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APRENDIZAJE MOTOR.
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INICIACION AL ALTO RENDIMIENTO DEPORTIVO - 2017
Contenido
Introducción
En los capítulos anteriores se ha estudiado el rol del entrenador como el ente encargado
de ofrecer estímulos para el aprendizaje de movimientos, desde el enfoque pedagógico y
didáctico, así también, cómo se va realizando el desarrollo humano con el paso del tiempo.
Aprendizaje Motor, como campo del saber, da cuenta de cómo somos capaces de
aprender, incrementar, perfeccionar y automatizar habilidades motrices, que nos permitan
manejarnos con eficiencia en cualquier situación motriz, tanto de la vida cotidiana como del
ámbito de la actividad física.
Por lo tanto, quien tiene que desempeñarse en un rol que implique dirigir procesos de
iniciación deportiva, como aquel que debe propiciar experiencias de aprendizaje para lograr
perfeccionar estas habilidades, debe conocer y manejar estos conocimientos que avalen
intervenciones que apunten al desarrollo, incremento y perfeccionamiento de las habilidades
en el campo de la motricidad humana.
Riera (1997) plantea que el aprendizaje es un proceso de logro, en el que la esencia son
los cambios en los resultados, por lo que el aprendizaje es una competencia o habilidad o la
disposición para lograr un objetivo predeterminado. En el caso del deportista, es el grado de
adecuación del deportista al entorno deportivo.
Por lo tanto, según esta postura, es importante analizar la funcionalidad del deportista y
las específicas situaciones deportivas a las que éste ha de adaptarse. Por lo que el aprendizaje
deportivo en este caso debe “abordar la habilidad, la competencia y la aptitud del deportista en
la estrategia, táctica y técnica deportivas” (Riera, 1997:78). Lo que se aprenden son nuevas
maneras de utilizar la funcionalidad para adecuarse a las particularidades técnicas o tácticas del
entorno deportivo.
Famose y Durand (1988), para estos dos autores, este proceso se da en una secuencia de
adquisición que es global:
Comprender la tarea
Detección y tratamiento de la
Etapa información
Tarea motriz nueva
cognitiva
Disminución de la incertidumbre
Realización
Etapa Activa Ejecución de la respuesta
Otros autores como Laucken y Schick (1977), plantean como fases, las etapas de:
Ruiz (1994), plantea tres fases para analizar cómo aprendemos habilidades motrices, lo
que implica ciertas características para cada una de ellas:
4.2.1.-FASE INICIAL,
Llamada también cognitiva, porque es el momento en que el aprendiz capta la idea del
movimiento, su coordinación global, por lo tanto, se reconoce que enfrenta un problema motor
que exige el despliegue de recursos perceptivo motrices (Ruiz, 1994). Lo que se puede observar
en un sujeto que está en esta fase es que:
Selecciona e identifica condiciones del medio, para mejorar coordinación (inicio del
desarrollo de la atención selectiva)
En esta fase, las limitaciones son de índole morfológicas, biomecánicas y también de tipo
ambiental, porque tiene problemas para identificar las condiciones del medio que influyen en la
coordinación de sus movimientos.
4.2.2.-FASE INTERMEDIA:
En esta fase, si bien el ejecutante ya tiene un cierto nivel de experiencia en las tareas, no ha
llegado al dominio de las mismas, por lo tanto en sus ejecuciones es posible apreciar que:
4.2.3.-FASE FINAL:
Se evidencia economía operacional, vale decir, hay una ejecución eficaz, con un mínimo
de gasto energético y cognitivo.
Nos parece interesante el aporte de este autor, ya que presenta características de estas
fases que son posibles de observar en forma clara en los ejecutantes y por lo tanto brinda un
apoyo para saber cómo apoyar sus aprendizajes.
Es posible darse cuenta que los niños, niñas y jóvenes pasan por estas etapas cuando
adquieren, consolidan y dominan las habilidades y desarrollan competencia motriz. El desafío
para el técnico es cómo hacer más eficaz, eficiente y colaborar para que estos procesos se den
en forma más rápida.
