Você está na página 1de 28

CAPITULO II

LA LETRA DE CAMBIO

2.1.- GENERALIDADES Y DEFINICIÓN

"La letra de cambio -dice Cervantes Ahumada- es el más importante de los títulos de
crédito. Ella ha dado nombre a la rama del derecho que se ocupa del estudio de los
títulos, o sea, el derecho cambiario; en torno a ella se ha elaborado la doctrina
jurídica de los títulos de crédito; alrededor de ella se ha provocado un movimiento de
unificación de los principios generales de los títulos, y ella es, en las diversas
legislaciones, el título de crédito fundamental" 1, por lo que puede afirmarse que las
normas generales que se estudian a propósito de la letra de cambio, son aplicables,
en lo general a todos los títulos valores.

La letra de cambio puede definirse como el título valor, a la orden, de crédito,


singular, principal y abstracto, mediante el cual una persona llamada girador, ordena
a otra denominada girado, que pague en el presente o acepte pagar en el futuro,
incondicionalmente una cantidad determinada de dinero a un tercero llamado
tomador o beneficiario.

2.2.- ELEMENTOS PERSONALES

2.2.1.- ELEMENTOS PERSONALES FUNDAMENTALES

En la letra de cambio intervienen tres elementos personales básicos, sin los cuales la
letra no adquiere el carácter de tal. Tales elementos son el girador, el girado y el
beneficiario o tomador. Naturalmente, en la letra como en cualquier otro título pueden
aparecer accidentalmente otras personas, como el endosante, el endosatario o el
avalista, pero éstas no son indispensables para la vida del título.

El girador es el creador del documento, es la persona que ordena a otra que pague o
acepte pagar después una cantidad de dinero al tercero llamado tomador.

El girado es la persona que recibe la orden del girador de hacer el pago o aceptar
hacerlo en el futuro. Naturalmente que entre el girador y el girado ha de existir una
relación previa, subyacente, en virtud de la cual pueda ordenar y el segundo deba
pagar o aceptar pagar. El girado no tiene obligación legal, derivada de la letra, de
pagarla o aceptar hacerlo en el futuro. Tal obligación cambiaria solo existirá si acepta
pagar el documento estampando su firma incondicional en el texto del título, y
únicamente a partir de ese momento queda obligado en los términos de la cambial,
denominándose desde entonces girado-aceptante, o simplemente aceptante.

El tomador o beneficiario es la persona que ha de recibir el importe del documento,


pudiendo ser el mismo girador, quien también puede ser girado-aceptante.

Las calidades de aceptante y beneficiario no pueden recaer en una misma persona


porque el adeudo consignado en el título se extinguiría por confusión.

2.2.2. ELEMENTOS PERSONALES EVENTUALES. EL AVAL.


1 Cervantes Ahumada Raúl. Títulos y Operaciones de Crédito. Pág. 45.46

1
Como señalamos anteriormente, en la letra de cambio pueden llegar a presentarse
algunos elementos personales que no son esenciales para su existencia y validez,
sino que concurren al título solo en forma accidental, dependiendo de diversas
variables. Tales son los avalistas, los recomendatarios, los domiciliatarios y los
endosantes. De éstos últimos hemos efectuado el estudio correspondiente,
tocándonos ahora proceder al análisis de la figura del aval, y reservándonos el de los
restantes para el apartado relativo a las modalidades de la letra de cambio.

Las obligaciones contenidas en la letra de cambio, como cualesquiera otras, son


susceptibles de ser garantizadas por cualesquiera de los medios autorizados por la
ley, garantías que pueden ser reales, como la prenda o la hipoteca, o personales
como la fianza. Tratándose de títulos valores, la garantía personal por antonomasia
es el aval, que se define como la cláusula escrita, accesoria e inseparable del título,
mediante la cual un tercero garantiza su pago todo o en parte. Sus elementos
personales son el avalista, que es quien otorga la garantía, y el avalado, que es
aquel por quien se garantiza la obligación.

El aval ha de constar en la letra o en hoja adherida a ella, expresándose mediante la


fórmula "por aval" u otra equivalente, y debe llevar la firma de quien lo presta. La sólo
firma puesta en la letra, cuando no se le pueda atribuir otro significado, se tendrá
como aval (art. 111 LGTOC), de donde se sigue que los únicos elementos esenciales
de ésta cláusula, son la firma del avalista y el de inseparabilidad.

A falta de mención de cantidad, se entiende que el aval garantiza todo el importe del
título (Art. 112 LGTOC), pues puede avalarse sólo parcialmente una obligación
contenida en un título de crédito. Asimismo, debe indicarse el nombre de la persona
por quien se otorga el aval, pues a falta de indicación se entiende que garantiza las
obligaciones del aceptante, y si no lo hubiere, del girador. (Art. 113 LGTOC).

El avalista que paga la letra puede reclamar su importe contra el avalado y los
signantes anteriores (art. 115 LGTOC).

Por efecto de la autonomía de las obligaciones contenidas en el título valor, las


contraídas por el avalista son válidas aún cuando la obligación garantizada estuviera
afectada de nulidad (art. 114 LGTOC). Tal sería el caso en que el aceptante fuera
menor de edad, evento en el cual su avalista, persona capaz, responde de la
obligación garantizada, aún cuando ésta sea anulable.

Ahora bien, en virtud de que suele confundirse el aval con la fianza en atención a que
ambas figuras constituyen garantías personales para el cumplimiento de las
obligaciones, resulta necesario establecer las diferencias fundamentales que nos
permitan distinguir entre ambas figuras:

2
AVAL FIANZA
1.- Es una manifestación unilateral de 1.- Es un contrato
la voluntad.

2.- Es un acto absolutamente 2.- Es un acto de mercantilidad


mercantil. condicionada.

3.- Debe constar en el cuerpo del titulo 3.- Puede constar en hoja separada
o en hoja adherida a él. del documento.

4.- Es una garantía exclusiva de los 4.- Permite garantizar cualquier clase
títulos valores. de obligación.

5.- Se presume su existencia cuando 5.- No se presume, debe ser


alguna firma que aparezca en el expresa.
titulo no se le pueda atribuir otra
calidad.

6.- Debe ser incondicional. 6.- Puede sujetarse a condición.

7.- El avalista adquiere una obligación 7.- La existencia y validez de la


autónoma, distinta de la del fianza dependen de la existencia
avalado, por lo que no rigen los y validez de la obligación
principios del orden y excusion. garantizada, por lo que no se trata
de una obligación autónoma, y
rigen los principios de orden y
excusion.

2.3.- REQUISITOS DE LA LETRA DE CAMBIO

De la lectura del artículo 76 de la LGTOC, se desprenden los requisitos que debe


llenar la letra de cambio para su existencia, validez o eficacia, según sea el caso,
requisitos que, como ya sabemos, pueden ser satisfechos por quien en su
oportunidad debió llenarlos, hasta antes de la presentación del título para su
aceptación o su pago. (art. 15 LGTOC)

Así, conforme al citado precepto, la letra de cambio debe contener:

I.- LA MENCION DE SER LETRA DE CAMBIO, inserta en el texto del documento.

Doctrinalmente se discute si esa mención debe ser textual o bien, es posible emplear
algún vocablo o expresión equivalente, concluyéndose que ésta mención, llamada
"cláusula cambiaria", debe ser literal, sacramental, para que pueda sostenerse que el
documento de que se trate es una verdadera letra de cambio. Tal conclusión es
apoyada por múltiples ejecutorias de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

La finalidad perseguida por la ley al exigir que el documento en cuestión contenga


esa expresión, es identificar plenamente la naturaleza jurídica del título y distinguirlo
de otros documentos a efecto de someterlo a las normas establecidas por la ley para
ella, de manera que el documento relativo ha de contener necesariamente la
mención de ser "letra de cambio", para poder atribuirle tal calidad. Así lo ha

3
entendido la otrora Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la
tesis de jurisprudencia número 37, que aparece publicada en la página 297 del Tomo
IV, Primera Parte, Julio a Diciembre de 1989, Octava Época del Semanario Judicial
de la Federación, que dice:

LETRAS DE CAMBIO. EL PRINCIPIO DE LITERALIDAD EXIGE LA INCLUSION DE ESAS


PALABRAS EN SU TEXTO.
Atendiendo al principio de la literalidad de los títulos-valor, deben incluirse necesariamente
los vocablos "Letra de Cambio" en los títulos de crédito de que se trata, ya que de acuerdo
con el artículo 76, fracción I, de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, en
dichos documentos se estableció el carácter literal del derecho que a ellos se incorpora,
porque su eficacia para engendrar derechos y obligaciones depende exclusivamente del
elemento formal de la escritura como causa eficiente de la relación jurídica contractual, pues
la declaración literal estampada en el título, será la pauta y medida de la obligación del que
lo suscribe y constituye el rasgo característico que señala la doctrina cuando habla de la
literalidad; además, porque el propio legislador cuando quiso admitir fórmulas equivalentes
cuidó de decirlo expresamente, como lo demuestran los artículos 34, in fine, 35, 36, 111 y
141 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito.

(Contradicción de tesis 5/89. Entre las sustentadas por el Tercero y el Cuarto Tribunales Colegiados en
Materia Civil del Primer Circuito. 9 de octubre de 1989. Cinco votos. Ponente: Salvador Rocha Díaz.
Secretario: Jorge Estrada Méndez.)

II.- LA EXPRESIÓN DEL LUGAR Y FECHA EN QUE SE SUSCRIBE.

De éste segundo requisito cobra mayor relevancia la determinación de la fecha de


suscripción, pues ello nos permite establecer si el girador tenía capacidad o no al
momento de suscribir el documento, así como fijar la fecha de vencimiento en las
letras a cierto tiempo fecha, y determinar el límite para la presentación en las letras a
la vista y a cierto tiempo de vistas.

La indicación del lugar de giro, en cambio, a nuestro juicio, debería ser un elemento
de carácter secundario, toda vez que originalmente las letras sólo podían girarse
para ser pagadas en una plaza distinta al lugar de su suscripción, hipótesis que hoy
sólo subsiste cuando el girador tiene también el carácter de girado en el propio
documento, de manera que fuera de tal supuesto, debería ser posible girar
válidamente una letra pagadera en la misma plaza, por lo que la indicación del lugar
de suscripción debería tener una importancia práctica muy relativa.

