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Nueva Sociedad

Separatas

Rolando Franco / Ángela Gómez


Gobernabilidad, gobernabilidad democrática y el papel de las
políticas sociales

Artículo aparecido en

Anuario Social y Político de América Latina y el Caribe Nro. 7, Flacso /


Unesco / Nueva Sociedad, Caracas, 2004, pp 93-101.
© Nueva Sociedad

NUEVA SOCIEDAD
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Anuario Social y Político de América Latina y El Caribe - Año 7 - 2004

Trabajo, sociedad y desarrollo sostenible

Gobernabilidad, gobernabilidad
democrática y el papel
de las políticas sociales

INTRODUCCIÓN Rolando Franco


Profesor-investigador, Flacso-Chile
Los países latinoamericanos enfrentan actualmente
desafíos muy grandes en el terreno de la gobernabili- Ángela Gómez
dad. Este trabajo pretende analizar de qué manera las Becaria de la Fundación Nacional para las Ciencias (NSF)
políticas sociales podrían contribuir a mejorar la si-
tuación en ese ámbito. Se parte de distinguir una go-
bernabilidad basada en la defensa o búsqueda de la

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estabilidad política entre los actores estratégicos, que
presta escasa importancia a la profundización de la
democracia. Respecto de ella se plantean tres hipótesis
sobre el papel de las políticas sociales: la primera, que
no pueden hacer nada en su favor; la segunda, que
pueden contribuir solo si reducen sus objetivos y
coadyuvan al sostenimiento del pacto social vigente y
a un efecto propagandístico; y, la tercera, que en de-
terminadas condiciones pueden contribuir sin negar-
se a sí mismas. Esta última hipótesis es la que interesa
analizar, y a las condiciones que la harían viable se
dedica buena parte del artículo.
Los autores sostienen que los gobiernos latinoa-
mericanos están en una disyuntiva: tienen pocos
grados de libertad para actuar –sea por condicionantes
políticos, sea por una situación económica complica-
da– pero tienen que avanzar, incluso arriesgando la
alianza que sustenta el statu quo, para expandir la
ciudadanía a sectores postergados, ampliando la de-
mocracia al área económica y social. Ello exige perse-
guir tres objetivos: el propio asentamiento y
profundización de la democracia, el desarrollo econó-
mico, y la equidad, entendida ésta como mayor
igualdad y diseminación del bienestar entre todos. En
este contexto, las políticas sociales se tornan funda-
mentales, al ser un prerrequisito del crecimiento
económico, por su contribución a la formación de
capital humano, básico para que la economía nacional

