Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Capítulo 1
¿Desorden o riqueza?
Cuando se es un principiante o aquél que se adiestra se necesita de una orientación que sea
lo suficientemente eficaz en sí misma para poder ayudar a dar sentido a toda la basta
literatura que se tiene de psicoterapia, es importante tomar en cuenta que se requiere de un
conocimiento sobre lo que se debe hacer para brindar ayuda a otros en el malestar
emocional, las habilidades que se necesitan y como adquirirlas, lo que se debe hacer a la
persona que viene por ayuda, las habilidades que necesita esta persona para envolverse en
dicho proceso y los pasos o etapas que forman parte del proceso que se tiene.
1. Un marco práctico:
El principiante necesita un sistema que le diga que hacer para ayudar, este modelo nos
indica las etapas a través de las cuales, como regla general, se mueve el proceso de ayuda
como las destrezas que el orientador debe ejercitar en cada etapa del modelo con objeto de
lograr las metas de cada etapa. Este modelo es respaldado por una gran variedad de
información empírica. Los puntos a favor de este son:
Si se utiliza de una manera habilidosa da resultados positivos en la orientación.
Que las destrezas mencionadas para el modelo son esenciales para su
funcionamiento.
2. Un marco integrante:
El principiante también necesita un marco de trabajo que le capacite para tomar ideas,
técnicas y metodología de otras teorías y enfoques e integrarlos con su propio concepto y
práctica de ayuda.
La crisis en la ayuda.
· Presupuestos básicos:
Que el orientador es una persona experta, una persona que vive realizada y que
ciertamente está viviendo más realizada que el cliente, en las áreas de los problemas
del cliente y
Que el cliente aprenda las habilidades que necesita para vivir más efectivamente a
través del proceso de orientación.
Una forma de mirar la conducta “loca" de la persona con problemas socio emocionales es
ésta: cuando una persona encara ciertas situaciones de vida llenas de tensión, él o ella
pueden no tener las habilidades necesarias para tratar sobre el problema y la tensión.
Por lo tanto el objetivo del orientador, a través de este modelo, es brindarle al cliente las
destrezas que necesitan para vivir la vida y para enfrentarse a sus crisis más efectivamente.
Un conjunto de habilidades es de suprema importancia: habilidades para las relaciones
humanas básicas, las habilidades que se necesitan para un efectivo envolvimiento con otros,
en especial: destreza en las relaciones interpersonales como un factor crítico en el
desarrollo de un sentido de identidad.
Retrato de un orientador.
El orientador debe ser una persona comprometida con su propio crecimiento: físico,
intelectual, emocional, social, y hasta incluso espiritual, ya que se da cuenta de que primero
debe modelar la conducta en sí mismo que él espera ayudar a que otros alcancen. Sabe que
puede ayudar solamente si, en sentido pleno del término, él es un ser humano "potente",
una persona con voluntad y recursos para actuar.
· Algunas características esenciales del orientador “ideal”:
Muestra respeto hacia su cuerpo a través de dieta y ejercicios apropiados.
Posee una adecuada inteligencia básica (ni se subestima ni pretende saber más de lo
que realmente sabe), por lo tanto siempre se mantendrá actualizado (es un
hombre/mujer en proceso).
Lee ávidamente
Es una persona práctica, un “traductor” y un integrador.
Tiene un buen sentido común y una buena inteligencia social.
Escucha atentamente a la otra persona (presta atención al lenguaje verbal y no
verbal).
Es empático.
Un buen orientador es concreto en sus expresiones, trata con sentimientos reales y
conducta real más que con formulaciones vagas, psicodinámicas oscuras, o con
generalidades. Su hablar aunque cuidadoso y humano, es también llano y va al
grano
El adiestrador.
Por lo tanto se dice que los mejores practicantes se vuelven los mejores orientadores; los
mejores orientadores son los mejores adiestradores (Carkhuff, 1972c).