1) Primera respuesta: Para Locke, la condición natural de la humanidad es una en
JOHN LOCKE (1632-1704).
¿Cuál es la relación de Locke con lo que hoy día decimos sobre la Igualdad?
Igualdad:
No era un dictado de la razón, como en los preceptos de Hobbes. Era más bien una
derivación básica de ser todos igualmente creaciones de Dios.
La preocupación de Locke no era el tipo de preocupaciones que hoy en día tenemos sobre la
igualdad como una cuestión meramente distributiva. En otras palabras, Locke estaba
preocupado con una cuestión mucho más general, y no con una determinada métrica
objetiva de la igualdad, que es la discusión que posteriormente inicia John Rawls en el año
1971. Este último partió una discusión un tanto frenética por una pregunta meramente
distributiva: qué es aquello que debemos repartir de manera igualitaria: si acaso bienestar,
bienes primarios, recursos, capacidades, etc. Sin embargo, eso olvidaba toda la tradición
lockeana de preguntarse por una cuestión más básica, que es el valor de la igualdad.
“La pregunta de Locke es si acaso hay un valor más profundo que nos exija
tratarnos el uno al otro como iguales, un principio que requiere un tipo de
argumentación que trascienda un determinado momento y lugar y que debiera
estar fundado en algo común a la naturaleza humana y en algo permanente en el
significado que tiene para criaturas como nosotros” (Waldron, God, Locke and
Equality). De ahí al fundamento teológico de la igualdad en Locke: algo que
trasciende el tiempo y el espacio.
Como nosotros, Locke y algunos de sus contemporáneos pensaron que había ahí algo digno
de ser explorado. El tipo de compromiso o acuerdo básico es necesariamente un compromiso
que es en principio reconocible en todos los contextos y circunstancias, porque es
precisamente un compromiso que mira más allá de los contextos y circunstancias que
distinguen a un ser humano de otro.
Por tanto, si los argumentos morales o políticos no pueden ser abstraídos de su contexto,
entonces no podemos captar el sentido de afirmaciones lockeanas básicas como la de “que
todos los hombres son, por naturaleza, iguales”.
Hablar del fundamento cristiano de su pensamiento, es de algún modo reducir a Locke al
siglo XVII, dejarlo como una anécdota historiográfica. Para muchos, una teoría de la igualdad
hoy no tendría mucho que tomar prestado de Locke, dado la necesidad de una teoría secular
que no acepte las premisas cristianas de las que parte Locke. Sin embargo, como veremos, el
que el valor de la igualdad sea algo digno de explorar tendrá mucho sentido en nuestros
tiempos, y es justamente eso lo que debemos recuperar de Locke. Esto tendrá aún más
sentido cuando nos preguntemos por la igualdad política o por los derechos de igualdad.
DERECHO NATURAL EN LOCKE
El derecho natural nace como una respuesta a dos desafíos: por una parte, a la teoría de la
jerarquía natural (o de un derecho natural o divino de los reyes a gobernar), que se da en los
padres, entre cónyuges o a nivel del poder de los gobernantes, y que fue desarrollada por
Robert Filmer, tal como las autoridades de la Iglesia provienen de los apóstoles; y, por otra, a
las teorías contractualistas que suponían una sujeción total al absolutismo político.
que:
LEER CAP. II, sección 4 (Segundo Ensayo sobre el Gobierno Civil) * en adelante, las secciones
numeradas se refieren al Segundo Ensayo, salvo mención expresa):
“todo poder y jurisdicción es recíproco, sin que al uno competa más que al otro, no
habiendo nada más evidente que el hecho de que criaturas de la misma especie y
rango, revueltamente nacidas a todas e idénticas ventajas de la Naturaleza, y al liso
de las mismas facultades, deberían asimismo ser iguales cada una entre todas las
demás, sin subordinación o sujeción, a menos que el señor y dueño de ellos todos
estableciere, por cualquier manifiesta declaración de su voluntad, al uno sobre el
otro, y le confiriere, por nombramiento claro y evidente, derecho indudable al
dominio y soberanía”.
Sin embargo, esa igualdad es sólo con respecto a ciertos aspectos que consideramos
relevantes:
LEER CAP. VI, sección 54: “Aunque declaré más arriba "que todos los hombres son
por naturaleza iguales", huelga decir que no me refiero a toda clase de "igualdad".