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pueda alcanzar una inserción competitiva en los mer- sistema político1, y no da importancia en sus reflexio-
cados internacionales, y para el desarrollo de una nes a las necesidades de quienes se encuentran margi-
ciudadanía propia de una democracia madura. Los nados de la toma de decisiones, justamente porque no
avances tienen que darse en los tres escenarios, econó- son actores estratégicos. Esa actitud se mantiene hasta
mico, social y político, teniendo siempre claro que el momento en que se producen situaciones de «des-
este último tiene un papel dinamizador insustituible. borde popular», frente a las cuales se supone «que las
dificultades de los gobiernos provienen de sociedades
¿QUÉ ES LA GOBERNABILIDAD? y problemas que se han tornado ingobernables, con la
alusión consiguiente de que corresponde a las socieda-
Cuando se piensa en el papel que pueden jugar las des y a ... la realidad volverse gobernables» (Dror, p.
políticas sociales en el fortalecimiento de la goberna- 99). Es poco usual que se reconozca el fracaso en que
bilidad es necesario realizar algunas reflexiones pre- pueden haber incurrido los gobiernos e incluso más
vias. El planteamiento clásico (Crozier et al.) postula raro es que se postule que «incumbe a los gobiernos
que las sociedades se tornan ingobernables debido al perfeccionarse y desarrollar capacidades que les per-
exceso de «demandas» fragmentadas y crecientes que mitan cumplir sus tareas en condiciones más exigen-
no pueden ser procesadas por el sistema político, tes» (ibíd.). En definitiva, se presta poca atención a la
tanto por limitaciones financieras como por proble- necesidad de mejorar la capacidad de gobernar, enten-
mas relacionados con su autoridad y su capacidad. dida como «la aptitud para diseñar y ejecutar políticas
Una interpretación de la expresión «demanda» públicas y lograr efectividad en el desenvolvimiento
destaca que el actor demandante está en posesión de de la actividad gubernamental» (Franco, p. 20).
un respaldo, monetario en el caso de la economía, que Si la gobernabilidad se entiende de la manera que
le permite acceder a los bienes y servicios que necesita se ha esbozado, cabe plantear dos hipótesis sobre las
o desea, a través del mercado. Esa interpretación relaciones que pueden tener con ella las políticas
puede utilizarse razonablemente también en otros sociales.
campos. La ciencia política suele asimilar el mercado 1. La primera afirma que las políticas sociales no
político y el económico. Cabe entonces suponer que pueden contribuir a asegurar la gobernabilidad. Quie-
ese exceso de «demandas» que afectan la gobernabili- nes usualmente pueden afectarla son los actores estra-
dad son las pretensiones de individuos o grupos tégicos, ya que disponen de recursos de poder. Pero las
sociales que están en condiciones de respaldarlas, si políticas sociales tienen el objetivo de atender a nece-
bien no necesariamente con medios económicos, sí sidades del conjunto de la población y, en especial, las
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con una cuota de poder político. Esto implica que no de quienes no pueden satisfacerlas autónomamente
cualquier conjunto de personas que tenga necesidades porque carecen de capacidad de demanda (efectiva).
insatisfechas podría afectar la gobernabilidad. Ellas deben incluso preocuparse por quienes son
En este sentido, se afirma que «un sistema social es inactivos políticamente, esto es, no se organizan para
gobernable cuando está estructurado sociopolítica- defenderse. Se sabe que los pobres carecen de poder,
mente de modo tal que todos los actores estratégicos se están atomizados y enfrentan dificultades para orga-
interrelacionan para tomar decisiones colectivas y nizarse y movilizarse en defensa de sus propios intere-
resolver sus conflictos conforme a un sistema de reglas ses. Por eso se ha dicho que la pobreza es fundamen-
y de procedimientos formales o informales» (Prats). talmente un fenómeno político (Demo 1988).
Por actor estratégico se entiende «todo individuo, 2. La segunda hipótesis sostiene que las políticas
organización o grupo con recursos de poder suficien- sociales pueden influir en la gobernabilidad solo si
tes para impedir o perturbar el funcionamiento de las renuncian a la finalidad que suele atribuírseles –ya
reglas o procedimientos de toma de decisiones y de mencionada– y se orientan a satisfacer reclamos de los
solución de conflictos colectivos», lo que permite actores estratégicos, que son los únicos capaces de
concluir que «sin recursos de poder suficientes para presionar al Gobierno e incluso desestabilizarlo. Es
socavar la gobernabilidad no hay actor estratégico» probable que una buena proporción de las políticas
(ibíd.). sociales en América Latina haya estado haciendo esta
Puede citarse, asimismo, a E. Boeninger quien contribución a la gobernabilidad. Así lo muestran los
recordaba que el Papa dijo que los pobres no pueden análisis del gasto social (Cepal 2003), como se demos-
esperar –lo que constituye un enunciado de tipo trará posteriormente. Probablemente, en relación con
ético–, mientras que los grupos sociales medios (y esta segunda manera de concebir las políticas sociales,
cabría ampliar su afirmación a otros colectivos de ni-
vel alto e incluso bajo) no quieren esperar, lo que, en
su opinión, constituiría un problema político y un de- 1. Se habla de «gobernabilidad calificada» para referirse a la que no
safío a la gobernabilidad, dado que esos colectivos implica verdaderas negociaciones políticas para resolver los
conflictos que surgen entre intereses encontrados, sino que es la
cuentan con organización, voz y capacidad de presión. política desplegada desde el Estado para controlar los conflictos
Es evidente que buena parte de la literatura sobre sociales y políticos surgidos en determinada sociedad (Contreras,
gobernabilidad adopta la perspectiva de los actores del p. 49).

