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E L SUPREM O A R T E D E

EC H A R LA S C A R TA S

E l destino del hombre, obje­


to de sus más profundas dudas
e incertidumbres, cuyo ineluc­
table cumplimiento nos abisma
en su profundidad, posee para
muchos el carácter terrible de
lo ignoto, de lo incognoscible.
No obstante, le han sido pro­
porcionados al ser humano, por
supremo designio, los medios,
vastos y variados, para desen­
trañar el misterio que envuelve
su porvenir.
E l vuelo de los pájaros, las
cenizas de los leños que se con­
sumen, el movimiento preciso
de los astros, las hojas de té en
el fondo de una taza, tienen
para el iniciado el caráctei de
señales que le revelan el fu­
turo.
La cartomancia, arte supre­
mo de la adivinación mediante
las cartas, es uno de los innu­
merables medios a que aludi­
mos; en realidad uno de los
más importantes. La sabiduría
oriental de las edades pretéri­
tas nos ha transmitido los.se­
cretos de esta ciencia, en espe­
cial en el antiquísimo libro di
Thot, resultado de la búsqueda
incansable de los sabios egip-
C o n tin ú a en la so la p a í

Pedidos a:
EDITORIAL CAYMI
15 de Noviembre 1149. Buenos Aire?
El S u p r e m o A r t e
de
Echar las Cartas
por todos los sistemas
y especialmente por el egipcio de los 78 taros
o sea el libro de Thot

Obra profusamente ilustrada

Pedido del juego com pleto de 78 taros, a


E ditorial “Caym i”

15 de Noviem bre 1149 Buenos Aires


1964
CAPÍTULO PRIMERO

Queda hecho el depósito Introducción necesaria en el arte de la Cartomancia


que marca la ley 11.723
El arte de la adivinación, y especialmente de la adivinación de lo por­
venir, por medio de las cartas de una baraja no es una superchería, como
algunos suponen. Sucede que algunas personas que se dedican al arte de
la cartomancia, más por especulación que por convicción, desvirtúan dicho
arte; bien por no poner cuidado al practicarlo; bien, porque no lo han es­
tudiado en libros o tratados concienzudamente escritos; bien, por igno­
rancia, o bien, finalmente, por otras causas que no queremos enumerar, y
hacen de él lo que un mal médico con la medicina: en lugar de curar al
enfermo, lo envía al cementerio.
Toda persona que tiene una enfermedad, trata de acudir al médico en
busca de alivio, ya que no de curación, a sus dolencias. Todo el que acude
a un cartómago, con mayor o menor fe en este arte, es porque espera ave­
riguar algo que le es indispensable para su tranquilidad. Así, pues, si en
lugar de averiguar ese algo que le interesa, y que averiguado podría tran­
quilizarle, pierde su tranquilidad porque le han hecho ver quimeras, en
donde sólo esperó obtener verdades, y esas quimeras turban su reposo,
lógico es que esa persona, una vez que haya visto claro, reniegue y mal­
diga de tales artes, a menos de que su potencia racional, vale decir, su
razón, se halle completamente trastornada o ciega; o a menos de que, co­
nocido el flaco del consultante por el cartómago especulador, o poco es­
crupuloso, trate de dar a su cliente, ya seguro, correa y más correa.
De aquí el descrédito en que el arte de la cartomancia ha caído; de
© by EDITORIAL CAYMI — Buenos Aires 1964 aquí el que personas serias y eruditas no hayan tratado de profundizar
esta Tama de las ciencias ocultas, y de aquí, también, que la policía persiga
Impreso en la Argentina — Printed in Argentina
El S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 7
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en España a los cartómagos, no dejándoles practicar su oficio, como en El Creador ha dado a los hombres la intuición de las ciencias ocultas
otros países, con entera libertad y a la luz del día. para adivinar las desdichas y evitarlas, o para resignarse a ellas con anti­
cipación. Hace más todavía: envía a aquellos a quienes siente débiles, y
• « • algunas veces a las almas selectas, presentimientos sobre los principales
sucesos de su existencia. Si el hombre lleva en su cuerpo los signos que
Como se verá en el capítulo respectivo, el origen de la cartomancia se caracterizan ideas, sentimientos e inclinaciones, ¿qué extraño es que una
remonta a los tiempos de las primitivas civilizaciones orientales. Egipcios combinación de jeroglíficos nos abra el libro del porvenir del hombre?
y caldeos, medos y persas, la practicaban, después de haber desentrañado de ¿No lo hace, acaso, para que se cumpla aquel precepto divino que dice:
la naturaleza sus principales secretos: todos los fundamentos en que se nosce te ipsum (conócete a ti mismo), con el objeto de imponer a las pa­
basan actualmente las llamadas ciencias fijas. Por estas razones, no es lí- siones el correctivo que la razón aconseje?
cito, o posible, decir que así como la alquimia engendró la botánica y la * « •
química y el curanderismo la medicina, así también la astrología y la
astronomía dieron vida a la física y a las ciencias ocultas, de las cuales
—como ya queda dicho— la cartomancia es una rama. ¿Es posible negar Todo es analogía entre los mundos de la Creación. Cuando una des­
que el Autor de la Creación ha colocado al alcance de la criatura signos gracia imprevista amenaza a ciertas personas, eminentemente nerviosas,
evidentes para que ésta le conozca y se conozca a sí misma? Todo, pues, los rayos que éstas proyectan alrededor de sí mismas son menos podero­
en la creación anuncia al hombre su porvenir, al propio tiempo que reve­ sos, menos activos. Todo es oscuro en sus almas, y una voz íntima gruñe
la los instintos, las inclinaciones y pasiones del ser humano. y amenaza en el seno de las nubes para anunciar la tempestad. De aquí
proceden esos descorazonamientos singulares y sin causa manifiesta; esas
Hay quiepes se preguntan diariamente y como en señal de duda, si el
porvenir existe, y, sin embargo, el barómetro nos dice —también todos melancolías, tristes como la muerte, y es entonces cuando, como Don
Pedro I de Castilla, ve en sus aposentos del castillo de Montiel el fantasma
los días— el tiempo que reinará al día siguiente. Y, ¿acaso el mañana no
pertenece al porvenir? de su hermano Don Enrique de Trastamara, quien horas después ha de
Las golondrinas al rasar la tierra; la sal que se humedece: las sombras arrancarle la vida.
que proyecta el sol, más duras y más negras que de costumbre, anuncian Si en semejante disposición de espíritu la persona acude a la casa de
la lluvia, con un tiempo hermoso. Y ¿qué es lo que hacen sino anunciar un cartómago con objeto de que le adivine el porvenir por medio de las
el porvenir? Los ruidos subterráneos que 3e escapan de las entrañas de la cartas, al cortar los naipes derrama en ellos el fluido nervioso que propor­
tierra, al propio tiempo que rebosan los pozos, anuncian con ocho, diez y ciona los amenazadores pronósticos que ese cartómago, con frecuencia
quince días de anticipación las erupciones volcánicas. ¡Quince días! ¿No ignorante, muchas veces ordinario, habrá de hacer ante las combinaciones
pertenece ese lapso al porvenir? de los naipes, que un cartómago, ignorante u ordinario —repetimos— ha­
brá de hacer, porque colocado en relación con el fluido consultante, al
Y, sin embargo, hay quienes se aferran a la creencia estúpida de que
magnetizarse a sí mismo por medio de las cartas, obedece, al barajarlas,
el porvenir no existe. Por ventura, ¿no existe el feto en el seno maternal
antes de alcanzar su forma perfecta y que necesita si ha de ser apto para a una impulsión nerviosa, por cuanto la parte de la luz astral que le enerva
la vitalidad? Esto, no obstante, todos sabemos que el feto puede o no es la que contribuye a hacerle vidente —ínterin dura la fuerza magnética
ser apto para la vitalidad, por causa de las modificaciones internas o ex­ y a que pueda leer en esa luz reflejada en los naipes, sin ningún entorpe­
ternas que recibe, o por el buen o mal estado de salud de los padres; pero cimiento.
el porvenir, una vez conocido, puede modificarse por los impulsos de la “No viendo nada más que el lado posible de la adivinación —ha dicho
voluntad, del libre albedrío. el gran Balzac en su famosa obra Cousin Pons— creer que los aconteci­
La Naturaleza, pues, no prohíbe, ni siquiera impide, que se adivinen mientos anteriores de la vida de un hombre, que los secretos solo de él
sus misterios, particularmente los del porvenir, desde el momento en que conocidos, pueden ser inmediatamente representados por los naipes que
ella misma se encarga de hacer advertencias y a veces de profetizar. él mezcla y corta, y que el cartómago divide en montones, según las leyes
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misteriosas de la adivinación, es absurdo; pero también fue absurdo que llamas, cuando, por orden de Ornar, se prendió fuego a la Biblioteca de
se condenara la invención de la navegación de vapor y la aérea, la de la pól­ Alejandría. Ese único ejemplar que existe en el mundo, lo conservan los
vora, la de la imprenta, la de los telescopios, la del daguerrotipo. Si ingleses en el Museo Británico de Londres, y su redacción se atribuye, se­
alguien hubiera ido a decirle a Napoleón I que un edificio y que un hom­ gún los hebreos, a Henoc; según los egipcios, a Hermes, y según los
bre están incesantemente y a todas horas representados por una imagen griegos, a Cadmus.
en la atmósfera y que todos los objetos existentes tienen un espectro asible ¡Pues bien; ese libro, o mejor dicho, esos 78 jeroglíficos, sirvieron
y perceptible, habría alojado a ese hombre en Charenton, como Richelieu de base a Etteilla en 1770, previos los estudios de Postel y de Court de
alojó a Salomón de Caux en Bicetre, cuando el mártir normando le llevó Gibelin, para su adaptación a la baraja francesa, primeramente, y después
la inmensa conquista de la navegación por vapor. Y eso es lo que, sin em­ d la española, a la italiana y a la alemana; explicándose por el crecido nú­
bargo, probó Daguerre con su descubrimiento (el de la fotografía).” mero de jeroglíficos que era preciso adoptar, por lo que los modernos
Nosotros iremos más lejos, ya que tenemos la pluma en la mano: naipes tienen dos significaciones, una al derecho y otra al revés.
creemos que la persona que otorga fe a un signo cualquiera —sean o no * • *
cartas— cuando interroga a ese signo a su manera, según los caprichos de
su superstición, ese signo le responderá, y le responderá exacta y justa­ Una de las maneras que en magia están admitidas para la formación
mente si su fe es completa, es decir, si esa persona prescinde absolutamente de la llamada cadena mágica, es la de los signos. Estos signos pueden ser
de su razón, para entregarse en cuerpo y alma a su superstición. Que sea números, figuras emblemáticas, letras, etc.; y como en la época en que se
en los libros abiertos al azar, o en los números que pasarán ante sus ojos, hicieron los Toros no se había inventado aún el alfabeto, de aquí que se
poco importa. Solamente los objetos no vendrán a las personas; son éstas adoptaran las figuras emblemáticas o jeroglíficas que representaban una
las que tienen que ir magnéticamente a ellos, con tal de que se evoquen idea abstracta, un sentimiento concreto, una inclinación determinada, una
sin mezcla extraña de otro deseo, y sin compartir su evocación con otra fuerza escueta.
persona. ¿Quién ignora, esto sentado, que formar la cadena mágica, es hacer
# * *
nacer una corriente de ideas que produce la fe y que arrastra la voluntad
hacia un círculo dado de manifestaciones que se traducen en actos?
Esto era, pues, lo que primitivamente hicieron los egipcios y los Hacemos estas consideraciones para demostrar, clara y palpablemen­
caldeos, quienes dejaron a la posteridad ese grandioso libro al cual consul­ te, que cuando una persona acude a un cartómago para que le lea el por­
taban diariamente y que contiene, en 78 cartones jeroglíficos, todas las venir o el presente, que dicha persona no puede ver claro por propia obce­
acciones de la vida humana y todos los sentimientos que puede albergar cación, se forma la cadena mágica entre el cartómago y el consultante.
el corazón del hombre. Éste, vivamente impresionado por un algo extraño que le agita, impresiona
Esos 78 jeroglíficos, algunos de los cuales tenían una doble y aun a su vez al cartómago con la violencia de su querer, basado sobre la con­
una triple significación, fueron adaptados a las 74 cartas de que primiti­ vicción que tiene de que aquella persona a quien acude, va a leer en el
vamente se componía la baraja francesa, por el gran Guillaume Postel, fondo de su alma y en el de los objetos o seres que lo rodean.
quien al propio tiempo tradujo su significado a fuerza de grandes estudios, La cólera, la pasión, la ambición, la avaricia, como todas las expre­
los cuales se publicaron en 1540 en una obra titulada Clef des choses siones apasionadas, son una corriente de la fuerza humana que obra eléctri­
cachees (Clave de las cosas ocultas) de la cual sólo existen en el mundo camente y que se transmite a las personas que rodean al que la abriga, por
—según los grandes bibliófilos— dos ejemplares, que se conservan, uno lo cual su conmoción, cuando se desprende, obra no solamente sobre los
en el British Museum (Museo Británico) de Londres, y otro en la gran presentes, sino también sobre quienes sean fin o causa de ella. Establecido,
Biblioteca Nacional de París. pues, el contacto del fluido magnético por medio de la baraja, y aun a
Por lo que respecta al libro original llamado de T hot de donde se de­ veces sin ella, pueden entonces compararse al cartómago y al consultante
riva la 5a* serie de la baraja francesa —hoy en desuso— denominada con dos instrumentos de música, que puestos al mismo diapasón, o al mismo
tarot. fue. como decimos en otro lugar, el único libro que escapó de las tono, vibran ambos al unísono.
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Para terminar estas breves observaciones sobre el arte de la carto­


mancia, diremos que son muchos los sabios que han demostrado con
pruebas fidedignas que, así las cosas como las personas y los sentimientos
más ocultos se revelan siempre por semejanzas. Esto sucede, porque la
naturaleza posee una inmensa variedad de medios para escribir en letras
simbólicas, fáciles de descifrar para el sabio, las cosas, los sentimientos y
las personas, cuyo interior estaba destinado a permanecer oculto.

CAPÍTULO II

A dvertencias a los cartóm agos

No todas las personas que hacen de la cartomancia una profesión,


son aptas para ella. Una persona, por ejemplo, muy distraída, y por ende
falta de memoria y excesivamente linfática, no ejercería nunca concienzu­
damente su profesión o arte, por las siguientes razones que, como se verá,
son poderosísimas: la. Su distracción le haría cometer a cada paso torpe­
zas que, lejos de beneficiar al arte, lo perjudicarían notablemente; el no
ver una carta próxima a la que se está traduciendo, y cuya significación
podría (modificar o aclarar el sentido real de ésta, alteraría de tal modo
la predicción, que el consultante saldría de la casa del cartómago, confuso,
cuando no torpemente engañado. 2a. La falta de memoria es otro de los
obstáculos que impiden que la predicción sea exacta y justa. Olvidar el
significado de una carta, y para salir del paso inventar una significación
distinta, es un defecto imperdonable en un cartómago. Entiéndase que,
además de los noventa y seis significados o traducciones de las cuarenta
y ocho cartas de la baraja española, o de los ciento cuatro de la francesa,
o de los ciento cincuenta y seis del Taro, existe una innumerable serie de
combinaciones que es preciso no olvidar un solo instante. 3a. El descono­
cimiento de la verdadera acepción o representación de cada carta, cuyo
desconocimiento se suple en muchas ocasiones por medio de la fantasía,
es otro de los inconvenientes que se oponen a la exactitud de las predic­
ciones. Cuando el consultante acude a que se le lea el presente y el porve­
nir a la casa de un cartómago, es porque desea saber algo que le interesa;
si no se le dice ese algo, o se le pronostican cosas que no han dicho ¡ni
mucho menos! las cartas, ese consultante podrá volver una o más veces;
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pero llegará un día en que vea en su inteligencia con mayor claridad que cuanto existen ciertas cartas que se prestan a confusión, como por ejemplo:
en las cartas, y entonces será, no sólo un cliente perdido, sino un enemigo la reina de oros, que representa a una mujer morena, o la de copas, a una
más que se agregará a la falange de los que no ven en los naipes otra cosa rubia. ¿No es, pues, fácil confundir a la mujer con la querida o la novia
que el arte de embaucar. Por último, un cartómago en quien predomine del consultante, o al marido con el amante de la mujer que acude al cartó­
la linfa sobre los nervios no podrá recibir con facilidad la corriente mag­ mago? Conocido, pues, este dato, es más fácil leer en las cartas aclarato­
nética que se desarrolla por intermedio de la baraja, al ser cortada, entre rias o modificadoras y, por lo tanto, establecer ciertas distinciones que
la persona que consulta y la encargada de descifrar los oráculos. convienen a la buena y exacta predicción. En cuanto al estado de salud
Por estas razones, el cartómago 'ha de ser una persona de fácil memo­ del consultante, es necesario conocerlo con exactitud; pues, suponiendo que
ria, debe tener fe en su arte; una fe ciega, como el médico la tiene en su hubiera salido en un montón alrededor de cartas de confusa traducción el
ciencia; debe, y este deber es esencialísimo, estudiar profundamente la tres de copas al revés, cuyo significado es el de alivio o curación, de no
significación de cada carta, las aclaraciones o modificaciones que aporta saber que el consultante está enfermo no podría decírsele abierta y clara­
la proximidad de otras cartas y las combinaciones que forman juntas va­ mente que muy pronto hallará alivio a sus dolencias o enfermedad, o que
rias cartas de un mismo o de diferente palo; debe tener mucha perspicacia tendrá, más tarde, una recaída en ella, si al lado de dicha carta saliere el
para conocer el carácter, temperamento y gustos o aficiones del consultan­ as de bastos al derecho.
te, y poseer una verbosidad suficiente para decirle la verdad poco a poco Podríamos hacer otra suerte de consideraciones; pero prescindimos
y con frases que no le ofendan, o hieran sus oídos o su amor propio, y de él bis a fin de explicar el significado de las cartas con una extensión
por último, una vida muy experimentada para apreciar al primer golpe de tal, que no deje lugar a dudas; minuciosidad que, por consiguiente, habrá
vista la significación que forma el conjunto de las cartas que haya exten­ de ocuparnos mucho espacio.
dido sobre la mesa.
Aun cuando Etteilla piense lo contrario, nosotros creemos, como
Guillaume Postel y como Court de Gibelin, que el verdadero oráculo no
lo forma una carta aisladamente, sino que lo produce el conjunto. Tam­
poco creemos, como muchos tratadistas, que es indispensable que en el
montón de cartas, cuyo significado va a traducirse, aparezca la que re­
presenta al consultante. Somos de opinión que es mucho mejor que la carta
que representa al consultante salga al azar, por cuanto de ese modo se
verá mejor qué acontecimiento le ocurrirá más pronto, o que afección o
sentimiento están más apegados a él.
Siete eran las preguntas que invariablemente dirigía a sus clientes la
célebre adivinadora y escritora mademoiselle Lenormand; nosotros cree­
mos que esas preguntas deben reducirse a cuatro: edad, profesión, estado
civil y estado de salud, cuyo conocimiento creemos, más que necesario, in­
dispensable, para traducir claramente el significado de algunas cartas que
se presenten muy oscuras, o de significación muy vaga o muy abstrusa.
En muchos casos hasta podría prescindirse de la edad por aquello de que
nadie tiene más edad que la que representa. De lo que no puede prescin­
dirse es de la profesión, pues hay cartas de significación tan vaga que,
para traducirlas, aun con el auxilio de las más próximas, necesitan este
requisito, sobre todo cuando el consultante pertenece al sexo fuerte. Por
lo que respecta al estado civil del consultante, también es necesario, por
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allá por el año 1300. Por su parte, el abate Rives, sostiene que el juego
de las cartas tuvo principio en E sp a ñ a im p o rta d o directamente desde
el Oriente en 1330, y que en ese mismo año maese Nicolás Pepín, pintor
de imágenes como Gringonneur, adaptó la baraja egipcia a la española.
Por último, el abate Longuerre, pretende que el juego de naipes tuvo,
entre todos los pueblos de Occidente, su origen y principio en Italia.
Sea lo que fuere, lo cierto es que los naipes modernos son diferentes
en los mencionados países.
En efecto, los franceses tienen lo que literalmente podríamos tradu­
cir, pica, trébol, cuadrado y corazón '(pique, tréfle, carreau y coeur); los
alemanes verde bellota, y los españoles, oros, copas, espadas y bastos, ha­
CAPÍTULO III biéndoseles dado el significado siguiente: los oros, en representación de
la clase media y el comercio; las copas, en la de personas dedicadas al
Origen de la cartomancia estado eclesiástico: las espadas, en la de la nobleza y las armas, y los
bastos, como representación genuina de todo lo que se relaciona con las
clases agricultora y pechera, siendo éstos los cuatro brazos o estados en
Ha sido objeto y motivo de encarnizadas controversias y polémicas, que se dividía en la Edad Media la sociedad española.
la averiguación del origen de las cartas.
Remontándonos ahora a tiempos más lejanos, buscando el verdadero
Mucho se ha desbarrado a este respecto, y particularmente, en algunos origen de los naipes y fundándonos en la opinión de distinguidos sabios,
manuales destinados a indicar la forma en que se echan las cartas y valor o quienes a su vez, la fundan en datos penosa y hábilmente rebuscados, di­
representación de éstas, publicados no hace muchos años. Según esos ma­ remos que fueron los egipcios quienes los inventaron en la época de uno
nuales, o por lo menos la mayor parte de ellos, se atribuye a Jacquemin de los Faraones, en un período de penuria y escasez, con el objeto de
Gringonneur la introducción en Francia de este juego, basándose en el divertirse y de no sentir tanto los efectos del hambre. Si hemos de dar
hecho escueto de que, según la historia de este país, el citado Gringonneur crédito a Etteilla, quien atribuye, como nosotros, a los primitivos egipcios
recibió cincuenta sueldos de París, de Cario Poupart, platero de Carlos VI, la invención de los naipes o libro de Thot, éste estaba compuesto de 78
por tres juegos de naipes de muchos colores, hechos con objeto de divertir planchas de oro purísimo, sobre las cuales había grabados ciertos jero­
al referido monarca en la época de su locura. Aun cuando el hecho resul­ glíficos o palabras misteriosas, cuya explicación se hacía diaríamente por
tara cierto, también resulta comprobado que el uso de los naipes en Europa los padres de familia, siendo éste el único libro que escapó del furor de
es anterior al año 1249, año en que el Sínodo de Worchester prohibió, Ornar cuando mandó incendiar la por muchos conceptos célebre biblioteca
bajo penas severas, el juego de rege et regina o de naibi, como entonces de Alejandría.
se le llamaba.
No menos encarnizadas polémicas se han suscitado con motivo de si Aunque muy autorizado, no seguiríamos ciertamente el parecer de
fueron los italianos, los franceses, los alemanes o los españoles quienes Etteilla, si en la Sancta Kabala, no encontráramos que se hace mención
introdujeron el uso de los naipes en Europa, y sobre si las primitivas car­ del juego de cartas, del que aun actualmente se sirven las modernas sibilas,
tas eran francesas, alemanas, italianas o españolas.
Para que sean francesas no se ha aducido otro hecho que el atribuido
1 Como el hecho es exacto, bien puede afirmarse que España fue la primera
a Poupart, encargando al pintor de imágenes Gringonneur, tres juegos de nación del Occidente de Europa que empezó a hacer uso de los naipes, estando
naipes. En cambio, en un antiguo libro titulado Juego de Oro, impreso en además probado que de allá se exportaron a Francia, razón por la cual, la antigua
1472 en Leipzig, o sea poco después de la invención de la imprenta, se baraja francesa consta de oros, copas, espadas y bastos, que es la misma forma de la
dice que el juego de naipes fue introducido por primera vez en Alemania, baraja española.
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E l S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s

1 6 D r . M o o r n e

Además del Taro se atribuyen a Hermes otros libros, tales como el


y el cual publicamos juntamente con esta obra, como del primer libro Pymandro, el Asclepios y, además, La Tabla de Esmeralda, que contiene
conocido que apareció en figuras, antes de la invención del alfabeto \ en pocas palabras la Cábala entera, y que se llama así porque sus precep­
Este libro, escrito en emblemas o jeroglíficos, es el ya citado libro tos estaban, según dicen, grabados sobre una esmeralda.
de Thot, y las hojas sueltas de que se compone, son conocidas con el nom­ El Arle de echar las cartas, o sea el medio de adivinar el presente y
bre de Toros. el porvenir por medio de los naipes, data de la época de los egipcios, en
Son muchos los orientalistas que han tratado de penetrar su sentido, la cual, como ya hemos dicho, los padres explicaban diariamente a sus
siendo Guillaume Postel quien en 1540 publicó su sentido, titulándolo hijos y deudos el significado de aquellos jeroglíficos, no siendo exacto,
Clave de las cosas ocultas —después de cuya publicación se volvió loco—, como aseguran Mr. Sclugbole y Court de Gibelin, que nadie ha podido
con la explicación de los jeroglíficos y significado de las figuras simbóli­ descifrar hasta ahora ni una sola hoja del Taro. Nosotros ya lo hemos
cas o emblemáticas que en él aparecían. dicho, y volvemos a repetirlo, que Guillaume postel, en su obra Clave de
También Court de Gibelin, filósofo de una inmensa erudición, ha las cosas ocultas, ha descifrado el tal libro compuesto por Hermes, di
pretendido explicar esos emblemas en su obra titulada, El mundo primi­ padre de la iniciación egipcia, y anotado más tarde por Cadmus, como
tivo analizado y comparado con el mundo moderno. puede verse por la baraja que acompaña a este libro.
El Taro ha debido sufrir grandes alteraciones en el siglo xvi, puesto Y, volviendo ahora al Arte de echar las cartas, diremos que los egip­
que las figuras llevan los trajes de esa época. Sea lo que fuere, los hebreos cios, con sus cartones jeroglíficos, ya usaban este medio, desconocido
atribuyen la invención del mencionado libro a Henoc, los egipcios a en Europa, hasta que Etteilla, en 1770, después de grandes estudios, de­
Hermes y los griegos a Cadmus, según se dijo antes. rrocó el medio de descifrarlas una por una, supliendo a este arte el de
Para nosotros existen diferencias esenciales entre el juego de cartas traducir el significado de cada una para aplicar su conjunto. Para pro­
conocido actualmente con el nombre de Thot, cuyo origen es esencialmen­ ceder de* este modo, fundóse en el tradicional sistema egipcio de los Taros,
te asiático y el libro de Hermes denominado Taro, siendo una prueba de y basó la adivinación en 33 oráculos o cartas que pueden ser las de cua­
ello el que el juego de Taro, propiamente dicho, se compone de 22 tabletas lesquiera baraja, agregándoles una más en blanco.
o figuras, en tanto que el juego egipcio está formado por 78, aun cuando También está demostrado, que el primer país que se sirvió del juego
se supone que esas 22 tabletas, sumadas a las 56 de que se componía la de cartas fue España, de donde fue importado a Francia por Beltrán
baraja francesa, son las mismas que constituyen la egipcia. Los que así Duguesclin, jefe de los aventurero* franceses que vinieron a ayudar a don
opinan fundan su opinión en haberse hallado en China un juego completo Enrique de Trastamara en la innoble tarea de destronar a Don Pedro I
de 77 tabletas, el cual, según se dice, pudo haber servido de modelo a la de Castilla, llamado por unos d Cruel y por otros el Justiciero.
baraja francesa, de la cual debieron constituir los taros una quinta serie. En la historia de la cartomancia francesa, que ponemos a continua­
Nosotros, siguiendo el parecer de Postel y de Gibelin, nos contenta­ ción, pueden nuestros lectores encontrar algunos otros detalles curiosos.
remos con advertir aquí, que Henoc y Cadmus sólo son citados por los
eruditos y que, en cambio, la tradición universal mira a Hermes como el
inventor y manantial de toda magia.
Hermes (Mercurio) quiere decir genio humano, inteligencia suprema.
Hermes se llama Trimegisto (tres veces grande), porque se reconoce
un Hermes en cada mundo.
Hermes es, pues, la inteligencia de muchos siglos reunida en haces
bajo un hombre colectivo.
El gran sacerdote de la iniciación egipcia era llamado Hermes.1

