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REVISIÓN DE LITERATURA
LA CRUZ DE CRISTO
sino de una vida nueva para la humanidad, una vida segura para el universo, una vida en
paz, pureza, amor y todo atributo de nuestro bondadoso Dios, que vive para otorgar
cambio Dios pone su corona de amor sobre nuestra cabeza. Los pensamientos de amor y
paz llenan tanto nuestras almas que el amor de Dios se refleja a todo nuestro derredor.
sangre derramada era símbolo de los tipos del judaísmo que habían señalado durante
más de mil años. En la providencia de Dios, estaba así ordenado la muerte Cristo debía
suceder durante la fiesta pascual, esto lo resalta como la gloria, tanto del Antiguo como
del Nuevo Testamento. Con este mismo principio N. Haskell Stphen4 hace una
comparación de que así como son los pecados de la humanidad que manchan la tierra,
1
Brian D. Jones, Su Maravillosa Cruz (Miami, Florida: Asociación Publicadora
Interamericana, 2004), 126 pp.
2
Leo R. Van Dolson, El Rey Ha Venido (Miami, Florida: Asociación Publicadora
Interamericana, 1989), 82 pp.
3
Simpson A. B, Mateo: Comentario al Evangelio (Terrassa, Barcelona: Calidad en
Literatura Evangélica, 1985), 225 pp.
4
N. Haskell Stphen, La Cruz y Su Sombra (Doral, Florida: Asociación Publicadora
Interamericana, 2011) 40 pp.
en cada ofrenda por el pecado, después de haber sido efectuada la ofrenda por el
pecador, el resto de la sangre era derramada en la base del altar de bronce en el atrio,
como un tipo de la preciosa sangre de Cristo, que remueve cada tinta de pecado de esta
para nuestra salvación. Fue más que sencillamente la muerte de un mártir; realizó lo que
ninguna otra muerte podía lograr. Jesús murió una muerte expiatoria por todo el mundo.
Muchos que están perdidos serán redimidos porque él dio su vida en lugar de ellos. En
armonía con Hans, Max Lucado6 declara que los brazos abiertos de Cristo en la cruz
nunca fueron extendido hacia atrás en la historia y el otro alcanzado al futuro. Un brazo
aquellas manos que tantas veces se habían extendido para bendecir, estaban clavadas en
el madero; aquellos pies tan incansables en los ministerios de amor estaban también
clavados a la cruz; Y todo lo que sufrió habla a cada hijo de la humanidad y declara: Por
5
Hans K. Larondelle, La Certeza de la Salvación (Miami, Florida: Asociación
Publicadora Interamericana, 1999), 28 pp.
6
Max Lucado, Con Razón Lo Llaman El Salvador (Miami, Florida: Editorial Unilit,
1995), 104 pp.
7
Ellen G. White, El Desejado de Todas as Nações (Tatuí, São Paulo: Casa Publicadora
Brasileira, 2011), 775 pp.