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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE HONDURAS

Catedrático: Lic. Elizabeth Zúniga

Estudiante: Yester Emilio Mendoza Guillén

N° de cuenta: 201630030008

Asignatura: Ética Profesional

Tema: Avances genéticas y problema ético

Puerto Cortés, 10 de agosto de 2017


Introducción

Los avances en la genética han comenzado a tener aplicaciones prácticas desde hace
ya algunos años. Paradójicamente, el mayor número de aplicaciones no se refiere ni
al hombre ni al tratamiento de enfermedades hereditarias. Existen actualmente
numerosos animales, plantas y bacterias modificados genéticamente que nos
prestan sus servicios, por ejemplo:
– Las Ovejas que segregan factores de coagulación humanos en la leche;
– Las Vacas a las que se ha insertado una hormona de crecimiento para aumentar
la producción de leche.
Estas intervenciones genéticas sobre seres vivos no se han aceptado sin dificultad.
Al principio se decía, entre otras objeciones que, si se liberaban en la naturaleza
bacterias o plantas con alteraciones del patrimonio genético, se podrían producir
desequilibrios ecológicos impredecibles. También se temía que el uso casi exclusivo
de seres vivos modificados podría empobrecer el patrimonio genético natural de las
especies.
Pero lo que ha suscitado más discusión es la aplicación al hombre de estas
tecnologías. Con ellas se puede diagnosticar la presencia de genes anormales que
causan o transmiten enfermedades hereditarias <<incluso aunque el portador no
las padezca>> y, en ciertos casos concretos, insertar genes seleccionados para
corregir la enfermedad provocada por un trastorno genético. En la polémica ha
influido, sin duda, el lógico temor al dominio absoluto del hombre por el hombre.
Este temor carece, por ahora, de fundamento real.
Objetivos
-Reconocer la importancia de la ética en situaciones profesionales donde se deba
mantener el secretismo referente a la bioética.
-Diferenciar la bioética que deba ser aplicada en la vida cotidiana y la profesional
-Caracterizar los problemas ocasionados por la materia genética
-Tener un punto clave para reflexionar sobre la bioética
Avances en la materia genética y problemas éticos
Bioética

Lo que puede ser éticamente bueno para una persona, puede ser malo
para otra. Debido a esto, la sociedad tiende a definir a la ética en términos de
comportamiento. Por ejemplo, una persona es considerada ética cuando
procede de acuerdo con renombrados principios morales basados en ideales
tales como rectitud, justicia y verdad.
Estos principios gobiernan la conducta tanto en los niveles individuales, y
pueden estar basados en valores, cultura, religión e, inclusive, legislación. Los
estándares éticos, en consecuencia, pueden cambiar, o al menos ser influidos
por los cambios legislativos o en los valores sociales.
Los descubrimientos de genes, su localización y la detección de la secuencia alterada
de ADN, abren el campo inicialmente, sobre todo, a nuevas posibilidades de
diagnóstico. El conocimiento de la secuencia de un gen permite la elaboración de
sondas génicas (segmentos de ADN que se acoplan específicamente con la porción
alterada de gen del paciente). Así, mediante un análisis relativamente sencillo, se
puede identificar si una muestra de células contiene ese gen. Estas células se pueden
conseguir fácilmente, mediante la extracción de una pequeña cantidad de sangre.
Como cabe colegir, estas nuevas técnicas diagnósticas, aunque muy útiles en
Medicina forense, plantean problemas éticos.
La primera dificultad se refiere a la confidencialidad exigible a la relación del médico
con su paciente. Si, gracias a los nuevos conocimientos, estamos en condiciones de
diagnosticar que un candidato a un trabajo sufrirá con mucha probabilidad una
enfermedad profesional, o quien se dispone a suscribir un seguro de vida o
enfermedad padecerá una patología invalidante;

¿Qué conducta debe adoptar el médico?