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ha podido decir GrahamRoom, parafraseando a Marx, momento actual (v. gráfico 1). Se trata entonces de
que «las políticas sociales son el opio de los pueblos», avanzar en una gobernabilidad democrática que per-
que en las relaciones clientelistas y paternalistas de mita que las sociedades latinoamericanas progresen
corto plazo pierden la perspectiva de su propio futuro. en los objetivos de la hora presente: crecimiento
Pero aquí se trata de analizar una tercera hipótesis: económico, equidad y generación de una democracia
las políticas sociales tienen un papel en el logro de la incluyente.
gobernabilidad sin abandonar sus postulados, contribu- Si bien es evidente que «ningún tipo de régimen
yendo a satisfacer las necesidades de todos los que garantiza de forma plena el buen gobierno» y que en
forman parte de su población-objetivo, aunque no «cualquier sistema cabe encontrar una dosis de buena
sean actores estratégicos. ¿En qué contexto se puede gestión pública» y «niveles de competencia técnica y
dar esta situación? honestidad personal», existe la convicción de que hay
«una probabilidad superior de hallar buen gobierno
ENFATIZAR LA GOBERNABILIDAD DEMOCRÁTICA Y LA en el orden democrático», el que tiene asimismo «una
GOBERNANZA superioridad moral y técnica … con sus mecanismos
de sustitución periódica de los gobernantes y de
La gobernabilidad sin adjetivo tiende a convertirse en exigencia de responsabilidades a los mismos» (López
un fin en sí misma, y suele ser confundida con la Pintor, pp. 376, 377, 380) y, en la actualidad y en
estabilidad política, independientemente de cómo se América Latina, tiene una legitimidad indisputable.
la obtenga. Hay así dictaduras con alta gobernabili- La elección democrática de las autoridades me-
dad y que incluso logran tasas elevadas de desarrollo diante comicios es valiosa. La vigencia de este proce-
económico, con lo cual contribuyen a mejoras consi- dimiento incrementa el valor de la ciudadanía y hace
derables del nivel de vida de todos los habitantes en el que las estrategias de los actores políticos intenten
mediano plazo. satisfacer incluso los intereses dispersos de la «mayoría
Pero esa visión usual de la gobernabilidad tiene silenciosa», que se unifica y adquiere voz en el mo-
limitaciones. Ella debe cumplir con ciertos requisitos mento electoral. Una vez en el gobierno, los elegidos
para ser legítima y para poder realmente realizar un tendrán dificultades para cumplir las promesas por las
papel duradero en el funcionamiento de la sociedad. presiones de otras demandas y hechos supervinientes.
Así, la gobernabilidad debe analizarse en relación con Sin embargo, la futura elección siempre será un
otros conceptos, como gobernanza, y con los objeti- recordatorio del riesgo de perder el respaldo electoral.
vos que razonablemente cabe que se planteen las Esto será especialmente notorio cuando prima el

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sociedades y los gobiernos latinoamericanos en el descontento social en sectores que habitualmente

Gráfico 1

Bases del sistema gubernamental

Democracia

Elecciones
Legitimidad
Estado de derecho
Gobernabilidad Capacidad de respuesta Políticas
sociales
Integración de actores
Participación ciudadana
Responsabilidad

Gobernanza

Fuente: Elaboración propia.

