6th_18th Centuries, Polity Press, Londres (trad. B. Corrigan).
Guibernau, Montserrat, 1998, "El futuro del nacionalismo y las naciones sin
Estado", Revista Mexicana de Sociología, año LX,núm. 1, enero-marzo, México,
UNAM,pp. 115-130.
Gutiérrez Chong, Natividad, 1990, "Memoria indígena en el nacionalismo pre-
cursor de México y Perú en el siglo XVIII",Estudios Interdisciplinarios de América
Latina y el Caribe, vol. 1, núm. 2,julio-diciembre, pp. 99-114.
Gutiérrez Chong, Natividad, 1995, "Miscegenation for Nation-Building Native
and Immigrant Women in México", en Nira Yuval-Davis y Daiva Stasiulis (co-
ords.), Unsettling Settler Societies, Sage, Londres.
60
Tendencias de estudio de nacionalismo y mujeres
Gutiérrez Chong, Natividad, 1998, "Arquetipos y estereotipos en la construcción
de la identidad nacional de México", Revista Mexicana de Sociología, año LX,
núm. 1, enero-marzo, México, UNAM,pp. 81-90.
Gutierrez Chong, Natividad, 1999, Nationalist Myths and Ethnic Identities. Indige-
nous Intellectuals and the Mexican State, University ofNebraska Press, Lincoln y
Londres, 242 pp. (hay traducción al español: Mitos nacionalistas e identidades ét-
nicas: Los intelectuales indígenas y el Estado mexicano, Conaculta-Fonca, Instituto
de Investigaciones Sociales de la UNAM,Plaza y Valdés, México, 293 pp.).
Gutiérrez Chong, Natividad, 2000a, "Mujeres patria-nación. México: 1810-
1920", ponencia presentada en el Latin American Studies Association XXII
International Congress, Miami, Florida, marzo-abril, 21 pp.
Gutiérrez Chong, Natividad, 2000b, "El resurgimiento de la etnicidad y la con-
dición multicultural en el estado-nación de la era global", en Leticia Reina
(coord.), Los retos de la etnicidad en los estados-nación del siglo XXI, CIESAS/INI/
Porrú a, México, pp. 93-100.
Gutiérrez Chong, Natividad, 2000c, "Mujeres patria-nación. México: 1810-1920",
La Véntana, revista de estudios de género, núm. 12, vol. II, México, Universidad
Autónoma de Guadalajara, pp. 209-243.
Gutiérrez Chong, Natividad, 2001 a, "The Study of National Identity", en Alain
Dieckhoff y Natividad Gutiérrez (comps.), Modern Roots. Studies o/ National
Identity, Ashgate, Aldershot, pp. 3-20.
Gutiérrez Chong, Natividad, 2001 b, "South and Central America'', en
Encyclopaedia o/ Nationalism, Academic Press, San Diego, vol. 1, pp. 719-735.
Gutiérrez Chong, Natividad, 2003, "La autonomía y la resolución de conflictos
étnicos: una perspectiva de los Acuerdos de San Andrés Larráinzar", Nueva
Antropología (63) vol. XIX,octubre, 11-39.
Hall, Catherine, 1993, "Cender; Nationalism and National ldentities: Bellagio
Symposium, July, 1992", Feminist Review, núm. 44, verano, pp. 97-103.
Hall, John A., 1993, "Nationalism: Classified and Explained", Daedalus,journal
o/ the American Academy oj A rts and Sciences. Reconstructing N ations and States, vol.
122, núm. 3, verano, pp. 1-28.
Hall, Stuart, 1996, "Introduction: Who Needs 'Identity'P", en Stuart Hall y Paul
du Gay (comps.), Questions [or Cultural Identity, Thousand Oaks, Londres,
pp. 1-17.
Herrera, Hayden, 1985, Frida: Una biografia de Frida Kahlo, Diana, México,
440 pp.
Hill, Collins Patricia, 1998, "La política del pensamiento feminista negro",
en ¿Qué son los estudios de mujeres? Fondo de Cultura Económica, México,
pp. 253-312.
Hobsbawm, Eric, y Terence Ranger (comps.), 1983, The Invention oj Traduion;
Cambridge University Press, Cambridge.
61
 Tendencias de estudio de nacionalismo y mujeres
NATIVIDAD GUTIÉRREZ CHONG

Hobsbawm, Eric, 1990, Nations andNationalism Since 1780, Cambridge University

--- . k Anne 1995 Imperial Leather. Race, Gender and Sexuality in the Colonial
McChntoC , ' ,
Press, Cambridge, 191 pp. • t Routledge, Londres, 449 pp.
Contes , 1967 Race Mixture zn . the Hzstory
. of Latin. A menea,
. L'ltt 1e B rown,
Israel, j. j., 1975, Race and Politics in Colonial Mexico 1610-1670, Oxford Mbrnel~ M agnu, S '
University Press, Oxford. n.
Bosto
. fi a 1963 Las Indias caciques de Corpus Cristi, . . U·nrversi id a d N'aciona 1
J aniewski, Dolores E., 1998, "Gendered Colonialismo The 'Woman Question' Munel, Jose 111, ,.' ,.
in Settler Sociery", en Ruth Roach Pierson y Nopur Chaudhuri (coords.), 'noma de México, México.
Nation, Empire, Colony. Historicizing Gender and Race, Indiana University Press, ~uto di Afsaneh 1997, "The Erotic Vatan [Homeland] as Beloved and
aln1aba 1,'
h
".
t Love to Possess and to Protect ,Comparatwe
St udises zn
. S·
oczety a
nd
Indianapolis, pp. 56-76. :J
Mot el': o , . '. . .
H·150
J ayawardena, Kumari, 1986, Feminism and Nationalism in the Third World, Zed t Cambridge University Press, vol. 39 (3),Juho, pp. 442-467.
ry, ..,' .,
Books, Londres. . h n Cristina, 2000, "Relaciones de etma y genero, una aprox1maClon a
OehmIC e , . . "Al 'd d -
Kandiyoti, Deniz, 1991, "Identity and its Discontents: Women and the Nation", la multidimensionalidad de los procesos identatarios", ten a es, UAM, ano
MillenniumJoumal of Inlemational Studies, vol. 20 (3), pp. 429-443. 10, núm. 19, pp. 89-98. ."
Kandiyoti, Deniz, 2000, "Introduction: The Awkward Relationship: Gender and Sherry B 1974 "Is Female to Male as Nature is lO Culture? , en
ormer, ." .
Nationalism", Nations and Nationalism Joumal of the Association for the Study of Michelle Zimbalist Rosaldo y Louise Lamphere (comps.), Woman Culture &
Ethnicity and Nationalism, vol. 6 (4) pp. 491-494. Society, Stanford University Press, Stanford, ~p. 6!-87., .
Kedourie, Eli, 1960, Nationalism, Hutchinson, Londres. Palomar Verea, Cristina, 2000, "Juego de las identidades: genero, comu~l~ad
Lafaye, Jacques, 1985, Quetzalcóatl y Guadalupe: la formación de la conciencia nacio- y nación", La Tkntana, revista de est~dios de género, núm. 12, vol. 11, México,
nal en México, 2a ed., Fondo de Cultura Económica, México. Universidad Autónoma de Cuadalajara, pp. 7-42.
Lavrín, Asunción, 1978, "Women in Convents: their Economic and Social Role Pateman, Carole, 1996, "Críticas feministas a la dicotomía públ~co/priv~d~",
in Colonial Mexico", en B. A. Carroll (comp.), Liberating Women's History: en Carme Castells (comp.) Perspectivas feministas en teoria poliiica, Paidós,
Theoretical and Critical Essays, Chicago University Press, Chicago. Barcelona, pp. 31-52. _
Leoussi, Athena S. (comp.), 2001, Encyclopaedia of Nationalism, Transaction Phillips, Anne, 1996a, Género y teoría democrática, lIS, PUEG, UNAM, 17 ~ pp.. .
Publishers, New Brunswick y Londres, 314 pp. Phillips, Anne, 1996b, "¿Deben las feministas abandonar la dem~craCla .h~e-
Levario, M., 1999, Chiapas, la guerra en el papel, Cal y Arena, México. ral?", en Carme Castells (cornp.) Perspectivas feministas en teoría poliiica, Paidós,
Liu, Lydia, 1994, "The Female Body and Nationalist Discourse: The Field of Barcelona, pp. 79-97.
Life and Death Revisited", en Inderpal Grewal y Caren Kaplan, Scattered Pierce Mcállister, Carlota, 1994, "This Pageant Which is not Won: The Rabín
Hegemonies, Minneapolis University of Minnesota, Minneapolis, pp. 37-62. Ahau, Maya Women and the Guatemalan Nation", tesis en Antropología,
Lomnitz-Adler, Claudio, 1992, Exits from the Labyrinth: Culture and Ideology in the
Universidad de Arizona, 138 pp.
Mexican Nation Space, University ofCalifornia Press, Berkeley. Poniatowska Amor, Elena, 1992, Tinísima, Era, México, 663 pp.
Lovera, Sara, y Nellys Palomo (coords.), 1999, Las Alzadas, Comunicación e Pujadas, J oan J oseph, 2000, "Minorías étnicas y nacionales frente al e.s~ado ~ la
Información de la Mujer, Convergencia Socialista, México, 522 pp. globalización: reflexiones desde el otro lado del Atlántico", en Leticia Rema
Lorber, Judith, y Su san A. Farrell (comps.), 1991 The Social Construction ofGender, (coord.), Los retos de la etnicidad en los estados-nación del siglo XXI, CIESAS/INI/
Sage Publications, Londres, 374 pp.
Porrúa, México, pp. 101-122. .
Lynch, John, 1986, The Spanish American Revolutions, 1810-1826, 2a ed., W. W. Radcliffe, Sara, y Sallie Westwood, 1996, Remaking the Nation. Place, ldetuity and
Norton, Nueva York.
Politics en Latin America, Rutledge, Londres, 196 pp.
Mallon E., Florencia, 1995, Peasant and Nation: The Making of Postcolonial Mexico
Roach Pierson, Ruth, 1998, "Introduction", en Ruth Roach Pierson y Nopur
and Peru, U niversity of California Press, Berkeley.
Chaudhuri (coords.), Nation, Empire, Colony, Historicizing Gender and Race,
Malson R., Michel et al., 1989, Feminist Theory in Practice and Process, The
Indiana University Press, Indianápolis, pp. 1-20. .
University of Chicago Press, Chicago, 357 pp.
Saloma Gutiérrez, Ana, 2000, "De la mujer ideal a la mujer real. Las contradic-
Malvido Arriaga, Adriana, 1993, Nahui Olin: la mujer del sol, Diana, México, 175 pp.
ciones del estereotipo femenino en el siglo XIX", Cuicuilco, vol. 7, núm. 18,
McClintock, Anne, 1993, "Family Feuds: Gender; Nationalism and the Family",
enero-abril, México, pp. 205-222.
Feminist Review, núm. 22, verano, pp. 61-80.