Sin embargo, actualmente el criterio dominante en los Tribunales de Amparo, es en el


sentido de que, de acuerdo con el texto del artículo 82 de la Ley General de Títulos y
Operaciones de crédito, la letra de cambio deja de ser título ejecutivo en el supuesto
de que, siendo la misma persona el girado y el girador, se libre para ser pagada en la
misma plaza de su expedición. Tal se desprende de la tesis de jurisprudencia
número 59/2006, sustentada por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, localizable en la página 104 del tomo XXIV, Diciembre de 2006, Novena
Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, que dice:

“LETRAS DE CAMBIO. CUANDO SE GIRAN A CARGO DEL MISMO GIRADOR,


ES REQUISITO ESENCIAL QUE EN ELLAS SE PACTE PARA SU PAGO UN
LUGAR DISTINTO AL DE SU EMISIÓN, YA QUE DE LO CONTRARIO CARECEN
DE LA NATURALEZA DE TÍTULO DE CRÉDITO. La letra de cambio es un
documento esencialmente formalista, ya que para ser considerado como título de

4
crédito es necesario que reúna los requisitos esenciales establecidos en la ley, ya
sean generales, como los previstos en el artículo 76 de la Ley General de Títulos y
Operaciones de Crédito, a saber; la mención de ser letra de cambio, inserta en el
texto del documento; la expresión del lugar y del día, mes y año en que se suscribe;
la orden incondicional al girado de pagar una suma determinada de dinero; el nombre
del girado; el lugar y la época del pago; el nombre de la persona a quien ha de
hacerse el pago; y la firma del girador o de la persona que suscriba a su ruego o en
su nombre; o los específicos, como el señalado en el artículo 82 del referido
ordenamiento legal, en el sentido de que cuando la letra de cambio sea girada a
cargo del mismo girador, solamente puede pactarse para su pago un lugar diverso al
de su emisión. En congruencia con lo anterior, es evidente que cuando en el
supuesto apuntado se pacta como lugar de pago el mismo en que fue emitida la letra
de cambio, o se omite fijar un domicilio para su pago -hipótesis esta última en la cual
no opera la presunción legal de domicilio establecida en el artículo 77 de la citada
Ley, por existir la obligación legal de señalarse un lugar para el pago del documento
diverso al de su emisión- dicho documento carece de naturaleza de título de crédito,
por no reunir todos sus requisitos específicos esenciales.” 2

En todo caso, la omisión de este segundo requisito determina la inexistencia del


documento como título valor.

III.- LA ORDEN INCONDICIONAL AL GIRADO DE PAGAR UNA SUMA


DETERMINADA DE DINERO.

Es, como señalamos arriba, el girador quien crea la letra al ordenar al girado que
recibe la orden, el pago de una cantidad determinada de dinero.

No es necesario que en el texto del título aparezca la palabra "incondicional", referida


a la orden de pago, bastando con que la misma no esté sujeta a condición alguna.

Esa orden incondicional debe referirse a una cantidad determinada de dinero, de


manera que ningún bien distinto al numerario puede ser objeto de la obligación
contenida en la letra, lo que de ninguna manera excluye la posibilidad de girar letras
en moneda extranjera. Así lo ha establecido la jurisprudencia de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación al decir:

LETRA DE CAMBIO GIRADA EN MONEDA EXTRANJERA,


INTERPRETACIÓN DE LA FRACCIÓN III DEL ARTICULO 76 DE LA
LEY GENERAL DE TÍTULOS Y OPERACIONES DE CRÉDITO.- La
fracción III del artículo 76 de la Ley General de Títulos y Operaciones
de Crédito exige como requisito constitutivo de las letras de cambio que
contengan una orden incondicional de pago de una cantidad de dinero,
pero ésta expresión legal debe entenderse, no en el sentido restringido
de que sólo pueden expedirse en moneda nacional, por ser la única
que tiene el carácter de dinero en nuestro país, sino aplicando la
acepción genérica de la palabra dinero, que comprende toda unidad
2 Contradicción de tesis 182/2005-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Cuarto Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo
Circuito. 9 de agosto de 2006. Mayoría de cuatro votos. -Disidente: Olga Sánchez Cordero de García
Villegas. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: José de Jesús Bañales Sánchez. Tesis
de jurisprudencia 59/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha
veintitrés de agosto de dos mil seis.

5
monetaria de curso legal dentro del sistema pecuniario de una nación,
con calidades de metal, ley y peso que le asignan un valor definido,
pues usar el vocablo dinero y no la expresión moneda nacional, y al
permitir que se contraigan obligaciones en moneda extranjera, es
indudable que lo que pretende la ley es que la orden incondicional de
pago sea de un adeudo pecuniario, con valor determinable, y por ello
se cumple la exigencia legal al fijarse la cantidad de dinero en moneda
extranjera, la que si no cubre el adeudo en la especie concertada por
un voluntario cumplimiento del deudor, se convierte en mera base de
equivalencia, debiendo extinguirse mediante el pago en moneda
nacional que es la única en México con poder liberatorio. 3

No debe pasar inadvertido, sin embargo, que en el Diario Oficial de la Federación del
1º de Abril de 1995, se publicó el decreto que establece las obligaciones que podrán
denominarse en Unidades de Inversión, según el cual las obligaciones financieras,
las contenidas en títulos de crédito, salvo en cheques, y en general las pactadas en
contratos mercantiles o en otros actos de comercio, podrán denominarse en una
unidad de cuenta llamada “Unidad de Inversión”, cuyo valor en pesos para cada día
publicará el Banco de México de la siguiente manera:

a) A mas tardar el día 10 publicará el valor correspondiente a los días 11 a 25 del


mes respectivo;
b) A mas tardar el día 25 de cada mes publicará el valor correspondiente a los días
26 de ese mes al 10 del mes inmediato siguiente.

Las obligaciones denominadas en UDI’S, se consideran de monto determinado, y se


solventaran entregando su equivalente en moneda nacional, a cuyo efecto deberá
multiplicarse el monto de la obligación expresada en UDI’S por el valor que tenga el
día del pago, tal y como se hace con las obligaciones contraídas en moneda
extranjera.

Las variaciones del valor del UDI, corresponden a las del INDICE NACIONAL DE
PRECIOS AL CONSUMIDOR, de acuerdo al procedimiento que el Banco de México
determine y publique en el Diario Oficial.

Por otra parte, la ley prohíbe que en la letra de cambio se establezcan intereses
convencionales o cláusula penal para el caso de incumplimiento, teniéndose por no
escrita cualquier estipulación que viole ésta norma (art. 78 LGTOC) lo que no impide
que en caso de incumplimiento se generen intereses moratorios al tipo legal.

En realidad, la prohibición de pactar intereses establecida por le LTOC, carece en la


actualidad de razón de ser, de justificación, y es sumamente impráctica, pues tal
circunstancia ha influido seriamente para que la letra de cambio venga siendo
desplazada por el pagaré en la práctica jurídico-mercantil mexicana, por lo que
resulta conveniente la modificación de la ley en ese sentido a fin de dejar en libertad

3 Jurisprudencia 224. Sexta Época. Pág. 715. Vol. 3a. Sala. Cuarta Parte. Apéndice 1917-
1975

6
a las partes, de pactar los intereses ordinarios o moratorios que estimen oportunos,
atendiendo a la prácticas comerciales respectivas 4

IV.- EL NOMBRE DEL GIRADO

El girado, como sabemos es la persona que recibe la orden de hacer el pago o


aceptar hacerlo con posterioridad. No está obligado al pago de la letra sino hasta el
momento en que acepta la orden imprimiendo su firma en el documento.

Vemos así que la letra existe aunque el girado no la pague o se niegue a aceptar a
hacer el pago, pues lo que la ley exige es el nombre del girado, no su firma o
aceptación.

V.- EL LUGAR Y LA ÉPOCA DE PAGO

La letra debe indicar el lugar donde ha de pagarse, lo que generalmente se hace en


el domicilio del girado-aceptante, por ser éste el principal obligado en el documento.
Tal consideración es contemplada por la ley al establecer que si la letra no contiene
la designación del lugar de pago, se tendrá como tal el del domicilio del girado, y si
éste tuviere varios domicilios, el título será exigible en cualquiera de ellos a elección
de su tenedor. Si en la letra se consignan varios lugares para el pago, se entenderá
que el tenedor podrá exigirlo en cualquiera que el mismo seleccione de entre los
señalados (art. 77 LGTOC). Puede también señalarse el domicilio de un tercero, en
cuyo caso nos encontramos ante la llamada letra domiciliada. Al respecto, es preciso
tener presente que, cuando las letras de cambio se giran a cargo del mismo girador,
es requisito esencial en ellas que se pacte para su pago un lugar distinto al de su
emisión, ya que de lo contrario carecen de la naturaleza de un título de crédito. 5

En cuanto a la época o tiempo en que debe hacerse el pago, la ley distingue cuatro
formas de vencimiento, cuyas fórmulas en lo general son aplicables a todos los
títulos valor, a saber:

a) A LA VISTA.- Un título a la vista vence precisamente en el momento en que se le


presenta al girado, en el instante en que se le pone a la vista. Pero en todo caso el
tenedor de una letra de cambio a la vista debe presentársela al girado para su pago
dentro de los seis meses que sigan al de su fecha, no obstante lo cual éste plazo
puede ser reducido por cualquiera de los tenedores consignándolo así en el cuerpo
del documento, y por su parte, el girador puede además de reducir el plazo,
ampliarlo, y aún prohibir la presentación de la letra antes de determinada fecha (art.
128 LGTOC).

La consecuencia inmediata que se produce por no presentar la letra para su pago


dentro de los términos antes indicados, consiste en la pérdida, por caducidad, de las
acciones de regreso, tema del que nos ocuparemos mas adelante.

b) A CIERTO TIEMPO DE VISTA.- Cuando la letra es a cierto tiempo de vista, el


vencimiento se encuentra determinado por la fecha en que se le presenta al girado
para que acepte pagar en el futuro el importe del documento, pues en ese momento
comienza a correr el término para el vencimiento, es decir, el plazo de vencimiento
comienza a correr desde la fecha en que el girado acepta pagar la letra. Así, si en

4 De Pina Vara, Rafael. Diccionario de Derecho. Pág. 264.


5 Tesis de jurisprudencia número 1ª. /J. 59/2006, que puede consultarse en la página 104 del Tomo XXIV
Diciembre de 2006, Novena Época, Primera Sala, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.

7
una letra se consigna que vencerá a tres meses de vista, y la letra es presentada el
día 1º de enero, el vencimiento se producirá tres meses después de la aceptación, es
decir, el día 1º de abril del mismo año.

