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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CHIHUAHUA

FACULTAD DE CONTADURÍA Y ADMINISTRACIÓN

MAESTRÍA EN MERCADOTECNIA

MATERIA ÉTICA EMPRESARIAL

“LAS CREENCIAS”

ALUMNA: LETICIA ALONDRA RUBIO RAMÍREZ

Chihuahua, Chih, a 27 de Septiembre de 2016


Las actitudes y los valores que hemos recibido durante la vida
nos ayuda a analizar las trascendencias en forma en que nos
relacionamos los seres humanos y reflexionar acerca de la importancia
de ejercer responsablemente nuestra libertad al tomar decisiones
sobre el presente y el futuro.
Si hablamos de valores debemos saber qué valor es la cualidad
por la que un ser, una cosa o un hecho despierta mayor o menor
aprecio, admiración o estima, que produce un comportamiento que
beneficia tanto a quien lo ejercita como a quienes lo reciben, ya que al
hombre se le mide por sus valores, no por sus riquezas.
Los valores éticos o morales son principios con respecto a los
cuales las personas sentimos un fuerte compromiso de conciencia y
los empleamos para juzgar lo adecuado de las conductas propias y
ajenas.
Es por eso que para mí los valores influyen en nuestra forma de
pensar, en nuestros sentimientos y formas de comportarnos, se
proyectan a través de actitudes y acciones ante personas y
situaciones concretas.
Los valores suponen un compromiso real y profundo de la
persona ante sí misma y ante la sociedad en que se vive, ya que
nuestra época, podemos identificar valores que son aceptados
realmente, en todo tiempo y lugar, porque posibilitan la existencia de
una sociedad más justa y democrática y por eso los deseamos como
él derecho y respeto a la vida, la verdad, la libertad, la equidad, la
fraternidad, la justicia, la igualdad, la solidaridad y sirven para orientar
la acción humana.
Los seres humanos durante nuestra vida experimentamos
emociones que nos hacen sentir motivados tales como graduarnos,
casarnos comprar bienes, el nacimiento de un hijo y una serie de
motivos que nos hacen sentir una actitud positiva o negativa
afrontando diversos desafíos que se nos presentan.
La actitud positiva de alguien se origina en hacer uso de los
recursos que esta posee para solucionar dificultades y sus problemas
ya que una persona con actitud positiva se centra en aquello que
posee en lugar de ocuparse de lo que carece, mientras que la actitud
negativa nos impide ser emprendedores, por eso es importante poner
mucha atención en las actitudes que adoptamos frente a los distintos
acontecimientos que diariamente debemos experimentar.
Las personas tienden a mostrar su afectividad favorable a todo
aquello que le pueda evitar conflictos con los demás, debido a que
estas manifestaciones externas de cada uno sirven para mantener y
exaltar el concepto de los valores y actitudes.
Para fortalecer la ética, la moral, los valores y actitudes hay que
concientizar a las personas sobre las necesidades de actuar
correctamente e invitarlos a que mantengan sus conductas adecuadas
con otras personas, y además es necesario motivarlos para que se
preparen para la vida, para el trabajo, para el cambio y la
transformación, para lo cual es necesario argumentar, demostrar y
persuadir sus valores y actitudes, desde el seno familiar.
Tenemos que modificar nuestra conducta para mejorar nuestra
actitud, aprender más sobre ética y moral y enfocarnos en conocer
nuestros valores como la tolerancia, disciplina, solidaridad, etc.
Si logramos comprometernos con nosotros mismos a practicar
estos valores, podremos fomentarlos a los demás poniendo el
ejemplo, involucrando a todos a cambiar por el bien de la sociedad
que actualmente está carente de valores.
Debemos educarnos, tener una buena comunicación y respeto
de nuestras creencias, pensamientos y sentimientos, esforzarnos más
para salir a delante, ser mejores y dar el ejemplo a las nuevas
generaciones que vienen.

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