62 63
 NATIVIDADGUrIÉRREZ CHONG Tendencias de estudio de nacionalismo y mujeres

Schópflin, George, 2001, "Ethnic and Civic Nationalism (Hans Kohn's

-- Iris Marion, 1996, "Vida política y diferencia de grupo: una crítica del
Typology)", en Athena S. Leoussi (comp.), Encyclopaedia of Nationalism, Trans, YO~;g'l de ciudadanía universal", en Carme Castells (comp.) Perspectivasfeminis-
action Publishers, New Brunswick y Londres, 314 pp. 1 ea teoría política, Paidós, Barcelona, pp. 99-126.
Schwartz, Benjamín l., 1993, "Culture, Modernity, and Nationalism-Furth-- YU~~-;;avis, Nira, 1998, "Gender and Nation", en ~ick Wilford y Robert Miller
Reflections", Daedalus, Journal of the American Academy of Arts and Sciences. ( p.) Women, Ethniczty and Natzonalzsm. The Polztzcs ofTransztzon, Routledge,
Reconstructing Nations and States, vol, 122, núm 3, verano, pp. 207-226. ~~~re~ y Nueva York, pp. 2~-35 (también en Ethnic and Racial Studies, vol. 16
Sefchovich, Sara, 1999, La suerte de la consorte, las esposas de los gobernantes de
(4) oct., 1993, pp. 621-631). . . "
México: historias de un olvido y relatos de un fracaso, Océano, México. Yuval-Davis, Nira, 1997, "Cultur~l R~productlOn and Gender Relations ,
Sluga, Glenda, 2000, "Fernale and National Self-Determination: A Gender Re-
en Gender & Nation, Sage Publications, Londres, pp. 39-66.
reading of the 'Apogee of N ationalism''', Nations and Nationalism J ournal of the
Association for the Study of Ethnicity and Nationalism, vol. 6 (4) pp. 495-521.
Smith, Anthony D., 1986, The Ethnic Origins of Nations, Basil Blackwell, Oxford.
• DOCUMENTOS
Smith, Anthony D., 2001, "Ethno-Symbolism", en Athena S. Leoussi (comp.),
Encyclopaedia of Nationalism, Transaction Publishers, New Brunswick y "La leyenda de los cromos. El arte de los calendarios mexicanos del siglo veinte",
Londres, 314 pp. Museo Soumaya y Fundación Telmex, México, 2000.
SternJ., Steve, 1999, La historia secreta del género, mujeres, hombres y poder en México
en las postrimerías del poder colonial, Fondo de Cultura Económica, México.
Tello Díaz, Carlos, 1996, La rebelión de las Cañadas, Cal y Arena, México.
• ARCHIVOS
Torres San Martín, Patricia, 1998, "Las mujeres del celuloide en México (1937-
1995)", en Mónica Verea y Graciela Hierro (coords.), Las mujeres en América del Archivo General de la Nación, ramo Operaciones de guerra, vol. 406, fe. 195.
Norte alfin del milenio, PUEG/CISAN/UNAM, México, pp. 467-491. Archivo General Agrario
Valcárcel, Amelia, 1997, La política de las mujeres, Ediciones Cátedra, Madrid,
233 pp.
Valdés Vega, María Eugenia, 1989, "Las maestras de primaria del Distrito • PÁGINA ELECTRÓNICA
Federal", en Fuerza de trabajo femenino en México: Participación, economía y políti-
ca, Universidad Nacional Autónoma de México, México. http://www.astridhadad.com/
Walby, Sylvia, 1986, Patriarchal and Capitalist Relations Employment, Polity Press,
Cambridge.
Walby, Sylvia, 1990, Theorizing Patriarchy, Blackwell, Oxford. • ARTÍCULO PERIODÍSTICO
Walby, Sylvia, 2000, "Gender, Nations and States in a Global Era", Nations and
Nationalism Journal of the Association for the Study of Ethnicity and Nationalism, Astrid Hadad: "Mexicana de corazón", Reforma, 14 de septiembre de 2001,
vol. 6 (4), pp. 523-540. México, formato electrónico.
West, Candace, y Don H. Zimmerman, 1991 "Doing Gender", en The Social
Construction ofCender, Sage Publications, Londres, pp. 13-37.
Wilford, Rick, 1998, 'Women, Ethnicity and Nationalism: Surveying the Ground", • DIARIOS
en Rick Wilford y Robert Miller (comps.), Women, Ethnicity and Nationalism. The
Politics ofTransition, Routledge, Londres y Nueva York, pp. 1-22. Milenio Diario, 9 de enero de 2002.
Willett, Cynthia (comp.), 1998, Theorizing Multiculturalism. A Cuide to the Current La Jornada, 5 de agosto de 2001.
Debate, Blackwell, Boston, 466 pp.
Wrigth de Kleinhans, Laureana, 1910, Mujeres notables mexicanas, Tipografía
Económica, México. * Una traducción del artículo se reproduce en este volumen.

64 65
------------------~------~-=~,-~

Conclusión

ESTE LIBRO HA EXPLORADO ALGUNOS de los procesos o asociaciones me-

todológicas que suelen estar presentes en los estudios sobre mujeres
y nacionalismos en América Latina. Entre ellos destaca el carácter
excluyente que el fenómeno nacional implica en la medida que se ha
popularizado la idea de que el nacionalismo es una doctrina inven-
tada en Europa que tiene su expresión en ámbitos públicos, es decir,
bajo dominio y control del género masculino. Al traer la discusión a la
dimensión de América Latina, constatamos una amplísima platafor-
ma de posibilidades de análisis tanto teórico como empírico. La vaste-
dad del tema y sus múltiples y creativas ramificaciones determinaron
la tipificación de los nacionalismos involucrados bajo el convenci-
miento de que no es posible partir de un solo tipo de nacionalismo.
Procedimiento metodológico insoslayable en todo estudio académico
del nacionalismo. Así, partimos de la existencia documental y obser-
vable de tres tipos de nacionalismo. Un primer tipo, se refiere a las
gestas heroicas o luchas de independencia que tenían como propósito
abolir el régimen colonial e instaurar repúblicas con capacidad de
autodeterminación. El siguiente tipo abarca la construcción instru-
mental y simbólica de la nación por el estado en los términos de la

