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Resumen #1

Cantillo J., Viveros J (2018). La teoría de la selección natural Darwiniana. Ginnobili S. (2010). The
Darwinian Theory of Natural Selection, Theoria 67, 37-58
En primer lugar Ginnobili (2010) centra su análisis en la teoría de la selección natural como el mecanismo más
convincente y coherente para explicar la evolución de los seres vivos, por tanto su objetivo se centra en la reconstrucción
del principio fundamental sobre el cual se justifica la teoría de la selección natural. El autor, establece en su análisis la
necesidad de diferenciar la TSN (teoría de la selección natural) de otras teorías que suelen relacionarse de manera errónea
con la propuesta por Darwin, por ejemplo, aquellas que se enfocan en la explicación genética con respecto a cómo se
adaptan los seres vivo al ambiente, que difieren según él mismo del principio fundamental sobre el cual se constituye la
TSN.
En una segunda instancia el autor define la selección natural como el conjunto de variaciones que al ser
beneficiosas para el organismo, tienden a ser heredadas, en este sentido, la selección natural promueve aquellas variaciones
que permiten mejorar las posibilidades de supervivencia y de éxito reproductivo, induciendo a que dichas variaciones se
propaguen en los organismos. Si bien pareciese que existe un consenso en cuanto al concepto general de la selección
natural, Ginnobili (2010) afirma que existe una confusión o discrepancia en cuanto a la estructura sobre la que se soporta la
TSN, de esta manera, propone el hecho de que considerar a la selección natural bajo la hipótesis 1 “la lucha de los
organismos por dejar descendencia” y la hipótesis 2 “La supervivencia del más apto”, es no reconocer el hecho de que
estas hipótesis surgen como inferencias que argumentan la TSN, más no constituyen la estructura misma de la teoría.
Por otro lado el autor también afirma que dentro del análisis es fundamental establecer qué tipo de fenómeno
intenta explicar, en este caso la teoría de la selección natural, ya que es indispensable conocer el ámbito explicativo de la
misma. Con respecto a lo anterior si bien Ginnobili (2010) define que la función de esta teoría es ofrecer una explicación
para el “curso de la evolución”, también recalca que está concepción es incompleta, ya que aunque Darwin justificaba su
idea de evolución desde elementos como los efectos de las condiciones ambientales, así como el uso y desuso en conjunto
con la herencia de los caracteres adquiridos y cómo estos factores podrían generar modificaciones en las especies; de esta
manera si se piensa que la TSN solo se limita a explicar esto, significaría desconocer que más allá de explicar el
mecanismo evolutivo, está ofrece un marco explicativo en relación a que determina el mecanismo que explica la perfección
de las estructuras y los procesos de coadaptación que sufren las especies en un ambiente particular, es decir y aquí cito a
Darwin explica “el mecanismo por el cual los organismos a lo largo de su desarrollo filogenético adquieren los rasgos
indicados para sobrevivir a un ambiente específico” (Darwin, 1859, p.3). Es importante señalar que el término
“adaptación”, se refiere a la relación de los organismos con sus propias estructuras, así como a las condiciones de vida que
determinan el espacio en que se desenvuelven los organismos.
De esta forma la TSN va más allá de las condiciones ambientales y sus efectos en las especies, así como en la
herencia de los caracteres a la descendencia, ya que estas dos ideas no cuentan con los suficientes argumentos para dar
explicación a la amplitud de las adecuaciones de los organismos en función de las dinámicas del ambiente. Dentro de la
consolidación de la teoría de Darwin, el término adaptación juega un papel definitivo, ya que este juega un rol
determinante en la sobrevivencia de las distintas especies, sin embargo Ginnobili (2010) reitera el hecho de que este
término “adaptación” suele ser utilizado con mucha ambigüedad, lo cual queda en evidencia según el autor cuando se
utiliza el concepto de adaptación refiriéndose al conjunto de rasgos que se han fijado en una población producto del
proceso de selección natural, idea a la cual se opone el mismo definiendo que el término apropiado no es adaptación, sino
“adecuación”, ya que este concepto abarca el conjunto de rasgos que cumplen una función altamente efectiva; Estas
“adecuaciones” referidas entonces a variaciones que generan cambios en las proporciones, permitirían entonces que los
organismos sobrevivieran, debido a que este rasgo mejoraría sus capacidades de supervivencia y por defecto su éxito
reproductivo.
Dentro de su artículo Ginnobili también se refiere a dos perspectivas de la TSN, según él se presenta una teoría de
la selección natural histórica (TSNH) o teoría de la selección natural sincronica (TSNS), la primera referida a la manera en
que los organismos adquieren un rasgo adecuado para el ambiente, mientras la segunda se encuentra relacionado con como
ese rasgo que permite la supervivencia, conlleva por defecto al éxito reproductivo diferencial. Cabe añadir aquí que
Ginnobili establece que para Darwin desde un inicio la selección natural se encontraba más allá de ser un marco
explicativo fundamentado netamente en la supervivencia, para Darwin según el autor este concepto podría aplicar a
distintos campos, como la selección sexual, artificial e inclusive fecundación
Finalmente el autor pone en evidencia el hecho de que su reconstrucción sobre la TSN, resalta elementos o aportes
importantes que están abiertos a la crítica, dejando en claro que su ejercicio es más de carácter informal, debido a la
manera en la que presenta su análisis, así mismo advierte que la concepción de TSN depende del enfoque desde el cual se
aborde la estructura de la misma. Por último incluye el hecho de que los diferentes autores deben establecer de manera más
explícita la relación o vínculo que hay entre el ambiente, los organismos y la reproducción diferencial.
Resumen #2

