Você está na página 1de 14

Estudios Internacionales (2017) - ISSN 0716-0240 • 179-192

Instituto de Estudios Internacionales - Universidad de Chile

Relaciones y perspectivas de Estados


Unidos con la región

Oscar Plaza

El Nuevo Orden la única potencia global. Desde una


Mundial que no fue perspectiva histórica, cabe hacer
notar que como nunca se produjo
La implosión de la Unión So- una convergencia de perspectiva en-
viética y el consiguiente fin de la tre intelligentsia y actores políticos
Guerra Fría, implicó el término acerca de la política exterior de los
de una era. Cualquiera que haya Estados Unidos. No es de extrañar,
seguido los acontecimientos de la entonces, que se pensara cómo el
segunda mitad del siglo XX y, aún rol, incluso el deber de Estados
más, la historia de los últimos tres Unidos, era el de ser líder hegemó-
siglos, entendió que se volteaba una nico de un Nuevo Orden Mundial.
página importante de la historia. La Este orden implicaba, primero, la
intelligentsia de los Estados Unidos aceptación de principios básicos
incluso utilizó expresiones como de orden social, desarrollados en
«el fin de la historia» (Fukuyama, Europa y en los Estados Unidos
1992). Tanto la intelligentsia inter- durante los tres últimos siglos, tales
nacionalista –ese grupo cultural con como Estados−naciones, democra-
alto grado de educación en asuntos cia, libre comercio, imperio de la
internacionales–, así como también ley. En segundo lugar, implicaba la
los centros de decisión de política aceptación, por parte de todos los
exterior de los Estados Unidos − Estados−naciones, de los procesos
institucionalidad política como el de arreglos internacionales deter-
Departamento de Estado, Defensa, minados por organismos interna-
Comercio, Congreso, agrupaciones cionales con claro poder de última
empresariales y comerciales– se instancia en manos de las grandes
encontraron de súbito con una rea- potencias.
lidad mundial en la cual su nación Con anterioridad, la política
se convertía, sin lugar a dudas, en exterior de los Estados Unidos ha-

179
Estudios Internacionales (2017) • Universidad de Chile

cia América Latina durante el siglo de la Guerra Fría, no existía ahora


XIX se centró en excluir o limitar la necesidad imperiosa de alinear
la influencia militar y económica a los países de la región dentro de
de potencias europeas, y en la ex- los aliados de los Estados Unidos.
pansión territorial y comercial de En segundo término, una política
los Estados Unidos en el continente exterior orientada hacia todo el
americano. Estos objetivos fueron mundo, tenía que dedicar muchas
explicitados tempranamente en más atenciones a otras regiones
el Principio de No Transferencia en serias crisis o en transforma-
(1811) y en la Doctrina Monroe ción, por ejemplo, la situación que
(1823). experimentaba Europa Oriental.
Con el devenir de los años, las En tercer lugar, la implosión de la
circunstancias mundiales cambia- Unión Soviética dejó sin sustento
ron y el desarrollo de los Estados material al activismo de la izquierda
Unidos contribuyó a su transfor- dentro de América Latina. El caso
mación en súper potencia. Sin más claro fue Cuba, que pasó de
embargo, los principios básicos de ser un centro de promoción y or-
su política exterior se mantuvieron ganización revolucionaria dentro
y, más aún, la Guerra Fría acentuó de América Latina a un país que
la necesidad de estos principios desesperadamente mantiene en alto
desde el punto de vista del interés una vieja bandera de movilización.
nacional de la potencia del Norte. Ciertamente, esta nueva Cuba dejó
La confrontación mundial bilateral de estar en el centro de la mirada de
constituyó, por lo tanto, un fuerte los centros de decisión de la política
aliciente para que la política exte- exterior estadounidense hacia el
rior estadounidense hacia América Hemisferio Occidental. Quizás, más
Latina se centrara en mantener importante que la pérdida de base
al adversario fuera de la región material de los movimientos revo-
(O’Brien, 2007). lucionarios anti Estados Unidos en
El cambio de era y el consi- la región, fue la desaparición de un
guiente «nuevo orden» de fines del claro centro de inspiración de cam-
siglo XX, alteró severamente la bio radical. Las razones culturales
perspectiva de la política hemisfé- y sociales de militancia persisten,
rica de los Estados Unidos, sin que pero no el ideario conductor.
explícitamente hubiera ninguna El resultado fue que, sin pro-
formulación. La realidad fue que ponérselo, en el Nuevo Orden
en un contexto de política exterior Mundial la política exterior de los
mundial, la importancia relativa Estados Unidos hacia América La-
de América Latina disminuía. En tina perdió urgencia. La región con-
primer lugar, sin la confrontación tinúa siendo importante, se sigue

