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FACULTAD DE HUMANIDADES
CARRERA
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN: INSTRUCTOR DE ARTE
CIEGO DE ÁVILA
2014
“Año 56 de la Revolución”
INTRODUCCIÓN
Nuestra Revolución trajo consigo múltiples cambios y transformaciones, dentro
de ellos está la formación de profesionales de la educación capaces de
enfrentar el desarrollo del mundo actual para solucionar los problemas sociales,
ambientales, estéticos, artísticos y culturales existentes. Su labor y el
perfeccionamiento de su labor se han convertido en un reto para nuestra
educación.
Preguntas científicas:
1. ¿Qué fundamentos teórico-metodológicos sustentan el tratamiento de la
obra martiana en el proceso enseñanza-aprendizaje de apreciación y creación
de teatro en onceno grado?
2. ¿Cual es el estado de los conocimientos sobre la obra martiana que poseen
los estudiantes de onceno grado del IPVCE Cándido González Morales?
3. ¿Qué características tiene el sistema de actividades para contribuir al
tratamiento de la obra martiana en el proceso enseñanza-aprendizaje de
apreciación y creación de teatro en onceno grado del IPVCE Cándido González
Morales?
4. ¿Que efectividad tiene el sistema de actividades para contribuir al
tratamiento de la obra martiana en el proceso enseñanza-aprendizaje de
apreciación y creación de teatro en onceno grado del IPVCE Cándido González
Morales?
Tareas de Investigación:
1. Determinación de los fundamentos teórico-metodológicos que sustentan el
tratamiento de la obra martiana en el proceso enseñanza-aprendizaje de
apreciación y creación de teatro en onceno grado.
2. Diagnóstico del estado de los conocimientos sobre la obra martiana que
poseen los estudiantes de onceno grado del IPVCE Cándido González
Morales.
3. Elaboración del sistema de actividades para contribuir al tratamiento de la
obra martiana en el proceso enseñanza-aprendizaje de apreciación y creación
de teatro en onceno grado del IPVCE Cándido González Morales.
4. Evaluación de la efectividad del sistema de actividades en la práctica
pedagógica.
El instructor de arte es un docente que está ubicado en las escuelas, por tanto
tiene que actuar en correspondencia con las normas que la rigen y el PEA es
la vía metodológica por excelencia para trasmitir conocimientos, en el caso de
ellos, los conocimientos están en correspondencia con las manifestaciones
artísticas que imparten: la música, la danza, el teatro y las artes plásticas.
Muchos han sido los científicos que a lo largo de la historia han hablado acerca
de la obra artística y literaria de José Martí, de sus concepciones éticas,
estéticas, sociales y políticas, pero pocos se han adentrado en sus
concepciones en relación con la música, la danza, el teatro y las artes
plásticas, no se encuentra la obra de ningún autor que las haya agrupado o
analizado específicamente, y mucho menos con fines educativos.
De esta manera las funciones del instructor de arte pueden definirse como
educadores en el sentido amplio de la palabra al trabajar en la socialización de
grupos humanos, en la divulgación de las distintas manifestaciones artísticas y
en la preparación o entrenamiento de los grupos sociales con los que trabaja.
Es un educador profesional del arte, cuyo contenido está claramente delimitado
por las circunstancias de que actúa como agente socializador con calificación
para ello y se le exige y evalúa tanto profesional como socialmente por los
logros que alcanza. Para el instructor de arte la instrucción y la educación están
muy unidas.
Si se tiene en cuenta cuáles son las funciones y los objetivos de trabajo del
instructor de arte, las que están muy bien determinadas por el Dr. Fidel Castro
Ruz en los discursos en ocasión de la primera y segunda graduación, entonces
habrá, lógicamente, que prepararlos integralmente para que puedan ejercer su
labor de agentes de cambios, y es la obra martiana en su concepción sobre la
música, la danza, el teatro y las artes plásticas la que ofrece esa amplia gama
de conocimientos.