1 Los editores de esta obra tienen en venta el verdadero juego egipcio de los
78 taros.
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cartas análogas a las que hoy existen. Esta baraja fue la que privó y estuvo
en uso hasta la época en que Carlos VII ordenó la sustitución de las
antiguas figuras emblemáticas o jeroglíficas del libro de Thot, por otras
que ideó su fantástica imaginación; quedando desde entonces reducida
dicha baraja a las 52 cartas que hoy tiene, es decir: a cuatro reyes, a
cuatro damas o reinas, a cuatro sotas, a cuatro ases y a 36 cartas blancas:
del dos al diez.
He aquí la representación de las doce figuras:
El valet de coeur, llamado Lahire, representaba a Étienne de Vigno-
les, doméstico de Carlos VIL El cuadrado (valet de carreau) a Héctor,
CAPÍTULO IV que era uno de los oficiales del mismo rey que se convirtió, bajo el mismo
nombre, en capitán de la guardia de 'Luis XI. El de pica (valet de pique)
era Ogier, el propio Ogier, el danés, uno de los preux de Carlomagno, y
Cartomancia francesa. — Su historia
por último, el de trébol (valet de tréfle) llamado Lanzarote, no era otra
cosa que la representación de aquel famoso Lanzarote del lago.
Dos son las tradiciones que circulan en Francia respecto a la intro­ Por lo que respecta a los reyes, se llamaban: David, Alejandro, César
ducción de los naipes en este país. Según unos se debe a los bohemios, y Carlomagno, siendo creencia general que representaban las cuatro mo­
quienes en el siglo XIII introdujeron su uso en las principales poblaciones narquías, hebrea, griega, romana y francesa. Algunos autores ven, sin em­
del Norte, y según otros, fueron las mesnadas o huestes de Beltrán Du- bargo, en esas cuatro figuras personificaciones alegóricas, y piensan espe­
guesclin, quienes después de haber contribuido al destronamiento y muerte cialmente que David representa a Carlos VII, cuyo hijo, Luis XI, sería
de Don Pedro I de Castilla, apodado el Cruel, sirviendo a las órdenes un segundo Absalón.
del hermano bastardo de dicho monarca, Don Enrique de Trastamara, a En lo que se refiere a las damas o reinas, podemos decir que la de
su regreso a Francia, introdujeron el uso de los naipes en su patria, los pique, representaba a juana de Arco, a la cual Carlos VI debió su trono,
cuales hacía ya mucho tiempo estaban en boga en España. y quien por gratitud y reconocimiento de la gran merced recibida de su
Sea de esto lo que fuere, lo único positivo y cierto es que los naipes valor e intrepidez, la hizo figurar en el juego de las cartas, bajo el nombre
en aquella remota época no eran otra cosa que la representación viva y de Pallas, diosa de la guerra.
genuina del juego de ajedrez, como lo indican los colores de negro y rojo, La dama de tréfle, recibió el nombre de Argina, nombre que cons­
y que su uso era muy restringido, por cuanto, existiendo la necesidad tituye el anagrama latino de regina, aun cuando a quien verdaderamente
de hacerlos uno por uno a mano, en pergamino recio, e iluminados como representaba era a la propia mujer de Carlos VII, María D’Anjon.
los manuscritos, su precio era costosísimo. La dama de carreau, llamada Raquel, representaba a Agnés Sorel, la
Fue en 1423, época en que se inventó el grabado sobre madera, cuando querida del precitado monarca.
los alemanes, fabricando juegos de naipes a precios baratos y repartiéndo­ La dama de coeur, llamada Judith, célebre matrona hebrea que cortó
los por toda Europa, contribuyeron a su popularización y multiplicación, la cabeza a Holofernes, pero a quien realmente personificaba o repre­
la cual, a su vez, contribuyó también en muy alto grado a que desapare­ sentaba, era a la mujer de Luis el Debonnaire o a la madre del propio
cieran las figuras emblemáticas de los Taros, dando lugar a otras que ideó Carlos VII, Isabel de Baviera.
la imaginación y que dibujó el capricho. En cuanto se refiere a los cuatro palos de que se compone la baraja,
La primitiva baraja francesa, como la de todos los países, siendo co­ según los eruditos que hemos consultado, las doce figuras eran otros tantos
pia más o menos directa de los Taros de los egipcios, se componía de 78 símbolos: el coeur (corazón) el del valor, al propio tiempo que la per­
cartas, a saber: un loco; veintiún atouts o triunfos particulares, y de 56 sonificación de las gentes de armas y de guerra; por lo que respecta a
los piques y carreaux, representaban las armas y las municiones de guerra,
20 D r . M o o r n í

y el tréfle los forrajes. En cambio el P. Menestríer ve en esas cuatro fi­


guras el emblema de la sociedad, representada por las cuatro órdenes en
que se divide. Para él las figuras representaban la nobleza: el coeur, a las
gentes de iglesia; el pique, a las gentes de armas: el carrean, a la burgue­
sía, y el tréfle, a las gentes del campo.
En la época de la revolución, como no podía menos de suceder, la
baraja que nos ocupa sufrió una completa transformación. Los reyes,
reinas y valéis (sotas), fueron transformados radicalmente; los reyes en
genios, como por ejemplo: el de coeur, en genio de la guerra; el de carrean,
del comercio; el de tréfle, de la paz y el de pique, de las artes. Las reinas
fueron convertidas en libertades, los valets, en igualdades, y los ases, en CAPÍTULO V
leyes.
Otros innovadores más sagaces o más imaginativos fueron más lejos,
metamorfoseando a los reyes en sabios, y llamándoles, respectivamente, Diversos métodos de echar las cartas
Solón, Catón, Rousseau y Bruto; las reinas, en virtudes: justicia, pruden­
cia, unión y fuerza, y por último, las sotas en héroes. Lo único que no Son muchos y muy variados ios modos de echar las cartas, pudiendo
sufrió modificación fueron los tradicionales colores de negro y rojo. decirse que la mayor o menor originalidad de las personas que se dedican
Hechas estas tres explicaciones que creemos, si no indispensables, por a e3te arte han producido su método especial, que no todos los manuales
lo menos necesarias para el conocimiento y hábil manejo de la baraja que hasta la fecha han visto la luz pública han podido o sabido reflejar.
francesa, penetremos ahora de lleno en el arte de la cartomancia, o sea En la imposibilidad de describir en este volumen cuantos sabemos
en el de la adivinación, por medio de las cartas, en el cual tanto se dis­ y conocemos, en la inteligencia de que pasan de cuarenta, sólo haremos
tinguió la célebre escritora y adivinadora Mlle. I^normand. mención de los más principales y primitivos. (Pero, antes de penetrar de
lleno en tan delicado estudio, séanos lícito manifestar que, en cualquiera
de los métodos que se empleen y que minuciosamente describiremos más
adelante, debe propenderse a sacar del conjunto de cartas de la baraja
la que represente a la personalidad del consultante, sobre cuya operación
es conveniente insistir hasta lograr que salga la carta que la represente.
Deben, además, tenerse en cuenta las siguientes observaciones, que
detallamos minuciosamente a fin de que no quede al lector la más insigni­
ficante duda:
1^ Antes de comenzar el juego con un nuevo consultante, es con­
veniente que el cartómago, o la persona que echa las cartas, prepare de­
bidamente la baraja, es decir, que ponga las cartas por su orden y todas
al derecho.
2^ Una vez realizado esto, entregará la baraja al consultante a fin
de que éste mezcle las cartas a su capricho, colocando unas cabeza arriba
y otras cabeza abajo, al propio tiempo que dirigirá mentalmente, es
decir, para sí mismo, la siguiente
24 D r. M oorne E l S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 25

Barajadas otras siete veces, haciendo la misma invocación, esas 32 mero 4; la trece, a la derecha de la número 5; la catorce, entre la octava
cartas que quedaban después de eliminadas las 46, y realizado el corte y la décima; la quince, entre la novena y la undécima; la dieciséis, entre
por el consultante, valiéndose para ello de la mano izquierda y pidiendo la sexta y la décima; la diecisiete, entre la séptima y la undécima; la
a su vez 'mentalmente— idéntica protección a los oráculos, comenzaba dieciocho, entre la novena y la doce; la diecinueve, entre la octava y
la operación en la siguiente forma: la trece; la veinte, entre la duodécima y la sexta; la veintiuna, entre la
Eliminábase y colocábase sobre la mesa, por la derecha, la carta que séptima y la trece, y por último, la veintidós, atravesada y cubriendo los
representaba al consultante, colocándola en el lugar que en el grabado ad­ pies de la carta que representa la persona objeto de la consulta.
junto ocupa el número 1. Una vez hecho esto, barajábanse nuevamente Para mayor claridad publicamos a continuación el plano que indica
las 31 cartas restantes, se hacía cortar de nuevo, se desechaban las diez la exacta colocación de las cartas.
primeras cartas y se colocaba la undécima en el lugar que en el grabado La traducción de estas cartas, así colocadas, se hará en la siguiente
ocupa el número 2, y en forma atravesada debajo de la número 1, que forma:
es el emblema del consultante, y arriba de ésta la número 3. Las dos siguien­ Recójanse las cartas de dos en dos, comenzando por las superiores más
tes (4 y 5) a los dos lados de la del centro; la sexta, arriba y a la izquier- lejanas, o sean la diez y la once, la doce y la trece, la catorce y la dieci­
séis, y se continúa de la misma manera por el lado izquierdo, interpre­
tando siempre las parejas más distantes del centro de la estrella, como
10 son: dieciocho y veinte, diecinueve y veintiuna, quince y diecisiete.
Después se sigue por la9 de radio más corto, como son: seis y ocho,
— * siete y nueve. Las del centro habrán de traducirse en la misma forma, es
decir, por parejas opuestas, y la carta que está sobre la que representa al
consultante se traducirá de una manera individual y según la clave de
significados que comprende este tratado.
Esta explicación se ha de dar pareja por pareja, sin dejar por esto
de tener presente el conjunto de todas.

El tras, tras del Taro

Después de barajados siete veces los setenta y ocho naipes de que


consta la baraja, se dará ésta a que la corte el consultante con la mano
izquierda, suplicándole ponga toda su voluntad y deseo para lograr que
los oráculos le digan la verdad en todo cuanto motiva la consulta.
Practicada esta operación, del montón de arriba se echarán sobre la
mesa nueve cartas, diciendo lo siguiente:

0
Estrella mágica
Al salir la primera: tras, tras.
ídem, id., la segunda: aquí está Fulano de Tal (el nombre del con­
sultante) .
ídem, id., la tercera: que viene a que le digan los oráculos.
da; 1a séptima, abajo y a la derecha; la octava y novena, como las dos ídem, id., la cuarta: lo que le va a p a sar...
anteriores, pero en opuestos sitios; la décima, arriba, sobre la número 3; ídem, id., la sexta, cuál es su sino...
la undécima, bajo la número 2; la doce, al costado izquierdo de la nú­ ídem, id., séptima: cuál es su enemigo...
E l S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 27
26 D r . M o o r n e

quince cartas, y se formará el tercer montón con la que haga el número


ídem, id., la octava: qué le sucederá...
dieciséis, después de eliminadas las quince cartas anteriores. Como hemos
ídem, id., la novena: y qué le sorprenderá...
desechado cuarenta y cinco cartas y tenemos tres montones de una, dicho
He aquí el patrón indicador de la forma en que deberán colocarse se está que en el resto de la baraja sólo quedan treinta cartas, cantidad
las cartas, teniendo cuidado al extenderlas de que caigan de izquierda a insuficiente para poder sacar otras tres cartas y colocarlas sobre los mon­
derecha, en el orden indicado en la siguiente figura: tones ya hechos. Por esta razón se recogerán las cuarenta y cinco cartas
desechadas, se unirán a las treinta, y barajándolas de nuevo en la forma
indicada, sin olvidarse de hacérselas cortar al consultante, se procederá,
como queda dicho, hasta obtener tres montones de a tres cartas cada uno,
que serán los útiles para formar el oráculo.
Estos tres montones, que se formarán y traducirán de derecha a iz­
quierda, representan los tres mundos de la cabala, a saber: el mundo di­
vino, el mundo abstractivo y el mundo material, que representan a su vez
la religiosidad y sentimientos del consultante, grados de inteligencia y
gustos materiales respectivamente, consideraciones que habrán de tenerse
muy en cuenta al hacer la traducción detallada.

Septenario cabalístico

Después de barajado? y cortados los naipes en la forma indicada, se


van contando de siete en siete y colocando aparte todos los que hacen
Tradúzcanse las cartas, comenzando por la primera hasta la novena, siete, o todos los séptimos. Repítase otra vez la misma operación, después
con arreglo a las peticiones que se fueron haciendo en la forma que indica de haber barajado y cortado de nuevo hasta obtener el descarte de doce
nuestra olave de significados; en el bien entendido caso que si entre las naipes, los cuales se colocarán uno al lado de otro en el orden exacto en
nueve cartas sale la que representa al consultante, es de muy buen agüero, ex­ que hayan salido. Al terminarse las cartas, se toman de nuevo las des­
cepto cuando sale en la séptima, en cuyo caso indica el oráculo que el echadas para continuar el juego.
mayor enemigo del consultante es su propia personalidad. Realizado esto, vuélvanse las cartas y tradúzcase su significado, con
sujeción a la clave, teniendo cuidado de asegurarse si ha salido o no la
Ternario cabalístico carta que representa la persona del consultante, y repitiéndose el juego,
si ésta no se halla entre las doce cartas, hasta que salga dicha carta.
Consiste esta forma de echar las cartas en lo siguiente: Cuando ya se tenga hecha la explicación del oráculo, barájanse de
Después de barajados siete veces los naipes y de cortados en la forma nuevo las doce cartas, formando con ellas cuatro montones de a tres naipes
usual por el consultante, se eliminarán por la parte de arriba quince car­ cada uno, dedicando cada uno de ellos: el primero, para la persona;
tas, y se dejará aparte la que haga dieciséis, a fin de hacer, en la forma el segundo, para la casa; el tercero, para los sucesos, y el cuarto, para
que se indicará, tres montones de a tres cartas cada uno. Apartada la carta la sorpresa.
que hacía la dieciséis, volverán a contarse otras quince cartas, que se Después se levantan sucesivamente estos montones, viniendo a corro­
desecharán, apartando la que haga dieciséis para formar con ella el se­ borar o a modificar el oráculo de la traducción que ya se habrá hecho.
gundo montón, teniendo cuidado de que los montones que habrán de for­
marse vayan de derecha a izquierda. Formados ya los dos primeros mon­
tones de a una carta cada uno, volverán a desecharse de la baraja otras
28 D k . M o o r n e

El S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 29

A continuación presentamos un cuadro indicador de este sistema, en


Cartas por tres
el que habrá de suponerse que la carta que representa al consultante es
la número 16, marcada con una X:
Tómese una 'baraja completa. Después de barajarla y hacerla cortar
al consultante, todo en la forma ya indicada, elimínanse las dieciséis
cartas primeras. Vuélvese a barajar y a cortar, sacando después los naipes
t4 2 6 10
de tres en tres, teniendo cuidado de dejar a un lado los montones, hasta
completar cinco de tres cartas cada uno. Extiéndase después correlativa­
mente sobre la mesa, de manera que resulten cinco hileras de a tres cartas 11 15 d 7

cada una. Véase si entre ellas está la que representa al consultante, la cual
16
se tomará y se colocará encima de la primera línea, poniendo en su lugar 8 12 X 4
la carta que sigue a la última que se sacó de la baraja.
En el caso de que no estuviera, habría que buscarla para colocarla 5 9 Id í
en el sitio indicado.
Una vez preparado así el juego, se vuelven a recoger las cartas em­
pezando por la del consultante y siguiendo por la primera línea, segunda, Cartas por siete
etc., hasta su terminación.
Barájese y córtese de nuevo, extendiendo las cartas sobre la mesa, Barajadas y cortadas las cartas, siempre en la forma indicada, se
formando esta vez cuatro hileras de a cuatro cartas cada una, y hágase desecharán las seis primeras, colocando la séptima sobre la mesa; vuélvan­
la traducción, con arreglo a nuestra clave de significados, comenzando se a desechar las otres seis cartas, colocando la séptima sobre la que tam­
dicha traducción por la carta que representa al consultante, mirando lo bién antes hizo el número siete, realizándose esta operación hasta seis
que le rodea, y de aquí se sigue contando hacia la derecha en la forma veces, lo que dará un montón de seis cartas y otro, que serán las de desecho,
siguiente: una, dos, tres, cuatro y cinco, parándose a cada carta que haga de setenta y dos. Barájense de nuevo setenta y dos cartas, dénse a cortar,
este último número. De este modo se da la vuelta a todas las cartas, tantas y deséchense las seis primeras, colocándose, todas las que hacen la número
veces como se puede, hasta acabar en la carta que representa la persona­ siete, sobre el montón en que ya había seis, hasta que éste tenga doce,
lidad del consultante. que son las únicas que habrán de formar el oráculo.
Barájense luego las cartas, apartando una, para la persona; otra, para Extendidas, pires, sobre la mesa, dichas doce cartas, en dos hileras
la casa; otra, para la sorpresa, y otra, para el ausente, y realizada esta de a seis, tradúzcase su significado en la forma indicada en la clave.
operación, distribuyase el resto de las cartas formando cuatro nuevas hi­
leras de tres cartas, que nos servirán para el complemento del juego, tra­
duciéndolas en la forma usual, o sea por líneas, concluyendo el oráculo Cartas por quince
con las cuatro cartas que se separaron primeramente.
Este método ide echar las cartas es el llamado francés, y se realiza
en la siguiente forma:
Barajadas y cortadas las setenta y ocho cartas, apártense las treinta
y dos primeras, desechando las restantes. Practicada esta operación, vuél­
vanse a barajar y a hacer cortar las treinta y dos cartas que habrán de
entrar en juego, formándose luego dos montones de a dieciséis cada
uno. Háganse elegir al consultante dos cartas, una de cada montón, la pri­
mera para Ja sorpresa, jr Ja segunda para la casa, extendiéndose después
el montón de la izquierda^ y haciendo la traducción, con arreglo a la clave.
'ól D r . M o o r n e
É l S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 33
que está pasando fuera, mejor dicho, para las cosas y personas exteriores;
otras siete hasta la núm. 3, y así sucesivamente hasta llegar de nuevo a
el cuarto para una sorpresa; el. quinto para que sirva de consuelo, o lo
la X, o sea la carta núm. 48, que es la que representa la del consultante.
que es igual, para dulcificar los presagios funestos contenidos en los cua­
tro anteriores;, por último, el sexto está destinado para determinar la sig­ Este juego puede hacerse también apartando de los 78 Taros las 48
nificación de los oráculos enigmáticos y confusos de los cinco montones cartas que constituyen la baraja española moderna, en cuyo caso, una
anteriores. vez apartadas esas 48 cartas, se barajan siete veces, se dan a cortar al
Para leer estas cartas de complemento, se vuelven del derecho, for­ consultante en la forma prescrita, y se procede luego del modo que queda
mando, como es consiguiente, seis líneas desiguales: la primera de siete, indicado, teniendo presente que en este caso no se desechan cartas.
la segunda de seis, la tercera de cinco, la cuarta de cuatro, la quinta de He aquí un ejemplo gráfico de este método:
dos y la sexta de 11 cartas, que se leerán siempre de derecha a izquierda,
con sujeción a la clave a que ya nos hemos 'referido.
45 39 33 27 21 15 9 3
También pueden utilizarse para este juego los 78 naipes; pero en este
caso, después de barajados y cortados, se separan los 35 primeros, y se
4 46 40 34 28 22 16 10
opera con ellos según se dice arriba.
11 5 47 41 35 29 2Z <7
Sistema especial por 48 cartas
48
Baraja española desplegada 18 12 6 X 42 36 30 24

Barajados los naipes en la forma varias veces indicada, y cortados 25 <9 13 7 I 43 37 31


debidamente por el consultante, se eliminarán treinta cartas, volviendo
luego a barajar las cuarenta y ocho restantes, teniendo cuidado de que entre 32 2 6 . 20 14 8 2 44 38
éstas aparezca la que representa ai consultante. Barajadas, pues, esas cua­
renta y ocho cartas, se extenderán sobre la mesa, de derecha a izquierda,
formando con ellas seis filas de a ocho cartas cada t^na, según lo indicado Juego francés con 52 cartas
en el siguiente grabado. Una vez extendida la baraja* se buscará entre las
cartas la que representa al consultante, y, encontradaj que ésta sea, se co­ Témanse los naipes que constituyen la baraja francesa moderna A, y
menzará a hacer la traducción de abajo a arriba y de izquierda a derecha, después de haber separado tres, con las cuales se formará la sorpresa
contando de siete en siete las cartas en honor de los siete planetas, siendo que habrá de recibir el consultante, se forman de derecha a izquierda,
inútil decir que la traducción deberá hacerse con sujeción a la clave siete montones de a siete cartas cada uno. Realizada esta operación, se
que va más adelante, y teniendo presentes las modificaciones que dicha levantan las siete cartas que cubren los siete montones, se barajan, se dan
séptima carta puede sufrir por el significado de las que la rodean. a cortar al consultante y se extienden cara arriba, de derecha a izquierda,
Hecha la traducción de la séptima carta, a contar desde la primera formando una línea horizontal de siete cartas. Concluida esta operación
que está debajo de la que representa al consultante, volverán a contarse se toman las siete cartas que cubren los siete montones, se barajan, se
otras siete cartas, y así sucesivamente hasta recorrer todas las cuarenta dan a cortar y se forma con ellas, de derecha a izquierda, la segunda
y ocho cartas, y siempre en la misma forma. línea horizontal, haciendo lo propio con las 35 cartas de los siete mon­
Suponiendo, pues, que la carta que representa al consultante ha salido tones primitivos hasta formar un cuadrado de 49 cartas, distribuidas en
en la que está marcada con una X, cuéntase, a partir de la carta que lineas de siete cartas cada una. Hecho esto, se comenzará la explicación
está debajo, siete cartas, hasta llegar a la núm. 1; hecha la traducción
1 La baraja francesa moderna, como se sabe, no tiene las cuatro reinas que
de esta carta, vuelven a contarse otras siete, hasta encontrar la núm. 2; tenía la primitiva.
34 Dr. M o o r n e

de los oráculos, con arreglo a nuestra clave de significados; y una vez


terminado, se volverán las siete cartas destinadas para la sorpresa y se
explicará el significado de ellas 1.

Juego francés antiguo con 56 cartas

Cuando quiera prescindirse de los 22 Taro? con que se complementaron


las antiguas barajas franoesa y española, se separan de nuestra baraja
esas 22 cartas, o sea desde el núra. 1 inclusive hasta el 21, también inclu­
sive, y el núm. 78, dejando, por tanto, las barajas francesa y española com­
pletas, es decir, con sus respectivas reinas y constituidas por 56 naipes.
Una vez separadas estas 56 cartas se barajan y se hacen cortar, for­ CAPÍTULO VI
mando con ellas, de derecha a izquierda, una hilera de ocho cartas, sobre
las cuales se colocarán una a una, y por orden correlativo, hasta que se
Sistem a bohemio o gitano
distribuyan todas, resultando entonces ocho montones de siete cartas cada
uno. Se tomará, acto seguido, el primer montón de la derecha, y se hará
con él una primera línea de a siete cartas. Luego el segundo, para una Las gitanas, descendientes de aquella raza de bohemios de que nos
segunda línea, y así sucesivamente, lo que nos dará, una vez terminado, hablan las tradiciones, también tienen su método peculiar de echar las
ocho líneas o hileras horizontales de siete cartas cada una. cartas, método que, al decir de ellas, ha ido transmitiéndose de generación
Realizada esta operación se procederá a leer el significado de las en generación. Este método no deja de ser sencillo, aun cuando ellas
cartas, comenzando por la línea de arriba y de derecha a izquierda. traten de realizar la operación de una manera misteriosa.

□0 0
He aquí los principales:

00 0

1 En este juego las cartas se sacan de los montones una a una y siempre la
primera de cada montón.
E l S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 37
36 Dr. M o o r n e

tar del consultante, enfermedades y sus causas y medios de hacerlas des­


Barajados los cuarenta y ocho naipes de la baraja española, y dados
aparecer.
a cortar al consultante, en la forma indicada, preparan doce montones de
a cuatro cartas cada uno, del modo que se indica en el grabado anterior. Séptimo. El matrimonio y todo lo que con él se relaciona y euanto ata­
Por el segundo método, esos montones vienen a ser colocados, carta ñe a las enemistades y efecto de ellas.
por carta, en la forma que puede verse en el siguiente patrón, princi­ Octavo. Fin de la vida o muerte del consultante.
piando por la primera hasta la doce, siguiendo de nuevo otro tendido Noveno. Artes, ciencias y cuanto se relaciona con las profesiones e ma­
de segundas cartas, luego otro de terceras y finalmente, las cuartas, resul­ neras de vivir del consultante.
tando igualmente doce montones de cuatro cartas.
Décimo. Cuanto se relaciona con la política y administración del
Estado.
Undécimo. Examen de las afecciones y sentimientos del consultante,
amistades que tiene, etc.
Duodécimo. Examen de las cuestiones relativas a los male9, pesares,
persecuciones y amarguras que rodean o amargan al consultante.
Por lo general, invitan al consultante a que haga por sí mismo las
preguntas que desee le conteste el oráculo; luego, buscando el montón a
que corresponde la clase de la pregunta, extienden sobre la mesa los cua­
tro naipes y los explican, con arreglo a la clave de significados que publi­
caremos en este mismo capítulo.
Cuando emplean el segundo método, o sea cuando han colocado los
montones, con arreglo al segundo patrón, ya indicado, hecha la pregunta
por el consultante, buscan el montón a que ésta se refiere y dan la respuesta
que indiquen los tres montones que completan la fila de izquierda a dere­
cha. Vaya un ejemplo:
Supongamos que el consultante ha preguntado si puede esperar éxitos
o beneficios pecuniarios; como esta pregunta corresponde al montón
En ambos métodos, cada montón está destinado a resolver las cues­ núm. 4, hay que buscar la solución extendiendo los tres montones de esa
tiones siguientes: fila de derecha a izquierda; primero, las cuatro cartas del cuarto montón;
Primero. Todas ias que tengan relación con la vida del consultante, debajo las cuatro cartas del cuarto montón; debajo las cuatro del octavo
incluso sus enfermedades o padecimientos, temperamento, hábitos y du­ montón, y en último término, las cuatro del duodécimo montón. Dispues­
ración de su existencia. tas las cartas de esta manera, proceden a dar la respuesta que predomine en
Segundo. Fortuna, riqueza o pobreza del consultante, negocio o empre­ las tres filas, con arreglo a la siguiente clave:
sas que puede tener, tiene o ha tenido.
Tercero. Este montón está destinado a la familia del consultante. Clave de significados del sistema bohemio o gitano
Cuarto. Bienes, herencias, beneficios, éxitos pecuniarios, etc.
Quinto. Todo lo que se relaciona con el amor, incluso la preñez, los Oros
niños y su sexo. También incluyen en este montón, cuanto tiene relación
con los robos domésticos. El as. anuncia que el consultante va a recibir un billete o noticias.
j£l dos, estorbos al derecho, e invertido, cartas a recibir.
Sexto. En este montón, se examina cuanto tiene relación con el males­
38 D r . M o o k n e
E l S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 39