Las letras pagaderas a cierto tiempo vista, deberán ser presentadas para su
aceptación dentro de los seis meses que sigan a su fecha, plazo que puede ser
reducido o ampliado en la misma forma que en las letras a la vista, y la consecuencia
por la inobservancia de ésta regla es también la pérdida de las acciones de regreso
(arts. 93 y 160 LGTOC).

La letra girada a uno o varios meses de vista, vence el día correspondiente al de su


presentación del mes en que debe efectuarse el pago, y si éste mes no tuviere día
correspondiente al de la presentación, la letra vencerá el último día del mes.

Tanto en éste tipo de vencimiento como en las letras a cierto tiempo fecha, las
expresiones "ocho días" o "una semana", "quince días", "dos semanas", "una
quincena", ó "medio mes", se entenderán no como una o dos semanas enteras, sino
como plazo de ocho o quince días efectivos, respectivamente (art. 80 LGTOC).

c) A CIERTO TIEMPO FECHA.- Si en la letra a cierto tiempo vista el plazo comienza


a correr desde la fecha de la aceptación, en las letras a cierto tiempo fecha el término
corre desde la fecha de giro de la letra, es decir, desde el día en que se gira el
documento. Así, una letra a tres meses fecha girada el día 1º de enero, vence el 1º
de abril, aún cuando el girado la haya aceptado después de la fecha en que fue
creado el documento.

Ahora bien, la presentación de las letras giradas a cierto tiempo fecha, para su
ACEPTACIÓN es normalmente potestativa pero en todo caso deberá presentarse a
mas tardar el último día hábil anterior al del vencimiento (art. 94 LGTOC).

La letra girada a uno o varios meses fecha, vence el día correspondiente al de su


otorgamiento del mes en que debe efectuarse el pago, y si éste mes no tuviere día
correspondiente al del otorgamiento, vencerá el último del mes, v. gr., la letra girada
el 31 de enero a dos meses fecha, vencerá el 31 de marzo, pero si fuere a un mes
fecha no puede vencer el día 31 puesto que en el mes de febrero no tiene ese
número de días, y en tal evento, vencerá el último día de febrero.

d) A DIA FIJO.- En los títulos en que se consigne una fecha de vencimiento precisa,
determinada desde el momento de creación de la letra, el pago deberá hacerse
exactamente el día consignado en el documento, y en tal supuesto nos encontramos
con un vencimiento " a día fijo", que no presenta mayor problema dada su claridad
intrínseca.

Sin embargo, si se fijara el vencimiento para "principios", "mediados" o "fines" del


mes, se entenderán por éstos términos los días primero, quince y último del mes que
corresponda (art. 80 LGTOC).

La doctrina discute si el empleo de equivalentes en cuanto a la fecha de vencimiento


de la letra es permisible, concluyendo en la posibilidad de utilizarlos cuando sean de
uso generalizado, de manera que pueda señalarse como día para el pago, "la
Navidad", "el día de la madre", "el viernes santo", etc., pues es público y notorio que

8
toda persona común conoce las fechas en que tienen lugar las celebraciones
correspondientes.

Ahora bien, señala el último párrafo del artículo 79 de la LGTOC, que las letras de
cambio con otra clase de vencimiento a los señalados, o con vencimientos
sucesivos, se entenderán siempre pagaderas A LA VISTA por la totalidad de la suma
que expresen, considerándose también pagadera a la vista, la letra cuyo vencimiento
no esté indicado en el documento. Esta circunstancia se presta para la perpetración
de abusos por parte del girador en perjuicio del aceptante que ignora la disposición
legal que prohíbe otras formas de vencimiento, por lo que consideramos necesaria la
reforma legal en el sentido de que en el caso de que en la letra se establezcan
vencimientos sucesivos, se tenga como fecha en que deba efectuarse el pago, la
señalada para el último de ellos. Más correcto aún sería el hecho de que la ley
permitiera los vencimientos sucesivos en la letra de cambio, pues no encontramos
inconveniente alguno en la práctica o en la naturaleza de la cambial para tal efecto.

EL PROBLEMA DE LA FECHA IMPOSIBLE

Existe también la posibilidad de que en un título valor se anote, como fecha de


vencimiento, una que no ha de llegar, como sería el caso de que se consignara el día
30 de febrero o el 31 de abril. Tal hipótesis ha sido resuelta por la Suprema Corte de
Justicia, quien ha determinado que en tales supuestos debe entenderse que el
documento vence a la vista, por aplicación del artículo 79 de la Ley Cartular, según
ejecutoria consultable en la página 51 de la Cuarta Parte del Volumen 52 del
Apéndice al Semanario Judicial de la Federación, bajo el rubro: "TÍTULOS DE
CRÉDITO, SEÑALAMIENTO PARA SU VENCIMIENTO EL DIA TREINTA Y UNO
CUANDO EL MES SOLO CONSTA DE TREINTA".

A nuestro juicio, más acertado y justo sería en éste evento, atender al principio de la
autonomía de la voluntad, y aplicar el primer párrafo del artículo 80 del mismo
ordenamiento, que prevé la posibilidad de que en un documento se consigne el mes
en que debe efectuarse el pago, con omisión del día, hipótesis en la cual el título se
entiende pagadero el último del mes correspondiente, cuenta habida de que en el
supuesto que planteamos sí se encuentra señalado el mes de pago, no así el día,
dado que éste no ha de llegar, y por consiguiente, es de concluirse que el documento
vence, conforme al numeral citado, el último día del mes respectivo, máxime que, por
otra parte, es patente de la voluntad del suscriptor, de que la obligación
correspondiente venza precisamente en esa fecha. Esto es así, porque conforme al
artículo 80 de la LTOC, cuando una letra carece de día de vencimiento, pero si
cuenta con mes y año, como en la especie ocurre, se entiende que vence el último
del mes. En la hipótesis comentada, lo que no existe propiamente es el día, por lo
que nos parece que es más atinado concluir que en ésta hipótesis debe entenderse
que la letra vence el último día del mes correspondiente.

VI.- EL NOMBRE DE LA PERSONA A QUIEN HA DE HACERSE EL PAGO.

Se trata de la persona que recibe la letra y que en su oportunidad cobrará su importe,


es el beneficiario o tomador.

La ley prohibe expresamente la expedición de letras al portador, y si se emitiere


alternativamente al portador o en favor de persona determinada, la expresión "al
portador" se tendrá por no puesta y la letra surtirá todos sus efectos (art. 88 LGTOC).

9
La letra puede girarse a la orden del mismo girador, quien entonces tendrá el doble
carácter de girador y beneficiario. (art. 82 LGTOC).

VII.- LA FIRMA DEL GIRADOR O DE LA PERSONA QUE SUSCRIBA A SU RUEGO


O EN SU NOMBRE.- La firma del girador es el elemento creador de la letra, de
manera que faltando aquella ésta no puede cobrar existencia legal. La firma ha de
ser autógrafa, es decir, puesta de puño y letra del suscriptor del documento, sin
importar si es ilegible o que no se haga constar el nombre del girador para tener por
satisfecho éste requisito.

Anteriormente estudiamos las normas de la firma rogada y de la representación para


suscribir títulos valores por lo que en éste aspecto nos remitimos a ellas.

2.4.- LA ACEPTACIÓN

2.4.1.- GENERALIDADES

Hemos visto que el girado, en cuanto tal no tiene obligación de aceptar ni de pagar la
letra, pero al firmarla se convierte en aceptante y por tanto en el obligado principal y
directo del pago oportuno del documento.

La aceptación es el acto mediante el cual el girado consiente en pagar la letra en el


tiempo señalado en el propio título, y debe constar en el cuerpo del mismo
expresándose por la palabra "acepto" y otra equivalente, en la inteligencia de que la
sola firma del girado en la letra, bastará para tener por hecha la aceptación (art. 97 y
101 LGTOC). Cuando el girado es a la vez girador, la firma que estampe con éste
último carácter bastará para tener por aceptada la letra.

La aceptación de la letra debe ser incondicional, pero puede limitarse a menor


cantidad del importe del título expresándolo así en el mismo. Cualquiera otra
modalidad introducida por el aceptante, equivale a una negativa de aceptación, no
obstante lo cual queda obligado en los términos en que hizo la aceptación (art. 99
LGTOC). Así, v. gr. si el girado acepta la letra condicionando el hecho a que el
girador le entregue mercancías determinadas, se entiende que ha rehusado aceptar,
pero si el girador le enviara las mercancías, entonces el girado-aceptante queda
obligado en los términos de la aceptación, porque la condición impuesta se ha
cumplido.

2.4.2. LUGAR EN QUE HA DE EFECTUARSE LA ACEPTACIÓN

La letra de cambio debe ser presentada para su aceptación en el lugar y dirección


designados para tal efecto en el título, y a falta de señalamiento sobre el particular, la
presentación deberá hacerse en el domicilio del girado. Si en la letra se señalan
varios domicilios, el tenedor podrá presentarla en cualquiera de ellos. (art. 91
LGTOC)

2.4.3.- ÉPOCA EN QUE DEBE EFECTUARSE LA ACEPTACIÓN

Por su naturaleza, las letras a la vista no son susceptibles de aceptación, habida


cuenta que vencen en el momento mismo en que se presentan al girado, quien sólo
puede pagarla, pues ya ha vencido. Ello no impide, sin embargo, que el tenedor
permita que el girado suscriba el documento aceptando pagarlo, pues de ésta forma

10
habrá obtenido una garantía personal adicional de que el título será pagado, pues en
él encontrará cuando menos a dos obligados: el girador y el girado-aceptante.

Las letras pagaderas a cierto tiempo vista, deberán ser presentadas para su
aceptación dentro de los seis meses que sigan a su fecha, pudiendo, cualquiera de
los obligados reducir ese plazo consignándolo así en la letra. El girador podrá
además ampliarlo y aún prohibir la presentación de la letra antes de determinada
fecha.

El tenedor que no cumpla con la presentación de la letra en los términos


mencionados, perderá la acción cambiaria de regreso (Art. 93 LGTOC).

La presentación de letras giradas a día fijo o a cierto tiempo fecha, será potestativa, a
menos de que el girador hubiere indicado en el documento un término para la
presentación o prohibir los requisitos de plazos de presentación, pues en tales
eventos, el beneficiario perderá por caducidad, las acciones de regreso que tuviere,
si no presentare la letra en la época indicada por el girador en el texto mismo del
documento.

En éstas clases de vencimientos, la letra deberá presentarse para su aceptación, a


más tardar el último día hábil anterior al del vencimiento.

