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18.08.2016 – 05:00 H.
Si nuestra tecnología continúa avanzando y nos las apañamos para no provocar
nuestra propia extinción, entonces es posible que un día lleguemos a
convertirnos en una civilización de Tipo II. Una vez alcanzado este grado de
desarrollo, el lugar que ocupa la humanidad dejaría de estar limitado a nuestro
Sistema Solar y podríamos empezar a colonizar otros planetas extrasolares.
Desde el punto de vista evolutivo, es una idea estupenda: cuanto más esparcida
esté la población por el universo, más difícil será que nuestra especie sea
borrada del mapa.
Por tanto, la nave de Alcubierre hace dos cosas para moverse: comprime el
espacio-tiempo frente a ella para crear un campo gravitatorio que la arrastra
hacia adelante y lo expande en su parte trasera, dando lugar a un campo
antigravitatorio que la empuja en la misma dirección. “Comprimir” el espacio-
tiempo no es complicado, porque basta con acumular un montón de materia o
energía en el mismo lugar. Lo complicado es conseguir que se expanda.
Para expandir el espacio-tiempo a su alrededor y formar un campo
antigravitatorio, un trozo de materia debería tener una masa negativa.
Como explicaba en este otro artículo, las ecuaciones de Einstein aceptan
matemáticamente el concepto de masa negativa, pero no hay ningún indicio de
que pueda existir en la vida real. Y desde luego nunca se ha observado en la
naturaleza.
Sol en un segundo
Aquí la complicación está en fabricar ese agujero negro en un primer lugar, claro.
Para que sea de alguna utilidad, el agujero negro tiene que ser suficientemente
grande como para que se evapore a lo largo de un periodo de tiempo razonable,
pero tan pequeño que el flujo de energía que emita pueda mover la nave. Una
masa ideal para este agujero negro serían unas 660.000 toneladas, lo que le
daría un tamaño de 0,9 attometros y le permitiría producir unos 160 pettawatts
(160.000 millones de megawatts) durante 3,5 años.
Pero crear un agujero negro de este calibre requeriría una energía tremenda, del
orden de una décima parte de la energía que el Sol emite durante un segundo,
algo que sólo se podría conseguir con un láser de rayos gamma de alta
frecuencia que está muy, muy lejos de nuestra capacidad tecnológica actual.
Bonus: el EM Drive
Es posible que hayáis escuchado hablar del polémico motor EM Drive, que
pretende acelerar una nave utilizando sólo microondas. El año pasado traté el
concepto en este otro artículo.