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Aisthesis 27, 1994 Instituto de Estética


Facultad de Filosofía Pontificia Universidad Católica de Chile
Santiago -

Chile

Una Pieza Cerámica de uso Desconocido del


Complejo Cultural Aconcagua

Carlos González Vargas

RESUMEN ABSTRACT

En el presente artículo se plantea This article proposes an

una interpretación de un objeto arqueoló interpretation for an archeological object

gico de uso desconocido, procedente de of unknown use related to the


"Aconcagua"
un sitio cercano a la ciudad de Valparaíso archeological site and found

y relacionado con el complejo arqueológi near Valparaíso.


co "Aconcagua". Se trabajó con réplicas a The investigation was done with

escala natural, estimando varios posibles life scale copies, considering variety of
a

usos,de los cuales se analiza el que, pro possible uses. The analysis centers around
bablemente conduciría a la interpretación the use that would lead to the most
likely
más verosímil,
y correspondería a un tam interpretation: a drum, whose formalbasic
bor, cuyas características formales básicas traits are found in other places in pre-

se pueden encontrar en otros lugares de colombian America.


América precolombina.

En un artículo publicado en los completas


y otras sólo en unos pocos
"Anales"
del Museo de Historia Natural fragmentos.
de Valparaíso (Vera, 1985), se informa a la
comunidad científica chilena acerca de un Es un hecho cierto que los vene

trabajo arqueológico de salvataje efectua ros auríferos del sector investigado fue
do en la localidad de Villa Alemana, ubi ron explotados por los españoles desde
cada en la V Región, sólo a unos pocos los comienzos de la conquista y que,
kilómetros de las ciudades de Valparaíso desde algunas decenas de años antes,

y Viña del Mar. los aborígenes del área pudieron ex

traer de ellos el oro que debían tributar


Como lo señala el autor (1985: 12), al incanato. Supuestamente, tales yaci

el trabajo se desarrolló "en terreno pla mientos debieron ser conocidos por los
no, en la zona de antiguos placeres aurí lugareños antes de 1475, es decir, desde
feros entre los esteros de Quilpué y una época anterior al avance hacia el

Marga-Marga", encontrándose en el si sur de las tropas enviadas por el Inca


tio un enterratorio asociado a piezas ce para dominar el territorio central del
rámicas del tipo Aconcagua, algunas Chile actual.

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Al describir el hallazgo, Vera indi Dentro de esta última posibilidad,
ca que próximo a los pies del primer es caben las siguientes variantes:

queleto encontrado había una pieza alar

gada, la cual destaca diciendo: "Resalta la Posibilidad Bl: Esos objetos apare

presencia de un objeto cerámico que no es cen debido a la influencia de pueblos

recipiente, de función desconocida y no circunvecinos.

descrito hasta ahora en la literatura ar Posibilidad B2: Son fruto directo


queológica relacionada con el Complejo de la influencia quechua.

Aconcagua ", a lo que agrega: "las carac Posibilidad B3: Son producto de la
"mitimaes"

terísticas tecnológicas de su pasta


y coc presencia de y, por lo tanto,
ción indican su asimilación al tipo pueden considerarse un préstamo cultu
Pardo-Alisado" (1985: 7-8). Este tipo, se ral de algún lugar y pueblo perteneciente

gún Duran y Planella (1989,320) es una de al incanato.


las variantes de la alfarería Aconcagua, lo Posibilidad B4: Tales objetos son
"yanaconas"

que, sumado especialmente a la presencia obra de que acompañaron a

de cerámica del tipo Aconcagua "Negro, los españoles en la conquista de éste terri
Rojo y Blanco sobre Salmón", actúa como torio.
un valioso elemento diagnóstico. Según Posibilidad B5: Algunos objetos

esto, parece factible estimar que los restos fueron obra de un acompañante de
encontrados debieran corresponder tem Pedro de Valdivia, ya sea nacido en

poralmente a un período situado entre un España u originario de otro lugar del


Mundo"
máximo y un mínimo aproximados a los "Viejo o, al menos, conocedor

años de (=) 1570 D.C. y (=) 1300 D.C. -por de éste.