Cuando la letra es pagadera a cierto tiempo de vista o cuando debe ser presentada
para su aceptación dentro de un plazo determinado en virtud de indicación especial,
es requisito indispensable para la validez de la aceptación, la expresión de la fecha,
de manera que si el aceptante no la anota, podrá consignarla el tenedor (art. 98
LGTOC).

2.4.4.- ACEPTACIÓN POR INTERVENCIÓN

Reglamentada por los artículos 102 al 108 de la LGTOC, la aceptación por


intervención es una figura de escasa, por no decir nula, importancia práctica. Su
mecánica es la siguiente:

Cuando el girado se niega a aceptar la letra, puede un tercero extraño al documento


ofrecer aceptar el título indicado por cual de los obligados en el propio documento lo
hace, pues si no hiciere tal señalamiento se entenderá que interviene por el girador.

El tenedor no está obligado a admitir la aceptación por intervención, la que,


naturalmente sólo puede tener lugar después de haberse protestado la letra por falta
de aceptación del girado, es decir, una vez que éste se haya rehusado a aceptar el
documento y que se haya levantado la constancia respectiva, llamada protesto.

2.5.- EL PAGO

2.5.1.- GENERALIDADES

Pago o cumplimiento es la entrega de la cosa o cantidad debida o la prestación del


servicio que se hubiere prometido (Art. 2062 C.C.)

El pago de la letra debe ser hecho por el aceptante, obligado principal y directo en el
título, o bien, por su avalista. Ambos son obligados directos por el cumplimiento de
las obligaciones consignadas en la letra, y en el supuesto de que no hicieran el pago

11
respectivo, el tenedor podrá exigir el pago a los demás signatarios del documento,
que son los obligados en vía de regreso. Así, el pago ha de exigirse primero a los
obligados directos (aceptante y sus avalistas) y si éstos no lo hacen, entonces se
reclamará de los demás signatarios (obligados en vía de regreso).

Tratándose de letra de cambio, su importe ha de pagarse en dinero, que por


imperativo legal debe constituir su objeto. Si la obligación se contrajo en moneda
extranjera para ser cumplida en territorio nacional, el deudor se liberará del adeudo
pagando su equivalente en moneda nacional al tipo de camio que rija en el lugar y
fecha en que se haga el pago (art. 8º LMEUM)

El pago de la letra, como de cualquiera otro título valor, debe hacerse precisamente
contra su entrega (Art. 129 y 17 LGTOC).

El tenedor de la letra está obligado a recibir el pago parcial que se le ofrezca, pero
debe conservarla en su poder mientras no se le cubra íntegramente, anotando en
ella la cantidad abonada y dando por separado el recibo correspondiente (art. 130
LGTOC).

2.5.2.- LUGAR DE PAGO

La letra debe ser presentada para su pago en el lugar y dirección señalados en ella
al efecto, y si en ella se indican varios lugares, se entenderá que el tenedor puede
exigir el pago en cualquiera de ellos (Art. 126 LGTOC).

Si la letra no contiene dirección donde deba presentarse para su pago, éste deberá
hacerse en el domicilio del girado o del aceptante. Si la letra fuere domiciliada o
recomendada, se presentará para su pago en el domicilio del domiciliatario o del
recomendatario, respectivamente (Art. 126 LGTOC).

2.5.3.- FECHA DE PAGO

La letra debe ser presentada para su pago el día de su vencimiento, y si éste fuere
inhábil, al día hábil siguiente. (Art. 127 LGTOC)

La letra a la vista debe presentarse para su pago dentro de los seis meses que sigan
a su fecha, pudiendo, cualquiera de los obligados reducir ese plazo, consignándolo
así en la letra, estando facultado el girador además para ampliar dicho plazo o bien,
prohibir la presentación de la letra antes de determinada época (Art. 128 LGTOC).

Por otra parte, si el tenedor no exige el pago de la letra a su vencimiento, cualquiera


de los obligados en ella, después de transcurrido el plazo del protesto, es decir, los
dos días hábiles siguientes al del vencimiento, tienen el derecho de depositar en el
Banco de México el importe de la letra a expensas y riesgo del tenedor, y sin
obligación de dar aviso a éste, que puede ser desconocido para el obligado, si el
documento ha circulado (art. 132 LGTOC)

2.5.4.- EL PAGO POR INTERVENCIÓN

La figura del pago por intervención, regulada por los artículos 133 al 138 de la
LGTOC, es también casi desconocida en la práctica. Consiste fundamentalmente en

12
el hecho de que un tercero pague el importe de la letra una vez que el girado ha
rehusado el pago.
El pago por intervención puede hacerse en el acto del protesto o dentro del día hábil
siguiente, indicándose la persona por quien se hace el pago, pues si se omite tal
señalamiento, se entenderá que es por el aceptante, y si no lo hubiere, por el girador.
El tenedor debe entregar al interventor la letra con la constancia de pago a efecto de
que éste pueda reclamar su importe contra la persona por quien pagó y contra los
obligados anteriores a ella.

A diferencia de la aceptación por intervención, el pago por intervención no puede ser


rehusado por el tenedor del documento, pues si se negare a recibirlo, perderá sus
derechos contra la persona por quien el interventor ofrezca el pago y contra los
obligados posteriores a ella.

2.6.- MODALIDADES DE LA LETRA DE CAMBIO

En la letra de cambio pueden presentarse algunas modalidades que llegan a incidir


en sus elementos personales cuando se trata de letras domiciliadas o
recomendadas, en las que se presentan sujetos accidentales, no necesarios para la
existencia o validez de la letra.

Bajo éste rubro estudiaremos asimismo la letra documentada y la llamada letra de


resaca.

2.6.1.- LA LETRA DOMICILIADA

Es aquella en la que se indica como domicilio para presentarla para su pago el de un


tercero, es decir, uno distinto al del propio girado. Cuando se presenta éste tipo de
letras y en ellas no se establece en forma expresa que será precisamente el girado
quien deberá hacer el pago, se entenderá que éste será hecho por quien resida en el
domicilio indicado, quien recibe la denominación de domiciliatario y no tiene
obligación cambiaria alguna (Art. 83 LGTOC)

2.6.2.- LA LETRA RECOMENDADA

Es aquella en la que se indica el nombre de una o varias personas a quienes el


tenedor debe exigir la aceptación y pago de la letra, o solamente el pago, en defecto
del girado, siempre que tenga su residencia en la misma localidad en que el título
deba ser pagado (art. 84 LGTOC)

Los recomendatarios serán las personas a las que, excepción hecha del girado, deba
presentarse la letra para su aceptación o pago, presentación que se hace
sucesivamente en el orden indicado en la propia letra, en la inteligencia de que antes
de ocurrir con los recomendatarios a presentarles la letra para los consabidos
efectos, es necesario levantar el protesto contra el girado, salvo que el girador haya
sido dispensado al tenedor de la realización de tal diligencia mediante la inserción en
el texto del título de la cláusula "sin protesto" (art. 141 LGTOC)

La utilidad que ésta clase de letras puede representar para el girado y para el
beneficiario, se presenta cuando aquel teme que el girado no acepte o no pague el
título, en cuyo evento designa a otros girados sucesivos que reciben el nombre de
recomendatario, para seguridad del tenedor, de que la letra será aceptada o pagada
en sus términos.

13
2.6.3.- LA LETRA DOCUMENTADA

Es aquella en cuyo texto se insertan las cláusulas "documentos contra aceptación


(D/a) o "documentos contra pago" (D/p), y se acompañan a ella documentos
representativos de mercancías, como los certificados de depósito, quedando
obligado el tenedor a no entregar los documentos sino mediante la aceptación o
pago de la letra, y si el girado paga o acepta sin exigir y recibir los títulos
representativos, lo hace bajo su propio riesgo y responsabilidad (art. 89 LGTOC).

2.6.4.- LA LETRA DE RESACA

De muy escasa utilización en la práctica es la llamada letra de resaca, que se define


como aquella que "se gira para el reembolso de otra no pagada, por el último tenedor
de ésta o por el obligado en vía de regreso que la haya pagado." (2)

El último tenedor de una letra debidamente protestada así como el obligado en vía de
regreso que haya pagado, pueden cobrar lo que por ella les deban los demás
signatarios, girando a su cargo y a la vista en favor de sí mismos o de un tercero por
el valor de la letra aumentado con los intereses y gastos legítimos. La letra de resaca
debe ir acompañada por la letra original con la anotación de recibo respectiva, del
testimonio o copia autorizada del acta de protesto, y de la cuenta de intereses y
gastos, incluyendo, en su caso, el precio de recambio (Art. 157 LGTOC)

2.7.- CONSECUENCIAS QUE PRODUCE LA FALTA DE ACEPTACIÓN O DE


PAGO DE LA LETRA DE CAMBIO

El hecho de que el girado se niegue a aceptar la letra, o habiéndola aceptado en los


términos de la ley, rehúse su pago llegado el momento de hacerlo, produce una serie
de consecuencias jurídicas, a saber: la necesidad de protestar la letra por falta de
aceptación o de pago, según sea el caso, y el surgimiento de la posibilidad de
ejercitar las acciones cambiarias, además de dar lugar a la obligación de pagar
interese moratorios, en el supuesto de que el título no hubiere sido satisfecho
oportunamente6.

2.7.1.- EL PROTESTO

2.7.1.1.- DEFINICIÓN

El protesto es un acto solemne mediante el cual se establece de una manera


auténtica, que una letra fue presentada oportunamente y que el obligado dejó total o
parcialmente de aceptarla o pagarla (Art. 140 LGTOC).

Se trata de un acto solemne porque salvo disposición legal expresa, ningún otro acto
puede suplir al protesto, esto es, sólo mediante él puede acreditarse fehacientemente
el impago o la no aceptación de la letra de cambio.

6 Conforme al artículo 152 de la LTOC, mediante la acción cambiaria, el último tenedor de la letra
puede reclamar el pago: I. del importe de la letra; II. De intereses moratorios al tipo legal desde el día
del vencimiento; III. De los gastos del protesto y de los demás gastos legítimos; IV. Del premio de
cambio de plaza; y de acuerdo con el 1084 del Código de Comercio, si el tenedor se viere en la
necesidad de llevar a juicio el asunto en la vía ejecutiva, al obtener sentencia estimatoria tiene
derecho además al pago de las costas del juicio.