Cantillo J., Viveros J (2018). La regla de Darwin. Caponi (2000). Published by Editora da UFSC and NEL
— Epistemology and Logic Research Group, Federal University of Santa Catarina, Brazil. 27-77
Caponi (2000) define la teoría de la selección natural como una teoría que se enmarca en primera instancia en el
campo adaptativo, dejando en un segundo plano el hecho de que esta se consolidó inicialmente con el objeto de dar una
explicación al mecanismo evolutivo, en este sentido el autor describe a esta teoría como un “mecanismo productor de
adaptaciones”, el cual contempla factores como la variabilidad genética, referida a que ciertas características fenotípicas de
ciertos miembros de una población se heredan, lucha por la existencia que explica que los miembros de una población
compiten por la consecución y aprovechamiento de los recursos necesarios para la supervivencia y el éxito reproductivo
diferencial, por el cual se entiende que las variaciones hereditarias favorables, permiten que ciertos individuos cuenten con
mayores probabilidades de supervivencia y que por defecto estos transmitan estas características a las próxima generación.
Además de precisar el concepto de selección natural, el autor hace referencia a que desde su concepción existe una
discusión de carácter epistemológico, en relación a este concepto (selección natural), esta discusión hace énfasis en dos
posturas, una la darwinista o naturalista y otra la teleológica, de esta forma Caponi (2000) en su artículo caracteriza a la
selección natural desde estas dos perspectivas, por un lado el autor establece que de acuerdo a la teología las adaptaciones
de las formas vivientes son testimonio de la divina procedencia, mientras que de acuerdo a la concepción darwinista las
adaptaciones surgen producto de “la cruel lucha por la existencia”, desde esta perspectiva incluso se dice que el ajuste en
las formas de vida de los organismos y cito aquí a Gould (1993) “no es expresión de la benevolencia divina, sino
resultado indirecto del horrendo sistema de hecatombes múltiples conocido como selección natural” (p. 139) (citado por
Caponi, 2010 ).
Asimismo, en el artículo se hace énfasis en el hecho de que la selección natural no se refiere a la supervivencia
individual del más apto, es decir la adaptación de un individuo a su ambiente, sino que está actúa para maximizar la
adaptación reproductiva, por lo tanto es importante que el individuo que cuenta con estas variaciones o condiciones
favorables en términos de su fenotipo, transmita estas características a su descendencia. De esta forma la selección natural
permite según Caponi “(2000) que las formas divergentes e innovadoras resulten más adaptativas que las formas
preexistentes” (p. 6). Este autor hace hincapié en que la actitud o la aptitud permite que el individuo tenga una mayor
capacidad en la lucha por la sobrevivencia que el resto de sus competidores, no se trata solamente de que este pueda dejar
descendencia, sino entender que este organismo con la condición favorable tiene una mayor probabilidad de responder a
las presiones selectivas del ambiente, dicha afirmación según Brandon (1996) (citado por Caponi, 2000) se explica en el
hecho de que la adaptación no permite necesariamente el éxito reproductivo diferencial, ya que este último puede estar
relacionado con otros factores. Adicional a esto cabe aclarar que el carácter adaptativo de los organismos se relaciona
directamente con las particularidades o dinámicas del ambiente en el que se sitúe, complementando esta idea, Brandon
(1990) establece que la adaptación de un organismo al ambiente se encuentra determinada por sus características
fenotípicas.
Caponi retoma además el principio de selección natural al cual se refieren otros autores como Ginnobili (2010),
definiéndolo como el principio esquemático o dicho de otro modo, como el principio fundamental de la teoría de la
selección natural, que no solo explica la teoría en términos de definirla como una función adaptativa de las estructuras
orgánicas sino que traza la ruta de la historia natural; Este autor sitúa el término relacionándolo no con el origen de un
determinado rasgo, sino con la forma en que este se dispersa en una población.
Finalmente puede concluirse que lo que Caponi nos ofrece en su artículo, es una interpretación de la teoría de la
selección natural, ya que desde este se concibe al Darwinismo como aquella perspectiva que establece que el carácter
adaptativo está en función de la correspondencia que se establece entre el sistema orgánico y su medio, es decir entre el
organismo y su ambiente, ya que dicha relación determinara el proceso adaptativo al cual se dé lugar, de ahí que en su
análisis determinen la importancia que tiene la dimensión ecológica en el proceso adaptativo. Por otro lado en relación al
carácter tautológico, determina que más que excluirse o desligarse de la teoría de la selección natural, está puede hallar
explicación dentro del marco naturalista que fundamenta la teoría Sober (1993) (citado por Caponi, 2000). De esta forma la
teoría propuesta por Darwin nos llevaría a establecer por qué ocurren de ese modo determinados patrones de conducta,
procesos biológicos y adaptativos.
Resumen #3

