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M4 ARTE De LER EscuTURas Anns cia las bulas solemnes se hacian con pergamino de animal adulto, mientras los breves, cerrades con el Sigilo © sello del anillo del pescador se hacian en vitela, escrita curiosamente por la parte del pelo, y no de la carne, como era cortiente en los demas, documentos. Esta singularidad de la cancilleria pon- se fundaba en primer lugar porque en la parte del pelo eran més dificites de disimular los raspados ¢ interpolaciones o cambios de texto, y en segundo lugar esa singularidad, era como una sefia de auten ticidad y cautela ante aprendices a falsarios de docu- mentes. El papel artesano EL papel artesano, en el que se encuentran muchas muestras palcogrificas de este manual, segtin of Tesoro de la Lengua Castellana, editado por el candnigo de Cuenca, Sebastiéa de Covarrubias, fen pleno Siglo de Oro, en 1611, era entonces “carta ut hoja hecha del licor exprimido de les retazos de lien2o, con una invencién panicular, pero notoria Porque vienen a molerse y se reducen a un jugo de leche, y en cigrtos hilos de alambre se saca y des- pués se seca al sol”. Esta mina era mas delgada, mis desgarrable y de menos cuerpo que el papiro y el pergamino, pero 90 tanto. Su aspecto primero era como afieltrado y algo. donoso con respecto la consistencia de la piel y las chapas vegetales sobrepuestas del papiro, Pero la técnica en la mejora de sus calidades, su asequibili dad y su baratura con respecto al pergamino, elim 16 pricticamente a éste de los usos escriptorios en ths sociedades modernas. El papel era y fue hasta mecliados del siglo XIX una ainténtica manufactura, muy elaboada e inge- niosa, de un producto que aparentemente no tiene nada que ver con su materia prima, procedente de Ia selecci6n de lienzos de lino y cfitamo, cortados, desteridos, lavados, fermentados, machacados, des. fibrados y luego apelmazadas y satinados. El pay egipcio, de mas antigiiedad reconocida que el papel chino, nunca puede ser considerada como tuna elase de papel porque en su elaboracién no se separan L fibras del junco ni se reforma su disposicién natural, cosa que si se hace con el papel, cuyo producto final, como ya hemos dicho, no tiene nada que ver en el aspecto y en Ia estructura mis aparente de sus fibrillas primas de lino y edamo, Fra ef papel, nombre que en Espa, Francia, Alemania ¢ Inglaterra, tom6 de su antecesor el papi- 1 (los italianes Haman al papel carta), el producto final de una pasta, pulpa o licor de fibrillas celulési- «as, separadas por pudrici6n y espelechadas y refi- nadas en agua clara, sin suciedad ni fango, con mar- tillos manuales (chinos) 0 por la fuerza hidréulica en piedras de molino Grabes) 0 en varios mavillos y mazos agregados a un eje (genoveses), © por ener- g{a célica y cilindro de cuchillos (holandeses). Es lt primera fase de manufactur Una vez obtenido mecinicamente este licor semiliquido de fibrillas y fibras se derramaba en una gran tina de madera para proceder a la segunda fase: la formacion de la lamina o el pliego. En la tina se sumergia una forma, molde © bastidor cuadsan- gular de madera, tratada con aceite en su primera fabricacién, Este bastidor sostenia juncos, 0 amas de tela 0 finisimos hilos de latén (puntizones), colo- cados longicudinalmente y a una pequefifsima, menos que milimétrica, distancia entre ellos. Estas verjuras 0 puntizones cran a su vez sostenides por oiros hilos de metal, los corondeles, dispuestos, eso si, en direcci6n horizontal a los owes, y con mayor distancia entre side centimetos. Sacada la formade ra y bastidor de la tina, el agua se colaba, fitrada entre los espacios leves de las verjuras 0 alambres. Fotos, sin embargo, no dejaban colar y sedimenta- ban y posaban las fibrillas en una Kimina o filtro apretado y sutil, que puesta sin romperse ni rasgar~ se a pesar de estar mojada sobre un aseado filtro © sayal de lana, para su secado por absoreién lenta (para evitar que el papel se barquillease) y cohesién de fibras, era luego levantada por el levador y enco lada, para impedir que corriese la tinta entre las fibras, desfigurase la letra y defenderla de los ani males papir6fagos. El hurente 0 laborante es el hombre que con la forma en Ia mano € introduciéndola en la tina de la pasta, hace con ingenio y perfeccién de movimien tos, de mano y del licor de tapos, la limina, Mete Jn forma como quien toma una cucharada. Hace tres movimientos, uno a la derecha, otro a la izquierda y ‘otro hacia el pecho, para que eaiga toda la pasta superflua al grosor y gramaje marcadlos por el marco mévil de la formadera o forma. Estos movimientos se pueden notar al examinar los papeles artesanales que pueblan nuestros archivos pues se observarin en determinados bordes més acumulacién de pasta y se explican esas barbas densas ¢ irregulares de los filos del papel antiguo. Un torpe hombre de tina daba por sus malos movimiento: un papel desigual