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El Barroco fue un período de la historia de la cultura occidental que abarcó el siglo XVII y

principios del XVIII y que se manifestó principalmente en Europa Occidental y en


numerosas colonias latinoamericanas. El término barroco proviene del vocablo de origen
portugués “barroco”, que aludía a las perlas con alguna deformidad (como en castellano el
término barruecas) dándole un sentido peyorativo. El siglo XVII fue una época de gran
depresión económica consecuencia de la prolongada expansión del siglo anterior causada
principalmente por el descubrimiento de América. Las malas cosechas, el aumento del trigo
y los productos básicos, el estancamiento del comercio, generaron pestes y hambrunas; las
guerras provocadas en su mayoría por el enfrentamiento entre católicos y protestantes –
Guerra de los treinta años (1618-1648), aportaron aún más miseria y pobreza a la
población. El poder hegemónico en Europa pasó de la España imperial a la Francia
absolutista que, junto a la Roma Papal, fueron los principales centros de poder político y
religioso, difusores del absolutismo y el contrarreformismo respectivamente además de ser
los principales núcleos de la cultura barroca.

El Barroco nace en Italia a principios del siglo XVII y se extendió a toda Europa. Tras la
Reforma Protestante, la Iglesia católica cayó en una profunda crisis por corrupción en sus
estratos eclesiásticos: necesitaba renovar el mensaje, la obra católica y reclutar fieles. Con
estos objetivos, y para frenar el avance del protestantismo, se celebró el Concilio de Trento
(1545-1563), que sentó las bases del dogma católico creando instrumentos para la
comunicación, expansión, educación y predicación del mensaje católico, sumado a la
consolidación de la figura del Papa. Por otra parte el Barroco fue una época de grandes
adelantos científicos: William Harvey compró la circulación de la sangre, Galileo Galilei
perfeccionó el telescopio, Isaac Newton formuló la teoría de la gravitación, Torricelli
inventó el barómetro, Francis Bacon estableció el método experimental como base de la
investigación científica sentando las bases del empirismo, René Descartes y su “pienso
luego existo”, llevó la filosofía hacia el racionalismo.

La cultura barroca estaba enfocada en la comunicación, de carácter masivo y tenía como


objetivo mantener el orden establecido; cualquier expresión artística debía ser didáctica,
seductora, llegar fácilmente al público y entusiasmarlo con el mensaje que transmitía ya
que éste estaba puesto al servicio del poder político, religioso o de la incipiente burguesía
que eran, en definitiva, los que costeaban la producción de las obras artísticas. El arte se
volvió más artificial, recargado, decorativo y ornamentado, destacándose el uso de la
ilusión, de los efectos ópticos y con un estilo que pone el acento por un lado en la realidad,
el aspecto mundano, cotidiano y efímero de la vida, y por otro en el gusto monumental,
fastuoso y recargado de las obras que traslucían un sentido vital transitorio, relacionado con
el “memento mori”, valor efímero de las riquezas frente a lo inevitable de la muerte. La
cultura barroca era una cultura de la imagen donde confluyeron todas las artes para crear
una obra total que refleje el esplendor del poder dominante Así, por ejemplo, la pintura
barroca comenzó a interesarse en tomar modelos de la vida diaria, temas campesinos o
urbanos de pobres, mendigos, comerciantes o artesanos, fiestas y ambientes folclóricos,
mayor preponderancia al paisaje, al retrato, el bodegón (naturaleza muerta) y la vanitas (
bodegón simbolizado con calavera, velas, esqueletos). Estaba influenciada por dos
tendencias: el naturalismo (caravagismo), que imitaba la realidad natural con toques de
claroscuros (tenebrismo), y el clasicismo que adiciona a la realidad un aire intelectual e
idealizado. El color, los contrastes y la luz juegan un papel primordial. El movimiento, la
expresividad, el dominio del volumen y profundidad de los objetos permitían pintar sujetos
que salían de diferentes perspectivas y se juntaban en el centro del cuadro. Se destacan
Caravaggio, George dela Tour, Diego Velásquez, Peter Rubens. La arquitectura barroca
va unida al urbanismo, con formas dinámicas, decoraciones voluminosas y exuberantes,
curvas cóncavas y convexas con especial juego óptico y excesiva ornamentación de techos,
paredes, puertas, ventanas. Son ejemplos de esa modalidad constructiva en la arquitectura
barroca italiana las iglesias, (fachada de San Pedro del Vaticano) o la fastuosidad francesa
de Luis XIII y Luis XIV, que denotaban el carácter sublime y divino de su monarquía
absoluta (Palacio de Versalles) y el Ayuntamiento y la Plaza Mayor en España. Esta
característica se hizo extensiva a los jardines geométricos con mayor zona de césped y
parterre como los jardines de Versalles. La escultura se distinguió por la tendencia al
movimiento, la naturalidad y la expresividad, ayudados con la iluminación; los desnudos
simétricos con predominio de poses oblicuas y serpentinas ya no buscaban la perfección
griega sino la expresión caprichosa del artista. Prevalecía la temática religiosa y la
mitológica, reflejada en palacios, fuentes y jardines. Se destacaron Bernini, Duquesnoy,
Puget, entre otros. El teatro se desarrolló como género literario y como espectáculo,
incorporando aparatos mecánicos que potenciaban el espectáculo y redefiniendo el
ambiente que, de ser único, pasó a estar separado en sala y escenario comunicados por el
proscenio. Se destacan Moliere, Calderón de la Barca, Lope de Vega, Shakespeare, Juan
Ruiz de Alarcón, Sor Juana Inés de la Cruz. La danza comenzó a ser considerada como un
arte elevado; la música tenía una textura homofónica –melodía y bajo- y se desarrollaron
géneros como la cantata, aria da capo, ópera, sonata. Se destacan Vivaldi, Häendel, Bach,
Purcell, entre otros. La literatura barroca se caracterizó por el escepticismo y el
pesimismo, con una visión de la vida planteada como lucha, sueño, duda, desengaño. Su
estilo era muy adjetivado, alegórico y metafórico. Los principales géneros que se cultivaron
fueron la novela utópica y la poesía bucólica, junto con el teatro. Se destacan diferentes
corrientes: marinismo en Italia, preciosismo en Francia y eufuismo en Inglaterra. Por su
elevado nivel de calidad, la literatura española se convierte en el paradigma de la literatura
barroca: el “Siglo de oro español” describe la realidad desde dos ejes: la transitoriedad de
los fenómenos terrenales donde todo es vanidad (vanitas vanitatum), el recuerdo de la
muerte (memento mori) que hace apreciar la intensidad de la vida (carpe diem). En la lírica
se destacan dos corrientes: el culteranismo (Góngora) con estilo suntuoso y rebuscado, y el
conceptismo (Quevedo) que asociaba palabras e ideas de manera ingeniosa. En prosa
estuvo dominada por la figura de Miguel de Cervantes Saavedra con su gran obra “El
ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”.
TRABAJO PRACTICO

BARROCO

#Definición

#SIGNIFICADO DEL TéRMINO

#contexto histórico

# el barroco en las artes

Materia: Literatura
Profesora: Silvia Falbo.
Alumna: Mirna Araceli Pampin.
Curso: 4° Pemoi.
Año: 2018

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