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¿Cuándo se reliquidan los bonos?

Los bonos son una remuneración, y como tal constituyen un beneficio tributable e imponible. Así, un bono
estará afecto a cotizaciones de Seguridad Social, además del Impuesto Único de Segunda Categoría.

La tasa marginal del impuesto Único de Segunda Categoría que debe soportar un empleado por sus
remuneraciones en un mes determinado varía entre 0% y 40%. De esta forma la recepción de un bono en
un mes del año puede aumentar la tasa marginal aplicable y, por cierto, la tasa efectiva que debe soportar.

La consultora Senior de Human Capital de Ernst & Young, Emilia Lama, explica que si un empleado recibe
un bono por desempeño de $12 millones –correspondiente al trabajo de un año- y éste es registrado por la
compañía sólo como renta del mes en que se paga, la tasa marginal de Impuesto Único de Segunda
Categoría que deberá pagar ascenderá al máximo de 40%, tasa que será aplicada a toda suma que reciba
por sobre $5,2 millones mensuales.

Sin embargo, la experta explica que los artículos 45 y 46 de la Ley de Impuesto a la Renta instruyen
cuándo y cómo se debe reliquidar una remuneración, lo que significa dividir ese beneficio en los períodos
en que fue ganado –devengado-, permitiendo en algunos casos que las rentas obtenidas por el empleado
queden afectas a una menor tasa de impuestos.

Lama comenta que, si un bono se devengó en un período superior a un mes, la suma de dinero
correspondiente al bono debe ser dividida en la cantidad de meses que contempla ese período y el
resultado sumado a la remuneración que se obtuvo en cada uno de los correspondientes meses. Con esa
división y distribución del bono añadida a la remuneración mensual, se debe calcular nuevamente el
impuesto del mes respectivo y enterar en arcas fiscales la diferencia.

En el ejemplo, si el bono anual de $12 millones se devengó durante todo un año, se puede traspasar un
doceavo- equivalente a un millón- a cada mes en que se devengó. Esto implicaría que entre enero y
diciembre un millón de pesos serían añadidos a cada remuneración mensual del empleado y se
recalcularía el impuesto.

El efecto de reconocer el bono de una sola vez o reliquidarlo será distinto según el caso particular de cada
empleado, explica Lama. Por ejemplo, una persona que tiene una remuneración de $500 mil mensuales
pagará un impuesto a la renta a una tasa marginal de 5%, por lo que la reliquidación de un bono de $400
mil a fines de año no tendrá un efecto significativo en sus impuestos.

A su vez, si una persona está afecta a una tasa de impuesto de 40% todo el año, reliquidar tampoco le
significará una diferencia, porque seguirá manteniéndose esta tasa, que es la máxima.

La Consultora Senior de Human Capital de Ernst & Young explica que los términos en que se pacte el bono
en el contrato de trabajo o sus anexos son muy relevantes para efectos de poder determinar si el bono
deberá ser reliquidado. Idealmente se debe establecer en la cláusula que se estipula el bono el período en
que éste se devenga, las condiciones que tienen que ocurrir para que este bono se gane o pierda, entre
otros factores relevantes dependiendo de cada empresa.

¿Qué determina si el bono debe ser reliquidado o pagado de una sola vez?
Como ya se dijo, es fundamental la manera en que las partes pacten el bono. En caso que el bono se
devengue o gane en un plazo superior a un mes determinará la necesidad de reliquidar esta renta en el
período que corresponda.
Por regla general, es la empresa la que determina las características del bono que se pacta, explica la
experta.

¿Qué persigue la empresa cuando entrega un bono?


Lama explica que son muchos los motivos que puede llevar a una empresa a pagar bonos. Así, pueden
revestir el carácter de compensación ante un buen desempeño, motivacional o de retención. Por ejemplo,
cuando una empresa busca retener al empleado, se pueden diseñar bonos a los que tendrá derecho el
empleado, sólo después de un período de permanencia en la compañía y en caso que el empleado decida
irse de la empresa antes de cumplido este plazo no recibiría tal compensación.

¿Bono o depósito convenido?


Como se mencionó anteriormente, un bono es una remuneración afecta a Impuesto Único de Segunda
Categoría. Por otra parte, un depósito convenido, en la medida que sea pactado y devengado como tal, no
reviste el carácter legal de remuneración y, por tanto no está afecto a Impuesto en el momento que se
otorga. En todo caso se debe tener presente que el depósito convenido no se puede retirar
anticipadamente, ya que sólo se puede disponer de éste una vez que el empleado jubila.

La conveniencia de pactar un bono o un depósito convenido dependerá de las expectativas y necesidades


que tengan cada empresa y sus empleados.

Por ejemplo si se trata de personas muy jóvenes, probablemente preferirán beneficios que puedan recibir y
usar en la actualidad, como los bonos.

En cambio, a los empleados de entre 50 y 60 años, que están prontos a jubilar, les interesa más el depósito
convenido, ya que éste aumenta los fondos de pensión del trabajador.

El depósito convenido es un ingreso no tributable, es decir no está afecto a impuesto y permite aumentar la
cantidad de fondos de los empleados para su jubilación. Este beneficio tributará cuando la persona jubile y
reciba su pensión o lo retire como excedente de libre disposición, pero, por lo general, la tasa será menor a
la que está expuesto mientras está trabajando, explica Lama.

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