345
 NATIVIDAD GUTIÉRREZ CHONG
unificación cultural y lingüística de una población con diversidad y
a~scripción geográfi~a, regional y étnica múltiples. Un proceso largo
e mtenso que se atestigua a lo largo del siglo xx en todo el planeta. El
último tipo de nacionalismo se refiere tanto a la apertura del propio
estado-nación como a la capacidad contestataria de múltiples grupos
étnicos y de género que han resistido, con distintos grados de creati-
vidad, la asimilación de lengua y cultura, exigencia global para lograr
naciones idealmente unificadas que prometían ser un terreno apto
para el desarrollo y la modernización.
Estos tres tipos de nacionalismo, explicados y ejemplificados en el
primer capítulo de Gutiérrez, constituyeron el eje sobre el cual se ar-
ticularon los varios casos empíricos que presenta subsecuentemente el
libro. Ahora, es menester aclarar que no todos los capítulos siguieron un
orden cronológico en cuanto a la historicidad de los nacionalismos; más
bien, expresaron la creatividad y sensibilidad de las múltiples situaciones
experimentadas por los autores convocados para esta obra. Temas y per-
sonajes, circunstancias y fenómenos interactuaron con ingenio y apego al
rigor, dando como resultado una rica y novedosa aproximación al doble
estudio de mujeres y nacionalismo.
De este libro surgió, entonces, una variedad de temas. Así, sobresalen
algunas constantes de análisis teórico y empírico. Una manera de or-
ganizar la exposición de resultados, así como de arribar a un conjunto
congruente de conclusiones derivadas de la diversidad y creatividad de
situaciones, es la de invertir los ejes centrales de los tres tipos de naciona-
lismo y reacomodar los capítulos. La construcción del estado-nación (el
segundo tipo de nacionalismo) plantea una de las paradojas que tocan
sensiblemente los terrenos del género y la etnicidad, y que influye en los
procesos de inclusión y exclusión. El estado, de manera instrumental e
institucional, busca incluir a todos los integrantes de un territorio en una
unidad nacional, pero en la larga y estratégica tarea, excluye del cuerpo
simbólico del grupo cultural dominante a grupos indígenas, inmigrados
y mujeres, exclusión que se manifiesta en la pobreza estructural y en la
desvaloración cultural predominante entre indígenas y mujeres indíge-
nas. La teoría crítica feminista sobre estudios de nacionalismo, como
vimos en el capítulo ''Tendencias de estudio de nacionalismo y mujeres",
ha conceptualizado y documentado la exclusión de las mujeres de los na-
cionalismos por ocurrir éstos en ámbitos predominantemente públicos.
Matices, sin embargo, siempre se encuentran. Para guiar esa búsqueda
346
Conclusión
resultó indispensable recurrir a las orientaciones metodológicas que
hiciera Nira Yuval-Davis (1989) (capítulo 2) sobre las cinco intersecciones
entre mujeres y nacionalismo. Tales intersecciones, junto con los ejes de
los tres tipos de nacionalismo planteados, resultaron de gran peso para
articular, con congruencia y prospección, los distintos casos y múltiples
temas que enriquecen el cuerpo del libro. Es obvio, por ejemplo, argu-
mentar y comprobar que las mujeres son "reproductoras biológicas" de
colectividades. Aunque, tal como lo mostró Leticia Paredes (capítulo 6)
en su monografía sobre elliderazgo de una mujer maya, la participación
política de ésta inició a raíz de su maternidad frustrada '. E~ la misma
línea del papel reproductivo subyace que, pese a las restricciones sobre
uniones y relaciones sexuales y maritales, las mujeres son quienes es-
tablecen los límites de la continuidad y la reproducción de los grupos.
Recuérdese el código honor / vergüenza, atribuido como responsabilidad
exclusiva de las mujeres y, por ende, la reproducción del sistema colonial
de castas, los cuales incidieron decisivamente en la formación de las na-
ciones de América Latina.
En las restantes intersecciones, mostradas a continuación, los casos de
mujeres que se presentan en el libro ofrecen más riqueza de análisis,. así
como un mayor uso creativo de materiales y personajes. La caractenza-
ción de las mujeres como a) "transmisoras activas y productoras de la
cultura nacional", como b) "significantes simbólicos de diferencias nacio-
nales" y como, e) "participantes activas en las luchas nacionales", resulta
ser de gran trascendencia metodológica, como ha sido demostrado en los
trabajos de autoras feministas sobre estos temas que fueron evaluados en
el primer capítulo. En los casos que componen esta obra observamos m~e-
vamente la posibilidad de eslabonar y/o comparar ejemplos que atravie-
san los ejes metodológicos propuestos. Veamos, con un sentido de orden,
el caso a), es decir, las mujeres "como transmisoras activas y productoras
de la cultura nacional". Una influyente teoría del nacionalismo (Gellner,
1986) subraya la importancia y trascendencia del sistema educativo ofi-
cial en la finalidad de formar una nación. Sin duda, las mujeres, como
maestras en la importante etapa de alfabetización y difusión de valores y
principios de unidad nacional, han tenido un lugar de insoslayable p~so,
aspecto de género ampliamente documentado, a pesar de que no ha Si?O
suficientemente discutido entre las distintas vertientes teóricas del naCIO-
nalismo. En pleno reconocimiento a la teoría modernista de ?elln~r, en-
contramos que las mujeres dan un salto cualitativo de un naCIonalismo a
347
 NATIVIDAD GUTIÉRREZ CHONG
otro (de la independencia al estado-nación) en cuanto a su alfabetización
y acceso al conocimiento. En el lapso de un siglo dejan de ser mayorita-
riamente analfabetas o semi analfabetas y participan como promotoras
y maestras en la labor del sistema educativo nacional. Reconocer a las
mujeres como "transmisoras" de la cultura nacional nos refiere a la obra
cinematográfica de Mimí Derba (Carda, capítulo 10), al extenso trabajo
cultural y periodístico de Anita Brenner y a los espectáculos de Astrid
Hadad (Cutiérrez, capítulo 1). El tema común de estas mujeres trabajan-
do en el universo de la creación es la conceptualización y transmisión de
sus visiones de la mexicanidad, lo que implica un arduo y sistemático ejer-
cicio intelectual. Con ello, la nación mexicana deja de ser sólo la histórica
arena masculina; en consecuencia, la supuesta exclusividad del ámbito
público de los varones puede ser trasladada hasta quedar en disposición
del imaginario de mujeres creadoras que se adhieren a la tarea de pensar,
defender e imaginar su cultura. Como en todas las posiciones contestata-
rias a la hegemonía o a los modelos dominantes, se trata, no obstante, de
la acción pragmática e intelectual de minorías étnicas o de género.
En esta misma línea de creación intelectual protagonizada por mujeres
con respecto a la valoración de la cultura a la que pertenecen, encontra-
mos la re/narrativización de las mitologías colectivas en lengua quichua,
ignoradas por la historia oficial y que se hallan en labor de rescate y
transmisión por mujeres y, además, indígenas (Choque y Delgado, capí-
tulo 9). Otra destacada mujer indígena que visualiza la reconciliación y
la unidad nacional cimentadas en el orgullo étnico es Dolores Cacuango
(Bernal, capítulo 11). El éxito del discurso de Cacuango se siente hoy en
los planteamientos de las organizaciones indígenas del Ecuador, un plan-
teamiento que busca su propio futuro a partir de un concepto de "patria"
o "nación". Patria / nación son conceptos de factura europea y por demás
masculinizados, pero son reapropiados con un fin simbólico de unidad
desde la visión excluida de género y etnia.
Con las mujeres, indígenas o no, como creadoras intelectuales (no sim-
plemente reproductoras biológicas) de patria / nación vemos otro tránsito
de interés, de un nacionalismo de nation-building en donde ellas partici-
pan activamente en la construcción de la nación por la vía de la educa-
ción, a un terreno de creación cultural que involucra el cuestionamiento
de las historias y meta-narrativas oficiales bajo la autoría de mujeres. Las
mujeres creadoras que atravesaron las páginas de este libro han tenido en
común una genial participación en la hechura de la identidad y cultura
348
Conclusión
nacionales, aspecto que empieza a ser teóricamente estudiado y comple-
tado con casos empíricos diversos.
Las mujeres como b) "significantes simbólicos de las diferencias" resal-
tan su rornantización e idealización en los diversos lenguajes que tienen
como fin propagar en las masas un sentido popular de pertenencia e iden-
tidad colectiva. Un ejemplo redondo fue el estudio que hace Schneider
de las fotografías que componen el calendario de Caby Herbstein (capí-
tulo 8). Efectivamente, la fotógrafa y la productora del calendario hacen
uso del cuerpo de la mujer arquetípicamente bella en el plano comercial
(modelos altas, delgadas, impasibles) en un marco indígena, selvático y
mitológico, para trasmitir un "origen étnico" a los nacionales argentinos.
El resultado es, para Schneider, idealizado y apegado a los cánones de
belleza y estética de la sociedad 'urbana argentina. Se trata de un caso que
documenta la apropiación del universo indio recurriendo a la utilización
de artefactos y contextos no europeos, pero evitando negociar o trans-
gredir el arquetipo establecido de belleza; ello da respuesta a la pregun-
ta de Schneider, porque las modelos que serían fotografiadas no fueron
mujeres indígenas. Para la sociedad argentina, la fabricación y recupe-
ración de símbolos indígenas es una tarea poco difundida, en comparación
con el impulso y continuidad que tiene esta labor de rescate en la política
cultural mexicana. Así, hay lugar para una idealización extrema que satis-
face el consumo no indígena. Recordemos, a manera de ilustración, aquel
pasaje del análisis de Schneider donde se le coloca una lagartija en la
cabeza de una modelo, supue-stamente toba, ya que se relaciona al reptil
con la cosmogonía del grupo; sin embargo, los toba pertenecen ahora
mayoritariamente a la iglesia de Pentecostés y la lagartija ha dejado de
tener el significado cultural y simbólico atribuido a una exhuberancia
selvática.
La conceptualización de la patria representada como mujer es otro elo-
cuente caso que nos refiere a la argumentación en torno a los "significan-
tes" de diferencias nacionales. Mestizas robustas dibujadas como mujeres
protectoras que simbolizan la "patria" o en ambientes del paisaje mexi-
cano han decorado cromos y calendarios a partir de 1940, así como las
portadas de los libros de texto gratuitos (1960). En este tipo de lenguaje
visual -el calendario, que se caracteriza por tener una amplia difusión
popular y de fácil consumo- resulta clara la fabricación de arquetipos
femeninos que emulan y exaltan cierta identificación con el sistema de
información y valores que conviene a cada identidad nacional. Para la
349
 NATIVIDAD GUTIÉRREZ CHONG
identidad argentina, se buscan cuerpos y bellezas occidentales puestos
en ambientes mitologizados de exótica naturaleza, en tanto que para la
autorrepresentación mexicana son, preferentemente, las mestizas alegres
en ambientes rurales o transformadas en el estoicismo de la patria.
Un tema que fue recurrente en varios capítulos fue el de la defensa
de los recursos naturales y la perdida simbólica del acceso a éstos. Así,
tuvimos casos de mujeres que, a pesar de su alta marginación, buscan
formas creativas que apuntan hacia la necesidad colectiva de controlar
recursos y estar en posibilidades de tomar decisiones y aportar al dise-
ño de sus agendas y estrategias. Esto nos lleva a considerar a las muje-
res como e) "participantes activas en las luchas nacionales". Las mujeres
nahuas de la Sierra Santa Marta, estudiadas por Lazos (capítulo 4) fue-
ron presentadas en un amplio espectro de desigualdades expresadas
en la marginación y la falta de recursos que al mismo tiempo revelan
una marcada desvaloración tanto en el interior de sus familias como
en el ámbito comunitario. Para estas mujeres, el acceso a los recursos
significa la interrelación con el espacio simbólico que da sentido a su
vida colectiva, "la montaña". Es además, el "área de vegetación prima-
ria" que proporciona el conocimiento y la creatividad que les permite
la continuidad en la preparación de rituales, códigos y festividades,
entre otros. Sin embargo, la reducción de este espacio y, por ende, la
disminución de su acceso a "la montaña", que ha significado la perdida
de símbolos culturales, han propiciado la necesidad de construir proce-
sos de sustentabilidad y formas de empoderamiento. Ello no significa
que su lacerante marginalidad haya sido superada; de hecho, vemos
en otros contextos que, ante la pobreza estructural de las mujeres, se
plantea la organización política tanto para acceder como para defender
los recursos.
La creciente movilización de mujeres por la apertura de espacios que
posibiliten la representación política, la toma de decisiones y el recono-
cimiento a sus derechos fue otra constante que atraviesa los capítulos
de Espeland (capítulo 5), Lazos y Blackwell (capítulo'Z). En este terreno,
Blackwell planteó que la agenda y las políticas del estado-nación han
contribuido a la triple situación de exclusión que caracteriza a las muje-
res indígenas. A la exclusión de las mujeres por género, por indígenas
y por pobres, para Delgado y Choque, se añade una cuarta, por la mo-
dernidad, que da cuenta de la gran carencia de información de las mu-
jeres indígenas. Otro tipo de participación política, siguiendo las líneas
350
Conclusión
verticales y corporativas de un partido dominante, es la que desarrolla
en Yucatán Emiliana. En este caso resulta de importancia la conciencia y
utilización de su etnicidad, expresadas en la vestimenta maya de huipil y
rebozo, con las que desempeña un papel clave en la organización de las
redes clientelares del Partido Revolucionario Institucional, a cambio de
estatus y prebendas (Paredes, capítulo 6).
En el capítulo primero se hizo el planteamiento de que el acceso al
conocimiento está ligado con el impacto y desarrollo de la modernidad.
Las mujeres prenacionalistas tuvieron un incipiente acceso al conoci-
miento, así como se hacía patente el elevado analfabetismo; por ende,
las mujeres no contribuyeron al primer tipo de nacionalismo, defensa
y lucha de la soberanía mediante la literatura o la prensa escrita; su
motivación fue la conciencia de una marcada pobreza, exclusión y dis-
criminación. De ahí que surja un paralelo entre aquellas mujeres que
lucharon por la patria y las mujeres de hoy que se movilizan y organizan
para defender su patrimonio, acceder a los recursos y buscar caminos
de bienestar que no sean necesariamente los que han sido trazados de
manera oficial. La diferencia entre ese primer nacionalismo y el tipo de
defensa y lucha de las movilizaciones de las mujeres indígenas contem-
poráneas es que estas últimas no tienen que actuar como hombres para
superar las desigualdades (Zárate, capítulo 3) ni escribir con pseudóni-
mo para que nuevos pensamientos sean del conocimiento de un público
no acostumbrado a leer ideas de mujeres ni a admirar la estética nacio-
nalista pensada y ejecutada por mujeres.
En conclusión, los casos que documentan las cinco intersecciones entre
género y nacionalismo fueron recurrentes en los tres tipos de nacionalis-
mo incluidos. Esto quiere decir que estas intersecciones no son privativas
o exclusivas de un periodo, cambio o transformación estructural impulsa-
da por el estado. Todo nacionalismo actúa en contradicción: busca formar
una unidad nacional incluyente, pero en el proceso ha excluido significa-
tivamente a etnias y mujeres, y, en consecuencia, a las mujeres indígenas.
Lejos de pensar que el fenómeno nacionalista ha expirado, observamos
indicios de resurgimientos indígenas dentro de los estados-nación con-
solidados, con una fuerte presencia de mujeres, presencia que, además,
es de liderazgo político e intelectual. Estas mujeres, al igual que aquellas
que pensaron o hicieron patria, o bien contribuyeron a la estética nacio-
nalista en sus propios términos, se planteaban, como eje de reflexión, la
capacidad de crear autonomía e independencia para tener poder de deci-
351
 NATIVIDAD GUTlÉRREZ CHONG
sión, para vivir sin violencia, para tener igual acceso a y control sobre los
recursos, así como para vivir con sus derechos garantizados. Finalmente,
para expresar el aprecio o el sentimiento filial por su cultura, por su pa-
trimonio o territorio, por su historia. El marco teórico de los nacionalis-
mos da pruebas de poseer una ilimitada elasticidad, capaz de sostener los
múltiples casos de mujeres en lucha, defensa y recuperación cultural. Sin
duda, los nacionalismos han dejado de ser doctrinas fabricadas en Europa,
importadas y transmitidas por los hombres de elite de los estados-nación Índice analítico
del nuevo continente.
Abya Yala, Noticias de, 280
Abya Yala, Primer Encuentro de Mujeres
Indígenas de Primeras Naciones, 214
acceso a la escuela, 140
acceso a la información, 278
acceso a los recursos naturales, 123, 126,
152
acción de las mujeres sobre la informa-
ción, 149
activistas feministas, 121
Acuerdos de San Andrés Larráinzar, 159,
171,172,210,212
Acuerdos sobre Derechos y Cultura
Indígena, 211
Alba, Ignacio, 324
Albún de la Mujer, El, 33
Alderete, Wara, 281
Alegre, Florentina, 284
Alfaro, Eloy, 321
Alma de sacrificio (película), 309
almanaques, véase calendario
Amaguaña, Tránsito, 325
ancestros, 95, 251
Anderson, B., 21, 32(n), 69
anticolonialismo, 291
antopología feminista, 267
apropiación del cuerpo de las indias, 256
argentinos, origen de los, 245, 250
arquetipos, 42, 43, 45, 49, 316
352
arte nacionalista, 300, 301
artesanías indígenas, apropiación
de, 249
Asamblea Nacional Indígena Plural por la
Autonomía (ANIPA), 210, 213
Asuntos Indígenas, Grupo Internacional
de Trabajo sobre, 220
Atl, Dr., 51
ausencia de las mujeres en la vida política,
104
autodeterminación, 99, 158, 256, 323
autoeducación colectiva, 195
auto gobierno indígena, 195
autonomía, 99, 110, 158,224
autonomía de las mujeres, 194, 228
autonomía indígena, 212
Autonomía para las Mujeres Indígenas,
Proceso de, 227
autonómico, mujeres indígenas en el
proceso, 225
autoridades femeninas, 318
Azteca Films, 300, 305, 307, 309, 315
aztequismos, 41, 44
B
barreras familiares, 118
Bauer, atto, 70
353
 ÍNDICE ANALÍTICO Mujeres y nacionalismos en América Latina

