Você está na página 1de 6

Etapas del desarrollo del dibujo

El dibujo es una actividad placentera plasmada es una producción material


única e irrepetible. A través del dibujo el niño puede expresar sentimientos,
deseos, pensamientos, el modo de percibir el mundo y comprender el
mundo que lo rodea. Por tal motivo su importancia como técnica proyectiva
y prueba psicológica.

El dibujo al igual que la imagen mental representa un esfuerzo del niño por
acercarse e imitar la realidad tal cual es (Piaget).

Los niños al dibujar además de expresar situaciones cotidianas, van


adquiriendo distintas capacidades que contribuyen al desarrollo integral
saludable:

1) Desarrollo psicomotriz: paulatinamente va obteniendo control


muscular, de movimientos y motricidad fina.
2) Desarrollo cognitivo: se refleja la comprensión que el niño tiene de la
realidad, su representación espacial y como él se concibe a sí mismo.
3) Desarrollo psico-emocional y afectivo: expresa sus intereses,
preocupaciones, temores, deseos, plasmando en el dibujo sus
vivencias significativas.

En las tomas de dibujo se puede observar como los niños reaccionan de


maneras diversas ante la consigna del dibujo libre. Es importante el
equilibrio de estar áreas del desarrollo y estimular las espresiones graficas
en edades tempranas.

La perspectiva de Luquet (1876-1965)

Filosofo francés que estudió la evolución del dibujo infantil a partir de los
dibujos de su hija. Parte de la idea del dibujo infantil como algo con
pretensiones REALISTAS. Es decir, su intento de reproducir la realidad, de
imitarla.

Luquet plantea cuatro fases sucesivas en su evolución:

Realismo fortuito: el parecido entre el dibujo realizado por el niño y el objeto


real que busca representar es casual o azaroso. No tienen la finalidad de
querer representar algo y se entregan a la actividad como un puro juego en
el cal encuentran placer.
Luquet llama a los primeros dibujos de los niños “garabatos o barridos de
papel”. Estos dibujos constituyen una prolongación de la actividad motriz y
se limitan a imitar movimientos de su mano. Constituye también una
prolongación de la actividad lúdica ya que dibujar constituye para el niño un
juego. El parecido del dibujo con la realidad es casual pero el niño intenta
mejorarlo repitiendo el dibujo.

Realismo frustrado: si bien el niño intenta dibujar algo preciso se topa con
obstáculos propios de su desarrollo que le impiden lograr el resultado que
desea. Uno de ellos se relaciona con el control motriz ya que aún no logra
controlar adecuadamente sus movimientos y el otro tiene que ver con el
carácter limitado y discontinuo de su atención.
Incluye solamente aquellos elementos que le parecen importantes, los
cuales pueden no ser considerados como tales por los adultos o
simplemente los incluye porque le interesan o le gustan siendo
representados en un tamaño mayor.
Una de las características principales de esta etapa es la aparición de la
primera representación de la figura humana: los “cabezudos” constituidos
por una cabeza que consiste en una forma circular de la que salen
directamente líneas que representan las extremidades del cuerpo (brazos y
piernas).

Realismo intelectual: dibuja lo que sabe del modelo. El niño ya posee una
imagen interna en la que reúne las formas del objeto. Uno de los rasgos
más relevantes de esta etapa es el exceso de síntesis, ya que el niño
pretende mantener todos los puntos de vista posibles.
Características del dibujo:
- No tiene en cuenta la perspectiva
- mezcla, superposición o cambio de enfoques
- uso de la transparencia (por ejemplo casas en las que se ve su interior)
- tendencia a separar detalles del objetos (dibujar pelo por pelo en la
cabeza)

Realismo Visual: a partir de los 8 o 9 años representa la realidad tal y como


la ve. Adquieren nuevos logros:
- adopción de enfoques únicos
- mantenimientos de las dimensiones de los objetos
- utilización de perspectiva

Intentan aproximarse a la percepción visual de la realidad tal y como la ven,


atendiéndose al modelo y buscando que su dibujo sea auténticamente
realista. No obstante, vale señalar que la evolución del dibujo no es lineal,
produciéndose avances y retrocesos en su evolución.
La perspectiva de Lowenfeld (1903 – 1960)

Su obra describe las características de las producciones artísticas de las


niñas a medida que progresan en cada edad.

Comprende al dibujo como una experiencia de aprendizaje que posee un


alto componente cognitivo así como también un alto componente afectivo ya
que plasman en sus dibujos sus intereses y deseos. El dibujo es un medio a
partir del cual el niño relaciona su mundo interno con el mundo externo,
constituye una forma de comunicación con el medio que le rodea.
El dibujo es el medio por el cual los niños logran expresar de modo no
verbal lo que ocurre en su entorno físico y afectivo, posibilitando así el
afloramiento y canalización de sus emociones, ideas, pensamientos y
deseos.

Plantea la evolución del dibujo en las siguientes etapas:

Garabateo (de 2 a 4 años)


- desordenado. Sus primeros trazos no tienen sentido, parecen más bien
realizados al azar. Varían en dirección y longitud y se realizan con torpeza
motora. Suele salirse de los márgenes.
- controlado. Dirige su mano con la vista y puede realizar trazos largos,
verticales u horizontales. Puede repetir las líneas que dibuja debido al
mayor control, intercalando líneas circulares con trazos rectos. Ahora le
gustará utilizar distintos colores. Cerca de los 3 años tomará el lápiz de
manera similar a la del adulto.
- con nombre. Comienza a dar nombre a sus garabatos. Ahora dibuja con
una intención; anuncia lo que va a dibujar y lo intenta. Pasa mucho tiempo
dibujando y dialoga consigo mismo mientras lo hace. También se observa
cierta elección del color, aunque la mayoría de las veces sin relación con el
dibujo.

