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Relaciones quimicas
Tabla de contenido
Covalent bonding
Multiple covalent bonds
electrostatic : relating to the forces of attraction or repulsion between particles based on their
electrical charges.
quantum : a quantity of energy associated with a speci c frequency of radiation along the
electromagnetic spectrum.
Esta es una versión actualizada de nuestro módulo de unión química. Para la versión anterior,
por favor vaya aquí .
La vida en la Tierra depende del agua; necesitamos agua para beber, bañarnos y
refrescarnos en un caluroso día de verano (Figura 1). De hecho, la evidencia sugiere que la
vida en la Tierra comenzó en el agua, más especí camente en el océano, que tiene una
combinación de agua y sales , la sal de mesa más prominente común: el cloruro de sodio.
Pero, ¿dónde aparecen el agua y estas sales comunes en el gran organizador de los
elementos , la tabla periódica? Bueno, ellos, y millones de otras sustancias, no se
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encuentran en la más famosa de todas las referencias químicas: la tabla periódica. Por qué
no? La respuesta es una simple.
Figura 1 : La vida en la Tierra depende del agua, no solo para funciones biológicas
clave, sino también para el placer. Por ejemplo, este relajante oasis en el mar
Mediterráneo, en la playa de Cala Tío Ximo en Benidorm, España.
imagen © Diego Delso
La tabla periódica organiza los 118 elementos químicos reconocidos actualmente , pero el
agua y el cloruro de sodio no son elementos. Más bien, ambas son sustancias que se
componen de una combinación de elementos en una proporción ja . Tales combinaciones
de relación ja de esos 118 elementos se conocen como compuestos .
En sus reacciones químicas e interacciones físicas, el cloruro de sodio no actúa como los
elementos que lo componen (sodio y cloro); más bien, actúa como una sustancia
completamente diferente y única. Eso es bueno, ya que el cloro es un gas venenoso que se
ha utilizado como arma química, y el sodio es un metal altamente reactivo que es
ligeramente explosivo con el agua. Entonces, ¿qué permite que el cloruro de sodio actúe de
una manera completamente diferente? La respuesta es que dentro de la sal de mesa , el
sodio y el cloro están unidos por un enlace químico que crea un compuesto único , muy
diferente de los elementos individuales que lo componen.
El enlace químico se puede considerar como una fuerza que mantiene unidos los átomos
de varios elementos en dichos compuestos . Abre la posibilidad de millones y millones de
combinaciones de los elementos, y la creación de millones y millones de nuevos
compuestos. En resumen, la existencia de los enlaces químicos explica la riqueza de la
química que llega mucho más allá de esos 118 bloques de construcción.
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En su publicación de 1704 Opticks , Sir Isaac Newton hace mención de una fuerza que
apunta a la idea moderna del enlace químico . En la pregunta 31 del libro, Newton describe
"fuerzas", distintas de las del magnetismo y la gravedad, que permiten que las "partículas"
interactúen.
En 1718, mientras traducía Opticks a su idioma nativo, el químico francés Étienne François
Geo roy creó una Tabla de a nidad. En este fascinante primer vistazo a la probabilidad de
ciertas interacciones, Geo roy tabuló la a nidad relativa que diversas sustancias tenían por
otras sustancias y, por lo tanto, describió la fuerza de las interacciones entre esas sustancias.
Si bien el trabajo de Newton y Geo roy era anterior a nuestra comprensión moderna de los
elementos y compuestos , su trabajo proporcionó información sobre la naturaleza de las
interacciones químicas. Sin embargo, pasaron más de 100 años antes de que el concepto de
poder combinado de elementos se entendiera en un sentido más moderno. En un artículo
en la revista Philosophical Transactions titulado "En una nueva serie de cuerpos orgánicos que
contienen metales" (Frankland, 1852), Edward Frankland describe la "combinación de poder
de elementos", un concepto ahora conocido como valencia en química. Frankland resumió
su pensamientos al proponer lo que él describió como una 'ley':
Una tendencia o ley prevalece (aquí), y no importa cuáles sean los caracteres de los
átomos que se unen, el poder de combinación del elemento de atracción, si se me
permite el término, siempre se cumple con el mismo número de estos átomos. .