Cantillo J., Viveros J (2018). The selection of the “Survival of the fittest”. Diane B. Paul (1988), Journal
of the History of Biology, 21(3), 411-424.
En la actualidad “La supervivencia del más apto” ha sido una frase atribuida equívocamente al naturalista Charles
Darwin. Frente a esto, Diane B. realiza un análisis detallado sobre el origen de dicha frase y las condiciones socioculturales
y políticas bajo las cuales se constituyó hasta el punto de ser verdaderamente acogida por Darwin dentro de futuras
ediciones de su obra “El origen de las especies”. En este sentido, la frase en mención, ha sufrido una serie de
interpretaciones, transformaciones y aplicaciones que han dependido del lenguaje y del contexto bajo el cual se haya sido
utilizada, así pues, no tiene la misma connotación dentro del contexto de la biología, que de la sociología o la política.
Realizar la distinción frente a la construcción de la frase y los campos dentro de los cuales fue utilizada en sus inicios, es el
principal objeto de análisis antepuesto por Diane B. en este trabajo.
Inicialmente, Diane B. aborda la relación existente entre la visión del naturalista Charles Darwin con la visión
naturalista del sociólogo Herbert Spencer. Diane B., expone que Spencer elaboró dos escritos a mediados de 1852 (seis
años antes de los aportes de Darwin y Wallace) donde esbozó la existencia de presiones sobre la subsistencia de la
población que impulsaban un efecto benéfico sobre la raza humana, considerándolas como causa inmediata del progreso
mismo, planteando que factores como la inteligencia, el autocontrol, y el poder de adaptación a través de la innovación
tecnológica, eran quienes estimulaban el avance humano, seleccionado el mejor de cada generación para la supervivencia.
Así pues, Spencer desarrolló el término de “supervivencia del más apto” desde una visión de competencia económica
humana, sin extender su generalización a todo el reino animal, tal como lo haría Darwin más adelante. En este sentido,
Diane B. plantea que no fue sino hasta leer la primera edición el origen de las especies publicada en 1859, que Spencer
acuño el termino dentro de su obra Principios de Biología (1864) estableciendo un paralelismo entre sus teorías
económicas con la teoría de la evolución de Darwin: “Está supervivencia del más apto, que aquí busco expresar en
términos mecánicos, es la que el Sr. Darwin ha llamado “selección natural”, o la preservación de las razas favorecidas en la
supervivencia” (Spencer, 1864; citado por Diane B., 2018).
Como consecuencia de lo anterior y frente a gran cantidad de críticas, Diane B., indica como Darwin cedió ante la
recomendación hecha por Alfred Wallace (1866), quien le expuso las dificultades que el término “selección” podría causar
frente a la direccionalidad e interpretaciones que dentro de la razón humana se le otorgaran al mismo, en tanto se entendía
como “lo seleccionado, lo preferido o como buscando solo el bien de la especie” (Wallace, 1866; citado por Diane B.,
1988). Wallace, recomendó que utilizar el término de Spencer (Supervivencia del más apto) era la expresión simple de un
hecho (Selección natural), era una expresión metafórica de este, y que hasta cierto punto era indirecta e incorrecta, ya que,
incluso personificando a la naturaleza, no seleccionaba tanto las variaciones especiales como el exterminio de las más
desfavorables, pero permitiría disminuir la generalidad del término de selección natural. Frente a esta recomendación,
Darwin acepta y reconoce, después de muchas inconformidades con Spencer, la ventaja de utilizar dicho concepto, así
pues, utilizó por primera vez la frase “la supervivencia del más apto” en la 5a edición de El origen de las especies (1869):
“la preservación de las diferencias favorables y variaciones individuales, y la destrucción de los que son perjudiciales, yo
he llamado selección natural o la supervivencia del más apto”
Posteriormente, Diane B. expone que el cambio del concepto conllevo consigo una carga social inmediata, por
ejemplo, personajes como David Jordan planteaban que “A través de las agencias de organizaciones benéficas que
perpetúan a los débiles, o la guerra que elimina a los fuertes, y de una educación que hace del celibato una condición de
éxito, estamos invirtiendo en cierto grado los procesos de selección natural” (Jordan, 1902, citado por Diane B., 2018),
entre otros. Se plantea que fue a partir de aquí donde las implicaciones aparentemente paradójicas del concepto de aptitud
física del siglo XIX y principios del XX, racionalizaron y re direccionaron tanto el darwinismo social con su compromiso
frente al individualismo radical y la eugenesia con su compromiso frente al control social. Frente a esto, Diane B., plantea
que no fue sino hasta el desarrollo de la genética de poblaciones (1920 y 1930) donde finalmente erosionó la visión
coloquial de la aptitud física, gracias a la matematización de la genética por J. B. S. Haldane, R. A. Fisher y Sewall Wright,
quienes involucraron la identificación del gen como el objetivo de la selección y la consiguiente definición de la selección
como un cambio en las frecuencias genéticas. El éxito en dejar descendencia, cualquiera que sea su causa, se convirtió en
la medida de la aptitud física y, finalmente, definió su esencia.
Finalmente, Diane B., plantea que es posible rastrear un camino desde la adopción de Darwin de la expresión de
Spencer hasta lo que se llamó el “problema tautológico” a principios de la década de 1960 y cuya principal característica es
una desafortunada elección de palabras, por lo tanto, la culpa de la controversia de veinte años sobre el estado lógico de
“La teoría de la selección natural” implica que el problema de la tautología es atribuible simplemente al lenguaje y al
condicionamiento, control social, político y cultural de la época donde se desarrolló dicho término.
Resumen #4

