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medios de convicción:
De la parte quejosa:
La documental que anexó a su escrito de
demanda.
De la Juez Cuarto Penal del Distrito Federal:
SENTENCIA
A N T E C E D E N T E S:
PRIMERO. Demanda.
AUTORIDAD RESPONSABLE:
ACTOS RECLAMADOS:
C O N S I D E R A N D O:
PRIMERO. Competencia.
Con base en lo dispuesto por los artículos 103, fracción I, y 107, fracción VII, de la
1
numerales 1, fracción I, 33, 35, 37 y 107 de la nueva Ley de Amparo y con el Acuerdo
General 3/2013 del Pleno del Consejo de la Judicatura Federal, relativo a la
determinación del número y límites territoriales de los Circuitos Judiciales en que se
divide la República Mexicana; y al número, a la jurisdicción territorial y especialización
por Materia de los Tribunales de Circuito y de los Juzgados de Distrito.
tal:
CUARTO. Pronunciamientos previos al estudio
de fondo.
Senado, serán la Ley Suprema de toda la
Unión. Los jueces de cada Estado se arreglarán
a dicha Constitución, leyes y tratados, a pesar
de las disposiciones en contrario que pueda
haber en las Constituciones o leyes de los
Estados.”
Resulta aplicable la tesis del Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, con el rubro y texto:
“PARÁMETRO CONTROL DE
CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO EN
MATERIA DE DERECHOS HUMANOS. El
mecanismo para el control de
convencionalidad ex officio en materia de
derechos humanos a cargo del Poder Judicial
debe ser acorde con el modelo general de
control establecido constitucionalmente. El
parámetro de análisis de este tipo de control
que deberán ejercer todos los jueces del país,
se integra de la manera siguiente: a) todos los
derechos humanos contenidos en la
Constitución Federal (con fundamento en los
artículos 1o. y 33), así como la jurisprudencia
emitida por el Poder Judicial de la Federación;
b) todos los derechos humanos contenidos en
tratados internacionales en los que el Estado
Mexicano sea parte; c) los criterios vinculantes
de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos derivados de las sentencias en las
que el Estado Mexicano haya sido parte, y d)
los criterios orientadores de la jurisprudencia y
precedentes de la citada Corte, cuando el
Estado Mexicano no haya sido parte.”
Sirve de apoyo la tesis del Máximo Tribunal en
Pleno, de título:
“CONTROL DE CONVENCIONALIDAD EX
OFFICIO EN UN MODELO DEL CONTROL
DIFUSO DE CONSTITUCIONALIDAD.”
El énfasis en propio.
Varios 912/2010, no hizo esa acotación, ni determinó que el control ex officio fuera
una cuestión de subsidiariedad, sino que más bien recalcó que los jueces y todas las
autoridades del país estaban obligados a velar por los derechos humanos y que esa
vigilancia se traducía, en el caso de los juzgadores, en un problema interpretativo;
para ello, se requiere que lleven a cabo efectivamente ese control en aquellos casos
en los que la norma que se va a aplicar despierte sospechas para la autoridad
aplicadora o sea señalada por el interesado como violatoria de derechos en el juicio
de amparo; en esos supuestos, deberá además llevar a cabo el ejercicio en los tres
pasos que indica el expediente Varios 912/2010: interpretación conforme en sentido
amplio, interpretación conforme en sentido estricto y, en su caso,
Así como con los diversos 25, apartado 1, de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos; 12 del
Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales; y 10 del Protocolo Adicional a la Convención
Americana Sobre Derechos Humanos En Materia De
Derechos Económicos, Sociales Y Culturales "Protocolo
de San Salvador", que, respectivamente, establecen:
“Artículo 25
1. Toda persona tiene derecho a un nivel de
vida adecuado que le asegure, así como a
su familia, la salud y el bienestar…”
“Artículo 12
1. Los Estados Partes en el presente Pacto
reconocen el derecho de toda persona al
disfrute del más alto nivel posible de salud
física y mental.
(…)”
“Artículo 10
Derecho a la Salud
En tales condiciones, atendiendo al marco
normativo expuesto y al haberse demostrado ante la
autoridad responsable que, como ya quedó precisado
con antelación, la inconforme sufre, entre otras, de la
mencionada patología; la juzgadora natural se
encontraba constreñida a emitir el pronunciamiento
relativo a su solicitud de modificación de la periodicidad
de firmas, con base en el estatus que guarda la quejosa
con motivo de aquélla, toda vez que ésta se trata de una
enfermedad autoinmune, crónica, inflamatoria,
desmielinizante del sistema nervioso central (SNC) que
se presenta en individuos genéticamente susceptibles y
que involucra a factores inmunológicos como
anticuerpos, complemento y mediadores de la respuesta
inmune innata11, cuyas manifestaciones clínicas
predominantes son:
“Y no es cierto el diverso acto reclamado que
la quejosa hace consistir en la omisión de este
juzgado de garantizar el derecho fundamental
a la salud, en razón de que este juzgado
realizó diversos trámites para que la misma
fuera atendida médicamente durante el tiempo
que estuvo en reclusión y ahora en libertad se
le ha permitido no estar presente en las
audiencias a fin de garantizar su derecho a la
salud. Aunado a que en las presentaciones a
estampar su firma, personal de este juzgado
acude con la premura debida a la ambulancia
en la que la procesada es transportada para
recabar su huella, advirtiendo que la misma es
asistida por personal médico.”