Tal como señalara Cintio Vitier en reunión del Comité Nacional de la Sociedad
Cultural José Martí: “Una Sociedad Cultural que se inspira en la vida y la
obra de José Martí, está naturalmente llamada a proponer en Cuba y fuera
de Cuba un modelo de cultura tan verdaderamente integral como el que
personalmente sustentó nuestro Apóstol, …” (C. Vitier, 2001: 22) Así
también tienen que pensar y actuar los instructores de arte pues el contacto
con la obra martiana propicia una formación integral, armónica y multifacética
que debe ser trasmitida de generación en generación. Así se formarán
patriotas que estarán identificados con los destinos de su Patria.
Para tener una concepción acertada sobre lo antes planteado los instructores
de arte deben estudiar a Martí desde él mismo, -“ a partir de Martí, de su
ejemplo de hombre íntegro, de su acción revolucionaria, de su visión de
la realidad de Cuba, de América y del mundo, de su profundo
pensamiento humanista, de su poesía, de su ética y de todo su rico
legado cultural y político- a desplegar una intensa labor para educar y
cultivar conciencias y para enriquecer la vida espiritual de la sociedad
cubana; dar a conocer la historia de Cuba íntegra y cabalmente; estudiar
e interpretar el pensamiento y la cultura cubana, sin omisiones y vicios;
profundizar y difundir el ideario revolucionario de las distintas
generaciones de cubanos, manteniendo vivos y en alto los sentimientos
de patriotismo, dignidad, justicia y solidaridad humanas como hilo
conductor.” (A. Hart, l991: 55).
Si Martí fue un creador y los instructores de arte tienen dentro de sus objetivos
de trabajo enseñar a crear, según las características de cada enseñanza, es
necesario que posean una preparación que les permita enfrentar esta
exigencia, pues como expresó Fidel “son ustedes los fieles seguidores del
más grande de los educadores cubanos, José Martí” (F. Castro, 2004: 304).
Por tanto las concepciones martianas son necesarias e insustituibles para la
formación integral del instructor de arte que trabaja en estos tiempos de
transformaciones, desafíos y enfrentamientos de ideas, por lo que apropiarse
de estas en relación con sus especialidades los impregnará de conocimientos
sabios y necesarios en su labor de promotores de la cultura y el arte.
Con relación al teatro, José Martí fue un profundo conocedor, visitó escenarios
donde se realizaban presentaciones de esta manifestación artística en España,
Francia, México y en cada obra supo valorar críticamente las actuaciones,
temas, personajes y pasiones que rodaban por las tablas. En una oportunidad,
invitado a visitar un teatro francés, realizó el siguiente comentario sobre la obra
dramática “Luchas de honra y amor”, de José Peón Contreras: “Esta forma de
la obra dramática que los franceses realizan y que no han alcanzado aún
los españoles, es lo que aquellos llaman drama, y en habla castiza se
llama sencillamente comedia, entendiendo por teatro cómico, no el que
rechaza el buen gusto, sino el que concienzudamente observa y en forma
literaria copia los caracteres de la época en que se escribe, colocando a
estos caracteres de manera que demuestren un pensamiento real y
actual. La comedia es la obra de accidente y de enseñanza humana, como
el drama es la obra esencial que revela y prepara lo divino; aquella es de
una época, y el drama es de todas. El drama es lo bello constante, y la
comedia es lo verdadero accidental… Nuestro teatro se ha de escribir en
una lengua digna, por la majestad y sencillez del sacrificio que en él va a
perpetuarse”. (J. Martí, 1876:435).
Son admirables las definiciones de drama y comedia que realiza José Martí en
la descripción anterior y que muy bien puede servir para que los instructores de
arte conozcan tanto la obra como sus acotaciones. Enseña que esta
manifestación artística es majestuosa y no necesita de rebuscamientos, debe
caracterizarse por su sencillez para que sea asimilada por todos, pero que a la
vez requiere de mucho sacrificio para lograr una buena interpretación. Con
estas enseñanzas deben encaminar su labor los instructores de arte, seguir
muy de cerca el riquísimo legado martiano, que en toda obra tiene un mensaje.