Factors predicting the outcome of non-operative management of high-grade
blunt renal trauma (Factores que predicen el resultado del tratamiento no
quirúrgico del trauma renal contuso de alto grado.)
A.M. Maarouf, A-F. Ahmed, E. Shalaby, Y. Badran, E. Salem, F. Zaiton. African
Journal of Urology (2015) 21, 44–51.
Eduardo Cruz Facundo, Residente 2 año de anestesiología.
Grado de comprobación: 2a
Según el protocolo de nuestros hospitales, los pacientes con trauma abdominal
contuso fueron inicialmente la resucitación de acuerdo con el soporte de vida de trauma avanzado. Después de la resucitación inicial, los pacientes hemodinámicamente inestables fueron cambiados inmediatamente a la sala de operaciones para someterse a una laparotomía de emergencia. Cuando se encontró un hematoma retroperitoneal lateral en la exploración, se examinó el hematoma para su expansión o pulsaciones sin explorar el retroperitoneo con el fin de no interrumpir el efecto de taponamiento del hematoma. Cuando el hematoma era pulsátil o expansivo, la exploración renal era obligatoria para controlar el sangrado. La inestabilidad hemodinámica se definió como una presión arterial sistólica de menos de 90 mmHg a pesar de la adecuada administración con fluidos coloidales y cristaloides y reemplazo de RBC empaquetado. Los pacientes hemodinámicamente estables fueron evaluados posteriormente mediante TC de contraste del tórax, abdomen y pelvis. Si se encontró evidencia de lesión renal. Se utilizó SPSS (SPSS para Windows 10.0, SPSS Inc., Chicago, IL) para determinar diferencias significativas entre las variables y para realizar análisis univariados y multivariados de los factores de riesgo. Durante el período de estudio, se admitieron 238 pacientes con lesiones renales contundentes de alto grado. Treinta y dos de ellos fueron excluidos del análisis debido a la necesidad de laparotomía inmediata sin imágenes en 19, registros incompletos en 9 y muerte en 24 h de admisión por shock y lesiones asociadas en 4 pacientes. Los restantes 206 pacientes (131 hombres y 75 mujeres) con una edad media de 31,1 ± 12.2 (rango 18-61) años se inscribieron en el estudio. Todos los pacientes presentaron hematuria. Fue grave en 194 (94,2%), mientras que la microhematuria en orina claramente clara se encontró en 12 (5,8%) casos. La transfusión de productos sanguíneos fue necesaria en 173 (84%) pacientes. Sin embargo, en los casos de lesión renal aislada, la transfusión de sangre sólo se requirió en el 27% (8/33) de los casos. El número máximo de unidades transfundidas fue de 5 unidades (media 2,12 ± 1,5). Se compararon todos los parámetros clínicos y radiológicos de los pacientes que habían sido manejados de forma conservadora (grupo de manejo conservador (CM), número = 181) con los de los pacientes en los que el tratamiento conservador había fallado (grupo de tratamiento conservador fallido (FCM). Encontramos que había No hubo diferencias significativas entre ambos grupos en términos de edad, sexo, índice de masa corporal (IMC), sitio y mecanismo de la lesión renal. Sin embargo, se encontraron diferencias significativas entre ambos grupos con respecto al grado de lesión renal, la frecuencia del pulso, la presión arterial y los niveles de hemoglobina, la necesidad de transfusión sanguínea, las lesiones asociadas a otros órganos, el sitio de laceración parenquimatosa, el tamaño del Hematoma perirrenal y la presencia de extravasación de contraste intravascular y de sistema de recogida. El presente estudio reveló que el 87,9% de los pacientes con lesión renal de alto grado, incluyendo 60,6% con lesión de grado V, fueron manejados con éxito de manera no operativa. Además, el manejo no quirúrgico se asoció con una menor incidencia de complicaciones tales como hemorragia renal temprana (12,2%), urinoma (3,9%) y hemorragia secundaria (1,9%), así como una menor incidencia de nefrectomía (17/206 , 8,2%). La falla del manejo no quirúrgico crea el riesgo potencial para la nefrectomía de emergencia y por lo tanto limita la posibilidad de preservar el tejido renal. En el presente estudio, el 63,2% de los pacientes que habían sido sometidos a laparotomía inmediata fueron sometidos a nefrectomía, en comparación con sólo el 8,2% de los pacientes que habían sido planificados para el manejo no operatorio. De esto se deduce que la limitación de la exploración renal a las indicaciones de salvamento puede ayudar a alcanzar el objetivo de preservación renal máxima. Basado en los resultados de nuestro estudio, las lesiones renales de alto grado en pacientes hemodinámicamente estables pueden ser manejadas de forma conservadora con una alta tasa de éxito. Traumatismo renal secundario a accidente vehicular, hipotensión en la presentación, lesiones asociadas a otros órganos, lesión renal grado V, presencia de laceración medial, hematoma perirrenal de tamaño ≥3,5 cm, y la extravasación intravascular se ha demostrado que se asocian significativamente con el fracaso de manejo no quirurgico.