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LOS ELEMENTOS DE LA POESÍA TRÁGICA

Como ya hemos visto en clases anteriores, Aristóteles habla de la poesía trágica definiendo la
tragedia como la imitación de una acción que es entera y completa, y que a su vez tiene cierta
magnitud. Esta definición nos permite adentrarnos al análisis de diversos elementos y conceptos
alrededor de la tragedia como imitación de una acción. Otro de los elementos esenciales en este
análisis es la fábula, pues mediante ella podemos estructurar los hechos que queremos
representar en las obras trágicas, los cuales tienen una organización establecida en la línea inicio-
medio-fin, configurando una obra como unidad a partir de una serie de sucesos que serían
necesarios.

De esto, podemos deducir algunos conceptos clave que nos permiten abarcar no solo la tragedia
sino también otras manifestaciones de arte: la idea de mímesis, la idea de acción y la idea de
unidad. Mímesis: la mímesis podemos entenderla como un proceso de hacer o de representar, el
cual no culmina en el objeto producto de la representación, sino que se extiende hasta el efecto
que tiene los espectadores; además, inicia en la pre-compresión del mundo del artista, quien toma
del mundo vivencial los elementos que transformará simbólicamente en obra de arte (véase la
idea de triple mímesis en Paul Ricoeur). Acción: es una actividad propia de seres dotados de una
capacidad racional y volitiva, que les permite discernir y decidir para luego actuar (véase Ética a
Nicomaco); en poética, la acción es aquello que es imitado mediante la mímesis, acciones de
hombre mejores (preferiblemente) o peores, las cuales son llevadas a la fábula trágica. De ser así,
la acción también sería la idea o concepto central que esté de fondo en las representaciones de
arte que no necesariamente se digan a través de una estructuración de los hechos; si hay acción
en la representación, la cual tomó el individuo (artista) de su mundo vital, podrá ser transmitida
a los espectadores de la misma. Unidad: toda obra, principalmente la trágica, debe estructurarse
a partir de elementos que constituyen una unidad, es decir que sus elementos son esenciales en
tanto dependen entre ellos para darle sentido a la obra de arte.

De todos los elementos que caracterizan la tragedia, como hemos dicho, la fábula es el más
importante. Sin embargo, la fábula puede ser simple o compleja; asimismo, las acciones que se
imitan serían simples o complejas. Una acción simple se caracteriza porque hay un cambio de
fortuna en la trama que no implica ni peripecias ni agniciones. Por el contrario, las acciones
complejas indican que el cambio de fortuna va acompañado de peripecias y/o agniciones.
Ambas, peripecia y agnición, nacen de la estructura de los hechos, ya sea por verosimilitud o por
necesidad determinada; ninguna de estas sucede como un evento azaroso dentro de la tragedia.
La acción más elevada es aquella en la que persona yerra, y, por tanto, su cambio de fortuna es
posible. Aquí hablamos del error trágico.

Las peripecias se caracterizan porque el cambio de acción se evidencia en sentido contrario, por
ejemplo, de la dicha a la desdicha o viceversa. El ejemplo propuesto por Aristóteles es el de
Edipo, quien, de un momento a otro, no por azares del destino sino por una determinación se
entera de su realidad, creyendo que recibiría noticias buenas. La agnición se comprende como el
cambio desde la ignorancia al conocimiento, ya sea para una dicha o desdicha e la trama; la
agnición más perfecta, nos dirá Aristóteles, será aquella que venga acompañada de peripecia,
pues complementa la tragedia para alcanzar los efectos sensibles deseados a los espectadores. 1
Junto a las peripecias y las agniciones, a veces se configura el llamado “lance patético”, el cual
consiste en una acción que deviene dolorosa y destructora en la fábula, lo que implica no solo el
cambio de sentido de la acción o el paso de la ignorancia al conocimiento, sino que ello se da en
una unidad que será destructora

Otros elementos que constituyen la tragedia de manera cuantitativa son: prólogo, episodio,
éxodo y la parte coral: esta última divida en párodo y estásimo. La parte coral tomó mucha
relevancia en la antigua Grecia para el inicio de la tragedia, y por tal motivo, es que el coro hace
parte de la estructuración en la mayoría de las mimas, y por eso, se ubica entre el prólogo, el
episodio y el éxodo de la tragedia.

Aristóteles. (1999). Poética (ed.trilingüe Valentín García Yebra). Madrid: Editorial Gredos.

1
Este último aspecto que mencionamos, no está explícito en Aristóteles pero puede suponerse con base en
la importancia que le da a las peripecias y agniciones.

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