La edad o la virtud pueden conferir a los hombres justa preferencia. Dotes y mérito
preclaros acaso levanten a otros sobre el nivel común. Unos por nacimiento, otros
por alianzas o beneficios, pueden verse sometidos a determinadas observancias
ante aquellos a quienes la naturaleza, la gratitud u otros respectos hagan
acreedores a ellas; y sin embargo todo lo apuntado es compatible con la igualdad
en que todos los hombres se encuentran relativamente a la jurisdicción o dominio
de uno sobre otro, que tal es la igualdad de que allí hable como adecuada para el
menester de que se trataba, derecho igual que cada uno tiene a su natural libertad,
sin sujetarse a la voluntad o autoridad de otro hombre alguno”.
En otras palabras, la idea de Locke era que todos nacemos con título para la más perfecta
libertad (no que nacemos iguales de hecho), y que todas estas reglas que nos sujetan a una
autoridad política desde el nacimiento no tienen la fuerza moral enfrente de los
requerimientos de Dios, quien nos ha dado a todos la oportunidad de desarrollar nuestra
capacidad de actuar por nuestra cuenta como agentes libres y racionales. Y esta es la premisa
más básica antes de hablar del consentimiento.
LEER CAP. VIII, sección 95: “Siendo todos los hombres, cual se dijo, por naturaleza
libres, iguales e independientes, nadie podrá ser sustraído a ese estado y sometido al
poder político de otro sin su consentimiento el cual se declara conviniendo con otros
hombres juntarse y unirse en comunidad para vivir cómoda, resguardada y
pacíficamente, linos con otros, en el afianzado disfrute de sus propiedades, y con mayor
seguridad contra los que fueren ajenos al acuerdo.”
2) Segunda respuesta: el problema era que a través de este consentimiento, nada
detenía a los hombres a ceder todas sus libertades al orden creado. En otras
palabras, el absolutismo no requiere de complejas teorías de la jerarquía natural,
pues basta reclamar el consentimiento en la cesión de todas las libertades.
Perfectamente las personas pueden vender su libertad y convertirse en esclavos
del autócrata. Para Locke, esto era imposible no por una cuestión psicológica
(como la que dice Hobbes, de que nadie es tan absurdo como para firmar un
 contrato en que se renuncie al derecho a defenderse de los ataques), sino porque
hay ciertos deberes de derecho natural:
LEER CAP. XI, sección 135: “Porque nadie puede transferir a otro más poder del que
encerrare en sí, y nadie sobre sí goza de poder absoluto y arbitrario, ni sobre los demás
tampoco, que le permitiere destruir su vida o arrebatar la vida o propiedad ajena”.
Esta perspectiva de la inalienabilidad, que ustedes podrán ver en sus cursos sobre
derechos humanos, puede ser vista a través de una teoría de los ‘derechos’, es decir, como
pretensiones correlativas a los deberes de otros, incluidos aquellos que aspirar a ser
autoridades políticas.
No se puede pensar que los sujetos liberaron a sus gobernantes de cumplir con estos deberes
de derecho natural porque este deber no era para con ellos sino con el Creador, por lo que
aún las autoridades que surgen por un contrato deben estar limitadas por el Derecho
Natural.
STATUS ONTOLÓGICO DEL DERECHO NATURAL
Una de las cuestiones por las cuales recordamos a Locke es la idea de que aún en ausencia de
un ordenamiento institucional, aún en ausencia de un derecho creado por el hombre, aún así
tenemos que sujetarnos a las leyes de la naturaleza. Por eso, uno de los temas más
importantes en Locke es el status, el valor del derecho natural. Como veremos, aquí se
marcan varias diferencias con Hobbes, sobre todo, en relación a la obligatoriedad de estas
leyes de la naturaleza.
El tema más importante para los contemporáneos de Locke era determinar el status
ontológico del derecho natural, y en particular su relación con la voluntad de Dios: si el
derecho natural supone ser eterno e inmutable, entonces ¿Cómo podemos reconciliar esto
con un Dios omnipotente?