Beijing, Conferencia Mundial de Mujeres
en,209,220,280
Beijing, Declaración de las Mujeres
Indígenas en, 281
belleza, 245, 247, 248, 251, 252, 252,
253,257
Bertini, Francesca, 302
biocolonalismo, 275
biological reproducen, 40
blancos, 326
Boas, Franz, 52
Brenner, Anita, 48, 50
Brum, Blanca Luz, 48(n)
C
Cacuango, Dolores, 318, 319, 323, 325,
326,335,336,338,339
calendario azteca, 307
calendario escolar, 41
calendario, 34,43,45,236,241,245,248,
249,250,252,254,256,257
Calfucurá, 238
campañas publicitarias, indios en, 255
capacidad de acceso a la representación,
232
capacidad de gobierno propio, 28
capacitación política, 185
capitana Elisa, 203
capitana Laura, 203
castas, 30, 31
Castro, Mauricia, 288
Catedral de la Tanda, 304
Centro de Educación y Comunicación de
Puno (Perú), 282
Centro Editorial de Literatura Indígena
de Oaxaca, 215
Centro para el Desarrollo de la Mujer
Ayrnara (COIMA), 286
Cerebroy corazón (película), 310
Chantre, Lame, 272
Chapultepec (película), 306, 315
China Poblana, 307
Chirisente Mahuanca, Luzmila, 279
ciudadanas marcadas por el género, 194
ciudadanía, 23, 71, 73, 197, 200, 202, 287
ciudadanía femenina, 73
ciudadanización, 262
cohesión social, 40, 69
colonialismo, 31, 262, 265, 276, 291
colonización mestiza, 128, 129, 130
comandante Ramona, 203, 205, 216
comandante Susana, 205
Comisión de Concordia y Pacificación
(Cocopa), 212
Comité Central del Partido Comunista, 324
complementariedad de género, 276
comportamiento cultural adecuado, 75
comunicación como poder, 269
comunidad de ciudadanos, 71
comunidades imaginarias, 69, 74, 199
Comunidades Indígenas de la Zona Norte
del Itsmo (Ucizone), Unión de, 214
conciencia de género, 170
conciencia diferencial, 202, 210
condición étnica, 188
condiciones de enunciabilidad, 20 1, 205
Conferencia Internacional de la Mujer,
280
Conferencia Mundial de Mujeres en
Beijing, véase Beijing
Congreso General Ngobe, 279
Congreso Nacional (Ecuador), 318
Congreso Nacional Indígena en Tlapa,
Guerrero, 213
Congreso Nacional Indígena, 158, 159,
166,209,210
Consejo de la Nacionalidad Náhuatl del
Estado de México, 222
Consejo de Pueblos Nahuas del Alto
Balsas de Guerrero, 222
Consejo Cuerrerense 500 Años de
Resistencia Indígena, 222
conservación de los recursos naturales,
véase acceso a los recursos naturales
construcción de la comunidad, 95
construcción de la nación, 21, 39, 40, 53
construcción de una nación
multicultural, 83
construcciones metodológicas, 20
Convención 169 de la Organización
Internacional del Trabajo, 220
Convención de Diversidad Biológica, 220
Convención Nacional Democrática en
Aguascalientes, 213
Convención Nacional Democrática, 209
Convenio de Eliminación de Todas las
Formas de Discriminación contra las
Mujeres, 220
Coordinadora Nacional de Mujeres
Indígenas (CNMI), 194,218,221,223,
206,207,208,209
Coordinadora Nacional de Mujeres
Indígenas María de Jesús Patricio, 217
Correa Feminista, La, 284
Correa y Zapata, Dolores, 47(n)
costumbres mexicanas, 301
costumbristas, películas, 302
creadoras, 103
cromo, véase calendario
cuerpo, 44, 107
cuerpo de las indias, apropiación del, 256
cuerpo-mujer, 45
cuerpo y violencia, 100
cuerpos de las mujeres, 19, 43, 45, 90, 286
cultura y derechos indígenas, 211, 276
culturas subalternas, 83
cura Hidalgo, 36, 37, 38
Curtis, Edward S., 246
D discriminación de la población india,
Daquilema, Fernando, 319, 328
Darwin, 252
De los Reyes, Aurelio, 301
Década de los Pueblos Indígenas de la
ONU, 220
decencia de la mujer india, 249
Decenio de los Pueblos Indígenas, 272
Declar~ción de las Mujeres Indígenas en
BelJmg, véase Beijing
defensa de la patria, 37
defensa de la tierra, 323
defensa de México, 51
demandas étnico-feministas, 283
Derba, Mimí, 300, 302, 303, 304, 305,
310,315
derecho a la diferencia, 194, 197
derecho a la información de las
mujeres, 149
derecho de la mujer indígena en
Colombia, 272
derecho de participación de las
mujeres, 149
derechos ciudadanos, 274
derechos de las etnias, 249
derechos de las mujeres, 212
Derechos de los Pueblos Indígenas,
Reconocimiento Constitucional
Mexicano de los, 220
derechos indígenas, 211
derechos indígenas, tratados
nacionales e internacionales, 195
desarrollo de las propias
comunidades, 117, 126
descolonización de la sabiduría, 195
desmantelamiento del proyecto
asimilacionista indigenista, 198
Día Internacional de la Mujer, 205
Díaz, María del Rosario, 36
diferencia, derecho a la, 194, 197
difusión de la cultura, 21
diosa, 276
directiva de mujeres, 118
discriminación, 337
257
discriminación racial, 290
discurso de conciencia de género, 170
discurso de derechos, 210
discurso subalterno, 85
discursos excluyentes, 202
diseño cultural andino, 334
Diversidad Biológica, Convención de, 220
doctrina de emancipación, véase
nacionalismo
doctrina europea, 31
dominio masculino, 24