El tres, al derecho, personajes nobles o de distinción; invertido, figu­ El ocho, reconciliación o un medio para estrechar vínculos amorosos
ra de niños.
o de simple amistad.
El cuatro, presentes o regalos de poco valor, al derecho e invertido, El nueve, predice una sorpresa agradable, e invertido, lo contrario.
obstáculos. La sota, representa una mujer rubia de la que el consultante puede
El cinco, representa al derecho el amor, la ternura, el cariño, e inver­ esperar algún favor. Si esta al reves, esos favores sufrirán algún retardo.
tido, el desorden y la mala conducta. El caballo, anuncia llegadas deseadas e inesperadas de una persona
El seis, regalos de valor, e invertido, ambición funesta. También re­ de buena posición, e invertido, augura que esa persona os hará una
presenta ganancia a la lotería. picardía.
El siete, amores inesperados en el consultante, y si viene al revés, in­ El rey, representa a un hombre de buen corazón que desea haceros
constancia de la persona amada. algún bien; pero si sale al revés, indica que ese hombre se verá atajado
El ocho, un retardo para cobrar dinero. en sus instintos.
El nueve, un viaje necesario e imprevisto, o el aspecto de una gran
empresa. Bastos
La sola, traición de una mujer rubia y ruin que calumniará y agra­
viará al consultante si viene al derecho, pero que no logrará hacerlo si El as, augura ganancia o recibo de dinero. Si viniere del revés, indica
viene al revés. caída, retroceso.
El Caballo, mensajero portador de malas nuevas. El dos, pronostica pesares, y al revés, sorpresas.
El rey, representará a un hombre que busca medio de dañar al consul­ El tres, felices empresas y término de padecimientos.
tante, pero que no lo logrará, si viniere cabeza abajo. El cuatro, fiestas, alegría, bullicio, fortuna inesperada y nuevos
amigos.
C opas El/cinco, al derecho, anuncia recibo de oro, y al revés, pleitos.
El seis, al derecho, infidelidad doméstica, mudanza de amor, y al re­
El as, anuncia celos, y si se halla rodeado de figuras anuncia un fes­ vés, recibimiento de noticias crueles.
tín que ocurrirá en la casa del consultante. El siete, fundadas esperanzas o buen éxito en lo que se espera, pero
El dos, amor y deseos, cuando viene al derecho, contratiempos amo­ si sale al revés, anuncia que la indecisión las liará frustrar.
rosos, invertido. Cerca del rey de bastos, matrimonio ventajoso. Al lado El ocho, presagia que el amor que alienta el consultante se reanimará.
del tres de espadas, esperanzas amorosas fracasadas. También anuncia una mujer rubia. Al revés, anuncia discusiones entre
El tres, buen éxito, e invertido pronostica que una expedición o em­ amantes o esposos.
presa tendrá el éxito que marquen las cartas que le rodean. El nueve, gran éxito, acierto en los negocios; seguido del nueve de
El cuatro, contratiempo, tribulaciones, e invertido, nuevas amistades oros, retardo en el cobro de dinero y una pérdida segura, si se halla al
que podrán ser buenas o malas, según lo indiquen las cartas que le acom­ lado del nueve de espadas.
pañen. Al lado del cinco de espadas, al revés, luto próximo. La sota, un joven o una joven que os ama; celoso o celosa si la carta
El cinco, representa herencias, cuando el consultante es hombre, y está al revés.
cuando es mujer, conclusión de las uniones que desean. Invertido, repre­ El caballo, falsos trabajos, o un matrimonio que se verificará o no,
senta la llegada de un pariente que puede ser de gran utilidad al consul­ según las cartas que le acompañen.
tante. El rey, un hombre de bien que hará al consultante señalados favores,
El seis, anuncia buen casamiento, lealtad y franqueza de la persona si está cabeza abajo, experimentará dilación en sus buenos deseos.
que se ama.
El siete, presagio de íntima amistad y muchas satisfacciones y aven­
turas para los solteros,
40 Dr. M o o r n e E l S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 41

Formados estos siete montones se extraerá una carta —la de encima—


E spadas d« cada uno de ellos formando una línea vertical, es decir, de arriba abajo,
compuesta de siete cartas. Hecho esto, se extraerá una segunda carta de cada
El as, indica una gran aflicción de amor, y si está invertido, anuncia uno de los montones y se formará otra segunda línea vertical también y
a la mujer su próxima preñez y al hombre le predice una situación apura* paralela a la primera, y concluyendo por formar con las cartas que restan
da de la que solamente podrá salvarle una resolución. de los siete montones otra tercera línea vertical asimismo y paralela a las
El dos, al derecho es símbolo de la amistad, y al revés, indica al con­ anteriores, y colocando a la cabeza de estas tres líneas la carta que repre­
sultante que tiene varios falsos amigos. senta al consultante. Las líneas verticales se formarán siempre de derecha
El tres, pronostica la separación de dos amantes, e invertido, anuncia a izquierda, quiere decir, que la 2^ estará a la izquierda de la 1*, y la 3?
extravíos de la cabeza o del corazón. a la izquierda de la 2^. Hecho esto, se procederá a leer el significado de
El cuatro, presagia soledad, abandono, e invertido, aconseja la eco­ cada carta, teniendo en cuenta las modificaciones que aporten las otras
nomía.
cartas próximas.
El cinco, tanto al derecho como al revés, indica luto, llanto. El signi­
ficado de las cartas próximas, puede únicamente modificar un tanto el
valor representativo de esta carta.
UN SISTEMA PARTICULAR
El seis, muerte y presagio de tormentos, a no ser que esta carta vaya
acompañada de algunas copas. Con el objeto de que nada falte en este libro, hemos visitado a una de
El siete, noticias desagradables, y seguido del de oros, discordias y nuestras más célebres echadoras de cartas, o sea cartómagas, quien, por
desavenencias.
su práctica y experiencia de largos años, estaba indicada para manifes­
El ocho, pérdida, retraso en los negocios y obstáculos amorosos. tarnos cuál era el sistema de que con más frecuencia y con mayor seguridad
El nueve, encarcelamiento o disgusto, intervención de la autoridad. se servía para hacer sus predicciones. Dicha señora, accediendo a nuestros
La sota, señala un extranjero o una viuda que desea engañar al consul­ deseos, se sirvió indicarnos y recomendarnos el siguiente:
tante y que le engañará indudablemente si viene cabeza abajo.
El caballo, un joven que causará al consultante disgustos y pesares, los
cuales serán más graves y más próximos si viniere cabeza abajo. Primer juego
El rey, representa un juez o persona de gran valía, de quien el con­
sultante espera apoyo y con el cual tendrá desavenencias. Si viniere del Barajadas y cortadas las cartas en la forma común en que suele ha­
revés, advierte al consultante la pérdida de un proceso. cerse, se echan por abajo y boca abajo tres montones, de izquierda a de­
recha, de tres cartas cada uno, y otro de cinco naipes, que se colocará pre­
cisamente arriba del montón del centro.
Juego con los 22 taros que contienen el alfabeto sagrado
El primero de los tres montones, o sea el de la derecha, indicará lo
que está sucediendo al consultante', el del centro, lo que va a sucederle, y
Extraídos de la baraja nuestra que, como es sabido, consta de 78
el de la izquierda, lo que está por venir. El montón de cinco cartas indi­
Taros, los 22 que contienen el alfabeto sagrado y que son los números
cará en lo que quedarán las predicciones hechas por las cartas de los tres
del 1 al 21, ambos inclusive, y el núm. 78, si se quiere formar juego sólo
montones anteriores. Tanto en este, juego como en los sucesivos, deberá
con ellos, se procederá, bien en la misma forma que se indicó para formar
la estrella mágica, o bien de la manera siguiente: tenerse en cuenta el significado de la carta que queda en puerta, es decir,
la que cubre las demás que no se utilizan. Explicado el significado de los
Barajadas y cortadas per el consultante y el cartómago las 22 cartas,
cuatro montones, se pasa al segundo juego y luego al tercero, y así suce­
se formarán con ellas, de izquierda a derecha, siete montones de tres cartas
sivamente hasta el último, que es el que sirve de complemento afirmativo
cada uno, después de haber sacado la que representa al consultante, es
o negativo.
decir, la núm. 1 para los caballeros y la núm. 8 para las señoras.
42 Dr. M o o r n e
E l S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 43

Segundo juego C uarta jugada

Barájanse de nuevo los naipes, dándolos a cortar al consultante, quien Se baraja, se hace cortar y se extienden cinco cartas de derecha a
lo hará con la mano izquierda, como es práctica, y luego se extenderán las izquierda, después de haber dejado aparte la primera carta que salió; se
cartas en la forma siguiente: la primera carta que sale, se coloca a la de­ hará la explicación; se recogerán las cartas, excepto la que quedó aparte,
recha para complemento final del juego, haciéndose luego cuatro montones y una vez cortadas y barajadas, se volverán a extender otras cinco, dejando
de a tres cartas cada uno, de derecha a izquierda, con lo que resultarán aparte una que se unirá a la que ya había de la primera vez, obteniendo tres
sobre la mesa 13 cartas que se explicarán en la siguiente forma: primero, cartas, que serán las que indiquen lo que debe sorprender al consultante.
el primer montón de la derecha, luego el segundo, el tercero y el cuarto,
concluyendo por la carta suelta, que es la que afirma o niega escuetamente
Q uinta y últim a jugada
la predicción de las anteriores, determinándola o modificándola.

i
Extraída la carta que representa al consultante y después de baraja­
T ercera jugada das y cortadas las restantes se formarán cinco montones de a tres cartas
del modo siguiente: uno arriba y otro debajo de la carta que representa
Barajadas y cortadas de nuevo las cartas, se formarán ocho montones, al consultante, otro a su lado dereoho, otro al izquierdo y el último sobre
de a tres cartas cada uno, de derecha a izquierda, y tocando en cada montón la misma carta que le representa. El montón de arriba indicará lo que está
con el dedo ínctyce, se dirá: por sobre la voluntad del consultante; el de abajo, lo que está
bajo su dominio; el de la derecha, lo que se relaciona con las personas
Al tocar el primero: Iras. . . que le rodean; el de la izquierda, con aquellas a quienes ama, y por últi­
ídem, id., el segundo: tras... mo, el que le cubre, indicará lo que habrá de ocurrirle fatalmente en muy
ídem, id., eltercero: quién... breve plazo.
ídem, id., elcuarto: ¿ e s? ...
ídem, id., el quinto:fulano de tal. (Aquí el nombre del consultante.)
ídem, id., el sexto: ¿qué desea?...
ídem, id., el séptimo: honores. . .
ídem, id., el octavo: y riquezas...

Realizado esto, se vuelve el quinto montón que es el que representa


al consultante, empezando por éste la explicación, después de lo cual se
pasará a hacer lo propio sucesivamente con el primero, segundo, tercero,
cuarto, sexto, séptimo y octavo, teniendo cuidado de indicar bien clara­
mente cuanto expresen las cartas, sin olvidarse de la que quedó en puerta,
que puede muy bien anunciar un suceso que debe pasar próximamente al
consultante.
El S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 4 í>

formando la estrella mágica, gráficamente representada por el grabado


correspondiente, bien por el sistema francés de 52 cartas indicado en la
pág. 33, o bien por un método especial suyo que a continuación ex­
ponemos: Con una baraja de 52 cartas, y después de barajadas y cortadas
éstas por el consultante, formaba cuatro montones de trece naipes cada
uno, apartando luego, para formar el oráculo, la ultima carta, por arriba,
de cada montón. Reunidas nuevamente las cuarenta y ocho cartas restan­
tes, y barajadas y cortadas de nuevo, formaba otros cuatro montones de
doce cartas cada uno, apartando la última carta de cada montón y reu­
niéndolas con las otras cuatro cartas que ya estaban apartadas del primer
juego. Separado ya de este modo el montón del oráculo, compuesto de
CAPÍTULO VII ocho cartas, volvía a barajar y a hacer cortar los cuarenta y cuatro naipes
restantes, formando con ellos cuatro montones de once cartas cada uno.
El sistem a de Mlle. Lenorm and Separada luego la última carta de cada uno de estos montones y agregadas
estas nuevas cuatro cartas al montón del oráculo, en este montón de doce
naipes hacía las predicciones, después de haber formado con él cuatro
Pocos son los antecedentes que acerca de esta célebre adivinadora, montones de tres cartas cada uno. Para la célebre cartómaga era indis­
que brilló con luz propia en los albores del pasado siglo xix y que pre­ pensable que saliera entre esas doce cartas la que representaba al consul­
dijo a Napoleón I sus más señalados triunfos y sus gloriosas derrotas, nos tante, debiéndose, por consiguiente, hacer de nuevo el juego hasta lograr
ha legado la historia. Sabemos, sí, que escribió varias obras de carácter hacer salir esa carta.
literario, y ninguna acerca del arte que con tanta fama como lucro profe­ iPor tradición, no porque nos lo haya legado la historia, sabemos que
saba; esto es, el de la cartomancia. la ilustrada profetisa tenía horror por el significado aislado de cada carta,
Por la tradición sabemos que todos sus clientes, antes de que extendiera buscando o tratando de descifrar el jeroglífico que forman las combina­
la baraja, eran sometidos a un escrupuloso interrogatorio. Esta norma de ciones de las cartas en el conjunto de significados, siguiendo en esto los
conducta creemos que la observaba la célebre cartómaga, no por descubrir consejos de Guillaume Postel y de Court de Gibelin.
los arcanos que se anidaban en el alma del consultante ni por ese medio De aquí el renombre de sus vaticinios y de aquí el que, a pesar de las
facilitar su tarea, o presentarse como una perfecta sibila ante la escruta­ persecuciones de que fue objeto, saliera triunfante en todas sus empresas
dora mirada de éste. Lo bacía porque de ese modo podía apreciar mejor el y pudiera, en su vejez, retirarse a disfrutar tranquilamente de los cuan­
significado de algunas cartas o combinaciones de cartas que presentaban tiosos recursos que le proporciono su habilidad y su inteligencia.
predicciones vagas o confusas.
De aquí se deduce que la conducta de Mlle. Lenormand debería ser
imitada, no por aquellos cartómagos que hacen de su profesión un modus
vivendi, o que, por lo menos, no van más que a salir pronto del paso, sino
por aquellos que quieran cumplir concienzudamente con los deberes que
impone todo arte.
El interrogatorio a que la dama que nos ocupa sometía a sus clientes
constaba invariablemente de siete preguntas a saber, edad, profesión, esta­
do civil, estado de salud, gustos o aficiones, principales afecciones y
motivo que le inducía a consultar a los oráculos.
Con estos antecedentes, Mlle. Lenormand desplegaba la baraja, bien
E l S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 4?

embargo, no sabemos de ningún manual o libro de cartomancia que pres­


cinda de los ochos y los nueves, los cuales también tienen, como las demás
cartas, su peculiar significado.

La b araja francesa

La actual baraja franoesa se compone de cincuenta y dos cartas o


naipes, a saber: Doce figuras representadas por cuatro reyes, cuatro damas
o reinas, y cuatro valets, que corresponden, respectivamente: los reyes, a
los reyes de la baraja española; los valets, a los caballos de la misma, y
las damas o reinas, a nuestras sotas. Las demás cartas, es decir, las cua­
CAPÍTULO VIII renta cartas restantes, son correlativas del as al diez.
La baraja* franoesa tiene dos colores: uno negro y otro rojo. Pertene­
La baraja española cen al primero el tréfle y el pique, o sean los oros y las espadas, y al se­
gundo, es decir, al rojo, el curreau y el coeur, bastos y copas. Es favorable
el palo llamado coeur (copas); funesto el carreau (bastos); completa­
La primitiva baraja española se componía de cincuenta y seis cartas, mente adverso el pique (espadas), y mixto, o sea ni muy favorable ni muy
como la francesa, de las cuales cuarenta eran de las llamadas blancas, ex­ adverso, el tréfle (oros).
cepto las biscas, o sean los cuatro sietes, siendo las restantes triunfos.
Esas cartas, divididas en cuatro palos: oros, copas, espadas y bastos,
fueron adaptadas de la baraja egipcia a la española, por Nicolás Pepín,
en 1330, siendo el origen de dichos cuatro palos las cuatro clases en que
estaba dividida la sociedad en aquella época, a saber: oros, en represen­
tación del alto comercio y de la clase media; las copas, en la del estado
eclesiástico; las espadas, en la de la nobleza y, por último, los bastos, en
la de las clases plebeyas o pecheras.
Posteriormente el juego de los naipes quedó reducido a cuarenta y
ocho cartas, pues fueron suprimidos, más bien por el uso que por otra
causa, los cuatro dieces y las cuatro reinas.
Antes de esta supresión fue cuando, en el último tercio del siglo xvm,
aparece el célebre Etteilla, quien, después de haber estudiado el arte de
echar las cartas egipcio, descifrado por Postól a costa de grandes esfuerzos,
empezó por desautorizar el medio de descifrarlas una por una, supliendo a
éste el de traducirlas en conjunto, si bien concediendo a cada carta su sig­
nificado especial, tanto al derecho como al revés. Además, fundándose,
como ya hemos dicho, en el tradicional sistema egipcio del libro de Thot,
basó la adivinación sobre 53 oráculos o cartas, que pueden ser las 52 de la
baraja francesa, y una más en blanco.
Después de esa época, o mejor dicho, ya entrado el siglo xix, tam­
bién han caído en desuso los ochos,'los nueves, los dieces y las reinas; sin
E l S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 49

3 íd e m ........ . Matrimonio ...................... .


2 íd e m ........ . Nuevo conocimiento........ .
4 sietes , Intrigas ............................ .. . . . Pendencias.
3 íd e m ........ . Enferm edad......................
2 íd e m ........ . N o ticia ..............................
4 seises . . . . . Abundancia ......................
3 íd e m ........ . Suceso ..............................
2 íd e m ........ . Irascibilidad ....................
4 cincos . . . . . R egularidad......................
3 ídem ........ . Determinación..................
2 íd e m ........ . Vigilias ............................ . . . . Reveses.
CAPÍTULO IX
4 cuatros . . . . Viaje ................................ ___ Paseo.
3 íd e m ........ . Reflexión .......................... ___ Inquietud.
Significación del conjunto de cartas 2 íd e m ........ . Desvelo ............................ ___ Disputa.
4 treses . . . . Progreso .......................... ___ Acierto.
3 íd e m ........ . Utilidad ............................ ___ Serenidad.
Cuando en un mismo montón o en una misma línea aparecen cartas 2 íd e m ........ C alm a................................ ___ Salud.
análogas en valor, aunque de distinto palo, vale decir, dos o más reyes, 4 doses . . . . Pacto ................................ ___ Desconfianza.
tres o cuatro caballos, etc., la traducción debe hacerse en la forma siguiente: 3 íd e m ........ . Contienda ........................ ___ Reconciliación.
2 íd e m ........ . Seguridad ........................ ___ Aprensión.
4 ases ........ . S u e rte ................................ ___ Deshonor.
4 reyes ........ Honores ................................ .. Celeridad. 3 íd e m ........ A cierto .............................. ___ Libertinaje.
3 íd e m .......... Consulta ................................ Comercio. 2 íd e m ........ Engaño .............................. ___ Enemigo.
ld«TTl .......... Consejo ................................ .. (Proyectos.
4 reinas ........ Gran entrevista .................... . Mala sociedad.
Explicación aclaratoria
3 íd«m .......... Engaño de m u je r .................. Glotonería.
2 íd e m .......... Amigos sinceros .................. Trabajo.
Antes de terminar esta sección debemos manifestar que siempre que en
4 caballos . . . Negocios de importancia . . . .. Alianza.
una línea salgan varias cartas de un mismo palo, el oráculo se hará tenien­
3 ídem .......... Debates ................................ Desafío.
do en cuenta el mayor número de ellas que haya al derecho o al revés, por
2 ídem .......... Intim idad.............................. .. Delicadeza.
ser las que predominan sobre las demás; es decir, que si hubiere tres bastos
4 sotas .......... Enfermedad m o rta l.............. .. Privaciones.
al revés y dos al derecho, los tres serán los que determinen o modifiquen la
3 í dem .......... D isputas................................ .. Pereza.
predicción. Si hubiere igual número al derecho que al revés de un mismo
2 ídem .......... Inquietud.............................. .. Sociedad, reunión.
palo, no producirá modificación alguna, y únicamente se considerará el pre­
4 d ie c e s........ Contradicción ........................ . Acontecimiento.
dominio del palo que sea. Lo mismo se advierte para en el caso de hallarse
3 íd e m .......... Nuevo e sta d o ........................ Contrariedad.
tres o cuatro cartas de un mismo valor, como reyes, sotas, etc., cuyo influjo
2 íd e m .......... Cambio ................................ .. Espera justificada.
será con arreglo al mayor número que salgan al derecho o al revés.
4 nueves . . . . Buen a m ig o .......................... Usura.
3 íd e m .......... Acierto ...................................... Imprudencia.
2 íd e m .......... Recibo ..................................... Provecho.
4 ochos ........ Contratiempo........................ . .. Error.
E l S u p r e m o A r t e b e E c h a r l a s C a r t a s 51

N9 73, al derecho—El (o la) aman­ de elevada posi­


te. ción.
„ 73, al revés —'Persona d e s o r ­ „ 75, al revés -Un niño.
denada. „ 78, al derecho -Persona sin jui­
„ 75, al derecho—¡Persona noble, cio.

CAPÍTULO X

C artas que rep resen tan distintas significaciones

m 1, al revés. — El consultante. 95 62, 95 5? — P erso n a i n f l u ­


59 4, al derecho — Dios. yente.
59 6, al revés — P ersonas i n t r i ­ 59 64, 59 15 —H o m b re m oreno.
gantes. 95 64, al revés — H o m b re vicioso.
99 8, „ 59 — L a consultante. 55 65, al derecho — M u jer m orena.
99 9, „ 99 — U n sacerdote. 59 25, al derecho — ¡Persona e x tra n ­
95 11, „ 99 — El soberano. jera.
59 12, „ 99 — El pueblo. 59 30, 99 99 — Sirvientes.
55 17, al derecho — La m uerte. 99 36, 99 59 — U n ho m b re ru ­
59 18, „ 99 — U n tra id o r. bio.
99 21, „ 99 — U n tirano. 59 36, al revés — U n h o m b re de
95 22, „ 99 — U n hom bre de posición.
cam po. 59 37, al derecho — U n a m u je r ru ­
99 23, „ 99 — M u jer de cam po. bia.
55 23, al revés — U na m u je r bue­ 59 37, al revés — U n a m u je r ca­
na. sada.
99 50, „ 99
— H om bre m alva­ 59 39, a l revés — U n joven rubio.
do. 95 42, 95 95 — U n a joven r u ­
99 51, al derecho —M u je r viuda. b ia.
99 51, al revés — M u jer m alvada. 59 50, 59 99 — U n letrad o .
99 52, al derecho — M ilitar, hom bre 99 67, al derecho — Joven m oreno.
de arm as. 99 67, al revés — p e rs o n a p ró d i­
99 53, „ 99 — U n espía. g a .

99 55, „ 99 — U n eclesiástico. 59 70, al derecho — Joven m orena.


E l S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 53

Hecha esta traducción, pasamos en seguida al segundo montón; y, su­


poniendo que las cartas de que se compone son: el núm. 56 (ocho de espa­
das), el núm. 64 (rey de oros) y el núm. 28, al revés (ocho de bastos);
como ese montón es el destinado para ver lo que habrá de suceder al consul­
tante, diremos que éste será víctima de habladurías motivadas por un
hombre moreno, y las cuales habladurías habrán de degenerar en disputas.
(Pasando ahora al tercer montón, que es el que indica lo que está por
venir, como éste se compone del núm. 27 al revés (nueve de bastos), que
significa contrariedades; del número 26, al revés (diez de bastos) y del
núm. 15, al revés (el falso adivino), podemos, desde luego, decir que el
porvenir no es muy benigno para el consultante, pues además, de tropezar
CAPÍTULO XI en su camino con contrariedades y obstáculos, sufrirá una indisposición
a causa, quizá, de aquéllas y de éstos. En este caso la' indisposición, aunque
no de cuidado, será larga, por la mala significación que aportan a la carta
Ejem plos prácticos p a ra la lectu ra de las cartas
que la vaticina la presencia de dos bastos, nada menos que el nueve y el
Con objeto de que no abrigue el lector la menor duda y pueda por diez.
sí propio operar con la baraja, después de bien aprendidos los preceptos Llegados al último montón de cinco cartas, que es el que indicará en
de-este libro y los significados de las cartas, vamos a establecer algunos lo que quedarán las predicciones hechas por las cartas anteriores. Supo­
ejemplos prácticos que le sirvan de guía. niendo que en él hayan salido por el siguiente orden: el núm. 62 al revés
En la imposibilidad de extender esos ejemplos a todos los sistemas de (dos de espadas), el núm. 9, al derecho (la justicia); el núm. 71 (siete de
echar las cartas que dejamos descritos, sólo lo haremos del Sistema particu­ oros); el 76, al revés (dos de oros) y el núm. 77 (as de oros), desde el
lar (págs. 39 a 41) y del Gran juego con 42 cartas y complemento de éste primer golpe de vista, al ver tres oros y entre ellos el as, podemos tran­
con 35 (páginas 28 a 30). quilizar al consultante diciéndole que será víctima de una falsa amistad;
que en sus asuntos habrá de intervenir la justicia de paz, que recibirá di­
nero y unos documentos que causarán su dicha y contribuirán a su en­
SISTEM A PA RTICU LAR cumbramiento.
Recapitulando ahora el significado de las 14 cartas que tenemos sobre
P rim e r ju e g o 1 la mesa, puede decirse al consultante: un curial le ha hecho una felonía, por
lo cual le será necesario acudir a los tribunales; pero como es persona
Tenemos cuatro montones sobre la mesa: tres de tres cartas cada uno
prudente y discreta, todo hace creer que saldrá bien del asunto, no obs­
y otro de cinco.
tante tener que tropezar con obstáculos y contrariedades, sufrir una in­
Supongamos, pues, que en el primero de esos montones, o sea el de
disposición y tener disputas, y después de todo lo cual recibirá dineros que
la derecha (que es el que indicará lo que está sucediendo al consultante),
le pertenecen y, por medio de esto y de documentos o escrituras será di­
han salido las cartas siguientes: P , de arriba el núm. 18, al revés, que sig­
choso y alcanzará una posición encumbrada.
nifica felonía; 2*, el núm. 50 (rey de espadas), que representa un curial,
y el núm. 12, que indica prudencia. Pues bien; debemos leer en la forma
que salieron las cartas y decir que el consultante (hombre o mujer) es Segundo juego
víctima de la felonía de un curial y que solamente su prudencia puede sal­
varle de que esa felonía prospere. Como es sabido, en este segundo juego intervienen 13 cartas; una
carta que se coloca aparte para complemento final del juego, y cuatro
1 Véanse la» lamine» colocadas al final del libro. montones de a tres cartas cada uno, colocados de derecha a izquierda.
54 D r . M o o r n e
E l S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 55

