¡Manos a la

obra!

Busquemos
cosas que
podamos donar.
Sí, están
pidiendo
comida y ropa.
¡Cuántas personas
afectadas! ¿Creen
que podamos
ayudarlas?

NOVIEMBRE-DICIEMBRE 2018
Todos los días hay oportunidades de vivir la generosidad. Ayudemos a nuestros
hijos a detectar las necesidades de los demás e involucrémoslos en la generación
de ideas, por ejemplo a través de preguntas, así ellos aprenderán a aportar
soluciones a los problemas que afectan a los demás y descubrir la alegría
de compartir.

En lugar de dar indicaciones a tu hijo, por ejemplo: “Vamos a juntar ropa para las personas afectadas”, hazle preguntas
que le ayuden a reflexionar e imaginar soluciones a situaciones de la vida. Por ejemplo: ¿cómo crees que podamos
ayudar a las familias que sufrieron por la inundación? Escucha sus opiniones y juntos encuentren la opción más viable.
Si es necesario haz más preguntas hasta que lleguen a una solución posible.

Involucra a tu hijo en actividades sencillas de ayuda o apoyo y asígnale una responsabilidad específica.

Cuando solicites su ayuda, por ejemplo en tareas de casa, explícale detalladamente lo que necesitas de él y si es
posible, muéstrale cómo hacerlo paso a paso.

Reconoce y anima los actos de generosidad que realiza sin que se lo pidan.

Exprésale la importancia de ayudar y motívalo a hacerlo.

Da las gracias al recibir ayuda.

Cuando identifiques que alguien necesita ayuda, pregunta “¿te ayudo?”; tu hijo se va familiarizando
con esas palabras y esa actitud.

Recen en familia por las necesidades de los demás.

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