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conforman la «mayoría silenciosa», como sucede hoy que el segundo postula la representación en propor-
en buena parte de América Latina según muestran los ción al número de miembros. Ello hace que cuanto
elevados niveles de abstención electoral en algunos mayor sea la desigualdad en la distribución de los
países, los resultados de las encuestas de opinión recursos económicos, sociales y políticos, mayor tam-
pública y de focus groups disponibles (Latinobarómetro bién el desafío para la igualdad que exige la democra-
2000 y 2002, PNUD 2004) e incluso las frecuentes cia. Esto se muestra muy claramente en América
explosiones populares. Latina, donde los actores estratégicos son demográfi-
Pero la definición de democracia puramente basa- camente poco representativos, mientras hay sectores
da en la elección de autoridades muestra, a medida mayoritarios de la población que tienen serias dificul-
que se ejercita y se torna rutinaria, que lo que puede tades para organizarse y constituirse en actores políti-
ser un progreso considerable en la salida de regímenes cos. En ese proceso de darle a una democracia gober-
de facto, se vuelve rápidamente insuficiente. Avanzar nabilidad no solo política, sino también económica y
y profundizar la democracia implica asegurar la vigen- social, las políticas sociales tienen sin duda un papel
cia del Estado de derecho y garantizar la igualdad ante que cumplir.
la ley en todo el territorio, para lo cual se requiere un Cabe traer a colación el tema de la gobernanza,
Estado con autoridad real, no compartida con «facto- que destaca el rol de las instituciones y reglas que
res de poder». Entre los desafíos sistémicos se encuen- organizan el espacio público y fija los límites y los
tra la incorporación de nuevos actores (Prats), porque incentivos para la constitución y funcionamiento de
no sirve una gobernabilidad que solo dé estabilidad redes interdependientes de actores (gubernamentales,
política a un sistema cuyos actores funcionan como del sector privado y de la sociedad civil) (Aguilera
un «club» exclusivo y cerrado y tratan de evitar los García; McCarney et al.; Prats). Debe destacarse que
desafíos de la ampliación. Hay que establecer una la gobernanza no tiene que ver solo con el aparato
institucionalidad sólida, creíble y respetada por igual gubernamental, sino que va más allá del Gobierno y
por las organizaciones gubernamentales y por los pone énfasis en las redes de actores como factor
particulares (BID). relevante para la gobernabilidad democrática; por ello
Ella es necesaria para reducir las desigualdades que es «un espacio potencial para la profundización de la
han caracterizado a las sociedades latinoamericanas a democracia a partir de la participación y la proximi-
través de su historia. Hay que cambiar las formas dad» (Blanco/Gomá, pp. 5-6).
arcaicas de hacer política en América Latina, enraizadas Se ha dicho que el problema central de estos países
«en factores histórico-estructurales vinculados de modo es que sufren de lo que H.H. Werlin (p. 330) llama
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estrecho a la gran desigualdad existente en la distribu- «enfermedad política» debido a la falta de gobernanza
ción del ingreso y la riqueza … que se expresa también que se manifiesta en políticas inapropiadas, burocra-
como distancia social –a menudo ampliada por pre- cias débiles, mala supervisión, leyes y regulaciones
juicios étnicos– y como brecha política entre elite y ilegítimas, y la ausencia de esferas independientes de
masa» (Ilpes, pp. 61-62). En la base de este tipo de poder.
relaciones sociales y políticas existe la negación prác- Las limitaciones de autoridad que enfrentan los
tica de los derechos civiles y políticos de quienes son gobiernos pueden conocerse, gracias a un reciente
considerados inferiores, de los que solo se espera estudio (PNUD 2004), de boca de los propios invo-
lealtad a cambio de favores. lucrados en la toma de las decisiones públicas2. Ellos
También habrá que avanzar en incrementar la sostienen que el Poder Ejecutivo suele encontrar
capacidad de respuesta gubernamental a las deman- fuertes limitaciones en su capacidad de responder a las
das que se derivan del mismo ejercicio democrático, el demandas de la ciudadanía, debido a la injerencia de
cual lleva a una mayor transparencia, a la libertad de poderes fácticos, en particular del sector económico-
expresión, a la posibilidad de generar organizaciones financiero y de los medios de comunicación, así como
alternativas y, en fin, a la liberación de reclamos de los extraterritoriales. Destacan asimismo la falta de
contenidos y que ponen de relieve las limitaciones partidos políticos sólidos que sustenten la institucio-
existentes y se transforman en planteos de ampliacio- nalidad democrática y que puedan formular proyec-
nes de la definición de la democracia. En definitiva, el tos colectivos que les conviertan en expresión autén-
propio ejercicio de la democracia conduce a que ella tica de la ciudadanía. Por otro lado, muchos afirman
madure y haga imprescindible su profundización la importancia de fortalecer la participación social,
abarcando incluso los aspectos económicos y sociales. pero cuando ésta se materializa, son pocos los que
La democracia es, en fin, un sistema abierto, que debe señalan los beneficios que entraña (ibíd., pp. 175-
recrearse constantemente y que a medida que mejora, 176). De ahí que el principal reto sea abrir espacios
genera nuevos desafíos. para la inclusión e incentivar la participación de nue-
J. Prats ha destacado, con acierto, la paradoja
2. Aquí se resumen parcialmente las conclusiones de la ronda de
intrínseca a la expresión «gobernabilidad democráti- consultas entre 231 líderes latinoamericanos, incluyendo 41
ca». El primer término exige que los actores estén presidentes y vicepresidentes, realizada para el informe mencio-
representados en proporción a sus fuerzas, mientras nado del PNUD.

