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Para conocer, investigar y sancionar la comisión de faltas a las leyes de trabajo.

De lo anterior
entonces se extrae que la facultad sancionadora que se confirió a la Inspección General de Trabajo
en el Decreto 18-2001 fue declarada inconstitucional y por consiguiente se suspendió en definitiva
su vigencia habiéndose dejado también establecido por la Corte de Constitucionalidad lo
relacionado a que el procedimiento sancionador contra las faltas a las leyes de trabajo deberá ser
instruido por los tribunales de trabajo y previsión social, como únicos órganos competentes para
conocer y resolver de aquellas; y su trámite deberá darse en la vía incidental como vía idónea, de
acuerdo con la interpretación constitucional, para dirimir este tipo de conflictos. Este último
aspecto, a pesar de haber generado una serie de críticas que señalan que el tribunal constitucional
se excedió en sus funciones y paso a desarrollar funciones que únicamente competen al
Organismo Legislativo, evito que se diere un vacío legal que a la larga hubiera sido más perjudicial,
pues se habría traducido en la imposibilidad de juzgar y sancionar la comisión de aquellas faltas.
Actualmente y tomando en consideración que la declaración de inconstitucionalidad no afecto lo
relacionado a las multas establecida para sancionar esta conducta y que además dejo vigente las
otras normas que permiten sustanciar el proceso tendiente a imponer esas sanciones la Inspección
General de Trabajo a continuado promoviendo ahora como denunciante el trámite de estos
proceso en la vía incidental ante los tribunales de trabajo y previsión social, los que se tramitan
normalmente y con cierta celeridad que en el pasado y con la antigua figura del juicio de faltas no
se veía.

¿Por qué la presentación de la solicitud de reinstalación no interrumpe, la prescripción para


demandar el despido injusto?

La presentación de la denuncia o solicitud de la reinstalación en ningún caso interrumpe el plazo


para demandar el despido injusto ni las indemnizaciones que derivan de este por las siguientes
razones.

a. Tanto el derecho para solicitar la reinstalación como para demandar el despido injusto,
tiene previsto plazos de prescripción distintos en el Código de Trabajo. En el primer caso
se trata de un derecho con plazo genérico de prescripción; y en el segundo caso, se trata
de un derecho con plazo taxativo o expreso de prescripción;
b. El derecho de reinstalación se tramita en la vía procesal colectiva y mediante una
diligencia extraordinaria que prevé como acto de iniciación procesal la denuncia o el
conocimiento de oficio y la resolución de la reinstalación dentro de las veinticuatro horas
siguientes;
c. El derecho para demandar el despido injusto y el pago de las indemnización que deriva de
este, se tramita en la vía procesal individual mediante la instauración del juicio ordinario
laboral;
d. La resolución que se dicta en el trámite de la reinstalación no prejuzga sobre la justicia o
injusticia del despido;
e. La sentencia que se dicta dentro del trámite del juicio ordinario por despido injustificado,
es la única que puede declarar la justicia o injusticia del despido.
En consecuencia de todo lo anterior y por tratarse de dos derechos totalmente distintos, el
trabajador que ha sido despedido injustamente y que a la vez goce del derecho inamovilidad y por
consiguiente de demandar su reinstalación por encontrarse contemplado en cualquiera de los
caso que de esta contempla la legislación guatemalteca, debe demandar paralela e independiente
a la reinstalación su despido injustificado y su pago de indemnizaciones que a este correspondan
en la vía correspondiente para evitar que prescriba su derecho a demandar su despido, pues como
ya se analizó el planteamiento de la solicitud de reinstalación en ningún caso puede interrumpir el
plazo de prescripción para demandar el despido injustificado.

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