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Se relanzó la Ley Cascioli: la memoria
de HUMOR, para darle futuro a las
revistas culturales autogestivas
11 mayo, 2018 por Redacción La Tinta

Con la presencia de Carlos Ulanovsky, Mona Moncalvillo y


Miguel Rep, tres integrantes de la mítica revista HUMOR
dirigida por Andrés Cascioli, se relanzó en la Feria del
Libro la Ley de Fomento de Revistas Culturales
Independientes, impulsada por AReCIA. La charla estuvo
coordinada por Sergio Ciancaglini (MU) y repasó cómo era
hacer periodismo en dictadura, y cómo el Estado hizo
quebrar la empresa en democracia. Compartimos aquí el
texto homenaje de Ulanovsky a Cascioli, que resume
también las razones por las cuales las revistas
independientes exigen una ley que democratice el sector de
la prensa gráfica.
Por Carlos Ulanovsky para lavaca

En junio de 1978, cuando la dictadura exigió a los medios que el mundial de fútbol fuera
considerado como una cuestión de Estado, apareció la revista Humor . En la tapa, la caricatura
del director técnico del seleccionado nacional, César Luis Menotti, se veía como
consumido(todavía más flaco de lo que era) y con unas orejonas que evocaban inequívocamente
a las del entonces super ministro de Economía Martínez de Hoz. Al dibujo lo acompañaba una
frase irónica pero surgida de la realidad: “El mundial se hace, cueste lo que cueste” . Había que
animarse. Esa revista se atrevió a eso y mucho más.

Humor Registrado (tal era su marca comercial, aunque todos la llamaban La Humor) fue la
creación de un dibujante, historietista, ilustrador, humorista y caricaturista notable, de
nivel internacional: Andrés Cascioli. De él quiero hablar.

A partir de esa aparición, durante once años (cinco de ellos atravesados por la más cruenta
dictadura de la historia argentina) y de 566 ediciones la Humor desafió a la censura, fue una
alternativa alivianadora frente al pensamiento único , en un momento en que cualquier clase de
contenido diferente era considerado, calificado y perseguido como subversivo. Prohibida en el
país la actividad política Humor fue un medio desafiante, que empezó- solo acompañado por
Dante Panzeri que lo hacía, pero en serio, desde el diario La Prensa – señalando algo muy
transgresor de ese momento como era la inutilidad del mundial. Y no solo eso: en un momento,
en que todos los canales estaban en manos del estado criticaba a la programación televisiva y,
todavía más: se permitía chanzas sobre la intelectualidad de los militares en el poder o sobre el
rumbo de la política económica, esa que dejó culo para arriba a más de medio país.

La revista tuvo varias etapas de desarrollo, pero seguramente la más dura


de sobrellevar fue la de la dictadura, con el mundial, la guerra de
Malvinas, el conflicto con Chile, la censura y la cuestión de los asesinados,
desaparecidos y apropiados. Pero aún en esas circunstancias de riesgo
Humor lo hizo.
Por ejemplo publicó la tira Leopoldo el grande, inspirada en Galtieri y se burló de varios
militares en un número que fue censurado por haber sugerido con un dibujo fantástico que las
limitaciones de los militares eran tantas que ni siquiera podían sostenerse arriba de una patineta.
En 1972, Cascioli, apodado el tano, había sido, junto a sus amigos y socios en una agencia de
publicidad, Oskar Blotta, Pedro Ferranteli y Carlos Blotta el gestor de otra revista de humor
llamada Satiricón , finalmente clausurada por inmoral en 1974 por el gobierno de Isabel
Martínez, después de dos años, 24 ediciones y una venta pico ,en el momento de su cierre, de
250 mil ejemplares mensuales. Su inmediato intento, Chaupinela, también de humor político y de
costumbres, fue nuevamente prohibida por Isabel, López Rega y sus secuaces. Luego de esas dos
hecatombes, que costaron sangre, sudor, plata y exilios, Cascioli participó por corto tiempo en El
Ratón de Occidente, en el mensuario Perdón, en Mad, franquicia de una celebrada publicación
norteamericana, también mandada a cuarteles de invierno por los milicos.

