Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
al proyecto del doctor Frankenstein y a la «educación como fabricación». Pero, con ello, no hay
que subordinar toda la actividad educativa a los caprichos de un niño-rey. La educación, en
realidad, ha de centrarse en la relación entre el sujeto y el mundo humano que lo acoge. Su
función es permitirle construirse a sí mismo como «sujeto en el mundo»: heredero de una
historia en la que sepa qué está en juego, capaz de comprender el presente y de inventar el
futuro. Pero situar en el corazón de la educación «la construcción de un sujeto en el mundo»
no es fácil, y, antes de entrar en proposiciones concretas susceptibles de hacer operativo ese
principio, debemos compendiar, en forma de breves «alertas», hasta qué punto esa
«revolución copernicana» ha de llevamos a revisar nuestros prejuicios en el tema educativo.
ACTIVIDAD 3 «Sólo el sujeto puede decidir aprenden>, o la admisión del no-poder del
educador
La construcción del espacio de seguridad como «marco posible para los aprendizajes», y el
trabajo sobre los sentidos como un «poner a disposición de los que aprenden una energía
capaz de movilizarlos hacia saberes», son las dos responsabilidades esenciales del pedagogo.
Conjugando de ese modo la horizontalidad y la verticalidad, «hace obra de educación» porque
reempalma con los dos orígenes de la palabra «educar»: educare, «nutrir», y educere,
«encaminar hacia», envolver y elevar.
Sobre el sujeto en educación, o por qué la pedagogía es castigada siempre, en el seno de las
ciencias humanas, por atreverse a afirmar el carácter no científico de la obra educativa