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CAPITULO XVIII

OPERACIONES DE CRÉDITO EN PARTICULAR


OPERACIONES ACTIVAS (2)

18.1. LAS CARTAS DE CRÉDITO.

18.2. DEFINICIÓN

La carta de crédito es un documento que facilita la celebración de operaciones que


se realizan en diversas plazas, conjurando los riesgos que implicaría la
transportación de dinero en efectivo para tal efecto, o puede emplearse como
formula para la ejecución de otros créditos concedidos al acreditado.

Suele definirse como el documento en virtud del cual una persona llamada dador,
entrega a otro llamado tomador o beneficiario, a cargo de un tercero llamado
destinatario, para que este le entregue al tomador la cantidad de dinero que le
solicite dentro de los limites máximos que se fijen, y durante el plazo de vigencia
expresado en el instrumento o por la ley.

También ha sido descrita como el documento por el cual el dador ordena al


destinatario que entregue al tomador una cantidad de dinero dentro de los
márgenes establecidos en el propio instrumento.

Esta operación no es exclusivamente bancaria, por lo que cualquier sujeto puede


efectuarla, y suele emplearse entre comerciantes que radican en diversas
localidades. Su regulación legal se localiza a partir del articulo 311 de la LTOC, y
a ella hace alusión la fracción XIV del articulo 46 de la LIC, que autoriza a las
instituciones de crédito a expedir esta clase de documentos, previa recepción de
su importe.

18.3. ELEMENTOS PERSONALES

De la definición de este instrumento se infiere que son tres los elementos


personales que en él intervienen, a saber:

a) El dador, que es el sujeto que expide la carta. Si ésta es consecuencia de un


crédito otorgado al tomador, aquel tendrá el carácter de acreditante.

b) El tomador, es el sujeto que recibe los beneficios económicos derivados de la


carta de crédito al presentársela al destinatario para su pago. Debe tratarse de
una persona determinada, por lo que no pueden expedirse al portador (art. 311
LTOC).

c) El destinatario, es la persona a quien el dador dirige la carta solicitándole u


ordenándole que le entregue al tomador o beneficiario el dinero expresado en la
misma.

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18.4. NATURALEZA

Las cartas de crédito no son títulos valores ni son negociables, ya que no están
destinadas a circular. Luego, son documentos probatorios y de identificación del
tomador frente al destinatario para que efectúe el pago indicado en el
instrumento, en virtud de alguna relación subyacente que existe entre aquel y el
dador.

18.5. CLASIFICACIÓN

Las cartas de crédito son susceptibles de clasificarse en diversas categorías, entre


las que destacan las siguientes:

a) Carta de crédito con provisión de fondos: Es aquella en la que el tomador ha


dejado en poder del dador, o sea acreedor por el importe del documento, el cual
habrá de recibir con posterioridad por parte del destinatario. Esta clase de
cartas son irrevocables, lo que significa que el dador no puede retractarse de la
orden girada al destinatario sin incurrir en responsabilidad. La Ley de
Instituciones de Crédito únicamente autoriza a los bancos a expedir cartas de
crédito, cuando sean de esta clase (art. 46 fr. XIV).

b) Carta de crédito sin provisión de fondos: Es aquella en la que el beneficiario


recibe crédito del dador, pues obtiene la cantidad de dinero señalada en la carta
sin haber enterado previamente los fondos correspondientes. En tal supuesto,
el dador tiene el carácter de acreditante y el tomador de acreditado. A su vez el
dador puede resultar deudor del destinatario que entrega el dinero en función de
la solicitud de aquel (art. 315 LTOC). Esta clase de cartas son esencialmente
revocables por el dador, quien puede dejarlas sin efectos notificándolo así al
destinatario (ART. 314 LTOC).

c) Carta de crédito revocable es aquella que puede quedar sin efectos por decisión
unilateral del dador. Son revocables las cartas sin provisión de fondos, salvo
pacto en contrario.

d) Carta de crédito irrevocable es la que no puede revocarse o dejarse sin efectos


con la sola voluntad del dador. Son irrevocables las cartas con provisión de
fondos, así como aquellas en las que el tomador haya garantizado su importe o
sea acreedor del dador por el mismo. Las cartas de crédito expedidas por
bancos son irrevocables ya que la ley solo autoriza a las instituciones crediticias
a expedir cartas con provisión.

18.6. DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LAS PARTES

A) DEL DADOR: El que expida una carta de crédito puede revocarla bajo las
condiciones ya indicadas sobre este particular. Asimismo, quedara obligado hacia
el destinatario por la cantidad que este pague en virtud de la carta, dentro de los

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limites fijados en la misma. Igualmente, quedara obligado frente al tomador a
restituir el importe de la carta cuando esta fuere desatendida, en el caso de que la
misma fuere con provisión de fondos o el tomador fuere acreedor del dador por el
importe del documento, supuestos en los cuales además deberá pagar los daños y
perjuicios que resulten hasta por un limite superior del diez por ciento del monto no
pagado por el destinatario (arts. 313, 314 y 315 LTOC).

B) DEL TOMADOR: El tomador no tiene derecho alguno contra el destinatario.


Tampoco lo tiene contra el dador salvo en los casos indicados en el inciso anterior
(art. 313 y 314 LTOC). Tiene en cambio, la obligación de restituir al dador el
importe de la carta que hubiere recibido del destinatario, salvo que el documento
fuere con provisión o el beneficiario fuere su acreedor por el importe de la carta.
Esto, claro esta, salvo pacto en contrario.