Cantillo J., Viveros J (2018). Martínez G., Miranda O. (1991). La selección natural ¿competencia o
cooperación?. Contextos lXl 17, Universidad de León, Barcelona: España. 215-230
En primer lugar los autores Martínez y Miranda (1991) resaltan que la obra de Charles Darwin ha sido utilizada en
diversas ideas concernientes a la naturaleza humana y la vida social, de esta forma resaltan el hecho de que si bien el
concepto de selección natural surge en el campo evolutivo, este ha sido utilizado en otros campos de conocimiento, como
las ciencias sociales, lo cual ha dado lugar a constantes malas interpretaciones. Una vez definido lo anterior resalta el hecho
de que el propósito de este artículo es poder mostrar las diversas aplicaciones del concepto de selección natural desde la
visión de distintos autores, haciendo énfasis a su vez en el concepto de cooperación, ya que este es indispensable para
llevar a cabo una correcta interpretación de la frase “la lucha por la supervivencia”. Adicional a lo anterior, los autores
ponen en evidencia dos ideas que resultan contrarias, la primera referida a la selección natural como la supervivencia del
más fuerte, es decir concibe a la selección natural como aquel factor que “provoca características que redundan en el
beneficio propio” y la segunda que concibe el proceso de selección natural desde el espíritu de cooperación, es decir las
distintas especies se ayudan unas a otras para enfrentar las presiones de su medio natural; El entendimiento de estos
conceptos es importante porque permite entonces establecer una conexión entre las ideas de Darwin y como estas fijan
directrices para estudios de naturaleza antropológica, es desde esta relación que se distinguen dos perspectivas el
darwinismo social y el darwinismo libertario.
La selección natural desde el darwinismo social se concibe según H. Spencer como “la supervivencia de los más
aptos”, de esta forma la ley evolutiva propuesta por Darwin se interpreta de la siguiente manera “la victoria del más fuerte
es una condición necesaria para el progreso”, frente a esto Martínez y Miranda (1991) resaltan el hecho de que está es una
idea propuesta por Spencer y no por Darwin, hecho que suele ser olvidado, ya que como afirman los autores “se les suele
atribuir una paternidad compartida” (pág 217). De esta forma debe comprenderse que las ideas de Darwin y Spencer no
son las mismas, por un lado el autor del “origen de las especies” concibe a la selección natural como la causa de cambios
significativos, mientras que su homólogo describe que la dinámica de progreso se encuentra mediada por la selección del
más apto, este panorama reitera una diferencia tanto de hecho como de concepto. Frente a esto hay que mencionar que la
concepción de Spencer sobre la teoría de la selección natural, es producto de una interpretación errada y de la aplicación de
conceptos de un área a otra, desconociendo las particularidades o naturaleza que distinguen a los campos de conocimiento.