Por definición, un Dios todopoderoso no puede estar limitado por un derecho natural. Si Dios
tiene la capacidad de cambiar el derecho natural, entonces no podemos asumirlo como un
derecho fijo e inmutable.
Locke finalmente por una teoría voluntarista: no pudo renunciar a la proposición de que para
que algo tenga el status de derecho, debe ser el producto de alguna voluntad (igual
Pufendorf).
Para Locke, este carácter mutable se puede explicar en términos parecidos a los que
explicamos a propósito de Aristóteles. Un pequeño repaso por una suerte de epistemología
en Locke nos recuerda que él distinguía entre los éctipos/arquetipos: Los primeros son ideas
generales de las sustancias; los segundos son ideas construidas por el hombre. Ello a su vez
distingue el conocimiento natural del convencional, determinado por otra distinción: las
esencias reales y nominales. En aquellas sustancias que dependen del mundo exterior para
su existencia (como los árboles o los animales), solo las esencias nominales pueden ser
conocidas por el hombre. Las esencias reales sólo son accesibles para quien crea las
sustancias. En el caso de los arquetipos, las esencias nominales y reales son sinónimas, de
modo que las esencias reales pueden ser conocidas por el hombre. Dado que las prácticas
sociales, como el derecho, son siempre una función de ideas arquetípicas, se sigue que las
esencias sociales reales pueden ser conocidas por el hombre. Sabemos lo que nosotros
hacemos. Para Locke y Hobbes, el hombre puede incontrovertiblemente tener conocimiento
de sus creaciones, y más importante aún, para nuestros propósitos, arreglos políticos o
instituciones (ambos son partidarios de una premisa básica de la Ilustración: de que el
hombre puede dominar, a través del conocimiento, aquello que va creando).
Por tanto, el Derecho natural, o el derecho natural de Dios, impone límites externos a aquel
campo en que el hombre tiene una autoridad divina para actuar como ‘un dios en miniatura’,
creando derechos y obligaciones por sí mismo. La idea lockeana es mantener aquella libertad
dentro de los marcos impuestos por el derecho natural.
Esta idea deriva del modo en que, según Locke, conocíamos las realidades, de modo que Dios
nos entregó el poder de crear cosas, y de conocer aquellas cosas que creamos; por tanto,
además, nos hacemos dueños de ellas y podemos controlarlas. Así, nos convertimos en
‘Dioses en miniatura’. Todas las proposiciones, la ciencia y los derechos individuales, tiene
sentido y se derivan de la idea de que Dios ha creado todo.
Esta idea del WORKMANSHIP (es como una idea de fábrica, del relojero que puede
deconstruir aquello que construyó, para arreglar un reloj), que durante la modernidad ha
intentado ser secularizada, y que constituye el fundamento más importante de la ilustración,
puede ser puesta en el origen de los derechos individuales.
Lo que haremos, en lo que sigue, es intentar fundamentar la idea de los derechos
individuales en Locke. Esta idea, que estará presente hasta nuestros tiempos y que tuvo
mucha relevancia en la época de la revolución francesa y la declaración de independencia y
constitución de Estados Unidos (a finales del siglo XVIII), constituye uno de los pilares de los
Estados modernos. En efecto, recuerden el artículo XVI de la Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano (Francia, 1789): “Una sociedad en la que la garantía de los derechos
no está asegurada, ni la separación de poderes definida, no tiene Constitución”. Este artículo
tiene vigencia hasta hoy.
Para ello, partamos por la conclusión delSegundo Ensayo sobre el Gobierno Civil: “el pueblo
puede legítimamente ofrecer resistencia frente a su rey” (sección 232). Al final de su segundo
tratado.
¿Por qué llega a esta conclusión? ¿Bajo qué condiciones los individuos pueden resistirse ante
el rey? Cuando se vuelve un tirano.
¿Qué constituye una tiranía? Hay 2 formas de definirla (capítulo XVIII):
- Leer sección 199. El interés del rey no puede ser distinto del de sus sujetos
gobernados, lo que exige desde ya ponerlo en contraposición a Hobbes; nos exige
centrarnos en los fines del gobierno.
o “Así como usurpación es ejercicio de poder a que otro tuviere derecho,
tiranía es el ejercicio de poderallende el derecho a lo que no tiene
derecho nadie; y ello es hacer uso del poder que cada cual tiene en su
mano,no para elbien de los que bajo él se encontraren, sino para su
separada y particular ventaja. Cuando el gobernante, sea cual fuere su
título, no cumple la ley, sino su voluntad, ya la autoridad y sus mandatos
y acciones no se dirigen a preservar las propiedades de su pueblo, sino la
satisfacción de sus ambiciones, venganzas, codicia o cualquier otra
desenfrenada demasía”.