180
Oscar Plaza
Relaciones y perspectivas de Estados Unidos con la región

con atención el progreso en varios govina, Somalia y Rwanda, solo


ámbitos del desarrollo de la misma, por mencionar algunas–, América
tales como democratización, dismi- Latina se encontró inesperadamente
nución de pobreza y crecimiento con un mucho mayor ámbito de
económico. No obstante, la desapa- libertad en términos de política
rición de crisis políticas que pongan exterior hacia el resto del mundo.
en peligro la estabilidad de la región Esto se manifestó, entre otros, de
en el contexto internacional, le manera marcada en acuerdos de co-
restan preocupación a la política mercio internacional. Como fuere,
exterior hacia América Latina. El la actitud prevalente en los centros
mismo éxito relativo de la región de decisión de política exterior en
disminuye la prioridad relativa de América Latina fue la de observa-
atención desde los Estados Unidos. ción, preparación y espera. El nuevo
El Nuevo Orden Mundial se orden estaba por verse, y más aún,
enfrentó de inmediato con un apre- el que pudiere representar el rol y
miante desafío. Este vino desde el función de la región en ese orden.
Irak de Saddam Hussein, que inva-
dió y anexó Kuwait, en agosto de
1990. Esta acción y agresión bélica La cruzada contral el
representó una afrenta violenta a mal
los principios más esenciales del
orden internacional a los que aspi- El nuevo orden no solo significó
raba Estados Unidos. Este respon- serias preguntas a la intelligentsia
dió liderando la formación de una mundial, incluida la estadouni-
coalición militar amplia y represen- dense, y suspicacias en los cen-
tativa de países aliados en contra tros de poder político en todo el
de la intervención de Irak y a favor mundo, sino abierta incomodidad
de la recuperación de la soberanía y oposición en muchos actores in-
kuwaití. El triunfo de las fuerzas ternacionales. Grandes potencias,
aliadas en pro de la liberación de en particular China y Rusia, no
Kuwait fue rotundo e inequívoco. aceptaban un segundo lugar en la
Por el momento, pareció que el jerarquía de poder mundial. Otros
«nuevo orden» funcionaba bajo el países en rápido crecimiento, India
liderazgo convocante y legítimo de y Brasil, por ejemplo, no aceptaban
los Estados Unidos. congelar su estatuto a la situación
Dado que la política exterior de aquel momento. Incluso Europa
de los Estados Unidos dirigía su veía disminuido su prestigio. Por
atención a otras urgentes crisis sobre todo, hubo una percepción
mundiales –a la situación en Kuwait generalizada de unipolaridad por
siguió la crisis de Bosnia−Herze- parte de los Estados Unidos, inde-

181
Estudios Internacionales (2017) • Universidad de Chile

pendientemente de lo positivo que es manifestación de fracturas cul-


pudiere traer un nuevo orden. turales y sociales a nivel global,
En ese contexto se produce el con profundas raíces históricas que,
ataque a Nueva York del 11 de cualquiera sea el orden mundial,
septiembre del 2001, otro de esos se manifestarán y tendrán que ser
fuertes golpes de timón histórico. confrontadas. La intelligentsia es-
Más allá de lo que los perpetrado- tadounidense tambien acuñó una
res del ataque se hayan propuesto, expresión, incluso desagradable
lo cierto es que la acción terrorista para muchos, especialmente en
transformó las perspectivas de los Estados Unidos, pero aplicable
cambio histórico. Para comenzar, a este caso: «choque de civiliza-
el valor mismo del poderío mili- ciones» (Huntington, 1996). El
tar de los Estados Unidos entra a order mundial actual y cualquier
cuestionarse. En ausencia de un ordenamiento propuesto es y será
poder militar equiparable, resulta desafiado violentamente no solo
que ahora no solo una guerrilla por Estados−naciones que se sien-
puede molestar la tranquilidad que tan menoscabas, sino por grandes
otorga el poder militar, sino que un sectores de la población que no se
grupo audaz, utilizando los mismos identifican, cualquiera sea la razón,
recursos de la vida cotidiana de un con los principios y valores básicos
país avanzado, puede poner en ja- del orden social, cultural predomi-
que al poder militar más poderoso nante y en desarrollo durante al
del orbe. La guerra «asimétrica» menos tres siglos.
no solo es posible, puede hasta ser No es de extrañar, entonces, que
victoriosa. Tan importante es el la respuesta de política exterior de
concepto, que potencias militares los Estados Unidos al ataque a Nue-
de primer orden lo han adoptado va York fuera la «cruzada contra
explícitamente como estrategia; el mal». El contraataque se dirige
por ejemplo, Rusia. Este evento no hacia quienes propagan principios
estaba en los cálculos de un Nuevo y valores en total contraposición
Orden Mundial, y tragedias como con los valores y principios que
estas son cada día más posibles. sustentan el orden social de los Es-
Fue el primer paso desde el Nuevo tados−naciones y que fundamentan
Orden Mundial al Nuevo Desorden el orden internacional. Si se ataca a
Mundial. un país disruptor de este, se lo hace
Pero el ataque a Nueva York porque cobija a quienes propagan
tiene implicaciones mucho más pro- esta contracultura, por ejemplo,
fundas que los desafios de seguridad Afganistán.
y defensa que enfrenta, incluso, La respuesta de los Estados
una potencia mundial. El ataque Unidos al atentado a Nueva York

