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UNIVERSIDAD AUTONOMA DE ZACATECAS

MODALIDAD: SEMIPRESENCIAL

PSICOLOGIA

MATERIA: DIFICULTADES DEL


APRENDIZAJE

DOCENTE: PROFR. OSVALDO ALVAREZ CRESPO

6TO SEMESTRE GRUPO “A”

ESTRATEGIAS DE APOYO PARA ALUMNOS:

PERSONAS CON DISCAPACIDAD AXEL ARSIDE RODRIGUEZ QUINTERO

INTELECTUAL LIMITE MARIA DE LOS ANGELES SORIANO LOPEZ

BRICIA LIZBETH SAUCEDO DAVILA

MARTHA ZUÑIGA MARTINEZ

CARMEN ROMANA RAMIREZ ZUÑIGA.

MAYO 2018
ESTRATEGIAS DE APOYO ESCOLAR PARA PERSONAS
CON DISCAPACIDAD INTELECTUAL

Las estrategias de apoyo son una alternativa, amplia y general, que cuenta con más
recursos e intervenciones. Se debe tanto en los apoyos naturales posibles (la propia
persona, y otras personas) como en los que se basan en los servicios educativos o sociales.
Hoy, la naturaleza de las estrategias de apoyos es muy variada, partiendo del propio
individuo, pasando por la familia y amigos, después por los apoyos informales, los
servicios genéricos, hasta llegar a los servicios de especialización.

A continuación se describirán algunas estrategias de apoyo escolar, para personas que


presentan discapacidad intelectual: Para la discapacidad intelectual, la atención se enfoca
en los siguientes objetivos: Independencia personal y protección de la salud,
comunicación, socialización e información del entorno físico.

El objetivo de este programa es la integración de la persona con discapacidad leve en la


escuela común; por tanto, el acento se pone en los contenidos académicos del currículo
expuesto. Conforme a esto, la Dirección General de Educación Especial tiene proyectado
referir a estos niños directamente a la escuela común, donde funcionarán con apoyo de
los centros psicopedagógicos.

En caso de la discapacidad intelectual debe incorporarse a los alumnos a programas de


estimulación temprana, y aun tratamiento pedagógico que integra las destrezas de
adaptación con énfasis en los contenidos que contribuyen a la creación de hábitos de
trabajo y desarrollo de habilidades manuales.

Después de la intervención temprana, la secuencia del proceso escolar es de cuatro


etapas, cada una con una duración de hasta cuatro años. La primera corresponde al nivel
preescolar y las restantes a los grados de primero a sexto de educación primaria
(especial).

Programa de desarrollo individualizado (PDI). Se utiliza para denominar en sentido


amplio al instrumento educativo que promueve el desarrollo global de un sujeto, en todos
los aspectos de su vida, tanto dentro como fuera de la escuela, atendiendo a las
necesidades físicas, psíquicas y emocionales. En sentido estricto, significa programa
escrito, apropiado al niño, en orden a valorar sus capacidades, establecer metas y
objetivos, procurar servicios educativos especiales y explicar procedimientos de
evaluación y control, en cuya implementación participar profesionales, padres de familia y
comunidad.
La introducción de un programa de desarrollo individual constituye una de las recientes y
significativas aportaciones en la educación de las personas con discapacidad.

El PDI confeccionado a partir de las necesidades de cada sujeto, puede desarrollarse tanto
en la escuela ordinaria como en la especial, en la familia o cualquier otro servicio.

Como resultado de su aplicación, en diferentes circunstancias y contextos aparecen los


siguientes tipos: programa y clase regular, con apoyo al profesor, programa regular, en
clase regular, con apoyo al niño dentro del aula, programa y clase regular, apoyo al niño
en otros servicios, programa combinado, clase regular – clase especial, programa
específico en el aula especial, en centro ordinario. Actividades con el resto de los alumnos
del centro, programa específico en el centro de educación especial y programa
domiciliario.

La asignación del niño a uno u otro tipo de escolarización se orienta siempre a la opción
menos restrictiva y más integradora en el que sea viable el desarrollo de su programa
(PDI).

Entre los componentes que deben aparecer escritos en todo PDI, se citan los siguientes:
Valoración inicial para el establecimiento de niveles funcionales de capacidad y
aprendizaje, delimitación de metas anuales, objetivos específicos y de conducta, a
conseguir a corto plazo, actividades metodológicas y recursos didácticos a utilizar, que se
consideren más adecuadas, determinación de servicios específicos necesarios (fechas de
iniciación y duración prevista), orientación para la escolarización. (Tiempo en programa
regular y en qué actividades), justificación de los distintos responsables, para la adecuada
implementación y especificación de los procedimientos de evaluación y control para el
seguimiento.

Como cualidades de un buen programa se señalan: coherencia, precisión, realismo,


claridad, flexibilidad y globalidad.

La elaboración del PDI es producto del esfuerzo en equipo, con la apropiada participación
de todos los miembros de la comunidad educativa que puedan aportar alguna
contribución: padres, profesionales y todos aquellos implicados en su implementación y
desarrollo deben colaborar estrechamente. El proceso del programa del desarrollo
individual supone cuatro frases: Elaboración, aceptación, implementación y seguimiento.

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