354 355
 ÍNDICE ANALÍTICO
Duarte, Jorgelina, 244, 249, 250
dueños de la patria, 330
E etno-autonornía, 267
ecuatorianidad, 320
"El derecho de la mujer indígena en
Colombia", 272
El Periquillo Sarniento, 32(n), 315
Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación contra las Mujeres,
Convenio de, véase Beijing
En defensa propia (película), 307, 310
Encuentro Continental de Mujeres
Indígenas, 210
Encuentro Nacional de Mujeres de ANIPA,
214
Encuentro Nacional de Mujeres
Indígenas, 210
Entre la vida y la muerte (película), 307, 315
enunciabilidad, condiciones de, 201, 205
enunciabilidád, sistemas de, 202
eonomía simbólica de la nación, 205
episodios heroicos, 41
época de oro del cine, 300
Escuelas Indígenas de Cayambe, 324
espacios de organización de mujeres indí-
genas, 163
estado, 22, 28, 72
estado-nación, 19, 23, 53, 71, 158, 235,
251,256,257,261,263,264,265,274,
278,283,286,287,290,292,319,320,
324,327,328,335,337
estado-nación ecuatoriano, 321, 339
estado-nación, identidad del, 251
estado-nación multicultural, 158
estereotipo eurocentrista de sociedades
tribales, 239
estereotipos, 42, 43, 49, 50, 97, 98, 99,
235, 252, 257, 301
estereotipos de lo bello, véase belleza
estereotipos de lo femenino, 94 ' fundadoras de escuelas e institutos, 46
estereotipos de lo indígena, 236
356
etnia, 20, 30, 197
etnias, derechos de las, 249
etnicidad, 53, 263, 266, 318
etnicidad y género, 318
exclusión de las mujeres, 70, 141
exclusión histórica de las mujeres, 106
exclusión por condición étnica, 188
experiencia local de la vida
diaria, 205
expresión de las mujeres en
público, 171
EZLN, levantamiento del, 205
EZLN, mujeres líderes del, 203
F género/sexo, 266
Farfán de García, Cristina, 47(n)
Farías de Issasi, Teresa, 310
Federación de Ayllu y Markas, 271
Federación de tribus Xicaque, 288
Federación Ecuatoriana de Indios (FE1), 324
femenino/feminista (diferencia entre), 277
feminismo, 265, 276
feminismo indígena, 293
feminismos étnicos, 263, 276
feministas de clase media, 168
feministas interétnicas, 284
Fernández de Lizardi, José Joaquín,
32(n),34
figura femenina, 39
formación de la patria, 332
formación de una "patria" para todos, 334
formas de saber indígenas, 195
Foro Indígena Permanente Nacional, 216
Foro Nacional Indígena, 209
fraternidad masculina, 72
Frente Indígena Oaxqueño Binacional
(FI0B), 289
Fundación Arte y Esperanza, 244
Fundación desde América, 244, 247
Mujeres y nacionalismos
G héroes cívicos, 41
Gabriel, Calixta, 276
Gamio, Manuel, 52
Garavaglia, Julieta, 244, 251, 250
Gatita Blanca, 302
género, 19, 20, 30, 95, 110, 206, 235, 263,
266,280,318
género, ciudadanas marcadas por el, 194
género, ideas de, 235
género, indigeneidad y clase social, inter-
secciones, 194
género, narrativas indigenistas de, 202
género, nueva visión de, 207
género, representación estatal del, 204
género, subjetividad de, 197
Gimeno de Flaquer, Concepción, 33
glamour de la mujer india, 247, 248
Gómez de Suárez, Guadalupe, 48
Gómez Haro, Eduardo, 307
Gómez, J uliana, 215
González, Gloridalia, 278
Gran Rebelión de los Andes, 319
grito de Dolores, 34
Grupo de Mujeres de San Cristóbal de las
Casas, 222
Grupo de Mujeres Indígenas y
Masehaulcihuame, 222
grupo de trabajo sobre mujeres (en el
CNl), 161
Grupo Internacional de Trabajo sobre
Asuntos Indígenas, 220
Gualán, Carmen, 281
Gualavisí, Jesús, 324
Guerra del Chaco, 271
Guerrero, Xavier, 51, 52
Gutiérrez, Margarita, 210
H identidad indígena y de género, 206
Hadad, Astrid, 48, 49
Harden, Lakota, 274n
Herbstein, Gaby, 244, 251, 250
357
en América Latina
héroes culturales, 324
héroes indígenas, 322
héroes mitificados, 337
héroes nacionales, 95
heroína, 33, 46, 54, 276, 324
heroínas de independencia, 37
herstories, 274
hipil o huipil, véase vestimenta
historia de exclusión, 24
Historia del Reino de Quito, 322
historia oficial, 262, 265, 292
historia oral, 207, 276, 293
historia/nación, 205
historias de mujeres (herstories), 274
históricas, películas, 302
Hobbes,58
homogeneidad del nacionalismo, 53
homogeneización de la ciudadanía, 200
honor colectivo, 74, 89
honor de la mujer, 89
honor nacional, 74, 89
iconografía, 19
idea de unidad nacional, 323
ideal nacionalista, 315
ideal patriótico, 314
ideales de independencia, 28, 31, 32
idealización nacionalista, 19
ideas de género, véase género
ideas de mujeres sobre la patria-nación,
47
identidad, 45,46, 197
identidad, definición de la, 197
identidad de género, 206
identidad del estado-nación, 251
identidad étnica, 95, 179, 280
identidad indígena, 326
identidad nacional, 19,21,39,41,42,43,
44,57,251,302,320,327
identidad política, 206, 210
 ÍNDICE
identidad política como mujeres indíge-
nas,210
identidades, 265
identificación de la nación con los cuerpos
de las mujeres, 90
ideología, 28, 256
ideología evolucionista, 254
ideología indigenista, 292
ideología racial del mestizaje, 200
ideología racista, 254
imagen la mujer blanca como alguien
indefenso, 237
imágenes, 249
imágenes eróticas, 249
imágenes exóticas, 249
imágenes fabricadas de los indios, 236
imaginarios femeninos, 43
impacto del nacionalismo, 47
incentivos de participación política, 177
inclusión, 70
inclusión de los pueblos indígenas en el
.estado-nación, 158
inclusión/exclusión, 264
independencia, 21, 28, 50, 251
india, vestida como, véase vestimenta
indias imaginarias, 256
indias, apropiación del cuerpo de las, 256
Indígena de Oaxaca, Centro Editorial de
Literatura, 215
indígena maorí, intelectual, 266
Indígena Permanente Nacional, Foro, 216
indígena, autogobierno, 195
Indígena, Consejo Guerrerense 500 Años
de Resistencia, 222
indígena, estereotipos de lo, 236
indígena, jurisprudencia, 195
indígena, montaje de lo, 241
indígena, producción intelectual, 274
indígenas apernados, liderazgo de, 274
indígenas, apropiación de artesanías, 249
indígenas, cultura y derechos, 211
Indígenas de la Zona Norte del Itsmo,
Unión de Comunidades, 214
indígenas, formas de saber, 195
indígenas, mujeres líderes, 317
358
ANALÍTICO
indígenas, representación estatal de
los, 204
indígenas, representaciones de las
poblaciones, 236
indígenas y mestizas, relaciones entre, 265
indigeneidad, 194
indigenismo, 198, 199, 200, 201
indigenistas de género, narrativas, 202
indios como ancestros, 256
indios, imágenes fabricadas de los, 236
indios (pre)históricos, 251
información, acceso a la, 278
intelectual indígena maorí, 266
intelectuales indígenas, 272, 292
intermediación política, 184, 187
intersecciones, 20, 25, 26, 42, 57, 194
intersecciones entre género y
nacionalismo, 19, 20
investigación feminista, 24
J Literatura Indígena de Oaxaca, Centro
j'Pas Lumetik, 222
Jolom Mayaetik, 222
JoséJuan, Zoyla, 214
Juárez, Benito, 48
jurisprudencia indígena, 195
K lucha cuádruple: mujer, pobre, indígena y
Kahlo, Frida, 48(n)
Kulturnation, 71
L montaje de lo indígena, véase
La leyenda de donjuan Manuel, 315
"Las mujeres indígenas en el proceso
autonómico" (taller), 225
La soñadora (película), 312
La tigresa (película), 310, 312
Legislación y Mujer, Seminario de, 216
lengua, 338
Mujeres y nacionalismos en América Latina
lenguaje, 280, 293
levantamiento del EZLN, 194, 205
Lévi-Strauss, 69
Ley de las Mujeres, 203, 204, 205, 208
Ley del Instituto Nacional de la Reforma
Agraria (INRA, Colombia), 272
Ley Revolucionaria de las Mujeres, 164,
165,205,207
leyenda de los volcanes, 45
libre determinación, véase autodetermi-
nación
librepensadoras, 46, 47
libros de texto, 41, 44
líder, 177, 183, 184, 185, 187, 190, 276
liderazgo, 186, 263, 279
liderazgo de indígenas, 274
liderazgo de indígenas apernados, 274
líderes, 23, 181
líderes indígenas, mujeres, 317, 325
líderes intelectuales indígenas, véase
intelectuales indígenas
Editorial de, 215
"Llamado a las mujeres a luchar por la
independencia, 1812",37
logias masónicas, 46, 47
lógica cultural andina, 339
"Lorena" (integrante activa de la CNMI),
207
Los aguiluchos (película), 306
desinformada, 282
luchas cotidianas, 261
luchas libertarias, 28
Lumetik, j'Pas, 222
M modelos
madre, 40
maestras, 39, 40, 41, 46, 56, 57,
Malinche, 31, 44, 45
Mama Dulu, 339
marginación de las mujeres de la autori-
dad, 152
359
marginación de las mujeres del control de
los recursos, 152
markas,270
masculinidad, 24
Maseual Situamej Mosenyolchicauani de
Puebla, sss, 222
maternidad, 40, 110
matria,56
matrilocal, 267
Mayaetik, J olom, 222
mayor Ana María, 203
mayoría izquierdista feminista urbana,
265
me salió el indio, 323
medios de comunicación, 140, 281
memoria, 95, 276, 293, 336
mestizaje, 41, 57, 321, 323
mestizaje, ideología racial del, 200
mestizaje incompleto, 323
mestizas, 44, 45, 140, 170,189,191,
332, 337
mestizas, relaciones entre indígenas y, 265
mestizos, 31, 45, 320, 326
mexicanidad, 21, 39, 45, 46, 48, 48(n),
49,50
mexicanidad, época de oro, 52
Mezua, Clelia, 279
Miranda, Lucía, 238
mito de los orígenes étnicos, 69
mito del mestizaje, véase mestizaje
mito del origen de la patria, 336
mitologías, 19,252,265,276,293
mitonarrativas, 274n
mitos, 31, 49,246,249,322,323,336,337
modelos, 21, 241, 245, 249, 252
Modotti, Tina, 48(n), 51
Mora, J osé María Luis, 35
Morelos, José María, 38, 50
Mosse, George L., 69
movilización de mujeres, 184, 271
movilizaciones pan indígenas, 263
movimiento cívico territorial, 71
movimiento de mujeres indígenas, 193
 ÍNDICE ANALÍTICO Mujeres y nacionalismos en América Latina