182
Oscar Plaza
Relaciones y perspectivas de Estados Unidos con la región

partió con una contradicción. Por ataque a los Estados Unidos y su


un lado, reconoce raíces profundas respuesta. Pero el apoyo a la acción
a la naturaleza del conflicto. Por militar de los Estados Unidos fue
otra, la acción inmediata y central muy tibia y de corto plazo. En parti-
es absolutamente militar. La inten- cular, hubo reticencia a la invasión a
ción estadounidense fue una opera- Irak. Agréguese a esto que los países
ción militar quirúrgica, siguiendo de América Latina ya se estaban
y mejorando el éxito en la Guerra acostumbrando a una gran libertad
del Golfo en Irak de los noventa. de acción en términos de política
Sin embargo, rápidamente se de- internacional. Por un lado, no se
mostró que el triunfo militar no es sentían en la necesidad de seguir
suficiente. Sin sustento político, sin posturas estadounidenses. Por otra,
confrontar las siempre persistentes tampoco actuaban en bloque como
fracturas culturales y sociales, la región (Lambert y Gardini, 2011).
guerra continúa indefinidamente.
La cruzada se empantana y cuenta
cada vez con menos cruzados. En El reinicio que tampoco
términos de política exterior, las fue
alianzas y coaliciones son cada
día más difíciles de crear, operar y En la segunda década del siglo
sostener. XXI, concientes de la pérdida de
En el contexto de lo que fue la liderazgo e influencia relativa en el
primera década del siglo XXI, lo concierto internacional, los centros
que comenzó a ser la actitud de de toma decisiones sobre política
la política exterior de los Estados exterior de los Estados Unidos
Unidos hacia América Latina en intentaron un restablecimiento de
la década anterior, se acentuó. La relaciones internacionales con una
urgencia y las crisis importantes mirada fresca y más flexible; fue
están en otras regiones. Se siguen poco y tarde. Poco, porque más allá
con interés los acontecimientos de del deseo de mejorar las relaciones
América Latina, en particular de exteriores, partiendo con actores
los países más grandes como Brasil, concretos como Rusia, China y el
Argentina y México, pero no hay Mundo Árabe, no fueron claros
formulaciones específicas. El obje- acerca del marco institucional im-
tivo inmediato es buscar apoyo en plícito de estas nuevas relaciones.
la «cruzada contra el mal». Concretamente, ningún interlocu-
América Latina no podía res- tor estaba dispuesto a dialogar con
ponder con indiferencia a la «cru- un Estados Unidos hegemónico,
zada». Hay demasiados valores aunque esto fuese implícito. Tarde,
compartidos como para ignorar el porque a estas alturas del diálogo,