lo menos-
si consideramos que la alfarería
Salmón"

"Negro, Rojo y Blanco sobre pa El hecho de que el objeto cuya fun


rece haber recibido influencias del ción no definida corresponda a una de las
Diaguita II (Duran, E. y Planella, o.c.:80). variantes importantes de la alfarería del
Lo antedicho implica que, para los obje área (tipo "Pardo Alisado"); la presencia
-

"trinacrio"
tos pertenecientes al ajuar funerario que del como signo gráfico asocia

describe el autor, pueden considerarse do, a lo menos, a dos piezas dibujadas por
varias alternativas en cuanto posibilida Vera (o.c: 9, figs.l, c, d) y la semejanza,
des de origen, unas más probables que tanto en forma como en gráfica, de otra

otras, a saber: vasija que ilustra este autor


( 9, fig. l,a) con
una presentada por Latcham (Latcham,
Posibilidad A: Todos los objetos 1928: Lám.XX, fig. 5) e informada previa
pertenecen a la cultura local, sin poseer mente como ceramio de influencia incaica
influencias ajenas al ámbito geográfico por Oyarzún (Oyarzún, 1910: fig. 14.),
en el cual debe situarse el hallaz procedente de Rautén, en el valle de Qui-
go, esto es, son "picunches", según el llota y, por lo tanto, de un lugar próximo
tradicional modo de designar a los habi al sitio del hallazgo que motiva este análi

tantes del área, antes de la penetración sis, permite presumir que los objetos se

quechua. asientan realmente en la tradición del


Complejo Aconcagua, en sus variantes

Posibilidad B: Algunos objetos, más frecuentes en "la cuenca de Santiago,


como aquél que motiva el presente precordillera, valles de la Cordillera de la
fruto de influencias de Costa y litoral (Duran y
adyacente."

documento, son el

otros pueblos. Planella, o.c: 326).

112
Desde tales antecedentes y, tam a una pieza cuyo uso requería de tal
bién, a lo menos en relación con el desa reforzamiento superior. Ello parece con

rrollo técnico: tipo de pasta y antiplástico, firmarse debido a la presencia de un

predominio de la quema de los objetos en engrasamiento o reforzamiento anular en

atmósfera oxidante (ocho de nueve obje el punto de unión entre elcuerpo cilindri

tos), acabado de la superficie (Vera, 1985: co


y el casquete de esfera, el que, a su vez,
10-11), se desprende una primera conclu propone la posibilidad de que en ese pun
sión en torno a las posibilidades de origen to se realizase algún tipo de amarra, aso

de las piezas: tiende a fortalecerse la idea ciada o asociable a otra similar o parecida,

que los objetos fueron hechos por perso que podría atarse hacia el extremo del
nas pertenecientes a la cultura local, sin segmento cilindrico correspondiente a la
embargo, persiste la duda acerca del obje base, área donde se aprecia un leve
to "que no es recipiente", en cuanto a uso acinturamiento que así lo permitiría. Lue
y representatividad como pieza propia go de analizado el dibujo, realizamos va

del Complejo Aconcagua. rias réplicas del objeto para poder estu

diar su posible funcionalidad.


La incógnita relativa a la pertenen

cia del objeto al Complejo Aconcagua pa Teniendo en cuenta las característi


rece quedar resuelta en la medida que el cas observadas en la réplica hecha a escala
tipo "Pardo-Alisado" es reconocido como natural del "objeto cerámico que no es

una de sus variantes alfareras. recipiente", pudimos notar alguna seme

janza entre éste


y tambores primitivos de
Despejar el problema del uso, la diversos lugares, que hemos tenido la
interrogante que más nos interesa aclarar, oportunidad de ver y, en algunos casos,

resulta ser un asunto más complejo. Para escuchar.