“DERECHO A LA PROTECCIÓN DE LA
SALUD DE PERSONAS EN PRISIÓN
PREVENTIVA. CORRESPONDE AL JUEZ O
MAGISTRADO QUE TENGA
INTERVENCIÓN EN EL PROCESO
PROVEER LAS DILIGENCIAS NECESARIAS
PARA GARANTIZARLO, INCLUSIVE
CUANDO SE EJECUTE LA SENTENCIA
ANTE LA AUTORIDAD ADMINISTRATIVA.
Conforme a los artículos 1o., párrafos primero
y tercero, 4o., párrafo tercero y 18 de la
Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos todas las personas gozarán de los
derechos humanos reconocidos en la
Constitución y en los tratados internacionales
de los que el Estado Mexicano sea parte;
asimismo, imponen la obligación a todas las
autoridades de promover, respetar, proteger y
garantizar los derechos humanos, destacando
entre ellos el de la protección a la salud, cuyos
titulares son todos los seres humanos,
incluidas las personas sujetas a prisión
preventiva, quienes siguen gozando de éste.
Por otro lado, el sistema penitenciario debe
organizarse sobre la base del respeto a los
derechos humanos y sobre la protección a la
salud de las personas privadas de la libertad,
inclusive los artículos 22, 23, 24, 25, 26 y 62
de las Reglas Mínimas para el Tratamiento de
los Reclusos y 24 del Conjunto de Principios
para la Protección de todas las Personas
Sometidas a Cualquier Forma de Detención o
Prisión, adoptados por las Naciones Unidas,
establecen la obligación de contar con
médicos calificados en todo establecimiento
de reclusión, los cuales velarán por la salud
física y mental de los internos, quienes tienen
en todo tiempo el derecho a recibir
gratuitamente atención y tratamiento médico
cada vez que sea necesario. De lo anterior se
concluye que el derecho a la protección de la
salud de un inculpado recluido en un centro
penitenciario significa que cuando éste tenga
alguna enfermedad o padecimiento que
amerite atención y tratamiento médico, el Juez
o Magistrado que lo tenga a su disposición
está obligado a proveer las diligencias
necesarias para vigilar y garantizar que en ese
lugar el detenido las reciba adecuada y
oportunamente, pues en virtud de sus
mandatos jurisdiccionales se encuentra
privado de su libertad, incluso en la sentencia
definitiva al poner al inculpado a disposición
de la autoridad administrativa que ejecute la
pena, deberá ordenar a ésta proporcione la
asistencia médica necesaria respecto de las
enfermedades y heridas que presente el
acusado durante el tiempo que permanezca a
su disposición.”
busca con la fijación de las obligaciones
correspondientes es la celeridad y continuidad del
proceso.
puede citarse el caso del procesado que no
acude al juzgado a firmar el libro de control de
reos en libertad provisional durante un lapso
prolongado, sin que el juez tenga noticia de su
paradero; o el del fiador que es requerido para
la presentación del procesado dentro del plazo
que para ello se le concede e informa al juez
que no obstante haber tratado de localizarlo
en reiteradas ocasiones y de haberle dejado
recados, no tuvo éxito. Para ilustrar el
segundo, sirve el caso del procesado que
acude a firmar el mencionado libro, pero que
con frecuencia incumple otros mandatos
legítimos del juez sin intentar justificar su
proceder; por ejemplo, no acude a los careos
legalmente decretados. Únicamente causas
de esta naturaleza darían lugar a la
revocación del beneficio sin audiencia previa
del procesado, bastando para fundar y motivar
el proveído respectivo que obrara constancia
fehaciente en el expediente de los hechos que
se estimaron graves y que dieron origen a tal
determinación, satisfaciéndose con ello la
garantía de legalidad establecida por el
artículo 16 de la Constitución General de la
República.”
(Tesis III.2o.P.205, consultable en la página 1681 del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXVI, agosto de 2007,
Novena Época)
R E S U E L V E:
Juicio de amparo 1078/2015
NOTIFÍQUESE.
La Secretaria certifica que esta foja corresponde a la última parte de la
resolución de veintidós de enero de dos mil dieciséis y en esta fecha se giraron los
oficios 1730 y 1731 a las autoridades correspondientes, notificándoles la sentencia
que antecede. Conste.