14
El protesto constituye una obligación para el tenedor de la letra desatendida, a fin de
que éste conserve las acciones de cobro contra los obligados en vía de regreso, es
decir, contra el girador, los endosantes y sus respectivos avalistas. No obstante, el
girador puede dispensar al tenedor de protestar la letra mediante inserción en su
texto de la cláusula "SIN PROTESTO", "SIN GASTOS" u otra equivalente, lo que no
libera al tenedor de la obligación de presentar la letra para su aceptación o para su
pago, ni, en su caso, de dar aviso de la falta de aceptación o de pago a los obligados
en vía de regreso. Ninguna persona distinta al girador puede incluir ésta cláusula en
la letra, y si lo hace, se tendrá por no puesta (Art. 141 LGTOC).

Es oportuno aclarar que las letras que vencen a la vista solo se protestaran por falta
de pago (Art. 146 LGTOC)

2.7.1.2.- LUGAR Y TIEMPO EN QUE DEBE LEVANTARSE

El protesto debe levantarse contra quienes en su oportunidad debieron aceptar o


pagar la letra, en el domicilio o domicilios donde tales actos debieron tener lugar.

Si el protesto se levante por falta de aceptación, debe hacerse dentro de los dos días
hábiles que sigan al de la fecha de presentación, pero siempre antes de la fecha de
vencimiento; si fuere por falta de pago, dentro de los dos días hábiles que sigan al
vencimiento. Si se tratare de letras a la vista, el protesto se levantará el día de su
presentación o dentro de los dos días hábiles siguientes (arts. 143 y 144 LGTOC).

El protesto por falta de aceptación dispensa de la presentación para el pago y del


protesto por falta de pago (art. 145 LGTOC)

Cuando el girado fuere declarado en quiebra o concurso antes de la aceptación de la


letra, o después pero antes del vencimiento, se deberá protestar ésta por falta de
pago en cualquier tiempo desde el día en que se declare la quiebra o el concurso
(art. 147 LGTOC).

2.7.1.3.- FORMALIDADES QUE DEBE REVESTIR EL PROTESTO

El protesto debe ser hecho por medio de notario o de corredor público, y a falta de
ellos, puede hacerlo la primera autoridad política del lugar, debiendo hacerse constar
en el título o en hoja adherida a él, levantándose acta por separado que contendrá:

a) La reproducción literal de la letra, con todo cuanto en ella se consigne;

b) El requerimiento al obligado para aceptar o pagar la letra, haciéndose constar si


estuvo o no presente quien debió aceptarla o pagarla;

c) Los motivos de la negativa para aceptarla o pagarla;

d) La firma de la persona con quien se entienda la diligencia o la constancia de que


no pudo o quiso firmar, en su caso; y,

e) La expresión del lugar, fecha y hora en que se practica el protesto, y la firma de


quien autoriza la diligencia (art. 148 LGTOC).

15
El funcionario que haya levantado el protesto conservará la letra en su poder todo el
día del protesto y el siguiente, pudiendo el girado durante ese tiempo presentarse a
satisfacer el importe del documento más sus intereses y gastos de la diligencia. (art.
149 LGTOC)

Todo protesto debe ser notificado a todos los que han intervenido en la letra, excepto
a aquellos con quienes se practicó la diligencia, notificación que se hará constar por
el funcionario que llevó a cabo la diligencia. (art. 155 LGTOC)

2.7.2.- LAS ACCIONES CAMBIARIAS

El incumplimiento de cualquier obligación (excepción hecha de las llamadas


"naturales") faculta al titular del derecho desatendido para ocurrir ante los tribunales
a solicitar que éstos compelan al deudor para que cumpla con las prestaciones
debidas. Tal facultad es el derecho de acción, que al referirse a los títulos valores,
toma el nombre de "acción cambiaria" por alusión a la derivada de la letra de
cambio7.

Las acciones cambiarias pueden ser de dos clases, según el sujeto contra el cual se
dirijan, y así encontramos que pueden ser DIRECTA o DE REGRESO. La acción
cambiaria directa se ejercita contra el aceptante y sus avalistas, habida cuenta de
que es aquel el obligado directo y principal al pago del documento. La acción
cambiaria de regreso se ejercita contra cualquier otro obligado en la letra (art. 151
LGTOC).

El ejercicio de las acciones cambiarias tiene lugar ya sea por falta de aceptación de
pago, o en los casos de aceptación o pago parcial de la letra, así como cuando el
girado o el aceptante son declarados en estado de quiebra o de concurso (art. 150
LGTOC), y mediante el ejercicio de aquellas se reclama el pago del importe de la
letra, sus intereses moratorios al tipo legal, los gastos de protesto u otros, así como
el premio de cambio entre la plaza en que debería haberse pagado la letra y la plaza
en que se haga efectiva, más los gastos de situación. En el supuesto de que la letra
no estuviere vencida, de su importe se deducirá el descuento calculado al tipo de
interés legal (art. 152 LGTOC) 8

Una vez ejercitadas las acciones cambiarias, pueden presentarse varias situaciones:

a) La letra y sus accesorios legales son pagados por el aceptante o girador si no


hubiere aceptante: En tal evento todos los demás signatarios del documento quedan
liberados de toda obligación derivada de la letra (art. 101 LGTOC);

b) La letra es pagada por el avalista del aceptante o del girador si no hubiere


aceptante: en tal hipótesis el avalista puede reclamar el pago hecho contra su
avalado; (art. 115 LGTOC);
7 La letra de cambio, al igual que los demás títulos valores, es un título ejecutivo que se define como un
instrumento que trae aparejada ejecución contra el obligado, de modo que en su virtud se puede proceder
sumariamente al embargo y venta de los bienes del deudor moroso para satisfacer al acreedor. (Joaquín Escriche:
Diccionario Razonado de Legislación y Jurisprudencia) (v. Art. 1391 fr. IV del Código0 de Comercio).
8 La acción cambiaria se ejercita en la vía ejecutiva mercantil, en la cual el perdidoso debe pagar además las
costas del juicio, conforme al artículo 1084 fracción III del Código de Comercio.

16
c) La letra es pagada por otros obligados en vía de regreso: En tal evento, el que
paga puede reclamar el importe correspondiente contra los signatarios anteriores, y,
naturalmente, contra el obligado directo y sus avalistas (arts. 153, 154, 156 y 157
LGTOC).

Naturalmente que por el efecto del principio de autonomía de las obligaciones


contenidas en el documento, el tenedor puede ejercitar la acción simultáneamente
contra todos los obligados o sólo contra alguno o algunos de ellos, sin que esto
último implique la pérdida de la acción contra los otros, pues no tiene obligación de
seguir el orden que guardan las firmas en la letra (art. 154 LGTOC)

2.7.2.1.- CADUCIDAD Y PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN CAMBIARIA 9

La prescripción es la forma de liberarse de obligaciones mediante el mero transcurso


del tiempo, es "la facultad que asiste al deudor para excepcionarse válidamente y sin
responsabilidad de cumplir con alguna prestación, o para pedir a la autoridad
competente la declaración de que ya no se le puede cobrar en forma coactiva la
prestación, cuando ha transcurrido el plazo que otorga la ley al acreedor para hacer
efectivo su derecho”10.

Así, el cumplimiento de las obligaciones debe reclamarse dentro del término que
señala la ley, so pena de perder los derechos respectivos si no se hiciere.

Tratándose de la letra de cambio, la acción cambiaria directa, que se ejercita contra


el aceptante y sus avalistas, debe hacerse valer dentro de los tres años contados a
partir del día del vencimiento, de manera que si transcurre ese término sin que el
tenedor del documento haya ejercitado la acción respectiva, perderá ésta por
prescripción (art. 165 LGTOC).

Las acciones de regreso deben ejercitarse dentro de los tres meses que sigan a la
fecha del protesto, y en el supuesto de que la letra no fuera protestable por inserción
en su texto de la cláusula respectiva, el término de los tres meses se contará a partir
del día de la presentación de la letra para su aceptación o su pago. (art. 160 fr. V
LGTOC).

Cuando algún obligado en vía de regreso paga la letra, sabemos que puede a su vez
exigir el pago respectivo a los obligados anteriores, caso en el cual debe ejercitar las
acciones respectivas dentro de los tres meses siguientes a la fecha en que hubiere
hecho el pago, pues si no lo hace, perderá por prescripción las acciones de regreso
que hubiere tenido (art. 161 fr. II LGTOC).

El término para que opere la prescripción es susceptible de ser interrumpido por la


demanda o cualquier otro género de interpelación judicial hecha al deudor, por el
reconocimiento que éste haga de sus obligaciones o por la renovación del título,
considerándose que el término no se interrumpe por la interpelación judicial si el

9 Es necesario hacer notar la pésima técnica con que el legislador redactó el articulado relativo a caducidad y
prescripción de las acciones cambiarias, pues además de confundir ambos conceptos, incurre en contradicciones
que impiden conocer puntualmente el sentido del precepto, por lo que el análisis que hacemos del tema se efectúa
aclarando las confusiones legales, de suerte que no se toman en cuenta los preceptos que carecen de lógica o
sentido, como es el caso de la fracción VI del artículo 160 de la ley en cita.
10 Gutiérrez y González, Ernesto. Derecho de las Obligaciones. Pág. 798. Cfr.

17
actor se desiste de ella o fuere desestimada su demanda. (art. 1041 C. Com) Desde
la fecha en que la prescripción fuere interrumpida, comenzará a correr nuevamente
el término respectivo (art. 1042 C. Com.).

En todo caso, las causas que interrumpen la prescripción respecto de uno de los
deudores cambiarios, no la interrumpen respecto a los demás, a menos de que los
signatarios lo fueren de un mismo acto, como en el caso de que la letra hubiere sido
aceptada por dos o más personas, evento en el cual, si la prescripción se interrumpe
respecto a alguna de ellas, se interrumpe también respecto a las demás por tener el
mismo carácter en el documento (art. 166 LGTOC).

La caducidad es una figura conceptual y teleológicamente distinta de la prescripción,


y es definida por Gutiérrez y González 11 como "la sanción que se pacta o se impone
por la ley, a la persona que dentro de un plazo convencional o legal, no realiza
voluntaria y conscientemente la conducta positiva para hacer que nazca, o para que
se mantenga vivo un derecho sustantivo o procesal, según sea el caso".

Así, en la prescripción encontramos un derecho ya nacido, un derecho ya existe y


que el acreedor cambiario "deja morir" al no ejercitar las acciones que le concede la
ley con la debida oportunidad. En la caducidad en cambio, encontramos la
posibilidad de hacer nacer un derecho, el cual finalmente no llega a existir debido a
que el acreedor cambiario no realizó las conductas necesarias para tal efecto.