Por una parte, la empresa o compañía de seguros tenderá a exigir que el candidato
pase una revisión médica antes de firmar el contrato o la póliza. Si el médico que
realiza la revisión comunica el estado del paciente a la empresa o compañía, rompe
el secreto médico a que está obligado en relación con su paciente, y precisamente
para perjudicarle. Si esta conducta se hiciera general, se crearía un subgrupo de
poco dotados por el azar de la genética que se verían en serias dificultades para
encontrar empleo o suscribir un seguro sanitario.
Algunos sindicatos han recomendado a sus afiliados negarse a que
les realicen ningún análisis de sangre antes de firmar un contrato de trabajo.
Existen salidas bastante razonables a este problema. Se podría prohibir, dentro de
ciertos límites, la selección por razones de salud a empresas y compañías de seguros.
También cabría exigir que el médico no mantuviera relación profesional más que con
su paciente, que sería libre de comunicar o no el resultado del diagnóstico a la
empresa o compañía de seguros. Pero tales soluciones no impedirán las presiones
sobre los médicos para que revelen los datos ni el peligro de discriminación.
Otra actividad que ya se ha comenzado a llevar a la práctica es el diagnóstico
genético de embriones humanos. Se trata en este caso de evitar que nazcan niños
enfermos de parejas en que uno de los cónyuges es portador de una enfermedad
genética.

Para ello, se realiza primero una fecundación in vitro. Mediante una técnica de
micromanipulación (bastante lesiva, a veces letal, para los embriones) se extraen
una o unas pocas células de los embriones obtenidos, y se les realiza un análisis
genético para saber si padecerán la enfermedad. De esta manera, se pueden
seleccionar los embriones que no la padecerán, y transferirlos a la madre para que
lleve adelante el embarazo, mientras que los embriones enfermos son destruidos.
Así, en vez de esperar a que el embarazo esté más adelantado para hacer el
diagnóstico genético a partir de muestras de tejido fetal, y practicar el aborto si se
detecta una anomalía, se realiza una selección de hijos sanos de una manera
psicológicamente menos dura para los padres.

Cuando no se puede curar una enfermedad


El conocimiento médico, además de poder emplearse para un tratamiento más o
menos efectivo, plantea problemas por sí solo, a veces de difícil solución. Cuando
las enfermedades genéticas se observan desde un punto de vista exclusivamente
técnico, se pierde de vista que, una vez realizado el diagnóstico, comienza la dura
labor de comunicarlo al enfermo, de prepararle psicológicamente a lo que puede ser
un duro golpe, de animarle y mostrarle las perspectivas que se le ofrecen dentro de
su enfermedad.
En otros padecimientos, como la mucoviscidosis, no existe curación, pero sí un
tratamiento que alivia al paciente y le permite vivir bastantes años: también aquí es
importante comunicar el diagnóstico. Pero ¿Qué hacer en el caso de padecimientos
sin tratamiento posible? Se puede plantear la posibilidad de ocultar el diagnóstico.
Esto evitaría al paciente la carga de vivir con la consciencia de que, quizá a una edad
temprana, comenzarán los síntomas imparables de una enfermedad que terminará
con su vida.

Sin embargo, también estos pacientes pueden desear saber si han heredado esta
enfermedad, de modo que puedan tomar las decisiones pertinentes en su vida
(evitar el matrimonio para no dejar huérfanos de corta edad, por ejemplo).

Cuestión ética en la manipulación genética

El punto de vista de los médicos hipocráticos, como científicos conscientes y


autocríticos en el mundo clásico, sigue teniendo validez en la actualidad. El
juramento hipocrático proclama una serie de estándares éticos para guiar a los
médicos en la aplicación de su conocimiento, y define la relación entre conocimiento
ético y tecnológico. El juramento declara que los métodos y las tecnologías en
medicina no deben ser enseñados a menos que se acepten los principios éticos del
juramento como guía para su uso. La fórmula era simple: el conocimiento técnico y
la autoridad no pueden ser ejercitados en ausencia de responsabilidad ética. La
habilidad técnica era insuficiente para crear un médico; se necesitaba, además,
aprendizaje ético y humanístico.
Desde Hipócrates, la ética de la práctica médica se basa en seis principios éticos
(preservar la vida, aliviar el sufrimiento, no hacer daño, decir la verdad al paciente,
respetar la autonomía del paciente, y tratar a los pacientes con justicia). Estos
principios pueden ser resumidos en tres: beneficencia, autonomía y justicia.
Según el principio de beneficencia, los beneficios para el paciente derivados de la
aplicación de una tecnología o procedimiento deben ser superiores a sus riesgos. La
aplicación de cualquier tecnología médica conlleva cierto riesgo para el paciente,
pero si los esperados beneficios son mayores que los probables riesgos no se plantea
conflicto ético en el principio de beneficencia.
El problema es que antes de aplicar la tecnología a un paciente concreto, los riesgos
y beneficios son, en el mejor de los casos, conocidos tan solo en términos
probabilistas. De tal forma que en el principio de beneficencia se configura el binomio
proporcionado/desproporcionado, es decir que debe existir una proporción
razonable entre los probables riesgos y beneficios. Por lo tanto, en este principio
ético el decisor clave es el médico, que es quien conoce el balance entre riesgo y
beneficio para el paciente.