- Leer sección 202. Se basa en la distinción entre la voluntad del rey y la ley: nos
exige centrarnos en el origen del poder político. Y aquí es donde cobra relevancia el
 consentimiento, pues sólo a través de este se crea el poder, el representante de la
gente, y al mismo tiempo se le imponen límites a su autoridad (el origen de la ley,
que sirve de límite al poder, y que marca la línea con la tiranía, tiene su origen en
los gobernados, que es algo que Locke había dicho en el capítulo VIII, sección 95:
“Siendo los hombres libres e iguales e independientes por naturaleza, según hemos
dicho ya, nadie puede salir de este estado y verse sometido al poder político de
otro, a menos que medie su propio consentimiento”).
o “Siempre que la ley acaba la tiranía empieza, si es la ley transgredida para
el daño ajeno; y cualquiera que hallándose en, autoridad excediere el
poder que le da la ley, y utilizare la fuerza a sus órdenes para conseguir
sobre el súbdito lo que la ley no autoriza, cesará por ello de ser
magistrado; y pues que obra sin autoridadpodrá ser combatido, como
cualquier otro hombre que por fuerza invade el derecho ajeno”.
Este derecho de resistencia no es sólo uno que corresponda al cuerpo colectivo, sino a todas
y cada una de las personas (de nuevo, entonces, una idea de igualdad).
Por tanto, 3 ideas políticas básicas:
- Consentimiento (suprema autoridad es el parlamento: incluso el rey está
subordinado, sección 155).
- Fines del gobierno (fines públicos, no privados)
- Límite de la ley (es lo que define la línea entre lo que es y no es una tiranía: ¿se
acuerdan de las ideas contenidas en el texto de Atria acerca del modo en que se
autocomprendía la Junta Militar?)
Estado de naturaleza en Locke: es uno en que igualmente tenemos deberes para con los
otros de actuar para preservar a la humanidad entera; de este modo, una violación a la ley
natural es una que se hace a toda la comunidad, y no es sólo vista como un problema entre
un individuo y otro (idea madre para el fundamento de los derechos humanos hoy en día).
Relación entre la ley natural y el estado de la sociedad civil: leer 171 (hace la misma
clasificación de Aristóteles que vimos al principio del semestre: poder paternal, despótico y
político).
“En segundo lugar, el poder político es el que cada hombre poseyera en el estado de
naturaleza y rindiera a manos de la sociedad, y por tanto de los gobernantes que la
sociedad hubiere sobre sí encumbrado; y ello con el tácito o expreso cargo de
confianza de que dicho poder sería empleado para el bien de los cesionarios y la
preservación de su propiedad. Ahora bien, este poder, que tiene cada hombre en
estado de naturaleza y que entrega a la sociedad en cuanto de ella pueda cobrar
aseguramiento, era para usar, mirando a la preservación de su propiedad, los
medios que tuviera por válidos y la naturaleza le consintiera; y para castigar en
otros hombres la afrenta a la ley de naturaleza del modo (según su mejor
entendimiento) más adecuado para la preservación de sí mismo y del resto de la
humanidad; de suerte que siendo fin y medida de este poder, cuando en estado de
naturaleza se halla en las manos de cada quien, la preservación de cuántos
participaren de su estado -esto es, de la humanidad en general- no tendrá el poder
transmitido a manos del magistrado más fin ni medida que la preservación de los
miembros de dicha sociedad en sus vidas, libertades y posesiones, por lo que no ha
de ser poder arbitrario, absoluto sobre sus vidas y fortuna, las cuales hasta el último
posible extremo deberán ser preservadas, sino poder de hacer leyes y anexarles
penas mirando a la preservación del conjunto, por segregación de aquellas partes, y
sólo de aquéllas, ya tan corrompidas que amenazaban al bueno y sano: sin cuyas
condiciones ninguna severidad fuera lícita. Y este poder tiene su venero sólo en el
pacto y acuerdo y el consentimiento mutuo de quienes constituyen la comunidad”.