Antes de entrar al análisis de las causas que producen la caducidad según la ley,
debemos poner de relieve que la acción cambiaria directa nunca caduca, no es
susceptible de caducidad, sólo de prescripción en los términos anotados con
antelación, por lo que resulta obvio que sólo las acciones de regreso pueden
caducar, lo que se expida al considerar que los obligados en vía de regreso sólo
adquieren tal carácter una vez que el obligado directo y sus avalistas han
desatendido la letra.

Establece el artículo 160 de la ley de referencia, que "la acción cambiaria del último
tenedor de la letra contra los obligados en vía de regreso, caduca:

I.- Por no haber sido presentada la letra para su aceptación o para su pago con la
debida oportunidad;

II.- Por no haberse levantado el protesto; y,

III.- Por no haberse admitido la aceptación o el pago por intervención en los términos
legales.

Vemos así, que el acreedor cambiario tiene la posibilidad de hacer nacer a la vida
jurídica una serie de obligaciones en vía de regreso contra los signatarios posteriores
de la letra, pero que para ello es menester que realice una serie de actos cuya
inobservancia sanciona la ley con la caducidad de las acciones respectivas, es decir,
genera la consecuencia de que se pierda la posibilidad de exigir el pago del
documento a quienes pudieron llegar a ser obligados de regreso si se hubieran
realizado las conductas necesarias para ello.

11 Ídem. Pág. 857.

18
2.8. ACCIONES QUE SURGEN CUANDO LA LETRA NO ES ACEPTADA O
PAGADA POR QUIEN DEBIÓ EFECTUAR LA ACEPTACION O EL PAGO.

Cuando presentada la letra, su aceptación o su pago es desatendido, surge para el


titular del documento el derecho de ocurrir ante los Tribunales, locales o federales, a
exigir judicialmente el pago de la letra, ejercitando, en la vía ejecutiva mercantil, la
acción cambiaria, directa si es contra el aceptante y sus avalistas, y de regreso
cuando se endereza contra cualquier otro signatario. La letra es un título ejecutivo,
prueba preconstituida que, por ello trae aparejada ejecución, pues se presume que la
deuda que contiene es cierta, líquida y exigible, y corresponde al deudor demostrar lo
contrario.

Al respecto, la tesis de jurisprudencia número J/182, sustentada por el Segundo


Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito, que puede consultarse en el
Tomo XI, Abril de 2000, página 902 Novena Época del Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, establece:

“TÍTULOS EJECUTIVOS, EXCEPCIONES CONTRA LA ACCIÓN DERIVADA DE LOS.


CARGA DE LA PRUEBA.
De conformidad con lo dispuesto por el artículo 1391, primer párrafo y fracción IV, del Código
de Comercio, los títulos de crédito como el pagaré tienen el carácter de ejecutivos, es decir,
traen aparejada ejecución, luego, constituyen una prueba preconstituida de la acción
ejercitada en el juicio, lo que jurídicamente significa que el documento ejecutivo exhibido por
la actora, es un elemento demostrativo que en sí mismo hace prueba plena, y por ello si el
demandado opone una excepción tendiente a destruir la eficacia del título, es a él y no a la
actora a quien corresponde la carga de la prueba del hecho en que fundamente su
excepción, precisamente en aplicación del principio contenido en el artículo 1194 de la
legislación mercantil invocada, consistente en que, de igual manera que corresponde al actor
la demostración de los hechos constitutivos de su acción, toca a su contraria la justificación
de los constitutivos de sus excepciones o defensas; y con apoyo en el artículo 1196 de esa
codificación, es el demandado que emitió la negativa, el obligado a probar, ya que este
último precepto establece que también está obligado a probar el que niega, cuando al
hacerlo desconoce la presunción legal que tiene a su favor su colitigante; en ese orden de
ideas, la dilación probatoria que se concede en los juicios ejecutivos mercantiles es para que
la parte demandada acredite sus excepciones o defensas, además, para que el actor
destruya las excepciones o defensas opuestas, o la acción no quede destruida con aquella
prueba ofrecida por su contrario”.

2.8.- EXCEPCIONES Y DEFENSAS OPONIBLES CONTRA LAS ACCIONES DE


COBRO DE UN TITULO VALOR

Siendo éste tema de aplicación general a todos los títulos valores, consideramos
conveniente reservar su estudio hasta éste momento a fin de poder relacionarlo
adecuadamente con las acciones cambiarias.

Con motivo de las presunciones legales a que se ha hecho referencias, la ley limita
las defensas y excepciones de que puede hacer uso el demandado cuando se trata
de títulos de crédito.

Así como las acciones cambiarias asisten al acreedor para exigir el cumplimiento de
las obligaciones derivadas de un título valor, al deudor asiste el derecho de oponerse
a ello, pero sólo haciendo valer alguna o algunas de las excepciones de las

19
enumeradas en el artículo 8º de la ley de la materia, que establece que "contra las
acciones derivadas de un título de crédito, sólo pueden oponerse las siguientes
excepciones y defensas:

I.- Las de incompetencia y de falta de personalidad en el actor. El tribunal ante el que


se ejercita la acción debe ser competente, es decir, debe estar dotado por la ley de la
facultad de resolver el asunto concreto que se somete a su conocimiento, pues si no
fuere así, estará imposibilitado para dirimir la cuestión y el deudor podrá hacer valer
tal circunstancia exigiendo que el juez respectivo se abstenga de resolver, y remita el
asunto al que sí puede hacerlo conforme a derecho.

Asimismo el representante del acreedor cambiario debe estar investido de las


cualidades y facultades necesarias para comparecer ante el tribunal a reclamar el
pago del título, pues de no ser así, carecería de personalidad y por tanto dicha
persona no puede representar al titular del documento en el juicio en que se reclame
su pago. Así, v. gr., si un empleado de una sociedad mercantil, careciendo de poder,
endosa en procuración una letra de cambio a un abogado para que exija su pago en
la vía judicial, éste profesionista carecerá de personalidad porque la persona que le
otorgó el mandato contenido en el endoso en procuración, carecía de facultades para
representar a la sociedad, y es principio jurídico general el que nadie puede otorgar
las facultades de que carece.

II.- Las que se funden en el hecho de no haber sido el demandado quien firmó el
documento.

Sabemos que la firma en los títulos valores es elemento esencial para la generación
de obligaciones. Si la firma es falsa no puede pretenderse válidamente el pago de
quien realmente no suscribió el documento, quien puede hacer valer tal excepción
debiendo demostrar en el juicio correspondiente la falsedad de la firma que se le
atribuye.

III.- Las de falta de representación, de poder bastante o de facultades legales en


quien suscribió el título a nombre del demandado.

Vimos anteriormente las reglas que rigen la representación para otorgar o suscribir
títulos valores, así como la firma a ruego, por lo que en relación con éstos tópicos,
nos remitimos a los apartados correspondientes.

IV.- La de haber sido incapaz el demandado al suscribir el título.

En capítulo anterior estudiamos la capacidad para suscribir títulos valores,


remitiéndonos a aquel en relación con éste tema.

V.- Las fundadas en la omisión de los requisitos y menciones que el título o acto en él
consignado deben llenar o contener y la ley no presuma expresamente, o que no se
haya satisfecho dentro del término que señala el artículo 15.

Conforme al artículo 14 de la ley de la materia, para que un documento adquiera el


carácter de título valor, es requisito indispensable que tenga las menciones que la
propia ley indica para cada caso, menciones que a la luz del artículo 15 del mismo
ordenamiento, pueden ser satisfechos por quien en su oportunidad debió llenarlos,
hasta antes de la presentación del título para su aceptación o pago, de manera que
si al ejercitar la acción el documento carece de requisitos o menciones que la ley no

20
presuma expresamente, el deudor puede oponerse afirmando válidamente que el
documento no es un título valor por carecer de tales menciones o requisitos.

VI.- La alteración del texto del documento o de los demás actos que en él consten,
sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 13.

El artículo 13 de la ley de referencia establece que "en el caso de alteración del texto
de un título, los signatarios posteriores a ella se obligan en los términos del texto
alterado, y los signatarios anteriores, según los términos del texto original. Cuando
no se pueda comprobar si una firma ha sido puesta antes o después de la
aceptación, se presume que lo fué antes", de manera que en tal supuesto la
obligación se entenderá conforme al texto alterado.

VII.- Las que se funden en que el título no es negociable.

Cuando estudiamos los títulos a la orden, analizamos la posibilidad de insertar en su


texto la cláusula "no a la orden" o "no negociable", que produce como consecuencia
fundamental el que el documento no pueda transmitirse por endoso, sino únicamente
en la forma y con los efectos de una cesión ordinaria, lo que produce la pérdida hacia
el futuro de la autonomía de los derechos y obligaciones consignados en el
documento.

VIII.- Las que se basen en la quita o pago parcial que consten en el texto del mismo
documento, o en el depósito del importe de la letra en el caso del artículo 132.

La quita consiste en el perdón o remisión parcial de una deuda, hecho por el


acreedor a su deudor, y para poder oponerse como excepción es necesario que
conste en el texto del título. El pago parcial, tratándose de la letra de cambio, no
puede ser rechazado por el tenedor, quien debe conservar el documento anotando
en él la cantidad abonada. En cuanto al depósito del importe de la letra, sabemos
que éste puede tener lugar en el Banco de México cuando no se reclama el pago en
la fecha de vencimiento, pudiendo hacer dicho depósito cualquier obligado en el título
sin necesidad de dar aviso al tenedor, del que probablemente se ignore su identidad.

IX.- Las que se funden en la cancelación del título o en la suspensión de su pago


ordenada judicialmente en el caso de la fracción II del artículo 45.

Como veremos en su oportunidad, la pérdida de un título valor por robo, destrucción


o extravío, permite a su titular el ejercicio de diversas acciones tendientes a la
recuperación del documento, entre las que se encuentra la de cancelación y
reposición, para el efecto de desincorporar los derechos integrados al documento
perdido y recuperarlo mediante la suscripción de otro que contenga los mismos
elementos que aquel.

Durante éste procedimiento de cancelación, el juez ordena a los presuntos obligados


en el título perdido, que se abstengan de pagarlo a quien se los presentare, bajo
pena de doble pago en caso de desobediencia. Estas situaciones pueden ser
invocadas por el deudor cambiario para oponerse al pago que se le reclamare, si se
encontrare en tales supuestos.

X.- Las de prescripción y caducidad y las que se basen en la falta de las demás
condiciones necesarias para el ejercicio de la acción.