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vos sectores que en la actualidad no participan política a aquellos que viven en áreas mejor dotadas de servi-
y socialmente. cios o que disponen de recursos para hacer frente a los
Un espacio que ofrece gran potencialidad para el costos de transacción (transporte, tiempo) en los que
fortalecimiento de la sociedad civil es el ámbito local, se debe incurrir para recibir los servicios. En cambio,
que ofrece oportunidades de participación política y el acceso a esa oferta ha sido siempre difícil para
de desarrollo local y humano en áreas múltiples y más quienes, aun teniendo mayores necesidades, carecen
accesibles a todos los miembros de la comunidad de las características enunciadas.
(Azcueta; Díaz). Incluso se ha afirmado que desarro- Las políticas sociales deben llevar a cabo tres
llar la capacidad de participación en la vida de la funciones que, bien cumplidas, pueden ayudar a
propia comunidad es tan importante para el desarro- mejorar la gobernabilidad democrática. Ellas son,
llo humano como la educación y la salud. Por lo tanto ante todo, el canal para invertir en capital humano, lo
es importante que la política pública establezca prio- que constituye un prerrequisito del crecimiento eco-
ridades y determine qué capacidades son más necesa- nómico. Éste no será sostenible en el mediano y largo
rias para que el desarrollo de políticas sociales que plazo sin contar con una población educada y sana,
inciten a la ciudadanía a participar (PNUD 2002, pp. que pueda acceder a los avances tecnológicos y utili-
51-54). Darle espacio a las personas para que actúen zarlos en el proceso productivo. Ocasionalmente pue-
de acuerdo con su propia naturaleza las impulsa a den darse casos de crecimiento económico basados en
crear su propia historia, aprovechando sus experien- la sobreexplotación de recursos naturales o en el apro-
cias, conocimiento, aprendizaje, interacción y cola- vechamiento de mano de obra de escasa calificación y
boración con otros (Demo 2003, pp. 20-21). bajo costo, pero no se puede crecer sostenidamente
Es posible que el incremento de la participación sobre esas bases. Hoy, incluso, América Latina tiende
pueda aumentar la polarización en la sociedad y hasta a no ser competitiva en este aspecto, por lo cual cobra
agravar la sensación de desconfianza de las institucio- relevancia la alternativa de invertir en políticas socia-
nes y de ineficacia política (Arbos/Giner, pp. 63-64), les generadoras de capital humano.
pero esos son los riesgos que la situación presente En segundo lugar, las políticas sociales deben
exige enfrentar para constituir una sociedad abierta y llevar a cabo la compensación social, a través de la cual
democrática. El resultado de manejar el riesgo ade- el Estado responde ante sus ciudadanos por la omisión
cuadamente puede ser ampliar la legitimidad de las o fracaso en que incurrió, en algún momento anterior,
instituciones. en la tarea de habilitarlos, proporcionándoles los
servicios de educación, salud y acceso al mercado

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P OLÍTICAS SOCIALES : PRINCIPIOS Y FUNCIONES , laboral.
GOBERNANZA Y GOBERNABILIDAD DEMOCRÁTICA En tercer lugar, ellas también contribuyen a la
gobernabilidad democrática cuando aseguran la cohe-
Sin duda, los aspectos mencionados trascienden las sión social. Una sociedad integrada es aquélla en la cual
políticas sociales. Ellas podrían contribuir a una la población se comporta según patrones socialmente
gobernanza que condujera a la gobernabilidad demo- aceptados y donde existe un ajuste entre las metas
crática, pero no pueden hacerse responsables de la culturales, la estructura de oportunidades de que se
totalidad de esa tarea que, como se vio, ni siquiera es dispone para alcanzarlas y la formación de capacida-
propia del ámbito gubernamental, sino de una red des individuales para aprovechar tales oportunidades
amplia de actores de todo tipo. Por ello cabe destacar (Cepal 1997b, p. 73). La gobernabilidad democrática
su papel, acotado, para coadyuvar a estos cambios en se ve afectada por procesos de pérdida de cohesión que
la gobernanza y, al mismo tiempo, crear condiciones suelen ocasionarse cuando la sociedad no pone a
de una gobernabilidad democrática. disposición de las personas los medios (oportunida-
En primer lugar, conviene tener claro que el des) adecuados para que puedan alcanzar las metas
objetivo de la política social es asegurar la universali- impuestas por la cultura dominante (ibíd.). Por ello es
zación de la satisfacción de las necesidades básicas de fundamental que se amplíen las oportunidades de
todos los miembros de la sociedad, a un nivel que la participación e incorporación de grupos que se hallan
sociedad, en cada momento determinado, considere al margen de las dinámicas de crecimiento económico
razonable. Si bien el universalismo ha sido parte del y desarrollo social y político, a efectos de que puedan
discurso social tradicional de los gobiernos de la acceder a empleos productivos y a los servicios socia-
región, la práctica latinoamericana siempre marginó les. Sin duda, hoy se vive una transición que deja
a muchos de la protección mínima, al mismo tiempo obsoletos los mecanismos tradicionales de integra-
que las prestaciones otorgadas mostraban grandes ción social, a consecuencia de los cambios promovi-
variaciones en monto y calidad. Esas diferencias no se dos por la globalización. Ello afecta las vías a través de
explican por las necesidades mayores o menores de las cuales los individuos construyen su identidad. En
cada cual, sino por el diferente estatus de los benefi- ello se apoya tanto la seguridad personal, como las
ciarios. Las mejores atenciones llegan en general a los capacidades de organización social y movilización
más instruidos, más informados, más organizados, o política. Ante esas alteraciones societales, incluso la