183
Estudios Internacionales (2017) • Universidad de Chile

con un Estados Unidos no dismi- tiva utopía, la tirania del «Estado


nuido en términos absolutos, pero purista», se funda en valores des-
sí en términos relativos, todos los tructores del orden social y cultural
interlocutores comenzaron a pedir contemporáneo. Estas utopías,
y a esperar un trato respetuoso y, en cualquiera sea su empaquetado –re-
el caso de grandes potencias, exigir ligioso, nacionalista, reivindicación
un trato de igual a igual. histórica, totalitarismo ideológico,
La política de restablecimiento o simplemente rebelión deconstruc-
o reiniciamiento no tuvo ninguna tiva– crean una seria situación de
formulación explicíta respecto inseguridad ciudadana. Un país que
de América Latina. No es de sor- carece de la capacidad de organizar
prenderse pues que el intento de la una respuesta deja expuesto al ciu-
política fue retomar la iniciativa y dadano a la necesidad de someterse
mejorar la situación de los Estados al poder de estas utopías disruptivas
Unidos en regiones o situaciones en busca de seguridad. Estos movi-
donde la política exterior de los mientos radicales disruptivos tienen
años previos tuvo malos resultados presencia internacional, más aún,
o un deterioro de la estatura de la han demostrado extraordinaria
potencia del Norte. América Latina eficiencia en el uso de los medios
no había demandado la atención que la globalizacion ha diseminado
ni la urgencia equivalente a otras a lo largo del mundo (Bull, 1977).
regiones del mundo. Por lo tanto, En América Latina los movi-
la política exterior hacia América mientos más desestabilizadores han
Latina no ameritaba un restable- tenido su raíz en la economía de la
cimiento prioritario. Irónicamente, droga. En los países del Sur se cen-
lo opuesto era lo necesario, pues tra la producción y comienzan las
tanto los Estados Unidos como los rutas de distribución. Los grandes
países de América Latina requerían centros de consumo se concentran
restablecer una política exterior del en los países del Norte, Estados
uno hacia el otro que considerara Unidos y Canadá. Recíprocamente,
la nueva realidad regional y mun- los Estados Unidos proveen el flujo
dial. Una política realista y urgente monetario y armas. La organiza-
hubiera sido en beneficio de todos. ción de esta economía cubre todo
Al mismo tiempo, el orden in- el continente americano y penetra
ternacional siguió experimentando variados círculos sociales, desde
nuevos desafíos. La abolición del comunidades marginales a los más
Estado se transformó en un nuevo altos centros de poder social y polí-
ideal posible, más allá de las viejas tico. Esta economía es también uno
utopías liberales o socialistas que de los componentes de los sectores
lo anunciaban. La nueva y atrac- regionales y/o institucionales de

184
Oscar Plaza
Relaciones y perspectivas de Estados Unidos con la región

corrupción hemisférica. De más está flicto es la esencia de las relaciones


remarcar el carácter internacional internacionales. Esta percepción no
del fenómeno y la necesidad de in- ha favorecido a un mejor acerca-
tegrar el tema dentro de la agenda miento de la política exterior entre
de la política exterior de la región. los Estados Unidos y América La-
Al menos, durante los últimos años, tina, aún cuando, si bien es cierto,
la política exterior de los Estados el socavamiento de la democracia
Unidos hacia América Latina ha ha sido mucho más soterrado en
explicitado formalmente el rol de el continente americano (Smith,
mercado consumidor que este país 2012).
ejerce en dicha economía. Dado el contexto mundial, el
Asimismo, en los últimos años, restablecimiento o reinicio de las
la democracia ha estado en proceso relaciones exteriores en sintonía y
de sofocación en muchas latitudes cooperación, nunca realmente se
del planeta, incluidos los países del inició. La política exterior de los
continente americano. Los gobier- Estados Unidos fue responder a
nos de turno han sofisticado los una tras otra crisis, con una impro-
métodos de manipulación de las visada política de control de daño.
instituciones democráticas, parti- América Latina, sin proponérselo
dos políticos y procesos electora- explícitamente, cooperó con ello en
les. El socavamiento viene desde la medida que no originó ninguna
los movimientos contestatarios crisis seria. En la misma medida, la
de fundación «purista» hasta la política exterior del Norte y Sur del
intelligentsia y círculos de poder continente se separó aún más. De
político que jerarquizan el quehacer esta forma, Estados Unidos sigue
político, dándole primacía al estatus una política de continuidad admi-
de poder y prestigio internacional nistrativa y América Latina apro-
del Estado−nación por sobre los vecha su mayor rango de libertad,
valores democráticos de las institu- iniciando o ampliando contactos
ciones políticas del Estado. Como con otras regiones del mundo.
fuere, el resultado es que mientras
más globalizado está el planeta, la
reacción de las comunidades locales Reiniciando un reinicio
es ver la política exterior con un con América Latina
realismo brutal. La política inter-
nacional se ve como una lucha por Las principales características
recursos donde, consecuentemente, de la política mundial actual son
el más fuerte tiene la ventaja. La la gradual erosión de la primacía
realidad internacional es dura, no de los Estados Unidos y de los
hay lugar para idealismos. El con- países de la Europa Occidental;