El trabajo de Frankland sugirió que cada elemento se combinara con solo un número
limitado de átomos de otro elemento, aludiendo así al concepto de enlace . Pero fueron
otros dos cientí cos los que realizaron la investigación contemporánea más importante
sobre el concepto de vinculación.
externa o valencia de un átomo. Él sugirió que se formó un enlace químico cuando dos
átomos compartían un par de electrones (más tarde se le dio el nombre de
enlace covalente). por Irving Langmuir). Sus "diagramas de puntos de Lewis" utilizaban un
par de puntos para representar cada par de electrones compartidos que formaban un
enlace covalente (Figura 2).
Figura 2 : estructuras de puntos de Lewis para los elementos en los dos primeros
períodos de la tabla periódica. Las estructuras se escriben como el símbolo del
elemento rodeado por puntos que representan los electrones de valencia.
Lewis también defendió la idea de 'octetos' (grupos de ocho), de que una cáscara de
valencia rellena era crucial para comprender la con guración electrónica , así como la
forma en que los átomos se unen. El octeto había sido discutido previamente por químicos
como John Newland, que consideraban que era importante, pero Lewis avanzó la teoría .
La mayor contribución de Pauling al campo fue su libro La naturaleza del enlace químico
(Pauling, 1939). En él, vinculó la física de la mecánica cuántica con la naturaleza química de
las interacciones electrónicas que se producen cuando se crean enlaces químicos . El
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Los enlaces químicos y las interacciones entre los átomos se pueden clasi car en varios
tipos diferentes. Para nuestros propósitos, nos concentraremos en dos tipos comunes de
enlaces químicos , a saber, enlaces covalentes e iónicos.
Unión covalente
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Hay muchos casos en los que más de un par de valencia electrones son compartidos entre
los átomos , y en estos casos múltiples covalentes enlaces se forman. Por ejemplo, cuando
se comparten cuatro electrones (dos pares), el enlace se llama un enlace covalente doble ;
En el caso de que se compartan seis electrones (tres pares), el enlace se denomina enlace
covalente triple.
Ejemplos comunes de tales múltiples enlaces son las formadas entre átomos de oxígeno y
de nitrógeno gas . En el gas oxígeno (O 2 ), dos átomos comparten un doble enlace que
resulta en la estructura O = O. En el gas nitrógeno (N 2 ), existe un enlace triple entre dos
átomos de nitrógeno, N≡N (Figura 4).
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Los enlaces covalentes dobles son más cortos y más fuertes que los
enlaces covalentes simples comparables y, a su vez, los enlaces triples son más cortos y más
fuertes que los enlaces dobles: el gas nitrógeno , por ejemplo, no reacciona fácilmente
porque es un compuesto estable fuertemente unido .
Cuando se comparten cuatro electrones entre los átomos, se forman _____ enlaces.
a. doble
b. cuadruplicar
En realidad, incluso los ejemplos más clásicos de enlace iónico , como el enlace de cloruro
de sodio , contienen características de enlace covalente o el intercambio de electrones de
los electrones de la capa externa. Un error común es la idea de que los elementos tienden a
unirse con otros elementos para lograr estos octetos porque son "estables" o, lo que es
peor, "felices", y eso es lo que "quieren" los elementos. Los elementos no tienen tales
sentimientos; más bien, la razón real de la formación de enlaces debe considerarse en
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Las sustancias que se mantienen unidas por enlaces iónicos (como el cloruro de sodio)
comúnmente se pueden separar en iones cargados verdaderos cuando se actúa sobre ellos
por una fuerza externa , como cuando se disuelven en agua. Además, en forma sólida , los
átomos individuales no son atraídos limpiamente a un vecino individual, sino que forman
redes gigantes que se atraen entre sí por las interacciones electrostáticas entre el núcleo de
cada átomo y los electrones de valencia vecinos . La fuerza de atracción entre los átomos
vecinos da a los sólidos iónicos una estructura extremadamente ordenada conocida como
una red iónica , donde las partículas con carga opuesta se alinean entre sí para crear una
estructura rígida y fuertemente unida (Figura 5).
La estructura reticular de los sólidos iónicos transmite ciertas propiedades comunes a las
sustancias iónicas. Éstos incluyen:
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Una capacidad para disolverse en solventes polares como el agua, cuya naturaleza
parcialmente cargada conduce a una atracción hacia los iones cargados
opuestamente en la red.
Las propiedades especiales de los sólidos iónicos se explican con más detalle en el módulo
Propiedades de los sólidos .