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identidad nacional pierde significado para muchos de miento económico sustenta el desarrollo social por
los afectados, que buscan compensar esa perdida cuanto genera empleos, los cuales permiten a las per-
recurriendo a la pertenencia étnica o regional, o a sonas obtener una remuneración con la cual solventar
ciertas creencias religiosas, con lo cual ponen en jaque autónomamente la satisfacción de las necesidades
también la gobernabilidad democrática. familiares. Asimismo, de consolidarse el proceso de
crecimiento, mejorarán los salarios y, consecuente-
EL ACOTADO PAPEL DE LA POLÍTICA SOCIAL EN LA GOBER- mente, el nivel de bienestar. Además, se elevará la
NABILIDAD DEMOCRÁTICA recaudación impositiva, poniendo a disposición del
Estado mayores recursos con los cuales se podrán
Aceptado que las políticas sociales pueden contribuir llevar a cabo, entre otras acciones, las relacionadas con
a la gobernabilidad, conviene llamar la atención sobre políticas sociales.
la inconveniencia de que se las haga responsables en Por otro lado, debe reconocerse que en épocas de
exclusiva de esa tarea. La gobernabilidad se logra si se crecimiento se genera optimismo en la población, lo
puede avanzar simultáneamente en reformas econó- que crea condiciones más favorables para la adopción
micas y sociales y, paralelamente, se profundiza la de medidas redistributivas. En cambio, durante los
reforma política. periodos de recesión, los individuos se ven impelidos
Las políticas económicas permiten recuperar y a defender con especial celo sus menoscabados ingre-
consolidar el crecimiento económico, sin el cual no sos, dificultando el financiamiento de transferencias y
resulta posible el desarrollo social y político. El creci- subsidios sociales.

Gráfico 2

América Latina (18 países): gasto social/PIB


en 1990-1991, 1996-1997 y 2000-2001

Panamá
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Uruguay
Argentina
Brasil
Costa Rica
Bolivia
Chile
Nicaragua
Venezuela
Colombia
1990-1991
Honduras
México 1996-1997
Ecuador
2000-2001
Paraguay
Perú
Rep. Dominicana
Guatemala
El Salvador
America Latina a/

0,0 5,0 10,0 15,0 20,0 25,0 30,0


Gasto público social como porcentaje del PIB

Fuente: Cepal. División de Desarrollo Social, base de datos sobre gasto social.
a/ Correspondiente al promedio simple de 16 países, excluidos Bolivia y El Salvador.

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REQUISITOS PARA UNA POLÍTICA SOCIAL EN PRO DE LA destinado a lo social: del 10,4% al 13,8% del PIB. Es
GOBERNABILIDAD DEMOCRÁTICA evidente que existen significativas variaciones nacio-
nales en la magnitud del gasto. Mientras Panamá,
La utilización de la política social para reforzar la Argentina y Uruguay destinan respectivamente el
gobernabilidad depende de asegurar una instituciona- 25,5%, 23,5% y 21,6% del PIB a lo social, El Salva-
lidad adecuada y de establecer un horizonte de largo dor solo llega al 4,2% (Cepal 2003).
plazo. No resultan suficientes los programas aislados, Se supone que el gasto social debería ser
ni pueden conseguirse resultados espectaculares en redistributivo. Sin embargo, en América Latina no lo
plazos breves. Se requiere un conjunto estructurado es suficientemente (v. gráfico 3). Puede apreciarse que
de acciones, pensadas para desarrollarse en periodos cada uno de los quintiles de la distribución del ingreso
extensos, por cuanto sus efectos son acumulativos y recibe más o menos la misma proporción de los
solo apreciables en periodos de tiempo prolongados. recursos, o sea los más ricos perciben alrededor del
También es necesario el financiamiento. Convie- 20% del gasto público social total, al igual que el
ne recordar que los recursos para lo social alcanzaron quintil más pobre. El gasto social o la inversión social,
su cenit a fines de la década de los 90. Ello es así tanto como se quiera decir, no contribuye suficientemente
si se considera la participación del gasto social en el a producir una mejora redistributiva.
PIB (v. gráfico 2) como si se utiliza el indicador de la
cantidad de dólares per cápita asignados a tal destino. OBSTÁCULOS AL DESARROLLO SOCIAL Y LA GOBERNABILI-
El gasto social por habitante aumentó un 50% y pasó DAD DEMOCRÁTICA
de 360 dólares a 540 dólares per cápita en el promedio
regional, y solo dos países registraron una disminu- Los resultados de las políticas sociales, como ya se dijo,
ción en términos reales. El aumento fue mayor que el no pueden ser inmediatos. Si el ingreso estuviera
del producto por habitante. Por ello, durante esa mejor distribuido, tal vez sería más fácil avanzar en ese
década se incrementó la importancia relativa de lo camino. Pero no parece posible alterar la distribución