Es necesario tener en consideración que el técnico tiene que ser capaz de diagnosticar en
qué nivel de aprendizaje se encuentran los niños, niñas y jóvenes que tiene a su cargo y a partir
de este conocimiento elaborar sus intervenciones, que programe qué hará para apoyar y que
puedan superar las dificultades que vayan teniendo en el proceso de aprendizaje. Por lo tanto,
ser capaz de observar las realizaciones de los niños, niñas y jóvenes cuando realizan las diversas
tareas motoras que implica la práctica de un deporte es una capacidad que debe desarrollar el
técnico si quiere tener información sobre las dificultades en la ejecución, que afectan el
aprendizaje de sus dirigidos.
En el cuadro siguiente es posible apreciar los elementos que debe considerar el técnico
(Bertsch, 1987):
Esto requiere que el técnico explique, presente la información que le permita a los
ejecutantes comprender los objetivos de la tarea y saber cuál es el problema que debe solucionar,
darle opciones de explorar respuesta y observar su desempeño, para dar los apoyos requeridos.
Enseñar supone para quien asume esta tarea una toma de decisiones constante respecto a
qué presentar, cómo presentarlo, qué hacer y cómo y qué decir respecto a lo que realiza el
ejecutante en proceso de aprender.
Es importante en las etapas iniciales del aprendizaje reforzar lo que el aprendiz hace bien,
no solo centrarse en los errores, ya que tiene un gran desgaste energético y cognitivo en esta
fase. Tampoco es conveniente entregar gran cantidad de información que puede provocar
bloqueos en el aprendiz. Es importante conceder el tiempo necesario y que requiere el
ejecutante para ir comprendiendo la tarea e ir ajustando sus ejecuciones a lo requerido.
En la fase final, el objetivo del técnico será el que el ejecutante logre perfeccionar al máximo
la imagen del movimiento y su consecuente realización, y que lo aplique en situación,
competencia, juego, evaluación.
Este modelo aplica a toda modalidad deportiva, sin embargo, ofrece mayor explicación a
los procesos que ocurren en los deportes que hay una oposición en donde la percepción juega
un rol fundamental.
En el campo del deporte para lograr un alto performance, es fundamental que nuestros
deportistas tomen las decisiones correctas y, para aquello existen procesos previos. El primero
es la percepción, que dependiendo de ésta ocurrirá en las siguientes etapas de tratamiento de
información.
La fase decisional consiste en la elección de una solución entre todas las disponibles para
el deportista, cabe destacar que en función de las experiencias previas, el sujeto interpreta la
información capturada a través de los sentidos, comparando los datos que se asimilen
almacenados en la memoria, para la posterior selección de una respuesta que considera más
acorde a la situación que enfrenta.
Para el aprendizaje de habilidades motrices resulta esencial el proceso que vivencia el aprendiz,
por lo que la práctica y la información que recibe el ejecutante tanto de su propia ejecución como
del entorno, pasan a ser factores claves para conformar patrones de movimiento o esquemas
motores que le permitan alcanzar niveles de automatización (Oña, 1999).
Según Mosston y Ashworth (1986) Las formas por las cuales el profesor o entrenador entrega
información, sea verbal o no verbal son:
1. Correctivo
2. De refuerzo
3. Neutro
4. Ambiguo.
Feedback correctivo.
Este se realiza de forma verbal cuando existe un error evidente, a modo de ejemplo corresponde
a una corrección cómo “Tardas mucho en realizar la salida”
Feedback de reforzamiento.
El reforzamiento puede ser de forma positiva o negativa, en el caso que se quiera regañar
al deportista, en este ámbito se debe tener en consideración el alcance de las palabras en sus
deportistas, debido a que no todos responden de buena forma frente situaciones en el que se le
juzga de forma negativa.
Feedback neutro.
La presente forma verbal se caracteriza por su naturaleza descriptiva y objetiva, en este caso el
entrenador describe lo sucedido, pero no la corrige ni juzga. Por ejemplo, has realizado la prueba
en 48 segundos.
Feedback ambiguo
Es un estilo de feedback que no ofrece información precisa sobre la ejecución, como por
ejemplo “no está mal” o “repítelo”, es un estilo que invita a la autocrítica del deportista, sin
embargo, el uso excesivo de este puede ser un obstáculo para la mejora de la ejecución.
4.7.1.- ATENCIÓN.