Los átomos que pierden electrones y adquieren una carga neta positiva y se llaman
a. aniones
b. cationes
Lewis usó puntos para representar electrones de valencia . Los diagramas de puntos de
Lewis (ver Figura 1) son una forma rápida y fácil de mostrar la
con guración electrónica de valencia de los átomos individuales donde aún no se han
establecido enlaces .
Los diagramas de puntos también se pueden usar para representar las moléculas que se
forman cuando diferentes especies se unen entre sí. En el caso de las moléculas, los puntos
se colocan entre dos átomos para representar los enlaces covalentes , donde dos puntos
(un par compartido de electrones) denota un solo enlace covalente. En el caso de la molécula
de hidrógeno discutida anteriormente, los dos puntos en el diagrama de Lewis representan
un solo par de electrones compartidos y, por lo tanto, un solo enlace (Figura 6).
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a. iónico.
b. covalente
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electrones que forman el enlace covalente y, por lo tanto, los electrones están
perfectamente compartidos. Esto ocurre típicamente en diatómicas (de dos átomos)
moléculas tales como H 2 , N 2 , O 2, y los de los compuestos halógenos cuando los átomos
en el enlace son idénticos.
Sin embargo, la mayoría de los enlaces covalentes se producen entre elementos en los
que, aunque la diferencia de electronegatividad es inferior a 1.7, no es cero. En estos casos,
los electrones aún se consideran compartidos, es decir, el enlace aún se considera
covalente, pero el compartir no es perfecto.
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Hemos limitado nuestra discusión a iónico y covalente unión y la escala móvil de bonos tipo
que existe entre ellos. Sin embargo, existen muchos otros tipos de interacciones y enlaces
entre los átomos , en particular el enlace metálico (las atracciones que mantienen unidos a
los átomos de metal en elementos metálicos), y las fuerzas intermoleculares (las
interacciones que existen entre las moléculas unidas covalentemente, y no dentro de ellas).
Estas implican interacciones electrostáticas similares a las descritas en enlaces iónicos y
covalentes , pero incluso esas extensiones están lejos del nal de la historia de la
vinculación.
Resumen
Los millones de compuestos químicos diferentes que componen todo en la Tierra están
compuestos por 118 elementos que se unen de diferentes maneras. Este módulo explora
dos tipos comunes de enlaces químicos: covalente e iónico. El módulo presenta enlaces
químicos en una escala móvil de covalente puro a iónico puro, dependiendo de las
diferencias en la electronegatividad de los átomos de enlace. Entre los tres siglos de
investigación cientí ca sobre el enlace químico se incluyen las "fuerzas" de Isaac Newton, las
estructuras de puntos de Gilbert Lewis y la aplicación de los principios de la mecánica
cuántica por parte de Linus Pauling.
Conceptos clave
Cuando una fuerza mantiene a los átomos juntos el tiempo su ciente para crear una
entidad estable e independiente, esa fuerza puede describirse como un enlace químico.
Los 118 elementos químicos conocidos interactúan entre sí a través de enlaces químicos,
para crear compuestos nuevos y únicos que tienen propiedades químicas y físicas
completamente diferentes a los elementos que los componen.
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Es útil pensar que el enlace químico se encuentra en una escala móvil, donde en un
extremo hay un enlace covalente puro y en el otro, un enlace iónico puro. La mayoría de
los enlaces químicos se encuentran en algún lugar entre esos dos extremos.
NGSS
Otras lecturas
Referencias
Frankland, E. (1852). Sobre una nueva serie de cuerpos orgánicos que contienen metales.
Transacciones losó cas, 417 : 417-444. Obtenido de
http://rstl.royalsocietypublishing.org/content/142/417.full.pdf+html
Langmuir, I. (1919). La disposición de los electrones en átomos y moléculas. Revista de la
American Chemical Society, 41 (6): 868-934.
Lewis, GN (1916). El átomo y la molécula. Revista de la American Chemical Society, 38 (4):
762-786.
Newton, I. (1704). Ópticas: o, un tratado de las re exiones, refracciones, in exiones y colores
de la luz .
Pauling, L. (1931). La naturaleza del enlace químico. Aplicación de los resultados
obtenidos de la mecánica cuántica y de una teoría de la susceptibilidad paramagnética a
la estructura de las moléculas. Revista de la American Chemical Society, 53 (4): 1367-1400.
Anthony Carpi, Ph.D., Adrian Dingle, B.Sc. "Enlace químico" Visionlearning vol. CHE-1 (7), 2003.
Parte superior
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