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TEMA CÉLULA PAÍS FEBRERO 2019

NUESTRO DESAFÍO ACTUAL: FE Y PACIENCIA PARA ALCANZAR


LA PROMESA

Muestre a sus discípulos el pasaje de Hebreos 6: 11-15 (en un cartel o diapositiva),


pídanles que lo lean y lo mediten por un momento. Luego pregunte: ¿A qué nos invita el
autor del libro de los Hebreos en este pasaje? Permita que varios miembros participen.

El autor del libro de los Hebreos recoge, en el capítulo 6, el desafío que debemos asumir
los hijos de Abraham, Isaac y Jacob en los tiempos actuales. En el pasaje en mención,
hay cuatro aspectos claves a tener en cuenta:

1. Mostrar la misma solicitud de nuestro padre Abraham hasta el final


Ser solícito, significa ser constante, perseverar, no vivir por emociones (montaña
rusa espiritual). Una persona solícita asume responsabilidades y las lleva hasta lo
último, no importando el precio que deba pagar. Un gran ejemplo de hombre
solícito fue Josué, pues en todo obedeció a Dios y siguió instrucciones de manera
inmediata.

2. Tener plena certeza de la esperanza


Esto significa vivir plenamente convencidos de la esperanza. Conforme lo explica
el mismo autor de Hebreos en el capítulo 11 versículo 1, es tener certeza y
convicción, saber que Dios no lo va a hacer, sino que ya lo hizo. Eso es lo que
vemos siempre en la vida de Abraham. La base de esa convicción son nuestras
raíces.

3. No perezosos
Ser diligentes, es no darlo por hecho. Algunos se engañan como los fariseos,
creyendo que por ser hijos de Abraham ya reciben todo. Los verdaderos hijos de
Abraham hacen las obras de su padre.

4. Ser imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia alcanzaron las


promesas
La fe es la certeza y convicción con la que vivió Abraham. Certeza de lo que
esperaba, aunque no la veía. Muchos hijos de Dios se llenan de impaciencia; no
saben esperar el tiempo de Dios, y en su desesperación se inventan cosas que
Dios no les ha pedido que hagan. Nunca debemos olvidar que para cosechar
debemos primero sembrar.

Dios juró por sí mismo que nos va a bendecir con abundancia y que nos
multiplicará grandemente. Si somos de Cristo, linaje de Abraham somos, y
herederos. La herencia es nuestra, pero la disfrutará el que tenga raíces.

APLICACIÓN TEOTERÁPICA

La necesidad más grande de la iglesia de Cristo, hoy, es volver a sus raíces. Son muchos
los cristianos que niegan sus raíces espirituales, por lo que han caído en envanecimiento,
soberbia y confusión.
Mucha gente dice “yo soy de Cristo”, pero no tienen raíces, por lo tanto se quedan como
personas “religiosas”; no entienden su identidad, y no disfrutan de su linaje y herencia.
Muchos cristianos desorientados andan buscando paternidad y a quien imitar. Al no
entender su herencia como hijos del Pacto y la Promesa, viven en estancamiento, en
esclavitud, sin visión de Dios y todo se les vuelve carga. Si no hay raíces, no hay
identidad, no hay proyección, no hay futuro

¿Vives en tu pasado real o verdadero?


¿En qué se cimienta tu pasado verdadero? (Génesis 17:4-6)
¿Cómo estas fortaleciendo tus raíces espirituales, día a día?

Llevar en oración a los miembros de tu célula a reflexionar y ponerse de acuerdo con Dios
respecto a los cuatro puntos estudiados y a tomar una decisión en el Señor de asumir el
desafío que su misma Palabra les presenta.

Invitar a cada uno de los miembros de tu célula a que durante la siguiente semana se
siente, recuerde y escriba:

1. Los cimientos de la vida cristiana que le marcaron y le sostienen hasta hoy


2. Las promesas de Dios

Luego reflexionar cómo está hoy frente a esos cimientos y dónde están en su corazón
esas promesas dadas por Dios a su vida.

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