185
Estudios Internacionales (2017) • Universidad de Chile

una competencia entre grandes en otros países tengan confianza en


potencias por primacía en regiones nuestros actores de política exterior,
centrales de Eurasia; nuevos actores más probable será que los otros
y agendas de lucha ideológica, y países actúen en concordancia con
proliferación de agentes disruptivos nuestros intereses. El elemento clave
del orden internacional. La prima- es el mutuo respeto y confianza.
cía de los Estados Unidos no ha Nuestro argumento es que la polí-
desaparecido, y la multipolaridad tica exterior de los Estados Unidos
de la política internacional todavía hacia América Latina, y viceversa,
tiene un largo camino por recorrer. cuenta relativamente con muchos
Pero la capacidad de los Estados más elementos para construir
Unidos para imponer un orden relaciones de respeto y confianza
mundial afín a sus intereses ha dis- que con otras regiones del mundo
minuido notablemente. El número (Preble, Ashford y Evans, 2016).
y la severidad de las crisis globales Geografía no es destino, pero sin
han crecido. Ellas son síntomas de lugar a dudas es uno de los factores
profundos cambios en el orden in- determinantes del devenir histórico
ternacional. El mundo ha vuelto a de las sociedades. Una de las con-
un orden histórico más normal, vale secuencias −en un orden mundial
decir, a una situación mucho más de Estados−naciones−, es que los
inestable y peligrosa (Haass, 2017). países, a diferencia de las personas,
Por su parte, los estadounidenses no pueden cambiar de vecindario,
están hoy en día más divididos que ergo, mejor aprender a convivir con
nunca –al menos desde el ataque los vecinos. Se da el caso de que el
a Pearl Harbor– acerca del rol continente americano es un barrio
mundial de su país. Pero la falta privilegiado. Cubre, sin interrup-
de consenso es también una opor- ción, todas las latitudes posibles y
tunidad para aprender a construir los dos mayores océanos del planeta
las bases de una política exterior bañan sendas longitudes costeras
de largo plazo. En política, en ge- Este−Oeste. Agréguese a esto la
neral, más aún en política exterior, magnitud y variedad de recursos
una decisión basada en pasión, y naturales y humanos.
que la razón rechaza, es una mala Ya la ubicación en el planeta le
decisión. Una política exterior otorga al continente americano y
exitosa implica lograr que otros a sus vecinos una enorme ventaja
Estados−naciones actúen de una comparativa en términos de seguri-
manera que protejan o avancen los dad y defensa. Súmese los recursos
intereses de nuestro Estado−nación. del continente y tenemos las condi-
En la medida que la intelligentsia y ciones dadas para un próspero pro-
los centros de toma de decisiones ceso de desarrollo. Esta percepción