Cabe añadir que la concepción de Spencer la “más popular” (como se refieren los autores) refleja un concepción unilateral,
dejando de lado que dentro la concepción de Darwin deben de considerarse otros elementos, como lo son el hábito, el
poder razonar, la instrucción y religión, entre otros, que también pueden hacer a un individuo más apto; está concepción
errada que ha abordado distintos ámbitos del espectro social, ha conllevado a que se produzcan daños considerables.
Finalmente en relación a este panorama, Martínez y Miranda (1991) enfatizan en el hecho de que a Spencer y
Darwin los separa el concepto de progreso, ya que mientras para el primero este resulta fundamental, para el segundo la
introducción del concepto de progreso dentro de la selección natural es equívoco, ya que significa introducir ideas
antropológicas en el desarrollo del proceso evolutivo natural.
Sin embargo el darwinismo no sólo se aplica al campo social o antropológico, sino que se habla también de otra
línea, el darwinismo libertario, desde esta perspectiva se brinda una crítica al darwinismo social que demarca un carácter
unilateral y reduccionista. Desde la óptica del darwinismo libertario se defiende la siguiente tesis: “ la posibilidad de
supervivencia de los seres vivos aumenta en la medida en que se adaptan en forma armoniosa, entre sí y a su medio” (pág
221). De esta manera de acuerdo a este darwinismo libertario el desarrollo evolutivo se entiende desde la ayuda mutua, la
justicia y moralidad, estos se constituyen como los principios básicos sobre los que se soporta el proceso evolutivo
(Kropotkin, 1842-1921), es precisamente en la caracterización de este enfoque, que se denota con claridad que desde este
darwinismo se evidencia ideas que son contrarias al darwinismo social; mientras este último se refiere al progreso desde la
supervivencia del más apto, el darwinismo libertario determina según Kropotkin, a la ayuda mutua como un factor
necesario para el desarrollo progresivo, ya que a través de está se conduce a la confianza mutua y a la iniciativa personal
Por otro lado en cuanto al concepto del más apto, desde esta perspectiva se interpreta en forma plural, es decir que los más
aptos son los animales sociales, que aseguran el bienestar colectivo y por ende de la especie. Por último Kropotkin (citado
por Martínez y Miranda) reitera el hecho de que su percepción sólo pone en evidencia una de las formas en la que los
hombre se relacionan (relación de ayuda colectiva), sin embargo reconoce otra que es precisamente la que enfatiza en el
individuo.
En conclusión según Martínez y Miranda (1991) la selección natural, la competencia y la lucha por sobrevivir son
proceso reales, pero estos presentan sólo una pequeña parte de lo que propone Darwin, por tanto debe asumirse el hecho
de que la lucha por la existencia se da de dos modos: una por competencia y otra por cooperación, y son precisamente los
que sobreviven, quienes son seleccionados por la selección natural, que actúa como la fuerza principal para promover el
desarrollo gradual en el mundo natural.
Resumen#5

