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Las razones de un malestar

Juan Luis Uría Serrano


EL PAÍS - 19-05-2006

Ante la huelga convocada por la práctica totalidad de las organizaciones sindicales para los
próximos días, queremos presentar al consejero de Sanidad nuestras reflexiones como
Asociación para la Defensa de la Salud Pública.
Los sindicatos ELA, SATSE y ESK han llamado a la huelga en Osakidetza los días 19, 22, 26 y
29 de este mes de mayo. LAB y CC OO, hacen también su convocatoria para el mismo día 19.
Un llamamiento tan amplio parece que debe responder a un malestar generalizado y
compartido por amplios sectores, lo que ya debe ser, a nuestro entender, motivo de reflexión.
Quizá conviniera analizar las razones que han conducido a que la desacertada división sindical
de finales del pasado año ahora se haya revertido, al menos en la convocatoria del día 19.
Efectivamente, el sindicato UGT no la apoya, pero, según sus comunicados públicos, no porque
no vea razones para la huelga.
Y es que hay razones para el malestar. ELA no se equivoca, señor consejero, y CC OO
tampoco, cuando afirman que el Gobierno vasco esta invirtiendo en Sanidad, al menos en los
últimos 15 años, menos que el promedio de lo que invierten los 15 países de nuestro entorno
"homologables a nuestro nivel de riqueza", pertenecientes a la Unión Europea, lo que
llamamos UE-15. Lógicamente, estas comparaciones se deben realizar antes de la ampliación
de la UE a 25 países.
Tiene usted razón cuando afirma que los profesionales y trabajadores de Osakidetza ganamos
más, en los mismos puestos de trabajo, que nuestros homólogos en la mayoría de las
comunidades autónomas. Así mismo, es cierto que no en todos los centros sanitarios trabajan
35 horas a la semana, como nosotros. También es cierto que el gasto sanitario en Osakidetza
ha aumentado cada año desde 1994 y que el gasto sanitario por persona es en Euskadi de los
más altos en el ámbito del Estado español.
De igual manera es comprobable el reconocimiento de los ciudadanos y ciudadanas vascas a la
calidad de los servicios prestados por los profesionales de Osakidetza, sobre todo por lo que se
refiere a los centros de salud, los pediatras y médicos de cabecera, los profesionales de
enfermería y personal auxiliar de la Atención Primaria de salud. Globalmente, la satisfacción
con los servicios profesionales prestados parece ser alta.
Sin embargo, lo que están planteando los sindicatos y muchos profesionales no es eso: es que
el Departamento de Sanidad que usted dirige no está invirtiendo lo "suficiente", lo "necesario",
de acuerdo con el crecimiento económico del país, de Euskadi, medido según el aumento del
PIB que maneja cada año el Gobierno. Y ello está contribuyendo a un deterioro progresivo de
la calidad asistencial y de la satisfacción del personal con los resultados de su trabajo.
En los últimos 15 años, salvando los cuatro más recientes, se ha asistido a algo similar a una
congelación en inversiones, en plantillas y en sueldos -al menos, en el ámbito de Osakidetza-,
y nadie podía esperar que ello no trajera consecuencias. Hay muchos colegas que opinan que
se han dormido ustedes en los laureles, al menos desde mediados de los años 90.
El control de las listas de espera mediante el pago de peonadas de médicos o concertando con
el sector privado la atención a los pacientes, el decreto de desarrollo de la Carrera profesional
para médicos y personal de enfermería, o el reciente decreto de Listas de espera
probablemente no sean suficientes sin modificar profundamente la organización de nuestros
centros de salud, ambulatorios y hospitales, para lograr un mejor funcionamiento y una mayor
satisfacción de los profesionales con el trabajo que hacen.
Los problemas complejos no suelen tener soluciones simples. Creemos que es importante
cambiar el talante negociador por parte de todos -de los dirigentes de Osakidetza y de los
representantes sindicales-, si lo que se quiere es buscar soluciones.
1.- Parece justo exigir el aumento del porcentaje del gasto sanitario del PIB vasco en sanidad,
al menos un aumento del 3% en los próximos presupuestos.
2.- Convendría establecer mejores cauces de participación democrática a todos los niveles en
Osakidetza, lo que permitiría, entre otras cosas, que la comunicación permanente en torno a
los problemas reales evite sorpresas como la que al, parecer, algunos han experimentado ante
la convocatoria de huelga.
3.- Los criterios de falsa eficiencia en las políticas de personal no deben quedar por encima del
funcionamiento adecuado de los servicios y programas, especulando con contratos en precario
o inadecuados con las prestaciones que se exigen.
4.- Las plantillas deberían adecuarse a los objetivos de los centros, servicios, unidades y
programas de actividades asistenciales y/o integrales.
5.- Debería impulsarse decididamente las políticas de salud pública, aumentando la inversión y
la coordinación con el conjunto de Osakidetza.
6.- Es muy conveniente priorizar los objetivos asistenciales y preventivos que marca el Plan de
Salud de Euskadi, aprobado en el Parlamento vasco por unanimidad, de modo que la gestión
de la cosa sanitaria vaya de la mano de la planificación ya consensuada, buscando que gestión
y planificación sean una verdadera pareja de hecho.
7.- Es urgente, también, quitar ruidos al sistema público: identificar áreas de ineficiencia
limpiando el sistema público de salud (Osakidetza) de los que, en su exclusivo beneficio, se
aprovechan de él.
8.- Establecer el contrato de dedicación exclusiva para todos los profesionales de Osakidetza,
sin exigir su cumplimiento real ni vigilarlo adecuadamente, puede ocasionar efectos contrarios
a los pretendidos. Asimismo las subidas de sueldos únicamente a médicos pueden generar
conflictos entre los distintos estamentos, favoreciendo tendencias corporativistas y llegando a
romper valiosos equipos de trabajo.
9.- Priorizar las inversiones, los planes de formación e investigación desde el Departamento de
Sanidad, frenando al mismo tiempo la audaz penetración de las multinacionales farmacéuticas
y de tecnología médica en este campo tan esponsorizado. Priorizar también la calidad de la
organización y docencia en los centros de salud, en la red de centros y servicios de la Atención
Primaria de salud, garantía de un buen funcionamiento del conjunto del sistema, logrando un
Servicio Vasco de Salud más equitativo.
10.- Es fundamental, igualmente, una gestión de la atención especializada en ambulatorios y
hospitales que potencie realmente los procesos de integración y coordinación de sus
actividades asistenciales, evitando su progresivo deterioro.
Juan Luis Uria Serrano, médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, en
nombre de la Junta Directiva de la Asociación para la Defensa de la Salud Pública-Osasun
Publikoaren Aldeko Elkartea. Este artículo ha sido elaborado por 47 médicos y enfermeras de
Osakidetza y del Departamento de Sanidad.

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