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Seminario Teológico Adventista de Venezuela

CG195 Métodos de Investigación


Sección A

REVISIÓN DE LITERATURA

LA CRUZ DE CRISTO

Nombre: Elioney Silva de Alencar


Fecha: Noviembre 24, 2014

De acuerdo con el pastor Brian D. Jones1, la cruz no es una historia de muerte,

sino de una vida nueva para la humanidad, una vida segura para el universo, una vida en

paz, pureza, amor y todo atributo de nuestro bondadoso Dios, que vive para otorgar

abundantes bendiciones sobre su creación. Leo R. Van Dolson2, fortalece este

pensamiento afirmando que cuando por fe aceptamos su cruz, descubrimos que en

cambio Dios pone su corona de amor sobre nuestra cabeza. Los pensamientos de amor y

paz llenan tanto nuestras almas que el amor de Dios se refleja a todo nuestro derredor.

Para Simpson A. B3, Cristo en la cruz presentaba el cordero pascual, cuya la

sangre derramada era símbolo de los tipos del judaísmo que habían señalado durante

más de mil años. En la providencia de Dios, estaba así ordenado la muerte Cristo debía

suceder durante la fiesta pascual, esto lo resalta como la gloria, tanto del Antiguo como

del Nuevo Testamento. Con este mismo principio N. Haskell Stphen4 hace una

comparación de que así como son los pecados de la humanidad que manchan la tierra,

1
Brian D. Jones, Su Maravillosa Cruz (Miami, Florida: Asociación Publicadora
Interamericana, 2004), 126 pp.
2
Leo R. Van Dolson, El Rey Ha Venido (Miami, Florida: Asociación Publicadora
Interamericana, 1989), 82 pp.
3
Simpson A. B, Mateo: Comentario al Evangelio (Terrassa, Barcelona: Calidad en
Literatura Evangélica, 1985), 225 pp.
4
N. Haskell Stphen, La Cruz y Su Sombra (Doral, Florida: Asociación Publicadora
Interamericana, 2011) 40 pp.
en cada ofrenda por el pecado, después de haber sido efectuada la ofrenda por el

pecador, el resto de la sangre era derramada en la base del altar de bronce en el atrio,

como un tipo de la preciosa sangre de Cristo, que remueve cada tinta de pecado de esta

tierra, y la viste de belleza.

Hans K. Larondelle5 asegura que la muerte de Jesús es de máxima importancia

para nuestra salvación. Fue más que sencillamente la muerte de un mártir; realizó lo que

ninguna otra muerte podía lograr. Jesús murió una muerte expiatoria por todo el mundo.

Muchos que están perdidos serán redimidos porque él dio su vida en lugar de ellos. En

armonía con Hans, Max Lucado6 declara que los brazos abiertos de Cristo en la cruz

nunca fueron extendido hacia atrás en la historia y el otro alcanzado al futuro. Un brazo

de perdón ofrecido a cualquiera que viniera. Un padre recibiendo a los suyos. Un

redentor redimiendo al mundo.

Ellen G. White7 testifica que el inmaculado hijo de Dios pendía de la cruz:

aquellas manos que tantas veces se habían extendido para bendecir, estaban clavadas en

el madero; aquellos pies tan incansables en los ministerios de amor estaban también

clavados a la cruz; Y todo lo que sufrió habla a cada hijo de la humanidad y declara: Por

ti consiente el Hijo de Dios en llevar esta carga de culpabilidad; por ti saquea el

dominio de la muerte y abre las puertas del Paraíso.

5
Hans K. Larondelle, La Certeza de la Salvación (Miami, Florida: Asociación
Publicadora Interamericana, 1999), 28 pp.
6
Max Lucado, Con Razón Lo Llaman El Salvador (Miami, Florida: Editorial Unilit,
1995), 104 pp.
7
Ellen G. White, El Desejado de Todas as Nações (Tatuí, São Paulo: Casa Publicadora
Brasileira, 2011), 775 pp.

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