Cantillo J., Viveros J (2018). Mitos sobre evolución: “La supervivencia del más fuerte”, Teoría evolutiva,
Departamento de Bilogía, Universidad del Valle, Cali: Colombia.
En la actualidad “La supervivencia del más apto” ha sido una frase atribuida equívocamente al naturalista Charles
Darwin. En este sentido, la frase en mención, ha sufrido una serie de interpretaciones, transformaciones y aplicaciones que
han dependido del lenguaje y del contexto bajo el cual ha sido utilizada, así pues, no tiene el mismo significado dentro del
contexto de la biología, que de la sociología o la política.
Con el objeto de establecer la diferencia con respecto al uso de este concepto en el campo de la biología y de la
sociología, Diane B. aborda la relación existente entre la visión del naturalista Charles Darwin con la visión naturalista del
sociólogo Herbert Spencer. Diane B., establece que Spencer elaboró dos escritos a mediados de 1852 (seis años antes de
los aportes de Darwin y Wallace) donde explica la existencia de presiones sobre la subsistencia de la población que
impulsaban un efecto benéfico sobre la raza humana, considerando estas presiones como causa inmediata del progreso
mismo, planteando que factores como la inteligencia, el autocontrol, y el poder de adaptación a través de la innovación
tecnológica, eran aquellos que estimulaban el avance humano, seleccionando el mejor de cada generación para la
supervivencia. Así pues, Spencer desarrolló el término de “supervivencia del más apto” desde una visión de competencia
económica humana, sin extender su generalización a todo el reino animal, tal como lo haría Darwin más adelante.
En este sentido, Diane B. plantea que no fue sino hasta leer la primera edición del origen de las especies publicada
en 1859, que Spencer acuño el termino dentro de su obra Principios de Biología (1864) estableciendo un marco
comparativo entre sus teorías económicas y la teoría de la evolución propuesta por Darwin: “Está supervivencia del más
apto, que aquí busco expresar en términos mecánicos, es la que el Sr. Darwin ha llamado “selección natural”, o la
preservación de las razas favorecidas en la supervivencia” (Spencer, 1864; citado por Diane B., 2018).
Diane B., plantea que no fue sino hasta el desarrollo de la genética de poblaciones (1920 y 1930) donde finalmente
se deterioró la visión coloquial que había promovido Spencer, hacia una que se fundamentaba en la aptitud física, gracias a
la matematización de la genética por J. B. S. Haldane, R. A. Fisher y Sewall Wright, quienes involucraron la identificación
del gen como el objetivo de la selección natural y la consiguiente definición de este término (selección natural) como un
cambio en las frecuencias genéticas. El éxito en dejar descendencia, cualquiera que sea su causa, se convirtió en el
fundamento de la aptitud física y, finalmente, definió su esencia.
Finalmente en relación a este aspecto, Diane B., plantea que es posible rastrear un camino desde la adopción de
Darwin de la expresión de Spencer hasta lo que se llamó el “problema tautológico” a principios de la década de 1960 y
cuya principal característica es una desafortunada elección de palabras, por lo tanto, la culpa de la controversia de veinte
años sobre el estado lógico de “La teoría de la selección natural” implica que el problema es atribuible simplemente al
lenguaje y al condicionamiento, control social, político y cultural de la época donde se desarrolló dicho término.
¿Pero cómo se definiría entonces la selección natural desde la perspectiva de Darwin?., según Ginnobili (2011)
dentro del ámbito de la biología la teoría de la selección natural se constituye como la herramienta o mecanismo más
convincente y coherente para explicar la evolución de los seres vivos, de esta forma esta se define como el conjunto de
variaciones que al ser beneficiosas para el organismo, en función de que le permiten adaptarse al medio, tienden a ser
heredadas, por lo anterior esta describe un mecanismo que produce variaciones que al ser útiles en la lucha de un
organismo por sobrevivir, mejoran las posibilidades de supervivencia y el éxito reproductivo (Ginnobili, 2011). Añadiendo
el hecho, en que de acuerdo a este autor la teoría de la selección natural ofrece un marco explicativo en relación a que
determina el mecanismo que explica la perfección de las estructuras y los procesos de coadaptación que sufren las especies
en un ambiente particular, es decir y aquí cito a Darwin, explica “el mecanismo por el cual los organismos a lo largo de su
desarrollo filogenético adquieren los rasgos indicados para sobrevivir a un ambiente específico” (Darwin, 1859, p.3).
Este mecanismo evolutivo que explica esta teoría Darwinista, contempla además una serie de factores entre los que
se encuentran la variabilidad genética, referida a que ciertas características fenotípicas de ciertos miembros de una
población se heredan, lucha por la existencia que explica que los miembros de una población compiten por la consecución
y aprovechamiento de los recursos necesarios para la supervivencia y el éxito reproductivo diferencial (Caponi, 2010 ), no
dejando de lado el hecho de que no se trata solamente de que este pueda dejar descendencia, sino entender que este
organismo con la condición favorable tiene una mayor probabilidad de responder a las presiones selectivas del ambiente
(Brandon , 1996) (citado por Caponi, 2000).
Por último puede concluirse que la teoría propuesta por Darwin nos lleva a establecer por qué ocurren de ese modo
determinados patrones de conducta, procesos biológicos y adaptativos. Entendiendo entonces, según Caponi que Darwin
concibe la selección natural como aquella perspectiva que establece que el carácter adaptativo está en función de la
correspondencia que se establece entre el sistema orgánico y su medio, es decir entre el organismo y su ambiente, ya que
dicha relación determinara el proceso adaptativo al cual se dé lugar.
Bibliografías