resolverlo, reprodujimos el objeto, tra


tando de alcanzar su forma y dimensiones Varios son los factores que permi

reales, según las describe el estudio en ten estimar que el objeto en cuestión pudo,
referencia, y teniendo a la vista la gráfica efectivamente, ser un tambor. Los antece
que de él se hace. Como el dibujo, de unos dentes extraídos del comportamiento for
2,2; 1; 0,5 y 0,45 cm. en sus alturas y anchos mal, recién propuestos, abren un espacio

principales resulta poco clarificador, pro para considerar tal hecho como posible

curamos acercarnos, en lo posible, a los 33 pero, también, y reforzando dicha tesis,


cm.de altura, 16,5 y 8 cm. en los diámetros debemos consignar que existen algunos
de sus extremos, tanto como a sus espeso antecedentes incontrovertibles acerca de

res, superior e inferior, de 1 y 0,4 cm. la existencia de tambores entre los indíge
respectivamente. Al estudiar estas dimen nas del área de Aconcagua. En efecto,
siones, especialmente el grosor de las pa cronistas de los dos primeros siglos de la

redes, advertimos que el espesor de su conquista de Chile hacen mención al uso

diámetro mayor parecía remitirnos a la de tambores entre los indígenas chilenos,


necesidad de una mayor resistencia de la entre ellos podemos citar a Pineda y
"tamboril"

pieza en ese segmento, que corresponde Bascuñán, quien habla de un

aproximadamente a un casquete esférico en manos de su amigo Quilalebo, reite

y, considerando el adelgazamiento hacia rando el término en varias páginas de su

el extremo distal del cilindro de mayor obra (Pineda y Bascuñán, Francisco Núñez
longitud en que dicho casquete se conti de, 1882: 199.). De igual manera, Vivar,
núa, tuvimos la impresión de estar frente refiriéndose a Michimalonco cuando se

113
dirige a Pedro de Valdivia, estimando que lea, correspondiente a la tradición alfarera
mostraría igual interés que Almagro en el de Ocucaje, la que guarda relación con la
oro, pide a éste que le de licencia para ir a cultura Paracas, en su fase
"Paracas-Necrópolis"
sacar oro a las minas
"y que si se le daba, .
(Kauffmann, 1983:
lleno..."
señaló allí un atambor que le sacaría 301). El hecho de que el objeto estudiado

(Vivar, Jerónimo de, 1966: 45.). Aunque, si sea una pieza alfarera, no es un obstáculo

bien es cierto, un poeta puede tomarse sus para la comprensión de su función, consi
licencias, cabe también citar a Pedro de derando que es frecuente escuchar a los
Oña (1944), quien nombra varios instru estudiosos de la historia de la música se

mentos en su poema, y de entre cuyos ñalar que el cuerpo (caja de resonancia)


versos podemos extraer los siguientes: de muchos tambores primitivos fue y si
gue siendo elaborado en greda, hecho que,
la América Precolombina no debiera
"

uno martilla el ronco tamborino para

otro por flauta el hueso humano asombrar, especialmente cuando se cono

y silbatos de dicho
" 13°
toca (Oña, Canto II, octava.). cen muchas trompetas

material, cuya fragilidad, debido a su pe

"Sacuden unos huecos calabazos queño diámetro y mayor longitud hubie


"

do tienen sus guijas la ribera se podido ser, razonablemente, mayor.


