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Mi amigo metálico

La luz del sol atraviesa la penumbra de la habitación, un buen día comienza o tal vez
no, el debate penoso en la cabeza de Ariel Villalba empieza de esta manera un nuevo
día que no sabe si va a ser bueno o malo. En su cabeza ido es bueno o así lo hace Commented [1]: En su cabeza, ido, todo es.. .
saber la persona que lo alienta a levantarse. Atónito porque se puede comunicar con Si se refiere a que en su cabeza, cuando está ido,
como en otro mundo, todo es bueno; tiene que ir esa
Matías, no le busca explicación pero escucha su voz o ve su reflejo a través de coma para que quede más clara la idea
cualquier objeto metálico. La vida le es cuesta arriba en sus relaciones, pero no es su
escuela. Con mucho asiste a la escuela 804 de Monte caseros, como todas las
mañanas espera ser el centro de burlas por una capacidad a la que él no le ve lo malo.
Ariel es un alumno excelente, su inteligencia y capacidad de entender el mundo lo ha
llevado a realizar teatro, participar de concursos y de competencias académicas. Él es
el alumno que cualquier profesor quisiera tener, pero por una razón que aún no
comprende, es el peor compañero o el centro de los ataques de burlas y bromas de
sus amigos.
Nadie lo escucha al pobre Ariel, ni su mamá Paula que lo ve entre ojos como un niño
raro. ¿Qué es ese amigo a través de los metales? ¿Cómo un niño puede hablar con
los metales? Se pregunta su mamá cada día asombrada y con más miedo que el día
anterior. Ella es la única persona en la que su hijo confía, por esto su más profundo
secreto se lo contó a su madre. Paula, incomprensiva ante la situación, acude a un
psicólogo el cua,l al analizarlo, le dice que su hijo ha creado un amigo en el cual puede
confiar, ya que su entorno no lo comprende. ¿Ser un buen alumno, responsable,
sincero, desinteresado por lo material y lo superficial significa ser un problema?
Estos problemas empezaron el día que descubrieron que él había ganado un
concurso de preguntas y respuestas, en el cual al ganador se le adjudicaba un premio
de $1000000. La envidia de sus compañeros y la falta de apoyo llevó a ser etiquetado
el “ñoño” del curso. La depresión con la cual Ariel se sintió por no ser reconocido por
sus compañeros lo llevo solamente a confiar en Matías, su extraño amigo metálico.
Aunque sea una persona fría, desconocida para los demás, se refugió solamente en
él, para él no existe mejor persona en la cual confiar y creer. Ya que lo alienta y le da
soluciones a todo sus problemas.
El cumpleaños de Ariel está próximo a venir, es el 17 de julio, pero hace varios días
que no se presenta su gran amigo, no comprende porqué, pero él se siente cada vez
con el sueño más pesado y más decaído. Sin decirle nada, su madre asustada por los
brotes psicóticos que pensaba que su hijo tenía, en cada desayuno le daba un coctel
de pastillas que leyó en internet. Sin conocer los daños que podría hacer a sus hijo.
¿Dónde estás Matías? ¿Qué te hice para que te vayas? Son las preguntas que todo
el tiempo se hacía, no aguantaba sentirse solo, sus compañeros de aula jamás lo
integraron, sentían que él no estaba a la moda, no era atractivo y no era un imagen
como este mundo requiere, lo hacían sentir un bicho de ciudad, esas sobras o
verduras feas que en un mostrador no pueden estar. No importa como seas, pero
tienes que ser lindo para la foto, estos pensamientos vacíos son los que predominan
en la escuela 804, una escuela donde la gente se mide por lo que tiene y no por lo que
es.
Al despertarse en su cumpleaños número 17, Ariel, esperando que todo cambiara,
buscando a su amigo perdido. No recibe lo que espera, la soledad fue lo primero que
golpeó a su puerta y lo segundo que golpeó la puerta fue su mamá. Ante los
repetitivos golpes de su madre ella entro por la fuerza a su habitación. No vio más que
una escena desgarradora, Ariel colgado de un nudo mal hecho con la sábana y al
costado una carta de su puño y letra que la madre, desesperada, se puso a leer:
“mamá, papa, Matías. No comprendo este mundo, siempre traté de ser el mejor en lo
que pude, trate de ser un curioso por la vida, siempre busqué una mano que me ayude
a levantarme cuando me sentía mal y al única que encontré fue la tuya Matías, nunca
entendí por qué te pude ver solamente en algún metal, pero siempre que lo tocaba
sentía que estabas ahí, o cuando arrimaba mi oídio para pedirte esos consejos que
tanto me servían. Esto no es lo que quería, siempre quise ser un chico normal, al que
todos quieran conocer y pedir consejos de la escuela, de cómo ser el mejor en
matemáticas, en literatura o aprender historia. Ser uno más compartiendo un mate o
un tereré por las tarde y no ser un bicho de ciudad”…
Al fin y al cabo sus compañeros no mostraron interés ante la dolorosa situación de
Ariel, alegaron que él era distinto, que nunca podría ser como ellos, que quizás tomó
esa decisión por feo, por raro o quizás porque no tenía la capacidad de estar a sus
altura.
Cada año ocurren más de 1 millón de suicidios en el mundo, por cada persona que
se ha suicidado otras 25 lo han intentado. Por esto es que escribo para cada de
persona comprende al otro en sus diferencias, todos somos distintos y tenemos ideas
distintas. Pero ser distintos nos hace únicos, debemos aprender a valorar y aceptarnos
tal cual somos, dejar de lado los estereotipos de persona y no juzgar a las demás por
sus apariencias, o por lo que tiene o por lo que no puede ser. Todos podemos salvar
una vida o arruinar una, es necesario comprender los valores. Hay que respetar lo que
uno elige ser, podemos arruinar o salvar la vida otros.

María Paula Vidoni Mac Lean

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