movimiento genealógico nacionalista, 71 mujeres como creadoras intelectuales de Mujeres Indígenas, Coordinadora nuevos sujetos políticos, 209
movimiento indígena de Quintin Lame, ideas de patria y nación, 39 Nacional de, 221, 223 Nuttall, Zelia, 52
272 mujeres como productoras de linajes Mujeres Indígenas, Encuentro
Movimiento Indígena Ecuatoriano, 317 nacionales, 77 Continental de, 210
movimiento indígena, mujeres como mujeres como reproductoras de la nación, Mujeres Indígenas, Encuentro Nacional O
actores en el, 194 75,76,88 de,210
movimientos indígenas, 328, 336 mujeres como símbolo del honor, 89 Mujeres Indígenas, Proceso de Autonomía odio racial, 35
mujer abnegada, 316 mujeres como símbolos de diferencias para las, 227 Olín, Nahui, 48(n), 51
mujer aprisionada, 238 nacionales, 42 mujeres indígenas, triple opresión de oportunidad de reinventarse, 206
mujer-bandera, 44 mujeres como símbolos de la colectividad, las, 211 orden del discurso, 201, 204, 205, 210
mujer blanca, imagen de una indefensa, 74 mujeres líderes del EZLN, 203 orden simbólico de la nación, 202
237 mujeres como símbolos de las diferencias mujeres líderes indígenas, 317 ordenamiento del poder, 194
mujer blanca, valoración de la, 238 nacionales, 25 Mujeres notables mexicanas, 33(n), 35 organización de las mujeres, 184
mujer capturada, 238 mujeres como transmisoras de la cultura Mujeres Olvidadas del Rincón Mixe de Organización de Mujeres Artesanas
mujer fatal, 316 nacional, 25, 42 Oaxaca, 222 Expulsadas de Chamula (OMAECH), 222
mujer india, 248, 257 mujeres como transmisoras intergenera- mujeres que pensaron la patria, 46, 47 Organización Internacional del Trabajo,
mujer india, belleza de la, véase belleza cionales, 74 mujeres y nación, 45 Convención 169 de la, 220
mujer india, glamour de la, 247 mujeres, derechos de las, 212 mujeres y sujeto nacional, 45 Organización Nación Purhéphecha
mujer india, sentido de la decencia de Mujeres de San Cristóbal de las Casas, multiculturalismo, 75, 83, 84, 87,90,91, Zapatista, 228
la, 249 Grupo de, 222 109,110 organizaciones indígenas, 163,337
mujer indígena, 54, 55 mujeres en organizaciones indígenas, 163· organizaciones de mujeres indígenas, 167
mujer indígena en Colombia, derecho de mujeres excluidas de conocimientos, 134 organizadora de la CNMI, 208
la, 272 Mujeres Independientes, 222 origen de "nosotros", 256
N
mujer indígena, situación, derechos y mujeres indias autóctonas, 251 origen de la patria, 318, 328, 332, 335
cultura de la, 211 mujeres indígenas, 118, 140, 163, 197, origen de la patria, mito del, 336
nacimiento de la patria, 332
mujer-patria, 44 205,261,263,318 origen de los argentinos, 245, 250
nación, 19, 20, 22
Mujer Pública, 284, 291 mujeres indígenas, autonomía de orígenes, 250, 330
nación del nuevo milenio, 21, 55
mujer que habla sobre el origen de la las, 228 originalidad para pensar y expresar lo
Nación Purhéphecha Zapatista de
patria, 326n mujeres indígenas como nuevos mexicano, 49
Michoacán, 222
Mujer, Seminario de Legislación y, 216 sujetos sociales, 193 Ortiz de Domíngez, María Josefa, 33, 34,
nación, narrativas de la, 201
mujeres, 57 Mujeres Indígenas de las Primeras 35,49
nación, orden simbólico de la, 202
Mujeres Artesanas Expulsadas de Naciones Abya Yala, Segundo nacionalismo oficial, 29, 53
Chamula (OMAECI-I), Organización Encuentro Continental de, 223 nacionalismo, 19, 28, 68, 199, 224, .256,
de,222 Mujeres Indígenas de México, Segundo P
261,264,274,280,302,304
mujeres cabecillas, mujeres cacicas y Encuentro Nacional de, 223 naciones indígenas, 266, 276, 282, 291
principales, véase líderes indígenas, Mujeres Indígenas de Primeras Naciones naciones originarias, 292 Padilla, Eva, 302
mujeres, Abya Yala, Primer Encuentro de, 214 Palomino, Rosa, 282
nación-estado, véase estado-nación
Mujeres Campesinas de Xilitla, Unión mujeres indígenas en el proceso autonó- Panunzi, 247
narración en zig-zag, 334
de, 222 mico (taller), 225 papel pasivo o tradicional de las mujeres,.26
narrativas de la nación, 201
mujeres como actores en el movimiento Mujeres Indígenas en Lucha, 222 participación en la creación de la historia/
narrativas indigenistas de género, 202
indígena, 194 Mujeres Indígenas María de Jesús nación, 205
narrativizaciones mitológicas, 278
mujeres como agentes activos en las luchas Patricio, Coordinadora Nacional participación política, 83, 177, 190
natural/cultural, 21
nacionales, 25 de, 217 Partido Comunista, 324, 326
Navarro, Rosa, 47(n)
mujeres como creadoras de la cultura Mujeres Indígenas y Masehaulcihuame, Partido Revolucionario Institucional, 199
Noticias de Ayba Yala, 280
nacional,42 Grupo de, 222 partidos de izquierda, 324
nuevo discurso de derechos, ·198

