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Las proteínas son macromoléculas formadas por la unión de miles o cientos de aminoácidos.
Los aminoácidos se dividen en aminoácidos esenciales y no esenciales. Los esenciales son
aquellos que no son elaborados por nuestro organismo y deben incorporarse a través de la
dieta. Los no esenciales son sintetizados por nuestro metabolismo.
Los aminoácidos son fundamentales para el buen funcionamiento del organismo. Para
una persona adulta son ocho los aminoácidos esenciales, mientras que durante el
crecimiento se precisan dos más.
Aminoácidos esenciales: fenilalanina, leucina, isoleucina, lisina, metionina,
treonina, triptofano y valina. Durante la infancia y adolescencia: arginina e histidina.
Las proteínas con un valor biológico alto son además de las proteínas de la leche materna, la
de los huevos. Le siguen las proteínas de la carne y el pescado y luego los lácteos. Se
considera que las proteínas de origen animal son más nutritivas y completas que las de origen
vegetal, que son incompletas y de un menor valor biológico.
Para que las proteínas vegetales sean completas deben mezclarse entre sí.
Por ejemplo: una legumbre + un cereal o un fruto seco + arroz. En un desayuno, al mezclar la leche
con los cereales, la proteína del cereal se completa con las de la leche.
Fuentes naturales
Proteínas completas de origen animal
Los alimentos que nos aportan proteínas completas o de alto valor
biológico son todos los de origen animal:
Crustáceos y mariscos.
la soja
las legumbres (lentejas , garbanzos)
hortalizas y frutas
La administración proteica en nuestra dieta debe ser constante. Nos aportan 4 kcal por gramo,
y la recomendación es que su consumo sea de 1 gramo de proteína por kg. de peso.
La carencia proteica produce una disminución de la masa muscular, un metabolismo lento,
bajo rendimiento físico e intelectual, fatiga, apatía, y deterioro general de todo nuestro
organismo.
Como hemos mencionado anteriormente, la dieta diaria debe contener proteínas tanto
animales como vegetales en una manera proporcionada, ya que nuestro organismo aprovecha
los aminoácidos que componen a esas proteínas que provienen de las legumbres o de las
carnes.
1. Carne roja
Por lo general, las carnes rojas son los alimentos más ricos en
proteínas que podemos encontrar. Aunque evidentemente la proporción de
proteínas varía en función de la pieza específica, del animal del que
provenga y del modo de preparación, a grandes rasgos este tipo de carne
aporta más proteínas que la carne blanca, la de pescado, las legumbres y
otros alimentos ricos en este nutriente.
2. Carne blanca
Entre las carnes blancas (es decir, las que se obtienen del cuerpo de aves)
que contienen más proteínas encontramos la pechuga de pavo, la de pollo o
la de faisán, sobre todo cuando se asan. El muslo es algo menos rico en
proteínas, pero también contiene cantidades importantes de este nutriente.
4. Productos lácteos
Dado que los productos lácteos se obtienen de las vacas, no resulta
sorprendente que su aporte proteínico sea elevado, como también lo es el
de la carne de vacuno.
5. Pescado
La carne de pescado no sólo es una buena fuente de proteínas sino que
además sus niveles de grasas son bajos en comparación con los de otros
productos cárnicos ricos en este nutriente. Por si fuera poco, los pescados
azules contienen ácidos grasos omega-3, que son mucho más
saludables que otros tipos de lípido.
Entre los pescados con más proteínas están el bacalao, el atún, las
sardinas, los boquerones, la lubina, el lucio y el salmón (una de las mejores
fuentes de ácidos omega-3).
Los langostinos, las langostas, los caracoles, los calamares, los mejillones,
los pulpos y las almejas son algunos de los mariscos más ricos en
proteínas.
7. Legumbres
Las legumbres son la principal fuente de proteínas de las personas
veganas: aunque su aporte proteínico suele ser algo inferior al de productos
de origen animal como las carnes, los huevos o los lácteos, la soja, las
habas secas, las judías, los guisantes secos o los garbanzos pueden ser
útiles para sustituir estos alimentos en dietas que no los permiten (así como
para variar el tipo de comida y ganar en salud).
8. Frutos secos
Los frutos secos no son los alimentos más ricos en proteínas que podemos
encontrar, pero aun así su aporte en este sentido no debe ser subestimado.
Así, comer almendras, pistachos, nueces o avellanas hace que obtengamos
algunas proteínas que son muy bienvenidas por nuestro organismo.
http://www.metabolismo.biz/web/wp-content/uploads/Alimentos-ricos-en-Proteinas2.pdf