186
Oscar Plaza
Relaciones y perspectivas de Estados Unidos con la región

estuvo clara en los fundadores de se la ignora, aún cuando haya que


los Estados Unidos y varios de los lidiar con ella tras bambalinas. El
fundadores de Estados−naciones en uso de la geopolítica que hicieron
América Latina. Sin embargo, crisis las ideologías fascistas y nazistas
locales y atractivas oportunidades de la Europa de mediados del siglo
inmediatas, han desdibujado esta XX, la tranformó en una disciplina
perspectiva dentro de los centros velada en los Estados Unidos.
de decisión de política exterior en No es este el caso en otras latitu-
los Estados Unidos y en países de des. Por ejemplo, en Europa Orien-
América Latina. Esta tendencia se tal, la disciplina nunca desapareció
acentuó en los Estados Unidos, del curriculum universitario y se ha
en la medida que asumió en for- seguido estudiando y enseñando.
ma creciente un rol de potencia Demás esta decir que es una disci-
mundial. En el entorno del siglo plina central en academias de gue-
XXI, continuas crisis mundiales y rra. Aún más importante, en el con-
oportunidades efímeras han puesto texto del siglo XXI, la geopolítica es
definitivamente en segundo plano parte central de la política exterior
la geografía del continente en de- de grandes potencias como, por
cisiones de política exterior. Es de ejemplo, China y Rusia, o potencias
esperar que esta percepción pronto intermedias, como India, Brasil y
se corrija y se ponga en práctica Sudáfrica, y también algunas po-
una política de convivencia en el tencias locales, a saber, Irán, Arabia
vecindario regional. Saudita e Israel. Se da el caso que
La consideracion del factor desde fines de la primera década del
geográfico en el ambito de la polí- siglo XXI, Rusia ha hecho explícitas
tica internacional y explicítamente sus razones geopolíticas en política
en política exterior nos lleva a la exterior y política internacional en
llamada geopolítica. Geopolítica general. China, aunque sin decirlo
es una disciplina que, partiendo de textualmente, acciona de acuerdo a
la geografía física, siguiendo con la un guión geopolítico.
geografía de recursos, demografía e Es difícil predecir el futuro de la
historia, termina formulando una geopolítica dentro de la intelligent-
visión del Estado−nación en pers- sia y los centros de decisión política
pectiva mundial. No cabe duda, es en los Estados Unidos. Cualquiera
un elemento muy importante en po- sea la formalidad, el contenido de
lítica exterior, en particular en estra- la disciplina no puede ser ignorado.
tegia de largo plazo. Curiosamente, Y, en ese contexto, América Latina
a la geopolítica se la deja en el trasto debería tener un lugar central.
de la ropa sucia en los Estados Simplemente, son demasiados los
Unidos. Formal y explícitamente, hechos que desde una perspectiva

187
Estudios Internacionales (2017) • Universidad de Chile

geopolítica requieren de una políti- en términos de recursos materiales.


ca continental; a modo de ejemplo, Mucho más compleja es la situación
defensa, seguridad, clima, salud, en cuanto a recursos «blandos».
drogadicción, navegación vial, La variedad y abundancia existe,
marítima, aérea, migración. Quizás pero, al mismo tiempo, hay gran
el accionar debiera partir con el de- disparidad y desnivel. Como sea,
sarrollo de la reflexión geopolítica tanto la política exterior de los Es-
continental y cooperativa a nivel de tados Unidos como de los países de
intelligentsia. América Latina, no pueden ignorar
Geografía y geopolitíca apuntan que, respecto a los recursos, un en-
directamente al factor recursos en tendimiento regional es beneficioso
términos de desarrollo humano. para todos y, en términos prácticos,
El continente americano, como las negociaciones tienen que cruzar
un todo, es privilegiado en cuanto barreras menos ponzoñosas que en
a recursos naturales y humanos. otras regiones.
Convengamos que estas son las El factor de los recursos nos
bases materiales, los factores «du- lleva directamente al tema de los
ros» de las sociedades humanas. mercados regionales. Es claro que
Estos elementos son abundantes en el caso de los recursos materiales,
y variados en el continente. Sin el funcionamiento eficiente de los
embargo, el desarrollo humano mercados es crucial para el buen
requiere también de recursos intan- uso continental de los mismos. Los
gibles, factores «blandos», como bienes naturales necesitan reglas
cultura, tecnología, institucionali- claras de explotación y comercio.
dad legal y política, que son tanto Los recursos humanos, en cambio,
o más importante que los factores presentan una situación mucho más
«duros». El continente, además, compleja. Aquí estamos hablando
es abundante y variado en cuanto del movimiento de personas, lo cual
a recursos «blandos». Pero solo trae aparejado variados elementos
puede obtener todo el potencial culturales y políticos. El mercado
que sus recursos podrían rendir, en laboral es ya complejo a nivel de
tanto y en cuanto exista un actuar país, mucho más a nivel interna-
coordenado y cooperativo entre los cional. Sin embargo, el mercado
Estados−naciones de las Américas. internacional de recursos humanos
Es fácil observar que el pleno uso es una realidad y lo que correspon-
de los recursos materiales requiere de es que la política exterior de los
un intercambio de ellos a nivel con- países de la región lo considere
tinental. Aunque desde el punto de como un área de urgente desarrollo.
vista económico no es eficiente, el Únase al tema del intercambio
continente podría ser autosuficiente y de los mercados, el factor de las