Comparto esta mesa con históricos de Humor. Mona Moncalvillo que era la autora de entrevistas
memorables, que, sin temores, preguntaba y publicaba lo más de lo menos permitido,
otorgándole visibilidad a grandes personajes que o estaban prohibidos o en las tinieblas .Y
Miguel Rep que, con apenas 16 años, se integró al notable seleccionado de ilustradores,
historietistas y humoristas de la revista que encabezaba Cascioli. También me gustaría
mencionar a otros pioneros. Tomás Sanz, Aquiles Fabregat , Enrique Vázquez, Hugo Paredero,
Alejandro Dolina, Gloria Guerrero. Para los tiempos que siguieron podría mencionar a cien
grandes firmas que hicieron de Humor una usina de inteligencia y una publicación cultural
e independiente de características únicas. Al lado de ellos yo soy una especie de advenedizo
porque pasé afuera del país los años de la dictadura y comencé a escribir columnas en La Humor
a partir de 1986, hasta el final. También está en la mesa Julia Pomiés, que de revistas
independientes y autogestivas sabe todo y ahora conduce ARECIA.
En la década del 80 y
parte de la del 90 la editorial de Cascioli creció y publicó revistas de excelente nivel que hoy
podrían calificarse como de nicho aunque con pretensiones de masividad: El Péndulo,
Superhumor, SexHumor, Mutantia, Humi, Fierro, El Cazador, El Periodista. Todas ellas vivieron
momentos de transición entre la dictadura y la recuperación de la democracia. Humor celebró el
retorno a la vida institucional, apoyó al gobierno del doctor Alfonsín, aunque muchos
funcionarios del partido radical temblaban frente a algunas sátiras, alegando que la
democracia era muy joven y había que cuidarla. Peor todavía le fue con el siguiente
gobierno. Menem y muchos de su entorno respondieron a chistes u observaciones críticas
con tormenta de juicios y amenazas. Más tapas adversas publicaba, más incombustibles se
volvían personajes como Menem o Cavallo y menos vendía la publicación.
Se puede afirmar que allí se inicia una especie de declinación de la revista. A la intolerancia al
humor de los funcionarios de la década del 90, debe sumarse que hubo cambios en los medios y
Humor ya no estaba sola en la sanadora tarea de reírse de la realidad. Posteriormente, a la
persecución política y judicial se sumó la tributaria, al punto que la entonces Dirección
General Impositiva le solicitó la quiebra por una deuda. El último número de Humor
apareció el 18 de octubre de 1999. Revisar hoy la colección de LA HUMOR confirma no solo
que fue una publicación memorable sino que pudo transformar en risa tolerable tantos momentos
intolerables que nos tocaron vivir.

Diez años después de ese cierre, en el 2009 murió Cascioli, demasiado joven, con mucho
todavía para ofrecer. Lo que se registró en algunos medios acerca de su partida -no todos,
por suerte – fue simbólico del lamentable estado del periodismo argentino, al que Humor
definió a la perfección desde su slogan: la revista que supera apenas la mediocridad
general. Resulta que al pobre tano le tocó dar las hurras el mismo día en que se fueron para el
otro mundo Michael Jackson y la actriz Farrah Fawcett y muchos, de la mano de aquél nefasto
concepto de que todo aquello que no está en la televisión no existe, se perdieron la oportunidad
de reivindicarlo como merecía. Por eso está muy bien este acto en donde desde las publicaciones
que, a mi entender, más pertinentemente están defendiendo los trapos del mejor periodismo se
vuelve posible poner de manifiesto la estatura cultural, artística, estética, ética e incluso política
de la obra de Andrés.

Hace un par de años la Asociación de revistas culturales e independientes


(nucleadas en la sigla ARECIA) presentó un proyecto de ley de fomento a
la producción gráfica autogestionada. A ese proyecto, y a modo de
homenaje, sus impulsores lo denominaron la Ley Cascioli, seguramente
porque entendieron que ese apellido era símbolo de independencia
periodística tanto como sujeto de enormes y arbitrarios ataques.
Recuerdo que esa presentación ocurrida en el 2016 fue callejera, durante un sábado de mucho
calor, al lado de lo que había sido Ediciones de la Urraca, la editorial de Cascioli, en Venezuela
al 800, un edificio que Andrés perdió y en donde en ese momento funcionaba la Defensoría del
Pueblo…¿Y qué creen todos ustedes?¿Que imaginás,Tano Cascioli, allí donde te encuentres? Me
cuenta Lucas Pedulla (periodista joven, organizador de este acto) que desde el 2016, ya en dos
ocasiones distintas, el proyecto perdió estado parlamentario, por lo que fue necesario volver a
presentarlo por tercera vez. Me agrega Lucas: “Durante 2017, cada martes, nos apersonamos a la
Comisión de Cultura de la Legislatura para pedirles que la volvieran a tratar pero no tuvimos la
respuesta que necesitábamos. Vale decir que el proyecto nunca se promulgó.”.
Está muy bien que recordemos a Cascioli y en especial que este acto sea iniciativa de
periodistas jóvenes y vocacionales, como los que integran La MU. Todos tenemos mucho
que reconocerle a Cascioli y aprender de su tarea .Andrés fue un comunicador brillante;
fue un tipo valiente, que siempre quería más, que una y cien veces corrió los límites
desafiando a los poderes y que con su ingenio y talento nos hizo pensar y nos hizo reír.

Me pregunto qué sería de su vida hoy, y no me resulta difícil responderme. Me lo imagino


actualizado e inquieto, dibujando y creando, probablemente investigando las redes, y,seguro, al
lado de las reivindicaciones de las mujeres, inventando recursos para soportar con alguna gracia
los tarifazos o recreando de diversas maneras el hit del verano.

* Por Carlos Ulanovsky para lavaca

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