Para una mejor comprensión del Estado de Naturaleza en Locke, lean el capítulo II de su
Segundo Ensayo. Esto es lo que vamos a hacer ahora, teniendo como premisa, en todo
momento, que aún en este estado de naturaleza hay ciertos derechos individuales que son,
por tanto, pre-políticos o que anteceden a la constitución de la sociedad civil.
Fuentes de los derechos individuales: en principio, provienen de la ley natural, que están
conformada por principios de moralidad universal que deben servir de fundamento a las
leyes positivas.
1) WORKMANSHIP (o más bien godmanship): Somos todos igualmente propiedad
(creaciones) de Dios (eso tenemos en común).
Sec. 6, capítulo II. LEER. “Tiene el estado de naturaleza ley natural que lo gobierne y a
cada cual obligue; y la razón, que es dicha ley, enseña a toda la humanidad, con sólo que
ésta quiera consultarla, que siendo todos iguales e independientes, nadie, deberá
dañar a otro en su vida, salud, libertad o posesiones; porque, hechura todos los
hombres de un Creador todopoderoso e infinitamente sabio, servidores todos de un
Dueño soberano, enviados al mundo por orden del Él y a su negocio, propiedad son de
Él, y como hechuras suyas deberán durar mientras El, y no otro, gustare de ello. Y pues
todos nos descubrimos dotados de iguales facultades, participantes de la comunidad de
la naturaleza, no cabe suponer entre nosotros una subordinación tal que nos autorice a
destruirnos unos a otros, como si estuviéramos hechos los de acá para los usos de
estotros, o como para el nuestro han sido hechas las categorías inferiores de las
criaturas. Cada uno está obligado a preservarse a sí mismo y a no abandonar su puesto
por propio albedrío, así pues, por la misma razón, cuando su preservación no está en
juego, deberá por todos los medios preservar el resto de la humanidad, y jamás, salvo
para ajusticiar a un criminal, arrebatar o menoscabar la vida ajena, o lo tendente a la
preservación de ella, libertad, salud, integridad y bienes”.
Incluso los padres no son los propietarios de sus hijos, a diferencia de lo que pensaba Robert
Filmer.
2) Dios dio el mundo a la humanidad para que lo tuviera en común: hay aquí una
idea de que tenemos un igual derecho natural a hacernos propietarios de aquellos
que Dios nos ha legado en común. No es que tengamos igual cantidad de
propiedades, sino que debe respetarse una idea más básica, si se quiere, por
ejemplo, aquella contenida en nuestro artículo 19 n° 23 (derecho fundamental A la
propiedad, no derecho DE propiedad). Por ello, una idea igualitaria básica en Locke
es esta: todos tenemos por igual un derecho a acceder aquello que se nos ha
dejado para todos, como la tierra (recuerden vincular esto con lo que
posteriormente señala Locke). La cantidad de propiedad, al menos en la teoría de
Locke, dependerá ciertamente de la idea que presentamos antes: quien más
trabaje la tierra, mayor cantidad de frutos que podrá apropiarse.
 Sec. 25, cap. V. LEER: “Dios, que diera el mundo a los hombres en común, les dio Importancia de la Propiedad en Locke:
también la razón para que de él hicieran uso según la mayor ventaja de su vida y
El poder político existe para la protección de la propiedad, surge por ello; pero ello requiere
conveniencia. La tierra y cuanto en ella se encuentra dado file a los hombres para el
que al momento de constituirlo todos tengan propiedad; eso exige que nos hagamos cargo
sustento y satisfacción de su ser. Y aunque todos los frutos que naturalmente rinde y
de ello si es que el contrato surge para la protección de las expectativas y de la estabilidad en
animales que nutre pertenecen a la humanidad en común, por cuanto los produce la
torno a la propiedad (hagan este razonamiento al leer la sección 95: si el contrato surge para
espontánea mano de la naturaleza, y nadie goza inicialmente en ninguno de ellos de
proteger las expectativas de las propiedades adquiridas, ello supone que todos hayan tenido
dominio privado exclusivo del resto de la humanidad mientras siguieren los vivientes en
un derecho de igual acceso o de iguales posibilidades de hacerse propietarios).