, Suponiendo, pues, que en el primer montón han salido: el núm. 58 al


revés (seis de espadas), el núm. 73 (cinco de oros) y el núm. 72 (seis de T ercer juego
oros), podemos decir: si el consultante es hombre; que ha hecho una de­
claración de amor a una mujer con miras ambiciosas y, si es mujer la que Nos encontramos, al explicar los oráculos de este juego, con ocho mon­
consulta, que ha recibido una declaración de amor de un hombre am­ tones de a tres cartas cada uno; montones que se han formado de derecha
bicioso. a izquierda, es decir, en el mismo orden en que deberá hacerse la traduc­
Si los consultantes son casados, su matrimonio no importa nada para ción. Creemos inútil decir que esos ocho montones constituyen una línea
que el hombre haya solicitado amores de una mujer que no es su esposa, horizontal. Como debemos comenzar a leer el oráculo por el quinto montón,
o que la mujer haya sido requerida de amores por un hombre que no es a contar de la derecha, que es el que resume la representación del consul­
su esposo. Todo esto será necesario decirlo con ciertas reservas, pues muy tante, suponiendo que en el hayan salido: el Taro núm. 19 al revés; el núm.
bien pudiera suceder que el consultante se viera obligado a declarar ante 31 (cinco de bastos) y el núm. 20 al revés, resulta, teniendo siempre en
la justicia o a ser interpelado particularmente acerca de unos amores am­ cuenta los vaticinios obtenidos por los juegos anteriores que una persona
biciosos. Esto es lo que aclararán las cartas posteriores, sin olvidar por esto falsa, amiga del consultante, quiere ejercer presión sobre él, cosa que no
nunca las anteriores predicciones. logrará, pues su porvenir, será de opulencia (núm. 31) y de alta posición
Vamos a suponer ahora que en el segundo montón han salido: el núm. (núm. 20), oráculo que viene a confirmar lo predicho en la primera jugada,
69 al reves (nueve de oros) el núm. 70 al revés (ocho de oros) y el núm. 53 por el número 76 al revés (dos de oros) y por el número 77 (as de oros).
(sota de espadas). Separemos, pues, este montón con impresiones cada vez más favorables res­
Como el nueve de oros, además de su acepción principal de efecto- pecto al porvenir del consultante y descifremos el primero y segundo mon­
espojo, significa sorpresa, engaño, fraude, abuso de confianza o escamo­ tón que aparecen por la derecha, montones que representan lo que busca el
teo, esta carta, de significación aislada y que por sí sola no podría formar consultante, al evocar a los oráculos.
más que un oráculo indeterminado al lado del ocho del mismo palo y Supongamos que ese primer montón está constituido por el número 30
próxima a la sota de espadas, manifestará que el consultante, sea hombre (seis de bastos), por el núm. 46 (cuatro de copas) y por el núm. 47 al
o mujer, sería víctima de un exceso de confianza que le acecha, si no fuera revés (tres de copas). Pues bien esas cartas nos dicen que el consultante
por la mediación de una joven morena que le salvará de ese peligro. La está buscando una nueva persona que sepa poner en marcha sus intereses.
presencia favorable de dos cartas de oros pronostican que ese abuso no se La profecía no podrá, sin embargo, quedar terminada hasta el segundo
llevará a cabo. montón, y como éste se compone de los números 2 al revés, 67 al revés
En la suposición de que el tercer montón está formado por el núm. 39 (sota de oros) y 32 (cuatro de bastos) al anterior vaticinio debemos agre­
(sota de copas), el núm. 8 (descanso o reposo) y el núm. 61 al revés (tres gar que el consultante habrá de tener momentos de grande enojo y de có­
de espadas), anuncia al oráculo que un joven rubio conspira contra la vir­ lera, por la prodigalidad de las personas que le rodean. No es esto preci­
tud <L1 consultante, o lo que es igual, quiere extraviarle del buen camino. samente lo que busca, lo que llama, el consultante, pero es eso lo que irre­
figurándonos ahora que el cuarto montón se componga el núm. 57 al mediablemente le sucederá. ¿Con quién? Esto es lo que habrá de decirnos
revés (s.*ete de espadas) del núm. 65 (reina de oros) y del núm. 41 al —si el oráculo es propicio— el tercer montón. Supongamos que éste está
reves (nueve de copas), este conjunto de cartas significará que el cónsul- compuesto del núm. 7, del núm. 17, y del núm. 3, pues resultará que de
tante recibe buenos consejos de una mujer morena, consejos que deberá una persona que ya ha muerto recibirá un apoyo moral que le será muy
tener muy en cuenta por la sinceridad de la persona que se los ofrece. beneficioso, oráculo algo indeciso, pero que las cartas posteriores aclararán,
Finalmente, suponiendo que la carta que hemos apartado para el com­ por lo cual pasaremos al montón núm. 4. En este montón aparecen: el núm.
plemento del juego y que colocaremos boca arriba a la cabeza de los mon­ 25 al revés, que representa malas noticias (sota de bastos), el núm. 27 al
tones, es el Taro núm. 4 al revés, carta que representa la inteligencia, el revés (nueve de bastos) que vaticina tardanzas o retrasos, y el núm. 16
oráculo predice al consultante que, de cuando le han vaticinado los orácu­ que pronostica la ganancia de un pleito. De este conjunto se deduce, y así
los anteriores, saldrá airoso (o airosa) si pone en ello toda su inteligencia. lo traduciremos, que el consultante tiene (fíjese el cartómago que el mon-
56 D r . M o o r n e E l S u p r e m o A r t e d e E c h a .r l a s C a r t a s 57

ton núm. 4 corresponde al as de la jugada) en perspectiva un pleito que juego, suponiendo asimismo que esas cartas sean: número 43 (siete de
habrá de ganarlo, al fin, después de haber tenido malas noticias acerca de copas), núm. 72, al revés (seis de oros), número 44, al revés (seis de co­
él y de tardanzas o retrasos. pas), núm. 30, al revés (seis de bastos) y núm. 3, formularemos el oráculo
Como hemos comenzado la traducción por el montón núm. 5, que es de esta manera: el consultante tiene pensamientos (núm. 43) de ambición
el que representa al consultante, pasamos al núm. 6, y suponiendo que este (núm. 72) para el porvenir (núm. 44), en el cual debe confiar y esperar
montón está formado por el núm. 28 (ocho de bastos), el núm. 10 al revés (núm. 30, al revés) a causa de un buen Genio (núm. 3) que le protege.
y el número 21 al revés, podemos decir que el consultante hará una partida Barajadas nuevamente las cartas y dadas a cortar al consultante, en
de campo, en la cual se encontrará con un sacerdote con el cual tendrá la misma forma que las dos veces anteriores, y después de haber unido la
un altercado, a causa de los deseos de honores y riquezas que preocupan a primera carta que salió a las dos que ya teníamos apartadas, para formar
la persona que consulta. con las tres el montón de la sorpresa, en la suposición de que salieran:
Pasando ahora al séptimo montón y suponiendo que las cartas que lo el núm. 55, al revés (nueve de espadas); el núm. 53 (sota de espadas);
componen son: el húm. 71 al revés (siete de oros) el núm. 76 (dos de oros) el núm. 26 (diez de bastos); el núm. 57, al revés (siete de espadas) y el
y el núm. 77 al revés (as de oros), podemos traducir, aun sin fijarnos en el núm. 41 (nueve de copas); la traducción de los significados sería la si­
sentido restringido de cada carta, que el consultante verá colmados sus de­ guiente: el consultante debe desconfiar (núm. 55) de un espía que le rodea
seos de honores. Ciñéndonos ahora, al sentido restringido de cada carta, y le acecha (núm. 53), el cual pretende hacerle traición (número 26);
agregaremos que no llegará a ellos (as de oros) sin inquietudes y temores pero debido a buenos consejos (núm. 57, al revés), alcanzará la victoria.
(núm. 71) y sin obstáculos (núm. 76). Como se ve, estos vaticinios están Por lo que respecta a las tres cartas que se apartaron en las tres ju­
de perfecto acuerdo con los anteriores. gadas de que se compone este juego para ver lo que sorprenderá al con­
Penetrando ahora en el octavo y último montón y en el bien entendido sultante, y suponiendo que hubieran salido: el núm. 7, el núm. 49 (as de
que lo forman: el núm. 70 al revés (ocho de oros), el núm. 62 (dos de copas) y el número 77, al revés (as de oros), lo que sorprenderá al con­
espadas) y el núm. 9, concluiremos los vaticinios diciendo: que el consul­ sultante será el apoyo de la justicia (números 7 y 49), lo cual le propor­
tante debe desprenderse, para llegar a las riquezas (representadas por este cionará fortuna y riquezas (núm. 77). Debe fijarse el cartómago que en
octavo montón), de una amistad interesada, con cuyo amigo o amiga ha te­ esta última reunión de cartas para la sorpresa, se encuentran dos ase3, por
nido o tendrá disensiones, ventiladas o que habrán de ventilarse en los tri­ lo cual agregará, a lo ya dicho, el significado que le proporciona la con­
bunales de justicia. junción de ellos, que no es otra que la de enemigos que rodean al consul­
tante.
C uarta jugada Q uinta y ú ltim a jugada

Tenemos extendidas sobre la mesa cinco cartas de derecha a izquierda, Ya sabe el lector la forma en que se realiza esta jugada. Pues bien,
y una para formar un montón de tres cartas en las tres veces que habrá de los cinco montones que tenemos ante la vista, tomaremos el primero,
de repetirse este juego. Suponiendo, pues, que esas cartas son: la primera que es el que indica lo que está sobre la voluntad del consultante. Como
de la derecha, el núm. 50 (rey de espadas); la segunda, la número 27 para explicar el juego completo que estamos haciendo, hemos barajado las
(nueve de bastos); la tercera, el núm. 56 (ocho de espadas); la cuarta, cartas y procurado que éstas salieran al azar, no las que nosotros habíamos
la núm. 71 (siete de oros), y la quinta, la núm. 47, al revés (tres de co­ elegido, resulta que este primer montón se compone de: el núm. 73, al revés
pas), debemos traducirlas en la forma siguiente: un curial (núm. 50), (cinco de oros); del núm. 26, al revés (diez de bastos) y del núm. 61, al
(el mismo quizá de la primera jugada), promoverá incidentes y tardanzas revés (tres de espadas). La traducción de estas cartas literal y escueta (y
(números 56 y 27) en asuntos de dinero (núm. 71) y en negocios que conste que esta jugada final es la más importante y confirmativa en este
están en trámite (núm. 27). Hemos barajado y hecho cortar nuevamente, sistema, con perdón sea dicho de la sibila a la cual no hemos consultado
y una vez extendidas en la misma forma otras cinco cartas, después de para hacer las traducciones de los oráculos), es la siguiente: el consultante
haber separado la primera y colocada junto a la que apartamos en el anterior es desordenado y ese desorden obedece a su manera de ser, a su propia idio­
58 D r . M o o r n e E l S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 59

sincrasia (núm. 73, al revés), por cuya causa tropieza y tropezará con el amor a una mujer, y si es mujer, será pretendida con miras ambiciosas
obstáculos, con dificultades, con embrollos que se traducen en errores y por un hombre, hecho que se verificará por mediación de otra mujer, casi
en pérdidas. al propio tiempo que está (el consultante) a punto de ser víctima de un
Si pasamos al montón núm. 2, que representa lo que está encontramos abuso de confianza, que no se llevará a cabo, aun cuando siempre se verá
con que al azar han salido las siguientes cartas: el núm. 35 (as de bastos), asediado el consultante por varias personas, y entre ellas por un joven rubio,
el núm. 14 y el núm. 63 (as de espadas). El conjunto de estas tres cartas que quieren llevarle por mal camino, cosa que quizá lograrían sin los buenos
es de mal agüero en principio. Pasando luego a su significado gráfico dire­ consejos de una amiga muy sincera que tiene el cabello negro.
mos que, el consultante está en decadencia, próximo a la ruina (núm. 35), Finalmente, después de grandes alternativas, los negocios del consul­
por haber, bajo el dominio del consultante, una persona de atracción irre­ tante se arreglan satisfactoriamente y se ve rico, feliz y encumbrado, con­
sistible que no hace otra cosa que darle disgustos (núm. 63). ¿Quién es cluyendo por retirarse al campo para disfrutar de tranquilidad y reposo, el
esta persona que rodea al consultante y que está hajo su dominio? —se cual se verá alterado una vez, por una disputa' o querella que habrá de sos­
preguntarán tanto éste como el cartómago. Esto es lo que vamos a averiguar tener con un sacerdote.
al levantar el tercer montón, que es el que se relaciona con las personas
que rodean al consultante. Ejem plo del gran juego con 42 cartas
El tercer montón que es el indicador de las personas que rodean al
consultante, se nos aparece con las siguientes cartas: núm. 37 (reina de co­ Ya sabe todo el que haya seguido con atención la lectura de este libro,
pas), núm. 53 (sota de espadas) y núm. 74 (cuatro de oros). La traduc­ la forma en que se hace el gran juego con 42 cartas. En este concepto, para
ción de estas cartas nos dice que una mujer rubia espía al consultante poner el ejemplo de la forma en que se deben leer las cartas, sólo diremos
para aislarle de toda sociedad, y como el cuarto montón, el que está a la que tenemos ante la vista un paralelogramo de 42, compuesto de seis líneas
izquierda del que cubre al consultante, que es el que habrá de darnos la clave horizontales, a cuyo frente aparece el Taro núm. 8, que es el que representa
de lo que ama aquél, nos muestra las siguientes cartas: el núm. 72 (seis de a la señora que ha venido a consultar al oráculo.
oros), el núm. 32, al revés (cuatro de bastos) y el núm. 31, al revés (cinco Suponiendo, pues, que la primera línea, por la cual debemos comenzar
de bastos), formaremos el oráculo de la manera siguiente: una mujer rubia, la traducción, se compone de los números 5, 63, al revés (as de espadas)
una espía, trata de apartarle de lo presente (núm. 72) y de impedir su pros­ 1, 14, 28 (ocho de bastos) al revés, 45 (siete de copas) y 77 (as de oros),
peridad (número 32) para envolverle en pleitos y procesos que le desagra­ debemos decir que un disgusto (núm. 63) amenaza turbar la felicidad del
dan del todo (al consultante), pero de los cuales saldrá 'bien, según los ante­ consultante (núm. 5) por cuestiones de creencias (núm. 1); que ese hecho
riores oráculos y el conjunto de cartas que se han tenido a la vista. se realizará (núm. 14) y ocasionará disputas con otras personas (núm. 28),
El montón quinto, que es el que cubre al consultante y el que indica lo hasta que, moderando sus pensamientos y sus ideas (núm. 43), logre ven­
que habrá de ocurrirle en breve plazo, suponiendo que se compusiera de las cerse a sí misma, disfrutando entonces de toda la dicha que le promete el
siguientes cartas: número 58 (seis de espadas), núm. 75 (tres de oros) y oráculo (núm. 77).
núm. 60 (cuatro de espadas), indicaría que el fin del consultante no es otro Pasando ahora a la segunda línea, y en el supuesto que ésta esté com­
que el de retirarse al campo, con todos sus honores y riquezas, en busca de puesta de los números 13, 54 (diez de espadas), 12, 35 (as de bastos), 74
soledad y de tranquilidad. (cuatro de oros), 53 al revés (sota de espadas) y 10, el oráculo predice
El resumen de los cinco juegos es el siguiente: El consultante va a ser a la consultante que se le ha frustrado un matrimonio (núm. 13), el cual
víctima, si no lo es ya, de una felonía tramada por falsos amigos y dirigida habría labrado su prosperidad (núm. 54), y, obrando con prudencia (núm.
por un curial, hecho que le obligará a pleitear. Después de sufrir muchas 12), hasta le habría evitado el dar un paso en falso (núm. 35), que sólo
contrariedades y tener que vencer no pocos obstáculos, de lo cual resentirá le ha proporcionado algunos obsequios. No debe, por tanto, quejarse de su
su salud, triunfará en toda la línea, es decir, ganará el litigio, y recibirá suerte, pues es su falta de previsión (núm. 53) la causa de su actual situa­
dinero y unos documentos que servirán para su encumbramiento. Mientras ción, llena de penas y remordimientos (núm. 19).
se solucionan favorablemente sus asuntos, el consultante, si es hombre, hará En el supuesto de que en la tercera línea aparezcan los números 37
60 D r . Mo o r n e E l S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 61

(reina de copas), 57 (siete de espadas), 60, al revés (cuatro de espadas),


58, al revés (seis de espadas), 61 al revés (tres de espadas), 26 al revés E jem plo del com plem ento al ju e g o a n te r io r c o n 35 cartas
(diez de bastos) y 50 (rey de espadas), la presencia de cinco cartas de
espadas no indica nada bueno. Veamos ahora si en el detalle que nos dará Es sabido que el primer montón de este juego consta de siete cartas,
el significado de las cartas se modifican esos augurios funestos. Desde luego y está destinado para lo que ocurre en la casa del consultante. Veamos,
la reina de copas, al lado del siete de espadas, predice que una mujer blan­ pues, esas siete cartas y expliquemos lo que nos dice.
ca y rubia ofrece a la consultante buenos consejos, la invita a ser econó­ Estas cartas son: el núm. 22, al revés, que representa a un hombre
mica (cuatro de espadas) y le reprocha (núm. 58) sus extravíos (núm. 61) virtuoso; el núm. 39 (sota de copas), que figura un joven rubio; el núm.
y la traición que con ella ha cometido un hombre de letras o de negocios. 70 (ocho de oros), que representa a una joven morena; el núm. 13, al revés,
¿Seguirá la consultante esos consejos? Esto es lo que se encargarán de de­ que significa matrimonio frustrado; el núm. 69, al revés (nueve de oros),
cirnos los demás montones que aún nos quedan por traducir. que indica grandes engaños; el núm. 35 (as de bastos), que implica caídas,
Formada la cuarta línea por el núm. 21, el núm. 10, el núm. 73, al tropiezos, malos pasos, y el núm. 56 (ocho de espadas), que significa crí­
revés (cinco de oros); el núm. 25 (sota de bastos); núm. 15, al revés; ticas, habladurías. Después de haber hecho un detenido examen de lo que
núm. 46, al revés (cuatro de copas) y núm. 38, al revés (caballo de copas), cada carta significa o representa, deduciremos, teniendo en cuenta los
veremos, desde luego, que la consultante es tirana con su propia salud (núms. oráculos anteriores, que en la casa en que vive la consultante, un hombre
21 y 10), a causa de los desórdenes (número 73) que comete. Va a tener virtuoso y severo, aunque indulgente, un joven rubio y una joven morena,
buenas noticias de una persona enferma (números 25 y 15) y va a con­ hablan en malos términos de la boda que frustró la consultante por con­
traer nuevas relaciones (núm, 46) con personas nada dignas (núm. 38). secuencia de una caída. El oráculo, en este punto, no puede ser más ex­
Suponiendo que la quinta línea esté formada por las siguientes cartas: plícito, deduzca de ello la consultante lo que le convenga, que al llegar al
núm. 31, al revés (cinco de bastos); núm. 4, núm. 22, al revés (rey de segundo montón, el cartómago e3tá en el deber de preguntar a la consul­
bastos); núm. 39 (sota de copas), núm. 70 (ocho de oros); núm. 30, al tante a quién le destina, antes de volver las cartas, y como nos ha contes­
revés (seis de bastos) y núm. 8, el oráculo no presenta una combinación tado que al objeto de sus anhelos, volvemos las cartas y observamos que
clara y ordenada o que por lo menos tenga relación con las cartas que se el tal montón se compone de las siguientes: núm. 43, al revés (siete de co­
han explicado, por lo cual sólo diremos que intervienen en la vida de la pas), núm. 78, núm. 48 (dos de copas), núm. 24 (caballo de bastos) núm.
consultante un hombre virtuoso (rey de bastos, al revés), un joven rubio 64 (rey de oros) y número 14.
y una joven morena (ocho de oros). ¿Con qué objeto intervienen en la Estudiada primero la significación precisa de cada carta, y luego el
vida de la consultante? Esto es lo que procuraremos averiguar en la sexta conjunto, podemos decir lo siguiente: el pensamiento de la consultante (núm.
y última línea. 43), está completamente extraviado (núm. 78) por una pasión ardiente y
Como en ésta vamos a suponer que han salido: el número 44 (seis de avasalladora (núm. 48) que le inspira un hombre moreno (núm. 64), con
copas), el núm. 48 (dos de copas), el número 64 (rey de oros), el núm. el cual, obedeciendo a una fuerza irresistible en ella (núm. 14), y a pesar de
78, el núm. 56 (ocho de espadas), el núm. 40, al revés (diez de copas) y el los consejos de personas que la quieren sinceramente (núms. 22, 39 y 70 del
número 34 (dos de bastos), se infiere, por el significado de las cartas de esta montón anterior), está dispuesta a evadirse, a escaparse (núm. 24). Como se
línea que tenemos delante, que la consultante desdeña los consejos que le ve, los oráculos no pueden ser más claros ni más precisos, per lo cual pasamos
dan un hombre virtuoso (núm. 22, al revés), un joven rubio que pretende al tercer montón, destinado a lo que ocurre a la consultante en lo exterior.
a la consultante (número 39), y una joven morena (ocho de oros), porque Suponiendo que en este montón figuran: el núm. 55, al revés (nueve de
tiene fija su mirada (número 44) en el amor apasionado (núm. 48) que espadas); el núm. 18; el núm. 66 (caballo de oros); el núm. 71 (siete de
siente por un hombre moreno (núm. 64), por todo lo cual a causa de su oros) y el núm. 44, al revés (seis de copas), el oráculo aconseja a la consul­
cabeza ligera (núm. 78), da lugar a habladurías (núm. 56) que le origi­ tante que desconfíe (núm. 55) de un traidor (núm. 18) a quien guían
narán contratiempos (número 40) y pesadumbre (núm. 34). impulsos como el provecho, la utilidad (núm. 66) y el dinero (número 71)
La rectificación o complemento de esta jugada se hallará en él para labrar su porvenir (núm. 44) quizás a costa del de la consultante.
62 D r . M o o r n e

El cuarto montón, destinado a averiguar lo que habrá de sorprender a


la consultante, si se compusiera del número 61 (tres de espadas), del núme­
ro 34 (dos de bastos), del núm. 40, al revés (diez de copas) y del Taro nú­
mero 19, que significa catástrofe, ofrecería la siguiente sorpresa a la consul­
tante: alejamiento de ésta de la sociedad en que vivía (núm. 61), cosa que
tendrá que hacer con gran pesadumbre (núm. 34), y por lo cual sufrirá
contratiempos (número 40, al revés), miseria y penurias (núm. 19).
El consuelo que puede esperar la consultante, se lo ofrecen las dos cartas
de que se compone el quinto montón, y como éstas son: el núm. 62 (dos de
espadas) y el núm. 45 (cinco de copas), que significan, respectivamente,
amigos y parientes, podemos decirle que sólo hallará consuelo, después de CAPÍTULO XII
su caída, en sus amig03 verdaderos y en sus parientes.
En el sexto y último montón, que se compone de once cartas, y está des­
tinado para determinar la significación de los oráculos enigmáticos, supo­ Consultas sobre los resultados de un asunto determ inado
niendo que se compusiera de los números 53 al revés (sota de espadas); 68,
el revés (diez de oros); 73 (cinco de oros); 10, la templanza; 29 (siete de Existen muchas personas a quienes sólo les interesa conocer de un asunto
bastos), 27 (nueve de bastos) ; 32, (cuatro de bastos), 75, al revés (tres de u objeto determinado, como por ejemplo de un robo, de una herenoia, de un
oros); 57, revés (siete de espadas), 58 (seis de espadas) y 72, al revés (seis proceso, de una persona que está presa, o de un viaje que van a emprender,
de oros), no podríamos formar un oráculo capaz de confirmar o negar los o que ha emprendido una persona que les es muy allegada o querida, y no
anteriores, por la oscuridad del significado de algunas cartas, pero sí deducir quieren que se les hable de otro asunto que sea ajeno al que motiva su
que la imprevisión de la consultante (número 53) y su fatalidad (núm. 68) consulta.
la han hecho perder un buen amante (núm. 73), se ha quebrantado su salud Como para estos casos concretos existen métodos especiales, vamos a dar­
(número 10) y boy se halla conturbada e indecisa (núm. 29) por el retardo los a conocer a nuestros lectores, traduciéndolos de un libro, tan raro como
que sufre (núm. 27) en alcanzar la dicha que apetece (núm. 32). No obstan­ curioso, que publicó en 1809 un egiptólogo llamado Bonsergent, y cuyo libro
te su frivolidad y su ligereza (núm. 75), despreciando siempre buenos con­ lleva la indicación de Menfis, Egipto.
sejos (número 57), la impulsarán a hacer un viaje (núm. 58) a fin de satis­ Estas consultas al oráculo, puede hacerlas por sí mismo el lector, siendo
facer sus deseos ambiciosos (núm. 72), viaje que se comprueba, además, también conveniente que el buen cartómago conozca estos métodos sencillos
por figurar varios bastos en este mismo montón. para que los aplique cuando tropiece con alguna persona que sólo desee cono­
En la imposibilidad de ofrecer más ejemplos —cosa que no hacemos, cer el resultado de un asunto determinado, no importándole saber nada de
primero, por creer que los que dejamos establecidos son suficientes para que cuanto no se relacione con aquél.
sirvan de norma y guía para todo lector que estudie profundamente nuestra En este concepto, comenzaremos diciendo que los resultados pueden ser
obra, y después, por no alargar demasiado el texto— terminaremos diciendo, de dos clases, a saber:
que cuando no se pueda en un montón encontrar significaciones claras y pre­ Determinados, es decir, que tengan por objeto un deseo, un voto, una
cisas, se pasará a otro, o cuando esto suceda en una línea se pasará a la si­ empresa fija y definitiva.
guiente, llegando hasta el caso, si fuere menester, de retirar las cartas y vol­ Indeterminados, o concernientes a la marcha general de negocios, o sea,
verlas a echar de nuevo. Es necesario que el consultante se retire de la casa lo que constituye el éxito, la fortuna, la dicha en la vida.
del cartómago satisfecho y enterado de cuanto motivó su consulta.
El S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 65
64 D r . M o o r n e

También para averiguar resultados determinados, se emplea el méto­


do siguiente:
R esultados determ inados Después de haber barajado las 32 cartas ya indicadas, se distribuyen
en ocho montones que se colocan en dos líneas horizontales, con la cara
Cuando se trate de conocer, por medio de las cartas, los resultados que hacia abajo.
se obtendrán en una empresa comercial, en una operación financiera o in­ Vuélvase la carta colocada sobre cada uno de los montones y se co­
dustrial, en una acción, en un viaje, en una asociación, en un matrimonio, loca encima del mismo, resultando así, que sobre cada montón tendremos
en unas relaciones amorosas, etc., se plantea la cuestión, clara y neta­ una carta vuelta. Se buscan de dos en dos las que tienen el mismo valor,
mente, sea en el seno íntimo de la propia persona que va a operar por cuen­ como por ejemplo, dos ases, dos doses, dos treses, etc., separándolas
ta propia también, sea ante la persona que ha de operar por la del consultante. a un lado mientras se puedan formar parejas.
Hecho esto se prepara una baraja cualquiera. Pero como necesitamos A medida que de un montón se quita una carta para formar pareja,
poner los ejemplos que son del caso, nosotros vamos a elegir la española se vuelve la siguiente, siempre apartando de dos en dos las que formen
moderna, o sea la de cuarenta cartas, de la cual apartaremos los treses y pareja.
los doses, dejándola, por consiguiente, reducida a treinta y dos cartas. Si se consigue en esta forma agotar los ocho montones, el éxito es
Barajadas estas treinta y dos oartas, se cortan cuando se opera por bueno; si, por el contrario, llega un momento en que no se encuentren dos
cuenta propia, o se hacen cortar por la persona para quien se opera, en el cartas semejantes vueltas, el resultado que se espera no será satisfactorio.
bien entendido caso que el corte deberá hacerse con la mano izquierda.
Realizado esto, se invoca sucesivamente, teniendo la baraja boca aba­
Resultado progresivo
jo, las ocho cartas de que se compone cada palo, y por el orden establecido
para los palos, es decir, oros, copas, espadas y bastos, o sea as, cuatro, Barajadas las 32 cartas, cortáis o hacéis cortar con la mano izquier­
cinco, seis, siete, sota, caballo, rey, volviendo las cartas a la vez que se hace da, y después volvéis las trece primeras cartas, sacando de ellas el as o
la llamada.
los ases que hubiere entre ellas y que colocaréis aparte.
Cada vez que al volver una carta os encontréis con que es la misma Hecho esto, volvéis a comenzar el juego, pero sin incluir el as o los
que habéis invocado, la sacáis del juego y la colocáis aparte, teniendo cui­ ases que hayáis descartado; volvéis a barajar todas las cartas que queda­
dado de no volver a invocarla, o llamarla. ron después de separados los ases que salieron, las hacéis cortar de nue­
Cuando se 'han concluido las treinta y dos cartas, o mejor dicho, cuan­ vo, y separáis otras trece cartas, de las cuales sacaréis el as o los ases que
do las habéis sacado todas, se comienza de nuevo la operación con las
entre ellas hubiere.
cartas que queden, colocando aparte la que coincida en valor con vuestra Por último, volvéis a hacer la misma operación una tercera vez, si no
invocación o llamada, hasta que se agoten las cartas.
hubieran salido los cuatro ases en la segunda.
Si llegáis a agotar completamente vuestro juego, es decir, a hacer salir Si en esas tres tiradas de cartas habéis conseguido sacar los cuatro
sucesivamente las treinta y dos cartas —cosa que en ocasiones no sucede, ases, el éxito a que propendéis o a que propende el consultante, será bueno.
sino después de haber pasado todas las cartas doce y quince veces, podéis Si salieran los cuatro ases en sólo dos tiradas, el éxito sería entonces
felicitaros o felicitar al consultante, porque las cartas os son, o le son fa­ más seguro y más rápido y, por ultimo, si salieran de la primera tirada
vorables, y hay motivo para esperar que el éxito coronará el resultado que el resultado de vuestro asunto sería entonces rápido y brillantísimo. He
se buscaba.
aquí por qué se llama este método de resultados progresivos.
Cuando después de haber pasado muchas veces la baraja, sin haber
logrado que coincidan la carta que habéis invocado, con la que habéis sa­
R esultados diversos
cado de la baraja, y os apercibís de que volvéis al mismo punto, por cuanto
comenzáis a operar de nuevo, llamando a la misma carta, podéis concluir
Tomad una baraja completa de setenta y ocho cartas y barajadla,
que ninguna carta saldrá conforme a vuestra llamada, por lo cual debéis
cortándola o haciéndola cortar por el consultante.
renunciar al éxito o buen resultado del asunto que motivó vuestra consulta.
66 D r . M o o r n e
E l S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 67

de copas, la sota de oros, el siete de oros y los cuatro ases, esperad un re­
P a ra una herencia sultado fácil y favorable. Si no han salido estas cartas, la libertad del pre­
so se aplazará, y si en el juego aparecen el rey de espadas, la sota de bastos
Sepárense luego trece oartas, las cuales se colocarán en línea, de de­ y el seis y el siete de espadas, la libertad no será otorgada al preso sino
recha a izquierda, y si entre ellas aparece el as de espadas al derecho, esta después de muchos obstáculos y dificultades.
carta indicará al consultante que obtendrá provechosos resultados por con­
secuencia de una muerte, es decir, que recibirá una herencia, o por lo
menos un legado. Si entre esas trece cartas aparecen cuatro oros, de cartas P a ra los viajeros
blancas, como por ejemplo, cuatro, cinco, seis y siete, acompañando aJ
indicado as de espadas, la herencia o legado será cuantioso. Cuando se trate de interrogar a las cartas con motivo de personas que
se hallan viajando, se opera en la forma ya indicada, y se observa si entre
las trece cartas que hay alineadas sobre la mesa, aparecen el as de bastos,
P a ra u n proceso el as de copas y el diez de oros. En el caso de que aparezcan estas cartas,
anuncian noticias probables; si aparece el siete de oros, vaticinará buenas
Barájense las cartas y háganse cortar, extendiendo luego trece cartas noticias; si el diez de espadas se halla mirando a la carta que representa
en la misma forma que se indicó para el juego anterior. 'Pero no podrán al ausente, es de temer que se halle enfermo, y si el as de espadas aparece
juzgarse los resultados de un proceso, si entre estas trece cartas no apare­ al revés, es una prueba de que el viajero se halla en peligro. Si debe al­
ce el rey de espadas. Si está a su lado el cinco de espadas, es de temer que canzar buen éxito en su empresa, la carta que representa al ausente, debe
el proceso se pierda; pero si el rey de espadas sale acompañado de cuatro aparecer al lado o próxima al nueve de copas y al as y diez de oros. Por
sietes, o de cartas todas blancas (es decir, que las doce restantes sean último, si el ocho de bastos se encuentra al lado de la del ausente, pronos­
blancas), los resultados habrán de ser excelentes. tica que éste se halla a punto de regresar.

