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Gordon Allport

Integrantes:
Avalos Huasacca, Carla
Bonilla Mamani, Saúl
Huerta Cerro, Saúl
Taboada Pérez, Yajaira
Torres Villanueva, Maribel

BIOGRAFÍA
Gordon Allport nació en 1897 en Indiana, en Estados Unidos, era el más joven de los cuatro hijos de
John Edwards y Nellie Edith (Wise) Allport. Cuando Gordon tenía 6 años, la familia se había mudado
muchas veces y finalmente se estableció en Ohio.

Cuando era adolescente desarrolló y dirigió su propio negocio de impresión mientras trabajaba como
editor del periódico del instituto. A causa de las instalaciones inadecuadas que había en los hospitales
de esa época, el padre de Gordon convirtió su casa en un hospital improvisado en el que residían tanto
pacientes como enfermeras, al padre de Allport se le acusó en un artículo escrito por Samuel Hopkins
Adams sobre curas medicinales fraudulentas. Allport fue criticado por diagnosticar y tratar a los
adictos de morfina por correo. Consiguió una beca que le permitió acceder a la Universidad de
Harvard, donde consiguió su diploma A.B. en Filosofía y Economía (no psicología) en 1919. Su
interés en la convergencia de la psicología social y la psicología de la personalidad era evidente en el
uso de su tiempo libre en servicio social en Harvard. Más adelante viajó a Turquía, donde enseñó
economía y filosofía durante un año, antes de regresar a Harvard para seguir su Doctorado en
psicología en 1920.

A los 22 años de edad, viajó a Viena. Se las había arreglado para conocer al gran Sigmund Freud, con
su experiencia al conocer a Freud llegó a concluir que la psicología profunda excava demasiado
hondo; de la misma forma en que antes se había percatado de que el conductismo se quedaba
demasiado en la superficie.

Estudió en Harvard; pasó un año en Estambul antes de doctorarse, más tarde fue a Berlín, Hamburgo y
Cambridge, en 1924 volvió como profesor a Harvard.
Debido a sus creencias sobre la singularidad de las personas y en el poder de sus intenciones
habituales, se le considera como uno de los fundadores de la Psicología Humanista. Estas afirmaciones
forman parte de su teoría sobre la personalidad. Pensaba que cada individuo tenía una pauta única de
personalidad y abogó por el estudio ideográfico. Se opuso a supuestos derivados del psicoanálisis, que
se sirven del instinto como concepto explicativo, y piensan que los primeros años de la vida son
determinantes en la adaptación futura; por el contrario Allport cree que la conducta se guía por
intenciones conscientes, más que inconscientes, no siendo determinantes de la conducta los factores
genéticos o la historia de cada persona.

Falleció a los 64 años de edad el de octubre de 1967, en Cambridge, Massachusetts. Sus obras más
importantes fueron: Personality, a psychological interpretation, (1937), The nature of prejudice,
(1954), Becoming: basic considerations for a psychology of personality , (1955), Patern and growth.

NÚCLEO
Allport señala que el comportamiento humano está motivado por la expresión del yo, denominó al yo
como proprium y a la tendencia nuclear como funcionamiento propiado (Maddie, 1972). Un
planteamiento complementario a la tendencia nuclear es el funcionamiento oportunista, que se
caracteriza por ser reactivo, orientado hacia el pasado y sobre todo por la reducción de la tensión
fisiológica; no implica reflexiones psicológicas complejas tales como valores o principios que dirijan
la conducta.

Por el contrario, el funcionamiento propiado es proactivo, orientado hacia el futuro, psicológico y


dirigido hacia la perfección. Es proactivo, porque influye en el medio externo y expresa su flexibilidad
e individualidad. Está orientado al futuro, hace uso de la imaginación para dirigir las acciones, por
ejemplo las aspiraciones. Es psicológico, porque implica ideas, sentimientos e introspecciones.
(Maddie, 1972)

El proprium se desarrolla gradualmente a lo largo de la vida. Al inicio hace uso de las leyes del
aprendizaje (condicionamientos, hábitos, etc.) ya en la adultez el hombre necesita desarrollar una
conciencia e identificación verdadera del yo (Bischof, 1990). Allport señala un conjunto de funciones
del yo comunes a todos los adultos sanos para establecer la estructura del proprium.

Son 7 las funciones que Allport le otorgó al propium


● Sentido del cuerpo, es básicamente la experiencia de las sensaciones corporales y
perceptivas, que permiten la experiencia con el medio exterior.
● Identidad personal, ​se trata de la idea de que somos un “algo” de manera continua, que va
viviendo diferentes experiencias a lo largo de la vida.
● La autoestimación, ​la percepción de que no somos entes pasivos, sino que modificamos
nuestra experiencia y nuestra vida con nuestra actuación.
● La imagen del yo, ​se trata de un elemento comparativo, que tiene en cuenta por un lado la
propia actuación y por el otro la reacción del medio ante ella.
● Extensión del yo, ​esta parte del self se refiere a la percepción de que la persona tiene intereses
concretos, siendo estos elementos importantes para nosotros.
● El enfoque racional, ​autopercepción de la capacidad de encontrar soluciones adaptativas a los
diferentes problemas y demandas que el ambiente le pueda proporcionar.
● Esfuerzo propiado, ​supone la autoconciencia de ser una persona con sus propios objetivos y
metas, capacidad de motivarse y luchar por conseguirlos.