su natural estado, con todo, siendo aquéllos conferidos para el uso de los hombres,
necesariamente debe existir medio para que según uno u otro estilo se consiga su Otra de las cuestiones interesantes, contestando a Filmer, fue desvirtuar a la propiedad como
apropiación para que sean de algún uso, o de cualquier modo proficuos, a cualesquiera fundamento del poder político. Para Filmer, el poder político de los reyes derivaba de haber
hombres particulares. El fruto o el venado que alimenta al indio salvaje, que ignora los heredado la propiedad de Adán, quien poseyó todo (a través de una línea cronológica de los
cercados y es todavía posesor en común, suyo ha de ser, y tan suyo, esto es, parte de él, ancestros, los reyes clamaban su calidad de propietarios de los reinos en virtud de la herencia
que nadie podrá tener derecho a ello en la inminencia de que le sea de alguna utilidad de Adán). El poder, según Locke, depende del consentimiento, y no de la propiedad.
para el sustento de su vida”.
Pero además, la posibilidad de ser propietario depende de la subsistencia, y no de otra cosa.
3) Hay un igual acceso a la palabra de Dios (al derecho natural). Se trata, además, no de un derecho de propiedad natural, sino de un derecho natural a
hacerse propietario. Leer I tratado, sección 87 (ya lo hemos dicho, es un derecho común para
Locke, Carta sobre la Tolerancia (ni el Estado ni el Papa o la Iglesia tienen el poder de
hacer frente a nuestra subsistencia).
interpretar autoritativamente la palabra de Dios): “Todas estas cosas que el hombre debería
preguntarse y llegar a conocer a través de la meditación, del estudio, de la investigación y de Recordemos que la idea de una propiedad como una cuestión de exclusividad y no como una
sus propios esfuerzos, no deben ser tenidas privativas de una cierta clase de hombres. Los cuestión común (una herencia que nos dejó dios en común a todos), es una cuestión muy
príncipes, por su origen, tienen más poder que los demás hombres, pero son igual a ellos en posterior en el desarrollo o constitución de la sociedad civil; por ello, todo el desarrollo
su naturaleza. Ni el derecho ni la aptitud para gobernar envuelven necesariamente el institucional de la exclusividad depende de que todos hayan provisto a su propia
conocimiento de otras materias, ni mucho menos el de la verdadera religión, ya que si fuese subsistencia. Por ello, por ejemplo, criticaba el mayorazgo, pues cuestionaba el igual derecho
así, ¿por qué los soberanos de este mundo difieren tanto en materias religiosas? (…)La de los hijos a tener lo necesario para la subsistencia.
estrecha senda que conduce al cielo no es más conocida por el gobernante que por cualquier
otro individuo y, en consecuencia, no puedo confiarme en su guía, ya que probablemente él
desconozca esta senda tanto como yo, y con seguridad se preocupará menos por mi
salvación que yo mismo”.
Nadie puede decidir una disputa entre dos voces o interpretaciones de las escrituras…es un
preludio a la objeción de conciencia.
4) Somos soberanos individuales acerca de las cosas que nos competen:
Locke,Carta sobre la Tolerancia (el fundamento de la moderna idea de libertad individual):
“El cuidado de las almas no puede pertenecer al magistrado civil, ya que su poder consiste
sólo en su fuerza externa, pero la religión verdadera y redentora consiste en la persuasión
interior, sin la cual nada puede ser aceptable para Dios. Y la naturaleza del entendimiento es
tal que no puede ser obligado a creer en algo por medio de la fuerza externa. La confiscación
de la propiedad, la prisión, los tormentos ni ninguna cosa de tal naturaleza pueden tener
tanto poder como para que los hombres cambien el juicio interno que se han formado sobre
las cosas”.
Esta idea es muy potente, porque hace referencia a una suerte de libertad básica, a un
contenido esencial que nada puede abrogar o transgredir. Es una suerte de fenómeno a
partir del cual Locke deriva derechos individuales.
De todas estas fuentes conjugadas deriva el derecho individual de resistir que presentamos
al principio.