Gráfico 3

América Latina (8 países): distribución del gasto social excluida la seguridad social,
y de la seguridad social en los quintiles de hogares
(volumen total de gasto = 100)

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25,0

21,1% 20,1% 19,8% 18,5% 20,5%

20,0
Cuantía total de gasto social

5,3%
7,1%
8,7%
15,0 9,9% 11,7%

10,0
15,8%
13,0%
5,0 11,1%
8,7% 8,8%

0,0
Quintil I Quintil II Quintil III Quintil IV Quintil V

Gasto social sin seguridad social Gasto social en seguridad social

Fuente: Cepal. División de Desarrollo Social, base de datos sobre gasto social.
a/ Promedio simple correspondiente a Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador y Uruguay.

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de un momento para otro. Conviene destacar aquí el obtendrán ventaja alguna de las mejoras que se intro-
tema impositivo, los factores determinantes de la duzcan al sistema educacional, por cuanto éste se
actual distribución, y la percepción de la pobreza en orienta justamente a quienes aún no se han incorpo-
la sociedad. rado al mercado laboral.
Por un lado, no parece que exista voluntad políti- La creciente brecha de remuneraciones entre profe-
ca ni viabilidad práctica para introducir impuestos sionales y asalariados formales e informales tiende a
fuertemente progresivos, como suelen recomendar ampliarse con mucha rapidez. Se incrementa así la
los miembros de la Unión Europea, a partir de su desigualdad y se tiende a generar colectivos fuerte-
propia experiencia. Además, en caso que se establecie- mente diferenciados, lo que, en América Latina, se
ran tales impuestos, su recaudación sería complicada superpone a las desigualdades ya existentes. Asimis-
y habría una enorme evasión y también elusión. Para mo, existe poca sensibilidad de los sectores medios y
que el Estado perciba esos ingresos necesita contar con medio-altos respecto al tema. Cuando sus salarios
oficinas impositivas que tengan capacidad de aumentan, los profesionales tienden a pensar que
recaudarlos, lo que no parece ser lo común en la están recibiendo un merecido reconocimiento de sus
región. Por ello, la orientación dominante recomien- méritos, de su capacidad y de lo que aportan al
da impuestos cuya recaudación sea relativamente funcionamiento de la economía del país. Ese estado
fácil, como el impuesto al valor agregado, supuesta- de ánimo de inspiración meritocrática dificulta los
mente «neutral», aduciendo además que la capacidad intentos de redistribuir el ingreso.
redistributiva se logra mediante la asignación adecua- En cuanto a la percepción de la pobreza, si bien no
da de los recursos así generados. Esto último, como se abundan los estudios, conviene mencionar que en
vio, debería también ser mejorado si realmente se uno de los pocos realizados entre sectores altos y
pretende alterar la desigual distribución del ingreso. medios se aprecia que no hay apoyo social (de esos
Pero también hay otros obstáculos para avanzar en grupos) a la lucha contra la pobreza. El 78% de los
el desarrollo social. Existen algunos nodos cruciales de encuestados considera que no es un tema prioritario,
la desigualdad, que la trasmiten intergeneracional- por lo menos mientras no afecte la seguridad ciudada-
mente, y resultan determinantes de la forma en que na; que la pobreza es un estado natural y que siempre
hoy se distribuyen los ingresos. Ellos son de tipo habrá pobres; que la responsabilidad de esa situación
patrimonial, demográfico, educacional, ocupacional es de los propios pobres (87,4%), que son conformis-
y de remuneraciones. tas (82,3%), y que el problema se incrementa como
Cabe mencionar en primer lugar que el patrimo- consecuencia de la inmigración (90,9%), que es im-
TRABAJO, SOCIEDAD Y DESARROLLO SOSTENIBLE