y de mala calidad. No digamos nada de la delicade 7a del artesano ponedor de la Limina sobre un fiel tro, sacindala del molde, operacién de gran desire 2 para no deformar ni rasgar la hiimeda Kimina, Y, por fin, del que levanta y separa la Kimina, ya menos hiimeda, de los fieltros, por una esquina de la hoja mis fuerte y predeterminada ya por el laurdor y ponedor, para hacer el encolado, que constituye la tercera fase de la anesania: mediante el encolado, almidonado, oreado, satinado (con la calandra) y lijado se prepariba el papel como soporte escripto: IM, Roweno © L. Roonlcurs © A. Sivciz 35 rig propiamente dicho y se embalaba para su trans- porte a las ciudades. El papel ya en el siglo XIV y en Europa reunia, apaite de sus cualidades grificas 0 facilidades de escritura y lectura, condiciones competitivas con el pergamino, al ser por su mayor abundancia barato (en una proporcién de 1/9 con relacién a su mas cereano competidor, el pergamino), el tener unas posibilidades Ge produccién en cantidad mucho mayores, el ser al mismo tiempo duradero y, sobre todo, el ser transportable y asequible en las volumi- rnosas cantidades que requerian los impresores.y grandes cancillerias europeas. Fsta asequibilidad no le tuvieron en la misma medida ni el papiro egipcio ni el pergamino. Este pronto qued6 desplazado totalmente del libro impreso y ms paulatinamente del documento escrito, solemne y no solemne. loys Ruppe en 1947 ha calculado que una de las Biblias que imprimio Gutemberg en 340 folios de papel, que mide cada uno 42x 62 centimetros, hubie- Fig. 14. Hlementos de una formadera donde seven los bios rmetdlcas que marcan en agua las vorras de puntizones y corondetes enexlopedia D’Alembert y Didero0. ra necesitado de haberse realizado en vitela © perga- mino unas 170 pieles de res. Los 30 ejemplares que se tiraron impresos en pergamino suponian casi 5000 pieles. Y los 100 que se tiraroa en papel, hubioran supuesto en pergamino unas 15000 pieles. Era, pues, el papel ante el pergamino, sobre todo cuando aquél pudo competir en lisura, blancura y consistencia de encolado, una eleccién obvia para el nuevo mundo, absorbente y demandante de soporte escriturario, en torno a la burocracia y en torno a las prensas multi= plicadoras de ejemplares de Gutemberg Esti demostrado (excavaciones arqueolégicas de nuestro tikimo siglo por los arquedlogos Sven Hedin, Aurel Stein y Folke Berginan), que ya, 300 aftos antes de Tsai Lun, en China se usaba el papel. Es l6gico pensar que una técnica tan elaborada no podia ser consecuencia de una invencién individual Y momenténea, sino més bien de seculares y colec- tivas experiencias anteriores al alto dignatario impe- rial, el eunuco Tsai Lun, a quien la tradicién china, tendeaciosa siempre en atribuir todos los bienes al Emperador o a su entorno, atribuye la invencién del papel, dejando obscuros muchos actesanos andni- mos de la gran extensién astatica ‘Tras una habil maceracion de las fibras largas, flexibies € hilachadas de la brusonetia, atbol de morera, los chinos conseguian la kimina. Tales fibras se desintegraban, machacaban y echaban juntas con agua en un molde 0 forma de hilos de bambi que filtraba el liquide mientras las fibras se quedaban y afieltraban en una Limina. Para obtener las fibrillas de las ramas de more- ra, materia prima vegetal, se podaban en diciembre, cuando ya perdian la hoja, Los haces de tallos se hervian con agua y cenizas de plantas ciusticas 0 de sosas. Con este hervido era facil retirar el tronco de la corteza, el liber, formado de finas fibras, que habi- an sido los vasos en los que circulaba la abundante y rica savia de la morera, alimentadora y ereadora de Ja seda. Los patos de madera se tiraban. A continua i6n se remojaban otra vez las cortezas para quitar- les la pelicula o cuticula negruzca. El liber, libre ya de todas las cargas internas y externas, se hervia de nuevo con cenizas lejias de efecto suave. Se obtenia tuna pasta blanca de leves fibrillas. A este licor celu- ldsico se Ia aadia agua de arroz que aumentaba eb blancor. Esta era la materia prima del primes papel chino ave se posaba en las formaderas. Las formas, los chinos las urdlian y tejfan con finos hilos de bambd. No eran puntizones y coron- deles metilicos, pero si filamentos mas finos quelos de lat6n que conocemos en Europa. Los intersticios que dejaban colaban el agua y asentaban en kimina las fibras de la pasta, Los hilos de bambti se hervian en aceite para que su superficie facilitase mejor la circulacién del agua y la fijacién del licor de fibras. 36 Ante tre Eicamunss Ava: DE LA HOJA DE PAPEL AL PAPEL CONTINUO SISTEMA ‘iglo x01 75s de papel dar. PRIMERA MECANIZACION (inal siglo X00) 1.200 kos de Papel diario, ss Lo + —} rion ne Proceso de fabricaciin de past de papel Fig 15: Compara deb cass itoas (asad indus) de fabcaion al papa uso Web Gna y de Tena Cnn)

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