188
Oscar Plaza
Relaciones y perspectivas de Estados Unidos con la región

comunicaciones y el transporte. por tanto, no es sorpresa que su


Estamos hablando de una infraes- institucionalidad entre en crisis en
tructura básica del comercio y el todos los países. Estos movimientos
intercambio humano contemporá- internacionales necesitan atención
neo. De nuevo, el continente tiene concreta en política exterior y si
ventajas comparativas al respecto. bien, normalmente, son conside-
La geografia y la cultura continental rados en los llamados acuerdos de
no crean impedimentos técnicos o cooperación, hasta ahora la acción
de seguridad significativos para el es muy débil.
desarrollo fluido de esta infraes- Dada la desigualdad económica,
tructura. Mucho se ha avanzado muy acentuada entre los Estados
en el continente respecto de la coo- Unidos y los países de América
peración y consideración explícita Latina, existe la tendencia a consi-
de los recursos, mercados, comu- derar la variable injusticia. Pero es
nicaciones y transporte en la polí- incorrecto asumir que el problema
tica exterior. Pero nuevamente nos central a corregir es la desigualdad
encontramos aquí con una cuestión en términos de riqueza. El problema
de ritmo del progreso. En términos principal es de justicia y, asociado
relativos, el progreso es menor al de a ella, la pobreza. Una sociedad sin
otras regiones del mundo. pobres suena un poco utópica. Mas,
En lo que se relaciona con los una sociedad económicamente
llamados recursos «blandos», no igualitaria, pero injusta, simplemen-
podemos olvidar la importancia te corre el riesgo de colapso. Aún
del mercado de capitales, la tecno- cuando la desigualdad económica
logía, y la educación. Lo crítico de entre Norte y Sur del continente
estos recursos es que aquí tocamos es un dato factual, esto no debería
la institucionalidad social básica. ser impedimento para una política
Esto significa elementos valóricos exterior que explícitamente consi-
asociados a áreas tales como la fa- dere factores de justicia y pobreza.
milia, salud y entretención. En toda Las alianzas internacionales son,
sociedad, el manejo político de estos en muchas ocasiones, exasperan-
aspectos es delicado. Pero lo con- tes. Pero son esenciales en política
creto es que el movimiento interna- internacional y, consecuentemen-
cional de capitales –especialmente te, una necesidad en relaciones
financieros– y de tecnología, tiene internacionales. Estas alianzas
un impacto directo en educación prosperan cuando las partes res-
y en el factor humano implicado petan diferencias y entienden que
en capital y tecnología. La edu- la clave del éxito radica en ajustes
cación toca directamente a todos y transacciones que fortalecen la
los habitantes de una sociedad, alianza. Nuestra esperanza apunta

189
Estudios Internacionales (2017) • Universidad de Chile

al desarrollo institucional a lo largo de política exterior de los Estados


de todo el continente americano, a Unidos hacia América Latina haya
través de núcleos de política exte- disminuido.
rior con el coraje político capaz de La situación actual no es el
situar al continente, como un todo, resultado de propósitos explícitos
en el centro del proceso de toma de de actores determinados, ni en los
decisiones. De lo contrario, nuestra Estados Unidos ni en América La-
carencia de pericia en negociaciones tina. El contexto internacional ha
internacionales, en relaciones inter- cambiado rápida y drásticamente
nacionales cooperativas y en com- y los actores en el Norte y Sur del
partir intereses comunes, tendrá continente americano tratan de
una expectativa de costo creciente responder a las nuevas circunstan-
a lo largo del siglo XXI. cias. Los Estados Unidos no son el
líder hegemónico mundial que por
un momento aspiró a ser. Améri-
Conclusión ca Latina ha ganado en cuanto a
libertad de acción en el concierto
En las últimas décadas, América internacional, pero ha perdido en
Latina ha perdido importancia en cuanto a peso específico relativo en
el contexto general de la política el contexto mundial.
exterior de los Estados Unidos. Es posible pensar una vecindad
Esta situación tiene dos causales. En futura de desarrollo cooperativo
primer lugar, América Latina expe- en el continente americano. Hay
rimenta un mejoramiento absoluto factores que llaman a una política
en términos económicos, sociales, exterior atenta y coordinada entre
y tecnólogicos. Sin embargo, esta los Estados Unidos y América La-
mejoría es a una tasa significativa- tina. Hay factores de naturaleza
mente menor al de otras regiones. perenne, tales como geografía,
El resultado es que desde un punto recursos naturales y demografia,
de vista de desarrollo general, la que ofrecen una base sólida para la
región experimenta un retroceso coordinación y cooperación inter-
relativo en el contexto global. En nacional hemisférica. Pero también
segundo lugar, los acontecimientos hay varios factores «blandos» que
políticos de Latinoamérica pierden pueden dar fundamentos a políticas
urgencia con relación a serias crisis exteriores en tandem Norte−Sur.
y desafíos políticos y de seguridad Estos factores tienen raíces cultu-
en otras regiones. En este contexto, rales, ideológicas y políticas que,
no es de extrañar que la atención a pesar de la tremenda variedad
de la intelligentsia internaciona- y diferencia, presumen principios
lista y de los centros de decisión básicos mucho más acordes entre