El principio de autonomía indica que hay que informar adecuadamente al paciente y


respetar su decisión en cuanto a la aplicación de la tecnología elegida. En algunas
ocasiones, por ejemplo, cuando el paciente tiene problemas de consciencia, el acto
positivo de aceptar la aplicación de un procedimiento puede no ser posible. En estos
casos, que no es posible la "aceptación reflexiva", algunos autores sugieren como
criterio la decisión basada en el "no rechazo". Pero fuera de estos casos
excepcionales, uno de los aspectos clave en la aplicación de este principio es la
natural variabilidad en las decisiones de los pacientes.
En el principio de autonomía, el decisor es, en teoría, el paciente. Sin embargo, en
la mayoría de los casos el paciente no suele disponer de información suficiente y
apropiada para tomar su decisión. En consecuencia o deja la decisión en manos del
médico, o bien decide a través de la información y consejos del médico, de manera
que en la práctica es el médico, o su influencia, quien tiene el papel relevante en el
principio de autonomía.
Según el principio de justicia, una actuación no es ética si no es equitativa, es decir
si no está disponible para todos aquellos que lo necesiten. Asegurar la igualdad de
oportunidades de todos los ciudadanos sin ningún tipo de discriminación y evitar las
interferencias económicas, son aspectos éticos fundamentales en el acceso a las
tecnologías médicas efectivas.
Esta exploración desde perspectivas de la ética muestra la importancia y
responsabilidad del médico en el uso de los procedimientos médicos; pero a la vez
subraya la responsabilidad de los que toman decisiones en política de salud y en
asignación de recursos, puesto que deben propiciar el desarrollo de procedimientos
efectivos (principio de beneficencia), informar a los pacientes y ciudadanos y
promover su participación (principio de autonomía), y desarrollar un sistema
equitativo (principio de justicia)
Ventajas de la ingeniería genética:
- Gracias a la ingeniería genética, los científicos pueden hacer ciertas combinaciones
entre genes de diferentes especies, para así solucionar problemas y mejorar el
rendimiento económico-comercial de las explotaciones.
- Se pueden buscar curas a enfermedades genéticas para que las nuevas
generaciones nazcan más sanas.
- Al tomate por ejemplo se le ponen genes antisentido (en sentido inverso a un gen
concreto) para así retrasar el proceso de reblandecimiento.
- Gracias a esto, la ciencia ha conseguido que se cultiven plantas con mayor
tolerancia a la sequía o protegidos frente a virus.
- En algunos cultivos, se han puesto genes de bacterias para que desarrollen
proteínas insecticidas y reducir el empleo de insecticidas.
- También se pueden insertar genes humanos responsables de la producción de
insulina en células bacterianas para que obtener insulina de gran calidad a bajo
coste. Estas células pueden producir mucha cantidad ya que se reproducen a una
gran velocidad.

Desventajas de la ingeniería genética

- Uno de estos peligros es el hecho de que detrás de los proyectos de manipulación


genética están las compañías multinacionales muy preocupadas por el interés
económico.
- También pueden “contaminar” otras plantas no transgénicas.
- Pueden llegar a ser cancerígenas en el caso de ser consumidos por sujetos
proclives o en un estado inmunológico deficiente. No obstante, esto es una hipótesis
pero que muchos médicos que están en contra de los alimentos transgénicos lo
afirman.

- Puede producir alergias, algo que preocupa mucho a los productores de estos
alimentos. Puede ser debida al material genético transferido, a la formación
inesperada de un alérgeno o a la falta de información sobre la proteína que codifica
el gen insertado
Conclusiones
La ética no puede ignorar a la ciencia; muy a menudo las conclusiones de la ciencia
moderna cuestionan los valores presentes en nuestra cultura y ponen en duda su
uso práctico. Hay que discutir los resultados de las investigaciones científicas en el
amplio foro social antes de que se conviertan en las técnicas cotidianas. Esto
requiere abandonar la búsqueda de unas reglas éticas abstractas y volver al mundo
de la vida ordinaria de las personas que tomarán las decisiones sobre el
mejoramiento genético y del ambiente. También hay que trascender el discurso
semántico y responder a los deseos y necesidades de los miembros de la sociedad
que no tienen la suerte de participar en el debate.

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