La atención es uno de los elementos que constituyen las capacidades cognitivas que
influyen en la realización de movimientos, como se detalló en el modelo de Marteniuk, el
mecanismo perceptivo es el que está encargado de la búsqueda de información. A continuación
detallaremos mejor este proceso.
determinan las cualidades básicas de los procesos involuntarios de la atención y, las atribuye a
las formas de organización social la base de la atención voluntaria.
Por otro lado, García Ogueta (2001) plantea que la atención es un estado cognitivo
dinámico que favorece el comportamiento selectivo en una situación específica de la tarea; es la
selección de la información relevante a la situación o la selección del proceso cognitivo o
respuesta motriz adecuada para la acción. Asimismo posibilita la adecuada orientación del
comportamiento a los requisitos de la tarea.
Atención limitada.
Como proceso
automático y controlado.
Iniciaremos con el modelo que propone que la atención es una capacidad limitada en el
humano, para el mayor entendimiento supondremos que nuestro cerebro es como un
computador, en el que si se le sobrecarga, este se puede calentar y dañar. Este modelo propone
algo similar, en el que para no sobrecargar el nuestro cerebro tenemos una capacidad muy
limitada de poder atender a lo que sucede en nuestro entorno.
Esta limitada capacidad queda en evidencia en instancias prácticas como cuando vamos
manejando a casa por un camino conocido y decidimos tomar mayor atención a las casas, nos
percatamos de detalles que si bien estuvieron todos los días en nuestro campo visual nunca nos
habíamos percatado.
Con relación con el grado de control de la atención, esta puede pasar de ser involuntaria
a voluntaria, este proceso queda en evidencia con aquellos movimientos que están
automatizados, por ejemplo cuando un adulto camina realiza la acción de forma automática, sin
embargo, cuando se aprecia un obstáculo realiza un ajuste para pasarlo, es ahí cuando se pasó
de un gesto que no se presta atención a uno que realiza un ajuste considerable. Sobre los
movimientos automáticos, Tamorris (2004) menciona que estos poseen la función de ser los
cimientos en las elaboraciones sucesivas de: identificación, reconocimiento e inferencia.
Posteriormente y de forma muy rápida el sistema voluntario asume la concentración de la
atención.
4.8.- MEMORIA
Entre el mecanismo perceptivo y de decisión propuesto por Martiniuk hay otra etapa
intermedia (figura 2), que es la intervención de la memoria, la que abarca varios elementos, no
tan solo el aprendizaje de una habilidad motriz, sino que también considera elementos como la
retención de sistema de juegos y situaciones de juego. Finalmente es relevante mencionar que
esta corresponde al proceso posterior que es la toma de decisión.
4.9.- ANTICIPACIÓN
Se puede definir anticipación perceptiva al periodo de tiempo existente entre la aparición
de una señal y la producción de una respuesta, en la que según variables experiencias previas y
conocimiento declarativo, el deportista puede obtener ventaja de situaciones en el ámbito
deportivo.
Esto bien lo saben los porteros de balonmano, que a nivel profesional pueden enfrentarse
a lanzamiento por sobre los 100 K/h. la único que puede explicar que sean capaces de tapar un
lanzamiento de semejante velocidad, es que detectan elementos que les permite determinar el
lugar y el momento en que llegará el balón.
1. Anticipación efectora.
2. Anticipación receptora.
3. Anticipación perceptiva.
La anticipación efectora consiste en la predicción por parte del ejecutante que va a conllevar su
propia acción.
La anticipación receptora consiste en la predicción del tiempo que durará la acción del
oponente o de la alteración del medio desde su conocimiento, hasta cuando en el que el propio
sujeto debe actuar.
La anticipación perceptiva “se refiere a la identificación por parte del ejecutante de cierta
regularidad en la aproximación de estímulos que traen como consecuencia la acción final y a
través éstos predecir la aparición de dichas acciones antes de que suceda (Moreno, Oña,
Martínez. 1998, pág. 208).
4.10.-BIBLIOGRAFÍA
Ruiz, L.M. y Sánchez, F. (1997). Rendimiento Deportivo. Claves para la optimización de los
aprendizajes. Madrid: Gymnos.
Tamorri, S. (2004) Neurociencia y deporte: psicología deportiva, procesos mentales del atleta.
España: Paidotribo.