P a ra u n robo.
Observaciones
[Para esta consulta se opera en todo como se indicó para los juegos
El egiptólogo Bonsergent asegura que la salida de un gran número
anteriores, siendo de absoluta necesidad para que se descubra al autor del
de cartas blancas anuncia grandes éxitos para la persona que consulta;
robo, la presencia, entre esas trece cartas, de las cuatro sotas; si salen entre
las cinco cartas blancas de copas y de bastos, as, siete, ocho, nueve y diez,
las mismas el siete y el rey de espadas, el oráculo indicará que el ladrón
anuncian una noticia de que deberá regocijarse el consultante; las cinco
está en la cárcel. Si entre esas cartas aparece el as de espadas, el ladrón está
cartas blancas ya citadas de oros, prometen la ganancia de un proceso o
en peligro de muerte. Si aparecen en el juego el rey de oros, el caballo de
un buen número a la lotería, y, por último, las cinco cartas, también
copas y el as de oros, puede esperarse la restitución de los objetos robados.
blancas, de espadas, pronostican la noticia de la muerte de un pariente o
Por último, si dominan en las trece cartas los bastos, hay lugar de pensar
amigo del consultante.
que el ladrón ha sido detenido por otro asunto que no es el robo que ocu­
pa al consultante.

P a ra u n a persona que está presa

¿Queréis preguntar a las cartas si una persona que está presa será
pronto puesta en libertad? Después de haber operado en la forma indicada,
observad las cartas que han salido. Si entre ellas se encuentra el caballo
El S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 69

es, el de copas, auguraría calma, tranquilidad y reposo, en tanto que el


de bastos vaticinaría prosperidad por medio de un trabajo rudo y penoso.
En la generalidad de los juegos, cuando en una línea se hallan mu­
chas cartas de copas, pronostican al consultante que asistirá a funciones y
recreos; si de bastos, que emprenderá un viaje, y si de oros, que hará
beneficios.
Dícese que los oros son de mal agüero, y, sin embargo, hay cartas de
ese palo que indican todo lo contrario. El único palo que, por lo general,
es malo en nuestro concepto, es el de espadas; su conjunto indica contra­
riedades, adversidades y malas noticias.
Finalmente, los 22 Taros, que se componen de los números 1 a 21 y
CAPÍTULO XIII
el 78, son los que llevan el alfabeto sagrado, expresan en términos gene­
rales cuanto se relaciona con nuestras pasiones, enfermedades, estado de
alma, fortuna, tristeza, etc., y aunque abarcan todo lo que puede suceder,
La b a ra ja egipcia de 78 naipes y significado de cada carta
no son, sin embargo, tan personales como las demás cartas.
aisladam ente, con las m odificaciones que puede sufrir
Más adelante explicaremos lo que cada carta significa de por sí, y
qué modificaciones puede aportarles la proximidad de otros naipes.
No sin grandes sacrificios, tanto pecuniarios como intelectuales, hemos
podido presentar a nuestros lectores cuatro barajas en una sola, a saber: Jugada de precisión que sirve p ara saber el resultado
los Taros egipcios o sean los setenta y ocho cartones jeroglíficos de que
definitivo de u n suceso
se servían las razas protohistóricas que habitaban el Oriente; la baraja
que Etteilla compuso en el último tercio del siglo xvm, valiéndose, como
Este juego, llamado de ultimátum o de precisión, puede utilizarse
} d hemos dicho, de la traducción del Taro que Guillaume Postel hizo en
como complemento afirmativo o negativo de cualquiera de los diferentes
el siglo xvi, y que consta asimismo de 78 naipes, y las barajas francesa
sistemas mencionados en este tratado, siendo importantísimo y de positivo
y española. De este modo, cada cual puede servirse de la que más le plaz­
resultado para poner en claro aquellas predicciones que aparezcan confusas
ca y hacer el juego que tenga por conveniente, sin que para ello le sirvan
de estorbo las demás. o dudosas.4
Sirve asimismo para saber si ocurrirá o no un suceso cualquiera que
espere o desee conocer el consultante, ya sea sobre dinero, trabajo, em­
Significado de los palos presa, herencia, muerte, pérdida o ganancia probable en un negocio, no­
ticias, reconciliación, etc., debiendo en todos los casos hacer la pregunta
Aun cuando se ha dicho en manuales muy corrientes y muy en boga concreta de lo que se quiere conocer.
entre los aficionados a la cartomancia, que cada palo, en conjunto, tiene
Pongamos un ejemplo: Si el consultante desea saber si recibirá dine­
su significado peculiar, es necesario que hagamos los consabidos distingos.
ro, dirá: “Pido humildemente al oráculo me manifieste si recibiré el di­
Las copas y los bastos —se dice— son de buen agüero. Así es, en efec­
nero que espero recibir”.
to; pero entre ellas las hay que no auguran nada bueno. Las cartas, echadas
por tres o con sujeción al método cabalístico, que, como ya hemos indi­ Si de una herencia: “Pido humildemente al oráculo me manifieste si
cado, forman un oráculo de nueve cartas, si diera la casualidad de que lograré poseer la herencia que espero”.
todas ellas fueran copas o bastos, variarían en mucho la significación ais­ Si de una reconciliación: “¡Pido humildemente al oráculo me manifieste
lada de las cartas, por muy malas que fueren pues el primer conjunto, esto si se efectuará la reconciliación que yo deseo”.
70 D r . M o o r n e

Si el consultante no quiere expresar en voz alta lo que pretende, bas­


tará que lo mencione para sí y que ponga toda su voluntad y fe en la ope­
ración que se está realizando.
Para este juego se tomarán las 40 cartas de la baraja moderna espa­
ñola, sin los ochos y nueves. Se baraja siete veces, se manda cortar al
consultante, y después se distribuyen a capricho en cuatro montones de
izquierda a derecha, en igual forma que si se hicieran cuatro cortes, po­
niendo las cartas boca abajo sobre la mesa. Hecho esto, se vuelve el primer
montón; con las cartas a la vista se van desechando éstas hasta encontrar
un as, en cuyo caso se deja el montón a un lado. Se toma el segundo y se
hace la misma operación hasta que se halle un as, uniéndolo entonces con CAPÍTULO XIV
el otro del as anterior, y siguiendo en idéntica forma con los montones
tercero y cuarto.
Si en alguno de los montones no hubiera ningún as, se desechan todas R epresentación em blem ática de los Taros
las cartas del mismo.
Se vuelven a tomar las cartas del montón que tiene los ases, se bara­ Con objeto de que el lector posea un claro conocimiento de cuanto a
jan y cortan, repitiendo el consultante la petición al oráculo; se hacen los
los misterios de los Taros se refiere, consideramos de gran utilidad expli­
cuatro montones como la vez anterior y se sacan las cartas en igual forma,
car en este tratado lo que cada uno de ellos simboliza, según la ciencia sa­
apartando cada montón en cuanto aparece un as o desechándolo si no lo
grada de los antiguos egipcios, advirtiendo de paso que este simbolismo
hubiera.
nada tiene que ver con el significado y acepciones de las cartas, en lo que
La misma operación se repite de nuevo y por tercera vez, pasando en
a los oráculos se refiere.
seguida a la cuarta, que es la del ultimátum, llamada de este modo por ser
En todos los manuales de cartomancia que conocemos, antiguos y
la que afirma o niega el resultado de lo que se desea saber.
modernos, se indica con más o menos extensión el significado y acepciones
En esta cuarta operación se baraja y corta en igual forma que en las
de cada carta, pero nada se dice del símbolo o emblema representado por
anteriores; pero el tendido de cartas se hace por una hasta cuatro, colo­
cando sobre aquéllas otro nuevo tendido y siguiendo lo mismo hasta que la misma.
•Esta omisión es la que tratamos de subsanar ahora; para lo cual da­
se terminan las cartas. Hecho esto se vuelve la primera carta de cada mon­
mos seguidamente una explicación clara y sucinta de lo que cada carta
tón, y si se logra que las cuatro vueltas sean los cuatro ases, el resultado
simboliza, la cual explicación se ha tomado de un antiguo manuscrito latino
es afirmativo; pero si alguna de ellas no fuera as, indicará contratiempos
y dificultades que impedirán la realización de lo que se espera. que nos ha servido de base para este trabajo.
Mucho provecho hallarán seguramente aquellas personas aficionadas
a la meditación y al estudio, si leen con algún cuidado estos problemas o
símbolos, por cuanto en ellos se halla representado cuanto bueno o malo
puede acontecer a los seres humanos, tanto en el curso de su vida material
en este planeta mísero y desmedrado, cuanto en las transformaciones que
en ellos realice la naturaleza en nuevas y sucesivas existencias, hasta llegar
a la suprema perfección.
Núm. 1. Al derecho. — E l R ey T hot . — Es el principio y fin de todas
las cosas, de todas las ciencias y de todas las artes. Es asimismo el Genio
incomprensible y poderoso de la Creación; el Principio Supremo del Bien,
72 D r . M O O R N E E l S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 73

y, en una palabra, el Todo que produjo en el espacio 'los mundos y los Al revés. — A I
ir e o . — El Genio de la Inteligencia rige
n t e l i g e n c i a

seres, cuando sólo existían la Nada y el Caos. La inteligencia humana es y gobierna cuanto existe en la Creación, y su soplo o aire vivificador pro­
harto limitada para comprender lo inmensamente grande de este Princi­ duce las leyes del movimiento y de la actividad, nutriendo constantemente
pio poderoso. Todo en la Creación está lleno de su Espíritu Soberano, el organismo de todo ser viviente.
siendo a la vez Causa y Efecto de todas las cosas. Para Él no existe tiem­ Núm. 5. Al derecho. — L F . — Genio voluble e inconstante
a e l ic id a d

po, espacio ni medida, y es, en fin, el Principio eterno e infinito que todo que, después de enseñarnos el pináculo en que se halla esa felicidad, sólo
lo anima y ordena con su poderoso influjo1. nos la hace gustar en pequeñas dosis. La felicidad es, pues, como el hori­
Al revés. E l C onsultante o el Genio, vale decir la luz celestial zonte, que cuanto más cerca creemos estar de él, más y más se aleja de
del pensamiento y de la razón, que guía al consultante durante toda su vida. nosotros.
Núm. 2. Al derecho. — O siris o la Gloria. — Origen y Causa de Al revés. — La T o M
ie r r a . — Es el emblema de la peque­
l a i s e r i a

toda luz, y por consiguiente, Creador de todos los luminares celestiales lla­ nez de nuestra vida terrestre, al propio tiempo que del cuerpo que encierra
mados soles, estrellas y planetas. nuestra alma. De aquí la paciencia con que el hombre debe soportar las
miserias y contrariedades inherentes a la naturaleza humana.
Al revés. F uego, Cólera. — El Fuego Sagrado o la Cólera Celeste,
representa el Principio destructor que llevan en su seno todos los elementos Núm. 6 . Al derecho.— La N . — Es el antagonismo del Día, con
o c h e

el cual lucha constantemente y del cual es, sin embargo, solución de conti­
de que se compone la Materia creada. Con este símbolo se quiere represen­
nuidad. Es el círculo infinito que carece de término y medida. Desde que
tar la eterna lucha de las fuerzas elementales de la Naturaleza, que bien
el mundo es mundo, la Noche nace destruyendo la luz del Día, así como
claramente se expresan en el libro de S an Cipriano, o lo que es igual, lo
éste llega destruyendo las sombras de la noche. Es, simbólicamente hablan­
que crea al lado de lo que destruye; la vida junto a la muerte; la alegría
do, una de las eternas luchas que la Naturaleza sostiene con los propios
frente al dolor; en una palabra, el post nubila febus de los antiguos.
elementos a que ella da vida.
Núm. 3. Al derecho.— L a F idelidad, G enio benéfico. — Es el auxi­ A revés. — E D . — Es la antítesis o el antagonismo de la Noche,
l ía
liar fiel y benévolo del hombre en todos sus apuros y tribulaciones, y el
no siendo posible la existencia de una cosa sin la otra. Si no hubiera Noche,
Principio Germinador de todas las cosas, plantas, árboles, frutos, flores, no podría existir el Día, así como no podría apreciarse la hermosura si no
animales, insectos y cuanto la Naturaleza produce y reproduce incesante­ existiera la fealdad.
mente.
Núm. 7. Al derecho. — E A . — Simboliza este Taro el apoyo
l p o y o

Al revés. — Isis o la Luna, Mal Genio . — Isis es el emblema del que reciben los seres de ciertos espíritus o genios, por medio del cual
amor puro y casto, y de la dicha que de él emana, cuya luz pálida, pero hallan el equilibrio que es preciso para soportar las contrariedades y rea­
esplendente, arroba nuestro espíritu, invitándolo al ensueño y a la medi­ lizar la misión que a cada cual corresponde cumplir en esta vida.
tación.
Al revés.— L a P . — Genio protector y auxiliar del hombre,
r o t e c c ió n

El Mal Genio es la antítesis de lo que la divinidad Isis representa, que eleva y encumbra a sus elegidos colmándolos de favores y de bienes
siendo la causa de que no exista en este mundo una dicha completa y du­ materiales. En ocasiones otros genios maléficos impiden a aquél manifes­
radera. tarse; pero siempre deja sentir su influjo, el cual se traduce en una rela­
■Núm. 4. Al derecho. — Despojo . — Es el emblema de lo que es tiva tranquilidad de espíritu.
monstruoso, de todo lo que está despojado de luces intelectuales y de toda Núm. 8. Al derecho. — L a V . — Además de ser un don que reci­
ir t u d

suerte de facultades morales, dones que son los que producen la razón en bimos del Supremo Creador para que lo opongamos a los vicios de que
el hombre y el instinto en los animales. Es, para concretar, el Principio está impregnado nuestro ser material, es un genio benéfico que impulsa
Generador de la demencia o del idiotismo. al hombre a obrar correctamente en todos los actos de su vida, produciendo
en él una gran elevación de alma.
Para la mejor comprensión de lo que aquí se dice, -puede verse en el libro Al revés.— L C a D
o n s u l t a n t e . — Este Taro revela la
o l a u l z u r a

de San Cipriano el capítulo que trata del Espíritu Supremo. existencia de un genio benéfico que proporciona a aquellos que saben
74 D r . M o o r n e E l S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 75

atraérsele un don tan grande y tan estimable, que hace que subyugue a seres, para la perpetuación de los mismos y para la conservación de la fa­
las personas que Je rodeen. De estos seres se acostumbra a decir que tienen milia, base y sostén de las sociedades civilizadas.
ángel o que poseen un don especial de atracción y simpatía. Al revés. — D , B
e s u n ió n o d a . — Genio maléfico y antagó-
f r u s t r a d a

Núm. 9. Al derecho. — L a J usticia o la P az. — Genio recto y justo nico al anterior, siendo el que produce la inarmonía entre los seres, y des­
que inculca a sus favoritos leyes y principios de sana moral y de recta con­ equilibrio en las fuerzas de la Naturaleza, de donde proceden la esterili-
ciencia. Es el germen fecundante de todo progreso, y el origen y conservación dad, la aridez y la falta de concordancia y de armonía que deben existir
de toda sociedad. Las leyes que ese Genio establece, son inmutables como en la creación.
las de la ¡Naturaleza, y cuando los hombres se olvidan de ellas o las invo­
Núm. 14. Al derecho. — E D , F
l ia b l o . — Este Taro
u e r z a m a y o r
lucran o conculcan, la fatalidad o el destino las reivindican forzosamente.
simboliza al Genio del Mal, al Principio Destructor, que vive en lucha cons­
Al revés. — E l Legista o D isensiones. — Representa este Taro la idea
tante con el Principio Creador, representado por el Taro núm. 1. Su in­
de que allí donde no hay orden, las disensiones son frecuentes. Es el an­
fluencia maléfica produce toda suerte de desavenencias, crímenes, guerras,
tagonismo de la Justicia o la |Paz.
pestes, suicidios, etc. Es el elemento antagónico del Bien, y concurre con
Núm. 10. Al derecho. — La S alud, la T emplanza. — Principio con­
éste a la obra maravillosa de 'la naturaleza, en la que le sirve de comple­
servador de la existencia, sin el cual ésta sería imposible. Es también el
mento y ayuda. Estos dos Principios se hallan tan íntimamente ligados
Genio que inspira a los seres una vida metódica y ordenada.
entre sí, que no podrían subsistir el uno sin el otro. Para la existencia del
Al revés. — E l Sacerdote, el P adre. — Genio benéfico encargado
Bien es absolutamente preciso que el mal exista, tanto para que le sirva
de iluminar la inteligencia de los seres al propio tiempo que de formar su
de comparación, cuanto para facilitarle los materiales de su obra bienhe­
corazón y sus sentimientos, a fin de poder aceptar lo bueno y rechazar ¡o
chora. Por eso decimos que el Genio del Mal concurre con el del Bien a
malo.
completar la obra de la Creación, en la cual son, por decirlo así, el Todo,
Núm. 11. Al derecho. — La F uerza, la Bondad. — Genio dulce y siendo además el origen de la Sagrada Cabala o Ciencia Suprema de la
fuerte a la vez, cuyos dones son verdaderamente preciosos, pues el hom­
naturaleza. En efecto, el Bien Creando y el Mal Destruyendo, producen
bre que los posee es relativamente feliz.
la renovación constante de la materia y desarrollan la vida, la animación y
Al revés. — E l S oberano o la D esgracia. — Representación del Ge­ el Progreso. La existencia de estas dos Fuerzas o Principios se hallan con­
nio de la tiranía y del ¡Principio destructor para unos y colmador de bienes tenidas en el siguiente lema: Para Crear es necesario Destruir, y para Des­
para los otros. Es lo contrario de la razón y, sin embargo, la razón y la ti­
truir es preciso Crear. Y es tan exacta esta definición, que no existe la más
ranía son necesarias para que la marcha del Progreso no se estacione. Es insignificante molécula que no esté sujeta a estas leyes. Para hacer la obra
algo así como el flujo y reflujo de los mares, sin el cual sería imposible
de la Creación hubo que Destruir el Caos, la Nada, y para crear la Nada
el equilibrio. Contra el exceso de la tiranía se impone la razón, con lo cual
sería preciso volver a destruir la Creación.
se adelanta un paso hacia el Progreso, y cuando la razón sucumbe por de­
bilidad, viene la tiranía a ocupar su puesto. Pero el paso dado en la senda Es un axioma en magia el reconocer que la vida debe su origen y
existencia a la muerte, y que ésta es la consecuencia natural y lógica de la
del progreso no se pierde jamás. Las ideas son como la semilla: producen
vida, y que de no existir ésta, tampoco podría subsistir la muerte. He aquí
más o menos tarde, pero producen siempre.
el por qué no puede la inteligencia humana explicar el arcano de si el hue­
Núm. 12. Al derecho. — L a P rudencia o M oderación. — El Genio
vo existió antes que la gallina, o si fue ésta la que existió antes de poner el
de Ja Prudencia es el complemento de la razón y de la justicia, sin lo cual
huevo. Es el círculo infinito que limita todas nuestras investigaciones y nos
no es posible la vida en sociedad.
impide llegar a un punto determinado y concreto, siendo esta limitación
Al revés. — L a T ribuna, el P ueblo. — 'Es el símbolo del derecho que
de nuestras facultades la que engendra la duda. Por eso se dice en la Magia
tiene el pueblo a la reivindicación de sus derechos, hollados, a veces, por la
Suprema'1: “La ciencia del movimiento perpetuo es la de la vida, y ésta
tiranía, o conculcados por el egoísmo.
Núm. 13. Al derecho. — El Gran ¡Patriarca, Boda, Unión. — El Gran i Véase Magia Suprema, en la contestación a la pregunta parado jal: "¿ S e
Patriarca representa el Genio benéfico que inspira la unión sexual de los puede escapar a la muerte?”
76 D R . M O O R N E El S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 77

la de la naturaleza. Toda renovación se opera por la destrucción; así toda Al revés. — P . — Es el espíritu humano encadenado a sus vi­
r i s i ó n

Generación es una muerte, y toda muerte una Generación”. cios y pasiones y prisionero de los malos espíritus por quienes se ha de­
Al revés. — F uerza Menor. — Así como el símbolo de este Taro, al jado avasallar.
derecho, representa el Espíritu del Mal, espíritu irresistible y destructor, Núm. 20. Al derecho. — L F , Da . — Es el triunfo que
o r t u n a ig n id a d

al revés, sin dejar de representar ese mismo espíritu, simboliza un algo los espíritus y genios del bien otorgan a los seres que han sabido, o luchar
que el hombre puede resistir por medio de su voluntad firme y de su inte­ con ventajas en la vida o trabajar con ardor. La lucha y el trabajo son
ligencia clara. Es un peligro que amenaza destruirnos pero que nosotros necesarios para la vida y el progreso de 1a humanidad.
podemos evitar desprendiéndonos de las pasiones 'bastardas que tratan de Al revés. — E n c u m . — Tiene este Taro, al revés, la misma
b r a m i e n t o

avasallarnos. significación que al derecho.


Núm. 15. Al derecho. — E nfermedad o M elancolía. — Este Taro, Núm. 21. Al derecho. — O A . — Es el espíritu del mal
d io f r ic a n o

representado por el Falso Adivino, tiene el mismo significado que el núme­ cerniéndose sobre los seres humanos, conquistándolos para que marchen
ro 14 al revés. Como éste representa un Genio malévolo que ejerce su in­ contra las insinuaciones que otros genios benéficos pudieran inspirarles.
fluencia sobre las enfermedades que aquejan al hombre. Al revés. — T e m . — El ser humano es temerario en ocasiones;
e r i d a d

Al revés. — I ndisposición, I mprevisión. — Son los efectos que palpa pero es preciso que esa temeridad subsista, pues de otro modo no existi­
el ser humano, como consecuencia natural de la influencia que sobre él ría el progreso.
ha ejercido el espíritu del mal que representa este Taro al derecho, es decir, Núm. 22. Al derecho. — M . — Célebre estatua egipcia que to­
e m n ó n

por medio de personas perversas que han excitado apetitos y despertado das las mañanas, a la salida del sol, producía gemidos lastimeros semejan­
pasiones. tes a las notas de un órgano. Es el símbolo de la armonía.
Núm. 16. Al derecho. — J uicio F inal, P leito Ganado. — Este Taro Al revés. — M . — Hijo de Cam, quien le enseñó los terribles
is r a í n

simboliza al Genio que influye en el espíritu de los seres para excitarles a secretos de la Cábala. Es el símbolo de da iniciación mágica, sin la cual no
que se desprendan de las impurezas terrestres y a elevarse por sus virtudes, podrán ejercerse nunca con frutos sus prodigios.
en cuyo caso saldrán triunfantes en la lucha por la vida. Núm. 23. Al derecho. — L E . a— Genio protector y
n i n f a g e r ia

Al revés. — P leito P erdido. — Representa este Taro la mala influen­ benéfico, cuya misión consistía en guiar a los seres humanos por el buen
cia que sobre los seres ejercen los espíritus maléficos, y, por consecuencia, camino.
que no les es posible desprenderse de los vicios y pasiones que los avasallan. Al revés. — P . — Don que sólo otorgan los genios bené­
r e s c i e n c i a