11,16°
(Oña, Canto octava.)
Un posible motivo de discusión
Estos antecedentes recogidos sólo frente a lo propuesto lo constituye el he
de tres cronistas podrían ser considerados cho de no haberse encontrado antes ejem

insuficientes, sin embargo, es preciso des plares de tambores en tumbas del Com

tacar que, en general, y para el caso de plejo Aconcagua, y que los hallazgos de
tambores, las frases que remiten a su exis otros instrumentos musicales en dicho
tencia entre los indígenas no son pocas. contexto son más bien escasos. Este po

Por otra parte, la existencia actual del dría ser un argumento válido, si acaso
"kultrung"
como tambor shamánico en existiera la certeza de que los instrumen
tre los hecho irrefutable,
mapuche es un tos musicales hechos en materiales pere

como, para no ser categórico diciendo que cederos, o definitivos (aunque frágiles)
es imposible, también es difícil pensar como lo es el caso de los de arcilla, no

siquiera en la posibilidad que dicho ins pudiesen destruirse accidentalmente en

trumento, comprometido vivamente con vida de sus propietarios-ejecutantes, yen


sus ceremonias, ritos y cosmovisión pu do, por consiguiente, a parar a un basural
diera ser considerado como producto de alfarero o a otro lugar donde se puedan

influencias llegadas en los albores de la acumular sus fragmentos. O bien, que los
conquista. Aún más, referencias no des tambores u otros instrumentos musicales,
criptivas a tambores prehispánicos son sólo excepcionalmente acompañen a sus

consignadas por diversos autores para ejecutantes como ofrenda funeraria o, sim
regiones de Argentina, Perú y otros países plemente, no sean depositados junto al

americanos, como, ejemplo, Lumbre


por resto de las piezas
y el caso que analiza

ras et alt. (1983), Rex González (1980), mos constituya una excepción ¿debido a

Dormán Alden Masón (1962). la calidad del personaje-


músico? Por otra
(1978) y
Kauffmann (1983) remonta su presencia parte, parece conveniente no olvidar que

en Perú, a lo menos, hacia los comienzos hay obras que no suelen encontrarse aso
de la era cristiana, e ilustra un tambor ciadas a enterratorios, como bien lo señala

cerámico procedente de las cercanías de Montané (1961) a propósito de ciertas

14
figurillas humanas que suelen encontrar Aconcagua, sector considerado por Pedro
se en territorio diaguita. de Valdivia como "la cabeza de
esta tierra", según Vivar.
Un nuevo argumento, que quizá 3. La forma del objeto permite pre

posibilite aclarar la frecuencia casi nula sumir su posible función de instru


de estos hallazgos, puede fundamentarse mento musical, específicamente, de tam
en que los ejecutantes de instrumentos bor.
musicales pudieron no haber sido mu

chos y, como tales hallazgos, aún en una Basándonos en los puntos antes

excavación sistemática
y programada, mencionados nos dimos a la tarea de com
cubren un universo pequeño -aunque re probar las posibilidades reales de que el

presentativo de los grupos humanos que objeto fuese un tipo de tambor no investi
poblaron un lugar o territorio-
una gado con anterioridad en nuestro país.

excavación, en un sector cualquiera , po Para lograr dicha comprobación solicita

dría, perfectamente, carecer de tales ele mos a una persona especializada en la


mentos -simplemente-

en virtud del azar. elaboración de instrumentos musicales

mapuches que le pusiera un "parche",


"kultrung"
Para finalizar, destacamos la im según el modelo del Como
portancia que tenía el área geográfica resulta prácticamente imposible determi
donde fue encontrado el objeto, hacia la nar la especie animal cuya piel era aprove
época de llegada de Pedro de Valdivia, chada para tal finalidad, recurrimos a un

consignando lo que dice Vivar cuando cuero de cabra, el que fue tratado con
"hualle"
éste decidió enviar algunos soldados al cenizas de -según la modalidad

mar, a la espera de un navio que debía técnica tradicional de los mapuche-


para

llegar desde Perú: "...y viendo que los quitarle la pilosidad


y prepararlo para la
indios que estaban en los fuertes de los función deseada. Con el mismo cuero se
"tientos"
Pormocaes no saldrían en invierno de sus prepararon los para las amarras.
casas, y viendo que el Aconcagua estaba cerca

de la ciudad y que había allí mucha gente, y que Una vez realizados los preparati

era la cabeza de esta tierra, y viendo que, vos, que -dependiendo de la época del año
si este valle o la gente de él servía, servi-
en que se efectúe el trabajo- pueden durar
demás..."
ríanlos -decidido-