PERIFERIA
Juntos con las funciones propiadas como núcleo de la personalidad, Allport elige como fundamental
característica de la periferia algo que se asemeja a un rasgo o grupo de hábitos. Inicialmente lo
denominó rasgo personal a su concepto, pero después lo llamó disposición personal, describiéndolo
como una estructura psicofísica peculiar de cada individuo que puede conferir equivalencia funcional a
muchos estímulos, e iniciar y orientar formas equivalentes de conducta adaptativa. Señala que cada
disposición personal actúa sobre las percepciones, las interpretaciones, los sentimientos y los actos de
cada individuo que no siempre son equivalentes para las demás personas. Cada disposición personal es
propia de la persona estudiada. Incluso señala que la personalidad real emerge únicamente cuando se
evalúan las disposiciones personales.

Una clasificación que ofrece de las disposiciones son las siguientes:


1. Disposiciones cardinales: Determinan la pauta total de la vida de una persona. Son aquellos
que afectan y definen la mayor parte del repertorio conductual. Son los que tienen más peso en
el modo de ser de cada individuo.

2. Disposiciones centrales: Existen en casi todos los individuos. Son aquellos conjuntos de
características que tienen una influencia en el comportamiento de la persona en diferentes
contextos. Participan en nuestra actuación y las tendencias que tenemos, aunque no influyan
en todo el comportamiento, lo hacen en algunos aspectos.
3. Disposiciones secundarias: Se trata de algunos elementos que no forman parte de la
personalidad en general del sujeto, ya que surgen solo en momentos determinados, como a la
hora de hacer frente a una situación en concreto.

Como se observa, Allport intenta dotar de un sentido a la personalidad desde un punto de vista
estructural. Aquí parece sugerir que la estructura de la personalidad se forma a partir de la interacción
de las funciones propiadas y los contextos ambientales, donde las fuerzas fundamentales se combinan
con las experiencias de vida del individuo para formar las disposiciones. (Maddi, 1972)

El autor no intenta organizar o categorizar las disposiciones en tipos o estilos de vida, esto gracias a su
posición extrema de individualidad de la persona. Es decir, cada persona es un conjunto de
disposiciones entre cardinales, centrales y secundarios.

Comentario acerca de la teoría de los rasgos de Allport

Allport siempre fue un figura reverencia, sus aportaciones no solo fueron a la psicología de los rasgos,
sino al surgimiento general de la psicología de la personalidad como una disciplina científica única.
No obstante, las aportaciones de Allport fueron limitadas. Explicó el constructo de los rasgos, pero
hizo poca investigación para establecer la utilidad de ciertos constructos específicos. Creía que muchos
de éstos eran hereditarios, pero no hizo estudios para sustentarlo. Documentó que la gente muestra una
serie de patrones de conducta únicos y persistentes, relacionados con el rasgo, pero no proporcionó
ningún modelo procesual detallado para explicar esa conducta. Una última característica distintiva de
las aportaciones de Allport es su énfasis en la excepcionalidad del individuo a diferencia de los otros
teóricos de los rasgos de los que aquí se hablará, Allport básicamente promovía un enfoque idiográfico
de investigación. Los estudios exhaustivos de las personas en lo individual son concebidos como un
camino para aprender acerca de la gente en general. Su hincapié en los métodos ideográficos también
resultó hasta cierto punto fallido. Algunos lo sentían anticientífico, considerando que el estudio de las
idiosincrasias individuales estaba en conflicto con una búsqueda científica por las leyes generales. Al
igual que Freud, Allport apuntaba que los estudios de caso detallados podían ofrecer cierto ​insight
sobre los principios generales hallados a lo largo de los diferentes casos individuales.
Allport basó su teoría de la personalidad en especulación filosófica y sentido común más que en
investigaciones científicas. Nunca pretendió que su teoría fuera completamente nueva o exhaustiva;
más bien buscaba una teoría ecléctica, adoptando cuidadosamente teorías anteriores y reconociendo
que la opinión de sus detractores podría ser positiva. Pero, ¿puede decirse que sus escritos forman una
teoría,​ en el sentido de que exponen un conjunto de supuestos relacionados que generan hipótesis
verificables?

Es una teoría limitada, que ofrece explicaciones para un ámbito bastante reducido de la personalidad,
en concreto, ciertos tipos de motivación. Allport hace un análisis bastante completo de los motivos
funcionalmente autónomos de los adultos psicológicamente sanos.
Pero, ¿qué decir de los motivos de los niños y los adultos con trastornos mentales? ¿Qué los motiva y
por qué? ¿Qué decir de los adultos sanos que, de repente, se comportan de manera extraña? ¿Cómo
explicar estas incoherencias? ¿Cómo explicar los sueños extraños, las fantasías y las alucinaciones de
los individuos maduros? Lamentablemente, su teoría de la personalidad no es lo bastante amplia como
para responder adecuadamente a todas estas preguntas.

Bibliografía
​ l Ateneo: Buenos Aires.
Maddie, S. (1972). ​Teorías de la Personalidad. E
Bischof, L. (1990). ​Interpretación de las teorías de la personalidad.​ México, D. F: Trillas.

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