21
Anteriormente estudiamos la prescripción y la caducidad, no obstante lo cual es
oportuno poner de relieve que la prescripción necesariamente debe oponerse como
excepción para que prospere en juicio, mientras que la caducidad puede hacerse
valer de oficio por el juez aunque el demandado no la invoque.

También es conveniente mencionar que la caducidad de que hablamos es sustantiva,


referida a los derechos de fondo que se debaten en juicio, no al aspecto de la
caducidad de la instancia.

PRESCRIPCIÓN EN MATERIA MERCANTIL.- La excepción de


prescripción no puede ser considerada de oficio, por prohibirlo
terminantemente el artículo 1327 del Código de Comercio, siendo de
advertirse que, si bien ese precepto no impide tomar en cuenta las
disposiciones legales de orden público, carácter que tienen las que
regulan la prescripción, es unánime la doctrina, en el sentido de que a
pesar de ese carácter, la prescripción necesita ser alegada por el
respectivo beneficiario, para que los tribunales puedan tomarla en
consideración.

(Quinta época. Tomo XLVI, Pag. 3891. Sánchez Martín José. Tomo
XXXII. Pag. 1762. García V.)

LETRAS DE CAMBIO. ESTUDIO DE OFICIO DE LA CADUCIDAD EN


LA ACCIÓN CAMBIARIA EN VIA DE REGRESO.- Tratándose de la
caducidad por falta de protesto oportuno, en los términos de la fracción
X del artículo 8º de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito,
no se está en presencia de una excepción propiamente dicha sino de
una defensa, la de falta de acción, puesto que el protesto por falta de
pago de la letra de cambio, a que se refieren los artículos 139 y 144
segundo párrafo de la Ley General de Títulos y Operaciones de
Crédito, es un requisito necesario para la procedencia de la acción
cambiaria en contra de las obligados en vía de regreso. Luego
entonces, como el juzgador está obligado a estudiar en su sentencia,
previamente y aún de oficio, lo relativo a la procedencia de la acción
ejercitada, por ser una cuestión de orden público, tratándose de la falta
de protesto, cuando la acción ejercitada lo ha sido en la vía de regreso,
no es necesario que el demandado haya opuesto la excepción de
caducidad del título base de la acción, por no haberse realizado el
protesto dentro del término que señala la ley, para que el Juez aborde
el problema y, por lo contrario, debe hacerlo en todo caso. La
caducidad al respecto impide el nacimiento de la acción y por tanto el
juez al estudiar los elementos constitutivos de la misma, debe
computarla, aunque el demandado nada haya alegado sobre el
particular de dicha caducidad, pues de haber operado no llegó a tener
vida jurídica la acción.
(A.D. 294/63 Adolfo Wuelch. Agosto 5 de 1966. Unanimidad de 5 votos.
Pte. Mtro. Mariano Ramírez Vázquez.
Sostiene la misma tesis: A.D. 8847/64. Casa Elizondo S. en N.C. de V.
Agosto 18 de 1966. Unanimidad de 5 votos. Pte.: Mtro. Enrique
Martínez Ulloa, 3a. Sala. Sexta Época. Vol. CX, Cuarta Parte Pag. 45.
Tesis que ha sentado precedente: A.D. 3171/61 Fermin Vaquera
Rodríguez. Jul. 10 de 1963. Unanimidad de 5 votos. Pte: Mtro. José
Castro Estrada. 3a. Sala Sexta Época. Vol. LXXIII. Cuarta Parte. Pag.
35)

22
XI.- Las personales que tenga el demandado contra el actor.

Entre el actor que reclama el pago del título y el demandado a quien se le exige,
seguramente existe una relación en virtud de la cual éste suscribió el título en favor
de aquel. Esa relación subyacente puede hacerse valer para oponerse al pago del
documento. Así, las excepciones personales son las que se dan directamente entre
el actor y el demandado, y que se fundan en la relación subyacente, en la causa
generadora de las obligaciones contenidas en el título, por lo que pueden ser tantas
como las razones que personalmente tenga el demandado para negarse lícitamente
al pago del documento frente al actor.

En todo caso, de acuerdo con lo que dispone el artículo 1391 primer párrafo y
fracción IV del Código de Comercio, los títulos de crédito son documentos ejecutivos,
esto es, que traen aparejada ejecución, por lo que constituyen una prueba
preconstituida de la acción ejercitada en el juicio, lo que significa que el documento
ejecutivo exhibido por la actora (acreedor) es un elemento demostrativo que en sí
mismo hace prueba plena, y por ello, si el demandado opone una excepción
tendiente a destruir la eficacia del título, es a él y no a la actora a quien corresponde
la carga de la prueba de los hechos en que sustente su excepción, de tal suerte que
la dilación probatoria en el juicio ejecutivo mercantil, tiene por objeto fundamental que
la parte demandada acredite sus excepciones o defensas y que el actor pueda
oponerse a ello.

2.9.- LA ACCIÓN CAUSAL Y DE ENRIQUECIMIENTO

Puede presentarse el caso de que el tenedor de un título valor, de una letra de


cambio pierda, por prescripción, por caducidad o por cualquiera otra causa, las
acciones cambiarias contra su deudor. Injusto sería que la pérdida de tales acciones
privilegiadas originara la pérdida definitiva de los derechos que pudieran asistirle
contra su deudor, así como tampoco sería justo que el descuido o negligencia del
acreedor liberara al deudor de sus obligaciones.

Por ello, la ley prevé la posibilidad de que en tales evento el acreedor reclame su
derecho mediante el ejercicio de la acción causal o la de enriquecimiento ilegítimo.

La acción causal es entonces aquella que procede desde que la letra fue presentada
inútilmente para su aceptación o su pago, o cuando la acción cambiaria se ha
extinguido por prescripción, caducidad u otra cosa, y se ejercita para reclamar el
cumplimiento de las obligaciones derivadas de la RELACION SUBYACENTE que dio
motivo a la suscripción del título.

Para ejercitar ésta acción, es requisito restituir la letra al demandado, lo que


ordinariamente se hace acompañándola a la demanda respectiva. Esta acción no
procederá si no se cumplió con las formalidades de presentación para la aceptación
o para el pago de la letra (art. 168 LGTOC) y prescribe en los términos de los
artículos 1043 al 1047 del Código de Comercio, a cuyo tenor nos remitimos, por no
existir disposición especial en la LGTOC. Jurisprudencia No. 313. Apéndice 1985.

Ahora bien, si el tenedor de la letra carece también de la acción causal por resultar
ésta improcedente, puede intentar la acción de enriquecimiento ilegítimo en contra

23
del girador, siendo necesaria la presencia, en tal supuesto, de cuatro extremos
fundamentales, a saber:

a) el enriquecimiento del girador;

b) el empobrecimiento del tenedor;

c) la relación directa e inmediata entre el enriquecimiento del girador y el


empobrecimiento del tenedor, es decir, que una sea consecuencia de la otra; y,

d) inexistencia de una causa legítima entre el enriquecimiento y el empobrecimiento


de uno y otro.

Esta acción prescribe en un año, contado desde el día en que caducó la acción
cambiaria (art. 169 LGTOC)

2.10.- PLURALIDAD DE EJEMPLARES Y COPIAS

Subsiste en nuestra ley la anacrónica y confusa institución de la pluralidad de


ejemplares (duplicados) y copias de la letra de cambio. Anacrónica porque sólo se
explica en función de la situación histórica de inseguridad en los caminos en la época
en que nace la letra de cambio, que debido a tales circunstancias podría expedirse
en varios ejemplares que se remitían a su destino por diversas rutas a fin de lograr el
arribo de algún ejemplar en el supuesto de que los demás no llegaran, puesto que,
como sabemos, la letra era entonces documento probatorio del contrato de cambio
trayecticio, razones por las que hoy no se justifica tal reglamentación. Confusa
porque no explica con claridad su finalidad y por la deficiente redacción del texto
legal en éste tópico, lo que aunado a su anacronismo, hacen totalmente impráctica
ésta institución, que por tanto, no se utiliza.

La pluralidad de ejemplares se encuentra reglamentada por los artículos 117 al 121


de la ley, a cuyo tenor nos remitimos.

Por otra parte, el tenedor de una letra de cambio tiene derecho a hacer copias de la
misma. Estas deben reproducir exactamente el original con los endosos y todas las
enunciaciones que contengan, indicando donde termina lo copiado, pero las
suscripciones autógrafas del aceptante, de los endosantes y de los avalistas hechas
en la copia, obligan a los signatarios como si las mismas constaran en el original.
(art. 122 y 123 LGTOC).

ANEXO
DECRETO POR EL QUE SE ESTABLECEN LAS OBLIGACIONES QUE PODRÁN DENOMINARSE EN
UNIDADES DE INVERSIÓN Y REFORMA Y ADICIONA DIVERSAS DISPOSICIONES DEL CODIGO FISCAL DE
LA FEDERACION Y DE LA LEY DEL IMPUESTO SOBRE LA RENTA.
Diario Oficial de la Federación México, D. F., sábado 1º. de abril de 1995
ARTICULO PRIMERO.- Las obligaciones de pago de sumas en moneda nacional convenidas en las operaciones
financieras que celebren los correspondientes intermediarios, las contenidas en títulos de crédito, salvo en
cheques y, en general, las pactadas en contratos mercantiles o en otros actos de comercio, podrán denominarse
en una unidad de cuenta, llamada Unidad de Inversión, cuyo valor en pesos para cada día publicará
periódicamente el Banco de México en el Diario Oficial de la Federación.
Las obligaciones denominadas en unidades inversión se considerarán de monto determinado.
ARTICULO SEGUNDO.- Las obligaciones denominadas en unidades de inversión se solventarán entregando su
equivalente en moneda nacional. Al efecto, deberá multiplicarse el monto de la obligación, expresado en las
citadas unidades de inversión, por el valor de dicha unidad correspondientes al día en que se efectúe el pago.

