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REPASO PARA LA EVALUACIÓN.

Luego del juicio a las juntas militares en 1985 se profundizó la tensión entre el gobierno de Raúl Alfonsín
y las Fuerzas Armadas. Las sospechas y las acusaciones que pesaban sobre muchos militares por haber
realizado crímenes de lesa humanidad generaron un estado de malestar en las filas castrenses.

Con el objetivo de atenuar las quejas de los militares, en diciembre de 1986, el gobierno sancionó la
llamada “ley de punto final”, que limitaba la acción de la justicia y fijaba plazos de 30 y 60 días para
nuevas denuncias y procesamientos a militares. Sin embargo, esta decisión no logró frenar las exigencias
de los uniformados quienes querían una solución política definitiva para el juzgamiento de aquellos graves
delitos.

En Córdoba, a mediados de abril de 1987, durante la celebración católica de la Semana Santa, el mayor
Ernesto Barreiro, acusado de torturas en el centro clandestino de detención “La Perla", se negó a hablar
y se declaró en rebeldía. En Buenos Aires, el coronel Aldo Rico se sumó a la rebelión y ocupó la Escuela
de Infantería de Campo de Mayo.

El repudio de la sociedad fue masivo y se demostró en movilizaciones de todas las fuerzas políticas y
sindicales en defensa de la democracia. Luego de cuatro días de tensión, el domingo de Pascua, el
Presidente de la Nación anunció a la multitud, reunida en la Plaza de Mayo, la rendición de los sublevados.

A partir de esto resolvé las siguientes actividades:

1) Lean los fragmentos de las crónicas del levantamiento liderado por Aldo Rico en Semana

Santa de 1987, extraídas de los principales diarios de la época. Recuerden que pueden copiar

el texto en el escritorio de sus equipos portátiles con la herramienta que les permite crear un

archivo PDF. Luego, pueden hacer marcas y comentarios mientras los leen.

2) Con algunos compañeros analicen los documentos que presentan las crónicas. Tomen

notas y registren los datos que les permitan contestar las siguientes preguntas:

a) ¿Cuáles fueron los motivos del alzamiento militar?

b) ¿Qué exigían los amotinados al gobierno nacional?

c) ¿Cómo interpretaron los sublevados su propio desempeño durante el proceso de lo que

ellos denominaban “lucha antisubversiva”?

d) ¿Por qué creen que el Presidente de la República debió trasladarse a Campo de Mayo para

negociar en persona con el jefe del levantamiento?

e) ¿Qué mecanismos jurídicos se les ofrecieron a los sublevados para destrabar el conflicto?
2-Lean y analicen el siguiente texto escrito por la periodista argentina María Seoane.:

La movilización ciudadana durante Semana Santa de 1987

Miles de argentinos ganaron la calle y rodearon los cuarteles y se dieron cita en todas las
plazas del país para defender la democracia. Hubo solidaridad del cuerpo diplomático, de todos
los partidos, de la CGT, de empresarios, profesionales y de las iglesias y comunidades
extranjeras. La prensa mundial cerró filas en defensa de la democracia argentina.El domingo
de Pascua, 19 de abril, se desembocó en un acto en Plaza de Mayo. Se firmó un Acta de
Compromiso Democrático--que dará lugar luego a la Ley de Defensa de la Democracia– y toda
la oposición política estaba junto a Alfonsín --desde la derecha liberal a la izquierda--, sobre
todo el jefe de la renovación peronista, Antonio Cafiero, e incluso Ubaldini, de la CGT. Ese día,
Alfonsín se reunió con el coronel Rico.Ese domingo de Pascua, ante una Plaza de Mayo
atestada, Alfonsín pronunció una frase que pasará a la historia como el reflejo de uno de los
momentos clave de la tradicional batalla entre la ética de la convicción y las razones de Estado:
‘Compatriotas, felices Pascuas. La casa está en orden y no hay sangre en la Argentina. Los
hombres amotinados han depuesto su actitud. Serán detenidos’. Pero la casa no estaba en
orden: no sería la última rebelión ni planteo militar que sufriría Alfonsín.

Seoane, María y Alfonsín, Raúl. “El símbolo de la democracia (II)”. Clarín,1 de abril de 2009.

Escriban una conclusión personal sobre la cuestión que plantea la periodista Seoane. Tengan

en cuenta estas preguntas:

 ¿A qué se refiere la autora cuando habla de una batalla entre la “ética de la


convicción y las razones de Estado”?

 ¿Cuáles eran “las convicciones del presidente”, y cuáles, “las razones de Estado”?

 ¿Cuál les parece que fue el resultado de “esa batalla”?

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