Núm. 17. Al derecho. — Mortalidad. P érdida. — Es el símbolo de ficos, cuando el Ser Supremo se lo permite, a aquellas personas que han
la muerte, que es un Genio malvado, que espía todos los momentos de la llegado a cierto grado de perfección relativa.
vida. Es lo peor que puede ocurrir a los seres, o sea la muerte con todos Núm. 24. Al derecho. — L a P E . — Es el emblema de
it o n is a d e n d o r

sus horrores, destrucción, peste, guerra, etc. la célebre Pitonisa, a la que consultó Saúl la víspera de la batalla del Gel-
Al revés. — R uina, D estrucción. — La significación de este Taro al boé, y la evocadora de la sombra de Samuel, hecho que demuestra que
revés es casi idéntica a la del derecho, y es el de peor agüero de todos ellos. para la Alta Magia, no existen obstáculos.
Núm. 18. Al derecho. — E l E rmitaño o Traidor. — Genio engañoso, Al revés. — L a q u i m. — Es el monstruo al cual dio muerte Be-
e r a

depravado e hipócrita que influye más o menos directamente sobre los lerofonte, montado en el célebre caballo pegaso, después de cuyo combate
hombres, inculcándoles la maldad con apariencias de bondad. se casó con la hija del rey de Lycia. Simboliza también un Genio perverso,
Al revés. — F elonía, F also devoto. — Tiene la misma significación cuyas influencias, obrando sobre nuestra imaginación, nos infunden recelos
que al derecho. y desconfianzas, haciéndonos creer cosas que no existen.
Núm. 19. Al derecho. — Catástrofe. — Simboliza este Taro el triunfo Núm. 25. Al derecho. — O d ín . — Este Taro es el em­
e l e n c a n t a d o r

del espíritu destructor. Es la propia naturaleza destruyendo en parte su blema del gran Odín, Dios de los Escandinavos, quien convertía en Wal-
obra para volver a crearla, quizá más perfecta, porque también la natura­ kirias a las piedras y metamorfoseaba a las gentes a su antojo.
leza aspira a la perfección. Al revés. — E l . — Genio de carácter neutro que asombraba
p r o d ig i o
n D r . M o o r n e
El S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 7 9

a los seres humanos por los maravillosos prodigios que realizaba. Los egip­ Núm. 31. Al derecho. — U C . — El símbolo de
r a n o o e l i e l o

cios le rendían un gran culto, a fin de tenerle propicio para que les ayu­ este Taro es el combate indefinido y constante de las diversas fuerzas de
dara en los trances de la vida. la Naturaleza, del cual procede el equilibrio que advertimos en la Creación,
Num. 26. Al derecho. — M orfeo. — Dios del sueño, a quien los an­ y la renovación incesante de esas mismas fuerzas.
tiguos le consagraban un culto especial, a fin de que velara su sueño, apar­ Al revés. — E A
l v eF . — Símbolo del fabuloso pájaro, del que
é n i x

tando de él los fantasmas y las apariciones maléficas que con frecuencia los egipcios habían hecho una divinidad. Vivía alrededor de quinientos a
turban al ser humano. seiscientos años, y cuando sentía próximo su fin, construía por sí misma
Al revés. — Los ensueños. — Representa los avisos que por medio una hoguera con hierbas aromáticas que exponía al sol y cuando éstas en­
de los ensueños dan los dioses a los seres humanos. Los ensueños han sido traban en combustión se quemaba. De la médula de sus huesos salía un
objeto en todos los tiempos de interpretaciones más o menos acertadas, se­ gusano que se convertía en un nuevo Ave Fénix. Esta fábula no es otra
gún la inteligencia y el poder del mago llamado a hacer esa interpretación. cosa que el símbolo de la inmortalidad del alma.
Núm. 27. Al derecho. — E l dios Momo. — Este Taro está consagra­ Núm. 32. Al derecho. — E O . — Es el Principio y origen de
l c é a n o

do al dios Momo, dios de la burla, de la risa y del' buen humor. Es el genio todas las especies que nacen o germinan en el planeta Tierra. Sus aguas
benéfico de la alegría y el que cuando es propicio a un ser, le dota de una produjeron el protoplasma del cual descienden todos los seres marítimos
alegría contagiosa y del inefable don de la simpatía. y terrestres.
Al revés. — La A flicción . — Este Taro, al revés, es la escueta an­ Al revés. — E l F u e g o . — No es de extrañar que los egip­
s a g r a d o

títesis del anterior significado al derecho. La aflicción es un genio malé­ cios consagraran un Taro al fuego, desde el momento en que por su pureza
fico que contribuye a hacer más negra la noche y más cruel el dolor. y su actividad era considerado por ellos como el más noble de los elemen­
Núm. 28. Al derecho. — E l jardín de las H espérides. — En este tos, el que más se acercaba a la divinidad, siendo además la viva imagen
jardín se rendía culto a la Mandragora, planta de virtudes mágicas que del astro del día. Fue a Prometeo a quien, habiendo enseñado a los hombres
crecía abonada por los despojos de los ajusticiados y que curaba la esteri­ a extraer fuego del roce de dos pedernales, se le acusó de haberlo robado
lidad y engendraba el amor. del cielo.
Al revés. — Las P arcas. — Este Taro está consagrado a las tres di­ Núm. 33. Al derecho. — L S a . — Simboliza la inmortali­
a l a m a n d r a

vinidades del infierno llamadas Parcas, a quienes se consideraba dueñas dad del Espíritu, que ni el fuego puede destruir.
de la vida de los hombres. Eran tres, a saber: Cloto, que presidía el na­ Al revés. — L L
a u zA . — Es el símbolo de una luz que procede
s t r a l

cimiento; Láquesis, que sujetaba a la víctima, y Átropos, que cortaba el de los astros y que, atraída y absorbida magnéticamente por el cuerpo hu­
hilo de la existencia. manó en el momento de su concepción, forma la envoltura del alma, y, en
Núm. 29. Al derecho. — Día de Sabat o de A quelarre. — Es la ex­ combinación con otros fluidos más sutiles, el cuerpo etéreo o fantasma si­
pansión que tenían en tiempos remotos los espíritus malos que rodean al deral.
hombre para ponerse de acuerdo con el fin de descarriarle. Esta costumbre Núm. 34. Al derecho. — L F a. — Influencia misteriosa
a s c i n a c ió n

la siguen en tiempos menos remotos las brujas, los duendes y los trasgos. que, por el don especial de algunos espíritus familiares, ejercen algunas
Al revés. — La D uda. — Simboliza el principio que engendra el es­ personas sobre otras, haciéndolas caer en una especie de sopor que las priva
tudio de las causas ante la incognoscibilidad de los efectos que las pro­ de repente del uso de su voluntad.
ducen. Al revés. — E l L . — Es el bálsamo consolador de los que su­
l a n t o

Núm. 30. Al derecho. — L as Cavernas. — Eran las guaridas en que fren; es la evaporación del sentimiento en ese licor viscoso que se llama
se refugió el hombre primitivo en la edad prehistórica, y los antros en que lágrimas y que sale por nuestros ojos; es, en fin, uno de los dones o regalos
las pitonisas y los oráculos hacían sus predicciones. de la existencia, a la cual venimos llorando, y llorando también la aban­
Al revés. — Los M ontes. — Este Taro representa los montes en que donamos. - ". t •" [
se parapetaron los Titanes al ser vencidos por el padre de Júpiter, y la Núm. 35. Al derecho. — M . — Es el Taro destinado al célebre
o i s é s

eterna lucha que existe entre los Principios del Bien y del Mal. sacerdote de Osiris, vencedor, primero, de los Magos de Faraón y legis­
80 D r . M o o r n e E l S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 81

lador, más tarde, del pueblo judío. Es el mago por excelencia, que produce Núm. 40. Al derecho. — El E . — Es el principio, la fuente y el
r e b o

las siete plagas de Egipto; que deja en descubierto las aguas del Mar Rojo; origen de la lobreguez y de las tinieblas. Hijo del Caos y de la Noche, y
que en la Arabia Pétrea mantiene a todo un pueblo con el maná y hace desposado con el Éter, engendra siete hijos que son: el Destino, la Muer ce,
brotar agua de las peñas. Es, por tanto, el símbolo de la Alta Magia y de el Sueño, las Tinieblas, la Esligia, las Parcas y las Furias.
la ciencia de los prestigios. Al revés. — El Edén. — Es el símbolo de la edad de ero de la hu­
Al revés. — La I gualdad. — Es el espíritu que vela y trabaja más o manidad naciente en aquella parte de la tierra en que la Naturaleza se re­
menos en secreto para acabar de una vez con la absoluta distinción que producía de una manera exuberante, sin trabajo y sin cultivo. Es el oasis
existe entre los hombres, tanto en los derechos como en los bienes. en que sueña el hombre, después de haber vagado por el desierto de la
Núm. 36. Al derecho. — E l A mor. — Principio de la vida y germen existencia.
del sentimiento y, por ende, el elemento que nos hace, o salir airosos de Núm. 41. Al derecho. — E l É . — Es el aire puro y sutil que llena
t e r

los embates del mal, o encenagamos en éste. los espacios situados más allá de la atmósfera terrestre y que sólo respiran
Al revés. — E l H echizo . — Es el encanto que sobre el hombre ejer­ los q u e saben desprenderse de las impurezas de la Tierra.
ce la mujer hermosa, o el que puede desarrollar sobre los seres cualquier
Al revés. — L S a . — Nombre dado al demonio, por haber
e r p i e n t e
persona que esté dotada de semejante don por los espíritus familiares. El
tomado esta forma para seducir a Eva. Sin embargo, entre los magos egip­
resultado del hechizo no es otro que el abandono inconsciente de nuestra
voluntad. cios era el emblema de la prudencia. Moisés en el desierto levanta la ser­
piente de bronce, a cuya sola vista curan los que habían sido picados por
Núm. 37. Al derecho. — D iana Cazadora. — Es el símbolo de la
reptiles venenosos. La serpiente, por último, mordiéndose la cola simbolizo
abnegación y de la maternidad y el prototipo de la mujer celosa de su
honra. la eternidad.
Al revés. — E l I deal. — Es el principio que germina en la imagina­ Núm. 42. Al derecho. — E l A . — Es una causa ficticia que los se­
z a r

ción de los seres humanos y que excede a los modelos ofrecidos por la Na­ res humanos consideran como independiente de la voluntad y de la previ­
turaleza. Es la aspiración de los seres hacia ese principio que les atrae, sión, o, para mejor comprensión, un efecto aparente, sin causa real que
cual la serpiente atrae con su hálito inmundo a los débiles paj arillos que lo justifique.
se le presentan. Al revés. — E l D . — Es el Genio que, siguiendo la voluntad
e s t i n o

Núm. 38. Al derecho. — E l Camino. — No simboliza este Taro divina, regula de una manera fatal los acontecimientos futuros. Este Genio,
la vía de comunicación que se traza para ir de un punto a otro, sino la vía por benevolencia hacia la humanidad, marca a los seres humanos, con in­
que nos trazan los Genios, buenos o malos, para que atravesemos este bien delebles signos, para que puedan conocerse a sí mismos y evitar la fatali­
llamado valle de lágrimas. Es el camino, en fin, que el hombre debe tra­ dad que pesa sobre ellos 1.
zarse en cuanto su razón se desarrolla, para llegar al pináculo de sus as­ Núm. 43. Al derecho. — Q , u i l ó n u n o Gd e ,l o s s i e t e s a b i o s d e r e c ia

piraciones. que aumentó el poder de los Éforos con detrimento de la autoridad cons­
Al revés. — Ormuz. — Dios de los magos persas, creador y conser­ tituida. Es el símbolo de la moral teórica.
vador del mundo, a despecho del Genio del Mal, A rimán, encargado de Al revés. — El S e n t i m. — Es uno de los más importantes
i e n t o

su desequilibrio y destrucción. principios de la existencia, que consiste en la percepción en el alma de los


Núm. 39. Al derecho. — E l Oráculo de Arcadia o el dios P an. — objetos o cosas que rodean a los seres. Esa percepción se verifica por me­
Este Taro fue inventado en honor del dios Pan, a quien iban a consultar dio de los sentidos, está reconcentrada en Titania, reina de las Hadas, la
en la Arcadia, en donde hacía correrías nocturnas, pronunciando sus orácu­ cual simboliza este Taro.
los detrás de los árboles o en los troncos de los mismos.
Núm. 44. Al derecho. — P , ít a c o u n o Gd e .l o s s i e t e s a b i o s d e r e c ia
Al revés. — E l P resentimiento. — Secreta sensación que se produce
en los seres por influencia de los espíritus que los rodean. Movimiento in­ 1 Las investigaciones hechas sobre esta materia han dado por resultado el
terno de aprensión o de esperanza acerca de un suceso que debe acaece ríes descubrimiento de la quiromancia, quirognomonia, metoposcopia, fisiognomonia, etc.
82 D r . M o o r n e
E l S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 83
J

— El enemigo de la opresión brutal y el gran moralista. Es el símbolo de nuestra alma el Genio o uno de los Genios que inspira los actos de los seres
la libertad y de la educación, a las cuales debió Grecia sus conquistas. y el símbolo de las impresiones que aquélla recibe.
Al revés. — E l R ecuerdo. — Impresión que los espíritus benéficos Núm. 49. A l derecho. — Solón, arconte de A tenas, gran legisla­
se encargan de grabar en nuestra memoria para que nos sirva de experien­ dor y uno de los siete sabios de Grecia. — Es el símbolo de la astucia
cia en las diversas etapas que el 'hombre habrá de recorrer en la vida. y de la previsión, por haber llegado a encadenar a los malos espíritus que
Núm. 45. Al derecho. — T ales de Mileto, uno de los siete sa­ pululaban a su alrededor para obligarle a obrar mal.
bios DE Grecia. — Célebre filósofo y mago a quien se atribuye la inven­ A l revés. — L a M etempsícosis. — Este Taro simboliza las antiguas
ción de unos instrumentos de cobre destinados a marcar la diferencia de doctrinas hindúes, que luego pasaron a Egipto, según las cuales las almas se
los tiempos y de las horas, llamados Therofines, de donde proceden los transmigran de un cuerpo a otro.
autómatas que luego fabricaron Alberto el Grande y otros magos. Núm. 50. A l derecho. — L a H idra de Lerna. — Este monstruoso
Al revés. —■La P rovidencia. — Es un Genio alado y benéfico que animal de siete cabezas, las cuales retoñaban a medida que se las cortaba
se complace en defender a los seres de los peligros, asechanzas y embos­ —por lo cual había que abatirlas todas a un tiempo, de cuyo trabajo se
cadas que a cada momento se les presentan en los senderos de la vida. encargó Hércules— es el símbolo del desorden, al cual es necesario com­
batir de raíz.
Núm. 46. Al derecho. — Cleóbulo, uno de los siete sabios de Gre­
A l revés. — David, padre de Salomón. — Este Taro nos enseña que
cia. — Taro que simboliza al autor de los Enigmas de la vida, al hijo
contra la fuerza no existe medio alguno mejor ni más hábil que la astucia
del rey de Exágoras y al descendiente de Hércules, quien cumplió las mis­
y la firmeza de carácter, sin cuyos dones, que recibió David de su Genio
mas hazañas con la pluma que su antepasado con la maza: es, en una pa­
protector, no habría llegado el futuro rey de Israel a vencer al gigante
labra, el símbolo de la fuerza de la reflexión escrita.
Goliat.
Al revés. — L a Maldad. — Es un Genio alado, del que se cuentan
Núm. 51. A l derecho. — Las Gorgonas. — Son el emblema del silen­
diversos hechos, que se complace en impulsar a los seres por mal camino cio y de la tristeza. Sentadas a la orilla del Océano, del cual eran habitan­
y haciendo al propio tiempo que éstos causen el mal sólo por el placer de tes, estas hijas de Phorays y de Cetoqui, llamadas Medusa, Euríale y Este­
causarlo. no, de cabellera erizada de serpientes y de alas de oro, lloraban el destino
Núm. 47. Al derecho. — P eriandro, uno de los siete sabios de Gre­ a que el terrible F a tu m las había condenado.
cia. — Es el símbolo de la tiranía habilidosa y de la gallardía. Cansado A l revés. — E l Grifo . — Es el emblema de la vigilancia, figurando
de la vida y de haber tiranizado, pero gobernado bien a su pueblo, ordenó en los tiempos remotos sobre las tumbas y sobre las urnas sepulcrales.
a dos de sus súbditos que se emboscaran en un camino y asesinaran a los Era un animal monstruoso, que tenía el cuerpo y las patas del león y la
dos primeros que por allí pasaran. Pero como había encargado a otros cabeza y alas del águila.
cuatro que mataran a los dos primeros, a otros ocho que dieran muerte Núm. 52. A l derecho. — E l Basilisco. — Monstruo infernal, que po­
a los segundos, y así sucesivamente, resultó de todo ello una carnicería seído de un espíritu malvado, cometió, por instigación de éste, toda suerte
espantosa. de crueldades, asesinatos y horrores, hasta el extremo de haber merecido
Al revés. — La P erfección. — Es un don que no conceden los espí­ el sobrenombre de azote de Dios.
ritus a los seres mortales, sino después de haber pasado por una intermi­ A l revés. — L as F urias. — Este Taro es el símbolo de la maldad y
nable serie de pruebas. de la cólera. Estas divinidades infernales, A lecto , T isífo n e y M egera : a
Núm. 48. Al derecho. — Bías, uno de los siete sabios de Grecia. — quienes se las presenta con los cabellos entrelazados de serpientes y con
Es el símbolo del desinterés, pues según frase propia, todos los bienes de una antorcha encendida en una mano y un puñal en la otra, eran las en­
esta tierra los llevaba consigo. Asaltado una vez por piratas, como sus com­ cargadas de castigar los crímenes humanos, en los infiernos.
pañeros invocaran a los dioses, Bías exclamó: —Callaos, no se enteren de Núm. 53. A l derecho. — Los G nomos. — Son el símbolo de los lazos
que estáis aquí. que unen a los hombres con algunos genios benéficos. Los gnom os son
Al revés. — El Cariño. — Es la afección o sentimiento a que inclina unos genios subterráneos que habitan en el fondo de las minas, estando
E l S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 85
84 D r . M oorne
perio asirio. — Simboliza este Taro el poder de la magia suprema, pues
encargados de la custodia de los tesoros ocultos y do las piedras preciosas. por su virtud, este famoso rey, padre de Nabucodonosor conquistó el po­
Ingeniosos y amigos de los hombres, se complacen en recibir sus órdenes deroso imperio de Nínive.
y en atenderlas cuando son convenientes y útiles. Al revés. — La . — Es el símbolo de Caín, alma dominada
e n v id i a

Al revés. — L amias infernales. — Este Taro simboliza la falsedad por los malos espíritus, y principio y origen de los celos que los seres
de algunas mujeres, pues la Lamia, demonio-vampiro, eon rostro y forma sienten pbr el bien y la fama ajenas. Los que demuestran este sentimiento
de mujer, finge brindar halagos a los hombres para atraerlos y devorarlos. pueden tener la seguridad de que obran influidos por un espíritu malé­
Núm. 54. Al derecho. — Las penas divinas. — Genios o espíritus que volo.
flotan alrededor de los sere3 humanos para torturarlos y hacerles sufrir, Núm. 59. Al derecho. — Sparton, fundador de E sparta. — Sím­
ora inculcándoles deseos que no podrán satisfacer, ora inspirándoles satis­ bolo del espíritu paternal con que los gobernantes y hombres de inicia­
facciones que jamás verán logradas. tiva deben considerar a sus conciudadanos.
Al revés. — L as L arvas. — Símbolo de los fantasmas que se aparecen Al revés. — La avaricia. — Espíritu malvado que suele enroscarse
a los seres, ya en los sueños, ya en estado de vigilia. Para los antiguos eran en el alma de algunos seres, haciéndoles desear cuantos bienes terrenales
los hombres mismos que, habiendo sido malvados, se convertían en larvas, que existen, desatendiendo, en cambio, los que no son de este mundo.
se alimentaban de las secreciones de los seres vivos. Núm. 60. Al derecho. — F erón, h ijo de Sesostris. — Símbolo
Núm. 55. Al derecho. — E l Ser Supremo . — Es el símbolo del Princi­ de la humillación. Ferón fue castigado y humillado por los espíritus por
pio y Fin de todas las cosas, único autor de todo lo creado, de lo que está haber insultado al dios del Nilo, a causa de haberse desbordado y des­
creándose, y de lo que está por crearse. truido los sembrados de los contornos.
Al revés. — La A mistad. — Es el principio que liga a los seres por Al revés. — L a pereza. — E3 el símbolo de un pez que se conoce
medio de la cadena mágica de las analogías, produciendo esa mezcla de es­ con el nombre de rémora, del género de los pilotos, y al cual atribuían
timación, de sentimiento y de desinterés, que puede observarse en la verda­ los antiguos el poder de detener los navios. En efecto, la pereza no puede
dera amistad. servir sino de rémora en el avance de los seres al pináculo de la civili­
Núm. 56. Al derecho. — L a F atiga. — Este Taro representa a las zación.
larvas fluídicas o espíritus elementales que debilitan a los hombres, ago­ Núm. 61. Al derecho. — P igmalión, asesino de S icheo , marido de
tando en ellos todas sus energías y produciéndoles el enervamiento, la su hermana D id o. — Es el símbolo de la venganza y de 'la irascibilidad
fatiga y el cansancio. de los hombres, que no pueden contener los impulsos que les sugiere el
Al revés. — L a Gula. — Espíritu malvado que imita a la tierra, que espíritu del mal.
se traga hasta sus propios despojos. Es también el símbolo de la insacia- Al revés. — La ira. — Símbolo de ciertas sensaciones del alma de
bilidad del tiempo, el cual está, a su vez, simbolizado por Saturno. los seres, que los impulsan a enfurecerse contra todo aquello que les des­
Núm. 57. Al derecho. — Orciius, el azote de E gipto . — Es el sím­ agrada, inspirados por las furias, divinidades anhelosas de víctimas.
bolo de Plutón, dios de los infiernos, de la oscuridad y de la tiranía, pues Núm. 62. Al derecho. — Cambises, h ijo de Ciro, rey de P ersia. —
Orchus sumió a Egipto en el oscurantismo y en la ignorancia, a fin de Símbolo de la destrucción y sectario del espíritu del mal. No contento
dominarlo a su antojo y cometer los crímenes que lo han inmortalizado. con ordenar la muerte del buey Apis, violó las sepulturas y derribó las
Al revés. — E l suspiro. — Es el símbolo de las transiciones de la estatuas de las deidades.
vida y de la influencia que en su marcha ejercen los astros que constituyen Al revés. — E l ORGULLO. — Símbolo del diablo, del ángel caído,
nuestro sistema planetario. Cuando las emanaciones que salen del alma que no pudiendo arrojar a Dios de su trono celestial, tuvo que contentarse,
son satisfactorias, los suspiros son de alegría; cuando, por el contrario, para ejercer algún poder, con ser rey de los infiernos.
son de tristeza, éstos necesariamente son ahogados. Núm. 63. Al derecho. — Sardanápalo, rey de Babilonia. — El úl­
Es la válvula que en el alma abren los genios que rodean a los seres, timo jefe dél primer imperio de Asiria, es el símbolo o el prototipo de
a fin de que por ella se escapen las emanaciones de los afectos internos. los jefes de estado desordenados, lujuriosos, malvados y afeminados.
Núm. 58. Al derecho. — N abopolasar, fundador del segundo im ­
86 D r . M o o r n e El S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 87

Al revés. — L a lujuria . — ^Principio y origen de la incontinencia, fertilizara con sus aguas aquellas comarcas yermas en la época de la
atributos que simbolizan a Júpiter, quien, para dar rienda suelta a sus dinastía de los Faraones.
desenfrenadas ansias de placer, se metamorfoseaba en toro, en cisne, etc. Al revés. — La actividad. — Este Taro simboliza a Sesostris, quien
Este Taro es la representación de la vida licenciosa y disoluta. con su genio y actividad estableció los cimientos de la cultura y civiliza­
Núm. 64. Al derecho. — N emrod, fundador de Babilonia. — Sím­ ción de Egipto.
bolo de la opresión y de la división de casas que se operó en los primeros Núm. 69. Al derecho. — E l E fecto y la Causa. — Este Taro re­
tiempos de la humanidad. Es la absorción del derecho de todos en bene­ presenta lo que es Principio y Origen de todas las cosas, siendo el efecto
ficio de uno solo. el resultado de la labor creadora de este Principio.
Al revés. — La rebeldía. — Este Taro demuestra que todos los seres
Al revés. — A lejandro M agno, conquistador de P ersia y de la
humanos tienen la propensión a rebelarse contra aquel poder que quiera
I ndia. — Es el símbolo de la fuerza avasalladora, tomado del hecho de
avasallarlos o subyugarlos, y como la rebeldía es de origen divino, de
que habiendo ido este emperador a Delfos, en ocasión en que estaba ce­
aquí que el hombre es rebelde contra todo aquello que no sea justo.
rrado el Santuario, y habiendo rogado a la sacerdotisa que subiera al trí­
Núm. 7 0 . Al derecho. — Las Batallas. — Este Taro es la repre­
pode, como ésta se negara a ello, el gran Alejandro sacó por fuerza a
sentación del resultante o efecto del Principio destructor que produce la
la sacerdotisa, la cual, al verse conducida de este modo, exclamó: '“ Hijo
mío, tú eres invencible”. guerra.
Al revés. — E l C amaleón. — Símbolo de la hipocresía humana. La
Núm. 65. Al derecho. — S emíramis, reina de N ínive. — Es el sím­
hipocresía de ciertos seres, inspirados por espíritus dañinos, puede com­
bolo del poderío y de la gloria, al propio tiempo que del descoco y de
pararse al camaleón, que por su timidez cambia instantáneamente de color,
la impudicia.
en la misma forma que el hombre, por su maldad, cambia de opinión y
Al revés. — La E sfinge. — Símbolo de los arcanos de la Alta Magia
de conducta según su interés.
y de la Ciencia Suprema. Enigma viviente que simboliza la pequenez de
Núm. 71. Al derecho. — Cus, h ijo de Cam y nieto de N oé. —
los hombres para descifrar los misterios de la naturaleza.
Es el principio y origen de la raza de los árabes occidentales y de los
Núm. 66. Al derecho. — J oseph , h ijo de J acob. — Símbolo del es­ etíopes.
píritu benéfico que ayuda a los hombres a descifrar la significación de Al revés. — La P ureza. — Símbolo de la castidad, a la cual no pue­
los sueños. Según los antiguos, Joseph aprendió el arte de interpretar los den llegar los seres mientras no alejen de sí las larvas fluídicas de que
sueños del libro de Abraham. están rodeados, y las cuales, como ya se ha dicho en otro lugar, sólo viven
Al revés. — La paciencia. — Don que otorgan los espíritus a cier­ de las secreciones de aquéllos.
tos hombres para soportar con resignación, no sólo las contrariedades de Núm. 7 2 . — Al derecho. — E lam, hijo de Sem y nieto de N oé. —
la vida, sino las impertinencias de nuestros semejantes. principio y origen de la raza elamita o persa.
Núm. 67. Al derecho. — C ecrops, fundador de A tenas. — Este rey Al revés. — E l Gran Arquitecto. — Es el Principio y Fin de todas
de Ática, que fundó, más tarde, la perla de Grecia, es el símbolo de la am­ las cosas; el Creador del Universo y el reformador y transformador del
bición moderada, y que los buenos espíritus inspiran y permiten en los mismo. Este Taro tiene idéntica significación que el núm. 1, al derecho.
hombres cuando es con buen fin. Núm. 7 3 . Al derecho. — Heber, nieto de Sem y biznieto de N oé.
Al revés. — E l trabajo. — Principio y fuente de la vida, la cual no — Principio y origen de la llamada raza semítica o hebrea.
existiría sin él. Virtud consoladora que compensa las amarguras que el Al revés. — La Discordia. — Este Taro simboliza los efectos de la
hombre sufre en su paso por el mundo, siendo los frutos del trabajo la envidia, pues esta divinidad malévola, hija de la Noche, fue arrojada por
mayor recompensa a que aquél puede aspirar en el planeta en que habita. Júpiter del Olimpo, por haber querido introducir la discordia en los cie­
Núm. 68. Al derecho. — E l hambre. — Símbolo de la desidia y de los; pero ya que no lo hizo allí, consiguió realizarlo en la Tierra, arro­
la pereza. Egipto sufrió muchas penurias y hambres, hasta que Sesostris jando la manzana célebre en la mesa en donde se celebraban con un ban­
emprendió los primeros trabajos para encauzar el Nilo y para que éste quete las bodas de Tetis y (Peleo, por no haber sido invitada a él.
88 D r . M o o r n e El S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 89

Núm. 74. Al derecho. — J , a v á n J h y i j o N oé. — d e a f e t n i e t o d e lleno en el estudio de la significación y acepciones de cada Taro, las con­
Principio y origen de. las llamadas razas jónica y griega. densemos o resumamos en la forma siguiente:
Al revés. — L H
a u m . — Principio y origen del sentimiento
il d a d 1* Estudiar, en primer término, y de una manera aislada, el signi­
que los Genios bienhechores producen en los seres en contraposición con ficado preciso de los Taros, uno por uno, y las sinonimias de esa signi­
el orgullo. ficación.
Núra. 7 5 . Al derecho. — G , o m de J
e r . — Principio
h y
i j o a f e t 2^ Realizado este estudio aisladamente, deberán estudiarse después
origen de los gálatas, galos y celtas. las modificaciones que la proximidad de otras cartas aporta a la que se
Al revés. — E G
l a l l o. — Ave misteriosa y cabalística que con su traduce.
canto pone en fuga a los espíritus infernales. Simboliza el secreto, por 3* Cuando se hace el juego, el cartómago deberá abstraerse en sí
cuanto es el único animal macho que, en secreto, pene un huevo del cual mismo y reconcentrar toda su voluntad y todo su esfuerzo en el acto que
sale una serpiente que tiene la propiedad de matar a todo el que la con­ realiza, desdeñando cuantas ideas traten de interrumpir su tarea.
templa. 4$ No reúne condiciones para cartómago la persona distraída u
Núm. 7 6 . Al derecho. — Z . — Gran Sacerdote de la Cien­
o r o a s t r o olvidadiza, frívola, escéptica o despreocupada.
cia Suprema y de la magia, y Soberano Pontífice y fundador de la religión 5^ Los temperamentos nerviosos son los más a propósito para este
del fuego sagrado. arte, si saben abarcar al primer golpe de vista, por medio de sus nervios,
Al revés. — E B
l u e n (P . — Genio protector que guía a
r i n c i p i o los el significado de una carta y modificaciones que aportan las vecinas, para
seres por el buen camino y que les induce a principiar sus obras de un producir inmediatamente el oráculo. Quien no posea estas cualidades no
modo laudable. será nunca buen cartómago.
Núm. 7 7 . Al derecho. — H ,e l l e n D h P ,
i j o d e e u c a l i ó n y d e ir r a 6^ Cuando haya adquirido el dominio de su persona y el del signi­
que dio el nombre de helenos a los tesalianos. ficado de los Taros, así aislada, como conjuntamente, deberá practicar
Al revés. — L D
a . — Símbolo de Eva, cuya desespera­
e s e s p e r a c i ó n
los diversos métodos que se describen en este tratado, no sólo con el fin
ción no tuvo límites después de haber cometido la falta que produjo su de adquirir la soltura necesaria en todo arte, sino también para aprender
expulsión del Paraíso, y esta desesperación fue mucho mayor al ser repu­ a vencer las dificultades que se presenten al desempeñar su tarea.
diada por Adán para tomar por mujer a su hija Lilith.
Núm. 7 8 . Al derecho. — L L a. — Simboliza al Espíritu del
o c u r a

Mal, cuando éste se ha albergado, no en el corazón, sino en el cerebro


de los hombres.
Al revés. — E l Éxtasis. — Es el producto de la influencia que ejer­
cen algunos Genios sobre las personas y sobre ciertos animales. La per­
sona que se halla en ese estado no se da cuenta de nada de cuanto sucede
a su alrededor. Es, por tanto, el símbolo de una dejación de la facultad
volitiva y el comienzo de la catalepsia.