C) DEL DESTINATARIO: El destinatario no tiene obligación alguna frente al


tomador. Si paga la carta lo hará en función de la relación subyacente que
mantiene con el dador, frente a quien puede llegar a tener la obligación de hacer el
pago respectivo, pero este deber no emana directamente de la carta de crédito. El
destinatario que paga el importe de la carta, es acreedor por el mismo frente al
dador (art. 315 LTOC).

14.7. TERMINO DE VIGENCIA.

Salvo convenio en contrario, el término de vigencia de las cartas de crédito será


de seis meses, contados desde la fecha de su expedición. Pasado el término que
en la carta se señale, o transcurridos en su defecto los seis meses mencionados,
la carta quedará sin efectos y el destinatario deberá negar su pago (art. 316
LTOC).

18.8. LAS CARTAS DE CREDITO BANCARIAS

Establece el artículo 71 de la LIC que, a las cartas de crédito expedidas por


instituciones bancarias, no les será aplicable lo dispuesto para ésta operación en
la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito.

Agrega que por cartas de crédito se entiende el “instrumento por virtud del cual
una institución de crédito se obliga a pagar, a la vista o a plazo, a nombre propio o
por cuenta de su cliente, directamente o a través de un banco corresponsal, una
suma de dinero determinada o determinable a favor del beneficiario, contra la
presentación de los documentos respectivos, siempre y cuando se cumplan los
términos y condiciones previstos en la propia carta de crédito”, situación que nos
permite vincular en forma directa la emisión de éste instrumento bancario con el
crédito documentario.

Señala el indicado numeral que las cartas de crédito “podrán ser emitidas por las
instituciones de crédito con base en el otorgamiento de créditos o previa recepción
de su importe como prestación de un servicio. En ambos casos, los documentos

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con base en los cuales se lleve a cabo la emisión de la carta de crédito, deberán
contener, al menos,
 Los términos y condiciones para el ejercicio del crédito o la prestación del
servicio;
 El pago de principal, accesorios, gastos y comisiones, así como la
devolución de las cantidades no utilizadas.”

Una vez emitidas las cartas de crédito bancarias, la obligación de pago de la


institución de crédito emisora será independiente de los derechos y obligaciones
que ésta tenga frente a su cliente.

Las cartas de crédito deberán establecer un plazo de vigencia determinado o


determinable.

Las cartas de crédito irrevocables solo podrán ser modificadas o canceladas con
la aceptación expresa de la institución emisora, del beneficiario y, en su caso, de
la institución confirmadora.

Íntimamente vinculado con el crédito confirmado, la ley en consulta establece que


se “entenderá por confirmación el compromiso expreso de pago que asume una
institución de crédito respecto de una carta de crédito emitida por otra, a petición
de ésta última. La confirmación de la carta de crédito que realice una institución
de crédito implicará para ella una obligación directa de pago frente al beneficiario,
sujeta a que éste cumpla con los términos y condiciones previstos en la propia
carta de crédito. Dicha obligación de pago es independiente de los derechos y
obligaciones que existan entre la institución confirmante y la emisora.

De igual forma, las instituciones de crédito que participen en la carta de crédito, no


son responsables por:
 El cumplimiento o incumplimiento del hecho o acto que motive la emisión de
la carta de crédito;
 La exactitud, autenticidad o valor legal de cualquier documento presentado
al amparo de la carta de crédito;
 Los actos u omisiones de terceros, aún si esos terceros son designados por
la institución de crédito emisora, incluyendo a los bancos que actúen como
corresponsales;
 La calidad, cantidad, peso valor o cualquier otra característica de las
mercancías o servicios descritos en los documentos;
 El retraso o extravío de los medios de envío o de comunicación; y,
 El incumplimiento por caso fortuito o fuerza mayor.

Las cartas de crédito bancarias solo podrán ser:


 comerciales, que permiten al beneficiario hacer exigible el pago de una
obligación derivada de una operación de comercio contra la presentación
de los documentos en ellas previstos y de conformidad con sus términos y
condiciones. Cuando se utilicen las expresiones crédito documentario,

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crédito comercial documentario y crédito comercial, se entenderá que se
refieren a las cartas de crédito comerciales;
 De garantía o contingentes, garantizan el pago de una suma determinada o
determinable de dinero, a la presentación del requerimiento de pago y
demás documentos previstos en ellas, siempre y cuando se cumplan los
requisitos estipulados.
En cuanto a las controversias que puedan surgir de una carta de crédito, salvo
pacto en contrario, se resolverán por los tribunales competentes del lugar de
emisión, mas, si se trata de la obligación derivada de la confirmación de la carta,
salvo pacto en contrario, será exigible ante los tribunales del lugar donde se
efectúe la confirmación.

18.9.- CUESTIONARIO Y ACTIVIDADES.


1.- Defina la carta de crédito, explique su naturaleza y utilidad práctica, y precise
el término de su vigencia.
2.- Señale cuales son los elementos personales de la carta de crédito, sus
derechos y obligaciones.
3.- Clasifique y explique cada especie de carta de crédito.
4.- Con los datos que le proporcione el profesor, elabore una carta de crédito.

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