24
ARTICULO TERCERO.- Las variaciones del valor de la Unidad de Inversión deberán corresponder a las del
Indice Nacional de Precios al Consumidor, de conformidad con el procedimiento que el Banco de México
determine y publique en el Diario Oficial de la Federación.
El Banco de México calculará el valor de las unidades de inversión de acuerdo con el citado procedimiento. Dicho
procedimiento deberá ajustarse a lo dispuesto por el artículo 20 Bis del Código Fiscal de la Federación.
[. . .]
TRANSITORIOS
PRIMERO.- El presente decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la
Federación.
SEGUNDO.- A las obligaciones contraídas conforme a las normas previstas en el artículo primero del presente
Decreto no les son aplicables las disposiciones que se opongan a dichas normas.
PROCEDIMIENTO PARA EL CÁLCULO Y PUBLICACIÓN DEL VALOR EN MONEDA NACIONAL DE LA
UNIDAD DE INVERSIÓN
Diario Oficial de la Federación México, D. F., martes 4 de abril de 1995
El Banco de México, en cumplimiento de lo dispuesto por el artículo tercero del Decreto que establece las
obligaciones que podrán denominarse en unidades de inversión y reforma y adiciona diversas disposiciones del
Código Fiscal de la Federación y de la Ley del Impuesto sobre la Renta; con fundamento en los artículos 8o. y
10o. de su Reglamento Interior, y
CONSIDERANDO
Que de conformidad con el Decreto antes citado las variaciones de valor de la Unidad de Inversión (UDI) deben
corresponder a las del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC);
Que para efectos de lo previsto en el párrafo anterior se requiere que el valor de la Unidad de Inversión se calcule
con base en observaciones de precios ya realizadas;
Que es deseable que las variaciones del valor de la UDI tengan el menor rezago posible respecto de las
variaciones observadas del INPC;
Que es conveniente que el valor de la UDI se publique en el Diario Oficial de la Federación en las mismas
fechas en las que se publica la variación quincenal del INPC, dando a conocer el valor que corresponda para
cada día de dicho periodo de publicación con base en la variación del INPC en la quincena inmediata anterior a la
fecha de publicación;
Que la variación porcentual del valor de la UDI del final de un periodo de publicación al final del periodo inmediato
siguiente, debe coincidir con la variación porcentual del INPC de la quincena respectiva;
Que la variación porcentual del valor de la UDI dentro de cada periodo de publicación debe de ser uniforme, a fin
de que los acreedores y deudores sean indiferentes respecto de la celebración de operaciones en los días
correspondientes a cada periodo; y
Que en la elaboración del Índice Nacional de Precios al Consumidor, el Banco de México debe ajustarse a los
lineamientos establecidos en el artículo 20 Bis del Código Fiscal de la Federación; ha resuelto expedir el
siguiente:
PROCEDIMIENTO PARA EL CÁLCULO Y PUBLICACIÓN DEL VALOR EN MONEDA NACIONAL DE LA
UNIDAD DE INVERSIÓN
1 El Banco de México publicará en el Diario Oficial de la Federación el valor en moneda nacional de la Unidad
de Inversión (UDI), para cada día, conforme a lo siguiente: a) a más tardar el día 10 de cada mes publicará el
valor correspondiente a los días 11 a 25 de dicho mes, y b) a más tardar el día 25 de cada mes publicará el
valor correspondiente a los días 26 de ese mes a 10 del mes inmediato siguiente.
2 La variación porcentual (en lo sucesivo cuando se diga variación debe entenderse porcentual) del valor de la
UDI del 10 al 25 de cada mes será igual a la variación del Indice Nacional de Precios al Consumidor (INPC)
en la segunda quincena del mes inmediato anterior. La variación del valor de la UDI del 25 de un mes al 10
del mes Anterior. La variación del valor de la UDI del 25 de un mes al 10 del mes
inmediato siguiente será igual a la variación del INPC en la primera quincena del mes referido en
primer término.
Para determinar las variaciones del valor de la UDI correspondientes a los demás días de los periodos
de publicación, la variación quincenal del INPC inmediata anterior a cada uno de esos periodos se
distribuirá entre el número de días comprendidos en el período de publicación de que se trate, de
manera que la variación del valor de la UDI en cada uno de esos días sea uniforme.

Con el propósito de que la Unidad de Inversión pueda comenzar a utilizarse de inmediato, el Banco de México da
a conocer el valor correspondiente a dicha unidad para los días 4 a 10 de abril de 1995.
FECHA VALOR (N$)
4-abril-1995 1
5-abril-1995 1.001918
6-abril-1995 1.003840
7-abril-1995 1.005766
8-abril-1995 1.007695

25
9-abril-1995 1.009628
10-abril-1995 1.011564

México, D. F., a 3 de abril de 1995


BANCO DE MEXICO
Dr. Agustín Carstens Carstens Director General de Lic. Javier Arrigunaga Director de
Investigación Económica Rúbrica. Disposiciones de Banca Central Rúbrica

2.11. CUESTIONARIO Y ACTIVIDADES.

1. Explique las razones por las cuales la doctrina ha considerado que la letra de
cambio es el más importante de los títulos valores o de crédito.
2. Defina a la letra de cambio.
3. Explique cuales son los elementos personales fundamentales en la letra de
cambio.
4. Enumere los elementos personales eventuales en la letra de cambio.
5. Explique que es el aval y cual es su finalidad y utilidad.
6. Quienes son los elementos personales en el aval?
7. Cuales son los requisitos que debe reunir el aval, conforme a la Ley? De
ellos, cuales son esenciales?
8. Que significado debe atribuirse a una firma aislada en una letra de cambio?
9. Cuales son las consecuencias que produce el hecho de que en un aval se
omita mencionar la cantidad que se garantiza?
10.Cuales son las consecuencias que produce el hecho de que en un aval se
omita precisar el nombre de la persona por quien se otorga?
11. Que derechos tiene el avalista que paga la letra?
12.Que consecuencias acarrea, para el avalista, la eventualidad de que la
obligación contraída por el avalado sea nula?
13.Que es la fianza?
14.En que se distingue un aval del contrato de fianza?
15.Enumere los requisitos que debe reunir la letra de cambio conforme a la Ley
que la rige.
16.Por qué se asegura que la cláusula cambiaria es un requisito indispensable en
la letra de cambio? En que consiste?
17.Cuales son los requisitos esenciales de la letra de cambio?
18.Cuales son los requisitos naturales en la letra de cambio? Por que?
19.Cual es la importancia de señalar en la letra el lugar y fecha de suscripción?
Que ocurre si se omite?
20.Pueden girarse letras de cambio en moneda extranjera?
21.Pueden girarse letras de cambio en unidades de inversión?
22.Explique que son las unidades de inversión y quien determina su valor, así
como la forma en que podemos conocerlo.
23.Se pueden pactar intereses en la letra de cambio? Por que?
24.Que son los intereses ordinarios y los moratorios?
25.Quien es el girador en la letra de cambio?
26.Quien es el girado en la letra de cambio?
27.Que ocurre si se omite señalar el lugar de pago de la letra de cambio?
28.Cuales formas de vencimiento de la letra de cambio contempla la ley?
29.En que consiste el vencimiento a la vista?
30.En caso de vencimiento a la vista, dentro de qué plazo debe el tenedor
presentar la letra para su pago?
31.Que significa que la letra venza a cierto tiempo de vista? Dentro de que plazo
deben presentarse para su aceptación, y ante quien?

26
32.Se pueden utilizar equivalentes para indicar la fecha de vencimiento, como
Navidad, día de las madres, etc.?
33.Que significa que la letra venza a cierto tiempo fecha?
34.Que significa que la letra venza a día fijo?
35.Como se entiende el vencimiento si se pacta una forma distinta a las
señaladas?
36.Que significa que la letra venza a principios, a mediados o a fines del mes?
37.En que consiste y como se resuelve el problema de la fecha imposible? Que
solución le ha dado la Suprema Corte de Justicia de la Nación?
38.Quien es el beneficiario de la letra de cambio?
39.Puede el girador ser al mismo tiempo beneficiario? Y girado-aceptante?
40.Puede el beneficiario ser al mismo tiempo aceptante? Por que?
41.Cual es el elemento creador de la letra de cambio?
42.Puede sustituirse la firma del girador, del aceptante o de cualquier otra
persona que intervenga en la letra?
43.Que hacer si una persona que debe obligarse en la letra, no sabe o no puede
firmar?
44.En que consiste la aceptación?
45.En qué lugar debe efectuarse la aceptación?
46.En que época ha de efectuarse la aceptación?
47.Que sanción se impone a quien, debiendo presentar la letra para su
aceptación, no lo hace en los plazos y lugares que ordena la ley?
48.Defina el término “caducidad” (jurídica).
49.En que consiste la aceptación por intervención? Investigue en que se
distingue ésta figura de la llamada “expromisión”.
50.Que es el pago?
51.Quienes son los principales obligados al pago de la letra de cambio?
52.Quienes son los obligados en vía directa, al pago de la letra? Y en vía de
regreso?
53.Con que tipo de valores debe pagarse la letra?
54.Que derechos tiene el que paga la letra?
55.Conviene pagar una letra de cambio sin que nos sea devuelta? Por qué?
56.Está el tenedor obligado a recibir el pago parcial de la letra? En caso
afirmativo, debe devolverla al que paga parcialmente o que debe hacer?
57.Donde ha de pagarse la letra de cambio?
58.Y, en el supuesto de que la letra no contuviera dirección donde deba
presentarse para su pago, donde debe pagarse?
59.Cuándo debe pagarse la letra? Y si el día de vencimiento fuere inhábil?
60.Explique que es la letra domiciliada.
61.Explique que es la letra recomendada.
62.Explique que es la letra documentada y sus clases.
63.Explique cuales son las consecuencias que produce la falta de aceptación o
pago de la letra de cambio.
64.Defina el protesto.
65.Señale en que lugar y tiempo debe levantarse.
66.Quien puede levantar el protesto?
67.Que significa la cláusula “sin protesto”?
68.Que formalidades debe revestir el protesto?
69.Que es y como se ejercita la acción cambiaria, directa y de regreso?
70.Explique en que casos caduca la acción cambiaria.
71.Explique en que casos y plazos prescribe la acción cambiaria.
72.Distinga entre caducidad y prescripción, e indique cual de ellas puede ser
hecha valer oficiosamente por el juzgador.
73.Enumere las excepciones y defensas oponibles contra las acciones derivadas
de un título valor.

27
74.Explique que es y cuando proceden, así como sus requisitos, la acción causal
y la de enriquecimiento.
75.Elabore sendas letras de cambio, con las distintas formas de vencimiento
previstas por la ley, con las diversas clases de endosos que han sido analizados y
con y sin aval. Incluya letras domiciliadas, recomendadas y documentadas; en
pesos, en dólares y en unidades de inversión. Explique la conveniencia de
elaborarlas en ésta última medida de valor.
76.Intercambie con sus compañeros las correspondientes letras elaboradas y
sométase a discusión del grupo su correcta elaboración, siempre con la
supervisión del profesor.
77.Explique que son, como funcionan y a que actos jurídicos se aplican las UDIS

28

Você também pode gostar