nio se encuentra en la región peor distribuido que el portante en el país donde se hizo el estudio. Incluso un
ingreso. Asimismo, las diferencias demográficas entre alto porcentaje (60%) considera que es conveniente
los hogares pobres y no pobres explican una parte que haya pobres, por cuanto ello garantiza la disponi-
significativa de la desigualdad3. A ello se agregan las bilidad de mano de obra4. Otro estudio5, que analizó
diferencias ocupacionales entre el número de emplea- una muestra obtenida entre todos los sectores de la
dos de cada hogar no pobre y la cantidad de ocupados sociedad, atribuye al Gobierno la responsabilidad por
en los hogares pobres. Ello agrava la desigualdad del la solución del problema de la pobreza (93,9%) y
ingreso entre ambos. permite concluir que la mayoría de los entrevistados
El factor educativo también resulta decisivo. La no siente que sea su tarea, así como no se muestran
escuela condiciona las posibilidades que tendrán dife- especialmente motivados por la solidaridad.
rentes personas para poder insertarse en el mercado de
trabajo y, a fortiori, sus niveles de bienestar. Esa CONCLUSIONES
importancia de la educación cursada a la edad corres-
pondiente exige asegurar la permanencia de los alum- Hablar de gobernabilidad y políticas sociales en un
nos en el sistema educativo durante un largo periodo. contexto democrático es hablar de una relación
Puede afirmarse que se necesita alcanzar el umbral simbiótica en constante flujo. La buena articulación
educativo de 12 años de educación formal para obte- entre ambas requiere de una gobernanza efectiva, que
ner un trabajo que asegure una probabilidad elevada es la base estratégica para promover la inclusión de los
de permanecer fuera de la pobreza a lo largo de la vida,
aunque ello no garantiza la movilidad intergeneracio- 3. La reproducción de la base poblacional de estos países ha
nal. Debe destacarse asimismo que los esfuerzos que quedado en manos de los hogares con menor renta, que tienen
el mayor número de miembros. Los que están por debajo de la
se hagan hoy en dicha dirección no se traducirán en línea de pobreza tienen cinco o más miembros, mientras que los
mejoras distributivas en la próxima década. Ello se hogares del quintil superior tienen menos de tres (v. Cepal
explica porque la rotación de personas en la fuerza de 1997a).
trabajo se realiza a un ritmo del 2% o el 3% anual, lo 4. Estudio preparado por la empresa Demoscopía para el Instituto
Mixto de Ayuda Social (IMAS) de Costa Rica, en 2001. V. La
que hace que el 80% de los trabajadores que estarán Nación, 31/10/01, 1/11/01.
en funciones dentro de una década, ya estén incorpo- 5. Universidad de Costa Rica, encuesta sobre la percepción de la
rados hoy al mercado laboral. Estos trabajadores no pobreza, el IMAS y sus programas, San José, agosto de 2001.

100 Gobernabilidad, gobernabilidad democrática y el papel de las políticas sociales. Rolando Franco / Ángela Gómez
Anuario Social y Político de América Latina y El Caribe - Año 7 - 2004

grupos hoy excluidos e incentivar su participación en argamasa social que da sentido de pertenencia a una
general y también en la identificación y desarrollo de comunidad, requisito ineludible para generar una
políticas sociales. buena sociedad y una economía que funcione.
Como se ha sostenido, solo haciendo compatibles La política, por su lado, debe asumir la responsa-
políticas económicas y sociales, y acciones del sistema bilidad de generar un entorno que permita el adecua-
político, es posible avanzar en la gobernabilidad de- do despliegue de los resultados beneficiosos de las
mocrática. Los resultados de las políticas sociales instancias económica y social y, en última instancia, es
interesan a la sociedad como un todo, porque los la hacedora y responsable de las políticas públicas. Se
ciudadanos serán mas educados y por tanto más ha dicho y conviene mencionarlo que «la calidad de las
capaces de analizar la vida política y contribuir a ella instituciones públicas constituye el puente que une el
con mayor madurez. También interesan a la econo- desarrollo con las reglas y prácticas del sistema políti-
mía, que dispondrá de una mano de obra dotada de co. El desarrollo depende en buena parte de las
capital humano, con lo cual aumentará la probabili- instituciones públicas, pero éstas a su vez se crean y
dad de lograr una competitividad auténtica, transforman en el contexto generado por el sistema
prerrequisito del crecimiento económico. Asimismo, político. Por consiguiente, no es aventurado afirmar
los individuos se ven beneficiados con un mayor que el desarrollo económico, humano y social depen-
bienestar a través de educación, las atenciones de de de la existencia de instituciones políticas que
salud, y la posibilidad de formarse y aprovechar las faciliten una representación efectiva y permitan el
oportunidades derivadas del crecimiento no solo en el control público de políticos y gobernantes» (Prats).
campo laboral, sino también en una sociedad que será Entonces, las políticas sociales pueden contribuir en
más compleja y generará mayores oportunidades en un marco facilitado por la política que, en ultima
diferentes ámbitos vitales. Las políticas sociales tam- instancia, es la responsable de la decisión de poner en
bién crean condiciones para que se constituya la práctica políticas públicas bien orientadas y eficaces.

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