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Un suceso traumático marca después el inicio de un imparable proceso de

secularización de la sociedad Americana: la guerra civil. Las Iglesias se dividen en la


cuestión de la esclavitud, y en general se amoldan a las circunstancias políticas de su
entorno: las Iglesias en el norte se oponen en nombre del Señor a la esclavitud, en el sur,
también en nombre del Señor, sostienen su legitimidad. La afirmación de que todos los
hombres son iguales no es bíblica sino cristiana, y por eso las creencias y denominaciones
calvinistas mayoritarias se adaptaba mal a los ideales de libertad e igualdad política de la
nueva sociedad1. Las Iglesias se muestran incapaces de resolver el dilema moral de la
cultura americana, la división demuestra que no hay una Iglesia calvinista, ni denominación
puritana que identifique los ideales de una nueva sociedad. Junto a ello la secularización, el
empuje proselitista de baptistas y metodistas, la aparición de confesiones y sectas de raíz
protestante cada vez más peculiares, la inmigración posterior que no comulga con ideales
protestantes (de judíos, cristianos ortodoxos, católicos), marca una profunda crisis de los
valores protestantes en especial calvinistas) que forjaron la identidad de la nueva Sión.
Desde finales del XIX la multiplicación del número de fieles de Iglesias no protestantes, y
la exponencial fragmentación de las denominaciones protestantes, permite difícilmente
reconocer a los Estados Unidos con una identidad religiosa protestante2.

3.2 El derecho de resistencia entre los hugonotes franceses y los orígenes


religiosos de la revolución francesa.
También los calvinistas franceses se oponen al absolutismo real en Francia,
especialmente tras la matanza del día de San Bartolomé, y durante el sitio de La Rochelle
justifican incluso la resistencia armada. En materia de derecho de resistencia el movimiento
hugonote en Francia mantuvo posiciones inspiradas, aunque quizás mas radicales, que los
calvinistas ingleses; y puede decirse a grandes rasgos que la Revolución francesa traslada al
mundo secular muchos de los planteamientos originariamente religiosos de la Revolución
Inglesa3.

1
M.A. NOLL, The civil war as a theological crisis, Chapel Hill, 2006, explica como la guerra civil americana
esta presidida por el debate bíblico sobre la esclavitud, pero la superficialidad e insuficiencia de los
argumentos bíblicos aporta una gran crisis a la bibliocentrica sociedad americana, y favorece el inicio del
proceso secularizador.
2
KOSHMIN-LACHMAN One Nation Under God: Religion in Contemporary American Society, New York,
1993, afirman (tras una encuesta telefónica a mas de 113.000 personas) que aproximadamente el 30% de los
americanos cambian a lo largo de su vida de confesión religiosa, fundamentalmente por razones de
matrimonio, pero también por convicción o por cambio de domicilio. La mayor parte de los cambios no son
traumáticos, por suceder entre denominaciones protestantes similares o afines. Afirma el libro que las
religiones compiten a la búsqueda de nuevos adeptos como si estuvieran vendiéndose en un mercado, y que
nunca se ha dado tanto interés crítico en la religión y sus fundamentos como en nuestros días. Se afirma que el
32% de los americanos creen literalmente que la Biblia es la palabra del Señor, la mitad de lo que sucedía en
1963, y que el porcentaje de los críticos es mas alto entre los que tienen educación superior (solo el 29 % son
literalistas). Según el Yearbook of American and Canadian Churches, publicación del National Council of
Churches, la Iglesia católica seria actualmente la principal religión de Estados Unidos, aunque los protestantes
(incluyendo las denominaciones que hemos considerado cristianos por cortesía) en su conjunto superen
ligeramente a los católicos; en 2004 se estima que en USA hay 71,796,719 católicos, lo cual significa el
mayor incremento absoluto desde los 46,004,000 que se estimaba existían en 1990.
3
Es una afirmación repetida en la lieteratura especializada, por ejemplo, R. De MATTEI, A sinistra de
Lutero, Roma 1999, Pág. 7.
La oposición de los calvinistas al absolutismo real en Francia es un origen
inmediato y evidente de la Revolución Francesa. BEZA, el sucesor de Calvino en Ginebra,
parece haber sido mucho más radical que su maestro en mantener el derecho de
resistencia4. BEZA debió haber escrito de forma anónima el célebre tratado: Du droit des
magistrats, donde se insiste en la justa oposición a la matanza de los niños judíos ordenada
por el Faraón, la oposición al culto idolatra ordenado por Nabucodonosor, y la apelación de
Pablo a Roma frente a las autoridades judías5.
Los argumentos se reproducen en el tratado de Philippe DU PLESSIS MORNAY
Vindiciae contra Tyrannos, publicado en 1579. En el contexto de la masacre del día San
Bartolomé, se convirtió en la doctrina oficiosa calvinista sobre el derecho de rebelión.
Sostiene que las autoridades podían resistir la opresión de la religión verdadera y también
los actos de tiranía. El derecho de resistencia en este contexto no es individual o popular,
sino que corresponde a las autoridades inferiores, especialmente las regionales o locales,
que pueden y deben oponerse lealmente a la orden injusta de un superior. El argumento
principal es comparar el rey con un tutor, los oficiales del reino con protutores y el pueblo
con un menor o incapacitado; si el rey abusaba del poder y gobernaba como tirano, en su
propio interés, correspondía al delegado de los estados generales o a los altos oficiales del
reino enfrentarse con él o incluso deponerlo6.