Bibliografía 1:
Ginnobili S. (2010). La teoría de la selección natural Darwiniana. Donostia-San Sebastián, España: Revista de Teoría,
Historia y Fundamentos de la Ciencia, vol. 25, núm. 1, 2010, pp. 37-58

Bibliografía 2:
Caponi G. (2000). La regla de Darwin. UFSC and NEL — Epistemology and Logic Research Group. Brasil: Federal
University of Santa Catarina (UFSC).pp. 27-77

Bibliografía 3:
Paul, D. B. (1988). The selection of the “Survival of the Fittest”. Journal of the History of Biology, 21(3), 411-424.

Bibliografía 4:
Martínez G., Miranda O. (1991). La selección natural ¿competencia o cooperación?.Barcelona: España

Bibliografía 5:
Caponi G. (2000). La regla de Darwin. UFSC and NEL — Epistemology and Logic Research Group. Brasil: Federal
University of Santa Catarina (UFSC).pp. 27-77

Ginnobili S. (2010). La teoría de la selección natural Darwiniana. Donostia-San Sebastián, España: Revista de Teoría,
Historia y Fundamentos de la Ciencia, vol. 25, núm. 1, 2010, pp. 37-58

Paul, D. B. (1988). The selection of the “Survival of the Fittest”. Journal of the History of Biology, 21(3), 411-424.

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