190
Oscar Plaza
Relaciones y perspectivas de Estados Unidos con la región

sí que los posibles a encontrar en gan siempre en mente al continente


otras regiones del mundo. La con- como un todo cuando interactúen
fluencia de estos factores «blandos» con el resto del mundo.
se puede manifestar en áreas de
política exterior bien tangibles,
tales como seguridad, defensa, me- Bibliografía
dio ambiente, salud, educación, y
Barlett, J. (2017). Radicals Chasing Uto-
valores políticos como democracia pia. Inside the Rogue Movements
e imperio de la ley. Trying to Change the World. New
La coyuntura actual del siglo York: Nation Books.
XXI no provee ningun parámetro Bull, H. (1999, 2º Edition). The Anar-
chical Society. A Study of Order in
certero, todo pareciera estar en World Politics. New York: Columbia
veremos. No es de extrañar, en- University Press.
tonces, que la política exterior de Domínguez, J. & Fernandez de Castro, R.
todos los países, y en particular la (eds.) (2016, 2º Edition). Contempo-
rary U.S. – Latin American Relations.
de una potencia con responsabili-
Cooperation or Conflict in the 21st
dades globales como los Estados Century? New York: Routledge.
Unidos, no se pueda comprometer Fukuyama, F. (1992). The End of History
a ninguna acción específica de largo and the Last Man. New York: Free
Press.
plazo. Pero esto no significa que
Haass, R. (2017). A World in Disarray.
esta mirada amplia desaparezca. La American Foreign Policy and the
planificación estratégica demanda Crisis of the Old Order. New York:
principios de partida. Y, en este sen- Penguin Press.
tido, la política exterior de los Es- Huntington, S. (1996). The Clash of Civi-
lizations and The Remaking of World
tados Unidos y América Latina no Order. London: Simon & Schuster.
puede ignorar los factores perennes Lambert, P. & Gardini, G. (eds.) (2011).
y blandos antes mencionados. A tí- Latin American Foreign Policies. Bet-
tulo de ejemplo, un lúgubre mundo ween Ideology and Pragmatism. New
York: Palgrave Macmillan.
futuro sería un «orden de regiones
O’Brien, T. (2007). Making the Americas:
geográficas», en lugar de un «orden The United States and Latin America
de naciones−Estados». Dado este from the Age of Revolution to the
escenario, el continente americano, Era of Globalization. Albuquerque:
como un todo, estaría forzado a University of New Mexico Press.
Preble, Ch.; Ashford, E. & Evans, T. (eds.)
marchar al unísono. Es de esperar (2016). Our Foreign Policy Choices.
que el desarrollo cooperativo del Rethinking America’s Global Role.
continente se dé en un mucho más Washington D.C.: CATO Institute.
auspicioso escenario mundial. Lo Scarfi, J.P. (ed.) (2016). Cooperation and
Hegemony in US – Latin American
importante es que la intelligentsia
Relations. Revisiting the Western
y los centros de decisión política del Hemisphere Idea. Studies of the Ame-
Norte y del Sur del continente, ten- ricas. New York: Palgrave Macmillan.

191
Estudios Internacionales (2017) • Universidad de Chile

Shoultz, L. (1998). Beneath the United


States: A History of U.S. Policy
toward Latin America. Cambridge,
MA: Harvard University Press.
Smith, P. (2012). Democracy in Latin
America: Political Change in Com-
parative Perspective. London: Oxford
University Press.
Sweig, J. (May, 2008). U.S –Latin Ame-
rican Relations. A New Direction
for a New Reality. Latin American
Studies Program. Nelson and David
Rochefeller Senior Fellow for Latin
America Studies and Director of the
Civil Society, Markets, and Democra-
cy Program.
The Brookings Institution (2008). Rethin-
king U.S.–Latin American Relations.
A Hemispheric Partnership for a Tur-
bulent World, in Report of the Part-
nership for the Americas Commission.

192

Você também pode gostar