360 361
 ÍNDICE ANALÍ'TICO
patri~21,41,44,46,332,335
patria chica, 56
patria, discurso sobre la, 318
patria, dueños de la, 330
patria, formación de la, 332
patria, orígenes de la, 46, 332, 335
patriarcado colonialista, 54, 254, 261
Patricio, Coordinadora Nacional de
Mujeres Indígenas María de Jesús, 217
patrimonio nacional, 199
patriotismo, 31
películas costumbristas, 302
películas históricas, 302
pensadoras, 103
pensamiento feminista, 20
pensar e! cine, 300
Periqudlo Sarniento, El, 32(n), 315
peruanidad, 39
Peticiones de las Mujeres Indígenas, 283
piel de las indias imaginarias, 256
Pincén, Luis, 244, 247, 248, 252, 253, 255
pluralidad, 84, 85, 110, 272, 274
población india, discriminación de la, 257
población indígena, 117,245
poblaciones indígenas, representaciones
de las, 236
pobreza, 117, 123
pobreza de recursos, 138
pobreza en las condiciones de vida, 138
pobreza femenina, 125
pobreza y degradación ambiental, 124
poder, comunicación como, 269
poder, relaciones de, 55, 123,201
poetisas, 47
ponchos, véase vestimenta
Pozzo, 247
Primer Encuentro de Mujeres Indígenas
de Primeras Naciones Abya Yala, 214
Primer Encuentro Nacional de Mujeres
Indígenas, 210, 218
Primera Reunión de Mujeres Indígenas y
Colonas, 279
primeras naciones, 285, 292
Proceso de Autonomía para las Mujeres
Indígenas, 227
362
procesos de ciudadanización, 264
producción intelectual indígena, 274
productores de la nación, 74
propuestas políticas de los pueblos
indígenas, 318
protonacionalismo, 31
proyecto asimilacionista indigenista, 198
proyecto descolonizador, 225
proyectos nacionales, 19, 251, 328
público/privado, 21, 107, 109
pueblos indígenas, 194, 291
Pueblos Indígenas, Década de los, 220
Pueblos Indígenas, Reconocimiento
Constitucional Mexicano de los
Derechos de los, 220
pureza de sangre y raza, 89
Q ritos, 40, 46, 323
Qolque, Matilde, 336, 339
Quintin Lame, movimiento indígena
de,272
Quinto Centenario de las Américas, 263
Qullasuyu, 270
R
racionalidades culturales, 322
racismo, 204, 205, 211, 337
racismo inverso, 247
racista, ideología, 254
Ramona, comandante, 54, 55, 164, 166
Raza Cósmica, 30, 90, 321, 322
re/narrativización, 261, 293, 267, 268,
269,276,286,288
Reconociiniento Constitucional Mexicano
de los Derechos de los Pueblos
Indígenas, 220
redistribución del reconocimiento, 55
reducción de la actividad de las mujeres
en la selva, 133
Reformas Constitucionales y Legales de
los Acuerdos de San Andrés, 212
Mujeres y nacionalismos en América Latina
relaciones conflictivas, 118 Serrana de Dolores, 36
relaciones de género, 69, 117 Servicios de! Pueblo Mixe, 222
relaciones de poder entre hombres y mu- sexo, 90, 211,263,266
jeres, véase poder, relaciones de Siempreviva, La, 47(n)
relaciones entre indígenas y mestizas, 265 símbolos, 19, :¿49, 323, 336, 337
representación, capacidad de acceso a sistema cultual andino, 328
la, 232 "Situación, derechos y cultura de la mujer
representaciones de las poblaciones indí- indígena", 211
genas, 236 Sociedad Cinematográfica Mexicana
reproductoras biológicas, 25, 78 Rosas, Derba y Cía., 305, 306
reproductores de la nación, 74 Soto la Marina, María, 36
resurgimiento étnico, 28 Staatnation, 71
Reuque Paillalef, Isolde, 293 subalternidad, 177, 178
Revolución Francesa, 28, 37, 72 sujeto indígena femenino, 201
Revolución Liberal, 321 sujetos políticos, nuevos, 209
rey de Cacha, 319 sujetos sociales, mujeres indígenas como
Rinque, Silvia, 241, 244, 246, 248, 250, nuevos, 193
254, 255
Rivas Mercado, Antonieta, 48(n) T
Rivera, Diego, 51
roles de liderazgo, 94 Taller de Historia Oral Andina (THOA),
roles Iundantes, 276 269, 270
Rousseau, 58 Tamayo,51
Tapia de Castellanos, Esther, 48
tejidos, véase vestimenta
s tema indígena, debates acerca de!, 324
temática de las mujeres (en e! eNI), 166
sacrificio de las heroínas, 31 Tenorio Zavala, Gertrudis, 47(n)
Salvarrieta, Policarpa, 273 teoría crítica feminista, 20
San Andrés Larráinzar, Acuerdos de, 210 territorio, 272, 274, 282, 288
Sánchez, Marta (líder de la CNMI), 208 Tiburcio, Herme!inda, 230
Sandoval, Tomasa, 227, 228 tierra, 274, 282
Santos, Antonia, 273 tierra, defensa de la, 323
Schenke, Norma, 256 tipologías, 21,42
Segundo Encuentro Continental de tipos de nacionalismo, 21, 28, 29, 38, 39,
Mujeres Indígenas delas Primeras 53,57
Naciones Abya Yala, 223 tipos de subordinación, 191
Segundo Encuentro Nacional de Mujeres Titekititoketaome Sihuame de Guerrero,
Indígenas de México, 223 SSS, 222
Seminario de Legislación y Mujer, 216 toba, 249
Seminario sobre Reformas del art. 4 de la toma de decisiones, 152
Constitución, 209 trabajadoras domésticas de origen
sentido de la decencia de la mujer india, indígena, 278
249 tradición oral, 261
363
 ÍNDICE ANALÍTICO
tradiciones, 249, 322
tradiciones inventadas, 35, 43, 46
trajes auténticos, véase vestimenta
tratados internacionales y nacionales
sobre derechos indígenas, 195
triple opresión de las mujeres indígenas,
211,282
Tuhiwai Smith, Linda, 266
Tupac Amaru Il, 319
u
unidad global, 167, 170
unidad nacional, idea de, 323
Unión de Comunidades Indígenas de la
Zona Norte del Itsmo (Ucizoni), 214,
222
Unión de Mujeres Campesinas de Xilitla,
222
Universal City, 304
uso de la vestimenta, 338
uso del castellano, 325
uso del castellano, aprendizaje del, 325
uso del cuerpo, véase cuerpo
usos y costumbres, 93, 215
usos y costumbres tradicionales, 195
v y
valoración de la mujer blanca, 238
Velasco,Juan de, 322
vestida como india, 244
vestimenta, 189, 190, 244, 313, 327,
327n, 334
vestimenta, uso de la, 338
364
vestuario, 308, 309
vida colonial, 32
vida de los pueblos indígenas, 318
vida diaria, experiencia local de la, 205
vidas de las mujeres, 286
violencia, 194, 195
Violetas del Anáhuac, 47(n)
visibilidad intelectual de las mujeres, 46
Vitor Guaraní, Marta, 284
voz de las mujeres, 339
W
Werara bia zhebadaka aba yi udukadadapebe-
dea abarika odaita (bienvenidas mujeres
ebera para que hablemos con una sola
voz),288
Weston, E., 51
wichí,249
Wright de Kleinhans, Laureana, 33, 35,
47(n)
x
Xóchitl (lógia masónica), 47(n)
Yólotl, 315
Z
zapatista, levantamiento, 194
 •••

09

los indígenas, 318

riencialocaldel~205
!res,286
~5
ae,47(n)
ctual de las mujeres, 46
larta,284
!s,339
Colaboradores

ika aba yi udukadadapebe-

iita (bienvenidas mujeres
e hablemos con una sola
ans, Laureana, 33, 35,
sónica), 47(11)
MAYLEIBLACKWELL es profesora en el Centro César E. Chávez para Estudios
Chicana/os en la Universidad de California, Los Angeles. Su investigación actual
examina cómo se organizan mujeres de color en Estados Unidos y mujeres indí-
genas en México para resistir las condiciones creadas por la globalización. Entre
sus publicaciones recientes están "Contested Histories: las Hijas de Cuauhtémoc,
Chicana Feminisms and Print Culture in the Chicano Movement, 1968-1973", en
Chicana Feminisrns: A Critical Reader (Duke University Press); "Encountering Latin
American and Caribbean Feminisms", Signs,Journal ofWomen in Culture and Society
(invierno de 2002), y "Time to Rise: US Women ofColor - Issues and Strategies",
informe del Centro de Recursos de Mujeres de Color a la Conferencia Mundial
Contra el Racismo (disponible en <www.coloredgirls.org».

GABRIELA BERNALCARRERA. Antropóloga, maestra, egresada de la Facultad de

Filosofía y Letras y del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNNv!.
Imparte docencia en la Escuela de Antropología Aplicada de la Universidad
Politécnica Salesiana, en Quito (Ecuador). Sus temas de investigación incluyen
etnicidad y género, pueblos indígenas y educación, movimiento indígena ecua-
toriano y estado-nación.
niento,194
MARIAEUGENIA CHOQUEes licenciada en trabajo social por la Universidad Mayor
de San Andrés (La Paz, Bolivia) y maestra en historia andina por Flacso (Quito,
Ecuador). Académica y militante de los movimientos por los derechos de las
mujeres, específicamente de la nación aymara (Bolivia). Entre 1991 y 1993 fue
directora ejecutiva del Taller de Historia Oral Andina (La Paz, Bolivia). En 2002
fundó el Centro de Estudios Aymaras. Es también profesora del Departamento
de Ciencias Sociales de la Universidad Mayor de San Andrés.