Condiciones indispensables que debe reunir el cartómago

Aun cuando en el curso de este tratado ya hayamos indicado más


o menos directamente las condiciones que debe poseer la persona que
aspire a ser buen cartómago y a tomar su profesión más que como un
lucro como un apostolado, no estará de más que antes de penetrar de
Significación y acepciones de esta carta

Al derecho. — E l R ey T hot , E tteilla. — V irtu d , bondad, pruden­


cia, modestia, la idea, el ideal, lo inmaterial, el espíritu.
Al revés. — E l consultante, E l genio. — La sabiduría, el saber
obrar, superioridad, genio y talento, imaginación, cualidad de inventar,
cualidad de observación e investigación, etc.
Esta carta representa a la vez el caos, el gran Etteilla, el rey Thot,
el genio y ed consultante, y es una carta de muy buen agüero, selecta. Si
el consultante tiene la suerte de que esta carta salga la primera, sea al
derecho o al revés, recibirá la protección del Creador del mundo y podrá
contar con grandes prosperidades.
Cuando a esta carta se une el número 77 (as de oros), anuncia al
consultante sabiduría y genio.
El jeroglífico que 'ocupa el espacio intermedio entre la primera letra
del alfabeto sagrado, Aleph (derecho y revés), representa los primeros
albores de la inteligencia del hombre; es decir, el momento en que el hom­
bre comienza a darse cuenta de la creación del mundo y de que éste salió
del caos, de la nada, por el poder omnipotente de un ser superior al hombre.
92 DR. MooRNE EL SuPRE!IIO ARTE DE EcnAR LAS CARTAS 93

cerca Jel núm. 21 anuncia la traición de un amigo, que quizá podrá im-
pedir el consultante, pero no sin serias dificultades. Al lado del núm. 77
l...A LUz (as de oros), la traición no solamente no tendrá efecto, sino que se vol-
verá contra el traidor. Próxima al núm. 63 (as de espadas), la traición
~e verifica irremisiblemente.
Taro número 2 La letra Beth, segunda del alfabeto sagrado, representa el pensamien·
to, la ciencia, la ambición y la envidia cuando sale al revés, deduciéndose
de aquí las cualidades morales del consultante.
Por rlo que respecta al jeroglífico, representa el sol y el fuego, y pone
Osiris. de manifiesto el ·temperamento ardiente del consultante y, por comiguien-
te, su gran iniciativa y su fuerza de acción.
La Gloria. En resumen: el consultante tiene aspiraciones de gloria y marcha hal'ia
ella con toda su impulsividad natural si sale al derecho, y si viene al revés,
Fuego Celeste. podrá conseguir su objeto, per·o no sin grandes disgustos y aflicciones.
Representa, además, esta carta, el primer día de la Creación, en el
cual -como todo el mundo sabe- creó Dios la luz, separándola de las ti·
Primer día nieblas, después de haber desembrollado el caos.
de la Creación.
La luz.

Significación y acepciones de esta carta

Al derecho. - Osmxs, LA GLORIA. - Claridad de concepto, luz inte-


lectual, ·análisis, lucidez, cerebro despejado, golpe de vista para observar
el conjunto de las cosas, esplendor, elevación de miras.
Al revés. - FuEGO, CóLERA. - Calórioo, incendio, rayo, pasión ar-
diente, entusiasmo, ardor moral, ardor físico, afán de discutir, cólera que
se desborda, espíritu inflamado.
El núm. 2, es también una carta bastante favorable para el consul-
tante, cuando se presenta al derecho. Indica que es un espíritu claro, lú-
cido, de una gran generosidad y que posee aptitudes especiales para . des-
embrollar los negocios oscuros y embrollados o dificultosos.
Al lado o muy cerca de las cartas número 75. (tres de oros) o 72
al revés (seis de oros), pronostica gloria, honores, recompensas; cerca
del 'núm. 13 derecho, próximo matrimonio; al Jado de la núm. 35 revés
(as de bastos), multiplicación de la familia.
Cuando se presenta del revés ·anuncia disensiones, discordias, cóle-
ras, enojos, tristezas, sobre todo si está próxima al núm. 28 al revés;
Significación y acepciones de esta carta

Al derecho. — Genio benéfico* F idelidad. — Malos propósitos, mal­


dades, malevolencias, malas intenciones, diatribas, falsas insinuaciones, in­
discreciones, calumnias.
Al revés. — Isis o la luna, Mal Genio . — Agua, humedad, lluvias
torrenciales, mar, inundaciones, lavado, ríos, lagos, torrentes, pantanos,
lagunas, balsas, estanques.
Esta carta tiene diversas significaciones y es por consiguiente, de muy
difícil y delicada interpretación. En efecto, hay ocasiones en que predice
dicha y éxito en los negocios cuando se presenta derecha, como las hay
en que hace temer traiciones y engaños, maledicencias, calumnias y ma­
los éxitos, cuando se presenta del revés.
La significación verdadera, acertada, depende, pues, de la proximi­
dad de otras cartas que serán las llamadas a aclarar el oráculo. Así, pues,
cerca del núm. 28 anuncia discordias, próxima al núm. 40, revés (diez
de oopas), es preciso temer penas, sobre todo si el consultante es una
joven; seguido del núm. 39 (sota de copas), permite esperar una heren-
^ D r . M o o r n e E l S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 9 7

í PatrilODESPOJO Droit D£POMEMENT claridad, de inteligencia y aptitudes para marchar directamente hacia la
" „— ------ ... ---- «ti fortuna.
« Daleth
Aun cuando esta carta se presente al revés, les parece siempre de
^ buen augurio, por cuanto indica en el consultante sabiduría, inteligencia
I t i CIELO** y perspicacia, cualidades que —como se verá— confirma la cuarta letra
A 4 del alfabeto sagrado.
____ Esta letra, llamada Daleth, anuncia por sí sola estas tres cualidades:
Taro Humero 4 ________ sabiduría, poder y orgullo.
-A . jeroglífico representa la fuerza humana combatida por los elemen-
u J ff VpiW t0S C^ ° ^ t*erra’ aconsej an(I0 que el hombre debe vivir siempre en
í í ( f O ) ) ) 1) acechode la9 contingencias que pueden aportarle el presente y el por-
El Despojo. «¡L u venir.
—' ^ ' 7 En cuanto a la palabra despojo que constituye la leyenda de esta car­
l e a I n t p l t V p n r i V í . --------------------------------------------------------------------------------------------- ta, al derecho, no Se refiere solamente a un despojo material de intereses,
sino también de ideas, contra el cual deberá el consultante vivir prevenido.

- - _ .,
Í Representa esta carta el tercer día de la Creación. Durante él reunió
Dios Ia3 aguaa que cubrían la superficie de la tierra e hizo aparecer la
QC 13. A>re3ClOH. sequía, llamando a lo seco tierra y al conjunto de aguas mar, haciendo
msieo »j ....... ......... ............ brotar luego de la primera la hierba y los árboles frutales.
La Excelsitud, [
m i m w 8^ hi \

Significación y acepciones de esta carta

Al derecho. — E l Cielo, D espojo . — Apropiación de algo material


o inmaterial del consultante, elección, discernimiento; desembrollo, ex­
poliación, robo de toda suerte.
Al revés. — A ire, Inteligencia. — Fenómenos atmosféricos, volá­
tiles, gases, apariencias, tono, manera de ser, falsos semblantes, hipocresía,
aire de música, sonido, propósito sin consistencia, aturdimiento, pasiones
fugaces.
Es no menos dificultoso y sujeto a contingencias el significado de esta
carta. Parece que los egipcios la consideraban como nefasta. Veían, sobre
todo, en el cielo, la mala estrella, particularmente en lo que concierne a
la fortuna. Según los adeptos de su doctrina, esta carta, cuando está si­
tuada en las proximidades del núm. 20 o del núm. 70, advierte que el
consultante debe vivir en guardia, es decir, prevenido, por lo que pudiera
Los comentadores modernos sólo ven en esta carta un emblema de
ocurrirle.
9 3 D r . M o o r n é E l S u p r e m o A r t e d e E c h a r l a s C a r t a s 9 9

r - “ — prr’iñ ñ/n n •* Eero si la desgracia hace <Iue esta carta salga al revés, el consultante
5 Derecho FELÍCDAD |__Mt f debe prepararse para sufrir serias complicaciones en dicho proceso o
5 He litigio, juntamente con penas que le parecerán tanto más sensibles,
* V f jT" cuanto que más tarde habrá de reconocer que es por haber descuidado
I j sus a s u n t o s 5 0 Por haber desoído prudentes consejos, por lo que experi-
I I \ menta semejantes adversidades.
Ea letra He, 5a del alfabeto sagrado, anuncia en el consultante un
T a rO IlÚ -IU C rO 5 ____ g EL temperamento un tanto ilusorio, un si es no es místico, un carácter retraído
/(- y una gran dosis de apatía y de pereza.
-... jj A ^ t I j| Aun cuando saliera esta carta al revés, no debe temerse a la miseria
C tT R wÍ Í Í ^ /I 8* las cartas que están próximas son favorables, como, por ejemplo, el
L a F e lic id a d . número 77 (as de oros), el 16 (pleito ganado), etc.; pero si sale al lado
y de la 13, al revés, le anuncia el oráculo que una boda frustrada será causa
T A/f* r ' a SU ru*na' El jeroglífico no hace más que confirmar cuanto queda di-
J-«a IV L lS eri • cho y pronosticar un viaje.
I I U— “O. /P (Nl_ Representa esta carta el cuarto día de la Creación. Durante él Dios
Cuarto día I ) K n i \\ creó lumbreras en el firmamento para separar el día de la noche y para
de la Creación. que sirvieran.de signos para las estaciones, los días y los años.

Los Astros. aaasiw 1vim m 8?Aaa V


Significación y acepciones de esta carta

Al derecho. — Viajes , F elicidad. — Cambio de residencia, despla­


zamiento o abandono de lugar, correteos, desempeño de encargos o comi­
siones, emigraciones, huida aparente.
Al revés. — T ierra, Miseria. — Todo cuanto se relaciona con la
Tierra, sustancia material, propiedad rural, cultivos de todo género, pla­
cidez, constancia, inmovilidad, valles, riberas y costas.
Es sumamente favorable el sentido de esta caria aun cuando se halle
en las proximidades de otros naipes de significado nefasto, y muy parti­
cularmente cuando sale al derecho.
Si está seguida del núm. 77 (as de oros) le anuncia una dicha ine­
fable, grandiosa, que no se verá enturbiada por disgustos o penas, aun
cuando sean de carácter pasajero. Al lado o muy próxima de los números
9 (la justicia), 36 (Rey de copas) y 58 (seis de espadas) vaticina la
ganancia de un pleito muy embrollado y de muy larga duración, o bien
un proceso de importancia en el que el consultante desempeña uno de los
papeles principales, o que espera a éste en plazo más o menos breve (según
las cartas vecinas) buena cantidad de dinero.
Taro número 6

La Noche.
El Firmamento.
Quinto día
de la Creación.
El Hombre.
102 D r . M oorne E l S upremo A rte de E char las Cartas 103

■yr— “— i—r —” — tica igual éxito en los negocios que en las esperanzas que haya concebido
. ^ ^ . ---- 1---- el consultante de antemano. Ese éxito puede también ser proporcionado
7 za¡n n.jrc por personas afectas al consultante, cuya clase o categoría podrá deducir-
^ se Por proximidad de otras cartas. Así, pues, próximo al núm. 22, el
I i a c 'P cT^cc— apoyo vendrá de una persona que reside habitualmente en el campo; al
, V * CLEo del 36, ese apoyo vendrá de un hombre rubio; al del 50. de un hombre
Taro numero 7 9 malo para todos, pero bueno para el consultante.
[1 — P°r lo que respecta al jeroglífico, no hace más que confirmar el sig-
“““ “ nificado del Taro, y en cuanto a la letra Zain, séptima del alfabeto sagra-
• l do, vaticina al consultante un triunfo, un deseo irresistible de vencer, sen-
El Apoyo» fflr timientos de realeza y un temperamento colérico.
H ^ ¡Esta carta representa el sexto día de la Creación, durante el cual fue-
L d . P r O tC C C iÓ n » _________ ron crea(^as todas las especies de animales y, como corolario de ella, la del
hombre.

Sexto día /
de la Creación. |
Las Aves U!gz ¿jl
y los Peces. NoiümoMd | mmoiü $ m ¿
Significación y acepciones de esta carta

Al derecho. — A poyo, La Aurora. — Base, pedestal, fundación, tri­


bunal, certidumbre, confianza, concurso, unión, sociedad, ayuda.
Al revés. — P rotección, Buen éxito. — Socorro y todas las varie­
dades de éste, asistencia moral, asistencia material, alivio oportuno, protec­
ción eficaz, protección desinteresada, caridad efectiva.
El Taro núm. 7 es una carta completamente favorable para el consul­
tante, a menos de que se vea rodeado en sus cuatro extremos por otras
tantas cartas de las más desfavorables y nefastas de la baraja, como, por
ejemplo, la núm. 16, la 18, la 19 y la 26. Al lado de la 20 pronostica una
gran fortuna adquirida, bien por la lotería, bien por medio de negocios
lícitos, sobre todo si el consultante pertenece al comercio y aparece muy
próximo el núm. 33, o sea el tres de bastos.
Si el consultante es una persona casada, le anuncia el oráculo que su
cónyuge le es absolutamente fiel, y si la persona que consulta es una joven
soltera, el número 7 le pronostica un matrimonio muy ventajoso para ella.
No es menos favorable esta carta cuando sale al revés, por cuanto pronos-
Taro número 8

La Virtud.
La Dulzura.
Séptimo día
de la Creación.
El Reposo.
La Justicia.
La Disención.
Lo Incomparable.
El Temor.
La Sagacidad.
Significación y acepciones de esta carta

Al derecho. — La J usticia , L a R azón. — La equidad, alta razón, el


L ibro de T h o t , lo justo, lo bueno, la sana moral, lo razonable.
Al revés. — D isensiones, La Ley . — Legista, legislación, edictos, de­
cretos, ordenanzas, sentencias, jurisprudencia. Leyes físicas, morales, ma­
teriales y naturales.
Esta carta, marcada con el núm. 9, representa, tanto al derecho como
al revés, la justicia o la paz. Sin embargo, existen ciertas particularidades
que es necesario tener presentes para poder hacer un buen oráculo, lo
mismo cuando sale al derecho que cuando aparece al revés. En el primer
caso, anuncia acontecimientos (cuyo género y trascendencia definirán las
cartas más próximas) conformes con la equidad y con la justicia y hasta
con la ley. En el segundo caso, esto es, cuando sale al revés, predice cau­
sas, procesos o litigios que muy bien podrían resolverse en contra del con­
sultante. Todas estas aclaraciones —ya lo hemos dicho y fuerza es repe­
tirlo— deben buscarse en las cartas que acompañen a la que nos ocupa en
este momento.
Taro número 10

La Templanza.
El Sacerdote.
La Atmósfera.
Las Tres
Pirámides.
Misterios Divinos.
Taro número 11

La Fuerza.
El Soberano.
Hércules.
La Inmensidad.
El Átomo.
Taro número 12

La Prudencia.
El Pueblo.
Penélope.
Sísifo.
La Sabiduría.
Taro número 13

El Gran Patriarca.
La Desunión.
La Esclavitud.
La Esperanza.
Renovación.
Taro número 14

El Genio del Mal»


Fuerza Menor
El Espíritu.
La Revelación
La Magia Suprema.
Taro número 15

La Melancolía.
La Imprevisión.
La Tristeza.
El Oráculo
de Tebas.
La Fatalidad.
Taro número 16

El Juicio Final,
Pleito perdido.
La Eternidad,
El Temor de Dios.
El Genio Divino.
Taro número 17

La Mortalidad.
Ruina
y Destrucción.
La Naturaleza.
La Obediencia.
La Memoria.
Taro número 18

El Ermitaño.
El Falso Devoto.
Lo Cognoscible.
T r ansí ormación.
El Fanatismo.
Taro número 19

La Catástrofe.
La Prisión.
Júpiter Tonante.
El Castigo.
La Humanidad.
Significación y acepciones de esta carta

Al derecho. — F ortuna, D ignidad. — Prosperidad, opulencia, pro­


vecho, aventuras agradables, buena fortuna, éxito, ganancia, persona de
suerte.
Al revés. — E ncumbramientos, A umento de placeres. — Aumento
y desarrollo de bienestar, abundancia, vegetación, producción, lo superfluo,
elevación, mejoría de situación.
Como contraste al anterior Taro, el núm. 20, de que vamos a ocupar­
nos, es el más benéfico de todos los 78 que forman el juego. Preséntese
al derecho o al revés, es siempre un signo, para el consultante, de éxito en
todo cuanto emprenda; de riquezas, de dignidades, de ascensos si es mili­
tar o funcionario público, de mejoría de situación y de aumento de jor­
nal o de sueldo si fuere doméstico, dependiente o artesano, y, en general,
lo es también de aumento de bienestar material y de consideración social.
Todos estos bienes se verán sublimados si a su lado sale el núm. 77
(as de oros), y sufrirán un retardo en realizarse si saliere junto al núme­
ro 20, el núm. 27.
Significación y acepciones de esta carta

Al derecho. — T iranía, Disensión. — Complot, conspiración, albo­


roto, tumulto, insurrección, guerra civil, batalla, duelo, audacia, orgullo,
cólera, venganza.
Al revés. — T emeridad, Arrogancia. — Discusión, altercado, dispu­
ta, querella, riña ruidosa, soberbia, carácter dominante.
El Taro núm. 21 es una carta poco agradable, o mejor dicho, imper­
tinente, molesta, por cuanto anuncia, si no en todos los casos, graves que­
rellas, por lo menos algunos de esos disentimientos que no pueden menos
de causar malestar en el espíritu y perturbar el reposo y la tranquilidad
de la existencia.
Si el consultante es una dama, debe temer la ruptura de los lazos con
que está encadenada a una persona a quien ama con verdadero amor. Si
es hombre, éste debe asimismo temer lo propio con una mujer a quien
está ligado por los vínculos del corazón. Si esa ruptura habrá o no de ve­
rificarse, si se verificará más pronto o más tarde, son datos que deben
buscarse en el significado de las cartas más próximas.
Significación y acepciones de esta carta

Al derecho. — H ombre de Campo , P robidad. — Honrado burgués,


trabajador, virtuoso, agrónomo, cultivador, campesino, probidad concien­
zuda, recta conciencia, reservado, poco presuntuoso.
Al revés. — H ombre V irtuoso, Severidad. — Hombre bueno y seve­
ro, justicia indulgente, austeridad tolerante, rectitud, sensatez, cordura,
equilibrio intelectual.
Es un Taro, por lo general, favorable para el consultante, pues no so­
lamente le anuncia buenas noticias, sino también una espléndida sucesión
(herencia), un buen matrimonio y consejos muy útiles. Al mismo tiempo
representa un hombre que, por lo general, reside en el campo, sin que esto
sea decir que es esencialmente agricultor o labrador.
Aun cuando su significado sea un tanto abstruso, son las cartas que
están próximas a la que nos ocupa las que de por sí habrán de contribuid:
a que el cartómago pueda formar un buen oráculo.
Como ejemplo debemos decir que, cerca del número 66, significa em­
pleo bien retribuido y honroso.
La Ninfa Egeria.
La Presciencia.
El Pesar.
La Pitonisa
de Endor.
La Quimera,
La Ausencia.
El Honor,
Odín
el Encantador.
El Prodigio.
El Universo.
La Humildad.
Los ensueños.
El Pensamiento.
Agosto.
Significación y acepciones de esta carta

Al derecho. — T ardanza o retraso, Conflicto. — Retardo, apla­


zamiento, devolución, suspensión, expectativa, espera, retraso de un asun­
to cualquiera.
Al revés. — C ontrariedades, I rregularidad. — Obstáculos, dificul­
tades, trabas, adversidades, desdicha, calamidad, contratiempo, situación
penosa o difícil.
Esta carta —dicen los maestros de la cartomancia— es generalmente
considerada como bastante mala, por cuanto suscita obstáculos o dificul­
tades de todo género.
En todo estado de causa anuncia retrasos o retardos, salvo cuando
se halla al lado del núm. 77 o del 20.
En este caso hace esperar que el consultante hará fortuna en el ex­
tranjero.
También anuncia lentitud en los asuntos del consultante, particular­
mente en lo que se refiere a negocios, y si es comerciante le augura que
Significación y acepciones de esta carta

Al derecho. — P artida de campo, R egocijo . — Placeres campestres,


pasatiempo, recreo, jardín, parque, villa, pasaje, vida de campo, fiesta
familiar.
A l revés. — Disputas intestinas, R ompimiento . — Cuestiones, dispu­
tas, desunión, enemistad, sentimiento, agitación, indecisión, lucha, tena­
cidad, desacuerdo, falta de resolución.
'Este Taro pronostica una partida o jira campestre. Si di consultante
es soltero esa jira le será muy agradable si este núm. 28 se halla cerca de
una carta perteneciente al palo de copas; también tendrá para él cierto
encanto si una de las cartas vecinas pertenece al palo de espadas. Pero
si la carta que nos ocupa se hallare próxima a otras correspondientes al
palo de oros, es seguro que le originará un gran aburrimiento, tal vez
un fastidio insoportable.
Si el consultante es casado, y esta carta se ve acompañada por otra
de espadas, entonces la jira campestre dará lugar a una conferencia agra­
dable o desagradable, si la carta compañera del 28 es el palo de bastos.
Día de Sabbat.
La Duda.
La Reformación.
El Sábado.
Taro número 30
(Seis de Bastos)

Las Cavernas.
Los Montes.
La Asamblea.
El Viernes.
Significación y acepciones de esta carta

Al derecho. — Oro, O pulencia. — Lujo, esplendor, abundancia, bie­


nestar, fausto, poderío, riquezas, ostentación, suntuosidad.
Al revés. — P leito, P roceso. — Incomodidades, inquietud, embro­
llos, asuntos contenciosos, molestias, perjuicios, litigios, contrariedades.
Carta importantísima y que desempeña el papel principal en asuntos
de •dinero efectivo, es decir, contante y sonante. Además, constituía el
oráculo de todas las personas que jugaban en otros tiempos a la lotería,
y lo es hoy para los que hacen jugadas de Bolsa o tienen obligaciones
que se amortizan por sorteo. A todos éstos les anuncia un gran éxito si
el núm. 31 se halla al lado o muy próximo al núm. 32 al revés, pero si
en lugaT de esta última carta saliera la núm. 38, el oráculo predice al con­
sultante, desde luego, que no debe esperar ningún beneficio y sí engaños.
Si el consultante ha podido escapar de los lazos que le tendían pro­
bablemente enemigos ocultos bajo la máscara de amigos, acompañada la
carta que nos ocupa del nüm. 59 (cinco de espadas) al revés, le previene
que le preparan nuevas emboscadas, y que probablemente será robado
Significación y acepciones de esta carta

Al derecho. •— B uena sociedad, amistad. — Sociedad, asociación


comercial, financiera o industrial, comandita, confederación, grupo, socie­
dad secreta, iglesia, armada, ejército, colectividad de intereses.
Al revés. — P rosperidad, P erseverancia. — Desarrollo de fortuna,
promociones, éxitos, embellecimiento, encumbramiento, elevación, aumento
de bienes.
He aquí ciertamente una de las cartas más amables y más galantes
de toda la baraja. En cualesquiera forma se presente, sea al derecho, sea
al reves, pronostica al consultante ya la fortuna bajo diversas formas, ya
diversiones recreativas (soirées, reuniones de buena sociedad, etc.), ya en
sociedad con amigos, cuyo número aumentara.
Esta carta es siempre favorable, excepto cuando se presenta al lado
de la núm. 4, en cuyo caso pronostica un despojo, y previene al consul­
tante que debe desconfiar de las sociedades en donde se juega; pero en
las demás ocasiones predice al consultante alabanzas, obsequios, admira­
ciones. Esto no obstante, bueno será que dicho consultante tenga presente
La Salamandra.
La Luz Astral
El Verbo Divino.
El Martes
Significación y acepciones de esta carta

Al derecho. — (Pesadumbre, P ena. — Cansancio, fatiga, dolor, aflic­


ción, aburrimiento, malestar, disgusto, tristeza.
Al revés. — S orpresa, E moción. — Engaño, abuso de confianza,
emoción imprevista, terror, suceso inesperado, admiración, fenómeno,
milagro, maravilla, miedo.
Esta carta, entre sus varios significados, anuncia al consultante que
una persona a quien ya no aprecia, sino a quien quiere verdaderamente,
estará expuesta a grandes peligros en un viaje que emprenderá o ha em­
prendido ya. Escapará esa persona de ios peligros que la amenazan si el
Taro núm. 34 ha salido al lado de otro de significación favorable en
absoluto.
También pronostica esta carta, cuando sale al derecho, que el con­
sultante es presa de remordimientos por no haber procedido correcta­
mente en asuntos a que estaba íntimamente ligado.
A una señorita le predice pesadumbres, originadas por la conducta
Moisés.
La Igualdad.
Familia.
El Domingo.