"....fue al valle entre un día y medio


y tres días, el artesa

de Aconcagua casi junto a la mar, y miró no armó el objeto, operación que duró
fuerte...."
un sitio donde edificar una casa poco menos de dos horas. Al día siguien

a esto, Vivar agrega que la obra fue hecha te, luego de dejarlo secar a la sombra,
con prisa, contándose para la construc probamos su comportamiento como ins
ción con veinte españoles "y con el servi trumento musical, comprobando que po

cio de sus yanaconas, y treinta indios que see una

andaban más al acecho que de volun excelente sonoridad y un timbre de


tad..."

(Vivar, 1968, 71). muy agradable audición, ya sea que sea

percutido con las manos o utilizando una

En síntesis, tenemos: baqueta recubierta -o


no-
en su extremo

1. Los cronistas hacen referencia a con una cantidad apropiada de lana hila
la existencia de tambores entre los indíge da.
nas hacia los comienzos de la conquista.

2. El lugar donde fue encontrado el Considerando los resultados del ex


con-
objeto está asociado a la hoya del río perimento realizado, creemos estar en

115
diciones de afirmar que el "objeto cerámico nidad de observar dos tambores
que no es recipiente, de función descono cerámicos arqueológicos de ese país, los
(Vera, 1985:8) fue,
cida..."

realmente, un cuales poseen características relativa

tambor y que, dadas sus características mente semejantes a las de la pieza estu

formales, podría estimárselo, por lo me diada. Uno de ellos era de una altura

nos, como de origen incaico, si damos pequeña, el otro, sin ser de igual altura y
crédito a la información que nos entregara diámetro superior que el que motiva

verbalmente un alfarero de Jujuy, en el nuestro análisis, se aproximaba a éste,


noroeste argentino, quien nos comentó especialmente en las diferencias de gro

haber visto piezas de una forma aproxi sor de las partes superior e inferior, en el

madamente parecida y de un tamaño más mayor diámetro de la abertura superior

o menos similar, procedentes de tumbas de la pieza


y en el acinturamiento cerca

con influencia incaica excavadas en su no a la base de ella.

región de origen.

Objetos como los observados en

Como un antecedente suplemen Costa Rica aparecen graficados


y descri
tario, que
-estimamos-

reafirma nues tos en un trabajo de William H. Holmes,


tras conclusiones, agreguemos que, du que fuera publicado por el Instituto
rante una visita realizada al "Museo del Smithsoniano en 1888, en el que los obje
Jade"
de San José de Costa Rica, unos tos tienden a coincidir formalmente en las
quince días después de efectuada la característicasbásicas necesarias para ase

experiencia descrita, tuvimos la oportu gurar las amarras.

NOTAS: mapuches, residente en Temuco, quien

armó instrumento; a Don Osear


el

1. Agradecemos especialmente la Mendoza, alfarero argentino, quien nos


colaboración a las siguientes personas: proporcionó información acerca de la
Don Pedro Millar, alfarero chileno, re existencia de objetos similares en el

sidente en Puente Alto, quien nos pre noroeste de su país.

paró las réplicas del objeto; a Don Ra

món Daza, artesano chileno especiali 2. Todas las cursivas en el texto son
zado en instrumentos musicales nuestras.

BIBLIOGRAFÍA

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116
Feliz"

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Bibar, Gerónimo: "Crónica y Relación sopiosa y verdadera de los Reynos de Chile", Edición
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Domado"

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117
Vistas de la reproducción de la pieza arqueológica estudiada, según la
descripción y medidas entregadas por el arqueólogo que hizo el hallazgo.

118
Vistas de la pieza reconstruida en su calidad de instrumento musical:

para ello se utilizó la misma técnica que se emplea para instalar la


"kultrung"

membrana de cuero en un mapuche.

119

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