4
La primera defensa de Beza de un derecho de resistencia al poder tiránico y a las autoridades injustas parece
haberse desarrollado con ocasión de la confesión de Magdeburgo en 1550, cuando Magdeburgo desafía la
autoridad del emperador tras la derrota protestante de la liga de Smekalda. Y estaría muy influido por
Melanchton, que publica con el seudónimo de Justus Menius un tratado en 1547, durante la guerra de
Smalkalda, sobre la legítima defensa. El derecho de resistencia se justifica como legítima defensa, y sobre la
idea de dar al Cesar lo que es del Cesar. Dentro de la teología de los ordenes de la creación desatender las
ordenes era legítimo cuando el poder se extralimitaba en lo que le era debido según su oficio, pues la
obediencia solo es debida in casu iustae iurisdictionis (L.P. PETERSON, Melanchton on resisting the
emperor, en “Regnum, Religio et Ratio, Essays to RM Kingdon”, Kirskville, 1987, Pág., 133 y sigs).
5
Tratado que se recoge por Goulart (KINGDOM, Myths...cit., pag 140). La censura denegó su publicación
originaria en Ginebra (Pág. 151), aunque siguió a la publicación del francogallia en dicha ciudad, por estimar
que tocaba un punto sensible de política, y fue publicado originariamente en el palatinado calvinista, en
Heidelberg (Pág. 152). Después de la muerte de Calvino en 1564, Beza había sido elegido moderador de la
conferencia de pastores de Ginebra, y era generalmente reconocido como cabeza del movimiento reformado.
Beza ejemplifica el derecho de resistencia, aunque no reconoce el derecho de resistencia a particulares sino
solo a los magistrados inferiores (Pág. 156 y sigs.). Según VAN KLEY, Los orígenes religiosos de la
revolución francesa, trad.esp Madrid 2002, pag. 50 y sigs, tanto Beza como Du Plessis Mornay mantenían que
los estados generales eran superiores al rey y podían deponer al rey tirano, igual que el concilio podía deponer
a un Papa hereje. En 1560 Beza y quizás incluso Calvino parecen haber autorizado una conspiración para
poner al rey de Francia bajo el control de la nobleza Hugonote RANDELL, cit., Pág. 67.
6
KINGDOM Myths about the St Bartolomew´s day massacres, Cambridge Ma, 1988, sitúa Philippe DU
PLESSIS MORNAY como emigrado a Inglaterra, tras la masacre, vuelve al enclave protestante de La
Rochelle, a instancias del comandante Hugonote La Noue (Pág. 24); explica KINGDOM que BEZA, como
coordinador del consistorio, discutiría en detalle los limites del derecho de resistencia, con gran
susceptibilidad por las autoridades de Ginebra, que buscaban el apoyo de las autoridades francesas ante la
frágil independencia de la ciudad (véase Pág. 11). Ilustra KINGDOM el debate en La Rochelle, que se recoge
en la segunda edición de las memorias de Goulart, un escrito de un pastor protestante sobre los sucesos
principales de la época, donde sostiene en base a Romanos 13 que los magistrados inferiores no deben
participar en la corrupción de sus superiores (Pág. 138). Para DU PLESSIS MORNAY, los atributos divinos
de la soberanía no se encuentran en una persona individual, siempre frágil y sujeta a imperfecciones, sino en
la comunidad política como tal (VAN KLEY, the religious origins of the french revolution, Yale, 1996, pag
28 y sigs).

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