Pre-esquemática (de 4 a 7 años). Comienza la creación consciente de la


forma, hacia los 4 años ya realiza formas reconocibles. Aparece la figura
humana en la forma de cabezudo, no hay todavía detalles (se relaciona con
el egocentrismo). Por lo general el dibujo se coloca en el centro de la hoja.
Ya puede elegir colores y comienza a relacionar los mismos con lo que
quiere representar. Sin embargo, tanto el color como la concepción de
espacio están condicionados por los juicios afectivos y valorativos del niño.

Esquemática (de 7 a 9 años). Aparecen los esquemas, hay un significado


afectivo y el mismo puede estar determinado por la forma en que el niño ve
las cosas circundantes. Es por ello que los esquemas son siempre
personales y representan el conocimiento activo del niño. Comienza a
utilizar el esquema humano y amplía sus detalles. Aparece la línea de base
en sus dibujos (puede utilizar una para el cielo y otra para la tierra). Ya hay
una clara relación entre el color y objeto representado en la mayoría de sus
dibujos.

Realista (de 9 a 12 años). Descubre que el niño descubre que es un


miembro de la sociedad, la que se constituye por sus pares; a esta edad se
la denomina “de la pandilla” estando muy diferenciados los juegos y
actividades en función del género como así también sus dibujos.
Está interesado en caracterizar el ambiente como es. Los dibujos
comenzarán a acumular detalles, agregando las características vinculadas
al sexo. Ya no emplea la exageración y buscará las proporciones.
El niño puede ser muy crítico con sus dibujos si no se ajustan a su
interpretación personal de la realidad. Aparece la frustración.

La figura humana

La aparición de la figura humana en los dibujos, como el primer símbolo


representativo es de gran relevancia, debido a que el niño comienza a lograr
la noción de sujeto individualizado, comprende paulatinamente su esquema
corporal y la relación espacial.

Elizabeth Jopptiz (1989) aborda el dibujo de la figura humana en niños


como una evaluación psicológica. A edades más tempranas la figura
humana tendrá muy pocos detalles pero a medida que tienen mayor
desarrollo cognitivo y un equilibro emocional, completan la figura humana
con mayor precisión.
El tema del dibujo de la figura humana comienza su aparición a partir de los
dos años. No obstante, la falta de una apropiada estimulación, la
accesibilidad a diferentes materiales didácticos, la falta de alimentación,
carencias afectivas y un ambiente poco estable emocionalmente perjudican
las capacidades y habilidades que puede expresar un niño obstaculizando
su desarrollo. De allí, la importancia de problematizar y reflexionar sobre el
actual quehacer profesional desde el rol del psicólogo como agente
promotor de salud integral (no excluir factores socio-culturales).

Estudios recientes en torno a la evolución del dibujo

Numerosas investigaciones han demostrado que las etapas expuestas por


estos autores siguen siendo las mismas, pero si se evidencia un
adelantamiento de las edades. Se argumenta que el niño recibe una mayor
y más temprana estimulación visual por parte de su entorno (familia,
escuela y medios masivos de comunicación).

ESPAÑA
Muestra: niños y niñas entre 3 y 6 años de nivel socioeconómico medio. Se
halló que la entrada a las etapas del desarrollo del dibujo infantil es cada
vez más temprana. Se rescata que el orden sigue siendo el mismo
propuesto por Lowenfeld. Los nuevos dispositivos tecnológicos contienen
numerosos saberes que tienden a colaborar en el desarrollo de destrezas
cognitivas como la percepción y la memoria así como también en destrezas
motrices y coordinación. A su vez, se destaca la importancia de la escuela y
la familia.

VENEZUELA
Muestra: 100 niños y niñas de 1 a 6 años pertenecientes a instituciones
públicas y privadas. La secuencia en que suceden las etapas es idéntica a
la expuesta por Lowenfeld con la variante d que el tiempo en que ocurren es
más breve. En niño recibe mayor y más temprana estimulación visual,
permitiéndoles desarrollar procesos de observación, manipulación y
exploración a temprana edad despertando así todos los sentidos por la
riqueza de experiencias sensoriales y perceptivas. Sin embargo, la autora
señala que no es sólo la influencia externa un factor determinante sino
también el grado de maduración de cada niño caracterizado por la destreza,
la coordinación ojo-mano y el control emocional.

ARGENTINA
Muestra: 996 niños y niñas de Buenos Aires entre los 4 y 7 años.
Los autores señalan que este adelantamiento puede deberse al ingreso
escolar temprano, a la estimulación brindada por el ambiente
(microsistema).

Entre las principales recomendaciones que sugieren las investigaciones se


puede mencionar:
- la importancia de la práctica del dibujo en el ámbito más próximo al niño
que debe ser considerada como modo de expresión que le posibilita el
desarrollo integral saludable
- estimular desde edades tempranas senso-perceptivamente
- escuchar al niño en sus relatos y comentarios sin juzgar su producción
gráfica.

EDADES LOWENFELD INVESTIGACIONES


ACTUALES
GARABATOS 2-4 1–2½
PRE – ESQUEMÁTICA 4-7 3-4
ESQUEMÁTICA 7-9 4-6

Você também pode gostar