365
 COLABORADORES Mujeres y nacionalismos en América Latina

GUILLERMODELGADO-P.es un antropólogo andino y ha escrito sobre indigenei- Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores ya la Academia Mexicana de
dad en las Américas. La Universidad de Texas, Austin, le concedió el doctorado. Ciencias. Es directora de la Revista Mexicana de Sociología.
Es profesor del Departamento de Estudios Latinoamericanos de la Universidad
de California, Santa Cruz. Es también miembro activo de IRCA (Indigenous ELENA LAzos Cl-IAVEROes licenciada en biología por la Facultad de Ciencias de
Research Center ofthe Americas) de la Universidad de California, Davis. Desde la UNAM,obtuvo la medalla Gabino Barreda y el premio de la Sociedad Botánica
2001 es editor de la Revista-E <www.bolivianstudies.org > de la Asociación de de México por su tesis de licenciatura. Es maestra en antropología social por la
Estudios Bolivianos. junto con el musicólogo john Schechter, acaba de edi- Escuela Nacional de Antropología e Historia y doctora en antropología y socio-
tar el texto trilingüe titulado Quechua Expressive Art (en prensa) en la serie economía del desarrollo por la École des Hautes Études en Sciences Sociales, París,
de Bonner Amerikanistische Studien (Bonn, Alemania). Francia. Obtuvo el premio "Fray Bernardino de Sahagún" de la INAHpor la mejor
investización en antropología y la Distinción Universidad Nacional para jóvenes
SIRI EUSABETH ESPELANDes maestra en antropología por el Instituto de Investi- Académicos en Investigación en Ciencias Sociales de la UNAM.Ha hecho estancias
gaciones Antropológicas y la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Ha de investigación en la Freie Universitát de Berlín, Hanse Wissenschaf~skolle~, el
trabajado el tema de los derechos indígenas y la situación de las mujeres en Instituto Nadel de la ETH (Swiss Federal Institute of Technology Zürich, SUiza)
las organizaciones políticas indígenas en México. Actualmente trabaja como y la Universidad de Zürich, Suiza. Ganadora de la Beca C~acso para la .investi-
profesora en Noruega. gación senior "Dimensiones sociales de la tecnolo?ía ge.nétI:~ en .la a?ncultura
mexicana". Coordinadora de ocho proyectos de mveStlgaclOn financiados por
IRENE GARCÍAes candidata al doctorado en el programa de Estudios de Cine en DGAPA-UNAM,Conacyt y el Ministerio de Cooperación Francés. Actualmente es
New York University. Es además estudiante de antropología visual en el progra- coordinadora del equipo suizo del proyecto "Multicultural autonomy as a neces-
ma Culture and Media de la misma universidad, donde elabora un trabajo cola- sary condition for sustainable development", financiado por la. Un~?n Europ.~a.
borativo de video-producción con la comunidad mexicana en Nueva York en un Autora y coautora de tres libros y más de 30 artículos de I~veStlgaClon. Me~Clon
esfuerzo por documentar las experiencias de los inmigrantes indocumentados honorífica en el premio "Fray Bernardino de Sahagún" al libro (en coautona con
por ellos mismos. Actualmente se encuentra investigando su tesis de doctorado, Luisa Paré) Miradas indígenas sobre una naturalew entristecida. Percepci~nes del.dete-
la cual tratará sobre la producción y circulación de media en la frontera entre rioro ambiental entre nahuas del sur de Vemcruz, otorgado por el Consejo Nacional
México y Estados Unidos. para la Cultura y las Artes y el INAH (2001).

NATIVIDADGUTIÉRREZCHONG es socióloga egresada de la UNAM,maestra y doc- LETlCIA jANET PAREDESGUERREROes profesora-investigadora en. la Unidad d~
tora por la London School of Economics de la Universidad de Londres. Tiene Ciencias Sociales del Centro de Investigaciones Regionales Dr. Hideyo NoguchI
una amplia y sólida trayectoria en los estudios de nacionalismo y etnicidad. Fue de la Universidad Autónoma de Yucatán. Es candidata a doctora en antropología
miembro fundador de la Association for the Study of Ethnicity and Nationalism (LSE) por el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la U.n~ver~i?ad N~~ional
donde participó en sus comités ejecutivos y editoriales. Investiga actualmente Autónoma de México. Su tema de investigación es la parucipacron política de
sobre el pensamiento indígena contemporáneo, la nación y el multicultura- las mujeres yucatecas. Entre sus publicaciones se cuentan "La l~ujer en, la polí-
lismo, y ha realizado diversas investigaciones sobre mujeres y nacionalismo. tica" y "La mujer en el ámbito municipal", Revista de la Unioersidad Autonoma de
Actualmente prepara el libro Etnia o nación: el pensamiento político rnaya de México Yucatán, núms. 201 (1997) Y 226 (en prensa), y "Mujeres y elecciones", Origen,
y Guatemala. Sus publicaciones incluyen Natumalist Myths and Ethnic Identities: Gaceta de Mujeres en Lucha por la DemocraciaA.P.N., 2001.
Indigenous Intellectuals and the Mexican State, 1999 (traducido al español en
2001); Modern Roots Studies of National Identity (coordinado en colaboración ARND SCHNEIDERes doctor en antropología (LSE) Y senior lecturer en antropo-
con A. Dieckhoff, 2001); "Mujeres-patria-nación", Revista de Estudios de Género logía en la Universidad de East London, Ingl~terra; a?e~ás, es sen~or research
La Ventana, 2000; "The Nation-State Against Indigenous Peoples: Acteal and fellow en la Universidad de Hamburgo. Ha SIdo el principal orgamzador de la
Agua Fría", Cambridge Joumal of Anthropology, 2003. Es investigadora titular del conferencia internacional Fieldworks: Dialogues between Art and Anthropolo!?>,
Instituto de Investigaciones Sociales, profesora de los posgrados del Instituto en la Tate Modern, Londres (septiembre de 2003) y es miembro del co~seJo
de Investigaciones Antropológicas y la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales. internacional del Centro Hypermediático Experimental Latinoamencano

366 367
 COLABORADORES

(CHEL<\) de la Universidad de California, Los Angeles. Sus áreas de interés in-

cluyen antropología del arte contemporáneo, etnicidad y migraciones interna-
cionales. Actualmente está preparando un libro sobre apropiaciones de culturas
indígenas en el arte argentino. Publicaciones principales: Futures Lost: Nostalgia
and Identity among ltalian Immigrants in Argentina (Peter Lang, Berna/Oxford,
2000); con Mónica Quijada y Carmen Bernand (coautoras), Homogeneidad y
nación: con un estudio de caso: Argentina, siglos XIX y XX, CSIC,Madrid, 2000; con
Óscar Zárate (ilustrador), Mafia for Beginners (leon Books, Cambridge, 1994);
Emigration und Rückwandemng in einem sizilianischen Dorf (Peter Lang, Frankfurtl
Nueva York, 1990).

NIRAYUVAL-DAVIS esjudía de la diáspora israelí, feminista y antirracista. Dirige el

programa de postgrado en género, sexualidades y estudios étnicos de la School
ofCultural and Innovation Studies en la University ofEast London. Es presiden- Mujeres y nacionalismos en América Latina:
ta del Research Committee 05 (en relaciones raciales, étnicas y de las minorías) de la independencia a la nación del nuevo milenio,
de la lnternational Sociological Association y también integrante fundadora de editado por el
Women Against Fundamentalisms y de Women in Conflict Zones Network. Ha INSTITUTO DE INVESTIGACIONES SOCIALES,

escrito sobre aspectos teóricos y empíricos de las mujeres, el nacionalismo, el se terminó de imprimir en los talleres de
Diseño y Letras,
racismo, el fundamentalismo y la ciudadanía en Gran Bretaña y Europa, Israel
el 27 de febrero de 2004.
y otras sociedades de colonos. Entre sus publicaciones se cuentan Racialized
Boundaries (en colaboración, Routledge, 1992); Woman - Nation - State (como María G. Escota Rivas
coeditora, Macmillan, 1989); Refusing Holy Orders: Women and Fundamentalism in formó la tipografía de texto, esquemas y cuadros
Britain (Virago, 1992); The Gulf War and the New World arder (Zed Books, 1992); en tipo New Baskerville 11/13.4, 10/12 Y9/10.8
Unsettling Settler Societies (Sage, 1995); Crossfires: Nationalism, Racism and Cender en InDesign 2.0 para re.
in Europe (Pluto, 1995); Citizenship: Pushing the Boundaries, número especial de
La edición consta de 1000 ejemplares impresos
Feminist Review (1997), y Women, Citizenship & Diffenmce (Zed Books, 1999). Su
en papel cultural de 60 kg
libro Cender and Nation fue publicado por Sage en 1997 y ha sido traducido a
siete idiomas. Actualmente trabaja en dos proyectos, uno sobre límites, fronteras
y la imaginación en situación, y el otro sobre identidad, ciudadanía y seguridad
humana, y las políticas de pertenencia.

MARGARITA ZÁRATEes doctora en antropología por el University College,

University ofLondon y profesora-investigadora en el Departamento de Antropo-
logía de la uAM-Iztapalapa. Sus temas de investigación incluyen identidades,
movimientos sociales -particularmente movimientos indígenas- y relaciones
interétnicas. Entre sus principales publicaciones está "Participación política,
migración y mujer en Michoacán", en Dalia Barrera Bassols y Cristina
Oehmichen (comps.), Migración y relaciones de género en México, GIMTRAP-
UNAM/IIA, México, 2000. Coordinó el número 19 de la revista Alteridades, con
el tema "Identidades, derechos indígenas y movimientos sociales", Depto. de
Antropología, uAM-I,año 10, enero-junio de 2000.

368