Significación y acepciones de esta carta

Al derecho. — D ec a d en cia , C aída . — Cascada, aminoración de bie­


nes, quiebra, ruina, aniquilamiento, postración, falta de salud, tropiezos,
malos pasos.
Al revés. — N a c im ie n t o , F ec u n d a c ió n . — Origen, principio, ma­
nantial, raza, familia, causa primera, germen, embrión, primogénito.
Entre los egipcios el Taro de que vamos a ocuparnos era considerado
como la varita milagrosa de Moisés, y pasaba por ser de un feliz augurio.
¿Por qué en 'la actualidad se ha convertido en una carta que predice des­
dichas, nada más que desdichas? Éste es el misterio, -a menos que se
considere que esa varita mágica fue otorgada a Moisés con el principal
objeto de que llovieran plaga sobre plaga, no contra el pueblo egipcio
solamente, sino contra todos los seres que no fueran israelitas.
Su principal significado es el de que el consultante está en vísperas
de dar una caída, no material en el sentido estricto de la palabra, sino en
su acepción moral. En este sentido, el cartómago debe ceñirse a las in­
dicaciones que brevemente pasamos a anotar. Si el consultante es hombre,
Taro número 36
(Rey de Copas)

El Amor.
El Hechizo.
Venus.
El Dragón Rojo.
Significación y acepciones de esta carta

Al derecho. — M U J E R , E I
r u b i a . — Mujer honrada, prudente,
l d e a l

virtuosa, ingeniosa, sagaz, hacendosa, buena, amante de su casa, carita­


tiva.
Al revés. — Ca s a m ie n t o, Hf e l i z o m . — Mujer de
b r e e n p u e r t a

un rango elevado, perversidad, engaño, vicio, corrupción, costumbres es­


candalosas, mujer perversa.
Esta carta generalmente favorable, sobre todo para las señoras, re­
presenta algunas veces a una mujer que ejerce una profesión equívoca, o,
para que se nos entienda bien, una alcahueta, y muy particularmente
cuando está cerca de los números 17, 26, 38, 43 o 50. En los demás casos
representa una mujer rubia que dispensará favores al consultante cuando
esté muy próxima la carta que la representa y sean favorables los demás
naipes.
Al lado del núm. 47 (tres de oopas) predice a la consultante mujer
uno de los mayores éxitos con que ella pudiera soñar (quizás un matri­
monio con un noble si las cartas más próximas se refieren a matrimonio),
El Camino,
Ormuz
La Lucha Eterna.
La Libertad
Taro número 39
(Sota de Copas)

El Oráculo
de Arcadia.
El Eco Divino!
El Presentimiento.
La Idea.
Taro número 40
(Diez de Copas)

El Erebo»
El Edén.
Adda-Narí.
Noviembre.
DR. MooRNE EL SuPREMO ARTE DE EcHAR LAs CARTAS 171

Cerca del núm. 51 esta carta predice al hombre una alianza de con-
veniencia con una mujer 'Viuda, quien le hará ganar mucho djnero y al
9

ill del núm. 63, al revés, anuncia a una consultante mujer una preñez feliz.
Al revés pronostica al comerciante buenos negocios si es sincero, y
vecina o muy próxima al núm. 57, invita al comerciante a seguir en un
~-·~~
todo los consejos que le dará o que le ha dado ya un amigo o una amiga
sincera.
Taro número 41
~~~t Al revés siempre y cerca del núm. 70, al revés también (ocho de
oros), predice una usura ruinosa.
(Nueve de Copas) ~-""\, En cuanto a los jeroglíficos, el que aparece al derecho estando la car-
la derecha también, representa a un guerrero en el aoto de rendir a un ene-
migo, de donde toma esta carta &u significación militar, y el que aparece
al revés, estando la carta del derecho, representa la acción de ha'blar.
El Éter.
La Serpiente.
Los Elementos.
Diciembre.
Significación y acepciones de esta carta

Al derecho. - VICTORIA, TRIUNFO. - Ganancia, éxito, aparato, fas-


tuo-sidad, pompa, situación en auge, posición elevada.
Al revés. - SINCERIDAD, HoNRADEZ. - Verdad, candor, libertad salu-
dable, agrado, amabilidad, urbanidad, carácter atento, genio bondadoso.
Es una carta excelente, en particular para los militares, y más espe·
cialmente si son jóvenes y ambiciosos, por cuanto les augura victorias,
éxitos y una r-ápida carrera, siempre que sean valientes y sinceros.
No se circunscrilbe, sin embargo, el significado de esta carta, aunque
su sentido sea esencialmente militar, a las victorias que se obtienen por
medio de las armas.
Así, pues, a un .literato le anuncia una victoria literaria; a un letrado,
un éxito forense sobre su contrincante; a una mujer que se ve semiaban·
donada por su amante, un triunfo sobre éste; a un banquero o agente
de Bolsa, una viotoria bursátil. Cumple, pues, al cartómago, desentrañar
todo esto y buscar en las cartas más cercanas cuándo y hasta de qué modo
se realizará esa victoria, y si ésta sufrirá o no un retardo,
Taro número 42
(Ocho de Copas)
Quílón
(Sabio de Grecia)

La Riqueza.
El Sentimiento,
Significación y acepciones de esta carta

Al derecho. — Lo pasado, R ecuerdos. — Tiempo pasado, debilidad,


marchito, descolorido, vejez, decrepitud, antigüedad.
Al revés. — Lo porvenir, La Vida. — Lo que habrá de suceder, luego,
más tarde, previsión, ulterioridad, después, más adelante, tiempo venidero.
El Taro núm. 44 es una carta que se presta mucho para dar pábulo
a la imaginación, a la fantasía y al ensueño.
¿Qué es lo que representa? Al derecho, el pasado y los recuerdos
que éste trae consigo; al revés, el porvenir o la posteridad. ¡Ahí es
n a d a !.,. ¡Por una parte, el pasado! ¡,Por la otra, el porvenir!... Henos,
pues, en presencia de una carta de significación tan vaga y tan abstrusa
como la anterior. Son, pues, las cartas más próximas las que habrán de
aclarar el sentido de la que nos ocupa. ¿En qué forma? Veámosüo por
medio de algún ejemplo. Supongamos que al lado del núm. 44, de que
estamos tratando, sale el núm. 35; pues bien, está carta recuerda al con­
sultante una falta pasada, de la que debe avergonzarse, y si a estas dos
cartas se agrega la núm. 19, el pronóstico se agrava, pues las consecuen-
Taro número 45
(Cinco de Copas)

Tales de Mileto.
(Sabio de Grecia)

El Peligro.
La Providencia.
Cleóbulo
(Sabio de Grecia)

Lo inconcebible.
La Maldad
182 Dr. M oorne E l S upremo A rte de E char las Cartas 183

|i7DmrlioÉXITOmffiCOflOSl SnitR ÉISSITl | a u n b .a n q u ero>. “ u n a ' V ? * * 6* a ” “ d n e r 0 ' P ° r “ P la ‘ ° (,e s “


—s,r | s i ipiiÍmí'ÍII invención, y asi sucesivamente.
A una señora le predice un éxito con motivo de acciones laudables
y si el juego se hace para un militar, le augura el aprecio y la distinción
de sus jefes. A una señorita le anuncia un éxito amoroso, pudiendo de-
*—^ cirse, en tesis general, que esta carta concurre a modificar el sentido

[i
f r ___
t l) 1 mí©
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Wj}j i
desfavorable de las carias vecinas.
Cerca del núm. 7 al revés, pronostica el completo éxito de los pen*
T íirO n ú m e r o 47 R Jv t samientos y de las ideas que embargan al consultante desde hace tiempo,
jfj P debido a la protección de una segunda persona.
(Tres de Copas) ¿a U Al revés, esta carta anuncia la conclusión de negocios que estaban
——— ^ M H 6§¡|l I muy embrollados; al enfermo, un alivio en su enfermedad, y al que pa­
ís----------- "xf 'w | decía moralmente, el término de sus penas y pesares.
rt . , * Q í A 1 El jeroglífico que aparece recto estando la carta también recta, repJe-
I. enanaro. senta la acción de dar gracias a los elementos, firmados por los signos,
(Sabio de Grecia) (^) que componen la materialidad de la vida. El que está al revés cuando la
carta aparece al derecho, de la escritura ideológica de que está formado
L íl Perfección /\ l i d l se deduce que el ser, con vista perspicaz, puede marchar de modo expedito
por el caprino de la vida.
Saturno [831^

Significación y acepciones de esta carta

A l derecho. — Éxito en negocios, El Hado. — É$i$í>-seguro, mar­


cha favorable, dicha descubierta, curación, alivio, perfeccionamiento, me­
joría de situación.
A l revés. — N egocios en marcha, La S uerte. — Expedición de ne­
gocios, despachos, trato concluido, término feliz de un asunto, acierto, suerte
en negocios y en amores, alivio, curación.
E! Taro núm. 47 interesa particularmente a los autores y a 'los artistas
dramáticos, sin que esto sea óbice para que las demás personas que no
lo sean, se vean lisonjeadas por éxitos de otra clase que deberán obtener
y que obtendrán, salvo la proximidad de cartas desfavorables, en plazo
más o menos breve.
En efecto, al lado del núm. 2„(Osiris), anuncia para el consultante
—si es autor o actor dramático— un éxito en un teatro (y si no lo es, que
lo obtendrá una persona a quien aprecia mucho); a un ingeniero, en un
proyecto de que es autor; a un novelista, por una obra que ha escrito;
184 D r . M oorne E l S upremo A rte de E char las Cartas 135

le predice que sus proyectos


— -vp , ' -T-!—jjj---— | - ■! > los negocios que tiene entre manos se realizaran; pero al lado ríe la
* P^/i3 núm. 54 eg,.de temer que una solicitación de matrimonio, sea mal acogida
cjjfo * porcia familia de la novia o del novio.
A_ una señora le predice, si está cerca del núm. 4.1*.que.llamará mucho
^3 Ia atención; y si está al lado,.dd.-iiúaL--6JL una decepción -compleja. ^A1
Y rT-J| j lado del núm. 53 (sota de espadas!, pronostica al consultante hombre,.
\\ 81 1 tJÍw fl que 1® espía una mujer con quien tiene o con quien ha tenido relaciones.
'J '/ j j .q 1TT[(?S*0 4 8 ^ M Esta carta al reves y cerca del num. .65*. sinmcia deseos de robar, de

(Dos de Copas) mi '


* i
kl despojar a alguien de lo que es suyo; próxima al núm. 65. igualmente
del revés, pronostica al consultante un próximo duelo ..por una mujer

f ' ^ 11^- ^ jeroglífico representa ardores de todo género y aspiraciones sin

(Sabio de Grecia)

Minerva. £) *
El Cariño. msgq | msaT^a ¡y

Significación y acepciones dej esta carta

Al derecho. — A mor apasionado, A tracción Universal. — Amor,


simpatía, afinidad, inclinación, ternura, pasión, amistad, igualdad de gus­
tos, galantería, dulce unión.
Al revés. — D eseos, La Codicia. — Afán, ardor, envidia, celos, ape­
tito carnal, pasión insaciable, carácter dominante, egoísmo, altanería.
Esta carta es en extremo favorable para los asuntos en que sólo
intervienen el corazón y el amor a la gloria y a las dignidades, de donde
se deduce que predice correspondencia en amores al que lo desea, fortuna
al que aspira a ella y honores y dignidades al que los desea ardiente­
mente. ¿Se realizarán más pronto o más tarde esos deseos y esas aspira­
ciones? Aun lográndose, ¿sufrirá un retardo el consultante? ¿Por qué
medios llegará a ello? Todo, todo esto es lo que debe examinarse con
cuidado en las modificaciones que determinan las cartas más próximas y
en las rectificaciones que deben hacerse posteriormente, a fin de que quede
bien aclarado el sentido de esta carta. Como ejemplos podemos establecer
los siguientes: Al consultante hombre la proximidad de la carta que nos
186 D r . M oorne E l S upremo A rte de E char las Cartas 187

49 Der?cWdVHClALAMESA) Droií SOLOMW&laLOl] t So" ’ reIaüvam eníe al significado de ju stic ia y m esa, sum am ente abs-
r.. . . ^ \ ■ >■ „*[ trusos los agüeros, p o r lo cual lo s buenos cartom agos deben buscar con

f
^ empeño en las cartas vecinas las aclaraciones que son necesarias para la

buena interpretación del significado de esta carta. Desde luego, podemos


indicar que al lado de la número 16 indica pleito ganado, y perdido si
€n de f3 núm. 16 saliera la núm. 19. Próxima al púm. ,18 el con*
j ' sultante perderá un pleito o un proceso por infidencias y mal¿§. artes .de

Taro número 49 ¿ E P (l\ i I ^ revés y al Iado^de Ja_núm. 31 al, revea, .anuncia al consultante
r P 'F \Á A k 01116 en^ eve len^rá.un sueño que le pondrá al corriente de su porvenir.
(As de Copas) Q j vyjS' W También esta carta, cuando sale aljevés, p re s tía cambios inesperados de
_____ Jjy J I negocios, de situación extraordinaria. Si estos cambios o mudanzas son o
■" s ■ yy^V v no favorables al consultante, lo dirán las cartas más próximas,
n </ ° 1 íEfcnciBP El jeroglífico indica la veneración a la ley, cuyos atributos se ven en
la payte inferior del mismo.i
(Sabio de Grecia)

La Metempsícosis. o

La Voluntad. | oigKVi^n^

Significación y acepciones de esta carta

Al derecho. — La J usticia o L a Ley, La Mesa. — Convite, festín,


invitación" anfitrión,liotéíTrestaurante, tabla de la ley, sagradas escrituras,
índice o tabla de materias, escritura o documento legal.
Al revés. — Cambio, O l v id o . — Metamorfosis, mutación, vicisitud,
permuta, movilidad,"transacción, revolución, traducción, interpretación.
El sentido principal y lógico de esta carta es la 'ley o la voluntad
inflexible. No tiene, bien mirado, otra significación más o menos determi­
nada; pero, en cambio, confirma de una manera absoluta los_presagios
que anuncien las cartas que Jiayan salido a su alrededor.
Asimismo, según algunos maestros en cartomancia, es la carta desti­
nada a los placeres gastronómicos, a los festines, a los banquetes; en una
palabra, a todo cuañfcTse refiere a comer y a comer bien.
Al lado deL-núm. 31 -el núm. 49 predice, al consultante.Loeibre* que
recibirá en el mqmentn_dc_JULna_.coniida noticias agradables de una myjer
rubia. A^ una señorita le pronostica, cuando la carta que nos ocupa está
seguida del núin. 24, la partida de su futuro.
Taro número 50
(Rey de Espadas)

David
(Padre de Salomón)

La Hidra de Lerna.
El Alma.
Taro número 51
(Reina de Espadas)

Las Gorgonas.
El Grifo.
Tetis.
La Ausencia.
Taro número 52
(Caballo de Espadas)

El Basilisco.
Las Furias
La Guerra.
Desolación
Taro número 53
(Sota de Espadas)

Los Gnomos.
Lamias infernales.
Taro número 54
(Diez de Espadas)

Las penas divinas.


Las Larvas.
Némesis.
Febrero.
Taro número 55
(Nueve de Espadas)

El Ser Supremo.
La Amistad.
El Sino.
Marzo.
Significación y acepciones de esta carta

Al derecho. — H abladurías, C rítica. — Situación delicada, época crí­


tica, momento decisivo, crisis, instante psicológico, examen, análisis, cen­
sura, comprobación, condenación.
Al revés. — I ncidentes, L o R elativo. — Objeción imprevista, aven­
tura, fatalidad, desgracia, síntoma, momento difícil, apuro, supremo instan­
te, situación violenta.
Este Taro es de mal augurio para el consultante desde el momento en
que le anuncia: al derecho, crítica que se hace por su cuenta, y al revés, in­
cidentes que pueden ocurrirle en el trato social.
Para desembrollar el significado vago, indeciso, incierto e indetermi­
nado de este Taro, se hace necesario que el cartómago estudie el significado
preciso de las cartas que rodean a la que nos ocupa. ¿Quién critica al con­
sultante? ¿Cuáles son los motivos de la crítica? ¿Qué incidentes van a ocu­
rrirle o le ocurren en aquel momento preciso en que se le hace el juego?
¿Esos incidentes le han ocurrido, le ocurren o le ocurrirán? Todo esto es
preciso desentrañarlo y puede desentrañarse por medio de la baraja.
Taro número 57
(Siete de Espadas)

Orchus.
(El azote de Egipto)

El Suspiro.
La Palabra Divina.
Nabopolasar.
(Rey de Nínive)

La Envidia*
La Admiración*
Taro número 59
(Cinco de Espadas)
Taro número 60
(Cuatro de Espadas)
Taro número 61
(Tres de Espadas)
Significación y acepciones de esta carta

Al derecho. — Amistad, Afecto . — Benevolencia, simpatía, afinidad,


afección, intimidad, correspondencia, conformidad.
Al revés. — F alsedad, Mentira. — Deslealtad, superchería, falso ami-
go, engañador, embustero, farsante, canalla, truhanería, rufián.
No son tampoco muchos los significados gráficos que promete o que
revela esta carta por sí misma; pero, al fin y ai cabo, es un número acep­
table, por cuanto, sin ser mala su significación, al derecho es símbolo de
la amistad, en tanto que cuando sale al revés, pronostica o indica lo contra­
rio. Es, por consiguiente, una carta en la cual puede el cartómago que ten­
ga perspicacia suficiente para abarcar al primer golpe de vista el conjunto
de cartas que la rodean y sus genuinas y principales acepciones, lucir gala­
namente su habilidad y su maestría. Esto sentado, penetremos en detalles.
En su sentido más amplio, promete a los pretendientes la protección de
personas in flu y e n te s y amistades. ¿Serán o no ventajosas esas amistades? Las
cartas próximas ofrecerán el significado preciso.
Por lo pronto a una señora le anuncia muy agradables obsequios de
Taro número 63
(As de Espadas)

Sardanápalo.
(Rey de Babilonia)

La Lujuria.
La Extensión.
Taro número 64
(Rey de Oros)
Taro número 65
(Reina de Oros)
Significación y acepciones de esta carta.

Al derecho. — P rovecho, U tilidad. — Beneficio, ventaja, interés,


obligación, favor, protección, lucro, obsequio, descubrimiento ventajoso.
Al revés. — I nacción, F uego. — Inquietud, inercia, tranquilidad, pla­
cidez, descorazonamiento, desanimación, desmayo.
Ved aquí también otra carta que tampoco tiene significación precisa,
absoluta, concreta, por lo cual el cartómago se verá una vez más en la preci­
sión de buscar las aclaraciones necesarias entre las cartas más próximas.
Esto no obstante, ha sido creencia general entre los doctores en cartomancia,
que el consultante a quien le sale esta carta al principio de su juego, está
llamado a realizar importantes descubrimientos de verdadera utilidad, tan­
to para él como para la humanidad en general. No en balde esta carta es el
símbolo de Joseph, el interpretador del sueño de uno de los Faraones.
A una señora esta carta le predice que recibirá de su marido obsequios
que le serán muy útiles; pero para esto es necesario que vaya seguida del
número 71, y ésta vaya a su vez seguida del núm. 74.
A una señorita le predice que muy en breve logrará llamar la atención
Significación y acepciones de esta carta

Al derecho. J oven, M ozo moreno, P ropósito. — Saber, aplicación,


trabajo, estudio escolar, discípulo, aprendiz, joven estudioso, joven aplicado.
Al revés. P rodigalidad, La. multitud. — Disipación, lujo aparatoso,
suntuosidad, superfluidad, liberalidad, multitud, pillaje, despilfarro.
A un hombre casado esta carta le advierte que un joven moreno, guapo
y elegante se entretiene en hacer la corte a su mujer, quien sin hacerle caso,
por el momento vive muy prevenida, aunque orgullosa; pero si al lado del
número 67 saliere el núm. 64, la señora tendrá que defenderse contra la
violenta pasión que le inspira a ese joven moreno, quien a todo trance quie­
re poseerla. Sin embargo, saldrá victoriosa de esa lucha si junto a esa com­
binación de cartas aparecen otras favorables para la virtud de la esposa del
consultante.
Al lado del num. 73 (cinco de oros) al revés, predice al consultante
que debe temer alguna infidelidad de su amada.
Cuando se hace el juego para una señora, y con la carta que nos ocupa
sale el num. 74 (cuatro de oros) al reves, le pronostica que la hará sufrir
Taro número 68
(Diez de Oros)

El Hambre.
La Actividad.
La Arquitectura.
Mayo.
Taro número 69
(Nueve de Oros)

El Efecto
y la Causa,
La Rebeldía.
La Fe
Junio.
Las Batallas.
El Camaleón.
El Enigma.
Julio.
Significación y acepciones de esta cartee

Al derecho. — D inero, A precio. — Capital, especies, moneda, objetos


de plata u oro, candor, ingenuidad, luna, espejo, purificación, pureza.
Al revés. — I nquietud, T emor. — Ansiedad, angustia, pena, aflicción,
cuidado, falta de tranquilidad, agitación, sufrimiento.
Cuando esta carta llega la primera en el juego que se hace para el con­
sultante, el núm. 71, si está cerca o al lado del núm. 18 o del núm. 76, le
predice que se halla a punto de sufrir una pérdida de dinero de bastante
importancia.
A una joven soltera, el mismo número, colocado en la misma forma,
le anuncia que la persona con quien piensa contraer matrimonio no posee
una fortuna, ni cuantiosa ni saneada.
Cerca de los números 20, 31 o 45, predice ingresos extraordinarios,
procedentes, bien de una ganancia por un negocio, bien por premio de lo­
tería o bien por una herencia.
A una señorita que está en vísperas de casarse le predice, si las cartas
que rodean son favorables, y especialmente si se halla próxima la núm. 20,
Significación y acepciones de esta carta

Al derecho. — Lo P resente, La hora. — Actualidad, contemporáneo,


sesión permanente, de repente, hoy, ahora, en este instante, el suceso del
día.
Al revés. — A mbición, C elos. — Deseo, aspiración, afán de subir,
de medrar, deseos de riqueza, sueños de gloria.
Esta carta no ha sido ciertamente hecha para alimentar las ilusiones
del consultante, por cuanto, en su sentido más estricto y absoluto, significa
que no debe ni puede contar más que con el presente. Difícil revelación,
tanto para el cartómago, como para el consultante, pues si ella, dicha a
boca de jarro, sentaría cual una ducha a este último, al primero no le sienta
mejor desde el momento en que tiene que valerse de circunloquios y rodeos
para dorar la píldora a su oyente, a fin de que la vaya tragando poco a
poco. Pero entremos en materia.
Al lado del núm. 76 predice, sin embargo, dificultades que podrá ven­
cer el consultante con mayor o menor trabajo y más o menos pronto, acla-
Heber.
(Nieto de Sem)

La Discordia.
Taro número 74
(Cuatro de Oros)

Javán.
(Hijo de Jafet)

La Humildad.
El Dogma.
Taro número 75
(Tres de Oros)

Gomer.
(Hijo de Jafet)

El Gallo.
La Consideración.
La Atención.
Significación y acepciones de esta caria

Al derecho. — Obstáculos, E mbarazo. — Dificultad, obstáculo, tur­


bación, emoción, impedimento, inquietud, agitación, perplejidad.
Al revés. — Carta, Documentos. — Escritura, escrito, documento,
sentencia, libro, composición, alfabeto, billete, pagaré, letra de cambio.
El principal significado de esta carta es el de turbación, agitación,
emoción, y a él deben atenerse los cartómagos para descifrar el oráculo.
Al sa'lir esta carta indica desde luego que el consultante está turbado, emo­
cionado, por lo cual hay que buscar los motivos que causan esa emoción,
esa turbación; esas causas pueden ser reales o imaginarias. Deben, por
tanto, buscarse las explicaciones para que el consultante sepa a qué ate­
nerse y le consuelen, o por lo menos le dejen entrever la esperanza de que
pronto saldrá de esa situación.
Al lado defl núm. 16, predice el fallo favorable en un proceso o pleito
que se sigue al consultante o a su instancia.
Al lado del núm. 64, advierte a una señora que el motivo de sus tur­
baciones lo constituye un hombre moreno; ese hombre la engañará si está
Significación y acepciones de esta carta

Al derecho. — D icha , P oder. — Felicidad, alegría completa, gran


contento, color dorado, éxtasis, medicina perfecta, regocijo grande, gozo
extremado.
Al revés. — F ortuna, R iqueza. — Bolsa de dinero, capital, suma, te­
soro, opulencia, precioso, querido, renta grande, rara fortuna, riqueza ex­
tremada, fabulosa, inconmensurable.
Ésta es la carta más favorable de todas cuantas constituyen la baraja,
y es un signo brillante de dicha, de felicidad, de bienestar y de (honor.
Cuando los egipcios veían aparecer esta carta en su juego, se detenían en
ese mismo instante y no pedían más explicaciones al oráculo. ¿A qué seguir
manejando <efl libro de los oráculos, cuando ya el núm. 77 les anunciaba
la felicidad y todo cuanto ésta trae consigo? ¿A qué más podían aspirar
aquellas gentes sencillas? Nosotros tenemos mayores aspiraciones y quere­
mos que esta carta, por favorable que sea, nos dé mayores detalles, y, en
«ss concepto, antes de penetrar en otros detalles, diremos que el as de oros
Significación y acepciones de esta carta

Al derecho. — Cabeza ligera, Entusiasmo. — Locura, enajenación


mental, desequilibrio, transporte, delirio, ceguedad, frenesí, genio, imagi­
nación.
Al revés. — I neptitud, La N ada. — Imbecilidad, incapacidad, idio­
tismo, nulidad, inutilidad, falta de sentido, sin iniciativa, estulticia, maja­
dería, torpeza, bobería.
De cualquier modo, en cualquier forma que se presente en el juego,
hágase éste para una señora o para un caballero, el Taro núm. 78 indica,
no precisamente la locura, en su sentido más preciso, o sea la enajenación
mental, sino el desequilibrio, el desconcierto, el desorden; en una palabra,
alguna acción contraria al buen sentido y a la razón.
Sin embargo, es necesario que fijemos bien los significados y acepcio­
nes que pueden establecerse cuando aparece al derecho y cuando sale del
revé*.
Al derecho paroce anunciar una locura, un desequilibrio, más nobles, y
Primer Juego
(Véase página 52)
Tercer Juego
(Véase página 55)
Cuarto Juego
Pag.
Capítulo I —. Introducción necesaria en el arte de la cartomancia 5
Capítulo II —>Advertencias a los cartómagos ................................ 11
Capítulo III — Origen de la cartomancia ........................................... 14
Capítulo IV — Cartomancia francesa. Su h isto ria ............................ 18
Capítulo V — Diversos métodos de echar las c a rta s ..... 21
Capítulo VI —•Sistema bohemio o g ita n o ......................... 35
Capítulo VII — El sistema de Mlle. Lenormand ............................ 44
Capítulo VIII — La baraja española.................................... 46
Capítulo — Significación del conjunto de cartas . . , .................. 43
Capítulo X —*Cartas que representan distintas significaciones . . . 50
Capítulo XI —. Ejemplos prácticos para la lectura delas cartas .. 52
Capítulo XII —-Consultas sobre los resultados de un.asunto deter­
minado .................. .. 63
Capítulo XIII —>La baraja egipcia de 78 naipes y significado de
cada carta aisladamente, con las modificaciones
que puede s u frir.......................................................... 68
Capítulo XIV —' Representación emblemática de los taros .............. 71
SE TERMINÓ
DE IM PR IM IR EN LOS
T a l l e r e s G r á f i c o s LUMEN
n o se d a y c ía .
CALLE TUCUMÁN 2926
t . e. 87 - 6646/0647
BUENOS AIRES
REPÚBLICA ARGENTINA
EN EL MES DE
AGOSTO
DE M IL NOVECIENTOS
SESENTA Y CUATRO
Viene de
Viene de la
la solapa
solapa 1l
cios y caldeos. En este libro que
jerog-líficos, se
consta de 78 jeroglíficos,
hallan los fundamentos de de estu-
estu­
dios posteriores relativos al
tema, y se basan mu,chos de de los
actuales conocimientos de de car-
car­
tomancia .
Son infinitas las posibilida-
posibilida­
des de esta ciencia, pero aún
mayores son sus realizaciones.
El
E l futuro se devela, todo en la
apariencia insondable, profun-
profun­
didad de lo pbl"venir
porvenir entrega
sus secretos a la habi.Jidad
habilidad de
Esta obra con-
un cartómago. Esta con­
tiene todo lo que de más tras- tras­
cendencia se conoce con respecto
al arte de echar las cartas. En En
ella se habla de sus orígenes y
de su desenvolvimiento a través
de las diferentes civilizaciones,
que enriquecieron su acervo
con los aportes más valiosos. Se
tipO<S de
describen los distintos tipos
cartas y también se ofrecen las
técnicas más depuradas para
servirse de ellas con eficacia.
Además, este volumen se halla
ilustrado con profusión de mag­mag-
faci.Jitan
níficos grabados que facilitan
la total comprensión de los lec­ lec- ·
tores.
t ares.
La
La cartomancia, ciencia pro­ pro-
funda y magnífica, halla en este
trabajo su expresión más lo­ lo-
grada.

Pedidos a:
EDITORIAL
ED CAYMI
ITO RIAL CAYMI
15 de Noviembre 1149. Buenos Aires

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